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ANTROPOLOGÍA ANDINA

Relato andino
Estudiante: Reyes Alvarado, Felipe Jhonel (201505284)

Aspectos a considerar:

La procedencia de este relato nace a partir de una conversación surgida entre algunos de

mis vecinos de mi localidad. La persona a cargo de enunciar dicho relato, me comentó

que es una historia que ya no se suele comentar mucho en su localidad, de acuerdo a una

experiencia reciente en un viaje a su pueblito, no obstante, quiero dar precisión de la

persona que me conto dicha historia: Es una señora de 45 años, nace en el departamento

de la Libertad, provincia Pataz, distrito Cochecara. Este relato tiene como punto de

partida la localidad de cochecara. En el cual las personas tienen relaciones bien

estrechas, es decir, son partícipes en la ayuda mutua para trabajar la tierra, en las

reuniones familiares, en que la mayoría de las veces, se busca compartir entre ellos

experiencias y como también acorde de un delicioso banquete, entre otras

características. La persona que me conto dicho relato, hizo hincapié en su alto contenido

para tratar de sacar una enseñanza a los más jóvenes.

Asimismo, cuando decidí interrogarla sobre el significado de “pichana”, la señora me

dijo lo siguiente: “mire joven, en mi pueblo le decimos pichana a toda persona que es

ingrato o malo con los demás, en especial con sus familiares”. Por tanto, ya habiendo

esclarecido dicha palabra, que tiene un significado bien reducido y solo compartido

entre ellos, procedo, ahora sí, a contar la historia sin tratar de modificar el sentido de lo

que mi interlocutor me comentó.


La pichana

Este era un hombre que solo tenía preocupación por sí mismo y su esposa. Ellos

siempre buscaban aprovecharse de los demás, a partir de engaños y embustes. Tenían, al

menos, 2 a 3 hectáreas de tierra que habían conseguido a costa de la buena amabilidad

de su madre. Esta llegó a tener tres hijos y la relación entre ellos no era la más

adecuada; surgió problemas entre ellos debido a que mucho consideraba al hijo que

menos se preocupaba por ella; mientras los demás no recibían el trato que

supuestamente debían merecer.

El hijo, el más embustero de los tres y que llegaba a realizar sus artimañas con la ayuda

de su esposa, aprovechando la época para realizar cultivo, decidió emprender junto a su

esposa la siembra de papas en la chacra que le había dado su madre. Esta última empezó

a padecer problemas de salud, sus demás hijos no podían hacerse cargo de ella debido a

que dejaron la localidad a causa de los problemas y robos que este último les hacía.

Una tarde, la madre decidió acercarse a las chacras de su hijo con el propósito de

obtener una ayuda de este, puesto que a causa de los problemas de salud necesitaba al

menos un apoyo. Cuando la mamá tomo un contacto directo con la esposa, le preguntó

por su hijo. A lo que la esposa responde de manera displicente y, a su vez, le dice que

no se encuentra.

La madre concurría muchas veces a las chacras porque, justamente, él había construido

su vivienda junto a estas. El hijo sabía de las visitas que realizaba su madre; no obstante,

él no quería saber nada de ella. No le importaba lo que le sucediera. Él, por su parte,

obtenía lo necesario a partir de las actividades de mal haber y de lo dado por su madre.

Pero una tarde, el hijo y esposa aprovechaban la cosecha de papas, y él logro divisar a lo

lejos que su madre se acercaba, en ese sentido, le dice a su esposa que le tape con
bastantes ramitas y hojas secas a fin de que no se percate de su estancia en dicho lugar.

Pero en el trayecto de ir tapando a su pareja, el hombre le comenta lo siguiente:

- Dile que no estoy y no vendré durante un buen tiempo.

- Si te pide algo no le entregues nada….

Tal cual las palabras de él, su esposa se encargó de hacerlo efectivo. La madre llegó y

pidió ayuda; la esposa, siguiendo las órdenes de su pareja, negó las peticiones. Lo cual

contribuyó a que ella se retirará sin mirar atrás. La esposa al ver que se fue, busca su

marido, y se da por sorprendida que ya no estaba; por el contrario, lo que hallo fue una

gran cantidad de gusanos dispersados. Ella creyó que fue una broma por parte de su

marido, sin embargo, nunca más volvió a ver su esposo. Desde ese día, la vida de ella,

tanto de sus chacras y animales se fueron a la miseria y la pobreza. Años de

intranquilidad y tristeza rondó sobre ella y todo con lo que se relacionaba,

prácticamente, quedo maldita.

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