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Internal Structure of the Moon

The moon has an internal structure similar to Earth's with crust,


mantle and core.
Republished from a January, 2011 press release by NASA.

Apollo Data Revealed Moon's Internal Structure

NASA deployed the frist seismographs on the moon as part of the Apollo Mission
in 1969. These seismographs collected data and enabled researchers to determine
that the moon's structure consisted of a thin crust of about 65 kilometers, a mantle
about 100 kilometers thick and a core with a radius of about 500 kilometers. At that
time seismic data processing was not advanced enough to determine the
characteristics of the core.

In recent years, NASA researchers have been applying state-of-the-art


seismological techniques applied to the Apollo-era data and have discovered that
the moon likely has a core very similar to Earth's.

Moon's Formation and Magnetic Field

Uncovering details about the lunar core is critical for developing accurate models of
the moon's formation. The data sheds light on the evolution of a lunar dynamo -- a
natural process by which our moon may have generated and maintained its own
strong magnetic field.

The team's findings suggest the moon possesses a solid, iron-rich inner core with
a radius of nearly 150 miles and a fluid, primarily liquid-iron outer core with a radius
of roughly 205 miles. Where it differs from Earth is a partially molten boundary
layer around the core estimated to have a radius of nearly 300 miles. The research
indicates the core contains a small percentage of light elements such as sulfur,
echoing new seismology research on Earth that suggests the presence of light
elements -- such as sulfur and oxygen -- in a layer around our own core.
Data from Apollo-Era Seismometers

The researchers had used extensive data gathered during the Apollo-era moon
missions. The Apollo Passive Seismic Experiment had consisted of four
seismometers deployed between 1969 and 1972, which recorded continuous lunar
seismic activity until late-1977.

"We applied tried and true methodologies from terrestrial seismology to this legacy
data set to present the first-ever direct detection of the moon's core," said Renee
Weber, lead researcher and space scientist at NASA's Marshall Space Flight
Center in Huntsville, Ala.

The team also analyzed Apollo lunar seismograms using array processing,
techniques that identify and distinguish signal sources of moonquakes and other
seismic activity. The researchers identified how and where seismic waves passed
through or were reflected by elements of the moon's interior, signifying the
composition and state of layer interfaces at varying depths.

Comparison with Apollo-Era Results

Although sophisticated satellite imaging missions to the moon made significant


contributions to the study of its history and topography, the deep interior of Earth's
sole natural satellite remained a subject of speculation and conjecture since the
Apollo era. Researchers previously had inferred the existence of a core, based on
indirect estimates of the moon's interior properties, but many disagreed about its
radius, state and composition.

A primary limitation to past lunar seismic studies was the wash of "noise" caused
by overlapping signals bouncing repeatedly off structures in the moon's
fractionated crust. To mitigate this challenge, Weber and the team employed an
approach called seismogram stacking, or the digital partitioning of signals. Stacking
improved the signal-to-noise ratio and enabled the researchers to more clearly
track the path and behavior of each unique signal as it passed through the lunar
interior.
"We hope to continue working with the Apollo seismic data to further refine our
estimates of core properties and characterize lunar signals as clearly as possible to
aid in the interpretation of data returned from future missions," Weber said.

New Data From the GRAIL Mission

Future NASA missions will help gather more detailed data. The Gravity Recovery
and Interior Laboratory, or GRAIL, is a NASA Discovery-class mission set to
launch this year. The mission consists of twin spacecraft that will enter tandem
orbits around the moon for several months to measure the gravity field in
unprecedented detail. The mission also will answer longstanding questions about
Earth's moon and provide scientists a better understanding of the satellite from
crust to core, revealing subsurface structures and, indirectly, its thermal history.

The Research Team

In addition to Weber, the team consisted of scientists from Marshall; Arizona State
University; the University of California at Santa Cruz; and the Institut de Physique
du Globe de Paris in France. Their findings are published in the online edition of
the journal Science.

NASA and other space agencies have been studying concepts to establish an
International Lunar Network -- a robotic set of geophysical monitoring stations on
the moon -- as part of efforts to coordinate international missions during the coming
decade.

Bibliography

https://geology.com/nasa/moon-internal-structure/
traducción

Los datos de Apolo revelaron la estructura interna de la Luna

La NASA desplegó los primeros sismógrafos en la luna como parte de la Misión


Apolo en 1969. Estos sismógrafos recopilaron datos y permitieron a los
investigadores determinar que la estructura de la luna consistía en una fina
corteza de unos 65 kilómetros, un manto de unos 100 kilómetros de espesor y un
núcleo con un radio de unos 500 kilómetros. En ese momento, el procesamiento
de datos sísmicos no estaba lo suficientemente avanzado como para determinar
las características del núcleo.

Los investigadores de la NASA han aplicado recientemente técnicas sismológicas


de vanguardia aplicadas a los datos de la era Apolo y han descubierto que la luna
probablemente tiene un núcleo que es muy similar al de la Tierra.

Formación de la luna y campo magnético

Descubrir detalles sobre el núcleo lunar es fundamental para desarrollar modelos


precisos de la formación de la luna. Los datos arrojan luz sobre la evolución de
una dínamo lunar, un proceso natural mediante el cual nuestra luna puede haber
generado y mantenido su propio campo magnético fuerte.

Los hallazgos del equipo sugieren que la luna posee un núcleo interno sólido rico
en hierro con un radio de casi 150 millas y un núcleo externo fluido, principalmente
de hierro líquido, con un radio de aproximadamente 205 millas. Donde se
diferencia de la Tierra es una capa límite parcialmente fundida alrededor del
núcleo que se estima tiene un radio de casi 300 millas. La investigación indica que
el núcleo contiene un pequeño porcentaje de elementos ligeros como azufre,
haciéndose eco de una nueva investigación sismológica en la Tierra que sugiere la
presencia de elementos ligeros, como azufre y oxígeno, en una capa alrededor de
nuestro propio núcleo.

Datos de sismómetros de la era Apolo


Los investigadores utilizaron una gran cantidad de datos recopilados durante las
misiones lunares de la era Apolo. El Experimento Sísmico Pasivo Apollo consistió
en cuatro sismómetros desplegados entre 1969 y 1972, que registraron una
actividad sísmica lunar continua hasta finales de 1977.

"Aplicamos metodologías probadas y verdaderas de la sismología terrestre a este


conjunto de datos heredados para presentar la primera detección directa del
núcleo de la luna", dijo Renee Weber, investigadora principal y científica espacial
del Centro Marshall de Vuelos Espaciales de la NASA en Huntsville, Alabama.

El equipo también analizó los sismogramas lunares de Apolo utilizando el


procesamiento de matrices, técnicas que identifican y distinguen las fuentes de
señales de los terremotos lunares y otras actividades sísmicas. Los investigadores
identificaron cómo y dónde pasaban las ondas sísmicas o eran reflejadas por
elementos del interior de la luna, lo que indica la composición y el estado de las
interfaces de capas a diferentes profundidades.

Comparación con los resultados de la era Apolo

Aunque las sofisticadas misiones de imágenes satelitales a la luna hicieron


contribuciones significativas al estudio de su historia y topografía, el interior
profundo del único satélite natural de la Tierra siguió siendo objeto de
especulaciones y conjeturas desde la era Apolo. Los investigadores habían
inferido previamente la existencia de un núcleo, basándose en estimaciones
indirectas de las propiedades interiores de la luna, pero muchos no estaban de
acuerdo sobre su radio, estado y composición.

Una limitación principal de los estudios sísmicos lunares anteriores fue el "ruido"
causado por señales superpuestas que rebotaban repetidamente en las
estructuras de la corteza fraccionada de la luna. Para mitigar este desafío, Weber
y el equipo emplearon un enfoque llamado apilamiento de sismogramas o partición
digital de señales. El apilamiento mejoró la relación señal-ruido y permitió a los
investigadores rastrear más claramente la ruta y el comportamiento de cada señal
única a medida que pasaba por el interior lunar.
"Esperamos continuar trabajando con los datos sísmicos de Apolo para refinar aún
más nuestras estimaciones de las propiedades del núcleo y caracterizar las
señales lunares lo más claramente posible para ayudar en la interpretación de los
datos devueltos de misiones futuras", dijo Weber.

Nuevos datos de la misión GRAIL

Las futuras misiones de la NASA ayudarán a recopilar datos más detallados. El


Laboratorio Interior y de Recuperación de Gravedad, o GRAIL, es una misión de
clase Discovery de la NASA que se lanzará este año. La misión consiste en naves
espaciales gemelas que entrarán en órbitas en tándem alrededor de la luna
durante varios meses para medir el campo de gravedad con un detalle sin
precedentes. La misión también responderá preguntas de larga data sobre la luna
de la Tierra y proporcionará a los científicos una mejor comprensión del satélite
desde la corteza hasta el núcleo, revelando las estructuras del subsuelo e,
indirectamente, su historia térmica.

El equipo de investigación

Además de Weber, el equipo estaba formado por científicos de Marshall;


Universidad del estado de Arizona; la Universidad de California en Santa Cruz; y el
Institut de Physique du Globe de Paris en Francia. Sus hallazgos se publican en la
edición en línea de la revista Science.

La NASA y otras agencias espaciales han estado estudiando conceptos para


establecer una Red Lunar Internacional, un conjunto robótico de estaciones de
monitoreo geofísico en la luna, como parte de los esfuerzos para coordinar
misiones internacionales durante la próxima década.

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