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JOSE MURILO DE CARVALHO DESENVOLVIMIENTO DE LA CIUDADANIA EN BRASIL % Ba EL COLEGIO DE MEXICO FIEICOMISO HISTORIA DE LAS AMERICAS FONDO DE CULTURA ECONOMICA MEXICO VIII. RETROCESO: LA REPRESION POLITICA (1964-1974) [JS 22 DERROTADO GOLLART, los politicos cviles que habian apo- yado el golpe, sobre todo los de Ia unx, se sorprendieron cuando los militares decidieron asumir el poder directamente. Al Congreso, libre ya de muchos elementos oposicionistas, se le impuso como nuevo presidente de la Repitblica al general Castelo Branco. Se inici6 enton- ces una intensa actividad guberamental en el terreno politico, para su= primir los principales focos de oposicion, y, ea el campo econémico, para contener la inflacién que ya habia alcanzado niveles muy altos. 1. GosteRNos MILITARES Antes de analizar esa actividad es preciso discutir las razones de que, ante fa sorpresa de sus propios aliados, los militares hayan asumido directamente el poder. Como queda dicho, la presencia de los militares en la politica brasilena se inicié con la proclamacion de la Repiblica, pero las oligarquias lograron detenerlos instaurando el sistema corone- lista. En 1930 regresaron con mayor fuerza e hicieron propuestas sobre a la centralizacién politica, la industrializaci6n, el nacionalismo. Vargas logré aprovecharlos y controlarlos. Mas tarde, en 1945, se dividieron, como toda la sociedad, en nacionalistas y populistas, de un lado, y libe- rales y conservadores, del otro, La division alcaaz6 al cuerpo de oficia~ les, alos soldados y, sobre todo, a los sargentos. Podsfa explicarse la actitud mds radical adoptada en 1964 por la amenaza que la division ideol6gica representaba para la supervivencia de la organizacién militar, Para quedar libre de enemigos era necesario controlar el poder. Habia, asimismo, razones menos corporativas. Los liberales conservadores antivarguistas se habian preparado para go- bemar en la Escuela Superior de Guerra, Ahi elaboraron una doctrina de seguridad nacional y realizaron, junto con técnicos civiles, estudios sobre los principales problemas nacionales. Ademds, se aproximaron a rigentes empresariales por medio de una asockacién denominada Instituto de Investigaciones y Estudios Sociales (en portugués, Instituto, IR RETROCESO, REOONQUISTA Y EXPANSION DE LOS DERECHOS (1964-1585) de Pesquisas e Estudos Sociais), fundada en 1962 por empresarios de Rio de Janeiro y de Sao Paulo. El res luchaba contra el comunismo y en favor de la preservaci6n de la propiedad privada, y proponia varias re~ formas econémicas y sociales. En Rio mantenia estrecho contacto con la 356. Varios miembros del 15 participaron en el gobierno de Castelo Branco y varias de las ideas concebidas en el instituto las aprovecho el primer gobierno militar. Por consiguiente, en 1964 los militares tenian motivos para asumir el gobierno y estalvan preparados para hacerlo. Desde el punto de vista que aqui nos interesa, pueden dividirse en. tres fases los gobiemos militares. La primera abarca de 1964 a 1968; corresponde al gobierno del general Castelo Branco y al primer afio de la administracién del general Costa e Silva, Se caracteriz6 al principio por una intensa actividad represiva, seguida de indicios de moderaci6n, En cuanto a la economia, fue un periodo de combate a la inflacion, de considerable descenso del poder adquisitivo del salario minimo y de poco crecimiento. Dominaron entonces los dos sectores mas liberales de las fuerzas armadas, representados por el general Castelo Branco. En 1968, tiltimo afio de esta fase, Ia economia recuperé los altos indices de crecimiento de los afios cincuenta La segunda fase va de 1968 a 1974 y encietra los aftos mas negros de la historia del pais en cuanto a las libertades civiles y politicas. Domi- naron entonces los militares mas autoritarios, apoyados por el general Garrastazu Médici, escogido como presidente de la Republica tras el retiro de Costa e Silva por razones de salud, En este periodo se combi- no la represi6n politica mAs violenta de la historia del pais con indices de crecimiento econémico nunca vistos. Contrastando con las tasas de crecimiento, continué bajando el valor adquisitivo del salario minimo. Latercera fase principi6 en 1974 con la toma de posesién del general Emesto Geisel y termind en 1985 con la eleccién indirecta de un presi- dente civil, Tancredo Neves. Se caracteriz6 en un principio por la tenta- tiva del general Geisel de liberalizar el sistema, contra la fuerte oposi- cidn de los Srganos represivos. La liberalizacion continud durante el gobierno del general Joao Batista de Figueiredo (1979-1985). Poco a poco se fueron revocando las leyes represivas, y lt oposicién hizo oir ‘su voz cada vez con mayor intensidad, Fn la economia, la crisis del pe- w6leo (1973) redujo los indices de crecimiento, que a principios de los afios ochenta legaron a ser negativos. Las medidas represivas atentaron con fuerza contra los derechos iviles y politicos, y por ello debe prestirseles especial atenci6n, Como [RETROCESO: LA REPRESION POLITICA (1964-1974) ng en 1964 era mayor la movilizacién y se habian perfeccionado los medios de control, la represi6n politica de los gobiemos militares abar- 66 mas y fue mas violenta que Ja del Estado Nuevo. Si bien estuvo pre- sente durante todo el periodo, se concentré en dos momentos, entre 1964 y 1965 y entre 1968 y 1974. Los instrumentos legales de la represion eran “actos institucionales” emanados de los presidentes militares. El primero de esos actos data del 9 de abril de 1964; lo firmé el general Castelo Branco, jefe militar de la rebelién. Se decreté la suspensién durante 19 afos de os derechos Politicos de gran ntimero de lideres politicos, sindicales e intelectuales y de muchos militares. Ademas de las suspensiones se emplearon otros mecanismos, como el retiro forzoso de funcionarios pablicos civiles y mi- litares. Muchos sindicatos fueron intervenidos y se disolvieron los orga- nismos de cipula del movimiento obrero, como el oct y el PUA. La UNE fue invadida militarmente y clausurada, y otro tento ocurrié con el EB. Se crearon varias comisiones investigadoras para aclarar supuestos delitos de corrupcion y subversion. Las mas famosas fueron ls Averi- guaciones Policiales Militares (1pm, sigias de Inquéritos Policiais Mil tares) generalmente a cargo de coroneles del Fjércitv, que persiguie~ ron, aprehendieron y condenaron a numerosos opositores. Era muy ‘mareada la paranoia anticomunista, y cualquier sospecha de partic pacién en lo que los militares consideraban acto subversivo, pod costar el empleo, los derechos politicos e incluso la libertad del acusado. ‘Como suele suceder en circunstancias asi, se cometieron muchos actos de venganza personal pretextando motivos polticos. En 1966 se celebraron elecciones estatales y el gobierno fue derro- tado en cinco de ellas, inclusive en estados estrategicos como Rio de Janeiro y Minas Gerais. En represalia, los seciores militares radicales exigieron nuevas medidas represivas. El Acto Institucional nimero 2 (ar2), de octubre de 1965, puso fin a la elecci6n directa del presidente de la Repablica, disolvi6 los partidos creados a partir de 1945 y estable- i6 un sistema bipartidista. Fl a12 aument6 mucho los poderes de! pre- sidente, a quien concedié autoridad para disolver el parlamento, inter- venir en los estados, decretar el estado de sitio, despedi funcionarios Civiles y militares. Reformé asimismo el poder judicial, aumentando el ntimero de jueces de los tribunales superiores, con el fin de nombrar Para esos nuevos puestos a partidarios del gobierno. Se restringié el derecho 3 opinar y se habilit6 2 los jueces militares para que juzgaran a civiles en causas relacionadas con fa seguridad nacional. 120 RETROGESO, RECONQUISTA ¥ EXPANSION DE LOS DERECHOS (1964-1985) En 1968 tuvo lugar una nueva reconquista autoritaria, Ese ao vol. vieron a movilizarse contra el gobiemo algunos seciores de la sociedad, sobre todo entre los obreros y los estudiantes, Dos huclgas pusieron fin ‘a.un period en que no habia habido manifestaciones de los trabajado- res. Los estudiantes salieron 2 las calles y organizaron grandes marchas ‘en favor de la democratizaciOn, en una de las cuales perdi la vida uno de ellos. Como la Cfimara de Diputados habia negado la autorizacién para que Se procesara a uno de sus miembros (habia pronunciado un discurso que se consider6 ofensivo para las fuerzas armadas), el gobier- no emitié en diciembre Un nuevo acto institucional. El Acto Institucional nniimero 5 (Ar) fue el mas radical de todos, el que mis lesion6 los dere- chos politicos y civiles. Se disolvié el Congreso, y el presidente, general Costa e Silva, comenz6 a gobemar dictatorialmente. Se suspendi6 el habeas corpus cuando se consideraba que el delito cometido iba contra la seguridad nacional, y todos los actos relacionados con el as queda- ron fuera de apreciacion judicial. Paralelamente, se reanudaron las anulaciones de mandatos, la sus- pensién de derechos politicos de diputados y concejales, e! despido sumario de fincionarios. Como el Presidente habia sufrido un infarto en 1979, los militares no permitieron que el vicepresidente, un civil miembro de la extinta upw, asumiese el gobierno como lo disponia la ley. Una junta militar tomé las riendas del poder, escogi6 al sucesor del Presi- dente y reinstalé el Congreso para que refrendara la eleccién. En octu- bre de 1979 tom6 posesion de la presidencia el general Garrastazu Mé- dici. En esa misma fecha se promulgé la nueva Constitucién, a la cual se incorporaban los actos institucionales. Durante el régimen del general Médici llegaron al maximo las medi- das represivas. Se introdujo una nueva ley de seguridad nacional, la cual incluia la pena de muerte por fusilamiento. La pena de muerte se abolié al proclamarse la Repiblica, y durante el Imperio casi nunca se aplicd. A principios de 1970 se introdujo la censura previa para-pe- i6dicos, libros y otros medios de difusion. Esto significaba que cual- quier publicacién, cualquier programa de radio 0 televisién tenia que ser sometido a los censores gubernamentales antes de su presentacion al piblico. Periddicos, radiodifusoras, canales de television se vieron obligados a convivir con la presencia del censor. A menudo el gobier- ‘no enviaba instrucciones sobre los temas que no podian comentarse © sobre las personas que no debfan mencionarse. Como respuesta a la falta de opciones para la oposicion legal, algu- RETROCENO: LA REPRESION POLITICA (1964-1973) m1 nos grupos de izquierda comenzaron a actuar en la clandestinidad y a adoptar tcticas militares de guerrilla urbana y rural. En septiembre de 1969, la guerrilla urbana realiz6 su primer acto espectacular: el secues- tro del embajadér norteamericano. Desde entonces y hasta el final del gobiemo de Garrastazu Médici, en 1974, las fuerzas de la represion y la guerilla se enfrentaron en una lucha desigual y sin glotia. A los secues- tos y asaltos de bancos que cometfan Jos guerrilleros, las fuerzas dle la represin contestaban con encarcelamientos arbitrarios, la tortura sis- temitica de los presos, los asesinatos, Se registraba a los opositores asesinados como desaparecidos 0 muertos en accidentes automovil cos. La prensa tenia prohibido divulgar cualquier noticia que contra jese la versiOn de las fuerzas de seguridad. La maquinaria represiva crecié con gran rapidez y se volvi6 casi independiente del gobierno, Junto a los onganismos de inteligencia na~ cionales, como la Policia Federal o el Servicio Nacional de Informaci6n, actuaban libremente en materia de represi6n los servicios de inteligen- cia del Ejército, de la Marina y de la Fuerza Aérea, asi como los de las policias militares estatales, ademas de las fiscalias sociales y politicas de los estadas. Dentro de cada ministerio y de cada empresa estatal se crearon organismos de seguridad e informacion, casi siempre dirigidos por militares de la reserva. El Ejército cre6 agencias especiales de re- presi6n llamadas Centros de Operaciones de Defensa Interna y Desta- camentos de Operaciones Internas, tristemente famosas por sus sigl: copr-pot. La censura de la prensa destruy6 la libertad de opinién. Tampoco ha- bia libertad de reunion. El gobierno regia y controlaba los partidos; sobre los sindicatos pesaba la amenaza constante de la intervencién; estaba prohibido ir a la huelga; el encarcelamiento arbitrario mutilaba el derecho de la defensa; tribunales militares juzgaban a ciudadanos civiles; des- aparecié la inviolabilidad det domicilio y de la correspondenciaj en las crceles del gobierno la tortura violaba la integridad fisica; se despreciaba el derecho a la vida, Las familias de muchas de las victimas desconocen hhasta la fecha las circunstancias en que murieron sus deudos y el lugar donde se les enterr5. Fueron aftos de miedo, de terror, en que los orga nismos de seguridad y de informacion obraban sin ningiin control Entre 1964 y 1973 fueron castigadas con pérdida de derechos politi- cos, anulacién de mandatos, retiro forzoso, despidos, 4841 personas (1964, 1969 y 1970 son los anos en que mas abundaron esos casos). El ‘Air castigé & 2990 personas. Se anularon los mandatos de $13 sena- 122 RETROCESO, REGONQUISTA Y EXPANSION DE LOS DERECHOS (1964-1945) dores, diputados y concejales, Treinta y cinco dirigentes sindicales per- dieron sus derechos politicos; fueron condenados a jubilacién forzosa (© despedidos de sus cargos 3 783 funcionarios, entre ellos 72 profe- sores universitarios y 61 investigadores cientificos. Ia depuracién de las fuerzas armadas fue particularmente severa, dadas las divisiones que existian antes de 1964, La mayor parte de los militares —quizé todos— que se opusieron al golpe fueron excluidos del servicio activo. Las estadisticas arrojan los siguientes datos: un total de 1313 militares expulsgdos, entre ellos 43 generales, 240 coroneles, tenientes coroneles y mayores, 292 capitanes y tenientes, 708 subofi- ciales y sargentos, 30 soldados y marineros. También fueron castigaclos 206 miembros de la policia militar y de la civil. La depuracion permitié 44 las fuerzas armadas eliminar parte de la oposicién interna y actuar ‘con mayor homogeneidad en el poder. Las organizaciones estudiantiles y sindicales también fueron blanco de la represiGn. Sdlo se tienen datos sobre ataques a sindicatos de 1964 4 1970, Hubo en total 536 intervenciones, 483 en sindicatos, 49 en fede- raciones, cuatro en confederaciones. E] mayor némero se concentré en 1964 y 1965, lo cual indica que, una vez. eliminada la cGpula sindical, poco qued6 del movimiento obrero. Cuando en 1968 recomenzaron las huelgas, éstas se hicieron al margen de la estructura sindical oficial, que en aquel momento a lo sumo se inieresaba en labores de asistencia social, La Gnica instituci6n que logr6 defenderse, a pesar de algunos conflictos con el gobiemo, fue la Iglesia cat6lica. Por su poder ¢ influen- cia, {a jerarquia eclesistica fue capaz de ofrecer resistencia, y al poco tiempo se convirti6 en el primer foco de oposicién legal. Algunos de los movimientos anteriores a 1964 en los que influy6 la Iglesia, como la a®, se sintieron atraidos por el marxismo y hacia la lucha armada Para que quede completo el cuadro de los gobiernos militares, in- cluida la peor de sus diversas fases, es preciso ampliar algunas cues- tiones que manifiestan la ambighedad del régimen. El primero es que durante todo el gobierno militar, de 1964 a 1983, exceptuando periodos cons, el Congreso continué ejerciendo sus funciones. Una vez elimi- inados jos elementos mas combativos, el Senado y la Camara de Diputa- dos cumplieron las tareas que les encomendaron les presidentes mi- litares. En el sistema bipartidista creado en 1966, el partido del gobierno, Alianza Renovadora Nacional (aReNa) siempre tuvo mayoria y aprobaba todos los proyectos, aun los mis represivos, como el que implant6 la ‘censura previa. AneNA legitime con su voto a todos los candidatos a pre- [RETROCESO- LA REPRESIGN POLITICA (1964-1974) m3 sidentes impuestos por los militares. Sus politicos siempre fueron ins- trumentos déciles del regimen, El partido de oposicién, Movimiento Democratico Brasiletio (up), se vio ante esta ardua disyuntiva: 0 continuar funcionando a pesar de la anulaci6n de mandatos y de la imposibilidad de presentar una ver- dadera oposicién, o autodisolverse. En el primer caso, mantendria encendida la llama de la oposicién, aun cuando fuese tenue, pero, al mismo tiempo, proporcionaria legitimidad al régimen permitiéndole argumentar que consentia el funcionamiento de la oposicidn. En el segundo caso, privaba de legitimidad al régimen, pero reducia atin mas el espacio de la resistencia legal, lo cual fortalecia al gobierno. El mos pens mis de una vez en la autodisolucién, pero opt6 finalmente por intervenir en el juego utilizando la tribuna del Congreso para protestar contra las propuestas que lesionaban la democracia. Ahora bien, este modesto papel no estaba exento de peligro: diputados y senadores que ponian algo mas de entusiasmo en sus criticas, casi siempre perdian su mandato. Ademas de mantener abierto el Congreso, los militares nunca elimi- naron totalmente los comicios. Las elecciones directas para gobernador estuvieron suspendidas de 1966 a 1982. Entre 1960 y 1989 no hubo elecciones directas para presidente de la Repiblica; 0 sea que durante casi 30 afios el pueblo quedé excluido del derecho a participar en esa eleccion, Los jefes militares escogian a los presidentes, de acuerdo con la corriente que, en un momento dado, dominara en el alto mando. ‘AxENA siempre puso su mayoria al servicio de la farsa, Las elecciones legislativas continuaron sin interrupcién, A menudo fueron pospuestas, se censuraba la propaganda politica y se vetaba a los candidatos mas radicales. Cuando los resultados sorprendian a los ge- nerales, sencillamente se cambiaban las leyes a fin de conservar la ma- yoria en el Congreso. En 1978, por ejemplo, para retener la mayoria en el Senado, el general Geise! creé senadores de elecci6n indirecta, a los ‘que la malicia popular calificé de “biGnicos”. Con todas esas limitaciones, cl calendario electoral para los puestos legislativos —Senado y Camara federal, asambleas estatales, cémaras de concejales— se mantuvo sin grandes alteraciones, Se celebraron elecciones para senaclores y diputa- dos en 1966, 1970, 1974, 1978, 1982, 1986, las cuatro primeras bajo el sis tema bipartidista, las dos Ghimas segin el sistema multipartidista Anddase que, ademas de que hubo eleccicnes, el electorado crecio mente durante los gobiernos militares. En este punto, la ten- 124 _RETROCESO, RECONQUISTA Y EXPANSION DE LOS DERECHOS (1964-1945) dencia iniciada en 1945, lejos de interrumpirse, se accler6. En las elec- ciones presidenciaies de 1960 votaron 12.5 millones de electores; en las senatoriales de 1970, 22.4 millones; en las de 1982, 48.7 millones; en las de 1986, 65.6 millones. En 1969 vot6 18% de la poblaci6n, y en 1986 47%, lo cual representa un impresionante crecimiento de 161%. Esto ignifica que 53 millones de brasilenos, mas de la poblacién total del pais en 1950, quedaron formalmente incorporados al sistema politico durante los gobiernos militares. No pueden subestimarse las implicaciones de ese dato. Obviamente, se impone esta pregunta:” qué sigoificaba para esos millones de ciu- dadanos adquitit el derecho politico a votar cuando, al mismo tiempo, se le negaban otros varios derechos politicos y civiles?

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