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Una Serpiente, Jesús y Nuestra Salvación - Por Alex López
Una Serpiente, Jesús y Nuestra Salvación - Por Alex López
Idea central:
Como levantó Moisés la serpiente en el desierto, así también tiene que ser
levantado el Hijo del hombre, para que todo el que crea en él tenga vida eterna.
Objetivo:
Que comprendamos que somos incapaces de salvarnos por nuestras propias
fuerzas. Sólo la fe en el sacrificio de Jesús, salva.
Introducción
¿A quiénes les gustan las serpientes?
A muy pocas personas les gustan las serpientes que hasta las tienen de mascotas,
el resto les tenemos miedo. Se imagina entonces, estar en el desierto y que Dios
mismo envíe serpientes venenosas para que nos mordieran. Precisamente esto fue
lo que le pasó a Israel en el desierto. ¿Qué fue lo que pasó? Y ¿Qué aprendemos
de esta situación?
Números 21:4 “Los israelitas salieron del monte Hor por la ruta del Mar Rojo,
bordeando el territorio de Edom. En el camino se impacientaron 5 y comenzaron a
hablar contra Dios y contra Moisés: —¿Para qué nos trajeron ustedes de Egipto a
morir en este desierto? ¡Aquí no hay pan ni agua! ¡Ya estamos hartos de esta
pésima comida! 6 Por eso el Señor mandó contra ellos serpientes venenosas, para
que los mordieran, y muchos israelitas murieron. 7 El pueblo se acercó entonces a
Moisés, y le dijo: —Hemos pecado al hablar contra el Señor y contra ti. Ruégale al
Señor que nos quite esas serpientes. Moisés intercedió por el pueblo, 8 y el Señor
le dijo: —Hazte una serpiente, y ponla en un asta. Todos los que sean mordidos y la
miren vivirán. 9 Moisés hizo una serpiente de bronce y la puso en un asta. Los que
eran mordidos miraban a la serpiente de bronce y vivían.”
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1. El Señor envió serpientes venenosas y muchos israelitas murieron
a. La causa: Su rebelión y murmuración ante Dios
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3. Al igual que el pueblo de Israel, la humanidad continúa enfrentando la misma
incapacidad de salvarse por sus fuerzas, sólo puede descansar en la obra de
Jesús en la cruz para salvación
a. Todos hemos pecado contra Dios y contra nuestro prójimo
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ahora que hemos sido justificados por su sangre, ¡con cuánta más razón,
por medio de él, seremos salvados del castigo de Dios! 10 Porque si,
cuando éramos enemigos de Dios, fuimos reconciliados con él mediante la
muerte de su Hijo, ¡con cuánta más razón, habiendo sido reconciliados,
seremos salvados por su vida! 11 Y no solo esto, sino que también nos
regocijamos en Dios por nuestro Señor Jesucristo, pues gracias a él ya
hemos recibido la reconciliación.”
Conclusión:
Como levantó Moisés la serpiente en el desierto, así también tiene que ser
levantado el Hijo del hombre, para que todo el que crea en él tenga vida eterna.
Jesús crucificado y resucitado es salvación y a la vez condenación. Salvación para el
que cree, condenación para el que no cree. Crea, sea salvo y experimente la
plenitud de vivir para Cristo. Y si peca, recuerde que abogado e intercesor tenemos
ante el Padre, a Jesucristo el justo. Venga en arrepentimiento de pecados a Cristo,
crea en él y conozca la verdad que lo hará libre