You are on page 1of 24
Capitulo 9 LAS EMOCIONES AUTOCONSCIENTES: CULPA, VERGUENZA Y ORGULLO Itziar Etxebarria COMENTARIO-RESUMEN A) Los psicélogos tienden a agrupar la culpa, la verguenza y el orgullo bajo ta denominacién de emociones autoconscientes. En estas tres emociones sub- yace, como rasgo fundamental, alguin tipo de evaluacién relativa al propio yo. B) Culpa, vergiienza y orgullo son reacciones emocionales que tienen como antecedent algtin tipo de juicio -positivo o negativo- de la persona sobre ‘sus propias acciones. C) Las emociones autoconscientes comparten otros rasgos importantes: 1) son emociones secundarias que surgen como resultado de diversas transfor- maciones de otras emociones mas basicas; 2) son emociones complejas porque requieren el desarrollo previo de ciertas habilidades cognitivas (desarrollo de una cierta nocién del yo 0 autoconciencia); 3) son emociones sociales e implican importantes aspectos interpersonales (se hallan presentes en el desarrollo, sur- gen en contextos interpersonales, conllevan tendencias de accién con impor- tantes implicaciones interpersonales). D) Estas emociones juegan un papel fundamental como elementos moti- vadores y controladores de la conducta moral. E) La vergiienza surge cuando se da una evaluacién negativa del yo de caracter global. Provoca un estado emocional desagradable, que lleva a la inte- rrupcién de fa accion y a una cierta confusion mental. La persona, con el fin de librarse de la vergiienza, recurre a mecanismos como la reinterpretacién de los eventos, la disociacion del yo y el olvido de la situacién, F) La culpa surge de una evaluacién negativa del yo mas especifica, refe- rida a una accién concreta. Se origina un proceso cognitivo-atribucional centrado en la conducta y no en la globalidad del yo. Su efecto no es tan displacentero como el de la vergiienza. Esta emocién conlleva la puesta en marcha de con- ductas orientadas a reparar la accion negativa. G) El orgullo surge como consecuencia de la evaluacién positiva de una accién propia. La experiencia fenomenolégica de la persona que siente orgullo por algo (accién, pensamiento o sentimiento que considera loables) es de alegria y satisfaccién por ello. Cuando el yo en su conjunto es objeto de loa exagerada por parte del propio sujeto surge el “hubris”. YGHONES AUTOCOT ULPA. VERGUENZA Y OR 431 impulsado por CamScanner H) Ena actualidad hay abierto un importante debate sabre las diferencias entre la culpa y la vergienza 1) Se reclaman claras diferencias en sus tendencias de accién y sus impli- caciones interpersonaies. La vergienza provoca el deseo de escapar de la situacion, la culpa mantiene a la persona ligada a fa sittacion interpersonal y sefiala al sujeto el camino hacia ta accidn reparadora J) Noes posible establecer conclusiones definitivas sabre los efectos de la culpa en el ajuste psicoligico individual. En cambio, por lo que se refiere a la ver- guenza, existe un amplio consenso respecto a la asociacién entre tendencia a experimentar vergienza y vulnerabilidad a los problemas psiquicos. K) Los autores anglosajones consideran e! embarrassment (bochorno ‘apuro) como una emoci6n distinta de la vergiienza (shame). La diferencia reside en la intensidad del afecto y la gravedad de la accién: mayor intensidad para la vergiienza, que ademas surge ante transgresiones de caracter moral, lo que no ‘courte en el caso de! embarrassment que tiende a aparecer ante transgresiones sociales relativamente triviales. 41. POR QUE HABLAMOS DE “EMOCIONES AUTOCONSCIENTES? En los tltimos tiempos. los psicslogos tienden a agrupar la culpa, la ver- giienza y el orgullo bajo la denominacién de “emociones autoconsciemes”. La raz6n de ello es que en estas tres emociones subyace, como rasgo fundamental. algdn tipo de evaluacién relativa al propio yo: estas emociones surgen cuando produce una valoracién positiva 0 negativa del propio yo en relacidn con una serie de criterios acerea de lo que constituye una actuacién adecuada en diversos: Ambitos. Pese a lo que pueda sugerir la expresién “emociones autoconscientes”. los mismos autores que la utilizan aclaran que la autoevaluacién subyacente en dichas emociones no tiene por qué ser explicita ni consciente (Tangney, 1999). Teniendo esto en cuenta, quizds fuera mAs apropiado denominarlas “emociones autoevaluativas”, No obstante, a lo largo de este capitulo hablaremos de emocio- nes autoconscientes, por ser ésta la denominacién mas extendida. En cualquier caso, lo que interesa destacar es que estamos ante reacciones emocionales que tienen como antecedent algtin tipo de juicio -positive o nega- tivo~ de la persona sobre sus propias acciones. Teniendo esto en cuenta, es ficil entender la enorme importancia que estas emociones van a tener en el control ¥ Ia direccién de la propia conducta. 432 PSICOLOGIA DE LA EMOCION 4 impulsado por CamScanner TT Tr ee ewww www ww www TU UU UU UYU UU CUE 2. OLviDO Y PROGRESIVO INTERES DEL ESTUDIO DE LAS EMOCIONES AUTOCONSCIENTES En las tiltimas décadas, como es notorio, se ha producido un gran avance en el estudio de la emocidn, Pese a ello, basta hace muy poco las emociones atito- conscientes han estado bastante alvidadas, ;Cémo pucde explicarse el descuide de estas emociones, cuando ejercen un papel tan importante en la vida intima y social de las personas? Para entender este descuiido hay que tener en cuenta que lu investigacién sobre emocidn de las Gltimas décadas se ha centrado nvis en la elaboracién de wna tworfa general de la emocién que en el estudio en profundidad de las distintas cemociones. En este esfuerzo teorizador, se ha prestado especial atencién a las emociones bisicas y mucha menos a otras emociones en Jas que el influijo cultu- ral y, por tanto, la variabilidad y complejidad son mayores. Incluso en las mismas emociones bisicas se ha profundizado todavia escasamente (salvo en a ira y ka tristeza, que siempre han preocupado especialmente a los psicélogos). Por tanto. las emociones autoconscientes no son las Gnicas en las que se echa en falta mis Gn. Pero. ciertamente, parece haber ratzones especificas que explican la emociones. Una primera raz6n de la escasa atencién dirigida a las emociones autocons- cientes reside en la especial dificultad de su estudio. El problema no es sélo que estas emociones, al no poseer indices expresivos -en particular, faciales— tan claros como el miedo, la ira, la alegria, la tristeza 0 el asco, no se presten a la observacidn directa tan bien como éstas. Su estudio a través de autoinformes tam- bign plantea dificultades, pues tanto los psicdlogos como fa gente de la calle a menudo no distinguen muy bien entre las distintas emociones autoevaluativ: miis concretamente, entre la culpa y la vergiienza. Pero probablemente no sea ésta la principal razén del descuido de las emo- ciones autoconscientes. Otra raz6n seguramente més importante es que hasta hace muy poco tiempo estas emociones provocaban fuertes reticencias entre los psicélogos. Los problemas metodolégicos que se acaban de sefalar hacian que para muchos de ellos. el orgullo, la vergticnza y la culpa resultaran demasiado eté- para un estudio cientifico serio, Por otra parte, su inmediata asociacién con el Psicoanilisis (en el cual estas emociones, especialmente los sentimientos de cul- pa, siempre han ocupado un lugar central) generaba bastante recelo, Por si esto fuera poco, sus evidentes implicaciones en el dmbito de 1a moralidad, sefialadas tanto desde el psicoanilisis como desde la antropologia y la filosofia, provocaban atin mas reticencias entre quienes pretendian realizar un abordaje objetivo. cien- tifico, de las emociones. Pese a todo, en los tiltimos aiios el interés por estas emociones ha ido progre- sivamente en aumento. As{, cabe sefialar que ya en 1988 se celebré en Asilomar (California) un congreso especifico sobre este tema y en Ia décuda de los 90 se han editado interesantes compilaciones sobre estas emociones (Bybee. 199 LAS EMOCIONES AUTOCONSCIENTES: CULPA, VERGUENZA YORGULLO 433 impulsado por CamScanner Tangney y Fischer, 1995). Asimismo, los mejores manuales de emocién dedican en la actualidad uno o varios capitulos especfficos a las mismas (Ben-Ze'ev. 2000: Lewis, 2000a: Tangney, 1999). Como resultado de este progresivo interés, hoy en dia existe un corpus tesri- co y empirico considerable sobre el tema. Sin embargo, son también muchas atin las y las cuestiones por clarificar. Por otra parte, hay que decir que el volumen de investigacién sobre las distintas emociones autoconscientes es muy desigual, Existe ya bastante investigacién acerca de la culpa y la vergien: pero muy poca atin sobre el orgullo. RASGOS GENERALES DE LAS EMOCIONES AUTOCONSCIENTES La culpa, la vergiienza y el orgullo, ademas de implicar todas ellas algtin tipo de valoracién telativa al propio yo como elemento antecedente y esencial. com- parten otros importantes rasgos. Vedmoslos a continuacién ecundarias™, 3.1. Las emociones autoconscientes son emociones “derivadas”, “complejas’ Algunos neodarwinistas como Tomkins. Izard o Ekman consideran estas emo- ciones 0 al menos algunas de ellas -en particular, la vergiienza— tan “basicas como la ira, la tristeza. la alegria, el miedo. €] asco o la sorpresa. No obstante, la mayor parte de los autores considera a las emociones autoconscientes emociones “secundarias” “derivadas” en la medida en que dichas emociones parecen surgir como resultado de diversas transformaciones de otras mas basicas. En este sentido, Mascolo y Fischer (1995), en su minuciosa descripcién de] desarrollo de estas emociones, sefialan que el orgullo hunde sus rafces en Ja alegria que experiments el bebé cuando una accidn suya tiene un resultado positivo (por ejemplo, agarrar un pequefto cubo y tirarlo al suelo); la vergiienza, en el malestar que el bebé siente ante una accién similar con resultado fallido. y la culpa (mas concretamente, los sentimientos de culpa por infligir un daiio a otros), en el malestar que experimen- ta ante el Ianto de otro niiio o nifia que é1 ha provocado (por ejemplo, pegéndole). Asimismo, la mayor parte de los autores considera a Jas emociones auto- conscientes emociones “complejas”. Ello se debe a que estas emociones -segtin cl punto de vista mayoritario- requieren el desarrollo previo de ciertas habilidades cognitivas. En concreto, la mayorfa de los autores coincide en que para que apa- rezcan estas emociones se ha de dar como condicién necesaria e] desarrollo de una cierta nocién del yo como separado de los demas, de una cierta autoconcien- cia, Hasta que dicha nocién no se ha desarrollado minimamente. no pueden apa- Tecer este tipo de emociones. 434 = PSICOLOGIA DE LA EMOCION impulsado por CamScanner En apoyo de este punto de vista, Lewis y colaboradores (1989) realizaron una serie de estudios que muestran que el desarrollo de la capacidad de sentir ver- sglienza, mis concretamente, lo que en inglés se denomina embarrassment (a70- ado o turbado) discurre paralelo al del autorreconocimiento, Estos autores obser- vvaron que los primeros signos de embarrassment en tos nifios (sonreir y al mismo tiempo evitar la mirada, tocarse Ia cara, ete.) aparecfan entre los 15 y los 24 meses, justo en la misma fase de desarrollo en que emergfa en cllos un sentido rudimentario del yo. demas, los nifios que mostraban autorreconocimiento en una prucha (tocéndose la nariz al vérsela pintada en un espejo), eran exactamen- te los mismos que mostraban signos de sentir embarrassment en una prueba diferente. Los que no se reconocfan en un contexto, no mostraban ningtin signo de embarrassment en el otro. El embarrassment parece ser la més rudimentaria de las emociones auto- conscientes, al menos de las de carficter negativo. Para la mayoria de los autores. otras exigirian habilidades cognitivas mas complejas ~algunas relativamente sofisticadas como la capacidad de valorar las propias acciones en relacién con unos estindares y normas~ y, por tanto, aparecerfan mds tarde. Cudiles sean las habilidades requeridas en cada emocidn y cl momento de aparicién de cada una cuestiOn todavia sujeta a debate. En cualquier caso, en diversos estudios se ha constatado que ya para los 2-3 10s los nifios presentan muchas manifestaciones prototipicas del orgullo (mirada tiunfunte, cuerpo erguido, etc., ante el éxito, sobre todo si la tarea es dificil), la ver- gtienza (cuerpo encogido, cabeza baja, etc., ante el fracaso en una tarea, sobre todo sies facil) y la culpa (intentos de reparacién tras agredir a otro nifio 0 nifia). Ello parece cuestionar los planteamientos de quienes sostienen que estas emociones requicren el desarrollo previo de habilidades cognitivas muy sofisticadas. 3.2. Las emociones aufoconscientes son emociones “sociales “morales” Las emociones autoconscientes son también designadas por algunos autores como “emociones sociales”, En este caso lo gue se subraya son sus important mos aspectos sociales, algo sobre lo que existe amplio acuerdo entre los tedricos de la emocisn. En efecto, estas emociones tienen importantes spectos interpersonales: + En primer lugar, dichos aspectos se hallan presentes en su desarrollo. El desarrollo en el nifio de unos criterios acerca de lo correcto y lo incorrecto, lo deseable y lo rechazable en la forma de comportarse, es basicamente fru- to de la interiorizacién de los valores y las normas de su cultura. Dicho desarrollo es también, en parte, resultado de 1a construccién del propio nifio, pero dicha construccién no se da en el vacio, sino que se asienta en las experiencias cotidianas del niiio en sus interacciones sociales (con sus. padres, sus amigos, etc.). LAS EMOGIONES AUTOCONSCIENTES CULPA, VERGUENZA YORGULLO 435, impulsado por CamScanner undo lugar, estas emociones son también “sociales” por cuanto la mayor parte de las veces surgen en contextos interpersonales. Esto parece bastante claro en el caso de la vergiienza, y a menudo ha sido sugecido como un rasgo que diferencia a ésta de la culpa. pero diversos estudios con muestras americanas y espaiolas (Baumeister, Reis y Delespaul, 1995: Etxebartia, Isasi y Pérez, 2002) han puesto de relieve que los sentimientos de culpa se asocian también especialmente a problemas interpersonales (infligir algtin dafto a otro, fallarle en algo, no tenerlo suficientemente en cuenta, etc.). La importancia de la mirada y la valoraci6n ajena en el surgi- miento de las reacciones de orgullo es también innegable. * Por ultimo, estas emociones conllevan tendencias de accién con importan- tes implicaciones interpersonales. Asi, por ejemplo, la persona que se sien- te culpable siente la necesidad de reparar de algdn modo la falta. la necesi- dad de pedir disculpas y, en la medida de lo posible, enmendar Ia accién. Estas conductas, cuando se llevan a cabo, cumplen un papel fundamental en la reparacién de las relaciones interpersonales que han podido resultar dafiadas como consecuencia de las acciones u omisiones de fa persona. Por otra parte, la culpa anticipada ayuda a preservar las relaciones inter- personales, al favorecer que tales acciones u omisiones no se produzcan. Como veremos més delante, la vergiienza y el orgullo tienen también importantes consecuencias en el zimbito interpersonal. Las implicaciones de todo esto en el terreno moral son obvias. Junto con la empatia, estas emociones juegan un papel fundamental como elementos motiva- dores y controladores de la conducta moral. Esto es muy claro en el caso de la cul- pa, pero también es aplicable a la vergiienza y el orgullo. Al igual que la culpa. la vergiienza actia como un factor inhibidor de muchas conductas inmorales (0 que se tienen por tales); ademis, en un sentido més positivo, es obvio que muchas acciones altamente morales se llevan a cabo simplemente porque uno sentirfa ver- giienza de no hacerlo. Y tampoco podemos olvidar aqui el importante papel que el orgullo sentido ante la buena acci6n, en especial si es costosa, ejerce en el refor- zamiento de futuros cursos de accién similares. EI papel de estas emociones en el dmbito moral ha sido objeto de reflexin de, muchos filésofos a lo largo de la historia y ha sido destacado también por autore: de nuestro campo como Freud 0, més recientemente, Hoffman (1982). Es en, este sentido en el que algunos autores designan a estas emociones como emoc' "9 “sociomorales™. Shame and guilt are noble emotions essential in the maintenance of civilized saciely, and vital for the development of some of the most refined and elegant qualities of human potential-generosity, service, self-sacrifice, unselfishness and duty, Willineto. impulsado por CamScanner 4. RASGOS ESPECIFICOS DE LAS DISTINTAS EMOCIONES AUTOCONSCIENTES a Al mismo tiempo que comparten una serie de rasgo: de las emociones autoconscientes posee caracteristicus espeeificus: surge ante un Lipo particular de eventos, supone una experiencia subjetiva diferente y conlleva unas tendencias de accién tambign diferentes. Sin embargo, no resulta tarea fiicil definir exactamente qué es lo que distingue a las diversas emociones autocons- cientes entre si. El orgullo se distingue nitidamente de ka culpa y la vergiienza. pero la distincidn entre estas dos tiltimas plantea bastantes problemas, especial- mente en lo relativo al tipo de eventos que las provocan. es evidente que cada una En una primera aproximacién a los rasgos especificos de cada una de estas emociones. resulta muy titi el modelo propuesto por Michael Lewis (2000b). Este autor, uno de los que ms ha profundizado en kas emociones autoconscientes, pro- pone un modelo estructural de la elicitacién de las mismas en el cual es posible entender las caracteristicas fundamentales de cada una de estas emociones a par- tir del cruce de dos variables basicas: la evaluaciGn de la propia conducta como positiva o negativa y 1a atribucidn interna global o especifica de dicha conducta (véase Cuadro 9.1) Guapro 9.1, Modelo de Lewis de la elicitacién de las emociones autoevaluativas. \ Evaluaci6n.en-relacién con cestindares, reglas y metas VERGUENZA ORGULLO CULPA Especifica Un primer proceso que interviene en la elicitacién de estas emociones es la evaluacién de las propias acciones, pensamientos 0 sentimientos como éxitos 0 fracasos en relaci6n con una serie de estindares, reglas y metas, El éxito 0 fraca- so percibido provoca la autorreflexién, la cual da lugar a un segundo proceso fun- damental en la elicitacién de estas emociones: la evaluacién de las acciones, pensamientos y sentimientos como éxitos o fallos que dependen de uno mismo, es decir, la atribucién interna de dichos éxitos o fallos. Esta atribucién puede ser glo- bal o especifica, es decir, la evaluacién de éxito o fallo puede referirse al yo en su ~ conjunto o Gnicamente a la accidn, pensamiento o sentimiento concreto. Segtin la evaluacién sea de éxito o fallo, global o especifica, surgird una u otra emocidn. LAS EMOCIONES AUTOCONSGIENTES. CULPA, VERGUENZA ¥ 0 437 impulsado por CamScanner Teniendo en cuenta lo que acabamos de ver, es légico que sea dificil definir con claridad un tipo de eventos externos especificos como antecedentes prototipicos de cada una de estas emociones. Los estindares, reglas y metas pueden diferir no solo de una cultura a otra sino también de una persona a otra; de este modo, una misma in puede ser evaluada como un éxito por una persona y como un fallo por otra. Tgualmente, aunque algunas acciones tienden a provecar atribuciones especificas y otras, globales, Ia misma accidn puede dar lugar a un tipo de atribuciones u otras dependiendo de las personas y de factores situacionales, En definitiva, esté claro que los eventos coneretos capaces de provocar cada una de estas emociones en una persona y un momento dados pueden ser de lo mas atiados, No abstante, parece que en ellas subyacen dos dimensiones fundamen- tales: la evaluacién de éxito 0 fallo y la atribucién global o especifica. A partir de este modelo, Lewis (2000a) distingue cuatro emociones auto- conscientes: la culpa, la vergtienza, ef orgullo y una cuarta que propone denomi- nar hubris (artogancia). La vergtienza es elicitada por una evaluacidn negativa del yo de caricter global. La culpa surge también cuando se da una evaluacién nega- tiva, pero en este caso la evaluacién es espectfica, se focaliza en la accién y no se refiere al yo en su conjunto. El orgullo surge cuando la persona realiza una eva- luaci6n positiva centrada en una accién concreta y, por tanto. especifica. Por iiltimo, Lewis propone el término griego hubris para designar una emocién que en el inglés comtin no estaria lexicalizada (tampoco en castellano) y que seria el resultado de una evaluacién positiva del yo de carécter global A partir de este esquema, Lewis nos ofrece una descripcién de los rasgos fun- damentales de cada una de estas emociones. A continuaci6n presentaremos dicha descripcisn. 4.1. Emociones provocadas por autoevaluaciones negativas: vergiienza y culpa La vergiienza surge cuando se da una evaluacién negativa del yo de cardcter global. La experiencia fenomenol6gica de la persona que experimenta Vergtienza es el deseo de esconderse, de desaparecer (“tierra trégame” , decimos en castella- no). Es éste un estado muy desagradable, que provoca la interrupci6n de la accién, una cierta confusién mental y cierta dificultad, cierta torpeza, para hablar. Fisicamente, se manifiesta en una especie de encogimiento del cuerpo: la persona que siemte vergtienza se encorva como si quisiera desaparecer de la mirada ajena En la medida en que supone un ataque global al yo que resulta muy doloroso. la persona va a intentar librarse de este estado emocional. Pero ello no resulta tan fiicil como reparar una accién conereta, y a menudo la persona, a fin de librarse de Ta vergiienza, acaba recurriendo a mecanismos tales como la reinterpretacién de los eventos, la disociacién del yo, el olvido (represiGn) de la situacién, etc La culpa surge de una evaluacién negativa del yo més especifica, referida @ una accidn concreta. Desde el punto de vista fenomenolégico, las personas que 438 — PSICOLOGIA DE LA EMOCION impulsado por CamScanner sicnten culpa también experimentan dolor, pero en este caso el dolor tiene que ver con el objeto de! dafio que se ha hecho o con fas causas de la accién realizaula (0, simplemente. pensada). En la medida en que el proceso cognitivo-atribucional se centra en la conducta y no en la globalidad del yo. la experiencia de culpa no es tan displacentera ni provoca tanta confusién como Ja de vergiienza. Por otra par- te, la culpa tampoco leva a la interrupeidn de la accién. De hecho, esta emocién conlleva una tendencia correctora que « menudo conduce mas bien a la puesta en archa de conductas orientadas a reparar la accién negativa, asi como a un reconsideraci6n de la forma de actuacién futura. En cuanto a su expresién no ver- bal. mientras que en la vergiienza la persona se encorva en un esfucrzo por esconderse y desaparecer, en la culpa, segtin algunos estudios con nifios pequefios (Barrett y Zahn-Waxler, 1987), la persona tenderfa més bien a moverse inquicta por el espacio, como si tratara de ver qué puede hacer para reparar sui avcién; ade- mais. en la culpa tampoco se dae} rubor facial que aparece en muchas personas cuando experimentan vergiienza. Por tiltimo, dado que la culpa se centra en u conducta concreta, las personas pueden librarse de este estado emocional con rela- tiva facilidad a través de la accidn correctora. Ahora bien, ésta no siempre es via ble. y. como consecuencia. este estado emocional a veces puede resultar tambi muy displacentero. En definitiva, segtin Lewis, la culpa, en principio, posee una intensidad nega- tiva menor. es menos autodestructiva y, en la medida en que implica tendencias correctoras, se revela como una emocién mas itil que ta vergtienza. 4.2. Emociones provocadas por autoevaluaciones positivas: orgullo y hubris El orgullo surge como consecuencia de la evalua positiva de una accién propia. La experiencia fenomenolégi- ca de la persona que siente orgullo por algo (una accién, un pensamiento, un sentimiento que considera loables) es de alegria, de satisfaccién por ello: el sujeto se halla como atra- pado. absorto, en la acci6n que le hace sentirse orgulloso. Al ser un estado positivo, placentero, la persona va a tratar de reproducirlo. De este modo. el orgullo conlleva una tendencia a la reproduccidn de las acciones que lo suscitan, es decir, una tendencia « continuar en una linea de accién que Ia per- sona evaliia como positiva. Michael Lewis “Hubris” designa una especie de orgullo exagerado. Surge como consecucn- cia de una evaluacién positiva del yo de cardcter global, En este caso. el yo en su conjunto es objeto de loa por parte del propio sujeto. Hubris se asocia a expre- siones tales como “estar pagado de sf mismo”. En casos extremos se asocia a nar- cisismo. La experiencia fenomenoldgica del sujeto que siente hubris es muy positiva y reforzante: en este estado. al contrario que en el de la vergiienza. la per- LAS EMOCIONES AUTOCONSCIENTES: CULPA, VERGUENZA Y 01 impulsado por CamScanner sona se siente estupendamente, satisfecha consigo misma. Al ser un estado tan satisfactorio, la persona va a tratar de mantenerlo. Pero ello, segiin Lewis, no resulta facil, puesto que este estado no se asocia a una accién concreta. Sin ‘embargo, estos sentimientos tienen algo de adictives, por lo que la persona se ve impelida a reproducirtos a toda costa: para ello, provocaré como sea situaciones que los susciten, alterari los criterios partir de los cuales evalia sus acciones, reevaluari lo que constituye un éxito, etc. Lay personas con hubris. en general, provocan rechazo en los demds. Ello es légico, pues esta emocién puede resultar conflictiva en el terreno interpersonal: este estado a menudo interfiere en los deseos y necesidudes de los otros y es fcil que dé lugar a conflictos interpersonales, Ademis. dado el sentimiento de supe- rioridad y el desdén hacia los demis asociados a este estado, a persona que experimenta hubris, con su modo de actuar. puede hacer que otras personas se sientan humilladas. 5. éEstos RASGOS CONCRETOS SON GENERALIZABLES A TODAS LAS CULTURAS? EI modelo de Lewis puede servir como una primera aproximacién a la natu- raleza de cada una de estas emociones. Pero, jen qué medida es valido? Conere- tamente, ;puede afirmarse que lo que fundamentalmente distingue los antece- dentes de la vergiienza y los de la culpa es el cardcter global/especifico de la autoevaluacin negativa subyacente? {Es esto asi en todas las culturas?. ;n0 puede ser que los términos correspondientes a shame y guilt en otras culturas, y concretamente en Ja nuestra, posean unos limites seminticos algo diferentes a los del mundo anglosajén? Este dltimo interrogante refleja un problema que conviene tener presente en todo momento en el estudio de la emocién y, muy especialmente. en el estudio de las emociones secundarias: el problema de Jas diferencias seménticas en diversas culturas entre términos aparentemente intercambiables, Es éste un problema real." que plantea serias dificultades para llegar a conclusiones cientificas gencrales ' acerca de Ja naturaleza de estas emociones. ' Cuando se compara la clasificacién de las emociones en familias y subfamilias * en distintas culturas se constata que las diferencias culturales no se dan dinica-* mente a nivel de las emociones mis especificas, A nivel de las familias basi las distintas culturas presentan ciertamente muchas similitudes, pero también « algunas diferencias importantes. Un estudio compurativo realizado por Shaver.. Wu y Schwartz (1992) ilustra muy bien esta cuestién. Estos autores pidieron a, personas de Estados Unidos, Italia y la Republica Popular China que agruparan as distintas emociones por familias. Los andlisis mostracon la existencia de cin-" co familias basicas comunes a las tres culturas: las de la ira, la tristeza, el miedo.* 440 PSICOLOGIA DE LA EMOCION ‘ impulsado por CamScanner dad. Pero en los chinos apareefa una categorfa basica més, que ron como “shame” (bochorno). Esta categoria inclufa dos rfas, “guilt/regret” y “shame” (segiin los términos de los propios auto- res), cada una de las cuales inelufa a su vez tod una serie de emociones espeei- ficas. En los occidentales, “shame” no aparecta como una familia basic como una subcategorfa de la tristeza. sino ‘Nuestra cultura se encuentra, sin duda, mucho més cercana a fa italiana y ala norteamericana que a la china, pero la correspondencia entre los términas emo- cionales ingleses y los castellanos tampoco es perfecta. Asi, por ejemplo. en cuanto nos adentramos en cl andlisis de Ja culpa y la vergtienza encontramos que en inglés tienen dos términos diferentes (shame y embarrassment) para designar Igo que nosotros hubitualmente designamos sin mis como vergienza. Asimismo. da la impresidn de que el término inglés shame se halla mas cercano a lo que para nosotrus es la culpa que el término castellano vergienza, Como se recoge en el Cuadro 9.2, un estudio comparativo sobre el uso de estos términos en castellano y vasco parlantes y en anglosajones apoya estas observaciones. Cuaoro 9.2. Culpa y vergiienza en castellano, euskera e inglés. C En un estudio en el que se compararon las emociones asignadas a distintas situa- cciones por parte de una muestra vasca y otra anglosajona, se encontré que en las situa- ciones en que los participantes vascos decian simplemente que sentirfan “vergiienza’ i (orsa en euskera), los anglosajones utilizaban dos términos emocionales: emba- } rrassment, cuando la persona se sentia expuesta a la mirada ajena y cometia una fal- ta leve. minima, y shame cuando habfa sentido de exposici6n y fa falta era mas seria, fuera de caricter moral o no (Pascual, Pérez, Etxebarria e Isasi. 2003). Por otra parte, los resultados de dicho estudio revelaron también que shame se hhalla més préximo a lo que en castellano se entiende por culpa (y erru semtimendua en euskera) que el término castellano vergiienza, Asi. cuando en la muestea anglosajona se pedfan das conglomerados. las dos situaciones evocadoras de shame tendian a jun- tarse en un mismo conglomerudo con las dos de guilt, dejando sola en el otro con- glomerado a la situacidn de embarrassment Asi pues. conviene ser prudentes a la hora de plantear conclusiones generales sobre estas emociones. La mayor parte del corpus tedrico al respecto se basa en un conjunto de estudios que. en su mayorfa, se han realizado a wavés de autoinformes con muestras de hablantes anglosajones, y. por tanto. las conclusiones de los mismos quizds no sean totalmente vilidas en otras culturas y en concreto en ta uestra. LAS EMOCIONES AUTOCONSCIENTES CULPA. VERGUENZA YORGULLO 444 impulsado por CamScanner 6. CUESTIONES A DEBATE EN LA ACTUALIDAD El tema, incluso en el mismo Ambito anglosajén, no esti tan claro como el modelo de Lewis da a entender, Sobre las diferencias entre la culpa y la ver- gilenza, en concreto, se ha dado un amplio debate, que atin sigue abierto. En las Paginas siguientes presentaremos las principales aportaciones sobre ésta y otras cuestiones fundamentales que en los tiltimos tiempos centran la atencidn de los investigadores en este campo, Nos extenderemos mas en las emociones derivadas de autoevaluaciones negativay, pues. como ya se ha sefialado. el volumen de trabajos acerea de cllas ¢s incomparablemente mayor. 6.1. Sobre ta culpa y la vergiienza Tanto entre los psicdlogos como entre la gente comtin, los términos culpa y vergiienza a menudo se mencionan en relacidn con un mismo tipo de eventos 0 situaciones. Ello parece indicar que estas dos emociones se encuentran realmen- te muy préximas. Pero, al mismo tiempo, Ia propia experiencia cotidiana nos dice que tanto lo que nos provoca una y otra emocién como fa experiencia subjetiva de cada una de ellas es bien diferente. El problema es que. cuando intentamos definir Onde reside la diferencia y por fin creemos dar con un rasgo que nitidamente dis- lingue una y otra emoci6n, inmediatamente se nos ocurren ejemplos de la vida cotidiana en los que dicho rasgo es compartido por ambas. La distincién, pues. no es tan sencilla, De hecho, como ya se ha sefalado, existe un amplio debate al res- pecto. El interés de este debate no es meramente académico, pues dilucidar esta cuestidn es fundamental para clarificar las implicaciones de una y otra emocién en el ambito interpersonal y en el ajuste psicolgico. dos cuestiones de sumo interés y que preocupan especialmente a los 6.LL. ZEn qué se diferencian la culpa y Ia vergiiem De forma muy sintética, podemos decir queen torno a esta cuestién. existen tres posiciones fundamentales: 1) Segtin un primer punto de vista (Ausubel, 1955: Benedict. 1946: Mead. 1937), muy extendido entre los cientificos sociales, la vergiienza es una emocién mas priblica, una emocidn que surge de la desaprobacién de los demas y requiere de la presencia (real o imaginada) de los otros; mientras. que la culpa es una emocién mis privada, que surge de la propia desapro- bacién y no requiere de observadores externos. 2) Segtin un segundo punto de vista, una y otra emocién son elicitadas por dis- tintos tipos de transgresiones 0 fallos. Asi, Piers y Singer (1971), basndose en la teoria psicoanalitica, sostienen que la culpa aparece cuando se trans- greden cientas normas o reglas. y la vergiienza, en cambio, cuando no se alcanzan ciertos estindares o metas. En términos psicoanaliticos, mientras 442 PSICOLOGIA DE LA EMOCION impulsado por CamScanner que la culpa es el resultado de un conilicto entre el yo y el superys 0 con- ciencia moral, la vergiienza surge de un conificto entre el yo y el yo idea 3) Las dos posiciones teriores coinciden en que lo determinante es el tipo de evento antecedente. Sin embargo, segtin un tercer punto de vista, defen- dido especialmente por Tangney (1999), lo que diferencia a la culpa y la vergiienza no es tanto el tipo de evento antecedente como el modo en que la persona interpreta sus transgresiones o fallos. Esta autora, basdndose en la distincién propuesta en su dia por Helen Block Lewis (1971), sos- tiene que mientras que en la experiencia de vergiienza el foco de atencin de la persona es el “self* (Yo hice esa cosa horrible), en la de culpa lo es la conducta (Yo hice esa cosa horrible), Esta diferen iparentemente sutil. hace que la experiencia fenomenolégica de una y otra emocidn, asi como sus implicaciones en el terreno social y personal. sean muy diferentes. Tangney ha realizado numerosos estudios a partir de los cuales concluye que la evidencia empitica cuestiona las dos primeras distinciones y, en cambio, apoya claramente la cera. Lo cierto es que esta tiltima se ha convertido hoy en dia en el punto de vista dominante entre los investigadores de este campo (Baumeister. Stillwell y Heatherton, 1994; Hoff- man, 1998: Tangney, 1995a), Como se puede apreciar, los planteamientos de M. Lewis (2000a) anteriormente expuestos coinciden con este punto de vista. Sin embargo, también hay datos empiticos que apoyan las otras distinciones propuestas. La misma Tangney (1999) ha June Tangney encontrado en estudios propios que si bien las transgresiones morales tienden a provocar culpa o vergtienza més 0 menos por igual, los fallos nto morales tienden més bien a provocar vergtienza. Asimismo, un ambicioso estudio realizado por Wallbott y Scherer (1995), en el que se compararon las experiencias de vergiienza y de culpa en una muestra de 2921 personas de 37 pai- ses, upoya las otras dos propuestas. En dicho estudio, el andlisis de las diferencias entre la culpa y la vergtienza en el conjunto de la muestra revelé que: — Mientras que la vergtienza a menudo es provocada por factores externos. la culpa es una experiencia emocional més interna, y — Mientras que la vergiienza se asocia al fracaso en el logro de metas, la cul- pa se asocia a la transgresiGn de normas. Por otra parte, en este estudio, el andlisis de las diferencias entre los distintos grupos culturales reveld que las dos diferencias entre la culpa y la vergiienza que se acaban de sefialar eran en unos paises (entre los que se encontraban Espaiia y varios paises mas de habla espajiola como México, Venezuela y Chile) mas nitidas que en otros (entre los que se encontraban dos de habla ingles, como BEUU y Nueva Zelanda, y otros pafses con fuerte influencia de la ética protestante). En este tiltimo grupo de paises, la experiencia de vergiienza tendia a presentar algunos ras- gos de la de culpa (de nuevo este dato sugiere que el término inglés shame se balla mas cercano a lo que para nosotros es la culpa que el témino castellano vergiienza) LAS EMOCIONES AUTOCONSCIENTES: CULPA, VERGUENZAY ORGULLO 443 impulsado por CamScanner Estos datos merecen atencign, ya que sugieren que quizas las distincione: alternativas a ta defendida por Tangney -las distinciones puiblica/privada y falloz morales/no morales- no sean decisivas en las culturas de influencia inglesa pero sf lo sean en otras. y en concreto en ka nuestra, En el Cuadro 9.3 se presen tan los resultados de un estudio sobre esta cuestidn realizado sobre una muestr; espaol CunoRo 9.3. Diferencias entre culpa y vergienza en nuestro contexto cultural. El estudio de Pascual y colaboradores (2003) anteriormente citado permite con- cluir que bajo el término vergticnza en castellano se engloban experiencias emocio- nales provocadas, al menos, por tres tipos de situaciones: 1) situaciones en las que hay un sentido de exposicidn, esto es, la persona queda expuesta al juicio de otros. y se ha cometido una falta minima, muy leve (éstas serfan las situaciones en las que en inglés se hablarfa de embarrassment), 2) situaciones en las que hay un sentido de exposicién y se ha cometido una falta mas seria pero no moral. y 3) situaciones en kas que hay un sentido de exposicién y se ha cometido una falta también seria y de caricter moral (a la vergtienza provocada por este tipo de situaciones Pascual. en la linea de Morrison, 1997. propone denominarla “vergiienza moral”). Por otra parte. bajo el término culpa se cngloban experiencias emocionales provocadas por, al menos. dos tipos de situaciones: 1) situaciones en las cuales Ja persona comete una falta que supone un dafo para una tercera persona (“culpa interpersonal”) y 2) situ: cioues en las que la persona contraviene su propio sentido de lo que “debe” ser culpa intrapersonal”), Ademiis, los resultados de dicho estudio apoyan a validez de los siguientes cri- terios para discriminar entre una y otra emocién en uestro contexto cultural: influencia del juicio ajeno, ta percepcién de controtabilidad del acto y la tendencia a la huidalreparacién. No apoyan, en cambio, el criterio relativo al diferente foco de atencién yo/conducta. En otras palabras, dichos resultados evan a concluir que en nuestra cultura, ka culpa, en comparacién con la vergiienza, depende, mas que del juicio negativo de los demés. del juicio negativo del propio sujeto sobre st acciGn. una accién que el sujeto percibe como controlable. Ademis, la culpa, si bien a veces puede Hevar también a la hhufda de la situacién para eludir un castigo que se intuye severo, normalmente no to hace. y en cambio favorece la puesta en marcha de algtin tipo de aecién para solu- cionar la situacién. No obstante, los resultados de este estudio muestran que hay un tipo de expe- riencia emocional, la vergienzi moral. que. aunque queda subsumida en el térntino castellano vergiienza y de hecho presenta claros rasgos de la vergiienza (mayor influencia del juicio ajeno, percepcién del acto como menos controlable, mayor ten- dencia a la bufda), presenta algunos rasgos en comin con la culpa: en particular ka ten dencia a la reparacién, pero también el hecho de que el acto que la provoca es perei- bido por la persona no simplemente como un comportamiento no deseable. sino como malo ética/moralmente. tal como ocurre en el caso de la “culpa interpersonal” el tipo de culpa mis frecuente. 444 — PSICOLOGIA DE LAEMOCION impulsado por CamScanner En conclusién, aunque la distincidn sefffeonducta ha encontrado amplio apo- yo empitico en Los estudios realizados en el mundo anglosajén, no se puede de cartar sin ms ef papel de otras aspectos cn las diferencias entre culpa y vergiienza ni en el area anglosajona ni, desde luego. en la nuestra. 6.1.2, Implicaciones de ta culpa y ta vergiienza en el aimbito interpersonal Un aspecto en el que las diferencias entre fa culpa y la vergiienza claras es el de sus tendencias de accién y, consiguientemente, sus impli interpersonales. Veamos ahora este punto. Mientras que la vergiienza provoca el deseo de escapar de fa situacién, de desaparecer, la culpa mantiene a la persona ligada a la situaci6n interpersonal. sefialdndole el camino hacia a accién reparadora. Mas que respuestas de evi ciGn, los sentimientos de culpa provocan deseos de confesar, pedir perdén, repa- rar el dafio hecho y actuar de otro modo en el futuro. Teniendo esto en cuenta, suele considerarse que la culpa constituye una emocién més positiva, con un mayor valor moral, que la vergiienza. stn mas. No obstante, habria que matizar esta afirmacién. Los sentimientos de ver- gienza, al igual que los de culpa, pueden jugar un papel determinante en la ccién y estar en Ja base de acciones altamente morales en favor de los demés. Pensemos en los relatos de personas que han vivido situaciones extremas donde el compromiso con una causa ~como, por ejemplo, la ayuda a los judios perseguidos en la Alemania nazi~ inmplicaba altos costes. Muchas de estas personas, ante la pregunta de qué les movid a actuar de ese modo, dicen que sentéan que tenfan que hacerlo, porque si no, habrian sentido vergiienza de si-mismas posteriormente. Del mismo modo, muchas acciones miserables no se llevan a cabo simplemente por vergiienza, “vergtienza moral”. En cualquier caso, junto a las diferentes tendencias de accién sefialadas, dos conjuntos de datos sugieren gue los sentimientos de culpa son mids positivas en el Ambito interpersonal. En primer lugar, diversos estudios muestran que la culpa (tanto la culpa “ras- go” o disposicional como La culpa “estado” o situacional) tiende a asociarse con la empatia. En efecto, se ha constatado que las personas tendentes a sentir culpa sue- len ser personas bastante empaticas, mientras que las tendentes a la vergilenza, ante el sufrimiento ajeno, son poco propensas a experimentar empatia centrada en ingney, 1991), el otro yen cambio. tienden u experimentar malestar personal (1 Igualmente, cuando las personas deseriben sus experiencias de cul mayores sentimientos empsticos hacia las otras personas implicadas en la situa- cin que cuando describen experiencias de vergtienza (Tangney, Marschall, Rosenberg, Barlow y Wagner, 1994). Esta estrecha relacién entre empatia y culpa es consistente con I mnientos de Hoffman (1998), quien sostiene que la “culpa interpersona plantea- I” surge de LAS EMOCIONES AUTOCONSCIENTES: CULPA. VERGUENZA Y ORGULLO 445, impulsado por CamScanner la conjuncién de la reaccién empitica ame el sufrimiento ajeno y la conciencia de ser el agente causal de dicho sufrimiento, La asociacidn entre culpa y empatia resulta también légica si se toma en consideracién la distincidn entre culpa y ver- giienza que defiende Tangney (1995, 1999); la vergiienza. al focalizarse en el yo €n sui Conjunto, deja poco espacio para la atencién al sufrimiento ajeno. mientras que la culpa, al focalizarse en la conducta especffica, favorece. en principio. que el sujeto atienda a las consecuencias de su conducta en los otros. En segundo lugar, diversos estudios muestran que la vergiienza (tanto dispo- sicional como situacional) tiende a asociarse con Ia ira. Asf, se ba constatade que Tas personas tendentes a la vergilenza suelen ser también tendentes a los senti- mientos de ira, hostilidad, resentimiento y suspicacia, mientras que las tendentes a Ja culpa no muestran tales rasgos (Tangney, 1995b). Asimismo. se ha constatado que lt disposici6n a experimentar vergiienza se asocia a una mala regulacién de la ira, mientras que la disposicién a la culpa se asocia a una regulacién constructiva de la misma (Tangney, Wagner, Barlow, Marschall y Gramzow. 1996). Los estu- dios sobre la vergiienza situacional muestran resultados similares: las experiencias de vergiienza, en general, implican una mayor animadversién y agresividad hacia los otros que las de culpa (Tangney, 1995b; Wicker, Payne y Morgan, 1983) Tangney (1999) explica esta asociacién entre vergiienza ¢ ira sefialando que, en la experiencia de vergiienza, Ja hostilidad que inicialmente se dirige hacia uno mismo facilmente puede volverse hacia el exterior en un esfuerzo por prote- ger al yo. Sin embargo. bien podria ser que esta tendencia de la vergtienza a trans- formarse en hostilidad fuera tipica de paises como los EEUU, que promueven un yo independiente, y no tanto de otras culturas como muchas asidticas. que pro- mueven un yo més interdependiente, y en las que mas bien serian las reacciones de orgullo las que se vivirian como amenazantes y provocarian la puesta en mar- cha de estrategias para reducirlas (Kitayama, Markus y Matsumoto, 1995). Aunque la vergiienza no se transforme en hostilidad necesariamente. el con- junto de datos empiricos que se acaban de sefialar nos Heva a concluir que la cul- pa es una emocién més positiva que la vergiienza en el plano interpersonal. ciones de fa culpa y la vergiiensa en el ajuste psicolégice Implic ‘iva Pero, ,ocurre lo mismo en el plano individual?, {la culpa es también pos para la persona, o, por el contrario, es una emocién que no acarrea mas que sufrimiento y que puede estar en la base de muy diversos problemas psiquicos? Sobre las implicaciones de la culpa en el ajuste psicoldgico existe un amplio debate, en el cual se dan bisicamente dos posicione! 1) Seguin la primera posicién. que hunde sus raices en Freud, la culpa tiene 1 cardcter muy negativo para et individuo. Segtin Freud (1930/1973), los sentimientos de culpa. dada su naturaleza fuertemente inhibitoria, su aso- ciacién con la necesidad de castigo y su tendencia a desencadenar miilti- 446 — PSICOLOGIA DE LA EMOCION impulsado por CamScanner ples mecanismos de defensa, acaban dando lugar a numerosos sintomas y conductas desadaptativas: st presencia es palpable en muchas patologtas Psiquicas. Estos planteamientos han ejercido tn gran influjo entre los cli- nicos en las pasadas décadas, En fa actualidad, este punto de vista es defendido. entre otros, por Harder (1995), 2) Segiin una segunda posicin, mis reciente. la culpa tiene wn cardeter bas- ante menos negative para la salud psiquica de bo que habitualmente se supone. Tangney (1991, 199Sa) defiende este punto de vista seftalando que cuando se tiene en cuenta la distincidn selficonducta entre vergtienza y cul- pa. los datos empiricas revelan que, mientras que la tendencia a la ver- gitenza se asocia a diversos sintomas patolégicos, la tendencia a sentir cul- Pano se asocia a un mal ajuste psicoldgica. Los efectos patoldgicos de a culpa, seftalados una y otra vez por los elfnicos, se producen cuando ésta aparece fusionada con la vergtienza. Es entonces cuando la culpa fleva a la rumiacién absesiva y al autocastigo. Hoy por hoy, la cuestién no puede darse por resuelta, Existen datos empiricos en apoyo de ambas posiciones. Por un lado, diversos estudios empiricos han encontrado que tanto la tendencia a la culpa como la tendencia a fa vergiienza se asocian a sintomas psiquicos (Harder, 1995; Jones y Kluger, 1993). Pero. por otro lado, Tangney ha Ievado a cabo diversos estudios que muestran que, efectiva- mente, cuando se parte de la distincién self /conducta, la tendencia a experimen- tur culpa “libre de vergiienza” no se asocia a sintomas psiquicos (Tangney, Burg- graf y Wagner. 1995). Aunque dichos estudios parecen apoyar claramente la posicion de la autora, antes de dar por zanjado el debate conviene recordar que. tal como se ha sefialado anteriormente, la distincidn entre la vergiienza y la culpa no estd atin tan clara. En definitiva, no es posible extraer conclusiones definitivas sobre los efectos de la culpa en el ajuste psicol6gico individual. En cambio, por lo que se refiere a la vergiienza, existe un amplio consenso respecto a la asociacidn entre la tenden- cia a experimentarla y la vulnerabilidad a los problemas psiquicos. Son numero- sos Jos estudios empfricos que muestran su asociacién con la depresion, la ansie- dad, la baja autoestima, los trastornos de la alimentacién y la sociopatia subclinica. Sobre tales efectos y, en general, sobre los efectos negativos de la ver- giienza, son muy recomendables el texto de Morrison (1997) “La cultura de la vergiienza” y el de Kaufman (1994) “Psicologia de la vergiienza”. 6.1.4. Son tan positivos los de vergiienz nfimientos de culpa?, json tan negativos los ‘Los mismos autores que defienden un fuerte contraste entre las implicaciones de la culpa (positivas) y las de la vergiienza (negativas) en el ambito interpersonal fs ¢ individual matizan su posicién, sefialando que ni ta culpa es tan sana y benefi- ciosa ni la vergiienza es tan negativa. LAS EMOCIONES AUTOGONSCIENTES CULPA, VERGUENZA Y ORGULLO 447 impulsado por CamScanner La culpa tiene también su lado negativo. La propia Tangney (1999) reconoce que en ocasiones puede ser desadaptativa, Desde su punto de vista, ello ocurre fundamentalmente cuando los sentimientos de culpa se fusionan con los de ver- gienza. Pero Tangney es consciente de que esta explicacion es insuficiente. y plantea que aclarar bajo qué condiciones fa culpa es adaptativa y bajo cusiles no, constituye en 1a actualidad una de las cuestiones mas candentes en este campo. En este punto, conviene recordar que la mayor parte de los autores que han profundizado en esta emocién ha distinguido varios tipos de culpa, unas mas daptativas que otras. Las distinciones propuestas por los distintos autores no aca- ban de coincidir, pero a partir de diversas revisiones sobre el tema (Etxebarria. 1991, 1999, 2000; Etxeburria, Conejero. Mart(nez, Muiioz y Pérez. 2003), de un modo muy sintético, se pueden distinguir dos ripos de culpa claramente diferen- ciados: 1) Una culpa que podemos denominar “freudiana” dado que se corresponde bésicamente con la descrita en su dia por Freud, una culpa que hunde sus raices en la ansiedad asociada a Ia transgresién y que incluye asimismo fuertes dosis de agresividad dirigida bésicamente hacia el propio individuo. pero que también puede dirigirse al exterior. 2) Una culpa mas empditica, en ta linea de Ja “culpa depresiva” postulada por Klein (1973) frente a la “culpa persecutoria” (esta dltima muy similar a la freudiana). y de la “culpa interpersonal” estudiada por Hoffman (1982. 1998): una culpa que surge cuando la persona siente empaticamente el dolor ajeno y se percibe como el agente causal de dicho dolor. Frente a la visién dominamte en el pasado, muy marcada por los plantea- mientos freudianos', en la actualidad. entre los estudiosos de la emocién en gene- ral y de la culpa en particular, domina una visién mucho mas positiva de esta emocién, una visidn claramente influenciada por los planteamientos de Hoff- man. Hoy en dia, entre los investigadores de este campo, cuando se habla de fa culpa, tiende a entenderse el tipo de culpa asociada a la empatfa. Esta culpa implica una tendencia a la reparaci6n de la accién y. de este modo, resulta esen- cial en el reestablecimiento de las relaciones interpersonales que hun podido resultar dafiadas a consecuencia de la accién del sujeto; cuando se experimenta de forma anticipada, puede evitar que tales dafios en las retaciones interpersonales se produzcan. En definitiva, es ésta una respuesta emocional con efectos muy posi- tivos en el plano interpersonal y que. més alli del malestar que su experiencia supone, no tiene ningdn efecto negativo en el individuo. Sin embargo, la existencia de este tipo de culpa y sus efectos positivos no deberian Hevarnos ahora a olvidar que existe un tipo de culpa muy diferente. la culpa “freudiana”, de cardcter mis ansioso-agresivo y de efectos mucho mas negativos tanto en el plano interpersonal como individual. Un estudio realizado * Sobre los planteamientos freudianos y los desarrollo psicoanaliticos posteriones sobre la culpa es excelente cl texto de Conder (1976) “Psicaundlisis de la culpabilidad” 448 PSIROLAGIA NF iA EMacIAN impulsado por CamScanner Por nuestro equipo con una amplia muestra de participantes confirmé la existen- Cia de los dos tipos de culpa que estamos comentanda (véase Cuadro 9.4) Cuapro 9.4, Dos tipos de culpa muy diferentes. culpa “freudiana’ y culpa empatica En un estudio de Btxebartia ¥ colaboradoras (2003) se pidié a los participantes ~360 adolescentes. jévenes y adultos de ambos sexos- que describieran dos cosas 0 situaciones que habitualmente les hicieran sentir culpa, A continuacién, se les pe que sefialaran, en una lista de emociones que se les presentaba, si al mismo tiempo experimentaban alguna de ellas y con qué intensidad. En el siguiente grifico, se representa esquematicamente el modo en que los distintos componentes emocionales se agrupaban en las experiencias de culpa de los sujetos, Pena por oira persona | Tristeza CUOCCCTCOCCOUV VT U TUTTE Crri e eo Como se puede apreciar. se distinguen claramente dos tipos de culpa: una cuyos componentes ~ansiedad, rabia y enfado con uno mismo- se corresponden con los pos- tulados en su dia por Freud, y otra en la que el componente empatico tiene el peso fundamental. La tristeza es un elemento comin dle ambos tipos de culpa. Por lo que se refiere al resto de los componentes emocioniles, éstos se agrupan en un terver Factor. Este factor. aunque claramente diferenciado, aparece fuertemente asociado a la culpa freudiana: su relaci6n con la culpa empética. en cambio, ¢s Uébil, Entre los factores de culpa empatica y culpa freudiana la correlacién es casi mula, 1o que apoya la idea de que una y otra constituyen dos tipos de culpa elaramente diferenciados, UUVCU TFECU A esta culpa ansioso-agresiva se referia, obviamente, Freud al sostener, tal como hemos visto en el epigrate 6.1.3.. que la culpa tiene efectos perniciosos en {a salud psiquica del individuo. Este tipo de culpa, sin duda, los tiene. LAS EMOCIONES AUTOCONSCIENTES CULPA, VERGUENZA YORGULLO 449. impulsado por 6 CamScanner Pero los efectos negatives de esta culpa no se limitan al individuo. Si bie Freud pensaba que Jos sentimientos de culpa eran de gran valor en el ambito social, hasta el punto de que sin ellos dificilmente se sostendria la vivilizacién, Y consideraba que los daitos individuales eran el coste inevitable a asumir por tales beneficios, él mismo, y tras él muchos otros autores, han insistide una y otra ve7. en los efectos negativos de esta culpa en ef ambito social : este sentido, hemos de matizar Jo senalado en el epigrafe 6.1.2. respecto a implicaciones positivas de la culpa en el plano interpersonal. La culpa tampo- co esti exenta de riesgos en este terreno. Del mismo modo que la defensa contra la vergilenza puede provocar sentimientos de hostilidad hacia los demas, In expe- riencia de culpa “freudiana”, a través de mecanismos proyectivos, a menudo da lugar a la culpabilizacién de los otros y a ta agresién contra los demas. Este pro- ceso, que constituye un elemento perturbador de las relaciones interpersonales en todos los casos, en algunos puede Hegar a ser realmente peligraso (por ejemplo. cuando da logar a auténticas cazas de brujas contra los “pecadores”, los “perverti- dos”. etc.). Por otra parte, como ha subrayado especialmente Fromm (1985), los sentimientos de culpa favorecen el sometimiento del sujeto a las demandas de los demas, en especial, a las demandas de la autoridad, prestindose asf a la manipu- lacicin del individuo en los mas diversos mbitos, desde el familiar al politico. En cuanto a la vergiienza, hay que matizar que no todo en ella es desadaptativo. La vergiienza tiene también aspectos positivos. Aunque la mayor parte de las apor- taciones actuales acerca de la misma se centra en su lado més oscuro, Ja mayorfa de Jos autores considera que los sentimientos de vergiienza poscen también una impor- tante funcién autorreguladora, ya que ayudan a las personas a evitar muchas trans- gresiones y conductas inapropiadas (Barrett, 1995; Nathanson, 1987). La vergiien- za protege contra la conducta inconveniente, y en tal sentido, es adaptativa, aunque en casos de exceso, deficiencia o pobre regulacion, puede resultar desadaptativa Por otra parte, como seiiala Barrett (1995), si la culpa nos ayuda a tomar con- ciencia del poder que tenemos de hacer dafio y de la posibilidad de reparar dicho daiio. la vergiienza nos ayuda a analizar el propio yo como en un espejo. En este sentido, ambas emociones juegan un importante papel en el desarrollo del yo. 6.2, Sobre el embarrassment Como se ha sefialado, dentro de lo que en castellano solemos designar habi- tualmente como “vergiienza”. los anglosajones distinguen shame y embarrassment. Este tiltimo término a menudo se traduce al castellano, sin mas, como “vergiienza”, pero una traduccién mas correcta seria la de sentimiento o experiencia de “embi Tazo”, “bochorno”, “apuro” o “corte” (Marina y Lépez, 1999), Entre los investi- gadores de este campo se ha discutido si el embarrassment constituye una emocién diferente de shame (0, lo que es lo mismo, si las reacciones de embarazo, bochor- no, etc. constituyen una emocién claramente distinguible de otras formas de “ver- giienza”). Veamos a qué conclusiones se ha Ilegado al respecto. 450 — PSICOLOGIA DE LA EMOCION impulsado por CamScanner 6.2.1, gDesigna ef termine embarrassment una emocidn diferente de sha La mayorfa de los autores piensa que shame y embarrassment constituyen dos emociones diferentes. pero, ;dénde residen las diferencias? J) La mayor parte de los autores considera que shame y embarrassment son inguibles por la intensidad del afecto y a gravedad de la accion me se caracterizarfa por una mayor intensidad: ademés, surgiria ante falls més setios y, muchas veces, ante transgresiones de cardcter moral, cosa que no ocurre en el caso del embarrassment, que tiende a aparecer ante transgresiones sociales o meteduras de pata relativamente triviales (Lewis, 1992, 2000a). 2) Otros autores sefialan que shame se asovia a la percepcién de deficiencias en el yo esencial, mientras que el embarrassment se asocia a ta percepcién de deficiencias en el yo tal como se presenta en el exterior (Klass, 1990). 3) Por ultimo, otros plantean que, ademis, estas dos emociones difieren en su expresion corporal: las personas que experimentan embarrassment no muestran las expresiones corporales de alguien que quisicra esconderse, desaparecer, desintegrarse, mas bien muestran movimientos corporales. ambivalentes, de aproximacién y evitacién con respecto a los otros (miran y apartan Ja mirada, sonrien, etc.) (Lewis, 2000a). En el terreno empirico, los estudios realizados para analizar las diferencias entre shame y embarrassment sugieren que una y otra reaccién emocional difieren bastante entre si. Tangney, Miller y colaboradores (1996), en un estudio en el que compararon las experiencias de shame y embarrassment de una muestra de estu- diantes universitarios, encontraron que, en comparacién con las experiencias de embarrassment, las de shame eran més. intensas, mas dolorosas e implicaban una mayor sensacién de transgresién moral. Implicaban, también, una mayor sensacién de responsabilidad, mayor pesar y mayor enfado con uno mismo, asi como la creencia de que Jos otros estaban también disgustados con uno. Las experiencias de embarrassment, en cambio, resultaban en general mas divertidas, ocurrian mas de repente e implicaban una mayor sensacién de sorpresa. Ademis, se acompafiaban de cambios fisiolégicos mas intensos (rubor, sonrojo) y una mayor sensacién de exposicién a los demas. 6.2.2, Rasgos fundamentales del embarrassment Por tanto, parece que puede considerarse el embarrassment como una reaccién emocional diferenciada, aunque no se halle lexicalizada como tal en todos los idio- mas. Y bien, ;qué caracteriza exactamente a dicha reaccién? El estudio de Tangney y colaboradores que acabamos de ver nos ofrece una idea de la especificidad de su experiencia subjetiva y sus manifestaciones corporales, pero {qué es exactamente lo que provoca embarrassment? y ;qué funcién cumple esta reaccién emocional? LAS EMOGIONES AUTOCONSCIENTES: CULPA, VERGUENZA YORGULLO 451 impulsado por CamScanner En cuanto al tipo de eventos que la provocan, puede decirse que el emba- rrassment coustituye la mds social de todas las emociones autoconscientes: a diferencia de la culpa y de shame, la experiencia de embarrassment se produce casi sin excepcidn alguna en presencia de otros. Pero, més alld de este rasgo social, hay pocos elementos que caractericen de forma consistente a las situacio. nes de embarrassment, Un estudio de Miller (1992) puso claramente de relieve la gran variedad de situaciones que pueden provocar esta reaccién, Miller pidié a una muestra de adolescentes y adultos que relataran sus experiencias de emba- rrassment, y luego traté de categorizar el tipo de situaciones que las habfan pro- vocado. Su estudid revelé que las situaciones que pueden provocar embarrass- ment son de lo mas variadas: las interacciones sociales poco afortunadas (situaciones en las que la persona actuaba con torpeza. de forma despistada o desafortunada, por ejemplo, tropezando delante de mucha gente) constituyeron la categoria mas frecuente, pero también se producia embarrassment por la mera sensacién de ser objeto de la atencién ajena, aun no cometiendo fallo alguno (por ejemplo, muchos decfan sentirlo cuando Jos compafieros les cantaban “Cumplea fios feliz” o. incluso, cuando les felicitaban por algo), por empatia (“embarrasss-. ment empitico”), etc. {Cual es, entonces, el proceso psicolégico o dilema esencial que lev: esta emocidn? Sobre esta cuestiGn, existen diversas posiciones j 1) Segtin algunos autores, entre cllos, el propio Miller (1996), lo fundamental , seria la evaluacién negativa por parte de los otros. Sin embargo. como se, acaba de sefialar, también se puede sentir embarrassment en situaciones. positivas, simplemente por sentirse el foco de atencién de mucha gente. 2) Otros autores (Silver, Sabini y Parrott, 1987) sostienen una vision “drat mitica” de esta emocién, en Ia cual encajan perfectamente tales situaciones positivas: el embarrassment, desde este punto de vista, se produce cuando* ciertos roles.y guiones sociales implicitos se ven trastocados y las interac- ciones sociales resultan algo raras, torpes. < 3) Por tiltimo, Lewis (1995, 2000a), en un intento por dilucidar esta cuestiGn propone distinguir entre dos tipos de embarrassment: el provocado por la ‘mera exposicién a los otros ¥ el provocado por una autoevaluacion nega4 tiva, El primer tipo de embarrassment no puede considerarse como unaq forma més débil de shame. puesto que en él no subyace ninguna ev cidn negativa del yo. Pero otras veces, efectivamente, en la experiencia de, embarrassment parece subyacer una autocvaluacién negativa. Lewis pro-g pone hablar en estos casos de “embarrassment como shame menos inten sa". Esta menor intensidad se deberia a la naturaleza menos relevante de! fallo en relaci6n con los estindares, reglas y metas del sujeto. 4 a sentir, : « Aunque, como acabamos de ver, no existe consenso respecto a lo que provo- ca embarrassment, existe bastante acuerdo en cuanto a las funciones de ests emocién. Son muchos Jos autores (Keltner y Buswell, 1998: Leary. Landel y Pat ton, 1996) que coinciden en que esta reaccién emocional tiene una importantes 7 452 PSICOLOGIA DE LA EMOCION « impulsado por CamScanner {uncién social al servir como sefial de apaciguamiento a los otros: las respuestas no verbales que aparecen cuando se experimenta embarrassment (rubor facial, sontisa, etc.) acttian como sefiales que comunican a los demas que en realidad comparten las reglas sociales, aunque en ese momento hayan resultado algo tocadas. Diversos estudios proporcionan apoyo empirico a estos planteamientos (véase Keltner y Buswell, 1998). Esta emocién, como se ha sefialado anteriormente. no se halla lexicalizada en muchas lenguas. Sin embargo, ello no significa que los hablantes de dichas len- guas no la experimenten, El andilisis de la misma tal como se da en otras culturas es fundamental para corregir posibles sesgos etnocéntricos de la investigacién pre- via y para una mejor comprensién del significado de esta reaccién emocional. Dicho andlisis no ha hecho més que comenzar y es una cuesti6n en la que proba- blemente se profundizard en los préximos afios. 6.3. Sobre el orgullo EL orgullo surge cuando Ja persona valora positivamente su conducta en rela- cidn con unos estindares, unas normas o unas metas. Al ser una experiencia emocional altamente reforzante, va a favorecer futuras conductas similares. ade- mis de fortalecer la propia autoestima. El orgullo cumple. de este modo, una fun- cién muy importante tanto en la orientacién de 1a conducta como en el desarrollo ‘oldgico de la persona y en su bienestar subjetivo (Barret. 1995; Mascolo y Fischer, 1995). Pese a ello, esta emocidn ha sido muy poco estudiada. Una cuestin que ha suscitado cierta atencién es la de la posible existencia de otras emociones asociadas a autoevaluaciones positivas diferentes del orgullo. Acabaremos este capitulo con algunas observaciones al respecto. 63.1. jExisten otras emociones provocadas por autoevaluaciones posi va Todo el mundo parece estar de acuerdo en que existen diversos tipos de emo- ciones autoconscientes de cardcter negativo, aunque las diferencias entre culpa y vergiienza, por un lado, y entre shame y embarrassment. por otro, sean objeto de debate. Sin embargo, habitualmente sélo se habla de una emocidn provocada Por autoevaluaciones positivas: el orgullo. ;No cabe distinguir ninguna més? Varios autores consideran que si: * Como hemos visto en un apartado anterior, Lewis (2000a) propone distin- guir entre orgullo y hubris en funcién de que la atribucidn de éxito sea especifica (referida a la conducta) o global (referida al yo en su conjunto). * Otros autores han hecho observaciones en la misma linea. Asi, Tangney (1999) sostiene un planteamiento muy similar cuando sugiere que existirfan dos tipos de orgullo, paralelos a la distincién se/ffconducta que se da entre vergiienza LAS EMOCIONES AUTOCONSCIENTES: CULPA, VERGUENZAY ORGULLO 453 impulsado por CamScanner y culpa: el orgullo relativo al self u orgutly “alpha” y el orgullo relativo a la con- ducta u orgulle “bea”. Esta autora ha disefiado escalas para medir la tendencia a experimentar uno y otro tipo de orgullo y las ha incluido en sus pruebas para medir las emociones autoconscientes. concretamente, en los “Self-conscious Affect and Attribution Inventories” (SCAAI: Tangney. Burggrat, Hamme y Domingos. 1988: SCAAI-C: Burggraf y Tangney. 1989) y en el “Test of Self-conscious Affect” (TOSCA: Tangney. Wagner y Gramzow, 1989). Sin embargo, hoy por hoy apenas se han estudiado las diferencias individuals al respecto ni su relacién con otras Conio hemos visto en el apartado 4.2., Lewis describe hubris, mas que como una emocidn ante una situacién concreta, como una disposicidn o un rasgo de per- sonalidad. un rasgo, por otra parte, muy poco adaptativo. Frente a esta concepcién negativa de hubris. Tangney (1999) sefiala que su impresién a partic de los datos, aun insuficientes, obtenidos con las medidas de orgullo “alpha” del SCAAI y el TOSCA es que la tendencia a experimentar orgullo “alpha” o hubris no es clara- mente adaptativa ni desadaptativa. Aunque no exista apoyo empirico sélido para afirmar que sea desadaptativo, Jo cierto es que hubris, como rasgo o disposicion de personalidad, como tenden- cia a la excesiva satisfaccién con uno mismo, no se halla exento de riesgos. Ahora bien. en cuanto emocidn, en cuanto reaccidn emocional transitoria susci- tada por una situacién concreta (por ejemplo, ante un logro muy importante para la persona. que hace que Ia atencién facilmente se focalice en el yo en su con- junto). hubris no tendria nada de malo (no mas, al menos, que el orgullo, que tam- bién tiene sus riesgos) y sf efectos positives: al igual que el orgullo. puede servir para reforzar ciertos cursos de accién positive De hecho, en el plano fenomenolégico es dificil diferenciar hubris como emocién del orgullo. Este tltimo, aunque surja en relacién con una accién con- creta, casi siempre implica una focalizacién en el yo responsable de la misma. Y. curiosamente, ni en castellano ni en inglés se distinguen dos emociones autocva- luativas positivas, aunque existan expresiones como pridefulness en inglés y muchos términos en castellano (soberbia, altane! Itivez., endiosamiento, engrei- miento, egolatria, narcisismo, etc.) para designar Ja excesiva tendencia a sentir orgullo como rasgo de personalidad. Ello nos lleva a preguntarnos si tiene senti- do distinguir hubris como una emocién diferente del orgullo o se trata de una mera entelequia. Como ya se ha sefialado, en tomo al orgullo son muchas atin las cuestiones por explorar. Un aspecto importante en el que habrfa que profundizar mis es el de sus diversas implicaciones interpersonales. Igualmente, seria interesante analizar mas a fondo las diferencias individuales en la tendencia a experimentarlo y sus implicaciones en la motivacién de logro en el ambito académico, profesional. etc. Por tiltimo, otro aspecto fundamental es el de las experiencias de socializacién que pueden dar cuenta de dichas diferencias individuales. 454 — PSICOLOGIA DE LA EMOCION impulsado por CamScanner

You might also like