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La emocion FRANCISCO MARTINEZ SANCHEZ Universidad de Murcia Introducci6n especies poscen, en mayor o menor medida, la dotacién genética que permite jos, més 0 menos evolucionados, de un proceso afectivo esencial que con- siste en otorgar valor hedénico a los sucesos del entorno, lo que induce a aproximarse a lo placentero y cvitar lo desagradable, La habilidad para de atribuir valor a los aconteci- mientos ambicntales del entorno que nos rodca es fruto de los procesos sclectivo-cvolu- tivos, especialmente evidente a través de la filogénesis (Dolan, 2002). En este sentido, las emociones representan complejos estados psicol6gicos y fisiol6- gicos, que muestran un indice de! valor atribuido a la ocurrencia de un acontecimiento. Estos estados son tan complejas como lo cs cl nicho adaptative cn que se desenvuclve cen los primates y especialmente cn los humanos, implica hacer fren- cioculturales ¢ interpersonales. Por ello, cl rango de emociones humanas es tan amplio y especilico como Io son los maltiples medias ante los que debemos adaptarnos. La emocién influye incxorablemente sobre toda la experiencia humana, tanto sobre la raz6n, como en las conductas en que actuamos de forma automdtica sin que en ellas medic la razén consciente (Barrett, Ochsner y Gross, 2007). La ausencia de equilibrio cemocional es tan importante que se le considera la causa de la infelicidad y la base sobre la que se asicntan los trastornos cmocionales. En otras palabras: nos bencficiamos en la mayoria de las ocasiones 0 somos, a veces, victimas de las emociones. La emocidn es un Proceso adaptative (Palmero y Ferndndez-Abascal, 1998) que forma parte de los procesos afectivos, si bicn toda cmocién puede ser considerada como una forma de proceso afec~ Livo, no todos los procesos afectives son cmocionales. En términos filogenétic cin cs un proceso anterior a fa conciencia, ya que ésta es un producto rel reciente de la evolucién de nuestra especic. La obra seminal sobre la que se asienta cl interés cicntitico por cl estudio de las emo- ciones es La expresién de las emociones en el hombre y los animales de C. Darwin (1872). La tesis principal de Darwin sostiene que los valores funcionales de la conducta juegan un papel decisivo en ta adaptacién, con lo que se destierra la creencia sobre el 27 impulsado por CamScanner yy yp 2 ey 28 Motivacién y emocién valor disfuncional de las emociones. que se mantenia desde cl pensamiento clasico (tilo- sofia, ciencia y religién) hasta la aparicién de esta obra, Se rompfa, de esa forma, con la consideracién de la emocién como un epitenémeno disfuncional que, lejos de contribuir a la adaptacién, cra cl causante de conductas alteradas y el responsable de las més bajas inclinaciones humanas (Kappas, 2002). Basta con consultar las bases de datos donde se recogen las investigaciones cientificas para verificar el interés y cl crecimiento exponencial en In investigucién sobre la emocién, que ha propiciado el desarrollo de las Ciencias Afectivas (Davidson, Scherer y Goldsmith, 2003). Sin embargo cl estudio de la emocién es una dificil empresa, por fo que actus mente carecemos de una (corfa unificada capaz de contemplar todas las condiciones y procesos que se poncn en funcionamiento durante ¢! proceso emocional. La forma en que clafecto media en la conducta, ya en su calidad de variable independiente, ya dependicn- te, hace la empresa casi inabordable. Conscientes Ue la dificultad de la empresa trataremos en este capitulo de abordar las condiciones que idealmente habria de tener una tcoria emocional, esto es: poscer una detinicién, asi como dclimitar qué es y qué no una emocidn; cudndo y qué estimulos la provocan, el papel de las tendencias de avcién y la contribucién de los factores fisiolégi- cas, asf como la forma en que las emociones son funcionalmente interdependientes. Re- visaremos también cl papel de la conciencia y la evaluacién cognitiva, asi como las rel ciones entre cognicion y cmocién. Finalmente, -valoraremos los determinantes sociocullurales asf como sus dimensiones conductuales, fisioldgicas, cognitivas y expe- Fienciales de los efectos de las emociones sobre el bienestar. Todas estas dimensiones conforman las caracteristicas ideales que una tcorfa cmocional debe poscer (Lazarus, 1y9Ib), que han de scrvir para explicar sus funciones adaptativas y comunicativas inter © inlrapersonales, asi como servir de puente entre kas creencias populares y las teorias cicntficas, ademas de c6mo son provocadas al margen de la voluntad del sujeto (Oatley y Johnson-Laird, 1987). 1. GQué es una emocion? Indudablemente dos episodios emocionales discretos nunca son similares, si bien nucstras fespuestas ante acontecimientox emocionales guardan un alto grado de consistencia, es tubilidad y coherencia. En el intento por estudiar las emociones, los cientificos estudian tas diferencias inter ¢ intraindividuales a lo largo del tiempo, con cl objeto de establecer principios y Ieyes que describan las diferencias individuales en la experiencia emocional (Rerndnde7-Abascal, Palmero y Martincz-Sénchez, 2002). ; Coloquialmente nos referimos a las emociones para describir estados subjetivos que poscen una intensa carga afectiva. Decimos sentimnos alegres o tristes, tener miedo o it de hecho la mayorfa de la gente considera que los mejores ejemplos de estados emocio- naley son cl amor y el odio (Fehr y Russcll, 1984). Conirasta la facilidad con la que somos capaces de representar mentalmente una emocién, simplemente recordando algén episodio emocional que hayamos experiment dos recientemente, con la dificultad que entrafia definir qué es (Niedenthal et al., 2005; Scherer, 2005). El término «cmociGny es ambiguo, carece de limites precisos (Carrera y Ferninde7-Dols 1997; Fehr y Russcl, 1984), esto hace que «casi todo el mundo piensa impulsado por CamScanner Laemocion = 29 que sabe qué es una emocién hasta que intenta definirla, En este momento pricticamen- te nadie afirma poder entenderla» (Wenger, Jones y Jones, 1962, p. 3). Los intentos por reunir todas las dimensiones presenics en las diversas deliniciones de emocidn alertan sobre ta dificultad de la empresa. Plutchik y Kellerman (1980) reco- gicron 27 definiciones distintas, mientras que Kleinginna y Kleinginna (1981) Megan a recoger 101 diferentes, La mayorfa de los autores suscriben definiciones opcracionales que incluyen explicita o implicitamente el concepto de multidimensionalidad, entendicn- do que la emocién compuesta por tres sistemas de respuesta claramente diferenciados: 1) el neurofisiolégico-bioquimico; 2) el motor © conductual expresivo, y 3) el cognitivo o cexperiencial-subjetivo, Para definirla y comprenderla se han de estudiar conjuntamente los tres sistemas de respuesta, ya que cada componente sélo refleja una dimensién parcial de la emocién; es mas, cuando se evaltian estos componentes en presencia de una emo- cidn las correlaciones obtcnidas entre ellos suelen ser pobres (Lang, 1995). A nuestro juicio las emociones son procesos multidimensionales episédicos de corta duracién que, provocadas por la presencia de algin estimulo o situaci6n interna o exter tna, que ha sido evaluada y valorada como potencialmente capaz, de producir un deseq librio en el organismo, dan lugar a una scric de cambios o respuestas subjetivas, cogniti- vas, fisiolégicas y mot6rico expr mbios que estén fntimamente relacionados con 1 mantenimiento del cquilibrio, esto cs: con la adaptacisn de un organismo a las condi- ciones especificas del medio ambiente en continuo cambio (Martincz-Sénchez, Fernén- dez-Abascal y Palmero, 2002). Tradicionalmente se entiende que las emociones basicas son seis: miedo, ira, tristeza, asco, sorpresa y alegrfa. Cada una de ellas posee unas espccilicidades que las diferencias entre si, tales como patrones conductuales, fisiolégicos y expresivos propios (Ekman, 1992). ‘Se han desarrollado diversas taxonomias para clasificar las emociones. La aproxima- cidn «dimensional» (Russell y Barrett, 1999) sosticne que estén construidas sobre la base de dos dimensiones: valencia (placer-displacer) y activacién (alta-baja); Watson y Telle- gen (1985) hablan de la activacién positiva y negativa; por su parte Lang, Bradley y Cuthbert (1990) las clasifican en dos sistemas: evitativo y apetitivo. Una forma de establecer la existencia de estas dimensiones consiste cn el empleo de (6enicas de neuroimagen mediante la tomogratia de emisién de positrones (PET) y la resonancia magnética funcional (MRI). En los dltimos afios se han realizado meta-andlisis (Murphy, Nimmo-Smith y Lawrence, 2003; Phan, Wager, Taylor y Liber- ‘on, 2002; Wager, Phan, Liberzon y Taylor, 2003) para dilucidar esta cuestién, Las con- cclusiones a las que Hegaron sefialan que las categorfas que habitualmente empleamos para diferencia emociones no tienen una localizacién cerebral especitica 0 correlatos neurales espectficos; es otras palabras, actualmente no podemos atribuir cada categoria con la que definimos cada emocién a un marcador bioldgico especttico, sin embargo existen eviden- ccias de estructura con cierto grado de especiticidad en las emocio- nes, pero no por circuitos neurales especificos (Feldmann-Barrett y Wager, 2006). Finalmente, es preciso sefialar que el concepto de emocidn tiene, al menos, tres sig nificados diferentes, dependiendo de si aludimos al: sindrome, estado, y reaceién. Un sindrome emocional cs lo que coménmente se experimenta durante una cmocién; ira, tristeza, miedo, ctc. Este descriptor tiene un sentido tanto descriptivo como prescriptivo, Por ejemplo, cl sindrome de ira describe y prescribe qué persona pucde o debe experi: impulsado por CamScanner 30 — Motivacién y emocién mentarla cuando esté airado 0 disgustado, Cuando nos referimos a un estado, hacemos referencia a una forma breve, reversible (cpisédica) en la que aparece una disposicién a responder de una manera representativa que se corresponde al sindrome, por ejemplo, de ira, Por dltimo, una reaccién emocional es cl conjunto actual (y altamente variable) de ‘espuestas manifestadas por un individuo en un estado emocional; esas respuestas pueden incluir expresiones faciales, cambios fisiolégicos, conductas manifiestas y experiencias subjetivas, 1.1, Descriptores emocionales Habitualmente empleamos términos como «estado de énimo» 0 «sentimicnto» como si- riénimos de emocidn, cuando, en realidad, posecn caracteristicas propias que los distin- guen de la cmocién, Vemos los principales descriptores afectivos. El afecto es cl descriptor mas primitivo, general e inespectfico para representar la experiencia emocional; no precisa ser cliquetado, interpretado 0 atribuido a causa con- creta alguna (Russell, 2003). Basicamente describe la valoracién que hacemos de las i aciones a las que nos enlrentamos; sc considera que existe una tendencia innata hacia cl afecto positivo, de tal mancra que la meta de toda persona es gencralmen- tel hedonismo, esto es, obtener placer, Es muy duradcro y ticne un cardcter difuso, no estando causado por acontecimientos discretos sino por la concatenacién de estados de 4nimo y cmociones que experimentamos. No cxiste consenso sobre la estructura jerar- quica que subyace a los afectos (Diener y Larsen, 1984; Larson y Ketclaar, 1991); en la it ones sc apunta la existencia de dos dimensiones afectivas bi- 8: positiva (placer) y negativa (displacer). Sin embargo, otros postulan la cxistencia de una nica dimensién cuyos extremos representarian cl continuo placer-dis- placer, asi como otra ortogonal, la activacién (Gilboa y Revelle, 1994). Lang (1995) ropone la existencia de dos sistemas (aversivo y apetitivo), con bases neurales espectli- cas; los diversos tipos de registros de la respuesta emocional arrojan también la existen- cia de la dimensiGn de activacidn o intensidad (Figura 2.1). El humor 0 estado de dnimo es una forma especitica de estado afective, que implica la existencia de un conjunto de ereencias acerca de la probabilidad que tiene el sujeto de experimentar afecto positivo 0 negativo en cl futuro; se estima que ticne una duracién de hasta varios dfas, causado normalmente por una causa que aparece relativamente remota cn el tiempo. El humor, al contrario que las emociones, posce un cardcter difuso, tiene una mayor duracién, carece de expresién facial propia y provoca una activacidn fisiolégica menor, Es decir, es un estado afectivo no intencional en el que no tiene por qué existir un objeto que lo cause como cn la emocién Frijda (1994), o éste puede ser global (Isen, 1984), de {al modo que una emocién puede también convertirse en humor cuando deja de focali- zarsc la atencién en el objeto emocional, quedandose sin objeto o siendo éste inespec 0. Se caracterizan también por e| predominio de ciertos tipos de sentimientos subjetivos ue afectan la experiencia y la conducta de una persona (Scherer, 2004) La funcién primaria del humor cs la de modular o influir en la cognicién (Davidson, 1993); altera las prioridades y cambia las formas de procesamiento de la informacién, acentuando 0 atenuando la accesibilidad de ciertos contenidos; asi, mientras que el esta- do de dnimo produce consecuencias prioritariamente cognitivas, la emocidn tiene conse- impulsado por CamScanner Laemocién 31 Inquieto Eutiiee Alegria displacentero eee Tristeza Deprimido en Apitico aor desacth Rt Figura 2.1. Representacién esquematica de las dimensiones afectivas y los episodios emocio- rales prototipicos. (Adaptada de Russell y Feldman, 1999.) jo un estado cestimulos, y recuerdos congruentes con esc estado, mientras que ven dificultado su procesamiento ante estimulos opucstos (por ejemplo a recordar acontecimientos tclices). El estado de dnimo se ve también in{luido por una gran variedad de factores, principal- mente: 1) exdgenos (situacionales); 2) endégenos —ritmos circadianos, ete.—, y 3) ra gos de personalidad y el temperamento (Watson y Clark, 1994). El humor y la emocién interactian dindmicamente; las emociones pueden conducir a un humor determinado, y a su vez, cl humor puede alterar la probabilidad de que se desencadene una emocién particular, Del mismo modo, el humor puede ser producido por cambios hormonales, bbicn por una experiencia emocional de muy alta intensidad cuya expresién emocional se ha inhibido, por lo que la probabilidad de generar un humor especifico aumenta. Emocién y estado de dnimo se diferencian también en el grado de activacién fisiol6- ica y cortical que provocan. Asi, mientras que en la emocidn acaecen intensos estados de activacién cortical que conducen al organismo hacia una accién inmediata ci6n fisica—, en el estado de dnimo se da un estado més sostenido, a la vez. que menos intenso, manteniéndolo més responsivo a la estimulacién —activacién Wnica— (Pank- sepp, 1994). El estado de dnimo puede hacer disminuir el umbral para sentir ciertas emociones ccongrucnics con ese estado de dnimo, asf, por ejemplo, bajo un estado de énimo irritado, una situacién capaz. de provocar la emocién de ira, ésta seré més intensa y menos contro- lada; ex més, emociones muy repetidas ¢ intensas pueden propiciar un estado de énimo, 0 hien, si se inhibe una emocién puede mantenerse 0 propiciarse un estado de dnimo (por ejemplo, si se reprime la ira, es probable la aparicién de un estado de irritahilidad). impulsado por 6 CamScanner VERVE. IVD FFG. BRIEIIIIFIIIII DD 32 Motivacién y emocion Por iiltimo, cl sentimiento constituyc 1a experiencia subjetiva de In emocién, son fepresentaciones mentales de los cambios fisiolégicos que caracterizan a cada una de las experiencias emocionales, ast como de los objetos y estados que provacan el procesa- miento cmocional. Scherer (2004) sostiene que éstos integran los patrones centrales va- lorativos y motivacionales de las valoraciones subjetivas que hacemos sobre los estfmulos en un episodio emocional, Los términos sentimiento y emocidn se utilizan frecuentemente de manera indistint por ejemplo, se dice «me siento triste», de la misma manera quc se alirma «estoy triste» Los sentimientos son las disposiciones a responder afectivamente ante cicrtos tipus espeet ficos de eventos; dicho de otro modo, es la disposicién a hacer atribucioncs afectivas y su Propensién a responder afectivamente, confiriendo «coloracién» a la experiencia cmocional Pucde emtenderse como un conjunto de esquemas cognitivos en torno a informs valoraciones, estos esquemas se actualizan continuamente reflejando un sentimiento. Se ha sugerido que diferentes patrones neurales de respuesta son los responsables de la diferenciacidn de los distintos sentimientos, se atribuye un importante papel al fecd- back aferente, sensorial y ncuroquimico por el cual el cerebro percibe cambios emociv nales en el estado fisico, La importancia del feedback aferente se ha puesto de manifies- to al estudiar un raro trastorno adquirido en la regulaci6n de periférica autonémica, es el denominado «allo autonémico puro» o Sindrome de Bradbury Eggleston. Este se cara tcriza por una consiclacién de signos y sintomas derivados de la afectacién autonémica, quienes padecen esta degeneracién sclectiva de las neuronas autonémicas no pueden emitir respuestas autonémicas por ausencia de feedback de sus cambios autonémicos (Wiens, 2005). Esto muestra que tanto las emociones como los sentimientos estin me- diados por sistemas neuronales distintos; experiments en que se ha empleado ncuroima- gen funcional indican que la gencracién y representacién de los estados autonémicos Periféricos implican la participacién de cértex cingulado anterior ¢ insula (Critchley, Melmed, Featherstone, Mathias y Dolan, 2001). 2. Las funciones de la emocion La principal funci6n de las emociones es contribuir a la adaptacién, por ello se han con- solidado en el bagaje genético de las especies (Keltner y Gross, 1999). Sin embargo, hist6ricamente las emociones fucron entendidas como formas disruptivas de conducta a las que se denomind «pasiones», Se confundié el papel adaptative de las emociones con algunas manifestaciones dis- funcionales presentes en ciertos cpisodios o en (rastornos emocionales; asi, por ejemplo, cuando la ira incluye respuestas agresivas gratuitas o desproporcionadas se considera disfuncional. Esto no quiere decir que individualmente una emocién no sirva para un fin concreto. Por ejemplo, a la tristeza podemos atribuirle la funcién de conservacién de re- cursos; asi, cuando {ras un esfuerzo prolongado no hemos tenido éxito se reduce el es- fuerzo 0 sc produce un alejamiento 0 retirada que prepara una posterior estrategia mis adaptativa. Esta caracteristica sugicre un mecanismo disefiado para conservar la cnergt y administrarla cficientemente. Sin embargo, en cl caso de una fobia que puede uparecer ante situaciones u objetos inofensivos, nos encontramos ciertamente ante una valoraci desadaptativa y afuncional. impulsado por CamScanner Laemocon 33 EI plantcamicnte en torno a las functones de la emeciin puede hacerse de ma inversa, {es funcional su inhibicidin? Un crectente mimere de snvestipaciones han perms: tido demostrar que la inhibicién de la exprestin de acomtecimientos emactonalmente Significativos induce una marcada hiperactivaciin istolipica, provoca inmunodepresiin y efectos adversas en la salud a medio y largo plaza, ademss, induce seagos engntives sobre el procesamrento de ta intormacidin cmocional, a ta ¥e7 que diftculta bow procesen de afrontamicnto adaptative (Martiney-Sincher, Paez, Pennebaker y Rimé, 2001) Dilerencvamos entre funciones intra ¢ interpersonales era 1 Funciones intrapersonales. Las emociones permiten. 1°) coordinar tos sisters de respuesta subjctivos, fisiokigicos y conductuales, 2°) cambiar las jerarquias. conductuales, activando conducts que pueden estar inbibidas en las jerarqusias de conduct (el miedo pucde hacer que una persona valiente se acobarde, al ygual que la ira pucde hacer que un pacitista sea violent); 3") proveen de an soporte fivolégice para conductas tales como ta retirada, la tucha, En este sentide ta emo- ‘cin cumple una funcidn motivacional ante los eventos que implica la moviliza- xin de recursos (activacién); por ejemplo, ef miedo, presumiblemente. motiva a iccidin para aUtOprotegerse ante UN acontecimiento, Oo anticiparnos a un acon- tccimiento que podemos entender como potencialmente lesivo; 4.°) favorccen ef procesamiento inmediato de ta informacién, faciliténdole de infinitas posibilida- des de accién para adaptarse a las demundas ambientales. En este sentido los periodos de latencia que median entre {a evaluacién de los estimulos y la reaccién (un importante avance respecto a los primitivos rellejos y a lox patrones fijos de acciéin) son muy breves. Una respuesta apropiada al estimulo esté preparada y ¢jocutada con extrema rapidex, permitiendo prescrvar lus ventajas de la velocidad asociaday a las respuestas aulomiticas de especies ilogenéticamente primitivas: 5.°) son un indice de sefialamiento (valoracivin) de ta informaci6n relevante. La ocurrencia de cualquiera de las emociones presupone sensibilidad ante un tipo de evento, facilitando una disposicién a que cl sujeto valore un hecho como placen- {cro 0 displacentero. La sensibilidad emocional supone un proces general de valoracién orientado al sefialamiento de ta preemineneia de ciertos estimulos, estas sefiales pueden ser relevantes para el bienestar del sujeto. 2. Funciones extrapersonales, A su ve7, tienen diversas Funciones interpersonate 1") permiten comu nes y controlar: la expresisn facial, tos gestos, kat voz y lus posturas corporales cumplen importantes funciones de comunicacién de nuestro estado emocional a los otros, El valor de estas funciones es doble: permi- ten dar a conocer cémo nos semiimos, asf como para in(luir (controlar) ta conduc ta de Jos otros, La funcién social-motivadora de las emociones es indudable: kas ccmociones se desenyuclven en un contexto social y son causadts por aconteci- mientos ambientales; provocan tambicn una actividad relacional, ya que nos aproximan o dificultan la intcraccidn social. Por ejemplo, la vergiiensa o la culpa cumplen una funcién reguladora de la motivacisn social, provocando conducts pro-sociales que previcnen su ocurrencia. En este sentido ta funcién de ambas emociones seria la anticipacién y prevencién, y en dltimo extremo, la coherencia y prudencia en las relaciones interpersonales, Como vemos, las cmociones estin dirigidas a un fin, y a su vez cumplen funciones motivacionales de regulaciGn impulsado por CamScanner 34 Motivacion y emocién, social; 2.")establecen y estructuran nuestra posicién con relacién a los demés y sus ideas, establecen un espacio entre nosotros y los demés, nos aproximan 0 alejan, atraen hacia nosotros 0 provocan rechazo, facilitan o dificultan la interac- ccién social, Por ejemplo, ta vergtienza o la culpa cumplen una funcidn regulado- ra de la motivacién social, provocando conductas pro-sociales que previenen su ‘ocurrencia; ante entornos que pueden suscitarlas se provocan conductas anticipa- {orias que motivan al sujeto, En este sentido fa funcién de ambas emociones seria 1a anticipacién y prevencidn, y en tiltimo extremo la coherencia y prudencia en las relaciones interpersonales. Como vemos, las emociones estin dirigidas a un {in, y a su vez cumplen funciones motivacionales de regulacién social. 3. El proceso emocional En este apartado describimos el proceso emocional, esto es, la secuencia completa que recoge desde los antecedentes hasta, finalmente, la respuesta emocional, pasando por los procesos que median durante (odo el proceso. 3.1, Los antecedentes de la emocion Las emocidnes pueden desencadenarse por muy diversas vias, tanto por procesos intra como interpersonales (Figura 2.2), en los que predominen bien los factores end6genas bicn los cxdgenos, y més cominmente la interaccidn de Factores de origen neural, afec- tivo y cognitive (Ivard, 1991). Condiciones ‘Tendencias de Respuestas respuesta asociadus valuables Experiencia p ear Autoinforme Programa Expres facial 4 facial Emocién Programa wo jose ves Tomo de Intra-personal Programa ‘Conducta motor rmotora ‘Soporte Respuesta fisildgico Fsildgica Figura 2.2. Representacién esquemstica de las fases y componentes del proceso emocional ‘Adaptada de Levenson (1994). impulsado por CamScanner Laemocion 35 A nivel neurobioligico, una emocidn puede generarse por causa de la actividad de ciertas estructuras cerebrales y ncurotransmisores, en respuesta a la informacién percibi- da y procesada, Desde un punto de vista afectivo pueden explicarse en funcivin de proce- ‘0 sensomales-perceptivos, par ditimo, diversos factores cognitivos pueden también des- cencadenarlas como consccuencia de procesos de evaluacidn y valoraciGn, Finalmente, la cultura ejerce también un importante papel mediador sobre los acontecimientos inter ¢ inteapersonales. que anteceden a una emocidn, ya que muchos de ellos son aprendidos socialmente 3.1.1, Las caracteristicas del estimulo Para poder desarrollarse cl proceso cmocional se precisa un estimulo capay. de desenca- denarlo; éste pucde ser externo 0 interna, estar presente 0 ausente (rememorindolo), ser actual 0 pasado, A su ver, el estimulo puede ser real 0 irreal (fruto de una distorsién porceptiva),finalmente, puede ser percibido consciente 0 inconscientemente (sin superar el umbral de la conciencia). En cualquier caso, el estfmulo ha de poscer caracteristicas ccapaces de desencadenar el proceso emocional Los estimulos capaces de desatar una emocién varian fundamentalmentc en funcién 4c la demanda (principalmente sobre la base de las cualidades de urgencia y significacién psicobiolégica) de adaptacién requerida, asf como de las caracteristicas personales pro- Dias, Diversas «familias» 0 aniicleos» de estimulos son capaces, posiblemente con carsc- {er universal, de suscitar una respuesta afectiva, De estos estimulos presentes cn el entor- no prevalecen algunas caractcristicas especialmente signilicativas: 1.") su grado de novedad ¢ incertidumbre; 2.°) su caricter placentero displacentero; 3.°) su capacidad para ser controlados, y 4.°) su compatibilidad con las normas (tanto personales como del grupo) y cl autoconcepto del sujeto. Estos desencadenantes van desde un nivel més pri- mitivo, adquiriendo paulatinamente mayor grado de complejidad y sofisticacién, impli- ccando, a su ve7, la participacidin de la cultura y el aprendizaje. Estos determinantes primarios siguen una secuencia que va desde lo filo la ontoge- nético. A nivel filogenético sabemos que todas las especies con capucidad para aprender —especialmente los mamiferos— se caracterizan por la funcidn de evaluar constante- mente el entomno y sus relaciones con él para ascgurar cl mantenimiento del bicnestar. Las criaturas més biolégicamente avanvadas ¢ intcligentes, las mas complcjas, realizan cvaluaciones més refinadas y sutiles que los organismos simples. Estos procesos permiten responder selectivamentc a las condiciones que pueden provocar dafio, amenava, bene! ius, y facultan, en dltima instancia, al organismo para claborar estrategias a largo plaza 4quc fe permiten enfrentarse a las situaciones més préximas, asf como anticiparse a las condiciones futuras. A nivel ontogenético, el desarrollo de procesas emocionales est ligado a la madura- in de los mecanismos y estructuras ncurales que sustentan la emocidn; ser a lo largo del desarrollo cuando se estructuren, con el concurso del aprendizaje y la propia personal, los patrones personales de evaluacin y respuesta a las emociones, siguiendo cl curso madurativo propio de nuestra especie. Cada uno de estox grupos de estimulos posee capacidad, per se, de desatar mecanis- ‘mos —innatos 0 aprendidos— de sensibilidad afectiva, Sin embargo, esto no signitica ‘que scan capaces de desarrollar en todas las ocasiones respuestas emocionales, sino sim- impulsado por CamScanner VVVVVIIDVV VIVID 99999999999 999993997 36 — Motivacién y emocién plemente afectivas, indicios que por sf mismos no constituirian realmente emociones, contre otras razones porque estos desencadenantes a los que hemos aludido se caracterizan por poscer umbrales muy bajos para ser clicitados. En otras palabras, la emocidn se inici cuando c! sujeto facaliza la atencién en algdin cambio 0 diserepancia, cuando esto sucede, se genera un estado de preparacién pre-emacional, que puede, 0 no, conducit finalmen- fea una emocisn, La concurrencia de una situacién 0 un estimulo potencialmente emotivas es una con- dicién necesaria, aunque no suliciente, para et desarrollo del proceso emocional, pues se requicre la existencia de una eventual percepcidn asf como de la evaluacién-valoracién que conticra al estimulo connotaciones afectivas. Por tanto, no es el estimulo cen sf mismo, ino la interpretacidn (consciente o no) que de éste se hace, lo que en Gltima instancia facilita comiinmente la respuesta emocional, 3.1.2, La percepcién del estimulo El proceso perceptivo implica iniciatmente la existencia de un estimulo, asi como la dis- ponibilidad funcional de receptores sensoriales especificamente relacionados con éste. Sin la percepcidn (consciente © no) de un estimulo, ef sujeto no adquicre conocimiento acerca de la existencia de un evento relevante para su estabilidad, imposibilitindose cl inicio del proceso, Esta pervepcidn pucde 0 no ser consciente. En el primer caso, el sujeto percibe cuns- cientemente la presencia de un estimulo que, dadas sus caracterfsticas particulares, posce Ja suficiente intensidad para captar su atencién, En este caso, diversos procesos psicolé- gicos se ponen al servicio de la emocién: se hace preciso obtener la mayor informacién posible en torno a éste, para cllo la atencién, la memoria, ete., facilitan esta funcién, ‘Ademés, la pereepciGn consciente esté modulada por diversas variables cognitivas, tales como las creencias, los juicios, ete. que cl sujeto pose acerca del estimulo, También jercen una notable influcncia la propia biologia del organismo y el estado afectivo actual del sujeto, pues, dependiendo de ambus variables, cabra la posibilidad de un incremento una disminucién en la sensibilizacién individual © umbral perceptivo ante ciertos tipos de estimulos, Por su parte, en la percepcién no consciente, cl estimulo no posce la suficiente inten- sidad (dada su baja intensidad o corta duracién) para caplar la atencién consciente de! sujeto, si bien se produce un procesamiento de la estimulacién a bajo nivel, aflorar a la conciencia, Este procesamiento de caricter bisico, que posce igualmente ca- pacidad para desencadenar el proceso emocional, es especialmente itil y adaptativo en siluaciones en que s¢ precisa una respuesta inmediata, casi automitica, para adaptarnos a situaciones potencialmentc lesivas. Pignsese en las nefas is que nos rrearfa si en presencia de un peligro real ¢ inminente previsdramos asegurarnos parsimo- niosamente de su presencia, reflexionando concienzudamente sobre cuil es la respuesta més adecuada, rememorando situaciones anteriormente vividas, asi como cusles habrian de ser las consecuencias personales y sociales de cada una de las allernativas que poda- mos adoplar para afrontarlo. La inminente respuesta ante estimulos relevantes nos lacultarfa para responder ripida y cficientemente a las situaciones y estimulos signilicativos: la anticipacién del dafio y cl ico, a los movimicntos y ruidos sabitos desconocidos, a la pérdida de soporic ¢ impulsado por CamScanner laemocon 37 | inestabilidad fisica 0 a ta sorpresa, Lat universalidad del proceso en nuestea especie esta- | ria avalada por multiples razones, entre las que destacamos fa simulitud orginica enire todos los miembros, asf como nuestra capacidad para percibir cambios en el entorno que comprometan el bienestar. Se sabe que los estimulos emocionales se procesan con mayor rapide, que los de cardcter neutro (Christianson, 1992), Pudria producirse un tipo de unilisis automatico 0 preatentivo (por ejemplo expresiones faciales emocionales positivas o negativas, 0 imé- genes de serpientes), que no se produce ante estimulos emocionalmente ncutros (Ohman y Soares, 1993), Para Christianson (1992), este procesamiento preatentiva seria inmedia- {0, no consciente, y no precisaria atencién, al eontrurio que el procesamiento controlado que seria mis lento, intencional y requerirfa estuerzos alencionales. Los estfmulos neutros © positivos (por ejemplo imagenes de rostros alegres) no tendrfun esta facilitacién prea- tencional (Oman, Hamm y Hugdahl, 2000). Diversas variables intrapersonales modulan tambi Gién: los antecedentes de a emo- °) el nivel hedénico 0 tono emocional, jetivo, 2°) el grado de lubilidad afectiva (la inestabilidad 0 tendencia al cambio y expresién frecucnte del estado de dnimo) y *) la reactividad emocional, la intensidad personal caracteri emocionales a los estimulos cmocionales. sto es, cl estado de ajuste y bienestar sub- de las respuestas Los rasgos mocionales (lendencia a experimentar y responder con diversos estados de dnimo) influyen en los umbrales para percibir y experimentar diversos grupos de em cciones; de hecho cxisten descriptores coloquiales que aluden a estas disposiciones: S¢ habla de una persona «feliz», «miedosam, etc. Asi, sabemos que la ansiedad facilita ta interpretacién —cl sesgo— de hechos novedosas como potencialmente displacenteros © amenavantes (Bysenck, 1997; Gutiérrez. Calvo, 2000). Por su parte, el temperamento, también se constituye en un modulador de la pereepcidn, evaluaciGn y respuesta emo nal en su calidad de determinante, de caricter genético, de la responsividad emocional. Ademds, un estado de énimo discreto, en su papel de modulador de la percepcién y procesamiento afeetivo, hace que se incremente la probahilidad de que se desencadene ‘una emocién congruente con éste, y, por tanto a responder también de una manera re~ presentativa y compatible con los atributos propios de una emocién determinada. Asi, por ejemplo, un sujeto que se encuentre bajo un estado de finimo irritado, ante una si- tuaciGn capar, de desencadenar la emocién de ira, ést trolada, ya que el estado de dnimo puede hacer disminuir el umbral para sentir emocio- nies congruentes él; es mas, emociones muy repetidas e intensas pueden propi estado de dnimo, o bien, si se inhibe una emocién puede mantenerse © propiciarse un estado de énimo (por ejemplo, si se reprime la ira, es probable la aparicién de un estado de irritabilidad), Como vemos, la pervepcién es una variable necesaria para que ocurra et proceso emocional. Tampoco cs una variable suficiente, pues se requiere anteriormente la exis- tencia de un estimulo susceptible de ser percibido, asf como de una evaluacién-valoracién Posterior que tribuya al estfmulo caructeristicas afectivas. impulsado por CamScanner 38° Motivacién y emocién | 3.2, La evaluacion Imagine que usted cs duramente criticado por su jefe 0 su profesor, a causa de su defi- ciente ejecucién en una tarea importante que afecta a muchas otras personas, Las tcorfas ‘cognitivas de la emocién asumen que la reaccién emocional depende sustancialmente de cémo interprete la situacidn. Puede responder con ira si cree que ha sido injustamente tratado, 0 con tristeza si se culpa asimismo por lo ocurrido, atribuyéndolo a su falta de ‘capacidad para desarrollar lu tarea asignada, y pensando cn las consecuencias que su falta de incompetencia o negligencia tendré cn sus compaficros. La idea que subyace en este ejemplo es que la gente responde con diferentes emocio- ‘nes ante la misma situacién, dependicndo de cémo la interprete o valore cn funcién de tuna scric de dimensiones o categorfas, por ejemplo la importancia del suceso, sus expec {ativas anteriores, su grado de responsabilidad o cl grado de control que usted crefa tener sobre la situacién. Cada una de las tcorias cognitivas de la emocién valoran diversas ca- tcgorias (Lazarus, 1991; Ortony, Clore y Collins, 1988; Reisenzcin, 2001; Scherer, 2005) ‘que sostienen, bésicamente, que cada cmocién esté asociada a distintos patrones valora- tivos (véase Ellsworth y Scherer, 2003, Roseman y Evdokas, 2004). Las valoraciones estén determinadas también por otros factores, tales como las diferencias individuales y emporales a la hora de definir respucstas emocionales; estos procesos pueden explicar también la cxistencia de respucstas cmocionales desadaptativas cuando las valoracioncs siuacionales sean inadecuadas (para una revisién véasc Pérez, y Redondo, 2006). Si bien las emociones estén mediadas por los procesos valorativos, éstos no tienen por qué ser conscientes ni necesarios, como en cl caso de las emociones causadas por cl dolor o cl hambre (Berkowitz y Harmon-Jones, 2004; Izard, 1993). Sicmer, Mauss y Gross (2007) demuestran que las valoraciones cognitivas pucden ser condiciones sufi- cientes o bien necesarias para evocar diferentes reaccioncs emocionales cn la misma si- Para quc cada uno de los antecedentes scfialados anteriormente sc constituyan en precursores de fa emocién cs precisa su evaluacién cn funcién de pardmetros afectivos. Exte proceso implica la interpretacién (evaluacién), asi como la estimacién de la reper- ccusién personal (valoracién) que acarrea cl estimulo. La interaccién entre los procesos valorativos y evaluativos permite entender las diferencias individuales en respuesta a idénticas situaciones; cn otras palabras: la cualidad ¢ intensidad de las respuestas emo- cionales son, en gran medida, fruto de la forma en que éstas son procesadas por quicn las cxperimenta (Clore y Ortony, 2000). Estos provesos estén determinados por cl nivel de desarrollo personal de las capacidades evaluativo-cognitivas, jugando un papel determi- nantc sobre los estimulos ante los que s¢ emitiré una respuesta afectiva, Como veremos seguidamente, es preciso scfialar que este proceso es altamente com- Plejo, ya que puede realizarse a muy diversos niveles de conciencia y propositividad. Repetidamenic se ha debatido cn tomo a la necesidad de la evaluacién consciente para suscitar una emocién (Lazarus, 1984; Zajonc, 1984). Asi, micntras que unos investigado- res sosticnen la necesidad del andlisis consciente de! sentido o significado de un estimulo (proceso postcognitivo), otros postulan que la emocién puede desatarse en auscncia de valoracién consciente de las caractcristicas estimulares (proceso precognitivo). Entendemos que cl afecto y la cognicién transcurren en paralclo mediante un doble sistema que cumple una funcién predominantemente reguladora. El sistema sigue una impulsado por CamScanner Laemocion 39 secuencia primero perceptual o representacional y posteriormente de planificacién de la accién o afrontamicnto. En una primera fase se produce la percepcisn y representaci6n del objeto o situacién en el sistema cognitivo, asf como una represcntaciGn afectiva rela- ccionada con las reacciones autondmicas suscitadas. El primer sistema (cognitivo-valora- ) regula los elementos objetivas de la situacién, mientras que cl segundo regula los alectivos. ‘Sc han distinguido dos tipos de procesamiento en la emocién: procesos autométicos y controlados. Los primeros hacen referencia a aquellos que se generan inmediatamente sin necesidad de realizar andlisis conscientes y deliberados sobre los estimulos, y que Ppermiten categorizar la estimulaciGn en (érminos de valencia afectiva positiva o negativa. Su ulilidad principal estriba en su capacidad para detectar amenazas potenciales. Estos Procesos son consistentes con la valoracién primaria a la que alude Lazarus (1991). Di versos tipos de condicionamiento afectivo (cn la mayorfa de las ocasiones de tipo subli- tminar, por ejemplo véase Ohman, Hamm y Hugdahl, 2000), o la imposibilidad de evitar {ocalizar la atencién sobre estimulos afectivos, tal y como se demuestra en la tarea Stroop (MacLeod, 1992), pondrian de manificsto sus funciones. Emociones mas complejas im- plican la participacién de procesos controlados de procesamiento. Estos implican la ac- livacién de redes semanticas y esquemas alectivos que implican experiencias personales ‘organizadas y ctiquetadas lingifsticamente (Barrett, Ochsner y Gross, 2007; Ochsner y Barrett, 2001). Bajo las circunstancias en las que cl subproceso evaluativo-valorativo no es conscien- te, esto es, cuando no alcanza el umbral de la conciencia, éste pose connotaciones ho- dticas, ya que faculta al organismo para rcaccionar cohesionadamente de forma defensiva ante un estimulo que es répidamente considerado como potencialmente deses- tabilizador, con cl abjetivo de reducir con prontitud la probabitidad de un dafio o desequi- librio, ya que una demora en la respuesta, por breve que sca, puede ser crucial para la supervivencia. A este tipo de respuesta répida ¢ inmediata, adaptativa y funcional, se cjecularfa mediante «la via corta 0 répida» (LeDoux, 1993, 1996, 2000), una via extra lemniscal, que une directamente el talamo con ta amigdala sin la participacién de la cor- {eza cerebral. Esta via télamo-amigdalar, filogenéticamente més primitiva, posibilita que {a informacién del estimulo acceda inmediatamente a la amigdala y, de esa forma, faci- fitar la respuesta adaptativa, Esta se corresponderia con lo que Rolls (200Sa, 200Sh) de- nomina «primera ruta», presntc en primates no humanos y mamiferos durante millones de afios, que incluye la am{gdala y el cértex orbitofrontal, sistemas que controlan la con- ducta en relacién a asociaciones previas de estimulos sobre la base del relorzamicnto, Bajo estas circunstancias, y habitualmente en presencia de emociones bésicas (ira, asco, sorpresa, alegefa, micdo y tristeza) cl proceso valorativo, que habitualmente es es- casamente consciente y propositito, posce una topogralia neural especifica que asegura su répido procesamicnto, que implica fundamentalmente 1a participacién de la amigdala yy la corteza singular (Figura 2.3). Este tipo de procesamiento se corresponde conceptual- mente con la primacia del afecto defendida originalmente por Zajonc (1984), en la que ‘no produce un andlisis pormenorizado ni una interpretacién concicnzuda del estimulo, ni de sus repercusiones. El factor capital en esta fase evaluativa y valorativa es la categorizacién del estimulo cen términos amenazantes o irrclevantes. De ser categorizado éste como amenazante se Produce una respuesta defensiva orgénica, indiferenciada y global, suscitando manifesta- impulsado por CamScanner 40 Motivacion y emocion Figura 2.3. Topografias neurales implicadas en la evaluacion y respuesta de 1as emociones basicas. (Adaptada de Damasio, 1994.) Siendo: A (amigdala); H (hipotalamo); RI (respuestas internas). ciones fisioldgicas externas (conducta motora, expresiones), asi como respuestas fisiolé- ' gicas internas (activaci6n simpética adrenomedular y adenohipofisaria adrenocortical). Esta respuesta permite la percepcién de cambios significativos en el entorno y en el pro- pio sujeto, que favorecen la realizacién de nucvos procesos de cvaluacién-valoracién, paulatinamente més conscientes. El resultado de este subproceso serd, de nuevo, un sen- timicnto cmocional, la respuesta fisiol6gica relacionada con esa emocién, asi como los eventuales descos y tendencias de accién. Sin embargo, cabe también la posibilidad de que el estimulo que, de forma no cons- Cente, provocé las respucstas fisiolégivas no sea identificado (dada su brevedad o por la propia incapacidad para recordarlo). En este caso, en ausencia del estimulo que dé aco- lor» emocional al estado de activacién, bien puede ser experimentado como malestar ausente de cardcter emocional, o bien como una emocién discreta fruto de la atribucién a factores orgénicos propios o del entorno, dependiendo del tipo e intensidad Ue los cam- bios fisiolégicos que suscite, Este mecanismo pucde explicar, por ejemplo, cémo cl dolor ‘que, si bien no es una emocién, sino una manifestacién de alteracién orgiinica, puede ser el desencadenante de una emocién tras ser evaluado, valorado y atribuida su ocurrencia i una causa relevante, Por su parte, ante emociones mas complejas (culpa, envidia, celos, orgullo, vergiien- a, ele.) en las que la conciencia juega un papel determinante y los procesos valorativos icados y persistentes, se requcrirfa la participacién de otras estructuras corticales en su cvaluacién, Estas emplearian la «via larga» 0, como denomina Rolls (2005a, 2005b), la «segunda ruta», que implica términos computacionales de! tipo: «si.. entunces»; se trata de una via que permite explicitar (via lenguaje) las decisiones que | implican la conciencia y la toma de decisiones. Se trata de un proceso de tipo «controla- do», en contraposicidn a la automaticidad de la «via corta», impulsado por CamScanner Laemoon 41 Este tipo de evaluacion valorativa se pruxtuce frecuentemente ante situaciones pura lay que en 1a mayoria de las acastones disponcmos de consideractones conserentes y de- Hiberaday vobre ellas, expresadas en forma de imagenes mentales y etiquctas verhales ‘organizadas por el pensumento, éstas desenben innumerables aspectos de nuestra rela cin con Ia situacisn, reflexiones, regulandades almacenadas sobre sus consecuencias probables. Estay imagenes son organizadas topogrificamente en fas cortezas sensoriales auditwas, visuales, ete., y que a su ve7 son organizadas por cortezas de aveciacidn de nivel supenor Del mismo modo, sobre procesos no vonscientes, la corteza prefrontal responderia a estas imagenes, asociadas a representaciones disposicionales individuales, sobre a manera en que cada situacién se corresponde a un tipo de respuesta altamente capecitica para cada sujeto (Figura 2.4), Estas representaciones disposicionales podrian ser adquiridas; sin embargo, se asientan sobre otras innatas (Damasio, 1994). Este tipo de evaluacién estimular consciente acarrea también connotaciones homeos- Liticas. EI sujeto Heva a cabo una secuencia de pasos conducentes al descubrimiento de todas lay peculiaridades del estimulo, de sus connotaciones situacionales, dc las repercu- siones que puede acarrear sobre su integridad, equilibrio y bicnestar personales presentes y futuras, asi como de las posibilidades de afrontamiento sobre la base de la experiencia y conocimicntos personales. En tltima instancia, la combinacién de todas estas variables favoreceni la valoracién del estimulo o situacién, siguiendo una secucncia: 1.*) En términos valorativos de la novedad de Ia situacién (si ocurre una situacién nueva 0 esperada), asi como del potencial benclicio o perjuicio para cl sujeto determinando si la situacién es agradable (gencrando tendencias de acercamien- to), © desagradable (cvitacién/huida). Esta primera evaluaciGn se realizaria de forma automi mediante procesos preatencionales (Ohman, 1994). Figura 2.4. Topogratias neurales implicadas en la evaluacion y respuesta de las emociones = complejas (Adaptada de Damasio, 1994) Siendo: A (amigdala); H (hipotalamo): Ri (cespuestas internas); CF (cortezas frontales). impulsado por CamScanner 42 Motivacién y emocion 22) En términos de probabilidad subjetiva de controlar (afrontar) la situacién, parti cularmente el poder relativo del organismo para cambiar 0 evitar las consccuen- cits a través de Ia lucha o huida, y la capacidad potencial de ajuste al resultado final. Todo ello cncaminado a no perder la estabilidad, o bien para recuperarla cn el menor tiempo posible. En este punto ereemos necesario diferenciar Ia emacién (experiencia emocional) del proceso emocional en relacién a la conciencia, ya que la experiencia emocional (senti- miento) scl resultado del procesamiento emocional. Las emociones, en tanto que estados de concicncia afectivamente cargados y subjetivamente experimentados no pueden ser inconscientes; sin embargo, ef procesamiento emocional —no consciente— es el que produce emociones conscientes. Es decir, cl contenido de la conciencia esté determinado por procesos que no siempre son accesibles a la conciencia, En cl proceso emocional e! cerebro debe, en primera instancia, evaluar el estimulo y 2p ewer & Foye soiquies 9p uoroeziyeal ‘ppejonuo> Fy] eaHgLoo [=P © wonguioine 295 ‘uptouare asombas comanwsesoo03d opejonve) —«eampuoine upisze1eq——apand uptoerednsat P1 cad ‘conswioiny conpuomny ap odiy, ‘seianpaoo K souneyan s2yeuorsoua seuiourout seoiBgjorsy seisandsaz sorornl K supa sawarpuodsaui09 to sepeseg Seanzage st] woo uproeroose soeoroens mus ns sososBiyod ssoreraxowco sespue 12 ‘uaumeru310d sepeseg sopeuo!s0u> ‘Kevionpuos ap seisuans2s _sojnumpsa ap ‘upizeanse sessed se] 29070] 2p uoroeznewomny 1 9p ugiscoiad —upreande £ 059, sofajénoo sonransoa 2 soiziguos _so81p92 ap upioeadnoes soggy ap upiaismbpe _—_—sosBtjad sayerouanod op aoe | ap upesepas 2p Unive uOIEIOW Kowommussewty —K sozianyau sp onsifay —afezxpuaude & upis2910q ‘uoroung, cre ees) eel ts) Saad cise] Coe Mee eo (4002 nesse8 A s2Us:p0 ap eperdepy) "jeuonowia owuaiwesaroid |9 Ua seperijdus) sajesqaza> sesnjonaAse Se 2p YOUNG “LZ eIqeL impulsado por CamScanner laemocion = 45, Tranel, Damasio y Damasio, 1995), Ademas, la intensidad emocional de las expresiones faciales de miedo se corrclaciona positivamente con los cambios que se producen en el flujo sanguinco en la amigdala izquierda, mientras que la intensidad de las expresiones Je alegria se correlacionaban negativamente con el flujo sanguineo en esta drea (Phillips ef al., 2001). Varios estudios han demostrado que la respuesta de fa amigdala humana a las expresiones faciales de miedo disminuye con las presentuciones repetidas (eso es, ¢ habitda), ademas, ta tasa de habituacidn a las expresiones faciales de miedo es mas répida para la amigdala derecha que para la izquierda (Phillips et al., 2001), Por su parte, los ganglios basales (Figura 2.5), tienen una funcidn decisiva en ef pro- ccesamiento emocional, Estin formados por dos nicleos: el nticleo estriado formado a su ver por dos niicleas (putamen y nicleo caudado); y el mticleo palido, Incluyen dos sub- riicleos mas, el subtalémico y ta sustancia gris, Su funcidn en la emocidn ¢s la coditica- cid de secuencias de conducta que se han repetido en el tiempo y han provocudo con- secuencias afectivas, bien castigos, bien reforzamientos (Licberman, 2000; Ochsner y Barrett, 2001). Los dafios en los ganglios hasales provocan trastornos en la prosodia ‘emocional, asf como la incapacidad pura producir y reconocer expresiones faciales emo- cionales (Cheung et al., 2006). Cancelliere y Kertesi. (1990) examinaron 46 pacientes con accidentes cerebrovasculares agudos que afectaban los ganglios basales, todos ellos pa- decian serias problemas para producir, repetir ¢ identificar prosodia emacional cn cuatro estados alectivos (alegefa, tristeza, ira y neutral), En relacién al c6rtex lateral prefrontal y de asociacién, ésic inlluye sobre el proce- samiento emocional principalmente por su papel cn ta creacién de conocimiento emocio- nal semantico implicado en las distintas expericncias emocionales, en interaccién con la amigdala que facilita la consolidacién de memorias cpisédicas de acontecimientos rele- vantes. El cértex prefrontal es la regién més amplia del cerebro humano, conectado & través de vias corticocorticales con todas las areas del neocdrtex. Sus Funciones vienen determinadas por su naturaleva asociativa, integrando informacién multimodal. Gran pat- tc del conocimiento que hemos adquirido sobre la relevancia emocional de los estimulos y acontecimientos es almacenado cn forma de estructuras de conocimicnto organizadas Figura 2.5. Principales areas corticales implicadas en la emocion. 1: cortex orbitofrontal: 2: cértex lateral frontal; 3: cOrtex ventromedial; 4: cértex cingulado anterior: 5: sistema limbico. impulsado por CamScanner 46 — Motivacién y emocién «que permiten establecerrelaciones entre estimulos, Esos conceptos emocionales o esque- mas representan abstracciones de ta experiencia, que recogen los significados individua- les de ls situaciones, sensaciones corporales, expresiones, funciones y consecuencias de las emociones. Este conocimiento se aprende episédicamente, con la experiencia y con cl tiempo se estructura cn representaciones semanticas cn torno a las posibles causas de Jas expericncias emocionales, los contextos que las relacionan y el repertorio de cond ta para afrontarlas, La memoria scmintica describe redes asociativas de informacién (Bower y Forgas, 2000) que adquicren cualidades afectivas, cuya funcién es ta represen- tacién de ato nivel para faclitar la codificacién y recuperaciGn de informacin, asf como para facilitar la interpretacién de estimulos ambiguos. La memoria seméntica influye sobre la cmocidn facilitando la claboracién de esquemas que nos informan sobre el ori- gen, evolucidn y secuelas de la emocién; permiten que claboremos tcorfas sobre qué son Jas emociones y cémo nos sentimos ante elas, Estos esquemas se consolidan cn nuestro conocimiento y automatizan, haciendo también que interpretemos de forma sesgada los cstimulos y las memorias afectivas que de cllos guardamos, estableciendo redes que aso- Gian un mismo estimulo a una valencia emocional concreta (Bradley, 1994). El cértex cingulado anterior, situado alrededor de la rodilla del cuerpo calloso, esti implicado principalmente en el procesamiento emocional controlado, esto es, en la regu- lacign eonsciente de la respuesta emocional, cuando es preciso cl control y planificacién de la conducta en situaciones que requicren monitorizacién deliberada (Lewis y Sticben, 2004; Lewis y Todd, 2005). El cingulado anterior ejecuta una funcién esencial en nume- ros0s tipas de procesos controlados (Fernandez-Duque, Baird y Posner, 2000). Su papel cvaluativo esté avalado por su ricas conexiones con numerosas dreas corticales (especial: mente las dreas posteriores estén relacionadas con dreas frontales, parictales y subcor cales relacionadas con la atencién) y subcorticales (amigdala, hipotilamo y cl cuerpo estriado). Los provesos evaluativos ante la incertidumbre, cl conflicto, el dolor 0 la vio- lacin de las expectativas son de vital importancia para la aparicién y rogulacién de la ‘emocién, Finalmente, cl cértex ventromedial y orbitofrontal, estén implicados en la scleccién implementacién de acciones regulativas cn la emocién, Los estudios con humanos y animales sefialan que cl cértex orbitofrontal y ventromedial estén implicados en la plani- ficacién y acciones regulativas en la emociGn, esto es, tanto en modilicacién activa de las respuestas a los estimulos emocionales, como en la toma de decisiones y juicios cn estas siwaciones. En conjunto, los resultados de estudios de neuroimagen cn humanos son ‘consistenies con fa idea de que la corteza orbitofrontal jucga un papel decisive en la re- presenlacién, alteracién y evaluacién del castigo y la recompensa, asf como en las aso- siaciones en el aprendizaje entre los estimulos previamente neutros y los reforzadores Primarios (Kringelbach y Rolls, 2004). Lesiones en e! lobulo orbitofrontal causan déficit 2n la capacidad para empatizar (Hynes Baird, y Grafton, 2006). Murphy, Nimmo-Smith y Lawrence (2003) llevaron a cabo un extenso meta-anilis 2n-cl que analizaron los resultados de 106 estudios de neuroimagen (con 1,167 andlisis) 2n que se cmples Resonancia Magnética Funcional (MRI) y Tomografia por Emisién de Positrones (PET) en que sc estudiaron respuestas cerebrales ante estimulos emocionales. Los resultados mostraron una mayor activacién cerebral del hemisferio izquierdo ante smociones positivas, mientras que antc emociones negativas la activacién fue simétrica zn amibos hemisferios. La distribucién de la activacién neurobiolgica asociada al miedo, impulsado por CamScanner Laemocién 47 asco ¢ ira se diferencié signiticativamente por la presencia de patrones de activacisn dis- cretos para cada una de estas emociones, en concreto, estas emociones se asociaron a la activacién de la amfgdala (miedo), ta insula y el nicleo pilide (asco) y cl cértex lateral orbitofrontal (ira), Por el contrario, la distribucién de ta activacién para la alegria y ta \risteza no ditirieron signiticativamente en la activacién provocada en el cértex cinguiado anterior ni en el dorsomedial, Por st parte, Phan, Wager, Taylor y Liberzon (2002) reali- zaron un meta-anilisis en que emplearon datos de $5 estudios (con 771 andlisis) proce- denies de similares técnicas de neuroimagen, cuyos resultados mostraron que: 1.) ef cértex prefrontal medial esti implicado en el procesamiento emocional; 2.*) la amigdala sc activaba ante el miedo; 3.°) la tristeza est asociada a la activacién del cértex cingula- do; 4°) ta induccidn de estados emocionales mediante la presentacién de estimulos vi- suales activa el cértex occipital y la amigdala; §.°) la induccién de estados emocionales ‘mediante rememoracién 0 la imaginacién de situaciones activa cl cértex cingulado anto- ior y la fnsula, y 6.°) las lareas en que los sujetos tienen que realizar tareas en que se les hhace demandas de caricter emocional implican la participacién del cértex cingulado an- terior y ta fnsula, 3.3. La experiencia emocional (sentimiento) Consiste en la toma de conciencia de la ocurrencia de una emocién, cuyo micleo princi Pal es el placer o displacer que se desprendc de la situacién. Ortony, Norman y Revelle (2005) sosticnen que los sentimientos son los registros de salida que cl cerebro clabora para interpretar los cambios corporales (tensién muscular, activacién cardiovascular, etc.) cia que causan las emociones, esto impli €a que los sentimicntos son necesarios, pero no suficientes para que se produzca una emocidn. Por su partc, Damasio (2000) enticnde que los sentimicntos son la represcnta- ccién mental de los cambios orgénicos presentes en una emocién. Aunque podria argumentarse, como en su momento defendié James (1884), que la a subjetiva es fa variable clave para fa ocurrencia de una ‘emocién, hay aspectos relacionados con el estimulo, la percepcién, la evaluacién-valora- cidn, 1a respuesta fisiolégica, la respucsta motora-cxpresiva y las tendencias de accién que también forman parte del proceso cmocional. Si bien parece ldgico defender que cl sentimiento es cl punto fundamental para que cl sujeto «sepa» que esti experimentand tuna emocién, el concepto de emocién no se agota con el sentimicnto. Esto es, puede es- lar ocurriendo un proceso emocional aunque cl sujeto no sca consciente del mismo. En estos casos, el sujeto puede Hegar a experimentar un cierto malestar, inquictud o uctiva- ccidn, pero sin ser capar, de localizar la cualidad emocional de esos cambios 0 alteraciones. Sélo la evaluacidn-valoracitin de los mismos, junto con la consideracién de las variables situacionales y contextuales, y las experiencias previas del sujeto podrin Hevar a la ex- i cualitativamente especttica de una emocién. ; subjetiva 0 sentimiento permite al sujcto poner un rétulo o una cuali- dad a ta emocién que experimenta. Es dificil, sino imposible, llegar a la experiencia sub- jotiva de una emocisn si no existe un proceso previo de evaluacién-valoracién cons te. En estos casos, el sujcto experimenta la emocién dircctamente derivada de la evaluacién-valoracién, En el caso de que ¢! estimulo, la percepcién y la evaluacién-valo- racién no alcancen cl umbral de la conciencia del sujeto, éste percibe la respuesta fisio- impulsado por CamScanner la 48 Motivacion y emocion Cc > lgica producida por la secuencia anterior, con to cual Heva a cabo ta evaluacién-valora- cin consciente, tal como hemos sefalado anteriormente, y termina por experimentar © subjetivamente la cmocién. Queda patente que siempre es necesaria una evaluacién-va- loracién conscicnte para que el sujeto experimente subjetivamente una emocidin. T rrelaciéna los sentimientos que se corresponden con cada emocin, en cl euso del ™ _micdo se genera aprensisn, desasosiego y malestar, su caracterfstica principal es la sen- sacidn de tensién, proocupacién y recelo por la propia seguridad 0 por fa salud, habitu: mente acompanada por la sensacién de pérdida de control. En ta ira se producen senti- Micntos de irritacion, enojo, furia y rabia; también suele if acompafada de obnubilacién, incapacidad o dificultad para la ejecucién clicaz. de los provesos cognitivos y focalizacién de la atencidn, Por su parte, la tristezat produce sentimicntos de desinimo, melancolta, desaliento y perdida de energia; focaliza la atencidn en las consecucncias de la situacién en el dmbito interno y es una alliccién o una pena que da lugar a estados de desconsuelo, Pesimismo y desesperacién que desencadcnan sentimientos de autocompasién. La experiencia subjetiva cs una variable necesaria ¢ imprescindible para que el suje- to sepa o tome conciencia de que experimenta una emociGn, Sin embargo, no cs necesa- ria ni imprescindible para que ocurra el proceso emocional. 3.4. La respuesta Lay respuestas emocionales humanas son fenémenos multidimensionales que abarcan evaluaciones); reacciones visccrales, humorales ¢ gestos, vocalizaciones y manifestaciones expresivas; orientaciones pos- turales y conductas manifiestas © combinaciones de éstas (Cacioppo, Klein, Berntson y Hatfield, 1993). Implican, por tanto, al organismo en su totalidad, > __Eneste sentido una contribucién importante al desarrollo de la Psicologia de la Emo- ci6n fue la teorfa propuesta por Lang (1968), en la que se afirma que la emocién se ex- presa de manera casi simultinca mediante tres sistemas de respuesta. Los componentes jm Ue esta triada se corresponden con las respuestas cognitivas, fisiolégicas y motoras 0 conductuales. La excasa relacién entre los resultados de ta evaluacién de una emocién (> mediante estos tres sistemas —fendmeno denominado fraccionamiento de respuesta— ilustra cl funcionamicnto relativamente independiente de éstos. Esta concepcién de la respuesta emocional ha supuesto importantes cambios cn su evaluacién, asf como en la > cliologia y tratamiento de los trastornos emocionales La conceptualizacién de la reactividad emocional como un fenémeno que implica la > activacidn de diferentes sistemas de respuestas ha recibido numerosos apoyos experimen- tales (Lang, 1995). Es bien sabido que la activacién y las diferentes formas de conjuncién de los sistemas de respuestas (conductuales, subjetivos y fisiolégicos), tiene que ver con (> numerosas cucstiones, tales como el tipo de fenémeno causante de la reaccién emocional, amén de otros factores , culturales y situacionales de distinta indole (Lang, Bra > ley y Cuthbert, 1990), de tal manera que puede ser posible coneptualizar fendmenos je cmocionales con diferentes niveles de integracisn psicobioldgica IIIVIIIYD (™ 3.4.1. Estructura temporal y dinamica de la respuesta emocional p= Las emociones no deben ser consideradas como fenémenos discretos, Jo que en su estudio debe ser tenida en cuenta la dimens ~~ 10 continuos, por i6n relativa a su duracién. De impulsado por CamScanner laemocen = 49 hecho, los aspectos temporales de la respuesta emocional sn fundamentales en el anéli- sis de su impacto (Gilboa y Revelle, 1994). Asl, Fryda, Onony, Sonnemans y Clore (1992) analizan ta estructura temporal wibre la base de tres pardinetrons 1. Tiempo de incremento: periodo de tiempo transcurrido entre el desencadenasmien: to de la emocién y cl momento en que ésta aleanza su méxine nivel de mtenss- dad. Duracién: tiempo transcurnido desde que se aleanza el punto méximo de intcnst- dad, hasta que se produce el retorno a la linea base, Rumiacién: periodo durante el cual el sujeto valora el sucesw que ha provocad la emocién, asi como sus consecuencias, Los datos obtenidos por estos autores revelan que, en general, Ia organizaciGn tem- poral de una respucsta emocional conileva un breve tiempo de ascenso o incremento (que dura menox de un minuto en la mayoria de los casoy), seguido de una cafda de intensidad relativamente lenta. En relacién con la estructura temporal de una respuesta emocional, en términos ge- erates implica un incremento répido, que habitualmente dura menos de un minuto en la mayoria de los casos, seguido de un decremento responsivo relativamente lento. Despucs, la respuesta cmocional puede durar horas, ¢ incluso dias, antes de volver la persona al estado basal previv a la aparicién de la emocién. En la mayoria de los casos, si se pre- gunta al sujeto, en cl 50 por 100 de los casos el episodio cmocional dura poco mix de tuna hora, aunque sus consccuencias pucdan durar dias, en concreto, cl periodo de rumia- cidn sucle durar una media de 11 horas aproximadamenic (Gilboa y Revelle, 1994). Existen interesantes relaciones entre la magnitud y los aspectos temporales de ta res- Puesta emocional. En primer lugar, esta relacién se establece en funcién de una U inver- {ida, la mayorfa de las emociones provocan este patrén de respuesta inmediato, donde ct Pico se alcanza enseguida y va decreciendo paulatinamente su intensidad. Una explica- cidn de ese hecho es que la demanda de adaptacién que suscita la atencién tiene un ca récter de urgencia, de ahi que se desarrolle de manera tan ripida; por el contrariv, en las sittaciones ambiguas o altamente complejas que implican periodos relativamente prolon- gados de evaluacién, el pico de intensidad se produce después y disminuye mas lenta- mente. A pesar de que el pico de respuesta (intensidad) pucde ser relativamente comin a diversas respuestas emocionales, es en la duracién donde aparecen diferencias mas pa- tentes. Se atribuye a los procesos de rumiacidn un papel capital en ta duracién dc la res- Puesta emocional, ya que cl procesamiento que requicre la recxaminacién del evento ‘emocional, y las recursos atenci funcién de ta valencia de fa emocién. Se estima que los procesos rumiatives son mucho mis duraderos en las emociones negativas que en las positivas, las cuales se desvanecen antes en el tiempo. En la Figura 2.6 se representan los parimetros espacio-temporales Upicos de las emociones positivas y negativas; puede apreciarse eémo las emociones ne~ gativas son mas duraderas que fas. Las interpretaciones a este hecho pueden atribuirse tanto al efecto de la rumiacién, como a las consecuencias diferenciales de am- impulsado por CamScanner 50 Motivacion y emocidn, Intensidad Segundo Horas Duracién Figura 2.6, Pardmetros espacio-temporales tipicos de las emociones positivas y negativas. bos tipos de emaciones; mientras que las emociones positivas habitualmente poscen una ddimensién motivacional ligada al logro, y, por tanto, tras su consecucién, precisan poca claboracién, por el contrario, en las negativas, cl bloquco ligado a la consccuciGn del ‘objeto hace preciso elaborar planes que permitan su consecucién, con lo que ta dimensién displacentera se prolonga en el tiempo. La Ley de ta Asimetria hedénica (Frijda, 1988) puede también explicar estas diferencias. En cl caso de las emociones mixtas (por ejemplo, la ansiedad al hablar en piblico en tun aclo que nos resulta muy satisfactorio), suele provocar niveles medios de alecto, A este respecto se sabe que ef afecto positive y el negativo tienden a aparecer como dimen- siones separadas en los estudios realizados por diversos autores (Diener, Larsen, Levine y Emmons, 1985). Por iltimo, especto a las caracteristicas espacio-temporales de emociones especiti ‘cas, existen diferencias estables en la duraciGn y periodo de rumiacidn en al menos cinco cemociones: alegria, orgulo, ansiedad, ira y tristeza. De ellas, las de mas corta duracidn son cl orgullo y la ira, que no suelen durar més de media hora; la felicidad suele superar ‘una hora de duracién en el 60 por 100 de los autoinformes; por su parte, la ansicdad y la tristeza pueden durar horas, y en el 30 por 100 de los casos dura mas de varios dias, ¢ incluso semanas. Durante cf episodio emocional, el nivel de intensidad fluctia en el tiempo, las fases ‘més agudas y las menos agudas se suceden, como han descrito Solomon (1980). Duran- (e las fuses agudas las tendencias motoras, la activacidn fisiol6gica, la actividad expresi va y la interferencia con olras tareas es pronunciada; durante las fascs menos agudas, el estado del sujet puede caracterizarse como humor o estado de énimo consccuente y ccongruenic con la cmocién que le antecede, aunque teniendo cn cuenta que un objeto impulsado por CamScanner Laemocion 51 pucde convertirse en ct foco de atencivin 0 pucde ser reinstalado como tal en cualquier momento, Tras alcanzar el maximo nivel de intensidad en ta respuesta emocional, pueden transcurrir horas hasta que fa persona estabitice sus miveles basales habituales de activa cid Como puede apreciarse en Ja Figura 2.7, 1a dinémica de ta respuesta emocional se ccompone de una fase inictal de ineremiento de la intensidad (1), un pico de intensidad (2). tun periodo de meseta o de adaptacién (3) que desemboca cn una fase pronunciada de decremento de intensidad que da lugar al proceso emocional aponente inverso (5) de valencia hedénica opuesta en intensidad, més lento y de menor intensidad que el prima- rio que finaliza (6) al recobrarse los niveles hasales de estabilidad pre-emocional Con et paso del tiempo y al repetirse fa estimulacién emocionalmente activadora, la reacei6n emocional primaria serd menor, sin embargo, su ausencia repentina provocarié tuna post-reaccién alectiva y un proceso oponente inversos cada ver, mayores, Esta inten- sificacién de la reaecién oponente serfa cl mecanismo responsable de la tolerancia 0 disminucién de la reaccién emocional primaria por experiencia repetida con cl estimulo. Se ha especulado sobre la posibilidad de que la sccucncia temporal de la reaccién cemocional no esté determinada por la intensidad que ésta alcanza, sino que dependa prin- ccipalmente de las caracteristicas del estimulo (Gilboa y Revelle, 1994). Asi, algunos sucesos provocan reacciones predominantemenic somdticas y expresivas, mientras que en otros, los recursos atencionales se ocupan en los componentes de procesamiento de la informaciéin implicados en el examen y reevaluacién de las consecuencias del suceso, provocando una mayor duracién, asf como la posterior presencia de componentes rumia- tivos. Diversos estudias experimentales no han podido replicar las predicciones de dicha tworia (Sandvik, Diener y Larsen, 1985). Proceso primario 3 Proceso oponente indica del proceso emocional Figura 2.7. Representacion grafica de la dinamica de la respuesta emocional. impulsado por CamScanner 52 Motivacidn y emocion { pS 3.4.2. La respuesta fisiologica ex Consecuente con la evaluaciin valorativa, ésta puede ser consciente & no consciente; en { el primer case et organismo reacciona dhe manera espeeffica y concordante con la emoctén subjetivamente experimentada, micntras que en el segundo la respuesta, si bien puede ser ex Cspceftica fa emociin que se acaba de desencadenar de forma ajena al conocimiento consciente del individuo, puede también provocar una reacciin indiferenctada de defen+ 0 general o evitacton Ambos tipos de respuesta fisiologica activan dos de tos principales sistemas de de- ™ tensa det organism: cl simpitico adrenomedular y el adenohipofisario adrenocortical om (Lang, Bradley y Cuthbert, 198), Algunos anilisis mis especiticos han permitida, no obstante, localivar ciertas peculiaridades asociadas a emociones particulares. Asi. en la emocién de miedo se produce un importante incremento en la scerecién de epinefrina, im Micntras que cn Ja ira se incrementan especialmente los niveles de norepinefrina (Henry. 1986). Las estructuras ncuroanatimicas mis directamente implicadas en la emocién se ubi- ccan en cl sistema limbico (Figura 2.8), que incluye el hipotélamo, el septum, la circun- ™ volucién del cingulo, la corteza entorrineal, parte de la amigdala y et tilamo anterior, Este = sistema es evolutivamente la parte mas antigua del cerchro de los mamiterus, éste parti- ccipa en los procesos relacionados con la memoria, la motivacién y expresién emocional, = asi como en el comportamiento sexual y social. El sistema limbico recibe proyceciones de todas los receptores sensoriales. Las principales estructuras limbicas son fa amigdala, ™ cl bulho olfativo, cl hipocampo, cl hipotélamo y el septum. m__En-cualquicr caso, tanto fruto de los process valorativos conscientes y deliberados, ‘como de los automaticos, no conscientes ¢ involuntarios, la integracién de la amigdala, la > conteza cingular y las representaciones disposicionales de la corteza prefrontal, favorccen que la respuesta fisioldgica siga una sccuencia de respuesta coordinada: 1.°) activaciGn de ™ tas niicleos del SNA que cavian sofiales al cuerpo a través de los nervios periférivos, to ‘que provoca que las visceras actien en ef modo compatible con ta situaciGn que causa la respuesta; 2.") envio de sefales al sistema motor, por lo que los miisculos esqueléticas a ~ Cirtex cingulado Fornia ‘Cuerpo ealloso = Cres frontal 5 Tilamo Esra terminal Cuerpo mani ‘Amigdala x Hipocampo Figura 2.8. Sistema limbico (se han eliminado los ganglios basales). ~ impulsado por CamScanner Laemocion = 53. configuran las cara emoci6i les y posturales) compatibles con cada *) activacién de los sisternas endocrino y de péptidos, cuyos cambios favorecen globalmente cl proceso de activacién cmocional, y finalmente, 4.°) se liberan neurotrans- misores del tallo cerebral y prosencéfalo liberando sus mensajes quimicos a varias regio- nes de! tclencétalo (principalmente los ganglios basales y la corteza) (Damasio, 1994). De entre los cambios fisiolégicos prescntes en la activacién emocional en el sistema nervioso central, periférico y endocrino, los mas estudiados son los que se reficren a los sistemas somitico y auténomo (Cacioppo, Klein, Berntson y Hatfield, 1993). Los principales cambios fisiolégicos de la respuesta emocional de micdo tiencn su clecto sobre cl sistema nervioso autGnomo, en forma de respucstas fasicas, y sc concretan ‘en importantes elevacioncs de la frecuencia cardiaca, las mayores de todas cuantas se producen cn respuesta a una situacién emocional; de fa presién arterial sistolica y dias- Ulica, también de una gran magnitud; de la salida cardiaca; de la fuerza de contraccién del coraz6n; de la conductancia de la piel que cs un indicador de descargas de la rama simpatica del sistema nervioso auténomo, con incrementos tanto cn su nivel general, como en cl nimero de fluctuacioncs espontineas. Reducciones muy marcadas en el vo- lumen sangufneo y la temperatura periférica, como indicadores de una importante vaso- in, lo que es especialmente evidente en la palidez de Ia cara, produciendo ta in de micdo de qucdarsc «helado» o «trio». Asi mismo, se producen efectos sobre el sistema somitico tales como clevaciones fasicas cn la tensién muscular, que ge- ncralmente afecta a todo el cuerpo, y aumentos de la frecuencia respiratoria, que son acompafados de reducciones en su amplitud, es decir, se produce una respiracién super- ficial c irregular. Todo ello favorece en un primer instante la sensacién de «paralizacién» 0 «agarrotamiento», y seguidamente proporciona cl tono muscular adecuado para iniciar una huida o evitacién de la situacién desencadenante. Por ultimo, cl miedo puede desem- bocar cn ataques de pdnico que son condiciones extremas de «bloqueo»' o de miedo pro- fundo, que se muestra acompafiadas de una actividad fisiolégica inusual que implica hiperventilacién, temblores, marcos y taquicardias, asf como sentimientos altamente ca- tastrolistas y de pérdida total del control de la situacién. Los cambios fisioldgicos que acompafian a la respuesta emocional de ira se producen sobre cl sistema nervioso auténomo y sc concretan en importantes clevaciones de la tre- cuencia cardiaca; de la presién arterial sistélica y diastélica; de la salida cardiaca, aunque en menor grado que cl visto en cl caso del micdo; y de la fuerza de contraccién del co- raz6n. Elevaciones de la conductancia de la picl, con incrementos en su nivel y especial mente marcados para cl caso de! némero de fuctuaciones espontincas, sicndo ta cmocién que més fluctuaciones produce. Asi mismo, produce reducciones tanto en cl volumen sanguinee como en la temperatura periférica, como consecuencia de una importante v. soconstriccién. En lo referente a los efectos producidos sobre el sistema somatico, apa- recen clevaciones cn la tensién muscular general y aumentos de la frecuencia respiratoria, sin que se manifiesten cambios en la amplitud. Lu ira también produce aumentos en las secreciones hormonales, especialmente en la noradrenalina, lo que proporciona un incre- mento de la energia y posibilita cl ucometer acciones enérgicas. Por diltimo, se produce una clevacién en la actividad neuronal, caracterizada por una elevada y persistente tasa de descarga neuronal. Por ultimo, los efectos fisiolégicos de ta tristeza se producen sobre el sistema nervio- ‘so auténomo y sc concretan en moderadas clevaciones de la frecuencia cardi ligeros, impulsado por CamScanner 54 — Motivacién y emocién aumentos de la presién arterial tanto sistéliea como diastélica, incrementos en la resis- encia vascular, elevaciones de la conductancia de Ia piel (con incrementos en el nivel ‘ayores de los que se producen en el caso de! micdo o la ira) y reducciones en la salida zardiaca, el volumen sanguineo y moderados descensos de la temperatura periférica (va- soconstriccién). Asimismo, se producen efectos sobre cl sistema somitico tales como evaciones cn la tensién muscular general y cambios en Ia amplitud de fa ro i iiteraciones en su frecuencia, También, se produce una clevacidn cn ta a Sgica, que se mantiene de forma prolongada, 3.4.3, La expresién facial y vocal _a expresign have referencia a la comunicacién y exteriorizacién de las emociones me- liantc ta expresin facial y otra serie de procesos de comunicacién no verhal tales como ‘8 cambios posturales 0 la entonacién vocal, Ademés de las funciones relacionadas con au dimensién social, faciitadora de la integracién de quienes comparten un sistema ca- acteristico de eddigos, signos y expresiones, la expresién emocional cumple otras fun- siones como la de controlar la eonducta del receptor, ya que permite a ésic anticipar las, ccacciones emocionales y adecuar su comportamiento a la situacién. Lacexpresién emocional implica la cxistencia de una serie de reglas que gobicrnan las smociones: constitutivas, regulativas y procesuales (Averill, 1994). Veamos un ejemplo ue mucstra emo las cmociones requieren y estén constituidas por roglas, y precisan »rocedimientos apropiados de ¢jecucién: si una regla constitutiva de la ira es romper 0 lesiruir, ésta no puede calificarse como «verdadera ira» si su expresién no posce un ma- iz destructive que puede estar presente también en otras emociones 0 conductas (cruc!- lad o sadismo). Si una regla regulativa de la ira es invadir, esta respuesta cs reconocida :omo una manifestacién de ira, pero puede scr observada 0 entendida como inapropiada an su sentido. Las reglas regulativas y procesuales se aplican primariamente a la reaccin -mocional. Estas reglas varfan entre las diferentes culturas, as{ como entre los diversos individuos la ira es expresada por los jivenes de distinta manera a como fo hace un anciano); cuan- {o tas roglas estén influidas por alteraciones biolégicas, socializacién inadecuada, moti- ‘aciones distorsionadas 0 sesgos cognitivos, la persona pucde desarrollar reglas muy liferentes de las del resto de los individuos, dando lugar a la aparicién de un desorden 0 fadrome cmocional, que se manifiesta mediante formas patol6gicas en la expresién y la ‘ivencia subjetiva de la emocidn, La expresién puede manifestarse de muy diversas formas, que van desde las formas lc expresidn automatica carente de todo control voluntario, caracterizadas por la expre- ‘én facial, los movimientos corporates y sefiales vocales espontncas e impulsivas, has- a formas altamente controladas y igidas de expresién denominadas «represivas», cn las {uc el sujeto suprime o inhibe cualquier manifestacién emocional observable, bien a usa de una disposicién bioligica, bien fruto del aprendizajc a lo largo de su desarrollo mocional, Cabe, incluso, la posibilidad de expresar de forma fingida la ocurrencia de ina emoci6n con la finalidad de conseguir algin abjctivo. Habitwalmente se ejercen algunas formas de control voluntario sobre la expresién, lo jue implica un andlisis deliberado, asi como procesos cvaluativos y valorativos de la orma apropiada de expresién emocional, De este modo se reduce la presién que gencra impulsado por CamScanner Laemocin 55 la experiencia emocional, utilizando para ello procedimientos socialmente aceptados, Acarrea también connotaciones orécticas, ya que el sujeto puede ejercer dicho control ‘como una forma de conducta intencional dirigida a la obtencién de ciertos objetivos (ma- nipular, influir sobre los otros). : La capacidad para identificar y reconocer expresiones faciales emocionales se desa- rrolla principalmente durante el primer afio de vida; entre los tres y scis primeros meses cl nifio es capaz de reconocer las emociones bisicas. Sin embargo, esta capacidad no implica que sean capaces de reconocer ta cualidad afectiva ni las propicdades ligadas a cada una de esas emociones. Por otra parte, sc ha comprobado que las expresiones facia- les de cmocién provocun respuestas de aproximaciGn o evitacién, en funcién del valor hhedénico de a expresidn emocional (Serrano, Iglesias y Locches, 1995). EL rostro humano posce capacidades expresivas extraordinarias, ya que hajo Ia picl disponcmos de mas de 20 misculos distintos controlados pore! nicleo motor facial y por {a porcién motora del niicleo del trigémino (Femandez-Abascal y Chéliz, 2001), La cxpresién puede manifestarse de muy diversas formas, que van desde las formas de expresién automética carente de todo contro! voluntario, caracterizadas por la expre- sidn facial, los movimientos corporales y scitales vocales espontineas c impulsivas, has- ta formas altamente controladas y rigidas de expresién denominadas «represivas», en las que el sujeto suprime o inhibe cualquier manifestacién emocional observable, bien a causa de una disposicién biolégica, bien fruto del aprendizaje a lo largo de su desarrollo emocional. Cabe, incluso, la posibilidad de expresar de forma fingida la ocurrencia de ‘una emocién con a finalidad de conseguir algin objetivo. Sc ha establecido Ia existencia de una asimetria facial y perceptiva, ya que cl hemis- ferio derecho percibe mejor el contenido emocional de la expresién facial y la prosodi vocal, mientras que el hemisferio izquierdo esté implicado especialmente en 1a decodi cacién de gestos y otros signos. De la misma forma, la hemicara izquierda sucle ser més expresiva que la derecha (Delgado, 2002), y que cl hemisferio izquierdo es ct dominante en cl caso de la expresién de emociones positivas y cl hemisicrio derecho sélo en tas negativas (para una revisiGn véase Locches, Carvajal, Serrano y Ferniindey, 20004). Las posibilidades expresivas resultantcs de la activacién o desactivacidn de los grupos, musculares responsables de la expresién facial son casi ilimitadas, sin embargo en la respuesta emocional esté relativamente esterentipada en nuestra especie, lo quc indica la Gn fijos en estas centros nerviosos, que sc activan de acucr- cemocional, Para la expresién de emociones distintas se pucde uti- lizar el mismo misculo en mayor o menor grado. Por ejemplo, la clevacién de los pair- pados esti presente en reacciones de sorpresa y miedo, pero también en situaciones en uc prestamos especial atencién antc un estimulo, o como componente facial de una se~ fial de saludo (Delgado, 2002). La identificacién de una expresién facial requicre una compleja secuencia de procesos ‘que implican una compleja serie de mecanismos perceptuales sobre el estfmulo, Ast, ante ‘una expresién de alegria, durante cl proceso de identificacién participan factores rela- cionados con nuestro concepto personal de la ctiqueta verhal de «alegrian, de la percep- cidn de la respuesta emocional del sujeto que la emite o nuestro conucimicnto sobre las representaciones motoras precisas para producir esa expresién (Figura 2.9). Recicntes studios en los que sc han valorado sujetos con lesiones a los que sc les ha sometido a \enicas de registro encefalogritico (EEG), de potenciales evocados (ERP), magnetocn- impulsado por CamScanner 6 — Motivacién y emocion Procesamiento pido de estimulos signif Percepeiin etal. Reaveiin cemocionat gura 2.9, Curso temporal del procesamiento de la expresién facial emocional. (Adaptada de Adolphs, 2002a.) VIIIIIIIIIIIIIIIIIGA- sfalografia (MEG), tomografia de emisiGn de positrones (PET) y resonancia magnética (&* tncional (AMRD, han demostrado que durante la identificacién cmocional participan amerosas estructuras cerebrales El proceso implica la participacién de estructuras implicadas en el reconocimiento de expresién en distintas ctapas: la amigdala, la insula, cl cértex orbitofrontal, estriado y »matosensorial, cl tilamo y otras estructuras. Muchos de estos mecanismos estin am- BW & én implicados en cl reconocimicnto de la prosodia cmocional. La amigdala y el cértex orbitofrontal enlazan la representucién perceptual de la ex- BO © csién facia! hasta su reconocimiento consciente on tres fuses: 1) mediante la retroali- fy cntacién del cortex temporal y occipital para modular la evolucién de ta representacién srceptual del rostro cn esas regiones; estos mecanismos pucden contribuir a la catego- W & aacidn detaltada de la expresién facial y la direccién de la atencién hacia ciertos rasgos aportantes para favilitar ef reconocimiento; 2) mediante la conexién entre diversas re- BD © snes corticales y 1 hipocampo pura calegorizar la expresién emocional, estos mecanis fe Cesmreden contrituir a ta recuperacién del conocimiento conceptual que tenemos de los sgos y significado de cada emocién, y 3) finalmente mediante las conexiones entre las » tructuras motoras, hipotélamo y componentes del sistema limbico por lo cual los com- »mentes de la respuesta emocional pueden ser representadas mediante la expresién emo- » ‘onal (Adolphs, 2002a, 2002b). Ke VRUVVVVVVTTVTCEFVEGIESZIIS Id impulsado por CamScanner Laemocion 57 Este proceso se realiza en un perfodo de tiempo muy corto, Podemos distinguir ros- tros de otros objetos en aproximadamente 120 ms; estos estimulos son finalmente cate- gorizados como expresiones faciales emocionales en aproximadamente 170 ms La mayorfa de los autores sefialan que ef hemisferio cerebral derecho muestra una mayor implicacién que ¢! izquicrdo durante estos procesos, también en el caso de la ex- presién emocional y para todas las emociones estudiudas. No obstante, desde algunas investigaciones se concluye que el hemisferio izquicrdo es el dominante en el caso de la expresin de emociones poxitivas y el hemisterio derecho s6lo cn las negativas. Los es- tudios sobre expresién facial en primates no humanos indican que existe una asimeteia ficial que se manifiesta en una mayor intensidad de la expresiOn en la mitad izquierda de Ja cara y, de manera correspondiente, en una mayor implicacién del hemisferio cerebral derecho (Loeches, Carvajal, Serrano y Ferndndez, 2004). La forma en la que reconovemos rostros esté actualmente en estudio, Uno de los mo- delos mas aceptados para explicar el reconocimiento de rostros es el propuesto por Bru- ce y Young (1986). Estos autores presentaron un modelo, ya clisico, en cl que el recono- cimicnto de rostros es descrito en términos de procesamiento de vias y médulos, sosteniendo que cl proceso depende de sicte tipos de informacién que extraemos del ros tro: icénica, estructural, semintica procedente de la informacién visual (edad y sexo), semintica procedente de 1a identidad especitica del sujeto, nombre, expresién, y cédigos de verbalizacién (movimientos de los labios durante cl habla). El modelo diferencia entre reconocimiento del rostro y de la expresién facial, asi como su independencia funcional. EI proceso de codificacién estructural implica dos procesos, uno en cl que a partir de informacién sensorial el sujeto construye una representacién de la cara desde su punto de vista, y otro en el que activa una representacién centrada en el objeto. Numerosos estudios demuestran que las mujeres son mas expresivas que los hombres. Las mujeres informan sonreir més frecuentemente que los hombres, hombres y mujeres asf lo reconocen (Brody y Hall, 2000), de! mismo modo que los hombres expresan con mayor frecuencia, y le es mas aceplada socialmente, la expresiGn de la ira que a las mu- jeres. Si bien, se sabe que los estereotipos sexuales ligados a 1a expresién de las emacio- nes influyen dccisivamente cn esta percepciGn ya que, por cjemplo, las expresiones Ue alegria de las mujeres son valoradas como mas intensas que las de los hombres (a igu dad de intensidad fisica expresada), mientras que, por el contrario, se valoran como me- ‘nos intensas las expresiones de ira y asco de las mujeres (Hess, Adams y Kleck, 2004). Del mismo modo, éstas son mas hdbiles para reconocer expresiones faciales incluso bajo condiciones de minima informacién (Hall y Matsumoto, 2004)...Este hecho se ha atribuido al diferente papel que evolutivamente han desempemiado ambos sexos, ya que a la mujer se Ie ha atribuido funciones predominantemente filiativas, en las que fa sonrisa cumple una funcién mucho més importante que la expresin de emociones negativas ‘como la ira, més propia del hombre, quien ha desempefiado histéricamente un papel mis dominante, para lo que es mas adaptative la expresiGn de la ira. Diferente es si nos preguntamos si el hecho de que las mujeres scan mais expresivas que los hombres significa que experimentan subjetivamente con mayor intensidad las ‘emociones. A este respecto se sabe que estan signifivativamente relacionadas la conduc- ta expresiva y la vivencia subjetiva (véase la revisién de Adelman y Zajone, 1989),sin embargo, los resultados de diversas investigaciones muestran tanto que las mujeres son mas expresivas y a la vex experimentan subjetivamente més intensamentc las emociones impulsado por CamScanner B —Motivacién y emocién Gross y Levenson, 1993) 0 bien, no s¢ encuentra diferencias en Ia intensidad con que bjetivamente se han sentido (Kring y Gordon, 1998), aun cuando sc observaran dife- sntes patrones fisiolgicos en respuesta a estfmulos Se han observado también diferencias significativas al comparar diversos pafses cu- peas, asf, por ejemplo, en la sociedades escandinavas, caracterizadas por la moderacién control de la expresidin emocional, las expresiones de ira son expresadas de forma més ihibida que en culturas mediterraneas (Pennebaker, Rime y Blanksenship, 1996) Respecto a la expresidn vocal de la emocisn, de todos es sabido que el estado afec- ‘vo modula la cualidad del Mujo de vor. Al comunicarnos verbalmentc importa tanto qué cimos —mensaje— como la forma —prosodia— en la que lo hacemos: la intensidad, ano, velocidad, etc. Los rasgos prosidicos 0 suprasegmentales de la cxpresién vocal «tan Tuertemente determinados por el estado emocional del sujeto. La traslacién percep- tal de tas caracteristicas de la prosodia se realiza mediante cl empleo de técnicas de ailisis actsticas de In vor. La informacién que provee la vor. por estados involuntarios pendicntes de! estado del hablant, incluyen tanto cambios fisiolégicos como estilos de abla culturalmente aceptados, que tienen su traslaciGn en las caracteristicas supraseg- rentales del flujo vocal. EI nivel de activacién emocional afecta a la cualidad vocal. Mientras que la presién ibglotal afecta a la intensidad del flujo de vor, el estado de la glotis determina la com- asicién de la forma inicial de la onda sonora, asf como la cualidad de su trazado, ya que forma de la onda esté determinada por el tracto vocal que condiciona a su ver. los ar- wWnicas. Los efectos locales determinan los atributos de lox fonemas —duracién de las acales, etc. (Cahn, 1990). Scherer (1979a) hipotetiza que las variaciones en cl tono mus- slar general del organismo ejercen influencia sobre los miisculos estriados que controlan 's cuerdas vocales y, por tanto, su manifestacién en las caracteristicas de la Frecuencia indamental (FO), afectando también la coordinacién del ritmo fonatorio, asf como a otras ructuras relacionadas con la articulacién. La FO depende de la longitud y vibracién de ss cucrdas vocales al dejar paso a través del orificio de la glotis al aire procedente de los almones. La accién de las cuerdas vocales esté regulada por la accidn antagénica de dos sdsculos tensores (cricotiroideo y tiroaritenoide vocalis) y otro mésculo abductor (cl ‘icoaritenoide posterior) el cual relaja la cuerdas favoreciendo su distanciamiento (Jimé- 2, 1987). Diversos cstudios (Banse y Scherer, 1996; Johnstone, Banse y Scherer, 1995; Pittam Scherer, 1993; Zetterholm, 1999) en que se ha analizado los correlatos vocales de la ‘nocidn sefialan las siguientes caracteristicas ligadas a cada una de las emociones hisicas ‘abla 2.2). 5. La orexis 2 orexis describe las tendencias de acc, el deseo, los impulsos fruto de fos subpro- sos emocionales que con anterioridad se han expcrimentado, permitiendo entender imo los procesos evaluativos y valorativos provocan conductas intencionales. Estas conductas pueden set altamente complejas c intencionales, entre las que se in- tuyen, entre otras, conductas relacionadas con el control de la propia expresién cmocio- {U (control de la expresiGn) asf como con la ausencia de expresiGn emocional (represién nocional) impulsado por CamScanner Laemocion 59 Tabla 2.2. Principales correlatos actsticos de la prosodia en las emociones bésicas Ira, Se expresa vocalmente con un incremento en Ia intensidad de Ia FO y amplitud, Diversos ‘estudios han avaluado la ira caliente de la fra, informando que la ira caliente presenta un amplio rango de variabilidad en la FO, Se han informado también altos iveles de energfa en las allas frecvencias y el contorno de la FO muestra generalmente descendent. La tasa de articulacién es alt Miedo. Se observan altos niveles en la media y rango de la FO. As{ como un alto nivel de energfa cen ls ata Frecuencia; la asa de artculacién alta. En algunos estudio, formas menos intensas ‘de miedo, como la ansiedad, muestran altos niveles de FO, aunque menores que en el miedo. Tiisteza, La media y rango de a FO son bajas, asf como Ia media de intensidad; el contorno de 1a FO muestra generalmente descendenie. Los niveles de energla a alas frecuencias son menores. Alegria. Se observan altos niveles en la media, rango, variabilidad ¢ intensidad de Ia FO. Existen algunas evidencias que apuntan a que pueden verse umbién incrementados lo niveles de energla a ‘alas, asf como Ia tasa de articulacin, ‘ASCO. Los resultados no son consistent entre las diversas investigaciones, Algunos estudios encuentran niveles superiores en la media de FD. Exta caracteristica confiere a las emociones una dimensién motivacional altamente relevante, asi, por ejemplo, tras la evaluacién-valoracién de un estimulo como peligraso para la integridad de un sujeto, éste experimenta subjetivamente miedo y casi de modo automitico se produce una tendencia de accidn dirigida a evitar ese estimulo, bien hu- yendo, bien enfrentindose a é1. En cambio, en otras emociones, como en la tristeza, pa- rece no existir esa clara relacién motivacional, pues puede no observarse conducta mani- fiesta alguna. Sin embargo, la conducta abierta y observable cs sélo una forma de constatar la existencia de motivacién, Esto es, si bien podemos ascgurar que la manifes- tacién de una conducta abierta y observable denota la existencia de motivacién, no pode- ‘mos asegurar que la ausencia de una conducta abierta y observable denote la ausencia de motivacién, En cl caso de la cmocién comentada —Ia tristeza—, también cabe la posibi- lidad de argumentar que existe motivacién, ya que la propia expresién de la emocién de tristeza es una forma motivada de peticién de ayuda, y, aunque, como indica Lyons (1993), la conducta motivada puede ser entendida como un mecanismo para solucionar una situacién (y en cf caso de la tristeza Ia situacién sucle pertenecer al pasado, y nada se puede hacer), también cabe 1a posibilidad de entender la conducta motivada como un ‘Mecanismo para solucionar una situacién presente y futura: Ia aceplacién de la realidad por parte del sujeto, En cualquier caso, la dimensién oréctica de las emociones no se configura como una variable necesaria ni suficiente para que ocurra cl proceso emocional. 3.6. El afrontamiento El afrontamiento describe tos cambios comportamentales producidos por las emociones ¥ que hacen que las personas se preparen para la accidn; en otras palabras, es cl conjun- to de esfucrzos cognitives y conductuales, que estén en un constante cambio para adap- {arse a las condiciones descncadcnantes, y que se desarrollan para manejar las demandas, {tanto intcrnas como externas, que son valoradas como excedentes o desbordantes para los recursos de la persona (Lazarus y Folkman, 1984). El afrontamiento cs, por tanto, un impulsado por CamScanner

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