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7 * Aorx & Ie] precio de una errancia! 18 Francois Sauvagnat. Pricoonalisa ra sitvar de entrado mi inlervencién haciendo ferencia a una préctica que observ6 un funciono- rio local del Imperio Britinico®« fines del siglo pasado fen India, cerca de Bombay, en aquella época existia ‘un famoso mercado, que tenia lugar en los montes Ma- hhodéo; la principal atraccién de las festvidades era el de jévenes hombres, que se crrojaban de lo ‘alto de un acantlado 6 150 metros en honor al dios Mahadéo. 4Cémo se explican sus conductas? Estos jévenes reolizabon un voto formulado por, sus propics madres antes de venir ol mundo. Estas eran mujeres estériles que suplicaban al dios Mahadéo que les concediera le Fecun- didad, a cambio, prometian ofrecerle sus primogérilos. EI muchacho designado es puesto al tanto del voto de sanctus ero erat 4 madie en el momento de la pubertad. A partir de momento, leva la vida de un monje mendicante, visita {odo los templos del dios, y llega al monte Mahadéo en el momento de la fiesta anual, para precipitarse desde lo alto del acantilado. Si le falaba el coraje de mort, rendia durante un aio sv errancia. Como méximo le acordaba una prérroga de un affo suplementari. Después del cual debia precipitorse ol vacio. Le historia, ppor supvesto no relata lo que le sucede ol pobre desgra- ciado si rerocede por tercera vez... En esta préctica ritual, podemos sitvar de entrada cl precio, el valor que puede tener esta conducta de errancia, Siendo aquél de una devda a pager, de una deuda exorbitante frente a la cual Ia existencia del sujeto 1 tiene el més minimo valor puesto que ella esti contra Escaneado con CamScanner Por el término de errancia se puede caracterizar el comportamniento y la posicién subjetiva de un cierto ntimero de jOvenes que se prostituyen ada mucho antes de su llegada ol mundo, y a portir del momento en el que le es desvelado su destino, lo propvh 502 esa errancia, que preludia la muerte real, incluso si en varios aspectos mina la realizacién Me porece que esta préctica tradicional, en su radlicelidad nos introduce de la mejor manera a lo pro. blematica de la errancia. Por el término de errancia se puede caracterizar el comportamiento y la posicién subjetiva de un cierto inimero de jévenes que se prostituyen. Si he propuesto este Iérmino, es porque a mi parecer permite examinar bajo un nuevo aspecto fa posicién subjetiva de un cierto nnimero de jévenes -y los menos jévenes también. de um verdadero extravio, de una desorientacisn subjetiva, ‘que me parece caracterizarlos mucho mejor que la mpl cacién en las prdcticas delineventes © toxicémanes visiera seficlor una ombigieded del témino ertar en franeés (también vélide para el espaol). Este deriva, nos enseia el diccionario etimolégico de Bloch y Wartburg ', de la confusin de dos palabras diferentes. {a primera viene del lain etrare que significa equivocer. 5€ 0 exttaviorse, La segunda es un verbo antiguo que sig rifico simplemente progresar, evanzar, caminor, en esle sentido se decia igualmente oie (en viejo francés) En el llimo sentido, errar se vilizaba principal. mente para los peregrinos, a quienes una cierta indi. sgencia podia eventvolmente acercarlos més a la vida tema. Asi, los monjes errantes que son ton numerosos en muchas religiones (radiciones catdlico, hindvista, bu. disto} 0 bien los errancias tradicionoles de los pueblos gitanos, que durante lorgo tiempo, han presentado su desplazamiento como peregrinaje @ partir del siglo XV fen Occidente * Esta “cobertura”, por olro lado, ha sido retomada por los bribones, os “mendigos”, “los hijos de Cain”, como los denomina en su reciente estudio el his teriador polaco Bronislaw Geremek’; estos estoladores répidamente devinieron, gracias a la literatura esporio- la, los héroes de las novelas “pic i Figura eminente de la modernidad. Otro caso, recientemente recordado por J. d'Ormesson* es la figura medieval del infiel errante, como la figura de Bovtedieu, quien habria sido conde- nado a error hasta el infnito por haber butlade a Cristo el viernes santo, o aquella de Male, muy cercana al personaje de Judos, haciendo notar leyendas similares espafiolas; 0 ain Ahasvérs el zopotero errante, que no aparece sino tardiomente, a fines del siglo XVII. Digamos répidamente que al inicio esta tradicién era del todo antizemita, pero con el romanticism, este lipo de errancia es considerada como generalizada: cuando W. Goethe 0 Adalbert Chanisso* retoman el tema, es en el fondo para alirmar que somos todos errantes, en lanto ve hombres modemos y sujetos de la cienci, Es bastante interesante notor que el “infierno", puesto de relive hace yo algunos afios por el socidlogo F. uber" como caracterstico de los jévenes salidos de “ciudedes obreras” “con problemas”, desempleados més © menos violentos, si ol principio connotaba: un ‘molestar existencial, chora fiende @ designar una suerte de eleccién de vida que es andloge, guardando las pro- pporciones, con el destino de los bribones deseriptos por Geremek. quello « lo que opunto con el temino de errancia e+ algo evidentemente diferente, puesto que se hala mas bien de cetéar una pasicién subjetiva que de detenernos en las envolivtas sociales que, por supuesto, no han de ser descvidados ni ignoradas. “Juventud abandonada” e “impostores” Enel fondo, la poblacién a la que aqul opuntomos lleva, enla tradicién psicoonalica, tres fpos se efiquelos, que Guisiera Tecordorlos brevemente: “juventud abandono- ipostores” y “conduetas antisociales Con les términos “juventud abandoncda* (verw: hrloste Jugend J" August Aichhorn designaba los hijo: maltratados, abandonedos, en conflcto masivo con sv familia, y sobre todo persuadidos que el orden del mun- do estaba constinido segin un modelo de agresiénfrus- trocién del cual es absclutamente impo: pésito de varios casos, Aichhorn mostré en que medida, incluso con nifos agresives, una maniobra educative terapéuiica era posible, pudi sitvacién aveva pare ellos sin fener que mostrarse ogresivo. O més precisamente, Abs conrdvocion tts at Escaneado con CamScanner l CEG Jovra Posieney ayer. * le salir. A pro- 4 19 fen estos casos: que su existencia pueda no ser puesta en { dudo, que tenga verdaderamente un valor Del mismo modo, cwando K. Abrohom, eveea “la hutotia do un cabellero de fa ind estatador y artista plastico que ol comienzo le preci completamente irrecuperable, inclasihecble, retomando Un tétmino comsagrado por el vio, pore most con gran sorptesa, un buen dia, que este extafador dejS de cestalor y de error de ciudad en ciudad, de csreel en cor cel. Pues habia encontrado una mvjer que le damosis que él podia ser of cota que a patito fro desu fom, cexdiado por su podte y defado de lodo por ww mode. En cl fonda, saben que Edgar A. Poe " decia que Ia extofa cera lo propio del homber, esta mujer leg’ a proborle la existencia de un mas of de fo eststa, en donde ét podia tener un valor indiscut te | pata retomar la problematica que me parece importante on 1925", Winnicott y las “conductas antisocioles” Un mis alld de lo eerancia y de ka estafa, es aque { que Winnicot describe cuando habla de “conductas an- | sociales”, publicodo en 1989 ° Recordemos que con estos Krminos, of celebve pricoonalita ings, 99.07% taba a una defincvencia orgon:zoda, sina al resulhado | de Io que dl concebia como las privaciones, destetes clectivos devivados de una inswhciencia en fea curdados rmotornos, Esta covsalidind ho ido muchas veces cro da, y de segura no tecubee dos los casos qve poxtemot encontrar. Asi, por ejemplo, el pricconalists emencana Kail A. Menninger mosh hasta que punts una educa ign demasiado solicita, infontitzonte, podia precipi a ciertos sujetos @ une realizocisn particulermente cruda de lo pulsign de muerte, haciendo de ells, en ef mejor de los casos, unos eternos nies de pecho. No obstonte, pademas reconocerle a Winnicot 7 haber sabido descubrir los mecenismes esencicles de {estas conductas, principalmente el hecho de que el nfo. | a mows de sus descartios de conduct més o menes | rwidosas y desesperadas, pone en evidencie que algo le fabs, algo 2 lo cval al tenia derecho; que exte clge | a oe bet alan dee oP * en el fondo, es una reivindicacion, une protests contra ‘vesta carencia: la conducta entisociel, pore Winnicot, deja esperanzas". Hace de Is conducts entsocicl ure condusta de llomodo. Pero deja er fo s7Bra on pun pon Tmpstante que se desprende, sin embargo, de su texto: el objeto de reivindicacicn es el vole, el precio que ol sujeto mismo pueda fener en el sene de la consielacién | femilior y parental en fa cual vino el mundo. Este velor | 63, en esos cases, alge que, desde su punto de vista, no 20 | nce Aber crstemrnn aoe puede ser negeciodo y es precisomente aguello conta Io eval of sujeto protest Este texto de Winnicott obo ser conkotads 9 ota sone de textos fo sabida que Winnicott he escrity macho sobre fa delincvenci), che Iss cuales iomard sSlo tres, Primero, una conterencis he tadecido recentemente, y que habla de ta primera prictica de Winnicott en un contra de javenes anfoles Contes vaaniodos da fo segunda guerra mundial Al al describe el problema existenciol fundamental de esos nitoe que es ka supervivencia, Lo que nos acerca a Nees eo tomes A proposite de vi Aichhorn mostré en que medida, incluso con maniobra educativa terapeutic era posible, pudiendo hacer ay pa ecer una situacion nueva ra ellos: tener el derecho de... 1a otros dos textos son: “Objeos y fenémenos ronuiionales"", donde ininte tobre ol hecho de que "het not me poverén'[] 1 0 sr mismo, algo de fo tg dl no puede doc, 0 propéato de lo cel no pwede més que ments, y ol rewhodo, ain ahi, de la posicién en la cvol es mantenide por su fomika. Es decit, que ‘expresa de un modo inverndo ha posicidn en la cual su srtomo simbalen lo 1snene. Por Utimo, ore leo, “La ‘everda: un axpecto Wenico de la comunicacién™", pone ‘en evidencia el hecho de que un niio es mantenido en Is corona cousin, un cierto Bpo de seporacién se revelo impouble: no puede existe coma seporode (vedere gue one es impo de separa itm es desde yo simbolizoda, el problema no era tanto Jee 0 podio separone paricvlmente de 1 modre tio que ede nite no pasa porar de gor con vee j cverda, y atabe todo lo que le caia bajo sus manos, de tun modo totalmente compubivo. _,_ptramer una crea den wet de nes oevpames: 3 erancie, poraddjicomente (re de una imposibilided de separacish, y askia tom. to méi encedesodes « esto errancia cuanto que recho | zon toda acvidod contractual que pueda oxeguror on \ azo socal estoble. Todo romcarre como 5 esa devda 6 poger, controtade las més de los veces por 10 entorno Escaneado con CamScanner foliar en sy nombre, se encornora de tal modo en ellos que anvia completamente el volor de lo que se puede presentar frente a ellos como posesién propia, como los fioles del dios Mahadéo. Por supuesto que abundan los ejemplos de esta anulocién: la mayor parte de los sujetos que vienen @ vernos se presntan sin documentos de identidad, y frecuentemente no sélo hay que hacetles los trémites sino también conservarlos. Otros nos confian objetos personales como si fuéramos el monte de piedad (suerte de bonco social hipotecario en el que se presta dinero © combio de objelos dejados en goranti), y vienen pe- riédicamente a inspeccionarlos para veriicar su existon cia, que para ellos es oltamente improbable. Pensemos también los numerosos inhibiciones intelectuales que puoden presentar dichos sujetos, para quienes folta la confianza minima para aceptar recibir ol sober en un eprendizoje. Pensemos iguolmente la monera espectacular con Ja cuol o dinero de ka prostitucién viene a ser las més de las veces dilapidede, « tel punto que ciertas reglamenta- Ciones policiles del siglo pasado preconizaban que s° Boch y Warburg [1975], Dictionnaire ‘élymologique de la langue kangoise, PUF, Pars, + De Voux de Foletier, F. (1961), les Tasiganes dons l'oncienne France, Connaissonces du Monde + “Geremek, B. (1990), les fis de Cain, Flammarion © D'Ormesson, J. (1990), Histoire do jut ‘errant, Gallimard > Knecht, E. Le mythe du ju errant, Presses Universitaires de Grenoble, 1977 + Novlis, Henri d'ofierdingen, in Ocuvees completes, Chamisso, A. Von, Peler Schlemihi, Aubier ~” "D Dubet,F. (1985), La galéve, Fayord "© Aichhor, A. [1971], Jeunesse & Yebandon, Payot, Ports "Abraham, K. 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Montherlant, H., de “Les jeunes files” in Oeuvres , Ed. dela Pléiade (*]N.de T.: Primera posesién no-yo. (+N. do T- Del verbo derelinquir, dex ‘omparar, abandonar. ("*] N. de T: Literalmente, hacerse ‘cargo. Se trata de designar la oct vided de los edveadores, contiene un aspecto “teropéutico” ademés del aspecto educativo. Traduccién Marina Lusa Texto publicado en la revista Regisiros. Tomo Verde, aio cinco. Buenos Aires Escaneado con CamScanner ANANANANDNNNDNNANANADAARAADN A Aan ane

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