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Medula espinal:

La médula espinal es la parte del sistema nervioso central que se halla alojado en el conducto vertebral o conducto raquídeo.

Presenta la médula dos abultamientos fusiformes, quò en la región cervicodorsal y otro en la por- ción dorsal. El superior se extiende de
la tercera vértebra cervical a la segunda dorsal y alcanza su máxima dimensión al nivel de la sexta cervical; el inferior abarca de la novena
a la duodécima vértebra dorsal.

El abultamiento superior o bra quial corresponde al origen de los nervios des- tinados a los miembros superiores y el infe- rior, también
llamado abdominal o lumbar, al lugar donde emergen los nervios que van a los miembros inferiores.

La médula se halla protegida por tres membranas que la envuelven. La más interna o piamadre está íntimamente aplicada a su superficie
exterior; la media o aracnoides, fina y transparente, queda separada de la profunda o piamadre por un espacio tabicado lleno de líquido
cefalorraquídeo llamado es- pacio subaracnoideo; finalmente, la más ex- terna, fibrosa y fuerte, es la duramadre.

La extre- midad inferior de la médula se halla situada en el vértice del cono terminal y corresponde en el esqueleto a la altura de la
segunda vértebra lumbar. El cono terminal se continúa por una porción adelgazada y larga que se prolonga hasta el cóecix y que recibe el
nombre de filum terminale

en el recién nacido llega la médula hasta la tercera y aun hasta la cuar- ta vértebra lumbar, y si retrocedemos a la vida intrauterina, se
observará que en el cuarto mes del desarrollo, la médula desciende hasta la base del cóccix.

Medios de fijación:
La médula espinal está fijada sólidamente a la cavidad del con- ducto raquídeo. Su extremidad superior se halla sostenida por su
continuidad con el bulbo, que a su vez se continúa con el resto del encéfalo. Su extremidal inferior se adhiere al esqueleto por medio de
una prolongación de la duramadre que envuelve al filum terminale.

numerosos haces fibrosos e irregulares, muy va- riables en número y volumen, fijan las caras anterior y posterior de la médula a las pa-
redes correspondientes de la duramadre; estas formaciones reciben el nombre de ligamen- tos anteriores y posteriores.

Relaciones:
En todo su trayecto está en relación directa con la piama- dre que la envuelve en toda su extensión y que juntamente con la aracnoides y
los espa- cios subaracnoideos, forma la meninge blanca o leptomeninge.

El espacio comprendido entre la médula y las paredes del conducto óseo recibe el nombre de espacio perimedular. Más amplio en la
región cervical y en la lumbar que en la dorsal, este espacio está dividido por la duramadre en un espacio subdural o intradu- ral, y otro
supradural o extradural. En la parte más profunda del primero se encuentra la piamadre y cubriendo a ésta la aracnoides, membrana
vascular muy frá- gil y transparente que forma un saco que envuelve holgadamente a la médula. Está sepa- rada de la piamadre por un
amplio espacio, denominado espacio subaracnoideo, que contiene líquido cefalorraquídeo, y de la duramadre sólo por un pequeño espacio
capilar

Configuración externa de la médula:

En la médula se distinguen una cara anterior, otra posterior y dos laterales. La cara anterior presenta un profundo surco longitudinal medio
que se extiende de un extremo a otro de la médula, denominado surco medio anterior. penetra en su espesor hasta cerca de su centro
donde queda separado de la substancia gris, o comisura gris, por una cinta blanquecina llamada comisura blanca.

A cada lado del surco medio anterior y a unos dos o tres milímetros de la línea media, emergen las raíces anteriores de los nervios
raquídeos, cuya base se encuentra en un surco discontinuo y poco marcado que se conoce con el nombre de surco colateral anterior. Entre
el surco medio anterior y el surco colateral anterior queda comprendido un cordón blanquecino llamado cordón anterior de la médula.

La cara posterior, como la anterior, presenta un surco longitudinal y medio, surco medio posterior, que se extiende en toda la longitud de
la médula; es muy poco profundo y se continúa hacia adelante con un tabique mediano de naturaleza neuróglica denomina- do tabique
medio posterior.A los lados del surco medio posterior y como a unos tres milímetros por fuera de él ergen las raíces posteriores de los
nervios raquídeos en un surco continuo, aunque poco profundo, que recibe el nombre de surco colateral posterior.

Las caras laterales, convexas de adelante atrás, están representadas por la porción de médula limitada por la emergencia de las raíces
anteriores y posteriores de los nervios raquídeos o sean los surcos colaterales anterior y posterior. Se les llama "cordones laterales" de la
médula.
Configuración interior de la médula:

El surco medio anterior y el tabique medio quedan separados en el centro de la médula por una porción de substancia gris que recibe el
nombre de comisura gris; ésta lleva en su centro un orificio que corresponde al corte del conducto del epéndimo.

Sustancia Gris:

La substancia gris de la médula ocupa la parte central de la misma, y en conjunto presenta la forma de una H o de dos medias lunas, de
concavidad externa, unidas entre sí al nivel de la parte media de su concavidad por una porción transversal llamada comisura gris. Esta,
como el total de la substancia gris, se encuentra en toda la longitud de la médula y está perforada en su centro por un conducto central, el
conducto ependimario.

El conducto ependimario es el vestigio de la cavidad central del tubo neural primitivo.

Una línea horizontal y las masas laterales de la que pasara por el conducto ependimario dividiría,las masas laterales de la substancia gris
en una parte anterior, constituida por los cuernos o astas anteriores, y otra posterior formada por los cuernos o astas posteriores. El cuerno
anterior presenta una porción anterior o cabeza y otra posterior o base. Del lado externo de esta última so una prolongación de substancia
gris que recibe el nombre de cuer- no lateral, bien ostensible en la médula delante con la substancia gris por medio dad libre o cabeza,
unidas ambas partes por llama cuello.

Cuerno anterior:

está separado de la superficie exterior de la médula por una capa gruesa de substancia blanca a través de la cual pasan las fibras nerviosas
eferentes de los núcleos motores. Estas se desprenden de la cabeza del asta an- terior para salir de la substancia medular por el surco
colateral anterior y constituir la raíz anterior o motora de los nervios raquídeos.

Cuerno posterior:

Queda separado de la superficie exterior de la médula por una delgada lámina de substancias blanca in- tegrada por la entrada de las
fibras nerviosas aferentes de las raíces posteriores de los ner- vios raquídeos; esta porción recibe el nombre de zona marginal de Lissauer.

Cuernos laterales:

emi- ten finas prolongaciones que penetran en la substancia blanca, donde se anastomosan con otras formando mallas que contienen
pequeñas porciones de substancia blanca. Constitu- ven, en conjunto, una red de substancia gris que recibe el nombre de formación
reticular de Deiters o substancia intermedia, la que está más desarrollada mientras más nos acer- camos a la extremidad cervical de la
médula.

Substancia blanca:

La substancia blanca de la médula rodea a la substancia gris, y como se indicó al estudiar la configuración exterior de este órgano, está
dividida en tres porciones llamadas cordones anterior, posterior y lateral.

El cordón anterior se halla limitado hacia dentro por el surco medio anterior, y afuera por el asta anterior y por la línea imaginaria que une
a ésta con el lugar de emergencia de las raíces anteriores de los nervios raquídeos, o sea el surco colateral anterior.

Ambos cordones anteriores se unen por su extremidad posterior en la línea media forman- do la comisura blanca, que constituye una
banda blanca y transversal comprendida entre la comisura gris anterior y el fondo del surco medio anterior.

Su borde interno es irregular y está en relación íntima con la substancia gris. Por delante y por atrás está limitado por los surcos
colaterales anterior y posterior y por la emergencia de las raíces nerviosas correspondientes.

Los cordones posteriores:

Su borde interno es rectilíneo y anteroposterior y corresponde al tabique medio posterior que separa los cordones posteriores derecho e
iz- quierdo.

Estructura de la médula:

Tanto en la substancia gris como en la blanca existen elementos nerviosos y elementos de sostén.

La substancia gris está esencialmente constituida por células nerviosas repartidas de manera desigual y por fibras nerviosas sin envoltura
de mielina o sea fibras amielínicas. Los elementos neuronales se dividen en tres categorías: células radiculares, células cordonales y
células llamadas de Golgi tipo II o de cilindroeje corto.
Células radiculares:Se llaman así porque su cilindroeje sale de la médula constitu- yendo las raíces de los nervios raquídeos; las más
típicas son las grandes neuronas mo- toras del asta anterior, de forma estrellada, que entran en sinapsis por sus prolongaciones
protoplasmicas con las terminaciones de los fascículos provenientes de centros supe- riores (cerebro, núcleo rojo, cerebelo, etc.) o de otras
neuronas medulares, y cuyos cilin- droejes pasan a la substancia blanca donde se rodean de una vaina de mielina y después emergen de la
médula formando las raíces anteriores, de naturaleza motora, de los ner- vios raquídeos.

Células radiculares posteriores:

es decir, neuronas cuya prolongación cilindroaxil va a formar parte de las raíces posteriores de los nervios raquídeos; se trata de células
de naturaleza vege- tativa y su cilindroeje va a los ganglios simpáticos de la cadena paravertebral adonde llegan por los ramos
comunicantes (fibras preganglionares simpáticas).

Células coronales:

Son aquellas cuyo cilindroeje va a formar parte de los cordones medulares. Cualquiera que sea la categoría de las células cordonales, su
cilindroeje, al llegar a la substancia blanca (cordones medu lares), se rodea también de mielina y se divide en una corta rama descendente
y una más larga rama ascendente.

Las células nerviosas de la substancia gris se agrupan en algunos puntos de la médula, en formaciones más o menos circunscritas, que a lo
largo de la misma forman colunmas discontinuas; reciben el nombre de núcleos. Las células que no se agrupan en núcleos re- eiben el
nombre de células solitarias.

en el asta anterior un núcleo anterointerno, que forma una columna se extiende en toda la longitud de la médula y un núcleo
posterointerno que sólo se encuentra en la porción media de la médula torácica. A la altura de los abultamientos cervicodorsal y
lumbosacro, donde tienen su origen las raíces motoras de los plexos bra- quial, lumbar y sacro, se aprecian núcleos en el borde externo del
asta anterior, a saber: un núcleo anteroexterno, otro posteroexterno y, atrás de éste, el retroposteroexterno; ade- más, en la médula lumbar
y en la sacra se encuentra un núcleo central.

La columna vesicular de Clarke está situada en la cara interna de la base de los cuer nos posteriores, ocupando el ángulo que forman la
comisura gris y el asta posterior. Es un núcleo característico de la médula dorsal.

En la substancia gelatinosa de Rolando, las células se agrupan en tres zonas concén- tricas, de las cuales la más superficial y posterior es
muy delgada y se pone en relación con la delgada capa de substancia blanca colocada por detrás (zona de Lissauer); recibe el nombre de
capa zonal de Waldeyer y está constituida por células cuyo cilindroeje se di- rige atrás y afuera para terminar en la parte posterior del
cordón lateral.

Las células solitarias, que en gran número se encuentran diseminadas en la substan- cia gris, son células intercaladas que desempeñan
importantísimo papel en la transmisión de los influjos motores, sensitivos y aun psíquicos.

Sustancia blanca:

Se halla constituida en cada mitad por tres cordones que se ex- tienden en profundidad hasta ponerse en contacto con la substancia gris y
que estáń bien limitados entre sí en la superficie de la médula. El primero de ellos, el cordón anterior, se encuentra limitado por el surco
medio anterior y por la emergencia de las raíces ante- riores de los nervios raquídeos, que se realiza por el surco colateral anterior. El
cordón lateral está comprendido entre los bordes externos de las astas anterior y posterior y la emergencia de los nervios raquídeos.
Finalmente, el cordón posterior se extiende del ta- bique medio posterior al borde interno de las astas posteriores, que se prolongan hasta
el surco colateral posterior.

Las células piramidales de la zona motriz cerebral, por medio de sus prolongaciones protoplasmicas, se ponen en conexión con las vías
ascendentes de la sensibilidad general. Sus cilindroejes forman las fibras de la vía motriz principal (fibras de proyección), parte de las
cuales descienden hasta la médula sin cruzarse y, ya en ésta, se inclinan hacia la lí- nea media, las unas al lado de las otras. Los haces que
originan llegan a la comisura blan- ca anterior, la atraviesan y pasan al lado opuesto, terminando finalmente en los cuernos anteriores,
donde conectan sus arborizaciones, con las prolongaciones protoplasmicas de las células motrices del cuerno anterior.
El haz piramidal directo, por consiguiente, está formado por fibras nerviosas que van de las células motrices de la corteza cerebral de un
lado, a las céulas motrices del lado opuesto de la médula.

El haz tectoespinal:

formado por fibras descendentes, ocupa la parte interna del cor- dón anterior y sus fibras, que tienen su origen en los tubérculos cuadrigé
minos, se cruzan antes de llegar a la médula y, va en ésta, terminan en el asta ante- rior. Conducen principalmente impulsos reflejos de los
centros ópticos y auditivos, que ejercen su acción sobre las neuronas medulares y a través de ellas sobre el sistema motor periférico.

El haz vestibuloespinal, como el anterior, está constituido por fibras descendentes que se originan en las neuronas del núcleo vestibular
lateral o núcleo de Deiters.

Comisura blanca:
Está formada en su mayor parte por fibras del haz piramidal di- recto o haz de Türck, Existen, además, en la comisura blanca, fibras
transversales y cruzadas que emanan de las célu- las cordonales heterolaterales de la substancia gris.

Cordón lateral:

Comprende la porción de substancia blanca limitada profundamente por los bordes externos de las astas anterior y posterior y
superficialmente por la emer- gencia de las raíces de los nervios raquídeos. En este cordón se han podido distinguir los siguientes haces
diferentes: el haz cerebeloso directo, el haz piramidal cruzado, el cerebeloso cruzado o de Gowers, el haz lateral profundo, el haz
rubroespinal, el haz espinotalámico, el haz espinotectal y el haz espinoolivar.

El haz cerebeloso directo o haz espinocerebeloso dorsal (haz de Flechsig) ocupa la parte posterior y superficial del cordón lateral, en
forma de cinta dirigida de adelante atrás. Su cara externa es convexa y forma parte de la superficie de la médula.

El haz piramidal:cruzado o haz corticoespinal lateral se encuentra por dentro del anterior y, como el haz piramidal directo, del cordón
anterior, sus fibras proceden de la zona motora de la corteza cerebral, descienden y al pasar por el bulbo, ocupan la pirámide anterior de
este órgano.

Los dos haces piramidales, directo y cruzado, conducen a las células radiculares de las astas anteriores los impulsos motores voluntarios
que nacen en la corteza cerebral. Forman la vía motora principal o vía de la motilidad voluntaria.

El haz de Gowers, también llamado haz espinocerebeloso ventral está situado por delante del cerebeloso directo. Ocupa la porción
superficial de la parte anterior del codón y está constituido por fibras procedentes de un núcleo situado en la parte externa de la base del
asta posterior, del mismo lado: núcleo basal externo. Ascienden después por toda la médula hasta el bulbo y la protuberancia, para abordar
el cerebelo por el pedúnculo cerebeloso superior y la válvula de Vieussens. Como el cerebeloso directo, los fascículos de Gowers
conducen la sensibilidad profunda inconsciente, e intervienen en la coordinación y tono muscular.

El haz lateral profundo, situado entre el haz piramidal cruzado por fuera y la subs- tancia gris por dentro, está constituido por fibras de
asociación procedentes de las cé- lulas cordonales de las astas posterior y anterior y también del asta lateral.

El haz rubroespinal, situado inmediatamente por delante del piramidal cruzado, está formado por fibras descendentes que se originan en
el núcleo rojo, se entrecruzan apenas salen de él y terminan en las neuronas del asta anterior. Las fibras del haz rubroes- pinal se
entremezclan con fibras del haz originado en el núcleo externo vestibular.

El haz espinotalamico, colocado por dentro del cerebeloso ventral, se forma por ci- lindroejes ascendentes sensitivos que nacen en las
neuronas del asta posterior, las cuales se hallan en conexión con fibras radiculares posteriores de las células ganglionares; di- chos
cilindroejes cruzan por la comisura gris, y al reunirse ascienden en dos haces muy delgados, haces espinotalámicos anterior y lateral. El
primero conduce sensaciones del tac- to y de la presión superficial y el segundo sensaciones termoalgésicas y de la sensibilidad
consciente (dolor).

El haz espinotectal se halla situado por delante del anterior, por dentro del espino- cerebeloso ventral, y se forma por fibras nacidas en
las raíces posteriores que ascienden a los tubérculos cuadrigéminos anteriores, interviniendo en las funciones reflejas de las vías ópticas.

El haz espinoolivar o haz triangular de Helveg, está colocado superficialmente por delante del haz espinocerebeloso ventral o haz de
Gowers, y sus fibras ascienden de la médula a la oliva bulbar, pero lleva también gran cantidad de fibras descendentes olivo- espinales.
VASOS DE LA MÉDULA:

Arterias. La irrigación arterial de la médula comprende arterias extramedulares y arterias intramedulares.

Arterias extramedulares:En este grupo se encuentran las arterias espinales ante- riores, las espinales posteriores y las laterales.

Las arterias espinales anteriores son dos, una derecha y otra izquierda. Se desprenden de las arterias vertebrales cerca del tronco basilar.
Después de su nacimiento, se dirigen hacia la cara anterior del bulbo y se fusionan en la línea media formado el tronco espinal anterior.
Este camina de arriba abajo por el surco anterior y termina al nivel del quinto cuerpo cervical.

Las arterias espinales posteriores son igualmente dos, una derecha y otra izquierda. Nacen de las vertebrales, un poco por detrás de las
anteriores, y se dirigen luego a la cara posterior del bulbo y de la médula para colocarse a los lados del surco medio posterior.
Caminan hacia abajo para terminar en la parte inferior de la región cervical, siendo substituidas por las ar- terias espinales laterales.

Las arterias espinales laterales del cuello nacen de la arteria vertebral y de la cervical ascendente. Las del tórax derivan de las
intercostales; las de la región lumbar, de las lumbares; y las de la pelvis, de las saeras. Todas estas arterias penetran en los aguje- ros de
conjunción adosadas al nervio raquídeo correspondiente, y se dividen en seguida en dos ramas: anterior y posterior. Cada arteria, al llegar
a la línea media, se divide en una rama ascendente y otra descendente, constituyendo las arterias espinales anterior y posterior.

Arterias intramedulares:Estas arterias son terminales y se dividen en medianas, ra- diculares y periféricas. Las primeras penetran por
los surcos medios anterior y posterior.

al llegar al fondo del surco se desvían hacia los lados, penetran en la médula y terminan por ramas recurreates posteriores y verticales.

Las arterias medianas posteriores caminan de atrás adelante por el tabique medio pos- terior, terminan al nivel de la comisura gris y
proporcionan ramas al haz de Goll y a la columna de Clarke.

Venas: venas se dividen en intramedulares, perimedulares y eferentes. Las in- tramedulares nacen en la substancia gris o blanca y se
dirigen a la periferia de la mé- dula, salen de ella por el surco anterior o posterior y originan las venas medianas ante- riores o posteriores.
Las otras salen al nivel de la emergencia de las raíces anteriores y posteriores.

Las venas perimedulares al llegar a la superficie medular forman un plexo, el cual a su vez origina venas longitudinales anteriores y
posteriores que pueden ser medianas y laterales.

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