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FACULTAD

DE CIENCIAS
DE LA EDUCACIÓN
Y HUMANAS

Trabajo Practico de Didáctica y Evaluación

Tema: Labilidad Emocional

Integrantes:

• Emilia Cabrera de Ortiz


• Rossana Cardozo Rojas
• María Elizabeth Montiel

Curso: 4to - Psicología


Docente: Celeste Bobadilla

Mayo / 2023
Planeamiento
Tema: Labilidad Emocional
Indicadores:
• Identificar las causas de la labilidad emocional
• Reconocer síntomas de la labilidad emocional
• Promover la estabilidad emocional.

Actividades
- Video corto, referente al tema
- Pregunta al grupo sobre noción o saberes previos del tema.
- Presentación de la información en PTT
- Charla
- Crear grupos de trabajo para hablar del tema.

Evaluación
- Ejercicios
1- ¿Qué es la labilidad emocional?
2- Cita causas de la labilidad emocional
3- Menciona síntomas de la labilidad emocional
4- Opina acerca de la labilidad emocional
Información

El siguiente es un ejemplo de cómo se presenta la labilidad emocional en la vida diaria:

Elisa se encuentra trabajando en la oficina, cuando el coordinador le sugiere hacer una


tarea de forma diferente. Cuando esto sucede, comienza a llorar con desesperación,
causando una sensación de desconcierto en sus compañeros de trabajo, quienes son
incapaces de tranquilizarla o consolarla, pese a todos sus esfuerzos. Nadie entiende su
exagerada reacción, puesto que el coordinador sólo hizo un pequeño comentario sin ninguna
maldad y con finalidad constructiva.

La labilidad emocional o inestabilidad emocional son los términos utilizados en psicología


para referirse a la incapacidad para controlar los estados emocionales. Quienes padecen
labilidad tienen problemas para expresar sus emociones, por lo que las externalizan de
manera exagerada o fuera de lugar.
La labilidad emocional, hace referencia al descontrol de los estados emocionales, esto es, la
persona lábil no los expresa de manera correcta, lo hace de forma exagerada o fuera de lugar.
De la misma manera que le pasa a la inestabilidad emocional, NO se trata de una enfermedad,
ni de un trastorno mental, en este sentido, se trata simplemente de no ser capaz de regular,
sentir, percibir y expresar emociones básicas.
Es la falta de regulación al percibir, sentir y expresar las emociones básicas.
Lo más habitual es que la persona se ría de manera descarada ante una situación triste o llorar
amargamente cuando le estén dando una buena noticia. El tiempo de la reacción emocional
puede variar de unos instantes a unos minutos.
No es un descontrol continuo, no, son episodios intermitentes que aparecen de forma
inesperada y entre estos episodios, el estado emocional y el humor de la persona se muestra
totalmente normal.

¿Rasgo o trastorno?
La labilidad como tal, sin nada que le acompañe es eso, labilidad emocional. Y mucho
cuidado porque en ocasiones se puede confundir con el trastorno bipolar, y muy lejos de la
realidad, y es que el trastorno bipolar sí es una enfermedad mental grave.
Eso sí, la labilidad emocional puede ser también un síntoma de otras enfermedades
incapacitantes como la esclerosis múltiple, la esclerosis lateral amiotrófica, Parkinson,
esquizofrenia, depresión, autismo, trastorno límite de personalidad o incluso Alzheimer.
Habrá que valorar y evaluar a la persona en el resto de áreas para poder hacer un diagnóstico
correcto.
Descartado otro trastorno, la persona que sufre labilidad emocional tiene reacciones de
tristeza con llantos desproporcionados o risas histriónicas, poco apropiadas y muy llamativas
sin motivo muy aparente.

Síntomas y señales
La mejor forma de identificar este handicap es a través de los síntomas y señales que le
caracterizan. Los indicadores más comunes son los siguientes:

- Llanto sencillo sin motivaciones claras.


- Sentimiento de irritabilidad incontrolable e intenso.
- Nula tolerancia a la frustración.
- Risa repentina e incontrolable fuera de lugar.
- Pesimismo ante toda situación. Este puede estar acompañado de aplanamiento
afectivo, agotamiento y ataques de ira.
- Insomnio frecuente.
- Dificultad para tomar decisiones fáciles.
- Optimismo exagerado y momentáneo. Suele estar sustentado en la irracionalidad y
puede darse ante todo tipo de situaciones.

Causas
- Alteración cerebral: La causa más habitual que provoca la labilidad emocional en la
persona es un fallo o defecto en la zona cerebral que regula las emociones, es decir, en
el sistema límbico como consecuencia de un accidente cerebrovascular, esclerosis
lateral amiotrófica (ELA), esclerosis múltiple (EM), lesión cerebral traumática o
epilepsia.
- Consumo habitual de sustancias: como el alcohol y otras drogas.
- Alto nivel de estrés: llevar un ritmo de vida poco equilibrado.
- Situaciones emocionales traumáticas, principalmente ocurridas durante la infancia.
- Traumatismo craneoencefálico.

Consecuencias
- Problemas de ansiedad.
- Problemas en las relaciones de pareja y rupturas sentimentales frecuentes.
- Disminución de las relaciones sociales.
- Aislamiento y sentimiento soledad.
- Vergüenza y culpabilidad.
- Depresión.
- Inseguridad y problemas de autoestima. La persona es totalmente consciente de sus
limitaciones y de sus reacciones desproporcionadas, así que su propia confianza y
seguridad en ella misma se verán reducidas y muy limitadas.
¿Qué hacer?
En un proceso terapéutico psicológico, el objetivo prioritario será identificar y entender por
qué ocurre esto y acompañar a la persona a controlar, dominar y manejar mejor sus
emociones y estado de ánimo.
Otros objetivos que también podemos trabajar con nuestro terapeuta pueden ser: la
autoestima, la ansiedad, la vergüenza, la culpa, la tolerancia a la frustración, el autocontrol.

¿Cómo trabajar la labilidad emocional? Tratamiento


En los casos donde la inestabilidad emocional representa un problema a nivel personal, social
o laboral es necesario adoptar medidas terapéuticas para trabajar en ella.
El tratamiento para esta problemática consiste en aplicar una terapia en la que la prioridad sea
identificar y entender las causas. Una vez identificadas, se procede a diseñar una terapia
orientada a permitir al paciente controlar, manejar y dominar tanto sus emociones como su
estado de ánimo
En ocasiones, el terapeuta también puede ver necesario trabajar otros aspectos relacionados
como la vergüenza, la culpa, la ansiedad, la autoestima, el autocontrol o la tolerancia a la
frustración, entre otros.

Conclusión sobre labilidad emocional


El control de las emociones es una habilidad que resulta útil para el bienestar en la vida
diaria. Los niños y adolescentes la desarrollan a medida que crecen como parte del desarrollo
de su personalidad. No obstante, cuando la labilidad emocional se presenta, no importa qué
tanto se haya entrenado esta habilidad, los cambios anímicos bruscos pueden convertirse en
un problema.
Cuando las emociones fuera de lugar se convierten en una constante que impide disfrutar de
una vida plena, es necesario acudir con un profesional para determinar el tratamiento
adecuado.

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