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CONSTITUCION POLITICA DE LA REPUBLICA DE CHILE EDICION HISTORICA Origen y trazabilidad de sus normas desde 1812 hasta hoy Jaime Arancibia Mattar PRESENTACION c ualquiera sea el deseniace del plebiscito de entrada, sobre si debe dictarse una nueva Constitucién Politica, el texto de la actual Carta Fundamental —su génesis, instituciones y contenido sustancial— ocupa un espacio central en el debate publico chileno. La calidad de ese intercambio de ideas depende en gran medida de la participacién activa de los lideres de opinién, intelectuales y académicos, quienes estan llamados a exponer de cara a la comunidad las mejores razones y argumentos en que se sustentan las diferentes posiciones. Lavitalidad de ese debate exige también que los ciudadanos puedan involucrarse en él, seguir con atencién su desarrollo y contar con informacién que les permita formarse un juicio propio sobre las materias en discusién. Ese es el dnimo que inspira la decisién de la Universidad de los Andes y de é! Mercurio de apoyar la difusién de la obra del profesor Jaime Arancibia Mattar sobre el origen y trayectoria de las normas constitucionales actualmente vigentes. La inédita investiga- cién del profesor Arancibia nos ilustra sobre cudndo se incorporaron a nuestro orde- namiento juridico y qué reformas han experimentado las diversas normas e institucio- nes que contempla la Constitucién. Se remonta para esos efectos hasta el reglamento constitucional de 1812, revelando que el actual texto constitucional recoge una labor acumulativa desplegada en tres siglos y por experiencias de gobierno de muy diverso signo politico. La rigurosidad de este trabajo le otorga un valor que excede el interés ciudadano en conocer el arraigo histérico de las diversas disposiciones de la Carta Fundamental y se constituye en un innegable aporte al trabajo y discusién de una eventual nueva Cons- titucién —en caso de ganar el apruebo en el plebiscito— o de una futura reforma al actual texto, en caso de salir victoriosa la opcién de rechazo a una nueva Constitucién. Finalmente, esta edicién busca servir también de instrumento pedagogico acerca del de- venir constitucional chileno en las aulas escolares y universitarias, con fines educativos y de fortalecimiento de la cultura civica. José Antonio Guzman Cruzat Carlos Schaerer Jiménez Rector Director Universidad de los Andes EI Mercurio ue RAZON OLA FUEBE [INDICE Introduccién Metodologia Fuentes normativas Constitucién Politica de la Republica de Chile. Edicién historica. Capitulo |: BASES DE LA INSTITUCIONALIDAD |ACIONALIDAD Y CIUDADANIA Capitulo II: DE LOS DERECHOS Y DEBERES CONSTITUCIONALES Capitulo IV: GOBIERNO Presidente de la Republica Ministros de Estado Bases generales de la Administracion del Estado Estados de excepcién constitucional Capitulo V: CONGRESO NACIONAL ‘Composicién y generacién de la Cémara de Diputados y del Senado Atribuciones exclusivas de la Camara de Diputados Atribuciones exclusivas del Senado Atribuciones exclusivas del Congreso Funcionamiento del Congreso Normas comunes para los diputados y senadores Materias de Ley Formacién de la ley Capitulo Vi: PODER JUDICIAL Capitulo Vil: MINISTERIO PUBLICO Capitulo Vill: TRIBUNAL CONSTITUCIONAL Capitulo IX: SERVICIO ELECTORAL Y JUSTICIA ELECTORAL Capitulo X: CONTRALORIA GENERAL DE LA REPUBLICA. Capitulo XI: FUERZAS ARMADAS, DE ORDEN Y SEGURIDAD PUBLICA Capitulo Xil: CONSEJO DE SEGURIDAD NACIONAL Capitulo Xill: BANCO CENTRAL Capitulo XIV: GOBIERNO Y ADMINISTRACION INTERIOR DEL ESTADO Gobierno y Administracién Regi Gobierno y Administracién Provincial ‘Administracién Comunal Disposiciones Generales Disposiciones Especiales Capitulo XV: REFORMA DE LA CONSTITUCION Y DEL PROCEDIMIENTO PARA ELABORAR UNA NUEVA CONSTITUCION DE LA REPUBLICA Reforma de la Constitucién Del procedimiento para elaborar una Nueva Constitucién Politica de la Republi nal 16 16 19 19 2 23 33 33 37 38 39 a1 41 42 43 45 45 46 48 50 53 56 58 62 63 64 65 66 66 66 69 69 71 72 2 72 Ey INTRODUCCION L a opcién entre estabilidad 0 cambio de las normas fundamentales ha sido objeto de estudio y comentarios de juristas, fildsofos y gobernantes desde los inicios de la cultura oc- cidental. Respectivamente, ambas protegen va- lores esenciales de la vida en comunidad, como la seguridad juridica de las relaciones humanas y la necesidad de adaptar las normas para satis- facer necesidades contemporéneas. La minus- valoracién de cualquiera de estos factores en la ecuacién constitucional puede llevar a resultados daflinos para la paz social. De ahi que la petrifica- cién constitucional resulta tan nociva para la jus- ticia de los pueblos como la disrupcién. Un sano equilibrio entre estas tendencias exige preservar © modificar las normas por razones de utilidad ‘comin, lo que exige ponderar, entre otros, su li naje histérico. El trabajo que introducimos apun- taa ese objetivo Desde luego, la pretensién de perpetuidad de las normas, sostenida usualmente por sus au- tores ensoberbecidos o beneficiarios parciales, incluso cuando su modificacién es necesaria para el bien comin, puede alentar mutaciones juridicas informales por la via del desuso, la obsolescencia, interpretaciones contra o extra legem, error comin, 0 desobediencia pacifica © violenta. Lastarria advertia los efectos perni- ciosos de la inmutabilidad constitucional ya en el siglo XIX: “eso daria lugar a que su espiritu se pusiera en choque con el movimiento progresi- vo de la sociedad, su descrédito seria inevitable ila falsa interpretacién 0 el disimulo vendrian a minarla en su base”’, De esta forma, al estimu- lar vias de hecho piblicas y privadas, un orde- namiento inmodificable per se termina destru- yendo no sélo la certeza que buscaba proteger, sino también valores como la igualdad ante 1 Lastarria, José Victorino, Elementos de Derecho Pablico Constitucional Teérico, Positivo i Politico: y la Constitu- cidn Politica de la Repiiblica de Chile comentada, im- prenta de Eug. Vanderhaeghen, Gante, 1865, p. 60. la ley y la legitimidad democratica de las reglas de convivencia. Perpetuidad, entonces, no garantiza eficacia, dice el propio Hans Kelsen?, Ademés, como ad- mite George Vedel’, el congelamiento de una norma es ilégico porque carece de un carcelero que resguarde su intangibilidad. Por eso que no sirve de mucho el juramento popular de respeto a la norma, como aquel prestado por los ate- nienses a Solén o por los espartanos a Licurgo mientras estuviera en Delfos, y que este pre- tendié perpetuar —segtin Plutarco'— dandose muerte por inanicién antes de regresar. Como se sabe, las constituciones de ambas ciudades fueron modificadas igualmente con el tiempo. Tampoco funcionaron las “cléusulas de afianza- miento” de la Europa arcaica, que prescribian acciones legales (graphe nomon me epitedeion theinai) 0 castigos terribles para aquel que bo- rrara 0 cambiara una norma’. Cuenta la leyen- da‘, por ejemplo, que Charondas de Catania en Sicilia (s:VI AC) estipulé que quien deseara proponer la reforma de una ley vigente debia hacerlo con una soga en el cuello, practica cono- cida como nomothesia en el laz0; de modo que, sila mocién era rechazada, el proponente debia ser ahorcado en el lugar. Ni siquiera esto impi dié que se presentaran y aprobaran cambios ra- zonables. Como aquella mocién de un hombre 2 Kelsen, Hans, “Derogation”, reimpresién de versién ori- ginal en Essays in Lega! and Moral Philosophy, D. Reidel Publishing, Dordrecht, Holanda, 1973, p. 261. 3 Vedel, George, Avant-propos del libro La justice cons- titutionnelle et la Haute Cour consttutionnelle d/Au- triche, de Charles Eisenmann, Editorial Econémica, Presses Universitaires D’Aux Marseille, 1986, p. vil 4 Plutarco, Plutarch’s Lives, v. |, Loeb Classical Library, Harvard University Press, 1967, p. 295 (Lycurgus, xxix3-6). 5 Canevaro, Mirko, “Legislation (nomothesia)”, en Ox- ford Classical Dictionary (oxfordre.com/classics), DOI: 10.1093/acrefore/9780199381135.013.8020, Oxford University Press, junio de 2016. 6 Diodorus Siculus, 12. 17, Diodorus of Sicily in Twelve Volumes, vol. 4, Loeb Classical Library, Harvard Univer- sity Press, 1989, p. 409 ys, JAIME ARANCIBIA MATTAR JORGE HUNEEUS, SANTO TOMAS DE AQUINO. tuerto que pedia ajustar la ley del talién para que aquellos que privaran del ojo sano a los de su condicién sufrieran la pérdida de sus dos ojos yno solo de uno. Jorge Huneeus explica las razones de esta versatil dad en el Chile decimonénico: “Cuando una Cons- titucién traba su reforma... La Nacién, con la con- Ciencia entonces de la plenitud de sus derechos, se sobrepone a esas trabas, prescinde de reglas que nunca pueden sojuzgarla en ejercicio de su sobe- rania, y verifica la reforma cuando le place...””. Las cléusulas de perpetuidad pueden ser dafiinas también en el fondo. La raz6n, explica Aristéte- les, es que “todos buscan no lo tradicional sino lo bueno”*, salus popull suprema lex esto ("la salvacién del pueblo es la ley suprema”) decian los romanos. En este sentido, continia el fil6- sofo, “como en las demés artes, también en la normativa politica es imposible escribirlo todo exactamente... es manifiesto que algunas leyes, y en ciertas ocasiones, se deben cambiar”. James Bryce afiade, parafraseando al poeta Juvenal, que apegarse a un precepto constitucional cuan- do de su modificacién depende la sobrevivencia del pais, seria como “preservar la vida al costo de todo aquello por lo que vale la pena tenerla: 7 Huneeus, Jorge, La Constitucién ante el Congreso, t. I, Imprenta Cervantes, Santiago, 1891, p. 419. 8 Aristételes, Politica, 1269a, Biblioteca Clisica Gredos, Madrid, N° 116, 1988, p. 121. 9 Ibid., 12698, p. 122. propter vitam vivendi perder causa”"*. En esto coincide, ademés, Santo Tomas de Aquino cuan- do sostiene que la rectitud de la ley, a diferencia de aquella de las cosas materiales, depende de su ordenacién a la utilidad comin, a la cual no le convienen siempre las mismas cosas, por eso que admiten variaciones ante un bien mejor". Cita, al efecto, a San Agustin, quien define la ley temporal como aquella que “siendo justa, pue- de, no obstante, modificarse justamente seguin lo exijan las circunstancias de los tiempos” En igual sentido, Nicolés Maquiavelo afirma que “es una verdad més clara que la luz del dia que, de no renovarse estos cuerpos, perecen”. Este autor asimila las constituciones a organismos vivos cuya bondad se corrompe con el paso del tiempo, a menos que se le administre una me- dicina que lo cure: quod quotidie aggregatur ali- quid, quod quandoque indiget curatione ("puesto que todos los dias se afiade algo que necesitaré curacién”)*. La analogia del cuerpo humano es utilizada también por Juan Bodino: “los sabios médicos han hallado medios para mudar las en- fermedades y alterar las fiebres contra su curso natural para sanarlas con facilidad éPor qué el sabio politico anteviendo las mutaciones, que naturalmente vienen a las Repiblicas, no repa- rara con consejo y con remedios convenientes la ruina de ellas?”*’. Esta idea es complementada por el abate Sieyés, para quien la imposibilidad de correccién seria “privarnos del contingente de luces que nos aporta cada divisién del tiempo”* 10 Bryce, James, The American Commonwealth, vol. |, Liberty Fund, Indianapolis, 1995, p. 406-407. Traduc- cién del autor. 11 Santo Tomés de Aquino, Suma Teoldgica, Tratado de la Ley, 1-24.97 a.1, Madrid, Biblioteca de Autores Cristia- nos, t. VI, 2013, p. 7. 12 San Agustin, De! libre albedrio, 1.6.14, Obras Comple- tas, vol. I}, Obras floséficas, Biblioteca de Autores Cris- tianos, Madrid, 1963, p. 216. 13 Maquiavelo, Nicolas, Discursos sobre la primera déca- dda de Tito Livio, en Maquiavelo, Biblioteca de Grandes Pensadores, Gredos, Madrid, 2011, p. 509. 14 bid.,p. $10. 15 Bodino, Juan, Los seis libros de la Republica, vol. I, Cen- ‘ro de Estudios Constitucionales, Madrid, 1992, p. 699, 16 Sieyés, Abate, Escritos Politicos de Sieyés, editados por David Pantoja Morén, Fondo de Cultura Econémica, 1993, p. 268, CONSTITUCION POLITICA DE LA REPUBLICA DE CHILE / EDICION HISTORICA 9 ‘© exponernos “a la desgracia de no poder reparar un olvido... 0 de no poder defender nuestra liber- tad y la de nuestros nietos contra las tramas de nuestros enemigos”. Fustel de Coulanges, por su parte, explica que las constituciones evolucio- nan a la par de la inteligencia del hombre: “hoy ya no piensa el hombre lo que pensaba hace veinte siglos, y por eso mismo no se gobierna ahora como entonces se gobernaba”*. De ahi también el desprecio de Platén al consti- tuyente insensato que ignora la necesidad de un sucesor que pueda corregir sus leyes ineficien- tes, del mismo modo en que los sucesores de los pintores corrigen o retocan sus cuadros para hacerlos mas bellos y luminosos®; y su reproche a los “Estados que, alin funcionando mal como tales, prohiben a sus ciudadanos cambiar en algo la constitucién politica”®, Asimismo, Thomas Je- fferson postula inicialmente que ninguna genera- cién puede obligar a la siguiente a aceptar “una constitucién perpetua... la tierra pertenece siem- pre a la generacién que vive”, idea que esta presente en la Declaracién francesa de derechos del hombre de 1793 (art. 28)”, y es seguida tam- bién por Thomas Paine y su democracia genera- ional: “la vanidad y presuncién de gobernar mas alld de la tumba es la més ridicula e insolente de todas las tiranias”®. Es por esta razén que las constituciones del mundo moderno contemplan mecanismos de enmienda. Procuran evitar, dicen algunos, el sometimiento absoluto a la “mano muerta” de los constituyentes ancestrales. 17 Ibid, 18 Fustel de Coulanges, La ciudad antigua, Editorial Po- ‘nda, México, 2003, p. 4. 19 _Platén, Didlogos Vill, Leyes VI, 769a-d, Biblioteca Clési- ca Gredos, Madrid, N® 265, 1999, pp. 469-470. 20. Platén, Didlogos IV, Republica, 426b-, Biblioteca Clisica Gredos, Madrid, N° 94, 1986, p. 211. 21 Jefferson, Thomas, Carta escrita James Madison el 6 de septiembre de 1789, en The Papers of Thomas Jeffer- son, vol. 15, Princeton University Press, 1958, pp. 392- 398. Traduccién del autor, 22 "Un puebio tiene siempre el derecho de revisar, re- formar y cambiar su ConstituciOn. Una generacién no puede someter a sus leyes a las generaciones futuras” Traduccién del autor. 23. Paine, Thomas, The rights of Man, Oxford World's Clas- sics, Oxford University Press, 2009, p. 92. Traduccién del autor. /ARISTOTELES. PLATON. En el extremo opuesto, el cambio constitucional disruptivo o total es desproporcionado e incierto en sus resultados. Pese a ser partidario de las en- miendas, como vimos, Bodino critica los cambios bruscos con una analogia arquitecténica: “[t]oda la mudanza de leyes que toquen al Estado es pe- ligrosa... es tan dafiosa como alterar los funda- mentos que sustentan la nave del edificio viejo, Porque se mueve todo y recibe muchas veces mayor dafio que (de més del peligro de la caida) que provecho de la nueva materia que se afia- de”*, René Descartes continua el ejemplo cons- tructivo al equiparar la abrogacién constitucional con derribar todas las casas de una ciudad con el nico propésito de construirlas de otro modo y hacer las calles mas hermosas, “este ejemplo me persuadié de que no habia posibilidad de que un particular intentase reformar un Estado cambiéndolo todo desde los cimientos y derri- bandole para alzarlo de nuevo"®. Siglos mas tar- de, Joseph Raz retoma la analogia para equiparar la Constitucién con una casa de doscientos afios que “habia sido reparada, ampliada, y cambiada muchas veces desde entonces. Pero es todavia la misma casa desde entonces y también lo es la Constitucién. El punto de mi colofén es adver- tir en contra de confundir cambio con pérdida de identidad”®. 24 Bodino, ob. cit, p. 702. 25 Descartes, René, Discurso de! Método, Editorial Edaf, Madrid, 1982, p. 46. 26 Raz, Joseph, Between Authority and Interpretation, Oxford University Press, 2009, p. 370. Traduccién del autor. 10 JAIME ARANCIBIA MATTAR Paradéjicamente, la necesidad de evitar cambios radicales aparece también en la “Declaracién de Independencia de los Estados Unidos de Am 2", uno de los documentos mas representativos de la fractura con el viejo orden, del novus ordo seclorum acufiado en su Gran Sello: “la pruden- cia, claro est, aconsejaré que no se cambie por motivos leves y tran: 5 gobiernos de antiguo establecidos”” Sin ir tan lejos, la misma idea esta presente en el mensaje del Presidente Juan Anto- niio Rios que dio inicio a su reforma del Cédigo de Procedimiento Civil: “el mayor mal que se le pue- de hacer a la administracién de justicia es substi- tuir Cédigos que estén en movimiento, que estén rigiendo, por Cédigos nuevos y tedricos, asi ha~ yan sido ellos elaborados por las capacidades ju- ridicas que se quieran. Un Cédigo no es un hecho aislado, lo integran practicas y jurisprudencias que, en conjunto, constituyen esas inntimeras y pequefias raices que, sumadas en un esfuerzo total, mantienen en pie el arbol de la justicia”™. ‘Ademés, las alteraciones esenciales pueden obe- decer unicamente a la vanidad o ingenuidad de sus autores. Es inconcebible, dice Edmund Burke, “que cualquier hombre pueda llegar a una pre- suncién tan extrema, como para considerar a su pafs como una mera carte blanche, sobre la cual puede garabatear lo que le plazca”®. Esta actitud JUAN ANTONIO RIOS. ANORES BELLO. 27 Traduccién utilizada por Archivos Nacionales y Admi- ristracién de Documentos de Estados Unidos. [Ver- sién en linea, www.archives.gov/espanol/la-declara- cion-de-independencia, lunes 24 de febrero de 2020}, 28 Presidente Juan Antonio Rios, mensaje con que S.E. el Presidente de la Repdblica acompafié al Congreso Nacio- nal el Proyecto de Ley sobre Modifcaciones al Codigo de Procedimiento Civil, firmado el 24 de noviembre de 1942 29° Burke, Edmund, Reflections on the Revolution in France, Penguin Books, Londres, 2004, p. 266, Traduc- cién del autor. es rechazada incluso en la cultura popular, con la voz de The Beatles en Revolution: “Dices que cambiards la Constitucién, bueno, tu sabes, to- dos queremos cambiar tu cabeza... Me dices que es la institucién, bueno, ya sabes, mejor libera ‘tu mente”. Por su parte, el mismo Abate advier- te alos roménticos o idealistas, que ven en una constitucién ex novo al ave fénix que renace de las cenizas, que “el renacimiento del fénix es una quimera y el retorno periédico de una Conven- cién puede ser una calamidad real”. Los arrebatos nihilistas pueden ser también pré- digos en inventos tedricos o ideolégicos fallidos por falta de raigambre en la conciencia juridica nacional. Tarde o temprano, la Constitucién his- t6rica o las leyes de la biologia politica regresan por sus fueros perdidos, dejando atras a gene- raciones infelices. Como grafica Jean-Jacques Rousseau, las constituciones escritas son a la costumbre 0 moral del pueblo lo que la cuerda es al madero o cintra en un arco de tiro: si no est ajustada, el disparo es ineficaz. A su juicio, el Estado se agita sin cesar por normas ajenas a la realidad, “hasta que, destruido 0 modificado, la invencible naturaleza recupera su imperio”™. Asimismo, Hegel sostiene que, para ser real, la constitucién escrita debe ser “refrendada con sangre y con vidas” y haberse “convertido en el habito de la existencia civil y ética””. Huneeus confirma este aserto al decir que el amor y la adhesién a la Constitucién chilena no debe bus- carse en sus normas escritas sino en la conciencia del pueblo de que sus instituciones “les aseguran la plenitud de todos sus derechos y les garantizan la manifestacién de ellos en todas sus formas”®. Normas revocadas por ilusorias salen a borbo- tones de la historia mundial: la concentra de poder en los reyes mesenios y argivos, por no seguir el ejemplo de Licurgo; la oligarquia de magistrados en la Atenas previa a Terdmenes; las, 30 Sieyés, ob. cit, p. 264, 31 Rousseau, Jean-Jacques, El Contrato Social, Editorial Edaf, Madrid, 2004, pp. 108 y 110. 32. Hegel, Filosofia de la Historia, Editorial Zeus, Barcelo: ‘na, 1971, p. 186. 33. Huneeus, ob. cit, p. 419. CONSTITUCION POLITICA DE LA REPUBLICA DE CHILE / EDICION HISTORICA a elecciones demasiado anticipadas a la asuncién de cargos en la Florencia medieval; la proscripcién de asociaciones en la Francia revolucionaria por interferir la relacin del Estado con el individuo; la arrogacién gubernamental de poder constituyen- te y la inmunidad judicial de actos presidenciales de excepcién en Chile; la anulacién de la Carta Magna en Inglaterra; el reconocimiento irecto de la esclavitud en Estados Unidos, entre muchos otros. Montesquieu lo confirma: “un Estado pue- de cambiar de dos maneras: 0 porque la constitu- i6n se corrige, porque se corrompe. Si conserva sus principios y cambia la constitucién, es prueba de que se corrige; pero si pierde los principios, el cambiar la Constitucién, es sefial de que se co- rrompe”™. Lo mismo en Andrés Bello: “si la Cons- titucién esté en lucha con las costumbres, con el cardcter nacional, serd viciosa; si, por el contrario, armoniza con el estado social, seré buena”, De ahi que una cultura constitucional sana, de senti- do comin, mejor dicho, no rigidiza ni desprecia sus normas legitimas, no confunde preservacién con estancamiento, evolucién con revolucién, ni cam- bio con metamorfosis o destruccién. Jeremias Ben- tham da luces sobre esta actitud cuando se declara contrario a un cambio radical de su Constitucién, pese a considerarse un politico innovador, incluso aunque el autor del cambio fuera él mismo, Antes bien, una aproximacién prudente procura comple- mentar acervo y reforma mediante adaptaciones, ajustes 0 precisiones que abordan necesidades sociales imprevistas. Estos cambios corrigen més que desvirtan una identidad juridica, mantienen el espiritu politico-filoséfico de la comunidad, son respetuosos de la melodia coral de la polis segun el Estagirita”, del alma del Estado en Isécrates*, 34 Montesquieu, Del espiritu de las Leyes, Alianza Edito- rial, 2012, p. 224. 35 Bello, Andrés, “Constituciones", en sus Obras comple- tas, vol. 19, Temas de Historia y Geografia, Ministerio de Educacién, Caracas, 1957, p. 257. 36 Bentham, Jeremias, en Benthan Papers, University College, Londres, cxt, p. 176. Traduccién del autor. 37. Aristoteles, ob. cit, 159. 38 Isécrates, en Panatenaico 12.138, y en Areopagitico 7.14, en Isocrates, vol. I, On the Peace. Areopagitcus. Against the Sophists. Antidosis. Panathenaicus, Har- vard University Press, Loeb Classic Library, 1929, p. 459. ‘Traduccién del autor. de lo grabado en el corazén de los ciudadanos segiin Rousseau, del ordenamiento prudente y providente de nuestros ancestros alabado por Locke®, del consenso técito o “compacto original” de Hannah Arendt®, del consensus universalis en Tocqueville, del “estructuralismo fundacional” del que habla Yaniv Roznai', de los pilares arqui tecténicos del edificio constitucional, en Dietrich Conrad’, o de las “cléusulas de eternidad” en la carta alemana. Podriamos afiadir que las reformas equivalen también al cambium de los drboles, cuya savia rejuvenece el tronco y alimenta las raices. En nuestra opinién, una buena sintesis de identidad y cambio son aquellas modificaciones destinadas a garantizar derechos de segunda generacién. Esta idea de mejorar sin desnaturalizar fue sabia- mente acufiada en el adagio griego alabado por Erasmo: Spartam nactus es, hanc exorna (“Es- parta es tuya ahora, adérala”), asociado tam- n a los versos Teécrito: “compite desde ahi en- tonces, haz pastar tus bueyes desde ahi”. Arendt extiende la metafora a Roma, que es laudada por poetas insignes como la restauracién de una [ACROPOLIS DE ATENAS. 39. Rousseau, ob. cit, p. 109. 40 Locke, John, “First Tract on Government”, en Locke, Po- litical Essays, Cambridge University Press, 2006, p. 8. ‘Traduccién del autor. 41 Arendt, Hannah, Crises of the Republic, Hartcourt Brace & Company, New York, 1972, pp. 88 y 89. Traduccién del autor. 42 Tocqueville, Alexis de, Democracy in America, The Uni- versity of Chicago Press, 2000, p. 382. 43. Roznai, Yaniv, Unconstitutional Constitutional Amend- ‘ments, Oxford University Press, 2017, pp. 141 y ss. 44 Conrad, Dietrich, “Constituent Power, Amendment and Basic Structure of the Constitution: A Critical Reconsid- eration”, Delhi Law Review, N° 17, 1977-78, p. 378. 45. Erasmus, Desiderius, Adages lil! to lvi100, en Collected Works of Erasmus, vol. 31, University of Toronto Press, 1982, p. 237. 2 JAIME ARANCIBIA MATTAR MARCO TULIO CICERON, JEAN-IACQUES ROUSSEAU, institucién clésica y no como la fundacién de algo nuevo. Es concebida como una segunda Troya en La Eneida de Virgilio, y sofiada para ser construida nuevamente y no refundada por Mil- ton en El Paraiso Perdido*. En palabras de {ta- lo Calvino, es preciso “devenir sin dejar de ser, ser sin dejar de devenir”*’; 0 en las del mismo Edmund Burke, “en lo que mejoramos, nunca somos totalmente nuevos; en lo que conser- vamos, nunca somos totalmente obsoletos”*, Por eso que “una disposicion para preservar, una habilidad para mejorar, juntas, serian mi estandar de estadista. Todo lo demas es vulgar en la concepcién, y peligroso en la ejecucién”®, Maquiavelo llega a ser reiterativo en afirmar que la renovacién constitucional “sélo puede hacer- se, como he dicho, volviendo a las primitivas instituciones”, sélo son “saludables las alteracio- nes encaminadas a restablecerlas [republicas} en sus principios originales’, retomar las “bases primordiales de la gobernacién’, tales como las normas “dictadas contra la ambicién y la inso- lencia de los hombres”, Estas bases primigenias serian, entonces, lo verdaderamente estatico de la Constitucién, segin Hermann Heller, aquello “que permanece a través del cambio de tiem- os y personas gracias a la probabilidad de que 46 Arendt, Hannah, On Revolution, Penguin Books, 2006, p. 199. 47 Calvino, ital, “Las Odiseas en la Odisea", en su obra Por qué leer a las Clasicos, Biblioteca Calvino, vol. 19, Ediciones Siruela, 2009, p. 22. 48. Burke, ob. cit, p. 120. Traduccién del autor. 49. Ibid, p.267. 50 Maquiavelo, ob. cit la ditima en p. 511. las dos primeras citas en p. 509, y THOMAS JEFFERSON MONTESQUIEU. se repita en el futuro la conducta humana que concuerda con ella”. Y la probabilidad de repe- tir errores es alta en una misma nacién, pese al cambio generacional, por aquella metéfora del Fildsofo de que “Ios rios y las fuentes son los mis- mos, aunque su corriente surge y pasa continua- mente”®*, En efecto, Sergio Carrasco constata en Chile que “los aciertos y los yerros, las grandezas y flaquezas resultan ser siempre los mismos”®. El componente propiamente castizo del disefio constitucional es, entonces, fundamental. Valga aqui la anécdota de Solén, a quien se pregunté si creia haber dado a su patria la mejor constitu- cién, a lo que respondié “no, pero si la que mas le conviene”**, Por eso que Sieyés aclara que “las verdaderas relaciones de una Constitucién Politi- ca se establecen con la nacién que queda, antes que con la generacién que pasa”, lo que supone reconocer en la constitucién “un principio de per- feccionamiento ilimitado, que pueda ajustarla, acomodarla a las necesidades de cada época, y no una facultad de reproduccién o de destruccién to- tal, abandonada al azar de los acontecimientos”™. Cualquiera sea la modalidad para alcanzar este equilibrio —reforma parcial o nueva Carta que incorpora aspectos sustanciales de la anterior—, 51 Heller, Hermann, Teoria del Estado, Editorial Fondo de Cultura Econémica, México D.F, 1968, pp. 268-269, 52 Aristoteles, ob. cit, 1276a, p. 159. 53 Carrasco Delgado, Sergio, Génesis yvigencia de los tex- t0s constitucionales chilenos, 2 ed., Editorial Juridica de Chile, 1983, p. 8 54 Fustel de Coulanges, ob. ct, p. 308. 55 Sieyés, ob. cit, p. 264. CONSTITUCION POLITICA DE LA REPUBLICA DE CHILE / EDICION HISTORICA B la actitud de fondo fue bien expresada por Ulpia- no: “al establecer algo nuevo debe ser evidente la utilidad de apartarse de aquel derecho que du- rante largo tiempo parecié justo”. Asi también, Giambattista Vico declara que la grandeza del imperio romano se debié a que “en sus cambios de constitucién hizo todo su esfuerzo para per- manecer firme en sus principios””. Rousseau re- sume estos postulados en una exhortacién: “co- rrige, si es posible, los abusos de tu constitucién, pero no desprecies aquella constitucién que ha hecho de ti lo que eres”"*, Puede servir también la metafora del jardin centenario, cuyas plantas fueron introducidas en décadas diferentes. Si el jardinero (autoridad) introdujo algunas especies defectuosas o sin permiso del duefio del jardin (pueblo soberano), bastaria con desplantar esos cultivos y no todo el jardin. Aristételes y Santo Tomas de Aquino justifican la proporcionalidad de la mutacién, ademas, por el menoscabo que ésta causa en la costumbre de los hombres, fuente de coaccién y de bien co- main. El primero prefiere tolerar antes que corre- gir errores pequefios de los legisladores porque s “malo el acostumbrar a abrogar con facilidad las leyes”. A su juicio, el cambio “no beneficiara tanto como dafiard la costumbre de desobede- cer a los gobernantes” y “debilita la fuerza de la ley”**. El Aquinate, por su parte, sefiala que “de ahi que no deba modificarse la ley humana sino cuando se favorezca al bien comin por una parte lo que por otra se le perjudica. Esto acon- tece siempre que del nuevo decreto se saca un provecho muy grande y notorio o en caso de ex- trema necesidad, cuando la ley vigente por largo tiempo entrafia una injusticia manifiesta ysucum- plimiento es sumamente nocivo”®. Maquiavelo 56 Justiniano (siglo VI), Digesto, Libro 1, Titulo 4, NP 2, Traducc. Ildefonso Garcia del Corral, Barcelona, Kriegel, Hermann y Osenbriggen editores, 1897, p. 213. 57 Vico, Giambattista, New Science, Penguin Books, 1999, 1.439. Traduccién del autor. 58 Rousseau, Jean-Jacques, “Considerations on the Government of Poland and on its projected Reforma- tion’, en Rousseau, The Social Contract and other later political writings, Cambridge University Press, 2003, . 178. Traduccién del autor. 59° Aristoteles, ob. cit., p. 122. 60 Santo Tomas de Aquino, ob. cit, 1-24.97 22, p. 196. comparte esta apreciacién cuando seffala que las novedades constitucionales “alteran la imagina- cién de los hombres y conviene que, en lo posi- ble, sean respetados los antiguos usos”*. El criterio de proporcionalidad rige no sélo el objeto del cambio sino también su puesta en marcha. Por regla general, esta exige gradualidad por razones de confianza legitima, y su conteni- do queda bien expresado en el vocablo “refor- mismo”, definido como “doctrina y actitud que propugnan el cambio gradual y pacifico de una situacién”®. Sobre todo, en el caso de cambios sustantivos. Por lo mismo, Immanuel Kant pro- ponia el paso paulatino de una constitucién des- potica (democratica, autocratica o aristocratica) auna republicana. Para este autor, la gradualidad es la tinica forma de acercarse continuamente al bien politico supremo-paz perpetua®. La aplicacién de los postulados anteriores exige, necesariamente, contar con un bagaje acerca de la legitimacién de las leyes fundamentales ©, si se quiere técnicamente, de su grado de identificacién formal y sustantiva con el ethos juridico nacional. Esta adecuacién de la Consti- tucién escrita a las raices de justicia de un pue- blo depende del origen 0 convalidacién demo- cratica de sus disposiciones, de su antigiedad reiteracion en cartas posteriores, y de la inter- pretacién 0 uso dado por érganos constitucio- nales. David Hume resume bien estos factores cuando sostiene que el disefio constitucional es un trabajo “tan dificil, que ningdn genio hu- mano, por muy comprehensivo que sea, pue- de lograrlo a fuerza de razonar y reflexionar. Los juicios de muchos deben reunirse en el trabajo; la experiencia debe guiar su labor; el tiempo debe llevarlo a la perfeccién; y la per- cepcién de los inconvenientes debe corregir los errores en los que ellos caen inevitablemente 61 Maquiavelo, ob. cit, p. 326. 62 Real Academia Espafiola, Diccionario de la lengua es- Pafiola (22.2 ed.), 2001. Disponible en http://www.rae. ‘es/rae.htm! [fecha de consulta: 23 de febrero de 2020), 63 Kant, Imannuel, “Perpetual peace, a philosophi- cal sketch", en Kant, Political Writings, Cambridge University Press, 2013, pp. 99 y 188. 14 JAIME ARANCIBIA MATTAR NICOLAS MAQUIAVELO. HANNAH ARENOT. por sus primeros intentos y experimentos”* Después de todo, continuando con Kant, el grado de estabilidad de una Constitucién depende de que las lecciones del pasado puedan ser inculca- das eficazmente en los corazones de todos". Es, precisamente, en este contexto donde el tra- bajo que introducimos puede tener importancia: un texto “cromatico”, una especie de “genoma” preceptivo disefiado para destacar la fuente pri- mera y el itinerario seguido por cada una de las provisiones de la Constitucién chilena. De esta forma, podemos familiarizarnos con sus autores y su valoracién o ratificacién por los chilenos de ayer y de hoy. La historia o res gestae de la na- cién es esencial en la evolucién y determinacién de la Constitucién, dice Hegel, “pues ella consti- tuye el modo empirico de producir lo universal, ya que habilita para la inteleccién de una cosa duradera”**, De la lectura de este material queda en eviden- cia que el texto vigente tiene un sustrato histé- rico considerable. Sin perjuicio de sus vaivenes de aciertos y errores, se inscribe en el listado de ‘cuerpos normativos centenarios. Como sostuvo el Presidente Ricardo Lagos respecto de la Cons- titucién vigente, “tener esta Constitucién nos liga a un pasado del cual nos enorgullecemos’, el de O'Higgins, Portales, Alessandri, Neruda y 64 Hume, David, “OF the rise of the arts and sciences”, en David Hume, Selected Essays, Oxford World's Classics, Oxford University Press, 1998, pp. 66 y 67. 65 Kant, ob. cit, p. 184, 66 Hegel, ob cit, p. 186. Mistral". Asimismo, la Presidenta Michelle Bachelet, en su proyecto de reforma constitucio- nal, sefialé que “existen normas que son propias de nuestra cultura constitucional y que han per- sistido sin grandes variaciones entre las diferen- tes cartas fundamentales”**, Tal aserto es eviden- te, su proyecto recoge estas normas y al menos un centenar de cién de 1980. El respeto por la tradicién es com- partido también por autores como Luz Bulnes, para quien nuestra constitucién esta inspirada en “nuestras tradiciones juridicas y politicas’®; Alejandro Silva, con su idea de aprovechar “las experiencias historicas” y ponderar los factores que resultan “del pretérito del grupo”®; y, mas recientemente, Patricio Zapata”. $05 originales de la Constitu- Podriamos, entonces, predicar de nuestra Carta Magna los atributos que Cicerén reconocié en la constitucién romana, pues “nuestra republica no se debe al inger de un solo hombre, sino de muchos, y no se formé en una generacién, sino en varios siglos de continuidad. Y decia que jams habia existido un tan gran ingenio, si es que en algin momento pudo haberlo, a quien no escapara nada, ni pudieron todos los inge- nios proveer tanto en un solo momento, que pudieran abarcar todo sin la experiencia de la realidad prolongada por mucho tiempo””’. No deja de impresionar que esta visién es ubicua en la historia, pues aparece en términos simi- lares en el discurso de apertura del parlamento 67 Discurso de Promulgacién de la Ley N? 20.050, de Re- forma Constitucional que introduce diversas modifica- ciones a la Constitucién Politica de la Republica, 17 de septiembre de 2005. Disponible en wwww.labconstitu cional.c {fecha de consulta: 23 de febrero de 2020]. 68 Mensaje NP 407-365, "Proyecto de reforma constitucio- nal, iniciado en mensaje de S.E. la Presidenta de la Rep blica, para modificar la Constitucién Politica de la Repibli- «a ingresado el 6 de marzo de 2018. Boletin 11.617-07. 69 Bulnes, Luz, Constitucién Politica de la Republica de Chile. Concordancias, anotaciones y fuentes, Editorial Juridica de Chile, 1981, p. 7. 70 Silva, Alejandro, Derecho Politico. Ensayo de una sin- ‘esis, Editorial Juridica de Chile, 1980, pp. 159 y 160, respectivamente 71 Zapata, Patricio, “La nueva Constitucién y el bien co- ‘min’, en Nueva Constitucién y Momento Constitucional, Legal Publishing, Thomson Reuters, 2014, pp. 95 a 103. 72 Cicerén, Sobre la Republica, Biblioteca Clésica Gredos, N® 72, Madrid, 1984, pp. 86-87. CONSTITUCION POLITICA DE LA REPUBLICA DE CHILE / EDICION HISTORICA 15 del Rey Jorge V de Inglaterra en 1935: “las com- plejas formas y el espiritu equilibrado de nues- tra Constitucién no fueron el descubrimiento de una sola era; y todavia menos el de un par- tido Gnico o de una sola persona. Ellas son la lenta acumulacién de los siglos, el resultado de la paciencia, tradicién y experiencia, constan- temente encontrando canales, viejos y nuevos, para el impulso hacia la justicia y mejora social inherente de nuestra gente en cada época””. Probablemente, la eficacia o respeto de nuestra Constitucién, y mas alla de sus crisis cada ocho lustros, diagnosticadas certeramente por José Luis Cea’, propias de su metabole, diria Poli- bio”, o de su vis medicatrix segin Hipécrates”, estriba en el robusto cardcter histérico de varias de sus disposiciones. En este sentido, no seria una excepcién a la regla declarada por Bryce de que “todo aquello que tiene el poder de ganar la obediencia y el respeto de los hombres debe tener sus raices profundas en el pasado, y mien- tras mas lentamente toda institucién ha crecido, tanto mas perdurable prueba ser”. Y es que, a fin de cuentas, cobra valor el pasaje de Anénimo 73. Citado por Hernon, Joseph Jr. en “The Last Whig Histo- rian and Consensus History: George MacAulay Trevel yan, 1876-1962", The American Historical Review, vol. 81, issue 1, febrero 1976, p. 86, 74 Cea Egafia, José Luis, Renovacién del Constitucionalis ‘mo en Chile, Abeledo Perrot, Thomson Reuters, 2012, . 667: *.. n0 callo que, cada 40 afios aproximadamen- te, nos precipitamos en la polarizaci6n que desemboca cen ruptura de la continuidad democratica’. 75 Cf: Champion, Craig, Cultural Politics in Polybius’s His- tories, University of California Press, 2004, pp. 144 ys. 76 _ Entendida como la capacidad de un organismo vivien- te de esforzar su cuerpo para sanar sus enfermedades, fue utilizada como analogia constitucional por primera ver por Calhoun, John, A Disquisition on Government ‘and a Discourse on the Constitution and Government of the United States, A. Johnston, Columbia S.C, Es- tados Unidos, p. 295. 77 Bryce, ob. cit, p. 27-28. PALACIO DE LA MONEDA, de Lamblicus (s.lll) de que los pitagéricos “consi- deraban justo permanecer fieles a las costumbres Y normas ancestrales, incluso si son ligeramente inferiores a las de otros, porque abandonar fé- cilmente las leyes existentes y estar inclinados a introducir innovaciones no seria conveniente ni util”, En suma, a la hora de deci qué modificar y qué no de la Constitucién actual, Nos parece interesante tener presente estos ante- cedentes propios de historia y modernidad. ir con sensatez Somos conscientes de las ciones de un es- tudio como este. Como ensefiaba Julio Heise, “la Historia Constitucional no comprende sélo el es- tudio de las fuentes juridicas que dan forma le- gal a las instituciones, sino que también el de los. hechos no juridicos que influyen y determinan la existencia de estas instituciones””. Nuestro pro- pésito, por ahora, sélo ha sido contribuir a la his- toria normativa de las fuentes, Después de todo, las normas escritas, al igual que los hechos segun. el proverbio, son cosas porfiadas. Finalmente, quisiera agradecer al rector de la Universidad de los Andes, al director y editor de E/ Mercurio, y a mis queridos amigos de la Facultad de Derecho, Por su inestimable apoyo y consejo para esta publicacién. Termino recordando el antiguo bro- cardo politico de! quod omnes tangit... ("lo que a todos toca, todos deben aprobarlo”), para suge- rir también que, lo que a todos concierne, todos deberiamos conocer bien. Jaime Arancibia Mattar’? 78 Canevaro, ob. cit. Traduccién del autor. 79 Heise Gonzilez, Julio, Historia Constitucional de Chile, Editorial Juridica de Chile, 1954, p. 8. 80 Ph.D. Universidad de Cambridge. Profesor de Derecho ‘Administrativo y Constitucional de la Universidad de los Andes. 16 JAIME ARANCIBIA MATTAR. METODOLOGIA Para efectos de anilisis del texto, cada frase 0 expresién ha sido coloreada segiin el periodo en que aparecié por primera vez en una norma fundamental, distinguiendo cuatro periodos principales del devenir constitucional patrio: 1812-1925, 1925-1973, 1973-1989, 1989-2020. Ademés, en la nota al pie adjunta a cada entrada se indica el articulo y norma especifica original del precepto, asi como su eventual reconocimiento 0 modificacién leve en normas posteriores, también coloreadas segin el pe- riodo correspondiente. Para efectos de trazar una iteracién rigurosa de los preceptos a lo largo de nuestra historia constitucio- nal, se han considerado aquellos que han mantenido su texto incélume, y otros cuyas modificaciones han sido mas bien formales (v.gr. plazos, denominaciones, sinénimos).. Por razones de espacio, y para facilitar su lectura, el trabajo ha omitido mencionar el inciso preciso de cada estipulacién. Las normas transitorias han sido omitidas, ademés, en razén de su carécter temporal y para enfatizar que no se trata de una edicién oficial de la Constitucién vigente. FUENTES NORMATIVAS Las fuentes normativas consultadas para esta edicién corresponden a las recopiladas en el libro Cons- tituciones Politicas de la Republica de Chile 1810-2015, 2? ed., publicado por el Diario Oficial de Chile y el Tribunal Constitucional de Chile en 2016", con excepcidn de aquellas que nunca tuvieron vigencia y de las promulgadas con posterioridad a esta obra. En particular, los cuerpos constitucionales y legales que han contribuido a dotar de contenido a la Constitucién vigente® son los siguientes, con indicacién de la abreviatura con que serén citados: PER[ODO NORMA ABREVIATURA 1812 a 1925 Reglamento Constitucional Provisorio de 1812, 09.11.1812, segin | RCP1812 aviso de Aurora de Chile N? 39, de 05.11.1812 Reglamento para el Gobierno Provisorio de 1814, Monitor Arauca- | RGP1814 no, 18.03.1814, Tomo Il N2 39 Constitucién Provisoria para el Estado de Chile de 1818, Gaceta_| CP1818 Ministerial de Chile N° 57, 12.09.1818 Constitucién Politica del Estado de Chile de 1822, Gaceta Ministe- rial de Chile N° 62, 04.11.1822 cee Reglamento Orgénico Provi Chile N° 68, 05.02.1823 nal de 1823, Gaceta Ministerial de | aop1g23 Reglamento Orgénico y Acta de Unién del Pueblo de Chile, Boletin | ROAU1823 de las Leyes N° 3 Libro |, 16.04.1823 Constitucién Politica del Estado de Chile de 1823, Boletin de las | C1823, Leyes N2 3 Libro I N® 20, 01.01.1824 81 Disponible también en www.tribunalconstitucional.cl/wp-content/uploads/Constituciones1810-2015-1.pdf [fecha de consulta: 28 de agosto de 2020], 82 Se han omitido las normas de reforma cuyo contenido no aparece en la versién actual de la Constitucién, CONSTITUCION POLITICA DE LA REPUBLICA DE CHILE / EDICION HISTORICA v7 Lei de 14 de febrero de 1827, Boletin de las Leyes N° 7 Libro ll, | Lfeb/1827 19.07.1827 Constitucién Politica de la Republica de Chile de 1828, Boletin de | C1828 las Leyes N@ 1 Libro IV, 11.04.1828 Constitucién de la Republica Chilena de 1833, Boletin de las Leyes | C1833 N22 Libro Vi, 30.08.1834 Ley de 8 de agosto de 1871, Boletin de las Leyes y Decretos de | L.ago/1871 Gobierno, Libro XXXIX, N® 8, agosto de 1871 Ley de 25 de septiembre de 1873, Boletin de las Leyes y Decretos | L.sep/1873 de Gobierno, Libro XLI, N29, septiembre de 1873 Ill Reforma, Ley de 13 de agosto de 1874, Boletin de las Leyesy | L.ago1/1874 Decretos de Gobierno Libro XUIl, N°8, agosto de 1874 IV Reforma. Ley de 13 de agosto de 1874, Boletin de las Leyes y | L.ago2/1874 Decretos de Gobierno Libro XUIl, N2 8, agosto de 1874 Ley de 24 de octubre de 1874, Boletin de las Leyes y Decretos de | L.oct/1874 Gobierno Libro XUll, N° 10, octubre de 1874 Ley de 12 de enero de 1882, Diario Oficial (en adelante D. Lene/1882 15.01.1882 Ley de 12 de diciembre de 1891, D.0. 12.12.1891 Ldie/1891 Ley de 7 de julio de 1892, 0.0. 09.07.1892 Ljul/1892 Ley de 26 de junio de 1893, 0.0. 26.06.1893 Ljun/1893 1925 a 1973 Constitucién Politica de la Republica de Chile, 0.0. 18.09.1925 _| C1925 Ley N? 7.727, D.0., 23.11.1943 7.727 Ley N° 12.548, 0.0. 30.09.1957 12.548 Ley N2 16.615, 0.0. 20.01.1967 116.615 Ley N® 17.284, 0.0. 23.01.1970 17.284 Ley N® 17.398, 0.0. 09.01.1971 17.398 Ley N? 17.450, 0.0. 16.07.1971 17.450 1973.2 1989 ‘Acta Constitucional No 2, D.L. N? 1551, D.O., 13.09.1976 AC2-1976 ‘Acta Constitucional No 3, D.L. N® 1.552, D.0,, 11.09.1976 AC3-1976 Decreto Ley N° 2.603, 0.0. 23.04.1979 012.603, Decreto Ley N2 2.755, D.0. 05.07.1979 012.755 Constitucién de 1980, D.L. N® 3.464, D.0,, 11.08.1980 1980 1989 a 2020 Ley N® 18.825, D.O. 17.08.1989 118.825 Ley N2 19.055, D.0. 01.04.1991 119.055 Ley N2 19.097, 0.0. 12.11.1991 119.097 Ley N2 19.519, .0. 16.09.1997 119.519 Ley N® 19.526, 0.0. 17.11.1997 119.526 Ley N2 19.541, D.O. 22.12.1997 119.541 Ley N® 19.611, 0.0. 16.06.1999 9.611 18 JAIME ARANCIBIA MATTAR Ley N2 19.634, 0.0. 02.10.1999 119.634 Ley N2 19.643, 0.0. 05.11.1999 119.643 Ley N® 19.672, 0.0. 28.04.2000 19.672 Ley N® 19.742, 0.0. 25.08.2001 19.742 Ley N2 19.876, D.O. 22.05.2003 119.876 Ley N2 20.050, 0.0. 26.08.2005 120.050 Ley N® 20.193, 0.0. 30.07.2007 120.193 Ley N® 20.573, 0.0. 06.03.2012 (20573 Ley N2 20.870, 0.0. 16.11.2015 120.870 Ley N® 20.337, 0.0. 04.04.2009 (20.337 Ley N® 20.346, D.0. 14.05.2009 120.346 Ley N2 20.354, D.O. 12.06.2009 120.354 Ley N® 20.390, 0.0. 28.10.2009 120.390 Ley N? 20.414, D.0. 04.01.2010 (20.414 Ley N2 20.503, 0.0. 27.04.2011 120.503 Ley N? 20.515, 0.0. 04.07.2011 (20515 Ley N° 20.516, 0.0. 11.07.2011 120.516 Ley N® 20.573, 0.0. 06.03.2012 120573 Ley N2 20.710, 0.0. 11.12.2013 120.710 Ley N® 20.725, 0.0. 15.02.2014 120.725 Ley N® 20.748, 0.0. 03.05.2014 120.748 Ley N® 20.854, 0.0. 21.07.2015 120.854 Ley N2 20.860, 0.0. 20.10.2015 120.860 Ley N2 20.870, 0.0. 16.11.2015 120.870 Ley N® 20.990, 0.0. 05.01.2017 120.990 Ley N® 21.011, 0.0. 04.05.2017 21.011 Ley N® 21.096, 0.0. 16.06.2018 121.096 Ley N® 21.200, 0.0. 24.12.2019 121.200 Ley N2 21.221, 0.0, 26.03.2020 (21221 Ley N? 21.233, D.0. 28.05.2020 121.233 Ley N? 21.238, D.0. 08.07.2020 121.238 Ley N@ 21.253, D.O. 20.08.2020 (21.253 DECRETO SUPREMO N2 100 MINISTERIO SECRETAR(A GENERAL DE LA PRESIDENCIA (Publicado en el Diario Oficial de 22 de septiembre de 2005) Num. 100.- Santiago, 17 de septiembre de 2005.- Visto: En uso de las facultades que me confiere el articulo 28 de la Ley N® 20.050, y teniendo presente lo dispuesto en el articulo 32 N° 8 de la Constitu- cidn Politica de 1980, Decreto: Fijase el siguiente texto refundido, coordinado y sistematizado de la Constitucién Politica de la Republica: CAPITULO I BASES DE LA INSTITUCIONALIDAD Articulo 1.- Las personas’ nacen libres e iguales* en dignidad? y derechos. La familia es el niicleo fundamental de la sociedad? El Estado reconoce y ampara* a los grupos interme- dios’ a través de los cuales se organiza y estructura la sociedad y les garantiza la adecuada autonomia para cumplir sus propios fines especificos". EI Estado esté al servicio de la persona humana y su finalidad? es promover el bien comtin, para lo cual debe contribuir a crear las condiciones sociales que permitan a todos y a cada uno de los integrantes de la comunidad nacional su ma- yor realizacién espiritual y material posible®, con pleno respeto a los derechos y garantias que esta Constitucién establece™. Es deber del Estado resguardar la seguridad na- ional, dar proteccién ala poblacién ya la familia, propender al fortalecimiento de ésta, promover!? la integracién arménica de todos los sectores de la Nacién” yasegurar'* el derecho de las personas ‘Art. Unico Ne 1 119.611, ‘Art. 1, Cap. |, Tit. |, CP1818; art. 1 AC3-1976; art. 1 1980. 3 Art.1 C1980. 4 Art.1AC3-1976; art. 1 C1980. 5 Art.2.AC2-1976; art. 1 C1980. 6 7 8 Art. 1.€1980. Art. 28 AC2-1976; art. 11980, Art. 1.C1980. 9 Art.1C1980. 10 Art. 2AC2-1976; art. 1€1980. 11 Art.1.1980. 12 Art.1.1980. 13 Art. 2AC2-1976; art. 11980. 14 Art. 1.1980. a participar con igualdad de oportunidades en la vida nacional", Articulo 2.- Son emblemas nacionales la bandera nacional, el escudo de armas de la Republica y el himno nacional'*, Articulo 3.- El Estado de Chile es unitario”. La administracién del Estado serd funcional y territorialmente descentralizada"*, 0 descon- centrada en su caso, de conformidad a la ley. Los érganos del Estado promoverdn el for- talecimiento de la regionalizacién del pais y el desarrollo equitativo y solidario entre las regiones, provincias y comunas del territorio nacional. ica, Articulo 4.- Chile es una reptiblica democr: Articulo 5.- La soberania reside esencialmente en la Nacién®. Su ejercicio se realiza por el pueblo a través del plebiscito y de elecciones periddicas y, también, por las autoridades que esta Cons- titucién establece. Ningin sector del pueblo ni 15 Art. 2AC2-1976; art. 161980. 16 Art. 8AC2-1976; art. 2C1980. 47 Art. 1 ROAUI823; art. 1 C1823; art. 3 C1833; art. 1 (C1925; art. 1 AC2-1976; art. 3 C1980. 18 Art. 31980, 19 Art. 1AC2-1976; art. 3C1980. 20 Art. 119.097; art. 1 N€ 1 120050. 21 Art. 1N®1120.050, 22 Art. 21 1828; arts. 2 y 3 C1833; art. 1 C1925; art. 5 ‘AC2-1976; art. 4 C1980. 23 Art. Unico, Cap. |, Tit. Il CP1848; art. 3 C1823; art. 1 (C1828; art. 4 C1833; art. 2 C1925; art. 4 AC2-1976; art 5.c1980. 20 JAIME ARANCIBIA MATTAR individuo alguno puede atribuirse su ejercicio™. El ejercicio de la soberania reconoce como limi- tacién el respeto a los derechos esenciales que ‘emanan de la naturaleza humana’. Es deber de los érganos del Estado respetar y promover tales derechos, garantizados por esta Constitucién, asi como por los tratados internacionales ratificados Por Chile y que se encuentren vigentes”*, Articulo 6.- Los érganos del Estado deben so- meter su acci6n a la Constitucién y a las normas dictadas conforme a ella”, y garantizar el orden institucional de la Republica”. Los preceptos de esta Constitucién obligan tanto a los titulares o integrantes de dichos érganos” como a toda persona, institucién o grupo”. La infracci6n de esta norma generaré las respon- sabilidades y sanciones que determine la ley”. Articulo 7.- Los érganos del Estado actuan valida- mente previa investidura regular de sus integran- tes, dentro de su competencia y en la forma que prescriba la ley”. Ninguna magistratura, ninguna persona ni grupo de personas pueden atribuirse, ni aun a pretex- to de circunstancias extraordinarias, otra auto- ridad 0 derechos que los que expresamente se les hayan conferido en virtud de la Constitucién o las leyes. Todo acto en contravencién a este articulo es nulo® y originard las responsabilidades y sancio- nes que la ley sefiale*, Articulo 8. El ejercicio de las funciones publi- cas obliga a sus titulares a dar estricto cumpli- miento al principio de probidad en todas sus actuaciones. 24 An.5C1980. 25 Art. 8 AC2-1976; art. 5 C1980. 26 Art. Unico N° 1.118.825. 27 Art. 3 AC2-1976; art. 6 C1980. 28 Art. 1N? 220.050. 29 Art. 3AC2-1976; art. 6 C1980. 30 Art. 1Cap. I, Tt. C1818; art. 7 AC2-1976; art. 6 C1980. 31 Art.3.Cap. lt Tit I, y art 3 Cap. I Tit. V.CP1818; art 8 Lfeb/1827; art. 7 AC2-1976; art. 6 C1980. 32 Art. 6AC2-1976; art. 7 C1980. 33. Art. 160 C1833; art. 4 C1925; art. 6 AC2-1976; art. 7 1980. 34 Art. 6AC2-1976; art. 7 C1980. Son publicos los actos y resoluciones de los 6rga- nos del Estado, asi como sus fundamentos y los procedimientos que utilicen. Sin embargo, s6lo una ley de quérum calificado podré establecer la reserva o secreto de aquéllos o de éstos, cuan- do la publicidad afectare el debido cumplimiento de las funciones de dichos érganos, los derechos de las personas, la seguridad de la Nacién o el interés nacional”. El Presidente de la Repiiblica, los Ministros de Estado, los diputados y senadores, y las demas autoridades y funcionarios que una ley orgénica constitucional sefiale, deberdn declarar sus inte- reses y patrimonio en forma publica. Dicha ley determinard los casos y las condiciones en que esas autoridades delegarén a terceros la administracién de aquellos bienes y obligaciones que supongan conflicto de interés en el ejercicio de su funcién publica. Asimismo, podré conside- rar otras medidas apropiadas para resolverlos y, en situaciones calificadas, disponer la enajena- cién de todo o parte de esos bienes*. Articulo 9.- El terrorismo, en cualquiera de sus formas, es por esencia contrario a los derechos humanos. Una ley de quérum calificado determinara las con- ductas terroristas y su penalidad. Los responsables de estos delitos quedaran inhabilitados por el plazo de quince afios para ejercer funciones o cargos pu- blicos, sean 0 no de eleccién popular, o de rector o director de establecimiento de educacién, o para ejercer en ellos funciones de ensefianza; para explo- tar un medio de comunicacién social o ser director © administrador del mismo, o para desempefiar en él funciones relacionadas con la emisién o difu- sién de opiniones o informaciones; ni podran ser dirigentes de organizaciones politicas o relaciona- das con la educacién o de carécter vecinal, pro- fesional, empresarial, sindical, estudiantil o gre- mial en general, durante dicho plazo. Lo anterior se entiende sin perjuicio de otras inhabilidades o de las que por mayor tiempo establezca la ley”. Los delitos a que se refiere el inciso anterior seran 35. Art. 1N®3 120.050. 36 Art. Unico N° 1 120.414, 37 Art. Sen relacién con el art. 8 C1980; modificado en su redaccién por art. Unico N° 3 118.825, CONSTITUCION POLITICA DE LA REPUBLICA DE CHILE / EDICION HISTORICA 2 considerados siempre comunes y no politicos para todos los efectos legales y no procederd respecto de ellos el indulto particular", salvo para conmutar la pena de muerte por la de presidio perpetuo”. CAPITULO II NACIONALIDAD Y CIUDADANIA Articulo 10.- Son chilenos: 12.- Los nacidos en el territorio de Chile®, con excepcién de los hijos de extranjeros que se en- cuentren en Chile en servicio de su Gobierno, y de los hijos de extranjeros transetintes, todos los que, sin embargo, podran optar por la nacionali- dad chilena'*; 28.- Los hijos de padre o madre chilenos, nacidos en territorio extranjero®. Con todo, se requeriré que alguno de sus ascendientes en linea recta de primer o segundo grado, haya adquirido la nacio- nalidad chilena en virtud de lo establecido en los niimeros 12, 32 6 42%, 38.- Los extranjeros que obtuvieren carta de na- cionalizacién en conformidad a la ley", y 48.- Los que obtuvieren especial gracia de nacio- nalizacién por ley*. La ley reglamentara los procedimientos de op- cién por la nacionalidad chilena; de otorgamien- to, negativa y cancelacién de las cartas de nacio- nalizacién, y la formacién de un registro de todos estos actos". Articulo 11.- La nacionalidad chilena se pierde”’: 12.- Por renuncia voluntaria manifestada ante autoridad chilena competente. Esta renuncia s6lo producira efectos si la persona, previamen- 38 Ant.9C1980. 39 Art. Unico N°1L19.055, 40 Art. ANE 1, C1822; art. 6 N° 1 C1823; art. 5 C1828; art. 6 NO 1 C1833; art. 5 NP 1 C1925; art, 10 Ne 1.C1980. 41 Art. SNP 1.C1925; art. 10 NP 1.C1980. 42 Art. 6NP2 C1823; at. 6 NP 1.C1828; art. 6N°2 C1833; art. 5 N® 2.C1925; art. 10 N® 2 C1980. 43 Art. 1N€4b) 20.050, 44. Art. 6 N23 C1833, modificado por L.agol/1874; art. 5 'N® 3.C1925; art. 10 NP 4 C1980; modificado por art. 1 N24 c) 20.050. 45. Art. GN°5 C1823; art, 6 Ne S C1828; art. 6 N° 4 C1833; art. 5 N@ 4.C1925; art. 10 N® 5 C1980. 46 Art.5.C1925; art. 10 C1980. 47 Art. 6 C1925; art. 11 C1980. te, se ha nacionalizado en pais extranjero™; 28.- Por decreto supremo, en caso de prestacién de servicios durante una guerra exterior a enemi- gos de Chile 0 de sus aliados®; 38.- Por cancelacién de la carta de nacionaliza- cién®, y 42.- Por ley que revoque la nacionalizacién con- cedida por gracia*. Los que hubieren perdido la nacionalidad chile- na por cualquiera de las causales establecidas en este articulo, s6lo podran ser rehabilitados por ley, Articulo 12.- La persona afectada por acto o resolucién de autoridad administrativa que la prive de su nacionalidad chilena o se la desco- nozca, podré recurrir, por si o por cualquiera a su nombre, dentro del plazo de treinta dias, ante la Corte Suprema, la que conocer como jurado y en tribunal pleno, La interposicién del recur- so suspenderd los efectos del acto o resolucién recurridos®, Articulo 13.- Son ciudadanos los chilenos que ha- yan cumplido dieciocho afios de edad y que no hayan sido condenados a pena aflictiva. La calidad de ciudadano otorga los derechos de sufragio, de optar a cargos de eleccién popular y los demas que la Constitucién o la ley confie- ran™, Los ciudadanos con derecho a sufragio que se encuentren fuera del pais podran sufragar desde el extranjero en las elecciones primarias presidenciales, en las elecciones de Presidente de la Republica y en los plebiscitos nacionales. Una ley orgénica constitucional establecerd el procedimiento para materializar la inscripcién en el registro electoral y regular la manera en que se realizaran los procesos electorales y plebiscitarios en el extranjero, en conformi- dad con lo dispuesto en los incisos primero y 48 Art. 1N°5 a) (20.050. 49 Art, N° 31925; art. 11 N° 2.C1980. 50 Art. 6N® 21925; art. 11 NP4.C1980. Si Art. 11N®S.C1980, 52 Art. 6C1925; art 11 C1980. 53. Art. 6 N° 2 C1925, modificado por art. 2° b) L12.548, ‘aunque solo para dicha causal; art. 12 C1980, 54 Art, 13 C1980. 22 JAIME ARANCIBIA MATTAR segundo del articulo 18%, Tratandose de los chilenos a que se refieren los nlimeros 22 y 42 del articulo 10, el ejercicio de los derechos que les confiere la ciudadania esta- 14 sujeto a que hubieren estado avecindados en Chile por més de un afio®, Articulo 14,~ Los extranjeros avecindados en Chi- le por mas de cinco afios, y que cumplan con los requisitos sefialados en el inciso primero del arti- culo 13, podrén ejercer el derecho de sufragio en los casos y formas que determine la ley”. Los nacionalizados en conformidad al N° 32 del articulo 10, tendran opcién a cargos piiblicos de eleccién popular sélo después de cinco afios de estar en posesién de sus cartas de nacionaliza- cién*. Articulo 15.- En las votaciones populares, el su- fragio seré personal, igualitario®, secreto® y vo- luntario™. S6lo podré convocarse a votacién popular para las elecciones y plebiscitos expresamente previs- tos en esta Constituci6n®. Articulo 16.- &! derecho de sufragio se suspen- de®: 12. Por interdiccién en caso de demencia 28 Por hallarse la persona acusada por delito que merezca pena aflictiva® 0 por delito que la ley califique como conducta terrorista®, y 32.- Por haber sido sancionado por el Tribunal Constitucional en conformidad al inciso séptimo del nimero 152 del articulo 19 de esta Consti- tucién. Los que por esta causa se hallaren pri- vados del ejercicio de! derecho de sufragio lo recuperarén al término de cinco afios, contado 55 56 7 Unico 120.748, NP 6 120.050. 141980, N87 120.050. 15 C1980, . 7 C1925; at. 15 C1980. Unico N° 1 120.337. 15 C1980. 10 C1833; art. 8 C1925; art. 16 C1980, - 8 NPI C1925; art. 16 NP 1 C1980. . 8 NP 2 C1925; art. 16 N° 2 C1980, modificado por NP 8 120.050. Art. 16 N2 2.C1980. SESSERRRTTTE 58 59 60 61 2 68 64 65 66 desde la declaracién del Tribunal”. Esta suspen- sién no producird otro efecto legal, sin perjuicio de lo dispuesto en el inciso séptimo del numero 152 del articulo 19. Articulo 17.- La calidad de ciudadano se pierde®: 12. Por pérdida de la nacionalidad chilena”; 28.- Por condena a pena aflictiva”, y 38.- Por condena por delitos que la ley califique como conducta terrorista” y los relativos al trafi- co de estupefacientes y que hubieren merecido, ademés, pena aflictiva”. Los que hubieren perdido la ciudadania por la causal indicada en el nimero 22, la recuperaran en conformidad a la ley, una vez extinguida su responsabilidad penal. Los que la hubieren per- dido por las causales previstas en el numero 3° podran solicitar su rehabilitacién al Senado una vez cumplida la condena”*. Articulo 18.- Habré un sistema electoral publico. Una ley orgénica constitucional determinard su organizacién y funcionamiento, regular la for- ma en que se realizaran los procesos electorales y Plebiscitarios, en todo lo no previsto por esta Constitucién y garantizara siempre la plena igual- dad entre los independientes y los miembros de partidos politicos tanto en la presentacién de candidaturas como en su participacién en los sefialados procesos”». Dicha ley estableceré tam- bién un sistema de financiamiento, transparen- cia, limite y control del gasto electoral”, Una ley orgénica constitucional contemplard, ademés, un sistema de registro electoral, bajo la direccién del Servicio Electoral, al que se in- corporaran, por el solo ministerio de la ley, oa 16 N® 3 C1980; modificado por art. Unico N° 4 18.825. 68 Art. Unico NO 4 118.825. 69 Art. 121823; art.9 C1828; art.11.C1833; art. 91925; art. 17 C1980, 70 Art. 12 N2 1 C1823; art. 9 N® 3 C1828; art. 11 N° 3 C1833; art. 9 N° 1 C1925; art. 17 NP 1 C1980. 7A Art. 13 N21 C1823; art. 11 NP 1 C1833; art. 9 N22 (C1925; art. 17 NP 2.€1980, 72 Art.17'N83.C1980, 73 Art. 1N®9 a) 120.050. 74 Art. 1N°9 b) 120.050. 75 Art. 18 C1980. 76 Art. Unico N® 2 a) 120.337. CONSTITUCION POLITICA DE LA REPUBLICA DE CHILE / EDICION HISTORICA 23 quienes cumplan los requisitos establecidos por esta Constitucién”. El resguardo del orden puiblico durante los actos electorales y plebiscitarios corresponderd a las Fuerzas Armadas y Carabineros del modo que indique la ley”. CAPITULO III DE LOS DERECHOS Y DEBERES CONSTITUCIONALES Articulo 19.- La Constitucién asegura a todas las personas”: 12.-El derecho a la vida™ y a la inte, psiquica de la persona". Laley protege la vida del que esta por nacer*. La pena de muerte sélo podré establecerse por delito contemplado en ley aprobada con quérum calificado™. Se prohibe la aplicacién de todo apremio ilegi- timo™; 28. La igualdad ante la ley*. En Chile no hay persona ni grupo privilegiados**. En Chile no hay esclavos y el que pise su territorio queda libre”. Hombres y mujeres son iguales ante la ley". Ni la ley ni autoridad alguna podran establecer diferencias arbitrarias™ 32.- La igual proteccién de la ley en el ejercicio de sus derechos. Toda persona tiene derecho a defensa juridica en la forma que la ley sefiale y ninguna autoridad © individuo podra impedir, restringir o perturbar ‘Art. Unico N® 2 6) (20.337. Art. 18 C1980. Art, 12 C1833; art, 10 C1925; art. 19 C1980. Art. 7 N25 Lfeb/1827; art.19 N® 1 C1980. Art. N° 1 AC3-1976; art. 19 NP 1 C1980. Art. 1N® 1 AC3-1976; art. 19 NP 1.C1980. 83 Art. 19 NP1C1980. S2ezsy 84 Art. 15 16 Cap. I Tit. CPI818; art. 7 N° 8 Lfeb/1827; art. 105 1828; art. 145 C1833; art. 18 C1925; art. 1 NP 11 AC3-1976; art. 19 N® 1 C1980. 85 Art. 1 Cap. | Tit. 1 CP1818; art. 125 C1828; art. 12N21 C1833; art. 10N® 1.C1925; art.1N® 2 AC3-1976; art. 19 No.2 C1980. Art, 126 C1828; art, 12 N° 1 C1833; art. 10 NP 1.C1925; art, 1 N® 2.AC3-1976; art. 19 N® 2 C1980. Art. 12 Cap. Tit. CP1848; at. 8 C1823; art. 11 C1828; art, 132 C1833; art. 10 N° 1 C1925; art. 19 N® 2.C1980. Art. Unico N® 2 L19.611. Art. 1N®2 AC3-1976; art. 19 NP 2.C1980, Sees 8 la debida intervencién del letrado si hubiere sido requerida. Tratandose de los integrantes de las Fuerzas Armadas y de Orden y Seguridad Publi- a, este derecho se regiré, en lo concerniente a lo administrativo y disciplinario, por las normas pertinentes de sus respectivos estatutos. La ley arbitrard los medios para otorgar asesora- miento y defensa juridica a quienes no puedan procurarselos por si mismos®. La ley sefialaré los casos y establecerd la forma en que las perso- nas naturales victimas de delitos dispondran de asesoria y defensa juridica gratuitas, a efecto de ejercer la accién penal reconocida por esta Cons- titucién y las leyes”. Toda persona imputada de delito tiene derecho irrenunciable a ser asistida por un abogado de- fensor proporcionado por el Estado sino nombra- re uno en la oportunidad establecida por la ley”, Nadie podré ser juzgado por comisiones especia- les, sino por el tribunal que sefialare la ley y que se hallare establecido por ésta con anterioridad a la perpetracién de! hecho”. Toda sentencia de un érgano que ejerza jurisdic- cién debe fundarse en un” proceso previo legal- mente tramitado”. Correspondera al legislador establecer siempre las garantias de un procedi- miento y una investigacién’* racionales y justos”. La ley no podra presumir de derecho la respon- sabilidad penal. \giin delito se castigaré con otra pena que la que sefiale una ley promulgada con anterioridad a su perpetracién”, a menos que una nueva ley favorezca al afectado™. 90 Art. 1N®3 AC3-1976; art. 19 NP3.C1980. 91 Art, Unico N® 1 a) 120.516. 92 Art. Unico N® 1 b) 120.516. 93 Art. 199 de la C1822, art. 136 C1823; art. 7 N° 9 LLfeb/1827; art. 15 C1828; art. 134 C1833; art. 12 C1925; art. 1 N° 3 AC3-1976; art. 19 N° 3 C1980, modi- ficado por art. 1 N® 10 a) 120.050. 94 Art. 1N®3 AC3-1976; art. 19 NP 3.C1980. 95 Art. XVIII RCP812; art. 2 Cap. | Tit. | CPI818; art. 7 NPS Lfeb/1827; art. 133 C1833; art. 11 C1925; art. 1 N23 AC3-1976; art. 19 N° 3 C1980. 96 Art. Unico N°1L19.519. 97 Art. 1 NE 3 AC3-1976 Ne1 119519. 98 Art. 3 Cap. I Tit, 1CP18I8; art.1 NP 3 AC3-1976; art. 19 N®3 C1980. 99 Art, 122 C1823: art. 133 C1833; art. 11 C1925; art. 1 N® 3 AC3-1976; art. 19 N° 3 C1980. 100 Art. 1N®3 AC3-1976; art. 19 NP 3.C1980. rt. 19 N° 3 C1980; art. Unico 24 JAIME ARANCIBIA MATTAR Ninguna ley podra establecer penas sin que la conducta que se sanciona esté expresamente descrita en ella™; 48. El respeto y protecci6n a la vida privada™ y a la honra'® de la persona y su familia'™, y asimis- mo, la proteccién de sus datos personales. El tra- tamiento y proteccién de estos datos se efectuard en a forma y condiciones que determine la ley"; 52. La inviolabilidad del hogar" y de toda forma de comunicacién privada®”. El hogar sélo puede allanarse'™ y las comunicaciones y documentos privados interceptarse, abrirse o registrarse en los casos y formas determinados por la ley"; 62. La libertad de conciencia™, la manifestacién de todas las creencias y el ejercicio libre de to- dos los cultos que no se opongan ala moral, a las buenas costumbres o al orden pil Las confesiones religiosas podran erigit y con- servar templos y sus dependencias bajo las con- diciones de seguridad e higiene fijadas por las leyes y ordenanzas™. Las iglesias, las confesiones e instituciones reli- giosas de cualquier culto tendran los derechos que otorgan y reconocen, con respecto a los bie- nes, las leyes actualmente en vigor. Los templos y sus dependencias, destinados exclusivamente al servicio de un culto, estaran exentos de toda clase de contribuciones™; 101 Art. 19 NP3 C1980, 102 Art. N° 10 AC3-1976; art. 19 N® 4 C1980; modificado por art. 1 N° 10 b) 20.050. 103. Art.1y 7 Cap. Tit. CP1818; art.1. NP 10 AC3-1976; art. 19 N°4 C1980; modificado por art. 1 N® 10 b) 120.050. 104 Art. 1.N® 10 AC3-1976; art. 19 N® 4 C1980; modificado poor art. N° 10 b) 120.050. 105 Art. Unico 121.096, 106 Art. 5 Cap. | Tit. C1818; art. 120 C1823; art. 10 N&12 (C1925; art. 1 N? 10 AC3-1976; art. 19 N2 5 C1980. 107 Art. 5 Cap. Tit. ly art. 8Cap. I Tit. IV CPIB18; art. 224 dela C1822; at. 10 del ROP de 1823; art. 19 C1828; art. 147 C1833; art. 10 N° 13 C1925; art.1 N® 10 AC3-197% art, 19 N° 5 C1980. 108 Art. 7 N® 10 Lfeb/1827; art. 16 y 106 C1828; art. 146 C1833; art 10 N° 12 C1925; art. 1 N° 10 AC3-1976; art. 19N25 C1980. 109 Art.7N? 10 Lfeb/1827; art. 106 C1828; art. 147 C1833; art, 10 N® 13.C1925; art. 1 N° 10 AC3-1976; art. 19 N°S 1980. 110 Art. 7 N® 1 Lfeb/1827; art. 10 N® 2.C1925; art.1.NE 11 AC3-1976; art. 19 N® 6 C1980. 111 Art. 10 N82.C1925; art. 1 NP 11 AC3-1976; art. 19 N26 1980. 112. Art. 10 NP 2.€192! rt. 19 NP6C1980. 72.- El derecho a la libertad personal y ala segu- ridad individual™, En consecuencia™: a) Toda persona tiene derecho de residir y per- manecer en cualquier lugar de la Republica, tras- ladarse de uno a otro y entrar y salir de su terri- torio, a condicién de que se guarden las normas establecidas en la ley y salvo siempre el perjuicio de terceros"; b) Nadie puede ser privado de su libertad perso- nal ni ésta restringida sino en los casos y""* en la forma determinados por la Constitucién "7 las leyes™*; ©) Nadie puede ser arrestado 0 detenido sino por orden de funcionario publico expresamen- te facultado por la ley" y después de que di- cha orden le sea intimada en forma legal”. Sin embargo, podrd ser detenido el que fuere sorprendido en delito flagrante™, con el solo objeto de ser puesto a disposicién del juez competente™ dentro de las veinticuatro horas siguientes. Si la autoridad hiciere arrestar 0 detener a al- guna persona, deberé, dentro de las cuaren- ta y ocho horas siguientes, dar aviso al juez competente, poniendo a su disposicién al afec- tado". El juez podré, por resolucién fundada, 4113. Art. 1 Cap. I Tt. 1CP1818; art. 1 N® 6 AC3-1976; art. 19 Ne 7 C1980. 114 Art. 1 N® 6 AC3-1976; at. 19 NP 7:C1980. 115. Art. 12 N24 C1833; art. 10 NP15 C1925; art. 1 N° 6 AC3- 1976; art. 19 N° 7 C1980. 116 Art.11N®6 a) AC3-1976; art. 19 NP 7 b) C1980. 117 Art. 1N°6 a) AC3-1976; art. 19 N27 b) C1980, 118 Art. 10 N® 15 C1925, modificado por art. Unico N° 9 (17.398; art 1 N® 6 a) AC3-1976; art. 19 N°7 b) C1980. 119 Art. 7 NP 10 Lfeb/1827; art. 13 C1828; art. 135 C1833; art. 13 C1925; art. 1 N® 6 b) AC3-1976; art. 19 N° 7 11980. 120 Art. 202 de la C1822; art. 123 C1823; art. 7 N° 10 \Lfeb/1827; art. 13 C1828; art. 135 C1833; arts. 10 IN®4S y 13 C1925; art. 1 NP 6 b) AC3-1976; art. 19 NP 7 C1980, 121 Art. 141 C1823; art. 13 C1828; art. 136 C1833; art. 13 ©1925; art. 1 N° 6 b) AC3-1976; art. 19 N® 7 c) C1980. 122 Art. 141 C1823; art. 136 C1833; art. 13 C1925; art. 1 N26 b) AC3-1976; art. 19 N® 7 c) C1980. 123. Art. 2 Cap. Il Tit. IV CP1818; Art. 1 N® 6 b) AC3-1976; art. 19 NP 7c) C1980, 124 Art. 19 N° 4 C1823; art. 139 C1833; art. 15 C1925; art {1 N® 6 b) AC3-1976; art. 19 N® 7 c) C1980. 125 Art. 6 NP 3 Lifeb/1827; art. 139 C1833; art. 15 C1925; art. 1 N® 6 b) AC3-1976; art. 19 N® 7 c) C1980. CONSTITUCION POLITICA DE LA REPUBLICA DE CHILE / EDICION HISTORICA 25 ampliar este plazo hasta por cinco dias, y has- ta por diez dias, en el caso que se investigaren hechos calificados por la ley como conductas terroristas!”; d) Nadie puede ser arrestado 0 detenido, sujeto a prisién preventiva o preso, sino en su casa o en lugares publicos destinados a este objeto. Los encargados de las prisiones no pueden reci- bir en ellas a nadie en calidad de arrestado 0 de- tenido, procesado o preso™, sin dejar constancia de la orden correspondiente, emanada de auto- ridad que tenga facultad legal, en un registro que sera pblico™. Ninguna incomunicacién puede impedir que el funcionario encargado de la casa de detencién visite al arrestado o detenido, procesado o pre- 0, que se encuentre en ella®®. Este funciona est obligado, siempre que el arrestado 0 dete- nido lo requiera, a transmitir al juez competente la copia de la orden de detencién'®, o a reclamar para que se le dé dicha copia, oa dar él mismo un certificado de hallarse detenido aquel individuo, si al tiempo de su detencién se hubiere omitido este requisito™; ) La libertad del imputado procederé a menos que la detencién o prisién preventiva sea con- siderada por el juez como necesaria para las investigaciones"™ o para la seguridad del ofen- dido 0 de la sociedad™. La ley estableceré los requisitos y modalidades para obtenerla’™. 126 Art. 1 N°6 b) AC3-1976; art. 19 N2 7 letra c) C1980. 127 Art. 19 N27 letra c) C1980. 128 Art. 124.C1823; art. 137 C1833; art. 14 C1925; art. 1 N26 c) AC3-1976; art. 19 N® 7 d) C1980. 129. Art, 125 C1823; art. 138 C1833; art. 14 €1925; art. N26 c) AC3-1976; art. 19 N° 7d) C1980. 130 Art. 209 de la C1822; art. 125 C1823; art. 138 C1833; art. 14 C1925; art. 1 N® 6 ¢) AC3-1976; art. 19 N° 7 4) C1980. 131. Art. 126 C1823; art. 140 C1833; art. 17 C1925; art. 1 N26 c) AC3-1976; art. 19 N® 7 d) C1980. 132. Art. 127 C1823. art. 141 C1833; art. 17 C1925; art. 1 'N2 6 c) AC3-1976; art. 19 N® 7 d) C1980. 133. Art. 141 C1833; art. 17 C1925; art. 1 N® 6 c) AC3-1976; art. 19 N27 d) C1980. 134 Art. 1N°6 d) AC3-1976; art. 19 N27 e) C1980; modifi- ado por art. 1 NP 10 c) 120.050. 135 Art, 22 Cap. Il Tit. V CP1818; art. 1 N® 6 d) AC3-1976; art. 19 N® 7 e) C1980; modificado por art. 1 N° 10 ¢) 20.050. 136. Art. N° 6 d) AC3-1976; art. 19 N® 7 e) C1980; modifi- cado por art. 1 N® 10 c) 120.050. La apelacién de la resolucién que se pronuncie sobre la libertad del imputado por los delitos a que se refiere el articulo 9°, seré conocida por el tribunal superior que corresponda, integra- do exclusivamente por miembros titulares. La resolucién que la apruebe u otorgue requerira ser acordada por unanimidad. Mientras dure la libertad, el imputado quedaré siempre sometido a las medidas de vigilancia de la autoridad que la ley contemple””; f) En las causas criminales no se podré obligar al imputado 0 acusado a que declare bajo jura- mento sobre hecho propio; tampoco podran ser obligados a declarar en contra de éste sus as- cendientes, descendientes, cényuge™ y demas personas que, segiin los casos y circunstancias, sefiale la ley; 8) No podré imponerse la pena de confiscacién de bienes", sin perjuicio del comiso en los ca- sos establecidos por las leyes"*; pero dicha pena sera procedente respecto de las asociaciones ilicitas'*; h) No podra aplicarse como sancién la pérdida de los derechos previsionales", e i) Una vez dictado sobreseimiento definitive o sentencia absolutoria, el que hubiere sido some- tido a proceso 0 condenado en cualquier instan- cia por resolucién que la Corte Suprema declare injustificadamente errénea o arbitraria, tendré derecho a ser indemnizado por el Estado de los perjuicios patrimoniales y morales que haya su- frido™®. La indemnizacién sera determinada ju- dicialmente en procedimiento breve y sumario y en él la prueba se apreciaré en conciencia™*; 82.- El derecho a vivir en un medio ambiente 137 Art. 1N® 10.c) 120.050. 138 Art. 7 N° 6 Lfeb/1827; art. 107 C1828; art. 144 C1833; art, 18 C1925; art. 1 N° 6 e) AC3-1976; art. 19 N° 7 #) C1980; modificado por art. 1 N° 10.c) 20.050. 139 Art. 144 C1833; art. 18 C1925; art. 1 N® 6 e) AC3-1976; art. 19 NP 7f) C1980. 140 Art. 1 N° 6 e) AC3-1976; art. 19 N27 f) C1980. 441 Art. 216 de la C1822, art. 132 C1823; art. 7 N° 8 LLfeb/1827; art. 105 C1828; art. 145 C1833; art. 18, (C1925; art. 1 N°6 e) AC3-1976; art. 19 N27 g) C1980. 142 Art. 18 C1925; art. 1 NP 6 e) AC3-1976; art. 19 N° 7 8) C1980. 143. Art. 1N® 6 e) AC3-1976; art. 19 N° 7 g) C1980. 144 Art. LN®6 e) AC3-1976; art. 19 N°7 h) C1980. 145 Art. 201925; at.11N° 6) AC3-1976; art.19 N®7i) C1980. 146 Art. 1'N® 6) AC3-1976; art. 19 N° 7 i) C1980. 26 JAIME ARANCIBIA MATTAR libre de contaminacién. Es deber del Estado velar para que este derecho no sea afectado y tutelar la preservacién de la naturaleza. La ley podré establecer restricciones especificas al ejercicio de determinados derechos 0 liberta- des para proteger el medio ambiente’; 98.- El derecho a la proteccién de la salud. El Estado protege el libre e igualitario acceso a las acciones de promocién, proteccién y re- cuperacién de la salud y de rehabilitacién de! individuo. Le corresponderd, asimismo, la coordinacién y control de las acciones relacionadas con la salud. Es deber preferente del Estado garantizar la eje- cucién de las acciones de salud, sea que se pres- ten a través de instituciones publicas o privadas, enla forma y condiciones que determine la ley", la que podré establecer cotizaciones obligatorias. Cada persona tendrd el derecho a elegir el sis- tema de salud al que desee acogerse, sea éste estatal o privado™; 102.-El derecho a la educacién. La educacién tiene por objeto el pleno desarrollo de la persona en las distintas etapas de su vida. Los padres tienen el derecho preferente y el de- ber de educar a sus hijos. Corresponderd al Es- tado otorgar especial proteccién al ejercicio de este derecho™, Para el Estado es obligatorio promover la edu- cacién parvularia™', para lo que financiaré un sistema gratuito a partir del nivel medio menor, destinado a asegurar el acceso a éste y sus nive- les superiores. El segundo nivel de transicién es obligatorio, siendo requisito para el ingreso a la educacién basica!™. La educacién basica y la educacién media son obligatorias™, debiendo el Estado financiar un sistema gratuito con tal objeto, destinado a ase- Burar el acceso a ellas de toda la poblacién™, 147, Art.1N8 18 AC3-1976; art. 19 N® 8 C1980. 148 Art. 1 N° 19 AC3-1976; art. 19 N2 9 C1980. 149 Art. 19 NP.9.C1980, 150 Art. 1. N° 13 AC3-1976; art. 19 N2 10 C1980. 151 Art, UnicoL19.634, modificado por art. Unico N? 1 120.710, 152. Art. Unico N® 1 120.710. 153. Art. Unico L19.876. 154 Art. 10N€7 C1925; art. 1 N° 13 AC3-1976; art.19 N°10 C1980; art. Unico 119.876. 155 Art, 1 N° 13 AC3-1976; art. 19 N° 10 C1980. Enel caso de la educacién media este sistema, en conformidad a la ley, se extender hasta cumplir los 21 afios de edad™*, Corresponderd al Estado, asimismo, fomentar el desarrollo de la educacién en todos sus niveles*”; estimular la investigacién cientifica y tecnolégica, la creacién artistica y la proteccién e incremento del patrimonio cultural de la Nacién"**. Es deber de la comunidad contribuir al desarrollo y perfeccionamiento de la educacién™; 119. La libertad de ensefanza™ incluye el de- recho de abrir, organizar y mantener estableci- mientos educacionales. La libertad de ensefianza no tiene otras limitacio- nes que las impuestas por la moral, las buenas cos- tumbres, el orden publico y la seguridad nacional. La ensefianza reconocida oficialmente no podré orientarse a propagar tendencia politico partidis- ta alguna. Los padres tienen el derecho de escoger el esta- blecimiento de ensefianza para sus hijos. Una ley orgénica constitucional estableceré los requisitos minimos que deberén exigirse en cada uno de los niveles de la ensefianza basica y me- dia y sefialaré las normas objetivas, de general aplicacién, que permitan al Estado velar por su cumplimiento. Dicha ley, del mismo modo, es- tableceré los requisitos para el reconocimiento Oficial de los establecimientos educacionales de todo nivel", 122.- La libertad de emitir opinién y la de infor- mar, sin censura previa, en cualquier forma y por cualquier medio, sin perjuicio de respon- der de los delitos y abusos que se cometan en el ejercicio de estas libertades, en conformi- dad a la ley"®, la que deberd ser de quérum calificado. 186 Art. Unico L19.876. 157 Art. 10 N® 17 C1925, introducido por art. Unico NP 11, 117.398; art. 1 N° 13 AC3-1976; art. 19 N® 10 C1980. 158 Art. 19 N@10.C1980. 159 Art. 1N° 13 AC3-1976; at. 19 N° 10 C1980. 160 Art. 12 N° 6 C1833, modificado por Lagol/1874; art. 10 N27.C1925; art. 1 N° 14 AC3-1976; art. 19 N° 11 C1980. 161 Art 19 NP 11 C1980. 162. Art. 11 Cap. | Tit. | CP1818; art. 7 NP 1 Lfeb/1827; at. 10 y 18 C1828; art. 12 N® 7 C1833; art. 10 N? 3.C1925;, art. 1N® 12 AC3-1976; art. 19 NP 12 C1980. 163. Art. 10N®3 C1925; art. 1 N° 12 AC3-1976; art. 19 N°12 1980. CONSTITUCION POLITICA DE LA REPUBLICA DE CHILE / EDICION HISTORICA a La ley en ningtin caso podra establecer mono- polio estatal sobre los medios de comunicacién social", Toda persona natural o juridica ofendida o injus- tamente aludida por algtin medio de comunica- cién social, tiene derecho a que su declaracién o rectificacién sea gratuitamente difundida, en las condiciones que la ley determine, por el me de comunicacién social en que esa informacion hubiera sido emitida’*. Toda persona natural o juridica tiene el derecho de fundar, editar y mantener diarios, revistas y periddicos, en las condiciones que sefiale la ley", El Estado, aquellas universidades"” y demas per- sonas 0 entidades que la ley determine™, po- dran establecer, operar y mantener estaciones de television”. Habré un Consejo Nacional de Televisién, auté- nomo"”® y con personalidad juridica, encargado de velar por el correcto funcionamiento de este medio de comunicacién. Una ley de quérum ca- lificado sefialard la organizacién y demés funcio- nes y atribuciones del referido Consejo’. La ley regularé un sistema de calificacién para la exhibicién de la produccién cinematografica’”; 132. El derecho a reunirse pacificamente sin per- miso previo y sin armas. Las reuniones en las plazas, calles y demas luga- res de uso piiblico, se regiran por las disposicio- nes generales de policia"”; 142.-El derecho de presentar peticiones aa auto- ridad, sobre cualquier asunto de interés publico 164 Art. 19 NP 12 C1980. 165 Art. 9 C1925, modificado por art. Unico NP 4 L17.398; art. 1 N® 12 AC3-1976; art. 19 N? 12 C1980. 166 Art. 7N° 1 L-feb/1827; Art. 10 N® 3 C1925, modificado poor art. Unico N® 4 L17.398; art. 1 N° 12 AC3-1976; at. 19 NP 12 C1980. 167 Art. 10 N@ 3 C1925, modificado por art. Unico N® 4 117.398; art. 1 N° 12 AC3-1976; art. 19 NP 12 C1980. 168. Art. 1°12 AC3-1976; art. 19 N® 12 C1980. 169. Art. 10 N® 3.C1925, modificado por art. Unico L17.398; art. 1 NP 12 AC3-1976; art. 19 N® 12.C1980. 170. Art. 1°12 AC3-1976; art. 19 N° 12 C1980. 171. Art. 19 NP 12 C1980; modificado por art. Unico N° S 18.825, 172. Art. Unico a) (19.742. 173 Art. 12 N° 6 C1833, modificado por L.ago1/1874; art. 10 NE 4 C1925; art. 1 N° 7 AC3-1976; art. 19 N° 13, 1980. © privado, sin otra limitacién que la de proceder en términos respetuosos y convenientes*”: 152. EI derecho de asociarse sin permiso pre- vio”. Para gozar de personalidad juridica, las asociacio- nes deberdn constituirse en conformidad a la ley. Nadie puede ser obligado a pertenecer a una asociacién. Prohibense las asociaciones contrarias a la moral, al orden publico y a la seguridad del Estado". Los partidos politicos no podran intervenir en actividades ajenas a las que les son propias ni tener privilegio alguno 0 monopolio de la par- ticipacién ciudadana’”’; la némina de sus mili- tantes se registraré en el servicio electoral de! Estado, el que guardard reserva de la misma, la cual seré accesible a los militantes del respecti- vo partido”; su contabilidad deberd ser publi- a; las fuentes de su financiamiento no podrén provenir de dineros, bienes, donaciones, apor- tes ni créditos de origen extranjero; sus estatu- tos deberdn contemplar las normas que asegu- ren una efectiva democracia interna’. Una ley orgénica constitucional establecera un sistema de elecciones primarias que podré ser utiliza- do por dichos partidos para la nominacién de candidatos a cargos de eleccién popular, cuyos resultados seran vinculantes para estas colecti- vidades, salvo las excepciones que establezca dicha ley. Aquellos que no resulten elegidos en las elecciones primarias no podran ser candida- tos, en esa eleccién, al respectivo cargo. Una ley organica constitucional regular las demas materias que les conciernan y las sanciones que se aplicaran por el incumplimiento de sus pre- ceptos, dentro de las cuales podra considerar su disolucién. Las asociaciones, movimientos, organizaciones o grupos de personas que persi- gan o realicen actividades propias de los parti- 174 ‘Art. 118 C1823; art. 7 N® 2 Lfeb/1827; art. 10 C1828; art. 12 N° 6 C1833; art. 10 N° 6 C1925; art. 1 N? 8 AC3- 1976; art. 19 N° 14 C1980. 175 Art. 12 N® 6 C1833, modificado por L.agol/1874; art. 10 NP 5 C1925; art. 1 NP 9 AC3-1976; art. 19 NO 15 1980, 176 Art.1N®9.AC3-1976; art. 19 NP 15 C1980. 177 Art. 19 N° 15 C1980, 178 Art. Unico NE 7 118.825. 179 Art. 19 NP 15 C1980. 180 Art. Unico N° 2 (20.414, 28 JAIME ARANCIBIA MATTAR dos politicos sin ajustarse a las normas anterio- res son ilicitos y serdn sancionados de acuerdo a la referida ley organica constitucional". La Constitucién Politica garantiza el pluralismo politico. Son inconstitucionales los partidos, movimientos u otras formas de organizacién cuyos objetivos, actos 0 conductas no respeten los principios basicos del régimen democrético y constitucional, procuren el establecimiento de un sistema totalitario, como asimismo aquellos que hagan uso de la violencia, la propugnen o in- citen a ella como método de accién politica. Co- rresponderé al Tribunal Constitucional declarar esta inconstitucionalidad. Sin perjuicio de las demés sanciones estableci- das en la Constitucién o en la ley, las personas que hubieren tenido participacién en los hechos que motiven la declaracién de inconstituciona- lidad a que se refiere el inciso precedente, no podran participar en la formacién de otros par- tidos politicos, movimientos u otras formas de organizacién politica, ni optar a cargos puiblicos de eleccién popular ni desempefiar los cargos que se mencionan en los numeros 1) a 6) del ar- ticulo 57, por el término de cinco afios, contado desde la resolucién del Tribunal. Si a esa fecha las personas referidas estuvieren en posesién de las funciones 0 cargos indicados, los perderan de pleno derecho. Las personas sancionadas en virtud de este pre- cepto no podran ser objeto de rehabilitacién du- rante el plazo sefialado en el inciso anterior. La duracién de las inhabilidades contempladas en dicho inciso se elevara al doble en caso de rein- cidencia™; 162.- La libertad de trabajo y su proteccién™. Toda persona tiene derecho a la libre contrata- cién y ala libre eleccién del trabajo con una justa retribucién™, Se prohibe cualquiera discriminacién que no se base en la capacidad o idoneidad personal, sin perjuicio de que la ley pueda exigir la nacionalidad 481 Art. 19 NP 15 C1980. 182. Art. Unico N° 8 118.825. 183 Art. 10 N214 C1925; art. 1 NP 20 AC3-1976; art. 1 a) 012.755; art. 19 N? 16 C1980. 184 Art. 10 NP 14 C1925, modificado por art. Unico N° 8 17.398; art. 1 NP 20 AC3-1976; art, 1a) DL2.755; art. 19 N® 16 C1980. chilena* o limites de edad para determinados casos'**, Ninguna clase de trabajo puede ser prohibida, salvo que se oponga a la moral, a la seguridad o a la salubridad publicas, o que lo exija el interés nacional y una ley lo declare asi”. Ninguna ley 0 disposicién de autoridad publica podré exigir la afiliacién a organizacién o entidad alguna como requisito para desarrollar una determinada ac- tividad 0 trabajo, ni la desafiliacién para mante- nerse en éstos. La ley determinaré las profesio- nes que requieren grado 0 titulo universitario y las condiciones que deben cumplirse para ejer- cerlas". Los colegios profesionales constituidos en conformidad a la ley y que digan relacién con tales profesiones, estardn facultados para cono- cer de las reclamaciones que se interpongan so- bre la conducta ética de sus miembros. Contra sus resoluciones podrd apelarse ante la Corte de Apelaciones respectiva. Los profesionales no asociados seran juzgados por los tribunales es- peciales establecidos en la ley". La negociacién colectiva con la empresa en que laboren es un derecho de los trabajadores, salvo los casos en que la ley expresamente no permita negociar™. La ley establecerd las modalidades de la negociacién colectiva y los procedimien- tos adecuados para lograr en ella una solucién justa y pacifica. La ley sefialaré los casos en que la negociacién colectiva deba someterse a arbi- traje obligatorio, el que corresponderd a tribu- nales especiales de expertos cuya organizacién y atribuciones se establecerén en ella. No podrén declararse en huelga los funcio- narios del Estado ni de las municipalidades. Tampoco podran hacerlo las personas que tra- bajen en corporaciones o empresas, cualquie- ra que sea su naturaleza, finalidad o funcién, que atiendan servicios de utilidad publica o cuya 4185 Art. 1N?20 AC3-1976; modificado por art, 1a) 012.755; art. 19 NP 16 C1980. 186 Art. 19 N° 16 C1980, 187 Art, 151 C1833; art. 10 N® 14 C1925; art. 1 N° 20 ‘AC3-1976; art. 1a) DL2.755; art. 19 N° 16 C1980. 188 _Art.1N?20.AC3-1976; modificado por art. 1a) 012.755; art. 19 NP 16 C1980. 189 Art. 1N° 10.4) (20.050. 190 Art. 1a) DL2.755; art. 19 N2 16 C1980. 191 Art. 1 N® 20 AC3-1976; art 1 a) DL2.755; art. 19 NP 16, 1980. CONSTITUCION POLITICA DE LA REPUBLICA DE CHILE / EDICION HISTORICA 29 paralizacién cause grave dafio ala salud, a la eco- nomia del pais, al abastecimiento de la poblacién © a la seguridad nacional’. La ley establecera los procedimientos para determinar las corpo- raciones 0 empresas cuyos trabajadores estaran sometidos a la prohibicién que establece este inciso™; 172.- La admision a todas las funciones y empleos pUiblicos, sin otros requisitos que los que impon- gan la Constitucién y las leyes"™; 182. El derecho a la seguridad social”. Las leyes que regulen el ejercicio de este derecho seran de quérum calificado. La accién del Estado estaré dirigida a garantizar el acceso de todos los habitantes al goce de presta- ciones basicas uniformes, sea que se otorguen a través de instituciones puiblicas o privadas. La ley podrd establecer cotizaciones obligatorias. El Estado supervigilaré el adecuado ejercicio de! derecho a la seguridad social; 192.- El derecho de sindicarse en los casos y for- ma que sefiale la ley*”. La afiliacion sindical seré siempre voluntaria™®, Las organizaciones sindicales gozaran de perso- nalidad juridica por el solo hecho de registrar sus estatutos y actas constitutivas en la forma y con- diciones que determine la ley. La ley contemplaré los mecanismos que asegu- ren la autonomia de estas organizaciones’”. Las corganizaciones sindicales no podrdn intervenir en actividades politico partidistas™; 202.- La igual reparticién de los tributos en pro- porcién a las rentas”" o en la progresién o forma 192. Art.1N® 20 AC3-1976; modificado por art. 1a) DL2.755; art, 19 N? 16 C1980. 193. Art. 1a) DL2.755; art. 19 N® 16 C1980, 194 Art. 12 N2 2.C1833; art. 10 N28 C1925; art. 1 NE 4 AC3-1976; art. 19 N? 17 C1980. 195 Art. 10 N° 16 C1925, modificado por art. Unico N® 10 117.398; art. 1 N° 21 AC3-1976; art. 19 N° 18 C1980. 196 Art. 19 NP 18 C1980, 197 Art. 10 N° 14 C1925, modificado por art. Unico N® 8b) 117.398; art. 1 N® 22 AC3-1976; modificado por art. 1 ) DL2.755; art. 19 N° 19 C1980. 198 Art. 19 NP 19 C1980, 199. Art. 10 N® 14 C1925, modificado por art. Unico N° 8 (17.398; art. 1 N° 22 AC3-1976; art. 1b) 012.755; art. 19 N19 C1980. 200 Art. 1 N° 22 AC3-1976, modificado por art. 1b) DL2.755; art. 19 N® 19 C1980. 201 Art. 12.N°3 C1833; art. 10 N®9 C1925; art. 1N°S AC3- 1976; art. 19 N° 20 C1980. que fije la ley", y la igual reparticién de las de- mas cargas piiblicas** En ningin caso la ley podra establecer tributos manifiestamente desproporcionados 0 injustos. Los tributos que se recauden, cualquiera que sea su naturaleza, ingresaran al patrimonio de la Na- cién y no podran estar afectos a un destino de- terminado. Sin embargo, la ley podrd autorizar que deter- minados tributos puedan estar afectados a fines propios de la defensa nacional. Asimismo, podré autorizar que los que gravan actividades o bienes que tengan una clara identificacién regional o lo- cal puedan ser aplicados, dentro de los marcos que la misma ley sefale, por las autoridades re- gionales o comunales para el financiamiento de obras de desarrollo™; 212.- El derecho a desarrollar cualquiera activi- dad econémica que no sea contraria a la moral, al orden piblico 0 a la seguridad nacional, respe- tando las normas legales que la regulen. El Estado y sus organismos podran desarrollar actividades empresariales o participar en ellas s6lo si una ley de quérum calificado los autoriza. En tal caso, esas actividades estardn sometidas a {a legislacién comin aplicable a los particulares, sin perjuicio de las excepciones que por motivos justificados establezca la ley, la que deberd ser, asimismo, de quérum calificado™®; 222.- La no discriminaci6n arbitraria en el trato que deben dar el Estado y sus organismos en ma- teria econémica. Sélo en virtud de una ley, y siempre que no sig- nifique tal iminacién, se podran autorizar determinados beneficios directos o indirectos en favor de algin sector, actividad 0 zona geografi- ca, oestablecer gravamenes especiales que afec- ten a uno u otras. En el caso de las franquicias © beneficios indirectos, la estimacién de! costo de éstos deberd incluirse anualmente en la Ley de Presupuestos™®; 202 Art. 10 N°9 C1925; art. 1 NP 5 AC3-1976; art. 19 N° 20 1980, 203 Art. 9 Cap. ITit. 1CP1818; art. 12 N° 3 C1833; art. 10 N29 C1925; art. 1 N° 5 AC3-1976; art. 19 N® 20 C1980. 204 Art. 19 N° 20.C1980; modificado por art. 2 19.097. 205 Art. 19 N°21.C1980, 206 Art. 19 N°22.C1980, 30 JAIME ARANCIBIA MATTAR 232.-La libertad para adquirir el dominio de toda clase de bienes, excepto aquellos que la natura- leza ha hecho comunes a todos los hombres o que deban pertenecer a la Nacién toda y Ia ley lo declare asi”. Lo anterior es sin perjuicio de lo prescrito en otros preceptos de esta Consti- tucién®™*, Una ley de quérum calificado y cuando asi lo exi- ja el interés nacional puede establecer limitacio- nes o requisitos para la adquisicién del dominio de algunos bienes”®; 248.- El derecho de propiedad” en sus diversas especies" sobre toda clase de bienes corporales © incorporales™. Sélo la ley puede establecer el modo de adquirir la propiedad, de usar, gozar y disponer de ella y las jones y obligaciones que deriven de su funcién social. Esta comprende cuanto exijan los intereses generales de la Nacién, la seguridad na- ional, la utilidad y la salubridad piblicas™ y la conservacién del patrimonio ambiental™. Nadie puede, en caso alguno, ser privado de su propiedad”, del bien sobre que recae o de al- guno de los atributos o facultades esenciales del dominio”®, sino en virtud de ley general o espe- cial”? que autorice la expropiacién por causa de utilidad publica o de interés nacional", 207 Art. 1N® 15 AC3-1976; art. 19 N° 23 C1980. 208 Art. 19 N°23 C1980. 209 Art. N° 15 AC3-1976; art.19 N° 23 C1980. 210 Art. 1 Cap. I Tit. | CP1818; art. 10 1828; art. 12 NPS C1833; art. 10 N° 10 C1925; art. 1 N° 16 AC3-1976; art. 19 N2 24 C1980. 211 Art. 10N? 10.1925, modificado por art. Unico L16.615; art. 1 NP 16 AC3-1976; art. 19 N® 24 C1980. 212 Art. NP 16 AC3-1976; art. 19 N° 24 C1980, 213 Art. 10N?101925; modificado por art. art, 1 NP 16 AC3-1976; art. 19 N? 24 C1980. 214 Art. 19°24 C1980, 215 Art. 9 Cap. | Tit. | CP1818; art. 117 C1823; art. 7 NE 4 Lfeb/1827; art. 17 C1828; art. 12 N® 5 C1833; art. 10 'N® 10 C1925, modificado por art. Unico 116.615; art. 1 'N® 16 AC3-1976; art. 19 N® 24 C1980. 216 Art. 1NP 16 AC3-1976; art. 19 N2 24 C1980. 217 Art. 117 C1823; art. 12 N° 5 C1833; art. 10 N° 10 C1925; modificado por art. Unico L16.615; art.1 N° 16 AC3-1976; art. 19 N° 24 C1980, 218 Art. 9 Cap. I Tit. | CP1818; art, 117 C1823; art. 7 NE 4 Lfeb/1827; art. 17 C1828; art. 12 N® 5 C1833; art. 10 'N® 10 C1925; modificado por art. Unico L16.615; art. 1 NP 16 AC3-1976; art. 19 N° 24 C1980. 219 Art. 10.N° 10.1925, modificado por L16.615; art. 1 'N® 16 AC3-1976; art. 19 N° 24 C1980. 116.615; calificada por el legislador™, El expropiado po- dré reclamar de la legalidad del acto expropia- torio ante los tribunales ordinarios™® y tendré siempre derecho a indemnizacién’ por el dafio patrimonial efectivamente causado, la que se fijard de comtin acuerdo o en sentencia dictada conforme a derecho por dichos tribunales”. A falta de acuerdo, la indemnizacién deberd ser pagada en dinero efectivo™ al contado”*. La toma de posesién material del bien expropia- do tendré lugar previo pago del total de la in- demnizacién™, la que, a falta de acuerdo, seré determinada provisionalmente por peritos en la forma que sefiale la ley. En caso de reclamo acer- ca de la procedencia de la expropiacién, el juez podrd, con el mérito de los antecedentes que se invoquen, decretar la suspensién de la toma de posesién”. El Estado tiene el dominio absoluto, exclusivo, inalienable e imprescriptible de todas las minas, comprendiéndose en éstas las covaderas, las are- nas metaliferas, los salares, los depésitos de car- bén e hidrocarburos y las demas sustancias fési- les, con excepcién de las arcillas superficiales”*, no obstante la propiedad de las personas natura- les 0 juridicas sobre los terrenos en cuyas entra- fias estuvieren situadas. Los predios superficiales estaran sujetos a las obligaciones y limitaciones que la ley sefiale para facilitar la exploracién, la explotacién y el beneficio de dichas minas*”. Corresponde a la ley determinar qué sustancias de aquellas a que se refiere el inciso preceden- te, exceptuados los hidrocarburos liquidos o 220 Art. 117 C1823; rt. 12 N° 5 C1833; art. 10N® 101925, modificado por L16.615; art. 1 N° 16 AC3-1976; art. 19, N28 24 C1980, 221 Art. 1NP 16 AC3-1976; art. 19 N° 24 C1980. 222 Art. 117 C1823; art. 7 N° 4 Lfeb/1827; art. 17 C1828; art. 12 NP 5 C1833; art. 10 NP 10 C1925; modificado por art. Unico L16.615; art. 1 N° 16 AC3-1976; art. 19, Ne 24 C1980. 223 Art. N° 16 AC3-1976; art. 19 N° 24 C1980. 224 Art. 1N° 16 AC3-1976; at. 19 N° 24 C1980. 225 Art. 19 N°24.C1980, 226 Art. 117 C1823; art. 12 N25 C1833; art. 10 N° 10 (C1925; modificado por art. Unico L16.615; art. 1 N° 16 ‘AC3-1976; art. 19 N® 24 C1980, 227 Art. N° 16 AC3-1976; at. 19 N° 24 C1980. 228 Art. 10.N? 10 C1925, modificado por art. 1 b) L17.450; art. 19 N° 24 C1980. 229 Art, 19 N@24.C1980, CONSTITUCION POLITICA DE LA REPUBLICA DE CHILE / EDICION HISTORICA 31 gaseosos, pueden ser objeto de concesiones de exploracién o de explotacién®. Dichas concesio- nes se constituirén siempre por resolucién judi- cial ytendrén la duraci6n, conferirén los derechos impondran las obligaciones que la ley exprese, la que tendré el cardcter de orgénica constitucio- nal. La concesién minera obliga al duefio a de- sarrollar la actividad necesaria para satisfacer el interés puiblico que justifica su otorgamiento. Su régimen de amparo sera establecido por dicha ley, tenderd directa o indirectamente a obtener el cumplimiento de esa obligacién y contemplaré causales de caducidad para el caso de incumpli- miento o de simple extincién del dominio sobre la concesién. En todo caso dichas causales y sus efectos deben estar establecidos al momento de otorgarse la concesion. Seré de competencia exclusiva de los tribunales ordinarios de justicia declarar la extincién de tales concesiones. Las controversias que se pro- duzcan respecto de la caducidad o extincién del dominio sobre la concesién serén resueltas por ellos; y en caso de caducidad, el afectado podré requerir de la justicia la declaracién de subsisten- cia de su derecho, El dominio del titular sobre su concesién minera est protegido por la garantia constitucional de que trata este numero. La exploracién, la explotacién o el beneficio de los yacimientos que contengan sustancias no susceptibles de concesidn, podrén ejecutarse di- rectamente por el Estado o por sus empresas, 0 por medio de concesiones administrativas 0 de contratos especiales de operacién, con los re- quisitos y bajo las condiciones que el Presidente de la Repiiblica fije, para cada caso, por decreto supremo. Esta norma se aplicaré también a los yacimientos de cualquier especie existentes en las aguas maritimas sometidas a la jurisdiccién nacional y a los situados, en todo o en parte, en zonas que, conforme a la ley, se determinen como de importancia para la seguridad nacional. El Presidente de la Republica podra poner térmi- no, en cualquier tiempo, sin expresién de causa y con la indemnizacién que corresponda, a las 230 Art. 10 N° 10 €1925, m art. 19 N° 24 C1980. ificado por art. 1 b) L17.450; concesiones administrativas o a los contratos de operacién relativos a explotaciones ubicadas en zonas declaradas de importancia para la seguri- dad nacional”, Los derechos de los particulares sobre las aguas, reconocidos 0 constituidos en conformidad a la ley, otorgarén a sus titulares la propiedad sobre ellos”; 252. La libertad de crear y difundir las artes, asi como el derecho del autor sobre sus creacio- nes intelectuales y artisticas de cualquier espe- cie, por el tiempo que sefiale la ley y que no serd inferior al de la vida del titular. El derecho de autor comprende la propiedad de las obras y otros derechos, como la paternidad, la edicién y la integridad de la obra, todo ello en conformidad a la ley***. Se garantiza, también, la propiedad industrial’ sobre las patentes de invencién, marcas comer- iales, modelos, procesos tecnolégicos u otras creaciones andlogas, por el tiempo que establez- cala ley”, Serd aplicable a la propiedad de las creaciones intelectuales y artisticas y a la propiedad indus- trial lo prescrito en los incisos segundo, tercero, cuarto y quinto del numero anterior™, y 262.- La seguridad de que los preceptos legales que por mandato de la Constitucién regulen 0 complementen las garantias que ésta establece 0 que las limiten en los casos en que ella lo autori- 2a, no podrén afectar los derechos en su esencia, ni imponer condiciones, tributos 0 requisitos que impidan su libre ejercicio™. Articulo 20.- El que por causa de actos u omisio- nes arbitrarios o ilegales sufra privacién, pertur- bacién o amenaza en el legitimo ejercicio de los 231 Art. 19 N@24.C1980, 232 Art. 1 NP 16 AC3-1976, modificado por art. 1 012.603; art, 19 NP 24 C1980. 233, Art. Unico b) 119.742. 234 Art. 152 C1833; art. 10 NP 11 C1925; art. 1 NP 17 AC3- 1976; art. 19 N° 25 C1980. 235. Art. 1N® 17 AC3-1976; art, 19 N° 25 C1980. 236 Art. 10 N11 C1925; art. 1 NP 17 AC3-1976; art. 19 N® 25 C1980, 237 Art. LN® 17 AC3-1976; art, 19 N° 25 C1980. 238 Art. 10 N@ 11 C1925; art. 1 NP 17 AC3-19 1N® 25 C1980, 239 Art. 19 N@26 C1980, 32 JAIME ARANCIBIA MATTAR derechos y garantias establecidos en el articulo 19, ntimeros 12, 22, 38 inciso quinto™, 48, 52, 62, 98 inciso final, 112, 128, 138, 158, 162 en lo re- lativo a la libertad de trabajo y al derecho a su libre eleccién y libre contratacién, y a lo estable- cido en el inciso cuarto, 192, 212, 22°, 232, 242, y 252 podré ocurrir por si o por cualquiera a su nombre, a la Corte de Apelaciones respectiva, la que adoptard de inmediato las providencias que juzgue necesarias para restablecer el impe- rio del derecho y asegurar la debida proteccién del afectado, sin perjuicio de los demas derechos que pueda hacer valer ante la autoridad o los tri- bunales correspondientes. Procederd, también, el recurso de proteccién en el caso del N2 82 del articulo 19, cuando el dere- cho a vivir en un medio ambiente libre de con- taminacién sea afectado por un acto u omisién ilegal® imputable a una autoridad o persona determinada’*. Articulo 21.- Todo individuo que se hallare arrestado, detenido 0 preso con infraccién de lo dispuesto en la Constitucién o en las leyes, podré ocurrir por si, 0 por cualquiera a su nom- bre, a la magistratura que sefiale la ley, afin de que ésta ordene se guarden las formalidades legales y adopte de inmediato las providencias que juzgue necesarias para restablecer el impe- rio del derecho y asegurar la debida proteccién del afectado. Esa magistratura podré ordenar que el indi- viduo sea traido a su presencia y su decreto serd precisamente obedecido por todos los encargados de las cérceles 0 lugares de deten- cidn. Instruida de los antecedentes, decretaré su libertad inmediata 0 hard que se reparen los defectos legales 0 pondrd al individuo a disposicién del juez competente, procedien- do en todo breve y sumariamente, y corri- giendo por si esos defectos 0 dando cuenta a quien corresponda para que los corrija’. 240 Art. Unico N®2 120516. 241 Art. 2AC3-1976; art. 20 C1980. 242 Art. 1NP 11 120.050. 243 Art. 20C1980; modificado por art. 1 N® 11 120.050. 244 Art, 104 C1828; 143 C1833; art. 16 C1925; art. 3 AC3- 1976; art, 21 C1980, El mismo recurso, y en igual forma, podra ser de- ducido en favor de toda persona que ilegalmente sufra cualquiera otra privacién, perturbacién o amenaza en su derecho a la libertad personal y seguridad individual. La respectiva magistratura dictaré en tal caso las medidas indicadas en los incisos anteriores que estime conducentes para restablecer el imperio del derecho y asegurar la debida proteccién del afectado**, Articulo 22.-Todo habitante de la Repiiblica debe respeto a Chile y a sus emblemas nacionales™*. Los chilenos tienen el deber fundamental de honrar a la patria, de defender su soberania y de contribuir a preservar la seguridad nacional y los valores esenciales de la tradicién chilena®”. El servicio militar y demas cargas personales que imponga la ley son obligatorios en los términos y formas que ésta determine’. Los chilenos en estado de cargar armas deberan hallarse inscritos en los Registros Militares, si no estén legalmente exceptuados™®. Articulo 23.- Los grupos intermedios de la co- munidad y sus dirigentes que hagan mal uso de la autonomia que la Constitucién les reconoce, interviniendo indebidamente en actividades aje- nas a sus fines especificos, serén sancionados en conformidad a la ley. Son incompatibles los cargos directivos superiores de las organiza- iones gremiales con los cargos directivos supe- riores, nacionales y regionales, de los partidos politicos, La ley establecerd las sanciones que corresponda aplicar a los dirigentes gremiales que interven gan en actividades politico partidistas y a los di- rigentes de los partidos politicos, que interfieran en el funcionamiento de las organizaciones gre- miales y demés grupos intermedios que la propia ley sefiale™. 245 Art. 3C3-1976; art. 21 C1980. 246 Art. 4 AC3-1976; art. 22 C1980. 247 Art. 5.AC3-1976; art. 22 C1980. 248 Art. 6 AC3-1976; art. 22 C1980. 249 Art. 124 C1828; art. 156 C1833; art. 10 N° 9 C1925; art 6 AC3-1976; art. 22 C1980, 250 Art. 23 C1980. 251 Art. 231980; modificado por art. Unico N° 11 118.825. 252 Art. 23 C1980. CONSTITUCION POLITICA DE LA REPUBLICA DE CHILE / EDICION HISTORICA 33 CAPITULO IV GOBIERNO Presidente de la Republica Articulo 24.- £1 gobierno y la administracién del Estado corresponden al Presidente de la Republi- ca, quien es el Jefe del Estado”. Su autoridad se extiende a todo cuanto tiene por objeto la conservacién del orden piblico en el in- terior y la seguridad externa de la Republica, de acuerdo con la Constitucién y las leyes**, EI 1 de junio de cada afio, el Presidente de la Re- publica dara cuenta al pais del estado adminis- trativo y politico de la Nacién ante el Congreso Pleno***. Articulo 25.- Para ser elegido Presidente de la Repiiblica se requiere tener la nacionalidad chi- lena de acuerdo a lo dispuesto en los nimeros 12 6 22 del articulo 10; tener cumplidos treinta y cinco afios de edad’ y poser las demas calida- des necesarias para ser ciudadano con derecho a sufragio™. EI Presidente de la Republica duraré en el ejer- Cicio de sus funciones por el término de cuatro afios®* y no podra ser reelegido para el periodo siguiente™, EI Presidente de la Republica no podrd salir del territorio nacional’ por més de treinta dias ni a contar del dia sefialado en el inciso primero del articulo siguiente, sin acuerdo del Senado*™. 253 ; art. 60 C1925; art. 24 1980. 254 Art. $9 C1833; art. 601925; art. 24 C1980. 255 Art. 106, C1822; art. 81 C1833; art. 71 C1925; art. 24 1980. 256 Art. 18 N° 19 C1823; art. 84 N° 4.C1828; art 56 C1925; art. 24 C1980; modificado por art. 1 N® 12 120.050, ‘modificado a su vez por art. Unico (21.011. 257 Art. 1NP 13 120.050. 258 Art. 60.C1833; art. 61 C1925; art. 25 C1980. 259° Art. LN® 13 120.050. 260 Art. 61 C1833, modificado por L.ago/1871; art. 62 1925; art. 25 C1980. 261 Art. 19 NP 1 C1823; art. 85 NP 2 C1828; art. 76 C1833; art, 67 C1925; art. 25 C1980. 262 Art. 67 C1925, modificado por art. 1 L17.284; art. 25 (C1980; at. Unico N? 1 120.535, 263 Art. 19 N? 1.C1823; art. 76 C1833; art. 67 C1925; art. 25 1980. En todo caso, el Presidente de la Republica co- decisién de ausentarse del territorio y los moti- vos que la justifican™. Articulo 26.- El Presidente de la Republica sera elegido en votacién directa*® y por mayoria ab- soluta de los sufragios validamente emitidos™*, La eleccién se efectuaré conjuntamente con la de parlamentarios, en la forma que determine la ley orgénica constitucional respectiva™’, el ter- cer domingo de noviembre del afio anterior a’ aquél en que deba cesar en el cargo el que esté en funciones. Sia la eleccién de Presidente de la Republica se presentaren mas de dos candidatos y ninguno de ellos obtuviere més de la mitad de los sufragios validamente emitidos, se procederd a una segun- da votacién que se circunscribird a los candidatos que hayan obtenido las dos mas altas mayorias relativas y en ella resultard electo aquél de los candidatos que obtenga el mayor numero de su- fragios. Esta nueva votacién se verificaré, en la forma que determine la ley”, el cuarto domingo después de efectuada la primera”. Para los efectos de lo dispuesto en los dos incisos precedentes, los votos en blanco y los nulos se considerarén como no emitidos®”. En caso de muerte de uno o de ambos candi- datos a que se refiere el inciso segundo, el Pre- sidente de la Republica convocara a una nueva eleccién dentro del plazo de diez dias, contado desde la fecha del deceso™, La eleccién se ce- lebrard noventa dias después de la convocatoria si ese dia correspondiere a un domingo. Si asi no fuere, ella se realizaré el domingo inmedia- tamente siguiente”, 264 Art. 67 C1925, modificado por art. 1 117.284; art. 25 1980. 265 Art. 63 C1925; art. 26 C1980. 266 Art. 26 C1980. 267 Art. LN® 14 a) 20.050. 268 Art. Unico N® 2) 20.515. 269 Art. 26 C1980. 270 Art. Unico NP 1 119.643. 271 Art. Unico NP 2 i) 120.515. 272 Art. 26 C1980. 273 Art. 1N® 14 b) 120.050; modificado por art. Unico N° 2 ii 20.515, 274 Art. Unico N° 2 ii) 120.515.

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