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DBA: Identificar y diferenciar los procesos tecnológicos en los diferentes tipos de industria.
TECNOLOGIA INDUSTRIAL:
En la mayoría de los libros de texto, encontrarás que la Revolución Industrial comenzó durante el Siglo XVIII y que fue posible
gracias a la invención de la máquina de vapor. Sin embargo, el crítico histórico y social Lewis Mumford le dio otra perspectiva.
De acuerdo a Mumford, la Revolución Industrial empezó en algún punto anterior al Siglo XIII, y el invento que empezó todo
fue ¡el reloj! Mumford observó que la economía moderna que surgió de la Revolución Industrial era completamente
dependiente del uso eficiente del tiempo. Él decía que el tiempo se había convertido en el recurso más preciado de la Tierra:
"Así como el producto de un telar es un pedazo de tela, el producto de un reloj son los minutos y los segundos". Mumford
notó que, durante la Edad Media, los monasterios se convirtieron en los primeros lugares en donde el tiempo era rígidamente
observado. Los horarios para trabajar y rezar se seguían exactamente, y las campanas les decían a los monjes cuando trabajar,
rezar, despertarse y comer. Los primeros relojes eran mecanismos a base de agua. Los relojes mecánicos más nuevos, que
aparecieron durante el Siglo XIII, fueron adaptados para el resto de la sociedad. Las personas empezaron a ver al tiempo como
un recurso que necesitaba ser repartido eficientemente y esto fue lo que, para Mumford, inició la Revolución Industrial: ¡más
producción en menos tiempo!
ARTE Y ENTRETENIMIENTO La Revolución Industrial cambió a toda la sociedad, incluyendo la cultura y las artes. A finales del
Siglo XVIII, un nuevo movimiento artístico, conocido como el “Romanticismo”, surgió en Alemania y Gran Bretaña. Este
movimiento celebraba el poder y la belleza del mundo natural, mientras criticaba al hombre por el daño a la naturaleza que
hacían las fábricas. Los autores de este movimiento se concentraban en expresar sus sentimientos e iban en contra de la
racionalidad científica. Para los románticos, la naturaleza era una fuente de inspiración y de verdad divina. Algunos creían que
perturbar a la naturaleza era destruir una gloriosa edificación hecha por Dios.
Un buen ejemplo de la manera de pensar romántica es el poema "Carrozas de fuego" (Chariots of fire) de William Blake, que
compara a la belleza divina de la naturaleza con el humo arrojado por las "satánicas" chimeneas de las fábricas del campo.
¿Resplandeció el divino rostro sobre nuestras colinas nubladas? ¿Y edificó una Jerusalén? ¿En medio de esos negros, satánicos
molinos? Otros famosos escritores románticos fueron: Goethe, Novalis, Ludwig Tieck, Lord Byron, Jean-Jacques Rousseau y
Gustavo Adolfo Bécquer. . ¡Seguramente puedes encontrar más acerca de ellos en la biblioteca de tu escuela!
EN EL PASADO Antes de la Revolución Industrial, era muy común que los niños trabajaran. Por ejemplo, los hijos de
campesinos trabajaban en el campo o cuidaban a los animales. También existía el sistema de aprendiz: los niños iban con un
artesano que les enseñaba cómo hacer sus artesanías; así, hasta que estuvieran listos para llevar el negocio ellos mismos.
Pero cuando la Revolución Industrial apareció, la labor infantil tuvo un nuevo significado, especialmente en la Gran Bretaña.
Bajo el nuevo sistema, los niños trabajaban de 12 a 16 horas diarias, 6 días a la semana, en fábricas textiles y minas de carbón.
A veces, los dueños de las fábricas les pagaban a las familias pobres unos cuantos centavos al día por las labores de sus hijos.
Pero si eras huérfano, no te pagaban nada. Por 80 horas de trabajo a la semana, tenías un lugar para dormir y un poco de
comida, nada más. Las condiciones eran difíciles; los niños eran castigados por no llegar a tiempo o no trabajar lo suficiente.
El número de niños que fueron obligados a trabajar en la Gran Bretaña es asombroso: de acuerdo con un censo de 1840, la
industria textil británica empleó a 44,833 niños y 62,131 niñas; mientras 346,079 niñas y 90,464 niños también trabajaban
como sirvientes domésticos. Un tercio de todos los trabajadores de las minas de carbón eran menores de 18 años. Durante
la segunda mitad del Siglo XIX las personas se indignaron por todos estos sucesos y los países empezaron a crear leyes que
restringían la explotación infantil. Sin embargo, no fue hasta el Siglo XX que la explotación infantil desapareció en Europa
Occidental y Norteamérica. Todavía hoy hay muchos niños que no tienen la oportunidad de ir a la escuela y tienen que
trabajar.
PERSONALIDADES Aquí hay algunos de los famosos inventores de la Revolución Industrial: Jethro Tull: (1674-1741) Agrónomo
inglés, inventó la sembradora, la cual permitió a los granjeros colocar fácilmente sus semillas en agujeros cubiertos y a
intervalos regulares, en vez de sólo esparcirlos en la tierra. John Kay: (1704-1780) Relojero inglés, inventó la lanzadera volante,
la cual redujo a la mitad el tiempo que tardaba en tejerse un pedazo de algodón en un telar. James Hargreaves: (1720-1778)
Tejedor inglés, inventó el “Spinning Jenny”, el cual redujo dramáticamente la cantidad de trabajo requerido para producir un
hilo. Richard Arkwright: (1733-1792) Tejedor inglés, inventó el marco giratorio movido por agua, un telar completamente
mecánico que trabajaba con energía hidráulica. John McAdam: (1756-1836) Ingeniero escocés, desarrolló el “macadán”, un
nuevo proceso para construir carreteras con superficies suaves, duras y duraderas. Eli Whitney: (1765-1825) Inventor
americano (en la imagen). Desarrolló la despepitadora de algodón, la cual separaba las semillas de las plantas de algodón.
También inventó un sistema de montaje para fabricar mosquetes (armas de fuego). Este sistema permitía producir las
distintas partes del arma por separado y por distintas personas, haciendo el proceso más rápido. Esto fue un gran paso para
lograr que los productos manufacturados pudieran ser producidos en masa. Robert Fulton: (1765-1815) Ingeniero americano,
desarrolló el primer barco de vapor. Henry Bessemer: (1813-1898) Ingeniero inglés, desarrolló el “Proceso Bessemer” para la
producción de acero en grandes cantidades.