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TALLER ARQ. BIBIANA CICUTTI HISTORIA DE LA ARQUITECTURA 4 30 FACULTAD CENTRO UNIVERSITARIO ROSARIO DE ARQUITECTURA ry 7 PLANEAMIENTO Y DISENO DE INVESTIGACIONES UNR URBANAS Y REGIONALES SEPARATA CAPITULO Ill: La transformacién del rol de la ciudad y de sus partes. CAPITULO IV: Segregacién y especializacion de las partes. La atomizacién del sistema colectivo. 10 OB Age CUADERNO N27 "LA FORMACION DE LA ESTRUCTURA COLECTIVA DE LA CIUDAD DE ROSARIO" Arq, fsabel Martinez de San Vicente CUADERNGS DEL cURDIUR Rosario, (985. \ CITE ESTE TRABAJO Si LO USA COMO REFERENCIA CONTENIDOS. TII.La transformacién del rol de la ciudad y de sus partes. III.1, Perfodo 1911-1930. III.1.1.Las transformaciones en el orden territorial. TII.1.2. Las tzansformaciones urbanas. TII.1.3, El debate ‘cultural urbanfstico. HII.2. Bl Plan Farengo-Guido-Della Paolera. LV. Segregaci6n y especializacién de las partes. La atomiza- cién del sistema colectivo, IV-1. Petfodo 1930-1952. Iv.1.1, Las transformaciones en la estructura te- rritorial. Iv.1.2. Las transformaciones urbanas. Iv.2. El Plan Rosario. Iv.3. Perfodo 1952-1970. IV.3.1. Las transformaciones en la estructura te- rritorial. IV.3.2. Las transformaciones urbanas. Iv.4, E1 Plan Requlador. RETETEKAETAARARRRRRAR REAR ERA ERe eon, Lie RH Lane qrr.- ba transformaci6én del rol de ja ciudad y de sus partes. qit.1.- Perfodo desde 1911 haste 1930. pegde la primera hasta la segunda guerra mundial ~perfodo auc os abierto, en el plano urbano, por el Plan Bouvard y cerrado por el primer Plan Requlador de le ciudad, de los ingenieros pella Paolera y Farengo y del arquitecto Guido“, la ciudad con- tinga creciendo aceleradamente, pero su crecimiento se realiza sobre 1a estructura colectiva ya definida hacia 1914, Comienzan los primeros sintomas de un desarrollo no formalizado o patolé- gico, dénde la ciudad pierde le capacidad de razonax sobre st misma. Ge produce la separacién definitiva entre pensamiento urbanfs~ tico y mecanismes de construccién de 1a ciudad. El Tercer Censo Municinal habia arrojado una poblacién de 192.27 habitantes, de los cuales 87.895 exan ardentinos Y 85.833 eran L extranjeros- SegGn el Censo Nacional de 1914, la poblacién se habfa elevado a 222.592 habitantes. Habfa crecido 30.000 habitantes en cuatro afios, y contaba con 127,422 axgentinos y 95.170 extranjeroe- se produce, a partir de ese mismo afio, un desecuilibrio paulatine en favor de los argentinos, al 1 smo tiempo que se reduce, en © : 2 plano nacional, la entrada de inmigrantes - B1 Cuarto Censo Nunicipal de Rosario, levantado bajo 1a direc” wién del Dz, Domingo Dall'Anese, arroja una poblacién de 407-01 hapitantes, Desde et censo de 1914 1a noblacién ha aunentado 1 798, o sea, ¢} 6,508 anual. El norcentaje de extranjeros ha Sis minufdo, pasando de $3,4% de argentinos y 46,68 de extranjeros en 1910 a 55% de arcentinos y 45% de extranjeros*- pice un informe de Dall'Anese®: "Desde 1910 casi no han variado las cifras relativas y ello parece indicar, teniendo en cuenta la merma producida por la guerra, que la menor cortiente inmigratoria directa del exterior ha sido compensada por el reanudamiento del, éxodo de la poblacién rural extranjera hacia la ciudad. Por otra parte, observando con alguna detencién la forma de expan- sién de la RepGblica, se evidencia como una gran parte de los extranjeros radicados en Rosario proceden del interior @el pais". TII.1.1.- Las transformaciones en el orden territorial. A pesar de que no hay transformaciones aparentes en la red terri-~ torial ya definida, comienza en este perfodo a ponerse en eviden- cia la dependencia de la actividad comercial y portuaria no ya de una manera directa con el exterior, sino con Buenos Aires. Se acent@a el proceso de centralizacién y comienza a declinar len- tamente la hegemonfa del Puerto. Ya en 1901 1a administracién del Central Argentino se habfa tras- ladado a Buenos Aires. En 1914 traslada a Pérez los talleres lo- cales. El puerto de Rosario, que durante el quinguenio 1900-1913 daba salida al 17,48 de la exvortacién total argentina, en 1916 se reduce al 10,8% y-en 1917 al 7.68. La primera guerra provoca ciertos canbios en la estructura pro- ductiva regional, genexando industrias alimenticias, como el fri- gorifico Swift en Villa Gobernador Galvez, molinos harineros, en- vasadoras © industrias extractivas qanaderas, lanas, cueros, etc. proceso que se interrumpe con la crisis del 1929. La transformacién territorial mas importante la constituye la in- troduccién masiva del transporte automotor y la pavimentacién de las primeras rutas convergentes en Rosario. El pavimento, sin embargo, se emplazé en su mayor parte sobre los caminos prexis- tentes, paralelos a las vias ferroviarias. En 1933 se habilita el camino de Rosario a Santa Fé, y en 1935 la ruta Rosario-Buenos Aires via Pergamino. En 1936 el camino a Cérdoba, y en 1939 el camino carretero hasta Casilda®. TERTTR TET REHEAT EER RRRNURRG EERE aeeeaa a, Comienza la decadencia del ferrocarril. yi1.1.2.- Las transfermaciones urbanas. bas transformaciones del centro son escasas © nulas, en parte debido a las crisis econémicas, en parte al hecho de que el de- pate se centra sobre los problemas "funcionales" que impiden la Sneorporacién de nuevas reas a la esneculacién innobiliaria, y que culminarén, al final del perfodo, con el Plan Guido. tos proyectos de enbelleciniento disminuyen, y en general se re- fieren a obras 0 propuestas prexistentes:bajo las intendencias de Juanto y de Rouillon se crea el balneario municipal, se ensan- cha la Plaza Belgrano y se remodela la avenida costanera, se ce- den tierras para el futuro matadero, jardin boténico, escalina- tas en las barrancas, etc.’ Las propuestas continfan refiriéndose exclusivamente a 1a relen cién entre espacio privade y espacio ptblico como “vacto" rema- nente susceptible de ser embellecido u ordenado, sea a través de proyectos espectficos, sea a través de normas (tal el caso de jas primeras normas de retiro de jardin para Orofio, San Martin © la zona Norte). Asf, la incorporaci6n de tres Facultades @ 1a ciudad -Medicina, Ciencias Econémicas, Fisico-Quimica a partir de la promulgaci6n de la ley 10.861 de 1919 aue determina la creacién de 1a Univer” sidad Nacional de Litora ), no seré objeto de preocupacién pro~ yectual ni de debate urban{stico hasta su incorporacién ~como pre blema global de © 1935-. iudad Universitaria- en el Plan Regulador de Las propuestas, en general, intentan contraponerse al indiscrimi nado sistema de “laissez faire" imperante en la ciudad ~inspira do en el modelo norteamericano-, y necesariamente se vuelven ins: trumentos de la renta urbana’, Sin poder desprenderse de la tran @icién urbanfstica local de la "ciudad bidimensional". las in- fluencias de la City Beautiful y los modelos académicos del Beaux Arts son absorbidos como “modos de subdivisién del suelo edifica- ble", carentes de referencias edilicias~arquitecténicas. sin embargo, los reglamentos edilicios conservan aun intactas las posibilidades dimensionales del lote tradicional y sus inai- caciones de organizacién y alineaci6n en relacién a la calle. Ast, hasta el afio 1930 se mantiene en el reglamento la obligato- xiedad de la alineacién: a “La Municipalidad nermitira edificar dentro de la lfnea con con objeto de elevar a mayor altura la fachada del edificio, pero eh este caso la linea de éste seré paralela a la de la calle, siempre que 1a distancia de la lfnea municipal sea de menos de 2,5 mts. En todo caso que la distancia del edi- ficio a la linea municinal fuera mayor de un metro, se ce- rrardé el frente con pilares o rejas y balaustradas, a no ser® gue el espacio libre fuera ocupado nor una graderfa"> Contempordneamente, en la periferia las nuevas operaciones de subdivisién de la tierra pierden definitivamente el cardcter de urbana: clones para convertirse en loteos. Los nuevos crecimien- tos se producen en forma intersticial o nor "relleno" o fusién entre el centro de la ciudad y los desarrollos aut6nomos del ne- rfodo anterior, a lo largo de las vias del tranvfa y de los ca- minosde vinculacién. Carecen absolutamente de estructura propia, ya que siguen el trazado oficial producto ~-nuevamente- de la extensi6én homogénena del tejido de manzanas. En ellos, la referencia a los hechos urbanos que les dan origen es absolutamente ficticia’? cuando no inexistente, y la cesién de superficies destinadas a usos nGblicos se limita a la indis- Ppensable para la apertura de calles y veredas. Cuando estos desarrollos por "relleno" se producen en relacién @ componentes urbanas ya definidas, como los ejes ya enunciados, jos parques, las estaciones de ferrocarril de mayor flujo de pa- sajeros, o en relaci6i a tendidos de vias de tranvfa, las nuevas incorporaciones tienden a asimilarse a las partes ya definidas GERTTITTATTT ARERR ERE ERROR REDE RER DER Ree eeee es. , con anterioridad. Ue lo contrario, tenderén a paralizarse 0 & gonvertirse en Sreas dispersas y no formalizadas. Los primeros factores de distorsi6n los introduce el cambio de rol de algunas partes de la ciudad, como la incorporaci6n del frigorifico en el Saladillo en 1924, el proyecto de traslado del antiguo Matadero, y la incorporacién de Alberdi vor leyes pro- vinciales 1970 y 1982 de 1919. yIt.1.3.- El debate cultural urbanistico. ia idea de confeccionar un plan nara la ciudad que no fuese ye <6lo de ensanche y enbellecimiento, sino de reorganizacién fun- Gional de la ciudad, comienza a agitarse desde los afios 1923-24, a partir de los sucesos derivados del oroyecto de construccién ge la Estacién del Ferrocarril Central Argentino en la terminaq ci€n de) Boulevard Orofio. ‘1. E1 proyecto fue rechazado ante el dictamen de una comisién del Concejo Deliberante formada con el propésito de evaluarlo, esencialmente a rafz de las fuertes pre~ siones ejercidas por la opinién pOblica. Los conflictos uscitados evidencian por un lado el agotamiento ge la Sreas rentables y la necesidad de valorizar las acciones de especulacién urbana. Por otro, el advenimiento del transpor~ te automotor, con el cual entran en conflicto las estructuras ferroviarias. En el aio 1927 la Asociacién Amigos del Rosario presenta al pre- sidente del Concejo Deliberante Dr. Luis Mattos, un memorial cor la firma de numerosos vecinos, dénde se le requiere: a.- "Quiera dictar una ordenanza reglamentando y creando p Ta el Rosario un pian organico ferroviario en sus lineamte tos generales y en armonfa con la jurisdiccién nacional". b.- "En base a las conclusiones que al final se expresan: solicite del P-5. Nacional un nuevo estudio y revisién de los proyectos de construceiones y accesos aprobados condi- cionalmente al Ferrocarril Central Argentino por decreto del 20 de julio de 1925". Dice también e1 documento que: "La activa campafia llevada a cabo con tanto éxito como en~ tusiasmo por varias asociaciones, comités y entidades. cu- yos fines son la edilidad, en pro del plan regulador de Ro- sario y de 1a emisi6n de un empréstito para obras pGb}icas, tiene hoy la adhesién y simpatfas de toda la ciudada"!?. El memorial sostiene, inclusive, que 1a ciudad ante la amenaza de ver consolidarse definitivamente al Central Argentino sobre “lo mas hermoso de su ribera, en defensa de su vialidad, higie- ne y estética", esta dispuesta a financiar a largos plazos un empréstito administrado por un directorio auténgmo para -entre otras cosas— “adquirir los terrenos de las barrancas del Paran&, con el objeto de levantar sobre ellos el futuro parque y avenida costanera, que han.de transformar favorablemente la fisono- mfa de toda la zona Norte y Fgte de la ciudad, sin obstacu- lizar el tr&fico portuario".19 Dice otro subt{tulo: "Los proyectos de la empresa atentan contra la vialidad:so- bre los proyectos del Ferrocarril Central Argentino se han hecho importantes estudios, y las comisiones especiales nom- bradas por la "Sociedad de Ingenieros, Arquitectos y Cons~ tructores de Obras". el "Centro de Arquitectos", los "Ami- gos. del Rosario" y la "Federacién del Fomento Edilicio", u- nénimemente han llegado a la conclusién de que las obras proyectadas por la emmresa no consultan los principios de la técnica ferroviaria, atentan contra la vialidad y obsta~ culizan el progreso de Rosario". 14 En el afio 1929 se dispone por la Ordenanza Municipal N°58 la con- feccién de un plan regulador. La ordenanza recoge y sintetiza, haciendé suyas, las princinales asniraciones del debate ptblico de la época. Adem&s del debate sobre los problemas viales y ferroviatios ana~ recen en el Digesto Municipal una serie de proyectos cue luego serén incorporados de manera mas o menos evidentes por el Plan Regulador de 1929, a sugerencia de la Ordenanza N°58: la 0. N° 16 de 1916 sobre construcci6n del Nuevo Mercado de Abasto el D. HIRRHRSKRRAEKCAEEGLHRARELCRAAGRRDRERAHREERAERRAsaaaaa 22 de 1916 adjudicando premios a la construcci6én de los Nuevos Mataderos; el D.N°174 de 1919 autorizando la construccién de la escalinata entre 1°de Mayo y Santa Fé; la ley prov. N°1970 de 1919 incorporando al Municinio de Rosario el distrito de Alber di. En febrero de 1922 se inaugura el balneario municipal en el Arroyito; por 0. N°41 de 1925 se crea el Parque Belgrano; por 0. N°52 del mismo afio se crea el "Paroue de la Florida" al limite Norte del Municipio. En febrero de 1922 se crea una oficina con el nombre de Vivienda del Traba jador, dependiente del Banco Mu- nicipal de Préstamos. Contemoraneamente, se favorece la dispe sidén, porque en mayo de 1922 la 0.N°12 exonera de impuestos a las construcciones que se realicen en los barrios obreros fuera de los bulevares Avellaneda y 27 de Febrero. La propuesta del Plan Regulador cuenta desde sus inicios con el apoyo ~adem&s de las comisiones ya citadas-,de la Federaci6n de Fomento Edilicio, cuyo presidente, el contador Gonzd4lez Theyler, (vinculado al remate de extensas dreas de la ciudad) sostuvo uw na intensa campafia desde 1925. Dice la introduccién al plan definitive: "Esta campafia intensa y documentada con la publicacién de folletos y manifiestos, dié por resultado el nombramiento en el Honorable Concejo Deliberante de la Comisién Esnecial de Embellecimiento Edilicio y Urbanismo, de la cual fue de~ signado secretario "ad-honorem", siendo luego redactor de la Ordenanza N°58 de 1929 sobre la confeccién del Plan Regu lador. En el afio 1931, como delegado "ad-honoxem" de la Mu= nicipalidad de Rosario, visit6 las Municinalidades de Roma, Viena, Paris y Berlin, las reparticiones técnicas encarga~ das de estudiar los asnectos econémicos, financieros y le gales de los planes requladores de dichas capitales. De regreso al pais, colaboré en la obra de divulgacién ur- banfstica que realizara el Dr. W. Hegemann, dirigiendo la publicaci6n oficial de sus conferencias sobre “Problemas Ur banos de Rosario"i5, Angel Gonz&lez Theyler se convertir&, afios mas tarde, en el prin- cipal defensor del plan como “instrumento de progreso", y en su xeinstaurador después de la revolucién de 1955. yg En su artfculo “Economfa y Urbanismo en Rosario. Ejecucién y financiaci6n del Plan Ferroviario", plantea con claridad los objetivos pr4cticos del Plan. El Plan debfia convertirse en el “.,.instrumento capaz de sacar a la ciudad de la paraliza- cién en que se encuentra, creando trabajo ¢ impulsando el puogreso.'te‘ ta diudad con la obra péblica"!6, TII.2.~ El Plan Farengo ~- Guido ~ Della Paolera. La confeccién del Plan Regulador sancionado por 1a Ordenanza N°5€ de 1929, es encargada al equipo proyectista constitutdo por jos ingenieros Farengo y Della Paolera, y por el arquitecto Gui~ do.*7 B1 plan es consignado en el afio 1935 El plan se atiene estrechamente al esnfritu de la ordenanza N° 58, en la cual ya estaban contenidas las ideas de "zoning! (art. 469), 1a de “modelo al cual tender" (art. 470) y la de “plan co- mo instrumento de progreso"!®, Hace emerger, por primera vez en un instrumento urbanfstico lo- cal, los problemas funcionales de la ciudad, en particular ba- jo tres aspectos: la reestructuracién ferroviaria, que constitu- ye la “estructura central y primordial del Plan Regulador"!?, la zonificaci6n por &reas y la reformulacién -por antifuncional- del trazado en manzanas. Con respecto a éste Giltimo punto, dice el Plan en su capftulo tv, refiriéndose a la"desorganizaci6n funcional de la ciudad": "Bl loteo uniforme y reducido de las manzanas ha dado como resultado la formaci6én de numeros{simas parcelas iguales o de proporciones semejantes que se utilizan sin distinciones para la construccién de viviendas, usinas, comercios 0 edi~ ficios pOblicos. Como consecuencia, nuestras ciudades, en su desarrollo natural o esponténeo presentan una intercala- clén abigarrada de construcciones levantadas con los fines mas diversos, lo que contraria a la especializacién de los barrios u ordenaci6n funcional de la ciudad aue, basado en el principio de la divisién del. trabajo, constituye,yno de jos principios fundamentales del urbanismo moderno"!?, QRRARERRAREKCRReReREMAteranenne samen acenn como contrapartida a la cuidadosa zonificacién, exasperada por é1 regiamento edilicao, 1a otra caracterfstica del plan _comén, por otra parte, a todos los planes de 1a época~, és la extensién articulada e informe de la periferia, diferenciada s6lo por la 20 variedad" de las soluciones adoptadas en los trazados viales. El ente pUblico hace evidente aqu{ la debilidad de su capacidad de planificacién. El plan se agota en el trazado de las lineas generales para la intervencién especulativa y para el espacio piblico (accesibilidad, plazas, parques) y en la ubicacién de lo principales equipamientos ptblicos indispensables para el funcic namiento de la ciudad (estaciones ferroviarias, puerto, sistema hospitalario, matadero, cementerio)?!. Bastar& que alg(in factor decisivo, como el proyecto de nuevas instalaciones ferrociarias o como la resistencia opuesta por la fragmentacién de la propiedad del suelo en 4reas ya urbanizadas, para que el plan sea transgredido. La voluntad de disefiar un sistema colectivo anarece legible en ierto modo en la Gran Avenida Central y en los barrios proyec- tados sobre freas libres. Es en estos aspectos que el plan evi- dencia una cierta vinculacién con el urbanismo europeo, aungue esencialmente en sus aspectos planimétricos y formales. En €1, el espacio pGblico es visto esencialmente como forma va~ cfa, espacio residual entre cortinas de edi ficios ~residencial © comerciales-, un poco mas amplio y decorado paisaj{sticamente en los puntos de mayor valor urbano. Los espacios verdes, sin embargo, son concebidos como un “servicio higiénico". Dice el plan, en su capftulo 11, refiriéndose a la"Insuficiencia de espacios libres": "La solucién de este problema esencialmente higiénico ha preocunado al proyectar las nuevas estructuras de Rosario. Los espacios verdes de reducida extensi6n -nuestras tradi- cionales plazas-, insuficientes nara el servicio de barrios densos (...) ya no cuentan como elementos suficientes para el saneamiento de una aglomeracién. Los sistemas de parques, g debergn constituir 32 Solucién del probises de los espacios Rosario"22" Bl reglamento explicita las tendencias “naturales a un centro consolidado y de Concentracién de actividades comerciales, una Segunda zona de tndole residencial, una zona periférica de yi- Viendas higiénicas para una Sola familia"; acenta estas tenden~ cias y reglamenta en consecuencia: Scontempla 1a posibiligad ge crear, en la regién del nficleo antiguo, donde se han jocalizado las funciones comerciales ¥ administrativas, ja Santidad suficiente de locales como Onstruccién m, Pafiado por jardines". a 24 rural o semi-rural! Plantea por primera vez la rotura del vinculo edificio-lote: “otxo factor de economia en la urbanizaci6n de los barrios de viviendas noulares es el que resulta de la organizacié: de grandes parcelas, mucho mayores que nuestras antieconé- micas, antihigiénicas y antiestéticas manzanas actuales. A- dem&s de la economfa realizada por la simplificaci6n de la estructura de calles e instalaciones dentro de esas grande: parcelas, la construccién en serie y en fajas de orden semi abierto de los edificios nara Viviendas, trae consigo el m: jor aprovechamiento higiénico del terreno y la reduccién cr Siderable de costo debido a la aplicacién en gran escala a elementos construc tivos "standard". as calles de trafico de imblantacién cara, que rodean a gran parcela, influyen mas en el costo de su organizacién « esas mismas Calles que rodean nuestras reducidas manzanas. Estas razones de orden econémico exigen, sino el estiramie: to de todos nuestros viejos trazados por anexién de parcel: lo que en numerosos casos resultarfa ut6pico, por lo menos e1 abapgono del pequefio damexo en los nuevos barrios a for- marse Es comin gue la aplicacién de los principios de reconstruccién de las ciudades en la postaquerra euronea o de ampliaci6n de los nuevos barrios periféricos, en las ciudades argentinas -probabl: mente debido a la excesiva permeabilidad de sus tejidos- se pro- pone como reconstruccién de la ciudad total, y lo cue es mas six nificativo, en la mayor narte de los casos se logra mayor susti- tucién en las dreas ya construfdas. El Reglamento induce también a la transformacién del tipo al pre poner la no ocupacién del centro de manzana y la fijaci6n de une profundidad limite del cuerpo edificado: "Desde el punto de vista higiénico, la manzana cuadrada cor la forma de lotes y de edificacién que invariablemente se usa, presenta el inconveniente de producir un alto porcente je de casas mal orientadas, desorden en el fondo de los te rrenos y despedazamiento del espacio libre interno"26 Bl plan de Guido es una sfntesis ecléctica entre una actitud pre fundamente conservadora y los principios de reconstrucci6n de le ciudades de postguerra. alma académica, nostélaice de los OS ¥ de las grandes composiciones re- 2 Om funcionalistan2 sq metida a pesadas leyes econémicas erceptible la "“grandezay de la ciudad y ad canaz de crear tay gran~ Gistintos de los ge 1a ciudad moldeada en la tradicién Social, econémica y de 14 monumentalidad poten- Fesco de muchos “pedazos Gel Plan Guido-Parengo- sen @1 proyecto para e1 xxrr Mstrite de Wagner y Berlage para La Haya, 30 En primer lugar, ¢1 SSPacio pablico es, Como ya hemos dicho, so- bre todo espacio 1ibre, verde, aire, 1U2, amplios paseos, fondos Para la Vivienda, Este Puede ser definsg 2 8 7 B z 3 & a BS ® g 4 2 & 7 5 & e 8 & 5 8 5 3 En segundo lugar, lag funciones y 1og tip. ples y hasta pobres (marques, calles, & : g i g 5 Z é 7 5 : zg E z : s E : : : : 8 £ 5 : £ : : : 8 : g 5 i 3 7 a 5 E i g 7 § 3 i 3 BOQteeeeeceecaane..__-_ cudnto el espacio colective se constituye en el centro y no pue~ de constituirse mas que allt. Por una parte, por lo tanto, emergen algunas indicaciones para el perfeccionamiento de la funcién residencial. Por otra, es ne~ gada la vosibilidad de una relacién reciproca entre residencia y Areas centrales o colectivas valida para todas las partes de la ciudad, aceptando asf el principio de la segregaci6n de la resi- @encia, que se hace periferia para las clases populares, © isla autosegregada para las clases pudientes. Si bien las criticas mas demoledoras que se le han dirigido al plan de Guido se refieren a los aspectos "lingufsticos" y fun- cioneles, la verdadera causa del rechazo o de la no puesta en vi- gencia del plan debe buscarse en el hecho de que el proyecto, si bien fuera apoyado con entusiasmo por el grupo patrocinador de la iniciativa, estaba completamente desvinculado de la realidad polf{tico-institucional. En efecto, las condiciones de dependencia del pais en materia fe~ rroviaria y de politica de transportes, tornan impracticable le “estructura central y primordial del Plan" que es la reestructu- raci6én ferroviaria, la cual s6lo sera factible a partir de la na~ cionalizacién del puerto y de los ferrocarriles en la década del ‘40. ba colocacién de la disciplina urbanfstica del momento, -y por lo tanto de los proyectos que es capaz de elaborar-, no se apar~ ta demasiado de la situaci6n contemporénea del "planning" norte~ americano. Al respecto, dice Tafuri: "No es casual que el plannin americano, hasta los afios 30 de este siglo, evolucione a través de una serie de mediaciones que salvaguardan su autonomfa disci- plinaria de frente al atraso politico del operador ptblico. Atra~ so, pox otra parte, funcional a 1a reoroducci6n de un sistema que permite amplios mérgenes a la iniciativa privada, aun en el te~ rreno de las reformas sociales". ** El urbanismo asf concebido, responde a particulares intereses e~ conémico-culturales y no a un proyecto pfiblico de reforma urbana. 43 ATECEL LCE LEELA bleipal do Obras Pubicus CAR G MEYER Coded continga creciendo aceleradunente, pero sv cxect- tua colectiva ya definide hacia Ist. Comfenzen loo pet rollo no formslizade 0 patalégies, conde 1a cluded pierde ia cf £ tema. d2ge central en el Plano Of{ctal go) Huntetpio do 1945. ing. guna Darberis. 2- EL seca Fuente: Archivo Dixecet6n Gral, de Catastzo. V4 "= loz ingongezor Ferengo y Dells Packers, y per 6) fenado ene) aAo 1935. 19 ep colores en ese, 1:10.000.2- Grdtica det Togiay espocios libres. 69 Offeia1, 2938. wn dr fotograpaso de desde ie Pia: Blane generat de Rosario y de eu zone de « 7 y siaea Tecln's MYO; eees tetonce. 270g eft 208 poblacitn y censiasd de edtiieaciae. 7 Fvente: Pian Regulador ge Rosario, op-cte. 1995 rastGn, con radio ge 20 km fente. ‘Espacior Itbres,den EELESEERSUELERC ET REEE Tees sercacas eee TRANSFORMACION FERROVIARIA Matos auucaror ores nezal dal plan regulador de Aozarsa, nostrando en negro los e3~ pargues y sonas Bescosas; 110,000-2- Gréfico del Expediente Ur~ fiviendes cbreres f'asoleamiento de calles. LELEUTLUETTRETETRLEGRTEVRRUAURABRRARSOR SEES ESOT, SE by detate dex antepe: Plantnetete general’ yeeto de Angel Gutdo Hiente Gel enplezantenes ge he" Puente: W. Hegenana, op.cit. LLLLADINT At DVERTO RE +A Alto fivet ecto de avenida y parque cos! A mawo anteproyecto, desde Burd: faut ft Taro an fa prolongscien o's e Sgpse cd EtetekGn de una extactin fluvial te panssetest Pee Ss RYEGELE Y Perel dod provector aostrands weaeezeree: PEC ree, al ejo do le calio chacasucs 2 S$ L casstroritéersereietersecccceeccc. PPE Eee san REGULADOR DE ROSARIO | fos ones BC CONSTRUCCENES spacios TERWOS OH neplanento de Et fae el rio neeie geal ee eT ETI EI EEE fotas al capitulo III. n Tercer Censo Municipal de Rosario. Museo Histéxico Provincial "Julio Marc". Rosario. 23,4 Ensinck, Oscar Luis. Historia de la inmigracién... Op.cit. Pags. 124 y 125. Alvarez, Juan, Op.cit. Pag. 598. 8 De Marco, M.A. y otro. Op.cit. Alvarez, Juna. Op.cit. Pag. 623. ver "Hacia la construccién de una teorfa...". Op.cit. Compendio de Digesto Municipal. (1852-1931). Op.cit. Lo As{£, el afiche de loteo del sector entre calles 24 de septiembre Biedma, Italia, Espafia, (afio 1929), dice: "La verdadera caja de ahorros para el trabajador: casas y terrenos de verdadero porve~ nir en barrio densamente poblado y que se destaca por el crecien: te progreso, que diariamente se produce. (...) En sus proximidades existen, la estaci6n del Ferrocarril Rosario a Mendoza, cuya ter-, minacién es un hecho para dentro de muy poco tiempo, la de los ferrocarriles Central COrdoba y Compafifa General, y varios otros establecimientos(...)". Archivo Municipal. (La estacién Rosario a Mendoza: nunca fue construfda) . aL A raiz de la oposici6n de la opinién péblica ante la construc- cin de la estaci6n en junio de 1924, el Concejo Deliberante nom bra una comisi6n ad-honorem para considerar el problema. 12,13,14 Memorial de la Asociacién Amigos del Rosario al presidente del Honorable Concejo Deliberante. 1927. Archivo del Concejo Municip. 4s Guido, Angel y otros. Plan Reguiador de Rosario, 1935.Edici6n Oficial. Introduccién. 16 Gonz4lez Theyler, Angel. “Econcwit':yij#Rbanismo en Rosario, e~ BRET CTERRCTCCTET ECAR TEM OT ATTRA E EGRET GE, jecucién y financiacién del Plan Ferroviario". Articulo pu- diicado por 1a Organizacién Funcional de Rosario. Rosario, mayo de 1945. 47,19 Ver: Guido, Angel y ot. Op. cit. 18 ver la Ordenanza N°58 de 1929 en el Compendio de Digesto Municipal. Op. cit. 20 asf, en el Plan Regulador de Salta de Angel Guido esta va xiedad se hace explicita, cuando se dividen los "partidos" adoptados para los barrios en tres tipos: lineal, mixto y pintoresco. aL Cerasi, Maurice. Op. cit. Pag. 140. 22,23,24 25,26 Ver Guido, Angel y otros. Op. cit. 27.28 29.30 Cerasi, Maurice. Op. cit. pags. 150, 152. BL tafuri, Manfredo, Dal Co Francesco. Architettura Contempora~ nea. Electa Editrice, Venecia, 1976. Pag. 50. IV.- Segregacién y esnecializacién de las partes. La atomizacién del sistema colectivo. IV.1.- Perfodo 1930-1952. A partir de la crisis del afio 1930, se produce una profunda trans- formacién en las estructuras polfticas del pais, con el adveni- miento de los gobiernos conservadores. Comienza la intervencién del estado como regulador de la econo- mfa, regulando la produccién y comercializaci6n de los productos agrf{colas mediante la creacién de la Junta Nacional de Granos y la promulgacién de la Ley de Carnes. La recesién provoca la lucha entre productores y empresarios fe~ rroviarios, los cudles aumentan los fletes sin considerar la dis minueién de los precios internacionales de productos agricolas. Asf, la Asociacién de Cooperativas Agrarias plantea en un congre~ so en 1931: La reduccién de los costos de produccién mediante la implantaci6n de una red de elevadores de granos, la cue a mediano vlazo permi~ tirfa abaratar precios y asegurar el control de la calidad, con- trolada por los propios productores a través de cooperativas. El establecimiento de un sistema de transportes eficiente y eco~ némico, desarrollando la red'vial para liquidar la dependencia del productor respecto al ferrocarril. El programa electoral dei P.D.N. surgido de la Convencién del'31 en Buenos Aires plantea como uno de los puntos esenciales de su programa de obras pblicas “la construcci6én de las grandes rutas nacionales a base de caminos firmes, la sancién de una ley de er icos*2 vialidad, y el fomento de: los transportes econémicos"”. Comienza también en este perfodo lo aue se ha llamado el proceso de sustituci6n de importaciones. En 1931 Ra@l Prebisch propone 24 un plan de proteccién aduanera y promocién industrial, que se complementarfa con el reclamado est{mulo a la construccién de la red caminera nacional. El crecimiento industrial por sustitu- cién de importaciones que corresnonde al proyecto del ‘30 fue retomado por el peronismo. IV.1.1.- Las transformaciones en la estructura territorial. Las transformaciones mas importantes en este perfodo en el pla- no territorial las constituyen, en sfintesis, la decadencia del sistema ferroviario y la introducci6n del transporte automotor, el crecimiento de la industria manufacturera y 1a consiguiente disminucién de la immortacién, y la nacionalizacién de los ser vicios pGblicos. El puerto de Rosario es nacionalizado en 1942, al vencer el con~ trato para la explotacién del puerto por parte de la Sociedad A- nénima del Puerto Rosario de la empresa Hersent, y su administra— ci6én fue traspasada al Gobierno Nacional. Los ferrocarriles se nacionalizan en 1948, como consecuenciardel Convenio Andes, dando fin a las presiones antes méncionadas, vin- culadas con la crisis del '30. Sefiala Rofman que, en el perfodo: “Pr&cticamente no hubo inversiones en infraestructuras, y en ese sector se not6 un gran deterioro, no s6lo por el en- vejecimiento normal, sino porque fue sdmetido a un. uso muy intenso a medida cue fue avanzando la industrializaci6n. Es- ta insuficiencia, de la que s6lo se salvS la red caminera, que crecié enormemente en ia deCaga del treinta~ gravit6 pos~ teriormente en forma negativa..." "El porcentaje de inversiones estatales no econémicas (edi-~ ficacién, obras sanitarias y otras) sobre el total de las inversiones descendié del 66,6% en 1945-46 al 46,4% en 1947- 51, En 1930 el nafs tenfa un exceso de canacidad de energfa eléctrica aue permiti6é cue el consumo nudiera crecer (...). En los primeros afios del nerfodo no se realizaron nuevas in- versiones y el paulatino aumento:'de la demanda llevé a una situacién muy distinta. En los transportes se produjo tam- at i bién un proceso de descapitalizaci6n. £1 capital de los ferrocarriles era en 1955 apenas el 51 % de lo que fue en 1925-29". IV.1.2.- Las transformaciones urbanas. A partir de la crisis del 30 el crecimiento de Rosario detiene su acelerado ritmo: mientras el Censo Municipal de 1926 arrojé una poblaci6én de 407.000 habitantes, el de 1947 lo hace de 467.93 © sea que crece 60.000 habitantes en veinte ajios. La crisis del 30 y las modiffcaciones territoriales enunciadas inducen en la ciudad la transformacién mas vrofunda desde la ins- talacién del ferrocarril en 1866. Si bien la construccién de los primeros caminos navimentados pro- voc6 intensas transformaciones -naturales 0 inducidas~ en la es- tructura interna de la ciudad, la pavimentaci6n se realizaé en general sobre la red existente, en su mayor parte paralela a las vias férreas. La transformaci6n urbana potencial mas importante la constituye la difusién del 6mnibus, que sin alterar sustancialmente en tér- minos f{sicos la estructura "fijada" en el nerfodo anterior, tor- na homogéneos sus valores colectivos, debiliténdolos, destruyéndo. los. Se disocian definitivamente e} esnacio colectivo del espacio pd- blico en las Areas verif€ricas o residenciales, la ampliacién del espacio pGblico se reduce a la incorporacién de la superfi- cie de calles de los nuevos loteos aue sirven s6lo a la accesibi- lidad. Se disnersan esnacialmente de manera homogénea las activi- dades comunitarias, reducidas a servicios aue se distribuyen sex gGn razones numéricas de distancia "eficiente" (1a escuela, el t dispensario, la comisarfa, ya no constituyen ndcleos de activi- dad comunitaria como en los "pueblos" de las expansiones urbanas del siglo anterior). BEE eH a a ig a ee ee Halal lle ie a- La construcci6n de edificios néblicos segGn criterios de funcio— nalidad estrictamente sectorial o la determinacién de las 4reas para su localizacién futura (Mercados de Concentracién, Ciudad Universitaria, escuelas) introducen nuevos problemas de forma y organizaci6n sin agregar nada al espacio colectivo urbano. Los edificios pblicos se convierten en "oficinas" cerradas a la vi- da urbana, careciendo de funciones y significados colectivos ex- tendidos a toda la ciudadanfa. Tal el caso, vor ejemplo, del nue- vo Palacio de Tribunales, construfdo en el ano . El edificio suplanta al antiguo Palacio, insertado en un conjunto semimonu~ mental constitufdo por la Jefatura de Policia, la Plaza San Mart‘ los Tribunales y el Colegio Normal, y se coloca en forma absolu- tamente indiferente a su nueva localizacién. Las nuevas relaciones sociales y productivas introducen de esta manera una polarizacién de las funciones colectivas, aue se ad~ vierte sobre todo en la separacién creciente entre los servicios urbanos y los lugares con elevados grados de fruicién colectiva, los cudles son en canbio fuertemente comercializados®. La separa cién se har& aunmas evidente en el rerfodo sucesivo, con la eli- minaci6n de los mercados del frea central nor obra del Intendente Carballo’ y con la construccién del &rea peatonalizada del sector central. Se van acentuando asi los caracteres de la "ciudad moderna", los cugles seraén interpretados como tendencias "naturales" por todos los instrumentos urbanisticos sucesivos, y acentuados en conse~ cuencia: .- Aun manteniendo su viejo trazado, crece el area de influen- cia de la zona central, y por lo tanto su grado de "centralidad". Se intensifican en consecuencia sus cualidades funcionales y el valor de la tierra 2.- Se estimula definitivamente el contraste entre centro y peri- feria, porque en esta Gltima se prevee la instalacién exclusiva- mente de funciones residenciales e industriales. 2? a7 La distribucién de edificios y funciones comienza a seguir una jerarqufa establecida por la amplitud de las vias o por la centralidad de los lugares. De la compenetracién entre los es- pacios colectivos y la residencia en esta forma se desprenden, por lo tanto, privilegios para las viviendas colocadas en torno a las cintas centrales y "periferizacién" para aquéllas no toca~ das por el sistema de ejes o trazados colectivos. Se hace diffcil, a partir de este perfodo, confrontar la ciudad real con la ciudad proyectada. La ciudad deja de construirse en forma espontanéa para ser indu- cida a transformarse segGn los presupuestos de los distintos pla nes urbanos. Estas transformaciones coinciden, en el plano de las ideas a ni- vel internacional, con una crisis de los instrumentos tradicio~ nales del urbanismo. El plan-vroyecto entendido como "modelo" -los planes de embelle- cimiento o de ensanche-, ya no es suficiente nara abordar los nuevos problemas urbanos. Se hace necesario definir un nuevo cam la "ciencia urbana" debera po disciplinario para el urbanismo adquirir nuevas dimensiones overativas y de anélisis. El urbanismo comienza a ser considerado como una técnica de la praxis politica, desprovisto de "veleidades formales sunerfluas", y se separa de la arquitectura, la cual pasa a ser una consecuen- cia o una resultante del plan. Es expresién de esta modificacién del rol del urbanismo en el plano local la visita de Werner Hegemann® en el afio 1931, quién apoya el plan de racionalizacién ferroviaria propuesto por Fa- rengo, pero ataca duramente las soluciones académicistas de la propuesta urbana de Guido, a favor de un "“estricto racionalismo". En la introduccién que hace el ingeniero Della Paolera a la pu- blicacién de las conferencias gue Hegemann dicatra bajo los aus- picios de la Municivalidad, el Cfrculo, el Rotary Club, el Jockey 28 PRQGEREEREAREEHREEREEEEHKAEEEREEAEEEHHEEARARBREKEARAEEEBHAA : Club y 1a Sociedad Alemana, y costeada por 1a Sociedad de Inge- nieros Arquitectos Constructores de Obras y Anexos, la Federa- cién de Fomento Edilicio de Rosario y el Rotary Club, dice: "Con su ejemplo ha ouesto en evidencia en nuestro ambiente, hasta ayer recalcitrante, cue el Urbanismo esta teBido con el "dilettantismo", nues requiere de una consagracién tenaz y completa, tal cono la practica continuamente el Doctor Hegemann. (Hegemann)...reafirmé la idea de colaboracién profesional como concepto elemental del urbanismo moderno. Subrayé préc. ticamente este concento al consultar, vara.la prevaraci6én de sus conferencias, a abogados, arguitectos, financistas, funcionarios municinales, ingenieros, legisladores; médicos y sociélogos. Deja aclarado el error que se comete al rei yindicar el mononolio exclusivo y excluyentegdel Urbanismo para una determinada actividad nrofesionai". Génzalez theyler’Sxtracta, a su vez, dos frases de Hegemann que son significativas: "La experiencia ha probado, que cada imitacién de estilos viejos y muertos est& casi siempre en peligro de hacerse ridicula s6lo pocos afios después de haberla tentado(...). Yo creo que no hay mas gue dos medios para protegerse contra el ridfculo en arjuitectura. Uno de ellos consiste en cons- truir solamente con la mayor simplicidad y el mas estricto racionalismo las cosas que son verdaderamente Gtiles. Los edificios construfdos escrunulosamente con el sentido de lo Gtil serén aceptables y respetables, al menos durante tanto tiempo como dure su utilidad Bl “extremo realismo" del urbanismo alem&n tuvo significativa influencia en los planes nosteriores: el Plan Regulador entendi~ do como una expresién de sistematicidad, ove “no cambia la natu~ raleza de los procesos vero racionaliza su desarrollo; no discute en profundidad sus fundamentos econémicos, sino que tiende a re~ constituir una condicién de naturalidad para los mecanismos de la renta"!?, Es significativo que, en el perfodo y hasta 1948-50 las innova~ ciones en la escala urbana de mayor trascendencia se refieren a la organizacién de las oficinas municinales, provinciales o na~ cionales de planificacién y urbanismo y a la municipalizacién aT de los servicios ptblicos. En 1935, el Decreto Provincial del 24 de agosto organiza la "O- ficina de Urbanismo Regional de la provincia; en 1939, la Ley Provincial 2756 dispones en su artfculo 3°que dentro de los dos afios de su puesta en vigencia, las municipalidades "confecciona- r&én su respectivo expediente urbano y plan reaulador, que con~ tendr& las previsiones necesarias de su organizaci6én y el desa- rrollo futuro de la ciudad". La Ordenanza Municipal N°172 del mismo afo autoriza al Departamen to Bjecutivo para gestionar del Gobierno Nacional tftulos de o- bras pfblicas destinadas a costear la ejecucién de la Avenida Belgrano, los accesos al Puerto, el Paraue a la Bandera, los es~ tudios y proyectos para una solucién adecuada al problema ferro- viario de Rosario. Esta ordenanza fue, sein Montes **-el origen de las gestiones que culminaron con la inclusién de un articulo referido al tema en la Ley Nacional 12.815 de 1942, y del Decre~ to 12.579,de 1943,,por el cual fue creada la Comisién Nacional para el cumplimiento de lo dispuesto por 1a ley 12.815. ba Comisién Nacional se constituye en diciembre de 1946 y dicta su reglamento interno en enero de 1947. La subcomisién técnica especial se dedicé a “homologar los antecedentes y opiniones ave pudieran obtenerse de los distintos organismos nacionales y pro- : i ion tt vineiales relacionados con los problemas en estudio”. Con motivo de la nacionalizacién de los ferrocarriles , y sin que tuvieran lugar las nuevas actuaciones de la comisién, el Po~ der Ejecutivo decreta su reorganizaci6n, por decreto 33.056 de 1948. Complementariamente, en la esfera municinal, el Decreto del Depar tamento Bjecutivo N°4.737 de 1946 crea el Departamento de Urba~ nismo, la Oxdenanza N°329 de 1948 crea la Comisién Permanente de Planificacién y Urbanismo del Concejo Deliberante y la Secre~ tarfa homénima del Departamento Bjecutivo, y la Comisién Tempora~ ria de Enlace del Plan Regulador. 3e = = =a ea a= wa = = oa asa oma = as ed wes ama ee = = = os on oni ae ome = 3 qv.2.- El Plan Rosario. pn partir de la nacionalizaci6n de los ferrocarriles, asume cono seeretario Técnico de 1a Comisién Nacional el agrimensor Alber= to Montes, quién hab{a desempefiado un rol activo en la lucha contra el monopolio ferroviario en la ciudad, y en la venida gel urbanista Hegemann , y due se convierte en el principal i~ ae6logo del plan. Activo ensayista y vrotegonista nolftico durante la primera pre- idencia de Perén, la obra de Montes sintetiza ese pasaje del urbanismo como "modelistica” al urbanismo como técnica de una praxis politica, y manifiesta 1a influencia, por una parte de Geddes Mumford y los ge6orafos de 1a escuela francesa, ~Lave- dan y Brunnes-, y nor otra del extremo realismo del urbanisno alemén del perfodo entre guerras. En su ensayo titulado “Las Prefecturas Regionales de Planifica- cién", Montes reivindica la funcién técnica de la planificacién y poneven crisis el vroceder tradicional nor modelos. Considera a log planes vrecedentes como “nlanes reculadores carentes de virtualidad, expresiones romanticas de los técnicos no sujetos a las directivas de los intereses de la oligarqufa(...) figuri- tas, que yacen cubiertas de polvo en los desvanes de toda la Re ptblica™® Acusa a los planes reguladoresde carecer de “correlacién con el proceso econémico que se desarrollala en el nais y de adhe rencia en el sentido sociolégico" ~' Ampl{a por primera vez la escala del problema, colocando al ur- banismo como una escala en la planificacién del territorio, 6- nico modo de lograr una equilibrada utilizaci6n de los recur~ sos ",..cuando en la esfera regional, el plan nacional cree ri- quezas y nrovoque su distribucién socialmente justa, podr& afirmarse aue se est& en el camino de lograr el éxito en o- tro aspecto de la 'nlanificaci6n' integral: en el de lograr a una distribuci6n geogra&fica equitativa de los frutos del trabajo argentino (...) Para que el Plan no se limite a un éxito medido en obras materiales y en ndmeros absolutes, es necesario que se loqre el éxito nor la distribuci6n e~ guitativa, en sentido social y en el marco geografico, de las riquezas producidas nor el trabajo argentino". La pronuesta retoma la nosici6n antiimperialista de Scalabrini Ortiz en contra del ferrocarril. Favorece excesivamente, sin embargo, al transporte automotor, sin tener en cuenta la necesi dad de est{mulo aue la nacionalizacién del ferrocarril implica~ ba. . El Plan de la Comisién Nacional tiene el mérito esencial de pro- poner, en coincidencia con Geddes, " los limites de las teorfas tradicionales y de todo modelo formal conciufdo" 1? Esta tefido de un exceso de optimismo aque lo lleva en cambio a postular una renovacién total de la ciudad tradicional: “La exneriencia aue estamos viviendo con las obras de trans~ formacién de Rosario es ampliamente significativa: la unifi- cacién de nueve sistemas ferroviarios y la reconstruccién total’ de sus instalaciones, provoca la transformaci6n total de la ciudad en todo el sentido de 1a palabra. Reconstruc~ cién del sistema arterial caminero y urbano; fundamentales cambios en la localizacién industrial; desplazamineto de las viviendas como consecuencia del traslado de la fuente de tra~ bajo; nueva orientacién en los estudios para la dotacién de agua y enerafa y nara la reoraanizaci6n del transnorte; re- construccién de los viejos distritos ferroviarios abandona- dos y, entre otros tantos asnectos, el restablecimiento del reequilibrio de la comunidad afectada por este verdadero ca- taclismo, obligan a meditar seriamente un ajuste en el vlano regional cue asequre el éxito final y arménico del Plan Na- cional." 20 Optimismo que, por otra parte, est& plenamente justificado por las nuevas perspectivas de control del territorio abiertas vor la nacionalizacién de los servicios y por el momento econémico general. El plan se presenta asi vor primera vez como un instrumento de desarroilo urbano vinculado a una estrategia de desarrollo nacio- nal y regional, al cual las discusiones posteriores fueron redu- 32 SPE CEeeeeeEe Cee - = ERE ERIE ciendo a un plan ferrourbanfstico alternative al plan de Guido y Farengo. Tal vez su Gnica limitacién es cue en 61, la vocacién de caithio est& vinculada con la necesidad de borrar todo vestigio fisico de la situacién de dependencia con el capitalismo inglés, actiti gue en el plano econémico se hab{a manifestado ya en /1a nacio- nalizaci6n del puerto y de los ferrocarriles. El plan prevé la transformaciGn sustancial de la funci6n y colo- cacién del sistema de las infraestruc: uras pGblicas, ~Avda. de Circunvalacién, Avda. Costanera, Avda. de Traves{a, Puerto Nuevo- sin proponer una sustancial ampliacién del sistema colectivo Los cambios fundamentales sobre los que surge el plan son, en sin tesis, los siguientes: ,, ,acionalizacién de los ferrocerriles; le transformacién de la economfa regional; la aparici6n del trans~ porte automotor y la crisis del sistema ferroviario; la voluntad de contrarrestar los éesequilibrios regionales provocades por 1a concentracién del tr&fico en el puerto de Buenos Aires. ~~ En el afio 1954 se dicta la Ordenanza 1030, que incorpora les li- neamientos del plan al trazado oficial del municipio: la recons~ truccién de las instalaciones ferroviarias; la liberaci6n de la barranca del Rio Parané de instalaciones no espec{ficamente por- tuarias; Ja habilitacién de un sistema longitudinal carretero; e} 1 saneamiento de las cuencas de los arroyos Saladillo y Luduefia. Contemporéneanente se dictan ordenanzas sumamente restrictivas con respecto a la disnersi6n urbana y se crean los distritos in- dustriales.Se pronone también la actualizaci6n del Reglamento de Edificacién, incorporando innovaciones como los centros de man- zana y las lfineas de retiro. Con la revolucién mflitar de 1955 se anulan estos instrumentos, y por la ley nacional 1826/58 se anrueba un nuevo proyecto de reestructuracién ferroviaria basado en el plan Farengo de 1935. 83 y oo J Se 25555 =i So So5: ‘siterea” * Se hace diffotl, a partir de este perfodo, confrontar 1a efidad real con La ciudad pro- yecteda ua ciudad Geja de construirae en forme esportdnee para see tneecisa g teane ier exse 2Gg6n los presipuestos de log distintse plese cebacos: . 1+ BL oeste on el plano de Carrasco de 1931. 2- £1 sur en el mismo plano. Fuente: Direcetén General de Catastre, elt. oy LELTOREILERERARERETE TUTE RTL G Read, AG Bias, rif in 01 piano de Carrasco de 1931. 1,2 EL norte ge 1a ciudad de Rosario 929! Fuente: Direeet6n Genexal da Catastre, fem FLANO DE UBL -EnV m in VILLA MANUELITA. H f-- ARRIO CALZADA __ [EN (00 MENSUALIDADES BASES DESDE § 8 POR MES POR EL TRANVIA ELECTRICO AL MATA : QUALICO OT OE IGIRE LETLCCUT TERE SOBRE EL PUERTO = ALLL LLOL reate portveries de ise Suencas de Loe cesarian y usos del suelo 3F PLANO DEL MUNICIPIO. ROSARIO EL plan prevé 1a transfarmact6n eustancial de la funcién y colocactén del sistona ge 1s: intaeserocturas ptblicas “Avda, de" Circunvatgeter, aude: Costanere) Avda, sa Travnsfa, fo Nuevo-, ih proponer te sustancial anpliacién del sistema colects eseructura del Plan: Fuentes AG. Theyler, ep-ctt. Bi PERAMRMO RTO OROROOORORO RRR LERBORECLERBLELEEROEOCEED qv.3.- Perfodo 1952 - 1970. qv.3.1.- Las transformaciones en la estructura territorial. La estructura que queda determinada en el perfodo que llega a la primera guerra, encontraré en el perfodo denominado de "sus- titucién de importaciones", las razones y las légicas que deter- minarén su construcci6n. Los distintos valores territoriales de- finidos por las grandes infraestructuras se complejizan aun mas a causa de las locelizaciones industriales, que se colocan en las zonas libres ya servidas por las vias de conexi6n interurbana. Este proceso de especializaci6n que trasciende los limites estric toe del municipio es descripto con claridad por A. Rofman: "EL tipo de proceso desplegado por las filiales de las em- presas multinacionales est4 centrado, como ya hemos visto, en el sector de la industria semipesada y pesada. Debido al tamafo minimo de planta necesaria, y dados los objetivos de * cobertura del mercado nacional de las unidades productivas que se instalan, surgen criterios de localizaci6én por demas especificos. Estos criterios se ven también influfdos por las necesidades de infraestructura que los procesos produc- tivos imponen. Bn este sentido, el tipo de tecnologia utili zada tiene un peso decisivo. Tamafio de planta, accesibilidad a las principales vias de comunicaci6n terrestre o fluvial, grandes volGmenes de agua para los procesos productivos, provisién de abundante ener~ gia, facil acceso a vias de eliminacién de deshechos y so- brantes, grandes 4reas de déposito y maniobra de las unida~ des fabricadas, etc. originan demandas de localizacién que se multiplican y superan los marcos ffsicos tradicionales de las estructuras urbanas internas. A una estructura de localizaci6n de pequefias y medianas em- presas, con bajos requerimientos de espacio, y que se mani fest6 histéricamente con un acentuamiento de la concentra- ciGn dentro mismo de los cascos urbanos, entremezclada con viviendas y actividades propias de los centros poblados, le sucede ahora, como expresién caracteristica, una localiza- cién de pocas pero significativamente grandes plantas en los alrededores de las zonas urbanas. A un fendmeno de densifi- caci6n y mezcla de usos, le sigue un proceso de dispersién y especializaci6n locadional.” 23 v En este verfodo, la provincia de Santa Fé retoma el papel de a- traccién aue habfa perdido entre 1947 y 1960. En relacién con los vrocesos antes descriptos,la regién ofrece un extenso frente riberefio, infraestructura ferroviaria y vial y asentamientos nrexistentes con concentraci6én de mano de obra y servicios complementarios. Se instalan industrias como la plan- ta de refinamiento de Yacimientos Petrolf{feros Fiscales en San Lorenzo, Celulosa Argentina, fabricas de productos cuimicos y ve troquimicos, cerémicas y porcelanas, cafios centrifugados, méaui- nas agrfcolas, talleres. El mercado esneculativo canta e interpreta inmediatamente estos valores de posicién y define, en relacién con los distintos va- lores de la tierra urbana, el tino y la calidad del acregado e- dilicio, estimulado por la fuerte demanda localizativa provocada por la afluencia de mano de obra y actividades terciarias a la ciudad, en contraposicién con las Sreas cada vez mas deprimidas del "hinterland". Las radicaciones industriales producen una expansi6n de las 4reas residenciales, aue conforman lo aue se ha llamado el “cordén ur~ bano-industrial", que commrende las localizaciones de Puerto San Martin, San Lorenzo, Fray Luis Beltrén, Canitén Bermédez, Grana- dero Baigorria, provocando un fenémeno de metronolizacién iluso- rio, restringido estrictamente a la faja costera. Los nécleos existentes ya consolidados conservan ‘su estructura, rellengndose intersticialmente los esnacios vactos. El agregado edilicio, nor lo tanto, de frente a la falta de in- tervenciones nGblicas consistentes, -reducidas a escasas inver- siones en servicios-, es producido casi en su totalidad a través de los mecanismos cue marcarén en forma decisiva el asentamiento morfol6gico y funcional de la ciudad: por una parte la disper- sién extensiva en las freas caracterizadas por la ausencia de va- lores y cualidades urbanas, ~4reas de bajo costo de la tierra-, de pequefias intervenciones lote nor lote, hasta llegar a los ni- -ARARMARAARHAABRRARABARARALRAAAAARARRABRBRAARALZaZRAAAAAR veles de autoconstruccién en las areas mas marginales. Por otra, serén las freas centrales o de cualidad urbana mas elevada aqué~ lias que ofrecerdn valores suveriores de localizacién y por lo tanto las que estimulardn la sustitucién de la edificacién prexi tente por formas mas intensivas de aprovechamiento del suelo. IV.3.2.- Las transformaciones urbanas. Es significativo que, hasta 1931, la cartograffa intenta regis~ trar las 4reas ocupadas, el estado de los trazados y de la infra estructura. A partir de esa fecha estos datos desaparecen nueva- mente, y se vuelve a describir una ciudad "hipotética", hasta au finalmente, desaparece 1a necesidad cultural de contar con un plano de ia ciudad. No existen planos oficiales del municipio en tre 1931 y 1967-70. Ante la carencia de otro tino de informaci6n, para el andlisis del espacio colectivo de estos afios se ha tomado como fuente de interpretacién a la serie de gufas turfsticas publicadas en el perfodo, al Digesto Municipal y al debate en el Concejo Delibera te. : Puede observarse que el espacio ptblico no ha variado sustancial mente. El sistema de los parques urbanos y las plazas, espacios pOblicos abiertos, asf como la xed vial primaria no aumentan, 56 lo se"renuevaii", en pos de una imagen moderna. Las escasas incor voraciones' son, sin embargo,, todas pyevisiones de la Ordenanza 1030, y se realizan en general sobre terrenos desafectados al u~ so ferroviario. Dice la Guta Turistice de Rosario del afio 1962: "Hoy, Rosario, ha dado un gran paso en este sentido. (n.d. hacia la construccién de parques). En poco tiempo se han construido parques, plazas y paseos, que al par que imore~ sionan al forastero son lugares pintorescos, de gran hermo- sura y de esparcimiento para todos. El Parque Alem, da a Rosario la ovortunidad de exponer, a 4 la vista de todos una obra verdaderamente bella en cuanto a urbanismo se refiere, y ha agregado un paseo mas, tan ne- cesitado, a la ponulosa zona del barrio Lisandro de La To- rre. El Pargue Norte se ha trazado en los terrenos donde el fe~ rrocarril Central Argentino debié construir su estaci6n mo- numental, junto mismo a la ruinosa que actualemente existe. Pero el parque, gue tanto por su interés como por su hermo~ sura singular recomendamos al visitante de Rosario, es el Ge la Bandera, situado de cara al rfo y a espaldas de la ciu- @ad, sobre las barrancas donde el General Belgrano enarbola~ ra por primera vez la ensefia de la patria. El Parque Urquiza, aun no terminado, es un avance mas a la belleza panor&mica de la ciudad. El trazado de la ciudad ha permitido, de trecho en trecho, formar amolias y largas avenidas. a Avenida Ovidio Lagos, arteria que da entrada y salida a la ciudad, de intenso trénsito, va transform&ndose y ha de ser una de las princivales de la ciudad. La Calle Corrientes, convertida en avenida, ha sufrido al- gunas modificaciones en el traénsito;por la importancia de Su comercio y de su edificacién, una arteria principal que el forastero no puede dejar de contemplar. Los boulevares: Orofio, aristocratico y de soberbios edifi- cios; 27 de Febrero, paseo familiar y de mucho movimiento en los dias festivos; Avellaneda, extenso y cuidado; la Ave~ nida San Martin, comercial y de intenso tr&nsito, lo mismo que la Avenida Alberdi, al otro extremo de la ciudad... 25 Los monumentos son esencialmente de tipo celebrativo y no arqui- tecténico. Las gufas mencfonan los monumentos a San Martin, @ Sarmiento, a Garibaldi, las fuentes , etc. Act@an de manera significativa las concentraciones comerciales y del terciario, las remanentes estructurales de los barrios de antigua formacién, las arterias de vinculaci6n urbana. La ciudad toda se renueva. La sustituci6n se convierte en el me~ canismo usual de revalorizacién de las Sreas consolidadas. Volvemos a las Gufas Turfsticas de Rosario: Las transformaciones aue en nocos afios ha experimentado la ciudad en lo que resnecta a la edificacién, puede decirse Sencillamente que han sido qrandiosas. Quién la haya visita- de AORHDAHARRRABRARRRANARAREARAEAREALD @ @ @ 4 4 « é « « ‘ ‘ 4 4 go veinte afios atras y vuelve a contemplarla hoy, casi la Gesconoce. No solamente en la parte propiamente central sino fn cualquiera de los barrios, puede verse el enjambre .de puevos edificios, en diversos estilos, de grandes y pequefas dimensiones. En estos Gltimos afios se han multiplicado los grandes edificios para renta, algunos de ellos de notable arguitectura y dotados de todas las ventajas y comodidades que requiere la vida moderna. El turista gueda sorprendido @l contemplar los suntuosos y grandes edificios que se le~ vantan agui y alld; los esqueletos de cemento armado para futuras residencias y que dan la sengacién exacta del dina- mismo y el progreso de la ciudad." 4 Los edificios piblicos considerados como de significaci6n urba- na no han variado, en cambio, sustancialmente desde perfodos an- teriores: merecen sex citados, el Palacio de Correos y la Aduana, como ast también los colegios nacionales, Facultades de Me~ @icina, de Ciencias Econémicas e Ingenieria; los de las es~ cuelas normales, de algunas escuelas fiscales, la Jefatura de Policia, Tribunales, Museo de Bellas Artes, Museo Histo- rico Provincial, etc." 27 Delimita el 4rea central en relaci6n a lo que denomina "calles principales" "para el visitarite del interior principalmente, la calle cérdoba es un motivo constante de recreacién. (en el tramo comprendido entre la Plaza 25 de Mayo y la calle Corrientes) todas las calles cercanas al tramo descripto de la calle C6rdoba reciben su influencia con respecté a la intensidad de movimiento comercial; San Martin, con los Bancos por un lado y el Mercado Central por el otro; Sarmientg, Mitre, Rio ja, Santa Fé, San Lorenzo, Corrientes, etc..." ha delimitacién de los barrios no responde ya a delimitaciones estructurales 0 morfolégicas, ni a condiciones de organizaci6n commitaria o administrativa. Aparecen, en este momento, cuatro preocupaciones b&sicas de la ciudad contemporSnea, de la "ciudad de masas", que serfn, de allf en mas, el leit-motiv en la formaci6n de la estructura colectiva de la ciudad -por aceptaciGn o por negacién-, y en la formacién de los instrumentos urbanisti os: el problema de la accesibili- dad y el transporte pGblico; el problema de la vivienda de masas, 93 construida directamente por el estado o incentivada a través de polfticas parciales ~Banco Hipotecario Nacional, Ley de Propie~ el problema @ad Horizontal, Ley de Desgravaci6n Impositiva~ del saneamiento de 4reas inundables y el control‘de la urbaniza- cién; la regulacién de la edificacién privada. Las transformaciones necesarias a xesolver una accesibilidad y un transporte eficientes, inducen asf , en 1952 por Ord. N°2760 a la aprobacién del anteproyecto de convenio de la Comisién Na- cional de Reestructuracién de los Accesos Ferroviarios y Camine- ros a la Ciudad de Rosario; en 1953, a la sancién de la ya men- cionada Ordenanza 1030, que incorpora al trazado oficial la Ave~ nida de Circunvalaci6n designada "Avda. General Per6n", la Troncal Ferroviaria y el nuevo sistema arterial; en 1957, por Decreto Pro vincial N°4.983, la declaraci6n de utilidad pGblica del terreno para apertura total de calle Junin desde Byrd. Avellaneda a Avda. Alberdi; en 1958, por Dec. N°3892 (C.D.) la declaraci6n de la avéa, Mendoza como camino de acceso a la ciudad, disponiendo su en sanche; en 1959, por Dec. Ord. N°24.009 (D.E.) 1a declaracién de utilidad pGblica de les terrenos afectados al ensanche de la Avda. Ovidio Lagos; llamados a licitacién para construcci6n de playas de estacionamiento subterréneas (Dec. N°23.313/59); la readapta~ ci6n de la ex-estaci6n del Ferroc arril Provincial de Santa Fé a la estacién de Omnibus interurbanos (Dec. N°26.682/61). La necesidad de proveer al control de la urbanizacién de tierras en el municipio induce, en 1957 (Dec. Ord. N*21.260), a estable- cer como limite de uxbanizaciones la Avda. de Circunvalacién, y en 1966 se dicta la Ord. N°33.337. Mientras tanto, en 1964 se habfan autorizado (Dec. N°4.671), los estudios previos de ensanche y canalizacién del arroyo Saladillo en su trayecto dentro del Municipio, y en 1963 (Dec. Pcial. N° 1.486), se habfan adjudicado las obras de ampliacién de 1a cana~ lizaci6n del arroyo Luduefia. 4 ERAS ARAREKRERERRADRAERERAAARTARGEARERRARBARAERAERAEREEEHAR El Servicio PGblico de 1a Vivienda, ente autarquico de la Muni- cipalidad, cxeado por Ord. 1°330 de 1948, realiza su labor mas intensa en este perfodo. En 1955 se inicia la construcci6n de opras en Dr. Rivas, Pasaje Yatasto, Garibaldi e Italia; en 1959 se inicia el barrio Las Flores Morte y en 1964 los barrios s Flores Sur y Benito duérez, junto con algunos agrupamientos de menores dimensiones. Iv.4. fl Plan Regulador. con la Revoluci6n Libertadora se interrumpe la actualizaci6n del reglamento de edificacién dispuesta en 1954, que incorporaba as~ pectos de "higiene urbana" (no ya de higiene edilicia como los anteriores) como el centro de manzana y las lineas de retiro E) proceso recomienza recién en 1958 cuando, bajo la presidencia del br. Frondizi,se hacen efectivas numerosas expropiaciones -en tre ellas la habilitacién del primer tramo de la Avda. de Cir- cunvalaci6n-, se eliminan kil6metros de “zona Via" y se levantan lineas férreas con cinco estaciones terminales, que permiten 1a habilitaci6n del Parque Urquiza y de la Avda. de ba Libertad, la cesi6n de terrenos para la construcci6n de la Ciudad Universita~ ria y la ya mencionada transformaci6n de la estacién del ex-Pro~ vineial de Santa Fé. Se promulga adem&s, en el aio 1961, la Ley Nacional 16.052, que institucionaliza los lineamientos generales de la Ord. 1030 y promueve 1a creacién de un organismo ~la Prefectura de Coordina~ ci6én del Plan Rosario- encargado del cumplimiento del plan. Durante el gobierno del Dr. Illia, a partir del afio 1963, e1 go- bierno provincial inicia le concreci6n de algunas obras del plan tendientes a solucionar ciertos endémicos problemas urbanos, co- mo las inundaciones de Emplame Graneros, ¢] congestionamiento de Cruce Alberdi y la Estaci6n Unica de Pasajeros. Para ello : se crea, por resoluciOn N°536/66 de la Secretaria de Transpor~ i tes de la Naci6n, la "Comici6n Coordinadora Urbanistica, Fe- rroviaria, Vial y Portuaria para la Ciudad de Rosario", integra~ da por representantes de Ferrocarriles Argentinos y delegados de la provincia y de la municipalidad. Dice Oscar Mongsfeld: “La primera tarea desarrollada fue acordar la construcci6n de un viaducto vinculando la traza del bulevar Avellaneda por sobre las playas del F.C.Mitre (Patio Parada), cuya ex- i plotacién debfa subsistir por largo plazo. Esta Gltima con- a sideraci6n, paralelamente al objetivo de la Bstacién Unica & de Pasajeros, fueron motivo fundamental de estudio de la E Comisién Coordinadora, consistente en evaluar y proponer u~ 1 na solucién "ferro-urbanistica" adecuada a las posibilidades i financieras con recursos propios.Se elabor as{ un "Plan de Ei Trabajos y su coordinaci6én" que fuera aprobado por el Di- lf rectorio de Ferrocarriles Argentinos (Acta N°107, punto 19) y Ordenanza Municipal N°1904/66 refrendado por Dec. Prov.N° 04.442/66, y que en su esencia mantenia los lineamientos ge~ nerales del Plan Montes, pero manteniendo transitoriamente las playas de clasificacién y cargas del F.C.Mitre en Patio Parada y del F.C.Belgrano en Sorrento, y reduciendo la tron- i cal ferroviaria al ancho minimo requerido para los servicios ascendentes y descendentes de ambas trochas, con las ramifi~ caciones para la Estacién Unica ubicada al Norte de las ins~ talaciones del "Trid4ngulo" a transformar en playa de alista- miento de los trenes de pasajeros’ 30 ie El proceso vuélve a detenerse en 1966 cuando se produce el gol- pe militar del General Onganfa. Este, sin embargo, promueve a breve plazo una pol{tica general de planeamiento. En relaci6n con dicha politica, el gobierno provincial dicta el Decreto N° l 07317/67 que exige a todas las municipalidades y comunas la ela~ boraci6n de su expediente urbano o plan regulador. HH El plan regulador de Rosario es encomendado a la Comisién Coor- i dinadora, y es aprobado por Decreto Ley Municipal N°34.318 y Dec. Prov. N°04188 de 1968. El mismo parte del Plan de Trabajos y su Coordinacién (Ord. N1904) pero introduce modificaciones en el ordenamiento ferroviario, vial y portuario, y consideraciones sobre el comportamiento de “of vw los usos péblicos y privades. hos contenidos del Plan Regulador'pueden sintetizarse en los siguientes puntos: L.- Sistema Portuario: propone el desmantelamiento de las insta~ jaciones portuarias en la zona norte de la ciudad, reemplazndo~ las por nuevas construcciones en la zona sur. 2.- Sistema ferroviario: propone la construcciGn, a nivel del suelo, de una "“froncal", una "Estacién Unica de Pasajeros” y dos "Playas de Clasificaci6n y Cargas", “utiliz&ndose los terre- nos liberados de instalaciones ferroviarias en el desarrollo del sistema vial y la estructura urbana" .3t 3.- Sistema vial: propone la divisi6n de la estructura vial de la ciudad en tres tipos de grandes arteria, autopista, aven de penetracién y avenidas de dsitribucién 4. Reropuerto: define su localizacién definitiva 6.- Centros urbanos. Define una amplia gama de "centros urbanos" y los clasifica del siguiente modo: 6.1-Centros de Reoxdenamiento urbano:"se establecen centros urba- nos con el objeto de renovar y descentralizar la estructura urbana. A tal efecto, se dejan consignadas las funciones y las reas de localizacién de cada uno de dichos centros". 3? 6.1.1.- Centro Civico: Pellegrini desde Iriondo a Balcarce §.1.2.- Centro Universitario: Avda. Belgrano desde Pellegri- ni a 27 de Febrero. 6.1.3.- Centro de Transporte Terrestre: Estaci6n Unica de Pa~ sajeros y Estaci6n Terminal de Omnibus. Margen Este de la Troncal hasta Godoy. "Tal concentracién determina areas com- plementarias destinadas a hoteles, viviendas colectivas y su~ permercados". 33 6.1.4.- Centro Mariano Moreno: Encrucijada vial determinada por el caudal de transito de norte a sur y de este a oeste 2) Sa "determinada por las autopistas a Santa Fé y a Buenos Aires, ja avda. C6rdoba y byrd. Avellaneda, y constituye un rea de abastecimiento minorista por el sistema de supermercado!34 Posee un sector destinadoa viviendas colectivas. 6.1.5.- Centro "Hip6lito Irigoyen": espacio verde con vivien- das colectivas y supermercados. 6.1.6.~ Centro Rosario Central: Idem, complementado con un apeadero ferroviario. Situado sobre la margen del rio Parané, entre Moreno y Entre Rfos. : 6.1.7.- Centro Ayacucho: Idem Hip6lito Irigoyen, en las in- me@iaciones de la ex-Estaci6n La Bajada. 6.1,8.- Centro de Habitacién Orofio: viviendas individuales y colectivas. Centro educacional y comercial. Localizado en las inmediaciones de Orofo y Uriburu. 6.1.9. Centro de Habitact6n Grandoli. 6.1.10.- Centro Deliot. 6.1,11.- Centro de alojamiento para erradicados de villas de emergencia. 6.1,12.- Centro Bernardino Rivadavia. 6.1.13.- Centro Tres Vias. 6.1.14.- Centro Villa Manuelita. 6.1.15.- Centro de Reserva "Cuarteles del Batall6n de Comuni- caciones". 6.1.16.- Centro de Reserva “Cementerio La Piedad". 6.1.17.- Centro, de Reserva Mercado de Abasto. Centros de Recreacién. Tt ~ Areas de esparcimiento: "Se establecen 4reas de espar~ cimiento colectivo Gestinadas a la recuperacién de energ{as fisicas e intelectuales de la poblaci6n mediante la contem- placi6n de la naturaleza, el ejercicio corporal, las manifes~ taciones artisticas y la participaci6n pasiva en las compe- tencias deportivas". 7.1.1.- Centros de recreaci6n del dominio pGblico. Parque ; 288 ow

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