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2 I | -2e- Coleceén Historia de la Anquitestza didi pr 7 Rudolf Wittkower ‘ee tata \ La arquitectura en la edad del Humanismo GH & 28 NO SOLE Domiciud Ns Editorial Nueva Visién 1958 ‘Tinnlo de original en inelée: “Architectural principles in the Age of Humanism” ‘The Warburg Taste, Lmdtes 1999; Alec Tien, Lobjces, 1952 No . A tina / Printed ia Argentina by Nuova Visiia SIRI, Corto 1871, Buenos Aires ‘Queda hecho el depésito que previene le ley 11723 Prefacio Los estudios reunidos en este volumen no pretenden ser coneluyentes en ‘sentido alguno, ni tampoco aspiran_ a ofrecer un relato rigurosamente hil- vanado de un capital @ otro. Ello no obstante, hay un tema que da tunidad al conjunto ¥ es el del sentido que dieron a tas tendencias clés pensamiento aquellos arquitectos del Renacimiento que mantuvieron ‘eatrécha relacién con los eiroulos humanistas. Por esta raxén nos hemos referido a cada paso a los dos grandes tedricos de ese periodo, -Alberti Y,Palladi y n0s hemes deteido a analizar on dalle alganoy pets le su obra. Las partes II, III y IV so publicaron por primera vez en el Journal of the Warburg and Courtauld Institutes, tomos IV, VIL y VIM; ahora jas hemos incluido en este libro considerablemente cotregidas y aumentadas, No quoremos dejar de testimoniar nuestra. gratitud, por sus valiosos consejos. y criticas, a nuestros. amigos del Instituto Warburg, especial. ‘mente a Charles Mitchell y Frances Yates; a Emst Gombrich y Otto Kurz, que nos dieron vitiles indicacionos; a Gertrad Bing, que nos brindé sug> tiones de inestimable valor al corregir las pruebas de imprenta, y a Mary Weedon, por su ayuda infatigable. También pudimos sacar provecho de los comentarios criticos de A. Prag y D. P. Walker sobre el stimo capitulo. Mi esposa, por éltimo, siguié muy de cerca el progreso do estos estudios y-tuvo a su cargo la ingrata tarea de confeecionar el indice de temas. RW. Londres, 16 de febrero de 1949. Prefacio a la Segunda Edi La primera edicién de este libro, que aparecié como tomo XIX de los Siudies of the Warburg Institute, se agots répidamente, Por lo tanto, ol editor de Ios Studies y el autor acogieron de buen grado la propuesta Gel sefior Alec Tiranti de publicar una segunda edicién. Nos complace especialmente, ademés, que el sefior Tiranti, mediante Ia introduccién de gumos cambios menores en el formato del libro, haya podido reducir onsiderablemente su precio. TEL textp fué cuidadosamente revisedo para la nueva edicién y se Ie .gregé un capitulo sobre los factores épticos y psicolégicos en la arqui- jectura de Palladio, ademas de tres nuevas laminas (42-44). En las nolas ‘on la bibliografia se incorporé nuevo material y algunas léminas fueron feemplazadas por otras mejores. RW. ondres, 19 de agosto de 1952 7 Parte T La iglesia de planta central y el Renacimiento En la actualidad, Ia arquitectura del Renacimiento suele interpretarse en términos que subrayan su caricter mundano. En el mejor de los casos, se aduce que el aperato formal clisico fué utilizado con igual valor para los edificios sagrados, profanos y domésticos; que las formas dlésicas fueron adaptadas a fines distintos sin ninguna variseién en su significado ¥ que, en conseeuencia, la arquitectura del Henacimiento es une arquitectura uramente formal.? En los andlisis de la arquitectura renacentista; svele arse por sontada, sin mas, aquella suposicién subyacente, Pero si es correcta feta interpretacién habitual de le arquitectura renacentista, que ve en ella tun estilo profano, zeudl seria la diferencia esencial entre el eclecticismo de los siglos xv y XV1, y el del siglo X2X7 Si ambos son estlos derivados own el sentido de que provienen de la antigiiedad clisica—, gsélo residiré Ja diferencia entre ellos en el hecho de que la arquitectura del siglo xr se halla, en Ja medida en quo es clisica y no gotica, a doble distancia de Tos, modelos antiguos? La verdadera respucsia parece ser otra. En cconteaste con la arquitectura clisiea del siglo xtx, Is arquitectura del Renacimmiento, al igual que todo gran estilo del pasado, se basd en ue jerarquia de valores que culminaban en los valores absolutos de la arqui tectura sagrade. Sostenemos, con otras palabras, que las formas de ta fglesia renacentista poseen valor simbélico 0, por lo rhenos, que encierran xe significado particular que mo contienen las formas puras como tales. ‘Tanto la teorfa como la practica del Renacimiento son inequivocas en este "Tiga, pretierea Ts ie T La espeteiia extrema do esta interoreteclin ernes se enconrari en Tas ‘Seokd, CP Venice, "do Haskin, (hay madsen castellana, Las pied, de Venscia, Ei ’Atoke, “Suencs ‘Aires, 2980), tomo Ill, capitulo TY, pirafo 35: “Pagana en oi Bl tee reer prfana en su resurreccién, paralitdca en su vejer... es uns erga Seigems Seated, al parece, para hacer plagiacios de aus arqutectos, gsclavos de su tabafodres jibes deo bapins up, emer ‘donde el intelecto es su trabajadores Yat tnpesiblo, pero, donde te de slnda suelta al lujo y 20 euliya Ieee ences Geotirey Seat en The Architecture of Hamanism, Lonéies, 19% 1 ceieste oncepeion, pero eos conclusions son gualmente Gsewtibes: “EL san tan gd una argultoctore del. guste, que no sepia a ser Idsica 0 sistemiticn Bi bonea ot joslfeacén que la de dar placer” (pfgina 192). 9 de plete ctr, igesios gue prea calnanis de Ta ie aor pew « ls peu Econtane chess por yeas ncaa pocorn feron en lge anf come una padrn do tne del omprca pegean 7 ae dal Gel Kenacimiente.® Paco. que las geias Be pasts Gonsiderades como ex- _pareuon oor satisfectorias d6%0e- an punts” de vista Mntrgiee -—cebme_sa separarin ea uns iglesia de_esia.tipo los clrigas de los lenoa?, cdéade Fabri de eolooarse.ol_alar , gencralmente se afirma que el Aikslo de bellesa so prefirid alli a las necesidades del servicio divino.* De este modo, la actitud que con mayor frecuencia adoptan los historie- dores del arte coincide con In de aquellos historiadoves que insisten en el aspecto irvoligioso del Renacimiento. Sn interpretacién deriva de Ia simple —por no decir ingeniua— formula do que le roligién trascendental del redicevo fué reemplazada en el Renacimiento por la autonomis del hombre. Nosotros esperamos que un nuovo andlisis de las ideas en quo’ se mutria 1a arquitectura eclesidsica de la época del Repacimiento déspeje el terrend 2 P. Prankl, Die Buuicklungsphason der neueien Bauluns, 191, fen si sugestivo andisie do las relaciones entre 1e leurgla y la fC mantine subordiaade todavia ala concepeiéa de Burckhardt del Henacimients ‘eando somieas que "weit stirar sla dor chradichs Zwect... ela Leldalscher Golst ‘Ge Form natin..." (eon fuuae mucho mayor que Te Miadidad evistane..- ot ‘un copii ‘pugano que determina le forma.--°), pis. 131 EI propio Burckhardt cambio. de den aoeren del significado do las iglesias de planta entrl nl Cicerone (novena edieion, 1908, Il, pag. 181), expresa que el ent fo po ritual de nave Habis sido abandonado “als dic Renaissance sok ihrem frelen Schanhettsin Uerliese™ (Pevando. se abandond el Tenacimieato x su sentido libre de Ts belles”). Y. (pag. 250) “Wonn'nur etwas Schéaes und Bedeatendes zuctande ‘itm, das, der, Bestimmung, im ganzen eatsprach, so teagte der Bauhorr nach Eeinet ‘Teadiioa™. (Con tal que. sugiera algo belo y°signifcativo, que. correspondicse en ieneral io encargado, el axqutecto ‘x0 tenia yuo inguietare por ninguns tradlan"). Bomeriormente, en su" obra Geschichte der" Renaloance in Teflon (hay tradaccisn fautellaon, Historix del Renacimionto en Teli, Lestder Buenos Airey; 1992), mod ‘feb at oplaidn,capecalmente en los coptialoa gcc conticaen lo que todavia eonelnaye fl resumen maz importante de Je" construccidn de iglesiag ontraizades en Talia: Sim Biden ie das Crome tnd Schine von telber hell” (“En log ptees meidionaes, 1 prande y To bello por a ilsma santa"); y mse adclante: tie Rensieeane> Bat deat Zentralbas einer Kanligen Religiols necimiontedojé Ia constueeién centralizada comp au textamenta para una relipisidad Gel faturo”),sosts edieion, 1920, pls. 11. 3 D. Frey, Bramantes Se. Peter Entmur} und seine Apokryphen, Vie ‘muchas ebservaciones agudas-cobre el cardcter geuoral do ta srgultoctura renscautista. Peto, & iusto juin, yes en ss conelsioner Snees: “Diese Benkenst war ebens® inoole profane religidey wenn sie ich eldniscantik gebirdet, 20 ar das ken Bokenninis der Cesianung, Tela Programa; ee war im Hereen recht gut chalk fudacht nd expfanden. Was ale unreligis escheinen Iss, ‘als: so gah ebonsowenig ibe Aufaabo in der lintleriacben Gestalavor der Kall- Dedisaies le der qesellackaflich-csislen Lebensforderungen, ele flgie abezakten Schheiimomen unl escie i sarerioge Umishrang tach de de aben fpellten™. (en arqutectura no” ert religioe, ‘pero tampoco profane, ie {iigues y piganes no entrafaban uos confesin, en programa. Lo que la [religoes tn ia fale de tn contenido de finalidad: tn preooupacse por le Tne nocesidades del ealto por las exigenclae Ge Is vida social, persian y haga posible uma comprensién més correcta de las intenciones de log arquitectos; al mismo tiempo, ello contribui tradicién en slgumas corrientes importantes del pensamiento renacentista, FI8Lronag 1, Alberti y su concepeién de la iglesia ideal. Conocemos as opiniones do los arguitectos de Ios: sighos xv y xv con suficiente detalle como para poder trazarnos un cusdro bastante fiel de sus ideas, En realidad, el primer tratado arquite inton. De re ecient “Abertt_( (eae ae sf de_1450), contiene of Grseprtiere la forma rose y asi lo demuestran sus propias oreacioncs, tales como el globo terrestre, ls estrellas, los aboles, los animales y sus nidos, y muchas otras cosas. Alberti recomienda en total nueve figuras geométricas bésicas para las iglesias; aparte del circulo, enumera el cuadrado, el hexégono, el octigono, el docigono y el dodeoigono, Todas estas figuras estén determinadas por el elveulo, y Alberti explica eémo obtener las longitudes de sus lados a partir del radio del eiroulo en que se hallan inscriptos (Figura 1). Ademés do estas seis figuras, menciona tres desarrollos del cuadrado, saber: el cuadrado més una mitad, el cuadrado més un tercio y el cusdrado doble. aes sbsactis de bales, prtediendo con eens ebreniéa gue Ia ids 0 Ble per eos). Es pele tla be aldo semnida po N,Pevee, en Onin of Europes Arc secre Uy dil concen toon So lspci suyplg, Tt Bei isi Vente Ws tate tle St ison ie esr "2 sen slg done bso scape po oo ia” og 1) peroneal 7 ee ea, facie. doves bales” Cag 0 de et IE Rom 71, um, Coin dey, ron ple Habe Dil Sal cates Jd: Sia ty ease Se taba, oreo ea (es BP BEET tensor pon wages Salat dar apn SERS ESE Eso voy ba tation de 160, oo VU prgeen ese til apn thos anc ome en en Aiea ay el st a ns lat dein SEEILGUPE iP ime bebe Uc ai Re i Sass Sas te n a dilucidar le’ parte dese, auates, dilucidar lav parte dé, 686 Estas nuove formas bésicas podian ser enriquecidas mediante el agregado de caplia. Para Jas plantas devivadas del cusdeado, Alberti sugiere una leapilla en el extremo mas dist i de aguélla, wna capilla ceatral” ja_eada lado” na pl da Tadd Tas plantas ——— AN Z| hiss 1- Constrecoiin det cundrado y de poligonos. Tomado de Je odiciéa de Battli je De re cedificatoria, de Albert, 1850 7 Heculares se pueden dotar de seis u ocho eapillas; las poligonales pueden tpuer una capilla por cada lado o bien cada dos lados. La forma de lus pillas-debe.ser-rectangular o semicircular,.y,pueden alternar ambos tipos. We evden qu, agrogando poyctan undates gesdtten 6 ie hates lésieas del efroulo y del poligono, puede obtenerse gran variedad de con- jguraciones geoméricas compuesias, todas las cuales tienen un elemento «= comin, a saber, que Tos puntos corespondientes sobre la eicunfereneia sguardan éxactameate la misma relacién con el pusto focal del centre Alberti no_expresa directamento au prefexncia por singuna de las “Pere Sbservaciones sobre la preference de la ati leceién por las formas” cireilares Pussto que le naturaleza aapiza a la perfeocién absoluta, ella es la maestra mejor y divina de todas las cosas: 7 “La natura, cio’ Iddio....* Es bien sabido que Alberti, al igual que otzos arquitectos posteriores, se inspir6 para seus plantas centralizadas en Tas estructuras clisieas, aunque tal vez no en Tos templos clésicos.® Sin embargo, entonces se ereia que muchos de los restos circulares y poligonales de las tumbas romans y do ‘os edificios seculares habian sido temples en la Antigtiedad, » y, ademés, sierto niimero de construcciones eristianas’ primitivas como Sto, Stefano Rotondo, Sta. Costanza, el Baptisterio octogonsl préximo al Laterdnense, ¥ hasta el octigouo del siglo xn del Baptisterio Florentino, eran coms Aerados) como templos romanos transformados en iglesias eristianas. Cabo inferir, por lo tanto, que Alberti vié aqui —pese al silencio relative de Vitravio sobre las plantas centralizadas de los temples" una continuidad ‘entre Ia antigua arquitestura segrada y la primitiva iglesia eristiane, hecho que toms como justificacién histérica de su defensa del retorno a las formas venerables de les templos de los autiguos, Pero sea cual fuere el razona micnto de Alberti, la importancia que dié a las iglesias circulares y poli- gonales xevela su pasién por la planta goométrica eentralizada, Una com ‘troversia que se suscit6 mientras se edificaba el coro de la Santa Annum- © De vee Uiro 1%, capttal 5, Vest mie slate, pate JY, pfx. 11. 1 alba, print te lint delle famiglia, et F.C. Palleriny’ Fickease, 1911, phe ing t's. pata optima o diving acta’ tite te eee” B Della jansite ds cit pas. 2867 "Poco Ta natin cst Tid, Fuome comport pate ease diving, parte copra opal moriale com. formosssting et aghlioces®, eas fhseraciin yo Uebe inerretrye como tna coniedin penteca, sce Bed West Mice ‘ta Pense de dn B. berth Pacts 1930, pigs. $36°y sia, quien dadiea wa lis a ete pasaje BiiExcoptiém hocha del Paste, que fug y siguiésiendo,satuaimente, el edicio slisiea de savor ‘nfluenia, yo los ded pequctos temples perpares de" Rona J, Tol, ho te conserva ning tempo clisico yelende a paigmn 40" Sobie tad, el ninfo de los Ord Licinians conocido entgaces yada hay come templo.de Minerva Mica. A ete protoupo te debe, ain dda, que Albert falora sh decégono entre las fomuss postles part ms igleie 3 "En al tereer libre do Vitro no Ze hace ninguna meucién de temploe redondos, dent’ de aun siete cases de templon, Los taxplos eirelare sparen justy oot ignplosteeeinoy come une oper de epéndise al bw WV. a2" Pooe ou alinmactn de quo proflere dejar a los demic la fcultad de decidir sf debe Haber toe mae allres an una Splsay en reidadAlberd pesos iy un slo altar. De hecho, gs a eansararendrgleaments lus abusos comerperinns Ia olocacién del tuayor_mimero posible de*alines ea la eles Ailend Rees Recordar # ous Iestores los hiBitos de fos pezmoroeolstancs, que ail feutan un sist ara el aio mis segrado del Sucrfcio (Libro Vil: apt 13), Bate exerts hos saves quo Albert viaculaba consclotemente bis popias Hees com Tae de 1B eri por IF forma redonda, parece desprenderse cesta prediy iata, en Florencia, nos muestra que las opiniones. sobre’ Tas estructuras ‘lisicas contralizadss distaban por cierto de ser-unénimes, EI trabajo en dicho edificio habia estado interrumpido durante quince ‘ios y cuando, en 1470, Alberti prosiguié el coro, inconcluso de Michelozzo, construido de acuerdo con el modelo del “templo” de Minerva Medica; un eritico “reaceionario” se opuso a que se continvara Ia obra sobre la base de-un de-la_conveniencia Branelleschi.* Y precisamente esa misme cucsti fn6 enearads, desde un nuevo éngulo, durante ls segunda mitad del siglo xv. El silencio de Alberti sobre este punto sugiere que no debe haber admitido que cxistiese ningin probleme, Sorprende que el tipo: de iglesia normal y tradicional, Ia basilica, no se cuente entre los recomendados por Alberti. El hecho de que Tas iglesias fooran-construfdas en ln forma de basilica sélo aparece accidentalmente, ‘euando expla Alberti que esa: costumbre habia-sido introducida por los primitivos cristianos, quienes usaben las basiicas romanas privadas como Iuger del cult. ae es el nico pasaje de los capftulos dedieados a los “templos” en que menciona las basleas.-Pero Alberti aclaré su. posicion cen el capitulo preliminar del mismo libro: para él, la basilica, como asiento de la administration judicial en la Antigiedad, se halla intimamente rela tonada con el templo. La jasticig es un don de Dios; en efecto, el hombre, btiene Ta-fasticis diving’ través de la piedad-y pone en préctica, la Justicia humana a través del. cjercieio_ judicial, Dp: este. modo, templo.y hasilice, como asientos-de Ia justcia divina y humana, se hallan intima: mente relacionsdos y, en ese sentido, la besilica pertenece al dominio de In religidn.* En consecuencia con esta afirmaci6n, Albert explica en un 32 CE, Gaye, Cortegio incdito ast... Florencia, 1899, 1, pig. 232, asimismo pigs i067 st LA. Heydeneich, “Dio Telbuna der $8. Anmunaata ia Parent wePisicetanger des kansthe, Tase ta Florens, Hl, 1900, pags. 217 7 ses 52 Mrochirlje Die Bangzechicite der Tsbuna der SS, Annondata ta Florag”, en Repurotom, [Kunst Hh 1099, phe. 72; Heydeneech, loc et BP Sr cmbsten, © Alben ie preaoe le poaleibn del altar, Pate i eto, Ja expll Principal debe cena docesyl parte ms grande ("ental gratia") que ay dems Pros (VE capiuie 8). Silo debe haber un star en'la eapiiepriscpal (VAL, exp ee Gat canto 31 Tite VIL capitulo i Esto importante pesgio ha edo interretado exacts, Ex tests rial fl 9 Vill, rovers, exprest: "quae plots una est primaria isting Feet fester quidem ipsum per se Givin Guoddam ene manus quis ton aseo- "Ett fate prs iam ne operon ot gute api ete alo gatiain’ we perinde sactuisime: qua erge homines pacie tranquil Fea eeu tim dime esce pro metiue,quibuogue rewlbutum velimas: idiseo u | | j | Enea neterespeelimen fen ia a eel * y correspondencia de todas las partes, esta goometria org capitulo posterior, sobre las basilices, que étas partioipan do Ia decoracién ‘correspondiente los templos, Sin embargo, Ia bellexa del. templo es més sublime y no puede ai-debe ser igualada por la de Ia basilica. Asi, pues, cen al sistema de Alberti la forma de iglesia prestigiada por el tiempo —la basilica— qued6 relegada de su posicign divina a una funciéa mis humana, y es evidente.que-Alberti tenia que excluir la basilica de las formas em- pleadas en Tas iglesias Alberti se muestra explicito en cuanto al cardeter de la iglesia ideal. sta debe ser el ornzmento més noble de una ciudad y su belleza debe superar toda “imeginacion. Es esta belleza abrumadora In que despierta sensaciones sublimes © inspira piedad en las gentes. Posee, asimismo, un cfecto purificador y engentira el estado de inocenoia que agrada.a Dios. cin qué consiste esta belleza abrumadora, de efecto tan poderoso? Segin fa conocida definicién matemétioa de Alberti, basada en Vitravio, la belleza cconsiste en ime integracién racionsl de las properciones de todas las partes do ui edificic, de tal manera que cada parte tenga un tamaiio y una forma absolutamente fijos, sin que nada pudiora agrogarse 0. quitarce cin desteuir In armonia del todo. Aunque esta conformidad de los cocientes ica, debersa privar en toda construocién, su necesidad era especialmente perentoris en las iglesias. Cabe concluir, entonces, que ninguna forma geométrica es mas apta para llenar este requlsito que el efreulo o las formas derivadas de éste. Bn estas plantas centralizadas, el disefio geométrico debe aparecer absoluto, inmutable, estitico y enteramente icido. Sin ese equilibrio geomé- trico orgénieo, en que todas las partes se hallan arménicamente relacio- nnadas como los miembros de un cuerpo, Ia divinidad no puede revelarse. Ex consecuencis, enoontramos en este autor una guia minuciosa sobre vedas wi ails sgl at ed ed pe er SL is See ee So ere ed ae 7 oa mo ie os te OR neta peer oy pg oe Sesser cee rei ake en epee, ee rsh fears Sew ne Hoy yn a7 ma anes Giese ceri baie glee Pei ee es “Heep ena a Mee ops © tae es 3, “VIL, capittlo $. Raickin do 1485, fo p VI: Sed quemadmodum jn ani tanto eapot, pes: st quslecunque Yells membrum ad esetea membra atque ad tou ‘ellquus cospos reterendim eat lia et fa sedificlo masimegue in templo conformandae ‘Universte partes corporis saat: wt itor eo ems eorrospondeant: ut qusvis una Maru ‘impta eallem ipen cnstoree omnes pars dimatantur” (Paro, asf comp en todo ani tual cabers, plot y cealqulera do sus membros deban flerese a los demée mimbros {por ende'al oro del cuerpo, sof tamblia on ua edificlo,y sobre todo en ua templo, "betas ‘Stmoiecee Ina partes todas del cuerpo, de manora que correspendan unas ‘Sours: aah adaptendo come patréa cualquiera dalla, quo por ella misma cel todas las-demis) 1 | | (Paar oad [Estas proporciones de 1a 22 8 y 3.a 4 rexponden a la omnipresente- ley de la armonis, tal como Alberti lo demuestra en su libro TX. Resulte evidente quo estas relaciones mateméticas entre la planta y la leccién no pueden ser eaptadas correctamente cuando uno camina por el literior de tn edificio. Alberti lo sabia, naturalmente, tan bien como, nos- lotrs, Debemos inferir, por Io tanto, que la perfecoién srménica del esquema lzcométrico representa un valor absoluto, independiente de muestra perc lién subjetiva y transitoria, Y més adelante veremos que para Alberti [como para otros artistas del Renacimiento— tal armonia de creaciéa Ihumana era el eco visible de una armonia celestial, universalmente valida. ‘Alem de este interés por la proporoién, Ins reat tn Tele al spect geil de la git S agceario-que la iglesia se alee lsituado a cierta al n gus cuatro costados Iibies“y" rodeados |hermoso parque,,sino. que, tambien debe" tata" Bish lestructura, esto. cs, nn_vasto_pedestal, de la vida coil ILa.fachada debe estar formada por i ext ai lag iglesias circulares deben disponer’ de” wn péfticd semejante o hallarse, feitoundadas por ‘una cokuminats,* Ice a¥cos se emplean ea los featios 7 Ibesilicas, pero no coneuerdan con Ja dignided do las iplesias, para las leuales sélo es apropiada la forma austera de las colunas de entablamento ecto." En contraste con las basilica con _su_dignidad, las iglesias debe Sor sbovediiaay, por sovedas Garasieah ls perpetuidad, de las jglesing.?*"La eastidad de la m0" debe verse lempaada’ por un dedenfadado lamamiento a los sentidos. Debe habes lesplendor, especialmente en el so de materiales preciosos;_pero ssi como (Gicerdn, siguieado los prisipios platSniess, pensaba “die” el blanco era 22 Ct. te note entero. 2s Ghat VHS cpt 10. Albert tambldn da anut un coiente do 11/4 quy mo ln io ntcrpetsdo eateactaamenre;. esse la tana de Tuc, pci ba lt pare"Gp ants deallada, Else ao adcantoy Bates il y TW, poe 1s ya. 22° E58 vn, eaptates 3 x 5. las Libro VIL, eaptale 6. videntomente, Alberti debie estar pensando en los dos por elites UA Pante6a 7 del tempio de Vers BPM Sho Vin cutie Gr mde Sino fain aot ae age 3a Libro Vis capo 11.1, abs "ce Temple tect digas eatin an me pei maxine se totadoatin velit” bide su gad s2ah POUT Neduracion, schon agzadala que ol iecho do fow tempi fnew sores") lie cl color més indicado para los templos, del mismo modo Alberti estaba “enteramente convencido de que la purésa y simplicidad en el color —lo ‘mismo quo en la vida —es lo més grato a Dios”. Deben preferizso los euadros_a los, frescos, y la estatuaria a los cundsos; peio, dualguiera zea Ia decoracién utilizada en los rouros y el pi ésta debe pertenecer la “filosotia pura”. De este modo, debe haber inscripeiones que exhorten 4 los fieles a ser justos, modestos, seneillog viriioses 7 plaonos, y el iG, sobre todo, deberd mostrar “lineas figuras relacionadas con la Insica yla geometra, de modo que en todas partes ee estimule Ia educecin del esptitu’.* Esta dima recomendacién suena partioularmente extras, y sélo resulta comprensible si se tiene en cuenta que para Alberti —quien ‘Sgue aqui una tradicién inioterrumpida desde Tos vempos dlésicos— la ‘misica y la geometrfa son fundamentalmente Ia misma cosa; la misica es ‘geometzia tradueiéa en sonidos, y en ella se toman audibles las mises frmonias que rigen la geomctria del edificlo. Por ditimo, las ventanas_ oben ser tan allas que no mantengan ningin contacto con el Hui. coli iano de la vida exterior; desde ellas solamente podra verse al cielo. ‘Los ornamentos més dignos para las bévedas y domos son los artesonés hnondos a la manera del Panteén, pero también puede sugerizse en el domo tina signficacién césmica mediante Ta representacion pictorica del ciel. * ‘Ya desde Ia Antigiedsd, fué corriente la interpretaciSn eéemica del domo, tradiciga que perdaré sobre todo en In iglesia oriental. > tio Vi apy 10, Ba 15 fl ris “MAL guldem pect perme Ssh aliad cone ue ipo 7 sgolistnd dl cles at st Ge a Mie mis gro is Scat pene) Bo iii, Tol. 1 rover st Pi 25S es ips com pei tam ot pavineno aii adds quod mee pilamlian nou ptt: (in in onfloy tints ease pes come 'oo ef go leas tea hays a gonna asap fatal) Bis eats pnikene scents win Soe Ue opus: que a rex mu fneas 7 figuras, sobre objeto musa §y stométigon, para que por todas parish se edugue auesto capita’) er de is misoa y la geometin, vésve Ta Parte TV. fot Libro VE, capita 12. Ed. 1405, fox iif: "Apertones fenctarum in texpli fe art dno imo‘ acter pes ade Gxerom faciant qul ve supplicant nequiequsm ab re divina merbus distabantar (CHE Tos templon, conviene gue las aberturas do las ventana sean Ioderadasy ales faue de elas solo seven el clog pata qu los eeebrantes © bien os que rea 80 fe ustazan de la mediasisn divine") ie “Tire Vid capitulo TT ol. il reverso y x it), Para el paraleliomo entre el ldomo’y el cielo, veaee asinismo Libro Hf, capitelo 14 (ol ¢ ii) "1 domo eoino slbola dal cielo eno una larga historia. Karl Lemann ba reunido ide manera empler los datos rlsivor all errdter colnte “do los domoe aatguos, 20 fis erdenio “the Dome’ of Hlexca" dre Bullen XXVI, 1945, pags1 y agar Ie Esmparsetin de Dion Caso carol dono del Pantebn y ol cielo’ vés ibil, pag. 22 (clita, abe Esler, Vctament! and Huet 1916, elf ce jmplos de inerprecioncs césmicts de Ia cipula) Cohan sigais as huclls de Plteocaytsin ck el melo coldest nldcioe y Liens Ee ance ap conc fin bimoo finaco dsl siglo Vit, sobre Ia delta destrufla de Santa Sofia do Baca, ru Alberti nos traza aqué un cuadro completo de Ix concepcién huminnisto do la arquitectura eclesiéstica, y es exidente que para él eran perfecameate _ bles humanismo y_religida, Cabe subrayar, tacliso, que la imagen uesir0s ojos sus descripciones es la de una arquitectura ferena, filoséfica y casi puritaa. Esto fué claramente comprendido en su tiompo por aquellos que amaban Tas viejas tradiciones, Bl oritico citado anteriormente, que censuré el coro contralizado de la Santa Annunziata, también protests contra el deseo de Alberti de pintar'de blanco ‘el core ‘entero y do privarlo de todo orsamento, En su opiniéa, su especto seria “pobre y desolado”.*" Pero Alberti #6 las normas para las generacionss siguientes de arquitectos de tendencia clisic, que aoptaron sus ideas y pprescripeiones. Para cellos, las nuevas formas do la iglesia ronaovntist ‘corporizaban un sincero seatimiento religioso, en grado no menor que la ceatedral gética para los constructores medieviles. Filarete, revela, en su. pintoresco tratado escrito poco después de De re aedifcetoria, que habia leido a Alber con provecho,** yen algunos fspoctos arreja ana hur bastante inesperada sobre Ta resccién emocional Gel eapectudor' del Renacimiento ante ciertas formas. Seguramente. debia tster pensando en cl domo renaceatista cuando expresd: “nosotros, 1s frstianos, construinos bien alas nuestras iglesias, pare que aqeellos que Denetren en au interior se slentan elevades y prague el lion pueda ender hasta la contemplacion de Dios”.®® También se nos habla del efecto Feconfortante del ireulo pues, “al eantemplar un cireulo, In mirada gira fn toro instantineement, sin intrrupeién mi obstéculo”, © De este modo, con uma, degripetin del domo como simbolo del elo; ofA. Grabar, “Le témaignage Fans byinse Sprague sar Parchitecare de In Cathedrae dene au’ vi altle et sar fa symbolique de Telifice Chrétien". Celiors Arehtolostques, Il, 107, pis. Al y sigs. Graber demosso le telasién do dependencis que guarda el sintolirt. do este Mao toon Dionisio al Areupasita, cuyo neoplatonismo ‘mistcg, que. se mantuvo Tanto durante ton Ia Edad Modia-— Ju neralizado por Nicos de Casa y iow platénios floretines Aun en el siglo xvii cra corrente In interpetaciin ctamice del domo. "Vale Ta peas ‘soRalar que Tos llanoe adoptaron Ta palabra latina coelmm park ecignae et facho 0 cislo Tato. (CE Lehmann, dg. 22); ¥éase, por efenplo, Serio, Tors Libro, ey olieiin do 1600, plsina 82 “Essa volta © vogliamo sire cielo" BF Gayey ops cit pane 282: ".-." so questa itbuna al facael tutta Binnca senza ash fomametti dalle capelle in my, porta wns coke povers e spoglata.-.” Se Pllscete Zoot dber die Baulanct, ed W. von Ostingen, Viens 1850 (Rielbergers Quellensle’ N. Fy tomo 9), pags 39,67. El ustado do Filarcte fa eserito aledador Ae TuSr 64 pate Francesco T'Sloras, pero dedieado, despuis do su muerte, =) Piero ‘dy Metis, ® Ibid, Libro VI, plgin 49 Ibid, Uibro Vil, + "Quando vedi une archo mezzo tondo, Poochio two non ® impedito guando tu lo rspuardi; eos quando tw ved! ano cereko tonde, Toco, 0 wo! die la visa, come tw il guard, subto la vista Jo cireunda ‘giorno fal'primo sguardo, © wenscora la vit, che mon’ & ntogao’ ub aaacalo neszun0". Los. is 1 a 2 tess: 22 we complemen pet enfogue selgin visual. dade we roreato, a geometsia del efculo possrd a devempeiar wm papel cada vee | mis prepondormnte ee is consideracién césuiico-ilos6fiva de Alberti con respecto # la forma io basé sus consejos a los constructores do iglesias empirica; sostuyo asi mezahles, tinos de iglesias is perfecta; semundo tangular y, tereero, I com- de. amb AT primer po Serlaiteen todos Tos pollgonos l segundo os al tip de igila con nave, y que comprende todas ls figuras derivadas del rectingulo, y el toreer tipo combina la nave con una dispo- sicién centralizada para’ el erucero, el coro y st interseociOn, Este dtimo Lipo es compuesto en el sentido estricto de la palabre, pues ‘cada una de sus dos paris se ajusta a las reglas-y normas del tipo a que pertenece El tipo compuesto aloanaé en Italia una larga © importante historia, desde las catedrales de Piss; Siena y Florencia hasta la Chiesa della Casa Santa, de Loreto, ya Catedral de Pavia. Francesco Di Giorgio demuestra, por medio de le figura humana eireunserita, cdmo conciliar orgénicamente Ja parte. centralizada y a longitudinal do wn proyecto de jelesia de este tipo (lémina 1e).$ La parte centralizada de le planta en el extromo ariental se desarolla a partir de las figuras geonitctas bisicas del cireulo y el euadrado, Leonardo compartié las ideas de Francesco Di Giorgio sobre la iglesia compuesta; en efecto, en uno de sus proyectos tebricos la parte centralizada se alla construda per se, de acuerdo con las “reglas y normas apropiadas” (Lamina. 1b). Estos dibujos ‘nos muesiran Ja abrumadara mportaneia que tavo esta parte de los proyectos para los arquitectos rena- contistas..Seria dificil halar algo més signifieativo que el eneuentto do todos los radios en. cl oentro ideal del disefio de Francesco Di Giorgio, © que el exqueleto, geomérico fntimamente entreteido de la plana do Leonardo. EL gran interés de Francesco Di Giorgio por las plantas centralizadas se toma evidente cuando se exeminan las piginas do sus manuccritos: tl ejemplo incluido en el texto (Limina 1d) nos muestra las evoluciones sistemaétics del ciculo con pértico y sin él; el euadrado con eftealo inseripto foes acgeaae wo repen pre ow semis, Cl también D. Fey, op. ee sonrin repo lr, Cain Ds Frey, op i Ee ble » Goa Salam, Matt di rte ile « milter Matt Rn S i Ty crite 2 le i Ea rae est pe een dep eb pra scl esis Frances i Gao aes fa opel or 82 Tata oma fe Could BML Na, lesa (cd 1 tyeinllnbery Paria Feces a Gltete echo eat ste Te pba Pry ln Prnce Se 2G wer fF i te Lay Wop of Leonardo de: Vine, sononda edicién, 1989, I, ining 96. Ea cuanto a in relacién de $e Ei opie Gib Gee ee He dere Seren sara da Pints md Ha pny aae'con mi dn ito. telom’ytn ow seth tip do ila camps” =" ™ aH 19 4 i jul detnostra £ 1 po Fe fo la ale ha séfica sobre la jerarquia de la construccién, cuya culminaci6 de pry wpillas citeulares, y el octigono con capillas circulares agregadas, todos estos proyectos se conserva cuidadosamente Ia integridad, de cada ia geométrica. Ademas, Francesco Di Giorgio repte las ideas ANAlberti fuerte tendencia aristotélica; encontramos asi exprosiones cabsles de ‘orginica, y también instrucciones precisas pars ‘simmetria” y “commensurazione”, desde In planta general isquisicin filo- Dios, que debe sor digna de Ia perfeccidn de Dios mismo. ** Entco los jplejos reduisitos que, en su opinida, deben Henar las iglesias, encontra- lado del domo semicircular, y especialmente un andlisis del irgico referente al lugar apropiado para cl altar en la iglesia fralizada. ‘Gomo se recordar, Alberti guard6 silencio sobre este punto impor- te, Pero en los treinta afos transcurrides entre Alberti y Fran (Giorgio —con el ange de la planta eentral— se suscitaron controver ‘se reflejan fielmente en el texto de Francesco. Teles controversies, Silembargo, no giraron en torno a la conveniencia litirgica de las iglesias lralizadas como tales —algo que nadie parece haber puesto en tela de Jo gino a la cuestion de si el altar debia situarse en la periferia o (dl conto, Los dbfensores del peinier panto de Vista sostesiaa que, para ia) infinita distancia que nos separa de Dios, el aliar debia is lejos posible de la puerta principal, es decir, exiclextsemo chrounferencia.* Loi defeisores del segundo punto de vista zug el centro era “tno y absoluto” (“unico ¢ assoluto”) ‘Dios. Adenads, como Dios es omnipresente, el testo de Ta ‘ian, en cambio, g pe ons poe rie eeshtarae en ermon, dente emerge tae os [oe del edificio (Lamina 1a). Aqui se considera el cixeulo y su centro ct Rose Pg op cesT Sf 268, Lamas dA, 26, ce mere Rai SB a Ta se es oe Te Ty a wade 1,» cai 1, 15 oo TY BPE ase 87 cain 7, nie DS y si (Bm le 20 rile 7 AS 7 so pel ib A fe Secaeae fe acne we uae oh erin cs ret fe lace eh i a Sag: BENE Sac Th sa ot, yp ta a FERS PE, orcs oat ose eta, « dt le raed et ie a ae rat ae SS ne ate oui Se ate ee, ta toa Skt tap cate cece ie dnt ee ena le a can i a a ety hoy tine el aS ce Gio Ne Seer i Pa aes ucramesiay evsero in racezo degli uomini eongregati pet Iaudario nel afolacre © bi, Vitraias per Jocundum, Ventcla, SLL, fle 2 y v i Puls alix y (Lamina 4).-E1 fol. aie” no reproducido agut, nos figura ca el coudrado eon la siguiente ieyendas “Humani corporis menswra et a 2 comentario que culmizaba con la afirmacién de que, con la figura vitra- Jana, se padfan dofinir las proporcionss —su exprosién es “commen Surare”, que supone la medida comin, Ia armonfa— de cuanto hay en el mundo. si indudable que el comentario de Coseriano reflgja las medi ciones sabre la armonia la proporcién que le habian Uegado a través de Bramante y de Leonardo. Por otra parte, tenemos otras pruebas de ‘lo sobre todo mereed al amigo de Leonardo, Luce Pacili, el matemitico, ‘cuya obra Divina Proportione* habia sido ilsteads por el propio Leonard. Hivlu obra do Pacioli,el concept vitraviano ae presenta micvamente dentro de un coatexto metaisico. “Ante todo debemos hablar de las proporcioaes det hombre” =doslara Paelolien la parte dedicada a Ia arguitectura que aurog6 a In Divine, Patan —" “porane dl sacspo. Bs todas las medidas y sus denominacionés, y eu l.ban de encontrarse todos Baas to Ue Tos ort oman 4 53-inch as revela Tos staietos iis fntimos dela natmralena™. Y més adelante: “Después ‘Me Waver somstderado la disposicin justa del cuerpo humano, los antiguos ‘proporeionaron toda su obra, especialmente los templos, en conformidad on aquél. Porque en el cuerpo. humano encontraron las dos figuras prin- ‘ipales sin las cuales es imposible aleanzar cosa alguns, es decir, el circulo perfecto... y ol cuadrado”.%* Estas observaciones condujeron a Pacioli 42 una extensa y laboricsa descripcién del texto de Vitravio. Podemos ir un poco mis lejos si pasamos a considerar la obra sobre a Armonia universal de Francesco Zorzi (0 Georgi), fraile neoplaténico ‘omnes, symmets ftas & proportionatas geometroo echamateinvenie, ut adest Rear" Chtedde del cuerpo, humono, pars encontrar a partir de él —por eomtema omacico todas las simettas itmicos ¥ proporconadas, com> smuestra Is figure’) say in eee ees ma Son wee Selita re sine ea oe eee A eer aac aie Wines, So" peeing 45: tinea de’ laa, proporciones humenas, pag. 47: “homo ad Eke eae eee ES nS EI ene tens no ti oe rt age caring Waa bt woh reins Abie cere Ta etuan eet iat fer ons tmesee ace ieee pabiclln nt dbujon de Franeeseo dt Giorgio (Lamina 1a le) y, pare ol periods fostrion tes ibuios de, Beriai” (Brauer Wiikower, Die Zeichuingen des G. L BON tree $8) is cbservaciops de ete lo pare. Chantslot aFTEL CO ihinecbers en Eiclborgeriig's “Quellnechnfon”, Viens, 109, nfs. 12% ‘Aewrea de In rlacge ene Levnardo. y Pacioli ch, MlleWalde,’en Jofrbuch d. Prowse, Runstalg. XD, 1990, pigs 285 7 sign, ¥ Salm, Le font det manoserst di Erma Pc ke, pi, BD yee prop ed et, og. i Franses ord (o Cog, De, Rayment mundi cots, Venn, 1525, m+ C fcap 2 Acros de Giorgi, of Paste IV, nla. 103 GE*EL AAS Dice como “ophera imeligibils”, aparece en Ploino, Ean, 1, 9, 23 lque se preoeupé considerablemente por os problemas de Ia. arquitectur [Alli encontremos una ilustracién del texto de Vitruvio —y, lo que es signi lficativo, sélo del homo ad circulun— en un capitulo que leva por titulo ("Quod ‘homo imitstur mundum in figura ciroulari” (Lamina 20). El lsignificado césmico de esta figura no podria ser més claro. Pero el titulo, lencierra sélo la mited de las ideas del autor. Para él, la figura de Vitruvio [poses una doble cualidad: en efecto, descubre a través del mundo visible ly eorpéreo (“homo- mundus”) la relaci6n invisible e intelectual entre el lalma y Dios, porque Dios es la.“intellgibiis sphsera”. El autor interpreta lia figura derivada do Vitruvio a la luz de In geometria mistica del neo- lplatonismo, que habia Ueyado hasta él a través de Ficino y que procedia loriginalmente do Plotino. Con Ia resurrecci6n renscentista de la isterpretacién matemitica de [Dios y del mundo que dieron los griegos —wigorizada por la creencia lesa de que el Hombre, como imagen de Dios, encerna Ia armonis del universo-— la figura de Vitruvio inscripta en un eusdrado y en ua eircalo lee convirtié en simbolo de la simpatia matematica entre el microcosmo fy el macrocosmo. *" zDénce podria expresarse mejor a relacin del Hombre [con Dios —eabe proguntaree ahora— sino en la eonstruccién de la easa lde Dios, de conformidad con la geometxia fundamental del cusdrado y el lireulo? Este interrogante nos lleva a investigar Ia preocupacién de Leonardo Ipor el problema de la iglesia contralizada. Sus miitiples dibujos do iglesias [con planta central son algo mas que estadios sistemiticos del més grande lstista y pensador del Renacimiento; son, ante todo, documentos de Ia Ieigién renacentista. El propio Leonardo guarda silencio sobre las ideas [que lo guiaron.* Pero ademés de los datos suministrados por Ceseriano Iy Pacioli, sabemos quo so hllaba familiarizado con las obras de Alberti ly de Francesco Di Giorgio. ® También recordamos aquella frase en que Vk. 5, 5; VI, 9, 8 Ch D. Miahoke, Unendlicke Sphare and Alimitalpunkt, 1937, Batol Aller, “Micrcoamis", go Traie, UI, 984 sop musa. gue la con fenpcicn microotcica desloge uni ncrprads’ vlad y scans palin propo: ieente cx Ie fineotta del Renaciniens faleno 7 postvarmest el postmicat ie"tuchne hombres sue recibiewn Te Tnsencls dé Gos fmofoe” La dotutae de ie ecespeciencs'matoniver eae microesmo y macecoump fas, por Sapa, woe Siror porpte damental el penarieiy mcdlnes La-aeey roe Tecimte ois all arta de Alle Ea cuanto al problema een, véwo Edgar de Brovas, Brades"aeuhsigae die, Dean, IMG, Ii pigs 2189", 330 7 sie, SOL Pie Hae te inugen ipcrans hyo. ues file forcat en el posse pede, yor ce digs Inca Plates at Fine moo ate do 18 (Goude so aos dive que “Thome est ux slerocosm, Il est rond oomme Te mone cat SPE Soe ey Seu oe emerge oa dnt es ba (lV Lael Hea conacssonce dela nature ed du monde au moyen dge, Paris 101, Dis, 350), a5 Kparecenalgunor tndicon de ia “regole dal roto eifchare, en cl borrador de na hata tla Opes det Duo savas" modelo des fat avr ih 0 els ine ioe clnnapodana guna charm que faerie a pe Spiat eitfige’, GEL: Beltran, Docamen © memori riguardant fa ote cde opere laa, exige perentoriamente que “todo edificio esté siempre independiente, por todos sus lados, en forma tal que pueda apreciarse su forma verdadera’. Esta frase nos revela Ia misma visin cristalina de Ie arquiteotura, le misma devocién por la geomettia pura, que encontramos en Alberti, y es bien posible que zefleje una influencia directa del De Re Aedificataria. De ser cierta'la informacién de Vasari de que Leonardo intent6 levantar el Baptis- terio de Florencia y colocarlo sobre una base! —la extravagancia del proyecto parece confirmarlo—, debe suponerse que deseé ajustarse a la exigencia de Alberti de que las iglesias estuviesen aisladas del contorno de la vida cotidiana, principio al cual Leonardo se mantuvo fiel en todos sus disefos. Si de todo esto podemos deducir que las ideas de Leonardo concordaban con las de Alberti, sus dibujos nos ofrecerdn una prueba mas de esa comunién espiritual; en,efecto, no parecen sino ilustraciones de las teorias de Alberti. Estos dibujos de iglesias centralizadas, ® ‘que demuestran todas las evolu- ‘ciones’ posibles del cuadrado y el circulo, desde sus formas mis simples hasta las més complejas (Lémina Sa),"* nunca so desvian del principio de licida agrupacién de las formas geométricas clementales; esta geometria bésica nada pierde de su claridad y eficaoia en las eleva- cones, En un ejemplo como el de la Lémina Se," podemos ver en su forma gonuina el eubo puro del cuerpo principal con el eirculo inserito del tambor, Ia semiesfera del domo y las capillas semicireulares agregadas. En todos sus dibujos, domos y capillas satélites acompaiian y conducen a la forma pura y simple del domo central dominante, bajo el cual “el alma se eleva a la contemplacién de Dios”. Tales plantas, orginicamente compuesias y construdas con formas geo- sétricas simples, eran ejecutadas con mayor frecuencia de lo que general- Ede iin 1919, pi, 2hsLe Herder, Die Salrlbmstulon Lemar ide Pines, 1929, piss oF Heke ocorata que Packli exe amigo de Alber (ct, Dis. Pop, eli citada, igeai? y sig) En cuanto al eonocimfent que tenia Leonardo de lor ereien io ‘bent al empleo gue hizo de clog vease Heyseorec, op. ety pigs, 2 Solmt Font op. city pigs B17 cleus Sir Kenneth Chak, Lad Barnes Alber on Painting (Brush Academy Lectre), 1944, pigs. 16 y si. Leonardo aww. contacto penoral con Frances di Giorgio cuando entvieron jt ea Paria, en 1940. Leonardo posia habia anotado el watado argutetince incomplet, Bibl, Leurcaxiana, Cod, Adour. Tam, 61, cuya paternidad ya no puede dejar de avibuise a Francesco di Giorgio save B Bert on Belvedere, VIL, 1025, pigin 100 7 sigs 10 Richer, Literary Works U, pig. 21," 153. HL Yost ol Blea TV, dg 4 ch peiniomo Wicks, op ci Th ie. #8 12 CE agrapacién do Geymiller en Ricker op. ci i, paex 19°y sigma di tecién de Meydonreleh. (opr et, No tos iteren agat fl deasrollo.exiice Jes des, stpeoi bien xtin abajo de Heydenraihe @ Le'mayore de Tov diinjon en cussion te encuentra en ef manuseito B del Tatiat de’ France. Fol, 157: Lay adlclones mis simples. do eapllasvoxtanrlares egmentatias al cvadrado, fl. Zir: el hexégono’ con capil; fo. 25: capllas st aes rectangulares 7 tomiczclares; tembign aga! hay un octézon0 son capila sent Souda! ste Se BI, Nae. ant, £3. om a sente so cree. La ereacién de Leonardo més cereana a las plantas ideales es quizis S. Maria della Consolazione, de Todi, que casi parece basada en el disefio que acabamos de analizar (Lamina Sb), pues la cristalina calidad del diseiio geométrico se haco.aqui tan evidente como en el papel. La iglesia faé comenzada por Cola da Caprarols, en 1508, sobre la base de.un pro- yeoto, no de Leonardo, sino posiblemente de Bramante, "Jo cual constituye tuna de las muchas prucbas de lo préximas que estaban sus idess sobre la arquiteotura, Si Cesariano expres6 opiniones muy en boga.en Milin, allé por los diss de Bramante y Leonardo, Serlio refleja las ideas romanas de principios del siglo xv1. Es bien sabido que los libros de Serlio sobre arquitectura, que aparecieron de 1537 en adelante, se besan en el material legado por su gran maestro Peruzzi. La obra de Serlio es prosaica y pragmitica, pues consiste més en un conjunto de modelos que en la expresién de un’prin- cipio, de manera que no ¢ posible encontrar en. ella ninguno de los con- cxptos filoséficos de- Alberti. A pesar de ello, reviste cierta:significacién Ta resefia de Serlio de las plantas convenientes para las iglesias. Sugiere en total doce formas basicas: “Ante todo la forma eireular, porque es més porfecta que las demas”. De sus doce plantas, nueve son. desarrollos del circulo y el evadrado (Lémina 6), -y sélo tres son longitudinales. Aparte dos tipos de iglesias cireulares, nos recomienda el pentigono, el hexégono, el octégono, el euadrado eon un octégono inscripto y-el cuadrado con un circulo inseripto y capilias circulares, la cruz griega y también la oval Esta titima forma, aunque también deriva del eireulo, sugiere una. direc- i6n axial desde Ja entrada hacia el coro y anuncia, por lo tanto, un nizevo fenfoque de In arquitectura eclesidstica En realidad, a Serlio todavia le preocupan casi exactamente los mismos ‘problemas.que ya encontramos en Alberti y en el cfreulo de Milén,-y esto no debe sorprendernos si recordamos que Brainante se radicé defnitiva- ‘mente en Roma poco antes de 1500. Pero hacia las postrimerias del siglo x¥, la transmisién de estas ideas no se debi6 ya a las relaciones-e influencias personales, pues se-habian convertido en patrimonio comin, y Ta. rigida geometzia de los edificios centralizados. empexé.a ejeroer un influjo emo cional, no’ sélo sobre los arquitectos, sino también sobre los escultores y pintores.*® Y el estudio de cualquier libro. arquitecténico de bosquejos 18 Venus, Storie delParte Teattzng, XI, i, 1908, pég. 25. "0 Gepmller, Dig wrsprinelicien Enewirfe fir Sanct Peter, pigs. 96 y sies; G. Gio wannonh Saagi sale orchtetara dal rinseimento, Mili, 199, -pép. 00: Cabo mencie. har que al domo levantado por encima dal semictrcalo. es de fechs postericr (1605). Kise faredes tnteriores com. Blancas y las ventanea so iellan en le. Fgglora superior. ECW. iB Dinsmoor, “The Literary Romains of Sebastiano Salo", dre Bulletin, XXIV, 1942, pis 62 is 1 Silo, iinet Schnell do 160,366,200 a 7 Batas aueve plantas, que aparccen en piginas consecutivas le Ser haan sido reonidas en una sola lustacién, on nuestra Lamina 6 0" GEM, Himers, Die Architctaren tn’ Roffocls Gemildan, 1909; Fiske Kimball, 26 sae ese perfodo, desde el Cédice Escurialensis ** hasta los libros de-apantes de Giuliano da Sangallo ® y Bramantino, y aun de los grabados del rela- tivemente.tardio Montano, nos lleva inevitablemento. 2 le conclusién de que la_geometria. del eirculo-ciereia sobre eqos hombres un influjo_ casi miei La actividad de Ia.construecién refleja las ideas tebvicas. Asi, en la primera ‘mitad del siglo xv empezaron a aparecer esporédicamente iglesias centra- iaadas. El gran Brunelleschi dié-ol' ejemplo, en 1434, con su planta para ‘Sta.-Maria degli Angeli, en Florencis. En 1451 siguié el coro de Michelozz0, para la Sta; Anmunaiata, Alberti mismo proyecté, on el afio 1640, Ia iglesia, de San Sebastiano, en Mantua, como un cuadrado coa capillas regalares agregadas, cuyo ancho era igual a la mitad de Ia Iongitud de un lado del cuadrado. (Figura 6, pig. 54), plante que prefigure el ‘desarrollo ulterior de la Cruz griege. % En el iltimo cuarto de siglo, les ejemplos se tornan més numerotos, especialmente en el nozte de Italia, haste que, antes y después de 1500, observamos un verdadero alud de estructuras centrali- zadas. & “Lacano Laurana andthe Wigh Reasigsnce"s dre Bullet, X, 2977, pgs 149 ¥ so UGE" Rage Coles Biewsenty Vien, ibe, HL gro de. eion ltt psincpalmeate cate los fll 70"y TD, respond iatogramente a las ormas aa ‘CHileen, Hiro dt Gaitano da’ Sangalo, Leipes, 910. Anglo de Cogn Ze Reine. at Roma, 8h, tan, Sir a ait tempi anich, Roma, 62h S Sian ik teonsnectin del att catttre’ iba indo ais ajo, pis. 56, nota 5 BP como''saocotos nos interes Ia interpretacin y no la boris del edifio gzatalzedo, no. analimemna Tn derivacin -genédon de Ia planta _centralizac, ‘También pastmomoe ‘por alto, om eins guint, Ins copes y saceistes el ja com planta eer, que tier une impotente fluence sobre eh dee ‘rola del die eloliog cantando, La feskan ee. partatels co vtieren ST conienen ‘dela conataceionr Maria delle Caer, Prato (1485); coronal, Lodi 88) 2". "Maca de‘iracoll Brescia (1488); Maria della Croce, Crema (fifo) S Mana‘. Canepanores Bore (1190 5 8 Maca Maggiore, Orcas crs de Urbino’ (1682): S. Maria daria, Pistia (5)- BFS Clown Cisosomo, Venesia (1397). Sentooria, Saronno, (198, con nave stein); Se Mara: dlln'Pasone, Mila {2501, com nave pareve)" Tepito, ESS ‘in Montoro, Homa (0502); S Magno, Lamapo (0308); S. Pedro. de Bramaae (1506): S. Giovennt Buctita, Perrara (i806); 'S. Maria. di Loreto, Homa (GEO); Chess degli Innocent, Siena’ (301); Maria delle Conslacone, Todt (1500) Bleto dopl! Oreic, Rome (1509) Madonna. di Vieo, cerca de ‘Spello, 517); Madonna di'S, Biagio! Montepulciano’ (1516); 5. Maria’ dt lama, ust Acsio|(1518)y Catedral, Monteliacone (1519); 5. Spo, Femara (1519); 5: Cro, Ria 5. Vitae (alrededor do" 1530); Maconta “dela "Stora, Parma (1520)? Madonna di Campagna, Piacenza (1522); Chie deta Madonsa, Monsiovio (1524)5 a

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