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Deke ee Seen eo) Pe aa cs Mire Tri Cura ews PERT en el futbol /Inodoro Pereyra/De qué nostalgia me hablas. /El exorcista / Kamasutra ilustrado /Se viene la aristocracia LSITe OMe U meine em) (cea Hoy. usted se sirve Whisky Royal Command, con un Pee IS aa ee iinr tire (orl Co mas eee Owes ya LOT Se) soe an cli) Toe a Tog 10 SST Peete ell “un tiempo y, algo pasa... El ser del Desde tiempos inmemoria- whisky esta en Royal Command eS Ue-le (elo VAY SR i ‘On sus maltas escocesas y el (ero) e oa Samo UCU ca eo UALR cn) 0) maltas escocesas. »Ror eso el ser dei Whisky EUs eine oa R CoTAaaTUa\ Ma (eee een SLO Sr= 00) COCO OMS Une] om pce tiie (eh 6 Oe oom el sabor del whisky Be A(clal ae casa . mismo buen sabor desde lm eK) hasta el Hatem crteloy El ser del whisky esta en Royal Command Ultimos momentos, autobombo, entre lineas y otras zarandajas Gonzalez Tufhén Habia nacido en 1905 y murié hace un mes exacto en Buenos Aires. Escribié La calle del agujero en la media, La rosa blindada, Miércoles de ceniza y otros libros que causaron escéndalo, conmocién, pprocesos judiciales y boquetes. Periodista, poeta,gran humorista, GT escribid co- sas como ésta, acerca de los ladrones: Los ladrones usan gorra gris, bufanda oscura y Gi camiseta a rayas. Y si no, no. Algunos llevan una lintema sorda en el bolsillo. Por otra parte, se Hl enamoran de robustas muchachas, coleccionan tarjetas postales y a veces lucen un tatuaje en el Rf brazo izquierdo: una flor, un barco, y un nombre: i Rosita. Todos los ladrones estan enamorados de Desde el fondo de Ia tierra Rosita, y yo también. Los ladrones saben silbar, madre llegé Inodoro Perey \~ 35s bajarse de los coches en movimiento y bailar el ra_al libro, en una recopi vals, Aman, sobre todo, a su madre anciana, y lacién de tos episodios del ‘cuando la madre se les muere cantan un tango, Tenegau que se publicaron lloran desconsoladamente y de los objetos dejados cho hartenaia! “Fontan QM por ia muerta, a repartirse entre los hermanos, rrosa, Mendieta, la Ulogia y toda ia familia estan conten- /Go¢ lo tos. Ya se ha ago? tado la primera =e ¥)) ae: dicién de 5.000 S eisaalnce 5} remem aac por Las Exorcistas en la er ace eee are ee tense) pee cut ery eo ae re eee am cau) eee eee Cl diocre y protagonizada por golpe que Gatsby le dio a Ce ear een Ca ac eo oe knee Co Creer iTA'LINDO EL peDeSTAL CL ace aS Perea ae ‘La grande letteratura fantastica sudamerscana, quel- Preemie oom TAA lene Labs Bectecier chrome ee (eee bree ne ca Roc peers Perrin ne dovrebbero citare tanti altri , da Adolfo Bioy Casares @ Julio Cortézar) non poteva non lasciar aie eG tnacia tel fumetto. Ed eco L'ETERNAUTA di Peete Alberto Breccia, uruguayano diventato maestro di rete ee HD ni « Buenos Ayres, la storia streordinaria er ere Lacine oebasaiad BS eu Om CLS Si ar < Rr enc anata, pero historeta historia? Este des- ice nee PEENIE carn do Ia revista Linus habla de la gran literatura, fantéstica ee jatinoamericana (aquella de Borges, Cortazar, y Bioy), agre eM ns ‘gando que esa gran literatura ha llegado a la historieta con TRotrescado de Cinzano. Jando Que 2S oie nimero Breccia se incorpora a Mengano Btaecoaeagitian Acmararpbiia seach anaes tana Alniler.- ey Una monedita por el amor de Dios Por Max Ferrarotti Seguin la ley de la oferta y la demanda, los expertos del inisterio de Economia prevén que el precio de las monedas aumentaré nota- blemente en los préximos dias. La escasez de los re- dondelitos metdlicos se hizo grave cuando la ley de precios obligé a los comer- ciantes a marcar sus mer- caderias con topes tan ab- surdos como 1,74; 6,88 6 3,68 y ~ademas- a respetar e80s precios. Cualquiera sabe que el valor real de dos monedas de diez pesos vie- jos para echar en un telé- fono piblico oscila entre los setenta y cien pesos, dependiendo de! mozo del bar al que se le piday ode la cara del cliente. Todos estamos podridos de ‘acercarnos a los quioscos para encontrar carteles que anunciar También las compahias de tabaco han agrandado el problema al aumentar los cigarrillos. Las marcas que costaban 2,60 valen ahora 3,25; las de 3,50 se fueron a 4,15. Hay quien piensa que se trata de un complot de los monopolios para crear el desabastecimiento de monedas. Pero los que mds sutren ~atin mas que |os colective- ros- son los mendigos. La semana pasada, ol gremio de Mendigos, Mangueros, Pordioseros y Afines envid una comisién a entrevistar al Ministro de Economia. El sefior José Ber Gelbard los senté a su mesa. ~Esto es una desgracia para nosotros -le espeté uno de los menesterosos-; ya nadie gasta su monedas en un ro- toso. Esta escasez va a ter- minar con el hidalgo gesto de la beneficencia. -Quiza pueda pedir una ley que fije la ayuda minima en cen pesos ~opiné el minis- to, Nadie tira cien mangos en tuna gorra ~contesté un |i- = 4 | i ! ! al quiosco de entrente. Afortunadamente, el lunes pasado me entregaron el ‘coche que habia comprado hace seis meses. Por fin siado~ 06 do viajar en colectvo ‘demas, también faltan bi- some ahorra.disgustos letes chicos como el que soporté mi ‘amigo Soifer, el criador de ccanarios. ‘Me conté que habia tomado tun colectivo de la linea 45, ~Es0 es bueno ~acot6 Gel- bard-; sefial de que todo el -Si quiere el vuelto,” pase Cuando Soifer me conté el _mundo anda con plata Por la terminal el lunes de episodio estaba indignado. grande encima. diez a diez y quince con el} usaba los boletos para Ves, ministro ~argument6 nd let pare Bialendo, un boleto de 88° potato iirmada Tenpler We CURIS donne olf po Rcamaeeesiare fer lo corté'y ~mientras “A854 hora estoy en la off- canarios; ahora tiene que sacaba unos quince mil pe- transpiraba copiosamente, cina—murmurd elcriadorde coleccionarlos hasta que a S08 diarios. Ahorano llego a Seattle oh kere ne. pllorcs. finde mes su mujer vaya a cinco mil. Es una miseria, codo, hacia el cambio con £80 @ cosa suya -replicé eobrar los vueltos. no alcanza ni para la cuenta una rodilay tocaba bocina Sycovecwero mientes SOF “Come ila esta embara- 321 tel sae esena ee (ef ireapeekan estampando autégratos. .7ad@ tendré que iren taxi... Serra nan inc manana Sermeteeke Parecia angustiado. = me dijo Soifer- Creo que én los bancos. “Zauign se gree que es? COmprensivo, mi amigo me perderé dos mil seis- “La culpa la tiene E.N.Tel.- Zhodolto Beban? “le. pre. Pregunts: cientos pesos en el canje, replicé el ministr, Sus telé- pine soir =uDénde quedalaterminal? pero no voy a daries el fonos se tragan todas las Ivo HistorRearthaRevistas I chofer Jevanté Ia vista y, EN Lands, sefior,en Landis. gusto de quedarse con mis _monedas. También los fa. i Fehive 5 Histé Aetgentinas T ‘WWANcaa ts Ite. CaDUETa NaS que los hacen sin bolsillos y carga de monedas al doble tragamonedas se han suici- Rengo y tenemos el plano obligan a la gente a dejar de lo que entrega dado. del lugar exacto. Necesita- las monedas sobre la mesa_Los sastres estan hi La Casa de la Moneda seré mos que usted haga valer de luz. una fortuna desarma incendiada muy pronto por su infiuencia para que cie- Gelbard les prometié solu- rros de sacos en busca de elementos fascistas, rren la calle otra vez con cionar el problema. Antes monedas extraviadas hace Este es el panorama. Le en- cualquier pretexto. Lo va de despedirse, en un gesto cinco afios. tregué el informe a Sandler, mos @ desenterrar. Le conmovedor, les dio un Ya nadie tira monedas al que piensa hacer un dramé- ofrezco mita y mita cheque por setenta centa- ring del Luna Park: los des- tico alegato en la Camara -No me interesa. vos a cada uno. contentos con el fallo del de Diputados. —Podemos ganar diez palos U diputado amigo -el doc- jurado llevan encima che- -No hay peligro de que me —insisti6. tor Héctor Sandier- me pi ques firmados 0 pagarés. ~ tiren monedas- ironizé, _Le expliqué que cerrar otra di lorme para presen- En las fiestas de sociedad. Cuando llegué a casa me vez la calle podris taren la Camara. Desde en- de Palermo Chico esté de estaba esperando un chorro caer al gobierno mun tonces empecé a caminar, moda rabiosa lievar collares amigo Dijo que cada vez que pa- conversé con la gente y y llaveros fabricados con -Vea, Ferrarotti -me dijo-, ara por alli se le aflojarian reuni datos para poder sa-_monedas de cinco y diez "teré que la calle Jean 12s lagrimas y se fue. car conclusiones. pesos; los adornos de libras Jaurés no estuvo clausu- Cuando me senté a escribir Un mozo del Florida Garden esterlinas ya estan démodé. ada abajo de! puente del esta nota entré mi hijo me- dijo que la escasez lo bene-. Ya no se dice por ese tipo ferrocarril por reparacio- nor. Se estaba apretando ficia: la gente, antes de .no doy cinco guitas, sino nes. Yo sé la verdad. un chichén que se habi desprenderse de las pocas por ese tipo no doy cien ~zLaverdad?me sorprendi, hecho en la frente con una monedas que tiene, le deja_ mangos. Si, Fueron los muchachos moneda de diez pesos. Lo Cien pesos Antes, una con- La obra La épera de dos de la banda del Rengo Ve- llamé. Sumicin de 270 pagada centavos se esté dando eta. Estuvieron enterrando ~LDénde te hiciste eso? ~1e eon quinientos pesos supo- como La épera de quinien- un botin de monedas de pregunté, severo. nia recibir los treinta centa- to pesos. cinco, diez y veinticinco —Jugando al futbol -res- vos restantes de propina. Los arbitros de futbol sor- mangos. pondis. ‘Ahora el tipo se guarda los tean los arcos segiin la Ul -{Cuanto? -pregunté. ~iNo sabés que la moneda treinta, y deja un peso. —_tima jugada de la quit ~Ciento veintiocho mil seis- te puede provocar una in- Se ha creado una cadena de Los fabricantes de monede-cientos cuarenta pesos con feccién? Damela vendedores de monedas ros se han pasado al rubro_setenta centavos. De los jo- -Avisd -y me miro a los para teléfonos. Los em- billeteria vatos, esabe? ojos-_Cémo te creés que pleados que vacian los apa- Dos empresarios que ha- Ai. hhago para que me den boli- > ratos piblicos venden su bian importado maquinas -Nosotros liquidamos al lla las pibas del barrio? SI NOIUERA QUE DE CHiQdiTo £ GUAR.DAU TAPITAS DE COCA-COLA... STA ES LA HORA, EN Que Me VERS. i RASTA CAMBIO NO i iM cD i ~ Como hacerse fama de raro *) enel barrio & Es facil. Si usted quiere que todo el mundo lo lame chongo, que lo sefialen con el dedo, que digan: Ahi va el raro de Juan, que comenten fulerias sobre su virilidad, no tiene mas que siguiente lista. Seguro que no le va a costar Og mucho, regalén. Usar anillo en el dedo mefique. Trabajar de peluquero de seforas. Usar jardinera. Decir “regio”. Usar Ia colonia de la vieja. Hacer un espectaculo de café concert. Andar siempre con el’ mismo amigo. Ser decorador de interiores. Usar zapatos con plataforma. Decir “ay” antes de cada frase. Acomodarse el pelo con el canto de la mano. Parpadear muy seguido. Usar slip. Tener un kimono para entrecasa. Sentarse con las rodillas juntas. Ir al médico y desvestirse detras del biombo. Jugar de manos. Ser modisto. Cuando un sefor lo atropella por Ia calle, decirle “bruto” o “grosero” en vez de “pelandran”. Ser bailarin del Maipo. En carnaval disfrazarse siempre de mujer. Hablar con la zeta. Sacar a pasear el perro de noche, Usar peinado de peluqueria. Mirar vidrieras. Vivir con un amigo. Tener un poster de Alain Delon. Padecer ataques de nervios. Pelearse y aranar. Sacarle la lengua a la gente. MUCI lepine de Revistas Argentinas | www.ahira.com.dt# : sae mete aes 5 ae éCuadl es su gracia, Serguei? ioe Bap i Archivo Historico de Revistas Argentinas | www.ahira.com.ar a] En el afio 1892 ~cuando Henry Ford | ya fabricaba automéviles y frases o&- lebres (ambos en serie)- los argenti- nos conocieron el primer auto: un humeante Benz propulsado a caldera, con el que Dalmiro Varela Castex es- pantaba las tranquilas calles de la Gran Aldea. Aunque el boom del au- tomévil nacional sdlo estalla a partir de 1958, cuando se radican en el pais las primeras fabricas, ya desde esas horas liminares los argentinos sofia- ron con el coche; un vocablo en el que s6lo los desaprensivos pueden ver un sinénimo de auto. Auto es el de los demas: vehiculo anénimo, multitudi- nario, atrozmente standard y muy pro- clive a descomponerse. Auto es el que se compran Fulano, Zutano y -2por qué no?- Mengano. Uno, en cambio, se compra el coche, un artefacto Gnico, personal y -hasta que se lo vende- intransferible. Es siempre el mejor, cualquiera sea su marca, da un Argentinos sobre ruedas (con esta nota vamos en coche) por José Maria Jaunarena, | correcaminos. ES DE LOMAS PORTENO GUE He Visto EN CHOQUES Hole poco mas de velocidad que sus pares, ‘consume un poco menos y su propit tario se vanagloria de que “jamas lo ha dejado de a pie” (sin pensar que ésa e, justamente, la misién del au- tomévil) Las relaciones del argentino con su coche son por demds singulares y especificas. En el subdesarrollo, el auto no es un bien al servicio del usuario; es, porel contrario, un objeto de devocién, una deidad rugiente a la —— 10 que se adora a través de una precisa liturgia que obliga a la feligresia a no pocos sacrificios Y si no, que lo digan los mecnicos (Gnicos intermediarios entre el creyente y su dios). Apenas el tipo se compra el coche tras largos concilios familiares donde los suegros dicen invariablemente que “primero hay que pensar en el techo propio”-. comienza a manejar un len- Quaje criptico para el necfito pero lleno de significado para los iniciados n ese dialecto de taller. Elex-peaton, el que hasta ayer no diferenciaba un ‘cupé de un colectivo, salpica su con- versacién con términos tales como crapodina, rotor, tacémetro, rebaje, alta, baja, vélvulas de admisidn y otras ‘entretelas del auto. El iniciado co- mienza a avivarse de algunas conven- ciones: nadie que no sea un delezna- ble peatén designa al auto por su marca sino por los aditamentos que la acompafian o por la deformacién “tuerca” y popular de su nombre. Asi €l tipo dice: "Me compré un 600 6 un 4 L6un3 CV" 0 bien “un Yeyo” 0 “un Fitito”. Lentamente, el ignorante(que cteia que alos coches franceses los traia de Paris el ciguefial) se va trans- formando en un erudito, cuyo para- digma es el tuerca. Porque entre un tuerca y un automovilista comin hay lamisma diferencia que va de un neu- rocirujano a un fabricante de sombre- ros. Esta masoneria tiene uno de sus exclusives templos en La Blela, donde =a la vista de los lujosos finebres con palanca al piso que ingresan a la Re- coleta (esa suerte de boutique de la muerte portefia}- los entendidos ha- blan del octanaje de la nafta, pontifi- ‘can sobre la psicologia de un carbu- rador 0 comentan el road-test del Lo- tus IV. Al margen de esta élite, el automo lista comin ~ése que los taximetristas Maman, dulcemente, ‘“dominguero"- sélo goza de su fetiche los domingos. Tras el entusiasmo inicial, las dificul- tades del estacionamiento, la prohibi- cién de los martes y jueves, los nudos: del transito céntrico, lo convencen bien pronto de que “en colectivo es ‘mejor’, ‘el auto sufre menos’, y otros: razonamientos por el estilo que lo re- trotraen a su vieja condicién de pea- t6n. Pero el domingo desde tem- rane, disfruta como loco de su mé- quina: calzado en deportivos shorts, comienza por regodearse con el rito del lavado; durante horas y horas jega su auto con una manguera ~qui- 2s con la secreta esperanza de que crezca-. Levanta el capot y se asoma ‘con aire experto a ese mundo de « cia ficcién del que no entiende ni jota toca los cables de bujias, controla el agua, el aceite, el liquido de frenos. Con el motor en marcha, tira del cable del acelerador, como le vio hacer al carburista, Io cual lo hace sentirse como un Oreste Berta. Los chicos, fascinados, creen que. el su viejo es ‘algo asi como un Emerson Fittipaldi dominical, un Reutemann de entre- ‘casa que los iniciard en el fierro del deporte. Es probable que vaya a buscar a su mujer a la salida de misa, levando en el coche a los hijos y al perro (que funciona también como indicador de status, en relacién directa a su ta- mafio: a mas perro, més status) Son e808 casos en que el animal (facil- mente reconocible) lleva la cabeza fuera de la ventanilla en una desespe- rada busqueda de oxigeno. Una curiosa y significativa estadistica ilustra acerca de las peculiares rela- ciones del argentino y su auto: no existe_en todo el parque automotor del pais _un solo vehiculo que circule tal como salié de fabrica. La gran Pasién modificadora nacional hace Que a poco de salir de la agencia el comprador le cambie el volante, la caja, los espejos, los parasoles, las butacas, las alfombras, la bocina (que hasta puede pergefiar rudimentarias ‘melodias). La beateria del accesorio lleva a absurdos tales como afiadir a las fundas del tapizado la redundancia de un cubrefundas; o agregar cubre- alfombras, defensas especiales para afiadir al paragolpes, quanteras a me- didas, consolas para “chiquitos” (cosa'de que en un 600 haya lugar para cassettes y bar), aparatos para hacer café. Hay también accesorios meramente decorativos, como los mufequitos para colgar bajo el espejo retrovisor 0 el animal para colocar bajo la luneta trasera. La clase media opta por los felinos (pumas, tigres); los taxis, por perros que menean la cabeza en desesperanzada negacién; los colectiveros son fascinados por calaveras luminosas. Hay también al- gunos que llevan en la parte posterior tres 0 cuatro vacas muertas, pero no se trata de un adorno: son camiones, carniceros. El tercer huevo Curiosamente, y a diferencia de lo que ‘oourre en los Estados Unidos, la pu- blicidad argentina relacionada con el automévil rara vez menciona el status. En realidad parece mas bien promo- cionar un tangue: en los “‘cortos” de cine y televisién se ven vehiculos que trotan como si participaran de una carrera de embolsados, saltando so- bre pozos, lomos de burro, baches, vizcacheras y otras delicias de la vial dad nacional. Otros slogans satista- cen demagégicamente el individua- lismo argentino mediante sugestio- nes de mayor pique y mayor potencia. La fauna del argentino motorizado es inagotable: estan los que se compran unapick-up y la usan polvorienta y embarrada, como si recién volvieran de la estancia paterna, pero cuyo con- tacto con medios mas o menos rurales jamas pasé de los bosques de Pa- lermo. Estén los que suefan con el auto como instrumento tecnolégico de levante y se compran coches rojos, color que desde tiempos inmemoria- bles sensibiliza a toros y mujeres. Son: os que definen al auto como una suerte de tercer testiculo suplementa- lo -motorizado complemento de la genitalidad varonil- y que luego, dolo- Fidos y furiosos, comprueban la impo- sibilidad técnica de hacer el amor a bordo de un 600, dificultad digna de haber sido incorporada al Kama Sutra. Estan los opulentos: son los que regalan a la mujer un pequefo utilita- rio para ir a la peluqueria o llevar los chicos al colegio, aseguréndose a su vez la integridad del imponente com- acto, comprometida a veces por {gin iracundo que irrumpe en picada Por la Costanera, a la hora en que se llama Villa Carifio. Estén, por fin, los que tienen el auto para trabajar. Y viceversa: los que viven esclavizados Por el auto y trabajan para mante- nerlo, Como si fuera una esposa. El patrimonio del parabrisas Hasta hace poco tiempo, el automovilista vivia abroquelado en su auto, que lo envolvia como una capsula. Pero he aqui que a favor de ciertas obleas publicitarias comenz6 a comuni- carse con el exterior, con los demas conducto- res, exhortando a tratarse dulcemente, a son- reir, a hacer el amor en vez de la guerra (0 ambas a la vez), a competir -en fin en el carino al pais a través de un pegajoso patrioterismo de luneta. A diferencia de los que iluminan los viejos camiones del abasto, estos graffitti au- tomovilisticos carecen del toque personal, de la chispa portefia y sobradora, como que son elucubrados gene! comerci un usuario transforms la gi “Yo quiero a mi Argentina zy usted?” en una concreta, genital y lacénica proposicién: “Yo quiero, zy usted?” © aquel otro que afiadié al cartelito “Argentina: mela o déjela.” -copia de uno que estuvo en boga en Brasil- un significativo agregado: “Si usted es el ditimo en salir, apague la luz del aeropuerto”. Cémo sacar registro de mersa Cuando tocan bocina desde at mano y hacer una O, uniendo los dedos indice Manejar en musculosa. y pulg; Ir los domingos a cargar nafta en pijama y —_Perfumarel interior con aerosol. een ; ea ha en ta US#Fcubrevolante de plush violeta. levar el saco colgado de una percha en la Eecaametie Llevaren ip quantera papel higiénico, porque Lievar en la guantera un inhalador de Tanelcassbtice del, Cuartsici eo y extracel Vick Vaporub. Villa Carifio escuchando a todo Tener en la palanca de cambios una volumen “Cortate el pelo, cabezon...” mufequita desnuda que se enciende con el Cuando tocan bocina en un embotellamiento, auto- stop gritarle al de atras:"' Por qué no te compras un Manejar con el sombrero puesto. helicéptero y pasas por arriba, zapallo?” Los domingos, llevar a pasear en auto alas Llevar una whisquera repleta de Ferro Quina gallinas de Bisleri para convidar a las minas. Asi hablaba Kama- Sutra. por Oski (Libertino Honoris Causa) OM errrid Pat Posicién turnante Cuando el hombre da una vuelta y goza de la mujer sin dejarla, tenigndole 1a mujer siempre abrazados los rifiones, No se aprende sino con la prictica Posicién abierta Cuando 1a mujer levanta sus dos piernas y las coloca sobre los hombros de su amado, 4 Hendidura del bambi Sila mujer coloca una de sus piernas encima del hombro de su amante y extiende la otra; después pone &sta, a su vez, sobre el hombro y alarga la primera, y asi rapidamente AMP 1 aA Puesta de clavo Cuando una de las piemas de ella esti colocada sobre la cabeza de él y la otra piema extendida, También aqui se requiere una larga prictica. LET PTY nS dl A EET AN A eae "osicion del cangrejo Cuando. ambas piemas de la mujer estin encogidas y Arretiver Misterico de Revistas Atrgertinas: fveww.al Posicion prensante nm is ema in cna amin ira.com.ar Los obreros de las pelotas Repertorio completo de enganapichangas de los jugadores de futbol. Escribe Osvaldo Soriano, el libero de Mengano. El de futbolista es uno de los trabajos més agotadores, puercos y peor recompensados que uno pueda conse- guir en el mercado hoy dia. Salvo unos veinte tipos que agarran un buen pase para jugar en Europa, los demas laburantes de la pelota ven transcurrir sus dias de la manera mas jodida que uno pueda suponer. Agarremos a esos de primera, Jos que usted ve los domingos en la cancha, cémodamente parado al borde de los tablones de Ar- gentino Juniors 0 San Lorenzo, 0 sentado sobre los meados ce- mentos de Boca o River Sus mayores alegrias consisten fen aparecer retratados en las ta- pas de Goles 0 El Grifico,tinico testimonio que les quedara para mostrar dentro de unos afios a sus nietos en la verduleria, la pizzeria 0 el quiosco que podrin comprar con sus ahorros (siem- pre que el club tenga buena tem- prada y les pague los sueldos @ tiempo) Ellos ganan entre quinientos mil y un millén de mangos por mes “dejemos de lado a esa veintena ya mencionada, que son los que van a hacer papelones a los mundiales-, incluidos los pre- rmios por partido ganado y por gol de diferencia Estas son algunas cosas que ha- cen todos Tos dias, antes de que usted: vea cada domingo es- ° forzarse comriendo diez kiléme- san eae pee ae ; tOrigside REVistas Aton ureased an wew.a Ni hablar de los cientos de muchachos que se ganan la vida en las sociedades de fomento de los barrios que intervienen en los campeonatos de las divisiones B, C y D. Estos tienen que rebuscarsela en cualquier otro santo trabajo como panadero, albaail, punga, ta- xista 0 medio oficial carpintero con permiso especial para entrenarse todos los dias- para por fin, el domingo, correr detras de la pelota y romperse todos los huesos por unos pocos mangos. -Levantarse a las siete de la ‘mafiana para empezar a entrenar ‘las nueve, luego de tomarse un desayuno ligerito. -Empezar con carreras livianitas (unas veinte vueltas alrededor de Ja cancha) para entrar en calor. Hacer gimnasia durante tres ho- ras seguidas. ~Patear tiros libres, cmers, pe- nales. Cabecear, atajar, practicar ccaidas para evitar lesiones. ~Aguantar los gritos del director téenico, que cuando es nuevo cosa que ocurre cada tres me- ses cambia todos los planes de! anterior, que a su vez se va @ gritar a otro club, “Comer livianito al mediodia (churrasco con ensalada), Tuego de una siesta seguir sai- tando y corriendo en un picado, que es lo inico divertido del dia, A todo este yugo hay que agre- {gar que los pobres tipos tienen que cuidar su vida sexual. Esto quiere decir que slo un par de veces por semana ~si la patrona esti. de buen humor y ayuda pueden tirarse una canita al aize fana siguiente, si al corer todos se avivan que anda con el freno to. €80 es comprensible, amigo, que esos cracks que usted idea” liza-o desprecia a veces- de vez cn cuando se tiren a mortadela, se busquen una quintita en Ia cancha para no sudar demasiado, © usen todas las tangas que el oficio ensefia para -como hace cualquiera de vez en cuando en 1a oficina-laburar lo menos po- sible. Si usted Jes quiere dar la cana y saber cundo estin en una ‘mala tarde”, fijese que-ademés de no agarrar la pelota ni con un balde~ hacen otras cosas raras Quedan pocos wines. Es que el laburo de estos corredores que pican una y mil veces junto raya de cal es uno de los mis podrides de la profesion. ‘Cuando el wing no quiere sufric por los enérgicos pelotazos que Te tra ese volante joven que esti camino de la coniagracién y las agara todas, da un paso atris y 14S esconde detris del marcador. También tiene la chance de dar diez pasos ais y ponerse cerca de ese mismo volante para obli- garlo a que le dé la pelota cor. tia Los wines son los jugadores que cl pblico tiene mas cerca. Esto Jos convierte en destinaarios de Ja mayorfa de las injurias, escu- pidas y eascotazos que parten del fablén. Del mismo modo, du- ante uno de los dos periodos, el pobre puntero se ve obligado a pasar a cada rato frente al direc- tortéenico, quien no slo le dara toda clase de instrucciones para , sino que le encomendara pe- ‘quefios recados tales como: “Decile al Coco que la svelte, che”. Si los gritos del técnico y tos silbidos de la tribuna le revientan los timpanos, el wing opta por quedarse en su puesto y hacer como que corre la pelota, pero sin’ alcanzarla, porque para eso tendria que reventarse los rino- nes, Esta operacién hace necesa- ria Ia contraccién de los muscu Jos para dar sensacién de gran esfuerzo. Si-el que no quiere laburar es e! centro=delantero, puede optar ‘por algunas tangas que la tribuna siempre disculpa. Por ejemplo, fie un centro, saltar a des. contragolpe, siendo posible asi quelo persiga y le haga foul.Otra ces le alivia el laburo al compa- ‘que la pelota tarde en volver asu bastante buena es dejarse erode aris, se complica menos ‘Sector; més aii si el otro equipo gambetear, resbalar luego por el la vida él, y el cuadro hasta hizo un gol en el contraataque, césped y al levantarse~ ya fuera puede rascar un empate-Claro, el pomyve después vienen dos mi- de juego-, caminar rengo. Por problema surge cuando los vo- nutos de abrazos y trepadas alos fin, una infalible es pegarle al lantes del otro cuadro también alambrados. delantero en vezde ala pelota, y andan con fiaca y no quieren Otra-manganeta plicable a sil referi cobra correr a protes- tomar el campo regalado. Eso cualquiera de los delanteros es la tar_con los brazos abiertos en es una desgracia, porque qieda de dejar pasar la pelota un par de actitud agresiva, mientras que una larga zona sin ocupar y la centimetros (los necesarios para por Io bajo repite “muy bien, tribuna empieza a avivarse {que el full-back legue primero y Sefor juez, muy bien cobrado"", Lg mejor, entonces, es hacerse trabe). El siguiente paso es ade- phdiendo disculpas mientras 1a el lastimado y pedir cambio. Eso lantarse, tocar la pierna del rival tibuna cree que protesta. Ulti- sj, para lesionarse hay que hacer y caer al suelo retorciéndose, mamente, cuando los téenicos algo espectacular como una chi- ‘mientras se toma el tobillo con exigen @ los defensores que se ena, o revolcarse entre tres riva- ambas. manos. conviertan en delanteros, el la- Jes cosa de dejar una imagen Por el contrario, el defensor buro de los pobres tipos se ha heroica antes de rajarse a la d= fiaca debe de ser hibil, puesto vuelto pesado. La mangancta cha-y dejar el balurdo a ott. que si le hacen un gol a su consiste en no destaparse ni El arquero no vaya a creet~ él ‘equipo porque élsetiraachanta, desmarcarse nunca, buscar de- tambien sabe sus cositas para es posible que de la tribuna par” sesperadamente a su rival y po- pasarla bien. Silos rivals estin tetos tan diversos como nerse tras él. Asi se ahorrard el muy activos ytiran mil centros, ‘andi a marear cucara- trabajo de comer todo el largo de 19 mejor es alejarlos con el puio chas"" “éste no lo para nia la cancha para tirar un centro. (a los centros, eh), y dejatle el Porcel’”, “no la encuentra ni con Los volantes se desplazan en el laburo a los defensores, que Se la pesada’, ademas de los insul- medio campo, y casi todas las reventanin por cabecear ia pelota tos de rigor ticticas y estrategias los\tienen que cae. Enionces, los pobres zagueros como principales protagonisias. § patean desde lejos Ia pelota tienen que estryjarse los sesos en Cuando el jugador que se en viene brava, lo mejor es que- busca de mejores curros. Uno, cuentraen ese trance es un vele- Yarse piola’ y- dejrla. pasar, de buen resultado, consiste en rano maiioso, sabe que tiene ave seompafando con la mirada, $i retroceder ante el avance del de- retroceder, regalarle el medio. Ya afuera, seré elogiado. por si lantero que tiene la pelota y campo al volante rival yembote- “vista. Si es gol, el arquero bligar al compaiiero volante a larse junto al defensor. Enton- sera ripido y -en un gesto ampt Joso y salvador- arrojard la gorra contra el piso para indicar a la tribuna que la culpalatuvo el sol en contra. En los partidos nocturnos, re- sulta muy elegante hacerle ges- tos asesinos alos fotSgrafos des- ppués de un gol en contra, cosa aque el piblico crea que la culpa Ia tienen los flashes, que sino el flaco la. ataja. Hay millones de tangas salvaao- rs para esas dias en que todo olesta fastidia. Claro, es die ficil que un jugador las confiese; iri, en cambio, que una mala tarde cualquiera Ia tiene cosa {que todos sus compafcros apo- Yarin, porque nadie es gil en esta tierra-, que jugs “infil trado", © cualquier otro cha- smuyo conmovedor. Pero la verdad, amigo, es que descansarum humanum es. Y esta pobre gente -que labura to- da la semana— encima tiene que ser juzgada un domingo, cuando todo el mundo descansa. como Dios manda. Entonces, no le eche Ia culpa al laburante si su

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