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SALMONELLA SSP.

O SALMONELLA TYPHI
DEFINICIÓN
La fiebre tifoidea es una infección potencialmente mortal causada por la bacteria Salmonella
typhi.
En general se propaga por agua o alimentos contaminados.
Sus principales síntomas son fiebre, fatiga, cefalea, náuseas, dolores abdominales y
estreñimiento o diarrea. Algunos pacientes pueden presentar erupciones. En los casos
graves pueden surgir complicaciones de importancia, que a veces incluso resultan fatales.

ETIOLOGIA
La fiebre tifoidea está causada por diferentes serotipos de Salmonella enterica, una bacteria
Gram-negativa, siendo la S. Typhi la más común. Se trasmite entre seres humanos por vía
fecal-oral cuando la comida o el agua están contaminadas con heces de individuos
infectados. No hay un reservorio zoonótico conocido. Una vez ingerida, la S. Typhi se
multiplica en el interior de los macrófagos y se extiende por todo el cuerpo por el torrente
sanguíneo, desde donde viaja hasta la médula ósea, el hígado y la vesícula biliar y se libera
en la bilis y en las heces. Los portadores asintomáticos pueden propagar la enfermedad
como consecuencia de la colonización de la vesícula biliar.

EPIDEMIOLOGIA
La prevalencia de la fiebre tifoidea es desconocida, pero se encuentra con mayor frecuencia
en Asia, África y Sudamérica, donde el acceso al agua potable tratada adecuadamente
puede ser limitado. Es poco frecuente en Europa y en los países occidentales, y
generalmente sólo se produce importada de una localización endémica. La incidencia anual
en Europa se estima que es menor de 1/30.000 personas/año.

CUADRO CLINICO
Los síntomas suelen aparecer 1-7 días tras la ingesta de la bacteria e incluyen fiebre alta
(de 39 a 40ºC), escalofríos, estreñimiento o diarrea, dolor de cabeza, dolor de estómago,
malestar, erupción en forma de manchas planas de color rosa en el pecho y
hepatoesplenomegalia. La temperatura sube durante 2-3 días y permanece alta durante
otros 10-14 días, acompañada por bradicardia y postración. En casos graves, puede
producirse delirio, estupor y coma. En el 1-2% de los pacientes, las lesiones intestinales
pueden llevar al sangrado y a la muerte. Otros pueden desarrollar neumonía entre la
segunda y la tercera semana. La hemorragia intestinal y perforación (normalmente en el
íleon terminal) es una complicación grave que puede sobrevenir 2-3 semanas tras la
infección, y suele ocurrir en países en desarrollo donde el tratamiento no está siempre
disponible. El periodo de convalecencia puede durar varios meses. Los pacientes pueden
ser portadores tras la desaparición de los síntomas. Con tratamiento, la mayoría de los
pacientes se recupera tras 5-7 días de terapia y el fallecimiento por esta causa es muy poco
común.

DIAGNOSTICO
El diagnóstico de la fiebre tifoidea se sospecha en pacientes con fiebre que han viajado
recientemente a un área donde la enfermedad es endémica. La única metodología capaz
en la actualidad de confirmar fehacientemente el diagnóstico de fiebre tifoidea implica un
cultivo microbiológico de sangre o médula ósea para detectar S. Typhi u otros organismos
tifoideos en la muestra. La reacción de Widal, un test basado en la aglutinación antígeno-
anticuerpo, se utiliza sólo en países en vías de desarrollo ya que es rápido, económico y no
requiere de un laboratorio especializado, pero carece de sensibilidad y especificidad.

TRATAMIENTO
La fiebre tifoidea se trata con antimicrobianos, normalmente fluoroquinolonas, que son
esenciales para la eliminación de bacterias. Los pacientes suelen empezar a recuperarse
transcurridos 2-3 días, pero deben completar el curso del tratamiento para prevenir una
recaída o la permanencia de la infección de forma latente. Si se produce una perforación
intestinal, es necesaria una intervención quirúrgica inmediata. Cuando se viaja a países
donde la fiebre tifoidea es endémica, se recomienda la vacunación. Las dos vacunas
autorizadas actualmente disponibles son la vacuna viva atenuada Ty21a (oral) y la vacuna
de polisacárido Vi (parenteral). Los viajeros deben tomar precauciones para evitar la ingesta
de agua no potable y comida preparada en condiciones higiénico-sanitarias no adecuadas.
Cualquier caso de fiebre tifoidea debe ser informado inmediatamente. Los alimentos no
deben ser manipulados por personas que han estado infectadas con fiebre tifoidea
recientemente ya que todavía podrían ser portadores.

Tratamiento
La fiebre tifoidea se trata con antibióticos. Como ha aparecido resistencia a los
antibióticos, entre ellos las fluoroquinolonas, en las regiones afectadas se están utilizando
antibióticos más recientes, como las cefalosporinas y la azitromicina. Esporádicamente se
ha descrito resistencia a esta última, pero todavía no es frecuente.
Los pacientes pueden seguir siendo portadores de la bacteria después de la desaparición
de los síntomas, lo cual significa que pueden transmitirla a otras personas a través de las
heces.
Es importante que las personas en tratamiento por fiebre tifoidea:

• Tomen los antibióticos todo el tiempo que el médico hayaprescrito.


• Se laven las manos con agua y jabón después de hacer sus necesidades y no
preparen ni sirvan alimentos a otras personas, con lo que se reduce la
probabilidad de transmisión a terceros.
• Se sometan a pruebas para comprobar que no siguen siendo portadores
deS.typhi.

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