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  • CAP4METODOSORPRESASUBJETIVIDAD

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    Gabriela Aviña
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    CAP4METODOSORPRESASUBJETIVIDAD (2)

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    CAPITULO CUATRO Método, sorpresa, subjetividad, verdad y saber Héctor Gallo Introduccion ‘asta ahora se ha visto que, tal como se entiende el méto- en el psicoandlisis como teoria y como praxis, Heng afinidad con el sujeto, la sorpresa, las variables propias de la silbjetivided y Tz cohstruccién de un saber que se opone a la repeticin y a la erudicin. Vamos a seguir profundizando en «ate capitulo sobre lo que caracteriza al método en su afini- dad con la clinica y la investigacién psicoanaliticn; se man. fend el contrapunto con la investigacién socal cualitaiva y con las ciencias positivas que excluyen la subjetividad, y se abordard con mayor juicio las relaciones entre el saber ¥ la verdad, a medida perite color en cfs conceas algo que e vier peo cuando apunta alo eal mseadione sete Ine fl caso del sueto cuya division es causada ree peapasaientey el lenguaje, lo que se denomina centiics het de eroded ss vive os ee No es por otra razén que los fundamentos imoeeee ea eo acandacanemn eee , en: Facques-Alsin Miter Introducctn e todo pezcenal 4 ee Picard, Fai, Buenos Ales, 2008, p Mora, Dis _ So Fern wionri de ls, TH Aiiel, Bucelona, Jose Ferater [AL PRCOAMAUSEY LA BWESRGACION OU LAUNIVERSIOAD 107, El método no es algo que se elabore de una vez por todas, antes de comenzar la investigaciGn, sino que se va constru- ‘endo y ajustando a medida que esta avanza, "7 la situacion {investigada da lugar a un reformulacién constanté en FunciGa arte ee oracién de nuevos datos”. Esto quiere decir que, Ia investigacion psicoanalitica como en la inves. Delo quese acaba de afirmar se desprende que, en el pro- ceso investigative, el método debe distinguirse de lo que es tun protocolo en otro tipo de procedimientos, porque no alude lin hacer mecéinico que vale para todos sino @ un intelectual en el cual el sujetn extd obligado a ser ‘feativo y no repetitive, El protocolo consigna los pasos a Sguic ea ai proselniorto de tina tena Para que éste le- gue a buen término,y, por tener el valor de prescripci6n rea. lizada por expertos, se le concede a dichos pasos dl estatuto dde un ceremonial invariable y rutinario. En una investigacin es Icio servirse de los métodos esta- blecidos, pero no bajo la forma de un modelo a seguir sin variacion, y menos de guias para la accién a las que se les debe dar el valor de imperatives categéricos que requieren ‘obediencia incondicional, sino haciendo un uso subordinado alos fines por lograr. A nada de lo que exista formalizado en Jas ciencias sociales en calidad de método hay que darle el © Maria Eumelia Galeano, Eatrategias de incestgacin seca ual El giro'en ia mirada, La Casreta Raitores, Coleccién Ariadne, Medlin, 2007, p. 49. 8 Telly p74, 108 PCTOR GALLO -MaRo Susanne Cadninvertignin rogue que quienes a eaten realicense pre sorPamee dawn elle prop, ques depres demper o> como a formas el ears Lumina re sre las dificultades encontradas, pl reolirn la No hay mfodo que pueda ser clevado al cat " ser eevado a categoria d modelo stern einvarable" © per stay metcae eae "es unas diciplins que aotas As por Sone a distintos métodos cualitativos de las ar alan de la investigacion cualita 8 de o soi desde la investigacién Psicoanalitic a feud en cada caso, Las preguntas de investigacién investigacién que se formulen desde el Campo del psicoandlisisy de a investigacin socal cuaitan, 7 Tacques-Alsin Miller, Confrencias t 1, At Dose. COWRCRY prc, 2, Padi, Buenos (0. Ferrater Mora, Diconari de loaf, ma op. it M.E. Galeano, op. cit,,p. 24. ee LTCOAMALSE LA MVEENEAOON BYLAUNIVER.OAD 108 vva no tienen posibilidad de contar con un patrén objetivo de o-verdadero, tal como sf sucede con las ifvestigaciones en las Ciencias positivas, En el psicoandlisis nunca se parte de certe- 225, sino de la incertidumbre representada por un sujeto que, or no estar gobernado por la razén, sino por el inconsciente y la pulsion, en absoluto coincide con el sujeto cartesiano de la experiencia, el razonamiento y la autodeterminacién, y tampoco con el sujeto-actor social en un contexto histérico ‘especifico de la investigacién cualitativa. El sujeto cartesiano es un sujeto que, si se acoge ala razén, aparece liberado de las servidumbres del alma y de la division ue estas producen, pues se trata de “una cosa absolutamente luna y entera”.5 El sujeto della investigacién cualitativa es un ser inmerso en situaciones que dan cuenta de una realidad social que puede ser observada y transformada desde dentro, siguiendo los acontecimientos de la vida diaria. Mientras en esta investigacién la fuente principal de los datos son las situaciones que sx presentan en el diario vivs, en los eontex- tos referencias sociales y espaciales, en Ta investigacion psi- coanalitica no hay fuente distinta al discurso del sujeto. que Tograr domenar Tas pasiones del alma mediante la fuerza de la razén es una prueba de sabiduria Para el sujeto cartesian, para el sujeto kantiano domenar dichas pasiones es una prueba de abnegacién con respecto al deber, pues hay en el corazén “muchos motivos que se con- traponen” a esta idea (Para el sujeto freudiano y lacania- 10, eponerse a los excesos de las pasiones pulsionales no es ya cuestién de sabiduria, ni de poner por encima del deseo Personal el imperativo del deber, sino cuestin de responsa.. bilidad.) Entiéndase por responsabilidad la posibilidad que tiene lun ser de lenguaje de responder a lo que le viene del Oto. Su emergencia no depende de la edad, del desarrollo de la inte- ¥ René Descartes, Discurso del Método y otras obras, Estudio introdc- torio de Franciaco Larroyo, Poria, Buenos Aires, 199, p. xv, 46 Immanuel Kant, Torfey praxis, Leviatsn, Buenos Aires, 1984, p29 no ECTORCALLO- wale ra ages ligencia o de la maduracién del juicio, t r el juicio, tampoco de nin Stbidura especial, y menos de un sacrifice del doses ox sere del deber(No existe en el campo de la esporeain daa Sean de progeso,y menos de eto verifiable cbt pamnemte, Porque al entrar en relacién con una dimen ‘tica solamente puede verse através dela palabra.) La responsabilidad del sujeto fente a la pulsién nada Une due ver con el hecho de tender hacia cera pureza nose an procurarle la virtud y la moral, piensa en las de in transgresin. Porlo dem cuenta cong ge ue, en lugar de favorecer la veneeeige a sobre todas las cosas, favorece la Venerac cee Szesor de la ley. Otra particularidad del ser depose Soret enleramentesbjetiva yen granmedie Pee Paes “O-Se demuestra por via empitica sino ceptos. CEI método en psicoanslisis exi jandamentales que han de servir como es capates asin, [LPOCOANALSSS VLA RVESNCACION BLALRAVERSIOAD 111 zo dejan ningsin lugar @ la incertidumbre, sino de elementos met6dicos de partida y medios de lectura, desciframient confrontacin y anzlisis de dicha realidad, Esto quiere decir que alli donde el concepto sea invocado en un texto para ‘oscurecer un razonamiento y no para esclatecerlo, se lo vuel- ‘ve despreciable por empleario de una manera que Jo violenta en su funcién epistémica. En la investigacién, el concepto See ere ‘dco yo de un oscuro decir que aecta la ransmision y causa aburrimiento en el lector. 3 Para el psicoanslisis,ni el investigador con el psicoandlisis ni el dlinico, por muchas investigaciones que hagan y por ‘muchos afios que leven practicando, han de considerarse ‘expertos en ninguno de los dos campos. La palabra ‘experto’ define “aquel que conoce, aquel que adquiri6 por la préctica, por la experiencia, una gran habilidad”.™© La investigacion ‘ransmision, que Lacan se mostré muy descontiado con res- pectoa la experiencia adquiria traténdose del psicoandlisis: “Podemos decir que la experiencia adquirida del practicante constituye en Lacan el objeto de tna desvalorizacién cons tante. A decir verdad, no imagina un psicoanalista exper- to".¥# Lo mismo podria decirse con respecto a la investiga- ‘os es ya conocida y suele hacerse desde disciplinas como la Psicologia experimental y la cognitiva conductual, que le exi- gen al psicoandlisis una condicién de ciencia que, en elas ‘ismas, es bastante cuestionable y.dudosa. Estas disciplinas ‘reen que es posible mantener indiferenciadas la verdad y la exactitud, incluso si se trata de asuntos que no pueden ser objetivacos, como Ia inteligencia y cuestiones relativas a las pasiones humanas, en donde es imposible no entrar a hacer valer la conjtura, sin que necesariamente se excluya el rigor. La condicién para que verdad y exactitud se mantengan indiferenciadas es que tanto en la clinica anaitica como en la investigacion con el psicoandlisis se adopte como condicién ‘metodolbgica una verificacin de los hechos relatados, para asi certificarlos. Aunque este procedimiento permitiria una ccuantificacién de la experiencia, que le daria al psicoandlisis ‘una apariencia de ciencia, seguirlo equivaldria » traicionar el, método psicoanalitco, que tiene por finalidad preservar al sujet. ‘Un aspecto metédico que, a mi manera de ver, deberén ‘compartir quienes investigan con el psicoandlsis incluyen ‘como parte de las fuentes primarias el testimonio de personas 39M, Bassols, op. ct p.7 4 cron ALO - Mano BLN naz porque es otro elemento que distingus analitica de la investigacion la investigacién psico- tras Ia investigacién cualitativa se preocupa por loca- lsat los indices de obetivdad, y en el cased ier, , de ahi que se admita la posibiidad de que el sujeto en su discurso ponga lo dicho anteriormente entre comillas ‘como si fuese una cita, y no por ello se le considerars falto de seriedad. “Siempre que se constituye una secuencia signifi ‘ante, el dicho anterior cae en cierta objetividad y entonces ‘Puedo decir: Eso fue lo que yo die antes, pero ahora dirt otra, 0a”. El hecho de que quien habla admita esta posi 1 M.E.Galeano, op. ct, p. 77 1 JA. Miller Infroduccién al metwdoprcomalitic, op. cit, p. 47 19 Ibid, pp. 4748. 4 1 reid pa, ne tevon Gatto = samo HL Ratner dad de volver permanentemente sobre los dichos para replantarse su posicién como sujeto frente a ellos, plantea la cuestién de saber desde que posicién lo hace La referencia de lo que se dice, sea en la clinica o en una investigacién psicoanalitica que propone entrevistas a pro- fundidad como parte del método, es el propio sujeto y no el fengmeno como tal. Ocuparse de la localizacién de este suje- to con respecto al dicho no remite a la situacién social del hablante, como sucede en la investigacion cualtativa, sino due es la manera de facilitar la introduccién “del sujeto en el ineonsciente” 16 La afirmacién que se acaba de hacer permite consignar la siguiente hipétesis: que la presencia pulsatil del inconsciente lo que aparece como un destello, un resplandor, y ensegui- da desaparece- no es exclusiva del dispositive clinic Se Del hallaago subjetivo y la investigacin La manera como la invenci6n o el descubrimiento repenti- nro de algo relacionado consigo mismo 0 con algo externo iene que ver con procesos de pensamiento imperceptibles para la conciencia, procesos que cabran efectividad veriicable en cierto momento logico, es algo de lo que han dado cuenta Jos mateméticos. El matémAtico francés Henri Poincaré distin: sue dos fases en el trabajo de invencion matemdtic: 8 id, pa. '© Gabriel Pace tal, estan 0 Pico, Lt Viv, Bo Aires, 2000, p. 158. “oe [LISKCOANAUSYLABWESICAOON IN LAUNIVERIOAD «117 Fases que. se encontrarian separadss por una fase inconsciente. Esta concepci6n esté de acuerdo con una experiencia muy corrient acerea deo que sucede cuando se resuelve un problema matemético suficientemente dif- cil tras una serie de tentativas infructuosaslega la fatign, Y se ve uno obligado a abandonar la indagacién:, mas Juego, tas un period de reposo, la solucion se presenta repentinamente, sin esfuer2ealguno consciente y con cla- ridad y certidumbre sorprendentes; de suerte que la segunda fase del trabajo consciente no consiste sino en comprobary formular fo que acaba de encontrase”.!© Fuera del campo matemitico también se encuentran ejer- plos de solucién de enigmas mientras el trabajo de reflexion se encuentra aparentemente suspendido y en reposo. Este es el caso de Singer, el inventor de la maquina de coser. Se dice que Singer no encontraba el modo de enhebrar el hilo en la aguja de la méquina para hacerla funcionar, por lo que inver- tia cu tempo pensando en el asunto de manese jaliuctuosa, pues no lograba terminar su invento, ‘Una noche, agotado luego de tan infructuoso trabajo de pensamiento, se qued6 dormido, sofiando que era persegui- do por un caballero con armadura, la lanza en ristre, notando ‘en el suefio la particularidad de que la punta de la lanza tenia tun ojal. Al despertar, por la mafiana, pudo relacionar la ima- gen del suefio con aquello que le faltaba resolver para que su méquina funcionara, logrando de este modo culminar sit invento a partir de ubicar el ojo de la aguja en la punta, tal como aparecia en su suefio la lanza del caballero, y tal como desde entonces lo llevan en todo el mundo las méquinas de coser3 El testimonio de Poincaré y lo que se dice del descubri- miento de Singer demuestran que si un investigador preten- 1 HL Fehr Enguete de “Enseignement Mathématque” sur le méthode de travel des mathénaticins.H. Fehr cont para ete trabajo com I cla. Doracin de dos distinguos pricslogos de la épocs: T. lowmoy y EE, Clapasé. Citado en Gabriel Pulie ta op. et, p 15. 1 Tea. us HECTOR Gatto -aRD Ram nang historias de Holmes y Dupin, l respeetivamente, cuando di Porque no logran seguir av Jeturaseinducciones Dupin se deja envolver por ia atmésfea del humo de la Pipa, iberando ast la corriente de a su parte, a veces hace I mismo tec el vein 0 desaclla experentos quinicos Eg wine, cign de la atencién, lejos de ltr mpodea fice que no se pueden dejar de reconocer Todo caso, la idea es que el mejor metodo para lgrar lo fines propuests en una investignion quencies, aronte del lado de oom, ‘nconacente que los personajes de Doyle y Poe, ljan de pensar conscientemente invencién es que solo exista repasa » samiento, pues hay “una fase de trabajo, conducirfa, por fin, ala solucién buscada” 1 Digamos que en las entrevistas orientadas Bunta de investigacion no existe como finalidad conduce al or una pre- entrevistado hasta un insight, y nis Sid, p. 159 tap 160, Janzando en sus deduccionss soe FL THCOANALINSYLANYESNEACION EU LAUMWEREDAD 119 inconsciente no'se desperdicien es la presencia, como entre- vistador, de alguien que haya tenido la experiencia del inconsciente y que estéen condiciones de capitalizar la emer- gencia de la enunciaci6n. No que lo haga bajo la forma de el campo hacia donde deberd orientarse la busqueda que per- mita la produccién de un saber, que no se encuentra conteni- do en la masa de informacién de la cual se puede disponer Mientras en el caso de la investigacién judicial el enigma es abierto por aquellos elementos que desentonan en la esce- ‘na, ¥ que son la lave para, mediante tun procedimiento de inferencia, acceder a algiin encuentro posible con la verdad trata de fijar lo que desentona, lo que resulta cojo en la esce- na reproducida en la declaraci6n, y luego deducir, inducir 0 lo abducir,' sino. ytona en el discurso ouncada, Ls ee dente nes oes enunciaciénrsujeto que puede entrar en desacuerdo con lo que acaba de enunciar y que puede hacerlo entrar en una ‘mayor confusién, hasta él punto de reconocer que ya no sabe | ué dice ni qué quiere. OK medida que el suet habla dentro de un dispositive analitico, més concernido se va sintiendo con lo que dice, y por ello también ms responsabilizado. Este sentimiento no deja de angustiarlo, porque siente que el hecho de hablar en ‘un dispositive en donde las palabras no pasan en vano (igual © Vease Ii, p. 158. 1% Deduci, induct y abducts son as tres clases de inferencia que pro pone Pierce en el proceso cognoscitva, Vase lod, p67. 120 MBCTOR caLLo- Mano st saute que le ocurre al investigador comprometido consu no le deja reposo, no le permite actuar de cual ni seguir gozando como hasta Pregunta) iquier manera, entonces lo hacia, o hacer tonto que no se da cuenta ae . Ast como el investigador ps ce GuLsgme ¢linvestigador puede sofar para resolver lo que Sane dosh ce sete oe Senna ie iera, mujer? Soy un hombre fallido?” 170 “meneetioawe ttt apap no deer eit en cue rn wagadtns” beet a oe la nada” Un sujeto obsesivo me decia: “si renun- a la obsesi6n, a estar vinculado ‘subjetivamente con el |pen- a Paséston pero, orl ote soe Steno sea sbeesienade Dade ue su experienc dena Icha pemutide demostars as! mimo near srs ctsesvo oh condi w sete ade ne ee Jo, Miler, Introduccion a ake itn l mtd picnic, op, i, p. 108, bene cee LPSCOANALNS Y LA RVESTCACON EN LAUNIVERSDAD 121 esa vida ya no es la que quiere, y que ha de trabajar para renunciar a seguir gozando de In misma manera, que no es otra que la de querer tener todo bajo control y evitar cual- quier incertidumbre, El sujeto obsesivo es nada mientras esté obsesionado, pero al mismo tiempo es asi como experimenta que existe. En el caso referido, el sujeto, como efecto de su indagacién analst- «a, ha decidido pasar a ser alguna cosa por la via del deseo, en lugar de continuar obsesionandose para sentirse vivo. Lo que ahora se pregunta es cémo hacer para lograrlo, cémo pasar de ser nada a ser algo, cOmo vivir sin obsesionarse en. aquellos casos en que se ve ante la falta de una certeza con respecto al presente y el porvenir. Aqu{ se trata de la verdad del sujeto; para acceder a esta no hay otro método que el de Ja palabra, y se logra de manera singulas, por vias inéditas y de forma creative Miiller sostiene que el sujeto mismo “es ya una pregunta” “Hay muchos textes de Lacan que consideran la clinica psi- coanalitica de las neurosis como una clinica de las preguntas, de las diferentes preguntas en las que el sujeto se sitia, pero también de las preguntas que el sujeto es”. Se concluye 'No hay investigacién ni andlisis sin pregunta porque “el deseo es una pregunta, el deseo es una pregunta sobre el deseo. El deseo es la verdadera pregunta, el che tuoi? laca- ‘niano”.1 El deseo tiene una dialéctica, se transforma, permi- te modificaciones, cambios, soporta contradictores y sé consti- tuye en relacién con el Otro, al que siempre se le tiene en con- sideracién. El goce, por el contrario, nada tiene que ver con la, dialéctica, porque su forma de presentarse es cl imperativo “El goce constituye una inercia [..] Si el deseo es del Otzo, el 1 bat, p. 108. 18 hid, p. 108 m HECTOR GALLO wag eu eases 'goce es del Uno." El goce se presenta como imperativo, se anuda a signifcantes amos que no dan tregua, confunden,

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