Existen cuatro enfoques generales comunes a las disciplinas
sociales: la comparación, el uso de modelos, los métodos cuantitativos y el empleo del microscopio social. Estos enfoques son, hasta cierto punto, sumamente controvertidos. La comparación, diría Durkheim, es la sociología misma. Durkheim identificaba dos tipos de comparación: la comparación entre sociedades de estructura similar, y la comparación entre sociedades fundamentalmente diferentes. Los historiadores, por su parte, rechazan la comparación con el argumento de que su interés radica en la particularidad. Estos dos enfoques acerca de la comparación , se complementan uno al otro. No se pueden hacer particularidades sin antes haber constatado que esa particularidad no existe dentro de otro marco, y no se pueden hacer generalidades sin conocer los datos particulares. Sin embargo la comparación tiene peligros, dos en particular: en primer lugar, suponer que las sociedades evolucionan a través del tiempo por medio de una secuencia inevitable, y en segundo lugar, el etnocentrismo con respecto a la cultura occidental ¿Cómo es posible hacer comparar a las sociedades, siendo que las sociedades son diferentes entre sí bajo muchos aspectos? Un modelo es un instrumento que simplifica la realidad, a modo de generalidades, la comprensión de la misma. Modelos como “clases”, “capitalismo” o “conflicto social” son utilizados para hacer generalidades entre las sociedades y catalogarlas dentro de un mismo marco. Los historiadores reniegan de los modelos y, sin embargo, sin darse cuenta, son ávidos usuarios de estos. Los historiadores tienen dificultades en no utilizar modelos como “feudalismo”, “renacimiento” o “ilustración” ¿Que son estos términos si no los nombres de conjuntos de rasgos?
Los métodos cuantitativos,han sido una cuestión polémica durante la última
generación. Los historiadores y sociólogos han usado métodos cuantitativos a fin de la recolección de datos. Ya sea a base de encuestas o generando ecuaciones matemáticas para explicar el comportamiento de ciertos datos. Sin el uso de métodos cuantitativos sería imposible analizar datos tales como los movimientos precisos de la población, o
procesos económicos a través del tiempo. Sin embargo, las fuentes en
los métodos cuantitativos no son tan precisas, no es difícil mostrar errores y omisiones en los censos, así como en votaciones democráticas. La gran dificultad en los métodos cuantitativos, es el inconveniente entre los datos mensurables y los que no lo son. El microscopio social, es una tendencia por parte de los historiadores y los teóricos sociales hacia los datos más particulares. Los sociólogos imitaron a los antropólogos sociales y presentaron un mayor interés hacia lo microsocial. Por su parte los historiadores se interesaron por la microhistoria. Por microsociología comprendemos a un enfoque sociológico que se ocupa de la interacción social en una escala reducida, que menudo se basa más sobre la observación directa que sobre datos estadísticos. Por su parte, la microhistoria es una rama de la historia social que analiza datos de la historia que en cualquier otro tratamiento de las fuentes pasarían inadvertidos. La microhistoria reduce a escala las interpretaciones del pasado. El análisis social a pequeña escala presenta algunos problemas cuando los datos son trivializados, siendo meta de los teóricos y los historiadores la ambición intelectual. Al analizar lo micro, se presentan conflictos en cuanto a enmarcar los datos particulares dentro de un marco social mayor.