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Anna Freud y Melanie Klein:

Principales postulados y técnicas

Estudiantes:
Ricardo Castro Rodríguez

Pamela Ávila Villalobos

Sofía Calvo Rodríguez

Yoselyn Villalobos Berrocal

Enfoque de la Psicología I

Profesora: Cristin Sibaja Ugalde

Bachillerato en Psicología

Universidad Fidélitas

II Cuatrimestre, 2023
Tabla de Contenidos

Resumen.........................................................................................................................2
Abstract..........................................................................................................................2
Introducción....................................................................................................................3
Planteamiento de Investigación......................................................................................4
Objetivo General.........................................................................................................4
Objetivos Específicos.................................................................................................4
Antecedentes..................................................................................................................5
Anna Freud.....................................................................................................................9
Melanie Klein...............................................................................................................13
Análisis Comparativo...................................................................................................17
Conclusiones................................................................................................................20
Recomendaciones.........................................................................................................21
Referencias Bibliográficas...........................................................................................22

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Resumen

Este artículo consiste en una revisión de la literatura existente con respecto a dos de las más
grandes exponentes del psicoanálisis y de la psicología infantil: Anna Freud y Melanie Klein.
Por medio del estudio de libros, artículos y otras fuentes bibliográficas, buscamos retratar de
manera general la contribución realizada por estas psicólogas durante sus respectivas
carreras, los postulados que destacan y caracterizan sus abordajes al psicoanálisis, algunas
técnicas o métodos que emplearon en el tratamiento y observación de sus pacientes, e incluso
una breve descripción de la compleja relación entre estas dos influyentes autoras. A través de
esta investigación, también pretendemos explicar superficialmente el estado actual y la
vigencia de sus teorías.

Palabras clave: Historia del psicoanálisis, psicología infantil, Anna Freud, Melanie Klein,
revisión bibliográfica.

Abstract

This article consists of a review of the existing literature on two of the greatest exemplars of
psychoanalysis and child psychology: Anna Freud and Melanie Klein. Through the study of
books, articles and other bibliographical sources, we seek to portray in a general way the
contribution made by these psychologists during their respective careers, the postulates that
stand out and define their approaches to psychoanalysis, some techniques or methods they
used in the treatment and observation of their patients, and even a brief description of the
complex relationship between these two influential authors. Through this research, we also
intend to explain superficially the current state and validity of their theories.

Keywords: The history of psychoanalysis, child psychology, Anna Freud, Melanie Klein,
bibliographical review.

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Introducción

La presente investigación se propuso indagar más sobre el tema del psicoanálisis


infantil haciendo énfasis en dos de sus expositoras más destacadas en la rama, investigando
más sobre los postulados, técnicas y situaciones actuales que rodean a Melanie Klein y Anna
Freud. El interés principal es poder ampliar el conocimiento sobre estas autoras, conociendo
más sobre su biografía, postulados, estudios, técnicas y situaciones de la actualidad y así
conocer de igual manera sobre cómo aplicar sus distintas propuestas en nuestra realidad, ya
que la salud mental durante la primera infancia es sumamente relevante para el desarrollo de
la futura personalidad y percepción del paciente, siendo la terapia del juego y los mecanismos
de defensa de los más destacados. Resulta muy importante destacar que los primeros años de
vida son decisivos para la formación de la personalidad, a medida que los niños desarrollan
conflictos entre sus impulsos biológicos innatos en relación con la sexualidad y las
restricciones de la sociedad (Alfonso, 2018).

Para realizar esta investigación, se llevó a cabo un análisis cauteloso de distintos


estudios clínicos, también se revisó la teoría propuesta, seleccionando de esta manera los
estudios que se consideraron de mayor importancia y que podían funcionar como mayor
aporte a la investigación. Esto con la finalidad de poder obtener un trabajo completo sobre los
objetivos mencionados. Se busca poder comprender de mejor manera a las autoras y poder
obtener un estudio, con respecto a sus participaciones en el psicoanálisis infantil.

Las tendencias infantiles se convierten en rasgos permanentes de la personalidad del


adulto. Dicho de otro modo, los rasgos principales de la personalidad se establecen en la
infancia y la niñez temprana, tanto en el desarrollo normal como en el anormal en el primer
caso, las características se expresan de forma moderada y en armonía con el resto de la
personalidad (Alfonso, 2018).

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Planteamiento de Investigación

Objetivo General

 Compilar los principales aportes de Anna Freud y Melanie Klein, en términos de


postulados más representativos de sus teorías y técnicas puntuales, así como su
vigencia en el panorama actual de la psicología.

Objetivos Específicos

 Contrastar las teorías y métodos de Anna Freud y Melanie Klein, a fin de hallar áreas
comunes y posturas divergentes.
 Definir los conceptos centrales presentes en las teorías de ambas psicólogas en
cuestión.
 Identificar los aportes más relevantes o trascendentales que realizaron al bienestar y el
saber humano las autoras a estudiar.
 Explorar brevemente la relación entre estas dos profesionales de la salud mental,
quienes son consideradas como parte de las mayores exponentes del psicoanálisis a
través de la historia.

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Antecedentes

A continuación, expondremos algunas revisiones e investigaciones conducidas en


años pasados sobre diversos aspectos de la obra de Anna Freud y Melanie Klein. Estos
antecedentes son todos de origen internacional y en su mayoría hacen referencia a textos y
transcripciones escritas en la primera mitad del siglo 20, una consecuencia inevitable de la
antigüedad de la materia en cuestión. Los artículos citados más adelante servirán como punto
de partida para nuestra propia revisión y aporte sobre las teorías de las autoras ya
mencionadas.

En primera instancia, Barglow (2018) realizó una revisión de las teorías de Anna y
Sigmund Freud con el objetivo de aislar algunos preceptos y nociones que puedan ser
relevantes en el mundo actual. El autor parte del hecho de que la mayoría de las teorías
principales de ambos han sido total o parcialmente refutadas durante el último siglo, pero aun
así busca analizarlas de forma general para extrapolar fragmentos útiles sin las limitaciones
de aceptar o no una teoría como tal. El investigador rescata el psicoanálisis, como un marco
de investigación que, si bien no cumple con todo el rigor científico, igual tiene valor, como la
investigación cualitativa de Anna Freud basada en la observación del comportamiento de los
niños, el cual señala no es igual al estudio de fenómenos atmosféricos o del crecimiento de
las bacterias, las cuales permiten un análisis mucho más objetivo y directo. De igual forma,
comenta que la relevancia de la crítica realizada por esta psicóloga acerca de la educación y
sus esfuerzos por transformar el sistema autoritario a uno más flexible y permisivo informado
por la psicología, no puede ser pasada por alto. En resumen, concluye que a pesar de haber
sobreestimado su capacidad para tratar o curar a otras personas y, por ende, les haya causado
daños directa o indirectamente, tanto padre como hija ameritan un lugar en el estudio de la
psicología y en la historia de la humanidad, como seres humanos escépticos que creyeron que
la razón podría sobreponerse a las hipocresías de nuestra sociedad y permitir la sanación y
búsqueda de la felicidad.

Por otro lado, Midgley (2008) llevó a cabo un estudio específicamente enfocado en
algunos debates acerca del estado de la educación y pedagogía en Viena en la década de
1920, liderados por Anna Freud. En dichas discusiones, reconstruidas parcialmente por el
autor, se habla principalmente de lo que llegaría a ser conocido como “matchbook school” o
escuela de caja de fósforos, traducido al español, proyecto que tuvo gran trascendencia tanto
para la carrera de Freud como para el psicoanálisis y la educación en general, a pesar de ser

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un tema menos comentado que otros hallazgos y empresas de dicha psicóloga. Midgley
resalta la importancia de los aportes del psicoanálisis a la educación infantil por encima de
cualquier otro y los detalla como el primer esfuerzo por encontrar las raíces infantiles de la
neurosis adulta, con el fin de intervenir antes de que se cimenten los trastornos en lugar de
abordarlos una vez que ya han sido desarrollados. Se menciona que, a mediados de los años
20, la noción de que el entendimiento obtenido por medio del psicoanálisis era fundamental
para buscar métodos más benignos de enseñanza era ampliamente discutida y en general
aceptada por los académicos de la época. Finalmente, el estudio concluye que los esfuerzos
de Anna Freud por mejorar la educación pese a la adversidad y de guiar el psicoanálisis hacia
metas más modestas y asequibles con base en sus experiencias ganadas costosamente,
corresponden al mayor aporte a la relación entre dos disciplinas que Sigmund Freud describió
como imposibles: la psicología y la educación.

Asimismo, Lachman (2017) analizó y creó una reseña del libro investigativo Anna
Freud, Melanie Klein and Psychoanalysis with Children and Adolescents del psicólogo Alex
Holder, el cual a su vez detalla casos clínicos donde se ponen en práctica procedimientos que
él acredita a ambas autoras. En su estudio, Lachman expone cómo el entendimiento del
lenguaje verbal y los patrones de juego del infante, dentro del contexto de su desarrollo
psicosexual y las dinámicas particulares de su ansiedad, conduce a la transformación, al
incremento de la confianza del paciente en sí mismo y a llegar a términos con sus propias
emociones. Además, explora los orígenes de la psicología infantil con el fin de ahondar en lo
que constituye un análisis clínico. Se establecen diferencias entre psicoanálisis infantil y otras
formas de apoyo más en línea con la pedagogía. Algunas de las principales conclusiones
resultantes de la investigación tienen que ver con la influencia que pudo tener Melanie Klein
sobre Anna Freud a pesar de sus diferencias, con la importancia de la contribución de ambas
a la formación del psicoanálisis infantil y con el rol que deben tomar los terapeutas y padres,
así como la frecuencia adecuada de las sesiones para la efectividad del tratamiento.
Finalmente, la autora hace algunas recomendaciones interesantes, entre las cuales destacan
que los psicólogos especializados en adultos podrían beneficiarse de trabajar con niños por al
menos uno o dos años, con el fin de empatizar con el mundo previo a la adquisición del
lenguaje, y que la mayor satisfacción de la psicología infantil yace en el conocimiento de que
los pacientes tienen casi toda su vida por delante.

Aunado a esto, Shapira (2017) condujo una investigación sobre las rivalidades que
existieron entre Anna Freud, Melanie Klein y los partidarios de ambas en la década de 1940

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en Inglaterra, posterior a la muerte de Sigmund Freud. Además, realizó una descripción
general del clima científico e intelectual de ese periodo y el papel del género en dicho
contexto. El autor argumenta que hasta ahora sólo se han estudiado estas discusiones en
función de los celos, resentimientos y la complejidad de las relaciones entre los grupos afines
a ambas escuelas dentro del psicoanálisis, pero como hechos aislados independientes de la
creación de ciencia, lo cual él considera un error que pretende resarcir por medio de este
estudio con un enfoque particular. Shapira propone valorar lo intelectual y lo personal como
un todo, una noción fuera de lo común en el ambiente académico, y tiene como objetivo
central demostrar el valor de los contextos interpersonales en el entendimiento del desarrollo
de las ramas o disciplinas en la psicología.

Según Fregtman (s.f.), estas dos mujeres se caracterizaron por ser representantes en el
campo de la psicología infantil pero bien se sabía que ambas tenían sus diferencias en la
aplicación de técnicas y en lo que “creían”. Por su lado Klein ofrece tres conceptos básicos
para poder comprender el desarrollo infantil, para esto ella se basa en las etapas de Sigmund
Freud. Los tres elementos esenciales son el tipo de objeto, los mecanismos de defensa y la
fantasía inconsciente, siguiendo esa línea también aparecen dos posiciones importantes la
esquizoparanoide y la depresiva. Mientras tanto Anna Freud consideraba como temas de
mayor importancia llamados conceptos de regresión y fijación, de la mano de estas podemos
encontrar la definición de tres líneas claves del desarrollo: la primera va desde el estado de
independencia del niño hasta llegar a la autonomía afectiva y las relaciones de objeto, la
segunda es la del desarrollo de la independencia corporal del infante y la tercera en la que une
el cuerpo con el juguete. Ella piensa que la evaluación de un niño en términos psicoanalíticos
es ser capaz de reemplazar la apreciación fragmentaria de los conocimientos psicoanalíticos
con una evaluación que incluya todos los aspectos de la mente del niño. Algunas diferencias
entre ellas son: Freud plantea la tolerancia de la transferencia negativa en los niños por largos
periodos hasta que se fortaleciera lo positivo y consolidara una alianza terapéutica y Klein
consideraba que la alianza se logra analizando la transferencia positiva y la negativa, esta
última reforzando la positiva

En este libro Anna Freud habla sobre sus postulados, técnicas, como las empleaba...
Se ocupa de los recursos protectores típicos que utilizan el niño, el adolescente y el adulto en
su búsqueda de placer y evitación del miedo y la angustia, que en ocasiones conducen a la
enfermedad. Trata de los denominados: represión, formación reactiva, racionalización,
inhibición, restricción del yo, intelectualización, conversión en lo contrario, vuelta contra sí

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mismo, desplazamiento, sublimación, regresión… Incluye un examen psicoanalítico de la
adolescencia. Freud (1980)

Martínez et al. (2019) realizaron una investigación donde el objetivo principal que
tenían era realizar una recopilación de los principales postulados de la psicóloga Melanie
Klein. En esta investigación pudieron desarrollar las propuestas como los conceptos del
consciente e inconsciente, el simbolismo del inconsciente y la transferencia. En este análisis
se explicó cada tema mencionado dando una visión más amplia sobre los postulados.

Además, Mirc (2021) realizó una investigación sobre los principales aportantes de
Anna Freud, recopiló distintos temas desarrollados por la psicóloga anteriormente
mencionada como el desarrollo del “yo” y la interacción con el “ello”, los mecanismos de
defensa propuestos por Anna Freud, las líneas de desarrollo desde la dependencia a la
autosuficiencia emocional. Esta investigación profundizó en los postulados de Freud,
explicando y desarrollando estos en el psicoanálisis infantil.

Finalmente, Raubolt (2011) hace una revisión de la obra Other Banalities: Melanie
Klein Revisited. En ella, comenta como Melanie Klein reconoce estar en deuda con Freud,
aun cuando sus formulaciones van más allá de la teoría de éste. Además, señala que la
fantasía inconsciente se encuentra en el centro de la teoría de Klein, así como de la mayoría
de post-kleinianos, a manera de vínculo entre los diferentes postulados. De igual manera
ahonda en el contexto histórico y psicoanalítico del trabajo de la autora en cuestión, la cual
favoreció textos que narraban recuentos experienciales por encima de aquellos de corte más
teórico y científico. Raboult también toca temas como la ansiedad, producto de la dicotomía
amor-odio, la psicosis como tendencia autodestructiva y emociones como la culpa, la
envidida o la gratitud, desde la perspectiva de la autora. El estudio concluye con
observaciones sobre la complejidad de los temas abordados por Klein y los conceptos
tratados en su obra.

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Anna Freud

Anna Freud fue una psicoanalista nacida en Viena el 3 de diciembre de 1895,


conocida también por ser la sexta y última hija de Sigmund Freud. Su primera infancia se
puede decir que fue relativamente tranquila, logró comenzar su escolarización desde los seis
años, donde se desempeñó de manera exitosa a nivel académica dominando distintas lenguas
como el inglés, italiano, francés.

Siempre estuvo interesada en el estudio del comportamiento infantil, durante la


Primera Guerra Mundial comenzó a asistir a conferencias sobre el psicoanálisis,
desarrollando estudios propios basados en los de su padre sobre el comportamiento y el
inconsciente de los infantes.

Anna Freud, Dorothy Burlingham y Eva Rosenfeld, convencidas del valor del
psicoanálisis cara a la educación del niño, crean en 1929 una escuela infantil en la casa de la
última de ellas, donde trabajó Erik Erikson, que fue analizado por Anna. Por entonces, Anna
Freud dictó una serie de conferencias para formar al personal que trabajaba en las guarderías
de los barrios obreros de Viena (Vallejo, 2002).

Su relación con su padre era bastante cercana, comenzó a psicoanalizarse con él


durante su juventud, logrando desarrollar varios estudios de importancia. Su vida fue así
hasta que debido a la Segunda Guerra Mundial tuvieron que emigrar hacia distintos países
como Inglaterra, Canadá y Estados Unidos.

Durante la guerra y la partida de su padre, sus estudios dentro del psicoanálisis se


hicieron más presentes, observaba como los infantes se veían más afectados por la guerra
cuando tenían más necesidades, como por ejemplo falta de comida, hogar o incluso sus
padres que los niños que no se veían afectados directamente.

Tuvo varios enfrentamientos con distintos psicoanalistas de la época, ya que decían


que su manera de estudiar a los infantes quizá era más nociva, ya que su interpretación del
simbolismo, sexualidad y demás no se alejó demasiado de las creencias de su padre.

Freud estudió y trabajó mayor parte de su vida en el beneficio de la salud mental de


los niños, su pasión por el entendimiento de los mencionados anteriormente logró que sea una
de las figuras más importantes hasta la actualidad en esta rama. De sus mayores aportes
fueron los mecanismos de defensa, en ellos se encontraban distintos tipos como:

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Represión: Este mecanismo de defensa trata de eliminar de la consciencia todo lo que
provoca ansiedad, es decir, trata de eliminar un hecho, un sentimiento, una percepción que
cause malestar, un ejemplo puede ser que un niño atraviese por algo traumático durante su
infancia y lo reprima tanto, logrando después de los años que el niño olvidé este evento. “La
esencia de la represión está en alejar algo y mantenerlo apartado de la consciencia” (Fadiman
y Frager, 2007).

Negación: Este mecanismo de defensa busca crear actos inconscientes que alteran el yo, un
ejemplo de esto puede ser cuando un adulto esta “soñando despierto”, de esta manera imagina
cosas que le hacen sentir mejor.

Racionalización: Este mecanismo de defensa crea de manera inconsciente razones aceptables


a ideas o actos inaceptables, un ejemplo de esto es saber que una entrevista de trabajo fue mal
y nos convencemos de que al final ni queríamos ese empleo o no lo ocupábamos.

Formación reactiva: los autores (Fadiman y Frager, 2007) lo describen como “se sustituye
conductas o sentimientos opuestos al deseo real; una inversión explícita e inconsciente del
deseo”, un ejemplo de esto puede ser que alguien realiza algo malo contra su familia y en
lugar de aceptarlo y hablarlo comienza a preparar constantes sorpresas y detalles para evitar
afrontar su realidad.

Proyección: Este mecanismo de defensa le atribuye de manera inconsciente sentimientos,


pensamientos, actos, necesidades y demás, originadas de uno mismo. Ejemplo de esto es
decirle puede ser si alguien le dice a otra persona que debería dejar de comer tanto, sabiendo
que el que quiere realizar una dieta es esa misma persona.

Aislamiento: Este mecanismo de defensa separa las partes que ocasionan ansiedad y busca
alejarse de ellas. Un ejemplo es alguien que no quiere salir de su casa porque la última vez
que lo hizo intentaron robarle y ahora tienen miedo de salir.

Regresión: Este mecanismo de defensa provoca regresar a un estado de maduración interna


donde la persona se siente más cómoda. Un ejemplo, una persona que después de pasar algo
traumático comienza a tener acciones más infantiles.

Sublimación: Este mecanismo de defensa busca proyectar la energía que causa estrés y
angustia en otras actividades, por ejemplo, cuando las personas dibujan sus sentimientos,
cantan, salen a realizar algún deporte, entre otros.

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Otro de sus aportes fue el estudio del “yo” y el “desarrollo emocional” de los niños,
donde Freud analizó desde la dependencia, hasta la autosuficiencia emocional y relaciones
objétales adultas. La autora Mirc (2021) describió este desarrollo como uno que define y
preestablece la personalidad como un proceso continuo y secuencial que parte del estatuto del
niño como infante y, luego, se despliega en cada etapa subsiguiente del trayecto del
crecimiento psicológico. Estudió la progresión dándole énfasis no solo a los componentes
pulsionales, sino también a los correspondientes al yo, mencionando que la normalidad y la
patología con referencia a los procesos de desarrollo.

Para Freud, era sumamente importante poder analizar bajo qué medio se desarrolló el
niño, con qué necesidades y qué tipo de experiencias vivieron para poder determinar la causa
de sus angustias. Se puede ver evidenciado cuando estudió a los niños afectados en la guerra,
donde mencionó que los más perjudicados eran aquellos que se le habían arrebatado todo.

En la actualidad, una opinión relativamente común es que el psicoanálisis es una


teoría irracional y una práctica poco efectiva. Independientemente de la postura que se tome
al respecto, sería un error ignorar que Anna Freud realizó contribuciones notorias desde a
partir de su enfoque psicoanalítico, el cual se basó en la observación meticulosa, hasta el
punto de someter al propio concepto de observación a escrutinio. Ella afirmaba que, al
observar el comportamiento humano, especialmente el de los infantes, nuestras percepciones
están tergiversadas por nuestras propias expectativas. En otras palabras, tendemos a ver lo
que queremos o esperamos ver, haciendo a un lado lo demás (Barglow, 2018).

Si bien es cierto que los estudios llevados a cabo bajo el marco del psicoanálisis
suelen no satisfacer completamente los estándares de rigurosidad científica, o sea, las pruebas
aleatorias controladas con base en el análisis estadístico cuantificable y medible, la
observación de los seres humanos en desarrollo es categóricamente distinta a la de
organismos microscópicos simples, plantas o animales cuyas motivaciones están bien
delimitadas. No obstante, las prácticas observacionales de Freud se asemejan en muchos
aspectos a esos otros tipos de indagación científica. La investigación cualitiva que ella
condujo en clínicas y guarderías estuvo guiada por los mismos principios de observación
sistemática que caracterizan a las pesquisas empíricas racionales. De hecho, puede decirse
que sus esfuerzos representaron algunas de las primeras instancias en las que se aplicaron con
tanto fervor al entendimiento de la infancia (Barglow, 2018).

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Es válido afirmar que la educación en general ha sido influenciada por el movimiento
psicoanalista que fundó Sigmund Freud y en el cual posteriormente destacó su hija Anna, la
cual incluso enseñó en una escuela primaria de 1922 a 1927. Ella participó activamente en la
revolución cultural que llegó a conocerse como la Viena Roja. En 1925, fundó junto a otros
colegas un instituto que tuvo como objetivo la formación de maestros, con el fin de
reemplazar los métodos autoritarios de la época por abordajes más flexibles y permisivos.
Además, ella fue consciente de la enorme influencia que tenían padres, maestros y otros
adultos en los infantes, la cual resulta en la transferencia de sus propias necesidades no
resueltas y ansiedades. En 1927, fundó una guardería para menores de 3 años en condición de
pobreza o abandono. Su misión era aprender directamente de ellos y desarrollar métodos de
tratamiento más efectivos y a la vez más humanos. Para esto, ella aseguraba que era necesaria
la observación objetiva para confirmar o desmentir las suposiciones que se daban por ciertas,
empatizando con las verdaderas necesidades y experiencia de sus pacientes, y protegiéndolos
de la autoridad.

Por más de diez años, lideró un seminario sobre psicología infantil que consistía en el
análisis de casos y el contraste de éstos con la teoría psicoanalítica. A pesar de que se
mantuvo apegada a la terminología de su padre, la cual puede argumentarse que de alguna
manera pudo limitarla, siempre utilizó ese lenguaje de manera más empírica y poco ortodoxa.
Uno de sus atributos más loables fue tomar en cuenta la amplia diversidad de circunstancias
que dan forma al ser humano e ir en contra de la creencia simplista de que toda
psicopatología tiene su raíz en la experiencia sexual temprana del individuo (Midgley, 2008).

La técnica del análisis del adulto nos ofrece cuatro de estos medios auxiliares, en el
primer termino utilizamos cuanto pueden suministrar los recuerdos conscientes del enfermo,
para reconstruir la historia de su enfermedad lo más completamente posible. Se recurre a la
interpretación del sueño, se elabora interpreta las ocurrencias que suministran las
asociaciones libres del análisis, por medio de la interpretación de sus reacciones
transferenciales, se gana acceso a todos aquellos sectores de sus vivencias pretéritas que no es
posible traducir a ninguna otra manera de lenguaje consciente (Freud, 1980).

La interpretación de los sueños es un terreno en el cual nada nuevo tenemos que


aprender al pasar del análisis adulto al del niño. El niño no suena según Freud, en el análisis
ni más ni menos que el adulto es la transparencia o confusión de lo soñado se ajusta como en
aquel, a la fuerza de la resistencia (Freud, 1980).

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Melanie Klein

Melanie Klein fue una de las figuras más importantes en el psicoanálisis infantil hasta
la actualidad. Nacida en Viena el 30 de marzo de 1882, proveniente de una familia judía
ortodoxa sumamente estricta, se puede decir que no tuvo una infancia demasiado tranquila,
de hecho, se puede decir que tuvo contacto con la muerte desde muy temprana edad, a solo
cuatro años su hermana murió, continuamente con dieciocho años de edad su padre y así
continuo incluso con su propio hijo que murió a temprana edad a causa de un accidente. Se
dice que gracias a estas circunstancias tuvo su primer contacto con el psicoanálisis, a causa de
su visita a algunas terapias para lidiar con su depresión.

Su vida dentro de su matrimonio tampoco fue de maravilla, constantemente mantenía


problemas tanto como su esposo y su madre, que aprovechaba cada ocasión para enviar a su
hija lejos de su familia con el pretexto que tenía que “cuidar de sus nervios y su depresión”, y
aprovechar el tiempo de su ausencia para culparle de las muertes de sus hermanos y de ser
una madre irresponsable que abandonó a su familia, creando una mala imagen de ella con sus
hijos.

Melanie dejó sus estudios a temprana edad debido a su matrimonio y se dedicó a la


poesía por mucho tiempo, así fue durante algunos años, hasta que conoció a una de sus
mayores influencias en pensamiento. Ferenczi fue de gran influencia en su vida y su
pensamiento, él reconocía que Klein tenía una capacidad especial de comprensión del
inconsciente infantil y la alentó a adentrarse al psicoanálisis infantil, logrando que esta se
interesará en el tema, comenzará a participar en conferencias de distintos psicoanalistas y que
comenzará a crear sus propios estudios, de los más reconocidos el análisis de su hijo Erich,
que a diferencia de sus dos primeros hijos, con Erich se dedicó profundamente a su crianza.
Algunos argumentan que fue más terapeuta que madre (Victoria, 2010).

Klein fue duramente criticada por los psicoanalistas ya que la mayoría de sus estudios
provenían directamente de las observaciones que realizaba de sus hijos, provocando que sus
estudios vinieran principalmente de ellos, haciendo que se cuestione sobre su ética. La
manera en la que Melanie estudio el psicoanálisis fue totalmente distinta a muchas de las
teorías principales que se encontraban vigentes en ese entonces, ella consideraba que métodos
como lo nocivo que se manejaba la sexualidad en la infancia eran innecesarios, prefería ser
franca con el niño para evitar provocarle una represión innecesaria.

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Dejaremos al niño adquirir tanta información sexual como exija el desarrollo de su
deseo de saber […]. Esto asegurará que los deseos, pensamientos y sentimientos no sean en
parte reprimidos y en parte, en la medida en que falla la represión, tolerados bajo una carga
de falsa vergüenza y sufrimiento nervioso […] Además, al impedir esta represión […]
estamos sentando las bases para la salud, el equilibrio mental y el desarrollo positivo del
carácter. (Victoria, 2010)

Melanie Klein ofrece tres conceptos básicos para comprender el desarrollo infantil: el
tipo de objeto con el que el niño interactúa, sus mecanismos de defensa y la fantasía
inconsciente que constituya la base de la relación. Siguiendo esta línea de pensamiento se dan
dos posiciones importantes en los niños: la posición esquizoparanoide y la posición
depresiva.

Uno de sus principales aportes fue el implemento de la herramienta de juego en las


terapias con niños, esta consiste en hablar con el niño, mientras se juega con él y de esta
manera poder estudiar y entender mejor el estado emocional que quizá el pequeño no pueda
expresar con palabras. Los autores (Martínez et al, 2019) mencionaron que el método de
Klein “busca afianzar la técnica del análisis infantil, sobre todo a través del juego, propuesto
en reemplazo de la asociación libre.” Klein también desarrollo dos procesos como
fundamentales dentro de la psique:

La posición esquizoparanoide: Usualmente aparece durante la niñez, este proceso menciona


que la mente está divida en dos, en lo bueno y en lo malo (lo ideal o lo persecutorio). Esta
posición expresa que la mente del niño está fragmentada, un ejemplo de este postulado sería
que la misma madre que lo alimenta y le da atención cuando es necesario es considerado por
el lado bueno, pero también esa madre es la que lo hace pasar por la frustración involuntaria
al tardar un poco en alimentarlo, allí para el niño se vería reflejado el lado malo.

Para Klein esto también se podía percibir en los sentimientos de amor y odio, los
autores (Fadiman y Frager, 2007) mencionan que “muy importante para su teoría es la idea de
que nuestras relaciones de amar u odiar objetos, es la base sobre la cual establecemos nuestra
forma de pensar y experimentar el mundo. Cuando pasa esta etapa el niño visualiza a su
madre como un objeto completo, al mismo tiempo que visualiza la relación de este con su
padre, en este momento se produce según ella un momento crucial del desarrollo del niño,
tanto mental como de actitud (Fregtman, s.f.).

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Es entonces cuando para Klein el niño entra en la segunda posición, la depresiva. Él al
ver a su madre separada de sí mismo, como objeto autónomo de él, produce un descenso de
su todopoderoso de su egocentrismo y esto hace que aumente la dependencia hacia ella. Se
cambia la relación hacia otra independiente de él, la cual es la relación donde se entremezcla
el amor y el odio hacia la misma persona que es la madre, produciéndole culpa y miedo por
poder perderla o perder el objeto de su amor. El super yo cruel se transforma en menos
rígido, esto sucede por el miedo del niño de perder a su madre como se mencionó
anteriormente.

En este proceso el niño comienza a desarrollar el sentimiento de culpabilidad y


lástima, estos derivados de la ansiedad generada al causar algo considerado como malo. Un
ejemplo de esto es cuando el niño con su desborde emocional percibe que entristeció a su
madre y busca algún objeto que considera valioso, puede ser algún juguete, peluche y demás,
para entregárselo a su madre en una manera de arrepentimiento y disculpas. “Después de
dividir y destruir a la madre (en la fantasía), el niño, en un estado posterior de depresión,
imagina una madre total, que tiene cualidades tanto buenas como malas.” (Fadiman y Frager,
2007). Otro de sus postulados es la manera en la que Klein percibía el inconsciente era
totalmente distinta a como otros psicoanalistas lo habían propuesto. El inconsciente para
Klein es interpretado como un lugar que se puede acceder por medio de fantasías y
formaciones simbólicas, de esta manera puede percibir el estado emocional del niño y
descubrir mediante la convicción que son los causantes de su angustia.

El inconsciente kleiniano se equipará al ello pulsional, entendido como una


exigencia sexual y destructiva. Por su parte, el Yo kleiniano es concebido como un espacio
psíquico que recibe los embates de la pulsión, y reacciona a ella mediante ansiedades
(angustia) y defensas. (Martínez, et al, 2019)

Una de las cosas que caracterizaba a la psicóloga, era su manera de interpretar el


simbolismo, los autores (Martínez, et al, 2019) lo describen como “el simbolismo como el
resultado de una permutación que permite que la pulsión se ligue a otro objeto, diverso de
aquel en torno al cual construyó su primera experiencia de satisfacción”, Klein vinculaba el
simbolismo con la sublimación, por esta razón al tratar con niños, lo hacía mediante juegos,
dibujos, canciones y demás, para dejar que el inconsciente del niño se reflejara y así poder
interpretar este y ayudarle. Consideraba que la simbolización le permite al niño transferir

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sobre los objetos de su entorno (los mencionados anteriormente) sus intereses, pero también
sus fantasías, angustias y culpabilidades.

También Melanie mencionó el complejo de Edipo como una etapa normal en la niñez,
donde se provoca un rechazó hacia uno de los padres y proyecta sus deseos en el otro. Para
Klein lo central de esta etapa no consiste en superar la posición depresiva, sino más bien
establecer la unión entre los aspectos buenos del objeto y los aspectos buenos del sujeto (la
reintegración progresiva de las partes escondidas). Ni todo lo bueno está en mí, ni todo lo
malo en el otro, ni viceversa.

Klein plantea que el niño existiría un super yo precoz capaz de tener culpa
persecutoria ya en esta temprana fase. Dice que ya a esa edad los niños poseen un
conocimiento inconsciente de los órganos sexuales y critica la llamada “fase fálica” donde
solo el órgano masculino sería el importante, ahí mismo señala que “la niña más que querer
poseer un pene, quisiera interiorizar el pene de su padre” Ella piensa que la estructura fálica
es una defensa ante la realidad intolerable de la diferencia generacional de género de la
sexualidad parental.

En sus innovaciones técnicas aportó acerca del funcionamiento del Setting, por
ejemplo la definición especifica del tiempo: 50” condiciones claras de trabajo, 5 veces a la
semana, una pieza adaptada a las necesidades del niño con muebles apropiado, también
consideraba lo importante que es que cada niño tenga su caja de juguetes. El juego del niño
simboliza para ella fantasías y elaboración de neurosis, constituiría el equivalente a los
sueños de los adultos. la compresión del juego debe ser la base para posibilitar el análisis del
niño, Melanie pensaba que el juego del niño y el comportamiento respecto a este, así como
sus comunicaciones verbales eran similares a las que se utilizan en las asociaciones libres de
los adultos.

Con respecto a la transferencia para ella era importante establecer lazos entre el aquí y
el ahora con el mundo interno y las fantasías infantiles con la realidad externa presente y
pasada y no solo la interpretación del aquí y ahora.

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Análisis Comparativo

Tanto Anna Freud como Melanie Klein, influidas por las teorías y la obra de Sigmund
Freud, establecieron la estructura y los fundamentos teóricos del psicoanálisis infantil. Ambas
creían que la formación en psicoanálisis de adultos debía preceder al ámbito técnicamente
más difícil del psicoanálisis infantil, de modo que el analista en formación hubiera tenido su
propio análisis y estuviera familiarizado con las teorías psicoanalíticas relativas al desarrollo.
Sorprendentemente, pasaron unos cuarenta años desde que Anna Freud lo recomendó por
primera vez hasta que la Asociación Psicoanalítica Internacional concedió el reconocimiento
oficial a la formación como analista de niños y niñas. Había muchos en la comunidad
psicoanalítica, y tal vez todavía los haya, que creían que el psicoanálisis de niños no era
verdaderamente análisis (Lachman, 2017).

Como se ha sugerido anteriormente, la frecuencia de las sesiones y los objetivos del


psicoanálisis infantil, es decir, ayudar al niño a superar las ansiedades, fijaciones e
inhibiciones que obstaculizaban su desarrollo, fueron puntos de acuerdo entre Anna Freud y
Melanie Klein. Anna Freud fue, muy probablemente, influenciada por Melanie Klein. Por
ejemplo, eliminando la fase introductoria del análisis para un niño y dándose cuenta del valor
del juego como medio para comprenderle. A pesar de esto, ambas parecen divergir
significativamente en aspectos cruciales. Melanie Klein, por un lado, pensaba que el
psicoanálisis infantil podía ser útil para todos los niños como ayuda en la modulación de sus
ansiedades, mientras que Anna Freud consideraba que el análisis sólo era apropiado cuando
un niño había desarrollado una neurosis infantil. Curiosamente, al principio de su trabajo,
Anna Freud pensaba que los principios psicoanalíticos podían incorporarse preventivamente
en la crianza de los niños, pero más tarde llegó a la conclusión de que esto era demasiado
optimista (Midgley, 2008).

Además de Sigmund Freud, Melanie Klein también estuvo muy influida por las
teorías y los trabajos de otro psicólogo llamado Karl Abraham sobre la fase oral. Como
resultado, Klein se interesó por el desarrollo del niño y del adulto desde sus comienzos más
tempranos, es decir, desde la infancia. Observó directamente a sus tres hijos y compartió
perspectivas e ideas con otros analistas y con pediatras que realizaban observaciones y
teorizaban sobre el desarrollo infantil. Los trabajos de Klein son muy críticos y hasta
irónicos, sobre todo el primero el libro “On the Behavior of Young Infants”, ya que se puede
ver el desarrollo y el valor de sus observaciones que describen cómo la agresión y la libido se

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entremezclan en la fase de succión y cómo los bebés varían en su capacidad para succionar
(Lachman, 2017).

Klein también abordó lo que hacen las madres para ayudar al niño en el desarrollo y la
elaboración de esta relación de objeto más temprana. Como resultado de su interés y sus
observaciones de la fase oral, postuló una defensa temprana del lactante para dividir su
experiencia buena y mala de la madre. También teorizó que, como consecuencia de la fase
sádica caníbal que tiene lugar en la segunda mitad del primer año, los rudimentos del superyó
ya estaban establecidos en esta época de la vida. Esta opinión contrasta con la mantenida por
Anna Freud, según la cual el superyó nace entre el tercer y el quinto año de vida con la
resolución del complejo de Edipo. Se podría considerar que estos dos puntos de vista tan
diferentes con respecto al superyó tal vez estén describiendo dos partes o aspectos diferentes
de este concepto, y dentro del superyó podría haber una parte anterior, no verbal. Klein arroja
luz sobre las relaciones objetales más tempranas, y los orígenes de la ansiedad, la culpa y el
conflicto, por lo que podría haber visto más manifestaciones de un superyó temprano en los
niños a los que trataba. Podría argumentarse que fueron niños más enfermos psíquicamente
en los que dominaba una especie de superyó arcaico, pero al fin y al cabo son únicamente
especulaciones (Lachman, 2017).

Los fundamentos teóricos de las técnicas para el tratamiento también eran disímiles
entre ambas. Melanie Klein pensaba que los juego de los niños eran como asociaciones libres.
Por lo tanto, si un niño abría un libro de bolsillo jugando, Klein podía hacer una
interpretación relacionada con la curiosidad del niño por el vientre de la madre. Por supuesto,
no se sabe qué más podía saber Klein sobre el niño que la impulsara a decir esto. Anna Freud
no creía que el juego de un niño pudiera considerarse igual que la asociación libre de un
adulto. Consideraba que el analista debía construir una comprensión de lo que el niño estaba
expresando a lo largo de muchas sesiones de juego, teniendo en cuenta también las
verbalizaciones del niño, antes de hacer una interpretación (Midgley, 2008).

Por último, también diferían significativamente en cómo consideraban la


transferencia, y el papel y la necesidad de trabajar con los padres. Tal vez no haya que ser
divisivo respecto a estas dos perspectivas principales, sino considerar las ideas de forma
selectiva, en cuanto a lo que más se aplica para comprender a un niño y cómo trabajar con él
(Lachman, 2017).

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Figura 1. Comparación de enfoques de ambas autoras.

Anna Freud Melanie Klein


No descarta la importancia de Para Klein esto es el paso de objetos
conocer el desarrollo instintivo donde se ha posicionales a totales.
logrado la secuencia libidinal o desde donde
comienza los niveles de regresión, para
Freud los pasos que llevan del primer
estadio de la relación objetal al segundo está
determinado por una disminución de la
urgencia de las pulsiones.
Plantea la tolerancia de la Klein en cambio consideraba que la
transferencia negativa en los niños por alianza terapéutica se logra analizando la
largos periodos, hasta que se fortaleciera lo transferencia positiva y negativa, la negativa
positivo y consolidara una alianza reforzaría la positiva.
terapéutica.
Considera adecuado el Señala que la transferencia debe
fortalecimiento de la transferencia. realizarse como una proyección hacia el
analista de las figuras internalizadas del
pasado. Esto la diferencia con introducir el
concepto de un super yo precoz, basado en
las experiencias y fantasías tempranas de los
niños.

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Conclusiones

Ana Freud y Melanie Klein realizaron contribuciones significativas al campo del


psicoanálisis y la psicología infantil. Aunque sus perspectivas difieren en algunos aspectos,
ambas enfatizaron la importancia del desarrollo temprano y su impacto duradero en la
personalidad y el comportamiento de los adultos. Su trabajo sigue influyendo en la forma en
que entendemos la psicología humana, la terapia y las relaciones.

Las contribuciones de Freud y Klein sobre el desarrollo en el psicoanálisis, no sólo


tiene importancia y actualidad en sí mismos, sino que, también representan puntos válidos y
fundamentales para las investigaciones empíricas psicoanalíticas.
Sin embargo, aunque sus contribuciones han sido de gran ayuda, también podemos
observar las grandes diferencias que cada una presentaba, radicando en lo que cada una
entiende por proceso analítico; gracias a esto crearon dos visiones diferentes sobre el
psicoanálisis con niños, logrando que, futuros psicoanalistas puedan integrar estos conceptos.

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Recomendaciones

Para una futura investigación se podría manejar con el alcance descriptivo para ver
qué aspectos de la teoría de ellas dos están siendo utilizadas actualmente en algún ambiente
pedagógico o de psicología clínica infantil. Con esto contar con más material de apoyo para
el proyecto y así ampliar los conocimientos en el tema estudiado.

Otra recomendación es indagar en artículos de fuentes confiables, puede ser Google


académico, las bibliotecas de la Universidad donde se estudia, libros de las propias autoras,
las lecturas asignadas en clase por los profesores, cartas, manuscritos, discursos, entrevistas,
memorias, autobiografías, tesis, informes, mapas, noticias, libros que traten de la época del
tema de investigación, diarios o revistas de la época, esto se hace para tener la certeza que la
información no ha sido manipulada por otra persona que no tiene los conocimientos
necesarios para hablar o escribir del tema y sobre todo porque es menos trabajo para la
persona investigadora, ya que si desde el inicio estudia estas fuentes es muy probable que la
persona que evalúa (profesor) no vaya a devolver el trabajo escrito por haber algo incierto.

Cuando ya se haya examinado a fondo artículos sobre el tema que se va a llevar a


cabo para el trabajo de investigación, se tenga clara la información. Se puede buscar
información en YouTube, este quizá no es una fuente tan confiable sino se sabe buscar. Pero
si llevamos un exhausto estudio podremos encontrar personas que han analizado el tema de
nuestro interés y esto ayudara a que, si no se entendió un tema, el video lo pueda reforzar.
Porque se sabe que hay personas que leyendo no entienden tanto, pero ya explicado y
escuchando a una persona lograr tener más aprendizaje

El trabajo en grupo siempre es primordial, desde el comienzo en que asignan el


trabajo grupal debemos ir viendo cómo se desenvuelven todas las personas con las que vamos
a colaborar. Tener en cuenta que si alguien desde el inicio no es apoyo para los demás hablar
con esta persona es importante para ver si se llega a un acuerdo, si esto no se logra buscar
ayuda de superiores, esto se hace con el fin de que el equipo este en una misma línea y de que
todos trabajen por igual.

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