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CAPITULO IV AFRICA- CONQUISTADA El colonialismo en Africa es un fenémeno reciente. La con- quista del continente negro se Ilevé a cabo, en unas cuantas déca- das, a finales del siglo 11x, y duré medio siglo. Sin embargo, Africa ha sido influida, para bien o para mal, por la civilizacién europea, durante largo tiempo. Después de los primeros contactos con la Europa occidental, la vida de Africa, de los imperios tanto como de las aldeas, continué durante siglos la misma senda trillada. Sdlo lentamente derivé a nuevos caminos, a medida que las fuerzas del exterior presionaron gradualmente o se insinuaron en el continen- te. Hasta el inicio de la arrebatifia a finales del siglo xrx, las rela- ciones de Africa con Europa no se diferenciaban mucho de las que durante largo tiempo habia mantenido con los mundos mediterré- neo y asidtico, relaciones entre iguales, en las que, como siempre hizo, Africa sirvié como matriz de ideas e impulsos para todo el mundo antiguo. Para comprender al Africa moderna y sus actitudes es esen- cial comprender esta relacién precolonial. La indole extensa y ten- tativa del contacto europeo durante este periodo significd que las influencias europeas han afectado a los distintos africanos en grado variable, desde los pueblos de la seccién costera que hoy es Ghana, en constante contacto con europeos durante mds de cuatrocientos afios, hasta algunas partes del Africa central, que jamds han visto a un hombre blanco, En su mayor parte, la influencia europea’ en Africa, hasta bastante recientemente, no era transmitida directa~ mente por europeos, sino por otros africanos. La trata de esclavos ¥ la importacién de armas de fuego trastornaron el equilibrio de poder existente entre los Estados africanos, y provocaron amargas y destructivas guerras y levantamientos politicos entre africanos, sin relacién directa con los tratantes blancos. La introduccién de 39 €scaneado con CamScanner 40 AFRICA EN BUSGA DE UNA IDENTIDAD, nuevas cosechas y de nuevas necesidades, como resultado del co mercio con Europa, cambié la vida de las aldeas lejanas, donde no Negaba la actividad comercial europea. La influencia sin respon sabilidad fue la caracteristica del contacto europeo, hasta finales del siglo xrx. Los europeos de estos afios precoloniales resultan importantes, no sélo por su influencia en Africa, sino también por su influencia en la yisién que el mundo tiene de Africa, Si eran tratantes de esclavos, contribuyeron a crear una imagen de los negros como esclavos, inchiso como esclavos naturales, una imagen que hasta cierto punto fue asimilada por los africanos y sus descendientes de ultramar, Si eran misioneros, crearon la imagen de los africanos como “paganos”, una subdivision de las “razas inferiores sin ley”, de Kipling. Si eran exploradores que “descubrian” una montafia 0 un rio donde, durante milenios, habian habitado africanos, crearon la imagen del “Africa negrisima”, en la que los ignorantes habi- tantes no eran mas que una parte del paisaje. Casi todos los europeos de los primeros tiempos iban a la busca de esclavos. La historia de Ja relacién entre Europa y Africa hasta bien entrado el siglo x1x, consiste casi exclusivamente en la histo- ria de la trata de esclavos. La historia de la relacién entre Africa y las Américas, entre Africa y los Estados Unidos, es también una historia de esclavitud. Por encima de todo, la relacién de escla- vitud —transformada en una relacién colonial— ha condicionado el lugar de los africanos y de Africa, en los asuntos mundiales, hasta nuestros dias, Constituye una de las peculiaridades del len- guaje (no sélo de los europeos, sino incluso del modo de hablar africano mismo) el que los términos que definen la relacién racial sugieren que los hombres de piel negra son inferiores. Negro sig- nifica sucio, negro significa demonio (algunos periédicos africanos se han referido a sus contrarios Hamandolos “yillanos de corazon blanco”, pero con poco éxito), y negra es la noche que los cam- pesinos africanos temen tanto como siempre la han temido los la- briegos europeos. El dar una connotacién positiva a la negrura, como tantos poetas de la negritud han intentado, seria tarea dificil, in- luso aunque las relaciones entre africanos y europeos hubieran sido de igualdad, y no de servidumbre. Pero negro también vino a significar esclayo, No todos los negros eran esclavos, y en otra época, también en Europa y en el Mediterréneo habia blancos que eran esclavos. Pero finalmente sdlo los negros eran esclayos, y lo eran de los blan- cos. Cuando la esclavitud fue remplazada por la dominacién colo- €scaneado con CamScanner AFRICA GONQUISTADA aL nial, una vez mas los negros eran los dominados y los blancos los dominadores. Los norteafricanos blancos también eran dominados, pero en ninguna parte habia negros como dueios. Gran parte de Ja politica africana contemporanea —nacional e internacional— esta condicionada por el deseo de demostrar que esta relacién de negro subordinado a blanco es, simplemente, un hecho de la historia re- ciente, no algo inherente a la naturaleza de las cosas. La esclavitud no era desconocida en Africa antes de la llegada de los europeos, pero se trataba de una esclayitud doméstica, en la que el esclavo (generalmente un criminal, 0 un prisionero en ba- talla) era considerado como miembro de Ja casa, aunque inferior. No era un bien mueble del que pudiera disponer el capricho de su duefio, sino una persona con derechos y obligaciones definidos por la tradicién. Asi, decir que Africa se hallaba ya sumida en la esclavitud antes de la Iegada de los enropeos es hacer una afir- macién inexacta. Sin embargo, persiste el hecho de que los africa- nos vendian gustosamente a sus hermanos africanos, sobre todo los de otras tribus, y la condenacién de los africanos para con la trata de esclavos se ha visto enmudecida por la conciencia del papel que ellos mismos han desempefiado en todo ello. Les primeros exploradores y tratantes no fueron en busca de esclavos. Los marineros fenicios a las érdenes del faraén Necao circunnavegaron Africa en el afio 596 a. de C., viaje que les tomé tres afios. Hannén, de la ciudad norteafricana de Cartago, un si- glo més tarde, planté colonias muy al sur, en el Senegal, y legé a la costa de la moderna Ghana. Los mercaderes arabes que esta- blecieron contacto con Africa oriental doblaron el Cabo de Buena Esperanza, al parecer, y realizaron viajes ignotos hacia el Atlin- tico, Pero fueron los portugueses quienes abrieron Africa al con- tacto contemporaneo con el Occidente; y por su actividad como tratantes de esclavos, asi como por sus actitudes ambivalentes hacia el africano, fueron ellos quienes dieron el tono de muchas de las cosas que iban a suceder. Es extraordinaria la historia de Portugal en Africa. Los impe- rialistas mas antiguos del continente han sido los tiltimos en ceder. Entonces, como ahora, eran un pais pequefio, excesivamente exten- dido, sin recursos para construir, pero con suficiente peder para destruir; imbuidos de un sentido de misién que, curiosamente, se mezcla con Jos impulsos mas bajos y rastreros de la humanidad. Su papel ha sido verdaderamente tinico, aunque comparten, si bien en un grado especialisimo, algunas caracteristicas generales de los europeos en contacto con Africa, especialmente antes del siglo xx. €scaneado con CamScanner 42 AFRIGA EN BUSCA DE) UNA IDENTIDAD Una de esas caracteristicas era lo reducido de su namero. Los por tugueses, con una fuerza de soldados y marinos probablemente in ferior a cien mil, intentaron conquistar todo el mundo —Asia ‘Africa y las Américas— en el siglo xv. Su épica lucha (reflejada en su gran epopeya nacional, Os Lusiadas, de Camoens), los’ dejé empobrecidos y exhaustos; el caddver de su sociedad se extendia por grandes zonas del mundo. Al principio estaban ligeramente a la cabeza, tecnolégicamente, de aquellos con quienes comerciaban © a los que atacaban (sus primeros grandes viajes se vieron coro. nados por el éxito, gracias a los instrumentos arabes, en gran par te), pero alcanzaron el, éxito por el valor, la suerte y la fuerza bruta de la ausencia de escritpulos. Estas cualidades caracterizan toda la historia de Europa en Africa. Los europeos eran pocos en numero, y su superioridad tecnolégica sobre los africanos crecié lentamente. Asi, durante largo tiempo, pudieron afectar y trastor- nar al Africa, pero no tomar posesién de ella. En 1444 Ilegaron a Portugal, procedentes de lo que ahora es la Guinea portuguesa, los primeros esclavos africanos. En 1482, los portugueses habian establecido contacto con el’reino de Benin, que incluso entonces era un Estado importante; en 1486, enviaban emi- sarios y misioneros, intentando convertirlo en un reino cristiano con el que pudieran comerciar. Pero ¢comerciar con qué? Ya en 1482, los portugueses habian construido el castillo de Elmina (en la actual Ghana) como puerto de embarque y bastion contra los tratantes rivales de esclavos. En 1487, Bartolomé Diaz rodeé el Cabo de Buena Esperanza. En los aiios 1497 a 1499, Vasco da Gama subié por la costa oriental de Africa, entonces centro de un floreciente comercio en el Océano Indico, y legé a la India, de donde volvié, Quedaba abierto el ca- mino al Oriente, de modo que parecia que hubiera pocas cosas que pudieran atraer a los portugueses en Africa, Los verdaderos pre- mios se hallaban en Asia y en el Nuevo Mundo, Africa sélo era una estacién intermedia. No daba productos de interés para Europa, que no pudieran obtenerse mas baratos en Asia o en las Américas. Tenia un solo recurso: negros, esclavos én potencia. La trata de esclayos era todavia reducida, en comparacién con Jo que Megaria a ser posteriormente, pero ya los portugueses ha- bianla encontrado extremadamente lucrativa, y estaban decididos a ser los duefios de la misma. Establecieron contacto con el reino de los bakongos, gran Estado en la desembocadura del Congo. Al principio, Jo trataron de igual a igual, ¢ interitaron ciistianizarlo. Enrique, principe de los bakongos, fue consagrado obispo en Roma i €scaneado con CamScanner AFRICA CONQUISTADA 43 en 1518, y muchos de sus stibditos abrazaron el catolicismo. Pero eran escasos los misioneros, y el atractivo de la trata de esclavos era grande, Pronto, las actividades esclavistas de los portugueses trastornaron el reino. Las peticiones hechas a Portugal por varios Papas en favor de reducir el comercio de esclavos, se toparon con oidos sordos. Desde 1510, los portugueses habian suministrado escla- vos a las plantaciones espaiiolas del Nuevo Mundo (hecho curioso. Jos espafioles tenian prohibido intervenir en la trata), y la tentacién era demasiado grande. La lucha con los bakongos, resentidos contra los portugueses por haber minado su autoridad sobre los Estados vasallos, hizo erupcién en una gran batalla, en 1660. Ambas partes se lanzeron a la pelea bajo la bandera del cristianismo, pero los portugueses vencicron, y el reino de Bakongo dejé de existir. Sin embargo, Portugal no era lo suficientemente fuerte para mantener su posicién de primacia en Africa. En 1642, los holan- deses, quienes al igual que los ingleses ni siquiera se preocuparon de enviar misioneros hasta siglos después, expulsaron a los portu- gueses de casi todas las costas mas importantes para la trata de esclavos en el Africa occidental, si bien algunos tratantes portu- gueses aislados siguieron sus actividades en Nigeria. Los portugue- ses habian Megado a una tregua con sus rivales drabes a lo largo de la costa oriental, y se habian retirado al sur del rio Rivumo, al actual Mozambique. Angola, al igual que la isla de Fernando Poo. continuaba teniendo importancia como fuente o punto de embarque de esclavos hacia el Nuevo Mundo, especialmente a Brasil (que siguié siendo portugués hasta 1822, y no abolié la esclavitud hasta 1888), pero la dominacién portuguesa de la conexién europea con Africa habia acabado, Unos cuantos misioneros y tratantes de es- clayos siguieron en las costas, pero los portugueses no ejercian nin- guna autoridad verdadera fuera del alcance de sus cafiones en los fuertes. Sin embargo, las armas de fuego vendidas a tratantes ne- gros de esclavos permitieron que éstos siguieran destruyendo a sus hermanos africanos, y la civilizacién del interior decliné. Hasta tiempos recientes, en que se ha emprendido alguna accién, debida tanto a motivaciones econémicas como a las criticas de los demas paises, los territorios portugueses han sido como agua estancada, en la que los nativos han quedado abandonados a su arbitrio, salvo cuando son explotados u oprimidos a la manera fortuita, a la vez que brutal, de los indiferentes sefiores portugueses. Para comprender la trata de esclavos y su trascendencia en cuanto a la historia africana, es esencial darse cuenta de que esta en juego no sélo su inhumanidad basica, sino también su irrespon- €scaneado con CamScanner 4 AFRIGA EN BUSCA DE UNA IDENTIDAD sabilidad, Los europeos sencillamente no estaban interesados en Africa, excepto por lo que respecta a los colonos holandeses, que vivian su propio drama en el aislamiento lejano del sur. Su interés se dirigia a los africanos. El premio era el Nuevo Mundo. Excepto Fernando Poo, las plantaciones en las que trabajaban esclavos se hallaban en América del Sur, en el Caribe, 0 en lo que iba a ser Estados Unidos. El unico contacto que era necesario tener con Africa consistia en echar el ancla junto a la costa, 0 construir alli un pe- quefio puesto comercial, y comprar africanos. Este enfoque exclu- sivo sobre la esclavitud hizo que todo lo demas que sucedia en el continente fuera de poco interés 0, de todas maneras, algo desco- nocido en gran medida. No habia plantaciones, minas, colonias ni comercio alguno, excepto el auxiliar a la esclavitud. No existia control politico europeo, excepto en una 0 dos pequefias zonas por- tuarias; simples tratados con reyezuelos a lo largo de las costas servian para asegurar los derechos de los mercaderes. La trata de esclavos era como una gigantesca sanguijuela que chupaba la san- gre de Africa, sin que importara lo que pudiera sucederle al orga- nismo. A excepcién del trastorno causado por los tratantes de escla- vos, se dejaba que Ia vida africana siguiera su propio curso. Pero, debido al dominio curopeo de los mares, y también al dominio creciente sobre los vecinos de Africa, excepto en donde tenia impor- tancia la trata, el aislamiento de la vida africana era total. Todo lo que quedaba de las relaciones previas con el resto del mundo eran los comerciantes del interior, que continuaban una sombra del co- mercio inmemorial con Africa del Norte y los pueblos costeros orien- tales, todavia en contacto trunco con el Cercano Oriente. La esclavitud tuvo un efecto enorme. Las cifras sobre la trata de esclavos cambian a medida que nuevas investigaciones hacen posible una mayor precisién, Sin embargo, en las Américas fueron vendidos de ocho a veinte millones de esclayos durante los cuatro siglos en que florecié la trata. Otros millones murieron en el ca- mino; en una de las ironias de la historia, las condiciones empeo- raron al parecer progresivamente, a medida que las presiones contra la trata de esclavos se hicieron mis insistentes y los contrabandis- tas tenian que esconder su carga bajo cubierta, No se cuentan en las cifras antes mencionadas los afrcanos esclavos de arabes y egip- cios al este, cuyo mimero fue mas pequefio, pero todavia conside- rable. No se cuentan: tampoco los millones de africanos, esclavi: dores o esclavizados, que murieron en las correrias en busca de esclavos, ni los demas millones que murieron en las guerras cau- sadas por los leyantamientos politicos que acompafiaron a la trata €scaneado con CamScanner AFRIGA GONQUISTADA 45 de esclavos. Sin embargo, Africa consiguié sobrevivir. Ello se debié, en parte, al hecho de que la esclavitud existié durante un largo periodo; la pérdida media por aiio, en tantos por ciento de la po blacién total, era pequefia. Ademds, Ia esclavitud trajo consigo el contacto con nuevas técnicas y cosechas, que hicieron posible sos- tener a poblaciones mayores, Es una de las paradojas de la trata de esclavos en algunas zonas —especialmente Nigeria y Ghana— de las que se tomaron la mayor cantidad de esclavos, el que en la actualidad se cuenten entre las mds pobladas y desarrolladas de Africa. Las consecuencias demograficas, politicas y econémicas de la esclavitud no sélo cambiaron totalmente la dindmica interna del continente, sino que tuvieron otras consecuencias menos directas. Asi como los reinos centralizados crecieron para suministrar escla- ‘yos a los europeos con la ayuda de armas de fuego intercambiadas contra esclavos, asi crecié la esclavitud en gran escala, con el es- clavo considerado simplemente como propiedad, mas que como un ser socialmente inferior de acuerdo con la tradicién. También au- mentaron el gobierno arbitrario y la crueldad gratuita. La leyenda del derrumbamiento de los sangrientos benines es un ejemplo ex- tremo de una historia muchisimas veces repetida. Si la esclavitud estimulé el desarrollo politico y el comercio en algunas zonas, a la vez que los trastorné en otras, simultineamente inhibié el crecimiento econémico. ¢Por qué dedicarse a una acti- vidad econémica constructiva si se podia conquistar al vecino y venderlo al europeo a cambio de lujos deseados? La trata de escla- vos hizo que el demds comercio careciera de utilidad. Cuando de- cayé, muchas potencias europeas perdieron el interés por Africa, y los que quedaron se vieron forzados a buscar desesperadamente otra base econémica para sus actividades. Ya hemos referido el resultado més importante de la esclavitud: la creacién de una situacién en que la dominacién politica del ne- gro por el blanco vino a formar parte del orden idéneo de las cosas. Esto tuvo importancia, no sélo en Africa, sino también en el Nuevo Mundo. En el Brasil y en el Caribe, los negros Megaron como es- clayos; alli se quedaron y formaron grupos de poblacién que todavia luchan por superar el destino de su primitiva situacién, Asi sucede también en los Estados Unidos. En ambos casos, el estado de es- clayitud de los negros hizo més facil la justificacién del dominio politico blanco en Africa, y viceversa. No es accidental el que en la actualidad ambas relaciones se vean alteradas de una manera simultdnea, €scaneado con CamScanner :N BUSCA DE UNA IDENTIDAD 416 AFRICA La historia del efecto de los comerciantes honrados y de los misioneros sobre Africa es en gran parte la historia del movimiento antiesclavista. Exploradores como Livingstone buscaron despertar a Europa ante los horrores de la continua trata arabe de esclavos en el Africa oriental; los misioneros iban a Africa como parte del mis- mo impulso que se manifesté en la agitacién antiesclavista. La ma- yor parte de la gloria por la cruzada antiesclavista le corresponde a Inglaterra. Asi, fue Inglaterra la que dio los primeros pasos, aunque de mala gana, para establecer una nueva relacién con Afri- ca, relacién que terminaria en el moderno colonialismo. Es articulo de fe para casi todos los intelectuales africanos con- temporaneos el que la motivacién principal de la conquista europea fue econémica. Inspirados generalmente por alguna ensefanza mar- xista y, sobre todo, por la actualizacién y revisién que Lenin hizo de la clasica obra Imperialism, del escritor inglés J. A. Hobson, rechazan con mofa la idea de que los motivos humanitarios desem- pefiaran un papel de primera importancia en el aumento de acti- vidad europea en Africa. Sin embargo, lo cierto es que asi como la trata de esclavos fue un factor basico que puso en contacio a los europeos con Africa en la primera oleada de imperialismo europeo. también es cierto que fue el deseo de abolir la esclavitud la mot vacién mds importante, si no la wnica, de la segunda oleada, al menos por lo que respecta a Inglaterra. La decadencia de la trata de esclavos puede atribuirse a varios factorés. Econémicamente, disminuyé su importancia intrinseca al acercarse el final del siglo xvii. E] mejoramiento de las circunstan- cias econémicas contribuia también a crear una repulsién moral contra ella. Los siglos xvi y xvi habian sido una era de pobreza en la propia Europa; eran comunes por aquel entonces los contra- tos de obligacién y wna esclavitud virtual. En una Inglaterra en Ja que los pobres podian ser obligados a abandonar la tierra y pasar a vivir en los barrios bajos de las nuevas ciudades de la revolucién industrial, o bien ser forzados a servir en la Armada de Su Ma- jestad —llevando una existencia brutal y degradante— o ser col- gados o deportados por haber robado un pajiuelo que valia un chelin, las gentes apenas podian interesarse por la suerte de los africanos. Al contrario del romanticismo de algunos conservadores contempordneos, la vida, incluso en la civilizacién europea, no era muy distinta de la que Hobbes postulaba como natural. Si no soli- taria, muchas veces era sérdida, embrutecida y breve. Pero la cre- ciente prosperidad contribuyé a poner cl fundamento para un rena- cimiento moral. Especialmente en Inglaterra, se concedié cada vez ‘ €scaneado con CamScanner AFRICA CONQUISTADA “7 mayor atencién al mejoramiento de las condiciones de vida de las clases obreras, y a reformas morales como la templanza y un me jor tratamiento a mujeres y nifios, El abolicionismo surgié de este movimiento general. En 1772, una decisién de lord Mansfield hizo ilegal la escla- vitud en Inglaterra, y muy pronto la trata de esclavos fue decla- rada fuera de la ley en todo el imperio. Con la suposicién de supe- rioridad moral que iba a ser la caracteristica de la época victoriana, y con el fin de proteger su posicién econémica general, Inglaterra comenzé a utilizar su propio y abrumador poder naval y econémico para hacer que lo que tan tarde ella misma habia reconocido como inmoral, fuera considerado también asi por sus competidores. En 1808, los Estados Unidos prohibieron la importacién de esclavos. Entre 1800 y 1820, Dinamarca, Portugal, los Paises Bajos y Espafia declararon ilegal Ja trata internacional de esclavos, aunque no hi- cieron que la propia institucién de la esclavitud fuera considerada ilegal Sin embargo, declarar ilegal la trata y abolirla eran dos cosas diferentes. Seguia rindiendo pingiies beneficios el contrabando de esclavos, y sélo Inglaterra deseaba, bajo la presién de elementos abolicionistas nacionales, hacer algo para terminar con ello. La necesidad de controlar a los Estados africanos dedicados a la caza de esclavos, la necesidad de bases desde las cuales vigilar el con- trabando de esclavos, y la necesidad de hogares para libertos, Ien- tamente volvieron a Inglaterra hacia una intervencién en Africa, de la que, légicamente, tendria que haberla separado la falta de atractivos econémicos de peso. En 1792 se establecié Freetown, en Sierra Leona, como hogar para libertos, lo que Ievé a la creacién de un protectorado britdnico a lo largo de la costa. Este ejemplo fue seguido, aunque a disgusto, por los franceses en Libreville, en Gabén, y también por un grupo particular norteamericano, organizado por Bushrod Washington, sobrino de George Washington, que en 1820 establecié algunos ex esclavos norteamericanos en lo que més tarde seria Liberia. La necesidad de hacer algo en las zonas en que la terminacién de la trata de esclavos dejé a africanos semieuropei- zados en manos de los ingleses, llevé a un aumento de la inter- vencién briténica en la Costa de Oro. La necesidad de destruir las fuentes de esclayos para el contrabando llevé a la conquista de Lagos en 1851, y a la de Benin en 1897. Ocupadas esas zonas y destruidos sus medios de vida, o sea la trata de esclavos, los ingleses se encontraron en la necesidad de tener que sostenerlos contra sus enemigos y crear una base econdmica alternativa. €scaneado con CamScanner 48 AFRICA EN BUSCA DE UNA IDENTIDAD Con el fin de dar a aquellas zonas una fuente de ingresos, hubo que estimular el comercio y proteger a los mercaderes contra los africanos hostiles y contra los rivales de otras naciones. Los mi- sioneros ensefaron a los africanos a cultivar cosechas vendibles en el mercado, y ciertas entidades, como la Corporacién Real del Niger, fundada en 1896, intentaron servir tanto a los intereses imperiales britinicos como a los de sus accionistas, descubriendo y desarro- Mando recursos explotables. Principio cardinal de la politica bri nica era que las colonias tenian que ser autarquicas. Los intereses abolicionistas y misioneros eran lo suficientemente fuertes como para insistir en que la Armada Real, que de todos modos existia, se usara para suprimir la esclavitud; pero si se exceptia un breve renacimiento del imperialismo como credo popular, bajo el primer ministro Disraeli. la politica inglesa durante todo el siglo xix se basé en la creencia liberal manchesteriana del libre comercio, los impuestos bajos y el gobierno limitado. El antiimperialismo estaba de moda; nadie, salvo algunos personajes extrafios, como Cecil Rho- des, sofiaba con un imperio en términos filoséficos 0 raciales. Desde Tuego, los individuos particulares buscaron hacer su propia fortuna; pero, desde un punto de vista publico, las colonias no servian para obtener beneficios, sino al contrario, se buscaba obtener beneficios para sostener a las colonias. Gustarale 0 no, Inglaterra se veia obli- gada a penetrar cada vez mas profundamente en Africa. Por un proceso que pudiera describirse como la teoria de las fichas de do- miné, pero a la inversa, cada victoria traia consigo la necesidad de mis victorias; cada reyezuelo que aceptaba la “proteccién” brit nica tenia vecinos hostiles que, a su vez, tenian que ser vencid y los cuales, una vez doblegados, tenian que ser protegidos también. En la Costa de Oro, Nigeria y Sierra Leona, Inglaterra se encontré obligada a avanzar al interior. El deseo de terminar con la esclavitud iba asociado al deseo humanitario de convertir a los africanos al cristianismo y mejorar su nivel de vida, 0 sea, hacerlos mas europeos. Para conseguirlo, tenia que saberse mas sobre el interior de Africa. A pesar de que durante siglos los europeos habian estado en intimo contacto con las costas, su ignorancia del interior era yirtualmente total. Bajo el patrocinio de sociedades misioneras y cientificas, los explorado- res comenzaron a recorrer el continente de punta a punta, no sélo en busca de conocimientos geograficos, sino también en un intento de levantar el velo a la continuacién de la trata de esclavos, espe- cialmente a la realizada bajo la égida arabe en el este, De 1841 a 1873, el gran Livingstone recorrié el Africa oriental, revelando de €scaneado con CamScanner AFRI A CONQUISTADA 49 talles sobre la trata de esclavos, lo que forz6 la intervencién bri- tanica en esa zona Desde tiempo inmemorial, el Africa oriental habia sido fuente de esclavos para el Oriente. Dado que sélo se solian embarcar varo- nes castrados, fue pequefio el efecto demografico en las zonas (tan lejanas como China) a donde eran Ilevados. La poblacién mas re- ducida del Africa oriental realizé correrias a la caza de esclavos, que fueron mucho mis destructivas de civilizaciones que las del Oeste. Bien entrado el siglo x1x, los drabes continuaron el comercio de marfil y esclavos. Jefes nativos como el Kabaka de Buganda (cuyo sucesor actual es el jefe de Estado de Uganda), recibieron de los arabes armas y telas, y fueron ellos, no los arabes, quienes efectuaron los pillajes de esclavos. Los egipcios (en su mayor parte, en realidad, turcos y albaneses, que por aquel entonces dominaban el pais) eran mucho mas directos en su busca de esclavos, para que sirvieran en sus ejércitos. Su método de obtencién de esclavos con- sistia en robar el ganado, fuente alimenticia principal de los afri- canos, y guardarlo como rescate hasta que se les entregaran escla- vos. Los ingleses tenian cierto control nominal sobre lo que estaba sucediendo en Egipto, y controlaban el Océano Indico. Bajo la pre- sién ejercida por elementos antiesclavistas en Inglaterra, el gobier- no tuvo que actuar, aunque con desgana. La trata de esclavos a la India fue puesta fuera de la ley en 1822. En 1827 lo fue en los dominios costeros del sultin de Zanzibar, y en 1873, bajo la ame- naza de un bombardeo naval britdnico, el propio sultan la declaré totalmente ilegal; en el lugar donde estuvo el mercado de esclavos en Zanzibar se erigié una catedral cristiana. La esclavitud tardé mucho en morir en el Africa oriental, a pesar del grado de penetracién a que se vieron obligados los ingleses y a pesar de sus intentos de eliminar su fuente de origen. En tanto fue aceptada como institucién social en Etiopia y en la Peninsula Ardbiga, la trata clandestina era casi imposible de suprimir, por lo que continué, si bien disminuida, hasta bien entrado el siglo xx. Pero mucho antes de que fuera destruida, intereses poderosos en Inglaterra habian comenzado a darse cuenta de que el Africa a la que ella habia sido obligada a ir debido a la cruzada anti- esclayista, bien podria ser una fuente de ingresos, después de todo. El comercio siguié a la bandera. Otras naciones, que vigilaban el aumento del poder britanico con interés y creciente envidia, fue- ron atraidas por Africa, desde el principio, por motivos distintos del humanitario, Una nueva época de imperialismo iba a Mevar a la répida conquista, a la particién y colonizacién de todo el continente. Abvica—4, €scaneado con CamScanner TIDAD 50 AFRIGA EN BUSCA DE UNA IDI Hasta mediados del siglo x1x no habia una extensidn sistemética de la colonizacién y la soberania comparable a las conquistas de los Estados europeos y asiaticos, a la colonizacién de la América Latina 0 a los movimientos de rusos y norteamericanos a través de sus respectivos continentes. Unas cuantas décadas a finales del siglo xix iban a cambiar el cuadro, Estimulada sobre todo por las actividades del rey Leopoldo de Bélgica y por los suefios post- bismarquianos de grandeza de los monarcas alemanes, iba a desen- cadenarse una carrera para Hevarse un pedazo de Africa, que pon dria a todo el continente bajo las banderas europeas y terminaria con el desarrollo politico y social auténomo en toda Africa. La conquista del Africa en los ultimos dias del siglo pasado no comenzé desde cero. Como hemos visto, a lo largo de las costas ya existian establecimientos europeos. La historia de la conquista es, en parte, la historia de la extensién de esas bases al interior, aunque su impetu principal provino de nuevas fuerzas, y el mapa de Africa después de su particién se parece muy poco a lo que pudiera haberse esperado tras haber estudiado los intereses euro- peos a principios del siglo x1x. Esto es asi debido a que la arreba- tifia no se debid a un interés por Africa sino a otras preocupa- ciones de las potencias coloniales. Como dice el profesor Fage, “aunque la particién iba a afectar profundamente a todos los pue- blos del continente, en sus origenes fue esencialmente una pro- yeccién de la politica europea en Africa”. ~Cémo era Africa al principio de la era de la conquista? Africa del Norte habia caido lentamente en manos de los europeos. Los briténicos estaban reemplazando a los franceses como el factor de maxima influencia econémica y politica en los enredados asuntos de Egipto. Francia habia invadido las zonas costeras de Argelia, donde continuaban los desérdenes que llevaron a la “guerra” de los Estados Unidos con los piratas bereberes. Originalmente, Francia evité comprometerse a cualquier penetracién, pero la guerra santa de los musulmanes contra los franceses en 1832 la llevé a una in- tervencién cada vez mayor, En 1840, el general Bigaud comenz6 a expulsar a los elementos hostiles de la poblacién indigena y a reem- plazarlos con colonos franceses, Sin embargo, no era posible enviar al Sahara a todos los habitantes recalcitrantes de Argelia, de modo que los colonos franceses fueron desplazando a los arabes de sus tierras, pero no formaron un establecimiento geograficamente com- pacto; en vez de ello, se convirtieron en lo que mis tarde seria una casta superior, bastante amplia, de colonos, que descansaba sobre una poblacién indigena en rapido crecimiento, €scaneado con CamScanner AFRICA CONQUISTADA 51 Vale la pena mencionar que aunque Argelia no tenia un go- bierno centralizado en el momento de la invasién francesa, no se rindié a la-dominacién extranjera sin luchar. A pesar de su infe- rioridad tecnoldgica, los africanos resistieron durante largo tiempo a la conquista en mucha que iba a ser el escenario de la mas larga y cruenta guerra de independen- cia en Africa antes de 1965, opuso obstinada resistencia a perder su libertad. Dicha resistencia no cesé hasta 1879, En ese momento, que marcé el comienzo de la administracién civil en todo el terri- torio, 150,00 franceses habian perdido la vida en el empefio de subyugar a Argelia. Es interesante notar las dimensiones cronolé- gicas de los sucesos: casi cincuenta ajios desde la invasién hasta la pacificacién, y luego un lapso de setenta y cinco afios antes de que se desencadenara la rebelién armada contra Francia en 1954. Los recuerdos de independencia mueren dificilmente. Para casi todos los pueblos africanos el espacio de tiempo entre la pérdida de la soberania y Ia lucha por la independencia fue mas corto. Lo que no puede subrayarse con suficiente insistencia es la brevedad del periodo de ocupacién europea efectiva y de control sobre casi toda el Africa. El lapso de contacto e influencia duré mucho tiempo, pero el dominio colonial fue en realidad corto. Mientras Francia se establecia en Argelia (conquista que, al- final, dio pie al establecimiento en la zona de un millén de blan- cos sobre nueve millones de africanos) otro grupo de europeos estaba expandiendo su posicisn en la extremidad opuesta del continente, En 1652, coincidiendo con la actividad holandesa en las Indias Orientales y en Nueva Amsterdam, los holandeses desembar- caban en el Cabo de Buena Esperanza. No les interesaba la colo- nizacién. Su gobernador, Van Riebeeck, trabajaba para la Compaiiia Holandesa de las Indias Orientales. El Cabo sélo tenia importancia como base en el camino hacia el verdadero premio, las Indias; una base en la que los barcos podian ser reparados y aprovisionados de agua y alimentos frescos, Asi como la esclavitud habia surgido en res- puesta a los intereses europeos en el Nuevo Mundo, los comien- zos del problema racial de Sudéfrica resultaron del interés por el Asia del Sudeste. Africa estaba siendo afectada criticamente por acontecimientos en continentes a miles de kilémetros de distancia. Los holandeses intentaron impedir la colonizacién més alld de las necesidades inmediatas de la base, pero los colonos se establecieron. Pronto comenzaron a dirigirse mas al interior, bajo la presién de su propio aumento demogrifico y debido a la necesidad de més Pastos para su ganado. Los colonos holandeses, aumentadas sus filar zonas del continente. Argel €scaneado con CamScanner s2 AFRICA EN BUSCA DE UNA IDENTIDAD por hugonotes que huian de la lucha religiosa en Francia y tam- bién por alemanes, pronto arrollaron en su camino a Jos desventura- dos hotentotes, reduciéndolos a esclavitud. Napoleén conquisté los Paises Bajos en el curso de sus campaiias, y Gran Bretafia tomé pose- sin de las bases holandesas de ultramar; lo que originalmente se supuso haber sido un arreglo temporal, se convirtié en perma. nente, y los ingleses se anexaron el Cabo en 1806, con gran dis- gusto de sus habitantes, En 1820 Hegaron cinco mil colonos in- gleses, La hostilidad mutua entre los béers (labrador, en holandés) ¥ los britdnicos se vio agravada por el hecho de que los clérigos in- gleses eran enemigos de la esclavitud, a diferencia de los dikents holandeses, quienes veian el mundo con ojos del Antiguo Testa- mento y consideraban a los negros como hijos de Cam, a quienes Dios ordend ser cortadores de madera y portadores de agua para el Pueblo Elegido (justificacién teolégica de la superioridad racial que hasta hoy persiste en Africa del Sur). Finalmente, acuciados por los ingleses, y bajo la amenaza de perder sus esclavos a conse- cuencia de la legislacién britanica, casi todos los béers se dirigieron al Norte, fuera del control britanico, a tierras salvajes. En la década de 1830-1840, se lanzaron al Gran Trek o Caminata, clave de la moderna historia de Africa del Sur. En esta historia destacan varios hechos acerca de ese pais, im- portantes para comprender la politica de la actualidad. El primero es que el establecimiento de los ingleses en Africa del Sur es rela- tivamente reciente, Unos 170 afios después del primer estableci- miento holandés se produjo la primera colonizacién briténica; sélo han pasado 145 afios desde esa fecha. Los afrikaner miran a los sudafricanos de habla inglesa de manera muy parecida a como Jos descendientes de los peregrinos del Mayflower consideran a la “nueva inmigracién” a los Estados Unidos después de la década de 1880-1890. Dado que los afrikaner han estado realmente separados del pais de sus antepasados durante mas de 150 afios (a pesar del goteo de inmigrantes), mientras que los ingleses han estado hasta hace poco en intimo contacto con el suyo respectivo, los primeros pueden considerarse como los tinicos verdaderos sudafricanos, y ver a sus compatriotas ingleses como pajaros de paso. El nacionalismo de los afrikaner es un verdadero nacionalismo basado en origenes, cultura e historia comunes, que existiria incluso aunque no hubiera problema racial entre blancos y negros, Al igual que todos los nacionalismos, el de los afrikaner tiene sus mitos. La Gran Caminata es para los afrikaner lo que la “fron- tera” para casi todos los norteamericanos: un simbolo de victoriosa €scaneado con CamScanner AFRICA CONQUISTADA 53 lucha contra grandes dificultades, una conquista de Ja naturaleza hostil y de las fuerzas humanas enemigas. El himno nacional sud- africano, Die Stem, y todo el simbolismo del nacionalismo afrikaner derivan de esta experiencia fundamental, La caminata hacia el Nor- te se vio marcada por tremendas luchas contra los xhosa, zuliies y suazis, luchas en las que los béers vencierén no por su abrumadora superioridad tecnolégica 0 por su mimero, sino por su tenacidad y determinacién. Los combates de los trekkers contra las tribus hostiles han dado origen a otra leyenda, la de que los bantiies son tan recié: én Hegados al veldt como los propios boers. Es cierto que en aquella época habia grandes movimientos de poblacién en la zona, debidos a la expan- sién de los zulties y al desplazamiento de otros pueblos; los afrikaner afirman que legaron procedentes del Sur en el mismo momento en que los banties descendieron del Norte, que se ganaron la tierra por derecho de conquista y que les permitieron a los banties estable- cerse junto a ellos y beneficiarse de los efectos secundarios de su industria en zonas en las que las diversas tribus ya no eran los habitantes originales, ni mas ni menos que los boers. Este razona- miento suele ser aceptado por casi todos los sudafricanos blancos, y constituye una justificacién importante de sus pretensiones a la supremacia politica. Sin embargo, las pruebas de navegantes por- tugueses naufragados, quienes atravesaron desde la costa de Africa del Sur hasta Mozambique, indican que, incluso entonces, todas las zonas cultivables estaban ocupadas por negros, de modo que, aunque tal vez hubiera algunas tribus en migracién a mediados del siglo x1x, los banttes habian precedido a los afrikaner en la ocupacién de esta parte de Sudafrica, al menos en trescientos afios. Las victorias béers iban a resultar vanas. Dingaan, el zuhi, fue vencido por Pretorius, el béer, en 1839, proclamdndose la Reptibli- ca de Natal; pero Natal fue anexado por los ingleses en 1845. Muchos béers se dirigieron nuevamente hacia el Norte, mas alla del rio Orange —mis alla del Vaal—, pero la ley y la soberania ingle- sas los persiguieron. Sin embargo, su meta no era la conquista, sino la estabilidad. Inglaterra habria preferido dejar lo més posible del territorio en manos de los blancos, y restringir sus fronteras y con ello sus compromisos militares, asi como los impuestos necesarios para mantenerlos, Hasta el descubrimiento de los diamantes en 1867, y la legada de Rhodes, Inglaterra no se interesé en conquistar Africa del Sur para si. En el Africa occidental, los ingleses y franceses se dedicaron a ampliar caprichosamente las posiciones que habian mantenido du- €scaneado con CamScanner St AFRICA EN BUSCA DE UNA IDENTIDAD rante cientos de aiios, Freetown se convirtié oficialmente en colo- nia en 1808, y Lagos, en la actual Nigeria, fue anexado a la Corona britanica en 1861. El motivo basico de los ingleses en esa zona seguia siendo la supresién de la trata de esclavos y su reem- plazo por el comercio pacifico, pero se distingue claramente una nueva nota. : Los africanos de la Costa de Oro, durante largo tiempo relacio- nados con los ingleses, habian establecido una Constitucién para la confederacién fanti, y pedian la autonomia. Inglaterra los consideré impreparados e incapaces de defenderse contra enemigos como los ashanti, al Norte, de modo que cuando, finalmente, abandoné el intento de que los mercaderes britanicos se rigicran alli a si mismos, el gobierno inglés convirtié a la Costa de Oro en colonia de la Corona en 1874. La institucién del estado colonial en esa zona fue definitivamente contra la voluntad de los jefes de la poblacién local. La dominacién comenzaba a evidenciarse. La Francia de Luis Napoleén aumentaba también sus activida- des en Africa. Louis Faideherbe, gobernador de la antigua colonia del Senegal, comenzé a expandirla lentamente, tanto desde el punto de vista econémico como del territorial. Todavia, sin embar- go, era casi imposible moverse al interior; las oportunidades econé- micas eran magras, y los africanos del interior —descendientes de los habitantes de los grandes imperios sudaneses del pasado— esta- ban en estado de revuelta, debido a las constantes guerras religiosas para purificar y extender el Islam. En unos pocos afics, el mordisqueo casi casual de Europa en Africa fue reemplazado por una carrera acelerada para conquistar el continente, cambio éste que fue anunciado y estimulado por dos monarcas europeos, el rey de Bélgica y el kéiser aleman. Leopoldo de Bélgica, hombre vanidoso y leno de ambicién de poder, era la cabeza de un Estado artificial, creado como amortiguador en la politica europea, en fecha tan reciente como 1830. Bélgica era de- masiado pequefia para sus ambiciones. Leopoldo viajé por el mundo buscando: zonas de posible conquista. Decidido por Africa, organizd una conferencia, bajo ‘sus auspicios, en 1876, con el fin de prose- guir las metas humanitarias de la exploracién, la cristianizacién y Ja supresién de la esclavitud. Ostensiblemente para hacer progre- sar tan dignas causas, apoyé las. expediciones de Stanley al vasto interior africano, a la cuenca del gran rio Congo. Pero sus yerdade- ros objetivos quedaron revelados en 1885, cuando las potencias, bajo la direccién de los Estados Unidos: (que: actuaban bajo peculiares influencias, desde el soborno por: agentes de Leopoldo hasta las €scaneado con CamScanner AFRICA GONQUISTADA ilusiones sobre el papel de los negros norteamericanos), reconocie- ron el Estado Libre del Congo, con Leopoldo en el papel de gober- nante personal del mismo. Bajo Leopoldo, todas las fuerzas de la rapacidad comercial, suprimidas por la abolicién de la trata de es clavos, arrasaron de nuevo el Africa. Se acumularon enormes for- tunas (en un periodo de seis afios una compafiia obtuvo una utili- dad de tres millones de délares con una inversién inicial de cuarenta y cinco mil délares). Pero el costo en vidas humanas fue tremendo. Las atrocidades cometidas iban desde la tortura y la mutilacién has- ta la muerte de cientos de miles, si no de millones, de congolefios; tan impenetrable es la cortina de oscuridad que descendié sobre el Congo, que resulta imposible asegurar con exactitud hasta qué punto Hegé su sufrimiento. Las revelaciones de unos pocos hombres va- lientes, como el cénsul britanico Roger Casement (nacionalista ir- landés, ejecutado durante la primera Guerra Mundial en Inglaterra, acusado de ser agente aleman), fueron tal mazazo para el mundo entero que todos pidieron se pusiera fin a la monstruosidad, y en 1908, aunque Leopoldo retuvo personalmente una enorme riqueza en el pais, la administracién del Congo fue cedida al gobierno belga. En teoria, la creacién del Estado Libre del Congo deberia haber reducido la rivalidad imperial y econémica en el corazén del Africa, al neutralizar la cuenca del Congo, a la que todas las potencias habian de tener igual acceso comercial. Pero, como ha dicho un his- toriador, la habilidad de Leopoldo en el enredo y la intriga (para no hablar de la bajeza general de sus empresas) envenené toda la atmésfera. En gran parte, como resultado del episcdio del Estado Libre, se Hegaron a apreciar mejor las utilidades que podian obte- nerse en Africa y la relacién entre el control politico y la obtencién de dichas utilidades. Iba a comenzar la lucha por el Africa. La Alemania imperial se adelanté a los acontecimientos. Con lo que adecuadamente se ha descrito como “cautela y rapidez”, los agentes alemanes penetraron subrepticiamente en varias partes de Africa, entre 1883 y 1885, firmaron tratados de comercio y protec- cién con jefes locales que, divertidos, les dejaban hacer, y sobre esta base establecieron las colonias del Africa del Sudoeste, Togo, Camerin y lo que més tarde se convertiria en Tangafica, Ruanda y Burundi. Los motivos alemanes eran variados. Uno consistia en buscar un “lugar al sol”, lo que obligé a Bismarck a actuar contra sus propios instintos y embarcarse en aventuras extraeuropeas, a las que durante tanto tiempo se habia resistido, La nueva politica era razonable, incluso en términos de la doctrinia de Bismarck; se esperaba azuzar a Inglaterra y Francia entre si en Africa, lo cual, €scaneado con CamScanner 56 AFRICA EN BUSCA DE UNA IDENTIDAD ante todo, significaba hacer de Africa un motivo de disensién. En este aspecto, Alemania casi se salié con la suya; pero, debido a su construccién naval y a su arrogancia general, se excedid y termind dando pie a la “entente cordiale” francoinglesa de 1904, que ter miné con sus esperanzas. Una vez mis se ve al Africa usada como peén en la politica extraafricana. Quizé lo mejor que pueda decirse de Leopoldo y sus sucesores es que, al menos, en su rapacidad, le rindieron al Africa honores, al desearla por si misma. La clave de la arrebatifia fue la Conferencia de Berlin. En 188+ y 1885 se proclamé en ella la doctrina suprema de que, antes de poder reconocer ¢l dominio de una potencia europea en territorio africano, tenia que haber “ocupacién efectiva” de ese territorio. En 1890 el Tratado de Berlin definié este aspecto, afirmando que la ocupacién efectiva comprendia no sélo la de la franja costera sino también del interior. Las naciones ya no podian reclamar para si vastas extensiones de tierra africana simplemente porque cientos de afios antes habian sido las primeras en explorarlas 0 en esclavi- zar a sus habitantes, 0 porque ahora unos cuantos mercaderes 0 misioneros se ocupaban en fruslerias en un decrépito puerto cos- tero. Se tenia que izar la bandera del pais, dejar funcionarios y asegurar algtin tipo de reconocimiento de la propia autoridad por parte de los habitantes. Esto signifies que las naciones que se habian dormido sobre pasados laureles tenian que despabilarse, ya que vir- tualmente todo estaba a la libre disposicién de quien quisiera, y también que, incluso aunque por el momento no se tuviera la me- nor intencién de adquirir més terrenos africanos, convendria tomar- los cuanto antes, si se pensaba que en el futuro podrian desearse, © para asegurarse de que los rivales no se apoderaban antes de ellos. Por toda Africa fueron iniciados nuevos proyectos de explora- cién, conquista y explotacién. En aquel desorden, el dormido Por tugal no pudo mantenerse al paso y sus pretensiones de un imperio que fuera de mar a mar cayeron en ofdos sordos. La recién Hegada Alemania, metédicamente agresiva, se apoderé de gran parte del botin. La ocupacién efectiva muchas veces significaba tan sélo la simple exploracién u ocupacién, pero lo que si significaba era que ningiin jefe local podia denegar a los europeos acceso a sus domi- nios, y también significaba que las banderas de Europa ondeaban sobre todo el continente, excepto en la antigua Etiopia (la cual participé en Ja caza y amplié grandemente sus dominios tradicio- nales, por medio de Ja conquista) y en la combatiente Liberia, la cual estaba constantemente en peligro de caer en las garras impe- rialistas. €scaneado con CamScanner AFRICA CONQUISTADA 37 Después de Alemania, con sus rpidas jugadas y su consolida- cién, Francia fue a la cabeza en la carrera, René Caillié habia explo- rado gran parte del Sahara antes de 1830. En la década de 1870-1880. Jas drdenes misioneras catélicas francesas, como los Padres Blancos y la Congregacién del Espiritu Santo, comenzaron a mostrarse ac- tivas en Africa, ampliando asi Ja influencia de una Francia regida por un régimen republicano anticlerical. Sin descuidar el norte de Africa (Ttinez se convirtié en protectorado en 1881), en 1879 los franceses comenzaron a penetrar sistematicamente en el Sudan oc- cidental, desde su base en Senegal, y a reconstruir sus antiguos y dormidos puntos de apoyo en la costa guinea. El reino de tratantes de esclavos de Dahomey cayé en 1893. La antigua Tombuctii, que mostraba poccs signos de su pasada gloria, cayé en 1894, y Gao, en 1898. Sin embargo, Jos restos de tan historiados imperios no caye- ron sin pelear. Samory, jefe del imperio ‘Tukulor de los fulani y abuelo del presidente de Guinea, Sékou Touré, luché durante varios afios, hasta ser derrotado en 1898. Los franceses tuvieron que com- batir continuamente para ocupar las regiones sudanesas, y pasaron decenios antes de que el control militar fuera seguido por el régi- men civil en el interior del Africa francesa. Houphouét-Boigny, ac- tual presidente de Costa de Marfil, tenia cuatro afios cuando su tribu, la de los baulé, fue finalmente subyugada por los franceses en 1909, y la pacificacién militar del territorio no legé a su término sino hasta 1917. En términos histéricos, la conquista europea del Africa fue sélo asunto de dias, por lo que ha tenido poca oportunidad de afectar a los resortes mas intimos del comportamiento humano. En gran medida, el renacimiento politico africano de Ja actualidad es simple- mente la reafirmacién de la identidad africana después de un breve periodo de conquista. En Africa oriental y central, Rhodes y otros estaban poniendo los fundamentos de los regimenes coloniales que mis tarde serian causa de tantas preocupaciones para los hombres de Estado brita- nicos, Después de haber trocado con Bismarck Heligoland contra Uganda, los ingleses intentaron bloquear toda expansién germénica ulterior por la costa africana desde Tangafica. Tha a construirse una via férrea desde la costa, para afirmar la posesién de Uganda; pero era necesario transportar mercancias para que dicha via se pagara a si misma, de modo que se importaron colonos blancos para cultivar Ja tierra a Jo largo de su ruta, De esta manera, se crearon las bases para el problema de Kenia, pais que quedé formalmente constituido en 1895. €scaneado con CamScanner 58 AFRICA EN BUSGA DE UNA IDENTIDAD ‘Al Sur, las fuerzas histéricas, representadas por Ia fiebre de oro y Cecil Rhodes, chocaron con la reptiblica béer. La guerra anglo-béer de 1898-1902 significé el fin del breve recrudecimiento de fiebre imperial en la Inglaterra de fines de siglo, a medida que la guerra comenzé a durar y se hizo menos caballeresca y mucho mas sérdida. La conquista briténica subyugé, pero no convirtié a los béers, y la muerte de mis de veinticinco mil mujeres y nifios béers en Io que en realidad fueron campos de concentracién, esta- Dlecidos como parte de la campaiia antiguerrillera inglesa, no con- tribuyé en absoluto a servir de base para unas relaciones mas paci ficas, aunque la magnanima restauracién de la completa autonomia de las repiblicas béers en la Unién Sudafricana en 1910, engé a los hombres de Estado britanicos y a muchos sudafricanos, hacién- doles creer que las heridas estaban cicatrizdndose. Bhodes habia estado continuamente obsesionado con la idea de dirigirse al Norte, conquistar las sofiadas riquezas del interior y dar a Inglaterra el dominio sobre todo el Africa central y oriental. Por diversos métodos (acciones no autorizadas, fanfarronadas y corrup- cién directa de los gobiernos briténicos), consiguié arrastrar a una nacién, durante largo tiempo indecisa, a seguir su camino, Aunque frustrados por Leopoldo, los agentes de Rhodes apartaron a los por- tugueses, .y en 1890 fundaron Salisbury, la capital de la actual Rhodesia. Lobengula, rey de los matabeles, fue vencido en el cam- po de batalla en 1893, y cuando los jefes de Nasa aceptaron la proteccién briténica contra las incursiones de los tratantes drabes de gsclavos y contra los portugueses, en 1891, habianse colocado los fundamentos de la posterior Federacién Centroafricana. Los es- pacios vacios adyacentes se convirtieron en protectorados ingleses, para defenderse contra los béers, los alemanes y aun el propio Rho- des, con lo que fueron creadas Bechuanalandia, Basutolandia y Suazilandia. : Antes de la primera Guerra Mundial sélo habian quedado es- bozadas las lineas finales de la particién europea del Africa, En 1898, un cuerpo armado de ingleses y egipcios, al mando de Kit- chener, quien més tarde ganaria triste fama en la primera Guerra Mundial, vencié al califa, jefe de los fandticos religiosos. sudaneses, en Omdurmén, en una campafia desacostumbradamente sanguinaria que costé la vida a yeinte mil sudaneses. El hecho-de que el joven Winston Churchill asistiera a las operaciones como corresponsal en Omdurmén, subraya lo reciente de la ola colonial en Africa; el Sudan llegé a ser un Estado independiente casi un decenio antes * de la muerte de Churchill, La victoria en Omdurman tuyo otras , €scaneado con CamScanner AFRICA CONQUISTADA 59 consecuencias, ademas de crear el Sudén Angloegipcio (regido por Inglaterra tras la fachada de la soberania conjunta). Terminé los uefios franceses de hegemonia continental. Una fuerza francesa, dirigida por el capitan Marchand, realiz6é unas brillantes marchas forzadas a través del Sahara, en busca del Alto Nilo, para estable cer el poderio francés en sus fuentes. Cuando legaron a Fashoda, se encontraron, a su pesar, con que los ingleses ya estaban esta- blecidos en el Sudan. La resultante crisis de Fashoda casi levé a Europa a la guerra, pero su arreglo marcé el inicio de un acerca- miento francoinglés que sirvié de base a la alianza bajo la cual se luché en la primera Guerra Mundial, La consecuencia africana mas importante fue que, para disgusto diplomatico de Alemania, los franceses obtuvieron manos libres en Marruecos, en 1904, cuan- do cedieron en el Alto Egipto. A pesar de las decisiones de los europeos (Marruecos fue compartido con Espafia en 1912), tuvie- ron que pasar casi treinta afios antes de que los franceses, bajo el gran mariscal Lyautey, fueran capaces de pacificar a los fieros né- madas rifeos del interior. Cuando Italia entré a la lucha, tuvo aue contentarse con las cobras, Comenzé a penetrar en Etiop‘a, tomando posesién de Eritrea y Somalia, en el periodo entre 1885 y 1892. Vencidos por su pre- sunta victima etidpica en la batalla de Adua, en 1896, los italianos le quitaron Libia al decadente Imperio turco en 1912. Con esta accion, toda Africa, excepto Etiopia y Liberia, quedaba bajo las banderas europeas. El mapa de Africa, aunque no mos- traba el color rojo que Rhodes habia sofiado, iria desde El Cabo hasta El Cairo, cortado en formas extrafias, por lineas fronterizas, cuyo trazado artificial muchas veces era patente en su antinatural ten- dencia a la linea recta. La infiltracién de las compaiiias estatuidas fue seguida de la dominacién politica directa del conquistador. Casi todos los africanos tuvieron que aceptar pacificamente el dominio extranjero, sin poder imaginar lo que ello significaria y, sobre todo, siendo incapaces de concebir una forma de dominacién que no sdlo Jes impondria impuestos y los explotaria, como tradicionalmente han hecho Jos conquistadores, sino que, ademés, intentaria cambiar su habitual modo de vida. Pero en el interior de varios Estados quedé un rescoldo de resistencia, y los habitantes de los territorios alema- nes se Jevantaron contra una crueldad que era repeticién previa a lo que sucedié en Bélgica en la primera Guerra Mundial, y en Europa en Ja segunda Guerra Mundial; en la revuelta de 1912 fueron muertos mas de 120,000 habitantes de Tangaitica, y en Ja pesadilla surrealista de 1904 fueron exterminados mas de 60,000 €scaneado con CamScanner 60 AFRICA EN BUSCA DE UNA IDENTIDAD tribefios del Africa del Sudoeste. Pero ya se notaba en el aire un cambio, El nacionalismo comenzaba a surgir en Africa septentrio- nal y occidental, al mismo tiempo que Africa central y oriental estaban siendo penetradas, Sin embargo, ese cambio tenia lugar bajo la dominacién europea, y en parte incluso como resultado de la misma, Aunque el periodo de control europeo real de casi todo el Africa fue breve, constituyé una experiencia importante para los africanos, pues acelerd su contacto con el mundo moderno y, en gran medida, dio forma al Africa actual. Una vez conquistada Africa por las potencias europeas, las mis- mas tuvicron que encontrar Ja manera de dirigirla y explotarla. El sistema que para tal fin crearon se lama generalmente colonialismo, pero es una denominacién errénea. Lo que ordinariamente se lama periodo colonial deberia en verdad bautizarse con el nombre de Era de la Ocupacién Europea. Esta distincién no es un simple asunto seméntico. El no legar a comprender las diferencias entre colonia- lismo y ocupacién politica y econémica es la causa de muchos con- ceptos equivocados sobre el pasado africano y sobre el papel actual de Africa en el mundo. Como institucién social, el colonialismo tiene vetustos y variados origenes. La palabra en si proviene del griego. En el sentido clasico, colonialismo consiste en el movimiento de miembros de una comu- nidad politica particular a una nueva zona geografica, generalmente con el fin de aumentar su espacio vital u obtener una mayor opor- tunidad econémica. En algunos casos del Cercano Oriente y Asia. las colonias de griegos, fenicios, indios, chinos, etc., se establecieron pacificamente entre otros pueblos, en general como comerciantes. La primera fase de la moderna expansién colonial del Occiden- te consistié en la instalacién de colonos europeos en zonas que virtualmente estaban deshabitadas, excepto por pequeiios grupos de pueblos de tecnologia atrasada. En estos casos, pasé muy poco tiempo antes de que la inmensa mayoria de los habitantes fueran inmi- grantes 0 descendientes de inmigrantes de la potencia colonizadora. Incluso en casi toda la América.Latina, la raza colonizadora, o la que surgié de su fusién con otros, sobrepasé en mtimero a los pueblos puramente indigenas 0 a los esclavos importados, Estas colonias se hallaban originariamente bajo el control de la metrépoli, pero final- mente el dominio desde lejos se hizo odiado por los intereses locales y, a pesar de los lazos de sangre y de cultura, el impulso a la auto- nomia politica se convirtié en algo irresistible. Comenzando por los Estados Unidos, las colonias compuestas por colonos europeos y SU progenie, lucharon y aleanzaron la independencia de varias maneras. . | €scaneado con CamScanner AFRICA GONQUISTADA 61 Pero tales afirmaciones de independencia no fueron en absoluto similares 0 andlogas a las que més tarde se produjeron en las zonas asidticas y africanas dominadas por el Occidente. En. realidad, la primeras eran revueltas de colonos blancos contra el dominio de una “Oficina Colonial” 0 su equivalente. Sociolégicamente tenian poco en comiin con los levantamientos de los habitantes indigenas de paises conquistados, contra una fuerza de ocupacién, racial y culturalmente extrafia. A pesar de que muchos rebeldes contem- pordneos no occidentales han sido profundamente influidos por la retérica y la teoria politica de la revolucién norteamericana, de las cuales han hecho uso, la situacién politica y cultural es radical- mente distinta. Esta es una de las razones por las que la idea de que los Estados Unidos fueron la primera nacién moderna que se liberé del dominio colonial y estan por ello destinados a ser el dirigente de las fuerzas del anticolonialismo, idea que tanto los norteamericanos como los no occidentales proponen con sinceridad, Meva con frecuencia a distorsiones de la percepcién de la realidad, a esperanzas infundadas por ambas partes y, finalmente, a desilu- sién y hostilidad. Segim el patrén del viejo colonialismo, los Esta- dos Unidos fueron dirigente y precursor de la revuelta anticolonial. Sin embargo, de acuerdo con el modelo del nuevo colonialismo —el control imperialista de razas subyugadas— la revolucién nor- teamericana fue un levantamiento andlogo, en muchos aspectos, al realizado en la actualidad por los rhodesios blancos. La posicién. de los Estados Unidos frente al colonialismo ha de ser sonsiderada realistamente por su papel en las Filipinas, Puerto Rico. Hawaii y las islas del Pacifico occidental, mas que por la Partida de Té bostoniana. Para una potencia colonial es una buena nota, pero de todos modos es una nota de un poder colonial. Excepto en unas pocas zonas como Argelia, Sudafrica, Kenia, Rhodesia y Angola, en las que en un momento u otro ha habido periodos de resentimiento blanco contra el dominio metropolitano, Jas colonias africanas de las potencias europeas ni siquiera han sido colonias en el antiguo sentido de la palabra. Fueron provincias con- madora incluso en zonas de importante poblacién de colonos blan- cos) no eran “‘coloniales”, en el verdadero sentido politico o cultural, sino pueblos extranjeros sometidos, Por ello, el colonialismo en Africa fue, mas que nada, un tema de dominio politico, en el cual el poder Ultimo se hallaba en manos de los miembros de un grupo racial o étnico diferente, procedente de otras tierras) Se ha escrito mucho acerca de las €scaneado con CamScanner 1A DE UNA IDENTIDAD 62 AFRICA EN BU s administrativas usadas en Africa por aunque dichas dife diferencias en las técnit Inglaterra, Francia, Bélgica y Portugal, pero rencias tuvieron y tienen importantes consecuencias en Africa ss, y a la vez menos bisicas, de lo que se ha ima ntes eran los rasgos que menos consistentes, } ginado con frecuencia. Mucho més importa r el dominio “colonial” tuvo en comtin en toda Africa. En primer lugar, era un sistema de dominio extranjero. Incluso en Africa del Norte, en donde eran menos pronunciadas las diferencias raciales entre los dominadores y los dominados, incluso en zonas —espe- cialmente en las britanicas de Buganda y Nigeria septentrional— en que se practicaba el “dominio indirecto” y se conservaba una apariencia de control y administracién indigenas, el hecho defini- tivo era que las_decisiones politicas finales se hallaban en manos no sélo de personas que no estaban sometidas democraticamente al control de quienes eran dominados, sino de personas que eran ex tranjeras. Por casi toda el Africa esto significaba que los negros eran regidos por blancos: los mismos blancos que durante tanto tiempo y en tantas zonas los habian esclavizado. Por ello, la re- vuelta contra la dominacién colonial no significé tanto un levanta- miento contra un gobierno sin consentimiento de los gobernados como una revuelta contra un gobierno de extranjeros. La libertad : significaba autonomia sobre una base étnica, e incluso hoy dia los africanos tienen menos en cuenta, si es que lo tienen, el hecho de que casi todos viven en dictaduras unipartidistas y con liber- tades civiles minimas, que el hecho de que, finalmente, van a ser regidos por hombres de su propia raza, hombres con los cuales j pueden identificarse (aun teniendo siempre en cuenta las diferen- cias tribales y sociales). El dominio colonial, ademas de ser un dominio de extranjeros, era el predominio del poder ejecutivo, Tanto si el servicio civil colonial gobernaba directamente, como sucedia en casi todos los territorios franceses, belgas, portugueses y en muchos britanicos, como si lo hacia con la colaboracién de autoridades nativas tra- dicionales, su imposicién se efectuaba sin el control eficaz de legi laturas representantes de los intereses locales, En la! sociedad tra- dicional, la discusién de la politica tribal entre personas escogidas, antes de ser enunciada, era la norma usual, y los jefes regian et nombre del bien comin, que percibian con poder superior y de ; acuerdo con costumbres que eran inatacables. Bajo el colonialismo, los jefes fueron reemplazados 0 suplidos por administradores blancos, quienes regian en nombre de una sabiduria 0 una probi- dad abstractas, las cuales no estaban sometidas al juego de intereses 4 €scaneado con CamScanner AFRICA CONQUISTADA 63 especiales. En la actualidad, la dominacién ejercida por el poder ejecutivo, entrelazado con un movimiento poli en nombre de un Africa renaciente, es el sucesor apto de aquella autoridad colonial. La norma colonial fue escuela de sometimiento, no de participacién. Los mismos “reglamentos de emergencia” me- diante los cuales fueron aprisionados los dirigentes politicos afri- canos por los imperialistas se usan hoy una vez mds en muchos Estados independientes africanos, para silenciar y destruir a la oposicién politica, Donde los dirigentes tradicionales, como los jefes © los emires, siguen floreciendo, 0 al menos desempefian algtin papel en el gobierno, lo hacen, salvo pocas excepciones, sometidos al nuevo Estado nacionalista, de modo muy semejante al papel que desempefiaron bajo el colonialismo. La idea del dominio gubernamental y de la direccién de la economia es también un residuo del dominio colonial. Incluso en el caso en que el resultado final de la actividad econémica colonial era primordialmente la utilidad para el inversionista extranjero, se trataba de una actividad sancionada y dirigida por el gobierno. En algunos casos, en vez de que el gobierno dirigiera la economia, eran las corporaciones privadas las que controlaban al gobierno. Durante largo tiempo, en algunas zonas, ciertas funciones guber- namentales ¢senciales, incluyendo la preservacién de la ley y el orden, cran cumplidas por lo que los ingleses denominaron “com- pafias estatuidas”, es decir, organizaciones particulares autorizadas por la potencia colonial, para ejercer jurisdiccién sobre una zona particular, En todo caso, no existia la economia de “mercado libre” en las colonias. Los hombres de negocios o los granjeros indigenas que producian para el mercado, no podian actuar de modo auté- nomo. El colonialismo era un tipo perverso de. socialismo, en el que todo lo que los marxistas denominarian “las alturas dirigen- tes” de la economia estaba en manos del gobierno o eran regula- das por el mismo: ferrocarriles, puertos, Iineas aéreas, servicios piiblicos, etc., todo, o casi todo, habia sido construido por el gobierno y pertenecia a éste. El gobierno decidia qué cosechas iban a estimu- larse o qué industrias iban a desarrollarse. Toda iniciativa econd- mica real provenia de arriba, de los dirigentes politicos. En la actualidad, los gobiernos africanos que operan bajo diversas rit- bricas de “socialismo africano” siguen todavia en gran medida las huellas de sus antecesores coloniales, muchas veces incluso aconse- jados por éstos, y hasta usando parte de su mismo personal. Esto no quiere decir que la economia colonial fuera socialista en el sentido de ser igualitaria y planeada, La medida en que las ico Ymico que actiia €scaneado con CamScanner

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