You are on page 1of 17
TERMINOLOGIA DE ARQUITECTURA ° MATERIAL DIDACTICO PARA EL CURSO DE MAESTRIA EN RESTAURACION DE MONUMENTOS, ARQ. CARLOS CHANFON OLMOS ESCUELA NACIONAL DE CONSERVACION, RESTAURACION Y MUSEOGRAFIA “MANUEL DEL CASTILLO NEGRETE” LOS ORDENES CLASICOS El ORDEN es la unidad formada por un apoyo aislado vertical, y el conjunto de elementos horizontales que se recargan en él. En su versién mas elaborada el Orden consta de tres partes, que a su vez se subdividen cada una en otras tres: a- Cornisa 1. Entablamiento —_b- Friso c- Arquitrabe a- Capitel 2. Columna b- Fuste Basa a Cornisuelo 3. Pedestal b- Dado « Zoclo Hemos dicho que en su versién més elaborada el Orden consta de tres partes, pues durante la época clasica griega, el pedestal no se usd. A partir de la época Romana, este elemento ha sido usado en la Arquitectura de tipo clasico a volun- tad del arquitecto. Iniciaimente los Ordenes se referian sélo a las columnatas de un templo, pero Su uso se generalizé a todo género de edificios, y a través de la Historia, Hleg6 a In mas importante para incluir un ejemplo bajo la denominacién Los Ordenes sin embargo no son cualquier apoyo con elementos horizontales sostenidos, en el arreglo propio de la arquitectura de una época y lugar indi- ferentes. Los Ordenes Clisicos se originaron en Grecia, y el capitel de su columna en su distintivo principal. La clasificacién, denominacién y proposciones, del Orden fen general, y de cada uno de sus elementos en particular, han sido analizadas por los autores de Tratados de Arquitectura. El primer tratado conocido que menciona fos Ordenes es el DE ARCHITEC: TURA LIBRI DECEM de Marco Lucio Vitruvio Polién, escrito en el siglo IY dedicado al emperador Augusto. Este es el Gnico tratado de su género que nos ha legado la Antigtiedad Vitruvio clasifica tres Ordenes: ol Jénico, et Dérico y el Corintio, pero al ce diferencia entre el Jénico y el Corintio, describir sus proporciones, no recone “4g la Toscana’. Opuestas a las salvo en la columna, Hace alusin a proporciones proporciones “a ta Griega”. También habla de otras tipos de templos, a los cuales no asigna nombre especial Este autor romano, esté en el origen de toda la literatura sobre los Ordenes, pero su idea acerca de ellos es distinta a la adoptada por los autores posterior Las denominaciones JONICO, DORICO, CORINTIO (en ese orden) y la mencién | TOSCANO, las debemos a él, asi como el proporcionamiento a partir de médu- Jos relacionados con el didmetro de 1a columna. Vitruvio, sin embargo no ¢s et autor, ni de los términos ni de 1a metodologia para el proporcionamiento, pues tn repetidas ocasiones dice hacerlo aprendido asf de sus maestros. Es pues necesario hacer notar que en la época romana —y debemos suponer que ain menos en la época griega~ los Ordenes Clisicos no constituian un “corpus” de normas fijas, clave de toda buena arquitectura, El segundo tratado que se ocupa de los Ordenes, aparecié en Florencia en 1485 con el titulo DE RE AEDIFICATORIA LIBR! DECEM escrito en latin por Leone Battista Alberti. Alberti, eminente arquitecto y humanista, sin olvidar a Vitruvio, en quien se inspira, no trata los Ordenes separadamente, sino que enfoca la relacién de médu- fos en capitulos aparte para las columnas, para los capiteles y para los entabla- mentos. Las modalidades especiales para DORICO, JONICO y CORINTIO aparecen asi diseminadas como posibles soluciones det elemento genérico, En capitulos aparte afade un tipo nuevo de capitel “compuesto! del jénico y del corintio, mencionando que otras mezclas que se observan no le parece tengan mucha’ aprobacién. A diferencia de Viteuvio, gran admirador de lo griego, Alberti hace su clasi- ficacién observando las ruinas romanas. Por otro lado, no menciona la palabra Orden, pero establece ta secuencia, que debia hacerse tradicional, a partir det DORICO. Al capitel compuesto de jénico y corintio, le llama ITALICO, ‘Aceste respecto, puede haber confusién en castellano, pues la primera traduc cién hecha por Francisco Lozano, directamente del latin, hacia 1577 y publicada fen Madrid en 1582, traduce el término italiano como TOSCANO, y solo en el indice que intitula “Repertorio de tas Cosas Notables” asienta el término CAPITEL TOSCANO 0 COMPUESTO. La'edicion inglesa de Giacomo Leoni (1686-1746) traducida de la version italiana de Cosimo Bartoli (1550) le llama COMPOSITE CAPITEL. Alberti pues, no clasifica como sus sucesores el ORDEN TOSCANO, pero sf es el introductor del CAPITEL COMPUESTO, cuya creacién atribuye a italianos, término que en el castellano del siglo XVI Francisco Lozano tradujo por “toscanos”, El verdadero creador del'mito de las Ordenes fue Sebastiano Serlio (1475- 1554) con su libro REGOLE GENERAL! DI ARCHITETURA publicado en 1537. La obra de Serlio es eminentemente pedagégica pues establecié el tipo de tratado profusamente ilustrado con breve texto explicativo que habria de obtener gran aceptacién en Europa y América. Esquematiz6 los cinco Ordenes, dindoles fa secuencia completa que a partir de él ya no s¢ alterarfa: TOSCANO, DORICO, JONICO, CORINTIO y COMPUESTO. Serlio presenta, basado en sus observar ciones de monumentos antiguos, una especie de seleccién personal que ofrece ‘como idealizacién de cada Orden y que desde luego es creacin suya. Pero lo interesante es que su tono autoritario, definiendo el dimensionamiento de cada elemento, fue aceptado como tal, como si a partir de entonces todo hubiera quedado definido de una vez por todas. Me as ty A taige | Cee errr y eu Inientras Vitruvio nos revela el criterio de ta Roma Imperial; Alberti rio del primer Renacimiento; en cambio Serlio, jacia la expresion Asi pues, nos ensefia el cultismo literar delatando la deformacién profesional tipica det arquitecto prafica, abre de par en par a puerta a la incipiente tendencia Manierista del alto Renacimiento, que a partir de él se expresa con gran fuerza Giacomo Barozzi da Vignola (1507-1573) es con su libro el gran publicista io serliano, En efecto, Serlio establecié las Ordenes como base de toda pero fue Vignola quien presenté el esquema en forma mas organizada y escolar, siguiendo ef modelo de manual ilustrado con breve texto, implantado por el maestro Serlio, Su libro REGOLA DELLI CINQUE ORDINI D'ARCHITETTURA (1562) fue tan aceptado, que sus multiples edicio- ditando y pueden encontrarse hoy de nuestro siglo, todo alumno de como mejor camino para det crite arquitectura Renacentista, nes, traducciones y adaptaciones se siguen ¢: dia en las librerias. Hasta la tercera década arquitectura debia copiar los esquemas de Vignola, familiarizarse con los Ordenes Clasicos. El tratado de Vignola ya no se refirid a la Arquitectura en general como los de sus predecesores, sino que enfocd exclusivamente el problema de dimensiona miento de los Ordenes, idealizados a la manera de Serio, ‘Andrea Palladio (1508-1580) publicé su libro | QUATTRO LIBRI DELL'AR: CHITETTURA en 1570, dedicando la segunda parte del primer libro al dimensio- ramiento de los Ordenes en la secuencia ya definida por Serlio y difundida por Vignola: TOSCANO, DORICO, JONICO, CORINTIO y COMPUESTO. Palladio ha sido uno de los arquitectos que en la historia del mundo occidental han tenido mis influencia, Su libro expresa la conviccién de que existe un vocar pulario arquitecténico universal, creado por la Antigua Roma, con normas validas y cinones inmutables que permiten sin embargo un lenguaje libre; éste, cuando es ‘uidadoso y juicioso, lleva a la belleza y a la armonia, Semejante conviccién es “Yenguaje arquitecténico” llamado fundamental en el Manierismo y cre6 todo un PALADIANISMO. El tratado de Palladio editado y traducido innumerables veces ¢s otro modelo de manual ilustrado, que completa la breve explicacién con un claro dibuio. Fue su propio publicista pues muestra sus proyectos de obras como ejemplos. Esta fue una de las razones de su gran difusion [A diferencia de los grandes arquitectos renacentistas, Palladio s¢ inicié como cantero en la profesién, a la manera de los maestros medievales, desde los prime- ros escalones del trabajo prictico en la obra. De alli quizds su gran sentido peda- sézico, El Gltimo gran tratadista italiano sobre los Ordenes, fue Vicenzo Scamozzi (1552-1616), discipulo y seguidor ferviente de Palladio, cuyas obras continué ‘ala muerte del maestro. Su libro L'IDEA DELLA ARCHITETTURA UNIVER SALE, publicado en 1615, contiene seis libros, (de diez anunciados), siendo et Ultimo, referente a los cinco Ordenes, el mas importante y conocido, El tratado de Scamozzi no tiene el mismo cardcter didactico que los de sus antecesores. Adopta la secuencia tradicional, pero afirma que para él, todos los Ordenes son compuestos. Es el primero que acepta por escrito la libertad del arquitecto en el disefio de la molduracién, siempre y cuando lo haga ‘‘con pru- La influencia que sobre él ejercis Paladio, es indiscutible. denci Estos tratadistas italianos, respetuosos de los principios vitruvianos son responsables directos de la importancia adquirida por los Ordenes Clisicos a partir del Renacimiento. Espaka también cuenta con tratadistas importantes. Ellos se han encargado de revelarnos el espiritu de su momento historico con relacién al tema de los Ordenes. El primero de los tratadistas en castellano, es Diego de Sagredo, primero también en escribir obra original sobre arquitectura del Renacimiento, en lengua romance. Su obra MEDIDAS DEL ROMANO, aparecié en Toledo en 1526. El autor es un clérigo, humanista, tedrico y no constructor prictico, Conoce y respeta a Vitruvio tanto como Alberti, pero a semejanza de éste, lo interpreta con libertad. Su pequefio tratado, presentado en forma de didlogo entre Picardo y|Tampeso, es poco conocido, pero no da una idea clarisima de los criterios fgentes durante el periodo plateresco. : Sagredo no usa la palabra Orden. Se refiere primero a las cornisas, cuyo diseto compara al perfil del rostro humano. En seguida se refiere a las COLUM- NAS ANTIGUAS, que clasifica como DORICAS, JONICAS, TUSCANICAS, CORINTIAS y ATTICAS. Da las proporciones de ellas a partir del didmetro de la base y otorga el nombre de dtica a la pilastra, o columna de seccién cuadrada Habla después del éntasis y las estrias en el fuste de las columnas, Aftade luego otro capitulo dedicado a la “...FORMACION DE LAS COLUMNAS DICHAS MONSTRUOSAS, CANDELEROS Y BALAUSTRES", donde relaciona la colum- na tipica plateresca con el disefio de candelabros y balaustres que trata con igual amplitud que las columnas. Se refiere después al trazo_de basas, luego a los pedestales, y en seguida a los capiteles, tratando el DORICO, el JONICO, el CORINTIO, y tos ITALICOS. Para los tres primeros da medidas en relacidn con et didmetro de columna; para Jos ultimos dice “...NO BUSQUES MEDIDAS PORQUE NO LAS TIENEN” Finalmente trata el dimensionamiento del entablamento al que se refiere por sus elementos separados y no en conjunto: “DE LAS TRES PIECAS QUE VIE- NEN SOBRE LOS CAPITELES QUE SON ARCHITRAVE/FRESSO/ Y COR- NIXA". La idea pues de Sagredo es muy lejana de la sistematizacién inventada por Serlio. Para él, no existe la idea de Orden como conjunto fijo de columna y entablamento, Reconoce todos los elementos pero no en grupos prestablecidos, puesto que registra seis tipos de columnas (fustes) y cuatro de capiteles, donde colo coinciden en ambos grupos el DORICO, el JONICO y el CORINTIO. Qué lejos estd este criterio, det espiritu difundido por los tratadistas del alto Renacimiento! y iqué importante resulta el comprender esta mentalidad para quien trate de estudiar el perfodo Plateresco tanto,en Espafia como en América! Gran popularidad tuvo el tratado de Sagredo, durante el siglo XVI, para caer luego en un olvido total, Sus reimpresiones en castellano, francés y portugués alcanzaron el niimero de trece entre 1526 y 1608. Fue muy estimado en los medios empiricos, curiosos del arte renaciente y de los principios vitruvianos, pero result6 indtil en el momento en que el espiritu barroco llegé con fuerza a apoderarse de los medios cultos. 5 Es tratagista espadol de mayor impacto fue Juan de Arte y Val su obra de VARIA COMMENSUR ACION PARA LA ESCULPTURAY ARCHE TECTURA aparecida en Sevilla en 1885, aleanz0 ocho ediciones entre esta techy oe. pars ¥ 1806. Trata los Ordenes Clasicos en la primera parte del lilt carta, apares hy por primera ver en ta edicidn de 1587. (Las placay ya listay pata La edict de 1585, se quemaron accidentalmente) Arfe forma parte del grupo de autores de manuales practicos profusamente ilustrados con breve texto explicativo, y sus conceptos sobre los Ordenes, emanan directamente de Serlio. En Espata y América, Arfe tuvo una gran influencia comparable a la de Serlio y Vignola con quienes rivaliza en claridad y metodologia. Su libro ofrecia la ventaja de tratar innumerables temas afines, muy utiles para el trazo. Este autor es un tipico tratadista renacentista con et concepto completo de la época manierista, partidario de la libertad de uso basada en cénones estrictos, Entre 1633 y 1663 aparece en Madrid el tratado ARTE Y USO DE ARQUI TECTURA, obra del monje agustino Fray Lorenzo de San Nicolis, Este libro en dos tomos, reviste especial importancia para el estudio de los Ordenes, que ahora el autor llama “de Arquitectura” y no “eldsicos’ una nueva modalidad, revelindonos to que debid ser En el primer tomo, capitulo 29 al capitulo 33, trata los Ordenes siguiendo a Serlio, citando a Vitruvio y ocasionalmente a Alberti. Aqui ofrece su criterio personal acerca del tema, pero no oculta el origen netamente serliano de la clasi- ficacién, secuencia y dimensionamiento que adopta. Este tomo se publicé por primera vez en 1633 Mis importantes sin embargo resultan ser para el actual estudioso de los Ordenes; los capitulos 6 a 45 del segundo tomo, donde hace un estudio critico comparativo de gran detalle, entre lo escrito sobre Ordenes por Vitruvio, Serlio, Paladio, Joseph Viola Zanine de Padua, Pedro Catanco, Antonio Lavaco, Sagredo. Juan Antonio Rusconi, Juan de Arte, Vignola y Scams hasta 1663, Este adie apare iis Es clara la importancia que da a Arfe, como autor de gran vigencia paralela a la de Serlio, Vignola, Palladio 6 Scamozzi y el interés que pone en Sagredo como antecedente, utilizando los nombres de Picardo y Tampeso en lugar del nombre det autor. Captamos en esta obra, la fuerza didactica de Serlio y Vignola, junto a un nuevo espititu cientifico analiticorsintético, que empieza a ensefiorcarse de los medios cultivados. La importancia doméstica de este autor en el medio de habla castellana to revelan sus cuatrn ediciones entre 1633 y 1796. 11 prestatere de fa Congregation del Oratorio Dostor Tomas Vicente Tosca, publics en 1713 una obra enciclopédica titulada COMPENDIO MATHEMATICO, Arquitectura cuyo Tomo V abarca: Arquitectura Civil, Montea y Cantert Militar, Pirotecnia y Artilleria En la Arquitectura Civil trata los cinco Ordenes, que como Fray Lorenzo no califica de clisicos, sino “de Arquitectura”. Usa la secuencia tradicional de TOSCANO (6 ROMANO), DORICO, JONICO, CORINTIO y COMPUESTO, a los que afade en capitulo aparte otros drdenes “AUNQUE DE ESTOS ALGUNOS NO ESTAN YA EN USO", Para él también son Ordenes el ATICO, el GOTICO, el MOSAICO, el ATLANTICO, y el PARANIMPHICO, Llama Arico a aquél que usa “columnas cuadradas”, Gético al que “intr duxeron en Europa tos Godos” y es ‘mas a la vista que al entendimiento”. El Orden Mosaico es que usa las columnas que él también llama Salomonicas Er Orden Atlantica y Paranimphico es el que emplea atlantes o “telamones'” con imphas" con cuerpo femenino en lugar de columnas cuerpo masculino, © Este autot, erudito y humanista, esencialmente tedrico, nos revela su cardcter sistematica y ordenado pero delata sui apoyo en autores como Sagredo, fuera de veo, al adoptar el orden Atico en un momento histérico en que el uso de la plas tra 0 columna cuadrada, no quedaba separado de las cinco clasificaciones tra: dicionales, Su idea de los Ordenes “de Arquitectura” ya no es la tradicional renacentista, y ha regresado a la confusion protorenaciente entre Orden y columna, Séto asi se explica su inclusién de atlantes y cariétides para clasificar nuevos Ordenes. Sin embargo nos revela los criterios vigentes en plena época barroca, ya muy Iejana en la préetica, de fos principios vitruvianos y no muy fiet a la sistematiza- ifico de anilisis y clasificacién que atiende a cidn serliana, pero con espiritu cient antecedentes, y hace ostentacién de erudicién. Muchos otros autores de otras nacionalidades podrian ser citadas con relacién ‘alos Ordenes Clasicos. Asi entre los de origen aleman o flamenco estarian 1. Hans Blum que publicé su QUINQUE COLUMNARUM EXACTA DESCRIPTIO ATQUE DELINEATIO en Zurich el aio 1550. - 2. Vredeman de Vries, autor del tratado ARCHITECTURA aparecido en Amberes en 1577, 3. Wendel Dietterlin, que dibujé fantésticas extravagancias en su libro ARCHITECTURA, editado en Nuremberg entre 1594 y 1598. Igualmente merecen mencién los siguientes autores ingleses 1, John Shute, autor de THE FIRST AND CHIEF GROUNDES OF ARCH! TECTURE, London, 1563. 2. James Gibbs, autor de RULES FOR DRAWING THE SEVERAL PARTS OF ARCHITECTURE, London, 1732. 3, Isaac Ware, autor de THE COMPLETE BODY OF ARCHITECTURE, London, 1756. 4, Sir William Chambers, autor de A TREATISE ON CIVIL ARCHITEC TURE, London, 1759. Los tratadistas franceses tienen especial importancia sobre todo en el siglo XIX, pero ain en el XVIII con Laugier y Blondel, dan un giro especial al estudio del origen de los Ordenes en la cabafa primitiva, criterio que aunque basado en Vitruvio tomé gran fuerza como explicacién racionalista levada a sus Gltimas consecuencias He aqui los principales: 1. Philibert de POrme, ARCHITECTURE, Paris, 1567. 2. Roland Fréart, PARALLELE DE L’ARCHITECTURE ANTIQUE ET DE LA MODERNE, Paris, 1650. 3, Claude Perrault, ORDONANCES DES CINQ ESPECES DE COLONNE, Paris, 1676. 4, De Cordemoy, NOUVEAU TRAITE DE TOUTE L'ARCHITECTURE, Paris, 1706. 5. M. A. Laugier, ESSAI SUR L'ARCHITECTURE, Paris, 1753. 6. Frangois Blondel, COURS D’ARCHITECTURE, Paris, 1675. Pérrafo aparte merecen los tratadistas Hel siglo XIX y XX anteriores al movi- miento contemporineo de la arquitectura. Todos ellos tratan los Ordenes Clasicos revelando el criterio que fue antecedente inmediato de su actual abandono 1. J. Ni Durand, PRECIS DE LECONS D'ARCHITECTURE, Paris, 1840. 2. Leonce Reynaud, TRAITE D’ARCHITECTURE, Dunod, Paris, 1875. 3. Louis Cloquet, TRAITE D’ARCHITECTURE, Baudry, Paris, 1898. 4, Julien Guadet, ELEMENTS ET THEORIE DE L’ARCHITECTURE, Aulanier, Paris, 1900. 5, Georges Gromort, INITIATION A L'ARCHITECTURE, Duches, Paris, 1938. Pero volvemos sobre nuestros pasos para tratar de sintetizar a través de la historia, ef concepto que cada época tuvo sobre los Ordenes. ANTIGUEDAD Vitruvio nos revela en su libro un mundo romano, gran admirador de la cultura griega que copiando e inspiréndose en élla, descubre tres soluciones para resolver el apoyo aislado y elemento horizontal sustentado. Su época, pucs que no Vitruvio-, sintetizd modalidades, de iistinto origen, creadas por grupos helénicos en distintos lugares y épocas. Roma seleccioné tres, sin atender a sus probables pasos de|evolicién, notando sin embargo el origen remoto en la cons. truccién de madera cuyas formas y elementos parecen conservar, aunque labrados. enpiedra | fey | | ! ij LA higica constructiva romana los ultiliz6 con profusién y gran libertad pe con suficiente sentido para no transfor arlos en una simple caleomania pegada frente; al edificio, Logré, en efecto con sorprendente sencillez, estructurar los cerramientos rectos sobre columnas, con los arcos y bovedas copiadas ai Oriente No abandond tampoce los frontones triangulares, atin en sus construcciones abovedladas, y los utilizé sobre los vanos con un sentido ornamental que nuncs sospechuron los antiguos artistas griegos, y que muy probablemente hubierar rechazado. Las normas ue proporcionamisnto fueron con toda probabilidad copiadas los grivgos, a cuyas leyes de Arte y Ciencia no habian side totalmente ajenos tos Ltruscos, ancestros del pueblo romano. Los griegos por su parte, debieron estruc turarlas sobre patrones egipcios, a su vez heredados de Suineria. Las raices de estas normas deben pues perderse en los milenios que ante cedieron a las glorias culturales de la Hélade, y que con ella adquirieron plena maduree Vino despuss fa ruina del Imperio Romano, y los pucblos bérbaros que lo desintegraron, no tuvieron el criterio suficiente para entender y asimilar to que silo supicron admirar desmesuradamente. EDAD MEDIA La Europa Medieval, nacida de las ruinas del Imperio, también logré madurez, pero por su camino propio que s6lo aceptd resabios de los principios clisicos El periodo gotico vino a demostrar con brillantez que para el Arte, no hay un camino Gnico. Asi, la civilizacidn medieval utilizé columnas con base y capitel pero de diseiio propio, que solo lejanamente recuerdan las siluetas de algunos elementos clasicos ‘Avidos de altura y misticismo, desconocieron sistemsticamente el cardcter finite del apoyo griego para buscar su continuidad hacia la altura, Sin entablamento no hay Orden, y en consecuencia la Edad Media no tuvo Ordenes. Pero la gloriosa y fértil madurez medieval, también agot6 sus recursos y nue vos criterios invadieron la Italia del siglo XV. | RENACIMIENTO La Edad Média admiré a Roma y graci siglo X empezé a estudiar sus obras literarias y habian influido definitivamente en su cultura ' as a los Arabes, por lo menos desde el cientificas que para el siglo XII ofrecia sin embargo utilidad relativa Pero al tomar cuerpo el nuevo 1 manuscrita conser- El tratado de Vitruvio aunque conocido, frente a la experiencia de los constructores goticos ‘a, Vitruvio fue redescubierto en una versior espirity humanist e fue et pretexto que acciond cl ‘en et monasterio de Montecasino y est vada para el cambio. detonador en las mentes ya maduras Beer arernipareotio, seSi6) 05) OLS escort ol ctea lar arene ‘ado adopta el criterio vitruviano de separar los elementos sus sucesores, y su tral s, y no ai grupo integrado de pedestal, componentes dando nombre a tos capi columna y entablamento. No olvidemos, por otro lado, que mientras Vitruvio admird a Grecia, Alberti yy sus sucesores admiraron a Roma, De all/ la canonizacién de Vitruvio, a una secuencia que ignord Vitruvio. Presenta la Alberti sin embargo capti imple y robusto de tos Ordenes, ¥ probable evolucién a partir del Dérico, el mas si reece de la libertad usada por la Roma Antigua, el registrar las combinaciones de ‘lementos en el capitel. Crea asi el grupo de capiteles compuestos, ene los que elige como mejor el caso que apoda itdlico, al tiempo due nicba valor a otras merclas. La importancia del Orden, nacid pues a partir del capitel,y este criterion Pe crete cin) corona Gl ateresea| Je 3eia 0, Soe lee) cg e-meeeeeee oem de un ambiente protorenaciente. Este criterio se observa igualmente en la obra saiza de Blum (1550) y en la francesa de Philibert de l'Orme (1567) ‘Toca como vimos a Serlio y Vignola con sv sentido didéctico y publicitario, sevelarnos en forma perfectamente sistematizada el espiritu que debio ser vigente veeetalia para ta tercera década del siglo XVI, y que ellos con gran genio sinks Faron para tl resto del mundo occidental. Con ellos pues s¢ inicia cl reinado SIbsoluto de los Ordenes Clisicos como férmulas compactas idealizadas, clave de voda buena arquitectura— reinado que se profongaria hasta el primer cuarte et siglo XX. LOS SIGLOS XVII y XVIII ‘Ajenos ya a los auténticos principios vitruvianos los constructores barrocos toman distintas rutas. Inglaterra, Francia y Alemania encabezadas por Malia, pero cada una a su manera, tratan de mantenerse files a Palladio. Por su lado Espatia y América sin ocultar su respeto a Serlio dan interpreta- cin muy propia a la libertad de lenguaje arquitecténico. Los tratadistas revelan en sus obras una visidn més amplia y menos fija que tes lleva a analizar y comparar buscando antecedentes. Este espiritu se capta ya en Lorenzo de San Nicolas y en Tosca, pero llega a su maxima altura en Francia con Cordemoy, Laugier y Blondel El primero de ellos en 1706, reclama una utilizacién mas genuina, funcional y légica de los Ordenes. Rechaza pues su uso ornamental, al que apoda “arqui- tectura en'relieve” Laugier va adn mas lejos, y buscando el sentido original del prototipo, llega al concepto de la ““choza primitiva’” exigiendo el uso de los Ordenes en su forma funcional y racional. Su libro editado en 1753 fue muy popular y originé un criterio que culminé con el proyecto del Pantheon en Paris, proyectado para templo de Santa Genoveva patrona de la ciudad. Posteriormente Blondel y Durand se encargaron de llevar tan severo racio nalismo a las aulas de las recientemente fundadas Academias. Este movimiento representé una tremenda sacudida para la autoridad absoluta cjercida por los Ordenes Clasicos en la Arquitectura, pero lejos de propiciar su muerte inmediata, significd el cambio hacia los origenes griegos, mencionados pero no considerados ni utilizados por el lenguaje Renaciente, Manerista y Barroco. La muerte vendria después, y debemos aceptar que el movimiento neoclasico, la contenia en germen desde un principio. EL NEOCLASICO El interés por la Antiguedad en realidad nunca fue olvidado, durante los siglos XVI, XVII, Pero el liderato ejercido por Italia habia corrido un velo no carente de patrioterismo que impedia una vision mds amplia. Los tratadistas italianos como Serlio, Palladio y Vignola manejados en Ingla- terra, Francia y Alemania durante toda la época barroca, estuvieron inspirando Continuas reacciones clisicas que apenas lograron algo més que discursos SF rti<“—s—SOS—SSCCs—rsCr™———: rmodaligades barrocas, el ractonalismo filoséfico, los descubrimientos arqueclé- eee ——r— e§™—S—— TF aoe timidas 9 ahora muy sonoras encabezadas por Cordemoy en 1706 y cul minadas por Laugier en 1753. El primero protesté contra una Arquitectura clisica en relieve que ra PUFA mente ornamental. El segundo exigié la vuelta a los principios bésicos, 2 [a “choza primitiva”” que habia inspirado los érdenes Para los leéricos de la época, los érdenes en relieve no habian logrado mas ave cotras arquitecturas como la romanica y la gotica. No habia razén, por otro lado, para no crear "mas drdenes”. Un ereciente nacionalismo inglés, imbuido de fatuidad les llevé a la convie- cian de ser los sucesores de la Antigua Roma, pero en la prictica arquitecténica Solo lograron una renovacién momenténea que por inspirarse en soluciones de Palladio, se !lamé Palladianismo. La busqueda de antecedentes muy carente ain de bases clenticas, les Nevé después al interés por lo etruscp, impulsados quizd por un secreto orgullo para Superar 1a “choza primitiva” griega discutida en Francia, aludiendo a |a Niza cign de Etrjria ~con desafortunado anacronismo-, como el antecedente de las civilizaciones tanto griega como romana. ‘Alemania por su lado encontré en Winchelmann un gran analista, que traté de sintetizar fa esencia de lo Griego en conceptos como “NOBLE SIMPLICIDAD”, TRANQUILA GRANDEZA”, “PERFIL DEFINIDO”. Aunque desde Dresden, la verdad es| que no estaba describiendo con estas locuciones ¢! friso del Partenén, sino obras del periodo helenistico como el grupo de Laoconte, ¢| Apolo Belvedere ola Venus Medici. | Nee ee acre eee ce eae ea aes eec see a acne ccc Todos estos rebeldes balbuceos, tuvieron el gran mérito de romper definitiva mente con el velo de 10s ideales renacentistas, para ampliar los horizontes de basqueda, que con el lgico intermedio del siglo XIX, son el antecedente de 1a arquitectura contempordnea El filésofo de arquitectura Laugier pidiendo el retorno a los principios basi- cos, pretendié la eliminacién de muros para utilizar el apoyo aislado y en conse- ‘cuencia el Orden Clisico en su sentido original y simple. El aiquitecto-fitésofo Ledoux su contemporineo, sintetizé 1a casi absurda tesis racionalista de Laugier, en su aplastante idea sobre 1a logica del funciona: lismo, raiz profunda del movimiento contemporanco. Soufflot, mas practic, trat6 de vertir estas ideas en un proyecto, que es considerado el primer ejemplo de Neoclasico: et Pantheon de Paris (1755-1756). La absurdo de la tesis de Laugier sobre eliminaciin de muros demosteé alli sus limitaciones constructivas, y 10s pais exteriores condescendientemente proyec- tadas con miltiples vanos, tuvieron que ser tapiados por razones de estabilidad Ei aspecto exterior del edificio qued6 asf ofreciendo un aspecto diametralmente ‘opuesto al exigido por Laugier Pronto se hicieron sentir los efectos de esta obra, que de inmediato unificé los balbuceos del Neoclésico hasta entonces indecisos entre los antecedentes cgipcios, etruscos, helenisticos y griegos. A partir de ese momento el occidente se lanz6 a lo griego con precision arqueolégica. Lo mis interesante de este movimiento breve, y en la practica poco fecundo, es lo siguiente: Bajo una corteza de aparente rigorismo en la reafirmacién de los principids de la Antigiedad Clisica, efecto inmediato de 1a capacidad realizadora del momento, el pensamiento mucho més profundo se lanzé en una nueva actitud {que lieg6 a los estilos en un principio, pero que buscé la naturaleza misma del arte y sus caminos de expresi6n. Lo realizado fue la inicial respuesta de tas Academias; el pensamiento y los escritos,! se generaron fuera de ellas y a la larga rompieron definitivamente la jerarquia de valores sostenida por aquellas. a La upice os eee Pantheon fueron quedando al descubierto acorde con sus materiales y sus formas. las incongruencias de un sistema no La Nueva Espafia adopté el Neocldsico por decreto. La Academia lo tralo. pero el ambiente cultural sélo logré un cierto Palladianismo muy opuesto al barroco local, Los Ordenes lograron entonces su primera expresion genuinamente clasica, sélo en los medios cultos. SIGLO XIX el siglo XIX los Ordenes subsistieron equipados a otras soluciones ‘Ge subrayé su légica y con mesura se Durante nacidas de otras épocas y otros lugares. siguié mencionando “la choza primitiva”, | ‘Arq. Carlos Chanfén Olmos Te cee ena ns a Re Lena cere eo '

You might also like