You are on page 1of 390

CHABIER TOMÁS ARIAS

oc EL ARAGONÉS
S
A
S
N
DEL
E
S
T
R
BIELLO
A
S
25 SOBRARBE
EL ARAGONÉS DEL
BIELLO SOBRARBE
EL ARAGONÉS DEL
BIELLO SOBRARBE

CHABIER TOMÁS ARIAS

INSTITUTO DE ESTUDIOS
ALTOARAGONESES
Colección: "Cosas Nuestras", 25
Director de la colección: Ignacio ALMUDÉVAR ZAMORA
Cubierta: Vista de Elsón

Texto y fotografías: Chabier TOMÁS ARIAS


Corrección: Teresa SAS BERNAD
Preimpresión: Ebro Composición, S. L.
Impresión: Grafic RM Color, S. L.

ISBN: 84-8127-095-4
Dep. legal: HU-531/1999

Instituto de Estudios Altoaragoneses


(Diputación de Huesca)
Parque, 10. E-22002 Huesca
Tel. 974.294120 — Fax 974.294122
iea@iea.es
Índice

1. INTRODUCCIÓN 9
1.1. Preámbulo 9
1.2. Motivo y propósito de este estudio 9
1.3. El espacio físico y humano del Biello Sobrarbe 19
1.4. La macrotoponimia del Biello Sobrarbe 25
1.5. Metodología de trabajo 43
1.6. Relación de informantes y colaboradores 46

2. ELEMENTOS PARA UNA SOCIOLINGÜÍSTICA DEL BIELLO SOBRARBE 55


2.1. Causas sociales de la actual situación lingüística 55
2.2. Situación sociolingüística actual y perspectivas
de futuro 67

3. FONÉTICA 75
3.1. El acento 75
3.2. Fonética vocálica 76
3.2.1. Vocales átonas 76
3.2.2. Vocales tónicas 80
3.2.3. Vocales en hiato 82
3.2.4. Fonética sintáctica 83
3.3. Fonética consonántica 84
3.3.1. Consonantes iniciales 84
3.3.2. Grupos de consonantes iniciales 87
3.3.3. Consonantes intervocálicas 88
3.3.4. Grupos de dos consonantes 91
3.3.5. Grupos de tres consonantes 96
3.3.6. Consonantes seguidas de yod 96
3.3.7. Grupos interiores romances 97
3.3.8. Consonantes finales 98
3.4. Cambios fonéticos esporádicos 99
3.4.1. Disimilación 99
3.4.2. Metátesis 99
3.4.3. Epéntesis 99
3.4.4. Prótesis 100
3.4.5. Equivalencia acústica 100

4. MORFOLOGÍA Y SINTAXIS 101


4.1. El artículo 101
4.1.1. El sistema o, a, os, as 101
4.1.2. El artículo lo y l' 102
4.1.3. Sobre el artículo ro 103
4.1.4. El artículo en topónimos 105
4.1.5. El artículo Es 107
4.1.6. El artículo indefinido 108
4.2. El sustantivo 108
4.2.1. El género 108
4.2.2. El plural 109
4.3. El adjetivo 111
4.3.1. Formación y género 111
4.3.2. Los grados del adjetivo 112
4.3.3. El adjetivo posesivo 113
4.3.4. El adjetivo demostrativo 113
4.3.5. Los numerales 116
4.4. Los pronombres 116
4.4.1. El pronombre personal 116
4.4.2. Las partículas pronominales ilbi y en/ne 119
4.4.3. Los pronombres indefinidos 121
4.4.4. Los pronombres interrogativos y relativos 123
6
4.5. El verbo 124
4.5.1. El infinitivo 124
4.5.2. El gerundio 125
4.5.3. El participio pasado 126
4.5.4. El presente de indicativo 128
4.5.5. El presente de subjuntivo 130
4.5.6. El imperativo 131
4.5.7. El imperfecto de indicativo 131
4.5.8. El imperfecto de subjuntivo 133
4.5.9. El pretérito indefinido 134
4.5.10. El futuro 137
4.5.11. El condicional 137
4.5.12. Otras peculiaridades verbales 138
4.5.13. Paradigmas verbales 139
4.6. Los adverbios 147
4.6.1. Adverbios de lugar 147
4.6.2. Adverbios de tiempo 149
4.6.3. Adverbios de modo 151
4.6.4. Adverbios de cantidad 152
4.6.5. Adverbios de afirmación, negación y duda 153
4.6.6. Locuciones adverbiales 154
4.7. Las preposiciones y otras partículas 157
4.7.1. Las preposiciones 157
4.7.2. Las conjunciones 159
4.7.3. Las interjecciones 160
4.8. La formación nominal 161
4.8.1. Prefijos 161
4.8.2. Sufijos 163
4.8.3. La composición 166
5. VOCABULARIO 169
6. CONCLUSIONES 317
6.1. Situación del aragonés sobrarbés en el conjunto
de la lengua 317
6.2. El futuro del aragonés en Sobrarbe (y el Alto Aragón) 324
7
7. APÉNDICE I. LITERATURA DE TRADICIÓN ORAL 329
7.1. Cantinelas para niños 329
7.2. Cuentos encadenados 330
7.3. Adivinanzas 331
7.3.1. Infantiles 331
7.3.2. De adultos 334
7.4. Dichos sobre pueblos 335
7.5. Coplas varias 337
7.6. Refranes 339
7.7. Frases hechas y locuciones 343
7.8. Bendición navideña de "A Tronca" 345
7.9. Fragmentos de romances 345
7.9.1. Fragmento final del romance "de la loba parda" 345
7.9.2. Fragmentos del romance "de Marichuana" 346

8. APÉNDICE II. PASTORADA DE CASTILLÓN 353

9. BIBLIOGRAFÍA 361

8
1. Introducción

1.1. PREÁMBULO
En los primeros años ochenta tuve ocasión de recorrer la zona
que se ha venido en denominar Biello Sobrarbe. Mi interés por el
aragonés había surgido poco tiempo antes, al leer la obra del escri-
tor estadillano Cleto Torrodellas y adquirir en un quiosco de mi lo-
calidad, Binéfar, el n° 19 de la revista cultural Fuellas d'Informazión
d'o Consello d'a Fabla Aragonesa.
Por vecindad, y por familia, ya tenía algunas nociones de la re-
alidad lingüística altoaragonesa. Lo que entonces surgió como un
elemento más de mi temprana afición por las lenguas fue maduran-
do en una vocación filológica.
A partir de aquellos años me entregué al aprendizaje de las dis-
tintas modalidades del aragonés y del catalán, iniciándome con las
más próximas, para conocer después las más alejadas de mi comar-
ca. Fue para mí un motivo de enriquecimiento personal el poder ex-
presarme en el aragonés de Ribagorza, Chistau, Bielsa, Echo o An-
só, así como hacer del catalán vehículo de comunicación en nuestras
vecinas comarcas orientales. Posteriormente, pasados unos años, es-
ta vocación me llevó a realizar estudios de filología.

1.2. MOTIVO Y PROPÓSITO DE ESTE ESTUDIO


1.2.1. Todo estudio obedece sin duda a una motivación perso-
nal. El presente trabajo representa, en primera instancia, una contri-
9
bución al patrimonio sobrarbés, de cuya rica y ancestral cultura la
lengua es un elemento máximo de expresión. Pero pretende ser ade-
más una aportación al conocimiento y profundización de la lengua
aragonesa. Gracias a una beca de ayuda a la investigación que el Ins-
tituto de Estudios Altoaragoneses me concedió en 1997/98 he podi-
do llevar a cabo este estudio que ahora ve la luz, aunque con pos-
terioridad haya debido completarlo en el verano de 1999.
El territorio originario del actual Sobrarbe, Biello Sobrarbe, es
una de tantas zonas carentes de estudio, ignoradas diría. A ello hay
que añadir que ninguna de sus poblaciones fue objeto de encuesta
en el ALEANR. En consecuencia, parecía preciso realizar un estudio
de urgencia sobre la modalidad local del aragonés. Digo de urgen-
cia porque es bien sabido que la situación en que se halla la lengua
autóctona de los aragoneses es más que precaria. El prolongado pro-
ceso de aculturación que viene sufriendo nuestro país, desde hace ya
demasiado tiempo, ha convertido al aragonés en una lengua no ya
diglósica, sino pura y simplemente en avanzado estado de glotofa-
gia, de sustitución por el castellano.' El catalán, hablado y mejor
considerado en otras comunidades, se mantiene en Aragón en un
"esperanzador" estado de bilingüismo diglósico.
Cuanto más se profundiza en el estudio de todas las variedades
del aragonés más se constata la unicidad que existió entre ellas. En mi
opinión nuestro romance autóctono era bastante homogéneo —con
tiempo debe hacerse un estudio al respecto— hasta el primer cuar-
to de este siglo, si exceptuamos algunos pocos factores diferencia-
les del ribagorzano. Esta unidad comenzó a erosionarse a partir de
la escolarización obligatoria y la posterior, y nefasta, guerra civil,
con toda la serie de cambios socioeconómicos que siguieron. La re-
ciente extensión de la radio y la televisión en todos los hogares al-
toaragoneses y la facilidad en las comunicaciones ha venido a dete-
riorar más si cabe el precario estado de la lengua aragonesa.

' Para conocer más acerca del término glotofagia es aconsejable la lectura ín-
tegra de la obra de CALVET Lingüística y colonialismo. Breve tratado de glotofagia.
10
1.2.2. Se piensa con frecuencia que solo unas determinadas ha-
blas son representativas del aragonés. Hasta la fecha todas las mo-
nografías se han centrado en la descripción de las modalidades más
septentrionales o las más orientales. La identidad de dichas hablas
ha sido objeto continuado de estudios, tanto es así que se ha ignora-
do buena parte de las variedades de nuestra lengua.
De una investigación necesariamente incompleta se derivan
conclusiones incorrectas y —lo que es más grave— una falta de vi-
sión de conjunto. Así se difunde el tópico de creer que el aragonés se
habla solo donde se ha estudiado? A menudo deja de tenerse presen-
te que una lengua amenazada muestra diversos estados de uso: cua-
litativos y cuantitativos. Esto es patente en otras lenguas minorizadas
europeas: occitano, irlandés, escocés... Es un factor descuidado muy
a menudo, pero no debemos olvidar que, en general, los filólogos es-
pañoles —y los aragoneses en particular— parecen estar al margen
de una información actualizada sobre los procesos de normalización
de las lenguas minorizadas en nuestro pequeño continente.
En cuanto a la vitalidad del uso pueden defmirse en el aragonés
dos zonas, una de uso social y otra de uso doméstico. En la primera
entran las variedades que todavía es posible oír en la calle, en los ba-
res, en los comercios: benasqués, ribagorzano, chistabín, fobano' y
cheso. En la segunda hay una serie de hablas que hace pocas décadas
eran de uso social pero que ahora, ante el avanzado retroceso, han pa-
sado a ser domésticas: belsetán, aragonés de Ballibió, tensino, anso-
tano, y el resto de hablas del prepirineo y sus somontanos.

Realmente, pretender extraer conclusiones del escaso espacio lingüístico


estudiado es prematuro si se tienen en cuenta todas las zonas cuya variedad de ara-
gonés tan apenas ha merecido la atención de un serio trabajo de campo. Las diver-
sas monografías existentes, así como el ALEANR, son instrumentos muy útiles y va-
liosos, pero insuficientes dada la situación sociolingüística del aragonés, que hace
realmente dificil cualquier estudio a fondo.
Incluyo esta variedad porque personalmente todavía la he oído en la calle y
parece gozar de más vitalidad que las otras hablas incluidas en la segunda zona. No
obstante, su situación cada vez parece estar más próxima a la de aquellas.
11
La modalidad de lengua que me interesaba ahora no era la de
los altos valles, sino esa otra de tierras más meridionales, la prepi-
renaica. La población que la habla va formando islotes geográficos
y sociales: en cada pueblo algunas casas, en cada casa algunas per-
sonas. De todo ello me ocupo más extensamente en el capítulo de-
dicado a la sociolingüística del Biello Sobrarbe.
Conocer el tipo de aragonés hablado hoy en día por una parte
de la población sobrarbesa es de importancia crucial. Se trata de la
continuidad geográfica de las variedades más conservadoras de la
lengua, desde el Sobremón hasta La Comuna. Estas hablas más me-
ridionales presentan, de Agüero a Costéan, una total unidad lingüís-
tica. También en catalán y occitano, por ejemplo, sucede lo mismo,
las variedades de montaña tienen particularismos y las de los llanos
son más uniformes. Esto puede constatarse en otras lenguas de con-
diciones geográficas similares. Existen igualmente lenguas cuyo es-
pacio es la montaña exclusivamente y están fuertemente dialectali-
zadas; el caso del retorrománico o rumanche es muy representativo.
El avanzado proceso de degradación y disolución en que se en-
cuentran todas las modalidades del aragonés hace urgente el estudio
de las más extendidas —las más desconocidas, sospechosamente.'

1.2.3. Hay que incidir también en un hecho harto frecuente en


algunos lingüistas como es el de realizar estudios de lenguas y dia-
lectos que apenas conocen o no hablan en absoluto. En mi opinión
es esta una actitud que denota falta de profesionalidad, además de
una estafa al público interesado, que espera del investigador una
competencia en aquello que es objeto de estudio. No deja de cons-
tituir, por tanto, una falta de garantía el realizar tesis sobre cualquier
lengua sin poseer un conocimiento completo de esta.

Puesto que un completo y decidido estudio de todas ellas mostraría una


gran semejanza con el nivel coloquial de lo que hemos dado en llamar aragonés co-
mún, el cual no es más que el conjunto de las variedades más extendidas, restaura-
do de erosiones fonéticas, morfosintácticas y léxicas.
12
No olvidemos tampoco que los estudios del aragonés realiza-
dos con esa menguada perspectiva se efectúan siempre en relación
con el castellano (o español). Para ello se llegan a realizar auténti-
cos malabarismos "científicos"; por una parte se habla de que el
aragonés es un dialecto directamente derivado del latín, pero por
otra se dice que es un dialecto español. En los libros de texto del
franquismo, catalán y gallego eran también dialectos del español.
Científicamente, ellos lo saben, esta postura no es sostenible.
Si el aragonés es dialecto histórico del latín, es una lengua neolati-
na, románica. No se puede ser dialecto de dos lenguas a la vez. Por
otra parte la obstinada consideración de dialecto social es una ase-
veración inconsistente. Estos mismos autores que hacen del arago-
nés un sociolecto del español, no aplican la misma regla para otras
lenguas que se hayan en un semejante estado de postración; el caso
del occitano es el más cercano. Tales actitudes se explican mejor si
analizamos los argumentos expuestos por dichos autores, que sue-
len contener no pocos elementos extralingüísticos.
En compensación a esta actitud —que en el fondo es de inmo-
vilismo— cada vez son más los lingüistas que, fuera y dentro del
Estado español, consideran al aragonés independientemente en el
conjunto de las lenguas neolatinas.'

Cabe citar a los lingüistas germanos Günter HOLTUS, Michael METZELTIN


y Christian SCHMITT, responsables del Lexikon der Romanistischen Linguistik
(LRL), hoy por hoy referente obligado en cualquier departamento de filología ro-
mánica. Los dos primeros son también coautores, junto a Wolfgang DAHMEN, Ot-
to GSELL, Johannes KRAMER y Otto WINKELMANN, de la obra Zum Stand der Ko-
difizierung romanischer Kleinsprachen. Continuando con filólogos alemanes,
también conviene citar a Dieter MESSNER y Hans-Joachim MÜLLER, autores de
Ibero-Romanisch. Einführung in Sprache und Literatur. Ciertamente, el ámbito
centroeuropeo germanófono es origen de la mayor parte de los estudios sobre la
lengua aragonesa. Es con Alwin KUHN cuando surge este interés, al escribir en
1933 su excelente Der Hocharagonesische Dialekt, más completo que la obra de
Manuel Alvar. En KUHN se opera un cambio de actitud hacia la consideración del
aragonés, pues de denominarlo dialecto en esa obra pasa a otorgarle la categoría
de lengua en otra escrita diecisiete años más tarde: El aragonés, idioma pirenaico.
13
No puede ignorarse, no obstante, que la situación que ofrece
nuestra lengua autóctona, y otras lenguas románicas, no es la mis-
ma que la que muestran las consolidadas lenguas de los grandes es-
tados-naciones europeos. Coincido con otros autores en que sería
más acertado, y más científico, actualizar la anquilosada y contra-
dictoria terminología y hablar de dos tipos de lenguas, a saber: las
lenguas estandarizadas o por elaboración y las embrionarias, la Ro-
mania A y la Romania B.6 En el ámbito de la Romania tenemos len-
guas que se han dotado de una cultura y un modelo estándar, culto

Con un pionero tal se explica perfectamente el interés de los filólogos alemanes y


austríacos hacia el aragonés.
Sin salirnos de Europa puede citarse también a Ives GOURGAUD, autor de varios
textos sobre tipología de las lenguas románicas, y sobre todo a Zarko MULJACIC,
lingüista eslavo y autoridad sobre el tema de la tipología de las lenguas romances.
Podría seguir con más autores pero cito a aquellos de más reconocido prestigio, que
consideran al aragonés desde una perspectiva neutral, científica, como lengua ro-
mánica que es. Fuera de nuestro continente, no puedo dejar de mencionar a Ado-
valdo FERNANDES SAMPAIO, filólogo brasileño autor de un completo manual: Lin-
guas e dialetos románicos. También en el Nuevo Continente citaré a la
estadounidense Barbara GRIMES, del Summer Institute of Linguistics, de Dallas,
autora del libro Languages of the world.
Seria injusto no mencionar también a aquellos colegas que dentro del territorio
español muestran igual proceder; me refiero a Francisco FERNÁNDEZ REI (Univer-
sidade de Santiago de Compostela) o a José Enrique GARGALLO GIL (Universitat de
Barcelona), entre otros, aparte de quienes trabajan fuera de España, como Xavier
LAMUELA (Universidad de Toulouse), Artur QUINTANA (Universidad de Spira, Ale-
mania) o Eduardo BLASCO FERRER (Universidad de Cagliari). Omito otros muchos
nombres por no hacerme demasiado pesado. Hace tan solo quince años el desco-
nocimiento de nuestra lengua era enorme. Contrasta con todo lo dicho que algunos
sectores de la Universidad de Zaragoza sean el núcleo más reacio al reconoci-
miento científico de nuestra lengua y que pasen por alto —o desacrediten— a au-
tores tan autorizados como los que he referido. Qué duda cabe que tras esta actitud
hay una serie de elementos estrictamente extralingüísticos, políticos para ser más
exactos, que siguen llevando a confusión y desinformación a numerosos filólogos
del mundo. Cualquier lingüista independiente que realice un trabajo sobre el ara-
gonés podrá deducir la autonomía y personalidad de nuestra lengua respecto al es-
pañol, castellano o como se prefiera llamar.
Por ejemplo el ya citado Zarko MULJACIC o también Giraldo MONTES e Ives
GOURGAUD, entre otros.
14
y literario: gallego-portugués, castellano (o español), catalán, fran-
cés, italiano y rumano. Estas son lenguas elaboradas, estandari-
zadas, y ello no es garantía para que algunas de ellas se hallen en si-
tuación diglósica (gallego y catalán), aun poseyendo un sólido
modelo estándar y una rica literatura.
Después tenemos las lenguas embrionarias, es decir, dialectos
derivados del latín, como las otras, pero en los cuales el hecho di-
glósico ha frenado su desarrollo cultural y literario: asturleonés, ara-
gonés, savoyardo' (o francoprovenzal), piamontés,8 retorrománico y
sardo. Algunas de ellas han iniciado un proceso de estandarización
que puede permitirles avanzar hacia una normalización, e incluso
algunas poseen una veterana literatura. Otras, en cambio, no tuvie-
ron la misma suerte y se quedaron en el camino por diversas razo-
nes: mozárabe y dálmata.
El particular caso del conjunto occitano-gascón es el de una
antigua lengua de cultura, con una koiné trovadoresca9 que, por cir-
cunstancias políticas conocidas, ha sufrido un largo proceso digló-

Ascou define esta "nueva" lengua románica en 1873 y le da el nombre de


franco-provenzal, que parece ser el que goza de más predicamento en la actualidad.
No obstante, prefiero utilizar el término savoyardo por parecerme el anterior muy
dado a malos entendidos. Tampoco se puede olvidar que Savoya constituyó una en-
tidad política, como condado en los siglos XIV y XV y como ducado entre el XVI
y el XIX. Agrupó los territorios savoyanos y aostanos y —en una época— casi to-
do el Piamonte, actualmente bajo administración italiana.
s El lector interesado en esta lengua puede acudir con provecho a la Gramá-
tica piemontésia de Camilo BRERO. Tras un estudio de las publicaciones disponi-
bles en esta lengua, sobre todo si se ha oído, no puede dudarse de su carácter inde-
pendiente respecto al italiano. A ella habría que añadir, sin duda, las hablas de
Lombardía y la costa genovesa (Ligur), que LóPEZ DEL CASTILLO agrupa conjunta-
mente bajo la denominación de norditaliá. No las conozco tanto como para defi-
nirme sobre su filiación respecto al piamontés o sobre su autonomía. Cuando men-
cione alguna de ellas, la distinguiré del piamontés.
9 "Un examen filológic serios de la koiné és summament delicat. Ara: aques-
ta koiné ha existit, i aixó és incontestable, i potser més normalitzada i tot que no
ens deixen entreveure els manuscrits, generalment més tardans". Peire BEC, La
llengua occitana, p. 84.
15
rico y glotofágico hasta nuestros días, en que su vitalidad social no
difiere en lo sustancial de la del aragonés.
En modo alguno ha de interpretarse esta clasificación en tér-
minos de superioridad e inferioridad. Ya hay quien cae en esta tram-
pa taxonómica, origen de los más variados prejuicios lingüísticos y
de intolerancia nacionalista. Se trata, muy al contrario, de elaborar
una tipología de las lenguas romances que evite las dogmáticas
compartimentaciones actuales, más atentas —y supeditadas— a cri-
terios de orden político que estrictamente filológicos.

1.2.4. Es evidente, no obstante, que una gran parte de nuestra


clase universitaria permanece insensible a la riqueza que supone la
conservación del aragonés (y del catalán). Esta actitud de pasividad
total es necesariamente hostil a cualquier intento de koinetización,
condición sine qua non en toda lengua minorizada que desee asegu-
rar su futuro. Véanse, si no, los casos del catalán, bretón o vasco, o,
más recientemente, del occitano y muy especialmente del romanche,
que se han dotado de un modelo de lengua común, literario e inter-
dialectal. Estas "invenciones", como muy maliciosamente dicen cier-
tos lingüicidas de guante blanco, tienen por lo demás precedentes tan
antiguos como el griego del divino Homero o la mencionada koiné
de los trovadores, elocuentes ejemplos ambos de lenguas elaboradas
que no se corresponden con ninguna modalidad concreta.
Hay entre nosotros quienes niegan aquí esa koiné, arremetiendo
gratuitamente contra el aragonés común, al cual califican de inven-
ción, pero ni siquiera conocen que dicho modelo estándar no es una
mezcla de dialectos, como —por ignorancia o mala fe— se empeñan
en insistir. Muy al contrario, el modelo de estandarización que se pro-
pugna —al menos entre los lingüistas— se sitúa entre el aragonés
central-pirenaico —la modalidad que mejor mantiene los rasgos re-
presentativos del aragonés en el marco de las lenguas románicas— y
sus hablas meridionales. Es decir, el espacio central de la lengua.
Esta tendencia a tener como referente culto una variedad cen-
tral es norma en muchos procesos recientes —y antiguos— de nor-
16
malización. Bastará recordar los casos del vasco, catalán y occitano,
además del español, donde las variedades meridionales y atlánticas,
con ser las más numerosas, no son precisamente las modélicas, sino
la de la meseta.
El panorama lingüístico mundial muestra multitud de ejemplos
en que algunos de nuestros filólogos entran en repetidas contradic-
ciones: se asevera ad nauseam que es falso hablar del aragonés co-
mo una unidad ya que se encuentra muy dialectalizado; en cambio,
no se tiene empacho en reconocer el carácter de lengua al retorro-
mánico, occitano, alemán, chino o árabe, que están aún más dialec-
talizadas, hasta el punto de que en las tres últimas habría que hablar
de lenguas independientes más que de dialectos.

1.2.5. En consecuencia, no he querido limitarme solamente al


clásico estudio descriptivo del habla, tan propio de los hispanistas.
Creo que el aragonés debe contrastarse no solo con el castellano, si-
no con las otras lenguas próximas. El presente trabajo contempla el
habla aragonesa como una lengua románica más, aunque dialectali-
zada y pendiente de elaboración, en la línea que otros autores han
venido siguiendo.t°
En mi condición de hablante cotidiano del catalán y como es-
tudioso del occitano y el francés, tengo presente la serie común de
elementos léxicos y morfosintácticos que el aragonés comparte con
ellas. Nuestra lengua se constituye en no pocas ocasiones como un
nexo entre las iberorrománicas, a las que pertenece, y las galorro-
mánicas, en las que incluyo al catalán."

m Vid. notas 5 y 6.
" Puede leerse a este respecto la traducción aragonesa del interesante artícu-
lo de Ives GOURGAUD, "L'aragonés y a clasificazión d'as luengas romanicas", Luen-
ga & Fablas [Uesca], 1 (1997), pp. 11-17. La clásica distinción entre un grupo
iberorrománico y otro galorrománico no acaba de ser convincente, pero no hay du-
da de que el catalán está muy próximo al occitano-lenguadociano (o central) y el
aragonés tiene muchos elementos en común con el occitano-gascón del Bearne.
17
Así pues, este trabajo quiere ser primeramente una radiografía
de urgencia de la erosionada variedad hablada actualmente en el
Biello Sobrarbe, que puede desaparecer en la primera mitad del in-
minente siglo. Es decir, pretende ser un estudio sincrónico del habla
viva. Pero también he puesto una especial atención en la diacronía
de la lengua, en estudiar y dejar constancia del máximo número de
elementos que, usados algunas décadas atrás, han caído, o lo están
haciendo, en total desuso.
Deseo, muy especialmente, que los sobrarbeses de conciencia
—fieles a sus raíces— puedan tener en esta obra un referente para
recuperar en su integridad la lengua que, de forma más general, hoy
habla ya una última generación en un estado gravemente deteriora-
do. Está en mi ánimo también que, en la medida de lo posible, el
presente estudio constituya un elemento más en el largo proceso de
dignificación del aragonés. Que esta monografía pueda ser un ins-
trumento útil más para profundizar en la configuración de una koi-
né, de un modelo culto de aragonés: única posibilidad de supervi-
vencia para nuestra lengua.

1.2.6. Finalmente, quiero apelar a razones humanísticas —tan


a menudo ausentes en nuestras ciencias—. Es alentador ver que
en un mundo tan uniformizado como el nuestro, en lógica contra-
partida parezca crecer entre algunas pocas personas la sensibili-
zación por las culturas más pequeñas, por el rico patrimonio eco-
lógico y etnológico, por los desvalidos, en definitiva. Los
lingüistas —con nuestros estudios— hemos de ser un instrumen-
to que contribuya al mantenimiento de esta pluralidad. Debemos
guardarnos de las frías actitudes pseudoacadémicas que bajo una
aparente indiferencia esconden talantes orgullosos, cultivados en
la vanidad y la egolatría.
No se me oculta, a pesar de todo lo dicho, que existen quienes,
actuando así, renuncian a posibilidades de futuro y parecen desear
levantarle al aragonés el acta académica que certifique su defun-
ción. Justificarse en la secular pasividad de nuestro pueblo, esgri-
18
miendo argumentos extralingüísticos, es lo más parecido a abando-
nar la actuación ante un enfermo terminal a quien ya nadie da espe-
ranzas. Aprendamos de los pueblos que han sido capaces de recu-
perar su lengua y su cultura.

1.3. EL ESPACIO FÍSICO Y HUMANO DEL BIELLO SOBRARBE

1.3.1. El área estudiada se corresponde aproximadamente


con el antiguo condado del Sobrarbe, que en los inicios del siglo IX
—en tiempos del conde Aureolo, muerto hacia el año 809— consti-
tuía uno de los pequeños y diversos enclaves carolingios con la mar-
ca superior de al-Andalus. La posterior expansión de aquel primer
territorio hace que se distinga hoy entre un viejo y nuevo Sobrarbe.
La división eclesiástica ha mantenido perfectamente la personalidad
territorial de aquel viejo condado, englobándolo casi en su totalidad
bajo el Arciprestazgo de Sobrarbe.
En la memoria colectiva de los más ancianos permanece toda-
vía una clara conciencia de qué pueblos comprende el Sobrarbe tra-
dicional. Una de las preguntas que formulaba a los encuestador con-
sistía en que me definieran qué era para ellos Sobrarbe, dónde se
hallaban sus límites y qué territorio designaron sus antepasados con
tal nombre. La mayoría coincide en que Sobrarbe abraca —como
dicen— el espacio delimitado al este por el río Cinca; al sur por el
espacio montañoso de la sierra de Olsón (Elsón) —probablemente
la que recibió el antiguo nombre de sierra de Arbe—, desde el Alto
del Pino hasta el tozal de Sebil; al oeste por la sierra de Balles, con
Morcate como población límite (a partir del tozal de Surta empieza
para todos el Sarrablo, de forma que Sarsa de Surta [Sasa] es la úl-
tima localidad sobrarbesa y Las Bellostas [As Balastas] la primera
sarrablesa), y al norte las tierras previas a la depresión del Ara, de
modo que no se incluye ni L'Aínsa ni Boltaña. Aún más precisa es
la división que se hace a su vez en esta zona, donde para algunos an-
cianos informantes el Sobrarbe estricto solo incluye el espacio com-
prendido entre las aldeas de Buil, Castillón, Cosculluela y Elsón, re-
19
cibiendo la parte más occidental la denominación —general entre
todos— de Tierra Buxo.'
En la tradición popular el topónimo Sobrarbe seguramente
nunca englobó el territorio que hoy se le adjudica, de forma que ni
los fobanos ni los habitantes de los valles de Broto, Fiscal, Bio, A
Solana, Bielsa y Chistau fueron vistos como parte del Sobrarbe.
Siempre se ha tenido claro que una cosa era Sobrarbe y otra A Fue-
ba y As Bailes:3 Ello no es óbice para que actualmente todos estos
territorios compartan solidariamente el ancestral nombre de Sobrar-
be, como de hecho ya sucedía en el Medievo, bajo el reinado del rey
Gonzalo. A lo largo de esta obra utilizaré indistintamente los térmi-
nos Biello Sobrarbe y Sobrarbe, y sus gentilicios, refiriéndome
siempre al territorio estudiado.

1.3.2. La subcomarca o, mejor aún, protocomarca del Biello


Sobrarbe viene a constituir una elevación respecto a las nuevas tie-
rras sobrarbesas del Ara, el Cinca y el valle fobano (las hoy llama-
das Fuebas alta y baja). Se trata de un territorio enmarcado al sur y
al oeste por sierras y al norte y al este por las cuencas del Ara y el
Cinca. Su primitiva capital estaba en torno al Castillo de Buil, pero
tras la toma de L'Aínsa esta villa del Ara se constituirá en nueva y
definitiva capital.
En el Biello Sobrarbe pueden distinguirse dos áreas definidas
por cuencas hidrográficas: la meridional, donde tiene su nacimien-
to el río Bero, con Barcabo como principal localidad, y la septen-
trional, que sigue el curso del río Ena hasta su desembocadura en el
Ara. En el punto medio entre ambas se sitúa Arcusa, antiguo centro

'2 Acerca del origen de este término, que comprende una zona de nuestra co-
marca, puede leerse el interesante y completo artículo titulado "¿Por qué Tierra Bu-
cho?", publicado en la revista Tierra Rucho, 2 (junio de 1997), pp. 9-14.
" Entre los diversos testimonios tradicionales, véase el del escritor belsetán Le-
onardo ESCALONA: "Como n'altros puestos pasa, / en Ribagorza e Litera, / e al igual
que per astí, / en Sobrarbe e per la Fueba...". NAGORE, Replega de testos..., p. 195.
20
BANASTÓN
SAN MARTÍN (::"/ GUASO
L'AINSA
t,A TORROZILLA AS CAMERAS
SAN
SANTA M.9 DE BUIL
CHERBE

MURILLO DE TOU
O PUEYO DE MORCATE SARRATILLO

COSCULLUELA
DE SOBRARBE
AS BILLOSTAS PRAMPALAZIOS
CAMPARRETUNO

CASTILLAZO 11/
CASTILLÓN
DE SOBRARBE A PARDINA
ARCUSA
O COSCOLLAR

A TORRE
OS PAÚLS
SAMITIER
O
SANTA 114.9
d'a NUEZ

LAMATA
BETORZ ORRE
ELSÓN
ESPITALED

BARCAB

LEZINA
I\ Barrio de la Iglesia

Mapa de situación del Biello Sobrarbe.


11
administrativo del municipio denominado Alto Sobrarbe entre los
años 1950-60, que a final de los años sesenta fue anexionado por el
de L'Aínsa, recibiendo todo ese amplio municipio el nombre de Aín-
sa-Sobrarbe. Por esta razón nuestra comarca también suele cono-
cerse como Alto Sobrarbe.
Los municipios en que tradicionalmente se ha distribuido la
administración local viejosobrarbesa hasta el siglo pasado eran, se-
gún MADOZ, con los topónimos que él usa: Guaso, Latorrecilla, San-
ta Ma de Buil, Arcusa, Castellazo, Castejón, Coscujuela, Erípol, Sar-
ta de Surta, Olsón, Bárcabo, Betorz, Lecina, Abizanda, Escanilla,
Ligüerre, Mediano, Samitier y Morillo de Tou. En la primera mitad
de este siglo ya se produjeron diversas anexiones, reduciéndose el
número de ayuntamientos, y así hasta el momento actual en que to-
do el ancho territorio se reparte en tres municipios, pues algunas po-
blaciones de la zona sur todavía conservan su independencia muni-
cipal agrupadas en los ayuntamientos de Barcabo y de Abizanda.
Esta vieja comarca evidencia ante la mirada del viajero atento
un pasado glorioso y próspero. Cada población constituye una lla-
mada de la historia, con sus notables casas de torreón adosado del si-
glo XVI, algunas de ellas verdaderas joyas arquitectónicas, como por
ejemplo Casa Juste de Arcusa o Casa Pallás de O Grau, por citar dos
de las más representativas. El patrimonio artístico sobrarbés merece-
ría un estudio aparte: sus casas con los tradicionales fogarils y cha-
mineras, sus escudos y reportals, sus viejos molinos farineros, sus
torres de vigía (no solamente la acicalada de Abizanda, sino también
Samitier, Arcusa, Escanilla...), sus iglesias —entre las que destaca la
parroquial de Elsón, merecedora de pronta restauración—, etc.
Otro tanto cabría decir del patrimonio natural. Una parte del te-
rritorio sur entra en el actual parque de Guara, con su notable diver-
sidad faunística, vegetal y los bellos parajes que la acogen. Pero no
se puede dejar de mencionar aquello que se perdió: los más ancia-
nos todavía cuentan historias de los lobos que a finales del siglo pa-
sado campaban a sus anchas por la comarca; de ello son testimonios
algunos topónimos: Lupera, Lupiecho, Lupargüelo... Mucho más
22
reciente en el tiempo es la desaparición del lince," pues todavía he
podido hablar con quienes aseguran haber sido testigos oculares de
la presencia de los últimos ejemplares que vivieron hace cuatro dé-
cadas. Comprendo que puede parecer extraño, pero hay que dar cré-
dito a testimonios que describen tan bien las orejas de dicho felino.
La comarca ha quedado al margen de la moderna dinámica tu-
rística que se concentra en la capital ainsetana como núcleo para di-
rigirse hacia los altos valles. Hasta hace algunos años el acceso des-
de el Semontano era practicable por las carreteras que remontaban
los altos de San Crapás, entre Colungo y Barcabo, y del Pino, entre
Nabal y Abizanda. Este segundo puerto se evita actualmente con la
nueva carretera que desde Lo Grau se dirige a Abizanda, salvando
con sus numerosos puentes, y curvas, los diversos barrancos que de-
saguan en el Cinca. El acceso es ahora más rápido, pero ha dejado
al margen a la población somontanesa de Nabal, que reclama con to-
da justicia una comunicación con este eje del Cinca y con Barcabo.
El resto de la red viaria sobrarbesa está muy dejada, tanto la carre-
tera que remonta San Crapás hacia Arcusa como las interiores, bien
comuniquen con ella o con la comarcal que va a Francia. Son en re-
alidad pistas asfaltadas en su mayor parte.

1.3.3. El territorio sobrarbés, no obstante, posee una riqueza


inapreciable: sus gentes. El hombre y la mujer sobrarbesa son un
modelo del hombre pirenaico: nobles, sencillos y hospitalarios.
Defender una lengua y una cultura no es defender algo abs-
tracto. En esta comarca, fundamentalmente es defender el derecho
de sus gentes a seguir viviendo en la milenaria tierra de sus antepa-
sados, a tener una calidad de vida y a apostar por unas mejoras eco-
nómicas que permitan a los, ¡ay!, pocos jóvenes que aún viven allí
contemplar el futuro con esperanza. Mantener la tierra de los an-

'4 ¿Quizás el lobo zerbal de nuestros /o/os? Así lo cree Rafel VIDALLER TRI-
CAS, al hablar con él sobre este tema, y así es en catalán: llop cerval, el lince.

23
cestros pasa en buena lógica por mantener todo el acervo que ellos
legaron; el lingüístico no es sino la expresión vital de esa herencia
que rebasa ahora los 1100 años desde su origen.
La erosión de la ancestral cultura sobrarbesa (lengua, costum-
bres, creencias, fiestas, ritos...) es la erosión de su activo humano.
Actualmente aquella tierra padece el mismo mal demográfico que
otras zonas de nuestras montañas: la despoblación. Todo el espacio
geográfico que he definido más arriba rebasa la treintena de núcle-
os (véase su relación detallada en el próximo apartado), de los cua-
les solo un escaso número puede considerarse poblado todo el año
sin solución de continuidad. Algo más de doscientos habitantes ocu-
pan hoy este vasto territorio, apenas hay niños que auguren un futu-
ro menos negro. ¡Qué lejos están aquellos bulliciosos años en que
los niños poblaban con sus risas y juegos las escuelas! Recuerdo có-
mo un informante de Olsón (Elsón) me contaba que en sus años mo-
zos había en la escuela del pueblo alrededor de cuarenta alumnos;
hoy Elsón apenas tiene una docena de pobladores y algunos niños,
con el agradable nacimiento de trillizos en el momento de escribir
estas líneas. La presencia juvenil tampoco es mucho más numerosa
y las muchachas en especial tienen más tendencia que los chicos a
marchar fuera en busca de un futuro mejor que el que allí les espe-
ra, conscientes como son de que su comarca no es precisamente la
niña mimada de políticos e inversores.
La comarca viejosobrarbesa vio muy mermada su población a
partir de los años sesenta, con el fenómeno de emigración hacia las
ciudades de la Tierra Baja, pero sobre todo hacia Barcelona. Pero tal
movimiento migratorio ya se había iniciado a finales del siglo pasa-
do. El país de Sobrarbe es hoy un territorio en el que la mayoría de
la población supera los sesenta años. En las dos próximas décadas
muchos de sus pueblos, como tantos y tantos otros en nuestro Alto
Aragón, serán en otoño-invierno pueblos fantasma. La baja densi-
dad poblacional hace que en dichas estaciones algunas poblaciones
queden deshabitadas, otras son el desolado hogar de una, dos o tres
personas y unos pocos cuentan con la docena de habitantes o más.
No en pocas ocasiones este momentáneo abandono de algunos pue-
24
blos propicia que algunos amigos de lo ajeno entren y roben en las
casas o que ciertos gamberros destrocen y deterioren un patrimonio
carente de custodia en el hostil y frío invierno.
No obstante, hay un atisbo de esperanza: los descendientes de
quienes tuvieron que marchar hace treinta o cuarenta años. En verano
el Biello Sobrarbe, siguiendo la tónica de toda nuestra Montaña, du-
plica y triplica su población. Las familias regresan del Semontano, de
Cataluña e incluso de Francia. Los residentes en tierras catalanas son
mayoría, rehabilitan los pueblos, las casas, mejoran los accesos (a me-
nudo del dinero propio —a bezinal—, sin apenas ayudas oficiales).
Los jóvenes se han educado en una sociedad diferente a la aragonesa,
están habituados a una realidad plurilingüe; algunos de ellos se mues-
tran sensibilizados ante la cuestión del aragonés, pues han estudiado
en universidades donde el tratamiento lingüístico que se da de las len-
guas románicas —incluido el aragonés— difiere notablemente del
que postulan algunos miembros de nuestra única y vetusta universi-
dad. En ellos está nuestra esperanza, la leve esperanza de inyectar en
el alba del próximo siglo sabia fresca al agónico cuerpo del Biello So-
brarbe y de su economía, de su cultura, de su lengua...
Pero no se me oculta que lo más probable en unos pocos años
será ver una comarca donde los ecos del aragonés se habrán perdi-
do para dejar oír en la temporada estival las voces de la lengua ca-
talana, y aun francesa y neerlandesa.

1.4. LA MACROTOPONIMIA DEL BIELLO SOBRARBE


1.4.1. La recuperación de los topónimos
Introduzco este apartado fundamentalmente por una razón de
fidelidad a los orígenes. En la toponimia oficial del Alto Aragón no
es raro encontrarse con graves errores que se han ido generalizando
en los diversos mapas, edición tras edición. Las imprecisiones, erra-
tas y malentendidos rayan en ocasiones lo grotesco. Una anécdota
que me sucedió al respecto explicará la necesidad de este apartado
mejor que cualquier otro argumento.
25
Al inicio del estudio publiqué un anuncio en una revista local
de Monzón en el que solicitaba la colaboración de aquellas perso-
nas de Sobrarbe que se afincaron en Monzón. La llamada venía se-
guida por la relación de todos los pueblos de la comarca, en la no-
menclatura oficial. Una de las pocas personas que me contestó
accediendo a realizar una encuesta lingüística manifestaba su dis-
crepancia con los nombres del anuncio, diciéndome que en la zona
se denominaban de forma a veces muy distinta. Aquella acertada
observación me decidió a encabezar el estudio con este apartado, re-
cuperando para el patrimonio altoaragonés los verdaderos topóni-
mos de las poblaciones sobrarbesas, unos pocos ya casi olvidados
en la memoria colectiva.
Convendría con urgencia que un equipo competente recogiera
y situara toda la toponimia altoaragonesa: oronimia, hidronimia...
De no hacerlo, muchos de estos ancestrales nombres pueden per-
derse en los años futuros, cuando desaparezcan los mejores conoce-
dores de nuestra orografía, quienes viven en su tierra.

1.4.2. Estudio de los macrotopónimos sobrarbeses


La forma autóctona va en cursiva tras la oficial. En lo sucesivo
citaré únicamente el nombre patrimonial, esté vivo o no. Cada topó-
nimo va acompañado de unos comentarios etimológicos. He de agra-
decer aquí la colaboración de Chesús Vázquez, quien me aclaró algún
nombre. En unos casos los topónimos son diáfanos, pero en otros se
muestran realmente celosos de su etimología. Se añaden, como com-
plemento, algunas notas de lo más reseñable de cada localidad.

El Grado: O Grau. En realidad es un barrio de Guaso, pero en la


cartografía aparece como núcleo diferenciado. Se trata del
mismo topónimo que el somontanés Lo Grau < lat. vg. *GRA-
DONE < GRADU, y aparece también en la capital de la Ribagor-
za occidental: Graus. Este término alude a una elevación que
representaba tradicionalmente un punto de acceso estrecho.
Así Lo Grau (El Grado) es una población que, enclavada en un
26
cerro, constituye el tránsito del Somontano a Sobrarbe, de la
Tierra Baja a la Montaña. Graus se halla igualmente en lugar
estratégico, pasado el congosto de Olbena; finalmente nuestro
habitual O Grau sobrarbés es el primer núcleo para acceder
desde la ribera del Ara a lo que, desde la vega, se denomina con
lógica Alto Sobrarbe.
En esta población cabe destacar arquitectónicamente, entre
otras, Casa Pallás —siglo XVI—, seguramente una de las más
monumentales de todo Sobrarbe, necesitada de restauración.
Guaso. En opinión de Ch. VÁZQUEZ" podría tratarse del antropóni-
mo celta Bostu. En 1187 se cita al tenente "B. de Benavent in
Baso" (A. UBIET0).16 Se trata de un núcleo típico de caseríos
separados en torno a un estratégico tozal. Estos barrios, ade-
más del ya mencionado de O Grau, son en el habla viva los si-
guientes:
O Tozal, tal vez de un prerromano *TAUCIA 'tocón', que ha da-
do en aragonés toza y sus derivados tozuelo, tozar y tozada,
además del orónimo.
O Puyal, derivado de PODIU > lat. vg. *PODIARE.
Santa Quiteria, hagiónimo que cuenta con numerosas ermitas
en el Alto Aragón.
A Closa < CLAUSU. En aragonés una closa es un 'campo cerra-
do y generalmente alargado, faja, bancal'(A. MARTÍNEZ). En
el Bajo Aragón closar tiene el significado de 'ultimar, cerrar'
(R. ANDOLZ). Otros derivados también en relación con este son
el topónimo fobano Murillo de Monclús, la antigua ermita de
Monclús en Mediano o el congosto de La Enclusa, que da ac-
ceso a Chistau.
L'Arrabal < ár. ar-rabad 'el barrio de las afueras'. Es topóni-
mo usual en diversas poblaciones aragonesas.

15 Informes personales.
16 UBIETO, Historia de Aragón, los pueblos y despoblados II, p. 616.
27
Bestreguí. Parece tratarse de un antropónimo. S. PALLARUEL017
lo relaciona con el apellido vasco Berastegui, bien pudiera ser
que por metátesis haya dado la forma actual.
Samper, de SANCTUS PETRUS, es antropónimo frecuente; por
ejemplo, el barrio del mismo nombre en Erípol.
En el primero de estos núcleos se conserva en perfecto estado la
esconchuradera del siglo XVI y los alazez de un torreón del XI.
La población posee algunas casas reseñables del siglo XVII,
además de la ruinosa ermita románica de San Quílez y la parro-
quial, también de origen románico, aunque muy transformada.
Latorrecilla: A Torrozilla. El conjunto de sus casas hace piña sobre
una estratégica elevación del terreno. Es topónimo habitual y
de claras resonancias defensivas, con un derivado de TURRIS
más el infijo -ACEA > -aza y el sufijo -ELLA > -illa. Indica una
pequeña construcción de vigilancia a cuyo alrededor se forma-
ría el primer núcleo poblacional, aunque ya no hay evidencia
alguna de torreón. Los nombres alusivos a fortificaciones, cas-
tillos y torreones abundan en Sobrarbe. No he registrado en
parte alguna la forma *A Torroziella, que debió de ser la ge-
nuinamente aragonesa.' g
Es de destacar su parroquial gótica, de finales del siglo XVI.
Morcat: Morcate. Es topónimo que todavía goza de cierta vi-
talidad. Todos los encuestados sin excepción han coincidido en
esta forma con vocal final, que muchos aún mantienen. En
1055 aparece como Morchato, es decir, Morcato. La forma ofi-
cial con pérdida de vocal final debe de ser muy reciente pues
a mitad del pasado siglo Madoz todavía habla de Morcate.

" Me lo comentó en un encuentro casual que tuve con él en Guaso. Parece ser
que hay unos documentos donde aparece dicho apellido.
'" Sin embargo, así figura en el apéndice toponímico, elaborado por Chesús
CASAUS, en la edición que PRAMES ha hecho del diccionario de MADOZ. He entre-
vistado a numerosos ancianos y nadie recuerda ya esta forma. Él me aseguró que lo
recogió a un hombre de la comarca, quizás sea una ultracorrección del informante.
28
Desconozco su etimología, pero tal vez esté relacionada con
algún derivado de MURU con el sufijo -ATU > -ato. Dada su pri-
vilegiada posición, a 1077 m de altitud, fue excelente puesto de
observación, ya que se desarrolló al pie de un castro medieval
cuyos restos aún son visibles. Es muy notable su iglesia parro-
quial, del siglo XII, con tres naves.
Lupargüelo y San Belián son barrios de Morcate. El primero
es un claro derivado de LUPUS > lupo, con el sufijo -ow > -ue-
lo. Del segundo se habla aparte.
San Velián: San Belián. Ya hemos visto que es un caserío de Mor-
cate, pero en los mapas viene indicado aparte. Es un antropó-
nimo que parece tener relación con alguna antigua ermita de
cuya memoria no queda recuerdo. No he hallado el hagiónimo
en santoral alguno. Este topónimo tiene un referente en Lleida,
donde se halla la población de Belianes, forma de femenino
plural de nuestro Belián sobrarbés.
Santa María de Buil. En realidad toma su nombre del primitivo nú-
cleo de Buil. Está apiñado alrededor del visible montículo que
todos los habitantes de la comarca denominan Castillo de Buil
y en el que efectivamente hubo fortificación de la que hoy no
queda sino el nombre. Desconozco cuál pueda ser el significa-
do de Buil, parece topónimo prerromano. ¿Tal vez provenga de
un *BUGILE?
La actual población está constituida por los dos barrios princi-
pales, cada uno con su iglesia: el de Santa María, muy deterio-
rado, y el de San Martín, con cuidadas casas y una hermosa
iglesia del siglo XI, de notable valor artístico.
Los barrios restantes son caseríos que distan del núcleo cen-
tral. Sus topónimos autóctonos habituales son:
Gabardilla, derivado de Gabarda, con diminutivo del sufijo
-ELLA > -illa.
Puballeta, compuesto, con reducción de triptongo, como Pui-
bolea o Puizinca, de Pueyo < PODIU y un diminutivo de bal o
halle <VALLE. La casa se encuentra en un alto, junto al río Ena.
29
Coronillas, derivado de CORONA más el plural del sufijo -ELLA
> -illa. Una corona es en aragonés una loma (en Arcusa hay un
barrio de este nombre).
Pelegrín < PEREGRINU. Puede estar relacionado con una antigua
ermita o, más probablemente, con un antropónimo de propiedad.
O Sarrato < SERRATU, Sarratillo y Sarratiás —Sarratiars—
(... onze casas, tres lugars, reza un popular dicho). El primero
es el nombre aragonés del accidente geográfico conocido en ca-
talán por serrat y en castellano por sierra, derivados todos del
lat. SERRATU. Se trata de un topónimo abundante en toda la co-
marca. Los otros dos, a partir de este término, aparecen con di-
minutivo y en plural. Es, en efecto, una zona de sierras desde
donde se divisa una amplia vista, lugar idóneo para una prime-
ra capitalidad sobrarbesa que precisaba seguridad territorial.
Brello, topónimo que da nombre a la sierra. Desconozco su po-
sible significado, a no ser que se relacione con el antiguo ver-
bo brollar 'brullir, hervir, barbotar' (A. ANDOLZ), indicando al-
gún manantial.
A Capana < lat. vg. CAPANNA, tomado a su vez de una lengua
prerromana. Posible referencia a un refugio pastoril en origen.
Es un conjunto notable, hermoso, con iglesia y herrería.
A Lezina < lat. vg. ILICINA, el mismo topónimo que Lezina, la
localidad más meridional de Sobrarbe, lo cual nos hace pensar
en una antigua abundancia de este árbol.
A Ripa < RIPA, nombre muy explícito respecto a su situación.
Y, finalmente, el caserío de Linés —Liners— < LINU, lugar
donde debió de existir abundancia de esta linácea, de la cual se
obtenía fibra textil.
De Os Rials (Urriales), se habla aparte.
En la arbitraria toponimia castellanizante, estos topónimos resul-
tan ser Gabardilla, Puibayeta (con incorrecto yeísmo), Coronillas,
Pelegrín, Sarratiás, Sarrato, Sarratillo, Bruello, La Capana (en
ocasiones ¡La Campana!), La Lecina, La Ripa, Linés y Urriales.
30
Urriales: Os Rials. Todas las personas mayores, e incluso más jó-
venes, coinciden sin excepción en el mismo nombre patrimo-
nial, y es de uso normal. Estamos ante un nuevo error de la to-
ponimia oficial y lo que ofrece el aspecto de un topónimo
prerromano no es sino un clarísimo topónimo romance. Deri-
vado de RIVALE, de iuvus, hace referencia a su orografia, pues
el conjunto de la población se halla repartido a lo largo de una
pendiente muy propicia a la formación de regueros.
En lo más alto cabe destacar la ermita, maldita según los au-
tóctonos, con elocuente e incompleta inscripción: LA MALDI-
CIÓN DE LA MADRE DESTIERRA DE...
Castellazo: Casti//azo. Otro topónimo militar, de uso general, deri-
vado de CASTELLU, con la i que también aparece en Castillón
de Sobrarbe o Castilló de Sos, en la Ribagorza alta, más el su-
fijo -ACEU > -azo. Hay restos de un castillo.
Arcusa. He aquí un raro topónimo cuyo posible significado me re-
sulta totalmente críptico. Parece prerromano.

Iglesia de Arcusa (Foto Fernando Alvira).


31
Aparte del núcleo existen los barrios de Castillo <CASTELLU,
en cuyas inmediaciones se conservan una torre pentagonal
—siglo XI— y un pintoresco lavadero, y Terrés —Terrers—,
plural de TERRARIU.
Merece especial mención el notable edificio de Casa Juste
—siglo XVI—, con torre defensiva y capilla de A Corona. En
dirección a Erípol se hallan las ruinas del otrora hospitalario
Mesón d'Arcusa.
El Coscollar: O Coscollar. Es topónimo vegetal, de uso general.
Debió de ser lugar abundante en cosco//os < lat. vg. *cuscuuo
(Quercus coccifera); añade el sufijo -ARE > -ar como marcador
de colectividad. Hoy abunda allí dicha planta.
Paúles: Os Paúls. Del lat. vg. PADULES 'terreno acuoso, húmedo'.
En el habla viva es imposible encontrar una sola persona que
conozca otro topónimo que no sea el oficial. El nombre lo re-
cogí de un informante, el cual me comentó que una tal Rosa de
Os Rials, ya fallecida, aún se refería al actual núcleo de Paúles
con el topónimo aragonés. Es, pues, el único testimonio, casi
in extremis.
En un censo de 1495 aparece ya como Paúls. De todas formas,
el artículo masculino no es el más propio a juzgar por la forma
femenina del término, por ejemplo, Las Paúls, en la alta Riba-
gorza. Lo cierto es que en los mapas de Labaña aparece como
Los Paules. Debe de tratarse de una castellanización del géne-
ro semejante a la que se da en Monzón en el término de Paú-
les o Las Paúles, que ahora les ha dado en tornar masculino.
Salvo que aparezcan nuevos datos coincidentes, la forma pa-
trimonial parece haber sido olvidada y nadie la reconoce como
propia, dado que no la han oído.
Cabe destacar la parroquial (siglo XVI) y dos dólmenes, el pri-
mero muy próximo a la ermita de San Isidro, a cuya puerta fue
a parar fragmentada la losa superior. El segundo, que se con-
serva íntegro y que incluye además gran parte del túmulo, es-
tá también cercano a la carretera, en el tozal de Puyoril.
32
Santuario de Santa María d'a Nuez.

Santa María de la Nuez: Santa María d'a Nuez. En su término se


halla el santuario del mismo nombre (Nuez < NUX, crucis), cu-
ya vinculación a este fruto seco merecería un completo estudio
simbológico. Su romería se celebra el día de Pentecostés y es
tradicional punto de encuentro de toda la Tierra Buzo. A la sa-
lida de misa los fieles dan tres vueltas alrededor del templo,
siempre en sentido levógiro.
En uno de los reportals destaca una interesante svástica o reli-
gada (símbolo cíclico —que no solar—) orientada en el mis-
mo sentido levógiro.
Sarsa de Surta: Sasa. Así, sin añadidos, y de uso habitual. En el
censo de 1495 aparece también sin esa r que nadie en la co-
marca dice: Sassa de Surta. El topónimo parece relacionarse
sin duda con Sasa de l'Abadiau o Sasa d'o Sobrepuerto y tal
vez derive de un plural protorromance de Saso: "planicie alta,
meseta, tierra alta y pedregosa" (A. MARTÍNEZ).
33
La parroquial es del siglo XVI. En las proximidades están las
ruinas medievales de Surta, topónimo que me resulta del todo
oscuro. Sobre el río hay un bonito puente y, aguas abajo, un
molino del siglo XVIII que los Amigos del Santuario de Santa
Ma de la Nuez están restaurando, como ya han hecho con otras
construcciones de la comarca.
Las Bellostas: As Billostas. También es posible oírlo con e, pero
son más numerosos los casos en que suena la i, sobre todo en
personas de edad. En el Semontano de Balbastro también lo
denominan así.' Podría relacionarse con birosta o brosta:
"porción grande, ramaje" (A. MARTÍNEZ). Este pueblo no es
considerado históricamente parte de Sobrarbe; todos los infor-
mantes coinciden unánimemente en ello, pues "pasau O Tozal
de Surta ye Sarrablo". Lo he incluido en el estudio por la pro-
ximidad con Sasa y por ser una población donde se conserva
un buen aragonés.
Interesante es la parroquial con pinturas románicas de transi-
ción y, en el curso del río Isuala, uno de los dos molinos hari-
neros, fechado en 1627.
Mondot: Mundod. Parece relacionarse con Mon < MONTE y algún
otro compuesto. Podría tener algo que ver con un MONDE +
OTO, emparentado con Mondoto, nombre de una partida próxi-
ma a Sercué, sobre Nerín. También existe el caserío de Mon-
doz, al sur de Ayerbe y ya en el término de Os Corrals. Cabe
relacionar ambos con Oto y Broto < BERG + OTO. Menos pro-
bable parece su origen en el diminutivo-peyorativo -orru > -ot >
-od. La -d final suena claramente como lo suele hacer en todos
los diminutivos (mozed, ferfed) o en el topónimo Espitaled.
Es de destacar una casa fuerte del siglo XVI y parroquial de la
misma época. Hay rótulos de calles en aragonés. La pista que

'9 Informes personales de Paz Ríos NASARRE, quien lo recogió a su padre Mi-
guel Ríos, de 72 años, natural y residente en Salas Altas: "En As Billostas, muchos
arizons".
34
se toma desde la carretera de Arcusa merecería ser asfaltada
hasta Elsón.
Olsón: Elsón. He aquí otro topónimo que ha caído en franco desu-
so. Una gran mayoría de los encuestados son unánimes en que
la forma autóctona es Elsón. Todavía está viva, pues hay algu-
na persona que la mantiene. Esta forma es utilizada en exclu-
sividad en los numerosos documentos de los siglos XVI, XVII
y XVIII que he podido consultar en esta población. Podría tra-
tarse de algún antropónimo fundacional, en opinión de Ch.
VÁZQUEZ godo." Acerca del paso de o- inicial a e-, véase el
apartado de la gramática en que se habla del artículo.
El núcleo principal está al pie de un pronunciado montículo.
Otros barrios próximos son: A Fuente < FONS, FONTIS; Solano <
SOL, SOLIS; Samper < SANCTUS PETRus o Plaza Alta, la Plaza
Baja y A Peña <PINNA.
En las proximidades se hallan las aldeas de Frontiñán, que pa-
rece un compuesto de FRONS, FRONTIS con sufijo -ANU > -an
(posiblemente se trate de un antropónimo); L'Almunia < ár. al-
munya 'el huerto', y As Ergualas (desconozco el significado
de este último).
Hay varios molinos de farina, entre ellos el de Betato < VETA-
TU. En el alto se halla la magnífica iglesia parroquial del siglo
XVI —MHA—, el mejor templo renacentista de todo Sobrarbe,
que clama desde hace tiempo por una urgente restauración.
Hay restos de fortificación medieval.
Javierre: Chabierre. El topónimo perduró entre algunas personas de
más edad hasta los primeros años de la posguerra, como recuer-
dan quienes se lo oyeron. Es harto dificil encontrar quien lo re-
cuerde, son escasos los testimonios y nadie lo utiliza ya, por lo
que hay que considerarlo extinto, como sucede con Paúls. En los
mapas antiguos aparece como Xavierre. El problema consiste en

20 Informes personales.

35
saber si la grafia X que en ellos se usa representa un fonema afri-
cado palatal /é/ o bien prepalatal fricativo /I. Es topónimo vas-
cón proveniente de ETXA-BERRI 'casa nueva' y que aparece en
otras poblaciones altoaragonesas: Chabierre d'Ara —Ribera de
Fiscal—, Chabierregai —Bal d'Echo— (cuyos habitantes reci-
ben el nombre de chaberrinos), Chabierrelatre —Trasuruel— o
Ixabierre —Ballibielsa—, entre otros, que indicarían nuevas
fundaciones al amparo de otra más principal, en este caso Elsón.
Cabe destacar Casa Coronas.
Erípol. COROMINES lo relaciona con el catalán Ripol1.21 En la ribera
del Cinca existe un caserío llamado también Ripol. Desconoz-
co cuál pueda ser su significado; desde luego no tiene relación
con su encumbrada situación, ya que tanto el Ripol mediocin-
queño como el Ripoll catalán están en una ribera, por lo que
nuestro Erípol no puede venir de RIPA. Junto al pueblo, vinien-
do de Arcusa, hay un mesón: A Potenziana, de POTENTIA más
el sufijo -ANA > -ana, cuyo nombre podría indicarnos su im-
portancia o bien tratarse de algún antropónimo.
En el barrio alto o de Domper < DOMINU PETRUS es de destacar
la casa del mismo nombre, con torreón del siglo XVI. La igle-
sia reclama inminente restauración. La vista que se contempla
desde allí no tiene precio: todo el viejo condado. En el barrio
bajo, Samper < SANCTUS PETRUS, hay una derruida ermita de
San Póliz, del siglo XVI.
Almazorre. Parece topónimo árabe. ¿Quizás en relación con el nom-
bre Almazor? Está distribuido en dos barrios, alto y bajo, en un
solano.
Conserva la esconchuradera y en la selba próxima existe un
dolmen. Hay un molino farinero restaurado y visitable.
Hospitaled: Espitaled. Todavía he podido registrar la forma patri-
monial aragonesa derivada de Espital; fue en Elsón, de forma

2' Vid. ONOMASTICON CATALONLI, voz Ripoll.


36
espontánea. El nombre ya aparece en el censo de 1495 (Espi-
talete), coincidiendo con diversos topónimos altoaragoneses:
Espital de Tella, Espital de Chistén, Pllan de I'Espital (Bal de
Benás). Espitaled es un compuesto de HOSPITALE más sufijo
-ITTU > -et > -ed. El topónimo vuelve a recordarnos el carácter
de importante ruta (recordemos los mesones de Arcusa y A Po-
tenziana o el de Sebil y Colungo, en el Semontano), que no so-
lo lo ha sido en lo que atañe a la comunicación humana sino
especialmente en lo pecuario. La población surgiría originaria-
mente alrededor de uno de estos mesones o espitals. Hasta
1834 se denominó Espitaled d'Espluguiello.
Este Espluguiello es un derivado del lat. vg. SPLECUCA, varian-
te de SPELUNCA más sufijo -ELLU > -iii0. Se trata de un despo-
blado medieval a medio camino entre Espitaled y Elsón que
conserva ruinas del castillo, una iglesia románica transforma-
da y restos de casas junto a unos pozos para cereales o agua ex-
cavados ambos en roca arenisca; el paraje es muy evocador.
En las inmediaciones se encuentra la casa de A Coloma < CO-
LOMBA, nombre que proviene de la pequeña ermita donde se
venera a dicha santa.
Bárcabo: Barcabo. Evidentemente el nombre patrimonial aragonés
se acentúa en forma paroxítona o grave, pues apenas existen
nombres esdrújulos en aragonés. Parece ser un topónimo pre-
rromano cuyo significado me resulta completamente oscuro.
Tras la iglesia hay restos de un castillo medieval. Hace años
que sus pobladores esperan una ansiada carretera que los co-
munique con Nabal.
Lecina: Lezina. Es un derivado de ILICINA, como hemos visto más
arriba en la aldea de Buil del mismo nombre. Aquí, más que en
ningún otro pueblo, está clarísimo el origen del nombre: todo
el mundo conoce la existencia en esta población de una cente-
naria lezina o carrasca, famosa en la comarca.
La fachada o frontera de Casa Sampietro (siglo XVI) es muy
bella. En los reportals de las diversas casas hay notables bla-
37
sones; llamó mi atención uno con una svástica o religada, tam-
bién levógira. En el barranco del río Bero hay numerosos co-
vachos con pinturas neolíticas. Es población turística, pues po-
see el único camping de toda la comarca. Está muy restaurada.
Betorz. Parece que estamos ante un plural típicamente aragonés a juz-
gar por la terminación en -z. No sé qué puede significar. No he
podido realizar la ansiada encuesta en esta población, pues su úl-
timo habitante —un excelente informador según mis noticias—
falleció. Nunca dejaré de lamentar no haber ido antes allí.
Abizanda. Es el primer pueblo de Sobrarbe viniendo desde Lo
Grau-El Grado. Se trata de un topónimo árabe, tal vez un an-
tropónimo. En 1059 aparece como Abinqala. Se tiene por deri-
vado de Ibn Sallam.
La población es muy conocida por su atalaya medieval, de ini-
cios del siglo XI. La parroquial es del XVI. Abizanda alberga
desde el verano de 1999 un museo de la religiosidad popular.
En sus inmediaciones se halla la ermita de San Beturián, don-

Abizanda, baluarte meridional de Sobrarbe.


38
de el domingo de enero más próximo a la fecha del santo tiene
lugar la tradicional romería d'os langostos.
Escanilla. Parece topónimo latino con sufijo -ELLA > -illa. Desco-
nozco su origen. En el censo de población de 1495 se mencio-
na como Escanniella, pero no he documentado esta forma, que
parece desaparecida de la memoria colectiva." Aunque se cite
en la reedición de MADOZ de Prames.
En las inmediaciones se halla un torreón medieval —siglo
XI— de planta pentagonal.
Lamata. No parece ser compuesto de artículo más sustantivo pues
ningún encuestado lo entiende así, ni los informantes nonagena-
rios, por más esfuerzos que hiciese en registrar un posible *A
Mata." Es muy probable que se trate de otra cosa. Yo diría que
es un participio fuerte, pero no acierto a dar con su significado.
Quizás tenga algo que ver con Toledo de Lanata (Lana, prado).
Ligüerre de Cinca: Ligüerre de Zinca. Es un topónimo vascón.
Proviene de IRI GORRI 'pueblo rojo', lo que alude seguramente
al buro 'arcilla'. Hoy es un pueblo rehabilitado por el sindica-
to UGT, que emprendió las reformas con O Mesón de Ligüerre
y posteriormente con el núcleo poblacional.
En el pueblo merece destacarse la casa fuerte O Palazio —siglo
XVI—. En sus proximidades estaban As Casas d'a Barca, don-
de una destartalada barca comunicaba Sobrarbe con A Fueba.
Samitier: Samitier o San Mitier. El nombre le viene de la iglesia
de homónima advocación que se halla en lo alto, junto al cas-
tillo, SANCTUS EMETERIUS. Se trata de un antropónimo franco.
En el censo de 1495 se menciona como Sant Mitier.24

22 Sin duda debe de tratarse de una ultracorrección del informante, pues no


queda nadie vivo con tanta memoria para recordar el topónimo.
" De nuevo, en el apéndice toponímico que CASAUS hace al MADoz mencio-
na *A Mata, topónimo del todo inexistente, que nadie interpreta como artículo más
nombre, ni los nonagenarios.
24 Una informante me dijo: San Bitier.

39
En las proximidades se hallan la ermita de Santa Baldesca —si-
glo XVI— y el castillo, conjunto conocido como Os Castillos
de Samitier, desde donde se divisa una estupenda y sobrecoge-
dora vista del Entremón y de las tierras fobanas y sobrarbesas.
Mediano. Parece un topónimo geográfico de MEDIANU, como indi-
cando ubicación; al pie de Sierra Ferrera hay una aldea del
mismo nombre. El nuevo pueblo es un protésico heredero del
que las aguas ahogaron bajo el inmenso embalse.
En el cenagoso fondo se hallan las derruidas piedras del
puente medieval, cuya autoría la leyenda atribuye al diablo,
una esconchuradera y la ermita de Monclús < MONTE CLAUSU,
de cuya roca manaba un milagroso y medicinal aceite (fue di-
namitada por el ejército). Solo el campanal de la parroquial
emerge constantemente como testimonio de un pasado que se
fue definitivamente. El viejo puente era el único que en toda la
montaña sobrarbesa permitía el paso del Cinca (A Zinca); los
otros pasos se hacían en rudimentarias barcas hasta que, mo-
dernamente, comenzaron a construirse nuevos puentes.
La Pardina: A Pardina. Topónimo habitual. En realidad es una al-
dea de Castejón (Castillón), la más próxima a la carretera que
sube hacia Francia. Es topónimo frecuente en todo el Alto Ara-
gón e indica nueva población medieval relacionada con la ga-
nadería de media montaña o el laboreo agrícola.
La Torre: A Torre. Topónimo habitual, derivado de TURRIS. También
es aldea de Castillón pero, como pasa con A Pardina, figura
aparte en todos los mapas. El nombre le viene o bien de la ca-
sa torre que todavía se mantiene en pie o, más probablemente,
de una anterior más antigua.
Castejón de Sobrarbe: Castillón d'o/de Sobrarbe o simplemente
Castillón. También es un topónimo militar derivado de CASTELLU
más el sufijo diminutivo -oNE. La antigua fortaleza se edificó
sobre un peñón que domina la población. No queda nada porque,
como en otros pueblos, sus piedras fueron empleadas en la cons-
trucción de la iglesia. Este topónimo aparece ya así en el censo
40
de 1495, Castillón, sin más adición y así siguió figurando en la
cartografía (consúltense los diversos mapas de Labaña).
El nombre de Castillón fue en efecto usual hasta hace tres déca-
das; casi toda la gente mayor encuestada lo usó u oyó, incluso al-
gunas personas de cuarenta años se acuerdan perfectamente de có-
mo padres y abuelos decían Castillón. Hoy ya no se emplea pero
ha sido recuperado en cierta medida por medio de una asociación
de vecinos bautizada como Castillón d'o Viello (sic) Sobrarbe y
cuya primera empresa ha sido la traída de aguas a la población.
Otros caseríos, con nombres más conservados, son: Casa Sierra,
antropónimo u orónimo de BERRA; O Zerollar, de zerollas, 'ser-
vas' en castellano; Os Paziniás —Os Paziniars—, un plural for-
mado sobre pazino < OPACINU; Linás —Linars—, lugar que de-
bió de abundar en lino (como el Liners que veíamos en Buil o el
Linars de Broto en Ballibroto), y As Casas d'Escapa, en tiem-
pos muy ricas (parece referirse a un antropónimo, cuyo étimo
desconozco).
Merece destacarse la parroquial gótica, fechada en 1557, que tie-
ne por autor a un tal Joan Tellet, el mismo que levantó la monu-
mental iglesia de Elsón. En las inmediaciones hay varias ermitas
(Santa Baldesca...) entre las que cabe destacar San Póliz> SANC-
TUS HIPOLITUS o San Polito (este último nombre parece una reela-
boración posterior sobre la forma castellana, los encuestados coin-
ciden en que la primera es la forma más genuina), cuya romería
se celebra el 13 de agosto, día del santo, y a la que antiguamente
eran llevadas las caballerías enfermas para ser curadas. Se entre-
gaban entonces unas talegas de farina y os güeis u os machos da-
ban varias vueltas, en sentido levógiro, alrededor de la ermita. To-
davía se conservan unas pocas ferraduras a modo de exvotos.
Camporrotuno: Camparretuno. Todos los encuestados coinciden en
usar la forma patrimonial, no hay vacilaciones en ninguna vocal.
El topónimo tiene relación con la estructura de castro o de fortifi-
cación medieval (< lat. vg. cAMPU ROTUNDO, todavía conservada
en L'Aínsa y perfectamente apreciable aquí: recinto urbano cerra-
41
do por accesos abovedados al norte y sur. Está también relaciona-
do con el Camprodon catalán. Además existe un microtopónimo
en la zona que viene a confirmar el mayor: Os Camparretuniellos.
En el sur de la población es de destacar un bello —y vivo— ur-
mo. La parroquial es del siglo XVI. Posterior en un siglo pare-
ce ser la notable Casa Cambra.
Coscojuela de Sobrarbe: Cosculluela d'olde Sobrarbe. Se trata de
un derivado de cosco//o < lat. vg. *cuscuuo (Quercus cocci-
fera), como en O Coscollar, más el sufijo diminutivo -OLA >
-uela. El nombre no ha sido documentado entre las gentes de la
zona, que parecen haberlo olvidado. Una encuestada de Muro
de Bellos se refirió a este pueblo con esta forma patrimonial
aragonesa que aparece ya en el censo bajomedieval de 1495,
escrita Coscullyuela, y llega hasta los mencionados mapas de
Labaña. Por ello traigo aquí su testimonio, recuperando el casi
extinto topónimo, que nadie parece recordar. Se ha conservado
además en el apellido Cosculluela, al igual que sucede con
Castillón, ambos linajes muy frecuentes en la comarca.
El conjunto urbano es notable, posee grandes edificios del si-
glo XVI con pasos abovedados. En la iglesia, junto al altar,
existían tres lauburus o religadas impresionantes que han sido
borradas junto con la mayor parte de las pinturas tras una muy
poco cuidada restauración; solamente ha escapado de tal desa-
guisado una hexafolia de la bóveda.
Plampalacios: Prampalazios. El topónimo es diáfano, un com-
puesto de Plano < PLANUM y palazios < PALATIU. A juzgar por
el nombre bien pudo ser un lugar de notable casa infanzona o
de realengo. Todos los encuestados lo pronuncian con el fone-
ma alveolar vibrante simple, confusión entre fonemas líquidos
que suele darse en aragonés: ro/lo (artículo en Somontano y
valles centrales), aquer/aquel (demostrativo en belsetán y res-
to de aragonés respectivamente).
El pueblo, al pie del actual embalse de Mediano, fue dinamita-
do (como sucedió con Bolturina, en la Baja Ribagorza, como
42
también fue el malhadado destino de Jánovas en la otrora fér-
til ribera de Fiscal). Solo se conserva la iglesia.
Morillo de Tou: Murillo de Tou. Otro topónimo militar en relación
con MURU más el diminutivo -ELLU > Es siempre Murillo,
con -u-, como sucede con Murillo de Llena, en Ribagorza. Tam-
poco aquí he podido documentar el sufijo más propio -iello,25
que sí se conserva en Moriello de San Pietro o en el santuario
de la Virgen de Moriello, en Broto. Parece que se ha perdido en
el habla viva. En dos ocasiones, y a personas de más al norte,
les he oído decir Murillo d'Aínsa, seguramente para diferen-
ciarlo del de montaña. En el censo de 1495 aparece como Mo-
rello de Tou. La población debió de surgir al amparo del antiguo
Tou, de cuya existencia queda el campanal como solitario tes-
timonio en lo alto de la peña O Cotón, donde son visibles las
ruinas medievales. Desconozco cuál pueda ser el étimo de Tou.
Murillo ha sido rehabilitado por el sindicato croo, está irreco-
nocible respecto a los años en que se hallaba lleno de pinos.

1.5. METODOLOGÍA DE TRABAJO

Mi propósito ha sido recoger el mayor material lingüístico po-


sible, ya sea por medio de encuestas, que han supuesto la fuente más
numerosa, ya sea a través de conversaciones o registros espontáne-
os. Este material ha sido posteriormente clasificado y analizado. Fi-
nalmente, en la redacción de la presente obra, se ha ordenado y co-
tejado con otras referencias del aragonés y de lenguas románicas
vecinas, en especial las galorrománicas.
Para la transcripción de frases y palabras empleo la ortografía
que se acordó en el 1 Congreso ta ra normalizazión de l'Aragonés,
Uesca, 1987, que como se sabrá sigue unos útiles criterios fonoló-
gicos y hasta la fecha ha prestado un buen servicio. En el caso muy

25 Así lo recoge CASAUS. Vid. nota 18.


43
concreto de representar algún fonema recurro al Alfabeto Fonético
Internacional.
Respecto a la etapa de recogida de material, ha habido dos fases:
una primera que me ha ocupado los meses de otoño e invierno de
1997/98, en la que me he entrevistado con informantes que viven fue-
ra de Sobrarbe, y la propiamente de trabajo de campo, en los meses es-
tivales de 1998 y 1999, en la que he encuestado tanto a quienes viven
todo el año en la comarca como a quienes regresan por vacaciones, de
Cataluña sobre todo. En total he residido en la comarca algo más de
tres meses, unos cuarenta días de forma distribuida en la primavera y
el verano de 1998 —la época en que estuve becado por el Instituto de
Estudios Altoaragoneses— y dos meses seguidos —julio y agosto—
en 1999. Las encuestas han cubierto los apartados fonético, morfosin-
táctico y lexicográfico, así como aspectos de sociolingüística y de li-
teratura de tradición oral. He ido encuestando sobre las diversas cues-
tiones estrictamente lingüísticas, presentando baterías de palabras. Por
ejemplo, en fonética, respecto a las oclusivas sordas, se recababa del
informante la forma que empleaba (polecón/polegón, melico/meligo) y
así sucesivamente con el resto de la fonética consonántica y vocálica.
Se ha encuestado seguidamente sobre morfología nominal y verbal —
y gramática en general—. Finalmente, en el apartado léxico, se han re-
alizado en principio recopilaciones de vocabulario por numerosos te-
mas, siguiendo la línea del ALEANR o el ALC, en cuyas encuestas me he
inspirado. Posteriormente he encuestado algunos de los diversos voca-
bularios publicados sobre el aragonés de zonas colindantes o próximas
a Sobrarbe (Semontano, Sobrepuerto, Bielsa, Fueba...) para constatar
la unidad léxica de la lengua. Cada uno de los elementos lingüísticos
ha sido contrastado en diferentes informantes de los puntos más extre-
mos de la comarca. En aquellos elementos de la lengua que habían ca-
ído en desuso solo he dado por válidas las informaciones en las que va-
rias personas coincidían (por lo menos media docena), habiendo
tenido que dejar fuera algunas otras que todavía no he verificado de
forma definitiva y que, en caso de considerar muy importantes, anoto
a pie de página. Todo lo recabado de esta forma ha supuesto una con-
siderable cantidad de material inicial.
44
Las conversaciones y elementos espontáneos, que solo la ob-
servación indirecta da, han sido no obstante muy numerosos, casi
tan importantes como las encuestas, y han aportado elementos muy
estimables, que en forma alguna habrían arrojado las encuestas más
elaboradas. Por supuesto que cualquier voz surgida espontáneamen-
te ha sido incluida, aunque otros no la usen ya. Cuando charlaba o
encuestaba, solía hacerlo en el aragonés castellanizado que allí se
usa. Habré realizado aproximadamente más de dos tercios de todo
el trabajo de esta forma. Si comprobaba que mi interlocutor mos-
traba conocimiento de la lengua por los evidentes aragonesismos
que usaba, empleaba el aragonés; en caso contrario utilizaba un cas-
tellano con aragonesismos.
Cada encuesta tenía una duración media próxima a las tres ho-
ras. Algunas personas han sido encuestadas más de una vez. Reba-
san la centena las horas invertidas en esta tarea. Se han registrado en
soporte magnético principalmente los textos de tradición oral. El
material escrito supera largamente los trescientos folios a una cara.
He procurado realizar la mayor parte de las encuestas acompañado
por personas de la comarca a las que conocía: amigos, vecinos o fa-
miliares de mis informantes.
Este trabajo no es sino una monografía de urgencia susceptible
de ser mejorada en futuras ediciones, puesto que no voy a perder el
contacto con la comarca ni a dejar de aprovechar toda futura posi-
bilidad que surja para investigar su lengua. Es de esperar que con su
publicación aparezcan nuevos colaboradores.
Todo trabajo de campo no es más que lo que una persona, en
unas circunstancias concretas, logra documentar. Los estudios dia-
lectológicos son materiales útiles pero incompletos. Es evidente que
ningún dato lingüístico es tan fiable como el que se deriva de la pro-
longada convivencia con los hablantes. Esta obvia carencia ha que-
rido ser suplida con la apreciable ayuda de las personas que han co-
laborado en mi empresa por el aragonés sobrarbés.
Sobre los problemas que plantea la realización de un estudio
como el presente y la actitud que el encuestado suele presentar ante
45
el lingüista hablo en el capítulo dedicado a la sociolingüística de es-
ta, para mí, estimada comarca.

1.6. RELACIÓN DE INFORMANTES Y COLABORADORES


Hay dos colectivos bien definidos de informantes: los que vi-
ven en la comarca desde su infancia y los que por diversas causas
tuvieron que marchar a otras zonas. Entre estos últimos hay un gru-
po —los asentados en Balbastro y Monzón— que continúa conser-
vando muchos elementos de la lengua o toda la lengua en su ero-
sionado estado. Como se verá, los encuestados de cada grupo
suponen cada uno casi la mitad del total.
El Biello Sobrarbe es, como ya se dijo más arriba, una tierra
muy despoblada. Hay localidades que quedan sin un solo habitante
durante el invierno: Castillazo, Mundod o Santa María de Buil y to-
das sus aldeas (Liners, Sarratillo), o con apenas un habitante, como
Os Rials, Erípol, Castillón u Espitaled. En estos casos he debido acu-
dir necesariamente a toda esa diáspora que reside en la Tierra Baja.
Debido a que son los mejores conocedores de la lengua, me
interesaba encuestar a personas de edad pocas de estas viven ya en
la comarca, por lo que se hacía del todo preciso acudir también en
su encuentro. Lo que interesa no es tanto dónde se halla el infor-
mante como que este sea competente lingüísticamente. Los mejo-
res informadores son los mayores, o próximos, a los setenta años
en adelante. Es asombroso constatar el abismo lingüístico que hay
entre ellos y quienes están por debajo de dicha edad. Una persona
de cuarenta años, o cincuenta, puede negarte que se halla usado tal
palabra o locución que entre los más ancianos aparece, a menudo
espontáneamente.
En consecuencia, he priorizado —siempre que he podido, pues
en ocasiones no resulta la cosa tan fácil— las encuestas a personas
de más edad, pero contrariamente no han sido raros los casos en que
informantes más jóvenes —y siempre con más conciencia de len-
gua— han supuesto una importante fuente de información.
46
Este trabajo hubiera sido mucho más arduo sin la decisiva co-
laboración de personas de la comarca, vivan en ella o no, y cuya pre-
sencia y ayuda me ha abierto todas las puertas entre sus familiares
y vecinos. Ha sido este un factor muy importante para el buen tér-
mino de mi estudio. Vaya, pues, primeramente mi más profundo
agradecimiento a estas inestimables colaboradoras:
—Luisa Castillo, natural de Moriello de San Pietro, hablante
nativa y compañera del Consello d'a Fabla Aragonesa. Ha imparti-
do clases de aragonés y lo escribe habitualmente. Trabaja en Corre-
os y reside desde hace muchos años en A Torrozilla con Paco Parra,
su compañero, que es natural de dicha población, donde alquilan
apartamentos de turismo verde. A ambos les agradezco de corazón
su generosa hospitalidad y a Paco el material folclórico que ama-
blemente me cedió. Son muy valiosas todas las informaciones que
Luisa me ha proporcionado sobre el aragonés que ella oye entre los
vecinos del pueblo y la comarca. Me acompañó en la encuesta de As
Billostas. He podido asimismo contrastar estos materiales lingüísti-
cos con los de su localidad natal y constatar una total unidad lin-
güística entre ambas zonas.
—Nati Castán Lacambra, natural de Castillón d'o Sobrarbe y
residente en Tamarit de Llitera, donde ejerce de maestra. Pasa todos
los períodos vacacionales del año y fines de semana en su localidad
natal. Vaya también mi gratitud a su familia, a quien agradezco su
amable hospitalidad. Nati me ha acompañado en varias encuestas
por su pueblo, además de A Torre y Camparretuno. Con ella estuve
también en la romería de San Póliz, buen momento para hacer con-
tactos. Fue ella quien, finalmente, me informó del descubrimiento,
en Camparretuno, de la pastorada de su pueblo.
—Ana Puyuelo, natural de Barcabo, reside allí en verano y en
L'Aínsa en otoño-invierno. Trabaja en la Mancomunidad de Sobrar-
be. Encuesté a su familia en Barcabo y me acompañó a Almazorre.
Sus informaciones me han sido también de ayuda.
Quisiera recordar nuevamente que el grueso de este estudio ha
sido posible gracias a una beca del Instituto de Estudios Altoarago-
47
neses, cuya ayuda para la investigación de nuestra maltrecha lengua
autóctona contrasta con la desidia de otras instancias públicas.
Igualmente quiero dar las gracias a Trini Grasa, de Elsón, respon-
sable de la residencia de ancianos La Solana, de L'Aínsa, donde realicé
alguna encuesta; a David Ramos, de Puertolas, futuro gran gaitero, que
me acompañó a varias entrevistas por Barcabo; a Milio Gracia, que
amablemente me pasó vocabulario de A Cort (ribera baja de Fiscal) pa-
ra contrastar en este estudio; a Chusé Raúl Usón, escritor y editor en
aragonés, amigo y compañero del Consello d'a Fabla Aragonesa, quien
me acompañó en uno de mis viajes, en una encuesta en Elsón.
Finalmente, vaya también mi gratitud a Roberto Serrano, edu-
cador de adultos en Sobrarbe y compañero en la dignificación y en-
señanza del aragonés, quien me facilitó el contacto con Trini Grasa
y Ana Puyuelo; a Antón Eito, que me aclaró algunas dudas semán-
ticas acudiendo al Tresoro d'a Luenga Aragonesa, importante pro-
yecto lexicográfico del Instituto de Estudios Altoaragoneses en el
que trabaja junto a otros compañeros, y a Chesús Vázquez, de nue-
vo, por su asesoramiento en toponimia. Gracias también a José Vi-
cente Ferrández, que me ayudó con los nombres de las plantas.
Un agradecimiento muy especial merece la mejor, sin duda, de
todas y todos mis informantes: Sara Lucía Serrate. Su ayuda ha si-
do incalculable.
A continuación va la relación, por pueblos, de todas las perso-
nas encuestadas. Cuando se indica que hace años que dejaron su pue-
blo hay que entender que me refiero casi en su totalidad a la marcha
generalizada de finales de los sesenta y principios de los setenta. An-
te la disyuntiva de agrupar la relación por los antiguos municipios o
por núcleos, he optado por esta última. Por lo tanto poblaciones que
nunca han tenido entidad propia, como A Torre o Liners, las men-
ciono por separado, dado que el núcleo grupal humano está, en mi
opinión, por encima de cualquier administración civil. La mayoría de
los informantes tienen un uso más o menos conservado de la lengua
y todos la conocen perfectamente. Pero son los más mayores los que
más nivel, sin duda, poseen. Cuando el informante haya sido en-
cuestado en más de una ocasión, se indica el número de encuestas:
48
A Pardina
Polito Seas Paco, nacido en 1939, de Casa Fumanal. Ha-
ce muchos años que bajó a vivir a Balbastro.
A Torre
Adriana Rufas Buil, de Casa Rufas, nacida en 1914, y su
hijo, Daniel Cabero Rufas, nacido en 1936. Son los úni-
cos habitantes del pueblo en otoño-invierno.
A Torrozilla
Luisa Castillo, natural de Casa Campo, en Moriello de
San Pietro, nacida en 1957. Me ha aportado numerosos
datos sobre hablantes de este pueblo y de Guaso.
José María Buetas Sampietro, de Casa Sampietro, nacido
hacia 1934. No le he realizado ninguna encuesta, me he
limitado a fer orellas y recoger el máximo de elementos
ya que es un individuo que usa la lengua sin vergüenza, y
además lo tenía por vecino, ya que fue en esta población
donde residí los dos meses del verano de 1999.
Arcusa
Ángela Albás Español, natural de Puimorcate. Nacida en
1922, casó en Casa Broto de Arcusa.
As Billostas
Alejandro Sierra Sierra, de Casa Molinero, nacido en
1946. En este pueblo todo el mundo mantiene un arago-
nés muy interesante, que es fundamentalmente el princi-
pal islote superviviente del sarrablés hablado en el valle
de Nozito y pueblos próximos, y no sobrarbés, pues como
ya se dijo este pueblo es históricamente Sarrablo, aunque
esté hoy bajo la administración sobrarbesa.
Barcabo
Juliana Peñart Jiménez, nacida en 1913 en Casa Jiménez
de Lezina. Le hice dos encuestas.
Elena Broto, de Casa Pozino.
49
Daniel Lalueza Mata, de Casa Paco, nacido en 1921. Ha-
ce cuatro décadas que vive en Cataluña.
Encarna Arasanz Lalueza, de Casa Salamero, nacida en
1922.
Camparretuno
Luciano Lacambra Arasanz, de Casa A Cambra, nacido
en 1932. Realicé dos encuestas.
Ramón Sarrablo Lanau, de Casa Sarrablo, nacido en
1937. Hace años que vive en Cataluña.
José Buil Linés, de Casa Cazcarra, nacido en 1921.
Emilia Pallás, 1913-1999. Vivía desde hace años en Esta-
dilla.
Ascensión Pallás Plana, de Casa Pallás. Nacida en 1906,
hace años que reside en Barcelona.
Castillón
Andrés Escapa Cardiel, de Casa Sarrablo, nacido en
1933. Es el único habitante del pueblo en otoño-invierno.
Joaquín Lacambra Latre, del Molino Villacampa, nacido
en 1923 y su esposa, Asunción Juste Sopena, de Casa O
Ferrero de Castillón, nacida en 1925. Hace años que vi-
ven en Binéfar. A ella le realicé dos encuestas.
José Luis Alastrué Torres, de Casa Alastrué, nacido en
1929. Hace muchos años que vive en Barcelona.
Cosculluela
Ascensión Cosculluela Fantoba, de Casa Mora, nacida en
1913. Vive en la residencia La Solana de L'Aínsa.
Elsón
José Grasa Orús, de Casa Grasa, nacido en 1920. Le hice
dos encuestas.
Carmen Pardina Lalueza, de Casa Falceto, nacida en
1943. Reside en la localidad sobrarbesa de Arro.
50
María Lalueza Nacenta, nacida en Barcabo en 1914, y
Juan Antonio Cavero Rufas, nacido en Betorz en 1942. A
él le realicé dos encuestas.
Antonio Puyuelo Valero, de Casa Arcas, nacido en 1932.
Erípol
Mariano Buil Bernad, de Casa Muzás, nacido en 1923. Es
el único habitante del pueblo en otoño-invierno. Le hice
dos encuestas.
Guaso
María Torrén Buil, de Casa Torrén, nacida en 1922.
Lezina
Máxima Olivera Villacampa, de Casa Olivera, nacida en
1932.
Pascual Palacio Mur, de Casa Otín, nacido en 1930. Son
matrimonio y hace años que viven en Monzón (son veci-
nos míos).
Liners
Lucía Sara Serrate, nacida en 1935. Hace muchos años que
vive en Monzón. Sus datos y precisiones en el vocabulario
han sido inestimables. Me ha puesto, además, en contacto
con otros informantes de Buil. Le he hecho siete encuestas.
Morcate
José Campo Cavero, de Casa Juste, nacido en 1920. Ha-
ce muchos años que vive en Monzón. Su esposa, de Sil-
bes, también aportó datos de interés.
Mundod
Chusé Noguero Puyuelo, de Casa Nuguero, nacido en
1937. Hace muchos años que vive en Cataluña. Escribe y
canta en aragonés y habla perfectamente el catalán. Tiene
una notable conciencia lingüística. He tenido dos entre-
vistas con él, muy fructíferas. En la revista Fuellas (cfr.
bibliografía) se publicaron varios vocabularios suyos. He
51
contrastado todos los datos que allí daba, y los nuevos,
con Sara Sarrate de Liners y con José Grasa de Elsón. Las
palabras de aquellos vocabularios que no aparezcan aquí
han sido desechadas por no autóctonas.
Miguel Pardina, de Casa Berroy, nacido en 1936. Hace
años que vive en Monzón.
Paúls
Raúl Giral Arcas, de Casa Vicenta, nacido en 1966 y su
padre, Raúl Giral Palacio, de Casa Grasa de Santa Ma d'a
Nuez, nacido en 1934. El primero trabaja en el pueblo y
reside en L'Aínsa. Le hice dos encuestas.
Os Rials
Mariano Román Juste, natural de O Sarrato, nacido en
1907. Casó en Casa Pelegrín de Os Rials y marchó des-
pués a vivir a Cataluña. En agosto del 99 todavía gozaba
de buena salud.

Mariano Román Juste, informante de Os Rials.


52
Santa María de Buil
Pilar Pallás Román, de Casa Pallás, nacida en 1937. Vive
en Monzón desde hace muchos años. Posee una carnice-
ría en mi barrio. Me ha sido muy útil en la introducción
con las dos informantes siguientes:
Matilde Juste, de Casa Escapa, nacida en 1928.
Ángela Arasanz, de Casa Juste de Sarratillo, nacida en
1920. Ambas viven juntas en Monzón desde hace muchos
años.
Sarratillo
Joaquín Arasanz Juste, de Casa Juste, nacido en 1923.
Hace muchos años que vive en Monzón.
Sasa
Encarnación Sánchez Valero, de Casa Sampietro, 1916-
1999. Vivía en L'Aínsa (Barrio Banastón).

53
2. Elementos para una sociolingüística
del Biello Sobrarbe

2.1. CAUSAS SOCIALES DE LA ACTUAL SITUACIÓN LINGÜÍSTICA


2.1.1. La actual situación de precariedad en que se encuentra la
lengua aragonesa en nuestra comarca poco difiere de la del resto del
Alto Aragón. Emprender actualmente cualquier estudio de una va-
riedad del aragonés sin tener presente que estamos ante una lengua
minorizada y en serio peligro de extinción supone ofrecer una in-
formación descontextualizada.
Con el presente capítulo me propongo ofrecer unas nociones
sobre la realidad sociolingüística sobrarbesa. Cada vez son más los
estudios que dedican un apartado a esta rama de la lingüística y en
el caso del aragonés existe una prolongada carencia que conviene ir
subsanando. Entiéndase este capítulo como una contribución a di-
cho vacío.
La población encuestada no tiene casi en absoluto una
conciencia lingüística definida, ni siquiera son unánimes en deno-
minar su modo de hablar. Preguntados sobre el nombre que dan al
habla tradicional, se aprecia el complejo lingüístico que, genera-
ción tras generación, ha ido dejando la escolarización, ya desde
principios de siglo.
Las respuestas más mayoritarias designan la lengua autóctona
como charrar basto o hablar mal; también he oído alguna afirma-
ción como que el habla es una mezcla de catalán, francés y caste-
55
llano, y otros la designan como "castellano antiguo". Solo alguna
respuesta aislada habla de fabla de Sobrarbe, fabla o aragonés.
En el primer caso, preguntando por la razón de tales denomi-
naciones, aparece siempre el referente escolar. Decir "hablar mal o
basto" o "castellano antiguo" es reproducir los términos en que los
maestros y maestras se referían al aragonés en la escuela. Todos los
encuestados reconocen que esas etiquetas surgieron en la escuela:
`no habléis basto', 'aquí habláis muy mal, una mezcla rara de cata-
lán, castellano y francés', etc. Esa era toda la "pedagogía" que las
escuelas ofrecían ante un hecho lingüístico diferente del oficial y
mayoritario.
No fueron solo las escuelas franquistas las únicas responsables
de esa actuación. Las primeras maestras de principios de siglo y los
enseñantes del gobierno republicano tenían la misma actitud des-
pectiva hacia el aragonés. Resulta muy sorprendente que aquellos
profesionales de la enseñanza actuaran como correctores de lo que
debieron de entender como una forma baja y erradicable de lengua.
Sorprende más si se piensa que hasta los años cincuenta el aragonés
de Sobrarbe era hablado por la mayoría de la población y en un es-
tado menos erosionado que el actual, es decir, más alejado del cas-
tellano. Ahora ya no hay hablantes monolingües, puros; los últimos
hablantes que tenían serias dificultades para expresarse en castella-
no murieron hace tan solo quince o veinte años. Todos los que tra-
bajamos in situ por el aragonés los hemos oído hablar.
Es evidente que al carecer nuestro viejo romance de estudios y
de tradición literaria, al ser lengua limítrofe con el catalán y además
más próxima al castellano que aquella, las ideas lingüísticas de la pri-
mera mitad de siglo no estaban apenas definidas entre aquellos en-
señantes o bien su formación dejaba patentes las carencias de la po-
bre visión de un estado monolingüe que todavía hoy se dejan sentir.
Esta falta de atención a la diversidad lingüística ha sido por lo demás
común a la derecha y la izquierda clásicas y solo en estos últimos
años de desigual democracia van cambiando las cosas en algunos
sectores, aunque con lentitud hispánica, muy muy lentamente.
56
Hay que recordar igualmente que el tardío descubrimiento
científico del aragonés se produce a principios de siglo26 y que la
posterior dictadura franquista ahoga cualquier expresión de diversi-
dad lingüística en todo el territorio estatal. En aquellos años se con-
sagra la dependencia del aragonés respecto al castellano que ha si-
do la única visión válida hasta hace poco, cuando ya una parte de la
comunidad científica empieza a considerar nuestra lengua con inde-
pendencia de argumentos extralingüísticos panhispánicos que la te-
nían —y tienen— postrada en la categoría de servil dialecto.
Si lenguas estandarizadas antes de la guerra, como el catalán,
sufrieron una proscripción total, una lengua secularmente rural co-
mo era el aragonés, completamente carente de un estándar culto e
ignorada por las clases altas, iba a tener un futuro más negro toda-
vía. Cualquier manifestación lingüística diferente a la castellana era
vista en el Aragón de la primera mitad de siglo en función del cas-
tellano o del catalán. Ni siquiera el catalán hablado en la zona orien-
tal recibía tal nombre, pues aún hoy quedan usos del entonces fre-
cuente, xenófobo y peyorativo término de "chapurreau". El término
"fabla", a secas, dicho sea de paso, parece tener en no pocas oca-
siones unas connotaciones muy similares.
Conversando con mis informantes acerca de aquellos años de
escolaridad, no es de extrañar que lo que más claramente se eviden-
cie sea el complejo de hablar "raro" que se les inculcó insistente-
mente: "La hostia esa de las efes", me recordaba un informante al
evocar las horas de clase. En cada escuela de Sobrarbe se proscribí-
an todos y cada uno de los elementos en que el aragonés difería del
castellano: debían eliminarse todas las efes iniciales, decir farto y
farina no era correcto, como tampoco lo eran otros sonidos y ele-
mentos de la lengua; los gichons se transformaban en `guijones', las
mullers en 'mujeres', las güellas en `ovejas'... y así con toda la fo-
nética, morfología y sintaxis de la lengua. El léxico pasaba desaper-

26 El filólogo lorenés Jean-Joseph Saroihandy, a instancias de Joaquín Costa,


fue el primero en recorrer el Alto Aragón en un trabajo de campo.
57
cibido en ocasiones, tenido por particularismos regionales. En cam-
bio no había problema en que en francés se dijese farine. Un ejem-
plo de que hablar aragonés era hablar un castellano incorrecto pare-
ce deducirse de los versos 129-130 de la recientemente descubierta
pastorada de Castillón, elaborada seguramente por un sacerdote:
. . . perdonad, santo glorioso, los errores de la lengua", y quizás el
44

verso 145, que dice: "Confieso mi cortedad...".' Aquellas escuelas,


como cabrá suponer, no tenían nada que ver con la concepción pe-
dagógica actual. El castigo físico, la vejación moral y la humillación
pública eran norma docente, y emplear una sola expresión en ara-
gonés dentro de la clase era convertirse en objeto de cualquiera de
esas "medidas disciplinarias".
Otro factor social añadido era que las maestras —generalmen-
te hubo más mujeres en la enseñanza— solían hospedarse en una de
las casas del pueblo, que acostumbraba a ser siempre la "mejor" ca-
sa. En aquellos "privilegiados" hogares la mentalidad correctora ha-
cía más mella, los integrantes de la familia anfitriona imitaban pau-
latinamente el modo de hablar de la maestra, las hijas la seguían
igualmente en los modos y maneras asimilando también su modo de
vestir. Poco a poco aquella casa se tenía por más "fina" y era un re-
ferente para los otros vecinos. Los "nuevos aires" sociales de los nú-
cleos castellanizados de Tierra Baja iban entrando poco a poco y
constituían una ventana a otra sociedad.
A la vista de todas estas vivencias que he podido recoger, hay
que considerar que la escuela fue sin duda alguna el principal factor
que hizo al hablante de aragonés avergonzarse de su lengua. Entre las
personas mayores de cincuenta años esta actitud está casi generali-
zada. Las escuelas del régimen fascista incrementaron esa lamenta-
ble dinámica de una forma completa y casi definitiva. Pero no debe
olvidarse en absoluto, repito, que la escuela anterior al 36 —inclui-
da la republicana— fue pionera en tratar el aragonés con la misma
ignorancia y desprecio.

" Véase, al final, el apéndice II, donde se publica el texto completo.


58
De todas formas el proceso general de erosión de la lengua
—aquí y en todas partes de nuestro viejo reino— no se explica solo
con este importante factor. La historia de los siglos XVIII y XIX de-
be ser analizada con profundidad para precisar otros causantes del de-
terioro de la lengua. El desprestigio del aragonés viene sin duda de
mucho antes y cristaliza políticamente en el nefasto Compromiso de
Caspe en 1412, que supondrá la entrada en nuestro país de una dinas-
tía castellana y que acabará completándose con la abolición de nues-
tros fueros y libertades en 1707 por el rey Felipe V (IV en Aragón).

2.1.2. Otra institución que mostró actitudes similares fue la


Iglesia católica. Hay que decir en honor a la verdad que, si en las es-
cuelas la marginación del aragonés era casi general, entre el clero ru-
ral se daba alguna excepción, pero eran muy pocas. En ocasiones al-
gún sacerdote debía hacerse cargo de la docencia de forma temporal.
Eran aquellos años en que —para hacernos una idea de la "pedago-
gía" existente— el simple hecho de ser zurdo ya era motivo para re-
cibir un castigo físico. Hablar aragonés lo era doblemente.
En Aragón la Iglesia no realizó una labor de identificación con
la lengua, ni siquiera se aproximó folclóricamente a ella." El vasco y
el catalán, por contra, deben mucho de su actual supervivencia y dig-
nificación a la decisiva protección de la Iglesia católica y en conse-
cuencia a la burguesía practicante. Personalmente me cuesta entender
cómo una institución tan milenaria que se define universal (católico:
universal, completo) ha tenido actuaciones tan diferentes y contradic-

28 Hay que anotar, no obstante, la ocasional celebración de misas en subdia-


lectos cheso y benasqués —hasta donde yo sé— y también en aragonés común,
modalidad interdialectal en la que también se han celebrado diversas bodas y bauti-
zos. En este sentido destaca sin duda la figura del recientemente desaparecido mo-
sén ANDOLZ, autor del mejor diccionario existente sobre el aragonés e incansable es-
tudioso de nuestras raíces. También cabe mencionar la persona del sacerdote
escolapio Ricardo MUR, y algunos otros párrocos rurales. Pero se trata siempre de
actitudes y compromisos personales, pues la Iglesia, en cuanto institución, continúa
recelosa a la promoción de nuestras dos lenguas autóctonas, aragonés y catalán.
59
tortas con las distintas culturas del mundo, poniéndose al lado de las
mayorías o las minorías según la coyuntura del momento. Un ejemplo
de esta actitud de la jerarquía eclesiástica lo tenemos en un informan-
te que me recordaba cómo en una ocasión en que el obispo acudió en
visita pastoral corrigió un antropónimo aragonés de una feligresa:
"dígase Eulalia, no Olaria". Este tipo de "correcciones" eran muy ha-
bituales en todos los nombres de santos: Póliz se disimulaba en Poli-
to o aparecía plenamente como Hipólito, Beturián pasaba a ser Vic-
torián..., puesto que eran nombres muy comunes en los bautizados.
La administración también contribuyó a deteriorar nuestros an-
tropónimos al readaptar a la fonética castellana algunos apellidos.
Un informante me contaba cómo "en Madrid" le habían cambiado
el apellido Cosculluela por Coscujuela. El actual apellido Jibanel
era conocido antiguamente como Chibanel. Algunos nombres ape-
nas sobrevivieron al 36, dado que su fonética era muy extremada pa-
ra los contemporáneos: Chusé, Chaime..."

2.1.3. El desprestigio que el aragonés experimentó en la es-


cuela se vino a sumar a la transformación socioeconómica de la so-
ciedad rural y su contacto con el "mundo exterior". Hay que recor-
dar que hasta hace poco el viaje más largo para las gentes de la zona
era bajar a Balbastro. Uesca y Zaragoza se sentían como muy leja-
nas. No será ocioso insistir en que la última generación que usó en
general de la lengua era la última que se iluminaba con tiedas, la úl-
tima que no podía prescindir de los machos, los burros y los güeis
para las labores agrícolas. Hay una generación, sin embargo, que ha
pasado de vivir todo eso a alumbrarse con luz eléctrica, a sustituir
los bajes por variados vehículos y toda clase de tecnología.
La paulatina introducción de la radio primero y, muy poste-
riormente, la televisión fue igualmente decisiva para el conoci-
miento de otro modelo lingüístico diferente al que se usaba en So-

" Actualmente, por fortuna, cualquier ciudadano o ciudadana puede recuperar


su nombre autóctono o adoptar la forma vernácula del correspondiente castellano.
60
A Capana, donde el aragonés enmudeció.

brarbe; en definitiva, se abría un mundo hasta entonces lejano, ne-


buloso. El castellano era visto como un vehículo de expresión de
todo lo moderno, de la mejora laboral y de la promoción social,
una lengua urbana hablada por las personas con posición. El ara-
gonés se sentía como un patués, un habla heredada de un pasado
rudo, cuya utilidad apenas si servía para expresar conceptos rela-
cionados con las tareas agrícolas, ganaderas, de caza y con el ci-
clo de vida rural en general. Era la voz de antiguas creencias hoy
desaparecidas.
61
Esta idea es todavía una constante en muchos altoaragoneses,
pero también lo es entre algunos políticos, lingüistas y "defensores"
de las hablas dialectales, que en el fondo no creen en la capacidad
de nuestra lengua para expresar conceptos distintos o para crear li-
teratura." Quieren relegarla a la "reserva" rural secular, único ám-
bito para el que la consideran apta, negándole el pan y la sal a aque-
llos hablantes —patrimoniales o neohablantes— que sí tienen
conciencia y pretenden regenerarla y enriquecerla. Bastará con
echar una ojeada en la bibliografía a la variada literatura dialectal,
escrita toda ella por hablantes maternos concienciados, salvo algu-
na rara avis folclórica.
Todo ello tiene que ver mucho con la falta de autoestima, la
vergüenza y la desidia que caracteriza a los aragoneses como pue-
blo, pero entrar en el estudio de estas actitudes es tema aparte en el
que sería necesario el concurso multidisciplinar de diversos exper-
tos, además de los lingüistas: historiadores, economistas, sociólo-
gos... y hasta psicólogos.
Cualquier vistazo a la situación de las lenguas minorizadas en
Europa nos mostrará los mismos síntomas, idéntica problemática.
El ejemplo del occitano es, en casi todo, el más semejante —y pró-
ximo— al nuestro. Me comentaban unos sobrarbeses de Erípol, que
viven cerca de Tolosa de Lengadoc, su constatación de que allí los
abuelos también tienen vergüenza de hablar occitano ("patois" en la
terminología "franchimanda") y que si algún extraño se aproxima a
ellos cuando están hablando enseguida cambian de lengua y pasan
al francés.

" En efecto, este es un signo que no falla. Normalmente, cuanto más fuertes
son las voces que se alzan advirtiendo de una posible pérdida del aragonés dialec-
tal, más se constata el enfoque excesivamente localista y el completo desconoci-
miento de todas y cada una de esas variedades. Sin embargo nadie cuestiona los
procesos normalizadores de lenguas mayores, como el castellano (o español) o el
francés, en que no se consultó para nada a sus hablantes. El "divide y vencerás" es
una vieja táctica que a menudo esconde uniformismo e intolerancia.
62
2.1.4. Al estrato poblacional rural hay que añadir la carencia
de una tradición literaria o de estudios del aragonés, la total pasivi-
dad o ausencia de una elite que en determinado momento hubiera
dado un giro a la situación cultural altoaragonesa. Esta sociedad,
tradicional, la civilización pirenaica, en acertada expresión de
Ángel Ballarín Cornel, entra en agonía con el fenómeno migrato-
rio de los años sesenta. Sobrarbe pierde un número muy alto de po-
blación, aproximadamente tres cuartas partes, que se dirige sobre
todo a la vecina Cataluña. Ya en los inicios de siglo diversas fami-
lias emigraron temporal o definitivamente a aquella comunidad o
incluso a Francia.
La ausencia de un núcleo urbano de población fuerte donde esa
inexistente intelectualidad hubiera creado una tradición literaria e
investigadora ha supuesto la carencia de cualquier referente para el
aragonés que no sea el rural, el folclórico. Esta es la gran diferencia
entre nuestra lengua y otras, como el catalán, por ejemplo. Con to-
da seguridad esto ha sido siempre así en el pasado, pues el prestigio
del castellano —o del catalán, en la Edad Media— fue siempre más
notable entre nuestro pueblo que el de la propia lengua autóctona.

2.1.5. Otro factor que también debe tenerse en cuenta es el de


la lealtad o deserción lingüística por sexos. En el caso de nuestra co-
marca el papel de la mujer es decisivo. Las jóvenes eran el mejor ne-
xo de unión con la cultura alófona. Por una parte, ya se ha visto, te-
nían a la maestra del pueblo como modelo de "fineza", como
referente social al que aspirar. Por otro lado es un hecho conocido
que la religiosidad popular es más viva en la mujer que en el hom-
bre, consiguientemente la labor del mosén entre las muchachas se
hacía en terreno abonado. Las informantes con quienes he podido
conversar más profundamente me contaban cómo se miraba de co-
rregir el lenguaje, adoptar un porte más delicado y conseguir mari-
do en la Tierra Baja para huir de la dureza de la vida sobrarbesa. Son
los duros años del capitalismo o desarrollismo franquista de los cin-
cuenta, en los que se provoca la destrucción de una institución co-
63
mo la "casa", verdadero eje nuclear del Alto Aragón: se van las mu-
jeres y los tiones.
En el Semontano las mujeres sobrarbesas y montañesas en ge-
neral eran muy apreciadas como futuras esposas por su reconocida
fama de laboriosas y abnegadas. A este respecto existía un dicho
cruelmente ilustrativo que Paz Ríos Nasarre me comentaba un día y
dice que os ombres d'o Semontano teneban dos burras, ra propia y
ra muller. Téngase además en cuenta que aquellas familias eran for-
madas por una numerosa prole y que el derecho civil aragonés res-
pecto al heredero ha funcionado sin solución de continuidad hasta
nuestros días, con las consecuencias que tiene para el resto de los
hermanos, que deben marchar. Pero, evidentemente, el problema no
es nuestro ancestral Código Civil, ya que en Cataluña no ha su-
puesto merma para la lengua propia.

2.1.6. Los elementos que distinguían al aragonés respecto al


castellano eran, pues, muy evidentes: el aragonés era lengua rural,
de gente sin estudios y con una economía tradicional, mientras que
el castellano se constituía como la expresión de ciudad, de personas
letradas y con trabajos muy diversos y no siempre tan duros como
el que suponía el campo.
Hay un hecho que sin duda ilustrará todo lo que expongo, pues
corre paralelo al siglo y a los cambios que Sobrarbe va experimen-
tando. Me refiero a la política hidráulica de construcción de gran-
des embalses que tanto daño ha hecho —y está haciendo— al Alto
Aragón. En los primeros años veinte empiezan los sondeos y estu-
dios para la regulación del río Zinca en el Entremón, término de
Mediano. Las obras se verán momentáneamente paralizadas por el
estallido de la guerra civil para ser reanudadas en los años posterio-
res a esta y culminan en los primeros años setenta con la definitiva
inauguración del embalse de Mediano.
Esta descomunal obra no solo supuso la ruina definitiva para
los pueblos anegados en casas o haciendas, significó también un
choque cultural y económico muy fuerte para la comarca, así como
64
Mediano: el Sobrarbe que se fue.

la incomunicación de Sobrarbe y Ribagorza por A Fueba. Mis in-


formantes me cuentan asimismo cómo recuerdan haber caminado
por las calles de un animadísimo Mediano (triste paradoja la de un
pueblo que construye su momentánea prosperidad sobre su inmi-
nente final) que ya entonces hablaba muy "fino"; me aseguran que
se hablaba incluso más "fino" allí que en L'Aínsa, entonces solo una
pequeña villa de agricultores.
La mano de obra foránea que se instaló en Mediano se expre-
saba en castellano, la población se triplicó y todo lo que se ha ex-
puesto más arriba sobre diglosia entre aragonés y castellano tuvo
allí un constante escenario de décadas, casi medio siglo. Las pobla-
ciones de Abizanda, Escanilla y Samitier entraron en la misma di-
námica. Hoy en día toda esta ribera es la más castellanizada, aña-
diendo además la facilidad de comunicación con el llano, que ha
contribuido mucho a ello. Por esta razón he prescindido de realizar
encuestas allí, aparte de la imposibilidad de tiempo.
65
Bastarán algunos ejemplos para darse una idea del influjo acul-
turador de Mediano. La vecina población de Castillón, que contaba
con una farmacia y una tienda, tuvo que cerrarlas ante el auge de
competencia en la población cinqueña. Las personas de la comarca
que iban a comprar a Mediano se encontraban ya con un clima so-
cial muy diferente y su manera de hablar era no pocas veces motivo
de risas y burlas. Lo mismo sucedió unos años antes con las obras
del pantano de Lo Grau, que no afectaron tanto al Sobrarbe pero sí
a pueblos de aquella zona.

2.1.7. Queda, pues, patente que el concepto que el hablante tie-


ne de su lengua no está muy definido. Cuando dice "hablar basto"
u otras denominaciones es porque lo oyó en la escuela; cuando ha-
bla de fabla de Sobrarbe es porque lo ha leído o se lo han dicho. Se
puede afirmar que las personas mayores de cincuenta años creen ha-
blar un lenguaje peculiar, que es una forma rural y "poco fina", la
cual dicen haber cambiado mucho respecto a la utilizada hace me-
dio siglo. Todos los encuestados coinciden en que el habla de los
años treinta y cuarenta era más "cerrada" o más "basta" que la ac-
tual. Algunos creen incluso que lo que ellos hablan ya no es el len-
guaje de antes, más puro, más "cerrado". Hablan aragonés, es decir,
mantienen toda la gramática, los verbos, todo muy castellanizado o
hibridado con el castellano, claro está, pero apenas son conscientes
de ello. Salvo cuando se les educa en otra actitud, entonces cambia
su concepción.
Desde ese momento, el aragonés no pudo salir de su estado de
patuesización y la coyuntura social no posibilitó los medios para su
dignificación. Todo ello hace que la conciencia lingüística sea real-
mente inapreciable en las generaciones mayores de cuarenta años.
Todo este proceso produce —a lo largo de nuestro siglo de una
forma más evidente— un retroceso de los usos sociales de la lengua.
Si hasta hace cuarenta o cincuenta años el aragonés era habitual en
la familia, con los amigos y vecinos, en el trabajo, en la calle y los
comercios, en estas últimas décadas el repliegue del uso social ha
66
sido acelerado y constante. En la introducción ya he mencionado es-
te extremo y vuelvo sobre él en las conclusiones: hay unas zonas
donde todavía se da un uso del aragonés en los ámbitos sociales an-
tedichos y otras donde este retroceso social se ha consumado, que-
dando como lengua de sociedad el castellano regional (repleto de lé-
xico y estructuras aragonesas) y relegando el aragonés a un ámbito
doméstico y solo ocasionalmente en el trabajo, con los amigos y en
la calle. Esta es la situación sociolingüística que predomina en el
Biello Sobrarbe, donde incluso el castellano ha hecho acto de pre-
sencia en la esfera doméstica, al ser primera lengua de los escasos
niños y adolescentes de la comarca, que ya no usan la lengua de sus
antepasados.
La ruptura de la transmisión generacional después de más de
1100 años es el principal síntoma de deterioro de la lengua (y cul-
tura) aragonesa y precisamente el más grave. En esta situación es-
tán casi la práctica totalidad de todas las lenguas minorizadas del
mundo.31 Todo esfuerzo por asegurar la continuidad de esta transmi-
sión será poco.

2.2. SITUACIÓN SOCIOLINGÜÍSTICA ACTUAL Y PERSPECTIVAS DE FUTURO


2.2.1. En los pocos casos en que los encuestados responden fa-
bla o aragonés tampoco es una denominación de su invención. Al-
gunos saben que desde los años de transición hay colectivos que se
esfuerzan por mantener el habla de la zona, que se editan libros y se
enseña en la escuela. Es evidente que a ello ha contribuido la labor
dignificadora que realizaron pioneros como Ánchel Conte en los
años setenta y posteriormente Luisa Castillo, que impartió cursos en
UAínsa (y Tierrantona). Notable es en este sentido la tarea docende

31 Sobre este punto recomiendo la lectura del libro de Carme JUNYENT, Vida
i mort de les llengües, aunque se echan a faltar diversas lenguas amenazadas, entre
ellas la nuestra. El aragonés es casi con toda seguridad la más amenazada de Euro-
pa occidental.

67
que entre los adultos de diversas poblaciones de la montaña está rea-
lizando Roberto Serrano, aunque no llega al Biello Sobrarbe, pero
los jóvenes conocen estas actuaciones, así como el hecho de que es-
tos últimos años se han impartido cursos de aragonés subvenciona-
dos por la DGA y —más recientemente— durante el curso escolar
97/98 el aragonés ha sido en L'Aínsa asignatura voluntaria en Edu-
cación Primaria.
La presencia testimonial del aragonés en alguna rotulación de
carretera (los carteles que indican L'Aínsa), en paneles de informa-
ción turística que PRAMES ha situado en dicha población, en algún
breve noticiario en dicha lengua que los viernes pone en onda Ra-
dio Sobrarbe, las páginas aragonesas de publicaciones como Mon-
teperdido o El Gurrión, la venta de literatura en aragonés en la li-
brería de L'Aínsa, los topónimos recuperados para los senderos de
largo o pequeño recorrido, el conocido disco de La Orquestina del
Fabirol (Me'n baxé ta Tierra Plana), íntegramente en aragonés, o la
presencia todavía testimonial del aragonés en las populares cancio-
nes de La Ronda de Boltaña, son elementos que sin duda han con-
tribuido a dignificar en alguna medida el uso social de la lengua. A
pesar de estas notables aportaciones el deterioro de la lengua está
muy avanzado y los viejos traumas no remiten por completo.

2.2.2. Para hacernos una idea de lo que sucede voy a poner di-
versos ejemplos muy ilustrativos, surgidos a lo largo de mi trabajo
de campo.
Me encontraba realizando una encuesta en uno de mis viajes a
una población del sur de Sobrarbe y hablaba con una mujer de unos
sesenta años, que se esforzaba por hablarme en un castellano muy
correcto aunque yo me dirigiera a ella en aragonés. Siempre se re-
fería a los elementos gramaticales y léxicos sobre los que yo le con-
sultaba en términos pretéritos, de usos anteriores, e insistía en que
ya no se hablaba así, aunque en su conversación afloraban cons-
tantemente muchos elementos de la lengua. Simultáneamente en la
casa vecina un grupo de tres albañiles se encontraba trabajando; uno
68
era de Cofita, otro de una población sobrarbesa próxima y el terce-
ro era el hijo de la encuestada; sus edades oscilaban entre los 23 y
los 26 años y los tres estaban hablando en aragonés, los dos sobrar-
beses en su habla central, el ribagorzano en la suya oriental. La se-
ñora se esforzaba por hablarme "fino" y a su lado —ajenos a toda
encuesta condicionadora— tres laboriosos jóvenes se comunicaban
en un buen aragonés.
En otra población más al norte de la comarca me disponía a re-
alizar una encuesta crucial con una mujer de 84 años y su hijo de 63.
Ambos son de los que mejor nivel de aragonés tienen en toda la co-
marca. Me acompañaba una de mis colaboradoras, vecina de ellos,
que tenía por muy normal el oírlos hablar en aragonés, tanto en ca-
sa como en otro pueblo próximo donde se reunían para jugar al gui-
flote, siendo el aragonés único vehículo comunicativo. Realicé toda
la encuesta en aragonés, pero mis informantes se esforzaban por ex-
presarse en un correcto castellano, aunque los aragonesismos de to-
do tipo les delataban. Mi colaboradora, al acabar la encuesta de más
de cuatro horas, se extrañó mucho de su actitud, me dijo que no lo
entendía, que ellos siempre hablaban en aragonés.
Otro ejemplo: me dirigía a una población del Nuevo Sobrarbe
para entrevistarme con una informante originaria de una localidad
meridional de mi zona de estudio pero que se había casado fuera de
ella. Iba totalmente recomendado por un compañero del Consello
d'a Fabla Aragonesa que no solo había hablado con aquella señora
en aragonés, sino también con su hijo de algo más de veinte años,
con los que tenía cierta familiaridad. Ambos, que acababan de co-
nocerme, se me dirigieron en todo momento en un muy correcto
castellano. Mi amigo se quedó verdaderamente sorprendido por lo
ocurrido, yo ya empezaba a familiarizarme con esta profunda di-
glosia glotofágica.

2.2.3. ¿Por qué se dan los anteriores comportamientos lingüísticos?


El hablante de aragonés en Sobrarbe, como en otras zonas, tiene
profundamente arraigado en su mente que su habla carece de valor
69
social. Es para él tan solo un lenguaje doméstico que años atrás des-
pertaba sonrisas burlonas entre los forasteros que así le oían hablar.
Ante una persona nueva, desconocida, se pone automáticamente en
marcha una atávica reacción de autocorrección, de cambio de len-
gua, que para el hablante de aragonés no es sino un cambio de re-
gistro: pasar del habla rural y campesina, paleta, al habla urbana y
comercial, prestigiada. Preguntar a alguien sobre cualquier cosa re-
lacionada con el aragonés es hacer que afloren sentimientos de ver-
güenza. El informante es reacio ante un encuestador o le oculta da-
tos que considera vergonzantes. Si el encuestador habla en aragonés
o tiene una actitud cordial es posible que obtenga algún fruto mayor
a aquel que se expresa en castellano y con una actitud distante.
Tras muchas encuestas y entrevistas solo he podido notar un
cambio de actitud con aquellas personas a quienes el trato más con-
tinuado ha ido despejando temores y vergüenzas. Solo entonces aflo-
ra el aragonés y aun así nunca dejan de corregirse, es decir, de cas-
tellanizar mucho más el modelo de lengua de como lo harían ante un
familiar o vecino. Esto he podido comprobarlo hasta la saciedad.
Dicho mecanismo de corrección, que para el hablante va del
hablar "más basto" al hablar "más fino", parece venir ya de décadas
atrás. Varios informantes me hacían al respecto una observación
muy clarificadora: ya en los años treinta y cuarenta los más ancia-
nos rebajaban su nivel de lengua, "hablaban menos cerrado", aco-
modando el tipo de lengua al de las generaciones más jóvenes, y es-
tas a su vez evitaban los elementos lingüísticos tenidos por más
estremaus (en palabras de un informante). Esto es, cuando se decía,
por ejemplo, alto, biello, lupos, muito o puyar su uso se iba redu-
ciendo entre gran parte de los ancianos para aproximarse al conjun-
to de la lengua de sus vecinos (más castellanizados) y las genera-
ciones siguientes ya evitaban esas voces, sentidas por todos como
muy arcaicas, puesto que la persona que las conservaba era vista co-
mo mantenedora de un registro desfasado, arcaizante o, en todo ca-
so, se veían en tales usos registros festivos. Dicho comportamiento
era mucho más generalizado en las mujeres (ya hemos hablado de
esta cuestión acerca del sexo femenino).
70
En realidad este comportamiento sigue plenamente vigente en
nuestros días, sobre todo entre todas aquellas personas mayores de
cuarenta años. Estos hablantes se "autocorrigen" constantemente
ante las encuestas, pueden llegar a ocultar datos para no aparecer co-
mo "paletos". Lo he podido comprobar en infinidad de ocasiones:
te dicen que tal o cual palabra ya no la dice nadie, pero en cuanto se
abandonan las encuestas y se realiza una observación indirecta, ca-
si un fisgoneo lingüístico, es fácil comprobar cómo esas voces con-
tinúan vivas. Muchos elementos que los informantes niegan que em-
pleen, familiares suyos, y mis colaboradoras, me han confirmado
que utilizan con frecuencia.
El hablante de aragonés sabe perfectamente qué es lo más puro,
arcaico o propiamente aragonés; para ellos se trata, como ya he dicho,
de una cuestión de "bastedad" o "finura" de lenguaje. Preguntados
por "la forma más cerrada, más basta", todos son unánimes en qué
voz ha sido más propia en la comarca (por ejemplo, crapa es más pro-
pia que craba, y se dijo, como se dijeron lupo y otras; decir craba no
es más que realizar un primer acto de hibridación con el castellano).
Los elementos de la lengua han ido cambiando, relajándose en la fo-
nética, erosionándose y castellanizándose en la morfología y la sinta-
xis (por ejemplo, de chugo se pasa a jugo y de este ya a yugo). La de-
gradación va avanzando paulatinamente hasta la sustitución por la
forma equivalente en castellano. Si el hablante en la intimidad emplea
todavía la forma más aragonesa, por ejemplo, forniga, a menudo no
informará de dicho uso, sino que "engañará" al encuestador con otra
forma supuestamente empleada, `horniga', para no ser tenido por mal
hablado. Todo esto no son teorías, hipótesis personales de trabajo, se
trata de algo verificado a lo largo de todo un año de entrevistas y que
he constatado en los quince años que llevo recorriendo las tierras al-
toaragonesas. Es un hecho confirmado además por las diferentes per-
sonas que han colaborado o me han acompañado en el estudio.
Recuerdo que en diversas ocasiones alguna persona empleaba
espontáneamente un término sobre el que yo no estaba encuestando.
Cuando al cabo de un tiempo de entrevista le preguntaba sobre dicho
término, el informante me lo negaba. Esto ha sucedido en numerosas
71
ocasiones. Las anécdotas podrían seguir, pero lo dejo aquí. Las en-
cuestas son útiles pero hay que cogerlas con "pinzas" pues no reflejan
necesariamente el estado de la lengua. Tampoco es en absoluto fiable
darse un paseo por el pueblo, realizar una o dos encuestas y deducir
con tan pobres elementos que en esa localidad no se habla aragonés.
No es fiable, pero menos aún científico, y sin embargo se hace.
En consecuencia, hay que acabar pensando que todos los tra-
bajos de campo realizados sobre el aragonés —y las lenguas en si-
tuación semejante— deben considerarse como aproximaciones in-
completas, parciales, como visiones inacabadas de una u otra
modalidad del aragonés hablado hoy en el Alto Aragón. Este libro
no es en absoluto una excepción.
El trabajo ideal sería el realizado por una persona hablante ma-
terna del aragonés, con formación lingüística, con conocimientos de
otras lenguas y que viviera en su pueblo toda la vida, trabajando a
ser posible en una actividad económica muy ligada a la tierra, a la
naturaleza, puesto que es donde el aragonés aparece con mayor vi-
talidad, con mejor empleo. Habrá que esperar que las personas que
puedan reunir todas estas condiciones nos comuniquen el resultado
de su incalculable trabajo que sin duda puede suponer un giro de
ciento ochenta grados en la mejora y conocimiento del aragonés,"
del cual —en el mejor de los casos— tenemos una visión tan in-
completa todavía, cuando no es un distante conocimiento libresco,
carente del necesario trabajo de campo.

" ¿Hay personas que cumplan esos requisitos? Sí, sin duda. Pienso en concre-
to en uno de ellos, Ánchel Loís Saludas, vaquero de Espierba, compañero del Con-
sello d'a Fabla Aragonesa (cFA), un autodidacta de la lingüística y además conoce-
dor de lenguas como el eusquera. Lleva muchos años realizando un diccionario del
aragonés central (modalidad belsetana). Sin duda personas así tienen que enseñar-
nos mucho, tanto al cFA como a los que se empeñan en ver negro donde es blanco.
Afortunadamente hay filólogos que sí tienen en cuenta la opinión y trabajos de nues-
tros colegas montañeses. En ese sentido Brian Mott es un ejemplo, si bien es cierto
que ejerce en la Universitat de Barcelona, a pesar de que esté en contra del aragonés
común, según manifestaba en una entrevista al semanario Siete de Aragón.
72
2.2.4. Las observaciones anteriores dejan de ser válidas para
algunas personas jóvenes, entre 20 y 30 años, cuya actitud es com-
pletamente diferente a la de sus mayores. Casi todos los jóvenes con
quienes he hablado poseen una conciencia lingüística inexistente en
las personas de más edad. Se saben herederos de una lengua propia,
la fabla, el aragonés o fabla aragonesa, la mantienen —aunque muy
erosionada— y hablan sin los complejos de sus padres o abuelos y
consideran preciso que se dignifique mediante su enseñanza. Algu-
no incluso me ha dicho que lamenta no hablar mejor aragonés, que
desearía poder asistir a un curso en la zona para profundizar más en
el conocimiento de la lengua."
Estos jóvenes no comparten la opinión de que el aragonés sea un
dialecto del castellano, invariablemente consideran incluso que algu-
nos elementos del léxico y la gramática tienen relación con el catalán.
Respecto a las variedades más septentrionales, las creen más "cena-
das", más mantenedoras del aragonés. Un informante mayor me decía
al respecto: "la lengua de Bielsa es bien maja". Preguntados sobre las
diferencias entre el habla de Sobrarbe y la de esas zonas o el Somon-
tano, todos —jóvenes y mayores— tienen las hablas de los valles co-
mo más "francesas" (¿semejanzas con occitano y francés —que ya se
ven en este estudio— y que ellos aprecian en alguna forma?) y, en
cuanto a las hablas somontanesas, invariablemente distinguen como su
principal elemento diferenciador los artículos lo del área de Nabal-Lo
Grau-Costéan y ro de los pueblos que siguen el curso bajo del Bero.

2.2.5. A la vista de todo lo que acabo de exponer, definiría la


actual situación sociolingüística como de un reciente bilingüismo
(al modo del aragonés de otras zonas) hasta hace cuatro décadas, en

Es evidente que en este cambio de actitudes tienen mucho que ver los vein-
te años del Consello d'a Fabla Aragonesa (Consejo de la Lengua Aragonesa) y la
labor insobornable y sacrificada de filólogos como los doctores Francho Nagore o
Chesús Vázquez y muchos otros que se han sumado a esta noble causa que cada
vez cuenta con más apoyos, sobre todo, ¡ay!, en Europa.
73
que ha avanzado hacia una fase aguda de diglosia cuya dinámica
erosionadora puede llevar a la pura y simple sustitución lingüística
en menos de un par de décadas más, quedando solo un reducido nú-
mero de conocedores de la lengua.
Hace tan solo quince años el aragonés que se hablaba en la co-
marca era más rico —y usado— que ahora. La actual es pues una si-
tuación más exactamente de glotofagia —como ya apunté en la in-
troducción— y sobre cuya evolución e hipótesis de futuro hablo en
el capítulo dedicado a las conclusiones.

2.2.6. Finalmente no quisiera finalizar este capítulo sin esta-


blecer un cálculo aproximado sobre el número de aragonesófonos
en el momento presente. Actualmente, como ya se dijo, no serán al-
go más de doscientos los habitantes del Biello Sobrarbe. Después de
todos estos meses de observación, de encuestas y por los datos coin-
cidentes con Luisa Castillo, creo que es factible considerar que una
población próxima al tercio del total se expresa todavía en aragonés.
Es decir, según estas estimaciones hoy entre un 30% y un 35% uti-
liza un aragonés que conserve los elementos fonéticos, morfológi-
cos y sintácticos propios de la lengua, evidentemente todos ellos en
constante mezcla con el castellano. Un estado patuesizado, de-
cadente y agónico, de lengua. Es decir, son hablantes que mantienen
los elementos descritos en este estudio, desde el artículo, demostra-
tivos, pronombres... hasta los adverbios y la conjugación verbal, y
que conservan un léxico aragonés mayoritario frente al castellano,
pero todo ello mediatizado por la lengua oficial.
Se trata de un colectivo humano cuyo uso lingüístico predomi-
nante es el del aragonés. En realidad solo una valiente política lin-
güística, que comenzara por un censo lingüístico en todo el Alto
Aragón, arrojaría datos más fiables. Es posible incluso que la cifra
se acerque, o rebase, el 40% de la población. Estos cálculos son a la
baja, teniendo en cuenta los posibles usuarios, pero dada la dificul-
tad de acceso a la lengua es difícil precisar con más detalle.

74
3. Fonética

3.1. EL ACENTO
Un rasgo generalizado en todo el aragonés es la casi total au-
sencia de acentuación proparoxítona o esdrújula, rasgo este que
también es compartido por el occitano." Únicamente la he oído en
formas verbales de primera persona del plural: tenébanos tos chu-
flos de cañas; nusotros tenébamos una burra grisa; tu te creis que
pensábamos en azentuar..., pero no sucede en todos los verbos, pues
también he podido escuchar claramente una acentuación paroxíto-
na: ya lo bidemos; os zagals que ibanos t'a escuela; estubemos allí
más de bente años; no nos tratabanos...
Este acento grave en los verbos de primera persona de plural es
normal en otras zonas de habla aragonesa. En el habla viva es posible
oír un mismo verbo ora con acentuación esdrújula, ora con grave. En
algún otro trabajo se ha documentado esta vacilación tónica: feba-
mos/fébamos (MARTÍN PARDOS, M., Acordanzas de San Pelegrín).
Es este un tema de fonética histórica. Habría que estudiar sis-
temáticamente muchos textos populares y, sobre todo, las grabacio-
nes existentes de las últimas tres décadas para poder sacar conclu-
siones. Tal vez el cambio de acentuación tenga relación con grupos
de verbos concretos: unos serian de tonicidad proparoxítona y otros

34 BIRABENT & LOUSTAU, pp. 19-20.


75
serían paroxítonos.35 Cabe plantearse igualmente si no estaremos an-
te un desplazamiento —por mímesis del castellano— de una anti-
gua acentuación grave hacia otra esdrújula más moderna. Aunque
ciertamente también existan formas verbales de acentuación esdrú-
jula, como las de imperfecto del subjuntivo y antiguos topónimos
que aparecen con la misma acentuación, lo cual da que pensar."
El léxico solo conoce, además de la oxítona o aguda, la acen-
tuación paroxítona o grave, por ejemplo en nombres: abitos 'hábi-
tos', medico, cañimo, glarimas, cobano... o en topónimos: Puerto-
las, Barcabo. Esta acentuación se aplica igualmente a términos
cultos o de reciente introducción: telefono, fenomeno, bolígrafo...
Entre las personas mayores se conserva mejor el acento grave, no
pueden evitar que espontáneamente se les escape un maquina,
mientras que los jóvenes ya van perdiendo la acentuación aragone-
sa y dicen máquina.
Las voces papa y mama son paroxítonas.

3.2. FONÉTICA VOCÁLICA


3.2.1. Vocales átonas

3.2.1.1. Pérdida de vocales


En situación inicial, en numerosas palabras, se dan las mismas
pérdidas de vocal que en el resto del Alto Aragón: masar, rancar <

" Picado por la curiosidad, no pude evitar realizar un pequeño test a una de
mis informantes, en Elsón. Le preguntaba sobre esta cuestión del acento verbal,
dándole a escoger entre fébanos y febanos la forma que ella creía más propia en sus
abuelos; escogió la segunda. Este es un testimonio aislado, que no tiene más valor
hasta el momento en que se estudie el tema en serio.
CONTE et alia, en El aragonés, identidad y problemática..., ofrecen varios
topónimos esdrújulos: Cárquera (Fanlo), Güérdulas (Sallén), Bolática (Pandicosa),
Burrámbalo (Aso Sobremón). La cuestión de la acentuación es, pues, más com-
pleja de lo que se podría pensar en un principio.
76
ERUNCARE, pazino < OPACINU, melico < UMBILICU. También sucede
con algunos arabismos, que pierden lo que fue el artículo semítico:
garchofa < al-harsofa, zequia < as-saqiya, pero no siempre es así:
almud. En esta pérdida vocálica, aragonés y catalán coinci-
den: carxofa, séquia.
Las vocales interiores, en situación protónica o postónica,
también tienden a desaparecer: canabla < CANNABULA, brendar <
MERENDARE, aspro < ASPERU.
Pierden la -o final algunas palabras que también lo hacen en
otras variedades del aragonés: tabán < TABANUS, carnuz, fozín, ma-
llacán, manguán, mápil, matután, repetén, troz, espígol < SPICULU,
fornaz < FORNACEU. En otros casos se pueden oír muy raramente res-
tos que indican que dicha pérdida fue general hasta hace muy pocos
años: molín < mouvu: —¿Que biben en o molino de Gabardilla?
—Sí, n'o molín. La toponimia viene a confirmar igualmente esta ca-
racterística: Molín de Peña, un paraje en el río Ena, junto a Os Rials,
que todo el mundo en Sobrarbe denomina así, sin vocal final. Otras
voces que escasamente conservan dicho rasgo son mardán (pero más
general mardano) y maitín < MATUTINU (esta última se refiere única-
mente a la parte del día comprendida entre el alba y el mediodía y
coexiste con la más general maitino). Ya no es pues hoy un fenómeno
general a todas las voces y todos los hablantes, sino que queda redu-
cido a rasgo idiolectal. Se constata todavía en el momento presente
el rápido retroceso de la pérdida de -o final en voces tan ilustrativas
como mápil, al norte de Sobrarbe, Buil..., frente a mapilo en el sur
y ejes muy comunicados: Abizanda, Camparretuno...
La pérdida vocálica es todavía habitual en el aragonés de valles
como Bielsa o Chistau, por evidentes razones geográficas reductos
conservadores de la fonética aragonesa: man, camín, fil y lin, que en
nuestra zona se han batido en retroceso y están mediatizados por la
norma castellana: mano, camino, filo y lino. No obstante, hasta la pos-
guerra los más mayores todavía decían mans o camín, voz última que
sorprendentemente aún permanece en la locución adverbial camín ca-
mín, entre algunos sujetos ya con la vocal final propia del español.
77
En este punto el aragonés se muestra históricamente más pró-
ximo a las lenguas galorrománicas, incluido el piamontés, que a las
iberorrománicas."
Es más general la pérdida de E final, como también sucede en
otras áreas del aragonés: falz, debán, glan, almided, robín, pared,
calz, incluso almud... y en los diminutivos mozed, alazed, ferfed...
La caída de E tras el grupo latino -NTE está casi perdida por
completo en el habla viva; ya no se conservan fuen, puen, calién o
mon, que todavía perviven, no sin debilidad, en el aragonés de Ansó,
Bielsa o Chistau. De este grupo solo se puede oír, muy ocasional-
mente, chen < GENTE, y también está cayendo en desuso desde hace
años, así como el mejor conservado dolén < DOLENTE. Los nombres
de fuentes aparecen en toponimia sin diptongo: fonfría, foncalén . . .
Antes de la guerra civil aún eran voces usadas, al menos por las
personas de más edad, según el testimonio de quienes hoy son sus nie-
tos, ya con sesenta años. Aparecen igualmente en toponimia: O Mon.
También hay pérdida de -e final en las personas de singular del
presente del indicativo del verbo paezer: me paez que no. El verbo
dizir pierde la vocal final en la tercera persona del mismo modo y
tiempo: no sé cómo se diz.

3.2.1.2. Cambios de vocales


No es raro que en aragonés las vocales átonas sean inestables.
También sucede esto en el habla sobrarbesa, donde se pueden oír

" Esta pérdida de la vocal final está documentada en todas las monografías
que del aragonés existen. En la lengua medieval fueron habituales (GARcíA DE DIE-
GO, p. 253, y MENÉNDEZ PIDAL, Orígenes, pp. 173-176 y 189-190). El aragonés, en
aquel entonces y hasta finales del siglo XIX, era probablemente más próximo al oc-
citano y al catalán de lo que hoy lo es —evidentemente a causa de la acelerada sus-
titución— respecto al castellano. El recuerdo de este hecho se está perdiendo in-
cluso de la toponimia, pues, por ejemplo, las localidades nuevosobrarbesas de Os
Molins y O Plan hay quien las conoce ya como Os Molinos y O Plano, lo cual no
es en absoluto lo correcto; basta con preguntarlo allí para cerciorarse de ello.
78
como más generales: brochina, misache, furón, follín, bodillo, be-
rruga, borguil y porpud y, algunas veces, brochina, mesache,forón,
fullín, budillo, barruga, burguil, purpud, entre otras.
Otros cambios de este tipo son sin duda atribuibles al contacto
constante con el castellano." Las voces acochar-se y treballar pue-
den ser oídas con a: acachar-se y traballar. Esta última forma se es-
tá generalizando por completo, no solo en Sobrarbe, sino también
en Ribagorza, donde en boca de los más jóvenes ha venido a eclip-
sar la forma genuinamente aragonesa.
Una vocal, generalmente la E, precedida de una consonante pa-
latal, seguida de una yod, o bien por disimilación, puede cerrarse en
i: chitar < JECTARE, millor < MELIORE, siñor < SENIOR, chinibro <
*JENITERU, ferraría.
El diptongo AU pasa generalmente a o: orella < AUIUCULA, po-
sar PAUSARE, zoliquera < LAURICARIA.
<
La o, por confusión entre los prefijos OB- y AD-, pasa a ser a:
afogar < OFFOCARE, aturar < OBTURARE.

3.2.1.3. Conservación de vocales


La i en sílaba inicial se suele conservar: ibierno < HIVERNU, di-
dal < DIGITAL, fizar < *FICTIARE.
También lo hace la A: pared < PARETE, cachigo < *cmucu, in-
cluso ante yod: tachón < *TAXONE, aunque no sea siempre la norma:
besar < BASIARE.
La E, larga o breve, se mantiene igualmente: mesura < MEN-
SURA.
La u también lo hace: durizia < DURITIA, pudir < PUTIRE. La o, en
sus diversas clases, suele mantenerse: dormir < DORMIRE, molino <
MOLINU, aunque no siempre: prebar < PROBARE, chugar < JOCARE.

" Esta inestabilidad vocálica se da en otras lenguas (LAPESA, p. 299), sobre


todo en registros populares. En aragonés es todavía más lógica al carecer históri-
camente de un modelo culto de lengua que estabilice el vocalismo átono.
79
3.2.2. Vocales tónicas

3.2.2.1. Cambios de vocales


La E breve tónica, así como OE y AE, diptongan normalmente
en ie, realizando la misma solución que en castellano y a diferencia
del grupo galorrománico, que no diptonga: cadiera < CATHEDRA, ye <
EST, presiego < PERSICU, fierro < FERRU, tierra < TERRA, fiero < lat.
vg. FEDUS < FOEDUS, quiesto < QUAESITU, tieda < lat. vg. TEDA < TA-
EDA, betiello < VITELLU, chubillo < GLOBELLU.
Las palabras que, como en el último ejemplo, siempre dipton-
garon el sufijo -ELLU lo han reducido casi por completo en el habla
viva debido al contacto con el castellano: cadillo, bodillo, chubillo,
zerzillo, aguatillo han aparecido en las encuestas de forma abruma-
dora, aunque también se documenta ocasionalmente el diptongo:
aguatiello, betiello, meliquiellos 'una planta'.
Que la reducción es un fenómeno nuevo debido a la castella-
nización queda patente con un simple repaso a unos cuantos topó-
nimos: Os Solaniellos, Os Camparretuniellos, Cruziella, Esplu-
guiello...
Respecto a la diptongación más arcaica en ia, los únicos restos
documentados son: murziagalo, del latín MURE 'ratón' y CAECUS
`ciego', todavía usual, y zibiaca.
En toponimia no solo se conserva dicho diptongo sino también
la forma de sufijo con -ch-, cronológicamente anterior a -11-: Esplu-
guiacha, Focatiecho, Muriecho, Roca Peniacha ..., evidencia paten-
te de que sería la forma genuina del aragonés. Recordemos tan solo
que el betiello sobrarbés es todavía betiecho en el aragonés más ín-
tegro de aldeas belsetanas como Espierba o Chixagüés.
En los topónimos derivados de SERRA (Sarratón, Sarrato...)
cabe pensar que dicho diptongo se ha reducido a a.39

" Es decir, SERRA > siarra > sarra, así como SERRATU > siarrato > sarrato.
80
La E breve diptonga también ante yod, a diferencia del caste-
llano que no lo hace o del catalán que pasa a i: tinc, vinc. Así, tene-
mos: tiengo < TENEO, biengo < VENEO.
Un caso en que la E larga diptonga es el de la medida para vi-
no, nietro < METRU.
La o breve tónica también diptonga ante yod, y se distancia así
del castellano, del catalán y las otras lenguas galorrománicas, que
nunca diptongan: ruello < ROTULU. Aunque en nuestra comarca se dé
algún caso con ambas soluciones: fuella y folla < FOLIA, la primera es
la del árbol, la segunda se refiere al filo de la navaja. Esta aparente
ruptura de la norma se puede explicar por occitanismo de folla.
Otros casos de diptongación generalizada son: cuentra < CON-
TRA,4° dueña < DOMINA, esquiruelo < *SCURIOLUS, güego < ovu, lue-
llo < Lomum o luego < LOCU .
Quedan algunos restos de la otrora más extendida diptongación
en ua, que por lo demás son generales en casi todo el ámbito del ara-
gonés: balluaca < BALL + OCCU, bucharguala o el ya desusado (por-
que nadie se cuece su propio pan) empreñatuara, así como zanguan-
go, de incierto étimo. No obstante la toponimia vuelve a atestiguar
nuevamente un antiguo uso más generalizado a juzgar por el hidró-
nimo Isuala, o el abundante orónimo A Cuasta que encontramos en
toda la zona y que nos remite a un uso no muy lejano en el tiempo.'
La I, breve o larga, diptonga normalmente: mielsa < germ. MIL-
LA, fiemo < FIMUS, zenisa < CINERE, niedo < NIDU. Aparece también
aquí alguna excepción: filo < FILU.

" Esta preposición diptongada la he documentado en L'Enfortunada, Muro de


Bellos, Moriello de San Pietro y Biarje, esta última población en el Semontano de
Sobrarbe. Recuérdese que además es utilizada por Chuana COSCUJUELA en sus
obras: A Lueca (vid. bocables) y Continazión (vid. glosario). Asimismo aparece ya
en textos medievales, como por ejemplo en la Crónica de San Juan de La Peña (te-
sis doctoral, inédita, de Francho NAGORE, vocabulario).
41 El diptongo se pierde en las voces más comunes —hoy nadie dice cuasta—
y sobrevive en aquellas en que no hay consciencia de su permanencia por ser más
distantes de sus equivalentes castellanos.

81
La u breve pasa normalmente a o: forno < FURNU, choben < JU-
VENE, pozo < PUTEU, boca < BUCCA. Aunque también hay excepcio-
nes: buzo < BUXU, chubo < JUGU.
Un raro caso de diptongación de u breve se da en güembro <
UMERU, común en aragonés.

3.2.2.2. Conservación de vocales


Es sabido que las tónicas se mantienen o inflexionan, mas nun-
ca se pierden. La 1 se mantiene: bino < whiu, lembriz < LUMBRICU,
vino < * NINNU, mica < MICA.
La A también lo hace: faba < FABA, pas < PASSU, falz < FALCE,
augua < ACQUA, paco < OPACU, más < MAGIS.
Se mantiene igualmente la o larga: coda < lat. vg. CODA, to <
TOTU.

3.2.3. Vocales en hiato


El aragonés tiene una fuerte tendencia a deshacer el hiato. Bási-
camente se realiza de dos formas: por la epéntesis de una consonante
o cerrando la primera vocal de manera que se produzca un diptongo.
La primera es más antigua, puesto que es la solución registra-
da entre personas de edad: pateyar (no me pateyes), referida por una
anciana, frente a patiar, bandiar, alparziar, chafardiar, ranequiar,
charrutiar, espiazar, faina, pasiar, que son las formas generalizadas
en la actualidad."
Otras soluciones del hiato son: cayer, leyer, beyer, toballa, co-
dete, puga, begulín.
La conservación del hiato se debe al contacto con el castellano:
maestro, día frente a las formas aragonesas mayestro/maistro y diya.

42
Las formas en -eyar todavía pueden oírse en el aragonés belsetán, según in-
formes de Ánchel Loís SALUDAS, aunque BADA no las documentara. En este, como
en otros puntos, los propios hablantes han ido abandonando formas consideradas
ya como arcaicas. Estoy convencido de que en el paso de pateyar a patiar tiene mu-
cho que ver el contacto mimético con las formas castellanas.
82
3.2.4. Fonética sintáctica
El aragonés tiende frecuentemente a la economía fonética per-
diendo una vocal final ante otra más fuerte. Ejemplos de estas sina-
lefas se pueden hallar fácilmente en multitud de programas de fies-
tas en todo el Alto Aragón, así como en los diversos autores
dialectales.
No es mi intención señalar aquí todas y cada una de esas con-
tracciones, pero sí indicar las que creo que deben mantenerse en la
transcripción gráfica.
Es general en Sobrarbe que las preposiciones de y ta, los pro-
nombres me, te, se y en pierdan su vocal —o la siguiente— ante otra
—sobre todo más fuerte—, siempre y cuando no se dé cacofonía: o
yermo d'A Zerollera; en o puntón d'a sierra Guara; s'ha fartau
d'escañutar; me'n boi t'o güerto; no te'n escaparás; s'enzertó a pa-
sar; ¿t'án bas?; le'n daré; no'n puson; nos n'imos; l'augua s'en-
fosca; si te Piza l'alacrán; m'he trafucau; o tozal d'Erípol; bibo en
L'Aínsa; saliba t'o patín; o cabo d'a marguin; perder l'esmo; d'un
día pa otro; ¿n'hai uno n'hai?; yo no iba t'as fiestas...
Esto se produce siempre y de forma generalizada, incluso a los
jóvenes se les oye decir d'o, t'o . .43 La tendencia alcanza también a la
preposición en, que se puede oír contraída muy a menudo, quizás más
que plena: tu estubes n'a boda; n'a Peña Montañesa; oi, ya está n'as
Tres Pedretas; allá n'a faja Solanilla, allí n'a frontera estaba...

" Se trata de un fenómeno muy extendido en todo el aragonés. Véase en NA-


GORE, Replega...: en Ansó, o día d'o traje; n'os costumbres suyos, p. 45, os d'os
críos, t'a Edá Meya, p. 46; en Ayerbe, o temor d'os d'o lugar, p. 71, t'o barranco
d'os cuerbos, p. 76; en Agüero, n'o salón d'a Casa o pueblo, p. 96, n'a Plaza nos
juntaremos, p. 97. También sucede en el Semontano, por ejemplo en San Pelegrin:
fuera d'a siega, d'o bodillo gordo, Luenga & Fablas, 2, p. 79. Las diversas mono-
grafías lo registran también: GONZÁLEZ GUZMÁN, Aragüés, p. 76; NAGORE LAN,
Panticosa, pp. 50-51. Pero podría tratarse de un hábito fonético moderno pues en
textos más antiguos (1913) no aparece; véase en el precioso —y perfecto— arago-
nés de Sercué (Ballibió): mete-lo-te en a capeza; me'n boi ta o cambo, SAROT-
HANDY, "Huellas de fonética...", pp. 191-192.
83
3.3. FONÉTICA CONSONÁNTICA
3.3.1. Consonantes iniciales

3.3.1.1. F- inicial
Se conserva en gran número de casos: farto < FARTU, fecho <
FACTU, fumo < FUrvIU,follín < lat. vg. *FuLLIGINE,figo/a < FICUS, falz <
FALcE,filorcha deriv. de FILU, fabas < FABA, forca < FURCA, fOSCO < FUS-
CU, fer < FACERE, fundir < FUNDERE,forniga <FORMICA,furtar < FUR-
TARE, furón < FURO, fricar < FIG(OCARE, forau <FORATU. Pero hay al-
guna voz que está cayendo en desuso, como fino < FILIU, farina <
FARINA, fuellas < FOLIA, ligado < FICATU, fosal < FOSSA.
La conservación de la F- en aragonés, elemento común a casi
toda la Romania, constituye un hecho de dificil explicación si se
sostiene el argumento de que castellano y gascón perdieron, o aspi-
raron, dicha consonante por influencia vascona.
Es evidente que en el actual territorio del Alto Aragón debió de
darse un período de bilingüismo vascón-romance en la alta Edad
Media. No cabe duda de que hay un sustrato vascón en la toponimia
altoaragonesa, incluso algún préstamo léxico. Esta herencia toponí-
mica aparece igualmente en tierras hoy castellanófonas. El contacto
de ambas lenguas supondría en consecuencia las mismas influencias
vasconas en aragonés que se postulan para el castellano y el occita-
no de Gascuña.
En mi opinión la teoría que quiere ver en el vasco el causante
de que la F- se perdiera en Castilla y Gascuña no es en absoluto só-
lida. En todo caso entra en franca contradicción pues no aclara la ra-
zón por la que la F- se ha mantenido hasta hoy en aragonés."

44 Tampoco creo muy sólida la teoría que quiere hacer, de unas hipotéticas pe-
culiaridades fonéticas diferentes de los vascones (o íberos) pirenaicos, la causa de
la actual conservación. Eso no aclara la cuestión gascona. Vid. ENGUITA, "Geografia
lingüística de F- inicial en las hablas altoaragonesas", Alazet [Huesca], 0 (1988).
84
3.3.1.2. G- y J- (i-) iniciales
Al igual que en el resto del aragonés, se conservan palatalizadas,
dándose como solución el fonema africado palatal sordo: chelar <
GELARE, chirar < GYRARE, chen < GENTE, chemecar < *GEMICAR, chi-
ba < GIBBUS, chugar < JOCARE, chunco < JUNCU, chinibro < lat. vg.
JINIPERU, churar < IURARE, choben < IUVENE, chunto < IUNCTU.
Algunas voces apenas han sobrevivido en el habla viva pues,
según los encuestados, entraron en desuso hará cuatro o cinco déca-
das: chermano < GERMANU."
La toponimia nos indica que el paso J- y G- a ch- fue rasgo ge-
neral: Chaime (un campo de Castillón). Es un testimonio que con-
firma la misma solución fonética en algunos antropónimos hasta
—al menos— el año 36: Chusé y Chaime.
La solución palatal dada en aragonés a estas iniciales es la
adoptada por la mayor parte de las lenguas románicas, aquí el cas-
tellano se distancia del conjunto de ellas.

3.3.1.3. s- inicial
Adopta diferentes soluciones.
Puede dar una s, como en sabuco < SABUCU, simple < SIMPLICE,
saber < SAPERE, suco < sucu, sarguera < SATUREJA. Si bien esta última
parece tratarse de una relajación fonética, perdiendo el sonido prepa-
latal fricativo sordo que aún conservan otras variedades del aragonés.
Puede dar una z, como en zafraina < SUFFRAGINE, zeñar < SIG-
NARE, zaguero, deriv. del. ár. SAKA 'retaguardia', zafra < SUFRA, zolle <
SUILE, zurred < SUBERE, zoqueta < SOCCU, zaborro < SABURRA.
Puede dar una ch, como en chulla < SUILLA, choto < SUCTU,
chuflar < SIFILARE, chiringa < SYRINGA.

" BADíA, p. 257, documenta chirmán y chirmanastro en Bielsa y BALLARÍN,


Diccionario, registra para la Ball de Benás las formas chermano y chermanastro.
En nuestra comarca, aparte del testimonio de un anterior uso de chermano, tene-
mos la evidencia del verbo achermanar-se.

85
He registrado unas pocas voces en que la inicial es todavía una
prepalatal fricativa: xarguera, xargón, xarticada y xuto. Estas pocas
reliquias fonéticas nos indican que muchas de las voces que hoy lle-
van s- (o ch-) inicial se realizaban antes con el fonema prepalatal fri-
cativo, sonido este que debió de relajarse —por parecer extremada-
mente opuesto a la norma de la lengua oficial— tras el primer
cuarto de nuestro siglo en alveolar, s-.

3.3.1.4. D- inicial
Desaparece en verbos precedidos del prefijo des-, como espa-
char, espazenziar, esnucar, esmaliziar-se, esmelicar-se, espiazar,
esfilorchar, esmicar, estorrocar, esfollinar, estallar...
Parece que los verbos que pierden esta D- son los más, aunque
también se da el mantenimiento: desapegar, deschuñir, deseparar,
desembolicar...46
El verbo dizir/dezir < DICERE en ocasiones pierde la d-: izir.

3.3.1.5. L- y N- iniciales
No hay un solo caso de palatalización de L-: liebre < LEPORE,
parece ser la forma general. El caso de llastra no es ningún referen-
te ya que dicha palatalización es normal por darse ante -ia-. No hay
en definitiva una sola evidencia de que el fenómeno de la palatali-
zación de L- cruce más allá del río Cinca.47

46 Sobre esta cuestión solo existe el artículo de NEIRA MARTÍNEZ, "Los prefi-
jos es- y des- en aragonés". Convendría realizar un estudio más actual y amplio,
ahora que contamos con numerosos textos dialectales y más monografías.
' La palatalización de I- inicial es exclusiva del dialecto oriental. Véanse BA-
LLARÍN, Elementos..., p. 10; MASCARAY, El ribagorzano dende Campo, p. 14, y AR-
NAL PURROY, pp. 183-184 y 190-192. El subdialecto chistabín queda fuera, MOTT,
El habla de Gistaín, p. 39, donde solo se registra liebre. En este punto esta habla se
aproxima a los dialectos central y occidental. Por otro lado, en 1670, Ana Abarca
de Bolea, abadesa del monasterio de Casbas, usa voces con palatalización: llindo,
!listo, lloco, !lanzó y !lástima. Sin duda deben ser atribuidas a la moda sayaguesa
de la época. Por lo demás, hacer de esta monja la primera escritora en aragonés es
excesivo, en todo caso imita el habla del pueblo.
86
Un caso en que la L- pasa a n es el de nuria < lat. vg. *LUTREA <
LUTRA.48 Se trata sin duda de una reciente analogía del castellano.
Más inusual es el cambio a z- en zoliquera <LAURICARIA, que se ha
registrado más raramente como doliquera, siendo este paso a d- el
habitual en otras variedades del aragonés.
Respecto a la N-, he documentado palatalizaciones muy gene-
ralizadas como ñudo <NODUS," deriv. de ANNODARE, y otras más lo-
calizadas, como ñafra < germ. NARWA 'cicatriz', siendo nafra la for-
ma más extendida.

3.3.2. Grupos de consonantes iniciales

3.3.2.1. PL-, CL-, FL-


PL-: plorar < PLORARE y sus derivados se conservan, pero ha
caído en total desuso el verbo pleber < PLOVERE, plano < PLANU se
mantiene y plegar < PLICARE como 'finalizar o regresar del trabajo',
usual en todo el Alto Aragón.
CL-: clau < CLAVU, pero no he podido documentar en el habla vi-
va clau < CLAVE, correspondiendo ya a un uso muy arcaico. También:
cleta < CLETA, clucar, quizás del lat. vg. *CLUCCARE < CLAUDERE.
FL-: flama < FLAMMA, y sus derivados.
El mantenimiento de estos grupos latinos iniciales se da tam-
bién en catalán, occitano, francés, savoyardo, retorrománico y sardo.

3.3.2.2. CR-
De este grupo he registrado el verbo cremar < CREMARE.
Solución coincidente con las vecinas lenguas galorrománicas.

" VÁZQUEZ registra en Rodellar las formas neutras y norias, "Notas sobre o
lesico d'animals en Rodellar", Fuellas, 7, p. 6. WiLmEs registra loira en Buerba, p.
49. Yo mismo he podido oír lupia en San Chuan de Plan.
" Es forma muy usual en el Semontano, Ríos NASARRE, Bocabulario..., p.
125, y en Chistau, MOTT, El habla de Gistaín, p. 39. También se conoce por todo
el valle del Ebro (ñudo, añudar).
87
3.3.3. Consonantes intervocálicas

3.3.3.1. Oclusivas sordas


El aragonés hablado hoy en Sobrarbe conserva numerosos ca-
sos de consonantes oclusivas sordas intervocálicas:
-P-: ripa < RIPA 'montón', escopallo < SCOPA, napo < NAPUS,
capuzar, deriv. de CAPUT, sapia < SAPEA, sopinar < SUPINU, capolar <
lat. vg. *CAPPULARE.
En repatán < ár. RAB ADDÁN 'señor de las ovejas', se da un en-
sordamiento analógico.
La toponimia atestigua sordas que no se registran en el habla vi-
va: Lupiecho (varios), Lupargüelo, Lupera entre los derivados de Lu-
Pu." La voz lupo todavía era empleada por personas que murieron en
los primeros años de la posguerra, según testimonios encuestados.
Con origen en CAPANNA tenemos el caserío de A Capana y diversos
microtopónimos del mismo nombre más al sur, cerca de Abizanda,
además del orónimo Carracapana. De CRAPA se registra el pico Cra-
pamote. Por otra parte, en algunos fragmentos del romance de Mari-
chuana que he recogido aparece crapa: le boi como lo buco a la crapa.
Todo ello apunta a que la conservación de las oclusivas sordas inter-
vocálicas ha sido más general en su uso y más reciente en el tiempo.
-T-: cleta < CLETA, secutir < SUCCUTERE, petrusco < PETRA, be-
tiquera < VITICARIA, betiello < VITELLU, mallata < *MAGALIATA, ba-
tallo < lat. vg. *BATUACULU, recatiar < lat. vg. RECAPTARE, gayata <
CAJAM 'palo' + ATA, recutir < RECUTERE, empreñatuara < * IMPRAEG-
NATORA, pescatera < PISCATU, ruta <RUTA, así como cazata, cuatrón,
arrendator, escarcata, otilar, pescata...
La toponimia también es abrumador testimonio de un uso más
extendido: Camparretuno < CAMPU ROTUNDU, O Petrizo, A Torzita,

" La forma lupo está documentada por SAROTHANDY en Sercué, "Huellas de...",
p. 191. Y también en Bielsa, informes de Ánchel Loís SALUDAS, aunque BADÍA no
la registre. En nuestra comarca se dijo con toda seguridad: "Yaya deziba que cre-
món a selba Olsón por os lupos, unos perrachos grandes".
88
O Forato d'a Virgen, así como topónimos tan repetidos por la co-
marca como el frecuente Puyata de Tierra Buzo, o el extendidísimo
sarrato y las tres poblaciones de O Sarrato, Sarratillo y Sarratiars.
-K-: cucullo < cucunus, melico < ummocu, polecón < *PULI-
CONE, limaco < lat. vg. * LIMACU,foricón < lat. vg. *FURICARE, paco <
OPACU, mica < MICA, suco < sucu, alica < AQUILA, charticar < *EX-
SARTICARE, cocote, esberlecar.
En curcullo < lat. vg. *GURGULIU, ensordecen quizás por ana-
logía con cucullo.
Otras muchas oclusivas, que en determinadas zonas se mantie-
nen sordas, en nuestra comarca aparecen sonorizadas en la actuali-
dad: talega, fanega, bolomaga, espígol, aliaga, esforigar, berruga,
chordiga, cachigo, bochiga, berdugo, presiego, alaiga, murziagalo,
nuguera, cagaletas, forniga... 51
Pero hay derivados de algunas de ellas que han sobrevivido a la
sonorización, como forniquetiar < FORNICA 'fisgonear, revolver'."
Actualmente se puede constatar cómo van sonorizándose pro-
gresivamente diversas oclusivas sordas por la omnipresente presión
social de la lengua española: coexisten secutir y segudir, zapucar y
zabucar... Este proceso debió de iniciarse a finales del siglo XIX y
está culminando en la actualidad. En toda la fonética se va viendo
cómo el aragonés pierde con gran celeridad todos los elementos que
le caracterizan y la necesidad de salvaguarda que esta lengua tiene
en cuanto que se trata de un preciado elemento de nuestro patrimo-
nio cultural.

5 ' BADA en El habla del Valle de Bielsa, da formas como esplico, borruca,
ixordica, noguera o fornica. WILMES menciona aliaca, formica, caixico, nuguera y
crapa.
" El trabajo de CARRASCO CANTOS "Área actual del mantenimiento de las
consonantes oclusivas sordas..." sirve como aproximación a una distribución de
esté fenómeno. Pero creo que es precipitado extraer conclusiones tales como dejar
A Espuria fuera de esta área, solo porque el informante del ALEANR no usara mu-
cho las oclusivas sordas. Vuelvo a lo de siempre: más trabajos de campo. Esa es la
labor que debería haberse hecho en la Universidad estos últimos treinta años.
89
La conservación de las oclusivas sordas intervocálicas es un
fenómeno que también se da en italiano, sardo, rumano y en el sur
de Gascuña. Parece pues más lógico atribuir su mantenimiento a los
elementos colonizadores en lugar de pensar en un sustrato prerro-
mano íbero-vascón. Aunque también se podría aducir la teoría de
sustrato etrusco para el italiano y, en menor medida, el sardo. Ello
sigue dejando fuera al rumano, por tanto no es gratuito pensar en
que las oclusivas sordas sean de procedencia itálica, más específi-
camente osco-umbra.

3.3.3.2. Oclusivas sonoras


Se conservan, frente al castellano, que suele perderlas:
-B-: bazibo < VACIVU, sabuco < SABUCU, robín < ROBIGINE.
-D-: redir < RIDERE, rader < RODERE, coda < lat. vg. CODA, tie-
da < lat. vg. TEDA, peduco < *PEDUCU, bide < VIDI (y el resto de per-
sonas del perfecto de beyer).
-G-: remugar < RUMIGARE, puga < *PUGA, ligar < LIGARE 'atar'.

3.3.3.3. -x-
La -x- intervocálica ha dado históricamente como solución el
fonema prepalatal fricativo sordo. A causa de la situación glotofági-
ca que el castellano ejerce, el fonema se relaja cada vez más hasta
hacerse africado palatal. En el momento presente esta última solu-
ción es con mucho la más generalizada, pero las personas de mayor
edad conservan algunas voces con la fonética original.
Así, de Buxu tenemos mayoritariamente bucho pero se docu-
menta algún caso de buxo. Sucede igual con otras voces: frachencol
fraxenco, cocho/coxo < coxu, tacho/taxo < TAXU, frachin/fraxin <
FRAXINU, tichidor/tixidor < TEXERE. Este proceso de desfonetización
es general en toda la comarca.
También aquí la solución adoptada por el aragonés es coin-
cidende a la de las lenguas galorrománicas.
90
3.3.4. Grupos de dos consonantes

3.3.4.1. -LL-
En general palataliza en -11-: ella < ILLA, esquilla < germánico
SKELLA, bodillo < BOTELLU, cadillo < CATELLU, CUCU//0 < CUCULLU,
pollo < PULLU, chulla < SUILLA, bullir < BULLIRE. Pero aparece tan-
to escorcollar como escorcotar, de etimología incierta, escarcallar
como escarcatiar. En estos casos se conserva la antigua reducción
a -t- documentada en otras zonas."
También del paso a -ch- hay constancia, esta vez en la toponi-
mia: Focatiecho, Lupiecho < LUPU + ELLU, O Cuecho < COLLU +
ELLU, Espluguiacha, Muriecho, Peniacha... Formas que parecen
más propias del aragonés.
En el caso de estrelón < STELLA, parece constituir el único res-
to de una antigua geminación," *estrella, que resultaría tanto de
como de -NN- y de la que todavía quedan numerosos restos en el ara-
gonés belsetán (payeLla, bel. la) y en menor grado en el de Chistau.
En Sobrarbe aparecen indicios de geminación, kabalo, en un docu-
mento de 1090, publicado por MENÉNDEZ PIDAL (Orígenes, pp. 42-
44): "Ad Galino Acenarece era lorika, ero kabalo, era espata...".

3.3.4.2. -NN-
Palataliza en algunos casos: escañar-se < lat. vg. *EXCANNEA-
RE, caña < CANNA, peña < PENNA, cañimo < CANNABE. En otros ca-
sos se reduce a -n-: nino < NINNU," canabla < CANNABULA, tano.
Aunque se haya registrado muy raramente cañabla.

" MOTT explica cuchareta en relación con este fenómeno. ¿No será más bien
un simple castellanismo?
" La observación es de Roberto SERRANO, informes personales.
" BADÍA, El habla del Valle de Bielsa, da penna y ninno, con geminación, p.
87. MOTT, El habla de Gistaín, da cabana, cana y escanar-se, p. 43. Parece que la
ausencia de palatalización, cuando no la geminación, haya sido norma frecuente en
otro tiempo. Pues los dialectos pirenaicos conservan, como se sabe, elementos que
casi han perdido los meridionales.
91
3.3.4.3. -RR-
Básicamente se mantiene: encorrer < INCURRERE, tierra < TE-
RRA, zerrudo < CIRRU UTU, zaborro < SABURRA, fierro < FERRU , ca-
parra < vasco KAPARRA.
En algún caso concreto se da disimilación: bardo < prerroma-
no *BARRU, mardano < raíz prerromana MARK- + sufijo -ANU.

3.3.4.4. -RT-
Aparece un único resto de la antigua sonorización tras líquida:
chordiga < URTICA, por lo demás general en todo el dominio del ara-
gonés. En otras voces el grupo da -rz-: alcorzar < lat. vg. AD + CUR-
TIARE, por la proximidad de yod.

3.3.4.5. -TR-
Se da conservación en cuatrón, pero pérdida en cuairón, que pa-
rece una solución occitana como la de peirón < PETRA de otras zonas.

3.3.4.6. -LT- y -CT-


Se mantiene en ocasiones, no registrándose ningún caso de so-
norización: bultorín < VULTURE, pero butre < VULTURE, alto < ALTU .
En el grupo -ULT- se ha dado una total sustitución de las for-
mas autóctonas por las castellanas: mucho, escuchar. Las formas
muito < muuru,56 escuitar < AUSCULTARE, cayeron en desuso —como
tantas otras— en los años de la posguerra. No las he podido docu-

" Hoy en día todavía puede oírse muito en el dialecto occidental (Echo, An-
só y Galliguera) y en pueblos del Semontano, en el área central. En el dialecto
oriental era usual a finales del siglo XIX. Véase a este respecto el artículo de NI'
Luisa ARNAL PURROY y NI' Luisa NAVAL LÓPEZ, "Lengua y literatura de unos poe-
mas en ribagorzano (1861-1888)", AFA, XLII-XLIII, p. 124: `Aquí ñay muitos mi-
xons, / muitas fuens y muitos ríos". Ahora ya no se conserva, ni fuens tampoco, y
así la lengua va perdiendo su personalidad y se aproxima al castellano. Y a algunos
les viene de maravilla para hacer del aragonés un dialecto funcional del español.
92
mentar en un uso hablado actual, aunque las recuerden varios en-
cuestados de más edad. Solo sobrevive cuitre < CULTRUM.
Respecto a -UCT-, hay que decir que se ha perdido de forma com-
pleta la solución genuinamente aragonesa que daba: feito < FACTU,"
dreito <DIRECTU... En su lugar se emplean hoy formas a medio cami-
no entre el aragonés y el castellano: fecho, drecho. Solo se conserva
maitino < MACTINU y en franco retroceso. Estas interferencias del cas-
tellano se están generalizando preocupantemente en todo el aragonés.

3.3.4.7. -MB-
Se reduce a -m-: melico < umsmicu, camal < CAMBA, curro <
celta CUMBOS, tamién <TAM BENE. Pero se mantiene en ambosta por
venir de AMBI-BOSTA, si bien en otras variedades de aragonés apare-
ce mosta.

3.3.4.8. -MP-
Se registraron: amprar < lat. vg. ADIMPERARE, campo < CAM-
PUS, demba < TEMPEA < gr. TEMPEA. En esta última es evidente la
tendencia del aragonés a sonorizar tras nasal alcanzando incluso a la
consonante inicial. Sin embargo la toponimia atestigua que la sono-
rización se dio en el pasado: Cámbol, una partida enfrente de A Ca-
pana, topónimo que aparece también en una población de Solana.

3.3.4.9. -NK-
He documentado las siguientes voces: enzensallo < INCENSU,
enzetar < INCEPTARE. Si bien hay un caso en que se da palataliza-

" Es conocido que también existe la forma feto, con reducción del diptongo.
Ha sido documentada en la Ball de Benás por BALLARÍN, Diccionario, p. 193; en
Chistau por MOTT, El habla..., p. 44; en Bielsa por BADÍA, El habla..., p. 145; en
Ballibió por SAROTHANDY, "Huellas de...", pp. 191-192; en Panticosa por NAGORE,
El aragonés de..., p. 45, y en Ballibroto por VÁZQUEZ, "Notas sobre...", Fuellas,
16, p. 10. Habría que estudiar hasta dónde llegó este participio por el sur.
93
ción: pinchán < lat. vg. PINCIO. Ante a u o se mantiene el sonido
-Nx: brenca < BRANCA, tranco, chunco < JuNcu, barranco < prerro-
mano *BARRANCA, brincar < VINCULU.
En relación con el sufijo de origen germánico -enco < -ING, la
sonorización se hace por analogía a las que se realizan por etimolo-
gía: azulenco, amarillencos, fraxenco, rebordenco...
En el habla viva he registrado un raro caso aislado de sonori-
zación, que debe atribuirse a un rasgo idiolectal de puro reducto, na-
da representativo de lo general: blanga < BLANK (a cuca zebollera
ye blanga)."
Creo que en el topónimo Colungo también se trata de una so-
norización. En el caso de zanguango, voz muy general, podríamos
estar también —según cuál sea su étimo— ante otro resto de sono-
rización tras nasal. Obsérvese que esta voz conservaría no solo di-
cho rasgo sino también el diptongo originario -ua-. Como quiera
que zanguango no tiene en absoluto un par semejante en castellano
ha podido sobrevivir de forma aislada, constituyéndose en precioso
testimonio de unos rasgos fonéticos generales en otro tiempo. Así,
toda voz que tuviera un equivalente español acababa irremisible-
mente adoptando esa fonética, pues para el hablante —escolarizado
en la idea de que hablaba 'raro' o `basto'— sonaban muy extrema-
das las formas aragonesas y acercarlas a la norma castellana deno-
taba refinamiento, educación. De esa forma el aragonés deviene
paulatinamente un patués sumiso del español, y, dicho sea de paso,
también obran del mismo modo quienes pretenden promover una

" La palabra se registró espontáneamente, sin encuestar sobre ella. Tanto me


sorprendió que al finalizar la encuesta le pregunté sobre el color de la nieve: blan-
co. Es evidente que la informante, de Cosculluela, ocultaba esa forma por parecer-
le "basta". Este suceso me ha hecho cambiar por completo mis opiniones sobre el
área de sonorización de oclusiva tras nasal o líquida y hace que considere con mu-
cha desconfianza, como se puede comprobar a lo largo de toda la obra, los traba-
jos de índole libresca y las teorías que no sean fruto de años de prolongado traba-
jo de campo. Evidentemente el fenómeno de sonorización tras nasal está más
extendido de lo que se creía.
94
koiné "a la baja" despojada de todo rasgo que personaliza a nuestra
maltrecha lengua en el conjunto de la Romania.

3.3.4.10. -NT-
Se mantiene en sentir < SENTIRE, planta < PLANTA, espantar <
EXPAVENTARE. Pero la sonorización tras nasal que sí conservan otras
variedades debió de darse en el pasado puesto que he registrado un
verbo en que se conserva: esbarrundar.59

3.3.4.11. -PS-, -sc- y -ss-


En aragonés la solución que resulta de este grupo es la misma
que en la -x- intervocálica, es decir, un fonema prepalatal fricativo
sordo: ixo < IPSEU, paxaricos < PASSER y paxarelas.
Pero en las últimas tres o cuatro décadas, a juzgar por los datos
de las encuestas, el sonido, como sucedía en -x- y en EX-, se ha des-
plazado hacia un fonema africado palatal sordo, de forma que bazar
< lat. vg. *BASSIARE, solo es usado por algunos individuos de avan-
zada edad, seguidamente viene hachar hasta degradarse en bajar.
Salvo, quizás, el demostrativo ixe, todas las otras voces están
amenazadas a seguir el mismo camino: fachana < FASCIA, peches <
PISCE, pichar < *PISSIARE, ruchar < ROSCIDARE, para acabar siendo
sustituidas por el fonema fricativo velar sordo, ajeno a la fonética
histórica del aragonés: faja < FASCIA, jada < ASCIATU, caja < CAPSA.
No ha sobrevivido apenas ningún verbo del grupo -sc- > x, co-
mo conoxer, naxer que aún mantiene alguna variedad de aragonés.

" Una vez más sobreviven las voces más discretas y se igualan a la fonética
castellana aquellas que se sienten como más cercanas, puesto que los rasgos ara-
goneses se consideran "bastos". En 1913 SAROiHANDY documentó numerosos casos
en el mítico Sercué (Ballibió), "Huellas de...", pp. 191-192: aldo, cambo, se son
espandatas, puande, miandes!, monde, rebendato, se 'n han rependito, has sendito,
branga, suarde, y ya en aquellos años le dicen: "¡Si es benito bint años andes! ".
Lo cual nos permite suponer que en el último tercio del siglo el aragonés central
mantenía muy íntegros este y otros rasgos.
95
Solo he registrado testimonios del uso de paxentar, que es más nor-
mal como pachentar o incluso pajentar. Según mis encuestas su de-
saparición casi estaba completada antes de la guerra civil, siendo unos
pocos ancianos los que tras el conflicto bélico conservaron este rasgo,
que por lo demás va reduciéndose en todos los dialectos del aragonés.
El fonema prepalatal fricativo sordo, representado con la grafía
x, puede ir precedido de una /i/ en algunas ocasiones. Se trata de una
vocal muy tenue: paixarelas.6° Por lo que he podido constatar, el fe-
nómeno es general al este y al oeste de la comarca, al norte y al sur.
Es este un hecho documentado en otras zonas y que nos puede
orientar para marcar la isoglosa entre el área en que se generaliza es-
ta vocal y allá donde nunca aparece.
En este punto, como ya se vio en la -x- intervocálica, el ara-
gonés vuelve a coincidir con catalán, occitano y francés. El caste-
llano perdió hacia el siglo XVI este fonema.

3.3.5. Grupos de tres consonantes


El grupo -NKT- da diferentes soluciones, palatalizando en pun-
char < PUNCTIARE, perdiéndose la consonante intermedia en empen-
tar < IMPINCTARE.

3.3.6. Consonantes seguidas de yod

3.3.6.1. -BY-
Normalmente evoluciona a y: royo < RUBEU,61 salvo en posición
postónica, en que se mantiene intacto: gabia < CAVEA, labios <LABIU.

" Esta palabra fue documentada también por WILmEs, p. 45. Solo ha sido re-
gistrada en la zona central, lo que apunta nuevamente a que el habla sobrarbesa de-
bió de ser a principos de siglo —años diez y veinte— muy semejante a la de los va-
lles de Bio y Broto, y por ende lo mismo sucedería con A Solana y la Ribera de Fiscal.
En la toponimia coexisten los derivados culto y popular de RUBEU: el pico
de Peñarrueba (1107 m) y el de Campo Royo (1034 m), al sur de Sobrarbe —sie-
rra de Elsón—, están muy próximos y hacen referencia a terreno de tipo arcilloso.
96
3.3.6.2. -DY-
Da igual solución que el anterior, y: goyo < GAUDIU, pueyo <
PODIU. Salvo en ordio < HORDEU, que se conserva por ir precedido
de consonante.
El verbo puyar < PODIARE ha caído en desuso, suena ya como
arcaico y los que desconocen que se dijo suelen adjudicarlo —como
otros elementos de la lengua— a las variedades más altas de la mon-
taña, cuando no al catalán.

3.3.6.3. -TY-
Precedido de consonante que no sea s o p da z: alzar < *AL-
TIARE, fuerza < FORTIA, lizión < LECTIONE, tizonera < TITIONE.

3.3.6.4. -LY-
La solución es palatalizar, pero están cayendo en desuso casi
todas las voces patrimoniales al ser paulatinamente sustituidas por
las castellanas: palla < PALIA, muller < MULIERE, millor < MELIORE,
fino < FILIU, alío < ALIU, voz esta extremadamente perdida, pues so-
lo encontré dos informantes que la habían oído a sus abuelos...
Otras, generalmente relacionadas con el léxico agrícola, se conser-
van y emplean más: curcullo < GURGULIU, estallar < DES + TALEARE.
Esta solución palatal es compartida también por el grupo galo-
rrománico, así como por el gallego-portugués y el astur-leonés.

3.3.7. Grupos interiores romances

3.3.7.1. -C'L-, -G'L-, -T'L-


Palataliza y al igual que en otros casos hay ejemplos que indi-
can un proceso de desfonetización: zenojo <FENUC'LU, teja < TEG'LA,
salvo biejo < VET'LU, 0j0 < OC'LU, reja < REG'LA, cuajo < COAG'LU.
Si bien las formas biellos, tellas o güellos se recuerdan, aunque de
forma desigual, por haberlas oído hace tres o cuatro décadas.
97
Otras voces todavía pueden oírse que conservan la solución pa-
latal: güella < OVIC'LA, batallo < BATAC'LU, tornallo < *TORNAC'LU,
dalla/dallo < *DAC'LA, clabillar < CLAVIC'LA.
El tratamiento dado en aragonés a estos grupos romances apa-
rece igualmente en las lenguas vecinas, galas y peninsulares, salvo
el castellano, que lo perdió.

3.3.8. Consonantes finales


A excepción de la s y la L, todas las consonantes latinas se pier-
den en aragonés, como en castellano. Así pues, aquí se tratará de las
consonantes finales romances.
La r de los infinitivos se hace muda ante cualquier pronombre,
como es común en casi todo el aragonés: tener-lo /tenélo/, plantar-
ne /plantáne/ ... Cuando el infinitivo no va seguido por pronombres
esta consonante suena.
En todos los diminutivos la -T pasa a -d: mozed, trozed, tozi-
ned, crabered, Espitaled, porpud, aled 'un pájaro'. En ocasiones
puede llegar a sonar como una fricativa sorda interdental, igualán-
dose con la forma de plural: popuz, alez.
Todas las voces que acaban en vocal tónica debieron de perder
la consonante final, una -d, en una época dificil de determinar: bon-
dá, metá, edá, salú, caridá. Hay casos en que lógicamente la tónica
final no implica pérdida de vocal, se trata de los préstamos lingüís-
ticos: sofá.
Esta -d final del diminutivo o la pérdida en las voces que aca-
ban en tónica son variantes dialectales, alófonos de -t. De la misma
forma que esta -t aparece en otras variedades de aragonés como -r o
incluso llega a enmudecer.
En los dos casos la forma de plural da una z, que por relajación
fonética puede realizarse como s: to sg., toz o tos pl.

98
3.4. CAMBIOS FONÉTICOS ESPORÁDICOS

3.4.1. Disimilación
Se dan diversos casos de disimilación vocálica o > e: prebar <
PROBARE, precurar < PRO + CURARE, retulador < ROTULUS; a > e: be-
lar < BALARE; i > e: prenzipal < PRINCIPALIS, debineta < ADDIVINA-
RE, aunque en ocasiones se registre dobinar.
No son raros los casos en que se da disimilación de consonantes,
en la que intervienen con frecuencia las líquidas, 1> r: urmo < ULMU,
arbañil < AL-BANNÍ; r > 1: aladro < ARATRU, almario < deriv. de ARMA,
zelebro < CEREBRU, berchel < del francés verger; r > d: almided < AL-
MIHRAS; d > 1: alcorzar < AD + CURTIARE, albertir < ADVERTERE...

3.4.2. Metátesis
Aparecen en el aragonés sobrarbés las metátesis comunes al
resto de la lengua: alica < AQUILA, brincar < VINCULARE, brispa <
VESPERA, craba < CAPRA, cudiar < COGITATUS, glarima < LACRIMA,
minglana < MILLEGRANA, presiego < PERSICU, pedricar < PRAEDICA-
RE, redetir < DETERERE...
Una metátesis muy interesante es la que de forma general se
produce en las terceras personas del verbo deber siempre que este
tiene la acepción de probabilidad: be d 'estar —que escribo separa-
damente ya que parece como si el hablante interpretara aquí una
preposición—. Véanse unos cuantos ejemplos: Por os parques be
d'estar. No se be de conozer cosa. Luziano sí que lo be de saber Sa-
rratiars, tamién be de bibir alguno. Tamién ben de pagar bien. O
plastico, que digan o que quieran, pero algo ben de meter... En el
resto de acepciones no hay metátesis: deben cuartos.

3.4.3. Epéntesis
Aparecen las más frecuentes en todo el aragonés, vocálicas,
como en Ingalaterra, o con epéntesis de consonante nasal: onso. En
pansa no se da epéntesis, como erróneamente cree Alwin KUHN
(Der Hocharagonesische Dialekt, p. 104), y con él Brian MOTT (El
99
habla de Gistaín, p. 53), puesto que deriva directamente del latín
PANSA, como también en catalán, occitano y veneciano. Tampoco
son epéntesis alcorzar y cremar, según KUHN (ibídem), ya que, co-
mo se ha visto, en el primero se da una disimilación d > 1 y el se-
gundo es derivado directo del latín CREMARE, coincidiendo, de nue-
vo, con catalán y occitano, que mantienen cremar.
Una epéntesis inusual es la de 1: alcordanza, ya que parece más
normal su ausencia. Más frecuente es la que aparece en albandonar.

3.4.4. Prótesis
La más común es la de a ante infinitivos: adornar < DOMITARE,
aconortar-se < CONHORTARE, atancar < céltico *TANKO, afalagar <
árabe HALAQ. También aparece ante algún sustantivo: arrestojos, o
arradio < RADIU, que parece más un vulgarismo que una fusión de
artículo + sustantivo, como sí se da en estenazas o estijeras.

3.4.5. Equivalencia acústica


Se da ocasionalmente el paso de una consonante a otra:
b > g: gramar < germ. BRAMON, muergo < MORBUS, güei < BO-
VE, gomitar < VOMITARE. En bimbre no se da un caso de equivalen-
cia acústica como cree Alwin KUHN (ibídem, p. 98) ya que deriva
del latín VIMENE, de donde el catalán vímet y el occitano vim. Ade-
más de que vimbre es forma admitida por la RAE."
f > z: zenojo < FENUC(U)LU, alfalz < ár. AL-FASFASA.

"2 Será seguramente un "préstamo" de su socorrido "dialecto aragonés", co-


mo muchos otros de los que ya ni siquiera se cita su procedencia aragonesa. Un ex-
polio en toda regla.
100
4. Morfología y sintaxis

4.1. EL ARTÍCULO

4.1.1. El sistema o, a, os, as


Es el mayoritariamente usado en Sobrarbe, coincidiendo con
casi todos los dialectos del aragonés. Bastarán unos cuantos ejem-
plos: o cuarto o diablo; os críos; o cocollo d'a col; a Casa o Lugar;
o de Lueza y o de Santa María; as cajas aquellas d'os malacatons;
te s'escapan t'o sembrau; as carcanetas son más chicotas; as don-
zellas a retiro y os mozos a rondar; fer a zegalleta; os ferfez son más
gordos; iba t'o molino; o crío que se'n moriba; le'n chafón a cabe-
za; a cueba d'as brujas; as berzas; a frontera a casa; os tabans; a
cascarota d'a tortuga; escruchinaban os buxos n'o fuego; ya bienen
os ombrichons...
Es decir, el paradigma que tenemos es o, a, os y as. Su empleo
está generalizado y goza de gran vitalidad, pues incluso hablando en
castellano se utilizan en detrimento de los artículos de esta lengua."

63 Este es con mucho el artículo más extendido en aragonés, pues es general a


los dialectos occidental y central, salvo los islotes de lo. En otro tiempo abarcó in-
cluso zonas que hoy usan el sistema lo, los, la, las o el, los/es, la, las. Véase con un
par de ejemplos extraídos de la toponimia de ambos extremos del dominio lingüís-
tico aragonés. En Embún, junto a topónimos que reflejan el habla actual (Lo Broco,
Lo Forno), aparecen As Eras, A Martuina, A Tallata... En Fonz, el extremo más
oriental, tenemos el topónimo As Cabanetas. En dicha población solo se utiliza ahora

101
En el habla viva se produce un cruce entre el artículo o y el ob-
jeto directo lo, de forma que aquel es usado muy a menudo en las
funciones de este: o poco que aprendié l'aprendié con aquella maes-
tra. Sin embargo, ante el relativo que la forma del complemento di-
recto es invariablemente o: ¿o qué?; faigas o que faigas; ya sabe o
que pasa; o que sé.
El artículo aragonés es el mismo que el del gallego-portugués
y el del genovés (o ligur), y se origina de lux > illo > ello > lo > o.
Se documenta ya en el año 977 en las Glosas Emilianenses, tras la
preposición con: "cono Patre, cono Spiritu..." y aparece en 1205 en
la Razón feita d'amor: "y son as rosas" ."

4.1.2. El artículo lo y l'


De la forma más antigua lo y la, usual hoy día en algunas va-
riedades de aragonés," apenas si quedan restos aislados: busca lo
conil! , como lo buco a la crapa, trai la gabia, lo trico lo traco. En
el caso del femenino, puede tratarse perfectamente de castellanismo.
Este último sistema de artículos es el general en occitano y en
catalán noroccidental: lo, los...
Una forma apostrofada de lo y la suele aparecer ante ciertas vo-
cales, sobre todo o en nombres masculinos y a en femeninos: l'agüe-

el sistema el, los, la, las. Parece que en Ribagorza el uso del sistema general existió
tiempo atrás. A este respecto MASCARAY, El ribagorzano..., p. 24, registra usos ac-
tuales en Berbedé, Biescas, Aiguascaldas, Santamuera, es decir, el área de la Ball de
Bardaixín, donde tanto el sistema a, as como el artículo masc. pl. es "se encuentran
en recesión". También poseo informes personales de idéntica situación en Besians.
54 CONTE et alii, El aragonés..., p. 92.
65
El sistema lo, la, los, las no es solo exclusivo de Echo; Kumg, Der Hocha-
ragonesische, mapa 6, lo registra en 1933 en L'Aínsa, población hoy muy castella-
nizada, y en Sallén. Además es el único usual en Tella (informes personales) y en
la zona de Nabal y Lo Grau; Ríos NASARRE, Bocabulario, p. 15. Para ser todavía
más precisos: Nabal, Lo Grau, Oz, Costéan y Cosculluela de Fantoba. Además en
el resto del Alto Aragón se halla esporádicamente junto a los otros sistemas. En
cuanto a la forma apostrofada l', habitual igualmente en cat., occ., fr. y sav., es
usual también en casi todo el Alto Aragón.
102
la está cocha, l'azucal, bibir a l'ancha Castilla, fuera la crisma y
l'alma . . ., l'ordio, l'anilla, l'abellanera, l'Olibared . . .
Respecto a nombres que empiecen por e, el uso de la apostro-
fación no se da siempre: o esquiruelo, pero sí en perder l'esmo, yen
este caso es evidente que lo hace por tratarse de vocal tónica.
La apostrofación se da también en catalán, occitano, francés y
piamontés, entre otras.
Puede aparecer ocasionalmente en situación implosiva: to '1
día, a l'otro'l día. Otras apariciones parecen obedecer a la interfe-
rencia del castellano, que en dicción rápida realiza un uso frecuen-
te de la implosión: po '1 monte. Lo normal en Sobrarbe es que el ar-
tículo no experimente contracción alguna.
Respecto de su posición tras vocal, cabe decir que lo normal es
que aparezcan las formas del paradigma general, siendo muy raro el
uso de los alomorfos de lo.
También se registra de forma general en nuestra comarca el
empleo de la ante los indefinidos uno y otro: la un güei; s'atabu-
chan la uno con la otro; no quiero subir con la otro; me las apunté
la otro día.

4.1.3. Sobre el artículo ro


He aquí mi gran sorpresa al no encontrar ni un solo indicio
de este artículo en el habla viva. Ante la posibilidad de que se tra-
tara, como tantos otros elementos del lenguaje, de un caso de re-
ciente desaparición, interrogué sobre un posible uso años atrás.
Todo intento ha sido estéril, parece casi seguro que en los últimos
setenta años dicho artículo era completamente desconocido en
nuestra comarca.
Por otra parte no han sido pocos los encuestados que tenían es-
te artículo por extraño, refiriéndolo siempre como propio de Casti-
llazuelo, Salas o Pozán, de la misma forma que adjudican el uso de
lo a Nabal y Lo Grau. Pero si bien de lo quedan restos, aunque muy
escasos y raros, de ro no existían evidencias contemporáneas.
103
Había perdido toda esperanza de registrar algún uso fiable y
veraz de este raro artículo cuando una de mis colaboradoras, Nati
Lacambra, de Castillón, me comunicó que en casa Cambra de Cam-
parretuno había aparecido un manuscrito antiguo. Pues bien, parece
tratarse de una pastorada (véase el texto íntegro en el apéndice II) y
en él sí se emplea el artículo ro: "y pastura a ras obellas", "zierren
a boca y ros ojos / y tapesen os oídos", "De ra vanidad que sale /
riñas, pleytos y perdencia / metiendo ros pobres padres / a que pier-
dan a vergüenza / no tiengo en esto razón?".
Asimismo, aparece oralmente en dos de los diversos fragmen-
tos que he podido recoger del famoso romance de Marichuana. En el
primero un informante de Elsón dice claramente: "baxé ta ra Tierra
Plana"; en el segundo, otro informante de Paúls también pronuncia
con toda claridad: "... y toda ra parentalla". Parece que ambos se
hayan limitado a reproducir las versiones tal y como las oyeron, pues,
de haber sido algo espontáneo, debería registrarse en el habla viva
habitualmente y no ha sido así. Es decir: yo no lo he oído.
¿Cabe pensar de todo lo anterior que el artículo ro llegó a ser
usual en nuestra comarca? La respuesta es incierta, es preciso es-
tudiar mejor este manuscrito, datarlo, averiguar su posible autoría.
No obstante, en la Pastorada llama poderosamente la atención la
aparición de obellas, frente a güellas, que es la forma usual en So-
brarbe. A la vista de esto se podría pensar que el texto fue escrito
por alguna persona de la zona más occidental, donde obella es el
término más común, o bien que esta era también una forma usual
antiguamente en Sobrarbe. Esta última es la opción evidente a la
vista de uno de los textos de tradición oral que he recogido en el
siempre fructífero Elsón: "As obellas y as abellas, / de quien mira
por ellas".
Hasta la fecha, estos son los únicos testimonios que parecen
constituirse como la sola, aunque frágil, evidencia de un antiguo
empleo de ro. A falta de más elementos de juicio, hay que mantener
abiertos los interrogantes para explicar cómo pudo ser posible que
el artículo ro desapareciera en toda la zona que estudio.
104
Lo cierto es que resulta dificil explicar ese gran espacio en
blanco que es el Biello Sobrarbe en el área de empleo de dicho ar-
tículo, pues, aparte de la mencionada zona del Semontano de So-
brarbe, se ha documentado en un área que va desde los valles de
Tena y Tierra Biescas hasta los de Broto y Bio y la Ribera de Fis-
cal.66 Explicar la causa por la que se dan estos dos focos aislados
en el uso de ro parece una tarea harto dificil a la que por ahora re-
nuncio.
Se ha visto en este artículo un elemento de influencia bearne-
sa, lo cierto es que una forma próxima a la actual aparece ya en tex-
tos medievales del Sobrarbe: "ero kabalo, era espata" (vid. 3.3.4).

4.1.4. El artículo en topónimos


Una cuestión harto problemática es la del papel del artículo an-
te ciertos topónimos. Ya se vio que es frecuente que algunas pobla-

66 KUHN, mapa 6, registra el sistema ro, ra... en Panticosa, valles de Broto y


Bio y Ribera de Fiscal; además documenta un caso en Biarje (Semontano). En el
Sobrepuerto, Tierra Biescas y Sobremón ha perdido vitalidad respecto a dichas zo-
nas (vid. SATUÉ SANROMÁN, Vocabulario de Sobrepuerto, p. 161 —estudio de VÁZ-
QUEZ y NAGORE—, y RODÉS, "L'aragonés de Tierra Biescas", Rolde, 81, p. 43). En
cuanto al tema de su actual uso en el Semontano, los datos son recientes: Paz Ríos
NASARRE y yo mismo hemos recabado información in situ durante el puente de To-
dos los Santos de 1998. En Colungo y toda la zona coexisten o y ro; véanse algu-
nas frases recogidas allí: antes de ra guerra; aquí en o ziminterio; de cuando ra
guerra; que me dijo ra medica, tiene ra casa aquí; mañana por a mañana... Este
uso es general en todos los pueblos del curso bajo del Bero; así, se dice ro con to-
da seguridad en Colungo, Buera, Güerta, Pozán y Castillazuelo. También es muy
vital en las dos Salas y Larzellas. No lo hemos registrado en Alquézra ni parece
mantenerse en Biarje, donde KUHN lo registrara. Lo hemos recogido también en la
zona de Rodellar y As Almunias: en a cuneta y ros otros..., ... de Ras Almunias;
... asta ra gasolina. Lo cual es perfectamente comprensible sabiendo que también
ha sido la forma general en el valle de Nozito (lo he oído a un hombre de Bara).
También tengo informes personales de su uso en Coscullano y Abiego. Existen tex-
tos que documentan ro en San Pelegrín (cerca de Radiquero): tornando ta ras co-
midas (Luenga & Fablas, 1, p. 77), y en Sietemo: a ros bajes d'o lugar; lebantan-
do ra maneta; se'n fueron ta ras afueras (Fuellas, 14, pp. 12-13).
105
ciones lo contengan: O Coscollar, O Grau, A Torrozilla, As Billos-
tas, A Pardina, A Torre, Os Paziniars, Os Rials."
He venido observando que no es raro que se dé su supresión en
el habla cotidiana, de forma que en algunos, no todos, pueden apa-
recer indistintamente Torrozilla o A Torrozilla, Os Paziniars o Pazi-
niars, pero siempre es A Torre o A Pardina.
Algo semejante ocurre en gallego-portugués: A Corunha / Co-
runha.
Esto sucede, y mucho, con la actual capital de la comarca, que
queda fuera de nuestra zona de estudio: ora podemos oír Aínsa, ora
L'Aínsa: me'n boi t'Aínsa, bibo en L'Aínsa. Por supuesto en la capi-
tal de Sobrarbe se procura evitar el uso del artículo, es "más fino".
Pero puedo asegurar que el empleo de este es habitual en Biello So-
brarbe, tan habitual como también lo es su pérdida. No sé a qué obe-
dece este doblete, pero en mi opinión solo hay dos explicaciones
factibles.
La primera es que el empleo de artículo responde a usos sin-
tácticos, tal vez dependiendo de si se sitúa o no tras ciertas preposi-
ciones, o tras vocal y consonante. La segunda, y más probable, es
que una cierta economía de lenguaje haga que se use o prescinda del
artículo de una forma totalmente aleatoria, no obedeciendo por tan-
to a regla alguna.
Hay problemas de toponimia que se entienden con la presencia
de este fenómeno. Tenemos por un lado el pueblo de Os Rials, cuya
forma exenta de artículo ha debido causar su pérdida en el actual to-
pónimo oficial de Urriales. Donde, no obstante, la U parece corres-
ponder al artículo que ha perdido la s en una dicción rápida.
Se me ocurre, al hilo de todo lo expuesto, una explicación que
viene a propósito del extraño cambio de Elsón a Olsón. Bien pudié-

" Este hecho está también documentado en los límites occidentales del dia-
lecto central. RODÉS, Rolde, 81, p. 46, menciona esta canción: "No te cases en o
Biescas / ni tampoco en o Sallén, / casa-te en o Samianigo / y berás pasar o tren".
106
ramos estar ante el recuerdo de un O Elsón, cuyo artículo se fue fu-
sionando al nombre hasta desaparecer la E- inicial de este. En apoyo
de esta explicación está el hecho de que en los mapas de Labaña apa-
rezca Olsón u Elsón. El caso es que todavía algún vecino de la co-
marca dice Elsón, sin haber podido confirmar hasta la fecha si lo ha-
ce preceder o no de artículo, aunque fuese de manera ocasional.

4.1.5. El artículo es
De forma espontánea, sin preguntar sobre el tema, una infor-
mante de Elsón me hablaba sobre el artículo usado en la zona (o, a,
os, as) y además añadió una forma antigua de masculino plural: es
napos ya bullen." La frase era de una anciana, me la reprodujo por-
que siempre le había llamado la atención esa forma de artículo mas-
culino plural. Más sorprendido estaba yo. Sospechando un origen
chistabín o belsetán de ese familiar, le pregunté, me dijo que era na-
tural de Asque. Este pueblecito está próximo a Colungo y es el pri-
mero del Somontano sobrarbés después de pasado el puerto de San
Crapás. Este testimonio indica que el antiguo artículo es fue usual en
algunas zonas del área central, por tanto también lo sería en Sobrar-
be. Pues si hace cinco décadas todavía era usado por algunos ancia-
nos del Somontano, y se recuerda, es claro indicio de una mayor ex-
tensión. En la actualidad no he hallado rastro alguno de su empleo.
No he realizado un trabajo que pueda indicar la presencia de di-
cho artículo en la toponimia sobrarbesa. Seria necesario efectuar pro-
fesionalmente una relación de todos los topónimos de la comarca an-
tes de que desaparezcan sus mejores conocedores. De todas formas
es muy probable que haya más de un microtopónimo que evidencie
un antiguo uso de es. Máxime cuando aparece en los dos típicos ca-
sos en que se muestra en todo el Alto Aragón: estijeras y estenazas.

El testimonio es suficientemente elocuente del antiguo uso de es. La topo-


nimia, al igual que con o, os..., también aporta información; veamos de nuevo un
par de ejemplos de ambos extremos geográficos de la lengua: en Embún Es Coro-
nas y en Fonz Es Cllozes (un plural ultracorregido de cllot, palabra en desuso).
107
Hoy en día el artículo es se mantiene en el aragonés belsetán y
chistabín. Está documentado en el habla bergotesa y en Ballibió. En
benasqués y, aunque menos, en el ribagorzano (alto y bajo), coexis-
te con el alófono els.

4.1.6. El artículo indefinido


He registrado las formas coincidentes con el castellano: un,
unos, una, unas.

4.2. EL SUSTANTIVO
4.2.1. El género
En el aragonés hablado en Sobrarbe se dan coincidencias de
género con catalán, occitano y, en algunas, con el francés, igual que
en el resto del aragonés, difiriendo así de las formas castellanas.
Aparecen con género masculino los siguientes sustantivos: ixe cos-
tumbre, por o maitino, o calco de l'augua, o dote, un siñal, os es-
quiruelos. Que en las lenguas mencionadas se corresponden con el
catalán: el costum, pel matí, el cals de l'aigua, el dot, un senyal, els
esquirols; el occitano: lo costum, pel matin, lo caus de l'aiga, lo dot,
un senhal, los esquirols, y en parte con el francés: le matin, le dot, le
signal, pero en cambio la coutum, la chaux y les écureuils. En el ca-
so de palomos el género masculino coincide con el de catalán y oc-
citano y difiere del castellano, que lo hace femenino: las palomas.
Algunos nombres pueden ofrecer dudas respecto a su género si
van precedidos de artículo apostrofado: l'ababol, l'alfaz. Pero son
siempre masculinos: os ababols, se comerán to l'alfaz.
El contacto con el castellano puede producir cambios en el gé-
nero: a costumbre, e incluso pérdida del término aragonés: a cal.
En o erenzio el aragonés difiere de las cuatro lenguas románi-
cas vecinas: cat. la heréncia, oc. l'eretat, fr. l'hérédité y cast. la he-
rencia. También es masculino banasto y cucaracho, frente a los cas-
tellanos banasta y cucaracha.
108
Entre los nombres que forman su género en femenino se regis-
tran: a baile, a figa, a fin, a mirla. Coincidiendo también aquí con
las lenguas galorrománicas vecinas, cat. la vall, la figa, la fi, la mer-
la; oc. la valada, la figa, la fin, la merla, y fr. la vallée, la fin (sal-
vo le figue), la merle.
Otros solo parecen tener femenino en aragonés, como azeite:
l'azeite aquella de rizino; l'azeite, no sé si toda, les ne devolvió;
l'adoba, a canal, a marguín, frente al cat. l'adob, el canal, el mar-
ge, oc. lo canal, lo marge, y cast. el aceite, el adobe, el canal, el
margen. El francés en cambio tiene le canal, pero la marge.
Casi todos los árboles frutales, y algunos arbustos, son también
femeninos: a manzanera, a nuguera, a castañera, l'abillanera, a pe-
rera, a olibera, a zirezera, a minglanera, a figuera, a galabardera,
l'albordera, a zerollera. Pero en cambio es masculino garrofero y
coexisten ambos géneros en presieguero/preseguera.
Los sustantivos acabados en -or tienen en aragonés género fe-
menino. De este grupo, algunos nombres conservan todavía dicho
género: l'amargor, l'ardor, a balor, a bapor, a berdor, a calor, a cla-
ror, a dulzor; a escozentor, a olor, a pudor; a rezior y a sudor: sali-
ba a bapor d'o caldero; yo no le quito nenguna balor. En esto el ara-
gonés viene a coincidir nuevamente con el catalán y el occitano, si
bien el francés adopta el masculino, como hace el castellano.
Se entiende que la influencia del castellano hace aparecer tam-
bién aquí vacilaciones en algunas voces: o bapor y o balor. Pero no
son inherentes a la lengua en el caso de o costumbre / a costumbre,
como pretende Ma Luisa ARNAL (El habla de la Baja Ribagorza oc-
cidental, p. 233) pues son los más ancianos quienes mejor conser-
van el género y además ya se ha visto que es algo compartido con
catalán y occitano principalmente.

4.2.2. El plural
El aragonés de Sobrarbe sigue en la formación del plural las
mismas normas que el resto de la lengua. El plural se forma ma-
yoritariamente añadiendo una -s al singular, termine este en vocal o
109
en consonante: ababols, aguazils, albaricas, bailarins, berchels,
boiras, bombolons, caixals, caracols, carins, casals, catalans, críos,
escurzons, figas, güeis, ninins, repetens, tabans, zagals.
Cuando la consonante final es -r en el singular, al pasar al plu-
ral enmudece: pastors /pastós/, mullers /mullés/, flors /flós/, aclara-
dors /aclaradós/.
El plural más genuinamente aragonés en -rs para los sustantivos
que acaban en -ero (diners, corders) no se ha registrado en el habla
viva: ferreros 'libélulas', toponeros, corderos, bizicleteros." Algunas
encuestas indican su conservación antes de la guerra civil. Por lo de-
más la toponimia viene a confirmar este extremo, por ejemplo Te-
rrers, uno de los barrios de Arcusa, o Peña Feners en Camparretuno.
En todas estas formaciones del plural, el aragonés sigue las
mismas estructuras que las vecinas lenguas galorrománicas: catalán,
occitano, francés, así como el retorrománico.
A la norma general apuntada hay que señalar dos excepciones.
La primera es que los sustantivos acabados en s o z, por una razón
de eufonía, realizan el plural con la terminación -es: de calz se da
calzes, de carnuz carnuzes, de franzés franzeses.
El único singular terminado en -ch que he registrado es reloch,
voz ya muy en desuso. No se ha documentado ningún nombre aca-
bado en -x.
La segunda excepción a la regla general tiene que ver con los
singulares acabados en -d < -t, en cuyo plural esta consonante pasa
a ser -z: capazez, mozez, ferfez, alazez, chalez...
Hay que añadir que no resulta raro oír frecuentemente plurales
construidos analógicamente sobre el castellano: tozinetes. Si bien
las distintas formaciones de plural (-s, -z) se mantienen en general.

" La pérdida de este plural en muchas zonas es un nuevo síntoma del grave
deterioro que sufre el aragonés. En nuestra comarca ni siquiera he podido registrar
diners, que sí permanece como único testigo del plural en -ers en Ribagorza (vid.
ARNAL PURROY, El habla de la Baja Ribagorza..., p. 242, un excelente trabajo, di-
cho sea de paso, aunque no comparta en absoluto sus ideas respecto al aragonés,
tan propias de la escuela de BUESA y ALVAR).
110
Los nombres acabados en vocal tónica vacilan entre el plural
en -z, que es el propio, y una forma más relajada en -s: toz/tos, ziu-
daz/ziudás. Esta vocal tónica indica la pérdida de la consonante fi-
nal -d, la misma que en los diminutivos, pero que en este caso debió
de caer ya en época antigua.
El plural en -z se origina de la siguiente forma: TOTOS > tOtS >
toz. El grado -ts es conservado actualmente por occitano y catalán.
En el Alto Aragón solo el aragonés benasqués, habla de transición
entre aragonés, occitano y catalán, conserva esta desinencia que el
aragonés moderno transformó en -z y que le es tan propia.
Finalmente hay que anotar que el saludo buen día es entre los
más mayores siempre en singular, de la misma forma que, en cata-
lán y occitano, bon dia, y que en francés, bonjour.

4.3. EL ADJETIVO

4.3.1. Formación y género


Solo he documentado dos adjetivos de los que el aragonés
coincide en poseer forma femenina con occitano y catalán, difirien-
do del castellano: pobra y grisa: nusotros tenébamos una burra gri-
sa (preguntados por su masculino, se me contestó: griso); pobra!
(referido a una mujer).
El aragonés en alguna variedad local conserva otras formas de
adjetivo femenino, como simpla, que han desaparecido del habla vi-
va sobrarbesa: ye más simple ixa zagala r°
Existen otros en que el género se extiende al femenino: estu-
dianta, comedianta, dominanta.
Los adjetivos de participio tienen la terminación -au para el
masculino y -ada para el femenino: maltraziau/maltraziada, en-

" NAGORE, Gramática de la lengua aragonesa, p. 65. Aunque sin precisar


dónde.
111
cherbeliu/encherbelida, esmanotau/esmanotada: estoi encherbelida
de frío; ¡estás más esmanotada!
Los adjetivos con la terminación -or para el masculino presen-
tan la forma femenina -era: cazadera, treballadera, capoladera.
En los adjetivos con terminación de diminutivo, esta suena más
a una -t que a una -d: chicot. Su plural está amenazado por la fuer-
te influencia que, en todo, ejerce el castellano: chicoz/chicotes, lo
cual, por analogía, da formas inusitadas de singular: chicote.
Se da un uso adjetival distinto al castellano en gordo, donde
además del significado referido a la obesidad tiene el de 'mayor,
crecido': ya yes gordo 'ya eres mayor, ya estás crecido'.

4.3.2. Los grados del adjetivo


El comparativo y superlativo siguen los del resto del aragonés.
Así, para el comparativo de superioridad tenemos: más + adjetivo +
que: estos cabrons de catalans saben más que nusotros; ye más ma-
lo que un dolor; se cayó, que se fizo más mal... El de inferioridad
se estructura de la misma forma, menos que: come menos que un
pinchán. El de igualdad lo hace con igual que y también con como
o tan + adjetivo + como: igual que estos perros de pastors; gorda
como una nuria; siempre está roñando como un tozino mal zenau;
s 'ha fartau como un tozino; ahora ya ye casi tan rezia como yo; era
un zapo como una boina.
El grado comparativo heredado del latín millor está en franco
desuso,' más vitalidad tiene su contrario pior. En cuanto a los deri-
vados de MAIOR y MINOR, se tienen por formas muy cultas, lo co-
rriente es más/menos + adjetivo: os ferfez son más gordos; ixos son,
pero son más chiquitins.

" En efecto, otro elemento que se va degradando. ARNAL PURROY, El habla


de la Baja Ribagorza, p. 104, las da solo como usuales en Estadilla y Fonz, aunque
se puedan documentar ocasionalmente en otras zonas que ella no menciona, por
ejemplo, Capella. Esta desfonetización es general en aragonés, recuérdese el caso
de mejó en Ansó.
112
El superlativo conoce la forma -ismo < -Issrmu: muchismo, bue-
nismo. Pero existen construcciones más propias para indicar superla-
tividad. Una es anteponiendo bien: son bien majas; ye bien bueno.
Esta forma es más usada que la consistente en mui + adjetivo: era
mui guapo, cuya forma de negativo, guaire: no ye guaire buena, es
más conocida y empleada por las personas mayores. Otra forma de
superlativo consiste en añadir el sufijo -izo al adjetivo: qué royizo I;
n'hai gordizos, llegando incluso a lexicalizarse: cornizo, teflizo, tor-
nizo, o finalmente doblando el adjetivo: una sopa buena buena.

4.3.3. El adjetivo posesivo


Respecto al adjetivo posesivo se usa la construcción en que es-
te va precedido de artículo: o nuestro zagal; o nuestro mozed; o mío
zapato; a nuestra tozina; uno d 'o nuestro barrio; en o nuestro lugar.
Es más frecuente esta posición proclítica del posesivo, pero
también se da la enclítica: a gente nuestra.
Estos posesivos son generales en todo el aragonés y su forma
coincide con la de otras lenguas románicas: cat. el meu fill, oc. lo mieu
filh, pi. ij mé fieuj (pero en cambio en sg. mé fieul), it. il mio figlio.
Hablando del cónyuge se acostumbra a prescindir de posesi-
vos: ¿ánde está a mullen?
Es más frecuente oírlos en singular, referidos a un solo posee-
dor. La institución de colectividad por excelencia, la casa, nunca lle-
va el artículo ante el posesivo, sino que este se sitúa después del
nombre: casa nuestra.
En dicha posición enclítica los posesivos vienen a coincidir
con las formas castellanas: mío, mía, tuyo, tuya, suyo, suya, nuestro,
nuestra, buestro, buestra y el resto de las formas en plural.

4.3.4. El adjetivo demostrativo


Las formas del adjetivo demostrativo tienen desigual conser-
vación, el que mejor se mantiene es el de segundo término. Los de
113
primer y tercer término ya hace mucho tiempo que vienen sufrien-
do las consecuencias del contacto glotofágico con el castellano.
El demostrativo propiamente sobrarbés para el primer término
es iste, ista, istos, istas, y el neutro, isto: ¡ista ninona!, por ista parte
d'a Tierra Bucho que le dizen, ¡isto!, istas son as losas. Es posible
oírselo a personas de avanzada edad, sobre todo de los ochenta en
adelante." En estos casos los he oído, incluso expresándose en cas-
tellano, lo suficiente como para constatar que todo el paradigma es-
tá todavía en uso. Creo que en cinco o siete años más corren el ries-
go de desaparecer, a no ser que algún joven aisladamente los emplee
por haberlos oído a sus padres, cosa harto improbable.
El demostrativo iste, ista de los más ancianos podría derivar di-
rectamente del latín ISTE, ISTA o bien ser una forma analógica de los
de segundo término; es dificil pronunciarse.
En una sola ocasión pude oír la forma esti, que se tiene por
chesa: esti año se puso berde. Parece ser, por lo que sé de otras zo-
nas, que siempre se usa ante dicha palabra, estando lexicalizado por
completo. Quizás debería escribirse junto: estiaño 'hogaño'.
Aparte de estos últimos casos de conservación entre los más
ancianos, el mayoritariamente usado es el demostrativo coincidente
con el castellano: este, esta, estos, estas y el neutro esto: este ye bue-
no; estos cabrons; 'atabuchó esta zagala.
El de segundo término está plenamente en vigor en toda la po-
blación y es el documentado para todo el aragonés, ixe, ixa, ixos,

72 He aquí otra laguna sin investigar a fondo. Parece que este demostrativo está
ciertamente muy extendido. BALLARN CORNEL, Elementos, p. 21, lo da como gene-
ral y único en benasqués. MASCARAY SIN, El ribagorzano dende Campo, p. 47, lo da
también como usual en la Ball de Bardaixín. En Semontano y Bielsa —aunque BA-
DÍA no lo recogiera— es usado también; para el primero, véase Ríos NASARRE, Bo-
cabulario d'o Semontano, p. 109, y, para Bielsa, NAGORE, Replega de testos..., p. 207,
donde se documenta también su uso en la comarca de Ayerbe, p. 78. De todo ello se
deduce que se extiende, al menos, por todo el norte de Ribagorza, gran parte del So-
brarbe y toda la Tierra Baja desde Ayerbe hasta las proximidades de Balbastro.
114
izas y el neutro ixo: ¡Ganaba perras fre misache!; Ixe ya se sabe os
tientos; No baja una gota d'augua por iza glera; Ixa cruzeta que es-
tá debajo; ¡Ixos son, iras son!, pero son más chiquitins; Por izos
caixigars; Izas que salen n'o trigo; Por izo le deziban O Tranquilo;
Por aquí d'izo no n'hai; ¿To izo ye tuyo?...
El demostrativo ixe, ixa deriva, como el catalán eix, eixa, di-
rectamente del latín IPSE, IPSA.
En cuanto al de tercer término, la identidad con el castellano
ha supuesto que el único que difería haya caído en desuso, es decir,
el masculino plural: aquel, aquella, aquels, aquellas: aquels lugars
fue registrado a una informante de ochenta años. La forma castellana
aquellos ha venido a sustituir por completo la original. No obstante
parece la propia del aragonés, al menos en Sobrarbe y Ribagorza,
puesto que en benasqués, ribagorzano y aragonés de Ballibió es la
forma propia, y en los subdialectos chistabín y belsetán lo es un aló-
fono de esta: aquers."
En cuanto al neutro, se recurre al empleo de ixo, cuyo campo
semántico parece comprender tanto el segundo como el tercer tér-
mino (algo parecido a lo que sucede con astí en muchas zonas). No
es el demostrativo de tercer término de una gran frecuencia de uso,
pues el de segundo viene a ocupar a menudo su espacio.
Algunos ejemplos: aquel cura que estaba pedricando; bes a
mirar-te aquel calandario; beniba a fiesta d'aquellos pueblos.
Cualquiera de estos tres demostrativos puede presentarse tam-
bién en posición enclítica: as cajas aquellas d'os malacatons.

" En estos últimos subdialectos todavía está vivo, pero en Ribagorza ha caí-
do francamente en desuso. Cleto TORRODELLAS lo empleaba en el primer tercio de
siglo: Versos y romances en ribagorzano, "Bocabulario d'as obras", p. 146; hoy ya
no lo he podido oír en el habla viva. Ma L. ARNAL PURROY, p. 262 de su tesis, no lo
registra ni siquiera en nota a pie de página (como sin embargo sí hace con muito,
¿por qué?). En cuanto a Ballibió, es forma usada por siñá Chusta CLEMENTE, en
Fuellas, 101, pp. 9-14, y 102, pp. 9-15.

115
4.3.5. Los numerales
El sistema de numerales actualmente empleado coincide en to-
do con el castellano, tanto los cardinales como los ordinales. Es de-
cir, es el castellano. Hay que pensar que históricamente ha sido si-
milar al de esta lengua, salvo algún número muy concreto (el ocho,
principalmente, que en textos medievales aparece como güeito); ello
debió de contribuir a que las formas que diferían de la lengua ofi-
cial desaparecieran en una época concreta.
Tan solo cabe reseñar la presencia de deziséis, dezisiete, dezio-
cho, dezinuebe, así como bente, trenta" y sus compuestos. Son for-
mas más empleadas por las personas mayores, quienes asimismo
utilizan esporádicamente la forma zincozientos: aquí caleban zinco-
zientas bacetas de buro. Personalmente no creo que se trate de un
numeral analógico de la serie de la centena, sino que más bien pa-
rece ser una forma etimológica como en cat. y oc. cinc-cents, fr.
cinq cents, pi. sinchsent, it. cinquecento.
Com el adjetivo numeral primer no se da concordancia en géne-
ro con el sustantivo: a primer cartilla que tube yo, a primer casa que
s 'entra. Hasta donde yo sé, es general en todo el aragonés central.

4.4. LOS PRONOMBRES

4.4.1. El pronombre personal


Los presento en un cuadro según sus diversas clases:

SUJETO REFLEXIVO COMPLEMENTO


yo me me
tu te te
el se lo/o
ella se lo/o
usté se lo/o

" En aragonés estas formas son tan perfectamente cultas como lo pueda ser
en cat. e it. trenta.
116
SUJETO REFLEXIVO COMPLEMENTO
nusotros (-as)" nos nos
nusatros, -as (ant.)
busotros (-as) tos tos/zos
busatros, -as (ant.)
ellos/els" (ant.) sen los/os (alomorfo del cast.)
ellas sen los/os (alomorfo del cast.)
ustés sen los/os (alomorfo del cast.)

Vayan como muestra algunas frases extraídas —como todas las


de este libro— de conversaciones: ande nazié yo; tu estubes n'a bo-

" Varios informantes me dijeron que nusatros se usaba antes que esta forma,
en los años treinta, por los ancianos. Este pronombre está vivo en Ribagorza (AR-
NAL, El habla..., p. 289), en Chistau (Morr, El habla de Gistaín, p. 65) y en la Ball
de Benás (BALLARÍN, Elementos..., p. 23), y en la de Bielsa (BADíA, El habla del
valle de Bielsa, p. 105) existe la variante nusaltros. El retroceso en Ribagorza de
nusatros por la forma más castellanizante nusotros lo atestigua fidedignamente AR-
NAL, El habla..., p. 289, y MASCARAY confirma su sustitución en la zona de Cam-
po (El ribagorzano dende Campo, p. 31) por nusotros. Muy interesante, para co-
nocer su antigua extensión, es la documentación de nusatrus y busatrus el año 1933
en Torla gracias a la labor de Alwin KUHN, Der Hocharagonesische Dialekt, p. 119.
Lo que me lleva a pensar que ha sido el pronombre general para Sobrarbe y Riba-
gorza (como en todo, hacen falta más trabajos de campo). En gascón se dan no-
sautes y vosautes, BIRABENT & SALLES-LOUSTAU, p. 54. No debe quedar ni un pal-
mo del Alto Aragón sin estudiar. Tomen nota de ello nuestra Universidad y la DGA.
76 Tengo dos testimonios convencidos de este uso en Mundod y Sasa (han siu
els, dice que decía su abuelo) y otro inseguro en Lezina. Es tarde para confirmar
su anterior uso en otras poblaciones y parece dificil porque debió de perderse so-
bre el año 1936. En Ribagorza parece que ha sucedido otro tanto. TORRODELLAS,
Versos y romances, p. 148, lo usaba hasta 1939, año en que murió. MASCARAY, El
ribagorzano dende Campo, p. 31, sí registra els y ells, forma última general en be-
nasqués y con una variante ers en Bielsa. BADÍA, El habla del valle de Bielsa,
p. 105, lo transcribe como es, pero, siendo el sg. er, el pl. es obviamente ers. Para
quienes sean reticentes a aceptar els, por razones de evolución, recordemos que es
perfectamente posible en fr. ils, cat. ells o rumanche els —como en aragonés—
(SCHLATTER, Martin, J'apprends le romanche, Lausanne, 1986, p. 20) y en oc-gasc.
eths (BIRABENT & SALLES-LOUSTAU, p. 54).
117
da; el pensaba que 'n abría menos; no te'n escaparás; s 'enzertó a
pasar; nusotros tenébamos una burra grisa; nos n'irnos; a aconor-
tar-se como pudo; al perder-sen ellos; se quedón ellas tres solas;
mia que no se truque; te pegaba cada peñazo que t'atabalaba; ¡me
cago 'n d'el!; ¡ osma!, ¿tu morder-me!; no los conocié; lo metió a la
garchola; no m'atribo a dizir cosa; s'ha pegau cuentra un coche;
tiens que superar-te; l'ha zabucau n'o suelo que no l'ha dejau le-
bantar; tos daré...
Este paradigma se completa con los dos pronombres de dativo:
le y les: da-le memorias; le pegó un zinglazo; a maestra tamién le 'n
diziba; pa que les ne des; les dion os dineros pa que se 'n icen; les es-
cribió una carta. Las formas del aragonés occidental fi y lis no se han
documentado en nuestra comarca, sea en un uso actual o remoto.
El dativo con primera y segunda persona emplea tras preposi-
ción misma forma del sujeto, como es normal en todo el arago-
la
nés y también en occitano: a yo m'ocurre esto; me dizen a yo; que
marche con tu."
En la primera persona de plural el pronombre general es nos,
muy raramente se da mos: mos faremos una lifara, cuya presencia
debe atribuirse a la influencia de transición de la variedad más
oriental, como aporte muy reciente.
En cuanto a la segunda persona de plural, se registra el uso in-
distinto de tos y zos: serbir-zos-ne; mozas, preparar-zos, que benimos
a buscar-zos; guardar-tos os güesos; ¡estar-zos quietos! Parece que
la forma primera está condicionada por la desinencia de imperativo:
preparaz > preparazos, que escribo preparar-zos.
Se conserva el orden pronominal aragonés, principalmente en
el singular: me se cayó. Aunque el orden estándar del castellano
también va haciendo mella, como en el resto de nuestra lengua. En
cambio, el orden propio del aragonés se ha perdido para las formas
de plural: una zagala se mos llebó o clarión en a boca.

77 BIRABENT & SALLES-LOUSTAU, Memento grammatical du gascon, p. 54.

118
4.4.2. Las partículas pronominales i/bi y en/ne

4.4.2.1. El complemento en/ne


El complemento pronominalo-adverbial en/ne derivado de IN-
DE tiene en el habla de Sobrarbe los mismos usos que posee en otras
variedades de la lengua aragonesa. Goza de gran vitalidad en toda
la población, incluso expresándose en castellano. Puede aparecer en
diversas formas: en, ne, 'n o n'. Ello depende de su posición en re-
lación con el verbo, proclítica u enclítica, y de su situación ante o
tras vocal, adoptando entonces la forma apostrofada.
a) El primero de sus usos es el de pronombre propiamente di-
cho. En las combinaciones pronominales de OI y OD cumple esta úl-
tima función: le'n diré `se lo diré' (a él o a ella); les ne des 'se lo des'
(a ellos o a ellas); da-le-ne 'dáselo' (a él o a ella), guardar-tos os güe-
sos pa dar-les-ne a os perros 'para dárselos a ellos'; les ne baja y les
ne echa a as gallinas 'se lo baja (a ellas) y se lo echa (a ellas)'.
b) El segundo uso es en los verbos reflexivos de movimiento,
principalmente con el verbo ir-se-ne, con mucho el más usado de to-
dos ellos: me'n fue a zerrar o ganau; me'n boi una gambada; se'n
han iu; pa que se'n isen; nos n'imos; tos ne baz; tos ne fuez; me'n
he iu; bes-te-ne ta casa...
Este uso en verbos de movimiento se da también en catalán,
occitano y francés.
c) El tercer uso es el que aparece en las frases de partitivo en
que el complemento en antecede al verbo y la preposición de prece-
de al elemento contable: ya en he pegau de bueltas; n'he rancau
muchisma de piedra; ¡oi, si en pasan de coches!; en hai tres u cua-
tro de brujas... Pero también puede darse sin la preposición: en he
estrenaus nuebe coches.
d) El cuarto uso es el de complemento preposicional: ¿en tiens
prou?; ¡serbir-zos-ne!; boi t'o güerto a buscar-ne; en tenemos en
ixa basa; se pensaba que en abría; me'n trujo tres u cuatro; no'n
faré yo pos; todas as noches en hai; a ver si en puedo replegar al-
119
guna; no n 'hai mica; no n 'emos cogido; ya en tiengo prou; yo sí que
en he bisto; enramada no'n puson; que en maté yo una; cada bez
que boi en bebo...
No es raro que en ocasiones se dé un uso pleonástico: hai que
en tiene mucha memoria.

4.4.2.2. El complemento i bi
En contra de lo que esperaba, el derivado del latín IBI goza de
un empleo todavía vital." Este complemento puede aparecer en di-
versos usos.
a) Como locativo: ¡con as bezes que i he estau!; hace poco que i
trabajón; no i cabe; no i hai prou; que i estaba don Juan; ya i biengo.
Tampoco es raro su uso pleonástico: aquí no i ha estau; allá i ban.
El derivado i es ciertamente el más numeroso, pero también pu-
de registrar el derivado bi. Fue oído con la vocal elidida, tal como se
ha documentado en otras zonas de todo el dialecto central. Se registró
espontáneamente en As Billostas, primer pueblo del Sarrablo: —Emos
bisto una bandada de perdiganas. —Sí, son bien majas, siete en b'ha.
Poco después documenté el mismo uso en Elsón: en b 'ha tres
n'a caja. A la luz de estos dos testimonios cabe pensar en que el uso
de IBI > BI: bi ha > b 'ha todavía se mantiene en gran parte de la co-
marca. Esta forma en que la partícula pronominalo-adverbial elide
la vocal se registra en zonas como Panticosa, Broto y Bio.7'

Parece estar extinguiéndose ya en la Tierra Baja. Ríos NASARRE, Bocabu-


lario d'o Semontano..., no lo registra. Sí aparece en COSCUJUELA, p. 110: nusotros
no i cogébanos.
" Las formas impersonales en b'ha y ne b'ha aparecen en Broto en un texto po-
pular (UsÓN, "A Petena Linás y bellas cosetas más de ra balle Broto", Fuellas, 63, p.
16): "Que aquello que usté cape liranda en b'ha (..) Que no, que no ne b'ha". En
Panticosa (NAGoRE, El aragonés de..., p. 110): "ne b'ha; ya ne b'ha pro; ¡si ne b'ha
de chabalins!". En Ballibió, SAROTHANDY, "Huellas de...", p. 191, recoge varios
ejemplos: ya no ne b'ha de lupos. El uso de bi, sin elisión vocálica, se mantiene en
Ansó (BADÍA, Contribución..., p. 199), Echo (LERA & LACRABA, De la gramatica de
lo cheso, p. 83) y Bielsa (BADÍA, El habla del valle de Bielsa, pp. 114-115, 233, 348).
120
b) Como complemento preposicional. Es de uso más raro pero
también he podido registrar algún ejemplo interesante. Suele utili-
zarse en referencia a conceptos mentales, no físicos, de los que se
acaba de hacer referencia. Por tanto siempre acompaña a verbos co-
mo pensar o creyer: no i creigo; ahora que i pienso.
En ocasiones los derivados de INDE e IBI aparecen en combina-
ción: l'otro día en i eba uno ahí, por a parra; no n'i hai. En estos
casos jamás se da la palatalización general en el aragonés de Riba-
gorza (ñai < n'i hai < n'i ha).

4.4.3. Los pronombres indefinidos


Aunque los sitúo en el apartado general de los adjetivos, puesto
que los indefinidos son principalmente adjetivos que acompañan al
nombre, citaré algunos indefinidos que funcionan como pronombres.
Los indefinidos más característicos del aragonés que se habla en
Sobrarbe son bel, denguno, guaire, mica, cualsiquier, to, otro, otri.

4.4.3.1. El indefinido bel posee las siguientes formas: bel,


bels/bellos, bella, bellas: queda bel poqued; se pensó que abría bel
palmo; no sé si no me comeré bella pizca; cuando matan bella galli-
na; bella bez. Respecto a la vacilación entre beis y bellos, parece diá-
fano que esta última es una construcción reciente cuyo plural es una
analogía del castellano. Es un fenómeno de pérdida de plural arago-
nés idéntico al que ya vimos al tratar el demostrativo aquels y la va-
riante aquellos, o els respecto a ellos. Lo más probable es que, al igual
que ha acabado triunfando el plural castellanizado aquellos, también
la forma híbrida bellos acabe predominando sobre la más propia beis.
Aparte del aragonés, solo el gascón comparte este indefinido:
béth, béths, béra, béras.
Un pronombre compuesto de este adjetivo, beluno, es utiliza-
do desde los valles de Tena hasta Chistau. Aquí es completamente
desconocido en la actualidad y ninguno de los encuestados de más
edad, nonagenarios, lo conoce ni recuerda haberlo oído a sus abue-
121
los. Por lo tanto, en caso de que fuera utilizado, se perdió ya en el
pasado siglo.

4.4.3.2. El indefinido denguno sustituye frecuentemente su d


inicial por una n, lo cual no es sino un calco mimético del castella-
no ninguno: Camparretuno sin santo nenguno; Camparretuno, tuno,
sin santo denguno.

4.4.3.3. Respecto a guaire, hay que decir que aparece en frases


negativas, con la significación de 'mucho', al igual que el cat. y oc.
gaire (aunque en gascón y cat. occidental guaire) o el francés gué-
re: no n'hai guaire.
Puede ser tanto un pronombre como un adverbio. No he regis-
trado usos en frases interrogativas o exclamativas, lo cual no quiere
decir que no exista la posibilidad de que se den.

4.4.3.4. En cuanto a mica, que puede funcionar como adverbio


o como pronombre, posee los derivados miqueta y miquirrina. El
uso de este indefinido va siendo desplazado progresivamente por el
vulgarismo miaja, aunque todavía puede registrarse ocasionalmen-
te: no tiengo mica de fambre; que no n'hai miaja tierra.

4.4.3.5. Respecto a cualsiquier, también el castellano interfie-


re y se usa cualquier, pero las personas de más edad conocen la for-
ma aragonesa: a lazena estaba en cualsiquier sitio.

4.4.3.6. El indefinido to, que también puede ser pronombre,


suele dar un plural normal en -z, toz, relajada a menudo en -s: ¿to ixo
tiens que fer?; teneban tos os pueblos mote; os zagals tenébanos tos
chuflos de caña; no pega o sol en to '1 día; l'azeite, no sé si toda, les
ne devolvió.
El fonema latente -d < -t, que interviene en el morfema de plu-
ral, no suena nunca, tampoco ante vocal: ¿to ixo ye tuyo?
122
4.4.3.7. El indefinido otro es el único documentado, coincide
con las formas castellanas: otro, otra, otros, otras: l'otro día.
No hay evidencia alguna de formas como atro, que aparecen
en el chistabín, el aragonés de Ballibió y el bajorribagorzano, o de
la variante altro, usual en belsetán, benasqués y altorribagorzano.
Las encuestas tampoco arrojan luz acerca de antiguas formas dis-
tintas a la actual."

4.4.3.8. Respecto a otri < ALTERI, tiene los mismos usos que en
el resto del aragonés, es decir, connota un cierto matiz despectivo:
iba a traballar pa otri.
Este indefinido es igualmente conocido en las lenguas galo-
rrománicas: cat. altri, oc. autri y fr. autrui.

4.4.4. Los pronombres interrogativos y relativos


El pronombre relativo es el mismo que en el resto del aragonés
y otras lenguas próximas: mia que no se truque; ya sabe o que pasa;
ixa cruzeta que está debajo; te pegaba cada peñazo que t'atabalaba;
con as bezes que i he estau; en o ziminterio hai un piazo que no está
bendeziu; yo sí que en he bisto n'as basas; les dion os dineros pa
que se 'n isen...
Y como interrogativos: ¿qué fas tu por aquí?; ¿qué ez bisto?;
¿cuántos años tiens tu?

80 Solo el testimonio del uso de nusatros hacia el primer tercio de siglo pare-
ce indicar la posibilidad de un antiguo empleo de la forma atros, ya que nusatros
< NOS + ALTEROS. La forma atro también ha retrocedido en Ribagorza en la misma
época que aquels y els. Autores estadillanos como Cleto TORRODELLAS, del primer
tercio de siglo, o Bernabé ROMEO, entre 1861 y 1888, emplean atro. Véase a este
respecto ARNAL & NAVAL, "Lengua y literatura de unos poemas ribagorzanos...",
AFA, XLII-XLIII, pp. 83-130. En Bielsa, BADLA, pp. 117 y 223, documenta la va-
riante altro, que BALLARÍN también recoge para Benás en su monumental Diccio-
nario benasqués.
123
Respecto al pronombre qui,' conservado en otras variedades
de aragonés y lenguas románicas, parece haber desaparecido total-
mente en el habla viva, siendo sustituido por el castellano quien. Co-
mo tantos otros elementos más propios, entró en desuso en la pos-
guerra: ¿quién te la fa?, ¿ixe quién ye?
Los pronombres cualo, cualos, cuala y cualas también son
usados en Sobrarbe, tanto para personas como para objetos. En
castellano también debieron de ser generales, hoy en día se con-
sidera forma vulgar en dicha lengua salvo cuando se habla del ju-
deo-español: entonces, paradójicamente, se trata de un elemento
arcaico conservado.

4.5. EL VERBO
4.5.1. El infinitivo
a) En el aragonés de Sobrarbe se dan las tres conjugaciones
del resto de la lengua, ejemplificadas con sus desinencias -ar, -er,
-ir. Solo el aragonés de transición hablado en Benás posee una
cuarta conjugación, atribuible sin duda a su condición de habla de
tránsito y de encrucijada lingüística entre el aragonés, el catalán
y —a menudo un hecho no siempre tenido en cuenta— el occita-
no-gascón.
Aunque las tres conjugaciones aproximen el aragonés al caste-
llano, al astur-leonés y al gallego-portugués, no siempre se dan
coincidencias. Hay verbos que pertenecen a una conjugación distin-

' El interrogativo qui se documenta en Ansó (VicEN & MONCAYOLA, Boca-


bulario, p. 67), en Echo (LERA & LAGRABA, De la gramatica..., p. 82), en Pantico-
sa (NAGoRE, El aragonés de..., p. 90), en Bielsa (BADIA, El habla del..., pp. 164 y
123), en Chistau (MoTT, El habla de Gistain, p. 69), en Benás (BALLARÍN, Elemen-
tos de..., p. 25), en la zona de Campo (MASCARAY, El ribagorzano..., p. 49) y fi-
nalmente en la Baja Ribagorza (ARNAL, El habla de la Baja Ribagorza..., pp. 326-
327). En este punto, como en tantos otros, el aragonés viene a coincidir con cat.,
oc., fr. y sav.

124
ta de la de dichas lenguas, como adelgazir, cusir, tusir o bater: me
s 'han adelgaziu as muñecas; he tusiu esta noche.
b) Asimismo, existe una serie de verbos que en castellano son
irregulares y en el aragonés de nuestra comarca, coincidiendo con
otras variedades geográficas de la lengua, son perfectamente regu-
lares. Se trata de verbos que, a diferencia de los castellanos, no dip-
tongan en las formas personales, manteniendo así la raíz del infini-
tivo por analogía: contar, sonar, bolar, chugar, prebar, acordar-se,
apretar, bulcar, fregar son todos ellos regulares: contan os cuartos;
no me sona; prebo d'obrir-la; no m'acordo. Este último verbo tam-
bién registra la diptongación: no me'n acuerdo. La regularidad en
todos estos verbos coincide también con la existente en el aragonés
ribagorzano, así como en cat. y oc. Aunque en todos ellos ha hecho
acto de entrada la forma castellana de conjugación irregular, que va
ganando terreno.
c) Existe un buen número de infinitivos en -iar: charrutiar, al-
parziar, chafardiar, refitoliar, tafaniar, furoniar, bandiar, plorimi-
quiar, fustiar, estroliquiar, esfuriar...
d) Cuando el infinitivo va seguido de un pronombre enclítico
pierde siempre la -r final: perder-sen; buscar-ne; dar-les-ne; obrir-
la; guardar-tos; morder-me; acochar-se; acapizar-se; pegar-les.

4.5.2. El gerundio
La terminación castellanizada -iendo para la 2a y 3a conjuga-
ciones es más usual que la propiamente aragonesa -endo e -indo. Un
ejemplo de esta transformación a causa del contacto con el castella-
no lo tenemos en el gerundio del verbo fer: estoi fiendo a comida,
común al aragonés somontanés, y así va sucediendo ya con todos los
participios: podiendo, teniendo..., que han venido a sustituir a las
formas propias, podendo, tenendo, ya casi extintas. No obstante,
aún quedan restos y por ello son las que se indican como las únicas
autóctonas, siquiera sea para la posteridad.
Otros verbos conservan mejor el gerundio, como es el caso de
ir: indo bien, te tirarás diez u doze días.
125
4.5.3. El participio pasado
a) El participio usual en el habla viva es el acabado en -au e -iu:
subiu, replegau, acabau: s 'han mirau y se 'n han iu; 'ha zabucau
n'o suelo que no l'ha dejau lebantar; no t'he sentiu; ¿ya has chitau
o ninón?; s 'ha aplanau o tejau; s 'ha esmaliziau o tiempo; si ese sabiu
abortar; l'han pediu; te 'n has saliu de casa.
Al igual que en el resto del aragonés, el contacto con el caste-
llano hace que los participios vulgares aragoneses coexistan con los
de esta lengua: saliu/salido; comiu/comido; caliu/calido...
En una sola ocasión, en Barcabo, pude oír una forma de parti-
cipio fuerte, refiriendo una anécdota que una anciana de dicha po-
blación protagonizó hace años: y le 'n dijo: a burra nos ha traíto a
ista casa. Nótese como cuando se trata de reproducir el habla de los
ancianos de hace tres o cuatro décadas aparece un estado de lengua
mejor conservado, sin castellanismos. En esta frase no solo aparece
el participio fuerte, sino también el demostrativo ista.
A tenor de lo dicho, parece claro que los participios fuertes de-
bieron de ser los usuales hasta finales del siglo pasado y las dos o
tres primeras décadas del presente. Es decir: es el participio propio
aragonés, pues las formas en -au e -iu no son sino variantes de las
vulgares españolas -ao e -io. Dicho participio aparece además en al-
gún material de tradición oral: baxato, laminato, sabito, esbarrato,
sentito, y, sobre todo, en topónimos: Molino Betato, Biñaparata, Pe-
ñazicata, A Puyata (muy habitual en Tierra Buzo), A Torzita, O Zinglo
d'a Zancata..."

" Sería dificil conjeturar hacia qué época se perdieron en el Biello Sobrarbe
los participios fuertes, históricos en aragonés como se sabe y testimonia toda la to-
ponimia del Alto Aragón (por ejemplo, bien cerca de Balbastro, en término de Cos-
téan está el tozal de Lo Pingato). Personalmente pienso que sucedió conjuntamen-
te con otros elementos de la lengua, a finales del siglo XIX y principios del XX.
Para ver su actual zona de distribución puede acudirse a NAGORE, El aragonés de
Panticosa, p. 145, mapa 4. En efecto, informes personales me confirman que am-
bos límites siguen vivos: Oz de Chaca, baixato y cullito, y Parzán, me 'n he ito, bai-
xato, oídas en el verano de 1998.
126
b) Existen verbos que solo poseen participios fuertes, como
poder y querer: si s'abrá puesto cambiar de calzero; no he puesto
quedar-me en casa; no la he quiesto cortar; ha quiesto benir; los he
quiesto chafar. Estos participios son usuales, sobre todo entre las
personas mayores de sesenta años. El uso esporádico de las formas
débiles queriu y podiu por parte de hablantes de generaciones más
jóvenes ha de ser considerado una analogía del castellano.
Los participios fuertes quiesto y puesto se usan en una amplia
zona que va desde Broto hasta La Fueba."
El participio del verbo beyer es bisto y en raras ocasiones beyiu,"
que también aparece en el aragonés de Ribagorza. No he registrado
nunca la forma sarrablesa biesto,85 analógica de quiesto y puesto: no
he bisto ni res; namás n'he bisto un par; ha bisto a craba roya; yo
sí qu'en he bisto n'as basas.
El participio del verbo morir y matar puede coincidir al menos
en el área más próxima a Sarrablo, muerto: s 'ha muerto; a panique-
sa ha muerto as gallinas." Lo general para cada caso respectiva-
mente parece ser moriu y matau, quedando la duda de si las formas
que se advierten en los confines sarrableses son préstamo de aque-
llas tierras o bien este uso fue más general antaño.

" El participio quiesto es registrado en Bielsa por BADÍA, p. 151; en Chistau


por MOTT, p. 93, que da puisto/puesto; en Broto por CORTÉS, "Replega...", Fuellas,
86, p. 15, que da quiesto y la forma más propia quiasto; en Torla, KUHN, p. 126, do-
cumenta también esta arcaica forma junto a quiesto, que también es recogida en
Fiscal. El participio puesto es registrado en Bielsa por BADIA, p. 150, y en Chistau,
MOTT, p. 93, recoge puisto y tamb. puesto en La Comuna. Finalmente estos dos par-
ticipios son mencionados por ROMANOS & SÁNCHEZ, en su interesante L'aragonés
de A Fueba.
" La he documentado personalmente en Fonz y Estadilla. ARNAL PURROY no la
menciona, p. 390; solo habla de bisto —que escribe con y—. El esporádico uso de be-
yiu puede ser una influencia ribagorzana, a no ser que se documente en el área central.
" Informes personales de su uso en el valle de Nozito.
" VÁZQUEZ también menciona este participio en Rodellar ("Notas sobre o le-
sico...", Fuellas, 7, p. 16). En el habla de los cazadores se registra en puntos tan
distantes como Fago o en A Fueba: he muerto dos chabalins (informes personales).
127
El participio del verbo fer es actualmente fecho: irnos fecho
una birolla; encara he fecho esto; l'has fecho plorar; l'ha fecho es-
presamente. Esta forma híbrida se ha generalizado en casi todo el
Alto Aragón. En nuestra comarca el uso de feito fue normal hasta
hace tres o cuatro décadas.
El participio del verbo dezir/dizir es dicho: ya me l'ha dicho o
zagal. La forma castellana ha venido a sustituir a la autóctona, dito,
que debió de desaparecer al inicio del siglo, pues nadie —entre los
encuestados— la recuerda ya.
Los verbos con reducción del hiato en infinitivo, cayer, leyer,
etc., presentan vacilación de dicha reducción en el participio: ya l'ha
leyiu, s 'ha cayiu/caiu.
Solo he registrado un caso de concordancia del participio en si-
tuación proclítica: en he estrenaus nuebe coches.

4.5.4. El presente de indicativo


Las desinencias de este tiempo para los verbos regulares son:
a) Primera conjugación: -o, -as, -a, -amos, -az, -an.
b) Segunda conjugación: -o, -es, -e, -emos, -ez, -en.
c) Tercera conjugación: -o, -es, -e, -irnos, -iz, -en.
La desinencia de segunda persona de plural es todavía mante-
nida por los hablantes de más edad: ¿cómo tenez o campo? El resto
vacila entre la forma propia y la castellana. La desinencia -z de se-
gunda de pl., propia de todos los tiempos, se origina de una forma
antigua -ts < -ATIS, -ETIS, -ms, que todavía conserva el aragonés be-
nasqués: treballets, bebets, redits (Á. BALLARÍN CORNEL, Elementos
de gramática benasquesa, pp. 37, 40 y 42). Quizás por influencia
occitana, donde también se mantiene: cantatz, credétz, sentitz (J. P.
BIRABENT y J. SALLES-LOUSTAU, Memento grammatical du gascon,
pp. 118, 120 y 129). El catalán antiguo conoció esta desinencia,
evolucionando posteriormente a -eu e -iu: cantats, sentits (E DE B.
MOLL, Gramática histórica catalana, pp. 148-149).

128
El presente del verbo ser no conoce más formas para las dos
primeras personas del plural que sernos y sez, por lo demás mayori-
tarias en todo el aragonés." La tercera persona de plural registra dos
formas: son y otra, ya apenas usada, yen, que es analógica de la ter-
cera persona del singular.
Todavía se puede oír algún uso en que este verbo no solo fun-
ciona como identificador sino que indica también situación, al mo-
do en que lo realiza habitualmente el francés y —menos— el cata-
lán: o jarro ye n'a bodega 'el botijo está en la bodega'; si sernos por
astí, por o monte 'si estamos por ahí, por el monte'.
El presente de los verbos ir e ir-se-ne vacila entre la forma ara-
gonesa y otra analógica del castellano pero que sigue manteniendo
la desinencia propia: nos n'irnos / nos ne bamos, tos n'iz /tos ne baz.
Estas formas castellanizadas ganan terreno en casi toda la pobla-
ción, frente a las genuinamente aragonesas, mejor conservadas por
los ancianos. Por lo que conozco se trata de un fenómeno general,
al menos en Sobrarbe y Ribagorza.
En los verbos beyer, trayer, creyer, etc., las personas segunda
y tercera del singular adoptan una forma contraída: beis, bei; trais,
trai: ¿beis?, l'has fecho plorar; cómo yes tan tonta, ¿no beis que no
güele?; no se bei cosa; tu te creis.
El verbo aber acostumbra a cerrar la e- inicial en 1-: irnos ma-
tau un chabalín y irnos fecho una birolla. Fenómeno que se registra
en otras variedades del aragonés.

" Las formas sem y sez las registra ARNAL, p. 389, para Ribagorza en coe-
xistencia con som y soz. En La Comuna, MOTT, p. 82, registra sernos y sez; en Ara-
güés, GONZÁLEZ GUZMÁN, p. 81, también las registra como únicas formas; RomA-
Nos & FERNÁNDEZ hacen otro tanto en su vocabulario fobano. BADIA también
registra estas únicas formas para Bielsa, p. 133, así como Ríos NASARRE, en su Bo-
cabulario d'o Semontano, p. 17; también lo hace ALVAR para todo el Campo de
Chaca, y finalmente NAGORE, p. 167, registra en Panticosa sernos junto a somos.
¿Por qué razón entonces se usan mayoritariamente en aragonés común las formas
somos y soz? ¿No será porque —imitando la rigidez normativa del castellano— se
consideran vulgares las formas sernos y sez?

129
La forma de la segunda persona de singular de los verbos te-
ner y benir es respectivamente tiens y biens.
La misma forma para el verbo querer es quiers: ¿qué quiers?
y para el verbo poder es o bien puez o bien pues: ¡ya pues contar!
Dándose aquí la misma relajación -z > -s que se ha visto para el plu-
ral del pronombre y adjetivo indefinido to.
El verbo representar adopta una i ante la tercera e: ixo repre-
sienta.

4.5.5. El presente de subjuntivo


Las desinencias de los verbos regulares son:
a) Primera conjugación: -e, -es, -e, -emos, -ez, -en.
b) Segunda y tercera conjugaciones: -a, -as, -a, -amos, -az, -an.
El verbo ser conoce tres formas de presente de subjuntivo, or-
denadas por lo que estimo es la frecuencia de empleo: siga, seiga y
sía: no me seigas ranzonero; sía pobre u sía rico.
Parece que seiga sea una forma analógica de faiga.
El verbo fer posee dos formas: faiga y fayas: faigas o que fai-
gas; no la fayas leyer más; no le fayas caso.
La primera es, quizás, la más usada y se tiene por más antigua
que fayas. En cuanto a esta segunda, parece deberse a una analogía
del gasc. aja o el cast. haya.
El presente de subjuntivo de aber es aiga, forma generalizada
también en el castellano dialectal y que en aragonés podría ser un
elemento nuevo construido analógicamente sobre otras formas de
subjuntivo: traiga, caiga... De modo que la forma antigua, y propia,
sería aya, como en occitano y castellano, y en aragonés mantenida
hoy solo en el dialecto occidental (ansotano, cheso, etc.).
El presente de subjuntivo de los verbos ir e ir-se-ne está ca-
yendo en desuso, la conjugación castellana vaya sustituye a la ara-
gonesa baiga: no vayas ta misa.
130
4.5.6. El imperativo
La segunda persona del singular es prácticamente la más em-
pleada. En cuanto a la segunda de plural, muestra tanto la desinen-
cia propia con -z (allí donde el castellano hace -d: cantad) como la
-r del infinitivo: serbir-zos-ne; mozas, preparar-zos, que benimos a
buscar-zos; guardar-tos os güesos. Parece evidente que en el primer
uso el mantenimiento de la desinencia aragonesa de imperativo aca-
rrea un alomorfo -os, bien sea por economía fonética al elidir la t-
de tos o más probablemente porque se trate de una intromisión del
pronombre castellano os."
El imperativo singular del verbo fer es fe: fe-le una didala; fe-
lo de buen emplaz; fe-te o fondón. No obstante, conocen la forma
oriental fes.
El imperativo singular de los verbos tener y benir es tiene y
biene ante consonante: biene, maja, biene, que te lebantaré. Pero la
vocal final puede perderse ante otra vocal: tien ixo.

4.5.7. El imperfecto de indicativo


Este tiempo presenta las siguientes desinencias para los verbos
regulares:
a) Primera conjugación: -aba, -abas, -aba, -ábanos(mos)/-aba-
nos(mos), -ábaz, -aban.
b) Segunda conjugación: -eba, -ebas, -eba, -ébanos(mos)/-eba-
nos(mos), -ébaz, -eban.
c) Tercera conjugación: -iba, -ibas, -iba, -íbanos(mos)/-ibanos(mos),
-íbaz, -iban.
Para la primera persona del plural he anotado todas las formas
que hoy en día se dan en Sobrarbe. Hay dos elementos a tener en

" También usado en otras zonas, por ejemplo en Tierra Biescas, donde es re-
cogido por RODÉS, Rolde, 81, p. 45: quitaz-os. Tengo además informes personales
sobre su uso en el Semontano y en Chistau.

131
cuenta, uno fonético y otro morfológico. Para la cuestión de la va-
cilación en la tonicidad proparoxítona-paroxítona véase el apartado
3.1. En lo relativo a la segunda cuestión, la morfológica, se notará
la vacilación existente entre las desinencias -nos y -mos, lo que se
explica por castellanismo de la segunda, dado que son los ancianos
los que mantienen mejor la primera desinencia.
Todo ello se verá mejor con unos cuantos ejemplos: s 'eban
achermanau; ixo lo deziba; ella, que se moriba; las cozébamos
con lejía; nos las (ébanos de caixigo; saliban os jambres; tenéba-
nos una burra grisa; teneba que bajar; se combertiban en brujas;
no en abeba...
Este imperfecto del indicativo que mantiene la -b- en todas las
conjugaciones se da también en casi todo el occitano de Gascuña,
parte del catalán noroccidental, así como en italiano. Algunos auto-
res creen que las conjugaciones segunda y tercera son analógicas de
la primera. Personalmente creo que se trata de un caso de etimolo-
gía, de continuidad del imperfecto latino, compartida con las otras
tres lenguas mencionadas, con algunas de las cuales el aragonés tie-
ne otras similitudes (vid. 3.3.3.). Esto viene a hacer más probable la
tesis de una colonización osco-umbra para toda la zona pirenaica
central. Tesis esta mucho más creíble que la de la analogía, por tem-
prana que esta fuere, por otra parte perfectamente aplicable al ita-
liano, si se quiere.
El imperfecto del verbo dizir/dezir presenta las mismas vaci-
laciones vocálicas que el infinitivo: diziba/deziba. El mantenimien-
to de la -i- se da siempre en personas de edad, por lo que habrá que
deducir que la aparición de esa -e- es un hecho posterior de analo-
gía castellanizante.
Los verbos que mantienen una yod epentética: cayer, trayer,
leyer, pueden perderla en el imperfecto (y otros tiempos) al igual
que en el propio infinitivo: caeba, traeba, leeba se generalizan fren-
te a las formas de los ancianos cayeba, trayeba, leyeba.
El imperfecto del verbo aber presenta ocasionalmente reduc-
ción de la primera vocal en i-: l'iban dicho; lo iba amontinau l'aire.
132
La forma propiamente aragonesa eba: s'eban achermanau, po-
see desde las últimas décadas una réplica castellanizante, abeba: no
en abeba. Este vulgarismo se está generalizando en casi todo el ara-
gonés.
El imperfecto del verbo ser, yera, es únicamente empleado por
individuos nonagenarios. Tan solo lo registré a mi anciano infor-
mante de Os Rials, mientras que todas las generaciones restantes lo
han sustituido casi por completo por la forma castellana era. Este
hecho también se da en el aragonés somontanés, por lo demás muy
semejante en todo al de nuestra comarca.

4.5.8. El imperfecto de subjuntivo


Las desinencias de este tiempo son las que siguen:
a) Primera conjugación: -ase, -ases, -ase, -ásenos(mos), -ásez, -asen.
b) Segunda conjugación: -ese, -eses, -ese, -ésenos(mos), -ésez, -esen.
c) Tercera conjugación: -ise, -ises, -ise, -ísenos(mos), -ísez, -isen.
Como se ve, el problema de una segunda desinencia de im-
portación castellana aparece también en las primeras personas de
plural.
En el verbo aber vuelve a darse el cierre de la vocal inicial en
-i: si t'ise aduyau, pero, como en el presente de indicativo, no suce-
de de forma general: si ese sabiu; si no m'ese mojau ese corriu.
No es raro oír la forma híbrida abese, producida por el contac-
to diglósico —y glotofágico— con el castellano. Este fenómeno se
registra en otras variedades del aragonés.
Los verbos cayer, leyer, etc. muestran también aquí la pérdida
de esa yod epentética: caese, leese. Lo que no es sino una ultraco-
rrección del hablante que se da ante extraños, deduciendo que si be-
yese da viese en castellano cayese habrá de dar *caese, cuando aquí
ambas lenguas coinciden en la primera forma.
Las formas en -ra son de introducción castellana, puesto que la
forma aragonesa de imperfecto del subjuntivo comparte la misma
133
desinencia que en catalán: aguessis, occitano gasc. avosses, occita-
no central aguessés y francés eusses, entre otras.

4.5.9. El pretérito indefinido


Las desinencias de este tiempo para los verbos regulares son
las siguientes:
a) Primera conjugación: -é, -és, -ó, -emos, -ez, -ón.
b) Segunda y tercera conjugaciones: -ié, -iés, -ió, -iemos, -iez, -ión.
La tercera persona del plural es la más usada en todo el arago-
nés. Parece tratarse de una forma contracta de la desinencia -oron e
-ioron, general en el aragonés medieval y todavía usual en el arago-
nés ansotano y, en parte, en el panticuto. La economía fonética ha
hecho que la forma reducida, como digo, sea hoy la más extendida
geográficamente.
En nuestra comarca no hay evidencia alguna de un pasado pe-
rifrástico como el usado en el aragonés oriental, entre algunos foba-
nos y en catalán. No obstante, del estudio detallado de las pastora-
das ribagorzanas se puede deducir que esta clase de conjugación es
de reciente introducción; por ejemplo, en la pastorada de Besians
aparece fizo: lo zielo ie fizo un gran prodigio.
Personalmente creo que el perifrástico entró a finales del si-
glo XVIII y —más probablemente— a principios del siglo XIX en
toda el área oriental del aragonés. Es lógico pensarlo, pues en ca-
talán —de donde nos ha debido de llegar— es de introducción re-
ciente, ya que no aparece en ningún texto anterior al siglo XVIII.
El aragonés de Sobrarbe emplea exclusivamente indefinidos
fuertes: tubon, pudon, ubon, a diferencia de otras variedades más pi-
renaicas que conocen solo las formas débiles: tenión, podión, abión.
Aquí se plantea un dilema interesante: o bien se trata de formas
propias o bien es una forma analógica del castellano: tube, tubes, tu-
bo, tubenos, tubez, tubon —donde la tercera persona del plural es un
calco de la tercera del singular.
134
Personalmente tengo mis dudas acerca de que sea una analo-
gía. Estos indefinidos fuertes aparecen ya en textos antiguos." Ade-
más se dan en el occitano gascón: podoi, podós, podó, podom, po-
dotz, podon; avoi, avós, avó, avom, avotz, avon.
Por tanto cabe pensar que ambas formas, débil y fuerte, pudie-
ran ser patrimoniales en aragonés, a no ser que el indefinido fuerte
se haya introducido por influencia castellana en época muy tempra-
na (¿quizás en el siglo XVI?). El asunto de interés reside en expli-
car el porqué de la existencia de esas dos formas, una localizada en
las variedades pirenaicas y otra, más general (aparte de las peculia-
ridades orientales), que se extiende por el resto del Alto Aragón.9°
Para el verbo beyer la forma única es también la fuerte: bide,
bides, bido, bidemos, bidez, bidon.°' Otros verbos pueden verse con-
jugados en el apartado 4.5.13.

" ABARCA DE BOLEA, Obra en aragonés, p. 33. En estos poemas del siglo
XVII aparecen formas como vajón, trobón, bión, vistión, pero tamb. tenión, por lo
que la coexistencia de ambas es ya muy antigua.
9° La forma débil es la única registrada en Ansó. Quin Annexes du mémoire
(inéd.), y ALVAR, "Repertorio ansotano", p. 25: pudiéi, pudiés, pudió, pudiemos, pudiez,
pudioron; en p. 26, teniéi, teniés, tenió, teniemos, teniez, tenioron, con la -i final de
primera persona del singular tan característica del extremo occidental. En Echo, LE-
RA & LAGRABA documentan, p. 147, tenié, teniés, tenié, teniemos, teniez, tenioren, y
en p. 146, podié, podiés, podiés, podiemos, podiez, podieron, con la desinencia -e ca-
racterística de la 3' persona del singular. En Bielsa BADIA documenta, p. 151, podié,
podiores, podió, podiemos, podiez, podioren, y en p. 150, tenié, teniores, tenió, te-
niemos, teniez, tenioren. En Torla, KUHN, p. 147, da las formas tenió y tenión. En La
Comuna, Morr, p. 93, no recoge el indefinido de poder, pero sí el de tener, en la mis-
ma página, tenié, teniés, tenió, tenién, teniez, tenión, con desinencias de la persona
del pl. típicas de todo el dialecto oriental, en contacto con la lengua catalana. En Pan-
ticosa, NAGORE, p. 186, documenta la forma débil en poder: pudié, pudiés, pudió, pu-
diemos, pudióis, pudieron, y la fuerte en tener: tube, tubos, tubo, tubemos, túbois, tu-
bon, p. 191, ambas con castellanización de la desinencia de 2' persona del plural.
" En las diversas monografías aparece siempre la forma débil. En Ansó, AL-
VAR, "Repertorio", p. 26: biyéi, biyés, biyó, biyemos, biyez, biyoron. En Echo, LERA
& LAGRABA, p. 150, dan bie, bies, bie, biemos, biez, bieron. Para Bielsa, BADIA, p.
161, recoge biyé, biyores, biyó, biyemos, biyez, biyón/biyoren/bion; estas dos últi-
mas formas parecen interferencias del castellano. Para La Comuna, MOTT, p. 96,
documenta bie, bies, bio, bien, biez, bión. En Panticosa, NAGORE registra una mez-

135
El indefinido del verbo dizir/dezir parece ser casi siempre
fuerte: dije, dijes, dijo..., pero en una ocasión registré la forma dé-
bil: dizió un juramento.
El verbo fer se conjuga en Sobrarbe con la misma forma fuer-
te que en casi todo el aragonés: fize, fizes, fizo, fizenos (mos), fizez,
fizon: ¿qué fizez ayer?; me fizo escribir.
Existen en todo el aragonés tres paradigmas más, el de tipo oc-
cidental (cheso, chaqués): fazié, faziés...; el usado en Bielsa, Piarrue-
go...:fizié,fiziés, y un tercero, alófono del primero, que se utiliza por
ejemplo en La Comuna —y también en Bielsa—: fayé, fayés..."
Personalmente creo que, así como este último modelo se rela-
ciona con el occidental, la forma sobrarbesa y más general es un re-
sultado contracto de la que existe en belsetán producido por analo-
gía con el castellano.
En conclusión, creo que las dos formas patrimoniales del in-
definido del verbo fer debieron de ser en origen solo dos: fazié y
fizié. De ambas hay abundancia en documentos medievales; la se-
gunda es una variante de la primera —o viceversa— que poste-
riormente generó, por reducción analógica con el castellano, la ac-
tual y general fize.

cla de ambas, p. 193: bie, bios, bido, biemos, bióis, bidon. En Aragüés, GONZÁLEZ
GUZMÁN ya registra únicamente la forma fuerte, p. 91: bide, bides, bide, bidemos,
bidéis, bidon. Con la desinencia segunda del pl. castellanizada, igual que en Panti-
cosa. RODÉS, en su artículo de la revista Rolde sobre el aragonés de Tierra Biescas,
confirma el uso del indefinido fuerte como el normal en toda la zona, p. 44. Hasta
donde yo sé, esta es la conjugación usual en toda la Tierra Baja, desde Agüero a
Costéan, llegando incluso a Trasuruel y otras zonas (informes personales).
" Vid., para Bielsa, BADLA, p. 146, que recoge fizié, fiziores, fizió... junto a fa-
yé, fayores, fayó. En La Comuna, MOTT, p. 89, registra fayé, fayés, fayó... La for-
ma débil está muy localizada en Echo, LERA & LABRABA, p. 157: fazié, faziés, fa-
zié... KUHN, p. 150, documenta para Ansófiziéi, fiziés, fizió... GONZÁLEZ GUZMÁN,
p. 91, presenta en cambio en el vecino valle de Aragüés la forma fuerte: fize, fizes,
fize..., que es la más extendida en el llano, donde Rios NASARRE, Bocabulario d'o
Semontano, p. 18, la da como general: fize, fizes, fizo, fizemos, fizez, fizon. En de-
finitiva: hacen falta más trabajos de campo.
136
4.5.10. El futuro
Las desinencias para las tres conjugaciones son: -é, -ás, -á,
-emos, -ez, -án. Se forma con el infinitivo más el presente del indi-
cativo del verbo aber, como sucede en todas las otras lenguas ro-
mánicas.
El futuro registrado para el verbo beyer es: beiré, beirás, bei-
rá, beiremos, beirez, beirán. Que podría ser una analogía del caste-
llano, ya introducida hace muchos años, pero no estoy tan seguro de
ello. Cabe pensar en que existió una forma beyeré y que la actual
beiré es una reducción de aquella. En gascón también hallamos es-
te doblete: vederéi/veiréi, vederás/veirás, vederá/veirá . . .
El futuro del verbo deber es debré, debrás, por analogía con
verbos como poder: podré, podrás: tamién debrá de seguir.
El futuro del verbo fer presenta dos formas, una que mantie-
ne la vocal temática del infinitivo, feré, coincidiendo con el futu-
ro francés ferai, y otra, faré, que viene a coincidir en esta vocal
con el cat. faré, el gasc. haréi y el cast. haré." Es más usada que
la primera.
Las formas feré y faré coexisten también en otros dialectos
aragoneses.

4.5.11. El condicional
La forma mayoritaria en el habla actual es coincidente con la
catalana o la castellana; sus desinencias para las tres conjugaciones
son -ía, -las, -ía, -íamos, -íaz, -ían. Pero hay una forma más propia
de condicional que parece estar extinguiéndose en la actualidad.
Me refiero al de tipo analógico: sereba, fereba, que aún es uti-
lizado por algunos hablantes. Estas formas han sido reconocidas en

" Conviven también en Ribagorza. ARNAL PURROY, El habla de la Baja Ri-


bagorza occidental..., p. 389, da feré/faré, por este orden, que no sé si indicará
prioridad de uso.
137
varias encuestas como de uso actual. Personalmente no las he regis-
trado todavía en el habla viva, si bien algunos informantes me han
referido que se suelen oír esporádicamente en la comarca. De entre
todos los verbos parece que es la forma sereba la que más vitalidad
tiene; es lógico, pues el verbo ser es uno de los que más frecuencia
de uso tiene.
El condicional del verbo dezir es deziría: ¿cómo le deziríanos
a ixo?
Para todo este asunto del condicional puede consultarse con
provecho E NAGORE LAN, "Arredol de bel tipo chenuino de condi-
zional aragonés", Alazet, 7, pp. 97-104, y "Más sobre o condizional
aragonés", Alazet, 8, pp. 141-147. Básicamente coincido con lo que
allí se dice; se trata de un condicional analógico de las formas de
pretérito imperfecto del indicativo, pero no creo que esta analogía
sea reciente, sino, por el contrario, muy antigua. Piénsese en el tex-
to de Castelflorite que se reproduce en el primer artículo, si dicho
condicional aparece en la literatura de trasmisión oral necesaria-
mente ha de venir de antiguo.

4.5.12. Otras peculiaridades verbales


No voy a incidir aquí en aspectos semánticos, pues para ello
hay un apartado lexicográfico donde este punto se trata específica-
mente.
El verbo auxiliar más común es aber: has saliu de casa; s'ha
fartau d'escañutar; no ha quedau ni un sacre; s'ha escurrau a cra-
ba; l'ha dau a turrumpera... Pero también, como en castellano, el
verbo tener sirve de auxiliar, normalmente ante verbos de movi-
miento: me tiengo que ir; tiens que benir de contino.
El verbo ser es usado en una expresión lexicalizada ante el ver-
bo nazer: soi naziu de Barcabo; soi nazido d'O Sarrato.
En frases condicionales el verbo ser se elide siempre: si no por
l'empleo que tiengo, aquí m'estaría yo... Es este un rasgo general
en todo el aragonés; véanse algunos ejemplos de otras zonas: si no
138
por ra sericueta, ro requesón y ro prieto, no abría garra biba en to
Sobrepuerto (E. SATUÉ OLIVÁN, El Pirineo contado, p. 48); si no por
o rebullón d'o garganchón, no me taparía ra boca naide (Ch. CLE-
MENTE ALLUÉ, "Cuan empezaba o siglo", Fuellas, 102, p. 14). Am-
bos ejemplos pertenecen al dialecto pirenaico central, el primero es
de Sobrepuerto y el segundo de Ballibió. Se comprueba cómo la
construcción aragonesa prescinde de la forma verbal en subjuntivo:
ar. si no por..., cast. si no fuese por...
Este fenómeno de la elisión verbal no parece circunscrito tan
solo a frases de condicional. He registrado otro caso en que también
se elide el verbo, en este caso fer: me'n boi una gambadeta. Que en
cat. sería me'n vaig a fer un tomb y en cast. voy a dar una vuelta.
Habrá que estudiar este asunto de forma detenida y minuciosa
en los textos de literatura dialectal.
No se ha registrado ningún uso del verbo ser como auxiliar de
verbos reflexivos, de movimiento. Ya se ha visto que, en cambio, to-
davía permanecen usos de este verbo como de situación: o jarro ye
n'a bodega; ¡si sernos por astí por o monte!

4.5.13. Paradigmas verbales


Cuando se mantienen los paradigmas verbales se puede decir
que se mantiene la lengua. Hoy en día solo las personas mayores de
sesenta años conservan suficientemente los cuadros verbales. Por
todos los lados es posible oírlos en mezcolanza con las formas in-
trusas del castellano. De haber llegado unos años más tarde hubiera
sido imposible despejar dudas acerca de ciertas particularidades.
En conjunto se puede decir que la flexión verbal aragonesa y
las desinencias se encuentran gravemente deterioradas y anuncian
un pronto desmoronamiento.
Aquí se dan las formas modélicas establecidas por encuestas
a personas mayores de setenta años con quienes se han completado
las reconstrucciones que elaboré a partir de los elementos registra-
dos en el habla. Es casi un modelo ideal, pues muy raramente apa-
139
rece puro sino siempre en contacto con las formas castellanas o hi-
bridadas.
De los verbos que se exponen a continuación, los tres primeros
son respectivamente modelos regulares de cada una de las tres con-
jugaciones. Seguidamente van los verbos auxiliares y de cópula, pa-
ra finalizar con otros verbos de interés. Se enuncian de forma que
cada letra indica un tiempo, en el orden que se sigue: (a) infinitivo,
(b) gerundio, (c) participio, (d) imperativo, (e) presente de indicati-
vo, (f) presente de subjuntivo, (g) imperfecto de indicativo, (h) im-
perfecto de subjuntivo, (i) indefinido, (j) futuro, (k) condicional.
En cuanto a los tiempos compuestos, no se incluyen, pues ló-
gicamente se conjugan con el verbo aber seguido del participio, co-
mo en el resto de las lenguas románicas.

4.5.13.1. Verbos regulares


Tomo para modelo regular de la primera conjugación el mismo
que B. Morr, El habla de Gistaín, p. 81, a quien sigo en la estructura
de mi trabajo. Aduyar es un verbo más usual que, por ejemplo, cantar.
a) aduyar
b) aduyando
e) aduyau
d) aduya, aduyaz
e) aduyo, aduyas, aduya, aduyamos, aduyaz, aduyan
O aduye, aduyes, aduye, aduyemos, aduyez, aduyen
g) aduyaba, aduyabas, aduyaba, aduyábanos, aduyábaz, aduyaban
h) aduyase, aduyases, aduyase, aduyásenos, aduyásez, aduyasen
i) aduyé, aduyés, aduyó, aduyemos, aduyez, aduyón
j) aduyaré, aduyarás, aduyará, aduyaremos, aduyarez, aduyarán
k) aduyaría, aduyarías, aduyaría, aduyaríanos, aduyaríaz, aduyarían
Para modelo de la segunda conjugación, emplearé el verbo
beber, también muy usual en aragonés:
a) beber
b) bebendo
140
c) bebiu
d) bebe, bebez
e) bebo, bebes, bebe, bebemos, bebez, beben
f) beba, bebas, beba, bebamos, bebaz, beban
g) bebeba, bebebas, bebeba, bebébanos, bebébaz, bebeban
h) bebese, bebeses, bebese, bebésenos, bebésez, bebesen
i) bebiés, bebiés, bebió, bebiemos, bebiez, bebión
j) beberé, beberás, beberá, beberemos, beberez, beberán
k) bebería, beberías, bebería, beberíanos, beberíaz, beberían

Como modelo de la tercera conjugación regular elijo el verbo


partir (con el sentido de 'hacer trozos').
a) partir
b) partindo
c) partiu
d) parte, partiz
e) parto, partes, parte, partimos, partiz, parten
f) parta, partas, parta, partamos, partaz, partan
g) partiba, partibas, partiba, partíbanos, partíbaz, partiban
h) partise, partises, partise, partísenos, partísez, partisen
i) partié, partiés, partió, partiemos, partiez, partión
j) partiré, partirás, partirá, partiremos, partirez, partirán
k) partiría, partirías, partiría, partiríanos, partiríaz, partirían

4.5.13.2. Verbos auxiliares y cópulas


Seguidamente van las conjugaciones de los verbos ser, estar y
aber.
SER

a) ser
b) siendo
c) siu
d) sé, sez
e) soi, yes, ye, sernos, sez, son/yen (en desuso)
141
O siga, sigas, siga, sigamos, sigaz, sigan
seiga, seigas, seiga, seigamos, seigaz, seigan
sía, sías, sía, siamos, síaz, sían
g) yera, yeras, yera, yéranos, yéraz, yeran (en desaparición)
h) fuese, fueses, fuese, fuésenos, fuésez, fuesen
i) fue, fues, fue, fuemos, fuez, fuen
j) seré, serás, será, seremos, serez, serán
h) sería, serías, sería, seríanos, seríaz, serían
sereba... (en desuso)
ESTAR

a) estar
b) estando
c) estau
d) está, estaz
e) estoi, estás, está, estamos, estaz, están
esté, estés, esté, estemos, estez, estén
g) estaba, estabas, estaba, estábanos, estábaz, estaban
h) estase, estases, estase, estásenos, estásez, estasen
i) estube, estubes, estubo, estubenos, estúbez, estubon
j) estaré, estarás, estará, estaremos, estarez, estarán
k) estaría, estarías, estaría, estaríanos, estaríaz, estarían
ABER

a) aber
b) abendo
c) abiu
d) no hay imperativo
e) he, has, ha, emos, ez, han
O aiga, aigas, aiga, aigamos, aigaz, aigan
g) eba, ebas, eba, ébanos, ébaz, eban
abeba, abebas, abeba, abébanos, abébaz, abeban (forma híbrida
con el castellano)
h) ese, eses, ese, ésenos, ésez, esen
abese, abeses, abese, abésenos, abésez, abesen (forma híbrida con
el castellano)
142
i) ube, ubes, ubo, ubemos, ubez, ubon
j) abré, abrás, abrá, abremos, abrez, abrán
k) abría, abrías, abría, abríanos, abríaz, abrían

4.5.13.3. Otros verbos


BENIR
a) benir
b) benindo
c) beniu
d) biene, beniz
e) biengo, biens, biene, benimos, beniz, bienen
f) bienga, biengas, bienga, biengamos, biengaz, biengan
g) beniba, benibas, beniba, beníbanos, beníbaz, beniban
h) benise, benises, benise, benísenos, benísez, benisen
i) bine, bines, bino, bínemos, bínez, binon
j) bendrés, bendrás, bendrá, bendremos, bendrez, bendrán
k) bendría, bendrías, bendría, bendríanos, bendríaz, bendrían
BEYER
a) beyer
b) beyendo
c) bisto/beyiu (menos)
d) bei, beyez
e) beigo, beis, bei, beyemos, beyen, beyen
f) beiga, beigas, beiga, beigamos, beigaz, beigan
g) beyeba, beyebas, beyeba, beyébanos, beyébaz, beyeban
h) beyese, beyeses, beyese, beyésenos, beyésez, beyesen
i) bide, bides, bido, bídenos, bídez, bidon
j) beiré, beirás, beirá, beiremos, beirez, beirán
k) bería, berías, bería, beríanos, beríaz, berían
CALER
a) caler
b) calendo
c) caliu
d) no existe imperativo
143
e) cal
O calga, calgan
g) caleba, caleban
h) calese
i) calió
j) caldrá, caldrán
k) caldría, caldrían
DAR
a) dar
b) dando
c) dau
d) da, daz
e) doi, das, da, damos, daz, dan
f) dé, des, dé, demos, dez, den
g) daba, dabas, daba, dábanos, dábaz, daban
h) dase, dases, dase, dásenos, dásez, dasen
i) die, dies, dio, diemos, diez, dion
j) darés, darás, dará, daremos, darez, darán
k) daría, darías, darías, daríanos, daríaz, darían
DEBER

a) deber
b) debendo
c) debiu
d) no existe imperativo
e) debo, debes, debe y be de, debemos, debez, deben y ben de
O deba, debas, deba, debamos, debaz, deban
g) debeba, debebas, debeba, debébanos, debébaz, debeban
h) debese, debeses, debese, debélenos, debésez, debesen
i) debié, debiés, debió, debiemos, debiez, debión
j) debré, debrás, debrá, debremos, debrez, debrán
k) debría, debrías, debría, debríanos, debríaz, debrían
FER

a) fer
b) fendo
144
c) feito (desaparecido), fecho (forma híbrida con el castellano)
d) fe, fez
e) foi, fas, fa, femos, fez, fan
f) faiga, faigas, faiga, faigamos, faigaz, faigan
faya, fayas, faya, fayamos, fayaz, fayan
g) feba, febas, feba, fébanos, fébaz, feban
h) fese, feses, fese, fésenos, fésez, fesen
i) fize, fizes, fizo, fizenos, fizez, fizon
j) faré, farás, fará, faremos, farez, farán
feré, ferás, ferás, feremos, ferez, ferán
k) faría, farías, faría, faríanos, faríaz, farían
fereba... (en desuso)
IR-SE-NE
a) ir-se-ne
b) indo-se-ne
c) iu
d) bes-te-ne, ir-tos-ne, iz-os-ne
e) me'n boi, te'n bas, se'n ba, nos n'imos, tos n'iz, se'n ban
(las formas de plural nos ne bamos, tos ne ban son híbridos caste-
llanizantes)
f) me'n baiga, te'n baigas, se'n baiga, nos ne baigamos, tos ne bai-
gaz, se'n baigan
g) me'n iba, te'n ibas, se'n iba, nos n'íbanos, tos n'íbaz, se'n iban
h) me'n ise, te'n ises, se'n ise, nos n'ísenos, tos n'ísez, se'n isen
i) me'n fue, te'n fues, se'n fue, nos ne fuemos, tos ne fuez, se'n fuen
j) me'n iré, te'n irás, se'n irá, nos n'iremos, tos n'irez, se'n irán
k) me'n iría, te'n irías, se'n iría, nos n'iríamos, tos n'iríaz, se'n irían
PODER
a) poder
b) podendo
c) puesto
d) no existe imperativo
e) puedo, puez/pues, puede, podemos, podez, pueden
f) pueda, puedas, pueda, podamos, podaz, puedan
145
g) podeba, podebas, podeba, podébanos, podébaz, podeban
h) podese, podeses, podese, podésenos, podésez, podesen
i) pude, pudes, pudo, pudemos, púdez, pudon
j) podré, podrás, podrá, podremos, podrez, podrán
k) podría, podrías, podría, podríanos, podríaz, podrían
QUERER
a) querer
b) querendo
c) quiesto
d) quiere
e) quiero, quiers, quiere, queremos, querez, quieren
f) quiera, quieras, quiera, queramos, queraz, quieran
g) quereba, querebas, quereba, querébanos, querébaz, quereban
h) querese, quereses, querese, querésenos, querésez, queresen
i) quise, guises, quiso, guisemos, quísez, quison
j) querré, querrás, querrás, querremos, querrez, querrán
k) querría, querrías, querría, querríanos, querríaz, querrían
SALIR

a) salir
b) salindo
c) saliu
d) sale, saliz
e) salgo, sales, sale, salimos, saliz, salen
f) salga, salgas, salga, salgamos, salgaz, salgan
g) saliba, salibas, saliba, salíbanos, salíbaz, saliban
h) salise, salises, salise, salísenos, salísez, salisen
i) salié, saliés, salió, saliemos, saliez, salión
j) saldré, saldrás, saldrá, saldremos, saldrez, saldrán
k) saldría, saldrías, saldría, saldríamos, saldríaz, saldrían
TENER

a) tener
b) tenendo
c) teniu
d) tiene, tenez
146
e) tiengo, tiens, tiene, tenemos, tenez, tienen
f) tienga, tiengas, tiengas, tiengamos, tiengaz,tiengan
g) teneba, tenebas, teneba, tenébanos, tenébaz, teneban
h) tenese, teneses, tenese, tenésenos, tenésez, tenesen
i) tube, tubes, tubo, tubenos, túbez, tubon
j) tendré, tendrás, tendrá, tendremos, tendrez, tendrán
k) tendría, tendrías, tendría, tendríanos, tendríaz, tendrían
TRAYER
a) trayer
b) trayendo
c) trayiu
d) trai, traez
e) traigo, trais, trai, traemos, traez, trayen
f) traiga, traigas, traiga, traigamos, traigaz, traigan
g) trayeba, trayebas, trayeba, trayébanos, trayébaz, trayeban
h) trayese, trayeses, trayese, trayésenos, trayésez, trayesen
i) truje, trujes,trujo, trujemos, trújez, trujon
j) trairé, trairás, trairá, trairemos, trairez, trairán
k) trairía, trairías, trairía, trairíamos, trairíaz, trairían

4.6. LOS ADVERBIOS


El aragonés hablado en nuestra comarca posee los mismos ad-
verbios que el resto de la lengua. Solamente trataré de los adverbios
propiamente aragoneses, anotando en los casos concretos de pérdi-
da la forma castellana que ha venido a suplantarlos.
En el último apartado se han recogido las diversas locuciones
adverbiales que se utilizan en Sobrarbe. Se trata de un campo muy
rico en el que escasean los estudios.

4.6.1. Adverbios de lugar


— Abán < (AD) AB ANTE, como el cat. y fr. avant y el oc. avan.
En cast. delante. Tiene diferentes usos; el que propiamente marca
147
dirección adopta una i cuando va seguido de la preposición ta: pasa
taibán! En combinación con los adverbios astí, allí, allá concreta
proximidad o lejanía: alla abán. Parece tratarse de una forma con-
tracta de adebán. No se emplea como saludo (abán!) al modo en que
se hace en Fonz o Binéfar, pero conocen este uso por los contactos
ribagorzanos.
—Aquí < AD ECCUM HIC, coincide con las formas castellana y
catalana: aquí no i ha estau, ¿qué fas tu aquí? En cat. y oc. existen
respectivamente ací y aicí, con las que se relaciona el fr. ici, todas
ellas derivadas del lat. vg. ECCE HIC.
— Astí < *AD ISTUD HIC (?): por astí todas las noches en hai; bes
t'astí y mira si trobas; pasaba o día por astí. Aunque puede indicar
inmediatez o una distancia corta, viene a cubrir semánticamente el
campo del cast. ahí, a pesar de lo cual no evita la intromisión de este.
—Allí < AD ILLIC y allá < AD ILLAC: ¡Ala, qué zillo biene por
allí!, ba a llover. Coincide con las formas del cat. y cast. El occita-
no conoce una forma diferente del segundo: ailá.
—An/ande/onde < UNDE, la primera es la propiamente aragone-
sa: ¿t'án bas?, las segundas son vulgarismos resultantes del contac-
to con la forma castellana adonde y se emplean mucho más que la
primera: ¿t'ánde bas?; ¿tu, d'ánde yes? En catalán existe una for-
ma similar, on.
—Ande que es una forma compuesta de ande y el relativo que,
parece tener una función locativa y es de uso general en toda la co-
marca: ande que hai augua; están por o suelo, por ande que sea; an-
de que tu t'has criau; o contenedor ande que tiene que estar; lo dejan
ande que les paeze bien; ande que se sembraba o zebollino; ande que
se cozeba o pan... Se trata de una variante, con el vulgarismo ande,
de la construcción lexicalizada adverbio + relativo, usual en Chistau
y La Fueba. También es usual en otras zonas, p. ej en Muro de Bellos:
ande que se pone ixo, oído a una anciana informante de esa población.
—Alredol: daban bueltas con os güeis alredor d'a ermita.
—Debán < *DE AB ANTE, semejante a las formas del cat. y oc.
davant e idéntico al fr. devant. En castellano delante.
148
—Difuera 'afuera': s'ha quedau difuera d'a ilesia. Es usual en
otras zonas.
—Dillá < *DE ILLAC es usado significando distancia, como si-
nónimo de más allá: si quiers astí, astí, si quiers dillá, dillá...; pa-
rece relacionado con el cat. enllá, el oc. enlá y el fr. delá —al que
más se asemeja—, que poseen la misma significación. Lo he regis-
trado en Mundod y A Torrozilla, pero no es exclusivo de Sobrarbe,
ROHLFS lo recogió en Nobés, a 10 km de Chaca (G. ROHLFS, Dic-
cionario dialectal del Pirineo aragonés, p. 109) y ANDOLZ registra
la variante dellá para Ballibió.

4.6.2. Adverbios de tiempo


Se trata del grupo más deteriorado por el contacto con el cas-
tellano. Algunos están prácticamente desaparecidos, al menos yo no
los he podido registrar en el habla viva, pero las encuestas sí han
coincidido en su anterior vitalidad. Otros llevan el mismo camino,
han caído en desuso y son más usados por los ancianos. En ambos
casos se indicará cada circunstancia.
—Agora < HAC HORA, forma que también existe en gallego-por-
tugués y que el cast. antiguo conoció. Está en desuso.
— Antes < ANTE es la forma usual, no he registrado la variante
antis. Ni siquiera en compuestos, donde también aparece antes co-
mo forma única: adverbio dinantes y loc. conj. antes con antes.
— Alabez < ILLA VICE, usada, con toda seguridad, al menos has-
ta hace unos años, no sé si todavía está viva, pues no la he podido
registrar en el habla." Parece un claro préstamo del occitano alavetz.

" En Chistau, MOTT, p. 99, que lo escribe separado; en Campo y su zona,


MASCARAY, p. 90. También se emplea en Bielsa, según informes de Ánchel Loís
SALUDAS, aunque BADÍA no la registre. ARNAL, p. 401, no la menciona ni a pie de
página, lo cual me ha extrañado mucho pues yo mismo he podido documentarla en
Fonz y Estadilla, población última donde se ha encuestado a casi todos los ancia-
nos sobre diversos elementos de la lengua. Por otra parte, se habrá notado que no
documento el adverbio temporal de frecuencia. Para ser sinceros, algo sí recogí: la
informante de Sasa me aseguró que su abuela decía á sobén, en cambio el de Paúls
149
Continúa usándose en el aragonés belsetán y chistabín, en el riba-
gorzano aún es posible documentarlo en personas ancianas. Extraña-
mente W Luisa ARNAL no la cita, ni siquiera como en desuso, aun-
que ella no ha trabajado apenas el aspecto diacrónico (Ma L. ARNAL,
El habla de la Baja Ribagorza occidental, p. 402). El benasqués co-
noce una forma más moderna, sobre VICATA: alabegada. Parece, en
consecuencia, que este adverbio fue general en los condados de So-
brarbe y Ribagorza —dialectos central y oriental— quedando las
formas aflora y alora como exclusivas del dialecto occidental.
Hoy ha sido sustituido por el híbrido antonzes, que parece con-
servar la vocal inicial de alabez. Esta forma castellanizada es igual-
mente general en numerosas zonas.
— Cuan < QUANDO, en cat. quan, oc. y fr. quand. Todavía es usa-
do por algunas personas, por ejemplo en Elsón o Paúls: —Ya bendré
otro día. —¡Cuan quieras!, pero es mucho más frecuente la forma
castellana cuando. He recogido testimonios de un anterior empleo
más general entre varios encuestados. También ha quedado en el di-
cho Gertrudes, cuan pedes pudes, recogido en Mundod y A Torre.
Este adverbio se conserva con plena vitalidad en el aragonés ri-
bagorzano, benasqués, chistabín, belsetán y en alguno de los pue-
blos que se hallan bajo Peña Montañesa, por ejemplo Os Molins.95
Parece pues que ha sido la forma general en casi todo Sobrarbe, co-
mo aún lo es en Ribagorza."

me habló de un antiguo uso de á menuto. Es muy dificil averiguar más al respecto:


se ha llegado muy tarde. Cabrá deducir que en nuestra comarca se producía la tran-
sición entre ambas formas y que convivían. La primera es todavía usual en Chistau
y Benás, y —menos— en Ribagorza. La segunda resulta harto rara; Chusta CLE-
MENTE —Zirasuala, Ballibió— usaba una variante sin vocal final, á menut.
" Informes personales.
" Vid. MOTT, p. 99, y ARNAL, p. 401. También en fobano (ROMANOS & FER-
NÁNDEZ). En otras zonas se documenta menos, por ejemplo en el Semontano: "Si
no cuan les bague" (JOTERO CAFARNAUM, Fuellas, 29, p. 6). En Plasenzia d'o Mon
queda la expresión can-tim-bas, que no sé si será interpretable como cuan te'n bas
(Fuellas, 29, p. 9).
150
—Debez 'al mismo tiempo'. Es forma registrada en otras va-
riedades del aragonés.
—Dimpués/dispués < DE INDE POST: a escuela fue a Casa o Lu-
gar dimpués; dimpués que marchés. La segunda forma muestra una
-s- analógica del castellano después. También se utiliza la forma
dimpuesas/dispuesas. Ambas son igualmente usadas. Es voz gene-
ral en todo el aragonés.
— Dinantes 'antes, antaño'. Es forma recogida también en el
Somontano (P. Ríos NASARRE, Bocabulario d'o Semontano de
Balbastro, p. 77), en fobano (E ROMANOS y E SÁNCHEZ) y en el So-
brepuerto (J. Ma SATUÉ, Vocabulario de Sobrepuerto, p. 43). En
otras áreas existen las variantes denantes y denantis.
— Encara < HiNc HA HORA: encara he fecho esto. En cat. enca-
ra, oc. enqüéra, fr. encore e it. y sav. ancora, entre otras. Equivale al
cast. todavía. Es una voz usual, al menos entre determinados ha-
blantes. Su uso comprende toda la Ribagorza, el aragonés chistabín,
el belsetán y el bergotés, así como el somontanés. No conozco que
se haya documentado en el dialecto occidental.
No he documentado la forma reducida encá que es habitual en
Ribagorza.
—Luego <Locu 'pronto': he de marchar luego. Es usual en to-
do el Alto Aragón. En el subdialecto cheso se da una forma que re-
duce el diptongo: lugo.
— Perén (< del lat. PER + ANNU) 'confirmadamente, siempre': ha
estau perén, perén; mia-lo, está allí de perén.

4.6.3. Adverbios de modo


Los elementos de la lengua que expresan modo son más nu-
merosos en locuciones adverbiales, como se verá más abajo, que en
adverbios propiamente dichos. Aquí me limito a recoger los adver-
bios strictu sensu.
—Asinas/asina es forma mejor conservada por las personas de
sesenta años en adelante. Se extiende por todo el Alto Aragón.
151
—Ascape (< a escape): bes a buscar una botella ascape; asca-
pe ha dicho que bale (`rápidamente'). Es usual en otras zonas.
—Malamén: está malamén. Deriva de MALE + sufijo -men <MEN-
TE, en cat. malament. Es el único que he oído en el habla viva con la
terminación en -men, el resto —hasta donde yo sé— parece haber ge-
neralizado el sufijo castellano -mente, p. ej. l'ha fecho espresamente.
Se trata de un sufijo muy pérdido en todo el aragonés, aunque hay
otros casos documentados en Echo: tasamén y Benás: primeramén,
zagueramén (E NAGORE, El aragonés de Panticosa, p. 120).
—Pordemás: pordemás lo fas esto.

4.6.4. Adverbios de cantidad


—Ambute: n'hai ambute 'a montones, mucho'. Es forma usual
en ribagorzano y fobano, ANDOLZ la da como general en todo el So-
montano oscense y la comarca de Ayerbe; no parece ser conocida en
la zona noroccidental.
—Asabelo: has tirau asabelas latas de leche. Es una forma le-
xicalizada de a saber 'incalculable, numeroso, en cantidad'. Se usa
en el resto de Sobrarbe y en Ribagorza.
—Bien < BENE: son bien majas. Ya se vio su uso al hablar del
comparativo. Es general en todo el Alto Aragón.
—Brenca < i. e. WRANKA: pasaba una pedregada y no quedaba
brenca. Es forma común a todo el aragonés, en los dialectos occi-
dentales se usa la variante branca. En Sercué (valle de Vio) se ha do-
cumentado branga.
—Demasiau es una forma muy extendida en toda la lengua: de-
masiau n'hai.
— Cuasi < QUASI: cuasi t'he tocan; cuasi me desgané; cuasi me
caigo. En cat. y fr. quasi, cast. casi. Es común a todo el aragonés.
—Cosa: no m'atribo a dizir cosa; no se feba cosa. Es un ad-
verbio general en todo el aragonés.
—Estapenzia: no n'hai una estapenzia. Es usual en otras co-
marcas.
152
— Guaire < fráncico WAIGARO 'mucho': no n'hai guaire; no
guaire bien. En cat. occidental y gasc. guaire, en el resto de cat. y
oc. gaire, fr. guére, pi. váire, entre otras. Es usual en todo el arago-
nés de Ribagorza, Sobrarbe y el Somontano.
— Mica < MICA: no n'hai mica. Este adverbio es común en to-
do el aragonés. También existe en catalán.
—Prou < lat. vg. PRODE en la loc. PRODE EST 'aprovecha': ya en
tiengo prou. En cat. prou y en oc. y pi. pro. El aragonés de Sobrar-
be utiliza prou, como el cat., forma que se extiende desde el Sobre-
puerto y Broto hasta la Ribagorza. La forma somontanesa prau no
es más que una variante diatópica, que también es muy usada en el
Bajo Aragón. El aragonés más occidental, en cambio, emplea pro,
igual que el occitano, forma usada desde Ansó hasta Panticosa. No
obstante, la forma pro se documenta también en belsetán.
— Res <RES. Suele ir seguido de la conjunción ni: no he bisto ni
res; no n'ha quedau ni res. Se ha documentado en otras áreas del ara-
gonés como por ejemplo en panticuto, benasqués y ribagorzano. En
las lenguas galorrománicas vecinas existen otras variantes, el cat. res
coincide con la solución aragonesa, en gasc. arren y en fr. rien.

4.6.5. Adverbios de afirmación, negación y duda


—No. Puede tener unos usos diferentes al castellano, ponde-
rativos: ¡menudo batilazo que no ha caído!, ¡menudo melindre no
está fecho!, ¡qué auto que no lleva! (esta última oída en L'Aínsa
por Paz Ríos).
— No + verbo + pas: no n'hai pas más; no iré pas con tu; no
t'aduyará pas; no 'n faré pas yo ixo; ixo no lo fará pas." En negaciones
absolutas o categóricas, el adverbio no se ve reforzado con la partícu-
la pas tras el verbo, que podría traducirse en castellano por no, en ab-
soluto. También puede aparecer inmediatamente detrás del adverbio de
negación: pues no pas a nuestra tozina; ¡a, no pas!; ¡no pas yo!

" Compárense las dos últimas frases con esta del siglo XVII: "no faré yo
pas" (ABARCA, Obra en aragonés, p. 40).
153
Esta partícula procede del lat. PAssu y se halla también en cat.,
oc., fr., sav. y pi. En piamontés, como en francés, puede darse en so-
litario, prescindiendo del adverbio de negación: pa pí 'no más'.
Su uso, como se ve, está muy vivo. Tan recurrente es esta par-
tícula que ha llegado a reforzar incluso la afirmación. Comentaba a
este respecto uno de mis mejores informantes en Elsón: no pas, y sí
pas tamién! Chusé Raúl USóN, editor y escritor en aragonés, que me
acompañaba precisamente en aquella encuesta, me comunicó que
había documentado el mismo uso a José Andrés Brualla, de Casa
Pano de Lapenilla (Ribagorza), residente en Zaragoza; asimismo
Ánchel Loís Saludas, de Espierba, informa del mismo uso en ara-
gonés belsetán.
—Tamién <TAM BENE: ixe tamién ye d'Olsón; a maestra tamién
le 'n diziba. Usual en todo el aragonés.
—Tampoco/tampó: tampoco no lo sé; tampoco no he traballau;
a madera tampoco no bale; ahí tampó no está. La última forma se co-
noce también en Ribagorza y es más próxima a las lenguas pirenaicas:
cat. tampoc, oc. tanpauc.98 En ocasiones se pierde el fonema nasal:
tapoco. Es normal que este adverbio vaya acompañado siempre de ne-
gación cuando el verbo va detrás, como en cat. y oc., pero, lógica-
mente, no en situación proclítica: ¡o, si no lo he fecho tampoco bien!

4.6.6. Locuciones adverbiales


Las separo de los advebios propiamente dichos, puesto que son
estructuras más complejas que las de aquellos.

4.6.6.1. Locuciones adverbiales locativas


—A l'ambista: a la perspectiva. Paziniars estaba a l'ambista.
—A o canto: al lado. Está a o canto d'a pista.

" ARNAL, El habla de la Baja Ribagorza..., p. 407, en nota a pie de página


da tampó solo como de Capella. En realidad se usa en otras partes (Fonz, Estadi-
Ha...), aunque muy poco, pues la lengua está en un estado desastroso.
154
4.6.6.2. Locuciones adverbiales temporales
—Antes con antes: cuanto antes. Fe-lo antes con antes.
—De contino: de continuo. Teneba que bajar de contino.
—De tardes: por la tarde. Os zagals que ibanos t'a escuela te-
nébamos que ir a cudiar os corderos de tardes.
— En primeras y en zagueras: al principio, al final. Si en pri-
meras no lo cogemos un poco beroso, en zagueras estará sobreseco.

4.6.6.3. Locuciones modales


—A as cuatro suelas: galopando. Correba a as cuatro suelas.
—A bezinal: mancomunadamente. Lo arreglón a bezinal.
— A clapas: a corros. Se l'ha caiu o pelo a clapas.
—A enculicas: a la espalda, a hombros. Me llebaba a enculicas.
—A escarramanchons / a escarramanchetas: a horcajadas. As
mullers no montabamos a escarramanchons.
—A esgalapatons/galapatons: a gatas. Mia que ixe zagal ba a
esgalapatons pu 'ahí.
—A ficamorro: beber de bruces. Os chabalins beben a ficamorro.
—A l'arreo: sin interrupción. Cuatro trujo a l'arreo.
—A lo guairón: de reojo. Ixe mira a lo guairón.
— A lo torrullón: a lo loco. ¡Mia-lo, siempre a lo torrullón!
—A redolons: rodando. Bajaba a redolons.
—A reteculas: de culo. Ba a reteculas.
—A retepelo: a desgana. Me beniba a retepelo.
—A rozegons: a rastras. Os críos íbamos mucho a rozegons.
—A sobrefajo: a disgusto. A bezes los llevaban a sobrefajo.
—A tentons: a tientas. Sin luz caminabas a tentons.
—A tornachunta: a trueque. Se treballaba a tornachunta.
—Cutio, cutio: lenta y calladamente. Bajaba cutio, cutio.
—China-chana / chino-chano: poco a poco. Iba chino-chano.
155
—De buen emplaz: de buena gana. Fe-lo de buen emplaz.
—De bislai / de rabirón: de soslayo. Mira de bislai / de rabi-
rón. Son semejantes a a lo guairón, que se ha visto más arriba.
—De puntetas: de puntillas. Entraba de puntetas.
—De propio: a propósito. Ir de propio.
—En carcañetas/calcañetas: en cuclillas. Ixo ye ir en carcañetas.
—Fito-fito: fijamente. Se miraba fito-fito.
— Poqued a poqued: pausadamente. Bes poqued a poqued.

4.6.6.4. Locuciones adverbiales cuantitativas


— A caramuello: con creces. Ixo pon-lo bien a caramuello.
—A muntons: con profusión. Saliban repetens a muntons.
—Buena cosa: un sinnúmero de... Llebas buena cosa libros.
—Ni un sacre: nada de nada. No n'emos cogido ni un sacre.
—Una ripa /a ripas: un montón. Hai una ripa de trigo; n'hai
caracols a ripas.
—Un rebaño: mucha cantidad. En ixa era coge un rebaño co-
ches; claro, ¡como cada uno en lleva uno!
—Un trapazil: como la anterior. Ban un trapazil de güellas.

4.6.6.5. Locuciones aseverativas


—Regular que: en Balaguer, regular que biben; regular que sí;
sí, pero regular que n'hai un sitio aparte; lilas, regular que les de-
ziban; ¿son de Nabal?, regular que serán; regular que estaba to ro-
diau de muertos. También puede ir seguido de afirmación o nega-
ción, reforzándolas: sí regular o no regular. Es usual en somontanés
y ribagorzano, viene a significar 'creo que, me parece que' o 'casi
seguro que, casi con toda probabilidad que'.
Lógicamente, también se utilizan las formas del verbo paizer:
me pa que y me paez que: me pa que se llama Ramón.

156
4.7. LAS PREPOSICIONES Y OTRAS PARTÍCULAS
4.7.1. Las preposiciones
— A. ¡Bes-te-ne a escampar a boira!; iba a resacar; nos ten-
drás que imbitar a comer. Existe algún verbo que parece regir es-
ta preposición: tardó un par d'años a nazer. En el momento de
realizar la primera redacción de este libro (octubre de 1998) he
documentado un uso idéntico en el pueblo de Sabayés (cerca de
Apiés, somontano oscense) en que el mismo verbo rige la prepo-
sición: a guerra tardará muchos años a borrar-se. Posteriormen-
te he oído repetidamente el mismo uso prepositivo en Balbastro
(tardará a benir) y más tarde en Binéfar y Estadilla, entre otros.
Por lo que queda suficientemente claro que el verbo tardar rige
siempre preposición a. Se trata del mismo uso que empleamos en
catalán: va trigar un parell d'anys a néixer o trigará molt de
temps a esborrar-se.
Obsérvese otro uso semejante: s 'ha fartau a escarrazar, pero
en cambio: s 'ha fartau d'escañutar. Parece que la primera cons-
trucción es más propia y que los presentes ejemplos no son sino in-
dicios de unos usos de régimen prepositivo que convendrá estudiar
más a fondo. Por lo que sé el verbo esforzar-se también en arago-
nés, como en catalán, parece regir a. Todo lo cual me lleva a una
conclusión lógica: casi todos los verbos que en occitano o catalán ri-
gen dicha preposición también lo harán en aragonés.
Finalmente, he registrado una frase donde el uso prepositivo
también difiere del castellano y coincide con el catalán: lo metió a
la garchola. Habría que comprobar si se trata de una influencia
oriental o estamos ante un indicio de otro uso preposicional dife-
rente al castellano que tanto ha condicionado la estructura de nues-
tra lengua en las últimas décadas.
— Capa: hacia. ¿Ha bisto un indicador? Pos aquel tiene que
coger cap'allá. Está a treze quilometros más capa allá. Parece una
contracción de cara pa. Es semejante al catalán, cap a, solo que en
esa lengua significa 'cabeza a'.
157
—Cara: hacia. Meteban os dallos y as estrals cara t'o zielo. Es
preposición conocida en el resto del aragonés, viene a ser sinónimo
de enta y de su variante ta.
—Con. Ibas con as mulas; ¡ya estamos con as auguas potras!
—Cuentra: contra. S'ha pegau cuentra un coche; cuentra a pa-
red. Esta preposición aparece ya en textos medievales.99 Todavía es de
uso entre algunas personas, por ejemplo en Elsón y Erípol. Es forma
más coherente con la fonética aragonesa ya que el diptongo proviene de
una o breve latina. Está documentada en somontanés: a cuentraluz
(Ch. COSCUJUELA, A Lueca). Su uso parece extenderse desde más al
norte hasta las tierras bajas. En los pueblos que siguen el curso de los
ríos Bero y Alcanadre debió de ser general hasta hace pocas décadas.
— De. Sí que se'n saliba de cazuela; ixe tamién ye d'Olsón; es-
tá de morros; o estrelón de l'alba. En aragonés tiene un uso partiti-
vo semejante al del cat., oc. y fr.: no tiengo mica de fambre; en he
pegau de bueltas. Otro uso peculiar se da en la siguiente impreca-
ción: me cago'n d'el, que parece ser un caso de eufemismo. El ver-
bo nazer rige siempre preposición de: soi nazida de Buil, soi nazida
de l'año 1913. También lo hacen ciertos verbos volitivos, como de-
zidir: yo no dezidié de parrir all, bagar: no me baga de bajar á es-
tar-me allí, o cuacar (castellanizado gustar): no le gusta de rondar.
Es decir, el mismo uso que se da en catalán, occitano o francés.
— Dende: desde. Dende os altos Perineos.
— En. Bibo en L'Aínsa; allá n'a faja Solanilla. Coincide con el
cast. y difiere de las lenguas galorrománicas que utilizan a. Existe
un uso direccional que también se dio en la lengua medieval, donde
el verbo (castellanizado ya) llegar rige preposición en y no a: ¿sa-
bes qué?, llegaremos en casa y no faremos comida; llegó en o pa-
jar, ande que estábanos nusotros ahora. Al parecer es también habi-
tual en La Fueba, en el Campo de Chaca y en la propia ciudad de
Uesca. Recuerda el uso francés en frases que indican dirección ha-

" Vid. nota 40, en fonética.


158
cia países: il va en Corse. También el verbo ir-se aparece rigiendo
la preposición en: se ba en aquel corral que tienen allí
—Enta: hacia. Entarriba. Es preposición muy raramente usa-
da, en su lugar se emplea casi con exclusividad ta. La preposición
enta se emplea en gascón tanto con sentido direccional —como en
aragonés— como en dativo.
—Pa: para. Pa dar-les-ne; pa feria San Miguel; pa tu. Se trata
de una forma reducida de para, cat. per a, cast. para, oc. per. El ara-
gonés hablado desde Bielsa hasta oriente emplea ta como preposi-
ción de dativo. No obstante hay casos donde el cast. usaría para y el
ar. recurre a ta: con o pelo drecho t'arriba.
—Por. Mañana por o maitín; por o camino. No he documentado
la forma per usual en ribagorzano, benasqués, chistabín y belsetán. Y
solo hay un testimonio (en Sarratiars) de que se haya usado antes.
—Seguntes: según. Seguntes que llueva u no.
—Sin. Estamos sin luz. En ningún caso he registrado que vaya
seguida de la preposición de.
—Ta. Me'n boi t'Aínsa; marchó ta par de Balbastro; me'n boi
t'o güerto; ¿eánde bas?, t'o campo Sarrablo. Este uso direccional
equivale al cat. cap a, cast. a. El oc. también conoce esta preposi-
ción: que va tá Tolosa dab lo trin (BIRABENT y SALLES-LOUSTAU, p.
69). Ya se ha visto cómo puede también funcionar en otros contex-
tos, allí donde el cast. usaría para: con o pelo drecho t'arriba. Tam-
bién se utiliza en el siguiente caso: se casó t'Arcusa, donde cat. y
oc. pondrían a y el cast. en.

4.7.2. Las conjunciones


—Y. Sacabas o tapón y saliba o bino a o laco.
—Ni. No se puede ni trasquir.
—U: o. En hai tres u cuatro; se trujo d'allí dos u tres maderos.
—Pero. ¡O, pero que las beyebas!; ixos son, ixos, pero son chi-
quitins.
159
— Manimenos: no obstante. Manimenos teneba que bajar a
comprar.
—Bien se bale que: menos mal. Bien se bale que ha llobiu, si no...
—En cuenta de: en vez de. En cuenta de tortilla foi berdura;
en cuenta de subir tu bajo yo.
—En puesto de: es otra forma de la anterior.
—Que. Con as bezes que i he estau; te pegaba cada peñazo que
t'atabalaba; ibas con as mulas y tenebas que sacar l'aladro; dim-
pués que marchés; os chinins les dezimos, que los tocas y se meten
en una piloteta.
En ciertas estructuras la segunda frase va introducida por dos
conjunciones en cuyo interior se sitúa el adverbio de negación no:
m'estimo más que me fregues os platos que no que me fayas a cama.
—Si. Si no por l'empleo que tiengo; no sé si no me comeré be-
lla pizca.
—Malas que: una vez que. Os ferfez, malas que llega o tiempo
se quitan a camisa.
—Porque. No t'escubribas porque tenebas miedo; no serán gri-
llos porque buelan.
—Pos: pues. Bai, pos tarcual.
—Anque: aunque. Anque no digas d'ánde yes, ya se te bei por
o modo d'hablar.
—Conque. Conque marchó t'allí a cazar o bobón.
— A lo que: en cuanto que. A lo que tu llegues ya abrán comiu.

4.7.3. Las interjecciones


—Ala! ¡Ala, qué zillo biene por allá!
—Alma! ¡Alma jurar!; ¡alma picar! Se emplea también en fo-
bano y benasqués.
—Au! ¡Au, ba! También existe en catalán.
—Bai! ¡Bai, nino!; ¡bai, pos tarcual! Es esta una interjección
exclusiva del aragonés cuyo origen y etimología son inciertos.
160
— Coñe. ¡Coñe, coñe, pa pajar ye chico!
—Fote! ¡Fote, diablo!; ¡fote, carajo! ¡no te fote!
—Jibo! ¡Jibo, qué aire ha mobiu!
—Jolio! ¡Jolio, qué cara m'ha costau esta ensalada!
—Mama mía! Mira que, pa llegar arriba, ¡mama mía! Esta inter-
jección se dice indicando sorpresa. La he oído en numerosas ocasiones.
— O! ¡O, sí que sí, nino!
—Ola! ¡Ola, cuántas bezes la emprendebas a peñazos!
—Oi! ¡Oi, si en pasan de coches!; ¡oi, recopón!
—Osma! ¡Osma, tu morder-me!
—Ostia! ¡Ostia, qué baruca!
— Que: tiene un uso ponderativo. ¡Qué bufera!; ¡qué manera
sacar ruena!
—Rai! ¡Izo rai! Es interjección usada también en cat. y oc.
—Rediós! ¡Rediós, qué zerollazo! En cat. redeu.
— Recopón! ¡Oi, recopón!

4.8. LA FORMACIÓN NOMINAL


El léxico aragonés recurre a los mismos procedimientos para
formar palabras que las otras lenguas románicas. La sufijación es el
más utilizado, seguido de la prefijación y la composición.

4.8.1. Prefijos

4.8.1.1. En sustantivos y adjetivos


El aragonés de Sobrarbe posee los siguientes prefijos:
a- < AD-: abiziau, afumau.
es- < DIS- o EX-: escaixalau, espuma, esbarre, eslanguiu, es-
garrabarzas.
en- < IN-: embotau, enlerau, enclusa, encomodau, enrigolau.
per- < PER-: perpalo.
161
tres- < TRANS-: tresmallo, tresmontana, treslumbre, trestallo.
so- < SUB-: somanta.
sobre- < SUPER-: sobrefajo, sobreseco.
re- < RE-: repalmar, reboste, recuesto, reportal, rediós, reco-
pón, repetens, rechitanos, recantillo, rebordenco.

4.8.1.2. En los verbos


a- < AD-: adornar, aconortar-se, afumar, afirmar-se, aflamar-
se, amarrezer, abiziar-se, atancar, asentar-se, atabuchar, atabalar,
agazapiar.
des- < DIS-: desapegar, deseperar, desembolicar.
es- <DIS- y EX-: espazenziar, esfollinar, espachar, espaldar, es-
cubrir, esmosiguiar, espiazar, esbolligar, esbezar, escotolar-se, es-
gangoliar, esmaliziar-se, esmelicar-se, esfilorchar-se, esmicar-se,
esnucar-se, estalapizar-se, escruchinar-se, esforigar, escatizar, es-
nabesar, estorruzar, estorrocar, escalabrar, esbarizar-se, esberrecar,
esperjiar, estrolicar, esquerar, escoscar, escorcollar, escorcotar, es-
berlecar, esbotar, estusiquiar, escazilar, esnudar-se, esturrufar-se,
espirallar, esmochar, esclarezer, escarmenar, esbatullar, esbategar,
esbachocar, estarnar, estricallar, escañutar, espechicar, esmolar, es-
calibar, esmortezer-se, esgarrar, esgarriñar, espazar, esfuriar, esba-
ruquiar, esferretiar, espunchiquiar, esbarrundar, escalatrir...
en- < EN-: enfornar, enfilar; enronar, enfarinar, embuquezer,
emprimar; empelingar, enrobinar-se, enrubar-se, entruchar-se, en-
fachanar-se, enrestir, encherbedir-se, engarcholar...
entre- < INTER-: entrefilar-se.
pel- < per- < PER-: pelmudar (el cambio r > 1 es debido a eti-
mología popular).
tres- < TRANS-: tresbatir, trestallar
tra- < TRANS-: trafegar, tramenar, trafucar.
so- < SUB-: sobater, sotobar, sopinar.
za- < SUB-: zabucar; zafumar.
sobre- < SOBRE-: sobrezer.
162
re- < RE-: resacar, rebolear, rechitar, redallar, rechirar, remu-
gar, refitoliar, reclamar-se, recutir, recatiar, rebulcar-se...

4.8.2. Sufijos
El aragonés de Sobrarbe posee una gran cantidad de sufijos, es
un hecho común a toda la lengua. La sufijación es usada en la for-
mación de sustantivos y adjetivos.
-aco < -ACCU, -aca < -ACCA (de origen incierto, tiene unas con-
notaciones despectivas): buchaca, farnaca, limaco, moñaco, morlaco.
-ache < -ATICU (se trata de un préstamo occitano común al ara-
gonés y al catalán): misache, orache, potache y el desfonetizado
bestuaje.
-acho < -ACEU (de origen incierto, posee unas connotaciones
peyorativas): forigacho, gabacho, pobracho.
-ada < -ATA: airada, becada, begada, beilada, boñada, cluca-
da, charada, charrada, chanada, fritada, portalada, rafolada, rosa-
da, tamborinada, tronada, tosconada, tozada.
-aína < -AGINE: plantaina, zafraina < SUFFRAGINE.
-aire < -ATOR (de origen occitano): barfulaire, cazaire, cha-
rraire, pescaire, quinquilaire. Y el híbrido yesaire.
-al < -ALE: arnal, barzal, barducal, camal, cantal, casal, cha-
purcal, debantal, estral, maroñal, matical, nidal, quintal, pozal, re-
portal, tozal, zerbal.
-ala < -ALA: didala.
-alla < -ALIA: naballa, chobenalla, fartalla, mozardalla.
-allo < -Ac(u)Lu: batallo, cascallo, cremallo, criallo, colgallo,
enzensallo, escarcallo, escopallo, espantallo, ferrincallo, morgallo,
rampallo, rimallo, pichallo, segallo, tornallo, trestallo.
-an(o) < -ANU, -ana < -ANA: finflán, manguán, matután, pa-
chán, mardano, tabán, tardano, botana, coscarana, chincharana,
perdigana, petingana.
-anza < -ANTIA: acordanza, comparanza, manchanza.

163
-ar < -ARE: caixigar, pallar. También aparece en toponimia: O
Coscollar.
-ardo < -HART: bucardo.
-arro < *-ARRU, arra < *-ARRA (es de origen ibérico): caparra,
fumarro, mandarra, mincharra.
-asco < *-ASKU (su origen no es seguro): follarasca, ternasco.
-astro < -ASTER: chobenastro, lenastro.
-au < -ATU: anarcau, afumau, baldau, barrenau, empifolau, en-
lerau, escrenfillau, esmaliziau, esmanotau, esminchau, esturrufau,
forau, tejau. También en toponimia: O Grau.
-az(o) < -ACEU, -aza < -ACEA (pl. -azos, -azas): crestonaz, al-
guaza, catenazo, cantalazo, chenibraza, chaparrazo, frontinazo, lan-
ternazo, marguinazo, peñazo, picaraza, plorazas, tamborinazo, tru-
cazo, turmazo, zinglazo. También aparece en toponimia: Castillazo.
-dor < -TORE: arrendator, mocador, tichidor, tronzador.
-ed < -ITTU, -eta < -ITTA (pl. -ez, -etas). Es el sufijo diminutivo
más utilizado, existe la misma solución en las lenguas galorrománi-
cas vecinas -et, mientras que en cast. da -ito: almided, caballed, cra-
bered, chiqued, ferfed, gargaled, mozed, baguereta, boleta, caldere-
ta, candeleta, corloyeta, cuqueta, loseta, mocholeta, miqueta,
ruchadeta, abelletas, caracoletas, carcanetas, chiretas, grilletas, en
carcañetas, farinetas, munchetas, palometas. También aparece en
toponimia: Espitaled.
-ela < -ELLA (es otro diminutivo, muy poco empleado): caixa-
relas, paixarelas. También en toponimia: Cosculluela.
-enco < -ING (de origen germánico, concretamente franco):
azulenco, amarillenco, fraxenco, mayenco, mostrenco, rebordenco.
-era < -ARIA. Indica conjunto de cosas: albordera, almendrera,
betiquera, caguera, camileras, coscollera, escandalera, femera, fo-
guera, liguera, galabardera, manzanera, nuguera, olibera, severa,
tilera, zeresera, zerollera, sarguera.
-ero < -ARIU: alparzero, baruquero, calzero, capazero, conzie-
tero, crabero, chubero, escarronero, esparbero, ferrero, fulero, laito-
164
nero, laminero, parolero, piquero, postinero, ranzonero, sabuquero,
solanero, tatonero, terrero, toponero, torrumpero, zaborrero.
-és, -esa < -ENSE: aragonés, montañés, franzés, paniquesa, za-
lamanquesa.
-ico < -Iccu (sufijo diminutivo de escaso empleo): albaricas,
caballito, cantaricas, paixaricos.
-ichón: pobrichón, entradichona.
-iello < -ELLU (-illo). Sufijo diminutivo que se ha visto reduci-
do, por influencia castellana, a la forma -illo (vid. 3.2.2.1). Se con-
servan: aguatiello, arbiello, arziello, betiello, cananiello, meliquie-
llos, piello, pero bodillo, cadillo, castillo, chubillo, zerzillo. También
aparece —raramente reducido— en toponimia: A Torrozilla, Enca-
nilla, Espluguiello, Os Camparretuniellos, Os Planiellos, y su esta-
do más antiguo en -iecho: Focatiecho, Lupiecho.
-il < -ILE: badil, borguil, cornichil, fogaril, pernil.
-illo < -tc(u)Lu, -illa < -tc(u)LA: canzillo, falzilla, robillo.
-ín(o) < -1NU, -fina < -INA (pl. -ins, -finas). Suele tener un valor
diminutivo: chabalín, chiquerrín, fotins, fozín, ninins, patín, ratolín,
siñalín, ziquilín, carins, pazino, cardelina, badina, brochina, benzi-
na, engardachina, martolina. En toponimia: A Pardina.
-ín < -IGINE: robín, fullín.
-isco < -iscu: royisco.
-izo < -ICIU, -iza < -ICIA (acostumbra a tener un valor aumen-
tativo): cachiguizo, cañizo, carrasquizo, cornizo, estaíza, fartizo,
gordizo, panizo, tornizo.
-ol < -OLU, -ola < -OLA: berderol, espigol, picarola, pindola,
tringola.
-ón < -ONE, -ona < -ONA (pl. -ons, -onas). Puede tener un valor
aumentativo: O Estrelón, foricón, manchón, pero es más frecuente
el diminutivo o lexicalizado en animales y plantas: arañón, arizón,
bazión, bibón, bobón, clarión, chordón, charrachón, escorzón, fe-
rrunchón, figón, garrón, ninón, punchón, tachón, tión, totón, espor-
165
tons, ombrichons, potrecons, a esgalapatons, a escarramanchons.
En toponimia: Castillón, Sarratón.
-or < -ORE: balor, calor, pudor, sudor.
-orra. Tiene un valor peyorativo: machorra, mingorra, picho-
rra, zaborro.
-oso < -osu: angluzioso, apegalloso, baboso, bafuroso, bam-
boso, beroso, carrañoso, chiboso, estoposo, farfalloso, morgalloso,
pitoso, rabosa, robinoso, roñoso, tiñoso.
-ot < -OTTU, -ota < -OTTA (pl. -oz, -otas): bailarota, boirota,
belgotas, cascarota, chicota. Es sufijo diminutivo utilizado también
en las lenguas galorrománicas.
-ueco < -ocu: batueco, pullueco, torrueco.
-uco < -ucu: peduco, sabuco.
-udo < -UTU, -uda < -UTA: calmudo, chiretudas, mantudo, mo-
rrudo, punchudo, zerrudo.
-uelo < carnaruelo, esquiruelo, mortijuelo, mochuelo, to-
zuelo. Se mantiene la antigua diptongación -ua- en bucharguala.
También aparece en toponimia: Lupargüelo.
-ura < -URA (-dura): asprura, contornadura, mesura, pastura.
-usco: corrusco, petrusco.
-uta < -UTA: cagarruta.
-uz(o) < -UCEU, -uza < -UCEA (tiene un valor peyorativo): car-
nuz, palluzo, menchuza.
-uzio < -UCEU: estrapaluzio.

4.8.3. La composición
Pueden entrar en yuxtaposición diversos elementos de la lengua:
sustantivo + sustantivo: cabodaño.
sustantivo + adjetivo: codalbo, cudirroya, murziagalo, garra-
pescaire, papirroi.
adjetivo + sustantivo: pocasangre, pocasustanzia, pocosmo-
dos, ziengarras.
166
verbo + sustantivo: Es la forma más rica de composición de lé-
xico: bateaguas, caganiedos, cagafierro, cascagüesos, cortapichas,
engañapastors, esgarrabarzas, guardacarnes, guardafuentes, pasa-
clau, pelafustán, picaguazero, pintacoda, tornaboda, tornachunta,
zarrapullera. También aparece en los apodos de pueblos: bufana-
pos, picharrumeros, sucarracristos.
sustantivo + verbo: mantornar.
verbo + adjetivo: picapuerco, tartameco.
adverbio + verbo: malmeter.
adverbio + adjetivo: malfainero, malfarchau, maltrazau.
preposición + sustantivo: contrimuestra, treslumbre, tresmallo,
tresmontana, reportal, repalmar, recantillo.
una oración: quemisió (qué me sé yo).

167
5. Vocabulario

Lo recabado en el presente apartado comprende tanto la sin-


cronía como la diacronía de la lengua. Es decir, aparece aquello que
personalmente he constatado en el uso actual o cuyo uso en las últi-
mas décadas he confirmado. Se indica, siempre que me ha sido po-
sible, qué elementos se tienen por extintos, arcaicos o en desuso. Por
extintos entiendo, lógicamente, todos aquellos vocablos que defini-
tivamente ya nadie usa, por arcaicos aquellos otros que han queda-
do relegados pero que en alguna rara ocasión alguien los "rescata"
y en desuso son todas aquellas voces que van desapareciendo en el
momento actual al ser suplantadas por el castellano. No es nada ra-
ro que un hablante releve la forma autóctona al conocer la castella-
na. La televisión y los contactos sociales son su fuente de informa-
ción léxica. De todas formas cada palabra, como toda la lengua en
conjunto, vive en un estado solapado, clandestino diría, y solo aflo-
ra con plenitud ante interlocutores de confianza.
No obstante, existe un léxico numeroso que va pasando al vo-
cabulario pasivo en proporción a la edad más joven de sus hablantes,
por lo que el corpus más completo, y activo, es sin duda el que usa
la población de más edad. Debemos considerarla globalmente como
la última generación de hablantes de aragonés, si bien hay todavía su-
jetos de generaciones posteriores lingüísticamente competentes. Los
mayores, con todo, ya recibieron un lengua "herida", notablemente
patuesizada desde los años treinta y progresivamente castellanizada
en el léxico, la morfología y la sintaxis: una lengua en agonía, ya
muy deteriorada respecto de la que se mantenía hasta 1936.
169
Se trata, en conjunto, de un léxico general en la comarca, pero
en ocasiones algunas voces son recordadas o usadas por personas de
más edad o las he documentado en determinada población sin ha-
berme sido posible, por falta de tiempo, contrastar la extensión de su
uso. En tales casos se especifica la localidad donde se han recogido.
Lo cual no indica, evidentemente, que solo sean exclusivas de allí.
En el léxico de la naturaleza, pájaros y plantas básicamente, no
siempre está claro a qué corresponde cada voz. Esto es harto difi-
cultoso en el caso de las plantas, pues dada la naturaleza general de
este trabajo no se ha podido profundizar en una verdadera labor de
campo por razones de tiempo.
Recojo todas las variantes, incluidas las desfonetizadas, que
son el lema referente por ser las más usuales dado el estado de de-
terioro de la lengua. En algunas ocasiones adjunto al vocablo ara-
gonés sus equivalentes catalán, occitano o francés. Pero no siempre
que se da equivalencia lo reseño, solo cuando he percibido que re-
sultaba de interés constatar una cierta unidad léxica pirenaica.
Una parte del léxico ha sido ampliado cuando el resto del libro
estaba prácticamente redactado, por ello es muy probable que algu-
nas voces indicadoras de los diversos elementos lingüísticos no apa-
rezcan citadas en la obra.

A
¿Á qué fin? Locución. ¿A santo de qué?
Ababol s. m. Amapola.
Abán adv. Adelante. Cfr. cat. y fr. avant, oc. avan. "Siempre se po-
sa la pata abán". La expresión allá abán (Bagüeste, Sarrablo)
se puede traducir por 'allá lejos'.
Abandiar v. tr. Tocar las campanas.
Abatallar v. tr. Apalear.
Abatanar v. tr. Golpear.
170
Abellas s. f pl. Abejas. Es más común en pl. Vid. abelletas. Cffr cat.
abella, fr. abeille, oc. abelha.
Abellero s. m. Ornt. Merops apiaster. Abejaruco. Cfr. cat. abellerol.
Abelletas s. f pl. Abejas. Es más común el empleo en plural con
diminutivo, que se halla totalmente lexicalizado.
Abenir-se-ne v. pron. Entenderse bien, coincidir en los gustos y opi-
niones.
Abeza s. f Bot. Veza.
Abiarol s. m. Ornt. Vid. abellero.
Abiau adj. Fig. Arreglado, listo, apañado. "Estás bien abiau".
Abillanera s. f Avellano.
Abito s. m. Hábito. En ar. es paroxítona.
Abiziar-se v. refl. Viciarse, encapricharse. Cfr. cat. aviciar-se.
Abiziau adj. Viciado.
Abocar v. tr. Verter, vaciar. "Aboca-lo astí". Cfr cat. y oc. abocar.
Abogau s. m. Abogado.
Aborguilar v. tr. Amontonar paja, formar borguils.
Abozinar v. tr. Estar con la cabeza contra el suelo.
Abracar v. tr. Abarcar.
Abraguerada adj. Hembra de un animal próxima a parir.
Abraspias s. f pl. Avispas. Es quizás la forma más utilizada.
Abrebador s. m. Abrevadero. Cfr cat. y oc. abeurador.
Abrespias s. f pl. Vid. abraspias.
Abriespas s. f pl. Vid. abraspias.
Abrinzón s. m. Vid. arizón.
Abríos s. m. Bestias de labor o carga.
Abrispas s. f pl. Vid. abraspias.
Abullonau adj. Bollado.
Acabacasas adj. Gastador, derrochador, dilapidador del patrimonio.
171
Acamallonar v. tr. Hacer caballones en el huerto.
Acantaliar v. defec. Granizar.
Acanzillar v. tr. Hacer canzillos.
Acañablar-se v. refl. Doblarse una madera.
Acapizar-se v. refl. Avalanzarse sobre alguien o algo.
Acarrazar-se v. tr. Unir, colgar la fruta. "Ácarraza as ugas". v. refl.
Asirse con fuerza a una persona.
Achermanar-se v. refl. Se trata de un tipo de boda en que dos her-
manos casan con dos hermanas, para fortalecer el patrimonio.
Achompar-se v. refl. Tumbarse, dejarse caer cómodamente.
Achompau adj. Tumbado cómodamente.
Achuste, l' s. m. Contrato que se realizaba para San Miguel, cuan-
do los trabajadores se afirmaban para trabajar en una casa.
Aclaradors s. m. pl. Insecto conocido en cast. como zapateros. Llá-
manse aclaradors porque, con su febril movimiento, "aclaran
el agua cuando está fosca".
Aclarafuentes s. m. pl. Otro nombre para los aclaradors.
Acochar-se v. refl. Agacharse.
Acoflar-se v. refl. Acomodarse, aposentarse.
Acoflau adj. Acomodado, aposentado.
Aconortar-se v. refl. Conformarse, consolarse. Cfr cat. conhortar y
oc. conortar.
Aconsolante loc. adv. A juego.
Acontentar-se v. refl. Contentarse, conformarse. Cfr cat. acontentar.
Acopiador s. m. 1. Cinturón. 2. Parte del aparejo de las caballerías.
Acorar v. tr. Sofocar, agobiar.
Acorau adj. Sofocado, agobiado.
Acordanza s. f Recuerdo.
Acorrer-se v. refl. Desplazarse, moverse de sitio.
Acotolar v. tr. Agotar o acabar con algo.
172
Acotolau adj. Agotado, acabado.
Acotraziar v. tr. Disponer, arreglar, componer.
Acotraziau adj. Dispuesto, arreglado.
Acuñestrar-se v. refl. Permanecer la nieve en rincones umbríos.
Adán adj. Sucio, desaseado, descuidado.
Adebán adv. Adelante.
Adelgazir-se v. refl. Adelgazarse. "Se m'han adelgaziu as muñecas
de tanto labar".
Adoba s. f Adobe.
Adornar v. tr. Domesticar.
Adotar v. tr Dotar.
Adubir v. tr. Dar abasto.
Aduyar v. tr. Ayudar.
Afaitar v. tr. Afeitar.
Afajinar v. tr. Hacer fajos.
Afalagar-se v. refl. Aproximarse una persona —principalmente ni-
ños— o animal a otra buscando que lefaiganfiestetas. Cfr. cat.
afalagar.
Aflamar-se v. refl. Agostarse los cereales por el calor. Cfr. cat. y oc.
aflamar, fr. enflammer.
Afogar v. tr y /fi. Ahogar. Cfr. cat. y oc. afogar.
Afondar v. tr y refl. Ahondar.
Afondau adj. Ahondado.
Afumar v. tr. Ahumar.
Afumaus adj. Es el apodo de Barcabo.
Afundir-se v. refl. Hundirse.
Afundiu adj. Hundido.
Agafar v. tr. Coger, tomar, asir. Cfr cat. y oc. agafar.
Agarrapizar v. tr y refl. Agarrar con fuerza, asirse.
Agarrapizau adj. Agarrado, asido.
173
Agazapiar v. tr. Atrapar, dar alcance.
Agora adv. Ahora. Se encuentra muy en desuso.
Agraspias s. f pl. Vid. abraspias.
Agro adj. Agrio.
Agruras s. f pl. Acidez de estómago.
Aguachinar v. tr. Echar agua en demasía sobre otro líquido.
Aguadero s. m. Ornt. Picus viridis. Pito real.
Aguaitar v. tr. Divisar, otear. Del germ. wahten 'vigilar'. Cfr cat.
aguaitar.
Aguarín s. m. Espacio para guardar olivas o trigo en la bodega.
Aguarte! interj. ¡Espera!
Aguatiello s. m. Vid. aguatillo.
Aguatillo s. m. Paso para el agua que se abre en un caballón del
huerto para conducir el riego. La forma aguatiello tiene menos
vitalidad.
Aguazero s. m. Ornt. Vid. aguadero.
Aguazil s. m. Alguazil.
Aguazils s. m. pl. Vid. aclaradors.
Agüelo s. m. Abuelo. La forma yayo es de introducción posterior.
Agüerro s. m. Otoño. Es voz muy en desuso, solo recordada por al-
gunos ancianos.
Aguila crabitera s. f Ornt. Aquila chrysaetos. Águila real.
Agulla s. f 1. Aguja. 2. Fig. Gota fina de agua. Cfr. cat. agulla, oc.
agulha.
Agulla de gancho s. f Alfiler, imperdible.
Agullada s. f Aguijón para bueyes.
Aínsa, L' top. Aínsa, en los carteles del MOP. Aunque la DGA ha
puesto alguno con el topónimo patrimonial.
Aintro adv. Dentro, adentro.
Airada s. f Golpe de aire. Cfr cat. airada.
174
Airaza s. f Aire molesto.
Aire s. m. Viento. aire corruto, viento arremolinado. Cuando en Sa-
sa se producía uno decían: "Ya biene Pedro Saputo". Un cha-
rrazo sobre este aire: "Aire corruto, que se lleva o fruto". aire
de puerto, vid. tresmontana.
Ajau s m. Azada.
Alabez adv. Entonces. Ha caído completamente en desuso. Cfr. oc.
alavetz. Solo la información de individuos nonagenarios me ha
permitido estar seguro de su anterior uso. Por lo que sé, ha si-
do la voz propia en todo Sobrarbe y Ribagorza.
Alacrán s m. Escorpión.
Aladiar v. tr. Dejar algo de lado, apartarlo.
Aladro s. m. Arado.
Alaigas s. f pl. Hormiga voladora.
Alazez s. m. pl. Cimientos.
Albaca s. f Bot. Albahaca.
Albaca montesina s. f Bot. Ajedrea (Escanilla). Vid. sabiduría.
Albandonar v. tr. Abandonar.
Albardín s. m. Bot. Lygeum spartum. Anea.
Albarica s. f Ornt. Oenanthe hispanica. Collalba rubia.
Albaricas s. f pl. Se trata de una clase de avispas de picadura muy
dolorosa, que crían en el suelo o en los árboles. Su nido es de
tierra. La identificada como similar por un informante que su-
frió su dolorosa picadura fue la Vespa crabro, pero no estoy en
absoluto seguro de que sea esa. Quizás sea la que en mi co-
marca llamamos avispa de cazoleta, que no sé a ciencia cierta
a cuál se corresponde en castellano.
Albarniz s. m. Vid. alberniz.
Albéitar s. m. Veterinario.
Alberchenas s. f pL Berenjenas. Voz desusada. Cfr. cat. albergínies.
Alberniz s. m. Barniz.
175
Albero s. m. Tráquea o esófago.
Albertenzia s. f Advertencia.
Albertir v. tr. Advertir.
Albordera s. f Bot. Madroño.
Alborza s. f Bot. Fruto del madroño.
Alcañón s. m. Una variedad de uva.
Alcontrar v. tr. Encontrar. Existiendo trobar cabría pensar que al-
contrar es un castellanismo, pero hay que dudar de ello si
echamos un vistazo a las lenguas vecinas. En occitano y cata-
lán existen encontrar y trobar, donde el primer verbo posee, en
ambas lenguas, la acepción de 'topar con alguien', quedando el
resto de acepciones para el segundo. En francés existen simi-
larmente rencontrer y trouver, pero con un campo semántico
más amplio: el primer verbo posee las acepciones de 'hallar,
encontrarse, coincidir', y el segundo las de 'hallar, hallarse,
acaecer'. Al tener en aragonés el mismo par alcontrar/trobar,
habrá que convenir que el primero es perfectamente patrimo-
nial en nuestra lengua. Hablé a este respecto con mi muy cola-
boradora informante de Liners, que me hizo la siguiente dis-
tinción: alcontrar se utiliza cuando hallas algo que buscabas,
trobar implica un hallazgo casual, accidental. No sé hasta qué
punto puede ser una interpretación personal y aislada o, por el
contrario, habrá que extrapolar al aragonés los usos semánticos
occitanos-catalanes. Al fin y al cabo son los mismos que en
aragonés, como idéntica es también la sintaxis en las tres len-
guas pirenaicas.
Alcordanza s. f Vid. alcordanza.
Alcorzar v. tr. 1. Atajar. 2. Acortar una tela. Cfr cat. escurQar.
Alcurzar v. tr. Variante de alcorzar.
Aldabillo s. m. Aldaba para llamar a la puerta.
Aldar s. m. Doble que se cosía en el interior de la falda, con tela dis-
tinta y función protectora.
Aldea s. f Conjunto de dos casas.
176
Aled s. m. Ornt. Pájaro sin identificar, de plumas blancas y negras,
quizás sea un papamoscas. Vid. aleta.
Alentar v. intr. Respirar.
Aleta s. f Ornt. Algún tipo de papamoscas (Muscicapidae). Vid. aled.
Alfalz s. m. Alfalfa. Cfr cat. alfals.
Alfalzar s. m. Campo de alfalfa.
Alferezías s. f pl. Epilepsia.
Alfonsar v. tr. Cavar con azada.
Alforcha s. f Alforja.
Algachofa s. f Vid. garchofa.
Algaderas s. f pl. Cestos para caballerías.
Alguarín s. m. Vid. aguarín.
Alguaza s. f Bisagra.
Alguazons s. m. pl. Bisagras de gran tamaño.
Aliaga s. f Aulaga.
Alica s. f Águila. Cfr. cat. áliga. Todavía en uso por ciertas personas.
Alicancano s. m. Piojo.
Alicón s. m. Ornt. Rapaz sin identificar.
Allastrero s. m. Llaga que las aristas de las espigas producen en la
boca de las caballerías.
Allo s. m. ajo. Voz muy arcaica, ya perdida. Cfr. cat. all, oc. alh, fr. ail.
Alma! interj. "Alma picar!". Podría traducirse por ¡venga! o ¡hala!
Almada s. f Almohada.
Almario s. m. Armario.
Almendrera s. f Almendro.
Almeta s. f Nombre que tradicionalmente recibe la punta del esternón
de un animal que, al ser abierto, el matarife lanza al techo para
que se pegue. Hay aquí restos de unas creencias que se derrum-
ban conjuntamente con el resto de la cultura y la lengua que las
ha expresado, interpretado y transmitido secularmente hasta ha-
177
ce cuatro o cinco décadas. ¿Somos conscientes del ingente acer-
vo cultural que estamos a punto de perder irremisiblemente?
Almetas s. f pl. Almas de las personas que vagaban o se aparecían
en la noche de difuntos. Es curioso que tanto en este caso co-
mo en la voz anterior el alma aparezca siempre en diminutivo,
estando totalmente lexicalizada y existiendo, por otra parte, la
voz espritu. No parecen sinónimos. Este hecho se explica se-
guramente por tratarse de la antigua distinción que casi todas
las culturas hacían entre dos tipos de alma, como ente no físi-
co, invisible. Los griegos diferenciaban entre nous y psiqué, y
los hebreos —y árabes— entre neshamah y nefesh, términos
que san Jerónimo en su Vulgata traduce respectivamente por
spiritus y anima. La distinción es más antigua: en Egipto ya se
hablaba del ka y el ba, con la misma significación. Recorde-
mos además que animal deriva de anima. Hay aquí material
para un estudio detenido y amplio de la visión que el hombre
altoaragonés tenía de lo transcendente.
Almided s. m. Mortero de cocina.
Almondiga s. f Albóndiga.
Almud s. m. Vid. midas.
Aloda s. f Ornt. Alauda arvensis. Alondra común.
Alogar-se v. refl. Vid. afirmar-se.
Alparzero adj. Alcahuete, cotilla.
Alparziar v. tr. Alcahuetear en la calle sobre alguien.
Alquezra top. Alquézar.
Alredol adv. Alrededor.
Alredor adv. Variante del anterior.
Altero adj. Alto.
Alticamar-se v. refl. Irritarse, inquietarse, azorarse. "Está algo alti-
camau". Nadie en la comarca lo hace sinónimo de 'preocupar-
se', como en cambio venimos haciendo todos, incorrectamente,
en aragonés común. No he registrado su uso como 'inmutarse',
que Paz Ríos da, tras negación, en el Semontano de Sobrarbe.
178
Alticamau adj. Irritado, alterado.
Alzar v. tr. Guardar en sitio cerrado y elevado (deriva de ALTIARE).
Así, se alzan la ropa, la vajilla, los libros... Ningún informan-
te da usos más amplios. Es del todo incorrecto el uso genérico
de alzar como sinónimo de 'guardar' que solemos dar en ara-
gonés común a este verbo. Una cosa es alzar y otra es guardar,
verbo este que es también propio en aragonés: guardafuentes,
guardacarnes...
Amagar-se v. tr. y refl. Esconder, ocultar. Cfr cat. y oc. amagar-se.
Amalbezar-se v. refl. Malacostumbrarse.
Amallatar v. tr. Sestear el ganado en la sombra.
Amanar-se v. pron. Aproximarse.
Amarezer v. tr. Cubrir el carnero a la oveja.
Amargor s. f Amargura.
Amarillenco adj. Amarillento.
Ambista s. f Vista, perspectiva. "Estamos a l'ambista d'os ani-
mals". Cfr. cat. envista.
Ambollas s. f pl. Ampollas que salen en la piel cuando uno se que-
ma, burbujas en el agua.
Ambosta s. f Porción o cantidad que cabe en las palmas de ambas
manos. Cfr. cat. ambosta.
Ambute adv. Mucho, cantidad de algo.
Amenister s. m. Menester.
Amerar v. tr. Rebajar un líquido con otro. Cfr cat. amerar.
Amesurar v. tr. Medir.
Amistanza s. f Amistad.
Amo s. m. El cabeza de familia y propietario de la casa.
Amolar-se v. tr. y refl. Fastidiar.
Amontinar v. tr Amontonar: 'Aquello lo iba amontinau l'aire".
Amorgallau adj. Que tiene la nariz tapada.
Amorgar-se v. refl. Tener la nariz tapada.
179
Amorgau adj. Con la nariz tapada.
Amorlazar v. tr. Amordazar.
Amorosiar v. tr. Mimar, dar cariño. Cfr cat. amorosiar.
Amorosidá s. f Cariño, mimo.
Amoroso s. f Cariñoso, mimoso. Cfr. cat. amorós, oc. amoros.
Amorra adj. Dícese de la oveja atontada por parásitos en el cerebro.
Amortar v. tr. Extinguirse, perecer. En aragonés común muy a me-
nudo se utiliza indiscriminadamente este verbo como sinónimo
de morir-se. Los diversos informantes, encuestados sobre este
punto, aplican el verbo amortar a extinguir las brasas, a des-
habitarse un pueblo... pero jamás al deceso de una persona.
Por otro lado, el uso ribagorzano de amortar para 'sangrar las
narices' no se da en Sobrarbe, se utiliza para ello el verbo es-
botar. Cfr. oc. amortar.
Amprar v. tr. Tomar prestado.
An adv. Donde. Cfr cat. on.
Anarcau adj. Asustado. Su étimo se conserva en el enarcar del oc.
y cat.: 'quedar curvado'.
Anca s. f Muslo, cadera. Cfr cat. anca.
Andaderas s. f pl. Ganglios en la zona inguinal, se curaban con chi-
güerre.
Andalozio s. m. Tormenta que se ve pasar de largo sin llegar a des-
cargar donde se encuentra el observador y si lo hace es de for-
ma muy débil y breve.
Anedas s. f pl. Ornt. Genérico para ánade.
Angluzia s. f 1. Apetito. 2. Ambición.
Angluzioso adj. 1. Glotón. 2. Ambicioso.
Angulema s. f Preocupación.
Angunia s. f Malestar físico o psíquico. Cfr cat. angúnia.
Anieblar-se v. refl. Adquirir el sembrado un aspecto raquítico por
efecto del sol o por falta de agua.
180
Anilla s. f Eslabón. Cfr. cat. anella.
Anque conj. Aunque.
Ansa s. f asa. Cfr cat. y oc. ansa, fr. anse.
Antiguan adj. Anticuado. "Quedar antiguau".
Antiparte adv. Vid. antiparti.
Antiparti adv. Por otra parte, además.
Añada s. f Año. Lo he documentado solo en el uso agrícola y ga-
nadero: esta añada sembraremos ordio. En cambio, para refe-
rirse a la edad y a la cronología en general, se emplea año. En
aragonés común usamos mal esta voz. Cfr cat. anyada, oc. ana-
da, fr. année.
Añadienza s. f Añadido.
Añudar v. tr. Anudar.
Apañijo s. m. Ensalada aliñada.
Aparador s. m. Estante. En origen debió de recibir este nombre el
situado únicamente en la cocina, lo cual es lógico si acudimos
a su étimo, del lat. APPARATORIUM 'sitio donde se prepara'. El
aparador suele ser de madera, cualquier otro tipo de estante en
obra es un repalmar. Cfr cat. aparador.
Aparatero adj. Exagerado.
Aparente adj. Arreglado, idóneo.
Apatrusquiar v. tr. Arreglar. "Bas mal apatrusquiau".
Apatrusquiau adj. Arreglado.
Apedregar v. intr. Granizar. Cfr. cat. apedregar.
Apegalloso adj. Pegajoso. Cfr. cat. apegalós.
Apercazar v. ir. y refl. Como transitivo tiene el significado de 'aga-
rrar', como reflexivo de 'apercibir, darse cuenta, percatarse'.
Aplanar v. tr. Allanar. refl. Hundirse.
Aplegar-se v. tr y refl. Contagiar.
Aplicaízo adj. Estudioso, aplicado.
Apretador s. m. Corsé.
181
Apretar v. intr. Se usa como auxiliar en apretar a correr (echar a
correr).
Apunchudir v. tr. Hacer punta.
Apunchuliu adj. Elegante.
Aral s. m. Cedazo más fino que la griba y menos que el porgadero.
Aramón s. m. Una variedad de uva.
Arañón s m. Bot. Endrino.
Araza s. f Bot. Planta sin identificar, semejante al ordio.
Arbañil s. m. Albañil.
Arbelleta s. f. Bot. Veza silvestre.
Arbiello s. m. Plato típico en que se rellenaba el esófago del cerdo
con pasta de morcilla.
Arbolera s. f Arboleda.
Argados s. m. pl. Angarillas.
Arguellau adj. Flaco.
Arizo s. m. Erizo.
Arizón s. m. Bot. Igual que arizo. Cffr cat. erkó, oc. erkon, fr. hé-
risson. Es la planta Echinospartum horridum.
Arizons s. m. pl. Escalofríos.
Ama s. f Colmena. Cfr. cat. arna.
Arnal s. m. Colmenar. Existe un apellido con este nombre.
Arnalero s. m. Como la anterior.
Arquimesa s. f Cómoda, tocador.
Arramblar v. tr. Llevarse algo con acaparo.
Arrendator s. m. Arrendador.
Arreo, a 1' adv. Sin parar, sin interrupción. "Cuatro trufo a l'arreo".
Arrepinchar-se v. ref 1. Encaramarse, colgarse.
Arreses s. f pl. Reses, en especial las ovejas.
Arrestoja s. f Vid. rastojo.
Arringlerar v. tr. Alinear.
182
Arringlerau adj. Alineado.
Arríos s. m. pl. Vid. abríos.
Arroba s. f Vid. midas.
Arrobinar-se v. refl. Vid. enrobinar-se.
Arrozegar v. tr. Arrastrar, llevar una prenda rozada por el uso. Cfr.
cat. arrossegar.
Arrufar v. tr y refl. Erizarse o contraer una parte del cuerpo. "¡Ostra,
cómo s'arrufal; mia cómo arrufa as orejas". Cfr cat. arrufar.
Arrufiar v. tr. Poner agua con miel en las arnas, o vino mejor, y to-
millo para que en el tiempo que salen los enjambres las abejas
hagan más miel.
Artica s. f Trozo de tierra ganado a la vegetación que se prepara para
el cultivo, picando las matas, aliagas generalmente, y quemándo-
las para después acondicionar la tierra y sembrar. Cfr: cat. artiga.
Artiga s. f Variante de la anterior.
Arto s. m. Bot. Majuelo. A veces se aplica al arañonero, p. ej. en
Lezina. Varios arbustos similares pueden estar englobados con
el nombre de arto.
Arto marino s. m. Ruscus aculeatus. Rusco.
Arziello s. m. Antigua trampa para pájaros consistente en unos pa-
los de buxo puestos en forma de T y un lazo elaborado con pe-
lo de cola de mula.
Asabelo adv. Indica una cantidad incontable.
Ascape adv. Rápidamente, de inmediato.
Asentar-se v. refl. Sentarse.
Asetegau adj. Sediento.
Asina adv. Así.
Asinas adv. Variante de la anterior.
Aspear-se v. refl. Cansarse los pies.
Aspo s. m. Aspa para hacer madejas y en general cualquier tipo de
aspas; ventilador, molino...
183
Aspró adj. Áspero. Cfr cat. y oc. aspre, fr. ápre.
Asprura s. f Aspereza.
Astí adv. Ahí.
Astral s. f Hacha. Cffr cat. y oc. destral.
Astrosa s. f Desastre.
Atabalar v tr. Marear o turbar a alguien. Cfr cat. atabalar.
Atablador s. m. Instrumento para atablar.
Atablar v. tr. Allanar los terrones y deshacerlos después de arar.
Atabuchar v. tr. 1. Azuzar. 2. Reñir. 1. "Atabucha ixas güellas, que
mira que marchan t'allá" ; 2. "Muchos matrimonios s'atabu-
chan la uno con la otro". Cfr cat. atabuixar.
Atabuxar v. tr. Vid. atabuchar.
Atancar v tr. Cerrar una herida, un tonel, una balsa. Cfr. cat. y oc.
tancar. Vid. tancar.
Atapizar-se v. refl. Encogerse, comprimirse. Cfr. cat. atapeir.
Ateserar v. tr. Disponer y arreglar ciertos frutos, la yerba, etc., p. ej.
los higos sobre un cañizo.
Atipar-se v. refl. Empacharse. Cfr. cat. atipar.
Atisbar v. tr. Mirar, divisar. Cfr cast. atisbar.
Atochar v. tr. Golpear con un tocho.
Atorzonar-se v. refl. Empacharse las caballerías.
Atramallar v. tr. Chafar el cereal un animal al correr.
Atramallau adj. Dícese en general de cualquier cereal chafado por
el paso de un animal o persona.
Atrancar v. tr. Atascar.
Atribir-se v. refl. Atreverse. "No m'atribo a dizir cosa". Cfr cat.
atrevir-se.
Atroncar-se v. refl. Quedarse dormido.
Aturar v. tr. Hacer cesar el movimiento. Cfr cat. y oc. aturar.
Au! interj. Como en cat. au! Aproximadamente se puede decir que
es voz que incita a emprender algo, a tomar una resolución, o
184
es indicadora de admiración. Nunca es sinónimo de 'adiós',
como suelen emplearlo algunos en aragonés común.
Auca s. f Ornt. Vid. auco.
Anchar v. tr. Ahuyentar. Se suele aplicar más bien a insectos, mos-
cas y demás, para los cuales no procede usar el verbo esfurriar
o estafurriar, que se reserva para otros animales de mayor ta-
maño.
Auco s. m. Ornt. Oca. Se emplea uno u otro según sea el sexo del
ave.
Augua s. f Agua. Cfr. cat. aigua.
Auguas potras s. f pl. Agua con nieve: "¡Ya estamos con as auguas
potras!".
Azeite s. f Aceite. "L'azeite aquella de rizino".
Azerrino adj. Acérrimo, tenaz.
Azetar-se v. refl. Deteriorarse el filo de una navaja o cuchillo.
Azeto adj. Ácido, avinagrado (lat. ACETUM `vinagre').
Azeutar v. tr. Aceptar.
Azironero s. m. Bot. Arce.
Azogue adj. Inquieto, inconstante, nervioso.
Azucal s. f Azúcar.
Azulenco adj. Azulado.

Babieca/o adj. 1. Alelado, encandilado. 2. Ingenuo, crédulo.


Baboso s. m. Vid. limaco.
Bachoca s. f Vaina de las legumbres.
Bachocar v. tr. Desgranar las vainas de las legumbres.
Bachocas adj. Persona de aspecto y modos descuidados. "Qué ba-
chocas yes".
185
Bacumen s. m. Ganado vacuno.
Badallar v. intr. Bostezar. Cfr. cat. badallar, oc. badalhar, fr. báiller.
En Nasarre, según mis informantes de Lezina, no decían ba-
dallar sino abrir a boca.
Badallo s. m. Bostezo.
Badana s. f Piel de buco sin curtir.
Badanas adj. Persona sin oficio ni beneficio.
Badar v. intr. Abstraerse, encantarse. Cfr cat. y oc. badar.
Badil s. m. Recogedor donde se deposita lo barrido o las cenizas.
Badina s. f Remanso de un río. Cfr. cat. badina.
Bafuroso adj. Sucio y desaseado, sobre todo comiendo.
Bágale! interj. Algo así como 'ya lo creo'. Indica desconfianza.
Bagar v. intr. Disponer de tiempo. "No me baga de bajar a estar-
me allí".
Bago s. m. Umbría.
Baguera s. f Cuerda que se une al razén.
Baguereta s. f Cuerda resistente y corta.
Bai interj. Indica admiración: "¡Bai, nina!".
Bailarins s. prop. Apodo de los de Cosculluela.
Bailarota s. f Peonza.
Balandrín balandrón loc. adv. Viene a expresar un cierto movi-
miento de contoneo.
Balbastro top. Forma tradicional del topónimo que la arbitraria to-
ponimia castellanizante presenta como Barbastro. En los ma-
pas antiguos aparece siempre Balbastro, existe además el ape-
llido catalán Balbastre.
Baldana s. f Parte que se saca de la canal de la res en la carnicería.
Baldar-se v. refl. Cansarse. Cfr cat. baldar.
Baldan adj. y part. Cansado, agotado físicamente.
Baldragas adj. Persona descuidada.
Baldrán adj. Alto y desgarbado. "¡Menudo baldrán! ".
186
Balera s. f Escoba rústica elaborada con senera. Cfr oc. y fr. balai.
Baile s. f Baile. Cf, con igual género, el cat. valí, oc. valada, fr. vallée.
Ballo s. m. Caballón, acequia para dar salida al agua.
Ballonada s. f Hondonada.
Balluaca s. f Avena loca. Fig. adj. Loco: "Ixe ye un balluaca".
Balluacas s. prop. Llaman así a los de Paúls. Vid. tamb. camamilas.
Balluarte s. m. Especie de camilla.
Balsurriana s. f Antiguo baile montañés (Barcabo).
Balzez top. Es el río que en muchos mapas aparece erróneamente
como Balcés.
Bamba s. m. Presunción, vanidad, ostentación. Se dice dar-se bam-
ba. "¡Menudas bambas se da!".
Bamboliar v. intr. Dar-se bamba.
Bambolla s. f Vid. ambolla.
Bamboso adj. Presuntuoso.
Banasto s. m. Banasta.
Bandiar v. tr y refl. 1. Voltear las campanas (vid. abandiar). 2. Co-
lumpiarse.
Banfulaire adj. Vid. barfulaire.
Banzo s. m. Enfermedad del bazo en las reses.
Bapor s. f Vapor. "Cuando cozébamos a pasta saliba a bapor d'o
caldero". El mismo género tiene el fr. vapeur. También lo he
oído como femenino en el catalán hablado en Aragón, pero en
el catalán estándar es masculino.
Barafundiar v. intr. Desvariar, hablar mucho sin ir al grano.
Barana s. f Cercado de la cleta. Por extensión, barandilla. Cfr. la
misma solución en el cat. barana.
Barbo botero Llaman así en Paúls, y redolada, a un barbo atruchado.
Bardo s. m. Barro.
Barducal s. m. Barrizal.
187
Barfuello s. m. Piel de la uva.
Barfulaire adj. Persona de poco crédito, informal.
Barillas s. f pl. Las mandíbulas de los animales.
Barra, tener loc. Tener jeta. Cfi: cat. tenir barra.
Barraca s. f Escondite para cazar pájaros elaborado con arbustos.
Barral s. m. Garrafa para líquidos. Cfn cat. y oc. barral.
Barrasca s. f Dícese del racimo pelado, sin uvas.
Barrenau adj. Sin juicio, destalentado.
Barruga s. f Verruga.
Barrustas adj. Atolondrado, loco.
Baruca s. f Obsesión, fijación.
Baruquero adj. Maniático.
Barusta adj. Vid. barrustas.
Barzada s. f Redada.
Barzal s. m. Zarza.
Barza s. f Zarza.
Basa s. f Balsa. Cfn cat. bassa.
Basal s. m. Estanque del molino.
Basemia s. f Manía o preocupación obsesiva.
Basón s. m. Charco. Gorga pequeña.
Basquilla s. f Enfermedad de las reses en el bazo. Vid. banzo.
Baste s. m. Hilván. Cfn cat. basta.
Bastida s. f Bastidor del ruello.
Batalero adj. Abierto de par en par: "Todo está batalero".
Batallo s. m. Badajo. Cfr. cat. batall, oc. batalh.
Batán s. m. Paliza.
Bataniar v. tr. Golpear.
Bateaguas s. m. pl. Paraguas grande.
Bateculos s. m. pl. Nombre festivo para los ferfez.
188
Bater v. tr. Batir, agitar. "Os butres pegaban á botes, a baten y su-
biban a una altura como de zinco metros".
Batiauguas s. m. pl. Vid. bateaguas.
Batilazo s. m. Tormenta fuerte.
Batueco adj. Dícese del huevo cuyo contenido está diluido. Fig. Es-
tar vacío de sesera.
Baxar v. intr. Bajar. Es voz arcaica. Cfr. cat. baixar, oc. baisar.
Baxo adv. Debajo.
Bayo s. m. Rastro fisico o psíquico que deja un ser vivo.
Bazaro s. m. Dícese del polen en la bresca.
Bazcoya s. f Cesta para pescar (A Torrozilla).
Bazibo adj. Se aplica al ganado que es apartado para no criar.
Bazión s. m. Bacía para alimentar al ganado porcino.
Bebir v. intr. Vivir. En desuso.
Becada s. f Ornt. Scolopax rusticola. Chocha perdiz. Cfr cat. y oc.
becada.
Bechiga s. f Vejiga. Cfr cat. veixiga, oc. veisiga, fr. vessie.
Befo adj. Dícese de las personas o burros que tienen la mandíbula
inferior ligeramente más prominente que la superior. Un burro
befo se vendía más barato.
Begada s. f Vez. Cfr cat. y oc. vegada.
Begulín s. m. Violín.
Beilada s. f Vid. bilada.
Bel prn. indef Algún, cierto: "Se pensó que abría bel palmo". El
resto de las formas son beis, bella, bellas. Cfr en oc. gasc.
béth, béths, béra, béras.
Belar v. intr. Balar.
Beliu s. m. Balido.
Bellacosa ad. Mucho, mucha, muchos, muchas.
Belulo adj. Ingenuo. "¡A, belulo! ".
189
Senas s. f pl. Raíces de las plantas.
Benasí! interj. Voz que los pastores emplean para chirar as güellas. Se
trata de un occitanismo extendido por casi todo el Alto Aragón,
en oc. gasc. es exactamente igual: venací! En cat. es vinací!
Bentañón s. m. Ventana pequeña.
Bentisca s. f Aire acompañado de nieve.
Benzejo s. m. Vencejo. Se encuentra absolutamente desfonetizada.
Benzina s. f Gasolina. "Si tenese benzina pa limpiar esta chaque-
ta...". ¿Proviene del antropónimo Benz (cfr., por ejemplo,
`Mercedes Benz') o bien del lat. BENZOE, que a su vez es adap-
tación del ár. LUBÁN GANO 'incienso de la isla de Sumatra'? No
lo sé con certeza, pero en cat. e it. existe también benzina y —
al menos en la primera lengua— dan como cierta la segunda
etimología, que es la más probable.
Berano s. m. Verano.
Berchel s. m. Plantero. Parece un galicismo, de verger.
Berderol s. m. Ornt. Carduelis chloris. Verderón común.
Berdete s. m. Cardenillo.
Berdiazcazo s. m. Golpe dado con un berdiazco.
Berdiazco s. m. Vara flexible y verde.
Berdor s. f Verdor.
Berdugo s. m. Vara de mimbre que se usaba para azotar.
Bereno s. m. Veneno. Cfr. cat. verí, oc. veren o verin.
Berenoso adj. Venenoso.
Berganto s. m. Picadura que se ha hinchado, suele denominarse así
la producida por la ortiga.
Berguetas s. f pl. Varillas untadas de besque para cazar pájaros.
Beroso adj. Medio maduro.
Berra s. f Cerda.
Berro s. m. Berraco, macho de la cerda.
Berza s. f Acelga.
190
Besque s. m. Sustancia viscosa empleada para la caza de pájaros.
Por extensión se aplica a cualquier materia adherente.
Bestuaje s. m. Indumentaria. Lo he documentado también en San
Chuan de Plan y Muro de Bellos.
Beta, tirar de loc. Gastar dinero con profusión, hacer ostentación.
Betiello s. m. Ternero. Es voz en desuso, también funciona festiva-
mente como adj. referido a un chabalín de tamaño considera-
ble. Cfr. cat. vedell, oc. vedel.
Betiquera s. f Clematis vitalba. Clemátide.
Betuperios s. m. pl. Vicisitudes, vituperios.
Beturián s. prop. Victorián. En Abizanda cada domingo próximo al
día del santo (12 de enero) se celebra la conocida romería, don-
de todavía se mantiene un ancestral rito adivinatorio en rela-
ción con el número y color de los langostos.
Beyer v. tr. Ver.
Bi adv. Aparece siempre con la vocal elidida, b': "siete en b 'ha". Es
otra variante de i (vid.) y siempre aparece tras el pronombre en,
a diferencia de aquella, que solo lo hace en ciertas ocasiones.
La construcción impersonal en b 'ha —y quizás tamb. ne
b 'ha— debió de ser la original hasta principios de siglo. Hoy
en día se ha generalizado el híbrido en hai o n'hai, pero la for-
ma propia derivada de IBI aún puede oírse en el habla viva.
Bibón s. m. Dícese de la caparra cuando está hinchada y atiborra-
da por la sangre del animal que ha parasitado.
Biejera s. f Vejez. Cfr. cat. vellesa, fr. vieillesse.
Biello s. m. y adj. Viejo. Es voz extinta. Cfr cat. vell, oc. velh.
Bien adv. Ponderativo, equivale a 'muy' y es una fórmula más propia
del aragonés, como en francés bien joli. "Bien malos que son".
Bigós s. f Instrumento semejante a la jada, pero con dos pugas en
la parte posterior.
Bigulin s. m. Vid. begulín.
Bilada s. f Velada alrededor del fogaril.
191
Billabarquín s. m. Berbiquí.
Billota s. f Fruto de la carrasca.
Bimardo s. m. Novillo de dos años.
Bimbre s. m. Bot. Mimbre. Cfr. cat. vim o vímet y oc. vim o vima.
Binada s. f Vino hecho con la brisa y agua, a la que se añaden hi-
gos hervidos.
Binardo s. m. Vid. bimardo.
Binza s. f Tendón.
Biraga s. f Cizaña.
Birol s. m. Dícese de la uva cuando empieza a madurar. "Ya he bis-
to o birol en tal zepa".
Birolla s. f Banquete o comilona de características sociales: bodas,
bautizos. Nunca lo he registrado en Sobrarbe como sinónimo de
`alimentos, vituallas', pero sí en la Baja Ribagorza. Birolla con
el significado de `alimento' parece usarse únicamente en el dia-
lecto oriental. Cfi: en cat. virolla, con el significado de 'dinero'.
Bisaltos s. m. pl. Guisantes verdes.
Bislai, de loc. adv. De soslayo.
Bispra s. f Víspera. Cfr. cat. y oc. vespra.
Bistero adj. Lugar que está a la vista, destacado.
Bitau s. m. Lo que hay en la vid, la parra.
Bixarguala s. f Bot. Variante de bucharguala recogida en Erípol.
Biyer v. tr. Vid. beyer.
Bizicleteros s. m. pl. Ciclistas.
Blanga adj. f Blanca. Raro arcaísmo oído a mi informante de Cos-
culluela.
Bobón s. m. Ornt. Bubo bubo. Búho real.
Bocha s. f Planta sin identificar y nombre de la escoba que se ela-
bora con ella.
Bochar-se v. ro?. Moverse.
Bochiga s. f Vid. bechiga.
192
Bocoi s. m. Tonel de pequeño tamaño. Cfr cat. bocoi.
Boconiar v. tr. Vociferar.
Bodiellos s. m. pl. Vid. bodillos.
Bodillos s. m. pl. Intestinos. Cuando se quiere hablar "fino" se re-
curre al vulgarismo "entestinos". bodillo calar: intestino grue-
so. La forma bodiellos es un arcaísmo. Cfr cat. bodells, oc. bu-
del o budela.
Bofo adj. Hueco, huero.
Bofoleta s. f Vid. bufaleta.
Bofolón s. m. Reciben este nombre en toponimia algunos pasos es-
trechos entre rocas.
Bogal adj. Dadivoso, espléndido, generoso.
Bogalería s. f Esplendidez, generosidad.
Boira s. f Niebla. Cfr. cat. boira. boira preta es la niebla muy densa.
Boiras s. f pl. Nubes. boiras grasas son las nubes con humedad,
con agua, boiras secas las que no traen agua, boiras gabachas
son las que vienen del norte.
Bolchorno s. m. Bochorno. Aire cálido del sureste.
Boleta s. f Ornt. Neophron percnopterus. Alimoche.
Bolisa s. f Vid. bolisma.
Bolisma s. f Partícula de nieve, copo.
Bollicón s. m. Lío.
Bolo glera s. m. Canto rodado. Vid. ruello, que es sinónimo.
Bolomaga s. f Bot. Gatuña.
Boltorín s. m. Vid. bultorín.
Bombolón s m. Abejorro. adj. Persona molesta, que se pega como
una lapa.
Bomboloniar v. intr. 1. El ruido que producen los bombolons. 2.
Merodear de forma incordiante y molesta.
Boñada s. f Boñiga.
193
Boñizal s. m. Montón de boñigas.
Borbotiar v. intr. Hervir fuertemente.
Borda s. f Caseta para usos agroganaderos.
Borde s. m. Bastardo.
Borguil s. m. Montón donde se recoge el heno o la paja.
Borra s. f Suciedad que se forma bajo los muebles, de aspecto al-
godonoso.
Borrons s. m. pl. Fibras de calidad inferior tras el rastrillado y pei-
nado del cáñamo, lo más basto de este.
Botana s. f Salida de agua del molino para mover las turbinas.
Boteja s. f Botijo.
Boterón adj. Irritable.
Botico s. m. Pellejo para llevar vino o aceite.
Botiga s. f Tienda. Es voz arcaica. Cfr. cat. y oc. botiga.
Botiguero s. m. Tendero.
Botinflau adj. Hinchado.
Bozes de reclamo Las voces de reclamo para los animales son las
que siguen. Burras: ¡bica, bica!, caballerías: ¡pasallá! para gi-
rar a la dcha., ¡güexqué! para la izda., ¡choo! para detenerlas;
cabras: ¡monina, monina!; cerdos: ¡chinín, chinín!; conejos:
¡sanchi, sanchi!; gallinas: ¡ti, ti, ti / tita, tita! (en Silbes: ¡pi-
ras, piras!); gatos: ¡mix, mix!; ovejas: ¡quirrina, quirrina!; pa-
lomas: ¡turí, turí! / ¡zuro, zuro! (en Silbes: ¡zuricos, zuricos!);
perros: ¡qui, qui, qui! / ¡quis, quis, maaa! / ¡toma, biene!
Braguero s. m. Ubres del ganado. Fig. En un registro festivo dícese
de los pechos de la mujer.
Bramar v. intr. Mugir.
Branquilera s. f Umbral de la puerta de una casa.
Brazau s. m. La cantidad que se puede coger de una vez con un so-
lo brazo. Cfr. cat. bra9ada.
194
Brecas s. f pl. Palos de senera con los que se sujetan y unen los ex-
tremos de un mandil lleno de frutos.
Brenca adv. Nada. "Pasaba una pedregada y no quedaba brenca".
No parece que brenca y cosa-res sean sinónimos totales. Por
los diversos contextos de uso deduzco que brenca se opondría
a muito y cosa-res se opondrían a tot. Así, brenca equivaldría
funcionalmente al gens catalán o al hens gascón, y cosa-res, al
res occitano-catalán.
Brenda s. f Merienda.
Brendar v. tr. Merendar. Cfr. cat. berenar.
Bresca s. f Panal. La estructura de celdillas hexagonales de cera
que las abelletas fabrican y llenan completamente de miel. Cfr.
cat. y oc. bresca.
Bribar v. tr Podar, especialmente las oliberas. Cfr. cat. birbar.
Briespas s. f pl. Avispas. Vid. tamb. abraspias.
Brigaria s. f Bot. Planta sin identificar, semejante al lastón, buena
para la orina (Guaso).
Brin s. m. Lo más selecto del cáñamo. Cfi: fr. brin.
Brincar v. intr. Saltar.
Brioleta s. f Bot. Violeta.
Bris s. m. Aire gélido: " iBiene un bris!".
Brisa s. f Residuo del vino en la cuba, el cual, una vez prensado,
servía para conseguir un vino de peor calidad o bien se le echa-
ba agua e higos hervidos para hacer la binada.
Brocal s. m. Boca de la bota de vino.
Brochina s. f Aire muy frío y cortante.
Brodio s. m. Plato a base de arroz con sangre, grasa y chichons.
Broquizo s. m. Palo mal cortado, en arista.
Bruchina s. f Vid. brochina.
Bruir v. intr. Bramar, soplar.
Bruizión s. m. Zumbido.
195
Brusa s. f Blusa.
Bucardo s. m. Cabra hispánica. Este animal se halla prácticamente
extinguido. Es gracioso que en fr. bucarde (f.) signifique
`berberecho'. ¡Cosas del lenguaje!
Buchaca s. f Bolsillo. Cfr cat. butxaca.
Bucharguala s. f Bot. Gayuba.
Buchera s. f Matorral de buxos.
Bucho s. m. Boj. Cfr cat. boix, oc. bois, fr. buis.
Buco s. m. Macho de la craba. Cfr cat. y oc. boc, fr. bouc.
Budillos s m. pl. Vid. bodillos.
Buega s. f Vid. güega.
Bufador s. m. Fuelle.
Bufaleta s. f Ventosidad, pedo.
Bufanapos s. prop. Se trata del apodo tradicional de los habitantes
de Mediano.
Bufar v. intr. Soplar. Cfr. cat. y oc. bufar. v. rejl. Pederse.
Bufau, ir loc. Ir bebido.
Bufera s. f Golpe de aire: "¡Qué bufera!".
Bufiu s. m. Soplido. Cfr. cat. bufit, oc. bufet.
Bufoleta s. f Vid. bufaleta.
Bullatico adj. Bullicioso.
Bullir v. ir. e intr. Hervir. Cfr cat. bullir, oc. bolir, fr. bouillir.
Bulquete s. m. Volquete.
Bultorín s. m. Artilugio de pesca hecho con mimbre, de forma có-
nica —parecido a un cazamariposas— y en el que se recoge la
captura.
Buralenca adj. Arcillosa. Se aplica a la tierra abundante en buro.
Burdeus top. Oc. Bordéus, fr. Bordeaux.
Burina s. f Juerga. Cfr. cat. borina.
Burniar v. ir. y refl. Moverse, girarse. "No sé si lo podré burniar;
ya no me puedo burniar".
196
Burricallo s. m. Diminutivo lexicalizado, aplicado a un burro de
edad avanzada.
Burricans s. m. pl. Despectivo de los asnos viejos.
Busca s. f Dícese de la mota o partícula diminuta que flota en el ai-
re. Cfr cat. busca.
Butre s. m. Ornt. Gyps fulvus. Buitre común.
Buxiga s. f Vid. bechiga.
Buxitar s. m. Bojedal.
Buxo s. m. Vid. bucho, forma desfonetizada mucho más habitual,
como en casi todos los casos en que -x- se relaja en -ch-.

C
Cabal s. m. Peculio, dinero: "A ixe ninón l'emos dau un cabal". Cfr.
cat. cabal.
Cabalero s. m. Hijo que no es heredero.
Caballed o caballico de San Antón s. m. Mantis religiosa e Iris ora-
toria. Algunos reservan este nombre para la segunda, llamando
Santateresa —nombre que creo es castellano— a la primera.
Caballico de San Vicente s. m. Otra variante para el mismo insecto.
Cabezana s. f Cabestro.
Cabezico adj. Tozudo: -Es un canto cabezico".
Cabidar v. tr. Ahorrar.
Cabo s. m. Extremo, punta: "Allí n'o cabo están", "O cabo d'a
bela".
Cabodaño s. m. Colecta de alimentos que los niños hacían décadas
atrás, recorriendo cada casa del pueblo el día de Año Nuevo.
Cfr. cat. cap d'any.
Cachals s. m. pl. Muelas. Cfr cat. queixals, oc. caisals.
Cachigo s. m. Roble y quejigo.
197
Cachiguiza s. f Vid. cachiguizo.
Cachiguizo s. m. Roble pequeño.
Cachilada s. f Nidada, conjunto de crías animales y, por amplia-
ción, conjunto de niños.
Cachirulo s. m. Pañuelo que el hombre se pone en la cabeza en la
indumentaria autóctona.
Cacho s. m. Trozo, pedazo.
Cacho adj. Bajo, agachado.
Cadiera s. f Escaño, banco junto al fogaril. Cfr. en cat. cadira y en
oc. cadiera, ambas con el significado de 'silla'.
Cadillada s. f Cachorrada.
Cadillo s. m. 1. El capullo antes de la floración. 2. Cachorro de ani-
mal, usualmente de perro o gato. Cfr cat. cadell, oc. cadel, con
el segundo sentido.
Cado s. m. Madriguera. Cfr. cat. y oc. cau.
Cagadaga s. f Ornt. Oriolus oriolus. Oropéndola. También es lla-
mado molinero (vid.).
Cagafierro s. m. Escoria de la fragua. Cfr. cat. cagaferro.
Cagaletas s. f pl. Excrementos del ganado lanar.
Cagallón s. m. Excremento de caballar. Fig. Excremento descomu-
nal. Un charrazo: "Pega buen tirón y saldrá buen cagallón".
Caganiedos s. m. El benjamín de una nidada y por extensión semán-
tica el hijo más pequeño de un matrimonio. Cfr. cat. caganiu.
Cagarrina s. f Diarrea, festivamente.
Cagarruta s. m. Excrementos animales gruesos.
Cagarrutero s. m. Lugar donde van los conejos a defecar, siempre
en el mismo sitio, por lo que se aprovecha para ponerles cepos
y cazarlos. Fig. adj. Miedica.
Cagoso adj. Cagón.
Caguera s. f Diarrea.
Caixarelas adj. Se aplica a aquellas almendras susceptibles de ser
partidas con los cachals.
198
Caixigar s. m. Robledal.
Caixigo s. m. Vid. cachigo.
Calabaza s. m. Calabaza.
Calabaza de radiquer s. f Una clase de calabaza.
Calabazeta s. f Calabacín.
Calabazín s. m. Castellanismo aplicado festivamente a la cabeza.
Calamocano adj. Ebrio. "Ya estaba bien calamocano".
Calamonar-se v. refl. Pudrirse, corromperse.
Calamonau adj. Podrido.
Calandario s. m. Calendario.
Calandras s. f pl. Forma popular, y ancestral, de pronóstico meteo-
rológico por adivinación mimética. Los doce días anteriores al
de Navidad son observados y el tiempo que se ha tenido en ca-
da uno de ellos corresponderá respectivamente a un mes del
año próximo. De modo que el día 13 de diciembre equivaldrá
a enero, el 14 a febrero y así sucesivamente. El día de Navidad
se descansa y hay quien emprende de nuevo el singular méto-
do adivinatorio, pero al revés, de reteculas: el clima del 26
anunciará el de diciembre, etc. Algunas personas de las gene-
raciones mayores aún practican este antiguo pronóstico, pero
se va perdiendo rápidamente.
Calandria s. f Alondra.
Calcañetas s. f pl. Tobillos.
Caldereta s. f Cubo.
Calibada s. f Brasada.
Calibo s. m. Brasas, rescoldo tapado con cenizas. La brasa propia-
mente dicha está al descubierto. Cfr. cat. y oc. caliu.
Callizo s. m. Callejón.
Calmudo adj. Tranquilo, calmado.
Caloi s. m. Vid. caloyo.
Calorina s. f Calor sofocante.

199
Caloyo s. m. Cordero recién nacido.
Calsina s. f Cal que quedaba en el horno de cal.
Calsinar s. m. Horno de cal.
Calsinoso adj. Calcáreo.
Calso s. m. 1. Cal. Arcaica. Cfr. cat. cals, oc. caus, con el mismo gé-
nero. 2. Agujero de la aguja.
Calura s. f Umbría bajo un árbol grande y cerrado con una pared
donde sestea el ganado.
Calurar v. intr. Sestear el ganado en la sombra.
Calz s. f Coz.
Calzero s. m. Calzado.
Calzetins s. m. pl. Calcetines.
Calziar v. intr. Cocear.
Calzillas s. f pl. Especie de calcetines largos o medias antiguas de
hombre.
Calzón s. m. Pantalón que llega hasta la rodilla, prenda de la indu-
mentaria tradicional. Existen las locuciones dormir a calzón
tirau y dormir a garrón tirau 'dormir a pierna suelta'.
Calzura s. f Como Calz: "Le pegó una calzura".
Camal s. m. Rama más gruesa de un árbol, no necesariamente la
que surge del tronco.
Camallón s. m. Caballón del huerto.
Camamila s. f Bot. Manzanilla.
Camamilas s. prop. Llaman a los de Paúls. Vid. tamb. balluacas.
Camandulero adj. Rondador, vagabundo.
Camanduliar v. intr. Vagar, rondar.
Camatrillo s. m. Enganche del trillo a los tiros.
Cambión s. m. Camión.
Camileras s. f pl. Ligas rudimentarias consistentes en una cinta.
Nótese como deriva (al igual que camal) de un antiguo cama
< lat. CAMBA < gr. KAMPE, 'pierna', que todavía pervive en al-
200
guna variedad más septentrional de la lengua, por ejemplo el
belsetán cama. Esta palabra se relaciona a su vez con el cat. ca-
ma y el oc. camba.
Camín camín loc. adv. Viene a significar 'camino adelante'. La
pérdida de vocal final aún persistía con cierta vitalidad en las
primeras décadas de nuestro siglo. Ahora todo el mundo dice
camino, pero esta locución ha conservado preciosamente el re-
cuerdo de la voz patrimonial aragonesa: camín. Es raro hoy en
día oír palabras sin vocal final, es un rasgo arcaizante, pero que
todavía he podido constatarlo en una voz, cfr. molín.
Camomila s. f Bot. Manzanilla.
Camorro adj. Caliginoso.
Campar v. intr. Andar libremente, vivir holgadamente.
Campo s. m. Campo.
Camuesa s. f Una variedad de pera más grande que la camuesa
(vid.).
Can s. m. Perro. Existe el can de chira 'perro pastor' y el can de
caza.
Canabla s. f Artilugio de madera para atar el cuello de las vacas.
Canalera s. f Canal del tejado.
Canalla s. f Conjunto de niños. Cfr cat. canalla.
Cananiello s. m. Conducto de salida del agua en la balsa o la acequia.
Canastón s. m. Cesto grande de mimbre.
Candanero adj. Deambulador.
Candaniar v. intr. Ir de un lado para otro sin ocupación. Aplicado a
personas y a animales. "Solo fa que candaniar por astí".
Candeleta s. f Voltereta.
Candelons s. m. pl. Carámbanos de hielo.
Candil s. m. Candil. Y en la expresión Estar más loco que os
candils.
Candonga s. f Fastidio, molestia. 'Yaya candonga".
201
Candonga, á loc. adv. Sembrar en zigzag.
Candoniar v. intr. Vid. candaniar.
Canilla s. f Vid. jeta.
Cantal s. m. Piedra grande caída. Cfr. cat. y oc. cantal.
Cantalazo s. m. Golpe dado con un cantal.
Cantaricas s. f pl. Bot. Narcissus assoanus. Narciso silvestre. En
Moriello de San Pietro también recibe este nombre.
Cantarulas s. f pl. Cancioncillas.
Cantilenas s. f pl. Cantinelas. Cfr. COSCUJUELA, Chuana: cante-
linas.
Canto s. m. Lado, costado. "O canto d'a pista".
Canto adv. Un poco: -Es un canto cabezico"
Canziello s. m. Vid. canzillo.
Canzillo s. m. Caballón del huerto.
Canzonzillos s. m. pl. Calzoncillos.
Cañabla s. f Vid. Canabla.
Cañapita s. f Bot. Cañizo.
Cañimar s. m. Cañamar.
Cañimo s. m. Cáñamo. Antigua planta de uso textil.
Cañizo s. m. Entramado elaborado con cañas.
Caño s. m. Acequia subterránea.
Capa prep. Hacia. "Está á 13 quilometros más capa allá".
Caparra s. f Garrapata.
Capazero adj. Persona que prolonga mucho la conversación cuan-
do se encuentra con otra en la calle o por teléfono.
Capaziar v. tr. Conversar largamente en la calle.
Capazo s. m. Capazo.
Capino adj. Ebrio.
Capirucho s. m. Capucha.
Capitero s. m. Parte alta de un campo.
202
Capoladera s. f Máquina de picar carne.
Capolar v. tr. Picar carne. Cfr cat. y oc. capolar.
Capotudo adj. Que lleva capa.
Capuzadeta s. f Zambullida.
Capuzar v. tr. y refl. Zambullirse en el agua. Cfr. cat. capbussar.
Capuzete s. m. 1. Sueñecito. 2. Caída de bruces.
Cara prep. Hacia, frente a.
Caracol s. m. Caracol. Parece forma moderna. Vid. caragol.
Caracoletas s. f pl. Caracoles pequeños de color blanco.
Caragol s. m. Es forma que en Guaso y Castillón me han referido
como usada antiguamente por las personas más mayores. En
Ballibió (WILMEs) y Moriello de San Pietro (informes perso-
nales) también se registra esta voz.
Carambelo s. m. Caramelo.
Caramollero adj. Rebosante.
Caramuello, a loc. adv. A rebosar. Cfr. cat. caramull.
Caramullar v. tr. Colmar.
Carasol s. m. Vid. recuesto.
Carcán adj. Carcamal
Carcana s. f Carcasa, esqueleto.
Carcanetas s. f pl. Insectos más pequeños que los ferfez. Seguramen-
te se trate de algún miembro de la familia de los Cicadélidos.
Carcañetas, en loc. adv. En cuclillas.
Cardalina s. f Vid. cardelina.
Cardar v. intr. Fornicar. Un charrazo al respecto: "Dos por sema-
na, cosa sana".
Cardelina s. f Ornt. Carduelis carduelis. Jilguero. Cfr. En sardo
también es cardelina.
Cardonera s. f Bot. Ilex aquifolium. Acebo. "A cardonera la pasa-
ban a as mulas por a tripa cuando s'atorzonaban".
203
Carguil s. m. Cargamento.
Caridá s. f Reparto gratuito de torta que se da en las romerías de la
comarca.
Carins s. m. pl. Colmillos, incisivos.
Caristero adj. Dícese de quien acostumbra a vender caro.
Carnaruelo s. m. Bot. Taraxacum officinale. Diente de león.
Carnero s. m. Cordero castrado.
Carnuz s. m. Cadáver de animal en putrefacción, carroña. adj. Per-
sona zafia, impresentable. Cfr cat. carnús.
Carrada s. f Artilugio de madera que se hacía sonar a los más pe-
queños de la casa durante la Semana Santa puesto que las cam-
panas dejaban de bandiar. Los niños las agitaban estrepitosa-
mente al tiempo que recitaban un texto de contenido irónico,
¿Ánde está, Dios?..., que no he podido recoger pues desgra-
ciadamente ningún encuestado lo recuerda.
Carrañar v. intr. Reñir, regañar.
Carrañazo s. m. Regañina.
Carrañoso adj. Enfadado, irritable.
Carrasca s. f Encina.
Carraza s. f Manojo de uvas, perdices u otra cosa.
Carrazo s. m. Parte de un racimo de uvas. Cfr. cat. carrás.
Carrazón s. m. Balanza romana.
Carrera s. f 1. Calle. Es voz arcaica que ha quedado lexicalizada
en contextos concretos, p. ej. en los pasillos de siega o en la ex-
presión: ¡Qué carrera fa!, referida a una persona obesa. Cfr
cat. carrer, oc. carriera. 2. Dícese de la raya del peinado.
Carrera Santiago s. f Vía Láctea.
Carrerón s. m. Pasillo vegetal estrecho. Cfr cat. carreró.
Carreteras s. f pl. Dícese de unas setas que salen formando roldes.
Se forman durante la noche y era creencia antigua que surgían
como consecuencia de las danzas nocturnas que allí efectuaban
las brujas. Tradición muy perdida en la memoria colectiva.
204
Carriar v. tr. Cargar, llevar, transportar.
Carrucha s. f Polea. Cfr cat. carrutxa.
Casals s. m. pl. Cada uno de los compartimentos que tradicional-
mente tenían los respectivos pueblos de Tierra Buxo en los
anexos del santuario de Santa Ma d'a Nuez el día grande de su
notable y ancestral romería, Pentecostés.
Casaluzio s. m. Casona.
Casca s. f Cáscara.
Cascabillo s. m. Cascabel.
Cascagüesos s. m. Ornt. Gypaetus barbatus. Quebrantahuesos.
Cascallero adj. Terreno conformado por cascallo. "Si ye to casca-
llero qué se l'ha de criar allí".
Cascallo s. m. Terreno pedregoso no apto para el cultivo.
Cascamellar-se v. refl. Resquebrajarse, abrirse. "Ixa caña está
escascamellada".
Cascarota s. f Caparazón.
Caserola s. f Cacerola de hierro con tres patas.
Caseta s. f Se aplica a lo que más al norte llaman borda o tamb.
buerda (Fanlo, A Solana, Moriello de San Pietro...). Aquí bor-
da no es voz muy usada.
Casqueta s. f Gorra ajustada. Cfr fr. casquette.
Castañera s. f Castaño.
Catar v. tr. Mirar. Muy arcaico.
Cataticos s. m. pl. Trastos.
Catenazo adj. Pelma. "¡Calla, catenazo!".
Catirón s. m. Colmillo.
Causa s. f Culpa en determinados contextos: "¡Si tendrán causa!".
Caxals s. m. pl. Vid. cachals.
Caxigo s. m. Vid. cachigo.
Cayer v. intr. Caer.
Cazada s. f Golpe propinado con la azada.
205
Cazaire s. m. Cazador.
Cazata s. f Cacería.
Cazataire s. m. Como la anterior. Una tiene caza como lexema y la
otra cazata.
Cazcarria s. f Costra de suciedad en los animales.
Cazcurria s. f Vid. cazcarria.
Cazinglo s. m. Tensor de madera con forma de ocho.
Cazuela, salir-se de locución. Trastocarse. "Sí que se'n saliba de
cazuela".
Chabalín s. m. Jabalí.
Chabesque s. m. Vid. chabisque.
Chabisque s. m. Barrillo.
Chafardero adj. Fisgón.
Chafardiar v. intr. Cotillear. Es prácticamente sinónimo de alpar-
ziar. Cfr cat. xafardejar.
Chafarriar v. tr. Balbucear.
Chaime s. prop. Jaime.
Chalagón s. m. Marga. Tierra que se deshace con facilidad.
Chalangardana s. f Vid. changardana y engardachina. Recogido
en Lezina.
Chalfegar v. intr. Jadear.
Chalfego s. m. Jadeo.
Chalz s. m. Parece ser el bimbre, Salix viminalis.
Chalzar s. m. Soto.
Chamanzar v. tr. Cortar la hierba que está entre seca y medio seca.
Y refl. Secarse una planta por falta de agua.
Chamanzau adj. Reseco, mustio.
Chambra s. f Blusa. El uso en aragonés común, por parte de algu-
nas personas, del neologismo chambreta como camiseta es im-
propio.
Chambre s. m. Enjambre.
206
Chaminera s. m. Chimenea. Cfr fr. cheminée.
Chanada s. f Mala pasada, jugarreta.
Chanca s. f Zanco, muleta.
Chandra adj. Perezosa, poco hacendosa para las tareas del hogar.
Es un insulto casi exclusivamente femenino, incluso en oca-
siones se utiliza chandrón con el mismo uso. Proviene del eus-
quera ETXE < casa, ANDERE < señora, es decir, 'ama de casa'.
Chandrío s. m. Mala faena, fechoría, chapuza.
Chanflaina s. f Chanfaina.
Changardana s. f Lagartija. En el Biello Sobrarbe se sitúa la iso-
glosa entre changardana y engardachina. En poblaciones co-
mo Lezina, Betorz, Morcate o As Billostas se usa la primera
voz, mientras que en otras, como Elsón, se conocen ambas, y
en las situadas más al este solo se usa la segunda. Vid. chalan-
gardana. Cfr. cat. sargantana.
Changau adj. Dolido de las piernas.
Chanza s. f Mala jugada, broma. Cfr fr. chance.
Chanzoso adj. Bromista.
Chapada s. f Manotazo.
Chaparrazo s. m. Chubasco. Es una ruchada fuerte.
Chaparro adj. Animal de buena planta.
Chapazo s. m. Bofetón.
Chapiar v. tr. Lavar, chapotear.
Chapo s. m. Azadón. Cfr. cat. xapo, en registro fam.
Chapurcal s. m. Como barducal.
Chapurniar v. tr. Vid. chapurquiar
Chapurquiar v. tr. Mover el agua sucia, chapotear.
Chaquiento adj. Enfermo.
Charada s. f Llamarada.
Charinga s. f Vid. chiringa.
Charra s. f Jarra. Es voz arcaica.
207
Charrachón s. m. Vid. sarrachón.
Charrada s. f Charla. Cfr cat. xerrada.
Charraire adj. Hablador, charlatán. Cfr. cat. xerraire.
Charramplas adj. Deslenguado. "Ixe ye un charramplas".
Charrapita adj. Charlatán.
Charraputiar v. tr. Balbucear.
Charrar v. tr. Hablar, charlar. Cfr cat. xerrar.
Charrazo s. m. Dicho.
Charretas adj. Charlatán, chivato.
Charro s. m. Ornt. Turdus viscivorus. Zorzal charlo.
Charro, bestir Dícese de quien viste de forma llamativa.
Charro gabacho s. m. Ornt. Parece tratarse del Turdus pilaris. Zor-
zal real, a tenor de la descripción de su plumaje azulado
Charrutiar v. intr. Charlar, hablar mucho.
Charticada s. f Dícese cuando se halla todo tirado y desordenado.
Charticar v. tr. Limpiar de vegetación un terreno para roturarlo.
Chasco adj. Áspero de sabor.
Chelar v.imp. Helar. Cfr. cat y oc. gelar.
Chelo s. m. Hielo. Cfr. cat. y oc. gel.
Chemecar v. intr. Gemir, quejarse. Cfr cat. gemecar
Chemeco s. m. Gemido, quejido. Cfr. cat. gemec.
Chen s. f Gente. Es voz en franco retroceso. Cfr. cat. gent.
Chena s. f Bot. Planta sin identificar, la hay de dos tipos. "S'en-
gancha en o calzero".
Chenched s. m. Ornt. Parece tratarse de alguna clase de curruca, se-
guramente la Sylvia conspicillata y la Sylvia cantillans, en cas-
tellano: currucas tomillera y carrasqueña respectivamente.
Chenibraza s. f Bot. Enebro raquítico.
Chepa s. f Vid. chiba. Cfr cat. gepa.
Chera s. f Vid. foguera.
208
Chergón s. m. Jergón. Colchón de paja que se ponía debajo del col-
chón propiamente dicho y servía para proteger a este de los
hierros del somier.
Chermano s. m. Hermano. Voz extinta en los años de la posguerra.
Cfr. cat. germá.
Chesanco s. m. Porción maziza de yeso caída de un derribo.
Cheso s. m. Yeso.
Chiba s. f Joroba.
Chiboso adj. Jorobado.
Chicarrón s. m. Muchachote.
Chicha s. f Carne en registro familiar, a menudo dirigiéndose a
niños.
Chicolate s. m. Chocolate. Cfr. COSCUJUELA, Ch.: chicolate.
Chicolón adj. Pequeñito.
Chicorrón adj. Pequeñito.
Chicot adj. Pequeño.
Chigüerre s. m. Eléboro.
Chilar v. tr. Gritar.
Chilo s. m. Grito.
Chimar-se v. refl. Filtrarse el agua, p. ej. de una cuba.
Chimiaízo s. m. Terreno húmedo, sin llegar a supurar agua.
China-chano adv. Poco a poco, pausadamente. Cfr. cat. xino-xano.
Chincharana s. f Ornt. Parus caeruleus. Herrerillo común.
Chinchipela s. f Ornt. Parece ser genérico para los carboneros.
Chineta s. f Vid. tozined.
Chinflaina s. f Vid. chanflaina.
Chinibro s. f Enebro. Cfr. cat. ginebre.
Chinín s. m. 1. Lechón. Es voz de registro más familiar que chinón.
2. Otro nombre para el tozined (vid.): "os chinins, que los to-
cas y se meten en una piloteta".
209
Chino-chano loc. adv. Vid. china-chano.
Chinón s. m. 1. Lechón. 2. Voz de reclamo para el ganado porcino:
¡¡chinón, chinón!!
Chipón s. m. Jubón. Cfr. cat. gipó.
Chiponada s. f Golpe, lucha, forcejeo.
Chiponiar v. try refl. Pelearse. "S'han chiponiau astí ixos".
Chiqued adj. Es voz afectiva, del tipo 'chiquillo' en el cast. de An-
dalucía.
Chiquerrín adj. Pequeñito, diminuto.
Chirada s. f Los surcos que va haciendo el arado.
Chirar v. intr 1. Girar. 2. Arrear el ganado.
Chirar-se v. refl. 1. Se emplea en expresiones climáticas: s 'ha chi-
rau aire. 2. Volverse airadamente contra alguien. "Se le chiró".
Chiretas s. f pl. Plato tradicional de Sobrarbe consistente en tripas
de cordero cocidas a la que se rellena de arroz y se cosen a mo-
do de saquito. Es muy popular en la comarca sobrarbesa y su
somontano. Fig. adj. chireta. Volverse chireta, en el sentido de
marearse, liarse...
Chiringa s. f Jeringa. Los niños se fabricaban unas rudimentaria
chiringas de caña con las que se divertían lanzando agua a to-
do el que se les pusiera por delante.
Chirle s. m. Se decía antiguamente: mullau com'un chirle. Desco-
nozco el significado exacto de este sustantivo, parece relacio-
narse con 'aguachirle' o `aguachirri'.
Chitar v. tr. Echar. "Chita os críos". Se utiliza solo en el sentido de
tumbar, acostar. El significado de lanzar, poner, no parece
conservarse, como también da muestras de haberse perdido ya
en Ribagorza, al menos por lo que he podido comprobar per-
sonalmente. v. prnl. Echarse, acostarse. Cfr cat. y oc. gitar.
Chito s. m. Brote.
Choben adj. Joven.
Choben s. m. y f Yerno o nuera.
210
Chobenalla s. m. Conjunto de jóvenes. Cfr. cat. jovenalla.
Chobenastro s. m. Jovenzuelo.
Chobillo s. m. Ovillo.
Choca s. f Tocón.
Chocar v. tr. Llamar la atención. "Ixo me choca".
Chola s. f Un ave que me han dicho corresponde a la grajilla, pero
no sé si no será más bien la chova.
Choliba s. f Ornt. Tyto alba. Lechuza común. Es voz más usual mo-
choleta. Cfr. cat. óliba.
Cholifrar v. tr. Vid. Chafardiar, alparziar.
Cholla s. f Colleja.
Chollazo s. m. Cachete, bofetada.
Cholomar v. tr. Husmear, oler. "Paeze que choloma"
Cholombrins s. m. pl. Bot. Planta que da flores de color morado y
nace como de una "cebolla", en primavera se cría por las már-
genes de los campos. Dipsacus fullonum L.
Chordiga s. f Ortiga.
Chordón s. m. Frambuesa.
Chordos s. m. pl. Paperas.
Choto s. m. Macho cabrío castrado, es decir, un buco capau.
Choza s. f Vid. chozolón.
Chozolón s. m. Lecho que se hace el jabalí.
Chubero s. m. Decíase del mozo que se afirmaba para labrar con
bueyes. Fue voz usual, hoy ya arcaica. Como se ve, deriva de
chubo. Existe el apellido Jubero.
Chubillo s. m. Vid. chobillo.
Chubo s. m. Vid. chugo.
Chudías s. m. Judías. Es voz extinta.
Chuelo s. m. Trampa en el suelo, para cazar perdices, consistente en
un agujero que se cubre con unas tablillas.
211
Chuflar v. tr. Silbar. Cfr cat. xiular.
Chuflo s. m. Silbato, flauta rústica. "Os zagals tenébanos tos chu-
flos de caña".
Chufrina s. f Aire frío con agua.
Chufrinar v. tr. Sulfatar, asperjar.
Chugamanos s. m. Toalla. Cfr cat. eixugamans.
Chugar v. tr. Jugar. Es verbo regular. chugo, chugas... Cfr. cat. jugar.
Chulla s. f Lonja de jamón o tocino. Fig. Dícese de cómo queda la
tierra al enchullar (vid.).
Chulo s. m. Mozo encargado de servir la comida a los agricultores.
Chulufrar v. tr. Vid. chafardiar.
Chunco s. m. Junco.
Chunta s. f 1. Junta, unión. 2. Yunta de bueyes.
Chuntar v. tr. Juntar, unir.
Chunto adj. Junto.
Chuñir v. tr. Uncir. En aragonés común algunos adjudican muy
erradamente a este verbo y a su sustantivo los significados de
`unir' y 'unión' respectivamente.
Chupacharcos s. prop. Llaman a los de Almazorre.
Chupir-se v. tr y refl. Empaparse. Cfr. cat. xopar.
Chupiu adj. Empapado, calado. Cfr cat. xop.
Chupón, á loc. adv. A morro. "No bebas á chupón, bebe á gargaled".
Churar v. tr. Jurar.
Chusé s. prop. José. Cfr. cat. Josep.
Chuta s. f Ornt. Vid. choliba y mocholeta. Voz muy rara. Cfr fr.
chouette.
Chuzaina s. f Bot. Planta sin identificar, da una flor de color ciclamen.
Chuzos, llover á loc. Llover a cántaros.
Clabeled s. m. Ornt. Podría tratarse del Remiz pendulinus, pájaro
moscón, o bien del Aegithalos caudatus, mito, mi informante
duda entre ambos.
212
Clabelina s. f Bot. Clavellina.
Clabelinera s. f Bot. Planta de la clavellina.
Clabillar v. intr. Clavar. Fig. Acribillar.
Clamar v. tr. Llamar. Es voz extinta. Cfr. oc. clamar.
Clapas, a loc. adv. A corros. "Se l'ha caiu o pelo a clapas".
Clarión s. m. Tiza.
Claror s. f Claridad. "Y biene a claror d'o día". Cfr cat. y oc. claror
Clau s. m. Clavo. Cfr. cat. y oc. clau.
Claus s. f pl. Llaves. Voz completamente extinguida. Cfr cat. y oc.
claus.
Cleta s. f Cercado, redil.
Clica s. f Grupo de gamberros o sinvergüenzas.
Cloco adj. Dícese del fruto que está muy maduro.
Clucada s. f Siesta.
Clucadeta s. f Siestecita.
Clucar v. tr. Guiñar el ojo. Cfr. cat. y oc. aclucar.
Clujigüesos s. m. Ornt. Vid. cascagüesos.
Cluxideras s. f pl. Bot. Silene vulgaris. Colleja.
Cobano s. m. Cuévano.
Cobar v. tr. Empollar. Cffr cat. covar, fr. couver.
Cobertera s. f Tapadera de una cazuela.
Cobertor s. m. Cubierta o colcha de la cama.
Cobillar v. tr. Realizar la techumbre de una casa.
Cochín cochián loc. adv. Cojeando.
Cochinflau adj. Vid. botinflau.
Cocho s. m. Perro, quizás se trate de un uso en registro familiar.
"¿Has bisto os cochos?". También se ha documentado en ber-
gotés y fobano, en ribagorzano es voz muy usada. Cfr cat. gos.
Por cierto, el supuesto catalanismo gos también es conocido y
utilizado festivamente, ya lo reseñaba ARNAL CAVERO en su vo-
cabulario altoaragonés. Yo creo que es un occitanismo.
213
Cocho adj. Cojo. "L'agiiela está cocha y s'espanta". Cfr. cat. coix.
Cocholón s. m. Nombre que dan al chozolón en la zona de Paúls.
Cocollo s. m. Cogollo de la col.
Cocotazo s. m. Golpe dado en la cabeza.
Cocote s. m. Término festivo para la cabeza.
Coda s. f Cola. Cfr. en cat. coda es registro familiar de cúa.
Codalbo s. m. Ornt. Delichon urbica. Avión común.
Codero s. m. Faja pequeña.
Codete s. m. Cohete.
Codorniz s. f Codorniz.
Cofadre s. m. Cofrade.
Cofadría s. f Cofradía. Agrupación religiosa en que sus miembros
se deben ciertos auxilios materiales.
Coflar-se v. refl. Acomodarse, apoltronarse. Cfr. cat. aclofar-se.
Coixo adj. Vid. cocho.
Colazión s. f Recena. Consistía principalmente en higos y nueces.
Colgallo s. m. Dícese de aquello que cuelga, pero especialmente de-
nota el miembro viril.
Colicas, en loc. adv. A caballo.
Colla s. f Grupo de gente. Cfr. cat. colla.
Collicas, en loc. adv. Vid. colicas, en.
Collonera s. f Escroto.
Collons s m. pl. Testículos en registro familiar. Cfr. cat. collons.
Colondrillo s. m. Bot. En Erípol mi informante denominaba así un
ejemplar de Ceterach officinarum. Doradilla, que es más co-
nocido como sardineta (vid.).
Colorar v. intr. Adquirir color los cereales. "Ya coloran os ordios".
Columbrar v. tr. Divisar a lo lejos.
Coma s. f Lugar llano en una costera.
Combersa s. f Conversación. Cfr. cat. conversa.
214
Comparanza s. f Comparación. Cfr cat. comparanQa, oc. compa-
ransa.
Concho! interj. Parece un claro eufemismo de coño.
Condizión, mala loc. Persona de mala calaña.
Conduta s. f Cuota.
Confinar v. intr. Coincidir.
Confitan adj. Confiado.
Conforme loc. prep. Respecto a. "Este conforme a gripia ye mucho
más grande ".
Confusión s. f Regocijo, alegría.
Confuso adj. Contento.
Coniello s. m. Conejo. Es voz extinta.
Conil s. m. Conejo. Se trata de un occitanismo. Cfr oc. conil, cat.
conill.
Conillo s. m. Vid. Coniello.
Conochenzias s. f pl. Los conocidos.
Conozer v. tr. Conocer.
Conozienzias s. f pl. Vid. conochenzias.
Conquilla s. f Fuente honda, recipiente.
Contar v. tr. Contar. Es verbo regular: contan os dineros, conto. Pe-
ro el sustantivo es evidentemente cuenta, ya que proviene de
una o breve que diptonga. La ausencia de diptongación verbal
es puramente analógica.
Contienda, tener perífrasis verbal. intr. Discutir.
Contino, de loc. adv. Constantemente, ininterrumpidamente. "Bie-
nen de contino".
Contornadura s. f Acción de girar la garba en la era para facilitar
una mejor trilla.
Contornar v. tr. Realizar la contornadura.
Contornillo s. m. Aprieto, apuro. "Menudo contronillo m'ha puesto ".
Contrebuzión s. f Contribución.
215
Contrimuestra s. f Muestra.
Contumanzia s. f Percanze, molestia, malestar, situación desagra-
dable.
Conzietero adj. Caprichoso.
Conzieto s. m. Capricho, antojo. Referido al antojo como mancha
que sale al recién nacido, se creía que salía allí donde se toca-
ba la madre salvo si este lugar era la espalda.
Copolón s. m. Funda de la esmoladera. Una informante me dijo es-
pontaneamente que las fundas de los teléfonos móviles tam-
bién podrían denominarse así con toda propiedad.
Coral s. m. Guindilla, pimiento picante.
Coraza s. f Callosidad en la piel (Paúls).
Corbilla s. f Vid. corbillo.
Corbilleta s. f Cesto inferior al corbillo.
Corbillo s. m. Cesto ancho y bajo de dos asas que se usa en las fae-
nas agrícolas.
Cordellón s. m. Alimento consistente en una trenza elaborada con
los bodillos del cordero.
Cordión s. f Acordeón.
Corloi s. m. Ornt. Vid. Cudirroya.
Corloyeta s. f. Ornt. Un pájaro, quizás sea el colirrojo tizón.
Cornetas s. f pl. Bot. Fruto de la senera.
Cornichil s. m. Soporte metálico en el que gira la puerta, uno se si-
túa en la parte superior y otro en la inferior.
Cornizo s. m. Trozo de leña, árbol caído del que se hace leña.
Cornochil s. m. Vid. cornichil.
Corona s. f Copa de un árbol.
Corretroncos s. m. pl. Ornt. Certhia brachydactyla y Certhia fami-
liaris. Agateador común y agateador norteño.
Corrinche s. m. Corro de personas chismosas.
Corrotilla s. f Correhuela.
216
Corrusco s. m. Dícese del mendrugo de pan, en especial del extre-
mo de una barra.
Corrusquetas s. f pl. Tropezones de pan frito en las farinetas.
Cortapichas s. f Insecto del orden de los Dermápteros. Bajo esta
denominación se agrupa a los miembros de la familia de los
Forficúlidos, como la Forficula auricularia, y a otras familias
semejantes. En Muro de Bellos es cortapixa.
Cosa adv. Nada.
Cosca s. f Cáscara de un fruto seco. "no se podeban echar as cos-
cas en o fuego porque les feba mal o culo a as gallinas". Vid.
casca.
Coscarana s. f 1. Corteza seca del árbol. 2. Tastarrazo que le cae a uno.
Coscollera s. f Bot. Coscoja.
Coscollo s. m. Bot. Planta de la coscollera.
Coscón s. m. Solterón empedernido.
Cospillo s. m. Orujo prensado.
Costera s. f Cuesta.
Costerudo adj. Pendiente, inclinado.
Costumbre s. m. Costumbre. En cat., oc. y fr. tamb. son masc.
Cotón s. m. Algodón. Es voz extinta.
Coxirar v. tr. Vigilar, estar al cuidado y al tanto de algo, por lo co-
mún se trata de ganado.
Coziu part. Cocido.
Craba s. f Cabra. Es voz con fonética relajada, pues la patrimonial
fue crapa (vid.). aber bisto a craba roya: haber estado en el
umbral de la muerte o en una situación in extremis.
Crabered s. m. Ornt. Strix aluco. Cárabo.
Crabero s. m. Ornt. Como la anterior. Para otros se trata del búho
chico.
Crabetas, As s. f pl. Las Pléyades.
Crabito s. m. Cría de la craba.
217
Crabón s. m. Macho cabrío. Vid. choto.
Crabuna s. f Pellejo elaborado con piel de cabra para llevar aceite.
Crapa s. f Forma antigua de craba que algunas personas ancianas
aún pudieron oír en el primer tercio de siglo. Es la voz propia-
mente patrimonial por conservar la oclusiva sorda, su sonori-
zación debe achacarse a la presión del castellano. Se mantiene
en la literatura de tradición oral. Cfr. it. capra.
Cremallo s. m. Lar. Cadena que sujeta el caldero sobre el fuego. A
las viejas abuelas les sentaba muy mal que lo movieran, era
signo de mal augurio.
Cremar v. tr. Quemar. Cfr. cat. y oc. cremar.
Crencha s. f Vid. grencha.
Crepa s. f Grieta.
Crepazas s. f pl. Grietas producidas en las palmas de las manos.
Cresar-se v. refl. Carcomerse la madera. Es sinónimo de querar-se.
Cresau adj. Carcomido. Vid. querau.
Crespillo s. m. Postre elaborado con hojas de borraja rebozadas en
harina, huevo y azucar y fritas. Es popular del 25 de marzo: La
virgen crespillera. Cfr oc. crespél.
Crestonaz adj. Solterón. Es voz muy despectiva.
Creyer v. intr. Creer.
Criallo s. m. Chiquillo.
Crisma s. f Intelecto, mente.
Crisoleta s. f Hierro que divide el candil en dos partes.
Crosta s. f Costra, corteza.
Crostón s. m. Mendrugo de pan.
Cruixideras s. f pl. Bot. Vid. cluxideras.
Cuacar v. tr. Gustar.
Cuairón s. m. Madero cuadrado, marco de la puerta.
Cualsiquier adj. y pron. Cualquiera.
Cuan adv. Cuando. Cfr. cat. quan, oc. y fr. quand.
218
Cuartal s. m. Vid. midas.
Cuarterón s. m. Vid. midas.
Cuartizo s. m. Un tipo de cencerro.
Cuasi adv. Casi. Cfr. cat. y fr. quasi. "Cuasi me caigo".
Cuatrón s. m. Pequeña parcela de tierra.
Cuba s. f Tonel grande.
Cubillar v. tr. Vid. cobillar.
Cuca binatera s. f Carraleja.
Cuca zebollera s. f Alacrán cebollero. Gryllotalpa gryllotalpa.
Cucala adj. Travieso, movido. "Menudo cucala está fecho".
Cucaracho s. m. Cucaracha.
Cucar-se v. refl. 1. Agusanarse. 2. Cariarse.
Cucharetas s. f pl. Se aplica a los renacuajos cuando todavía no ad-
quieren patas.
Cuco s. m. Gusano. Cfr cat. cuc.
Cuco pilotero s. m. Escarabajo pelotero.
Cuculas s. f pl. Cabezas de ajos. "A guía que ba por dentro".
Cucullada s. f Ornt. Galerida crsitata y Galerida thekae. Coguja-
da común y montesina respectivamente. Cfr cat. cogullada.
Cucullo s. m. Vid. cocollo.
Cuculo s. m. Ornt. Cuculus canorus. Cuco.
Cudiar v. tr. Cuidar.
Cudiblanca s. f Ornt. Se trata del ave Oenanthe oenanthe, collalba
gris, o bien Oenanthe leucara, collalba negra, o quizás ambas.
Cudirroi s. m. Ornt. Vid. cudirroya.
Cudirroya s. f Ornt. Phoenicurus phoenicurus. Colirrojo real. Vid.
tamb. cudirroi y corloi.
Cuentra prep. Contra. Aún es usada por algunas personas. El dip-
tongo es evolución lógica pues se trata de la diptongación de
una O breve. Ya aparece en textos antiguos de esta forma.
219
Cuentraluz s. m. Contraluz. Cfr. COSCUJUELA, Ch.: cuentraluz.
Cuerba s. f Ornt. Corvus corone. Corneja negra.
Cuerbeta s. f Ornt. Ave sin identificar. No puede tratarse de otro
nombre para la corneja negra ya que esta, según mi informa-
dor, no come carne. ¿Será la graja?
Cuerbo s. m. Ornt. Corvux corax. Cuervo.
Cuezo s. m. Balde para realizar la colada tradicional con ceniza.
Cuitre s. m. Especie de arado pequeño para romper los terrenos más
duros antes de pasar el arado.
Culera s. f Trasero.
Culicaiga Ave ficticia de una antigua broma infantil. El nombre, co-
mo se ve diáfanamente, viene de 'caerse de culo': "Deziban,
¿quiers que t'enseñe un niedo de culicaiga? Lo cogebas d'a
garra y se caeba de culo".
Culliestro s. m. La primera leche que produce una hembra tras el
parto.
Cumo s. m. Abrevadero de madera junto a una fuente.
Cuniestra s. f La última nieve que hay sobre el suelo.
Cunil s. m. Vid. conil.
Cuquera s. f Herdida en la cabeza.
Cuqueta de Dios s. f Se aplica a todos los insectos de la familia de
las Coccinellidae. Mariquita.
Cuqueta de luz s. f Luciérnaga.
Curcullar v. tr. Atacar el gorgojo el trigo.
Curcullo s. m. Gorgojo.
Curión s. m. Cinta de cuero, normalmente de buey.
Curronera s. f Goznes del ruello.
Currons s. m. pl. Huesos de las caderas.
Curto adj. Corto. Cfr cat. curt.
Curtos s. prop. Apodo de los de Guaso.
Cusir v. tr. Coser. Cfi: cat. cosir.
220
Custión s. f Cuestión.
Cutio cutio loc. adv. Despacio, callado: "Bajaba cutio cutio".
Cutriar v. tr. Acción de pasar el cuitre.

Dalla s. f Guadaña. Cfr. cat. dalla, oc. dalha.


Dallar v. tr. Segar. Cfr cat. dallar, oc. dalhar.
Dallo s. m. Vid. dalla. El género oscila.
Dandallar v. tr. Dudar, vacilar.
Dar-se-ne cosa perífi: Dar igual, no importar. "Que no le se'n da
cosa". Tambien se dice: igual se me tiene o igual te tiene, sig-
nificando 'lo mismo da'.
Debán adv. delante. Cfr. cat. y oc. davant, fr. devant.
Debanadera s. f Pieza para formar el chubillo una vez filada la lana.
Debantal s. m. Delantal. Cfr cat. davantal.
Debez adv. Al mismo tiempo.
Debilla s. f Hebilla.
Debinaire s. m. Adivino. Era la persona dotada de ciertas faculta-
des psíquicas premonitorias cuyos servicios eran muy solicita-
dos para dar con la autoría del temible mal dau.
Debineta s. f Adivinanza. En el apéndice de literatura oral se reco-
gen algunas de las más populares en la comarca.
Defuntos s. m. Difunto. Cfr. fr. défunt. Antiguamente en la noche de
difuntos algunos pueblos bandiaban las campanas durante la
noche para orientar a las ánimas, as almetas. Una informante
octogenaria me dijo que era para que resuzitasen.
Delafuché adv. Persona o cosa falsa, de poca valía. Este raro térmi-
no proviene de una marca de escopetas que venían (como
tantas otras cosas) de Francia: Lefaucheux.
221
Delera s. f Inclinación por algo o alguien, idea fija que incita per-
sistentemente a realizar algo. Cfr cat. déria.
Demandar v. tr. Pedir, solicitar. Es voz muy arcaica. Cfr. cat. y oc.
demandar, fr. demanden
Demasiau adv. Demasiado.
Demba s. m. Campo próximo al pueblo.
Dende prep. Desde.
Denguno adj. Ninguno.
Denseguida adv. En seguida. Es un cruce entre el cast. y el ar. de-
seguida.
Desamoran adj. Adusto, hosco.
Desapartar v. tr. Apartar, separar.
Desapegar v. tr. Despegar.
Desaprebeniu adj. Desprevenido.
Desastrau adj. Persona poco trabajadora y de mal aspecto.
Desatancar v. tr. Abrir. Se dice, p. ej., de soltar el agua de una bal-
sa, en este sentido también se emplea esbotar (vid.).
Desburziar-se v. refl. Divorciarse. "S'ha desburziau".
Deschuiür y tr. Desuncir.
Desembarrar-se v. refl. Desencadenar, arrear. "Te desembarro una
ostia".
Desembolicar v. tr. Desenvolver.
Desento adj. Abandonado, vacío.
Deseparar v. tr. Separar, desunir.
Desfargalau adj. Vid. esfargaliu.
Desfer v. tr Deshacer. Cfr. cat. desfer, oc. desfar.
Desgarganchonar-se v. refl. Desgañitarse.
Desgrillonar v. tr. Sacar los grillons de las patatas.
Desimir-se v. refl. Eximirse.
Desinforme adj. Deforme.
222
Desmochar v. tr. Talar las ramas, truncar una planta que crece en
demasía.
Dezaga adv. Detrás. Voz en desuso.
Dezir v. tr. 1. Decir. 2. Llamar: "ixos son, ixos, pero son más chiqui-
tina, cucarachas les dezimos; Bilas, regular que le deziban".
Día par t'otro loc. temp. Un día sí y otro no, días alternos.
Diablo s. m. 1. Rasclo grande. 2. Diversos escarabajos el Monocha-
mus galloprovincialis y el Cerambyx cerdo. En Colungo lla-
man así también al grillo campestre.
Didal s. m. Dedal. Cfr cat. y oc. didal.
Didala s. f Funda con la que se venda un dedo que ha sufrido un
corte o herida.
Diferienzia s. f Diferencia.
Difuera adv. Fuera.
Dillá adv. Más allá. Cfr. fr. delá, cat. enllá, oc. enlá.
Dimanar v. intr. Provenir, proceder. "Ixo dimana d'un mal que has
pasau".
Dimoniez s. m. pl. Dícese de las chispas que saltan repentinamente
del fogaril. Seguramente esta denominación debe ser un vesti-
gio de alguna tradición o leyenda relacionada con el fuego y el
hogar. Lamentablemente, como tantas otras cosas, se ha perdi-
do (o yo no he sabido dar con ella).
Dimpués adj. Después.
Dimpuesas adj. Es variante de la anterior.
Dinantes s. m. Antaño, antiguamente.
Discubrir v. tr. Descubrir.
Disierto adj. Desierto.
Disipela s. f Erisipela.
Dispreziar v. tr Despreciar.
Dizir v. tr. Vid. dezir
Dobinar v. tr. Vid. endebinar
223
Dolén adj. Enfermo. El femenino es dolenta.
Doliquera s. f Vid. zoliquera.
Dona s. f Vid. dueña, de la que es sinónima. Parece un claro occi-
tanismo. Cfr oc. y cat. dona.
Donar v. tr. Dar la dote.
Donan adj. Persona que entraba a servir indefinidamente en una ca-
sa, viviendo como un miembro más de la familia.
Dondiar v. intr Dar vueltas por la casa, vagar.
Dote s. m. Dote. Mismo género que en cat., oc. y fr.
Dreito adj. Derecho. Voz arcaica.
Dueña s. f Propietaria y señora de la casa, el par amo/dueña era el
núcleo de la casa, elemento central de la sociedad montañesa.
Dula s. f Adula.
Dulzor s. f En castellano existen dulzor (m) y dulzura, con el mis-
mo significado.
Durizia s. f Dureza o callosidad en la piel. Cfr cat. durícia.

E
Embabiecau adj. Absorto, distraído.
Embadinar-se v. refl. Encharcar-se, inundar-se.
Embanar-se v. refl. Pandearse, alabearse.
Embanau adj. Pandeado, alabeado.
Embasador s. m. Embudo.
Embastar v. tr. Hilvanar. Cfr cat. embastar.
Embazilar v. tr. Encandilar, quedarse encantado.
Embeleco s. m. Cosa inutil, estorbo. Paezes un embeleco.
Embendar v. tr. Vendar.
Emberenar v. tr Envenenar. Cfr oc. enverenar, cat. enverinar.
Embezia s. f Burla.
224
Embirolar v. tr. Madurar la fruta.
Emboirar-se v. refl. Nublarse.
Emboirau adj. Nublado.
Emboñegar v. tr. Hacer algo desordenadamente.
Embotar-se v. refl. Enfadarse.
Embotau adj. Enfadado.
Embrecar v. tr. Sujetar con brecas los mandils.
Embrecar-se v. refl. Se decía antiguamente cuando una muchacha
se comprometía, previo requerimiento, a bailar con un mozo.
Aparece en un charrazo sarrablés, todo lo que he podido reco-
ger es el inicio: "Me doi por embrecata...".
Embrosquilau adj. Dícese del cielo cuando está entre soleado y cu-
bierto.
Embueltas s. f pl. Épocas, tiempos. "En aquellas embueltas que
estaba por Liners en había de todo ". Personalmente lo he oído
también en Biarje: "En aquellas engüeltas de Felipe II", con
gü por bu. Lo relaciono con el cat. pels volts de... y el fr. aux
environs de...
Embuquezer v. tr. Cubrir el buco a la craba.
Emburzar v. tr. Embestir un animal. Arremeter el perro a una pie-
za de caza.
Emburzau part. Embestido.
Empana s. f Tocino blanco.
Empapuchar v. tr Empapujar, cebar.
Empapuchau adj. Empapujado, cebado.
Emparar v. intr. Apoyar, sostener. Cfr. cat. emparar.
Empelingar v. tr. Vid. emporcar.
Empelingau adj. Atareado.
Empentar v. tr. Empujar. Cfr. cat. empentar.
Empestau adj. Apestado. Cfr. cat. empestat.
Empezipiar v. tr. Empezar, comenzar.
225
Empifolar-se v. refl. Emborracharse.
Empifolau adj. Borracho.
Empilmar v. tr. Aplicar una pi/ma.
Emplaz, de buen loc. adv. De buen grado, de buena gana. "Fe-lo
de buen emplaz".
Emponderar v. tr. Decir bien de alguien, ensalzar.
Emporcar v. tr. Ensuciar.
Emporquiar v. tr. Semejante al anterior.
Empreñar v. tr. Molestar, fastidiar. Cfr. cat. emprenyar, oc. em-
prenhar.
Empreñatuara s. f Levadura. Voz en desuso, antaño general en la
comarca.
Emprimar y tr. Entablillar un miembro fracturado.
Empuchacar v. tr. Atiborrar, llenar más de lo que se puede.
Empuchar v. tr. Empujar.
Empuxar v. tr. Forma más conservadora que la anterior.
Empuxons, a loc. adv. A empujones.
En pron. Posee diversos usos (vid. 4.4.2.1). "le'n diré; da-le-ne; tos
ne fuez; bes-te-ne ta casa; ya en he pegau de bueltas; serbir-
zos-ne"...
Enarcan adj. Atónito.
Encadar v. tr. Meterse en la madriguera. Fig. Encerrarse en un sitio
sin salir.
Encantuchar-se v. refl. Encantarse.
Encantuchau adj. Encantado, embobado.
Encanzilau adj. Encandilado. "Está encanzilau con iza zagala".
Encara adv. Todavía: "Encara he fecho esto". Cfr. cat. encara, oc.
enqüéra, fr. encore, it. ancora.
Encarnadura s. f Cicatrización.
Encarrañar-se v. refl. Enfadarse.
226
Enchegar v. tr. Arrancar un motor. Cfr engegar.
Encherbedir-se v. refl. Entumecerse, aterirse.
Encherbediu adj. Aterido, principalmente en las manos.
Encherbeliu adj. Vid. encherbediu.
Enchufrinar v. Vid. chufrinar.
Enchugar v. tr. Secar. Cfr. eixugar.
Enchullar v. tr. Dícese cuando al labrar con vertedera, no se rompe la
tierra y queda como brillante. Se dice de ello que se labra farto.
Enclusa s. f Yunque. Es voz anticuada. Cfr cat. enclusa.
Encomodau adj. Enfadado.
Encordar v. tr. Poner en hilera.
Encordonadera s. f Cordón de una prenda femenina.
Encorrer v. tr. Perseguir.
Encortar v. tr. Impedir por arte de hechicería que el recién casado
consume el matrimonio.
Encortau adj. Impotente.
Encostipau s. m. y adj. Resfriado.
Endebinar v. tr. Adivinar. Entre los muchos indicios que en la na-
turaleza auguran buena o mala suerte, hay uno que se relacio-
na con los insectos: un insecto negro da mala suerte, uno rojo
la da buena. Cfr cat. y oc. endevinar.
Endentro adv. Adentro. "Ya está endentro".
Endicar v. tr. Indicar.
Endormisquiar-se v. refl. Adormecerse.
Endormisquiau adj. Adormecido.
Endrechar v. tr. Enderezar.
Endrezera s. f Dirección, ruta. Cfr. cat. drecera, oc. dresiera.
Endrija s. f Grieta, rendija.
Enemico adj. Dícese de alguien que está débil, enfermizo (Campa-
rretuno, a una informante de 93 años). Parece una variante de
leremico (vid.).
227
Enfachanar-se v. refl. Quedarse un animal aislado en una fachana.
Enfalcar v. tr. Poner cuñas.
Enfarinada s. f Chapuza, lío.
Enfarinar v. tr. Enharinar. Cfr cat. enfarinar.
Enfilar v. tr 1. Enhebrar. 2. Tomar un camino determinado. Cfr. cat.
enfilar.
Enfilar-se v. prnl. Encaramarse. Cfr cat. enfilar-se.
Enflascar-se v. refl. Pringarse.
Enflascau part. Pringado. "S'ha enflascau as manos".
Enfornar v. tr. Hornear. Cfr. cat. y oc. enfornar.
Enfoscar-se v. refl. Ponerse turbia el agua.
Enfrioliu adj. Aterido.
Enfrontinazo s. m. Enfrentamiento.
Engalimar v. intr. Comer deprisa.
Engalla s. f Parte del hacha que no es el filo. Donde se curva el me-
tal hacia la arista.
Engallinar-se v. refl. Cubrise el cielo de neblina.
Engallinau adj. Neblinoso.
Engalzar v. tr. Perseguir, ir detrás de algo o alguien y atraparlo. Cfr
cat. engalzar.
Engañapastors s. m. Ornt. Motacilla flava y Motacilla alba. La-
vandera boyera y lavandera blanca respectivamente. Parece
nombre genérico para todas las lavanderas.
Engarcholar v. tr. Encarcelar. Cfr. cat. engarjolar.
Engardachina s. f Lagartija.
Engardacho s. m. Lagarto. Voz usada ya por muy pocos.
Engardaxina s. f Vid. engardachina. Esta es la forma más conser-
vada en la fonética.
Engolfan adj. 1. Dícese de la estancia poco ventilada y donde hace
mucho calor. 2. Se aplica a un día de bochorno.
228
Engruziar v. ir. Ansiar, ambicionar, codiciar.
Engruzioso adj. 1. Ambicioso, codicioso. 2. Glotón.
Enlerau s. m. Enlosado del ráfil.
Enluzernar-se v. tr. y refl. Deslumbrar.
Enluzernau adj. Deslumbrado.
Enrabiar v. tr. Poner o ponerse nervioso. Cfr cat. enrabiar.
Enramada s. f Adorno consistente en que un mozo ornamentaba el
balcón de la chica que pretendía con ramos y naranjas. Cuan-
do las muchachas daban calabazas a sus pretendientes estos re-
alizaban otro tipo de enramadas muy diferentes, de muy mal
gusto, embadurnando con aceite de chinibro y —en ocasio-
nes— algún carnuz, la puerta de la desdeñosa muchacha.
Enreblau adj. Entumecido.
Enreligamienta s. f Maraña.
Enreligar v. tr Enrollar, liar.
Enrestir v. tr. Acometer.
Enrigolar v. ir. Elaborar una tuerta.
Enrigolau adj. Que tiene frío en todo el cuerpo.
Enrinconar v. tr. Arrinconar.
Enrobinar-se v. refl. Oxidarse.
Enrollada s. f Calzada, empedrado de la calle.
Enrollan s. m. Vid. enrollada.
Enrona s. f Escombro, cascotes.
Enronar v. ir. 1. Cubrir, enterrar. 2. Demoler. Cfr cat. enrunar, con
la última acepción.
Enrubar-se v. refl. Quedarse un animal atrapado en una ruba.
Enrubau adj. Dícese de la res que queda atrapada en una ruba (vid.).
Ensopinar-se v. refl. Quedarse en posición supina un animal.
Ensundia s. f Manteca de cerdo rancia.
Ensundiero s. m. Palo para mcolgar la ensundia.
229
Enta prep. Hacia. Es de uso muy raro, empleándose casi en exclu-
sivo ta. Cfr oc. gasc. enta.
Enta s. f Época, temporada. Usado en contexto agrícola: "Ba á
sembrar en dos entas".
Entenau adj. Alnado.
Entibocar v. tr y refl. Equivocar.
Entibocazión s. f Equivocación.
Entrafullar-se v. prnl. Liarse.
Entrebibo s. m. Sebo en los intestinos de un animal.
Entrecabar v. tr. Poner tierra junto a la planta para que crezca.
Entrefilar-se v. prnl. Tener una idea formada, suponer algo.
Entrega, sacar a loc. Interpretar, leer. "No sé o que diz, no sé sa-
car a entrega".
Entrepuzar v. intr. Tropezar. Cfr. cat. entrepussar.
Entresudor s. f Cierto malestar de salud.
Entriparrau adj. Ahíto.
Entruchar-se v. refl. Quedarse atascado un vehículo en un barrizal.
Enturrufar-se v. refl. Enfadarse.
Entufar v. intr y refl. Intoxicar.
Entufau adj. Intoxicado.
Enzafranar-se v. refl. Ensuciarse con azafrán.
Enzenegar-se v. refl. Obstinarse.
Enzendallo s. m. Vid. enzensallo.
Enzenegau adj. Obstinado.
Enzensallo s. m. Ramitas con las que encencer el fuego.
Enzertar-se v. prnl. Coincidir, terciarse: "... y antonzes s'enzertó a
pasar un camión y lo chafó; s'enzertó a casar-se pa la fiesta".
Enzetar v. tr. 1. Comenzar a gastar alguna cosa, comiendo de ella,
cortando un trozo, etc. fig. 2. Comenzar una acción, un asunto,
etc. Cfr. cat. encetar.
230
Enzorrar-se v. prn. Vid. empifolar-se.
Enzurzir v. tr Enzurizar, inducir.
Eredero s. m. Vid. ereu.
Erenzio s. m. Herencia. "O erenzio lo conserbó".
Ereu s. m. El primogénito, el mayor de los hijos, que recibe el eren-
zio. Cfr cat. hereu.
Erranza s. f Error, fallo.
Esbachocar v. tr Desgranar vainas.
Esbafar-se v. refl. Evaporarse cualquier líquido gaseoso.
Esbagarau adj. Desocupado, ocioso.
Esbandungiar v. intr y refl. Balancear, oscilar, menear.
Esbarizar v. intr. Resbalar.
Esbarlacar v. intr. Vid. esberlacar
Esbarlecar v. intr. Vid. esberlacar
Esbarrar v. tr e intr. Desviar. Cfr. cat. esbarrar-se.
Esbarre s. m. Desvío.
Esbarrundar v. tr. Producirse un corrimiento de tierras, una ava-
lancha en el terreno.
Esbaruquiar v. intr. Divagar, delirar.
Esbategar v. intr. Forcejear, agitarse para desprenderse de algo o al-
guien. Cfr cat. esbategar.
Esbatullar v. tr. Hacer verter el líquido del recipiente en el que lo
llevamos por causa de un movimiento brusco.
Esberlacar v. intr. Balar la cabra.
Esberrecar v. intr. Berrear.
Esbezar v. tr. Destetar las crías de un animal.
Esbinzar-se v. refl. Herniarse.
Esbirlai, de loc. adv. De soslayo.
Esbolarziar v. intr. Revolotear.
Esbolastriar v. intr Agitar las alas, aletear.
231
Esboldregar v. tr y refl. Derruir, derrumbar.
Esboldregau adj. Derruido, derrumbado.
Esbolligar v. tr. y refl. Vid. esbulligar
Esbolustrar-se v. refl. Revolcarse cualquier animal, p. ej. un gato,
un perro, una caballería...
Esbotar v. tr. Reventar algo. Fig. Decir algo que se tenía contenido.
Esbramucar v. intr. Mugir fuertemente.
Esbrinar v. tr. Desmenuzar. Cfr. cat. esbrinar.
Esbruma s. f Espuma.
Esbrumadera s. f Vid. esbumadera.
Esbrunziar v. intr. Dar sacudidas.
Esbrunzio s. m. Sacudida, convulsión.
Esbrusallo s. m. Hierba desmenuzada.
Esbrusar v. tr. Desmenuzar. También puede usarse figuradamente:
"¡Como te coja t'esbruso!".
Esbulligar v. tr y refl. Menear, mover. Cfr. cat. bellugar.
Esbumadera s. f Espumadera.
Esburruntar v. intr. Formar una estampida el ganado.
Escacatiar v. intr Vid. Escarcallar
Escachar v. tr. Romper, hundir.
Escachilar v. intr. Gritar.
Escagarruzar v. tr Mancharse con la diarrea.
Escaixalau adj. Desdentado. Cfr. cat. esqueixalat.
Escalabrar v. intr. y refl. Descalabrar, hacerse daño.
Escalatrir v. intr. Impacientar. "Me fas escalatrir".
Escalibar v. tr. 1. Remover las brasas. 2. Cocer al calibo. Cfr. cat.
escalivar.
Escamallada s. f Una paliza de caminata.
Escamallar-se v. refl. Truncar una rama. Fig. Fatigarse de caminar
mucho.
232
Escamallau adj. 1. Desmochado, truncado, podado. 2. Fatigado de
caminar.
Escamallo s. m. Fatiga, cansancio producido por una caminata.
Escandalera s. f Bullicio.
Escariar-se v. refl. Atragantarse. "Ya t'has escañau". Cfi: cat. escanyar.
Escañutar v. intr. Ladrar. "S'han fartau d'escañutar". Fig. Gritar
mucho.
Escapar v. tr. Criar algo, sacarlo adelante. Puede aplicarse a las
plantas, cosa que no sucede con esgallinar, que se reserva a
personas o animales.
Escapan adj. Criado, crecido.
Escarabacho s. m. Escarabajo.
Escarbadientes s. m. Palillo, mondadientes. Cfr. cat. escuradents.
Escarcallar v. intr. Cacarear.
Escarcallo s. m. Cacareo.
Escarcata s. f Carcasa de un animal o árbol. "Ya no tiene más que
a escarcata".
Escarcatiar v. intr. Vid. escarcallar.
Escarmenar v. tr. Ablandar la lana.
Escarmentar-se v. refl. Ponerse las legumbres, sobre todo las judias
verdes, duras sin poderse ya cocer.
Escarramanchetas, a loc. adv. Vid. escarramanchons, a.
Escarramanchons, a loc. adv. A horcajadas, a caballo.
Escarrazar v. tr. 1. Coger las olivas. 2. Hablar mal de otro. "S'ha
fartau a escarrazar".
Escarronero s. m. Arce. Documentado en As Billostas y Paúls.
Escatafuello s. m. Vid. estrapaluzio.
Escatiziar v. tr: Remover la leña en el fuego para avivarlo.
Escaziello s. m. Dícese del hombre que ha llegado soltero a la an-
cianedad. Es término peyorativo. Posiblemente es un derivado
del verbo escatizar, que evoca la imagen de un viejo que pasa
sus horas ociosamente ante el fogaril. Cfr maziello y tornizo,
otras gradaciones en el campo semántico de la soltería.
233
Escazilar v. intr. Cacarear las gallinas cuando ponen los huevos, o
también cuando se asustan. No es pues exactamente sinónimo
de escarcallar o escarcatiar, pues las gallinas pueden cacarear
a cualquier momento: a eso corresponderán dichos verbos. Fig.
Gritar: "fulano ha saliu escazilando; os perros toda la noche
han escazilau".
Escazilo s. m. Cacareo al poner los huevos. Fig. Grito, berrido.
Esclafar v. tr. Chafar, aplastar. Cfr. cat. esclafar.
Esclarezer v. tr. Aclarar, p. ej. la remolacha.
Esclatar v. tr. Estallar. Fig. Vociferar: "Ha empezau a esclatar".
Escobar v. tr. Barrer.
Escolaneta s. f Morcilla elaborada con la parte más ancha del in-
testino grueso del cerdo.
Escolano s. ni. Monaguillo. Cfr. cat. escolá.
Escolgar v. tr. Descolgar.
Esconchurar v. tr. Exconjurar. Antiguo ritual religioso en el que el
mosen ahuyentaba con oraciones las tormentas.
Esconchuradera s. f Especie de templete desde el que se escon-
churaba, se conservan dos en Guaso y Almazorre, más un ter-
cero que, ahogado con Mediano, indefenso se halla ante las
aguas embalsadas. También hay esconchuraderas en Asín de
Broto, San Bizén de A Buerda y Burgasé.
Escopallo s. m. Escoba con la que se limpian las brasas del forno.
Escorcollar v. tr. Vid. escoscar. P. ej. una col se puede escorcollar.
Escorcotar v. tr. Picotear las gallinas el grano, desmenuzándolo.
Escornizar v. tr. Deshacer madera con el hacha.
Escorriflero adj. Metomentodo.
Escortaziar v. tr. Cortar.
Escorzón s. m. Vid. escurzón.
Escoscar v. tr. Quitar la cáscara a los frutos secos.
Escotar v. ir. Hacer las marguins más estrechas, darles forma.
234
Escotolar v. tr. Moverse, agitar el cuerpo por alguna causa.
Escozentor s. m. Picor.
Escranzillau adj. Vid. escrenfillau.
Escrenfillau adj. Cuarteado, desconchado.
Escruchinar v. tr. 1. Romper y refl. deslomarse. 2. Crepitar las ra-
mas en el fuego.
Escruchinau adj. Deslomado.
Escubrir v. tr. y refl. Descubrir. "No t'escubribas porque tenebas
miedo".
Escuchiflar v. tr oír a escondidas para tratar de averiguar algo.
Escucular v. tr. Extraer las cuculas de los ajos.
Escudillar v. tr Sacar del molde algo, p. ej. cuando se hace el turrón.
Escudillau adj. Novato, inexperto. Se dice: rezién escudillau.
Escuitar v. tr. Escuchar. Es verbo extinguido. Cffr cat. y oc. escoltar.
Escuro adj. Oscuro. Cfr. oc. escur.
Escurrar-se v. refl. Romperse las caderas.
Escurrau adj. Lesionado en las caderas. "S 'ha escurrau una craba".
Escurzón s. m. Víbora. Cfr. cat. escurgó. Es la víbora con toda se-
guridad.
Escurzonera s. f Bot. Scorzonera.
Escusau s. m. Retrete sanitario. Voz arcaica.
Escusero adj. Avariento.
Escusón adj. Avaro.
Esdolocadura s. f Dislocadura.
Esdolocar-se v. refl. Dislocarse.
Esdolocau adj. Dislocado.
Esfargalau adj. Vid. esfargaliu.
Esfargaliu adj. Dícese del fajo, o cualquier cosa, que se deshace.
Esfarrabustiar v. tr. Remover o transladar objetos de forma muy
ruidosa.
235
Esfarrabustiau adj. Que es arrastrado o manejado muy ruidosa-
mente.
Esferra s. f Destrozo, desastre.
Esferretiar v. intr. Trastear.
Esferrinchoniar v. intr. Trastear con hierros.
Esfilorchar v. tr. e intr. Deshilacharse. Fig. "De tan fina s 'esfilor-
cha" aplicado a personas delicadas, "pijas".
Esfilorchau adj. Deshilachado.
Esfloriar v. tr. Elegir lo mejor de algo.
Esfollinar v. tr. Deshollinar.
Esforicar v. tr. Vid. esforigar.
Esforigacho s. m. Rastro que dejan los jabalíes.
Esforigar v. tr. Hurgar.
Esforiguiar v. tr. Vid. esforigar.
Esfresolar v. tr. Deshacer en trozos, desmenuzar.
Esfuriar v. tr. Ahuyentar.
Esfurriar v. tr. Variante de la anterior.
Esgalapatons loc. adv. Vid. galapatons. "Mia que ixe zagal ba a es-
galapatons pu 'ahí ".
Esgallinar v. tr. Criar, sacar adelante la prole.
Esgallinau adj. Criado.
Esgangoliar v. intr. Desgañitarse, gritar sin ton ni son.
Esgarabacho s. m. Vid. escarabacho.
Esgarrabanderas s. prop. Llaman así a los de Erípol.
Esgarrabarzas s. m. Instrumento agrícola para romper las zarzas.
Esgarrapaízo s. m. Lugar donde acostumbran a escarbar ciertos
animales.
Esgarrapar v. tr: Escarbar.
Esgarrar v. tr 1. Desgarrar, rasgar. 2. Arañar. Cfr cat. esgarrar.
Esgarriñar v. tr. Arrañar. Un charrazo: "No faigas o fato, qu'esga-
rriiia o gato".
236
Esgramenar v. tr. Sacar gramen.
Esgramucar v. intr. Mugir.
Esgramuquiar v. intr. Forma frecuentativa de la anterior.
Esgramuquiu s. m. Bramido, mugido.
Esguinchón s. m. Punta que queda en la rama tras ser podada.
Eslampar v. intr. Escapar corriendo, huir. En aragonés común hay
quien lo hace pronominal sin serlo en absoluto.
Eslanguiu adj. Debilitado.
Esleboniar v. tr. Deshacer las lebas.
Eslegir v. tr. Elegir, escoger.
Eslisiu adj. Dícese del tejido que está gastado y descolorido.
Esliz s. m. Desprendimiento, alud.
Eslizar-se v. refl. Deslizarse, resbalarse.
Esmalaganar-se v. refl. Encontrarse mal.
Esmaliziar-se v. refl. Empeorar: "S'ha esmaliziau o tiempo".
Esmaliziau adj. Empeorado.
Esmanotau adj. Manirroto. Persona poco mañosa o hábil. "¡Estás
más esmanotada!".
Esmarchinar-se v. refl. Estropearse, quedar inservible.
Esmarchinau adj. Roto, inservible, inutilizado.
Esmelicar-se v. refl. Desternillarse.
Esmicar v. tr. Deshacer. Cfr. cat. esmicar.
Esminchau adj. Desganado.
Esminches adj. Variante de la anterior.
Esmo s. m. Intelecto, juicio. Cfr. cat. esme o esma.
Esmochar v. tr. Desmochar, truncar. Tamb. puede tener el signifi-
cado general de podar.
Esmoladera s. f Piedra de afilar.
Esmolar v. tr. Afilar. Cfr cat. y oc. esmolar.
Esmortezer v. tr. y refl. Extinguir, perder intensidad.
237
Esmoscar v. intr. Vid. eslampar.
Esmosegar v. tr. Morder. Vid. cat. mossegar.
Esmosiguiar v. tr. Mordisquear.
Esmuir v. tr. Recolectar manualmente las olivas.
Esnabesar v. tr. Vid. nabesar.
Esnapar-se v. refl. Desgajarse.
Esnucar v. tr. y refl. Desnucar.
Espachar v. tr. 1. Despedir. 2. Soltar, p. ej. el agua de una balsa, un
animal: "He pillau un paixarico y dimpués l'he espachau".
Espadero s. m. Acompañante del novio el día de la boda, la novia
llevaba damas de honor.
Espaldadero s. m. Precipicio, acantilado.
Espaldar-se v. refl. Demoronarse un edificio.
Espantabruxas s. f Piedra situada encima de la chaminera para
ahuyentar a las brujas. Es voz muy arcaica.
Espantallo s. m. Espantapájaros. Cfr. cat. espantall.
Espantar v. tr asustar. Cfr. cat. espantar.
Esparatrapo s. m. Esparadrapo.
Esparbero s. m. Ornt. Es nombre genérico que agrupa a diversas ra-
paces de aspecto muy semejante: el elanio, los milanos y los
ratoneros.
Espardir v. tr. Diseminar.
Esparpallau adj. Abierto. "A betiquera tiene a flor blanca y espar-
pallada".
Esparrias s. f pl. Placenta. Antiguamente se enterraban en el huer-
to y se les echaba agua con el fin de que tanto la madre como
el hijo no pasaran sed.
Esparteña s. f Zapatilla hecha con esparto.
Espatarnau adj. Derrumbado, hundido, dañado.
Espazar v. intr. Despejar el cielo tras una tormenta.
Espazenziar v. tr. Impacientar.
238
Espechicar v. intr. Forcejear hurgando para extraer algo, una astilla,
un diente, un clavo...
Espedera s. f Vasar, sitio para guardar utensilios de cocina.
Espelletar v. tr. Despellejar.
Espelletau adj. Despellejado.
Espelurziar-se v. refl. Fig. Pelearse sin llegar a las manos. "Ya s'-
han espelurziau os críos".
Espelurziau adj. 1. Desgreñado. 2. Sin pelo, pelado.
Espercallo s. m. Individuo alto y flaco.
Esperenzia s. f Experiencia.
Esperjiar v. intr. Hacer aspavientos al hablar, gesticular.
Espernar-se v. refl. Despernarse, fatigarse las piernas.
Espernau adj. Despernado.
Esperrecallo s. m. Vid. espercallo.
Espeso, d' loc. adv. De continuo. Muy rara.
Espiazar v. tr. Deshacer, destrozar.
Espiazau adj. Deshecho.
Espichorriar v. defect. Caer lluvia intermitente.
Espigar v. tr. Mostrar la cabeza las espigas del trigo. "O trigo ya ha
espigau".
Espígol s. m. Espliego. Cfr. cat. espígol.
Espigolar v. tr. Coger matas de espliego. Antiguamente se hacían
unas tiedas con dicha planta para fines litúrgicos-procesionales.
Espiguardar-se v. refl. Descuidarse. Nadie en la comarca lo hace si-
nónimo de 'despistarse' como en cambio venimos haciendolo
todos, incorréctamente, en aragonés común. "No t'espiguar-
des" (a la hora de realizar un trabajo: 'no descuides tu atención
en la tarea', vendría a decir).
Espinais s. m. pl. Vid. espinaques.
Espinaques s. m. pl. Espinacas. Cfr. cat. espinacs.
Espingai s. m. Vid. espinguero.
239
Espinguero s. m. Lugar peligroso por su altura.
Espirallar v. tr. Practicar una obertura en un tonel de vino.
Espirallo s. m. Taladro con el que se practica la obertura del tonel.
Espluga s. f Cueva. Solo lo he registrado en topónimos. Cfr. cat. es-
pluga.
Esplumazero s. m. Restos de plumas que quedan del ataque de un
depredador terrestre o una rapaz, a un ave.
Espoliar v. intr. Forcejear, debatirse por salir de algún sitio dificil.
Esponal s. m. Margen divisoria grande.
Esportillar v. tr. Mellar.
Esportillau adj. Mellado.
Esportons s. m. pl. Algaderas de esparto.
Espotrecar v. intr. Despotricar.
Espritu s. m. Espíritu. Cfr. Todo lo que se dice en almetas.
Espuenda s. f Pendiente que separa dos fajas.
Espunchiquiar v. tr. Forcejear por sacar algo un pincho que está
clavado.
Espuntar v. tr Despuntar.
Espuma s. f Chispa. Cfr. cat. espuma.
Espurnallos s. m. pl. Chisporrotazos.
Esquerar v. intr. Cuando una planta pasa de flor a fruto. Ya s 'han
chelau namás esqueradas.
Esquerau adj. Que ha pasado de flor a fruto.
Esquilla s. f Cencerro. Segun su diferente tamaño recibe distinto
nombre: truco, picarola, garrapito, truqueta, tringoleta. Cfr.
cat. esquella.
Esquillada s. f Cencerrada. Antigua costumbre consistente en ha-
cer sonas esquillas en aquellas bodas donde un contrayente
—o los dos— se casaba en segundas nupcias.
Esquinazo s. m. Espinazo.
Esquirar v. tr. Esquilar.
240
Esquirgüelo s. m. Vid. esquiruelo.
Esquirol s. m. Registro festivo de esquiruelo. Solo se utiliza a mo-
do de comparación cuando de alguien a quien se le ha cortado
mal el pelo se dice: t'han dejau como un esquirol. Evidente oc-
citanismo. En aragonés, lo que parecen frecuentemente catala-
nismos no son sino occitanismos.
Esquiroliar v. tr. Cortar mal el pelo.
Esquiruelo s. m. Ardilla. Cfr. cat. y oc. esquirol, fr. écureuil.
Estabornau adj. Que está mal de la cabeza. "¿Que estás estabor-
nau u qué?".
Estafurriar v. tr. Vid. esfuriar.
Estaízo adj. Dícese de aquel alimento que ha perdido contextura y
jugosidad.
Estalangán adj. No sé cómo traducirlo. "Paeze un estalangán".
Estalapizar-se v. intr y tr. Estrellarse, caer de modo violento.
Estalapizau adj. Estrellado.
Estallar v. tr. Dividir algo en piezas.
Estamenera s. f Costilla del arna.
Estapenzia s. f y adv. Nada de nada.
Estar en un ser locución. Dícese de alguien que está muy debil y
enfermizo.
Estar n'as Tres Pedretas locución. Expresa que se está en una si-
tuación de salud muy delicada, a punto de morir: "¡OH, ya es-
tá n'as Tres Pedretas" (di: craba: aber bisto a craba roya). Es-
ta expresión indica un estado de salud todavía más precario
que el referido por la craba roya, estar n'as Tres Pedretas es
estar en los últimos momentos de la vida. Respecto al signifi-
cado de esas tres piedras, me parece, siendo condescendiente,
muy forzado ver en ellas reminiscencias de los dólmenes. Hay
una explicación más sencilla: una alumna de aragonés de Lo-
barre recuerda haber visto colocar de niña ese número de pie-
dras en algunas tumbas del cementerio de aquella localidad.
241
Creo que el hecho de que sean tres podría interpretarse acu-
diendo al simbolismo que dicho número, en relación al hom-
bre y la muerte, presenta en las más diversas mitologías, reli-
giones y ancestrales creencias del mundo.
Estarnar v. tr. Abrirse algo, p. ej. un melón, una caña...
Estarranco s. m. Trozo grueso de madera.
Estarriñar v. tr. Barrer la nieve para que puedan comer las ovejas.
Estenazas s. f pl. Tenazas. Se trata de un resto lexicalizado del ar-
tículo es, como más abajo en estijeras.
Esterico s. m. Nombre que daban antiguamente las abuelas a cierta
dolencia.
Esterlo adj. Desparejado.
Esterza s. f Retal de ropa, parche, remiendo.
Estiaño adv. Hogaño.
Estijeras s. f pl. Tijeras.
Estilla s. f Astilla.
Estimar-se v. prnl. Preferir. "M'estimo más que me fregues os pla-
tos que no que me fayas a cama". Muy habitual en Sobrarbe y
Ribagorza.
Estirazo s. m. Narria.
Estomagar v. tr. Tener aversión.
Estomaziar v. tr y refl. Sobar, golpear. Ya s 'han estomaziau.
Estomaziau adj. Contusionado, sobado.
Estopadas s. f pl. Eran unas tiedas hechas con zierretas de cáñamo,
las encendían y jugaban con ellas los jóvenes. Los hombres se
las ponían a las mujeres por debajo de las faldas. No he halla-
do ni una sola persona que recuerde el baile del Teido teido
(vid.), evidentemente relacionado con este original divertimen-
to. De aquí viene la expresión repartir estopa.
Estoposo adj. Dícese de la carne que ha adquirido una contextura
dura, que queda dura por mucho que hierva. "Está estoposa
como un curión".
242
Estorrocar v. tr. Deshacer torruecos.
Estorrozar-se v. refl. Deslizarse o caer por una pendiente.
Estorruzar-se v. refl. Variante del anterior.
Estozar-se v. refl. Estrellarse, darse contra algo, partirse la crisma.
Estrafollar v. tr. Derrochar, malversar.
Estral s. f Vid. astral.
Estralero s. m. El que trabaja con el hacha.
Estraliar v. tr. Dar golpes con el hacha.
Estransiu adj. Dícese de la persona o animal que no come lo que
debe. "Este tozino está más estransiu".
Estrapaluzio s. m. Ruido intenso.
Estrelón de l'Alba s. m. Denominación tradicional del planeta Venus.
El cuerpo celeste más luminoso del cielo después de la luna:
"O Estrelón de l'Alba, que saliba antes d'o día".
Estremau adj. Se dice de aquello que excede de lo normal.
Estremolezer v. intr. Conmover, temblar.
Estrena s. f Propina.
Estrenque s. m. Cadena gruesa que iba en los carros para arrastrar-
los cuando se atascaban.
Estribera s. f Se trata de un tipo de punto de coser que da nombre a
una clase de pantalones con una tira que pasa por debajo del pie,
semejantes a los que estuvieron de moda hace algunos años en-
tre las mujeres, pero estos que tratamos eran para los hombres.
Estricallada s. f Revoltijo, desorden. "Lo tenebas to fecho una es-
tricallada".
Estricallar v. tr. Romper, destrozar, dañar.
Estricallau adj. Roto, destrozado. Dícese de la herida sin rotura.
Fig. Cansado, agotado, deslomado.
Estrinchoniar v. tr. Vid. escortaziar.
Estripatorruecos adj. Palurdo.
Estrolicar v. tr. Hablar mucho, parlotear.
243
Estroliquiar v. tr. Variante del anterior. "Emos estau estroliquiando".
Estruzia s. f Astucia.
Estufalludo adj. Espeso, denso. Referido al pelaje: "O gato tiene
una coda más estufalluda".
Esturrufar-se v. refl. Ponerse erizado un animal, o ahuecar sus alas
un pájaro, hinchándose. Fig. Despeinarse.
Esturrufau adj. Erizado. Fig. Despeinado.
Esturrufiau adj. Variante de la anterior.
Esturrumbiar-se v. refl. Dejarse caer a rastras o rodando por una
pendiente.
Esturruzar-se v. refl. Vid. estorrozar-se.
Estusiquiar v. intr. Vid. tusir.

Faba s. f Denominación festiva del pene.


Fabas s. f pl. Habas.
Fabirol adj. Cuentista, mentiroso.
Fabo s. m. Bot. Haya.
Fabeta s. f Fruto del haya.
Fachana s. f Porción de hierba situada en una cuesta de dificil acceso.
Fago s. m. Haya. Solo documentado en As Billostas. Cfr. cat. faig.
Fagüeño s. m. Aire caliente, que derrite la nieve.
Faichana s. f Vid. fachana.
Faina s. f Tarea. Cfr cat. feina.
Faixana s. f Vid. fachana.
Faja s. f Franja de tierra de labor, comunmente de forma rectangular.
Fajuelo s. m. Sarmiento.
Falaguera s. f 1. Deseo sexual. 2. Fijación. 3. Calor intenso: "Bie-
ne una falaguera de Cristo Padre".
244
Falaguero adj. Halagador.
Falagón adj. Como falaguero.
Falca s. f Cuña de hierro para partir madera. Cfr. cat. falca.
Falcada s. f La mies que se recogía con la mano al segar.
Falcón s. m. Ornt. Halcón. Cfr oc. falcon, cat. falcó, fr. faucon...
Parece nombre genérico para algunas rapaces. En Paúls es el
Milvus milvus. Milano real.
Falderiquero adj. Faldero.
Faldón s. m. Prenda que crubría los pañales. Se heredaba de una ge-
neración a otra o era confeccionado por la gestante durante el
embarazo.
Falloba s. f Falleba.
Falsa s. f Desván, buhardilla.
Falz s. f Hoz. Cfr. cat. falg, oc. fals.
Falzilla s. f Ornt. Apus apus y Apus pallidus. Vencejo común y ven-
cejo pálido respectivamente.
Fambre s. f Hambre. Cfr cat. y oc. fam.
Fambroso adj. Hambriento.
Familietas s. f pl. Los hijos pequeños.
Fano adj. Hueco, fofo, p. ej. las nueces y almendras o, en el trigo,
los granos que se quedan sin granar.
Fantesía s. f Fantasía.
Fantesioso adj. Fantasioso.
Faramalla s. f Ramas chuponas que nacen en el tronco, sobre todo
de los olivos, chupando su savia.
Farandolero adj. Hablador, trapacero.
Farcha s. f Facha, aspecto.
Fardar v. intr. Presumir.
Farfallar v. tr. Balbucear.
Farfalloso adj. Tartajoso.
245
Farina s. f Harina. Cfr cat. y oc. farina, fr. farine, it. farina, port.
farinha...
Farinazo s. m. Descaro, contestación grosera.
Farinetas s. f pl. Plato tradicional a base de harina de panizo.
Farnaca s. f Cría de la liebre.
Fartalla s. f Comilona, hartazgo.
Fartar v. tr y prnl. Hartar. Cfr. cat. afartar. Fartar-se como un güei.
Fartera s. f Hartazgo.
Fartizo adj. Muy harto, que ha comido mucho.
Farto adj. Harto.
Fascal s. m. Vid. trezenal.
Fastioso adj. Fastidioso. Cfr cat. fastigós.
Fatera s. f Vid. fateza.
Fateza s. f Tontería, necedad.
Fato adj. Tonto, necio.
Faxana s. f Vid. fachana.
Fazienda s. f 1. Hacienda. 2. Suceso, hecho.
Faziendoso adj. Hacendoso.
Fecho part. Hecho. Forma híbrida generalizada que ha venido a sus-
tituir la propia feíto. "¿Beis?, l'has fecho plorar".
Feito part. Participio del verbo fer extinto hace unas pocas décadas.
Cfr cat. fet (catalán ribagorzano feit).
Femar v. tr. Estercolar. Cfr. cat. ferrar.
Femera s. f Estercolera.
Fenal s. m. Prado.
Fer v. tr y refl. Hacer. Cfr. cat. fer, oc. far o fer, fr. faire. Existen nu-
merosas perífrasis con el verbo fer, he aquí algunas de ellas: fer
aparatos: gesticular, hacer aspavientos, fer aprezio: condescen-
der a una invitación, fer bondá y fer buena güebra: portarse
bien, dejar buena impresión, fer caso: atender, fer castañetas:
rechinar, fer comedias: protagonizar una situación de ridículo,
246
fer de buen estar: resultar agradable estar: "aquí fa de buen es-
tar, mejor que en o sol", fer duelo: tener lástima, fer festetas:
hacer mimos, caricias, fer fuineta: faltar a clase (cfr. cat. fer
fugina), fer garras: echar a andar, fer licotes: cocinar
descuidadamente, fer mal: doler, fer mals: dañar, fer momos:
gesticular burlescamente, fer mondonguillas: hacer pelotillas,
fer morisquetas: acariciar, fer morros: poner mala cara, enfa-
darse, fer nonón: dormir, se dice a los niños (cfr. cat. fer nones),
fer olor: oler, fer onra: servir de utilidad, fer orellas: poner
atención en algo, fer pitos: chasquear los dedos, fer rabosa:
quedarse un vehículo atascado en el barro, fer remango: ame-
nazar con el brazo, fer traína: abrir un sendero en la nieve, fer
zambra: hacer ruido, fer zeprén: hacer palanca, fer zeribeques:
hacer jeribeques, gestos, fer zimbel: poner la miel en los labios,
fer a bota: se dice de los niños enfadados que se ponen a hacer
pucheros (en Bielsa dicen fer el bot), fer a pezquiña: meter ci-
zaña, fer a ploramica: gimotear, hacerse la víctima, fer a san-
tisma: fastidiar, fer a lana: molestar, fer a zegalleta: clucar el
ojo, fer o cocolled: juntar todas las puntas de los dedos (se ha-
cía de niños para demostrar que se resistía al frío y, sobre todo,
en la escuela los alumnos que decían alguna palabra en arago-
nés recibían un "pedagógico"golpe de regla en la punta de los
dedos), fer o finflán: hacerse el despistado, hacerse el sueco, no
fer o morro do: no caer esa breva, fer o run run: ronronear, fer-
se a chanza: hacerse la burla, fer-se a molla: burlarse, fer-se a
riseta: reírse hipócrita o burlonamente, fer-se cargo: hacerse a
la idea, ponerse en el lugar de uno, fer-se cruzes: no dar crédi-
to, asombrarse ("me'n foi cruzes "), fer-se memoria: recordar,
fer un esbrunze: realizar un movimiento brusco, fer un poder:
intentar, fer-se una clucadeta: echarse un sueñecito.
Ferfed s. m. Lyristes plebejus. Cigarra.
Ferfeta s. f Insecto menor que el anterior, tal vez sea la Cicadetta
montana o algún otro de la familia de los Cicadélidos, pero no
es en absoluto un sinónimo de aquel.
247
Ferradura s. f Herradura. Cfr. cat. y oc. ferradura
Ferrar v. tr. Herrar. Cfr. cat. y oc. ferrar.
Ferraría s. f Herrería. Cfr. oc. ferraria.
Ferrecallo s. m. Vid. ferrincallo.
Ferrería s. f Vid. ferraría.
Ferrero s. m. Herrero.
Ferreros s. m. pl. Libélulas. Nombre más general que el de quita-
ojos (vid.) con el que se conocen los diversos insectos del Or-
den de los Efemerópteros y alguno del de los Odonatos. El
nombre es una metáfora tomada de la herrería al poner en agua
los hierros candentes, pues estos animales siempre van por el
agua. Lo he registrado también a mis informantes de Muro de
Bellos y Moriello de San Pietro. En esta última población re-
ciben el nombre deferreros de barranqued, por ser abundantes
en un barranco próximo.
Ferrete, dar loc. Dar caña. Arrerar.
Ferrincallo s. m. Harapo, cosa de poco valor.
Ferrunchón s. m. Hierro viejo e inservible.
Ferrunchoniar v. tr. Trastear con hierros y chatarra.
Fesumía s. f Aspecto, fisonomía. "Que fesumía más paizida".
cat. fesomia.
Fezegada s. f Sedimento, poso, las heces del vino.
Fezeguero s. m. Agujero en la cuba para extraer lafezegada del vino.
Ficamorro, a loc. adv. Beber directamente del agua, como hacen
los animales.
Ficar v. intr. Introducir. Y refl. Quedarse clavado, apretar algo incó-
modamente: "Se me fica esta silla, que está mui dura". Cfr.
cat. y oc. ficar.
Fideus s. m. pl. Fideos. Cfr cat. fideus.
Fiemo s. m. Estiércol. Cfr cat. fem.
Fiero adj. Feo.
248
Fierro s. m. Hierro.
Figa s. f Higo verde. En un registro festivo alude al sexo de la mu-
jer. Cfr cat. y oc. figa.
Figa de flor s. f Metáfora alusiva al sexo de la mujer.
Figado s. m. Hígado.
Figón s. m. Higo negro.
Figón de flor adj. Es un insulto, algo así como 'ingenuo, alma cán-
dida'.
Figonero s. m. Higuera que da higos negros, figons.
Figuera s. f Higuera que da higos verdes (o blancos). Cfr. cat. figuera.
Filar v. tr. Hilar. Cfr cat. y oc. filar.
Filio s. m. Hijo. Voz en desuso. Cfr cat. fill, oc. filh, fr. fils, it. fi-
glio, port. filho...
Filo s. m. Hilo. Cfr cat. y oc. fil.
Filorcha s. f Hilacho.
Filosa s. f Residuos del rastrillado del cáñamo.
Finflán adj. Pasmarote. Dícese de la persona que está quieta, sin
moverse.
Firme adv. Indica intensidad: "Firme chilar".
Fito fito loc. adv. Fijamente: mirar fito fito.
Fizar v. tr. Picar un insecto o reptil. Cfr. cat. y oc. fiblar.
Fizón s. m. Aguijón.
Flaire s. m. Fraile.
Flama s. f Llama. Cfr cat. y oc. flama, fr. flamme.
Flamarada s. f Llamarada. Cfr. cat. flamarada.
Flocho adj. Flojo, débil. Cfr. cat. floix.
Floco s. m. Fleco.
Florezer-se v. refl. Pudrirse, pasarse una sustancia.
Floreziu adj. Pasado, podrido.
Flucho adj. Vid. flocho.
249
Fogaril s. m. Hogar. Cuando se quiere hablar "fino" recurren al hí-
brido hogaril.
Fogaza s. f Hogaza.
Foguera s. f Hoguera. Cfr cat. foguera. Las fogueras de San Antón
eran generales en todo Sobrarbe, mi informante de Erípol re-
cuerda haber contado de joven un total de cuarenta desde aque-
lla privilegiada posición. Por ser san Antón patrón de los ani-
males y siendo la caballería la principal fuerza de trabajo en el
pasado, en la noche de este santo se les cubría el lomo con ze-
nisas d'o fogaril antes de la salida del sol, con el fin de salva-
guardarlos de cualquier mal dau.
Foguiar-se v. refl. Encolerizarse, irritarse.
Foguiau adj. Encolerizado, irritado.
Folla s. f Filo de la navaja. Es occitanismo: oc. folha.
Follarasca s. f Hojarasca.
Follín s. m. Vid. fullín.
Fongos s. m. pl. Setas.
Foradar v. tr. Agujerear. Cfr cat. y oc. foradar.
Forato s. m. Forma antigua, y propia, del actualforau. Queda en to-
ponimia, p. ej. O Forato d'a Virgen, en Santa María d'a Nuez.
Forau s. m. Agujero. Cfr cat. y oc. forat.
Forca s. m. 1. Horca de agricultor. 2. Horca de ajos.
Forcancha s. f Horca para la paja.
Forcaña s. f Palo o rama en forma de horquilla.
Forcaño s. m. Como forcaña.
Forcón s. m. Tipo de forca con pugas irregulares.
Foricón s. m. 1. Atizador de las brasas, y por extensión cualquier
palo para hurgar. 2. Agujero muy grande. Es conocido con es-
te nombre el que se practicó en el Entremón, durante las obras
del embalse de Mediano, para que pudiera pasar la última ge-
neración de nabateros.
Forigacho s. m. Escondrijo.
250
Fornada s. f Hornada. Cfr. cat. y oc. Rimada.
Forniar v. tr. Hornear.
Forniga s. f Hormiga. Cuando quieren hablar "fino" dicen `horni-
ga". Cfr. cat. y oc. formiga.
Forniguero s. m. Montón a base de aulagas y leña que tras quemar-
se era empleado como abono.
Forniquetiar v. tr. Vid. furoniar.
Forniu adj. Abarrotado.
Forno s. m. Horno. Cfr cat. y oc. forn.
Forón s. m. Vid. furón.
Forqueta s. f 1. Palo para empalar tomates, judías... 2. Tenedor rús-
tico de pastores. Cfr cat. forquilla, fr. fourchette.
Fosal s. m. Cementerio. Es más usado ziminterio. Cfr cat. fossar, oc.
fosar.
Fosco adj. Turbio. Aplicado al agua, al vino...: esta augua está fosca.
También se emplea, pero menos, referido al cielo encapotado.
Fosqueta s. f Es la señal (o siñal) del ganado ovino, hecha en las
orejas. Se puede practicar ta debán o t'atrás, ya sea en la ore-
ja izquierda o la derecha. La distinta combinación precisa la
propiedad de cada ganado. Ha sido algo tradicionalmente muy
respetado.
Fote! interj. Algo así como ¡caray! Aunque el lector sabrá encontrar
una traducción menos "académica"...
Fotins s. m. pl. Machos de las alaigas. Es un derivado del verbo fo-
ter, todavía usado en variedades como el belsetán o el benas-
qués, y en cat. y oc. fotre.
Fozín adj. Persona ruin, falsa, sucia interiormente.
Fozins s. m. pl. Vid. fotins.
Frachenco s. m. Cría del cerdo hasta los dos años.
Frachin s. m. Fresno.
Francho s. prop. Francisco.
251
Fraxenco s. m. Vid. frachenco.
Fraxin s. m. Vid. frachin.
Frechuras s. f pl. Entrañas, vísceras.
Fresau adj. Trigo molido roto que se cocía con tocino frito.
Friolenco adj. Friolero. Vid. enfrioliu.
Fritada s. f Comida a base de carne frita que se llevaba al campo.
Cualquier plato con frituras.
Frito part. Frito.
Frontera s. f Fachada.
Frontinazo s. m. Encontronazo, golpe.
Fuellas s. f pl. Hojas de los árboles. Solo documentada en As Bi-
llostas.
Fuguera s. f Vid. foguera.
Fuina s. f Se aplica tanto a la 'marta' como a la 'garduña'. Si con-
viene precisar se alude al color del papo. Cfr. fr. fouine.
Fuir v. intr. Huir. Cfr cat. y oc. fugir.
Fulero adj. De poca calidad, falso.
Fullín s. m. Hollín.
Fumarro s. m. Cigarro.
Fumera s. f Humareda.
Fumo s. m. Humo. Cfr cat. y oc. fum, fr. fumée, it. y port. fumo...
Fundir v. tr Hundir.
Furo adj. Indomable.
Furón s. m. Vid. forón.
Furoniar s. m. Fisgonear a escondidas en una casa, rebuscar por los
muebles. Cfr. rechirar, con un significado semejante al de este
verbo.
Furtainers s. ni. pl. Hucha.
Furtar v. tr. Hurtar, robar. Cfr cat. y oc. furtar.
Fusada s. f Lo que cabe en el huso.
252
Fuso s. m. Huso. Cfr. cat. y oc. fus.
Fustero s. m. Carpintero. Es voz arcaica, también hay un apellido
de este nombre. Cfr. cat. fuster, oc. fustier.
Fustez, Os s. m. pl. Así se denominan las tres estrellas que confor-
man el cinturón de la constelación de Orión.
Fustiar v. tr. Cepillar la madera, hacer trabajos de bricolaje en casa.
"Mia, está fustiando".
Fuyir v. intr. Vid. fuir.

Gabacho s. m. Dícese del francés en registro familiar.


Gabia s. f Jaula. Voz rara, quizás se trate de un occitanismo más
que añadir a la larga lista de préstamos hermanos de Oc en
nuestra lengua pirenaica. Cfr. cat. gábia, oc. gabia.
Gabiño s. m. Repisa de la ventana.
Gachapo s. m. Cría del conejo.
Gafes s. m. pl. Corchetes. Piezas de metal que se introducen en la ca-
vidad de otra para sujetar una pieza de vestido. Cfr cat. gafets.
Gai s. m. Ornt. Garrulus glandarius. Arrendajo común.
Galabardera s. f Escaramujo. Es tradición que peinarse bajo esta
mata da suerte. También se usan sus bayas para la próstata, to-
mándolas cuatro días cocidas con agua.
Galapatillo s. m. Graphosoma italicum. Chinche. Es también un
nombre genérico que comprende a los garrapatillos, a los chin-
ches y se denomina igualmente así uno, de color marrón claro,
que se come el trigo cuando está granado.
Galapatoniar v. intr. Gatear. Fig. Trajinar, ir de aquí para allá: "To'l
día galapatoniando".
Galapatons, á loc. adv. Ir a gatas.
Galbán adj. Perezoso.
253
Galchofa s. f Vid. garchofa.
Galchofera s. f Vid. garchofera.
Galed s. m. Tapón de la bota de vino.
Galleta s. f Vid. caldereta.
Gallín s. m. Calima.
Gallineta ziega s. f Ornt. Caprimulgus ruficollis y Caprimulgus eu-
ropaeus. Chotacabras pardo y chotacabras gris respectivamente.
Gallos s. m. pl. Bot. Quizás sea la Upupa epops.
Galochar v. tr. Meterse un animal o persona en terreno húmedo.
"To lo está galochando".
Galochas s. f pl. Especie de calzado muy resistente, elaborado con
piel de buey sin curtir y suela de madera.
Gambada s. f Paseo. "Me'n boi una gambada". Cfr cat. gambada.
Gambeto s. m. Chaquetón.
Ganau s. m. Ganado.
Gancha s. f Bastón.
Garba s. f Mies segada y tendida en la era antes de ser trillada.
Garchofa s. f Alcachofa. Cfr. cat. garxofa.
Garchofera s. f Planta de las alcachofas.
Garchola s. f Calabozo, cárcel. "Lo metió a la garchola". Cfr. cat.
garjola.
Gardancha s. f Bot. Vid. gardincho.
Gardanchina s. f Vid. engardachina.
Gardancho s. m. Bot. Vid. gardincho.
Gardincho s. m. Bot. Cardencha.
Gargaled, á loc. adv. Modo de beber del porrón levantándolo.
Gargaleta, á la loc. adv. Variante de la anterior.
Gargallo s. m. Escupitajo.
Gargamela s. f Garganta, nuez de Adán.
Garganchón s. m. Garganta.
254
Garigolo s. m. Recinto pequeño y sin luz.
Garingolos s. m. pl. Sin identificar. Formaba parte de una cancionci-
lla infantil. Ch. R. Usón me informa de que documentó esta voz
residual en el valle de Broto con el significado de 'garbanzos'.
Garnacha s. f Una variedad de uva, hay garnacha gorda y menuda.
Garra s. f Pierna.
Garrancha s. f Trozo de rama a modo de perchero para colgar en-
sundia.
Garrapescaire s. m. garza real. Fig. adj. alto: "Mia-te parece un ga-
rrapescaire".
Garrapito s. m. Un tipo de cencerro.
Garriar v. intr. Mover las piernas.
Garrilla adj. Listo, agudo (Sasa).
Garrofa s. f Bot. Algarroba.
Garrofero s. m. Bot. Algarrobo. Cfr. cat. garrofer.
Garrón s. m. Talón.
Garroso adj. Que camina con las piernas juntas.
Garrulero adj. Garulo.
Garufo adj. Ufano, chulo. "Ixe gallo ye mui garujo
Garza s. f Urraca. Cfr cat. garsa.
Garzón s. m. Cría de la garza.
Gato montesino s. m. Gato montés.
Gaucha s. f Arnica. Árnica montana.
Gayata s. f Cayado. Cfr cat. gaiata.
Gazpiau adj. Dícese de un tejido compuesto de dos colores, no ne-
cesariamente blanco.
Glans s. m. pl. Fruto del roble. Cfi: cat. glans.
Glarimas s. f pl. Lágrimas.
Glera s. f 1. Cauce pedregoso del río. 2. Pedriza. "No baja una go-
ta d'augua por iza glera".
255
Golondrina peñazquera s. f Ornt. Hirundo rupestris. Avión ro-
quero. La onomatopeya del ruido que emiten las golondrinas
en general fue imitada así por un informante: imoqusuut!
Golondrina petrusquera s. f Otra forma para el anterior ave.
Gomitaízo s. m. Vómito.
Gomitar v. tr. Vomitar.
Gordo adj. Mayor. Se aplica a personas (y animales). "Ya yes
gordo".
Gorga s. f Pozo en un río.
Gorgollar v. intr. Hervir el algua con fuerza, produciendo burbijas.
Vid. borbotiar.
Gorgollo s. m. Burbujas en el agua.
Gorrero adj. Gorrón.
Gorriñón s. m. Cochinillo.
Gorros s. prop. Llaman así a los de Castillazo.
Gorrotilla s. f Vid. Corrotilla.
Gosar v. tr. Soler, acostumbrar. "Ya gosan benir, ya". Cfr. gosar.
Goted s. m. Trago pequeño, sorbo.
Goyatero s. m. Pastor de bueyes.
Goyo s. m. gozo. En desuso.
Gralla s. f Ornt. Se denomina así, a juzgar por la descripción del
pico amarillo, a la Pyrrhocorax graculus. Chova piquigualda.
También la chova piquirroja recibe este nombre. Indepen-
dientemente de que pueda ser el Corvus frugileus. Graja. Pare-
ce, pues, otro término genérico.
Grallar v. intr. Graznar.
Gramadera s. f Agramadera.
Gramar v. tr. Agramar el cáñamo. v. intr. Rebuznar.
Gramen s. m. Bot. Grama.
Gramiu s. m. Bramido, rebuzno.
Granosa adj. Dícese de un tipo de pera granulada.
256
Grencha s. f Cresta o paso estrecho entre piedras.
Grenchera s. f Crestón.
Griba s. f Criba.
Grilleta s. f Para la mayoría esta denominación comprende tanto al
grillo común o campestre (Gryllus campestris) como al do-
méstico (Acheta domestica).
Grillo s. m. Ephippiger ephippiger. Efipígera. Son muy abundantes en
Tierra Buxo (algunos descerebrados se dedican a rebanarlos).
Hay quien llama petingana a ese insecto y grillo al grillo domés-
tico (Acheta domestica), denominando grilletas a los campestres.
Grinchón s. m. Peñasco, prominencia rocosa. Cfr. con guinchón,
del que es sinónimo, pues ambas significan también una pun-
ta saliente que queda tras la poda.
Grinchonazo s. m. Desgarro en la ropa.
Gripia s. f 1. Escolopendra. Es voz muy extendida. En algunos
pueblos de Tierra Buxo se denomina con este nombre al lución.
2. adj. Dícese de la mujer de armas tomar.
Griso/a adj. Masc. y fem. del color gris. "Nusotros tenébamos una
burra grisa".
Gronjiar-se v. refl. Regocijarse.
Gronjiau adj. Agasajado, atendido, servido.
Grúa s. f Zoo. Grulla común.
Gruda s. f Zoo. Otra forma para grúa.
Grumo s. m. Tipo de col.
Guaire adv. Mucho. Solo tras negación. "No n'hai guaire". Cfr. cat.
gaire.
Guairón, á lo loc. adv. Vid. bislai, de.
Gualba s. f Restos de paja que se aprovechan para fiemo.
Guallardo adj. Hermoso, de buen aspecto.
Guambra s. f Sombra (Paúls).
Guambrera s. f Umbría (Paúls).
257
Guarán s. m. 1. Garañón. 2. Fig. Hombre mujeriego.
Guarda loc. verbal. Viene a significar ' ¡vete a saber!' o algo seme-
jante, es francamente dificil de traducir: "¡Guarda si el lo sa-
brá!". También es usual en el aragonés oriental.
Guardacarnes s. m. Antiguo recipiente cúbico protegido por una
tela mosquitera que servía para conservar la carne.
Guardafuentes s. m. Tritón.
Guardar v. tr. Guardar.
Güebra s. f Surco al labrar.
Güega s. f Linde.
Güegar v. intr. Lindar.
Güego s. m. Huevo.
Güei s. m. Buey.
Güella s. f Oveja.
Güello s. m. Ojo. Es voz extinta.
Güembro s. m. Hombro.
Güeña s. f Boñiga.
Güerto s. m. Huerto. A diferencia del ortal, este no se encuentra
próximo a la casa.
Güeso s. m. Hueso.
Güexque! interj. Voz para indicar a las caballerías que giren a la iz-
quierda.
Guicha s. f Bot. Guija.
Guichons s. m. pl. Bot. Yeros.
Guinchón s. m. Vid. esguinchón.
Guineu, mala adj. Dícese de la persona revoltosa, que no para.
Guita adj. Bestia dificil de domar. Una mula guita no lo era tanto
por su natural sino por el mal trato que el dueño le daba.
Gurrión s. m. Ornt. Passer domesticus. Gorrión común. Es genéri-
co para las otras clases de gorriones.
258
Gurrutilla s. f Bot. Vid. corrotilla.
Gustar v. tr. Degustar, saborear, catar. Cfr fr. goúter.

I
1 adv. Posee diversas funciones (vid. 4.4.2.2). "que i estaba don
Juan; ahora que i pienso". Cfr cat. hi, oc. i, fr. y.
Ibierno s. m. Invierno.
Ilesia s. f Iglesia.
Inamorar-se v. refl. Enamorar-se. Cfr. it. innamorare.
Inamorau adj. Enamorado.
Indizión s. f Inyección.
Infiesto adj. Enhiesto. Permanece tan solo en toponimia: A Faxana
Infiesta, en la zona de Paúls.
Inorar-se v. prnl. Tener añoranzas de tu tierra y tus gentes.
Intinzión s. f Intención.
Ir-se-ne v. prnl. Existen con este verbo diversas construcciones con
segunda persona del imperativo que conminan a la persona
molesta a irse: bes-te-ne á escampar a boira, bes-te-ne á muir
luecas, bes-te-ne á espiojar...
Iste adj. y pron. demost. Este. El cuadro completo es iste, ista, is-
tos, istas, isto. Está en vías de extinción, solo es empleado por
los muy ancianos.
Ixamplar v. ti: Abrir ampliamente, ensanchar. Voz en desuso. Cfr.
cat. eixamplar, oc. eisamplar.
Ixe adj. y pron. demost. Ese. Sus formas son ixe, ixa, ixos, ixas, ixo.
Suena claramente el fonema fricativo, aunque puede oírse en
ocasiones la forma más relajada iche, registrada en Lezina, po-
blación muy cercana al Semontano donde esta desfonetización
está muy generalizada.
259
Ixena s. f Planta por identificar, es parasitaria y similar al cha-
rrachón.
Izir v. tr. Vid. dizir.

Jada s. f Azada.
Jada gallón s. m. Vid. bigós.
Jalma s. f Enjalma.
Jambrar v. tr. Enjambrar.
Jambre s. m. Enjambre.
Jarmentar v. tr. Recoger los sarmientos.
Jauto adj. Soso.
Jenzo s. m. Bot. Ajenjo.
Jeta s. f Grifo, espita.
Jibar v. tr. Fastidiar, molestar.
.liban adj. Fastidiado, molesto.
.libo! interj. Semejante a fote!
Jobar s. m. Ajuar.
Jolio! interj. Indica admiración o sorpresa.
Joriar v. tr. Ventilar, orear.
Juan Ralla s. prop. Personaje de la tradición oral, conocido en Biel-
sa, Bestué o Chistau como C huan Ralla, en Puertolas como
Silbán, en la Guarguera como L'ombre-choto y en los más di-
versos lugares recibe nombres más modernos como arangután
o golagután. En palabras de un informante de Elsón: "Uno
que estaba por os montes y pa coger-lo le fizon unos pantalons
de bimbre".
Juanlanas adj. Vid. malfarchau.
Juela s. f Azuela.
260
L
Labios s. m. pl. Labios. Entre algunos usuarios del aragonés común
existe el vicio de evitar esta voz, recurriendo solo al empleo de
morros. En realidad esta última corresponde solo al registro fa-
miliar. Cfr. cat. els llavis y els morros.
Laco s. m. Depósito para recoger el vino del trujar.
Lacra s. f Golpe en una fruta.
Lagaña s. f Legaña.
Lagañoso adj. Persona que lleva los ojos llenos de legañas.
Laitonero s. m. Vid. llitonero. Esta variante parece reducirse al área
comprendida entre Guaso y Santa María de Buil y seguir el
curso del río Zinca, p. ej. en Muro de Bellos: leitonero. En el
curso del río Ara también debe de ser laitonero forma usual,
pues es la empleada en Broto. En nuestra comarca parece más
general litonero.
Lambreño adj. Flaco.
Laminar v. tr. Lamer.
Laminero adj. Goloso. Cfr cat. llaminer.
Lamins s. m. pl. Golosinas.
Lampa s. f Lámpara.
Lampar v. intr. Pasar hambre: "Os gatos como lampan de gana". Lo
recogo así porque así fue oído, pero creo que es un mal uso y
en realidad se trata de un verbo pronominal, tal como se usa en
Ribagorza "llampar-se per..." y como lo registra MARTÍNEZ.
Lamparazo s. m. Trago de vino.
Lamparón s. m. Mancha de alimento o bebida.
Langardachina s. f Vid. engardachina.
Langardacho s. m. Vid. engardacho.
Langarto s. m. Vid. engardacho.
Langosto s. m. Saltamontes. El plural es langostos, pero a partir del
puerto de San Crapás y por todo el Semontano de Balbastro es
261
langostes. Es denominación que comprende todos los miem-
bros de la familia de los Tetigónidos.
Lanternazo s. m. Golpe propinado con un objeto.
Lanzetazos s. m. pl. Pulsaciones nerviosas, palpitaciones.
Lapo s. m. Bofetada.
Laso adj. Vacío.
Lastón s. m. Bot. Planta gramínea. Agropyrum pungens.
Lastra s. f Vid. liastra.
Latazín s. m. Bot. Euforbio.
Latón s. m. Lechón. Poco usada, se emplea más chinón.
Lazena s. f Alacena, armario.
Leba s. f Porción de tierra húmeda con raíces que se corta con el
azada.
Lebón s. m. Gleba, terrón.
Lechala s. f Cría de la yegua.
Lemaco s. m. Mocos de las ovejas, flemas.
Lembriz s. f Lombriz. Es un claro castellanismo. Solo he registra-
do la voz patrimonial remelico en un uso figurado (vid.) pero
no aparece con su significado propio de 'lombriz' que sí se em-
plea más al norte, p. ej. en Banastón, Moriello de San Pietro,
Piarruego o Muro de Bellos.
Lenastro s. m. Piedra de lenera.
Lenera s. f Roca viva.
Lera s. f Vid. glera.
Leremico adj. Vid. remelico.
Lesna s. f 1. Pasillo marcado en una faja para marcar la línea de la-
branza. 2. Punzón para coser en cuya punta está el agujero de
enhebrar la aguja.
Lesniador s. m. Instrumento para hacer una lesna.
Lesniar v. tr. Marcar una lesna, con el lesniador o en su defecto con
cañas, bojes, romero.
262
Letiguiar v. intr Litigar, discutir.
Letrera s. f Bot. Lechetrezna.
Leyer v. tr. Leer. En desuso.
Lezina s. f Encina. Voz arcaica, se emplea más carrasca.
Liastra s. f Barba de la espiga en los cereales.
Libianos s. m. pl. Pulmones, tanto de animal como de persona.
Libra s. f Vid. midas.
Licote s. m. Alimento que ha quedado caldoso, con mucha agua.
"¡Menudo licote s 'ha fecho! ".
Licotiar v. intr. Hacer potingues. Vid. fer licotes.
Liebre s. f Zoo. Liebre.
Liedra s. f Bot. Yedra.
Lifara s. f Merendola. Comida de ámbito más restringido que la bi-
rolla (vid.).
Ligallo s. m. Atadura vegetal en fajos de leña, nabatas...
Ligar v. tr. Atar. Cfr. cat. lligar.
Limaco s. m. Zoo. Babosa. Es más empleado baboso.
Lingo londango loc. adv. Realizar un movimiento lento y cimbreante.
Lisiar-se v. refl. Lisiarse, lesionarse.
Litonero s. m. Bot. Almez.
Litons s. m. pl. Bot. Fruto del almez.
Liza s. f Bramante. Una imprecación: "¡Ya cagarás liza! ".
Lizión s. m. Lección. Cfr. cat.
Llastra s. f Vid. liastra.
Lobo zerbal s. m. Extraño animal que solo se bebía la sangre de sus
víctimas: o lobo zerbal que chupa a sangre y deja a canal. Coin-
cido con R. VIDALLER en que se trata del lince. Evidentemente
dicho felino no tiene tan raro hábito. C.fi: cat. llop cerval 'lince'.
Lobos s. prop. Apodo que comprende a todos los habitantes de Buil
y sus caseríos y aldeas. Hacia finales del siglo XIX desapare-
263
cieron los lobos del Sobrarbe y parece que los últimos debie-
ron de rondar por las sierras de Buil. Entre 1890 y 1895 murió
el último que merodeaba por Tierra Buzo, nos ha llegado co-
nocido con el apodo de o lobo cocho, ya que perdió una pata
al caer en un cepo. Se decía que solamente se acercaba a los re-
baños cuidados por mujeres.
Locada s. f Pollada.
Lolo s. m. Hace medio siglo era voz usual en toda la comarca. Me
alertó sobre su pista la existencia de dos microtopónimos en
Castillón: o cuarto lolo y o güerto lolo. Posteriormente he con-
firmado un anterior uso en el resto de poblaciones del Sobrar-
be. Era además voz muy usada en pueblos de Sarrablo, como
Letosa o Bagüeste, p. ej. Parece que después se puso de moda
el uso de yayo, proveniente de las ciudades, voz que era tenida
por "más fina" y que ha acabado casi sustituyendo a la patri-
monial /o/o.
Loquear v. intr. Cloquear.
Lorda top. oc. Lorda, fr. Lourdes.
Lorza s. f Pliegue en un vestido o en las propias carnes.
Loseta s. f Pizarra manual que los niños usaban en la escuela hace
cuatro décadas.
Lucano s. f Lugano.
Lueca s. f Gallina clueca.
Luego adv. Pronto.
Luello s. m. Bot. Lolium. Ballico.
Luenga s. f Lengua (órgano).
Lugar s. m. Pueblo. Cfr. cat. ribagorzano lloc.
Lugarón s. m. Población de más de dos casas.
Lulo s. m. Grano o semilla de algunos frutos.
Lupo s. m. Lobo. Voz extinta. Cfr. it. lupo.
Luzero s. m. Tea de madera de boj con la que antiguamente se ilu-
minaban.
264
Luzetas s. f pl. Luces espectrales y sobrenaturales que para los lu-
gareños evidenciaban la presencia de almetas en la noche de
difuntos.
Luziar v. tr. Hacer punta a cualquier instrumento de hierro calen-
tándolo.

M
Macatrullo adj. Tonto, torpe.
Machaganzas adj. Ocurrente, gracioso.
Macho s. m. Mulo.
Machorra s. f Hembra estéril.
Mairalesa s. f Muchachas jóvenes, normalmente un par, que vení-
an a ser lo que hoy llamariamos reinas de las fiestas, para en-
tendernos, aunque no se corresponda con exactitud.
Maitín s. m. Vid. maitino. Todavía usado por alguna persona.
Maitino s. m. Parte del día comprendida entre el alba y el mediodía.
Maitino, de loc. adv. Por la mañana. En desuso, rara.
Majo adj. Bonito.
Malacatón s. m. Melocotón. Lo considero un vulgarismo castella-
no, la forma aragonesa es presiego.
Malamén adv. Mal. Cfr. cat. malament.
Malbobisco s. m. Bot. Malbabisco.
Maldau s. m. Mal de ojo.
Malentía s. f Enfermedad. Cfr cat. malaltia.
Malfainero adj. Gandul. Cfr. cat. malfeiner.
Malfarchau adj. Desgarbado.
Malfiar v. intr. Desconfiar. Cfr. cat. malfiar-se, fr. méfier (se).
Malfiau adj. Desconfiado.
Malichot adj. Indispuesto, malucho.
265
Malinidá s. f Infección en una herida.
Mallacán s. m. Campo incultivable por tener roca en su subsuelo.
Mallar v. tr. Golpear con el mallo.
Mallata s. f Majada.
Mallera s. f Moradura (Paúls).
Mallo s. m. Mazo, martillo. Cfr. cat. mall.
Malmetedor adj. El que todo lo echa a perder.
Malmeter v. tr. 1. Echar a perder. "No sé como no se les malmeteba".
2. Derrochar. Cfr cat. malmetre.
Malmetiu adj. Estropeado.
Malnombre s. m. Mote, apodo. Cfr. cat. malnom.
Malparir v. tr. Abortar, aplicado tanto a animales como a personas.
Maltrazau adj. Poco mafioso.
Maltraziau adj. Variante de la anterior.
Mama s. f Mamá/madre. Las voces 'padre 'y 'madre' no se emplea-
ban hasta hace pocas décadas en el trato familiar. Ambas vo-
ces, como ha sido costumbre, sin usar el tuteo: ¿Qué quiere,
mama?
Mamagastro s. m. Una variedad de uva.
Mancha s. f Fuelle. Cfr. cat. manxa.
Manchanza s. f Conjunto de piojos y otros parásitos en el hombre.
Mancheta s. f Fuelle de menor tamaño en la fragua.
Manchón s. m. Fuelle de mayor tamaño en la fragua.
Manchurrir-se v. refl. Marchitarse.
Mandalejos s. m. Recadero, mensajero.
Mandarra s. f Mujerzuela.
Mandau s. m. Recado.
Mandil s. m. Tela recia para usos de recolección agrícola.
Mandileta s. j Tela para carrear que iba un fajo a cada lado de la
caballería.
266
Mandilón s. m. Tela grande y recia, para usos agrícolas.
Mandonguillas s. f pl. Pelotilla de suciedad o grasa que se forma
en la piel.
Mandurria s. f Bandurria.
Manguán adj. Perezoso, indolente, desgarbado.
Manimenos conj. Sin embargo, no obstante. Es muy usada.
Mans s. f pl. Manos. Forma ya extinta que todavía se podía oír
hace cinco o seis décadas a los más mayores en Tierra Buxo.
Manta, a loc. adv. En abundancia. "N'hai a manta".
Mantornar v. tr. Labor de arado en verano que sigue a la primera,
romper, que se realizó en primavera.
Mantudo adj. Enfermizo. Referido principalmente a las aves de corral.
Manzanera s. f Manzano. La primera vez que se cortaban las uñas
al niño, cuando tenía un año aproximadamente, se hacía siem-
pre debajo de una manzanera, con la idea de que fuera de ma-
yor un buen cantor.
Mápil s. m. Mecha de una vela. Buil y alrededores, Sasa... En pa-
labras de mi informante de Liners: "O mápil d'a bela u d'o
candil, más bien d'a bela regular". Parece que entre algunas
personas mayores del norte de la comarca se conoce la forma
sin vocal final.
Mapilo s. m. Forma posterior en el tiempo a mápil, ya que aparece
con vocal final cuando lo propio en aragonés es su pérdida. Es-
ta forma es más conocida que la anterior, hacia el sur de la co-
marca: Abizanda, Camparretuno, Erípol...
Maquina s. f Máquina.
Mardán s. m. Vid. mardano.
Mardano s. m. Carnero. Cfr cat. mardá.
Margoñal s. m. Vid. maroñal. Usado en Tierra Buxo.
Margüeño s. m. Vid. marueño. Usado en Tierra Buxo.
Marguin s. f Margen de un campo. Cfr. espuenda.
267
Marguinazo s. m. Marguin de gran tamaño e inclinación.
Marichuana s. prop. Nombre del personaje del romance homónimo.
Marina s. f Infección o mal a consecuencia de la humedad.
Marinetas s. f pl. Calzoncillos que llegan hasta debajo de la rodilla.
Maroñal s. m. Lugar de marueños (vid.).
Marraco s. m. Semental del cerdo, verraco.
Marronisco adj. Marrón.
Marruego s. m. Bot. Marrubio. Si tenían paludismo iban a orinar
todos los días al marruego, si este se moría se curaba la enfer-
medad.
Martingala s. f Enredo, trampa, embrollo, engaño. "Menuda mar-
tingala nos fizo uno que nos compró pinos y dispués no nos los
pagó". En cat. y cast. martingala, del fr. martingale.
Martolina s. f Gineta. Solo documentada al informante de Morca-
te. Cfr. ANDOLZ que la recoge en Nozito.
Marueño s. m. Montón de piedras.
Marzear v. intr Levantarse el fuerte viento de marzo.
Marzisquear v. intr. Variante del anterior.
Masadría s. f Masadería.
Masar v. tr. Amasar.
Mascarar-se v. refl. Enmascararse. Se hacía para carnaval con ho-
llín untado con aceite
Mascarau adj. Enmascarado.
Masito s. m. Cordero de un año.
Masto s. m. Macho de cualquier animal.
Matapán adj. Mal trabajador.
Matapullo s. m. Bot. Lirio.
Matazía s. f Matanza del cerdo.
Materia s. f Pus.
Matical s. m. Mata, arbusto.
268
Matizo s. m. Como matical.
Matraco s. m. Piedra grande para construcción.
Matujo s. m. Vid. Matical.
Matután adj. Terco.
Maular v. intr. Maullar.
Mayenco s. m. El tiempo del deshielo, en mayo.
Maziello adj. Mozo soltero.
Medico s. m. Médico.
Mediero s. m. Dícese del que va a medias con el amo.
Medodía s. m. Mediodía.
Medrar v. intr. Crecer.
Melico s. m. Ombligo. Cfr. cat. melic.
Melindre adj. Débil, enfermizo. "Menudo melindre no está fecho".
Meliquiellos s. m. pl. Planta que se cría junto a olivos, almendros y
al borde de los caminos. Medicago orbicularis.
Melón d'augua s. m. Sandía. Cfr. cat. meló d'aigua.
Memorias! s. f pl. Saludos, recuerdos: "Da-le memorias".
Menanzio adj. Persona de pocas entendederas.
Menchuza s. f Comida de los animales, despojos de legumbres.
Fig. comida de mala calidad.
Menistro s. m. Ministro.
Menudillos s. m. pl. 1. Salvado fino. 2. Vísceras de los animales.
Merezina s. f Medicina.
Meriñaque s. m. Miriñaque.
Merito, tener Tener utilidad. Para los montañeses, en materia de
plantas o animales no hay dificultad en dar con el nombre ver-
náculo si aquellos tienen alguna utilidad; medicinal las plantas,
gastronómica los animales. En caso contrario aparecen nombres
genéricos, p. ej. esparberos, que agrupa a toda rapaz que vuele,
o potrecons, que comprende todos los hongos venenosos...
269
Mesache s. m. Vid. misache.
Mesterio s. m. Misterio.
Mestura, pan de Así se denominaba al pan de centeno.
Mesura s. f Medida. Cfr. cat. mesura.
Metá s. f Mitad. Cfr cat. y oc. meitat.
Meter v. tr. Poner. Cfr. fr. mettre. Existen algunas locuciones con es-
te verbo: meter en baras y meter en trena, meter en cintura;
meter en pezquiza, liar, enemistar; a to meter, a toda pastilla.
Miaja adv. Vid. mica.
Mialica s. f Bot. Medicago sativa. Mielga o alfalfa silvestre.
Miaular v. intr. Vid. maular. Cfr. fr. miauler.
Mica adv. Un poco. Cffr cat. y oc. mica.
Midas s. f pl. medidas. De longitud: bara = 4 palmos, 80 cm, pal-
mo = 20 cm, fumo = 15 cm. De peso: carga = hasta 100 kg,
quintal = 4 arrobas, 50 kg, arroba =12,5 kg, libra = 12 onzas,
333 o 350 g, almud = 1,50 kg, fanega =12 almudes, doble = 10
almudes, caíz = 8 fanegas, cuartal = 8 kg. Para el vino: nietro =
16 cantaros, 200 L, cantaro = 12 L, jarro = 1 L. El aceite se
medía en libras, cuartillos y cuarterons.
Miel s. f Miel. Un charrazo: "No ye o mesmo comer a miel que ca-
gar a zera".
Mielsa s. f Bazo. Fig. Pachorra: "¡Qué mielsa tiene! ". Cfr cat. y
oc. melsa.
Mielsudo adj. Persona tranquila.
Millor adv. y adj. Mejor. Voz extinta. Cfr. cat. millor, oc. melhor.
Minchar v. tr. Comer. Poco usado. Cfr. cat. y oc. menjar, fr. manger,
it. mangiare...
Mincharra s. f Lirón careto.
Minchuza s. f Vid. menchuza.
Mindán adj. Persona descuidada, informal. Proviene del francés
mendiant `mendigo'.
270
Minga s. f Término festivo para el pene.
Minglana s. f Granada. Cfr. cat. magrana.
Minglanera s. f Granado.
Mingoleta s. f Nombre que recibe el pene del niño.
Mingorra s. f Aumentativo de minga.
Mingua s. f Mengua.
Miojo s. m. Escuezno de la nuez.
Miquetero adj. Persona a quien le gustan las minucias, la comida
en trozos menudos.
Mirla s. f Ornt. Turdus merula. Mirlo común.
Misache s. m. Muchacho. Cfr. cat. mesatge.
Mistos s. m. pl. Cerillas. Cfr. cat. mixtos.
Mobiente s. m. La parte de la hacienda que da beneficios: ganado,
sembrados.
Mocador s. m. Pañuelo. Cfr. cat. mocador.
Mocar-se v. refl. Sonarse la nariz.
Mocha adj. Cabra descornada.
Mochilón s. m. Placenta.
Mocholeta s. f Ornt. Lechuza.
Mochuelo s. m. Mochuelo.
Mojadura s. f Rocío.
Molín s. m. Molino. Voz usual en el primer tercio de siglo.
Molinero s. m. Ornt. Vid. cagadaga.
Mollar s. m. Terreno enmarismado.
Molomaga s. f Vid. bolomaga.
Moltura s. f Maquila.
Molturar v. tr. Maquilar.
Monchetas s. f pl. Judías blancas. Cfr. cat. mongetes.
Montesino adj. Montés, silvestre.
Moñaco s. m. Muñeco.
271
Morcón s. m. Embutido elaborado con el intestino grueso del cerdo.
Moregón adj. Adusto.
Morera s. f Moral.
Morga s. f Despojos del aceite para hacer jabón.
Morgallo s. m. Mucosidad, moco. "¡Llevo unos morgallos! ".
Morgalloso adj. Mocoso, que siempre va con mocos. "Os corderos
estaban morgallosos".
Moristel s. m. Una variedad de uva.
Morlaco adj. Corpulento. Se aplica a animales.
Morreras s. f pl. 1. Marca de alimento que queda sobre los labios.
¡Limpia-te izas morrenas! 2. Granos que se forman sobre los
labios.
Morros s. m. pl. Labios en registro familiar. Cfr. llabios.
Morrudo adj. Persona adusta, poco agradable.
Mortalera s. f Mortandad.
Mortericos s. m. pl. Planta sin identificar que da la flor amarilla.
Mortijuelo s. m. Cadáver infantil.
Moscallón s. m. Moscardón. No obstante podría tratarse de un nom-
bre genérico. Mi informante de As Billostas me dijo que este
insecto se alimentaba del polen de las plantas, identificó una
fotografía de Hoplia caerulea —pequeño escarabajo fitífa-
go— como un moscallón.
Mosica s. f Música.
Mosquera s. f Lugar fresco y sombreado.
Mosqueta s. f Ornt. Phylloscopus collybita. Mosquitero común.
Mostillo s. m. Dulce elaborado a base de mosto cocido y miel.
Mostín adj. Persona seria, poco habladora.
Mostrenco adj. Dícese de quien es poco fino, poco delicado.
Motilón adj. Retraído.
Motilonot adj. Variante de la anterior.
Mozalla s. f Como mozardalla.
272
Mozardalla s. m. Conjunto de chicos.
Mozed s. m. Chico.
Muela s. f Piedra del molino.
Muergo s. m. Planta parásita del trigo.
Mueso s. m. Mordisco.
Muir v. tr. Ordeñar. Cfr. cat. munyir.
Muito adv. Mucho. Voz extinta, en cambio en algunos pueblos pi-
renaicos (Ansó, Echo) y otros del Somontano sigue siendo
usual, yo mismo la he oído en los dos primeros y en la comar-
ca oscense en Biarje y Sabayés, en otoño del año 1998 y a prin-
cipios de 1999 en Angüés, a un anciano de 105 años, el deca-
no del Alto Aragón. Cfr. port. moito.
Mullar v. tr. Mojar. Es voz extinta. Cfr. cat. mullar, oc. molhar, fr.
mouiller.
Muller s. f Mujer.
Munchetas s. f pl. Vid. monchetas.
Muntons, a loc. adv. En cantidad.
Murga s. f Ruido, bullicio molesto.
Murillos s. m. pl. Soportes de hierro en el hogar, para sostener los
troncos.
Murziagalo s. m. Murciélago. Usado también en zonas más al sur-
oeste, p. ej. en Almudébar, según me confirma Pablo ATARÉS,
compañero del CFA.
Musclo s. m. Mejillón. Cfr. cat. muscle, fr. moule.

N
Naballa s. f Navaja. Cfr cat. navalla.
Naballeta s. f Diminutivo de la anterior, se emplea en la frase ¡ya
t'has trobau una naballeta!, dicha al niño que llega con algu-
na herida en la rodilla. Es también frase usual en Ribagorza.
273
Nabata s. f Almadía.
Nabesar v. intr. Atravesar, cruzar o recorrer un territorio. "Ya ha na-
besau o tozal".
Nadón s. m. Nutria, es registro familiar.
Nafra s. f Herida. Cfr. cat. nafra, oc. nafransa.
Napos s. m. pl. Nabos. Cfr. cat. naps.
Narguellau adj. Flaco.
Nariguear v. intr. Hablar con voz nasal.
Ne pron. Vid. en.
Nebusquiar v. defect. Nebiscar.
Negrusco adj. Negruzco.
Nenguno adj. Ninguno.
Ni fa ni fu /oc. Ni fu ni fa.
Nidal s. m. Ponedero, donde cría un animal.
Niedada s. f Nidada.
Niedo s. m. Nido.
Nierbudo adj. Nervioso.
Nietro s. m. Vid. midas.
Nieu s. f Nieve. Voz extinta. Usada por los más mayores hasta los pri-
meros años de la posguerra, al menos en la zona de Tierra Buxo.
Ninín s. m. Vid. ninón.
Nino s. m. Niño.
Ninón s. m. Bebé.
Noguera s. f Vid. nuguera.
Nomás adv. Solo, solamente. "Nomás me'n ha saliu una". Cfr cat.
només.
Nuble adj. Nublado.
Nuguera s. f Nogal.
Nunca adv. Nunca.
Nunzias s. f pl. Nupcias.
274
Nuria s. f Nutria. La misma voz he registrado para Muro de Bellos,
en cambio en Piarruego es loira.
Nusatros pron. pers. Vid. nusotros.
Nusotros pron. pers. Nosotros.

Ñ
Ñafra s. f Vid. nafra.
Ñisca s. f Oveja entre uno y dos años. Es muy posible que la au-
sencia de a inicial se deba a una falsa interpretación como ar-
tículo.
Ñudo s. m. Nudo.

O
Obella s. f Oveja. Es forma anterior a güella. Los informantes de
Lezina recuerdan haberla oído a los más ancianos. Cfr. cat.
ovella, oc. ovelha.
Obrar v. tr. Realizar trabajos de albañileria, de reformas, en la pro-
pia casa.
Obrir v. tr. Abrir. "Prebó d'obrir-la". Cfr. cat. y oc. obrir.
Oi! interj. Indicadora de sorpresa.
Ola! interj. Indicadora de admiración, muy usada: "Ola!, cuantas
bezes la emprendebas a peñazos".
Olaria s. prop. Eulalia.
Olibera s. f Olivo. Cfr. cat. olivera.
Olorar v. tr. Oler. Cfr. cat. olorar.
Ombre s. m. Hombre.
Onso s. m. Oso.
Onza s. f Vid. midas.
275
Opilada adj. Pálida, que tiene mal color. "Ixa zagala paeze que es-
tá opilada". En vasco existe opila como bollo de pan blanco.
Orache s. m. Clima. Bueno o malo, indistintamente. Cfr. cat. oratge.
Ordio s. m. Cebada. Cfr cat. y oc. ordi.
Orella s. f Oreja. Cfr cat. orella, fr. oreille.
Orinadera s. f Bot. Asperula cynanchica. Hierba de la esquinancia
(Escanilla).
Ortal s. m. Huerto cercano a casa.
Ortalizias s. f pl. Hortalizas.
Osqueta s. f Muesca.
Osma! interj. Indicadora de sorpresa.
Osmanera! interj. Variante de la anterior.
Otilar v. tr Aullar. Cfr cat. udolar.
Otiliu s. m. Aullido.
Otri pron. indef. Otro. Carece de plural, fallo habitual en que cae-
mos algunos de los que empleamos un modelo común de ara-
gonés. Cfr. cat. altri, fr. autrui.
Otro adj. y pron. indef. Otro.

Pa prep. Para. En realidad es un vulgarismo pues las variedades más


septentrionales, de Bielsa a Benás (y otras) conservan para es-
ta preposicón de dativo la forma propia ta.
Pachán adj. Torpe y gandul.
Pachentar v. tr. Apacentar.
Pachón s. m. Tumor, parece que de carácter benigno, que salía a las
caballerías (Barcabo).
Paco s. m. Umbría en la que no da el sol en todo el día. Cfr. pazino,
que parece no ser sinónimo de paco.
276
Pagas, en loc. A cambio. "Y en pagas no preguntan nada".
País s. m. Comarca, territorio. Cfr. oc. pais, fr. pays.
Paixarelas s. f pl. Mariposas. Cfr. R. WILMES, quien documentó paxa-
relas en Ballibió; también lo he registrado para Muro de Bellos.
Paixarica adj. Algo así como willina!': "¡a, paixarica! ".
Paixarico s. m. Pájaro. Siempre aparece en diminutivo, está lexicali-
zado. Un charrazo donde figuradamente el pájaro es el niño par-
lanchín: "Paixarico charrador, se corta la lengua en un tajador".
Pajaricas s. f pl. Vid. paixarelas.
Pajentar v. tr. Vid. pachentar.
Palanca s. f Palo para colgar los productos de la matazía.
Palitroque s. m. Palo de madera largo y grueso con el que se juga-
ba a un juego semejante a los actuales bolos.
Palla s. f Paja. Cfr cat. palla, oc. palha, fr. paille.
Pallada s. f Dícese de la garba amontonada en la era y por exten-
sión de cualquier cosa que se amontone.
Pallar s. m. Pajar.
Pallarón s. m. Pajar pequeño.
Palluza s. f Cesta en la que se guarda el pan.
Palluzo s m. Desecho de la trilla que va para el fiemo.
Palometas s. f pl. Polillas y mariposas nocturnas que vuelan alre-
dedor de cualquier luz, en algunas poblaciones del este se usa
por paixarelas.
Palomo peñazquero s. m. Ornt. Columba livia. Paloma bravía.
Palomos s. m. pl. Ornt. Palomas.
Pancha s. f Barriga, tripa.
Paniquesa s. f Comadreja.
Panizo s. m. Maíz. Cfr. cat. panís.
Pansir-se v. refl. Arrugarse la fruta.
Pansiu adj. Arrugado.
277
Papa s. m. Padre/papá. Cfr. mama acerca del tratamiento familiar.
Papafiga s. f Vid. papalafiga.
Papalafiga s. f Ornt. Sylvia melanocephala. Curruca cabezinegra.
Papirroi s. m. Ornt. Erithacus rubecula. Petirrojo. Cfr. cat. pit-roig.
Papis adj. Papanatas, bobo. "O secretario era un papis".
Papo s. m. Buche.
Papolar s. m. Buche, papada.
Paquera s. f Umbría de gran extensión.
Paralís s. m. Parálisis.
Parar v. tr. Disponer, preparar. Cfr. cat. parar.
Pardina s. f Alquería.
Pared s. m. Pared.
Parentalla s. f Parentela.
Paretón s. m. Pared de piedra pequeña.
Parizonar v. tr. Parir el ganado.
Parlar v. tr. Hablar. No parece ser un registro familiar o festivo de
`hablar', es más bien la forma propiamente aragonesa en So-
brarbe —y Ribagorza— pues aquí no se usan las variantes más
occidentales —y locales— fablar y su sustantivo fabla. Esta
última voz ha sido conocida muy recientemente. "Cada sitio
tiene su costumbre de parlar". Cfr. cat. y oc. parlar, fr. parler,
it. parlare...
Parola s. f Locuacidad, labia: "¡Pa qué tanta parola!". A mi juicio
se trata de una reducción semántica, se explica mejor con el di-
cho que algunos mayores usaban hasta los primeros años de
posguerra para ratificar su honradez: A mía parola bale más
que as escrituras. Cfr. cat. paraula, fr. parole, it. parola.
Parolero adj. Parlanchín, locuaz.
Paroliar v. tr. Parlotear: "To la mañana ha paroliau".
Parraleta s. f Una variedad de uva, hay también parraleta de San-
ta María.
278
Parrel s. m. Variedad de uva similar a la anterior, se distingue entre
parrel común y parre! franzés.
Pas adv. Partícula negativa que generalmente no se traduce, refuer-
za la negación, normalmente se sitúa tras el verbo: no n'hai
pas más; no iré pas con tu; no t'aduyará pas; no 'n faré pas yo
ixo; ixo no lo fará pas. También puede ir inmediatamente de-
trás de la negación: pues no pas a nuestra tozina; ¡a, no pas!
Cfr oc., cat., fr. y sav. pas, piam. pí.
Pasaclau s. m. Barrena pequeña.
Pasallá! interj. Voz para indicar a las caballerías que giren a la de-
recha.
Pasiar v. intr. Pasear.
Pastillo s. m. Postre típico elaborado a base de manzana y calabaza
o espinacas.
Pastorón s. m. Niño que está pastor, como se dice en aragonés.
Desde los cinco años ya los mandaban con el ganado.
Pastura s. f Alimento de los cerdos. Fig. alimento mal hecho.
Pataca s. f Tubérculo, semejante a la patata, que da una flor amari-
lla. Sin identificar.
Patalera adv. Mucha cantidad. "Emos caminau una patalera de qui-
lometros ".
Patantón adj. Vid. patantún.
Patantún adj. Torpe.
Patera s. f Dolencia, más común en invierno, que contraen las ove-
jas y cabras en zonas húmedas, como medida profiláctica se
les cortaban las uñetas.
Pateyar v. intr patear. Es voz arcaica.
Patín s. m. Descubierto próximo a la casa. "Saliba y sacaba a rue-
ca y saliba t'o patín a pegar-les a os lobos ".
Patrolera Vid. patalera.
Paxarelas s. f pl. Vid. paixarelas.
Paxentar v. tr. Vid. pachentar
279
Pazino s. m. Umbría en la que el sol da unas pocas horas cada día.
Peaina s. f Peana.
Peches s. m. pl. Peces. Cfr. cat. peixes.
Pecotoso adj. Pecoso.
Pedreña s. f Pedernal. Era piedra usada para los trillos.
Pedricadera s. f Púlpito.
Pedricar v. tr. Predicar. "Aquel cura que estaba pedricando".
Pedriño s. m. Banco de piedra adosado a la fachada de la casa a un
lado de la puerta.
Peduco s. m. Calcetín recio y corto hecho de lana. Cfr cat. peüc.
Pegar v. intr. Ir a dar, ir a parar. "¿Ánde han pegau?".
Pegunta s. f Pez o brea.
Peixes s. m. pl. Vid. peches.
Pelaire s. m. Cardador, peletero.
Pella s. f Coliflor.
Pelmudar v. intr. Vid. permudar.
Pelongos s. m. pl. Trozos de cereal que quedaba por segar.
Pemprigallo s. m. Bot. Pipirigallo, esparceta.
Penar v. intr. Padecer, sufrir.
Penca s. f Tallo de la acelga.
Penco s. m. Vid. pingo.
Pened s. m. Piececito.
Peña s. f Roca, piedra.
Peñazo s. m. Pedrada: "... la emprendebas a pefiazos".
Peperigallo s. m. Bot. Vid. pemprigallo.
Percha s. f Pértiga. Cfr cat. perxa.
Perdible adj. Susceptible de extraviarse.
Perdigacho s. m. Ornt. Alectoris rufa. Perdiz macho.
Perdigana s. f Ornt. Cría de la perdiz.
280
Perén adv. Siempre.
Perera s. f Peral. Cfr. cat. perera.
Pericón s. m. Bot. Hypericum perforatum. Hipérico.
Periquetas s. f pl. Un tipo de galinas enanas que en el catalán de la
Litera llaman cacarins, no se trata de la gallina sobrarbesa, que
es otra.
Permudar v. intr. Cambiar el pelo los animales. No se aplica a las
culebras, ellas cambian de saya.
Pernil s. m. Jamón. Cfr cat. pernil.
Perola s. f Cazerola grande, perol.
Perpalo s. m. Barra de hierro.
Perpigallo s. m. Bot. Vid. pemprigallo.
Perrecallo s. m. Vid. ferrecallo.
Pescaire s. m. Pescador.
Pescata s. f Pesca.
Pescatera s. f Pescadera.
Pescatería s. f Pescadería.
Petar v. intr 1. Explotar, reventar. 2. Dar la gana. "No me peta".
Petenar v. intr. Ir de aquí para allá.
Petenera s. f Corrida.
Petingana s. f Es un insecto, el que otros llaman grillo (vid.) (Ephippi-
ger ephippiger), descrito como de color verde y algo amari-
llento, de tamaño grande, con mucha tripa y pocas alas, y que
vive en los buchos. Existe también alguna expresión: chicote
com 'una petingana.
Petred s. m. Vid. papirroi.
Petrusco s. m. Pedrusco.
Pezinero adj. Pendenciero.
Pezolaga adj. Persona de mala reputación.
Pezquiña s. f Disputa, riña.
281
Pezquiñero adj. Dado a la disputa y la riña.
Pialetas s. f pl. Prenda confeccionada de tela de lana curtida y en-
cogida tras empaparla en leche y que los hombre se ponían en-
cima de las medias.
Pialucos s. m. pl. Prenda semejante a la anterior pero que a diferen-
cia de aquella se abrochaba.
Piazo s. m. Pedazo, trozo. "En o ziminterio hai un piazo que no es-
tá bendeziu".
Picaguazero s. m. Ornt. Es genérico para todos los Pitos. Vid. agua-
dero.
Picapuerco s. m. Ornt. Es nombre genérico para los diferentes al-
caudones.
Picapuerco carnizero s. m. Ornt. Lanis senatror. Alcaudón común.
Picar v. tr. Partir leña.
Picaraza s. f Vid. garza.
Picarola s. f Un tipo menor de cencerro.
Picha s. f Pene en registro familiar.
Pichallo s. m. Orinal.
Pichanal s. m. Orinal, recogido en Paúls.
Pichar v. tr. Mear, orinar. Cfr. cat. pixar, oc. pisar, fr. pisser.
Picharrumeros s. prop. Apodo de los habitantes de Mundod.
Pichatuello s. m. Conducto de la orina del cerdo.
Pichaus s. m. pl. Orines.
Pichela s. f Jarra de pico.
Pichella s. f Vid. pichela.
Pichiringallo, ni loc. Ni rastro. En un contexto culinario, gastronómi-
co, de no dejar nada en el plato. Documentado en Sasa y Paúls.
Pichorra s. f Registro festivo de picha.
Pichorrona s. f Variante de la anterior.
Pichoso adj. Meón.
282
Pichotes s. m. pl. Vid. pichotinas.
Pichotinas s. f pl. Orines.
Piconero adj. El que zahiere y molesta.
Picueta s. f Viruela.
Picueta loca s. f Varicela.
Piedra s. f Granizo.
Piedras de rayo s. f pl. Nombre que popularmente reciben las ha-
chas del Neolítico. Muchos ancianos están convencidos de que
los rayos llevan unas piedras en la punta y que al caer estos
vuelven a salir a la superficie al cabo de algún tiempo. Es este
un tema que nos ilustra acerca de cómo se ha transmitido de
generación en generación una tradición oral heredera de un
secular fondo mitológico.
Piello s. m. Tapa del arna, hecha con una losa redonda que se jun-
taba con boñiga.
Pifolo adj. Borracho.
Pigo adj. Vid. gazpiau.
Pilma s. f Entablillado y enyesado de un miembro fracturado.
Pilota s. f Pelota. Cfr. cat. pilota.
Pimpirellas s. f pl. Bot. Planta sin identificar, flor semejante a la
del trigo.
Pimpón s. m. Balancín (solo en Erípol). Vid. zemeliporra.
Pinchán s. m. Ornt. Fringilla coelebs. Pinzón vulgar. Una locución:
"Tiene menos carne que un pinchán".
Pincho adj. Elegante.
Pindola s. f Pastilla, píldora y también baya de una mata.
Pingo s. m. 1. Trapo suelto o inservible. 2. Fig. adj. Persona no muy
recomendable.
Pingoniar v. intr. Callejear.
Pinocha s. f 1. Mazorca. 2. Piña del pino.
Pintacoda s. f Voltereta producida al caer.
283
Pintapared s. m. Ornt. Tichodroma muraria. Treparriscos.
Pinte s. m. Lapicero de colores.
Pior adv. Peor.
Pipa s. f Un tipo de tonel.
Pipirigallo s. m. Vid. peperigallo.
Piquero s. m. Albañil.
Pisto s. m. Trago de vino.
Pistoled s. m. Pene en registro festivo.
Pita s. f Rabieta, berrinche infantil.
Pitirroi s. m. Vid. petirroi.
Pitos s. m. pl. Canicas.
Pitoso adj. Enfadado. "Está pitoso".
Piular v. intr. Piar, gorjear.
Pixallo s. m. Vid. pichallo.
Pixamenut s. m. Cedazo de la harina. Tiene aspecto de ser occita-
nismo, o, más probablemente, sea un caso de pérdida de vocal
final.
Pixar v. tr Vid. pichar.
Pizca s. f Trozo de carne.
Pizcar v. tr. Pellizcar.
Pizco s. m. Pellizco.
Plano s. m. Llano.
Plantaina s. f Llantén.
Planzón s. m. Planta pequeña del olivo. Cfr. cat. plantó.
Plañir-se v. refl. Quejarse sin motivos.
Plazentero adj. Viene a ser como bistero, pero parece que situado
en solana.
Pleber v. defect. Llover. Es voz extinta. Cfr. cat. y oc. ploure, fr.
pleuvoir.
Plegadera s. f Tablón con el que se recoge la garba.
284
Plegar v. tr 1. Doblar. 2. Terminar de trabajar o realizar una ocupación.
Plestiño s. m. Restos de comida que quedan en el plato. Acaba con
esto, que no quede un plestiño. En Cañardo pestiño.
Plorar v. intr. Llorar. Cfr. cat. y oc. plorar, fr. pleurer.
Plorazas adj. Llorón.
Plorimiquiar v. intr. Vid. ploriquiar
Ploriquiar v. intr. Gimotear, llorisquear.
Ploros s. m. pl. Llantos.
Pocasangre adj. Persona cobarde.
Pocasustanzia adj. Persona insulsa.
Pocha s. f Bolsillo. Cfr oc. pocha, fr. poche.
Pochazas adj. Persona dejada.
Pocosmodos adj. Persona maleducada.
Pod s. m. Piel que envuelve con besque las berguetas para cazar pá-
jaros.
Podrezer-se v. refl. Pudrirse. También se dice en Chistau.
Polecón s. m. Pulgón.
Polito s. prop. Vid. Póliz.
Póliz s. prop. Hipólito.
Pollueco s. m. Vid. pullueco.
Polmons s. m. pl. Pulmones. Documentado en As Billostas.
Poqued á poqued loc. adv. Lentamente. Cfr. cat. poc a poc.
Pordemás adv. En vano: "Esto lo fas pordemás".
Porgadero s. m. Cedazo.
Porpalo s. m. Vid. perpalo.
Porroneros s. prop. Apodo de los habitantes de Chabierre.
Porro s. m. Puerro.
Portalada s. f Portal, pórtico. Cfr. cat. portalada.
Portamonedas s. m. pl. Monedero.
285
Portar v. tr. Traer, llevar. Es voz arcaica. Cfr. cat. y oc. portar, fr. porten
Portiar v. tr. Vid. portar.
Pos conj. Pues.
Posar v. tr. Poner, colocar: "Siempre se posa la pata abán". Cfr. cat.
posar. v. refl. Sentarse.
Postín s. m. Boato. Cfr cast. postín.
Postinero adj. Presumido, presuntuoso. Cfr cast. postinero.
Potache s. m. Potaje. Cfr. cat. potatge.
Potrecons s. m. pl. Todos los tipos de setas, Boletus, que resultan
muy venenosos para el ganado. "No vayas con o ganau por
ixos caixigars que hai muchos potrecons y malparirán".
Potros adj. Mal vestido y sucio.
Pozal s. m. Cubo. Cfr cat. poal.
Pozala s. f Vid. pozal.
Pozanco s. m. Pozo en un río.
Prau s. m. Prado.
Prebar v. tr. Probar.
Prebar de v. tr. Intentar. "Prebó d'obrir-la".
Prenso s. m. Pienso.
Presa s. f Caldo que se da a las recién paridas y a los enfermos. Se tra-
ta de un auténtico "fósil" lingüístico, es participio del verbo pre-
ver que todavía se mantiene en belsetán, chistabín y benasqués.
Preseguera s. f Vid. presieguero.
Presiego s. m. Melocotón. Cfr. cat. préssec.
Presieguero s. m. Melocotonero.
Pretar v. tr. 1. Apretar, compactar. 2. Prender fuego.
Preto adj. 1. Denso. 2. Tirante. 3. Tacaño. Se dice ser más preto que
una zerolla.
Primal s. m. Cabrito joven, después se le llama segallo.
Primala s. f Res en su primer parto.
286
Primeras, en loc. adv. Al principio, inicialmente.
Prou adv. Bastante. interj. ¡Basta! Cfr. cat. prou, oc. y piam. pro.
Pudir v. intr. Heder. Cfr cat. y oc. pudir, fr. puer. Con este verbo se
refuerza una característica negativa: ye malo que pude, ye fie-
ro que pude...
Pudor s. f Hedor. Cfr. cat. y oc. pudor, fr. puanteur.
Pudrimero s. m. Lugar sucio, pestilente e inhóspito.
Puesto s. m. Sitio, lugar.
Puesto part. Podido. "¡Si s'abrá puesto cambiar de calzero!".
Pueyo s. m. Colina. Cfr. cat. puig, oc. puei.
Puga s. f Púa.
Pujamante s. m. Cuchilla con la que se rebajaba la pezuña de un
animal al herrarlo.
Pullo s. m. Insecto parasitario de las abejas.
Pullueco s. m. Manojo, puñado.
Pulsera s. f Sienes.
Pulsos s. m. pl. Sienes. Cfr cat. polsos.
Puncha s. f Pincho. Cfr cat. punza.
Punchar v. tr y refl. Pinchar. Cfr cat. punxar.
Punchons s. prop. Apodo de los de A Torrozilla.
Punchudo adj. Puntiagudo.
Puntada s. f Patada. Cfr. cat. puntada.
Puntal s. m. Alto, elevación.
Puntar v. tr Sacar punta a un instrumento agrícola.
Puntarrón s. m. Montículo.
Puntón s. m. Cima, cumbre.
Pumas s. f pl. Chispas.
Purpud s. f Ornt. Upupa epops. Abubilla. Cfi: cat. puput.
Puyar v. intr. Subir. Es voz extinta. Cfr cat. pujar.
287
Q
Quefer s. m. Ocupación, tarea.
Quemisió adv. Posiblemente, quizás.
Quera s. f 1. Carcoma. También llaman quera a un insecto, gusano,
que se come el jamón y del cual no puedo precisar más. 2. Caries.
Querar-se v. mil. Carcomerse.
Querau adj. 1. Carcomido. 2. Cariado.
Qui pron. inter. Quien. Es voz extinta en esta variedad de aragonés.
Quiestopart. Querido. "Los he quiesto chafar; no la he quiesto cortar".
Quimera, tener loc. Tener inquina, manía, odio.
Quinquilaire s. m. Quincallero, marchante.
Quintal s. m. Vid. midas.
Quio! interj. Voz apelativa.
Quis, quis s. m. compuesto. Nobre afectivo para el flequillo de los
niños, pues antiguamente se solía hacer un corte de pelo en el
que quedaba muy marcado el flequillo, de ahí la sobrevivencia
hasta hoy de la voz tufa (vid.).
Quitar v. tr. Sacar: "Un mote que les quitón; iba a quitar os billetes".
Quixeros s. prop. Llaman a los de Sasa.

R
Rabaned s. m. Pene en registro festivo.
Rabaneta s. f Rábano.
Rabaño s. m. Rebaño y por extensión adv. cantidad de, multitud: un
rabaño chen.
Rabosa s. f Zorro.
Rabosiar v. tr. Quitar a hurtadillas pequeñas cantidades de alimentos.
Racha s. f Bot. Hierba parasitaria, semejante a la balluaca.
288
Racha montesina s. f Bot. Vid. racha.
Rachal s. m. Lugar abundante en racha.
Rachoso adj. Vid. raxoso.
Radedor s. m. Tablilla para rasar las medidas de áridos.
Rader v. tr. 1. Raer, rascar. 2. Desgastar.
Radigón s. m. Raíz profunda, p. e. de una muela.
Radiz s. f Raíz.
Ráfil s. m. Alero del tejado.
Rafolada s. f Abundancia de algo.
Rai adv. Se podría traducir aproximadamente por 'no importa'. Cfr.
cat. y oc. rai.
Ralla s. f Covacho, grieta entre rocas.
Rallera s. f Conjunto geológico de piedras de gran tamaño, en te-
rreno accidentado de acceso dificil, cortada en la roca.
Ramal s. m. Soga para llevar caballerías.
Rampa s. f Calambre.
Rampallo s. m. Racimillo de fruta, uvas, manzanas, peras...
Rana s. f Rana.
Rancar v. tr. Arrancar. "Yo n'he rancau muchisma de piedra".
Rancha s. f Rodaja.
Raniquiar v. intr Croar. La onomatopeya es rau, rau.
Ranueco s. m. Renacuajo con las patas.
Ranzonero adj. Persona que se hace de rogar. "No me seigas ran-
zonero".
Raposa s. f Vid. rabosa. Voz extinta.
Rasa s. f Acequia pequeña en un huerto.
Rasclo s. m. Rastillo.
Raso adj. Rebosante.
Rasposo adj. Áspero. P. ej., o garganchón rasposo.
Rastojo s. m. Rastrojo.
289
Rata gillarda s. f Vid. paniquesa.
Ratolín s. m. Ratón.
Ratón terrero s. m. Musaraña.
Rau, rau! onomatopeya. ¡Croa, croa!
Raxoso adj. Atrevido, osado, audaz.
Rayada s. f Rayo de sol.
Rayar l'alba loc. Amanecer.
Rayonez s. m. pl. Jabatos.
Razén s. m. Ronzal.
Rebasto s. m. Segundo corte de la hierba.
Rebenzillada s. f Movimiento brusco.
Reberdín s. m. Hierba tierna en los campos.
Rebete s. m. Ribete.
Rebetear v. tr. Ribetear.
Rebisalsiar v. intr. Entrometerse, curiosear.
Rebixigada s. f Golpe de agua, semejante a ruxada y a rechilada (vid).
Rebolbino s. m. Remolino de aire, torbellino.
Reboliar v. intr. Volar, revolotear.
Rebordenco adj. Degenerado, improductivo.
Rebuchir v. tr. Rebocar.
Rebui s. m. Vid. rebús. Puede tener un uso figurado de 'enclenque,
desmejorado': "Ixe zagal está rebui".
Rebulcaízo s. m. Lugar donde se revuelcan los jabalíes o cualquier
otro animal con ese hábito.
Rebulcar v. intr. Revolcar.
Rebulizio s. m. Ruido producido por el numeroso revoloteo de abe-
jas, moscas... y por extensión: alboroto.
Rebuñoso adj. Sucio, mohoso.
Rebús s. m. Resto de hierba o ganado.
Rebutiente adj. Rebosante.
290
Rebutir v. tr. Abarrotar, llenar completamente.
Recachudo adj. Rechoncho.
Recantillo s. m. Borde de una tapia o muro.
Recatalla s. f Pandilla. Vid. tamb. canalla.
Recatiar v. tr. Regatear.
Recau s. m. Cocido típico. Cfr. cat. recapte.
Recha s. f Piezas de madera de boj que sustentan el tejado.
Rechilada s. f Vid. rebixigada.
Rechirar v. tr. Revolver, rebuscar.
Rechitanos s. m. Llaman a los de Arcusa así porque asegura la tra-
dición que fueron capaces de engañar a un gitano en una ope-
ración de compra venta en que este pretendía hacer negocio.
Rechitar v. intr. Rebrotar, germinar.
Reclamar-se v. refl. Invocar una presencia o ayuda.
Recopón! interj. Denota disgusto.
Recosirar v. tr. Recordar. "Lo recosiro".
Recuesto s. m. Lugar expuesto al sol.
Recular v. intr. Retroceder. Cfr. fr. reculer.
Recutir v. intr. Rebotar.
Redallar v. tr. Cortar la hierba por segunda vez.
Redallo s. m. Hierba que se corta por segunda vez.
Redetir v. tr. y refl. Derretir.
Rediós! interj. Cfr cat. redéu!
Redir v. intr. Reír.
Redolada s. f Cercanías. En aragonés común es usado abusiva-
mente como sinónimo de comarca, a mi juicio es incorrecto
pues en aragonés existe país y también comarca con ese signi-
ficado. Cfr. cat. rodelia.
Redolar v. intr. Dar vueltas.
Redolín s. m. Turno.
291
Redolón s. m. Vuelta al caer rodando.
Redolons, á loc. adv. Dando vueltas.
Redoma s. f Botella de vidrio de base ancha.
Redometa s. f Redoma de menor tamaño.
Refajo s. m. Combinación femenina.
Refitoliar v. intr. Rebuscar, fisgar. No tiene las connotaciones pe-
yorativas de los otros verbos que cubren el campo semántico
de la intromisión en los asuntos ajenos.
Refozilar v. refl. Reconfortar, sentar bien. Una taza de té me refozi-
la. Cfr. cat. refocil.lar.
Regano s. m. Regadío.
Rei d'a barza s. m. Ornt. Troglodytes troglodytes. Chochín.
Reiseñor s. m. Ornt. Ruiseñor.
Relampadiar v. defect. Relampaguear.
Relampado s. m. Relámpago.
Reliar v. tr. Enlazar, liar. Por ejemplo las cebollas y ajos en tuertas
o trenas.
Reloch s. m. Reloj. Es voz arcaica.
Remelico adj. Canijo: Menudo remelico está fecho. Ningún encues-
tado identifica ya esta voz con su significado original de 'lom-
briz', que si se conoce más al norte, p. ej. en Banastón (remili-
co), Moriello de San Pietro...
Remellazo s. m. Montón. "Está todo a remellazos".
Remugallo s. m. Lo que se nimia.
Remugar v. tr. Rumiar. Cfr. cat. remugar.
Renchilar v. intr. Relinchar.
Renquiar v. intr. Renquear.
Repalmar s. m. Estante situado en cualquier sitio de la casa y que
suele ser de obra.
Reparar-se v. refl. Indigestarse los animales.
Reparau adj. Dícese del animal indigestado.
292
Repastar v. tr. Dar más comida de lo normal a los animales que se
desea que engorden.
Repatán s. m. Rebadán.
Repelons s. m. pl. Peladuras que se producen en los dedos a causa
del frío.
Repetén adj. Revoltoso, movido. Se aplica al niño que siempre se
está moviendo: ¡menudo repetén!
Repetens s. m. pl. Hormigas rojas que salen en la madera, leña,
olivos... Está relacionado con el verbo petenar. Seguramen-
te se trate de la Formica rufa. adj. En fobano y ribagorzano:
repetels.
Replegar v. tr Recoger, reunir. Cfr. cat. replegar.
Repol s. m. Bot. Galium aparine. Amor de hortelano.
Reportal s. m. Dintel.
Reposte s. m. Despensa. Cfr. cat. rebost.
Repulido adj. Acicalado.
Requedar v. intr. Hacer sonar el campanero los últimos toques de
misa.
Requedar-se v. refl. Rezagarse.
Requesta s. f Demanda. Se dice que algo tiene poca o mucha re-
questa. Auténtico "fósil" lingüístico de un antiguo verbo
*questar 'solicitar, buscar', que el occitano conserva. Cfr cat.
y oc. requesta, fr. quéte.
Requincalla s. f Vid. canalla.
Res adv. Nada. Cfr cat. res, oc. gasc. arren, fr. rien.
Resacar v. tr. Mover la caza de su guarida.
Respigar v. tr. Recoger las espigas que han caído por los caminos o
de la garba.
Respolbín s. m. Torbellino.
Resulir-se v. refl. Perder el color por el calor una planta, una ropa
tendida...
293
Retabillar v. tr. Recoger el grano con el retabillo.
Retabillo s. m. Utensilio para recoger el grano aventado, con forma
de T.
Retalinia s. f Retahíla, hilera.
Retartir v. intr. Rechistar.
Retecular v. intr. Retroceder.
Reteculas, á loc. adv. De culo.
Retepelo, a loc. adv. A disgusto.
Retillante adj. Lleno, tenso.
Retolica s. f Retórica.
Retor s. m. Párroco. Es voz arcaica.
Retraer-se v. refl. Parecerse, asemejarse.
Retrograu adj. Retrógrado. Oído de forma espontánea a una infor-
mante de 71 años.
Retulador s. m. Rotulador.
Reuto s. m. Rédito.
Rezior s. f Reciura, grosor.
Ricordar v. tr. Recordar.
Ricordos s. m. pl. Recuerdos.
Rimallo s. m. Rimero, montón.
Rinconera adj. Dícese de la nuez cuyo miojo resulta dificultoso ex-
traer.
Ringlera s. f Hilera, línea. Cfr cat. renglera.
Riñons s. m. pl. Riñones.
Ripa s. f Montón.
Ripio adv. Nada.
Riscla s. f Espiga del trigo.
Risos s. m. pl. Risas. "Estar-zos quietos que os risos acaban en
ploros".
Rizio s. m. Semilla del cereal que queda en el rastrojo.
294
Robadera s. f Niveladora.
Robar v. tr Nivelar el terreno.
Robillo s. m. Yema del huevo. Cfr. cat. rovell.
Robín s. m. Óxido.
Robinar v. intr. Oxidarse.
Rodeta s. f 1. Rodilla. 2. Rótula.
Rolde s. m. Círculo, por extensión grupo de gente, cosas, animales.
Rollada s. f Empedrado, calzada.
Romanziar v. intr. Murmurar.
Romatico, olor á Dícese del olor a enmohecido que desprenden los
lugares que han estado cerrados durante cierto tiempo.
Romper v. tr. Roturar.
Roncallo s. m. Como roncuello.
Roncalloso adj. Persona que respira con dificultad.
Roncuello s. m. Ronquera, estertor.
Rondador adj. Que le gusta salir.
Rondinar v. intr. Vid. romanziar.
Ronroniar v. intr. Ronronear.
Roña s. f Suciedad acumulada en la piel por falta de higiene. Antes
la gente apenas se lavaba, no era cuestión de desidia sino, por
el contrario, de una visión distinta de la vida que comportaba un
concepto del aseo personal muy diferente al de nuestros días.
Roñar v. intr. 1. Gruñir los cerdos. 2. Quejarse: "Siempre está ro-
ñando como un tozino mal zenau". Existe la expresión roñar
más que un tozino mal zenau.
Roñiu s. m. Gruñido.
Roñoso adj. Gruñón.
Rosada s. f Escarcha. Cfr cat. rosada, fr. rosée.
Roscadero s. m. Canasta.
Rosco s. m. Canastón para llevar de comer a los machos.
295
Rosera s. f Rosal. Cfr cat. roser.
Rosigallo s. m. Resto roído, recomido.
Rosigar v. tr. Roer.
Rosigón s. m. Trozo de pan seco.
Roya s. f Enfermedad del trigo, que adquiere dicho color.
Royo adj. 1. Color rojo. 2. Rubio o pelirrojo.
Rozegar v. tr. Arrastrar. Cfr cat. arrossegar.
Rozegons, á loc. adv. A rastras.
Ruba s. f Vid. fachana.
Ruchada s. f Chaparrón: "¡Ha pasau una ruchada que pa qué!".
Cfr cat. ruixat o ruixada.
Ruchar v. tr. Rociar, esparcir un líquido. Cfr cat. ruixar, fr. arroser.
Rueca s. f Rueca.
Ruello s. m. 1. Piedra de río, también se llama ruello glera. 2. Ro-
dillo o cilindro de piedra para usos agrícolas. 3. Casco o hue-
so de las frutas, p. ej. oliva, melocotón...
Rufo s. m. Agua con miel para arrufiar.
Rufo adj. Arrogante, vistoso.
Ruin adj. Enclenque.
Ruleta s. f Ornt. Streptopelia decaocto. Tórtola.
Rullar y tr. Pasar el ruello.
Rusal s. m. Tipo de arado que vino después del de vertedera, que a
su vez sustituyó al tradicional.
Rusio adj. Candente, al rojo vivo.
Rustir v. tr. Asar. Cfr. cat. rostir.
Ruta s. f Bot. Ruda, planta. Solo documentada en Cosculluela.
Rutir v. intr. Eructar.
Ruxada s. f Vid. ruchada.

296
S
Sabiduría s. f Bot. Ajedrea. Vid. albaca montesina.
Sabirondo adj. Sabiondo.
Sabuco s. m. Bot. Flor del sabuquero.
Sabuquero s. m. Bot. Saúco. Cffr cat. saüquer.
Sacre, ni un loc. adv. Nada. "No n'emos cogido ni un sacre". Esta
voz carece hoy en día de transparencia semántica. Personal-
mente propongo un posible étimo: creo que proviene del lat.
SACRUM y se origina en los años en que la misa se celebraba en
latín, pues existe también la expresión "no entender ni un sa-
cre", es decir, no entender ni el SACRUM > sacre.
Salagón s. m. Vid. chalagón.
Salamanquesa s. f Vid. zalamanquesa.
Salbachina adj. Silvestre. Recogido en Guaso. No registré el mas-
culino.
Salinera s. f Salero, el recipiente para guardar la sal.
Salseriquero adj. Entrometido.
Salz s. m. Bot. Vid. salze.
Salzar s. m. Bot. Lugar abundante en sauces.
Salze s. m. Bot. Sauce. Cfr cat. salze.
Samugazo s. m. Golpe.
Sangonera s. f 1. Sanguijuela. 2. Sangría, hemorragia.
Sangueño s. m. Bot. Cornus sanguinea. Cornejo.
Sanmigalada s. f Época del año, para la feria de L'Aínsa, el día de
San Miguel, en que los jóvenes se afirmaban para trabajar. En
mi opinión es impropio generalizar esta voz como sinónimo de
otoño —puesto que la sanmigalada no iba más allá del Pilar—.
Para referirse al otoño existe la voz agüerro, que en nuestra
comarca suena ya muy arcaica.
Santantonada s. f Una trastada accidental.
Sapia s. f Savia.
297
Sardineta s. f Bot. Ceterach officinarum. Doradilla.
Sarga s. f Bot. Mimbre.
Sarguera s. f Bot. Mimbrera.
Sarrachón s. m. Bot. Sorgo.
Sarrato s. m. Sierra pequeña.
Sarrio s. m. Gamuza. Fig. adj. Persona algo flaca.
Saso s. m. Terreno en planicie alta, de tierra suelta y pedregosa.
Saya s. f Piel de la culebra cuando muda.
Secallo adj. Enclenque, anémico.
Secalloso adj. Reseco.
Secas s. f pl. Garrapatas grandes con una especie de dibujo en el lo-
mo, los jabalíes suelen llevar.
Seco d'a garra s. m. La espinilla de la pierna.
Secutir v. tr. Sacudir.
Sed s. f Sed.
Segadors s. m. pl. Insecto sin identificar, recibe su nombre porque era
común que saltara de entre los cereales cuando se segaba. Segu-
ramente un tipo de ferfed. En Paúls lo identificaron como No-
tostita elongata, pero no tengo muy claro que sea tal insecto.
Segallo s. m. Cabrito de un año.
Segudir v. tr. Vid. secutir.
Seguntes prep. Según.
Selba s. f Bosque.
Semiente s. f Semilla.
Sena s. f Bot. Griñolera.
Sencusa s. f Excusa.
Senera s. f Bot. Guillomo.
Seneta s. f Bot. Flor de la sena.
Senificar v. tr. Significar.
Sentir v. tr. Oír. Cfr. cat. y oc. sentir.
298
Señá s. f Forma coloquial de señora.
Serbilla s. f Bandeja con la que se pasaba de casa en casa el día se-
gundo de la fiesta mayor para realizar una colecta económica
destinada al culto religioso.
Si fa u no fa locución. Más o menos, general en Sobrarbe y Riba-
gorza. cfr cat. si fa o no fa.
Siete sangrías s. f pl. Bot. Lithodora frutinosa. Hierba de las siete
sangrías. "Se cría por os terreros, flor azul".
Simio adj. Huero, fofo. Aplicado a las semillas principalmente, dí-
cese del trigo no formado.
Simple adj. Necio, bobo. "Ye más simple ixa zagala". Cfil cat. ximple.
Sin tron ni son locución. Sin ton ni son.
Sirial s. m. 1. Señal de ganado, o cualquier otra. 2. Porción de algo,
a menudo con diminutivo: "Trai-me un siñalín de pan".
Siñó s. m. Variante familiar de siñor.
Siñor s. m. Señor. Suele perder la -r final: "Siñó ".
Sirial s. m. Lugar donde depositan los conejos sus excrementos.
Sirio s. m. Excremento de ganado lanar.
Sirrial s. m. Vid. sirial.
Sirrio s. m. Variante menos extendida de sirio.
Sisagre s. m. Sarna.
Sisalleta s. f Vid. sisella.
Sisella s. f Ornt. Columba oneas. Paloma zurita.
Sisquiera adv. Siquiera. interj. ¡Ojalá! "Sisquiera se cayese".
Sobater v. ir. Agitar, batir. "Sobate-lo pa que caigan os presiegos".
Soberbioso adj. Soberbio.
Sobo s. m. Vid. tunda.
Sobraña s. f Mula joven, menor de dos años.
Sobrefajo, á loc. adv. A disgusto.
Sobreseco adj. Excesivamente seco.
299
Sobrezer v. intr Rebosar. Forma compuesta de sobre + ezer < exer
< exir < EXIRE 'salir', todavía viva en cat. Cfr cat. sobreexir.
Solada s. f Poso.
Solanero s. m. Solana.
Solero s. m. Las barreduras de la era, lo que queda al fondo del
montón de mies trillada.
Solfatar v. tr. Sulfatar.
Solfato s. m. Sulfato.
Somanta s. m. Paliza.
Sombrericos s. m. pl. Bot. Umbiculus pendulinus. Ombligo de Ve-
nus (Lezina).
Somero s. m. Burro. Voz desusada.
Sonar v. intr. Sonar. "No me sona". Es verbo regular tanto en el ara-
gonés de Sobrarbe como en el de Ribagorza.
Soniar v. intr Soñar.
Sonsoniar v. tr. Intuir, sospechar.
Sopinar v. intr. Caer largas al suelo las caballerías tripa arriba.
Sorgallo s. m. Respiración dificultosa, jadeo profundo y continuado.
Sornia s. f Murga.
Sostras adj. Desordenado, desidioso.
Sotobar v. tr. Ablandar. Fig. Pegar. "Mira que te sotobaré".
Sucarracristos s. prop. Apodo de Erípol.
Suco s. m. Jugo, caldo. Cfr cat., oc. y fr. suc.
Sudor s. f Sudor.
Sulsir-se v. rejl. Consumirse, bien sea en el sentido físico o tamb. fi-
guradamente.
Sulsiu adj. Consumido.
Sumanzio adj. De poca valía. "Ye un sumanzio".
Sumarrar-se v. refl. Pasarse de fuego un guiso.
Sustener v. tr. Sostener.
300
T
Ta prep. Hacia. "¿ T'ánde bas?, t'o giierto"; "se casó t'Arcusa".
Tabla s. f Carnicería. Es voz desusada.
Tabonero s. m. Vid. toponero.
Tabornizo adj. Pequeño, rechoncho.
Taca s. f Mancha. Toque que tiene la fruta. Cfr cat. taca, oc. tacha,
fr. tache.
Tacar v. tr y refl. Manchar.
Tacau adj. 1. Manchado. 2. Tocado (solo la fruta).
Tachau adj. Tuberculoso.
Tacho s. m. Tejo. Documentado únicamente en As Billostas.
Tachón s. m. Tejón.
Tafaniar v. tr. Fisgonear algo delante del propietario, p. ej. mirar
qué hay de comida ante el anfitrión. Cfr. cat. tafanejar.
Tafarra s. f Cinta ancha de lona que sujeta el baste por detrás, pa-
sando por debajo de la cola de la caballería.
Taixón s. m. Vid. tachón.
Tajadera s. f Sangradera de riego.
Tajador s. m. Sacapuntas.
Talega s. f Saco.
Talegazo s. m. Batacazo, costalada.
Tallasned s. m. Ave insectívora sin identificar: "Pardisco y coda
curta y regordico".
Talmente adv. Quizás, tal vez.
Tamborinada s. f Riada, golpe de agua. Por extensión, 'cantidad'.
"Qué tamborinada d'augua baja"; " ¡Ala, qué tamborinada de
ganau!".
Tamborinazo s. m. Golpe.
Tamién adv. También.
Tampó adv. Vid. tampoco.
301
Tampoco adv. Tampoco.
Tancar v. tr. Cerrar. Vid. atancar.
Tano s. m. Nudo en la madera.
Tañeburro s. m. Zoo. Ave sin identificar con claridad, de plumaje
oscuro y con plumas blancas. No sé si podría ser la tarabilla co-
mún, no estaba seguro mi informador ornitológico de Elsón.
Tarabaniar v. intr. Juguetear, divertirse. "No tarabaniez que tos fe-
rez mal".
Tarambán adj. Juerguista, bromista, noctámbulo.
Tarambidau s. m. Soporte de madera (Barcabo).
Tararaina s. f Telaraña.
Tarba top. oc. Tarbas, fr. Tarbes.
Tarcual adv. Que está más o menos regular. Esto está tarcual.
Tardano adj. Tardío. Cfr cat. tardó.
Tarna s. f Astilla pequeña, p. ej. de una caña o un mimbre.
Tarnasco s. m. Cordero recental.
Tarquil s. m. Légamo.
Tarranco s. m. Tronco, palo.
Tartameco adj. Tartamudo.
Tartamequiar v. intr. Tartamudear.
Tartir v. intr. Chistar.
Tasca s. f Bot. Hierba sin identificar: "Yerba que se fa por os mar-
guinazos y que ye enganchosa. As crabas se tornaban locas por
iza yerba". Parece que significa 'pasto', como en otras zonas.
Tastar v. tr. Gustar alimentos o bebidas, probarlos. "Nusotros los
emos tastau". Cfr. cat. y oc. tastar, fr. táter.
Tatonero adj. Persona lenta.
Taute s. m. Cabecilla, jefe. En ocasiones adquiere matices peyora-
tivos: "¡Menudo taute está fecho! ".
Taxo s. m. Vid. tacho.
302
Tefla s. f Bot. Trébol.
Teflizo s. m. Bot. Puede que se trate de la Psoralea bituminosa.
Teido-teido s. m. Baile típico de A Torrozilla que se ejecutaba para
Santa Águeda. Las mujeres se ponían una estopa en la espalda
y con gestos especiales invitaban a los hombres a que intenta-
ran quemársela, al tiempo que les cantaban: "O teido-teido que
me cuelga por detrás, o teido-teido no me lo cremarás". Se
bailaba al son de guitarra, guitarro, curdión y pandereta.
Tejau s. m. Tejado.
Telo s. m. Telilla sutil que se forma sobre algunos líquidos, mem-
brana que envuelve algo. Cfr. cat. tel.
Tella s. f Teja. Es voz extinta.
Tempano s. m. 1. Base del tonel. 2. Parte de la tripa del cerdo.
Tempero s. m. Sazón.
Temprano adj. Lo contrario de tardano.
Tenazeta s. f Vid. cortapichas.
Tentón, á loc. adv. A tientas.
Teña s. f Vid. tiña.
Terrau s. m. Terraza.
Terrero s. m. Depósito de tierra.
Tesico adj. Esquelético, depauperado.
Tichidor s. m. Tejedor, sastre. Cfr: cat. teixidor.
Tieda s. f Tea, antorcha de madera resinosa.
Tiedero s. m. Soporte donde se colocaban las tiedas.
Tientos, saber os perífrasis verb. Conocer bien las características
de un asunto o una persona. "Ixa ya se sabe os tientos".
Tierra s. f Suelo. "Te tirará ta tierra". Cfr. cat. terca (m).
Tilera s. f Bot. Tilo.
Tfiero s. m. Bot. Vid. tilera.
Tina s. f Recipiente de madera para sulfatar con sulfato de cobre.
303
Tinglar v. tr. Tintinear, hacer sonar las monedas.
Tintaura s. f Bot. Centaurea.
Tiña s. f Zoo. 1. Oruga, procesionaria. 2. Solitaria.
Tiñoso adj. Raquítico, flaco. Se considera que la solitaria, la tiña,
es la causa del desmejoramiento.
Tío/a s. m. y f Tratamiento que tradicionalmente se ha dado a los
suegros.
Tión s. m. Hombre que se ha quedado en casa soltero, la diferencia
con otros grados del campo semántico de la soltería (coscón,
maziello, tornizo, escaziello) radica en que el tión convive en
la misma casa con hermanos o hermanas que tienen hijos. Así
pues el tión es propiamente el soltero con sobrinos y no puede
hacerse de maziello un sinónimo de aquel, aun cuando la voz
haya perdido casi por completo su transparencia semántica.
Tixidor s. m. Vid. tichidor.
Tizonera s. f Suelo del hogar.
To adj. todo. El plural (toz —o tos—) implica una -t (o mejor un
alófono -d en nuestra comarca) en el singular, hoy completa-
mente enmudecida, si bien es conservada por variedades orien-
tales como el ribagorzano, el benasqués o centrales como el
belsetán.
Toballa s. f Toalla.
Toballón s. m. Antiguo trapo de cañimo usado indistintamente co-
mo servilleta y para tapar cestos.
Tobo adj. Blando. Cfr cat. tou.
Tocatiar v. tr. Toquitinear.
Tocho s. m. 1. Palo. 2. Ladrillo.
Tollo s. m. Pequeño charco.
Tolosa top. oc. Tolosa. fr. Toulouse.
Tomatera s. f 1. Planta del tomate. 2. Fig. Herida en los lomos de
las caballerías de carga.
304
Tonel s. m. Tonel.
Tongada s. f Serie de hechos análogos que suceden durante un pe-
ríodo determinado de tiempo, promoción, hornada... Cfr cat.
tongada.
Topo d'augua s. m. Animal sin identificar.
Toponero s. m. Topo.
Torda s. f Mirlo común.
Torda gasea s. f Ornt. Turdus iliacus. Zorzal alirrojo.
Torda negra s. f Ornt. Parece tratarse del mirlo común o quizás del
estornino americano.
Torda parda s. f Ornt. Turdus philomelos. Zorzal común.
Tordo s. m. Ornt. Sturnus vulgaris. Estornino pinto. Y Sturnus uni-
color. Estornino negro.
Tordoleta s. f Ornt. Streotopelia decaocto. Tórtola turca.
Tornaboda, á loc. adv. Realizar la boda en el pueblo de la novia y
después la comida en el del novio.
Tornaburro, á loc. adv. Trabajar con la caballería prestada por un
vecino.
Tornachunta, á loc. adv. A trueque, a cambio.
Tornallo s. m. Trozo de tierra más largo que ancho.
Tornar v. tr. Volver. Cfr. cat. y oc. tornar, fr. tourner, it. tornare...
Tornizo s. m. Solterón que pasa ya de los cincuenta años y hasta los
sesenta aproximadamente, a partir de cierta edad —cuando ya
no hay espectativa de boda— se conocía como escaziello.
Torno s. m. Molino de aceite.
Torrueco s. m. Terrón de un campo.
Torrullón, a lo loc. adv. A lo loco.
Torrullón adj. Patoso, persona que siempre corre y tropieza. "¡Ma-
lo, qué torrullón! ".
Tortetas s. f pl. Alimento elaborado a base de masa de harina y
sangre de cerdo.
305
Torzedor s. m. Palo que se empleaba para hacer tuertas.
Torzida s. f Mecha del candil.
Torzón s. m. Empacho en un animal.
Tos pron. Os.
Tosantos s. prop. Fiesta del 1 de noviembre en que la costumbre típi-
ca por parte de los niños era confeccionar una calaveras con ca-
labazas huecas en cuyo interior se ponía una vela, para asustar.
Los adultos hacían sonar las campanas de la iglesia por la noche.
Tosca s. f Un tipo de piedra porosa.
Tosconada s. f Tormenta de granizo fino y blando.
Totisflostis adj. Necio, ingenuo.
Totón s. m. Fantasma. Fig. adj. Persona que no hace vida social y
está cerrado en casa.
Toza s. f Tocón.
Tozada s. f Golpe dado con la cabeza.
Tozal s. m. Cerro. Cfr. cat. tossal.
Tozar v. tr. Embestir con la cabeza.
Toziar v. tr. Vid. tozar.
Tozined s. m. Cochinilla (insecto).
Toziniar v. tr. Variante de tozar.
Tozino s. m. Cerdo.
Tozuelo s. m. Festivamente, cabeza.
Trabesero adj. Enredón.
Trafacudo adj. Corpulento, recio.
Trafegar v. tr. Extraviar, traspapelar, dar el 'cambiazo', a menudo
en contextos de compra venta. Se m'han trafegau. Cfr. tresba-
tir y lo que allí se dice.
Trafuca s. f Lío.
Trafucar v. tr. Equivocar, confundir, perder. "M'he trafucau".
Trafucoso adj. Liante, que lleva a confusión.
306
Traína s. f Zanja en la nieve.
Trainero adj. El que abre paso en la nieve.
Trallo s. m. Tronco, madero de metro y medio arreglado con el ha-
cha. Cfr. tuero.
Tramenar v. intr. Trajinar, trabajar activamente, estar en acción.
¿Qué tramenas?
Trampis adv. Viene a significar 'Me da igual'. "A mi trampis". Cfr
fr. tant pis!
Trancallazo s. m. Salto largo.
Tranco s. m. Paso largo, zancada. "¡Yo pegaba unos trancos!".
Trapazería s. f Mentira, lío.
Trapazero adj. Mentiroso, liante.
Trapazil, un loc. adv. Cantidad ingente: un trapaza de güellas.
Trascón s. m. Parte del aparejo para arar donde encaja el timón del
arado.
Trasquir v. tr. Tragar. "No se puede ni trasquir".
Trastallo s. m. Atajo.
Trautor s. m. Tractor.
Trayer v. tr. Traer.
Traza s. f Manera.
Trazero adj. Que trabaja mal, desgarbado.
Traziau adj. Mañoso.
Treballadero adj. Trabajador.
Treballar v. tr. Trabajar. Cfr cat. treballar.
Treballo s. m. Trabajo. Cfr cat. treball.
Tremolar v. intr. Vid. tritolar. Cfr cat. y oc. tremolar.
Tremonzillo s. m. Tomillo.
Trena s. f Trenza. Cfr cat. trena.
Trencapiñol s. m. Picogordo.
Trencar v. tr. Romper, partir. Cfr cat. y oc. trencar.
307
Trencha s. f Tira de los pantalones.
Trepuzar v. intr. Vid. entrepuzar.
Tresbatir v. tr Perder, extraviar. En aragonés común tanto este ver-
bo como trafegar a menudo son impropiamente usados como
sinónimos de perder. Se puede tresbatir un objeto, una perso-
na en el monte (en el sentido de extraviada) pero ningún en-
cuestado identifica como correcto hablar por ejemplo de tres-
batir tradizions... o conceptos abstractos. Para todo ello el
aragonés patrimonial utiliza perder.
Treschipons s. m. Carbonero común.
Trescolar v. tr. Trasegar líquidos.
Treslumbre s. f Trasluz.
Tresmallo s. m. Un tipo de red de pesca.
Tresmontana s. f Aire que sopla del norte.
Trespalar v. tr. Vid. trespaliar.
Trespaliar v. tr. Palear, dar varias vueltas con la pala.
Trestallar v. tr. Dividir, separar en departamentos.
Trestallo s. m. Compartimento.
Trezenal s. m. "Trenta fajos de trigo u ordio".
Triar v. tr. Escoger, seleccionar. Cfr. cat. y oc. triar, fr. trier.
Triar-se v. refl. Pasarse la leche.
Tricallón s. m. Palo corto y recio.
Trico lo traco, lo s. m. compuesto. Instrumento para cerner harina,
recibe este nombre onomatopéyico por el ruido que producía.
Triguero s. m. Ornt. Emberiza calandra. Triguero.
Trincapiñol s. m. Ornt. Coccothraustes coccothraustes. Picogordo.
Trincho s. m. La segunda hoja de algunas navajas.
Tringola s. f Campanilla de las caballerías y corderos.
Tringoleta s. f 1. Un tipo de esquilla. 2. Cascabel, campanilla de misa.
Trinla-tranla loc. adv. Semejante a china-chano.
308
Tripudo adj. Lo contrario de estransiu.
Tritolar v. intr. Temblar.
Trobar v. tr. Encontrar: "¿Cómo te trobas?", "M'he trobau un du-
ro". Cfr. cat. y oc. trobar, fr. trouver. Trobar falta echar de me-
nos: "Lo trobamos falta". Vid. alcontrar y lo que allí se dice.
Troca s. f Pieza de tela de cáñamo.
Tronada s. f Tormenta.
Tronca s. f Tocón que se pone en el fuego. En Nochebuena el caga-
niedos de la casa debía ponerse a escarramanchons sobre la cho-
ca y derramar vino al tiempo que el amo o el abuelo recitaba una
oración de bendición y rezaba por los antepasados. Pueden ver-
se algunos textos en el apéndice de literatura de transmisión oral.
Después de esto se echaba un trago de vino y se daba un mueso
a una torta. Seguidamente se procedía a encender el fuego y,
si para Reyes quedaba algo, se subía el tizón a la falsa para
preservar la casa de los rayos. Esta costumbre está muy perdida,
pero se ha practicado hasta hace muy poco; conozco el caso de
una mujer de 27 años, de Cosculluela, que lo hizo de niña.
Tronera adj. Dícese de la persona muy movida.
Tronlirón adj. Alocado.
Tronzador s. m. Sierra de mano con un mago en cada extremo, pa-
ra cortar entre dos personas.
Tronzar v. tr. Serrar con el tronzador.
Troseta s. f Rama deshojada usual como alimento animal.
Troz s. m. Trozo. "Me 'n falta un troz".
Trozar v. tr. Trozear.
Trucar-se v. tr. Llamar a la puerta. v. refl. Golpearse: "Mia que no
se truque".
Trucazo s. m. Vid. turcazo.
Truco s. m. Cencerro del carnero guía.
Truco! interj. Se puede traducir aproximadamente por ' ¡atención!'.
309
Trujano s. m. Vid. zrujano.
Trujar s. m. Lagar.
Trullar s. m. Vid. trujar. Es voz extinta, sustituida por su versión
des fonetizada.
Trunfas s. f pl. Patatas. Es voz arcaica.
Trunfas chiretudas s. f pl. Un tipo de patatas.
Truqueta s. m. Esquila semejante al truco pero menor.
Trusa s. f Fardo de ropa viejo.
Trustear v. tr. Realizar labores de bricolage.
Tuero s. m. Tronco de un árbol, tronco hueco p. ej. para pisar las
uvas. Es voz menos usual que trallo.
Tuerta s. f Hierba seca recogida en forma de madeja que posterior-
mente se deshacía como alimento para el ganado. He aquí un tes-
timonio de que el participio del verbo torcer, en consonancia con
otros (muerto, puesto, quiesto, suelto...) ha sido siempre tuerto,y
no torziu, que es forma vulgar mediatizada por el castellano.
Tufa s. f Flequillo.
Tuli, coger o perífr. Marcharse. Proviene del perfecto latino TULI,
del verbo FERO 'llevar'.
Tumbada s. f Golpe, avenida de agua.
Tumbilla s. f Soporte de madera para colocar un caldero caliente
con el que calentar la cama.
Tuna s. f Mujer de vida licenciosa.
Tunda s. f Paliza.
lambiera s. f Ventisca.
Turcazo s. m. Ornt. Columba palumbus. Paloma torcaz.
Turmazo s. m. Golpe, pedrada.
Turmo s. m. Piedra grande que no tiene ningún uso.
Turrar v. tr. Tostar. Cfr. cat. torrar.
Turrau part. Tostado.
Turrullón adj. Vid. torrullón.
310
Turrumbero s. m. Vid. turrumpero.
Turrumpera s. f Capricho, ocurrencia. "L'ha dau a turrumpera".
Turrumpero s. m. Derrumbadero.
Tusir v. intr. Toser. "Ha tusiu esta noche". Cfr. cat. tossir, oc. tosir.
Tusmazo s. m. Vid. turmazo.

U
Ubie rto part. Abierto.
Ubrir v. tr. Vid. obrir.
Uga s. f Uva. Hay diversas variedades: alcañón, aramón, garnacha,
mamagastro, moriste!, parraleta, parre! y salzeño, más alguna
otra que me habré dejado en el tintero.
Una mala, a loc. adv. En caso extremo. "A una mala ya lo faremos".
Unto s. m. Salsa.
Uñetas s. f pl. Pezuñas del ganado ovino y caprino.
Urmo s. m. Olmo. En Camparretuno hay un ejemplar viejo y sano.
Cfr. fr. orme.
Uscar v. tr. Buscar. Es general en todo el aragonés, por lo que sé, no
se trata de una pérdida vulgar de consonante inicial. Si acudi-
mos al étimo más probable queda clara la causa de esta forma:
uscar del germánico AISKÓN 'solicitar'.
Usma, á la loc. adv. Al acecho.

X
Xargón s. m. Vid. chergón.
Xarguera s. m. Vid. sarguera.
Xarticada s. f Vid. charticada.
Xuto adj. Seco. Y en la expresión paeze un morro xuto 'adusto'.
311
Y
Yayo s. m. Abuelo. Es voz introducida en este siglo, la patrimonial
es lolo. Cfr. cat. iaio.
Yerba conejera s. f Bot. Quizás sea el Sisymbrium irio. Matacandil.
VIDALLER aparece como Senecio vulgaris.
Yerba culebrera s. f Bot. Planta sin identificar. En VIDALLER apa-
rece como Helleborus foetidus o Echium vulgare.
Yerba loca s. f Bot. Hyoscyamus niger. Beleño negro.
Yerba pulmonera s. f Bot. Planta sin identificar. En VIDALLER es
la Aristolochia pistolochia.
Yerba tripera s. f Bot. Quizás se trate de la Teucrium polium. Za-
marrilla. En VIDALLER aparece como Asperula cynanchica o
Micromeria fruticosa.
Yesaire s. m. Enyesador. Evidente castellanismo fonético, la forma
patrimonial es chesaire, ya que existe cheso.

Z
Zaborra s. f Vid. zaborro.
Zaborrazo s. m. Pedrada.
Zaborrero adj. Descuidado.
Zaborro s. m. Piedra redonda del tamaño de un puño.
Zabucar v. tr. Vid. zapucar.
Zaforas adj. Vid. zofras.
Zafra s. f 1. Sufra. 2. Alcuza.
Zafraina s. f Corva de la pierna. Cfr. cat. sofraja.
Zafrán s. m. Azafrán. Cfr cat. safrá, fr. safran.
Zafumar v. tr. Vid. afumar
Zagal s. m. Chico.
Zaguero adj. Último: "Bajón as zagueras".
312
Zalamanquesa s. f Salamanquesa.
Zalapastra s. f Barro que se queda pegado a las botas.
Zalapastrón s. m. Pegote de barro, de excremento de ave...
Zalapastroso adj. Sucio, persona poco aseada.
Zalapastrudo adj. Chapucero.
Zamandungo adj. Alto y desgarbado.
Zambra s. f Bullicio, confusión.
Zamueca s. f Animal imaginario que iban a cazar ingenuamente los
que caían en el engaño de su existencia.
Zamueco adj. Ingenuo, tonto. El adjetivo tiene su origen en los cré-
dulos que iban a cazar la zamueca.
Zancarrón s. m. Hueso del jamón.
Zancarrón adj. Torpe.
Zancocho s. m. Chapuza.
Zanguango adj. Inútil, gandul.
Zapatera s. f Bot. Coriaria myrtifolia. Emborrachacabras.
Zapatiesto s. m. Alboroto.
Zapo s. m. Sapo.
Zapucar v. tr. Arrojar una cosa o una persona al suelo.
Zarpa s. f Término habitual para 'mano': "M'he caiu de zarpas",
"¡Llevas unas zarpas más puercas!".
Zarquinazo s. m. Manotazo.
Zarrapullera s. f Cremallera.
Zarzalliar v. intr Vid. farfallar.
Zarzalloso adj. Vid. farfalloso.
Zebada s. f Avena. Cfr cat. civada. Bender a zebada Irse con otra.
Zegalloso adj. Cegato.
Zelebro s. m. Celebro.
Zelemín, un loc. adv. Mucha cantidad: Hai un zelemín de gente allí.
313
Zellas s. f pl. Cejas. Es voz extinta. Cfr. cat. celles.
Zemelimporra s. f Balancín (Guaso). Vid. pimpón.
Zemelizera, ser de Dícese cuando algo es débil, frágil, de poca con-
sistencia. "Que se puede esfer d'un moneto á otro".
Zenisa s. f Ceniza. "... las cozébamos con lejía de zenisas".
Zenisons s. m. pl. Bot. Planta sin identificar, sale en los huertos.
¿Podría ser el zenizoso, Chenopodium viride, del diccionario
de VIDALLER?
Zenojo s. m. Hinojo.
Zenzillo s. m. Vid. zerzillo.
Zeñar v. tr. Hacer señas.
Zeñidor s. m. Faja.
Zeprén s. m. Palanca.
Zeprenar v. tr Mover un peso haciendo palanca.
Zepurrio adj. Torpe.
Zequia s. f Acequia. Cfr. cat. séquia.
Zerbuna s. f Bot. Polypodium cambricum. Polipodio.
Zereño adj. Dícese de la persona o animal fuerte, valiente.
Zeresa s. f Cereza.
Zeresera s. f Vid. zerezera.
Zerezera s. f Cerezo.
Zergüellos s. m. pl. Vid. zeruellos.
Zeringallo s. m. Colgajo, harapo.
Zermeña s. f Es una variedad de pera de agua pequeña.
Zernedera s. f Cernedora.
Zernillo s. m. Parte del molino.
Zerolla s. f Bot. Fruto de la zerollera.
Zerollera s. f Bot. Serbal. Sorbus domestica.
Zerrino adj. Vid. azerrino.
314
Zerrudo adj. Peludo.
Zerrullero s m. Ciruelo.
Zeruellos s. m. pl. Ciruelas.
Zeruellos chabacans s. m. pl. Un tipo de ciruelas.
Zerupio adj. Vid. capino.
Zerzillo s. m. Aro metálico de un tonel o cuba.
Ziazo s. m. Cedazo.
Zibiaca s. f Andas para llevar piedras.
Zicocho s. m. Palo de sujeción del ronzal clavado en la pared.
Ziempatas s. m. Vid. ziengarras.
Ziengarras s. m. Ciempiés.
Zierreta s. f Madeja de menor calidad que el zierro, con la que se
hacian las estopadas.
Zierro s. ni. Cáñamo enmadejado para hilar.
Zillo s. m. Formación nubosa que presagia tormenta: "¡Ala, qué
biene por allá, ba a llover! ".
Ziminterio s. m. Cementerio.
Zinca top. s. f Cinca.
Zincozientos adj. num. Quinientos. Cfr. cat. y oc. cinc-cents, fr.
cinq cents, it. cinquecento.
Zinglazo s. ni. Golpe dado con una cuerda.
Ziquilín s. m. Ornt. Falco tinnunculus. Cernícalo vulgar.
Ziquilín de canaleta s. m. Ornt. Falco naumanni. Cernícalo primilla.
Ziquilineta s. f Esmerejón.
Zirezera s. f Vid. zerezera.
Ziringallo s. ni. Vid. zeringallo.
Ziruellos s. ni. pl. Vid. zeruellos.
Ziscla s. f Bot. Quizás sea Saccharum ravennae.
Zisclón adj. Res que tiene un solo testículo exterior.
315
Zismero adj. El que mete cizaña.
Zista s. f Ornt. Es nombre genérico para los diferentes escribanos.
Zista parda s. f Ornt. Probablemente sea el escribano montesino.
Zista peluda s. f Ornt. Probablemente sea el escribano soteño.
Zofras adj. Desaseado, sucio.
Zoliquera s. f Madriguera de conejos.
Zolle s. f Pocilga.
Zoqueta s. f Especie de guante de madera para proteger los dedos
en la siega.
Zorrera s. f Borrachera.
Zorro adj. Borracho.
Zrujano s. m. Practicante.
Zumbiar v. tr. Pegar.
Zurred s. m. Tapón de la jeta confeccionado con una madera y cá-
ñamo en un extremo.
Zurrupio adj. Dícese de la persona menuda y traviesa.
Zurziquiar v. intr. Merodear. Seguramente derivará de zorzes 'rato-
nes', palabra que todavía se conoce en Moriello de San Pietro.

316
6. Conclusiones

6.1. SITUACIÓN DEL ARAGONÉS SOBRARBÉS


EN EL CONJUNTO DE LA LENGUA

6.1.1. El aragonés hablado hoy en el Biello Sobrarbe debe en-


marcarse en el dialecto central de la lengua. A mi modo de ver exis-
ten en aragonés tres únicos dialectos: occidental, central y oriental.
Cada uno de ellos se corresponde aproximadamente con los tres
condados altomedievales que tras su unificación, con Ramiro I,
constituirán el reino aragonés. No siempre hay coincidencia entre
lengua y territorio, pero parece que de alguna manera aquellas tres
antiguas delimitaciones políticas conformaron otras tantas modali-
dades de lengua. Esto se evidencia también en el particular occita-
no-gascón del antiguo condado de Bearne y en el catalán pallarés y
el ribagorzano, hablados en las actuales comarcas del Pallars y la
Ribagorca, coincidentes con los condados del medievo.
El dialecto occidental abarcaría desde Baldonsella hasta Acu-
muer; el central, desde este último valle hasta La Comuna (rebasan-
do en el oeste los límites del condado sobrarbés), y el oriental com-
prendería las tierras chistabina y fobana (en el condado de
Sobrarbe) con todo el sector occidental del antiguo condado de Ri-
bagorza, desde Benás, por el norte, hasta Cofita, por el sur, es decir,
siguiendo el curso del Ésera más algunas poblaciones del llano. Los
límites meridionales de los dialectos occidental y central llegan has-
ta la comarca de Ayerbe en el caso del primero y comprenden todo
317
el norte del somontano sobrarbés y la parte nordeste de la hoya os-
cense en el segundo.
En el dialecto central se incluyen hablas tan interesantes como
poco conocidas: la de Nozito (Sarrablo) con toda la Guarguera y la
que ha sido objeto del presente estudio, el aragonés de Biello So-
brarbe. Este espacio, situado en las sierras prepirenaicas, estaba ab-
solutamente sin investigar y su estudio era a todas luces urgente ha-
bida cuenta de la baja densidad demográfica y del interés lingüístico
que supone conocer el tipo de aragonés hablado en un área tan am-
plia que se constituye como el nexo entre la parte más septentrional
(y mejor conservada) del dialecto central y la más en contacto con
el castellano de la Tierra Baja o Semontano.
El aragonés central, al igual que los periféricos, parece haber
presentado un conjunto solidario y sin apenas fisuras hasta comien-
zos del presente siglo. Los diversos factores que he expuesto en el
capítulo segundo conllevaron su deterioro, como en el resto de la
lengua, sobre todo desde 1936 hasta 1970, para llegar a la precaria
situación actual.
Como consecuencia del avance que el castellano ha ido reali-
zando por el sur, el aragonés hablado registra un estado progresivo
de castellanización cuanto más se desciende de la montaña hacia el
llano. En los tres dialectos históricos aparecen las hablas de los al-
tos valles como las más conservadoras, frente a las de los somonta-
nos, cuya castellanización ha erosionado muchos de los elementos
que las primeras mantienen. Entre ambas zonas se hallan las sierras
prepirenaicas de Guara y sus estribaciones, que han mantenido un
aragonés no tan conservado como el de los valles pero sí más man-
tenedor que el del llano.

6.1.2. En el dialecto central, al que pertenece la variedad que


estudiamos, la zona más septentrional comprende los valles de Acu-
muer, Sobremón, Tena, Tierra Biescas, Sobrepuerto, Ballibroto, Ri-
bera de Fiscal, A Solana, Ballibió, Ballibielsa y La Comuna. Estas
dos últimas zonas presentan unos pocos rasgos de transición hacia
318
Casa Juste de Arcusa.

el oriental. Estas hablas centrales-pirenaicas se han distinguido por-


que conservan las oclusivas intervocálicas sordas (-p-, -t-, -k-); so-
norizan dichas oclusivas tras líquida o nasal (-nd-, -ng-, -Id-, -1g-);
mantienen los participios fuertes, otrora generales en toda la lengua
(-ato e -ito), el artículo ro y el condicional propio (serba o sereba),
entre los elementos más destacados. Todo ello actualmente perma-
nece en forma muy desigual (Panticosa, Ballibielsa...) o está en
franco desuso en áreas más occidentales (Acumuer, Sobremón,
Biescas), teniendo además en cuenta la despoblación de amplias zo-
nas (Sobrepuerto, A Solana...).
319
El área media de ese dialecto nuclear del prepirineo central ha
sido objeto de este estudio, si bien ha quedado fuera (quizás para un
futuro trabajo) el Sarrablo; presenta respecto a la centro-meridional
(somontanés) notables casos de conservación de las oclusivas sor-
das, restos de sonorización tras nasal, restos de participios fuertes y
(solo en Sarrablo) uso del artículo ro (aunque parece que no en As
Billostas), además de un uso residual del condicional (sereba).
Finalmente la zona más meridional del dialecto central, cuyo
estudio también urge, comprende gran parte de la hoya oscense (la
mitad este) y la mitad norte de la comarca de Balbastro. Es un tipo
de aragonés casi idéntico al que se habla en el Biello Sobrarbe, man-
tiene algunas oclusivas sordas, restos del condicional, evidencias de
un antiguo uso de participios fuertes y algunas zonas donde el uso
del artículo ro se mantiene con vitalidad. Los límites entre aragonés
y castellano se hallan aquí y discurrirían por una línea imaginaria
dificil de definir (por falta de estudios) que seguiría aproximada-
mente el trazado de la carretera general, quedando al sur de esta una
zona mixta, un castellano con aragonesismos. La modalidad, ¡ay!,
que parece reinará en dos o tres décadas más al norte.
Dicha zona mixta ha sido y, cada vez menos, es un área de con-
tacto lingüístico muy semejante, por ejemplo, a la zona mixta entre
francés y occitano que discurre por el norte de Auvernia y Lemosín
o a la que pone en contacto catalán y occitano en la comarca del
Conflent. En dicha zona resulta dificil definir el estado de conser-
vación del habla mientras no sea estudiada a conciencia. Este ara-
gonés está más deteriorado aún que el de los valles o el de Biello So-
brarbe. En ambas zonas, por ejemplo, todavía perviven los
derivados de IBI > b Ybi i, que no se usan ya en la Tierra Baja.
En realidad estas áreas del dialecto central son, como se ha di-
cho, un hecho reciente fruto del avanzado contacto con el castella-
no a finales del pasado siglo. Hace poco más de tres décadas toda-
vía era general la regla de que, cuanto más al sur se hallaba el
aragonés, más deteriorado estaba en su estructura y, cuanto más al
norte, mejor conservaba los elementos propios. Esto ha venido sien-
320
Guaso, con Peña San Beturián al fondo.

do así hasta que la mejora de las comunicaciones y la cada vez ma-


yor presencia de los medios de comunicación ha incrementado no-
tablemente la erosión de la lengua por todas partes, quebrando el
continuum lingüístico que la unía y formando modernamente islo-
tes discontinuos por todo el Alto Aragón.
El aislamiento de todos los valles altos, hasta la mejora de co-
municaciones, ha sido la causa de que el aragonés de esas zonas es-
té mejor conservado, pero de ello no debe deducirse que siempre se
hayan dado las diferencias entre montaña y llano que hoy en día se
dan. No creo en absoluto que proceda hacer de todos esos subdia-
lectos (ansotano, cheso, panticuto, belsetán, chistabín) variedades
históricas, se trata tan solo de restos que conservan características
más extendidas en el pasado (segunda mitad del siglo XIX). Quiero
decir con esto que en la comarca estudiada, para que se me entien-
da, debió de hablarse hasta finales del siglo pasado casi como en los
valles de Broto o Bio, de la misma forma que en Berdún hablarían
como se habla ahora en Echo o en Biescas lo harían como todavía
321
hoy en Panticosa. De ello son indicios elocuentes toda la toponimia
y el vocabulario pasivo.
Repito, por tanto, que a mi modo de ver en el aragonés solo es
posible definir tres dialectos históricos: occidental, central y oriental.
Los últimos presentan además notables similitudes léxicas entre sí y
aparecen como un bloque más homogéneo respecto al destartalado
dialecto occidental, que tiene sus últimos islotes en subdialectos como
el ansotano, checo o ayerbense. La situación actual deriva de una ace-
lerada atomización subdialectal propiciada por la ausencia de una koi-
né que hubiera asegurado el futuro de cada uno de esos tres dialectos.
Asegurado, digo, no sustituido, y que a su vez hiciera las funciones de
lengua literaria, administrativa... Ni más ni menos de como sucede en
cualquier lengua con aspiraciones a consolidarse y pervivir.

6.1.3. Este último aspecto de fragmentación de la lengua es


muy importante pues, como ya he dicho en la introducción, a menu-
do solo merecen interés las zonas donde el aragonés aún tiene un uso
social. Así, se han ignorado completamente aquellas otras en que del
uso social se ha retrocedido a otro casi exclusivamente doméstico y
local. En la mitad norte de la provincia, donde se reparten los tres
dialectos que conforman el sistema lingüístico aragonés, además de
las áreas concretas en las que este es lengua social, el resto del terri-
torio mantiene un enjambre numeroso de pequeñas poblaciones don-
de una parte de la población es predominantemente aragonesófona.
Del estudio minucioso de cada una de dichas zonas se extrae-
ría el verdadero panorama lingüístico del Alto Aragón. Una empre-
sa tal debería completarse con otros dos elementos: la realización de
un completo censo lingüístico y la elaboración de un amplio atlas
lingüístico del Alto Aragón. Personalmente he podido constatar en
la observación indirecta por todo el Alto Aragón que casi cada pue-
blo del tercio norte de la provincia conserva colectivos, la mayoría
de avanzada edad, de lengua aragonesa que la emplean a nivel do-
méstico pero apenas fuera de círculos que no sean familiares o de
estrecha vecindad.
322
Vista de Erípol.

6.1.4. Es conocido que el dialecto central es el que mejor con-


serva los elementos de la lengua aragonesa anteriormente menciona-
dos, pero representa sin embargo una variedad deteriorada en un es-
pacio tan amplio como poco poblado. Dentro de esta área las riberas
del Ara y el Cinca están casi castellanizadas por completo, el resto
conserva diversos grados de uso de la lengua: además de nuestro so-
brarbés, se van manteniendo otras modalidades aisladas o subdialec-
tos como el tensino (panticuto básicamente), el de Ballibió, el belse-
tán o el habla de La Comuna. Estas variedades, sobre todo en Bielsa
y Bio, constituyen el mejor modelo de aragonés y el obligado re-
ferente para hacerse una idea del estado de la lengua hará un siglo. En
conjunto el dialecto central tiene un uso más doméstico que social.
Algunas de estas hablas han sido motivo de estudio científico, como
es el caso del panticuto (NAGoRE) y del belsetán (BADÍA), pero seria
bueno que se complementaran con trabajos de campo actuales.
El dialecto occidental es el más deteriorado en su unidad, solo
prevalecen con muy desigual vitalidad los subdialectos ansotano,
323
cheso y los diveros islotes lingüísticos en el Campo de Chaca, en los
pueblos de Trasuruel y en la Galliguera. La lengua (salvo quizás el
caso cheso) cada vez es más doméstica y menos social. También de
esta zona existe alguna monografía, la del jaqués (ALVAR) y la del
habla de Aragüés (GONZÁLEZ GUZMÁN), amén de algunos estudios
de menor calado. Pero igualmente se dejan sentir carencias y lagu-
nas que convendría subsanar con urgencia.
El dialecto oriental es el que más uniformemente se muestra so-
bre el terreno como la variedad más presente en sociedad, exceptuando
los núcleos donde el castellano empieza a ser ya mayoritario, funda-
mentalmente el caso de Graus, y que poco a poco pueden ir erosionan-
do la presencia social de esta variedad para relegarla, como las otras, al
uso doméstico en un futuro no muy lejano: veinte años, quizás menos.
A los contactos con el castellano, que impregnan los tres dia-
lectos históricos, hay que añadir además allí el contacto con el cata-
lán, que, entre otras cosas, supone la introducción del pretérito pe-
rifrástico en época indeterminada (seguramente en la segunda mitad
del siglo XVIII). El dialecto oriental cuenta con un estudio del chis-
tabín (MoTT) y una reciente tesis sobre el bajorribagorzano (AR-
NAL), así como otros estudios menores sobre el altorribagorzano
(benasqués y área de Campo). Es, sin duda, el dialecto más y mejor
conocido. También es el más hablado y el que tiene más lenguas en
contacto, lo que le hace muy permeable a las influencias vecinas.

6.2. EL FUTURO DEL ARAGONÉS EN SOBRARBE (Y EL ALTO ARAGÓN)

6.2.1. Esta es una primera aproximación (deducida de años so-


bre el terreno y en absoluto teórica) al actual panorama lingüístico del
Alto Aragón. En mi estimación personal calculo que la cifra total y
real de hablantes en todo el territorio del Alto Aragón se sitúa en tor-
no a los 10 000, posiblemente con algunos centenares por debajo, una
gran parte de los cuales es población mayor de cincuenta arios, sin
apenas conciencia lingüística. La esperanza reside en las genera-
ciones más jóvenes, que comienzan a dar indicios de conciencia lin-
324
güística. En ellos se halla la clave del futuro de la lengua. La princi-
pal prioridad debe pasar por asegurar necesariamente la trasmisión
generacional en el seno de la familia y en la escuela. Pero esto no su-
cederá ex nihilo, sino que debe producirse en unas condiciones socia-
les de defensa y protección reales, no teóricas como hasta ahora. Por
tanto se hace del todo precisa una política activa de normalización lin-
güística que supere la penosa situación actual del aragonés para lle-
varlo a una situación de bilingüismo en que el hecho de usar la len-
gua ya no sea motivo de sonrojeces y vergüenzas, sino de dignidad y
orgullo. También debe atenderse el creciente fenómeno de acceso al
aprendizaje del aragonés, sobre todo por parte de las generaciones jó-
venes, puesto que la única diferencia con respecto al hablante nativo
es que en un caso es primera lengua por transmisión familiar y en el
segundo es una adopción realizada con plena conciencia idiomática.

6.2.2. Es decir, hay que garantizar principalmente la estabili-


zación de la población en la montaña con una clara política de in-
versiones que mejoren la situación económica y eviten la despobla-
ción. En especial fomentando el desarrollo de todo tipo de recursos
propios y poniéndolos en relación con la lengua aragonesa. La ad-
ministración debería apostar decididamente por ofrecer unos sala-
rios sociales durante un tiempo, digamos dos años, para atraer po-
blación emigrada o asentar colectivos con proyectos de futuro. Así
como otorgar ayudas para rehabilitar edificios o para incentivar cre-
ación de empleo en sectores por explotar: turismo, artesanía...
Se debe contemplar en ese marco dinámico de regeneración del
tejido social del territorio la enseñanza del aragonés, la rotulación, su
uso en la administración, en la justicia, en la iglesia y en los medios de
comunicación de forma minuciosamente regulada por una ley de len-
guas efectiva, no folclórica. Es del todo preciso definir claramente el
territorio lingüístico del aragonés, y ello no puede hacerse más que con
abundantes becas de investigación. No puede dejarse un tema tan se-
rio a expensas de las fuentes librescas como única referencia posible.
Los montañeses deben recuperar la dignidad de poseer más riqueza
325
Casa de Cosculluela de Sobrarbe.

lingüística que sus conciudadanos del llano, pues aquellos hablan dos
lenguas. Dicha dignidad no se refuerza más que con una sólida infra-
estructura económica y un fomento de la lengua en todas las esferas de
la vida social. El hablante de aragonés tiene que experimentar la dig-
nidad de poder ver unas horas semanales de televisión en su lengua au-
tóctona, patrimonio ancestral. Tiene derecho a disfrutar de emisiones
de radio, acceder a literatura, a prensa y revistas, a publicaciones para
jóvenes en aragonés, a dirigirse a la administración en su lengua, a em-
plearla en la liturgia religiosa, a educar a sus hijos en aragonés, etc. De-
be entenderse de una vez y para siempre que toda minoría lingüística
tiene derecho a universalizar su cultura y para ello hay necesidad de
una lengua escrita unitaria que pueda ser usada interdialectalmente y
que garantice la recuperación de los dialectos históricos, evitando así
su fragmentación y extinción. Toda actuación contraria a dichas direc-
trices no es sino la vieja divisa de divide ut impera. Es decir, el grupo
lingüístico tiene, sobre todo, necesidad de unidad y cohesión, social,
económica, cultural y lingüística.
326
Una actuación decidida, en los términos que expongo, puede
hacer que la precaria situación de la lengua dé un giro espectacular
tal y como lo han dado otras lenguas amenazadas.

6.2.3. Para una política lingüística de tales dimensiones, repi-


to, es preciso consensuar un modelo interdialectal y literario de len-
gua, una koiné. Tal es la actuación a la que se tiende siempre que se
da una situación de diglosia y así se debería actuar, pero ya, en el
Sobrarbe y en todo el Alto Aragón. Quienes manifiestan su preocu-
pación por el efecto que el uso de un estándar pueda causar en las
hablas patrimoniales son quienes jamás han hecho absolutamente
nada por esas variedades. Es público y notorio que la defensa in-
condicional de todas y cada una de las hablas que conforman la len-
gua aragonesa ha sido realizada siempre por quienes propugnamos
un estándar común que sirva de soporte y cohesión de todas ellas y
a la vez sea un modelo de referente culto para hablantes patrimo-
niales y quienes tenemos el aragonés como segunda lengua.
A mi modo de ver este estándar no puede ser una mezcla in-
discriminada de los tres dialectos. Tampoco puede ser la imposición
de los dos dialectos más literarios (occidental y oriental). Lo lógico
es que se tienda a la variedad más extendida geográficamente y la
más homogénea y representativa de todos los rasgos que definen al
aragonés. Dicha variedad es sin duda alguna todo el conjunto de las
hablas centrales o centro-occidentales. Salvo los particularismos de
algunos valles y los de la zona oriental, la lengua aragonesa allí se
muestra, en efecto, muy unitaria. Se trata de un aragonés común y
que abarca un amplio espacio del Alto Aragón. El dialecto central es
el más conservador y en su área pirenaica es donde mejor se man-
tienen los elementos genuinos del aragonés, ajenos a los particula-
rismos occidentales y a los elementos de transición al catalán del
área oriental. En cierta medida la trashumancia y los contactos ma-
trimoniales y comerciales entre la montaña y el llano ya fueron con-
formando una koiné popular, truncada por los avatares de la histo-
ria, que solo debe ser estructurada científicamente y depurada de
elementos ajenos recientes, sean castellanos o catalanes.
327
Este es el modelo científico de koiné que la mayoría de los fi-
lólogos embarcados en la defensa del aragonés sostenemos desde
hace años. Si se lleva ya treinta años editando y enseñando un mo-
delo aragonés en constante mejora (cuanto más lo estudiamos en el
habla viva, más lo mejoramos, más lo rehabilitamos y despojamos
de su erosión), si se utiliza una grafía (ratificada democráticamente
en un congreso abierto y plural en 1987) es porque algo debía ha-
cerse a partir de la iniciativa del asociacionismo privado, ya que
apenas nada se ha hecho por parte de las instancias políticas y uni-
versitarias. Ambas pecan de un secular centralismo urbano y un ale-
jamiento de la realidad altoaragonesa rural.

6.2.4. Quienes verdaderamente sientan aprecio por el arago-


nés, quienes deseen dignificarlo socialmente en todos los ámbitos,
serán siempre bien recibidos, y más si acuden con argumentos cien-
tíficos, no extralingüísticos. Cualquier otra actitud es signo de un
doble lenguaje, de un proceder mezquino e hipócrita ante el cual
ninguna persona preocupada por la salvaguarda de la lengua y la
cultura del Alto Aragón puede cruzarse de brazos. No actuar ante el
inminente deterioro de un secular patrimonio lingüístico o poner
trabas a su proceso dignificador comporta una desidia, denota una
pasividad que contribuye a acelerar su extinción.
Seguir mostrando actitudes indefinidas ante el devenir de la len-
gua aragonesa es hacerse cómplices en un futuro caso de lingüicidio,
en el que algunos no queremos estar en modo alguno implicados. Las
generaciones futuras quizás se preguntarán por la causa de nuestra en-
démica pasividad sobre el tema. No se trata de una cuestión de políti-
ca, de nacionalismos, muy al contrario, la tierra en que vivimos y su
lengua y cultura constituyen la parte del acervo humano mundial que
nos ha tocado en suerte. Mantenerla es contribuir a la diversidad cul-
tural del planeta, protegerla es fomentar la universalidad de cada cul-
tura por pequeña y débil que esta sea y rechazar de forma decidida la
uniformidad disfrazada de convivencia y universalismo que algunos
oscuros artífices de una sociedad monocultural pretenden.

328
7. Apéndice I. Literatura de tradición oral

Se indican con un número las localidades donde han sido re-


cogidos los diferentes textos. En caso de que no aparezca número
quiere decir que son de conocimiento general.

7.1. CANTINELAS PARA NIÑOS


01
Ruled, ruled, ruled.
Pon dinered.

02
Toca manetas,
que biene papá;
toca-las luego,
que luego bendrá.

03
Este o papa,
esta a mama,
este fa sopas,
este se las come todas
y este: tilín, tilín de San Martín /
guilín, gulín d'a campaneta de San Martín.

329
04
Caracol, col, col,
saca os cuernos t'o sol,
que tu padre y tu madre
tamién los sacón.

7.2. CUENTOS ENCADENADOS


05 (Buil y Mundod)
Quiquiriquí,
Canta, galled.
¿Qué fas astí?
Una caseta.
¿Quién te la fa?
Os piqueros.
¿Con qué les pagas?
Con buenos dineros.
¿D' ánde los sacas?
De buenas bacas.
¿Quién te las cudia?
Un zagalón.
¿Ánde se queda?
Debajo un peñón.
¿Con qué se tapa?
Con un mandilón.

06 (Buil)
¿Ánde está la raboseta?
Detrás d'a mateta.
¿Ánde está la mateta?
O fuego l'ha cremau.
¿Ánde está o fuego?
L'augua l'ha apagau.
¿Ande está l'augua?
Os güeis se l'han bebiu.
330
¿Ánde están os güeis?
A sembrar/rullar mijo.
¿Ánde está o mijo?
As gallinetas se l'han comiu.
¿Ánde están as gallinetas?
A poner güegos.
¿Ánde están os güegos?
Os flaires se los han comiu.
¿Ánde están os flaires?
A dezir misa.
¿Ánde está la misa?
Detrás de l'altar.
¿Ánde está l'altar?
¡Da-te media buelta
y bes-te-lo a mirar!/
¡Besa-me n'o culo
y bes-te-lo a mirar!

7.3. ADIVINANZAS
7.3.1. Infantiles

07
Foringuet foringaba,
coda larga l'engalzaba,
si no por o foraded
muerto sería o foringued.
¿Qué son? Foringuet ye o ratón
y coda larga ye o gato.

08 (Buil)
Coded codeteaba,
coda larga l'engalzaba
y coded, como era chiqued,
s'escondió por un foraded.
331
09 (Mundod)
Tapete sobre tapete,
tapete de lindo paño,
por más agudo que seigas
no l'adebinarás en to l'año.
¿Qué ye? A zebolla.

10
En o puntón d'a sierra Guara
hai un flaire motilón,
con os abitos blancos
y amarillo o corazón.
¿Qué ye? O güego.

11 (Mundod y Buil)
Una crabeta
se'n ba t'o mon
farteta farteta
y torna ta casa
laseta laseta.
¿Qué ye? A bota bino.

12 (Mundod y Buil)
Dos reixas
cuan se'n ban t'o mon
miran ta casa,
cuan tornan ta casa
miran t'o mon.
¿Qué son? Os cuernos d'a craba.

13
Cuatro caballicos
que ban ta Franzia,
siempre corren
y nunca s'alcanzan.
¿Qué ye? A debanadera.
332
14
Alto, altero,
gran caballero,
chupa de grana,
sombrero negro.
¿Qué ye? A chaminera.

15 (Mundod y Buil)
Un corral pleno de crabas royas,
dentra una negra y las saca todas.
¿Qué ye? O escopallo.

16 (A Torrozilla)
Dos peludos y un pelau
y o zaramandungo á lau.
¿Qué ye? Os güeis, l'aladro y o labrador.

A Torrozilla y, al fondo, "Castillo de Buil".


333
17
En o monte berdea,
en casa escodetea.
¿Qué ye? A escoba de buxo.
18 (A Torrozilla)
Fue t'o monte,
me cogié un palo,
ni era d'a fideo
ni era d'a palmo.
Fize dos mesas,
dos arquimesas
y un canastico
pa bender zeresas.
¿Qué ye? A bellota.

7.3.2. De adultos
19 (Mundod)
Si quiers astí, astí.
Si quiers dillá, dillá.
Chuntaremos pelo con pelo
y carne biba en medio.
¿Qué ye? Dormir (l'ojo y as pestañas)
20 (A Torrozilla)
Con un gusto y otro gusto,
o gusto d'una muller.
Por un forau redondo
entra carne sin cozer.
¿Qué ye? O didal y l'anillo.
21 (A Torrozilla)
Estaba o siñor don don,
calentando-se o tripón.
Bino a siñá dondona
y le puso a corona.
¿Qué ye? O puchero y a cuchara de madera pa gustar.
334
22 (A Torrozilla)
O dinguilindingui estaba colgando,
o dongolondongo s'estaba mirando,
si o linguilindingui no cai
o longolondongo no'n comerá.
¿Qué ye? Os tozinos y as bellotas.

7.4. DICHOS SOBRE PUEBLOS

23
Curtos os de Guaso,
largos de pulsera,
correz ta casa,
que tos pare a perra
debajo a cadiera.

Casa Pallás de Guaso.


335
24
De Torrozilla a Guaso un paso,
de Guaso a Torrozilla un día.

25
O Sarrato, Sarratillo y Sarratiars:
onze casas, tres lugars.

26
Arcusa, Barusa,
barranco traidor,
zinco pelaires
y un tixidor.

27
En A Torre a mierda corre,
en A Pardina s'abadina
y en Castejón a recogión
pensando que era turrón.

28
En Almazorre a mierda corre,
en Lezina s'abadina
y en Ospitaled
la recogen con un capazed/cazoled.

29
Erípol está en un alto,
Almazorre en una baile,
os afumaus de Barcabo
solo tienen una calle.

30 (Paúls)
Os de Sasa
bienen d'o monte
y se cagan en casa.
336
31 (Barcabo)
Lezineses, tripa d'arreses,
sube cañas, barre cañas
y esparde fiemo por as montañas.

32
En Camparretuno sin santo nenguno
y uno que en teneban o diablo se les ne llebó.

33
Camparretuno, tuno,
sin santo denguno
y uno que en teneban
le'n bendión a o diablo
por un cantaro de bino.

34
Coscujuela, cuela,
mata piojos n'a cazuela.

7.5. COPLAS VARIAS

35 (Castillón)
As pochas traigo llenas
de zeruellos chabacans
pa que te'n fartes bien farta
y les ne des a os zagals.

36 (Castillón)
Si me quiers dejar
lo trico, lo traco,
a pixamenut
y la empreñatuara.
337
37 (Mundod)
En o puntón d'a sierra Guara
dos biellas se pedión
y en Zaragoza tocaban
pensando que era tronada.

38 (Os Rials)
De Chisagüés soi baxato
con una carga de palla,
m'esbarrato ta Parzán
porque he sentito la guitarra.

39 (Castillón)
Lo bezón de lo bezino,
cuando mates lo tozino
me darás una pizqueta
en un jarrichón de bino.

40 (Buil)
S'acabó o pan d'a boda
y a farina d'a talega,
marzo se volvió d'espaldas
y encara entró a miseria.

41 (Mundod)
El que sepa un niedo de bobón
y corteje una casera,
que no tienga miedo a pasar
mala primabera.

42 (A Torre)
As crabetas ya han salido,
a luna luego saldrá,
as mozetas a retiro
y os mozos a rondar.
338
43 (Camparretuno)
Astí baixo d'a fonata
i ha una craba parita
con un pitoned.

44 (Paúls)
Baxa por a puyata,
baxa por o zingled
y abaixo, que hai una craba parita,
subete o pirrined (es el cabrito).

7.6. REFRANES

45 (Mundod)
Si aquí nieba, qué fará en Yebra.

46 (Buil)
Llover con sol no bale un caracol.

47 (Camparretuno y Buil)
L'arcoiris por o maitino,
por a tarde corre o camino.

48 (Mundod)
Aire de Lezina,
aire de Pina
que llena a badina.

49
Pa San Antón d'enero,
a metá pajar, a metá granero
y o tozino entero.

339
50 (Camparretuno)
Si canta a mocholeta en enero
prepara o leñero.

51 (Buil)
Si en marzo no marzisquea,
n'abril y mayo queda.

52 (Buil)
Cuando l'aliaga floreze
a fambre creze,
cuando bachoca
pa toz en toca
y cuando esclafa
ya se pasa.

53 (Buil)
O rolde d'o sol
moja a capa d'o pastor
y o d'a luna
le'n enchuga.

54 (Buil)
En o tiempo d'o cuculo,
por a mañana hablando
y por a tarde duro.

55
Si a 3 d'abril
no me beis benir,
u estoi muerto
u pa morir.

56
Montañés y gurrión,
cocotazo y a o capazo.
340
57 (Buil)
Güella que bela,
bocau pierde.

58 (A Pardina)
As obellas y as abellas,
de quien mira por ellas.

59 (Buil)
No ye o mesmo comer a miel
que cagar a zera.

60 (Buil)
O mal d'a cuna siempre dura.

61 (Buil)
O que mucho duerme
lagaña cría,
o culo caliente
y a bolsa vacía.

62
Muller con bigote, ¡fote!

63 (Buil)
Fuera la crisma y l'alma,
os animals son igual que as presonas.

64 (Buil)
Ni de biuda ni de casada
ta casa no seas tornada.

65 (Buil)
O que está en o molino muele
y no o que ba y biene.
341
Santa María de Buil.

66 (Buil)
Cuando o burro pede
ya fa to lo que puede.

67
Si te fiza/muerde a salamanquesa
coge a jada y fe-te a fuesa.

68
Si te fiza/muerde l'escurzón
coge una jada/pilla o bigós y fe-te o fondón.

69
Si te fiza l'alacrán
ya no comerás más pan.

342
7.7. FRASES HECHAS Y LOCUCIONES

70 (Mundod y A Torre)
¡Gertrudes, cuan pedes pudes!

71 (Buil)
La filosofía y o libro filosofando.
¿Por qué os burros cagan cuadrau
si tienen o culo redondo?

72 (Mundod)
Sayas t'arriba,
pantalons t'abaixo,
zeringallos tiesos escorrendo.

73 (Mundod
¿L'han pediu?
Sí, l'han pediu y l'han bufau.

74 (Buil)
A colada de María Morrano,
que entraba o piojo enfermo
y saliba sano.

75 (Buil)
De tichidor cambiarás,
pero de ladrón
no te'n escaparás.

76 (Camparretuno)
Si truena por Zancata
coge-te l'alforja
y bes-te-ne ta casa.

343
77
O lobo zerbal,
que se chupa a sangre
y deja a canal.
78
Siga/sía pobre
u siga/sía rico,
cuatro dedos
de melico.
79
Pede fuerte y picha claro
y caga-te n'o medico
y n'o trujano.
80
Si tiens fambre
chira o culo y come carne.
81
Si tiens frío
chita-te n'o río.
82
Si tiens calor
chita-te en l'abrebador
y tapa-te con un cobertor.
83
Si tiens sed
échate un pedo
y bebe á gargaled.
84 (Buil)
¡Mentira!
Coge un cagallón
y estira.

344
7.8. BENDICIÓN NAVIDEÑA DE "A TRONCA"

85
Buen tronco,
buena masa
y buena dueña
d'esta casa.

86 (Buil)
Buena casa,
buena brasa,
buen tizón,
buen barón.
Dios bendizca
l'amo d'esta casa
y a toz os que i son.

7.9. FRAGMENTOS DE ROMANCES

7.9.1. Fragmento final del romance "de la loba parda"

87 (Barcabo)
—¡Qué amo tan mandón!
—¡Qué crío tan respostón!
—O domingo t'espachó.
—¡Pues o sabado me'n iré!

88 (Paúls)
¿Qué tal nos iría... pa choben?
¡Ui! Cosedora y filadora,
pa ixo no lo ye pas guaire.
Cuidadosa de lo bestiamen,
pa ixo sí que ye estremadota:
345
en siete años que ha cuidato
to lo ganato, nomás s'ha dixau
comer á lo feramen, namás que
o chingador d'o pelo.

89 (Paúls)
¿T'acuerdas que me lo diores
por un cantaro de bino,
en o barranco Tringoleras,
en a borda Fazacueras?
Moxata como una gata,
cansata como una perra.
Toda la noche estabas
sube el culo y baxa el culo.
Con caramelas de gato
y morros de farinato.

7.9.2. Fragmentos del romance "de Marichuana"10°

90 (versión de Barcabo)
Dende os altos Pirineos
ha baixau a Tierra Plana
a conquistar una moza
que se llama Marijuana.

En la manga del gambet


l'ha baixau unas manzanas,
no sé si le sabrán buenas,
no sé si le sabrán malas.

'" Estas versiones eran difundidas por toda la comarca por un hombre que iba
mendigando de pueblo en pueblo. Se llamaba Modesto ARASANZ ESCAPA y era na-
tural de Castillón. Murió en el Hospital de Uesca, a principios de los setenta. Todas
las personas mayores lo recuerdan de ir recitando y cantando el romance de Mari-
chuana por la comarca.
346
Modesto Arasanz Escapa
(Castellón de Sobrarbe),
el último recitador conocido
del romance de Marichuana
(foto de grupo en A Buerda
y detalle. Gentileza
de Mariano Coronas,
reproducción de Francisco Parra).

347
91 (versión de A Torre)
En as mangas d'o gambeto
me puyaron as manzanas,
de buenas que m'han sabido
os morros m'he laminato.

92 (versión de Elsón I)
Dende os altos Pirineos
me'n baxé ta Tierra Plana
por un amor que teneba
que se llama Marichuana.

93 (versión de Elsón II)


Dende os altos Perineyos
me baixé a la Tierra Llana
a conquistar a una dona
que Marichuana se llama.

En a manga lo gambeto
l'he baixato unas manzanas,
de buenas que le sabeban
os morros se laminaba.

94 (versión de Elsón III)


Dende os altos Pirineyos
baxé ta ra Tierra Plana
por un amor que teneba
que se llama Marichuana.

En a pocha d'o gambeto


le baxaba unas manzanas
(—)
95 (versión de Os Rials)
Dende os altos Pirineos
han baxato a Tierra Llana
348
a festejar una dona
que Marichuana se llama.

96 (versión de Paúls)
Dende os altos Pirineos
me'n baxé ta Tierra Plana
pa ver un amor que tiengo
que se clama Marichuana.

En a pocha d'o gambot


te guardo unas manzanas
pa que beigas l'amor
que te tiengo, Marichuana.

Me pregunta, siñor retor,


si quereba á Marichuana,
le contesto: siñor retor,
a pregunta ye escusata,
ya fa años que la sigo
como lo buco a la crapa.

Cuando ella diziba que sí


se me cayeban as babas
por as mías barbas t'abajo
como si ese comido brasca.

Ya nos claman á zenar


y nos dion carne crapa
y apretando bien os diens
toda se m'acorrucaba.

Ajuntaremos o bodofio
y toda ra parentalla
y as alajas que yo i tiengo
te las diré en dos palabras.
(• • .)
349
Tamién me fize de buxo
a cuchara y os tenedors
y a faja será de lana
que ya la fa o tichidor.

O plato ye de tierra,
o pucheri y o pichanal,
que los compré á un cazolero
que subiba de Nabal.

97 (versión de Castillón I)
De los altos Pirineos
ba baixar a festejar ta Tierra Plana
una dona que Marichuana se llama.

Pa dote ya l'han dato


un sabañón roto
y un candil sin crisoled.
(- • -)

Alegra-te, Marichuana,
ya nos vamos a casar,
ya nos vamos a la ilesia
y me pregunta o siñor retor
que si quiero a Marichuana.

Oiga usted, siñor retor,


¡qué palabras más escusatas!
Si hace zinco años que le boi
como lo buco a la crapa.
(- • .)

Faremos un muñequed
y dispués un zagaled.
350
98 (versión de Castillón II)
De los altos Perineos
ha baxato a Tierra Plana
a conquistar una dona
que Maruchona se llama.

Ya mos vamos a la iglesia,


ya mos vamos a casar
y el señor retor mos pregunta
que si quería a Maruchona.

¡O sí, siñor retor, que la quiero!


Que hace tres años le boi
como lo buco a la crapa.
(• • .)

En a manga lo gambeto
t'he baxato una manzana,
de lo bueno que t'ha sabito
os morros t'has laminato.

119 n n 3 .1-1 J
De los al - tos Pe - ri - ne -sas ha ba xa - top Tie-rra

7
J 3 J 1---1
c. Pla-na a con - quis-tar u - na do - na que Ma-
9
J
ru - cho - na se Ila - ma.

Transcripción musical: Lucía Samitier

351
8. Apéndice II. Pastorada de Castillón

El manuscrito original apareció hacia 1995 en un arca de la falsa


de Casa Cambra de Camparretuno, a cuyo propietario, Luciano La-
cambra Arasanz, le agradezco su amabilidad al permitirme su consul-
ta. Gracias a la inapreciable colaboración de Nati Lacambra de Casti-
llón pude tener noticia de la existencia de este manuscrito. Ella fue
quien me acompañó en la encuesta de Casa Cambra y quien me faci-
litó fotocopia del original que Luciano muy amablemente prestó.'°1
Se trata de la tradicional pastorada en que mairal y repatán
protagonizan un diálogo. Estas pastoradas fueron usuales en la zona
oriental de Ribagorza, donde se conserva un notable número. Fuera
de esta comarca solo se conocía la fobana de Trillo. La autoría pa-
rece deberse a un clérigo, a juzgar por el tono moralizante. Es posi-
ble que sea reelaboración de un texto perdido o deteriorado o bien
de una tradición oral que el anónimo autor readapta a sus intereses
doctrinarios manteniendo elementos lingüísticos que serían más
abundantes —o generales— en la primitiva pastorada.
El presente texto nos permite suponer que la celebración de
pastoradas también fue habitual en nuestra comarca, donde se inter-
pretarían con la intervención de danzantes y gaita aragonesa, como

10 ' Roberto SERRANO, que también se hizo posteriormente con una copia, ha pu-
blicado y realizado un estudio de esta pastorada: "Notizia de a Pastorada de Castillón
de Sobrarbe", Treserols, 3 (enero de 1999), pp. 13-23. Por ello prescindo de realizar
aquí uno, pues el lector interesado puede acudir con provecho a dicho artículo.
353
se deduce de la alusión que a estos se hace en el apartado "Modo co-
mo se han de decir los Elogios": "dizen los Dichos los danzantes
como se siguen alternatibamente". La transcripción mantiene la
puntuación, ortografía y acentuación del original. Únicamente no se
han respetado los subrayados, sustituidos aquí por letra cursiva. Las
negritas del interior del texto son mías, para hacer notar los elemen-
tos del aragonés que aparecen en un texto completamente castellano.

Elogios al Inbicto Martir San Ipolito para el lugar de Castejón


de Sobrearbe

Introducción del Mayoral

Me beo aqui y no lo creo,


un hombre, que siempre a sido
vacilante morador
de los prados y los riscos,
montes, intrincadas peñas,
cimas, breñas y obeliscos,
se meta de medio á medio,
en fiestas y regocijos.

Sepan, que en esta tarea,


alegre y contento vibo.
Las fatigas me dibierten
entre mansos corderillos,
las humildes obejuelas,
los intrepidos cabritos,
la liebre que cruza el prado,
el incauto conexillo;
las canoras abecillas,
que rompen el ayre á giros,
y con los picos arrullan
celestiales vaticinios.
354
En la Vida solitaria
se be el Hombre distraido
de las mundanas pasiones;
que en estos fatales siglos
es la embidia la que Reyna;
el engaño, el imbolismo.

Pero como en esta fiesta


da de mano todo vicio,
siendo Ipolito el objeto,
todo á de ser regocijo,
este dia, todo es gloria,
en especial, si ay buen vino,
tortas blancas y torreznos.

Si se hecha algunos traguicos


se vaylara de tal suerte,
que apuro saltos y brincos
as piedras han de temblar,
assi, tray á vota, chico, (le da la bota el Rebadán)
prebengan tortas as mozas
y tambien algun pollico
iá saben, para guisarlos
es necesario tocino.

Sed, San Ipolito, medico


para imitar tus pisadas
en serbir y amará Dios,
conque se vea lograda
feliz vida y feliz muerte,
y gloria en la Eterna Patria. Amen.

Fin

355
Modo como se han de decir los Elogios

El Mayoral dize el primero la Introduccion. Concluida, dize el


Rebadan el que se sigue Jocoso. Concluyendo el Rebadan, dize el
Mayoral la Loa. Despues de la Loa, dizen los Dichos los danzantes
como se siguen alternatibamente. Y al ultimo dize el Rebadan la
Despedida. Se adbierte para obserbar el orden segun la obra.

Rebadan

Oygan Señores si quieren,


una arenga que he traido
de Tartaria, de Marruecos,
del Ymperio de los chinos,
del gran Cayro, de Zeylan,
de la Judea, de Exipto,
de Olanda, de Inglaterra,
de Chipre, Rodas y Tiro.

No se si ie nueba ó viella,
y si no quieren oirlo,
cierren a boca y ros ojos
y tapesen os oidos.
Mas esto no ie del caso
Por Dios que me en voy corrido (haze que se ba)
y buel(b)e á decir:
Afuera, afuera, zagales
á 8 Rebadan en a fiesta
le viene como nacido
el decir quatro cosetas.
No todo á de ser de serio,
8 Santo tambien se alegra
que von plena sencillez
alabemos sus grandezas.
Bien ó mal é de decir
señores, quatro copletas.
356
Y como estiran 6 cuello
para oirlas as mozetas,
llebaran á mejor parte
que estoy inquieto con ellas
porque son locas, profanas,
relamidas, embusteras,
no saben limpiarse el moco,
que a trochi y mochi festexan.
Furtan todo cuanto pueden
por ir galanas las puercas.
No es mucho falte en as casas
8 trigo en a sementera,
si en lazos, calzas, zapatos,
abanicos, y joyetas
emplean estas marmotas
de trigo muytas fanegas.

De ra vanidad que sale,


riñas, pleytos, y pendencias
metiendo ros pobres padres
á que pierdan á verguenza,
no tiengo en esto razón?
Aunque mas malo les sepa,
no dexare de afrentarlas
para que tiengan enmienda.

Cuydado Padres y Madres,


mirad que esta mala secta
á carcoma de ras casas
suelen ser si á esto se ceban.

De esse modo lograremos,


no cierre el Cielo las puertas
de su gran misericordia;
Y que las nubes no llueban,
para darnos pan y vino,
y pastura á ras obellas.
357
Assi, Ipolito sagrado,
vos soys la protección nuestra,
el amparo y el asilo;
en Vos, la esperanza nuestra
toda prosperidad fia;
Santo glorioso, assi sea,
que os lo pide un pastorcillo;
mis ruegos no los desprecia,
pidiendo á Jesus nos de
buena muerte y vida eterna.

Despidida del Rebadan

Inclito Martir excelso,


ast'aqui nuestra rudeza,
incautamente atrebida,
quiso palear tus grandezas.
Si de escaso corto numen
son los conceptos que expresan,
el dilatado volumen
de heroicas preheminencias
perdonad, Santo glorioso,
los errores de la lengua
que el amor, celo y afecto
dan motibo a estas tareas.

Si humildes os cortejamos,
celebrando vuestra fiesta
es para mas obligaros
como Patron, nos defiendas.

Confuso, aunque no turbado


á publicar las grandezas
á ponderar los prodigios,
358
las virtudes y excelencias
de Ipolito vine aqui;
que el Santo no se desdeña
á ser fiel Panegirista
un pastorcillo se atreba;
Confieso mi cortedad,
u assi, con vuestra licencia,
humilde os pido perdon,
que lo que cabe en la lengua,
ni lo que el concepto ciñe,
ni explica la subtileza,
no llegara a lo Supremo
de tan superior grandeza.

Y assi, Ipolito glorioso,


honor de la Santa Iglesia,
Patron de este noble Pueblo,
mano de la Omnipresencia,
Inbencible Campeon
de las arrianas fierezas,
en qualquier adbersidad,
tu amparo nos faborezca,
tu proteccion nos asista
a todos los que os cortejan
para lograr en la Gloria,
felicidades eternas.

Y al concurso le pidimos
de gracia, un vitor si quiera.

359
9. Bibliografía

9.1. MONOGRAFÍAS SOBRE VARIEDADES DEL ARAGONÉS

ALVAR, Manuel, El habla del campo de Jaca, Salamanca, 1948.


ARNAL PURROY, M3 Luisa, El habla de la Baja Ribagorza occidental, as-
pectos fónicos y gramaticales, Zaragoza, IFC, 1998.
BADÍA MARGARIT, Antonio, El habla del valle de Bielsa, Barcelona, IEP,
1950.
BALLARIN CORNEL, Ángel, Elementos de gramática benasquesa, Zaragoza,
1976.
GONZÁLEZ GUZMÁN, Pascual, El habla viva del valle de Aragüés, Zarago-
za, IEP, 1953.
GRUPO D'ESTUDIOS DE LA FABLA CHESA (LERA ALSINA, Chusé, y LAGRABA
MIGUEL, Chuan Chusé), De la gramatica de lo cheso, fabla altoarago-
nesa, Zaragoza, Concello de la Villa de la Val d'Echo, 1990.
HAENSCH, Günther, Las hablas de la Alta Ribagorza, Zaragoza, IFC, 1960.
(Publicado también en AFA, X-XI [1958-1959], pp. 57-173, y AFA,
XII-XIII [1961-1962], pp. 117-250).
MASCARAY SIN, Bienvenido, El Ribagorzano dende Campo, Tafalla, ed. del
autor, 1994.
Man, Brian, El habla de Gistaín, Huesca, IEA, 1989.
NAGORE LAÍN, Francho, El aragonés de Panticosa. Gramática, Huesca,
IEA, 1986.

361
QUINT, Nicolas, Étude de la morphologie verbale du parler haut-aragonais
d'Ansó. Mémoire de Maítrise, 2 vols., París, Université de la Sorbon-
ne-Nouvelle-Paris III, UFR d'études ibériques et latino-américaines,
1994. (Inédita).
WILMES, Rudolf, El Valle de Vio, estudio etnográfico-lingüístico de un va-
lle aragonés, estudio e introd. por José Luis ACIN FANLO, Zaragoza,
PRAMES, 1996.

9.2. ARTÍCULOS SOBRE VARIEDADES DEL ARAGONÉS

ALVAR, Manuel, "Dos cortes sincrónicos en el habla de Graus", AFA, VI


(1954), pp. 7-79.
—, "Notas lingüísticas sobre Salvatierra y Sigüés (Valle del Esca, Zarago-
za)", AFA, VIII-IX (1956-1957), pp. 9-60.
ALVAR, Manuel, "Repertorio ansotano. Encuestas de 1950", AFA, XXII-
XXIII (1978), pp. 21-48.
ARNAL PURROY, Ma Luisa, "El segmento (S) en el habla de la Baja Riba-
gorza occidental. Aspectos fonéticos y fonológicos", AFA, XLVI-XL-
VII (1991), pp. 71-91.
—, "La Ribagorza: una comarca de frontera lingüística", en Actas del I En-
cuentro "Villa de Benasque" sobre Lenguas y Culturas Pirenaicas, Za-
ragoza, Gobierno de Aragón, 1997, pp. 39-64.
— y NAVAL LóPEZ, Ma Ángeles, "Lengua y literatura de unos poemas en
ribagorzano (1861-1888)", AFA, XLII-XLIII (1989), pp. 83-130.
BALLARÍN, Ángel, "El habla de Benasque", RDTP, XXX (1974), pp. 99-216.
BARRIOS CHELA, Luis, "El habla de los pueblos del bajo Alcanadre", Ar-
gensola, XX, 86 (1978), pp. 329-358.
BAYO BUENO, Ma Luisa, La comedia chesa "Qui bien fa nunca lo pierde"
de Domingo Miral (estudio lingüístico), Zaragoza, IFC, 1978.
BENÍTEZ, Ma Pilar, "El Valle de Ansó: un ejemplo de interrelación de los
medios fisico, socioeconómico y lingüístico", en Actas del I Encuentro
"Villa de Benasque" sobre Lenguas y Culturas Pirenaicas, Zaragoza,
Gobierno de Aragón, 1997, pp. 247-262.
362
BLAS, Fernando, y ROMANOS, Fernando, "Clima y tiempo en la bal de Chis-
tau", Fuellas, 100 (marzo-abril 1994), pp. 81-87.
—, "Esprisions y locuzions alberbials con a preposizión a en aragonés
chistabín", Luenga & Fablas, 2 (1999), pp. 69-72.
BUESA, Tomás, "Sufijación afectiva en ayerbense", en Actas del Tercer
Congreso Internacional de Estudios Pirenaicos, t. IV, Zaragoza, IEP,
1963, pp. 9-32.
CASTÁN, Carmen, "Una experiencia didáctica. La enseñanza del patués pa-
ra adultos. Breve recorrido por el patués escrito", en Actas del I En-
cuentro "Villa de Benasque" sobre Lenguas y Culturas Pirenaicas, Za-
ragoza, Gobierno de Aragón, 1997, pp. 263-277.
CORONAS, Mariano, "Berbos en es- replegaus en Labuerda", Fuellas, 17
(mayo junio1981), pp. 10-11.
—, "Chiqueta replega d'esprisions y frases feitas emplegadas a ormino en
Labuerda", Fuellas, 45 (enero-febrero 1985), p. 12.
"Replega de frases feitas, emplegadas a ormino en Labuerda", Fuellas,
119 (mayo juniode 1997), p. 18.
COSCUJUELA, Chuana, "Bellas esprisions, mazadas y palabras d'Adagües-
ca", Fuellas, 87 (enero-febrero 1992), pp. 8-9.
DIEST, Carlos, "Bels exemplos de testos tradizionals en l'aragonés de
Fuencalderas", Fuellas, 105 (enero-febrero 1995), pp. 12-14.
FUSTER SANTALIESTRA, Vicente, "La fabla aragonesa en Naval", Rolde, 19
(abril junio1983), pp. 6-7.
GASTóN BUIULLO, Rafael, El latín en la flexión verbal del dialecto cheso,
Zaragoza, 1934. (Separata de Zurita, II [1934], pp. 69-113. Reimpreso
en AFA, XXX-XXXI [1983], pp. 239-289).
MARQUÉS FRANCO, Manuel, "Estudio del Pregón de las fiestas de San Blas
(Fonz, 1866)", Fuellas, 46 (marzo-abril 1985), pp. 6-9.
MARTÍN PARDOS, M. (transcrip., ordenación y redac.), "Cuan empezaba o
siglo. Bida, treballos y alcordanzas d'una misacheta de Ballibió (I)", por
Chusta CLEMENTE Y ALLUÉ, Fuellas, 101 (mayo junio1994), pp. 9-14;
(II), en Fuellas, 102 (julio-agosto 1994), pp. 9-15.
363
MIRAL, Domingo, "El verbo ser en cheso", Universidad, I (1924), pp. 209-
216.
—, "Tipos de flexión verbal en el cheso (el verbo hacer: fer)", Universi-
dad, VI (1929), pp. 3-10.
MOTT, Brian, "La sufijación sustantiva y adjetiva en el habla de Gistaín",
Argensola, t. XXIV, 93 (1982), pp. 113-133.
—, "Un texto belsetán", AFA, XLVI-XLVII (1991), pp. 187-222.
—, "La investigación lingüística en un valle altoaragonés, Gistau", So-
montano, 2 (1991), pp. 195-200.
— , "Ser y estar en el aragonés de Gistau", AFA, XLVIII-XLIX (1992-
1993), pp. 121-138.
—, "Los campos léxicos correspondientes al aspecto físico humano y a los
rasgos de la personalidad en chistavino y belsetán (Pirineo español)",
AFA, L (1994), pp. 133-54.
—, "Nuevas precisiones sobre el verbo fer en el habla de Gistaín", AFA,
LII-LIII (1996-1997), pp. 125-148.
—, "Estado actual del chistavino en el mosaico de las hablas altoaragone-
sas", en Actas del I Encuentro "Villa de Benasque" sobre Lenguas y
Culturas Pirenaicas, Zaragoza, Gobierno de Aragón, 1997, pp. 141-
149.
NAGORE LAÍN, Francho, "Notas sobre bellas relazions de l'aragonés d'a bal
de Tena con o gascón", en Actas del VII Congreso Internacional de Es-
tudios Pirenaicos, t. VII, fasc. 2, Jaca, IEP, 1976, pp. 65-79.
—, "Notas sobre l'aragonés de Fráxen", Fuellas, 17 (mayo junio1980),
pp. 11-13.
— , A bida, a obra y a fabla de Cleto Torrodellas, Huesca, IEA, 1981.
—, "Documento ansotano de 1369 sobre l'agüegamiento feito entre Ansó
e Isaba", Fuellas, 28 (marzo-abril 1982), pp. 5-8.
—, "La selba encantada, un libro feito en aragonés benasqués por mozez
de a bal de Benás", Alazet, 6 (1994), pp. 247-253.
—, "L'aragonés charrato por una familia d'Orós Alto (Tierra Biescas) en
1977", en Homenaje a Amigos de Serrablo, Huesca, IEA, 1989.
364
NAGORE LAÍN, Francho, "Anotazions lingüisticas a un poema en aragonés
baxorribagorzano escrito por un choben de Fonz en 1991", Fuellas, 85
(septiembre-octubre 1991), pp. 14-17.
- "Presenzia de l'aragonés en testos de tradizión oral en Uncastillo",
Fuellas, 103 (septiembre-octubre 1994), pp. 20-22.
NAVARRO GARCÍA, Ch. I., "Sobre la sufijación apreciativa en A Lueca", de
Juana Coscujuela, Alazet, 2 (1990), pp. 113-144.
—; MARTÍN, M. Á.; FLORES, Ch., "El aragonés residual en las Cinco Vi-
llas", Rolde, 28-29 (abril junio1985), pp. 19-25.
NEGRE CARASOL, José Luis, "Refranes, expresiones de tiempo y de estados
de ánimo en A Lueca (a istoria d'una mozeta d'o Semontano), de Jua-
na Coscujuela", en Actas de las VI Jornadas sobre Cultura Popular Al-
toaragonesa, Huesca, IEA, 1987, pp. 127-135.
PÉREZ ALBIAC, Chusé Luis, "L'aragonés en Caspe (Baxo Aragón)", Fue-
llas, 72 (julio-agosto 1989), pp. 13-16.
PLAZA BOYA, Antonio, "El dialecto del valle de Benasque (comarca de Caste-
j ón de Sos). Bases para una morfosintaxis", Alazet, 2 (1990), pp. 155-236.
PORTERO MILLÁN, Jesús, "O charrar bijuescano", Fuellas, 76 (marzo-abril
1990), pp. 20-21.
QUINTANA, Artur, "El aragonés residual del bajo valle del Mezquín", AFA,
XVIII-XIX (1976), pp. 53-86.
ROMANOS, Fernando, "O berbofer en a bal de Chistau", Fuellas, 109 (sep-
tiembre-octubre 1995), pp. 6-14.
- "Romanze en aragonés de Tardienta", Fuellas, 110 (noviembre-di-
ciembre 1995), pp. 20-22.
Ríos NASARRE, Paz, "Estado de la lengua aragonesa en el Semontano de
Balbastro", Somontano, 2 (1991), pp. 37-48.
—, "Pedro Arnal-Cavero: vida cotidiana en un núcleo rural semontanés en
la primera mitad del siglo XX", Somontano, 3, (1993), pp. 115-130.
(con textos en ar. central-meridional)
- "Anotazions lingüisticas y antropoloxicas a ra obreta Charrando en o
fogaril", Fuellas, 93 (enero-febrero 1993), pp. 14-15.
365
Ríos NASARRE, Paz, y VIDALLER TRICAS, Rafel, "Espresions, chiros y di-
charachos de Salas Altas", en Actas de las VI Jornadas sobre Cultura
Popular Altoaragonesa, Huesca, IEA, 1987, pp. 105-116.
RODÉS, Francho E., "L'aragonés de Mundot (Sobrarbe)", Fuellas, 23 (ma-
yo-junio 1981), pp. 5-10.
—, "Sobre o charrar monegrino", Fuellas, 34 (marzo-abril 1983), pp. 8-10.
—, "L'aragonés de Tierra Biescas", Rolde, 81 (julio-septiembre 1997), pp.
42-46.
SALLÁN, Mariano, "La fabla aragonesa en la Puebla de Fantova", Rolde, 24
(abril junio1984), pp. 6-7.
SAURA RAM', José Antonio, "En torno a la sufijación apreciativa en el Va-
lle de Benasque", AFA, LII-LIII (1996-1997), pp. 149-177.
—, "La cuestión de la filiación filológica del benasqués actual desde una
perspectiva fonético-fonológica", en Actas del I Encuentro "Villa de
Benasque" sobre Lenguas y Culturas Pirenaicas, Zaragoza, Gobierno
de Aragón, 1997, pp. 307-334.
TOMÁS, Chabier, "Bellas cantas en aragonés", Fuellas, 90 (julio-agosto
1992), pp. 8-9.
—, "Bels charrazos de ra Bal de Bio", Fuellas, 111 (enero-febrero 1996),
p. 30.
TORNAL, Julia Ángeles, "Los nombres en el habla de Benasque, aproxima-
ción a la onomástica y antropología cultural del Alto Aragón", en Actas
del I Encuentro "Villa de Benasque" sobre Lenguas y Culturas Pire-
naicas, Zaragoza, Gobierno de Aragón, 1997, pp. 335-360.
THOMPSON, Robert Wallace, "El artículo en el Sobrarbe", RDTP, XI
(1955), pp. 473-477.
UsÓN, Ch. R., "A Petena de Linás y bellas cosetas de la Balle Broto", Fue-
llas, 63 (enero-febrero 1988), pp. 16-17.
VÁZQUEZ OBRADOR, Chesús, "Notas sobre l'altoaragonés de Oto", Fuellas,
16 (marzo-abril 1980), pp. 9-10.
XIMENO VALLÉS, Chesús Lorién, "Notas sobre a situazión de l'aragonés en
Torla", Fuellas, 13 (octubre 1979), p. 10.
366
9.3. OBRAS GENERALES Y ARTÍCULOS SOBRE EL ARAGONÉS

AFA, Archivo de Filología Aragonesa, desde 1945.


ALAZET, Revista de Filología del IEA, desde 1988.
ALIAGA JIMÉNEZ, José Luis, "Nuevas notas para la historiografía del habla
de Aragón", AFA, L (1994), pp. 21-41.
ALVAR, Manuel, El dialecto aragonés, Madrid, Gredos, 1953.
—, La frontera catalano-aragonesa, Zaragoza, Institución Feranando el
Católico, 1976.
BLASCO FERRER, Eduardo, "Tipología y clasificación: el caso contradicto-
rio del catalán y el aragonés", en La Corona de Aragón y las lenguas
románicas. Miscelánea de homenaje para Germán Colón, Tubinga,
Gunter Narr Verlag, 1989, pp. 179-185.
BADÍA, Antonio, "Morfología dialectal aragonesa", Boletín de la Academia
de Buenas Letras de Barcelona, XX (1947), pp. 60-123.
BANFI, Emanuele (a cura di), La formazione dell'Europa linguistica. Le
lingue d'Europa tra la ,fine del I e del II millennio, Scandicci (Floren-
cia), La Nuova Italia, 1993.
BUESA, Tomás, "Acerca de los antónimos viejo-niño", AFA, XIV-XV
(1963-1964), pp. 263-265.
—, "La persona verbal yo en la frontera navarro-aragonesa pirenaica", en
Actas del VII Congreso Internacional de Estudios Pirenaicos, t. VII,
fasc. 1, Jaca, IEP, 1976, pp. 39-54.
—, "Estado actual de los estudios sobre el dialecto aragonés", en Estado
actual de los estudios sobre Aragón. Actas de las Segundas Jornadas,
vol. 1, Zaragoza, ICE (1980), pp. 357-400.
— y CASTAÑER MARTÍN, Rosa Ma, "El pretérito perfecto simple en las ha-
blas pirenaicas de Aragón y Navarra", AFA, L (1994), pp. 65-132.
CARRASCO CANTOS, Pilar, "Área actual del mantenimiento de las conso-
nantes oclusivas sordas en el dominio lingüístico aragonés según los
datos del ALEANR", AFA, XLI (1989), pp. 25-88.
CASTAÑER MARTÍN, Rosa Ma, "Algunos ejemplos de derivación verbal en
Aragón", AFA, XXXIV -XXXV (1984), pp. 251-272.
367
CASTAÑER MARTÍN, Rosa Ma, "Hablas altoaragonesas", en Actas del I En-
cuentro "Villa de Benasque" sobre Lenguas y Culturas Pirenaicas, Za-
ragoza, Gobierno de Aragón, 1997, pp. 65-82.
I CONGRESO TA RA NORMALIZAZIÓN DE L'ARAGONÉS, Normas graficas de
l'aragonés, Uesca, Publicazions d'o CFA, 1987.
CONTE, Ánchel, y otros, El aragonés: identidad y problemática de una len-
gua, Zaragoza, Librería General, 1977; 1979.
COOPER, Louis, "Sobre la lengua del Alto Aragón (1258-1495)", AFA, XLI
(1988), pp. 211-229.
CRESPO, Ángel, En busca de la fabla, Lanza, Ciudad Real, 24 de mayo de
1983. (Publicado en Fuellas, 36 [julio-agosto 1983], p. 19).
ELcocic, William D., De quelques affinités phonétiques entre l'aragonais
et le béarnais, París, Droz, 1983.
—, "Un grupo semantico en o romanze alpino", Luenga & Fablas, 2
(1999), pp. 13-18.
ENGUITA UTRILLA, José Ma, "Notas sobre los diminutivos en el espacio ge-
ográfico aragonés", AFA, XXXIV-XXV (1984), pp. 229-250.
—, "Panorama lingüístico del Alto Aragón", AFA, XLI (1988), pp. 175-191.
FERNÁNDEZ CLEMENTE, Eloy (dir.), Gran Enciclopedia Aragonesa, 12 t.,
Zaragoza, Unali, 1980-1982.
FERNANDES SAMPAIO, Adovaldo, Linguas e dialetos románicos, Goiana
(Brasil), ed. del autor, J. Siqueira, 1993. (ar., pp. 119-125)
FRITZ, John Reidy, Documentos Notariales Aragoneses, 1258-1495. Estu-
dio lingüístico, Pamplona, Institución Príncipe de Viana, 1977.
FUELLAS d'Informazión d'o Consello d'a Fabla Aragonesa, desde 1978.
GARCÍA DE DIEGO, Vicente, Caracteres fundamentales del dialecto arago-
nés, Zaragoza, 1919. (Reproducido en AFA, XLIV-XLV [1990], pp.
231-254).
— , Manual de dialectología española, Madrid, Instituto de Cultura Hispá-
nica, 1959.
GARGALLO GIL, J. E., Guía de lingüística románica, Barcelona, PPU, 1989.
—, Les llengües romániques, Barcelona, Empúries, 1994.
368
GOURGAUD, Ives (Universidad de Lodz), "L'aragonais et la classification
des langues romans", en Simposio de la Universidad de Poznan, mayo
de 1989. (Trad. aragonesa en Luenga & Fablas, 1 [1997], pp. 11-17:
"L'aragonés y a clasificazión d'as luengas romanicas").
—, "Typologie contrastive des langues du domaine ibero-roman", en Sim-
posio de la Universidad de Wroclav, Polonia, septiembre de 1990.
(Trad. aragonesa en Luenga & Fablas, 2 [1999], pp. 19-25: "Tipoloxía
contrastiba d'as luengas d'o dominio ibero-romanico").
"Pour une histoire de la norme dans la Romania B. La langue arago-
naise", Bulletin del CEPON (Centre per l 'Estudi e la Promoción de
l'Occitan Normat) [Sant Martin de Valgalga, Occitánia], 4 (octubre-no-
viembre 1996), pp. 58-66.
GRIMES, Barbara E, Etnologue. Languages of the world, Dallas (USA),
Summer Institute of Linguistics, 11a ed., 1992.
HOLTUS, Günter; METZELTIN, Michael, y SCHMITT, Christian, Lexikon der
Romanistischen Linguistik (LRL), 9 vols. (ar. en. vol. VI, 1, SARALEGui,
Carmen, pp. 37-54), Tubinga, Max Niemeyer Verlag, 1992.
HORTAS, Loís, "Un decumento notarial d'Alagón de 1522", Fuellas, 109
(septiembre-octubre 1995), pp. 17-18.
KUHN, Alwin, Der Hocharagonesische dialekt, Leipzig, 1936. (Publicado
anteriormente en Revue de Linguistique Roman, XI [1935], pp. 1-312).
—, "El aragonés, idioma pirenaico", en Primer Congreso Internacional de
Pirineístas, Zaragoza, Instituto de Estudios Pirenaicos, 1950.
—, "Sintaxis dialectal del Alto Aragón", en Miscelánea filológica dedica-
da a Mons. A. Griera, tomo II, Barcelona, 1960, pp. 7-22.
LAGÜENS GRACIA, Vicente, "Algunos aspectos de la derivación en textos al-
toaragoneses del siglo XV", AFA, XXXVI-XXXVII (1985), pp. 223-254.
LÓPEZ DEL CASTILLO, Lluís, El catalá, llengua románica, Barcelona, Bar-
canova, 1991. (amplio trato del ar. en pp. 112-119)
LUENGA & FABLAS, Estudios y rechiras sobre a luenga aragonesa y a su-
ya literatura, desde 1997.
MARTÍN PARDOS, M. Á., "Sobre morfoloxía berbal repuyal en o Baxo Ara-
gón", Fuellas, 72 (julio-agosto 1989), pp. 10-12.
369
MASTALERZ, Agnieszka, Typologie contrastive des langues du domaine ibé-
ro-roman, Praca magisterska, Lodz (Polonia), Uniwersytet Lodzki, Ka-
tedra Filologiie Romanskiej, 1989.
MESSNER, Dieter, Aragonesisch, en MESSNER, Dieter, y MULLER, Hans-Jo-
achim, Ibero-Romanisch. Einfiirung in Sprache und Literatur, Darmas-
tadt, Wissenschaftliche Buchgesellschaft, 1983, pp. 85-94.
NAGORE LAÍN, Francho, "Zinco añadas de libros en aragonés (1981-
1985)", Fuellas, 53 (mayo junio1986), pp. 10-11.
—, "Contrebuzión a lo estudio de as perifrasis berbals con fer en arago-
nés", en Actas de las VI Jornadas sobre Cultura Popular Altoaragone-
sa, Huesca, IEA, 1987, pp. 93-104.
—, "Un manuscrito anonimo con bellas trazas aragonesas", Fuellas, 64
(marzo-abril 1988), pp. 14-17.
—, Gramática de la lengua aragonesa, Zaragoza, Mira, 1989.
—, Aspectos lingüísticos del Alto Aragón, en Alfonso URQUIJO (dir.) y Au-
relio BIARGE (coord.), Alto Aragón, sus costumbres, leyendas y tradi-
ciones, t. 1, Madrid, Aldaba Ediciones, 1988, pp. 32-59.
— , Gramática de la Lengua Aragonesa, Zaragoza, Mira, 5a ed., 1989.
—, "Zinco añadas de libros en aragonés (1986-1990)", Fuellas, 83 (mayo-
junio 1991), pp. 12-14.
— , Fuentes y metodología para el estudio del "aragonés ", separata de
Metodología de la investigación científica sobre fuentes aragonesas,
n° 7, Instituto de Ciencias de la Educación, Universidad de Zarago-
za, 1992.
—, "Mil (y pico) añadas de fabla aragonesa (arredol d'as Glosas Emilia-
nenses)", Fuellas, 93 (enero-febrero 1993), pp. 16-19.
—, "Los occitanismos en aragonés", Alazet, 6 (1994), pp. 119-169.
—, "Arredol de bel tipo chenuino de condizional aragonés", Alazet, 7
(1995), pp. 97-104.
—, "Más sobre o condizional aragonés", Alazet, 8 (1996), pp. 141-147.
—, "Os libros en aragonés en os años 1991-1995", Fuellas, 113 (mayo-ju-
nio 1996), pp. 24-29.
370
NAGORE LAÍN, Francho, "Pervivencia y recuperación de la lengua aragone-
sa a finales del siglo XX. Algunos datos y anotaciones", Estudios Ber-
cianos. Revista oficial del Instituto de Estudios Bercianos [Ponferrada],
24 (mayo 1998).
— (enfilador d'o proyeuto), Fuens lesicograficas de l'aragonés. Catalogo
de repertorios lesicograficos aragoneses dende o sieglo XVII dica
1998, Uesca, IEA ("Tresoro d'a Luenga Aragonesa", col. "Ferramien-
tas y treballos", 1), 1998.
NAVARRO, Ch. I., "Una contrebuzión ta l'estudio de a formazión de berbos
frecuentatibos en aragonés", Fuellas, 56 (noviembre-diciembre 1986),
pp. 15-18.
NAVARRO TOMÁS, Tomás, "El perfecto de los verbos en -ar en aragonés an-
tiguo", Revue de Dialectologie Romane, I (1909), pp. 110-121. (Publi-
cado también en AFA, X-XI [1958-1959], pp. 315-324).
NEIRA MARTÍNEZ, J., "Los prefijos es- y des- en aragonés", Archivum [Ovie-
do], XIX (1969), pp. 331-341.
QUINTANA, Artur, "L'aragonés comú", en XIV Congrés Internacional de
Lingüística i Filologia Romániques, Palma de Mallorca, 1980.
—, "Sobre o prozeso de codificazión de as fablas romanicas chiquetas",
Fuellas, 70 (marzo-abril 1989), pp. 6-7.
—, "Die Kodifizierung der neuaragonesischen Schriftsprache", en Zum
Stand der Kodifizierung romanischer Kleinsprachen. Romanistiches
Kolloquium V, Tubinga, Gunter Narr Verlag, 1990, pp. 199-215.
POTTIER, Bernard, "Los elementos gascones y languedocianos en el arago-
nés medieval", AFA, XLVI-XLVII (1991), pp. 235-244.
RODÉS, Francho, "Unos refrans y beis comentarios", Fuellas, 70 (marzo-
abril 1989), pp. 8-11.
- "Decumentos de l'Alto Aragón: trascrizión y comentarios (I)", Fuellas,
79 (septiembre-octubre 1990), pp. 12-13.
—, "Decumentos de l'Alto Aragón: trascrizión y comentarios (II)", Fue-
llas, 80 (noviembre-diciembre 1990), pp. 13-15.
—, "Decumentos de l'Alto Aragón: trascrizión y comentarios (III)", Fue-
llas, 81 (enero-febrero 1991), pp. 16-18.

371
RODÉS, Francho, "Decumentos de l'Alto Aragón: trascrizión y comentarios
(IV)", Fuellas, 82 (marzo-abril 1991), pp. 14-15.
- "Decumentos de l'Alto Aragón: trascrizión y comentarios (V)", Fue-
llas, 83 (mayo junio1991), pp. 8-9.
—, "Decumentos de l'Alto Aragón (VI)", Fuellas, 95 (mayo junio1993),
pp. 13-14.
—, "Alportazión ta un paradigma estándar d'os alberbios", Fuellas, 100
(marzo-abril 1994), pp. 71-76.
—, "Encuesta sobre l'amostranza de l'aragonés", Fuellas, 113 (mayo-ju-
nio 1996), pp. 8-12.
ROHLFS, Gerhard, "Dialectos del Pirineo aragonés (semejanzas y diferen-
cias)", Archivo de Filología Aragonesa, XXXIV-XXXV (1985), pp.
215-227.
ROMÁN, Santiago, "Contrebuzión a l'estudio de l'aragonés de o sieglo XV:
sobre bel protocolo feito en Chaca en 1445", Fuellas, 77 (mayo junio
1990), pp. 24-25.
—, "Yo estudeo aragonés. Os berbos mirar y buscar", Fuellas, 99 (enero-
febrero 1994), p. 15.
ROMANOS HERNANDO, Fernando, "Modismos y esprisions populars en ara-
gonés (I)", Fuellas, 61 (septiembre-octubre 1987), pp. 24-25.
SANTOLARIA, Miguel, "Os partitibos, descrizión embastata", Fuellas, 46
(marzo-abril 1985), pp. 15-16.
SAROTHANDY, J., Mission de M. Sarahandy en Espagne, École Pratique des
Hautes Études. Annuaire, 1898, pp. 85-94. (Trad. en castellano: "Mi-
sión de J. Saroihandy en España (1896)", trad. y notas de M. ALVAR, en
AFA, VI [1954], pp. 9-26).
- "Vestiges de phonétique ibérienne en territoire roman", Revista Inter-
nacional de Estudios Vascos (1913), pp 475-497. (Trad. en castellano:
"Huellas de fonética ibérica en territorio románico", trad. de Á. no-
RENTE, AFA, VII-IX [1956-1957], pp. 181-199).
TIBERIO, Gaio E., Some aragonese morphophonemics. A first approxima-
tion to the mainstress ruleand functionally related rules, Wiesbaden,
Linguistiche Berichte, Papier Nr. 26, 1972.
372
TORRES BAGÜÉs, Felis, "Bellas anotazions a un comentario en aragonés a
la regla de San Agustín", Fuellas, 112 (marzo-abril 1996), pp. 12-18.
TUSÓN, Jesús, Lingüística. Una introducción al estudio del lenguaje, con
textos comentados y ejercicios, Barcelona, Barcanova ("Temas Univer-
sitarios"), 1984. (ar. p. 51).
UMPHREY, G. W, "The aragonese dialect", Revue Hispanique, XXIV
(1911), pp. 4-45.
VÁZQUEZ OBRADOR, Chesús, "Comentarios sobre tres artículos presenta-
dos al VII Congreso de Estudios Pirenaicos", Argensola, t. XX, 85
(1978), pp. 213-227.
—, "Sopre orazions gramaticals en aragonés", Fuellas, 40 (marzo-abril
1984), p. 11.
—, "Particularidades morfonológicas en la formación del plural en altoa-
ragonés arcaico, a la luz de la toponimia", AFA, LI (1995), pp. 199-215.
—, "¿Se tresbatiban en aragonés preliterario as bocals atonas interconso-
nanticas -e-, -o- de ra silaba zaguera d'es plurals, seguntes as conso-
nans prezedens?", Fuellas, 100 (marzo-abril 1994), pp. 88-93.
VIDALLER, Rafel, "Nomes d'animals en un estudio de o sieglo XVIII",
Fuellas, 100 (marzo-abril 1994), pp. 77-80.
ZAMORA VICENTE, Alonso, Dialectología española, Madrid, Gredos, 1967.

10.4. DICCIONARIOS Y VOCABULARIOS

ALIAGA, José Luis, "Observaciones sobre lexicografía aragonesa (A pro-


pósito de los vocabularios benasqueses de Ferraz y Ballarín, y del dic-
cionario de Aragüés", en Actas del 1 Encuentro "Villa de Benasque"
sobre Lenguas y Culturas Pirenaicas, Zaragoza, Gobierno de Aragón,
1997, pp. 219-232.
— y ARNAL, Ma Luisa, Textos lexicográficos aragoneses de Benito Coll
(1902-1903) presentados al Estudio de Filología Aragonesa de Aragón.
Edición y estudio, Zaragoza, Libros Pórtico, 1999.
ALTABA ESCORIHUELA, José, Palabras locales, comarcales y regionales (Te-
ruel. Peculiaridades de nuestro léxico popular), Zaragoza, 1985.

373
ALVAR, Manuel, "Léxico aragonés del ALC", AFA, VIII-IX (1956-1957),
pp. 211-238.
ANDOLZ, Rafael, Diccionario Aragonés. Aragonés-castellano, castellano-
aragonés, Zaragoza, Librería General, 1977, 1984.
ARAGÜÉS, Chusé, Dizionario aragonés-castellán, castellano-aragonés, Li-
gallo de Fablans de 1'Aragonés, Zaragoza, 1989.
ARBUÉS POSSAT, José, Fuencalderas en mi recuerdo, Gerona, 1980.
ARCE, Beatriz, "El léxico de las plantas y arbustos silvestres en la comar-
ca de las Cinco Villas, según el ALEANR", en Actas del I Encuentro
"Villa de Benasque" sobre Lenguas y Culturas Pirenaicas, Zaragoza,
Gobierno de Aragón, 1997, pp. 235-246.
ARIZÓN, Inazio; PLATEUW, Marteen; RODÉS, Francho; VALLÉS, Fernando, y
VIDALLER, Rafel, Bocabulario aragonés d'as abes d'Uropa, Uesca, Pu-
blicazions d'o CFA, 1997.
ARNAL CAVERO, Pedro, Vocabulario del alto-aragonés (de Alquézar y pue-
blos próximos), Madrid, CSIC, 1944.
BADÍA MARGARIT, Antonio, Contribución al vocabulario aragonés moder-
no, Zaragoza, Estación de Estudios Pirenaicos, 1948.
BALLARÍN, Ángel, Diccionario del Benasqués, Zaragoza, 1978.
BENAJES, Adelaida, "Replega de parabras de Huesa del común y lugars
güegals (Redolada de Muniesa)", Ruxiada, 3 (abril-mayo-junio 1990),
pp. 14-16.
BLANCAS, Gerónimo de, indice donde se declaran algunos vocablos ara-
goneses... (1641) (edizión facsímil d'a primera replega de bocables
aragoneses, feita en 1583 y publicata en 1641), Uesca, Publicazions
d'o CFA, 1990.
BORAO, Jerónimo, Diccionario de voces aragonesas, Zaragoza, Imprenta
del Hospicio Provincial, 1859, 1908.
Boscx, Vicent, "Vocabulari de Fonz", Anuari de l'Oficina Románica de
Lingüística i Literatura [Barcelona], (1929).
CAÑELLAS FORT, Ma Rosa, Léxico romance en documentos medievales ara-
goneses, siglos XI y XII, Zaragoza, Gobierno de Aragón, 1994.

374
CARCELERO, José Luis, "Chiqueta replega d'aragonés repuyal feita en as
Planas de Castellote", Ruxiada, 4 (julio-agosto-septiembre 1990), p. 8.
CASACUBERTA, Josep Ma, y COROMINAS, Joan, "Materials per a l'estudi deis
parlars aragonesos. Vocabulari", Butlletí de Dialectologia Catalana,
XXIV (1936), pp. 158-183.
CASTILLO BESTUÉ, Chuaquín, "Bocabulario de o arte sartorial", Fuellas, 64
(marzo-abril 1988), pp. 6-11.
CASTRO MERINO, Andrés, "Lesico de Billar d'o Salz", Ruxiada, 10 (s. f.),
pp. 6-21.
CATALÁN, Pilar, "Plandas d'a redolada d'Angüés (Semontano)", Fuellas,
21 (enero-febrero 1981), p. 15.
CAVERO ABADÍAS, Loís, "Chiquet bocabulario de A Espuria", Fuellas, 81
(enero-febrero 1991), pp. 8-12.
- "Chiquet dizionario aragonés (Biarxe, 1993)", Fuellas, 98 (noviembre-
diciembre 1993), pp. 18-22.
CEBRIÁN MUÑOZ, Chusé Ma, "Lesico d'a Bal de 1'Alfambra", Ruxiada, 26
(octubre-noviembre-diciembre 1998), pp. 10-14, y Ruxiada, 27 (enero-
febrero-marzo 1999), pp. 4-11.
CHULILLA GAZULLA, Chorche, "Bocabulario d'o Matacochín", Ruxiada, 6
(enero-febrero-marzo 1991), pp. 10-11.
COLL Y ALTABÁS, Benito, Colección de voces usadas en la Litera, Zarago-
za, 1908. (En realidad es un vocabulario aragonés de Binéfar, que no es
lingüísticamente Litera, donde se habla catalán)
CONTE OLIVEROS, Jesús, "Vocabulario de voces alto-aragonesas (Abiego)",
en Historia de Abiego (Alto-Aragón), Zaragoza, 1971, pp. 95-96.
CORTÉS, Chorche, "Replega d'aragonés en a Bal de Broto", Fuellas, 86
(noviembre-diciembre 1991), pp. 11-20.
— y MARTÍNEZ, A, "Replega d'aragonés en a Bal de Bielsa", Fuellas, 94
(marzo-abril 1993), pp. 6-14.
—, "Replega d'aragonés en A Buerda, Puyarruego y Rebilla", Fuellas, 95
(mayo junio1993), pp. 7-12.
- "Replega d'aragonés en a Bal de Bio", Fuellas, 96 (julio-agosto 1993),
pp. 7-10.
375
DE JAIME LORÉN, Chesús, "Bocabulario montañero aragonés", Ruxiada,
12-13 (s. f.), pp. 12-23.
—, "Es nombres d'es nuestros mons", Fuellas, 49 (septiembre-octubre
1985), p. 5.
— y LORÉN, Rita, "Contribución al estudio de la filología agrícola y pe-
cuaria aragonesa", Boletín Pecuario de Teruel (1950), pp. 41-53.
DE MUR, Germán, "Repllega de nombres de pllantas de Sesué", Fuellas, 48
(julio-agosto 1985), p. 15.
DICCIONARIO ARAGONÉS (anónimo), ed., introd. y estudio de Chesús BER-
NAL y Francho NAGORE, Zaragoza, Edizions de l'Astral, 1999.
DUESO LASCORZ, Nieus Luzía, "El valle de Gistau. Vegetación", Argenso-
la, XXVII, 98 (1984), pp. 347-355.
ESCUDERO Bt.nL, Pedro José, Léxico aragonés de Monflorite, Uesca, Publi-
cazions d'o CFA, 1995.
FERNÁNDEZ CÁNCER, Arturo, Bocabulario d'Alloza (Bazo Aragón), con os
suyos modismos más usuals, Uesca, Publicazions d'o CFA, 1992.
FERRANZ CASTÁN, Vicente, Vocabulario del dialecto que se habla en la Al-
ta Ribagorza, Madrid, 1934.
FLORES I ABAT, Lluís Xavier, "Bocabulario de Montán (Alto Millars)", Ru-
xiada, 26 (octubre-noviembre-diciembre 1998), pp. 1-9.
GRACIA GINÉS, Chusé A., "Lesico d'Andorra", Ruxiada, 14 (s. f.), mono-
gráfico.
GARGALLO SANJOAQUÍN, Manuel, "Notas léxicas sobre el habla de Tarazo-
na y su comarca", AFA, XXXVI-XXXVII (1985), pp. 417-571.
GILKISON MACKENZIE, Jean, A lexicon of the 14th-Century Aragonese Ma-
nuscripts of Juan Fernández de Heredia, Madison, Hispanic Seminary
of Medieval Studies, 1984.
GONZALVO, Santiago, "Bocabulario d'Ontiñena (1920)", Fuellas, 55 (sep-
tiembre-octubre 1986), pp. 12-16.
GRUPO "BENÍ-TO-NE", "Nombres de plandas en l'aragonés de Fonz (Baxa
Ribagorza)", Fuellas, 57 (enero-febrero 1987), p. 9.
376
GRUPO "BENÍ-TO-NE", "Nombres d'animals en Fonz (Baxa Ribagorza)",
Fuellas, 61 (septiembre-octubre 1987), p. 5.
HAENSCH, Günther, "El vocabulario aragonés en El Pirineo español de Ra-
món Violant y Simorra", AFA, XXXVI-XXXVII (1985), pp. 313-345.
JUSTES, Rosa, y VÁZQUEZ, Jesús, "Contribución al vocabulario de animales
y plantas de Rodellar (Huesca)", AFA, XXXVI-XXXVII (1985), pp.
609-621.
KUHN, Alwin, "Studiem zum Wortschatz von Hocharagon", Zeitschrift für
Romanische Philologie, LV (1935), pp. 561-634.
—, "Estudios sobre el léxico del Alto Aragón", AFA, XVI-XVII (1965-
1966), pp. 7-55.
LANAU CORONAS, Carmen, "Bocabulario de plandas de Guaso (Sobrarbe)",
Fuellas, 26 (noviembre-diciembre 1981), pp. 4-6.
LÓPEZ NAVARRETE, Rafael, El habla de Sarrión, Barcelona, Editorial L. N.,
1992.
LÓPEZ PUYOLES, Luis V., y VALENZUELA LA ROSA, José, "Colección de vo-
ces de uso en Aragón", AFA, XLVIII-XLIX (1992-1993), pp. 287-307.
LÓPEZ SUS1N, Chusé I., "Lesico de Plasenzia d'o Mon (Semontano) no reple-
gau en o dizionario d'Andolz", Fuellas, 29 (mayo-junio 1982), pp. 8-11.
MARTÍN PARDOS, Migalánchel, "Lesico de Pancrudo", Ruxiada, 18-19-20
(s. f.), monográfico.
—, "Replega de toponimia y lesico aragonés en Cribillén (Tergüel)", Fue-
llas, 61 (septiembre-octubre 1987), pp. 6-12.
MARTÍN SORIANO, Agustín, "Parabras aragonesas de Lechago", Ruxiada, 6
(enero-febrero-marzo 1991), pp. 6-7.
MARTÍNEZ Ruz, Antonio, Vocabulario básico bilingüe, aragonés-castella-
no y castellano-aragonés, Uesca, Publicazions d'o Consello d'a Fabla
Aragonesa, 1997.
MESTRE, Manuel, "Vocabulario de Castelserás", Ruxiada, 5 (octubre-no-
viembre-diciembre 1990), pp. 8-18.
MOTT, Brian, Diccionario chistavino-castellano, Zaragoza, Publicaciones
de la Caja de Ahorros de Zaragoza, Aragón y Rioja, 1984.
377
NAGORE LAÍN, Francho, "Chiqueta replega de bocabulario de Lanuza y Sa-
llén (Bal de Tena)", Fuellas, 58-59-60 (marzo-agosto 1987), pp. 12-16.
NAVARRO, Chusé Inazio, "Chiquet acopio d'o lesico residual aragonés en
Tauste", Fuellas, 22 (marzo-abril 1981), pp. 7-11.
—, "Lesico de Tauste", Fuellas, 22 (marzo-abril 1981), pp. 7-12.
—, "O cuerpo umano", Fuellas, 97 (septiembre-octubre 1993), pp. 6-9.
NICOLAU BARRAU, Ma Chesús, "Bocabulario replegato en os barrios d'o
Entremuro y de San Juaquín (Balbastro)", Fuellas, 42 (julio-agosto
1984), pp. 12-14.
—, "Nombres de plandas en a redolada de Beri (Alta Ribagorza)", Fuellas,
57 (enero-febrero 1987), p. 8.
—, "Nombres d'animals en a redolada de Beri (Alta Ribagorza)", Fuellas,
61 (septiembre-octubre 1987), p. 25.
NOGUERO PUYUELO, Chusé, "Más bocables de Mundot (Sobrarbe)", Fue-
llas, 24 (julio-agosto 1981), p. 15.
- "Chiqueta replega de bocabulario de Mundot (Sobrarbe)", Fuellas, 57
(enero-febrero 1987).
PARDO Asso, José, Nuevo diccionario etimológico aragonés, Zaragoza, Im-
prenta del Hogar Pignatelli, 1938.
PERALTA, Mariano, Ensayo de un diccionario aragonés-castellano, Zara-
goza, 1836. (Reimpr., Zaragoza, Moncayo, 1986. Con el ensayo intro-
ductorio "El diccionario de Peralta a siglo y medio de distancia", por
Francho NAGORE LAÍN).
POTTIER, Bernard, "Étude lexicologique sur les inventaires aragonais", Vox
Romanica, 10 (1948-1949), pp. 87-219.
PUCHó, Paco, "Contribuzión á o bocabulario d'Ansó", Fuellas, 6 (enero
1979), pp. 6-9, y 7 (febrero-marzo 1979), pp. 9-10.
—, "Replega de bocabulario d'Ansó", Fuellas, 28 (marzo-abril 1982), pp.
13-16.
"REPERTORIO DE BOZES ARAGONESAS D'ETIMOLOXÍA LATINA D'EMPLEGO CO-
MÚN EN O COBALTO D'ARAGÓN, feito por Francisco OTÍN Y DUASO, in-
troduzions y anotazions por FRANCHO NAGORE", Luenga & Fablas, 2
(1999), pp. 217-222.
378
Río, Bizén d'o, Izen d'o ganau, folleto a ciclostil, Uesca, Publicazions d'o
CFA, 1978.
Ríos NASARRE, Paz, Bocabulario d'o Semontano de Balbastro (de Salas
Altas y a redolada), Uesca, Publicazions d'o CFA, 1997.
RODES ORQUÍN, Francho, Bocabulario aragonés d'o botero Pedro Lafuen-
te, Uesca, Publicazions d'o CFA, 1996.
ROHLFS, Gerhard, Diccionario dialectal del Pirineo aragonés, Zaragoza,
Institución Fernando el Católico, 1985.
ROMANOS HERNANDO, Fernando, "Lesico d'o fuego en a Bal de Chistau",
Fuellas, 108 (julio-agosto 1995), pp. 29-30.
—, "Lesico replegau en Tardienta", Fuellas, 113 (mayo junio1996), pp.
14-23.
—, "¿Quí s'enzerrina en dezir que l'aragonés no se fabló en o sur? Reple-
ga lesica de Cantavieja (Maestrazgo turolense)", Fuellas, 120 (julio-
agosto 1997), pp. 23-24.
— y SÁNCHEZ, Fernando, L'aragonés de A Fueba, Uesca, Publicazions d'o
CFA, 1999.
SAGARRA, Raquel, "O carro y as caballerías en Alcoleya de Zinca", Fue-
llas, 109 (septiembre-octubre 1995), pp. 15-16.
SALAMERO REYMUNDO, Francisco, "Léxico peculiar de Torres del Obispo
(Ribagorza): semejanzas y diferencias del castellano y el catalán", AFA,
XLVI-XLVII (1991), pp. 223-232. (El "peculiar" léxico de Torres es en
realidad general en Ribagorza y otras comarcas)
SANTOLARIA, Miguel, Catalogo de remataduras en aragonés, folleto a ci-
clostil, Uesca, Publicazions d'o CFA, 1983.
SATUÉ SANROMÁN, José Ma, Vocabulario de Sobrepuerto. Léxico comenta-
do de una comarca despoblada del Altoaragón, Huesca, IEA, 1991.
SAVALL Y DRONDA, P., y PENEN Y DEBESA, S., "Glosario de las voces pro-
vinciales y anticuadas que se encuentran en los Fueros, observancias y
actos de corte del Reino de Aragón", AFA, XXX-XXXI (1983), pp.
293-319.
SESMA, J. Ángel, y LÍBANO, Ángeles, Léxico del comercio medieval en Ara-
gón (siglo XV), Zaragoza, IFC, 1982.
379
TILANDER, Gunnar, "Palabras desconocidas en el aragonés medieval", AFA,
XIV-XV (1963-1964), pp. 349-356.
TORRES ESCRICHE, Ángel J., "Léxico incompleto turolense", Ruxiada, 22
(s. f.), monográfico.
TORRES, Félix, "Aragonesismos en una istoria de Monzón de o sieglo
XVIII", Fuellas, 98 (noviembre-diciembre 1993), pp. 23-26.
VÁQUEZ OBRADOR, Chesús, "Notas sobre o lesico d'animals en Rodellar",
Fuellas, 7 (febrero-marzo 1979), pp. 5-6.
—, "Bocabulario de Rodellar: as plandas", Fuellas, 13 (octubre 1979), pp. 8-9.
VIDALLER TRICAS, Rafel, "Chiqueta replega de bocabulario de Salas Altas",
Fuellas, 18 (julio-agosto 1980), pp. 12-14.
—, "Propuesta ta ra normalizazión de ros nomes de ros árbols en arago-
nés", Fuellas, 49 (septiembre-octubre 1985), pp. 13-16.
- Dizionario sobre espezies animals y bexetals en o bocabulario altoa-
ragonés, Huesca, Instituto de Estudios Altoaragoneses, 1989.
—, "Nomes de plandas y animals de A Fueba", Fuellas, 75 (enero-febrero
1990), pp. 20-23.
- "Nomes de plandas y animals de Benás", Fuellas, 89 (mayo junio
1992), pp. 21-26.
—, "Gambada por a Sierra de Lanaja", Fuellas, 108 (julio-agosto 1995),
pp. 24-28.
VICÉN, Ana Cristina, y MONCAYOLA, Santiago, Bocabulario de I 'ansotano,
Uesca, Publicazions d'o CFA, 1995.

9.5. TEXTOS EN ARAGONÉS DIALECTAL

ARNAL CAVERO, Pedro, Aragón en alto, Zaragoza, s. f. (ar. central-meridional)


— , Refranes, dichos, mazadas... en el Somontano y montaña oscense, Za-
ragoza, PRAMES, 1997 (ed. facs.). (ar. central-meridional)
BALDOMERA, Tonón de, Prosa y verso, Huesca, IEA, 1983. (ar. oriental)
CASTÁN, Carmen, Cuan l'odio esbatega pel aire, Zaragoza, DGA, 1997.
(ar. oriental)
380
CASTILLO BEsTuÉ, Chuaquín, A casa maldada, Zaragoza, DGA, 1989. (ar.
central pirenaico)
CEBOLLERO CIPRÉS, Lorenzo, As cosas d'os tiempos d'antes más en Arguis y
a redolada, Uesca, Publicazions d'o CFA, 1998. (ar. central-meridional)
COARASA ATIENZA, Xusep, L'hombre l'onset, Zaragoza, DGA, 1992. (ar.
occidental)
COSCUJUELA, Chuana, A Lueca (a istoria d'una mozeta d'o Semontano),
Uesca, Publicazions d'o CFA, 1983, 1988, 1998. (ar. central-meridional)
Continazión (1922-1983), Uesca, Publicazions d'o CFA, 1992. (ar.
central-meridional)
DUESO LASCORZ, Nieus Luzía, Al canto? Zinqueta, Uesca, Publicazions
d'o CFA, 1985. (ar. oriental)
—, Leyendas de l'Alto Aragón, Uesca, Publicazions d'o CFA, 1985. (ar.
oriental)
FERRER FANTOBA, Chusé Ma, Ta las fuens m'en boi, Uesca, Publicazions
d'o CFA, 1985. (ar. oriental)
GIL DEL CACHO, Felis, O Tión. Recosiros de ra quiesta balle Tena, ed. de Mi-
guel MARTÍNEZ TOMEY, Zaragoza, DGA, 1987. (ar. central-pirenaico)
GRACIA, José, Poemas, introd. y ed. de E NAGORE, Uesca, IEA, 1978. (ar.
occidental)
MASCARAY SIN, Bienvenido, Benas, trallo y fuellas, Uesca, Publicazions
d'o CFA, 1987. (ar. oriental)
MÉNDEZ COARASA, Veremundo, Añada 'n la val d'Echo, introd., antología y vo-
cabulario por Tomás BUESA OLIVER, Zaragoza, IFC, 1979. (ar. occidental)
—, Los míos recuerdos, ed. e introd. de Tomás BUESA OLIVER, Zaragoza,
Gobierno de Aragón, 1996. (ar. occidental)
MIRAL, Domingo, Qui bien fa nunca lo pierde, Jaca, 1903, 1972. (ar. occi-
dental)
NAGORE LAÍN, Francho (repleg.), Replega de testos en aragonés dialeutal
de o sieglo XX (Materials ta lo estudio de l'aragonés popular moder-
no). Tomo 1: ansotano, ayerbense, belsetán, Zaragoza, DGA, 1987. (ar.
occidental los dos primeros y central-pirenaico el último)
381
NICOLÁS, Victoria, Plebia grisa, Uesca, Publicazions d'o CFA, 1986. (ar.
occidental)
RECIO, Pablo (Cleto José TORRODELLAS MUR), Horas sueltas, Uesca, Pu-
blicazions d'o CFA, 1990. (ar. oriental)
SANMARTÍN SOPENA, José, Choñigueyán. Versos en patués, lengua autócto-
na del Valle de Benasque, Zaragoza, IFC, 1998. (ar. oriental)
SATUÉ SANROMÁN, José Ma, ¿Qué feban dinantes en un lugar d'o cobalto
d'Aragón?, Zaragoza, ed. del autor, 1996. (ar. central-pirenaico)
SOLANA, Rafael, y SUBIRA, Ángel, Teyatro en aragonés benasqués (La
Roqueta / Pequeño Teatro), Uesca, Publicazions d'o CFA, 1987. (ar.
oriental)
TENA Puv, Ana, Ta óne im, Uesca, Publicazions d'o CFA, 1997. (ar. oriental)
— , Bardo que alenta, Uesca, Publicazions d'o CFA, 1998. (ar. oriental)
TOMÁS ARIAS, Chabier, "Literatura popular aragonesa de tradizión oral en a
Baixa Ribagorza", Luenga & Fablas, 2 (1999), pp. 27-68. (ar. oriental)
TORRODELLAS, Cleto, Versos y romances en ribagorzano, introd., estudio,
notas y vocabulario por E NAGORE, Uesca, Publicazions d'o CFA,
1979, 1988. (ar. oriental)
VICENTE DE VERA, Eduardo (repleg.), A l'aire (garbas), Zaragoza, DGA,
1985. (las tres variedades)
— (repleg.), Calibos de fogaril, Zaragoza, DGA, 1986. (las tres variedades)
— (repleg.), Textos en grausino (1904-1985), Zaragoza, DGA, 1986. (ar.
oriental)
VVAA, Radiz de chen, Barcelona, 1985. (ar. occidental)

9.6. GEOLINGÜÍSTICA

ALVAR, Manuel, Atlas plurilingües, metodología, Madrid, Comisión Espa-


ñola del ALE, 1977.
—; BUESA, T., y LLORENTE, A., Atlas Lingüístico y Etnográfico de Aragón,
Navarra y Rioja, 12 vols., Madrid, La Muralla, 1979-1983.
BRETON, Roland, Geografia de las lenguas, Vilassar de Mar, Oikos-Tau, 1979.
382
GRASSI, Corrado, Corso di geografía, la geografía linguistica principi e
metodi, Giappichelli, 1968.
DAUZAT, Albert, La géographie linguistique, París, Flammarion, 1922.
GARCÍA MOUTON, Pilar, Geolingüística. Trabajos europeos, Madrid, CSIC,
1944.
MILLARDET, George, Linguistique et dialectologie romanes. Problémes et
méthodes, Montpellier, Société des Langues Romanes, 1923.
NAVARRO TOMÁS, Tomás, Capítulos de geografía lingüística de la Penínsu-
la Ibérica, Bogotá, Instituto Caro y Cuervo, 1975.
VENY I CLAR, Joan, Estudis de geolingüística catalana, Barcelona, Edi-
cions 62, 1984.
WILLIAMS, Colin H., Language in geographic context, Plymbridge, Multi-
lingual Matters cop. 1988.

9.7. SOCIOLINGÜÍSTICA

ABRIL, Carlos, "La lengua aragonesa desde Ligallo de Fablans de l'Arago-


nés", en Actas del I Encuentro "Villa de Benasque" sobre Lenguas y
Culturas Pirenaicas, Zaragoza, Gobierno de Aragón, 1997, pp. 211-217.
BAKER, Colin, y PRYS JONES, Silvia, Encyclopedia of Bilingualism and Bi-
lingual Education, Plymbridge, Multilingual Matters, 1998.
BAL PALACIOS, Santiago, "Normatibizar u morir", Fuellas, 65 (mayo junio
1988), pp. 12-13.
BASTARDAS I BOADA, Albert, Ecologia de les llengües. Medi, contactes i
dinámica sociolingüística, Barcelona, Edicions Proa, 1996.
BOLAÑO, Sara, Introducción a la teoría y práctica de la sociolingüística,
México D. F., Trillas, 1982.
CALVET, Jean-Louis, Lingüística y colonialismo, Breve tratado de glotofa-
gia, Madrid, Júcar, 1981.
COMAS D'ARGEMIR, Dolors, y PUJADAS, Joan J., "Aladradas y güellas. Tra-
bajo, sociedad y cultura en el Pirineo aragonés", Anthropos, Cuadernos
de Antropología [Barcelona], 5 (1985), en especial pp. 50-65.
383
CRESPO, Ángel, "Problemas del bilingüismo en Aragón", en VI Symposium on
Spanish and Portuguese Bilingualism, Universidad de Puerto Rico, 1982.
"DATOS LINGÜISTICOS DE O ZENSO DE 1981", Fuellas, 37 (septiembre-octu-
bre 1983), pp. 10-16.
DE PABLO, Chaime, "A fabla en R. y Cajal", Fuellas, 10 (junio 1979), p. 8.
DOMÍNGUEZ, Francesc, y LÓPEZ, Núria, Sociolinguistic and Language
Planning Organizations, Amsterdan / Philadelphia, John Benjamins
Publishing Company (Language International World Directory, 1),
1995 (en especial p. 344).
ENGUITA, José Ma, "Reflexiones sobre la realidad lingüística del Pirineo
aragonés", en Actas del I Encuentro "Villa de Benasque" sobre Len-
guas y Culturas Pirenaicas, Zaragoza, Gobierno de Aragón, 1997, pp.
279-295.
GARCÍA MARCOS, Francisco, Nociones de sociolingüística, Barcelona, Edi-
ciones Octaedro, 1993.
GUARIDO UBIERGO, Chusé Ma, "Pedro Arnal Cavero y 1'Aragonés", Fue-
llas, 50-51 (noviembre 1985 — febrero 1986), pp. 4-5.
HUDSON, R. A., La Sociolingüística, trad. de Xabier Falcón, Barcelona,
Anagrama, 1981.
JUNYENT, Carme, Vida i mort de les llengües, Barcelona, Empúries, 1992,
1994, 1995.
JUSTICIA DE ARAGÓN, "Informe sobre las lenguas minoritarias de Aragón",
Fuellas, 94 (marzo-abril 1993), pp. 15-29.
LERA, José, "El XXI. ¿Un siglo más de fabla chesa?", en Actas del I En-
cuentro "Villa de Benasque " sobre Lenguas y Culturas Pirenaicas, Za-
ragoza, Gobierno de Aragón, 1997, pp. 297-306.
LÓPEZ DEL CASTILLO, Lluís, y RIERA, Ignasi, "El debat polític a l'entorn de
la llengua", Taula de Canvi [Barcelona], 2, (noviembre-diciembre
1976), pp. 52-71 y 62-64.
LÓPEZ MORALES, Humberto, Sociolingüística, Madrid, Gredos, 1989.
MARCELLESIS, Jean-Baptiste, Introduction á la sociolinguistique, la lin-
guistique social, París, Larousse, 1974.
384
MARTÍNEZ FERRER, Chuan, "O bilingüismo en Aragón. Estudio de as suyas
repercusions sobre l'aprendizache leutoescritor (resumen)", Fuellas,
83 (mayo junio1991), pp. 16-17.
MOLLA, Toni, Curs de sociolingüística, Alzira, Bromera, 1987.
MORENO FERNÁNDEZ, Francisco, Metodología sociolingüística, Madrid,
Gredos, 1990.
MULJACIC, Zarko, "Le lingue per elaborazione (LE) a base italiana o italo-
romanza in un modello socio-linguistico", Quaderni d'Italianistica,
111/2 (1982), p. 171.
NAGORE LAÍN, Francho, "Plebeba", Fuellas, 12 (septiembre 1979), p. 9.
—, "Una nota ta ra istoria sozial d'a fabla aragonesa", Fuellas, 32 (no-
viembre-diciembre 1982), pp. 10-11.
—, "Notas sobre el uso administrativo del aragonés", Revista de Llengua i
Dret [Barcelona, Escola d'Administració Pública de Catalunya], 2 (di-
ciembre 1983), pp. 97-110.
—, y GIMENO, Chesús L., El aragonés hoy. Informe sobre la situación ac-
tual de la lengua aragonesa, Huesca, Publicazions d'o Consello d'a Fa-
bla Aragonesa, 1989.
NAVARRO, Chusé Inazio, "Si s'han de pillar midas, que se pillen lugo. Infor-
me sobre la situazión de lo cheso", Fuellas, 12 (septiembre 1979), p. 13.
PARLAMENTO EUROPEO, Informe de la Comisión de Cultura, Juventud,
Educación y Medios de Comunicación sobre las minorías culturales y
lingüísticas de la Comunidad Europea (Informe Killilea). Ponente: Sr.
KILLILEA. Parlamento Europeo. Documentos de sesión. Ed. en lengua
española. Estrasburgo, 28 de enero de 1994, A3-0042/94. Doc.
ES/RR/244/24469. PE 201.963/def. (ar. en p. 19)
SCHLIEBEN-LANGE, Brigitte, Iniciación a la sociolingüística, versión espa-
ñola de José Rubio Sáez, Madrid, Gredos, 1977.
SOLÉ I CAMARDONS, Jordi, Sociolingüística per a joves, una perspectiva
catalana. Premi Xavier Romeu de monografies per a l'ensenyament
1986, Barcelona, Biblária, 1994'°.
SVEJER, A. D., y MIKOLSKI, L. B., Introduction to sociolinguistics, trad. de
A. D. SVEJER, Amsterdan, John Benjamins, 1986.

385
TORTOSA, José Ma, Política lingüística y lenguas minoritarias, Madrid, Ter-
nos, 1982.
TUSÓN, Jesús, Mal de Ilengües, a I 'entorn dels prejudicis lingüística, Bar-
celona, Empúries, 1988.
UNESCO, Libro rojo sobre las lenguas amenazadas en Europa / Endan-
gered languages in Europe. Report, 1996 (ed. electr.: http://www.hel-
sinki.fi/-tasalmin/europe-report.html).
VERDOODT, Albert, Les langues écrites du monde: relevé du degré et des
modes d'utilisation. Centre international de Recherche sur le bilin-
guisme. Vol. 3, Europe Occidentale. Les langues régionales et minori-
taires des pays membres du Conseil de l'Europe, Québec, Les Presses
de l'Université Laval, 1989.

9.8. OTRAS LENGUAS

BEC, Peire, La llengua occitana, trad. de Jem GABANES, Barcelona, Edi-


cions 62, 1977.
BIRABENT, Jean-Pierre, y SALLES-LOUSTAU, Jean, Memento grammatical du
gascon, Pau, Escola Gaston Febus & Nosauts de Bigorra, 1989.
BRERO, Camilo, Gramática Piemontéisa. Métrica e prosodia dla poesía
Piemontésia, Turín, Mariogros, 1987.
DE B. MOLL, Francesc, Gramática Histórica Catalana, Valéncia, Universi-
tat de Valéncia, 1991.
Dusols, Jean, Larousse. Dictionnaire de franqais, París, Larousse, 1986.
DULIN, Nicole, Francés para universitarios, Madrid, UNED, 1993.
CoRomINEs, Joan, El parlar de la Vall d'Aran. Gramática, diccionari i estu-
dis lexicals sobre el gascó, Barcelona, Curial Edicions Catalanes, 1991.
FONTANILLO MERINO, Enrique, Diccionario de las lenguas de España, Ma-
drid, Anaya, 1985.
LAPESA, Rafael, Historia de la lengua española, Madrid, Gredos, 1981.
LEVY, Emil, Petit dictionnaire provenqal-frawais, Culture provencale et
méridionale, Raphéle-lés-Arles, Marcel Petit, 1991.
386
MENÉNDEZ PIDAL, Ramón, Orígenes del español, Madrid, Espasa Calpe,
1988.
—, Manual de gramática histórica del español, Madrid, Espasa Calpe,
1982.
ROMEU I JuvÉ, Xavier, director, Diccionari Barcanova de la Llengua, Bar-
celona, Barcanova, 1989.
SCHLATTER, Martin, J'apprendes le Romanche, quatriéme langue nationa-
le, Laussane, Édition de La Jorette, 1986.
TAGLIAVINI, Carlo, Orígenes de las lenguas neolatinas, México, FCE, 1973.
WALTER, Henriette, La aventura de las lenguas en Occidente. Su origen, su
historia y su geografia, Madrid, Espasa, 1997.
WARTBURG, Walter von, La fragmentación lingüística de la Romania, Ma-
drid, Gredos, 1971.

9.9. VARIOS

AVILÉS FARRÉ, Atlas histórico universal, Madrid, EL PAÍS / Aguilar, 1995.


BERNAD RIVERA, Pedro Miguel, y CASTELLANOS OÑATE, José Manuel, Pueblos
deshabitados del Alto Aragón. Estudio de la comarca de Sobrarbe, Zara-
goza, publicación del Colegio Oficial de Arquitectos de Aragón, 1928.
CASTÁN, Adolfo; CALVERA, Enrique, e IGLESIAS, Manuel, Huesca de la A a
la Z, Huesca, Publicaciones y Ediciones del Alto Aragón, 1990.
CHINERY, Michael, Guía de campo de los insectos de España y de Europa,
Barcelona, Omega, 1984.
GÓMEZ SAMITIER, David, Guara, aula de la Naturaleza, Huesca, IEA, 1988.
LANTERO NAVARRO, Juan Manuel, y ORTEGA CEBOLLERO, José Enrique, Los
insectos del Altoaragón, Huesca, IEA, 1991.
MADOZ, Pascual, Diccionario geográfico-estadístico-histórico. 1845-
1859. HUESCA, ed. facs. a cargo de Pascual Miguel Ballestín, Zarago-
za, PRAMES, 1992.
MORRIS, Pat, Guía de campo de la Naturaleza, Barcelona, Blume Natura-
leza, 1991.

387
SÁEZ-ROYUELA, Ramón, La guía Incafo de las aves de la península Ibéri-
ca, Madrid, Incafo, 1980.
SATUÉ OLIVÁN, Enrique, El Pirineo contado, Huesca, ed. del autor, 1995.
TIERRA BucHo, Revista de los Amigos del Santuario de la Nuez, seis nú-
meros desde diciembre de 1986 hasta junio de 1999 (interesante en as-
pectos históricos).
UBIETO ARTETA, Antonio, Historia de Aragón, 7 vols., Zaragoza, Anubar,
1985.
VIDALLER TRICAS, Rafael (texto), y ORTEGA CEBOLLERO, José E., Los ár-
boles del Alto Aragón, Huesca, IEA, 1987.

388
INSTITUTO DE ESTUDIOS
ALTOARAGONESES

I.S.B.N., 84-8127-095-4

11
9 78848 1 270952

You might also like