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El problema crítico
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TEOLOGÍA DEL NUEVO TESTAMENTO EL PROBLEMA CRÍTICO
Una diferencia muy importante, relacionada con la cuestión teológi- liptica judía y su expectativa de una acción escatológica de Dios para po-
ca, es el estilo literario. El recurso literario más importante de los Sinópti- ner fin a la Historia y establecer el Reino de Dios en el Siglo Venidero. Se
cos es la parábola; y también hay muchos pasajes breves, vívidos, fáciles de trata de un dualismo temporal entre dos siglos y su constante contraste
recordar, y pequeños incidentes acompañados de frases didácticas. En Juan, entre presente y futuro (Mc. 10:15; Mt. 7:21).
el estilo de las enseñanzas de Jesús se presenta por medio de largos discur- La estructura del pensamiento de Juan, a primera vista, parece transcu-
sos. En lugar de parábolas hay discursos, y los pasajes breves e incisivos rrir en un mundo diferente. Ya no aparecen los términos “este siglo” y “el
están ausentes. Siglo Venidero”, El discurso del monte de los Olivos como expectativa es-
El estilo del griego también es diferente. Tanto en el Evangelio como catológica del fin del siglo y la venida del Hijo del Hombre celestial para
en las cartas se distingue por su sencillez. La solución más socorrida es establecer el Reino de Dios está ausente. Este dualismo escatológico tem-
que las enseñanzas de Jesús se expresan en un lenguaje juanino. Esto poral parece reemplazarse por otro. En lugar de la tensión entre el presen-
es más fácil que pensar que el estilo de Juan es una copia del de Jesús, y que te y el futuro encontramos la de arriba y abajo, cielo y tierra, esfera de Dios
aquél escribió su carta en el lenguaje que aprendió de él. y mundo. Esto queda expresado más gráficamente por la afirmación: “Vo-
Si ésta es la solución correcta, y si debemos concluir que el Cuarto sotros sois de abajo, yo soy de arriba; vosotros sois del este mundo, yo
Evangelio se presenta en lenguaje juanino, surge una pregunta muy im- no soy de este mundo” (Jn. 8:23; ver Jn. 3:12, 13:31; 6:33, 62). La expre-
portante: ¿Hasta qué punto la Teología del Cuarto Evangelio es más de sión “mundo” (kosmos), que aparece muy pocas veces en los Sinópticos,
Juan que de Jesús? ¿Ha asimilado Juan la enseñanza de Jesús hasta el punto es una de las palabras favoritas de Juan y se refiere al ámbito humano y
de que lo que tenemos es más una interpretación juanina que una presen- de sus asuntos en contraste con el mundo de arriba y el ámbito de Dios.
tación precisa de ella? Cuando Jesús dijo que su reino no era de este mundo (n. 18:36), lo que
Que no se trata de un problema puramente académico puede verse en quería expresar era que su autoridad no procedía del mundo inferior, de
que algunos de los temas más destacados de los Sinópticos están ausentes los gobiernos humanos, sino del mundo de Dios.
en Juan; y sus énfasis más característicos no son obvios en los Sinópticos. Otro elemento notable en el dualismo juanino es el contraste entre luz
Juan no dene nada que decir sobre el arrepentimiento; en el Cuarto Evan- y tinieblas. Uno de los temas que aparecen en las primeras palabras del
gelio no aparecen ni el verbo ni el sustantivo. El Reino de Dios, tan impor- Evangelio es el conflicto entre luz y tinieblas. “La luz en las tinieblas res-
tante en los Sinópticos, casi ha desaparecido de las enseñanzas de Jesús plandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella” (1:5). El mundo es el
(ver Jn. 3:3, 5; 18:36). En su lugar nos encontramos con la idea de vida reino de las tinieblas, pero Dios es luz (1 Jn. 1:5), y Jesús vino para traer luz
eterna como mensaje central. Sin embargo, aunque la vida eterna aparece en medio de las tinieblas (3:10; 12:46; 8:12). He aquí la única fuente de
unas cuantas veces en los Sinópticos, siempre es una bendición futura, verdadera luz; todo el que encuentrala luz debe encontrarla en Cristo (1:9).!
escatológica (Mc. 9:43, 45 y paral.; Mt. 7:14; 25:46); al contrario, en Juan el Esta luz brilla todavía y las tinieblas no han podido extinguirla (1:5). La
énfasis principal es la vida eterna como una bendición presente, hecha antítesis de luz y tinieblas es un aspecto más del dualismo juanino del arriba
realidad (Jn. 3:36 et passim). frente al abajo, del cielo frente al mundo, y parece reemplazar “el dualismo
Por otra parte, los puntos más peculiares de Juan no se ven en los Si- temporal-escatológico de los Sinópticos con uno actual “vertical”.
nópticos. Quizá su expresión más distintiva sea ego eimí: “Yo soy el pan de El vocabulario básico de Jesús, según el relato de Juan, es diferente del
vida” (Jn. 6:35), “la luz del mundo” (Jn. 8:12), “la puerta” (Jn. 10:7), “el de los Sinópticos. Además de palabras como vida eterna, luz y tinieblas,
buen pastor” (Jn. 10:11), “la resurrección y la vida” (Jn. 11:25), “el camino, hay otras que son más frecuentes que en los Sinópticos, que aparecen sólo
la verdad y la vida” (Jn. 14:6), la vid verdadera” (Jn. 15:1). Todo ello como en muy raras ocasiones, como el verbo amar y el sustantivo amor; verdad,
una manifestación de una conciencia absoluta: “Antes que Abraham fue- verdadero y genuino (alethinos); saber; trabajar; mundo; juzgar; permane-
se, yo soy” (Jn. 8:58). cer; enviar; dar testimonio; y sobre todo creer en (eis). Además, muchas
No sólo hay diferencias en los énfasis teológicos especificos, sino que
la estructura del Cuarto Evangelio en su totalidad parece diferente de la de ! “Todo hombre” es potencial, no actual. VerW E Howard en 1B 8:470. Sin embargo,
el verbo puede significar “arrojar luz sobre”, es decir, mostrar si alguien es bueno o malo.
los Sinópticos. En ellos la enseñanza de Jesús sigue muy de cerca la apoca- La luz es tanto judicial como iluminadora.
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palabras frecuentes en los Sinópticos no aparecen en Juan: justo; poder o lenguaje juanino en general tiene más en común con la LXX que con la
milagro (dynamis); sentir miseticordia o piedad; llamar; arrepentirse; pará- tradición Hermética.?
bola; orar? Bultmann defiende una opinión crítica que muchos de sus discípulos han
aceptado, a saber, que a partir de la literatura mandea, de los siglos VII y VIII
El trasfondo del Cuarto evangelio d. C. se puede reconstruir un movimiento que se remonta a la época precris-
Estas diferencias tan evidentes entre Juan y los Sinópticos llevaron a tiana y que era algo parecido a un sincretismo entre la filosofia helenista
muchos investigadores que nos precedieron a interpretar el Evangelio como popular y el misticismo oriental que dio lugar a una especie de religión
un producto del siglo 11, caracterizado por el pensamiento helenista, y en “proto-gnóstica”. Esta “gnosis” prectistiana finalmente llegó a un gnosticis-
el que el mensaje de Jesús sobre del Reino de Dios se había transformado mo total en los siglos TI y TII d. C., y puede encontrarse en Padres de la Igle-
en una religión helénica de salvación. “Durante muchos años la opinión sia como Irenco. Mientras que la opinión crítica prevaleciente había sido que
crítica que prevaleció fue que Juan era el Evangelio de los helenistas; escri- el gnosticismo del siglo II era una herejía típicamente cristiana, esta nueva
to por un pensador griego para los griegos y que señala un punto decisivo teoría asumió que se trataba sólo de la cristalización de un movimiento que,
en la helenización de la fe cristiana” 3 en sus elementos esenciales, precedió al cristianismo y que tuvo mucha in-
Desde este punto de vista, este Evangelio está muy lejos de Jesús. Se fluencia en la teología juanina. La esencia de esta teología gnóstica consiste
interesa por la verdad eterna, no por hechos objetivos; por la Teología, no en un dualismo cosmológico en el que el mundo material es malo. Las almas
por la Historia. Sus milagros son únicamente símbolos de realidades espi- de los seres humanos, que pertenecen a un ámbito celestial de luz y de vida,
rituales; sus dichos son alegorfas.* Pero el descubrimiento de tres papiros han caído en un mundo material de tinieblas y de muerte. Dios envió un re-
que contienen todo Juan o una buena parte, y que se remontan a los ini- dentor celestial a los hombres para iluminarles y darles un conocimiento
cios del siglo II excluyen estas ideas.” Sin embargo, la búsqueda de un Sitz (gnosis) de su verdadera naturaleza, con lo cual les capacitaba en el momen-
im Leben (“situación en la vida”) religioso que pueda explicar el lenguaje y to de la muerte para rechazar su compromiso con un mundo material y
la Teología del Cuarto Evangelio continúa.$ No se puede negar que parte poder regresar así a su verdadero hogar celestial. El cielo es el hogar natural
de la terminología típica de Juan se parece mucho a la de la tradición Her- del ser humano; el mundo es una cárcel. A la salvación se accede por el
mética — colección de escritos religiosos egipcios, probablemente de los conocimiento impartido por el redentor celestial que desciende y asciende.'*
siglos II y III. Estos escritos tienen mucho que decir sobre la luz y la vida, Se ha suscitado un interesante debate entre los investigadores en cuan-
la palabra, la salvación por el conocimiento, así como sobre la regenera- to a si esta teologfa gnóstica precedió al cristianismo e influyó en la teolo-
ción o el nuevo nacimiento. C. H. Dodd opina que la tradición Hermética gía del Cristo preexistente, encarnado, que asciende a los cielos. Debe
proporciona un valioso antecedente para entender a Juan.” Sin embargo, ponerse de relieve que aunque esta teología puede encontrarse en el gnos-
muchos de los términos teológicos más típicos de dicha tradición, como ticismo del siglo II como una desviación de la fe cristiana, la teoría de que
gnosis? mysterion, athanasia, demiourgos, nous, etc., no apatecen en Juan, y el fue un movimiento sincretista precristiano que ayudó a modelar la Cristo-
logía cristiana, sobre todo la juanina, es una reconstrucción crítica basa-
2 Ver la tabla en C. K. Barrett, Jobn, 5-6.
3C. K. Barrett, Jobr, 3, Una buena ilustración de esto es E. E- Scott, The Fourth Gospel: Its da en textos postcristianos. Aunque en el judaísmo y en el helenismo
Purpose and lts Theology (1906). Recientemente, E. Kiscmann ha defendido la tesis de que la pueden encontrarse tendencias del pensamiento gnóstico, la figura de un
Cristología de Juan es un docetismo ingenuo que discrepa de la corriente principal de redentor celestial no está en ningún documento precristiano."
la Teología cristiana. Ver The Testamentof Jesus (1968).
*Ver B. W, Bacon, The Gospelof the Hellenists (1933) ? Ver G. D. Kilpatrick, “The Religions Background of the Fourth Gospel,” en Studiesin
$Ver J. L. Price, Interpretingthe NT (1961), 546. the Fourth Gospel, ed. F. L. Cross (1957), 36-44.
“Para acceder a resúmenes de esfuerzos recientes, verW. E Howard, The Fourth Gospel in 10 Ver R. Bultmann, Primitive Christianity in Its Contemporary Setting (1956), 163ss. Ver
Recent Criticism (1955); C. H. Dodd, The Fourth Gospel (1953), 3-130; R. E. Brown, Jobr, 1:1 también H. Jonas, The Gnostic Religion (1958).
Ixv; W. G. Kiimmel, Introduction to the NT (1966), 154-61; R. Schnackenburg, Jobn, 1:119-52. ' Ver R. McL. Wilson, The Grastic Problem (1958); Grosis and the NT (1968); J. Munck,
7C. H. Dodd, The Fourth Gospel, 10-53 et passim. En W. D. Davies, Invitation to the NT “The NT and Grosticism,” en Current Lssues in NT Interpretation, ed. W, Klassen (1962),
(1966), 398-408, se han propuesto de forma adecuada las similitudes entre Juan y la tradi- 224-38, En cuanto al problema de un movimiento gnóstico precristiano, ver los ensayos de
ción Hermética. G. Quispel, R. McL. Wilson y H. Jonas, “Gnosticism and the NT” en The Bible in Modern
*En Juan sólo se encuentra el verbo. Scholarship, ed.J. P. Hyatt (1965), 252-93.
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