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NOTAS SOBRE LO HISPANICO 'Y LO EXTRAHISPANICO EN EL JUDEOESPANOL. FORMACION DE LAS PALA- BRAS SEFARDIES. ‘Ana RIANO Universidad de Granada No cabe duda de que hablar de los elementos hispainicos y extrahispé- rnicos que se dan cita en el judeoespaiol es tanto como definirlo, porque ddichos componentes confluyen en los tres pilares sobre los que se asienta ‘esta lengua: 1) sus rasgos arcaicos, que hay que relacionar con el castellano ppreclésico y con componentes mediovales de otras lenguas peninsulares, y ‘que, evidentemente, constituyen la parte basica de lo que hay de hispanico ‘en el judeoespafol; 2) sus peculiaridades innovadoras, en las que se integran desarrollos fonéticos y morfosinticticos avanzados y creaciones \igxicas nacidas de lo hispénico, en comunién o no con elementos de otras llenguas, como veremos mis adelante: y 3) su cardeter de lengua de fusién, ‘que es todo aquello que hay de no hispanico en el espafol sefardi, y, por ‘tanto, proveniente de otras lenguas y culturas con las que los sefardies convivieron durante los cinco siglos de didspora’ "No 651 objetivo de este articuo ofrecer un lstado do datos sobre tos elementos lingiisticos del judeoespafiol, mis 0 menos conocidos en el dmbito: ‘ncadémico, Slime parece oportano, sin embargo, hacer referencia aes principales investigadores que abrieron camino a esios estes, como M. L. WAGNER en Garacteres generates del judeovespariol de Orient, Madrid, FE, ano Xl, 1930. Esta obrade Wagnorsiguosiondo ainhoy.enloslbores delsiglo XXL unadelasmés recomendadas por los especialistas en esie campo como ibro introductora sobre a Tengu, Eloxcepetonal valor dela obra de Wagner estraen que pratiamente toca todas las evostiones fundamentalos del judocespafol. Fue resehada por D. 5 BLONDHEIM (Archi fr das Studium der Neweren Spracken und Litraturen 160 (1931), pags. 149-1311 por K. LEVY (olkstum und Kuitur der Romanen 2 (1931), pags. 316-3201 un aio dospuis de sv poblicacin, por G. CIROT on 1933 [Bulletin Hispanique 35 (1933), pigs. 319-3221 y por I, ]ORDAN al afo siguente [Buletinal “Insttuutud de Fllogie Romana «Alexandru Philipide> 1 (1934), pigs: 211-214), andotugara tiles complomentaciones. Dela misma década eslnabrage . CREWS: Recherches sur le judéovespagnol dans les pays balkaniques, Pari, Droz, 1933, considerada como ¢! primer estudio que contiene notas de orden forwbigico: pero, ‘especialmente valiosas son sus trabajos dels fos 50 y 60 (eft. L CARRACEDO y MIIASSAN, «Dibligrafa do Cynthia Crows», Estudos Sefardios2(1979), pags. 277- 2871. De Marius SALA conviene recordar «La orgenizacin de una nore expaioia -enel judeo-espafiol», Anuario de Letras 5 (1965), pags. 175-182, reimpr. en Estudios ‘sobre eljudevespatl de Bucarest, México, UNAM, 1970, pigs. 131-142. Estudios generales que incuyen eaptulos dedicedes ala lengua som: Sepharad Le monde et fa langue judéo-espagnole des Séphardim, Mons, 1966, en donde el autor, R. RENARD, sigue muy de cerca el itado trabajo de Wagner. el det. V.SEPHIIEA, Le 233 Notas Yendo un poco mas alld, en relacidn con la distribucidn de estos pilares, podria observarse una especie de gradacién que ha conducido a la lengua sefardi desde In preponderancia inieial en ella de nuestro romance areaico (1° peldaito, 1° pilar), al nacer el judcoespaiiol como un dialecto del castellano -recuérdense los testimonios de Gonzalode Illescas,en cls. XVI, y de Bernardo de Aldrete, de comienzos del XVII, sobre la pureza del habla castellana de los Judios en aquella época-,hastalograr liberarse delasataduras delo hispanico, allden el siglo XVII, productodesuevoluciénal margendela normacastellana, (2 peldaio, 2° pilar), y desbordarse por la legada y aceptacién masiva de cextranjorismos, de elementos exirahispanicos, en cl XIX, (3*peldaiio, 3" pla), quefueatenuandopoco a pocolosdestellosdel romance, aunquesin conseguir Jamas apagarlo. Un peldaiio mis (zdecondente o ascondonte?) seria la rrehispanizacién que se observa hoy, por un lado, en los sefarddfonos viejos de Marruecos y de América, estimulada por la proximidad geogrifica, en el primer caso, y por la proximidad lingtistica del espafol de América, on el segundo -rehispanizacin a la que contribuyen factoros como la globalizazion de las comunicaciones y la universalizacién delos viajesturisticos-.y. porotro, en los j6venes sofurdies de nuestro entorno, que adoptan de forma natural y ‘espontanoa el espaiiol normative actual, No me parece, puos, exagoradodar este tiltimo peldafo el cardcter de cuarto pilar de la lenguasefardi (quo, de paso, nos evitarfa sentir el vértigo quo produce mirar lo que se sosticne sobre ros y no cuatro patas), pues es posible que Ia evolucién a la inversa que plantea (primero fue dialecto del castellano, Iuego lengua independiente y ahora otra vez dial endo utilizada para mantener ellos latente la conciencia de sefardi en el mundo de hoy, ante la Espafia de hoy? LO HISPANICO 3) Areaismos. Partiendo de Ia acertada tests que sostienen Alberto Varvaro? y Laura Minervini* en cuanto a que la lengua de los judios en la Espafia medieval, aun con algunos rasgos especificos, era en cada regién esencialments la misma que la de sus conveeinos eristianos, no es de oxtraiar que los sefardes adoptaran como lengua comtin ya en el exilioel romance de mayor Judéo-erpagnol, Pais, 1986. Muy wil es of manualito de Paloma DIAZ-MAS Los ‘scfardies: Historie, engua y cultura, 2" ed, Barcelone, 1993, que dedi un capitulo Ain fongua ycontione bibliograta scivalizada, yd M. HASSAN «Clespanolseardt Gadeoespafel, Iino)», Le lengua espaole hoy.ods.M, Secoy 6. Selvador. Madd 1995, pags. 117-140. “cir, Ana MARO, eta lengua sefardfy su evoluctin», Actes det Simpost Internacional sobre Cultura Sefardita, ed. J. Ribera, Barcelona, 1993, pig. 101. 2 En all giudvo-spagnuolo prima dell'espulsione del 1492», Medioevo Roman- 0 12 (1987), pigs, 1554172 * Vénse Testi giudeospagnoli medieval (Castiglia e Aragona), 2 tones, |. Ligour, 1982 Napoli 234 Notas aceptacién entre todos los dialoctos que se hablaban por entonces en la peninsula, que no podia ser otro que el castellano medieval popular 0, més exaclamente, ol habla castellano-andaluza de los siglas XV y XVI" (no flvidemos In’ preponderancia que Castilla mostrs por entonces sobre los ‘demas reinos on lo politico y en lo cultural). De modo que os inevitable insistir en que en el judevespafiol se da la ppervivencia de una serie de fonemas del habla castellana medieval, de rasgos morfosintdcticos y de un Iéxico que no existen en el espaiial de hoy, yen que se introdujeron on él, ademés, elementos dialectales o de otras lenguas de la peninsula, puesto que entre los judios expulsos no sélo habia castellanos y andaluces, sino también otros que procedian de Catalufia, Valencia, Aragon, ‘elantiguo reino de Lodn, Asturias, Galicia y Portugal, aunque cierto es que en el exilio todos ellos adoptaron la norma castellano-andaluza. b) Sustrato coincidente con el espaol de hoy. Aunque parezea obvio, hay que sefialar que, ademas de los rasgos que convencionalmente solemos lamar arcaicos, existe en el judeoespafiol un sustrato lingiifstic en el que se enmarca todo lo hispénice que podria no sor arcaico por su coincidencia con el espafol evolucionado, es decir, con el espafiol de hoy. Me refiero a nombres, adjetivos, adverblos, pronombres, Formas verbales, ctc., que no sufricron evolucién alguna y que se conservan tal cual en el espaiol moderno, Para hacornos una idea aproximada de Ia abundanda de hispanismos aqui me refiero sélo al léxico- existente en el ladino bastard recordar que incluso en la literatura roligiosa, fandamentalmente comauesta por traduc- clones biblicas y obras de musar vedinim (‘moral y eyes’), aun siondo en ellas mayor el predominiodel hebreo que enol restode la literatura sefard?, amis hha quedado anulado el castellano. No pretendo decir con esto que ol judeoespafiol es masespafol que judio, ni mucho menos, pues bien que los sofardies supieron «jueaizar» o «hebral zar» los hispanismos de su lengua -mezckindolos 0 no con o extrahispanico- hasta lograr un cierto equilibrio ontre sus componentesy alcanzar lamadurez lingiisticay ol maximo esplendor iterario en ol siglo XVII. llamado Siglo de Oro de la literatura sofardi, que perduré hasta los comienzos del XIX’. 2 Cf. Ana RIANO, Isaac Mikael! Badhab. Un tratado sefardt de moral, Transcripcién, estudio, notas e indices por... Barcelona, 1979. pags. 18-19, © David M. BUNIS, ofrece un buen estudio diacrénico de Ia lengua en «Ei {idioma de los sefardies; un panorama histGrico», Moreset Séfarad: El legado de ‘Sefarad, ed, Haim Belnart, Jerusalem, 1993, pags. 414-437; enrelacisn con lodicho arriba cfr, las pags. 423-424, También puedo verse Ana RIANO-La lenguasefardi...» cit, pigs. 98.99. * Para la literatura esimprescindible consultar of manux! de Elena ROMERO Lacreactén literariaen lengua sefardi, Madrid, 1992, sin olvidar el chisicode Michael MOLHO, Literatura sefardita de Oriente, Madrid-Barcelona, CSIC, 1960, que es, ‘ademis, antologia. 235 Notas ©) Innosaciones y creaciones. Es lamentable que el vielo t6pico de que el judeoespafol es la lengua de tiempos delos Reyes Catélicos conservada intacta por los sefardies siga ain sonando a través de los medios de comunicacién, que, so supone, han de levarnos la verdad y no el disparate. casa. Locierto es que eljudeoespaa como lengua viva que Tue hasta mediados del siglo XX, contiene peculiati- dades innovadoras, 0 sea, rasgos propios de Ia evolucidn interna fonética y morfoldgica que, a veces, han ido mas allé de las realizaciones a las que ha egado el espafiol moderno y que son propias-las mas significativas- de las hhablas meridionales (andalwz, canario o el espaiiol de América). Se pueden establecer, por tanto, una serie de fenémenos fonolégices Judeoespaioles, distinto de los fendmenos toledanos correspondientes, que ‘se deben, con toda probabilidad, a la simplificacién y/o a la nivelacidn. Es ‘el easodol seseo, gencralizedo en la lengua sofardi ynoenel espanol, puesto ‘que esta simplificacién se produjo solamente en las zonas periféricas del dominio espaiiol, donde la norma literaria era débil, y el caso del yetsmo, que tambien se generalizé en ol sefardf al menos un siglo antes que en el espafiol. Pero no sélo en la fonética cl judeoespafol presenta rasgos Innovadores*. También en la morfosintaxis hallamos peculiares desarrollo dorivados de la vieja norma castellana, que han sido expuestos repetidas veces y que podemos encontrar en a mayorta de los estudies citados. Poro na mo resisto a plantoar aqui un par de ejemplos que podrian evarnos a reflexionar sobre Ia lengua de los sofardies. Uno arranca del apartado de arcaismos y se refiere al uso del voseo por los sofardes. Rafael Lapesa, en su Historia de la lengua espartola’ dice que vuestra merced se desconoce en judeoespafol. En efecto, en ninguno de los textos que he tratado hasta ahora ni recentisimamente, en la primera versién sefardi de la obra hobrea Séfer Menorat hamaor, realizada en 1762 por Abraham Asé, he podido comprobar el uso de vuestra merced, sino reiteradamente el de su merced ®. Sin duda, el paso de los aiios y los avances en lainvostigacién ‘sobre la lengua espafiola y sus dialectos, como es el judeoespafiol, no han ‘empafiado ia lucidez ni los hallazgos de D. Rafael. Pero numerosas son las obras de la literatura sefardi'* que atin permanecen en aljamfa sin haber * Ademis de los trabajos ya citadas, resulta muy esclareceder el articulo de Ralph PENNY, «La innovacién fonolégica del judooespaiioln, Actas del I! Gongreso Internacional de Historia de la Lengua Espanola, ods. M, Ariza et al, Madtid, 1992, vol. I, pigs. 251-257 ” Madrid, 1988, 9*ed., 6* reimpr., cap. XVI. «El judeo-espatol», pig. 529. " Setrata de la tesis doctoral de Purificacton ALBARRAL, que he ditigido, titulada Las rersiones en judeoespariol de Menorat hamaor. Estudio comparativo cedicién parcial de la de Constantinopla 1762. Universidad de Grantdla, 1997. "Es diffi! calcular ol nimero de obras que contione la literatura sefardt, [porque alguras de ellas formaren parte, sin eatalogar, de bibliotecas particulares ‘que, poco a poco, han ido a menos: otras fueron pasto de incendios y terremolos, tan ‘abundantes como intensos en la zona balednica, y muchas perecierona manos de los 236 Notas recibido lectura ni estudio alguno, de modo que la simple puesta «en cristiano», 0 sea, la transcripcidn a caracteres latinos de una sola do estas obras-en tiempos de D. Rafael sorian més las que andabanen la oscuridad. siempre arrojaré nueves datos lingUfsticos capaces de medificer plantea mientos y teorfas anteriores. Por tanto, la dependencia entre ol nimero de obras, aljamiadas y no aljamiadas, estudiadas y la posibilidad de tener algiin dia entre las manos un manual lo més completo posible de lengua y un diccionario de autoridades sobre cl espafol sefardi es muy estrecha. En. este sentido, los estudios sobre el judeoespafol hoy se debaten entre la inevitable reutilizacién de datos antiguos -;quién duda a estas alturas de la importancia de las aportaciones, por ejemplo.de un M. L. Wagner?”-, ylos hallazgos de datos nuevos a través de una escasa y espordidica actividad investigadora envuelta en lentos procesos en los que, desgraciadamente, no suolen implicarse tantos hispanistas y romanistas como serfa deseable. En nazis, Ejemplo do esto es iltimo es lo ocurrido en la ciudad griega de Salénica, que ‘en el siglo XVI llegé a ser la metrpoli del sefardismo. En ella se dieron cita una pléyade de sabios y estudiantes judfos distinguidos, academias y cétedras ilustres, madernasimprentasy lujosas bibliotecas cuajadas de obras maesiras delaliteratur sefardi, que fueron extorminadas por la Invasién nazi. Pero, milagrosamente, podemos hablar de unas tres o cuatro mil obras (quizé cinco mil) uardadas en unas pocas bibliotecas de universidades einstituciones como lade la Universidad Hebrea de Jerusalem y el Instituto ben Zvi de la misma ciudad, la de Estudios Sefardies del Instituto de Filologfa («Arias Montano») del CSIC de Madrid, la Bibliotaca Publica y ladel Seminario Teoldgicode Nueva York, la Biblioteca del Congreso de Washington, adel Seminario Judfo Ets Hayim de Amsterdam, la dal Museo Sofardi de Toledo y la de Estudios Sefardes del Dpto. de Estudios Semiticos de la Universidad de Granada. = Un elaro ojemplo de estoes lo ocurrido con ta denominacién adino. Todos sebemos que los sefardies fueron muy adictos a un tipo de teaduecin servil de los textos sagradas hebreos, consistent en traducir palabras, pero manteniendo todos los formantes lingGisticos posibles, especialmente los sintdctkos, de Ia lengua original hebrea. A este tipo de traduccidn es a lo que et prof. Sephiha restringe Ia deniominacién de fadino, sosteniendo que ol resultado de ese sistema servil de ‘traduceidn que llama «lengua calco» esuna lengua, el adino, diferentede lalengua jormal, que Hama «fudésmo» lefr. «Problématique du judéo-espagnol», Bulletin de la Société de Linguistique de Paris LXIX (1974), pags. 159-189, y «El Jadino verdadero o judeoespanol calco, lengua litirgicam. Actas de fas Jornadas de Estudios Sefardies, Universidad de Extremadura, Caceres, 1981, pigs. 15-291. Durante afias ha imperado entre los estudiosos ts dicatomfa «judeoespafol calco» 0 adino y «ludeoespafiol vernéculo» fudiésmo. Pero hoy en dfalu iavestigacién ha ido mas alléy, gracias a os iltimos trabajos de los profesores I. M. Hassan en Espana, Moshe Lazar en Les Angoles (California) ¢ Isaac Jerusalmi en Cincinnati (Ohio), se ha ‘comprobdo que palabras y expresiones que parectan ser formas especificas de las traducciones ealco so hallan extendidas a todos os nivelesde la lengua. De este modo hha quodado demostrado que lo que Ia escuela de Sephiha llama fadino, o sea, los textos sefardies wealeo» del hebreo, no es una lengua diferente, como se crefa hasta ahora, sino un nivel de lengue. "9 Gir. Caracteres ct 237 Notas dofinitiva, hay que concienciarse ya do que para progresar en ol estudio ccientifico ce esta lengua es imprescindible que los hebraistas contomos con Iaestreche colaboracién de los especialistasde la longua espafiola y deotras, Jenguas romdnicas, a pesar de que la aljamia hebraica parezca, en princi- pio, una barrora -que no lo os- y de que existan, ciertamente, obras de cardicter roligioso en las que la intervencién de dichos especialistas seria, menor."* Elotro ejemplo para a roflexién ontra on el apartadode las innovaciones, yserefferea.algo tan caracteristico del judeoespafol como es que siguiendo Ja norma castellana de la formacién del femenino (morfema a), los sefardies uusen palabras cuyo componente femenino no existe en espaftol como, por ejemplo, fiela, clasa, capitala, mercadera. Y esto me trae a la memoria ose decir tan de moda hoy en nuestro pais: ciudadanos y ciudadanas, cuando alguien se esté dirigiendo al puiblico, olvidandose de que el plural ciudada- ‘nos engloba al plural femenino ciudadanas. Ast, por contagio de modas similares, se escucha decir jueza, por ejemplo. Y me pregunto: ;¥ si undia alguien del género masculino, con todo derecho, so niega a que lo llamen persona, victima, psiquiatra, especialista o ciclista. y exige que le digan ersono, victimo, psiquiatro, especialisto, ciclisto? Pues podriamos decirles fentonces a quienes se preocupan por hacer tales distinciones lingisticas de sexo que asta férmula llogaron los sefardies hace siglos -desde luego, con otro trasfondo-, on palabras como hipdcrica, idealista, atetsta y patriota, creando sts respectivos masculinos: hipdcrito, idealisto, ateisto y patrioto. E incluso fueron més alld, tan atrevidos en sus innovaciones lingdisticas como los més avanzados de hoy en dia, al crear el femenino de plurales en -es de palabras como jévenes, de donde derivaron el vocablojévenas. Nome extrafiaria que este {érmino -que ya ha sido utilizado en un acto puiblieo-, Junto con otros que fueron fruto, entre los sofardies de la didspora, de procesos mas avanzados, no frenados por una norma grafica -sobre todo cuando la lengua sefardi se consolidé como sistema indopendiente del de la espafiola, hacia el siglo XVIIL- llogara a formar parte del espafiol de hoy y de nuestro Diccionario, Ee efecto, exsten en la literatura sofardi determinadas obras cuyo estudio roquiere mayores conoeimientos no sdlo de Ia lengua hebrea, sino también de su literatura, de su religidny de su cultura ospeeiiiea (véase E. ROMERO, La creacida cit, péigs.31-140maslas oplas paralitirgicas).Pero nomenasciertoes quehay otras machas ‘que podrian ser trabajadas (algunas ya Jo han sido y otras lo estén siendo) silo por hispanisias. Me refero a determinadas coplas ya las obras pertenecientes alos géneros ‘modernos -csIlamados «géneros adoptades»- como el periodiamo, la novela, el teatro, ‘el onsayo a poesia de auor(yéaso E, ROMERO, La creaidn ci, pgs. 177-312) .een el siglo XVIII cuando se corté ol contacto material y afeetivo con el pats de otigen, Sefarad. Los sofardies de la amplia zona turco-balednica constituye- Fon entonces una de las naciones (o miled), como la bilgara, a griega ola armenia, ppero dispersa por todo el territorio. La colectividad de los Sofardies, articulada en ‘comunidades urbanas y cerradas en sf mismas, con plena autonomia en cunnto a 238 Notas 4) Sin paralelo exacto en castellano. Por dltimo, segiin D. M. Bunis, existen en el éxico judeoespafiol algunas palabras que, aunque carecen de paralelo exacto en castellano 0 én las demas lenguas peninsulares, como es el caso de riffo ‘respiracién’, podrian LO MISPANICO y LO EXTRAHISPANICO EN LA FORMACION DE LAS PALABRAS SEFARDIES. Resulta onriquecedor asomarse por unos breves minutos al sistema (0 Jos sistemas) de formacién de palabras sefardies y, a la vez, comprobar el clevado grado de creatividad que aleanzaron estos judios, ala hora de dar vida a un vocabulario propio -que no hallamos en ningun otro sistema lingiistico-, frecuentemente vinculado aia lengua que ellos mejor conoctan: el romance. Asf encontramos: -a) Palabras cuyo miicleo fundamental es de procedoncia hispdnica completa, y que se consideran ereaciones linglitsticas, como por ejemplo: ‘aboniguar hacer bueno’; almear ‘descansar™; pecho + -adura= pechadu- ra ‘sono’. Obsérvese, en este mismo grupo, el verbo sofardi alcufar ‘nombrar por el apellido’, formado a partir del vocablo castellano antiguo aleufia ‘apellide’. ¥ asi otras creaciones como: desiertar ‘dejar desierto un lugar’, caballar ‘montar a caballo’, o pedriscar ‘caer el pedrisco’. -b) En menor proporcidn, pero interesantisimo como reflejo de un proceso de contagio, se puede sofialar la presencia de vocablos mixtos, Togeados con lexemas castellanos, a los que se aplicaron sufijos turcos 0 hebreos, principalmento, con los que matizar un nombre do oficio, la cualidad de un individuo o un accidente del sustantivo al que van trabados. Ejemplos: ladrén + -im (suf. masc. pl, heb.) = ladronim ‘Iadrones’ -c) Con cierta frecuencia, de acuerdo con el contenido o destino de irigentes, jueces, admiatstradores y,lo que es mésimportante, sistema de ensehan- 2a, recibia directrices ¢ influencia do la capital, no situada ya en ta lejana Espana, sino en Constantinopla y su mis importante centro comercial en el puerto del Saldniea. El judeoespaiol ejercié entonces un verdadero imperialismo lingistico sobre Ia comunidad judia de habla grioga bizantina, sobre asquenazies de habla Yyidiea y sobre no judios (grieges. tureos y eslavos} que trabajaban en el puerto de $alinica. Pero, ademés, la lengua alcanz6 un nivel de dignidad literaria equiparable al de Ja lengua literaria tradicional judia. Ct. lacob M, HASSAN, «Los serfardies: conceptoy esbazohistérica»,Los sefardies. Cultura y literatura, V1Gursos de Verano ‘on San Sebastiin,dirigido por Paloma DA7-MAS. San Sebastiin. 1987, pags. 16-18. ‘Cr. El idioma de los sefardies» cit, pag. 43 © La expresi6n y almes traduce litealmente 1a hebrea vayinafas (forma vorbal del sustantivo aefek ‘alma’, que en hebreo biblico express el deseanso ‘subitico de Dios (Ex 31, 17). Esta creacién léxica do corte hispsnico aparece también fen la copla Las hazaiias de Moisés (cr. E. ROMERO, Coplas sefardies. Primera tedicin, Cérdoba, 1991, pag. 57), es uno delos muchos ejemplos que corroboran lo ‘epuntado en la nota 12, 239 Notas dotorminadas obras, se da la situacién inversa, es decir, la aplieacién a una rraiz.0 lexema extraio (no hispdnico), especialmente hebreo, turco-érabe, griego. italiano o francés, de prefijos y sufijos netamente castellanos, originando auténticos neologismos o llemando la atencién sobre los seme- jantes que pudieron existir 0 pordurar en espariol. Asi hallamos: - Hebrafsmos hispanizados, es decir, palabras formadas a partirde una rafz hebrea + morfema espafiol: dr’ ‘predicar’ + mort. esp. «ar = darsar ‘prodicar piblicamonte en la sinagoga’; mazal ‘sucrie'+ -aso = mazaloso “afortunado’; o ésta mds curiosa atin creada a partir del hb. sedacd ‘limosna’ + mort. esp. -ero = sedaquero ‘pordiosero, mendigo’. También hallamos expresiones mixtas esp. + hb.: hager kabod (‘honra') = *honrar' tomar $4 ar (afliccidn’ ‘entristocerse’. ¥ otras creaciones Iéxicas com atacanar ‘acicalar, arreglar’, del hb. Pel taquén; enkeremar ‘excomul- gar’, delhb. hérem y malsinar‘calumniar’.del hb. malin (participic Hit). Obsérvese esta otra: balhabaya ‘sefiora, ama de casa’, fem. de balhabay “dueto de casa’, del hb. bd al ha byt. - Turquismos hispanizados como, por ejemplo. bakat ‘tienda de comes- tibles’, que hace el plural con sufijo espafiol: bakales; o bilbil‘ruisefior’, del que encontramos el diminutive afeetive, siguiondo la norma espaiiola, bilbitico, También expresiones mixtas como hacer dikat ‘prestar atencién’ dol te. dikkat ‘atencién’; haéerse reiil ‘hacer el ridiculo’, del tc. rezil e “deshonrar, avergonzarso’ y, por supuesto, otras creaciones Iéxioas como dayanear ‘soportar’, del tc. dayanmak; deskusakarse ‘desabrocharse el kuSak (cinturén)’; embatakar ‘embarrar, ensuciar’, del tc. batak ‘Todo’; englenearse ‘divertirse, entretenerse’, del tc. eglen: kulanear ‘usar, em- ploar’, del tc. kullanmak. - Curioso es el vocablo purimlikes ‘regalos de Purim’, construido por clomentos de tres lenguas: el término hebreo purim, el sufijo turco lik y Ia terminacion masc. pl. espafiola -es. - ¥ también hallamos en el espafiol sofardi arabismos hispanizados como aamare tigre’, del dr. namér (y del hb, namer): atazme ‘sartal de plata’, del fir. an-nazm; ariftar rofutat, replicar’, del ér.araf, aunque hay que considerar que dstos no fueron tomados del drabye, como muchos de la aquetéa”, sino que pertenecen al Iéxico tradicional hispanico (de origen arabe). ' Purim (suettes’) es uni de ls fiestas mis alegres (comparable al carnaval cristiano) del cielo litdrgico anual judio. Se celobra el dia 14 (6 15) del mes de adar (febrero-marzo) y conmemora la historia narrada en el libro biblico de Ester. Es precoptivo durante le fiesta comer (sobre todo dulces), beber,alegrarse e intercam- Diar platos de golosinas,a los que los sefardfes de Oriente lamaban platicos, hacer regalos y dar una especie de aguinaldo en metalico lamado purimlit 0 purim. "Asi se denomina al judeoespafol de Marruecos, en el que Ia influoncia del ‘érabo es, ovidentomente, mayor que on ol judeoespafial de Oriente. Véase como Introduccion general a este dialect . DIAZ-MAS, Los sefardies cit. pags. 12-118 la bibliogratia de In pig. 129, 240 Notas = Aungue en menor proporcisn, no faltan en el judevespaitol palabras sgriogas hispanizadas como piSmear ‘obstaculizat’, del ngr. pisma. ~Encontramos, ademas, abundantes italianismos y galicismos hispani- zados, que son verdaderas creaciones lingiisticas. De los primeros he Seleccionado dober, ‘deber’, del it. dovere: soiguar "someter’, del it. soggiogare; valutoso ‘valioso’,delit. valuta, De los segundos encontramos: ajrosa ‘horrible, horrorosa’, del fr. ajreuse; amusarse ‘divertirse’, del fr. S'amuser; atantico ‘atento’. del fr. attentif: blesar herir’, del fr. blesser; developamiento ‘desarrollo’, del fr. développement; elevar ‘criar, educar’, dolfr. elever, resurza ‘recurso’, del fr. ressource. ¥ eltérmino parolisto con clsignificado de ‘bienhablado, pico de oro, que puedeprovenir del fr. parole Odelit, parola ‘palabra’, dems do algunas expresiones mixtas, como, por ‘ejemplo: haéer una promenada ‘dar un paseo’, del fr. faire une promenade, Poro también encontramos algdn que otro caso a la inversa, es decir, ‘vocablos con raiz castellana a los que se les ha afiadido una terminacién francesa: delantier ‘frente’ -d) Por tiltimo, hay que sefialar la presencia de un importante grupo de vocablos netamente turcos transcritos al judeoespafiol con una versién fonética peculiarmente castellanizante, en los que, con mayor motivo, ‘quedan ostensibles los monemas aglutinades, con los significados que tienen o tuvieron originalmente. Por ejemplo: kavané ‘cafeteria’, del tc kahvehané, que, ademas, hace el plural con el sufjo castellano -s; 0 manaf ‘frutero’, del te. manav; 0 babd “papa, del te. babe. LO EXTRAHISPANICO Particular sefia de identidad del judeoespafol es también su cardcter de lengua de fustén, lengua que combina materiales muy diversos, como veremos 2 continuacidn. Siguendo Ia clasificacién que el prof. Hassan ha hecho de los formantes lingtisticos del sofardi, encontramos una. primera categoria (lenguas ambiente), que engloba, por un Indo, los materiales propios del fondo tradicional hispano-roménico del espatiol medieval, con Sus componentes mayoritariamonte hispano-romdnico (al que ya me he roferido) y minoritariamente ardbigo (por ejemplo, palabras como alad, para designar al primor dia dela semana, en oposicidn adomingo);por otro, Be fuentes lingtisticas nuevas, con las quo los judios entraron an rantacio trasia expulsion de Espasa: drabe norteafricario, turco,lenguas baleénicas (Griego, balgaro, ramano, serbocroata), y curopeas,llamadas de cultura, como ei francés y el Hallano, que los sofardies estudiaron en las escuelas. Yuna segunda categorfa, que corresponde al eompanente hebreo-arameo, lengua de rezo y/o de estudio y/o de la vivencia religiosa, que ha influido on el sefardi en todo momento. ‘Comencemos por el hebreo. Dejandoa un lado la entrada do un par de fonemas hebreosen el sefardi activos onla pronunciacién dedeterminados hhebraismos (como el fonema dentoalveclar africado sordo /3/(= ¢s, como 241 Notas la emedieval castellana olaz tset alemana), por ejemplo masa ‘pan deimo’, yel mantenimiento de la consonante gutural somitica ‘ayin, es en el téxico en donde se observa mayor influencia del hebreo-arameo, de la que nos da cuenta D. M, Bunis en su Lexicon, que contiene més de cuatro mil entradas principales*. Algunos de estos términos, como cahal ‘sinagoga’ y Sabat “sabado’. ya estaban incorporados al espafiol medieval de los judios antes de la expulsién, Muchos de los hebraismos que pasaron a formar parte del judooespaiiol estén relacionados con la religién, con sus tradiciones y costumbres, como, por ejemplo: beraid ‘bendicién’s alam haze, ‘lam haba ‘mundo prosente’, ‘mundo venidero’; séjel‘juicio’. usado hoy en la expre- sién muela det séjel ‘mucla del juicio’; seudd ‘comida festiva’s tefild ‘oracién’, en jaquetia ‘lugar de oraciin, sinagoga': yesibd ‘escuela de studios rabjnicos; Zejut “mérito’, Zera ‘hijo’. Pero otrosse retacionan con la vida cotidiana, como los nombres do los meses: adar (febrera- marzo); “ant “indigente, necesitado'; ben-adamm ‘persona’ (lt. ‘hijo de hombre’); ‘mezonot ‘pastelilta o dulce ligero hecho con cereales'; migpahd ‘linsje, familia’. Se dan casos de palabras de otras lenguas que llegaron al espaol sefardi a través del hebreo, como las griegas epikorés ‘hereje’ (el. ‘epicti= eo"), oquianos ‘veéano’, pargod ‘cortina’. Todos sabemos que los sefardies oriontales convivieron durante siglos con los pueblos turco y balcdnicos, produciéndose entre unos y otros un intercambio lingiistico propiciado por lus relaciones comerciales, adminis trativas y de vecindad, Y como consecuencia de ell, el judeoespafol de Oriente Se encuontra espigado de palabras griegas. Dojando a un lado las que ya estaban incorporadas al espatiol medieval de los judios antes de la expulsion, como A(y)ifto < Aigyptos 0 meldar < meletdo ‘estudiar", encon- ‘ramos papii(

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