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Pret e © tens Formacion docente Las categorias del juicio profesoral Pierre Bourdieu* Monique de Saint Martin* «A instancias de ta seccién marxista de los estudiantes, Lenin iba a dar tres conferencias sobre Ja cuestin agraria en Ia escuela de estudios avanzados, que fueron organizadas en Paris por profesores que habian sido despedidos de las universidades rusas (..). Me acuerdo que, antes de esta primera charla, Vladimir Hitch se sentia muy agitado, Pero, una vez en Ia fribuna, oloié inmediatamente a ser duefio de si mismo 0, al mens, esta impresién que dio. El profe- sor Gambarow, que habia venido a escucharl, le manifest6 a Deutch su impresién en dos pala- 5 bras: ‘es un verdadero profesor’. Obviamente, creia hacerle asi el mayor de lo elogios.” Leén Trotsky, Mi via Las discusiones que se han suscita- do, tanto entre los etndlogos (etnociencia) como enttre los socidlo- 05 (einametodologia), sobre las cla- sificaciones y los sistemas de clasifi- cacién, tienen en comtin el hecho de ue se olvida que como tales, funcion: no son de puro conoci miento: sin convertirla por ello en una construccién puramente intelec- Producidos por la practica de gene- raciones sucesivas. en un tipo determi- nado de condiciones de existencia, es- tos esquemas de percepcién, de apre- ciacién y de accién que se adquieren Por la préctica y se ponen en ejecucién en estado prictico, sin acceder a la re- 4 ‘Jas prfeticas, Las taxonomias practi "senso sobre el sentido, no ejercen su brary estructurante més que en la medida en que ellas mismas estén es- tructuradas. Lo cual no significa que se les justifique un andlisis estricta- mente interno («estructural». «compo- nencial, y otros) que, al alejartas ar- tificialmente de sus condiciones de produccién y utilizacién, impide la comprensién de su funcién social. Para convencerse de ello basta con someter a anilisis ya no més tal o cual curiosi- dad exética que neutraliza la distan- cia, terminologias de parentesco, cla- sificaciones de plantas o de enfermeda- como en su produccién espeeffica (manuales, te- sis y trabajos doctos) y en toda su préc- tica, En efecto, es més dificil en este caso cas, instrumentos de conocimiento y de comunicacién que poner entre paréntesis las funciones so- ciales del sistema de clasificacién pro- fundamente oculto, que esté al principio de todas estas clasificaciones escolares y de las clasificaciones sociales que de- ierminan o legitiman. El andlisis del documento excepcio- nal que representa el conjunto de las fichas individuales Hevadas, durante cuatro afios sucesivos, por un profesor de filosofia en un sexto aio de bachi- lerato superior de Paris, debe perm tir verificar directamente las hipétesis que habjan sido ofrecidas con motivo de los las laxonomias que revelan las formas ti- tuales de los considerandos del juicio profesoral ) y de Jas que se puede suponer que estructu- ran el juicio profesoral, a 1a vez que lo expresan, pueden relacionarse con la sancién en cifras (Ia nota) y con el ori gen social de los alumnos que consti tuyen el objeto de estas dos formas de evaluacién. Propuesta educativa 19 2 FRACCIONES DE LAS CLASES SUPERIORES: LOS MENOS RICOS EN CAPITAL CULTURAL LOS MAS RICOS EN CAPITAL CULTURAL Padre ingeniero - Madre secretaria Regién Pari Contuso, detritus filossticos andan flotando y producen alguna ilusién, pero no hay ninguna investigacién, traba- jo puramente escolar. Desorden, vivacidad, elocucién suelta pero entrecortada. Desordenada, conocimientos con lagunas, peor que las ignoradas, Proyectos, pero muy mal ligado. Trabajo correcto. Mejor. Padre director adjunto explotacién Paris Rico, largo, bastante justo, un poco verboso, sin embar- go, serio, retlexivo, confuso, tropieza con dificultades. Forma difusa y chata, pero con organizacién de conjunto sobre el tema bien construido, fea escritura, tachones. Bastante bien; seriedad, pero no define bien el tema Flojo y un poco tonto, con trazos justos. ‘Abuso de términos mal comprendidos. Padre ejecutivo administrativo superior ~ Madre maes- tra- Provincia Bien, cultura y reflexién, bastante bien escrito, 8 aven- tura a veces mas alld de lo que sabe bastante bien, inte- resante y con total dominio. Padre doctor en medicina- Paris Conocimientos, pero emplea los conceptos filoséticos segin su color estilistico; verbortea sonora, Por otra parte hay saber y orden, Resumen servil. Conocimiento y una cierta claridad de expresién, pero ningun andlisis directo, Buenos elementos pero no muy bien ligados, citas heteréciitas. Padre profesor de fisico- quimica Madre profesora de ciencias naturales Regién de Paris Preciso, escrupuloso, claro pero un poco estrecho. Algunas gruesas tonterias, pero con cualidades. Preciso ¢ ititante; conviecién y sofismas. Fino, bastante bien escrito, no siempre exacto. Padre cirujano- Paris Interesante, pero desordenado, muy firme y bien condu- cido; conclusién un poco demasiado mistica, pero since- ramente filoséfica. Muy personal y construido, pero mal escrito. Vigoroso, bastante bien escrito, interesante, pero oscuro, no muy bien expresado ALGUNAS APRECIACIONES A) Nora Promenio: entre 8 y19 Clases medias: Padre agente técnico ~ Paris Clases medias: Boba, mediocre, alusivo, mal com- puesto, pequefias indicaciones sin B) Nora Promeoio: entre 10 y 12 Padre artesano carpintero Madre encargada en la oficina de Correos provincia C) Nora Promenio: entre 12 0 mas Se ha reportado aqui el conjunto de las observaciones anotadas por el profesor en la ficha de algunas alumnas, como asi también la nota continuidad Resumen correcto, pero serv Totalmente insipido. Algunos trazos buenos (gpresta- dos?), pero corto y difuso. No es tonta, pero un poco infantil, in- completo y torpe, pero interesante, una cierta cultura. Conocimientos en vilo; visiones firmes pero muy parciales. Sincera, seriedad, un poco timida,, buena utilizacién del aleman. Las mismas observaciones; burdo pero sincero, seriedad, buenos ejemplos. promedio. Elnumero de las apreciaciones he- chas sobre cada alumna es des- igual, ya que el profesor no tiene que agregar, luego de cada deber 6 interaccién, un comentario a la nota asignada Las operaciones de clasificacin que, en este punto del curso escolar, consti- tuyen wes. tidas de una funcidn ansloga a la que les incumbe a lasestrategias sucesorales en otros universos, son. sin duda, el lugar . es decir, Propuesta educativa 19 no solamente los procedimientos de se- leecién de que son producto, entre otras cosas, las propiedades del cuerpo profesoral, sino también la verdadera Jerarquia de las propiedades a reprodu- cir, por ende, las “elecciones” fundamen- tales del sistema reproducido Se observardn asf, funcionando, las formas escolares de clasificacién que, como las tas formas de pensamiento, de expresién y de apreciacién, deben su légica espe- a fi = 3 _ 4 & ed i a = E ‘ooypsoiy minds “wpaedaranwy OUNDOG pie pov Tou open Saar jane sous Ou TepHeAes, BUG [ Tan anten onany ues anos ‘oeonoiia Sung apluis ono RID Sioa WBS OEP ‘agian auuSnAO PUR osoduiog ‘rqenaze “oF9H0q —IBRUGE “OPH, ‘ops ena “NaH OFUERI Tea Thur and enone tory ‘op osnquos oping saaoy dg Te ysOds [OVGIANDNWOD FOE BURA O29H}| ‘iponts Yeimed onios aa9eq ‘103 -osased ope aorpau “opiunge opraedy Soo sean Hay aoa wording ENTRADA ere pedanstien provisca ad ig 4 Slee 6 medica, prowaca La construccién del diagrama Se dispone de 154 fichas individuales de alumnos de una clase de 6° afio de bachillerato superior de una escuela de Paris para sefioritas. En estos documen- 6 tos, establecidos alrededor de los aiios “60, se consignan por una parte, los da~ tos de nacimiento, la profesién y la di- reccién de los padres, asi como el es- tablecimiento’al que se asistié durante los estudios secundarios y, por otra pane, las notas (S a 6 por alumno) asig. nnadas a las tareas escritas y a las inter- venciones orales, acompafiadas de apre- ciaciones justificativas, Dada la naturaleza de este material, se comprende que no se haya podido con seguir informacién similar referente a otras clases y determinar, con todo ri- gor, lo que el objeto estudiado le debe las caracteristicas particulares de la ins- titucién, de su paiblico (femenino), y de su profesorado. Todo parece, sin embar: go, garantizar la generalidad de los prin- Cipios de clasificacién utilizados.? I. Se ha clasificado a las alumnas de uno Propuesta educativa 19 heredado de sus familias 0, si se pre- fiere, segiin su distancia del sistema deenseftanza, guidndose, a falta de cri- terios mas precisos, por la profesién y laresidencia, ya sea parisina o provin- cial, de los padres. Se empieza, pues, con los alumnos procedentes de las clases medias y se sigue luego con los alumnos que tienen su origen en las clases superiotes y, dentro de las mis- mas, de las fracciones mds desprovis- tas (relativamente) de capital cultural (industriales y ejecutivos) a las mas ricas (profesores de universidad), que- dando las profesiones liberates en una posicién intermedia. 2.Cada linea del diagrama representa el universo de los juicias que el maestro puede hacer acerca de un alumno: se ha clasificado a los adjetivos, reagra- pados en 27 clases, desde los mas pe- yorativos hasta los mas laudatorios Gjuntando en la misma clase a los ad- jetivos cuyo sentido es similar y que aparecen en asociacién). Se ha marcado con un cuadro negro la presencia de uno de los adjetivos de la Clase considerada en las apreciaciones hhechas por el profesor sobre una alum- na determinada; se ha utilizado un cuadro plumeado en los casos en 10s que los calificativos estén provistos de un matiz 0 de una restriccién, (por ejemplo, «palabra facil, pero entrecor- tadav; «aplicado, pero servily; “par- cial, pero justo y bien levado»; «for- ma difusa y sin relieve, pero con orga- nizacién>). 3. Se ha colocade en el extremo derecho del diagrama el promedio del conjun- to de las notas obtenidas en e\ curso del afio por cada una de las alumnas. Se nota a primera vista que los cua- dros negros configuran a grosso modo tuna diagonal: GRE snes sia que aurea la Frecuencia de los juicios laudatorios. ‘ya que las parisinas obtienen siempre, aorigen social equivalente, una tasa ligeramente mas elevada de califi- cativos (escases) esto, a pesar de que las provincianas, en este nivel del curso y en un grupo reservado a la élite escolar, se encuentren —_fuertemente sobreseleccionadas. Las alumnas proce- dentes de las clases medias (que consti- tuyen mas de la mitad del grupo de las notas situadas entre 7.5 y 10 y estin to- talmente ausentes del pequefio grupo de las notas superiores a 12) constituyen el blanco privilegiado de los juicios nega- tivos, y de los més negativos de entre Estos, tales como simplonas, serviles 0 vulgares.> Basta con reunir los califica- tivos que le son aplicados preferentemen- te, para ver c6mo se compone la imagen burguesa del pequefio burgués en tanto que burgués pequefio: pobre, estrecho, mediocre, correcta nada més, inhdbil, torpe, confusa, etcétera. Las mismas vir- tudes que se les conceden son negativas también: escolares, cuidadosas, atentas, serias, met6dicas, timidas, prudentes, honestas, razonables. Donde sucede que se le reconozean las cualidades mas ra- ras, tales como la claridad, la firmeza, la finura, la sutileza, la inteligencia o la cultura, es casi siempre con restriccio- nes (leeremos, en el cuadro sindptico, la apreciacién A, que conservamios por cau- sa de su caracter ideal tipico). Las alum- nas procedentes de las fracciones menos ricas culturalmente de la clase dominan- te, escapan totalmente a las apreciacio- nes mas injuriosas y las designaciones peyorativas de que son objeto a menudo estin sujetas a restricciones; reciben los calificativos mds raros pero aun asi, de- masiado a menudo acompafiados de re- servas. En cuanto a las alumnas que pro- ceden de las fracciones més ricas de la clase dominante, en lo que a capital cul- tural se refiere, escapan casi totalmente 2 los juicigs mas negativos, aun eufemis- ticos, asi como a las virtudes pequetio bburguesas y se ven atribuidas muy fre- cuentemente de las cualidades mis re- buscadas. SENET, La ron dis persién de la distribucion de los adjeti- os que ocupan una posicién mediana en la taxonomia no es enteramente imputa- ble al efecto de esta posicién, ni aun al efecto de la reagrupacién de adjetivos diferentes, por muy cercanos que éstos sean, Se debe, sin duda, esencialmente al hecho de que el mismo adjetivo pue- de entrar en combinaciones diferentes y recibir, por este hecho, sentidos may dis- tintos. Este es el caso, particularmente, de calificativos como “s6lido” que, aso- ido a “cuidadoso” y “atento”, puede no constituir més que una forma eufe- ristica de reconocer los méritos de la impecable mediocridad pequefio burgue- ssa (lo que se expresa admirablemente en el sin més de la expresién «correcto sin snd»), mientras que, combinado con “in- teligente’ o “sutit”, expresa la sintesis perfecta de las virtudes escolares. Por otra parte, se observa que a notas iguales o equivalentes las apreciaciones son atin més severas y mas brutalmente expresadas, menos eufemisticas, cuan- do el origen social de los alumnos es mas bajo. Para adquirir la intuicién comple- ta de este efecto, es suficiente leer en el cuadro sinéptico los juicios hechos so- bre alumnos de origenes sociales dife- rentes, que han recibido calificaciones semejantes (es decir, situadas en el mis- ‘mo nivel, por ejemplo A, B y C). Se ve que los considerandes del juicio pare- cen més fuertemente ligados al origen social que Ja calificacién por medio de Ja que se expresan; esto, sin duda, por- que revelan mas directamente la repre- sentacién que el profesor se hace de los alumnos partiendo del conocimiento que tiene, por otra parte, de su habito corps: reo (hexis) y de la evaluacién,que de él se hace en funcién de criterios comple- tamente ajenos a fos que estan explicita- mente reconocidos en la definicién téc- nica del Sesempeto e : ido. La escritura, a veces explicita- mente mencionada, cuando llama la atenci6n por su «fealdad» o su «puerili- dad», es percibida con referencia a una taxonomia prictica de las escrituras que esti lejos de ser neutra socialmente y que se organiza alrededor de oposiciones ta- les como «distinguida» e «intelectual» o “pueril» y «vulgar. La presentacin, ‘que no se menciona mas que excepcio- nalmente, se comprende también a tra- vs de una red marcada socialmente: la desenvoltusa excesiva y el cuidado me- ticuloso (el subrayado escolar y los ki pices de colores primarios) se ven igual- mente condenados. El estilo y la «cult +a general» se toman explicitamente en cuenta, pero en grados distintos y crite- trios variables segtin las disciplinas (por ejemplo, en filosofia y en francés), Se ve que la cultura especifica, en este caso.en particular, el conocimiento de los ‘autores lilos6ficos, el dominio del voca- bulario técnico de la filosofa, 1a aptitud para construir un problema y llevar a cabo una demostracién rigurosa, efe., no cuentan de hecho més que en una paste 7 Propuesta educativa 19 ininima en la apreciacién. Los criterios extemos, los mas frecuentemente impli citos y aun rehusados por la institucidn. tienen un peso mucho més importante en la apreciacidn de las manifestaciones orales, ya que, a los criterios ya mencio- nnados, se une todo lo que se refiere a la palabra y, més precisamente, ef acento, la elocucién y la diecién, que son las marcas més seguras, ya que son [as mas indelebles, del origen social y geografi- 0, ef estilo del lenguaje hablado, que puede diferir profundamente del estilo escrito, y en fin, y sobre todo, ef «hexis» corporal, los modales y el porte, que a menudo se designan muy directamente en las apreciaciones. No cabe duda de que tos juiicios que pretenden aplicarse @ toda la persona tienen en cuenta no s6lo la apariencia fisica propiamente dicha, que siempre est socialmente marcada (a través de los indicios tales como la corpulencia, el color, ja forma de la cara), sino también el cuerpo tratado socialmente (con la ropa, el adoro, el cosmético y sobre todo los modales y el porte), que es per ibido a través de las taxonomias social- mente constituidas, que son percibidas como signo de ia calidad y del valor de la persona, (Debido a la wala calidad de las fotograffas adheridas @ las fichas, hubo que renunciar a relacionar la per cepcién que el profesor podria tener de los alumnos a través de su apariencia fi- sica y los adjetivos utilizados.) El « (los humildes) oa «mo- desto» (la gente «modestan} no debe en- gafar: la ficcidn escolar que quiere que el Juicio se aplique aun trabajo y no a su au- tor, el hecho de que se trate de adolescen- tes todavia perfectibles, por ende pasibles de tratamientos ms rudos y mas sinceros (compétese «gent, pueri, infantil»), a si- tuacidn de castigo que autoriza que se le imponga un castigo simbélico como en otros lugares y en otros tiempos se im- ponizn castigos fisicos; la tradicién de dureza y de disciplina que todas las «es- cuelas de elite» tienen en comtn (“ad augusta per angusta» ), nada de todo esto es stliciente como para explicar la com- placencia y la libertad en la agresién sim- bydlica que se observa en todas las situa- ciones de examen, Es el campo universitario como tal el que, funcionando como censura, hace qué sea impensable -tanto para los que los pronuncian como para los que son objeto de los mismos- el desciframiento del significado social de los juicios, que se reducen asf a simples actos de desrealizado y desreatizante de lai ccién escolar, al mismo titulo que los ana- temas colectivos, El profesor puede per- mitirse todo, inchayendo las alusiones més transparentes a la clasificacién so- cial («vulgar», «pesado», «pobre», «es- trecho», «mediocre, «torpe>, «inhabil», etc.) porque es inconcebible, aqui, que alguien pueda «pensar mal; la neutral dad escolar noes, en efecto, mas que esta extraordinaria denegaci6n colectiva que hace, por ejemplo, que el profesor pue- da, en nombre de Ja autoridad que le de- lega la institucién escolar, condenar como escolares producciones y expresio- nes que no representan mas que lo que produce’ y exige la institucién escolar. Esta denegacidn se produce en y por cada uno de los profesores individualmente, que atribuyen calificaciones a alunos en funcidn de una petcepcidn escolar de ‘sus expresiones escolares (redaceién, ex- posiciones verbales, etc.) y del total de su persona: lo que es juzgado, es un pro- ducto escolarmente calificado, una co- pia «sin brillo», una disertacién «sim- plemente pasable», y asf sucesivamen- te; jams un pequefio-burgués La denegaciéa se reproduce en y por cada uno de los alumnos quienes, por- que se perciben tal como los perciben. es decir, como «sin brillo», «poco dota- dos para la filosofia», se dedican al tema de latin o a a geograffa, {Bs decir que el desconocimiento colectivo no es mas que el resultado de la agregacién de un con- junto de denegaciones individuales? En realidad, se ata de toda la estructura de un sistema organizado y dividido segiin las mismas clasificaciones que tiene como funcién producir (facultades y grandes escuelas, disciplinas, secciones, etc.), que se expresa en el sistema de cla- sificacién establecido por medio de ope- raciones pricticas de clasificacién y empleado con toda regularidad, aunque nunca sea explicitamente codificado, toda vez que se trata de expresar una cla- sificacién (anotaciones de tareas, apun- les escolares, etc.). En tanto que forma newtralicada del sistema de clasificacién dominante que es producida por y para el funcionamiento de un campo relati- vamente auténomo y que Ileva al segun- do grado de neutrafizacién a las taxono- mfas del lenguaje ordinario, el Yenguaje escolar contribuye a hacer posible el fun- cionamiento de mecanismos ideoldgicos que no pueden operar mas que determi- nando a los agentes para que actien se- _gdin su I6gica, lo que supone que les pro- ponen sus objetivos bajo una forma irre- conocible, Sistema de clasificacion objetivadoen instituciones cuyas divis duda, es por medio de las clasificacio- nes sucesivas que han hecho de elas lo que son desde el punto de vista de la taxonomfa escolar, que los productos cla- sificados del sistema escolar, alumnos 0 profesores, han adquirido, en grados di- ferentes, segtin su posicidn en estas es- tsucturas, el dominio practico de siste- mas de clasificacién tendencialmente ajustados a las clases objetivas que les permiten clasificar cualquier cosa -em- pezando por clasificarse a si mismos- segiin las taxonomias escolares y que funcionan en cada una de ellos -en la fe y en la buena fe mas absolutas- como ‘una méquina para transformar clasifica- ciones sociales en clasificaciones esco- lares, como clasificacianes sociales re- conocidas-ignoradas. Estructuras obieti- vas convertidas en estructuras mentales enel curso de un proceso de aprendizaje que se cumple en un universo organiza- do segtin estas estructuras y sometido a sanciones formuladas en un lenguaje igualmente estructurado segtin las mis- ‘mas antitesis, tas taxonomias escolares clasifican segiin la l6gica de las estruc- turas de las que ellas mismas son pro- ducto. Por el hecho de que encuentran una confirmacién incesante en un uni- verso social organizado segin los mis- mos principios, son puestas en practica con el sentimiento de la evidencia que caracteriza a la experiencia déxica del mundo social, y su reverso de cosas im- pensadas ¢ impensables. Los agentes encargados de las opera- clones de clasilicacién no pueden cum- plir adecuadamente con su funcién de clasificacién social mas que porque ésta se opera bajo la forma de una operacion de chisificaci6n escolar, es decir, por medio de una texonomfa propiamente escolar. Hacen bien lo que tienen que hacer (objetivamente), porque creen ha- cer otra cosa de lo que hacen; porque hacen algo distinto de lo que creen ha- cer; porque cteen en lo que creen hacer Mistificadores mistificados, ellos son las primeras victimas de las operaciones que efectian 9 Propuesta educativa 19 También porque (0, mas especificamente, filo- Séico puede produc sis propio ef ‘tos: al hacer creer a los que son objeto de ello que este juicio se aplica a alum- nos ol aprendiz filésofo que en ellos se encuentra, au «persona» 0 a su «inteli- gencia>, y jamas, en todo caso, a su per- sona social 0, en forma més brutal, al hijo del profesor o al hijo del comercian- te, el juicio escolar obtiene un reconoci- miento, es decir, un desconocimiento, que no obtendré indudablemente el jui- cio social del que constituye la forma eufemizada, La transmutacisn de la ver- dad social en verdad escolar (de «es us- ted un pequelio burgués» en «es usted trabajador mas no brillante») no cons- tituye un simple juego de escritura sin consecuencias, sino una operacién de alquimia social que confiere a las pala- bras su eficacia simbolica, su poder de actuar en forma duradera sobre las prdc- ticas, Una proposicién que, bajo su for- tao forms eel he (de obreros) o a un grado de transforma cidn superior sta ria desprovista de toda eficacia simbdti- cay que aun podria suscitar la revuelta en contra de la institucién y de sus inte- grantes (si, como se dice, es “concebible en la boca de un profesor»), se convier- te en aceptable y aceptada, admitida e interiorizada, bajo la forma irreconoci- ble que le impone Ia censura especffica del campo escolar propues- ta como tabla de la excelencia humana) Pei Esella, por ejemplo, la que rige la orientacién hacia tal disciplina o ha- cia tal secci6n, indicada de anteniano en el veredicto escolar (eme gusta mucho la ‘como se ve, llevar el lenguaje a las con- diciones sociales de su produccién y de ‘su utilizacién y, so pena de aceptar el cequivalente en el ort es el poder magico. Ee ae lucen a las gentes que los emiten y los reciben. el principio de un 10 poder que cierta forma de usar las pak bras ua te movilizar. Esco lo se predica a los conversos. El poder de os eufemismos escolares s6lo es abso- luto cuando se ejerce sobre agentes asi seleccionados como para que sus condi ciones sociales y escolares de produc- cién los predispongan a reconocerlo en forma absoluta.® La injuria ritual Las apreciaciones escritas u ei el profesor hace de sus alumnos los cuales, dada la dependencia y la docilidad casi total de los alumnos de elite, pueden afi ‘marse sin matices. Es significativo que en su oracidn fiinebre de tn profesor de Liceo de una clase en la que se realizaba la preparacién para la Escuela Normal Superior, uno de sus antiguos alumnos evoca complaciente las apreciaciones, (completamente rituales, tanto enel fon- do como en Ja forma) que éste hacia so- bre los trabajos escritos: “Ninguno se ha olvidado, tampoco, de sus exigencias: las senutéamos legitimas, le agradeciamas su energia para imponérnoslas (...), {Su método? Excepcional, y completamen- te a su imagen. Mantenia con nosotros un verdadero didlogo. -;Ya!- por medio de observaciones mecanografiadas y pegadas sobre las copias que nos devol- via; éramos 40 mds, y le entregdbamos facilmente copias de 8 grandes paginas, ‘aveces ilegibles. Su “carta ocupaba a ‘menudo media pagina o mas. Se preocu- paba a tal grado por sernos tail, por comprendernos, poseia tal poder de pe- netracién, que nosotros sentiamos per- fectamente bien que su fécula, a veces ‘mordaz, estaba manejada por el afecto. jCudnta vivera, cuanta gracia, a veces, Yy euanta eficacia tenfan sus rasgos de ingenio en los que levabamos al florilegio! ‘imponente facilidad, estilo deslavado, pusildnime en sus desarro- Hos, los vierte usted en un molde- un lar- {80 viaje en el que tinicamente miraria uno los kilos telegréficos -remolino en ‘agua tranguila- usted escribe al estilo ‘en que se boxea: al azar del pugitaio, a veces acierta usted el golpe’..” (Nota necrolégica de Paul Tuffrau, Anuario ENS, 1974, pag. 52). La complacencia hacia s{ mismos de los maestros no en- contrarfa tal complacencia en Jos alum- nos si tanto los anos como los otros no comtulgaran en la conviccidn de que la “franqueza brutal” es el tinico medio de comunicacién que conviene entre seres de elite. En el documento que hasta aqui se ha presentado. conjunto de expresio- nes orales recopiladas al azar por una alumna de la clase estudiada, las imprecaciones y las injurias, las cexecraciones y las deploraciones que tra- dicionalmente forman parte de los ritos de iniciaci6n impuestosa las alumnas de Jas clases preparatorias, adoptaban tal forma particularmente grosera, como si la femineidad hiciera que se redoblara 0 ‘cumpliera la condicién humillada de la alumna. Pero hay que evitar dejarse en- gafiar por las apariencias: a pesar de que encuentran indudablemente su principio en la combinacidn de aristocratismo y ascetismo que define el ethos profesoral, las invectivas que el profesor de elite les lanza a sus alumnas de elite en nombre de su inadecuacién a su idea de la elite y que, como lo muestra claramente el diagrama, no se dirigen en realidad, bajo la apariencia de universalidad, mas que algunas de ellas, forman parte de los ri- tales destinados a inculcarerepresenta- ciones elitistas. Extractos del “disparatario” “Es espantoso tener que dirigirse a espiritus de mala estampa, superficiales, subdesarrollados, subalimentados (estoy ‘buscando expresiones que le digan algo). ‘En la mayoria de las familias se ha renunciado completamente, La mayor parte de los alunnos estan aqui de nin- ‘Runa manera para ser lo que nosotros tenemos como misién hacerles hacer, se burlan soberanamente de la cultura. "Se nota en usted un extraordinario agotamienta de las fuentes sensibles, esta clase de pusilanimided. ¥ a partir del momento en que ya.no se vibra con el sentimiento, parece que el resto es in- sipido y esté deteriorado: personalida- des bestiales, animales. Vulgaridad, ac- titud sumaria, Ausencia de tacto, de in- tuicién, de finura, de gracia. Pataneria: es la palabra que conviene a nuestras clases actuales. “Alos 15 aiios ya se conoce a Musset de memoria: éstas son las letras. “Las letras no son ciencia, no son co- nocimiento, erudicién, son gusto, un! cierto latir del corazén. | “Qué significa estar dotado de espi- | ritu literario?: forma de espirituirreduc- | tible a todas las demds, molécula pro- pia, Despertar una pasién devoradora por leer los textos. “La clase de 15 aos de bachillerato Propuesta educativa 19 se convierte en una clase espantosa de ‘cursos nocturnos e tiene la impresién de encontrarse ante una olla que tiene la forma de un abismo; embotamiento y atolondramien- 10. Se dice siempre que usted se interesa por su época; en realidad usted no se interesa absolutamente en nada, usted se interesa en su ombligo, esto es todo, en su ombligo y en su cara en la misma forma que lo hace una estrella de cine. ‘Me parecen ustedes atolondradas: peor para ustedes. Es usted inerte: pero si- uiera me permitié usted esto: excitar- me. Yo amo a mis textos y les estoy agra- decido por ello “Apreciar tinicamente el livismo det corazén es cosa para una alumna de 4° curso de bachillerato, o principios de 5°. “Usted no existe mds que en los limi- tes de una sensibilidad endeble, empo- brecida, en la que se desenvuelven po- deres instintivos, “Los anglosajones son unos infanti- les, débiles mentales: se trata de una humanidad pobre y enclenque. “Todos los grandes politicos, todos tos grandes renovadores, han pensado que la poesia era una forma de politica "Desenvolvimento de los instinias: en este terreno es usted invencible “Ojald me equivocara en su caso en particular: en lo referente al diagnésti- co general no ine equivoco. “A su edad deberia usted ser capaz de acalorarse y de entusiasmarse por un texto. “Usted trabaja en forma avara.” La dialéctica escolar del desconoci- miento y del reconocimiento encuentra su forma més acabada cuando la estruc~ tura del sistema de categorias de percep- cidn y de pensamiento que organizan los considerandos del juicio escolar, y este juicio en si, estin de acuerdy perfecta- mente con la estructura de los conteni- dos que el sistema escolar est encarga- do de transmitir, como es el caso con la cultura literaria o filosofica en su forma escolar. En el caso en que el discurso fi- loséfico se reduce a 10 que se ofrece a ‘menudo en las clases de filosofia bajo el nombre de moral o de psicologia, es de- cir, una variante universitaria del discur- so dominante en el mundo social, la ar- ‘monfa es casi perfecta entre la estructu- ra del discurso transmitido y las estruc- turas de percepcisn y de apreciacién que el campo universitario les impone tanto los transmisores como a los receptores de este discurso. Se ve, por ejemplo, la INJURIAS RITUALES Y REPRESENTACIONES ELITISTAS No se tienen dos formas de ser. El culto que se le rinde al alumno. en el almuerzo, Ustedes trabajan como esclavas. iVamos, al trote sefioritas! Esta penumbra propicia. La revuelta es una actitud de esclavos, Cabalga usted sobre el portaplumas como amazona enloquevida y desenfrenada. Se enfrenta uno a monumentos de inercia. Leer de manera de dar el resumen vivo de las ideas. Creencias color malva. Estan ustedes afectadas por creencias color malva. Idolatria boba, beata, puro humanismo. En fin Si preguntara lo que ha comido usted en e! almuerzo, seria humana a sus ojos, prefiera a este precio ser inhumana, me burlo de lo que usted ha comido Nuestras clases son un rebafio de atolondrados, es decir, masas inertes 2 partir de las cuales no se puede edificar ni construir nada Parecemos verdugos frente a multitudes de esclavos. ‘Aunque se esté traumatizada, hay que saber leer. Convertirse en esposa de Champtleng después de haber sido la esposa de Balzac es una verdadera decadencia. Propuesta educativa 19 afinidad electiva que une et sistema de representaciones y de valores objetiva- mente inscriptos en la taxonomia esco- lar y el discurso heideggeriano sobre el «se” 0 la «charla cotidiana», cuando Ile- vado a su expresién mas simple, es de- cir, a su verdad objetiva, por las necesi- dades de la comunicacidn escolar, se re- duce a la afirmacién aristécrata de la dis- taneia ante el pensador y el ‘vulgo” y el «sentido comin» que esté en el origen de Ia filosofia profesoral de la filosofia y del entusiasmo que ésta suscita facil- mente en los adolescentes.” Inicidndose con la transposicién que produce la ex- presiGn de la visién dominante del mun- do social en el lenguaje esotérico de la tradicién filoséfica, el rodeo de legitima- cign se encierra sobre sf mismo con la empresa escolar de esoterizacién de lo esotérico. Con la divulgacién legitima hacia algunos destinatarios legitimos (que es lo que have toda la diferencia entre la ensefianza y la simple «vulgarizacién») de una versién mas 0 menos simplificada (y explicitamente dada como tal) de la forma esgtérica de la visi6n oficial del mundo social, se acaba y se cumple la circulacién circu- lar que define a la alquimia religiosa: el efecto de autonomizacién y, por ende, de legitimacién que produce la transfor- macién resultante del trabajo de euferizacién y de esoterizacién impues- to por la censura implicita en las leyes especificas de un campo de produccién relativamente auténomo como esel cam- po filosdfico (0, en forma mas general, el campo religioso, el campo artistico, etc.) no se ve anulado por la operacion inversa de esoterizacidn del discurso eso- térico. Lo distinguido y lo vulgar, lo raro +y lo comin, no son mas que lo que son, expresiones eufemizadas, pero todavia demasiado transparentes de los intereses de clase, cuando, al finabde un rodeo por el cieto de las ideas filos6ficas, vuelven en forma poco «comén» y, sin embargo, tan poco burguesa de la «persona»-y del ‘4es», de lo «auténtico» y de «lo no autén- tico”, de la “Eigentlichkeit", “Une gentlichkgit”, segiin el grado de iniciacién de! maestro y de los discipulos. Enel primer anilisis que sera profun- dizado y precisado de Jas notas necrolé- gicas publicadas en el Anuario de la So- ciedad de los Ex-alumnos de la Escuela Normal Superior de 1962, 1963, 1964 y 1965, han sido ordentados los 34 ex- alumnos cuyo origen social estaba indi- cado en las resefias en funcién de la im portancia de su acervo cultural y social ée origen, tal como puede ser evaluado a partir de las informaciones disponibles, es decir, principalmente de las indicacio- nies mas 0 menos precisas sobre el am: biente cultural de la familia, la profesién del padre, dado el caso de la madre, la residencia de los padres en el momento del nacimiento, Los ex-alumnos estudiados han naci- doen su mayor‘a hacia 1880-1890 y han estado en actividad entre 1905 y 1955. Dello se desprende que la imagen nor- malista que se ve evocada por las necro- logias corresponde a un estado relativa- ‘mente antiguo del sistema, De una veri ficacién que no pudo ser efectuada mas que después de la realizacién de este andlisis, se desprende que los ex-alum- nos cuyo origen social no se indica en las resefias no se distinguen, en lo que a ello se refiere, en forma significativa de la poblacin estudiada (seis de ellos pro- ceden de la clase media, cinco de ta cla- se superior, no habiendo sido posible recoger ninguna informacién sobre los cinco restantes) y que los calificativos que les son atribuidos obedecen exacta- mente a las leyes revisadas en este and- lisis (la consulta de los expedientes de archivo ha permitido observar una con- cordancia muy fuerte entre las aprecia- ciones escolares que se encontraban en los mismos acotadas y las que encierran las necrologfas). Por otra parte, los ex- alumnos, objeto de las necrologias, no parecen tampoco distinguirse de! conjun- to de los alumnos fallecidos salvo, qui- zs, en lo referente a su apego a la es- cuela, Asi es que se evidencia que los suscriptores perpetuos sean ligeramente ‘més numerosos entre los que son objeto de wna nota necrolégica que entre los otros. En fin, todo parece indicar que la relacién entre el autor y el objeto de la nota necrolégica no es aleatoria y que tienen generalmente en comiin el origen social definido a grosso modo, la disci- plina y ef tipo de carrera Esta clasificacién no esté evidente- mente exenta de arbitrariedad, en parti cular por lo que se refiere a las alumnas procedentes de la seccién alta de la pe- quefia burguesia y de la burguesia: la insuficiencia de las informaciones dis- Ponibles (nunca se sabe cudl es el grado de los oficiales y sobre todo su forma: cidn -Saint-Cyr o el Politécnico, por ejemplo-; nunca se sabe el estatuto exac- to de los profesores; se ignora la impor- tancia de las empresas industriales y co- merciales, etc.) no es la tinica que esté 12 en juego; una historia social de la estruc- tura de la clase dominante y de la evolu- cin de la posicién diferencial de las dis- {intas profesiones en esta estructura cons- tituye la condicién previa (magnifica- mente ignorada por todos los estudios de “movilidad”) de todo andlisis riguroso de las trayectorias sociales (y, a fortiori, del establecimiento de una jerarquia unilineal que esta utilizada aqui por las necesidades del andlisis). Por lo demas, es extremadamente dificil evaluarel peso relativo de la situacién profesional de la familia y de su residencia; todo nos in- duce a pensar que a este nivel muy ele- vado del curso, en el que se exigen con més insistencia las cualidades relaciona- das con la imagen universitaria de la ex- celencia, la oposicién entre el origen pa- risino y el origen provincial (redoblado todavia por la oposicidn entre las perso- nas de fa lengua de Oil y la gente de la lengua de Oc® que queda inscrita en los habitos bajo la forma de acentos, es un punto determinante."" Habiendo establecido, después del examen de unos diez afios del Anuario, 26 clases de calificativos, hemos marca- do por medio de un cuadro negro (sin pasarnos nunca de diez anotaciones) los calificativos (evocados més frecuente- mente por medio de adjetivos) que apa- recian como provistos de mayor peso relativo en cada una de las notas exami nadas (ya fuera que, en las notas mds largas, se vieran mencionados muchas veces, o que, en las mas breves, estuvie- ran subrayados por el vigor 0 el énfasis de la expresi6n empleada: «de la raza de los grandes filésofos», «una gran figura de la ciencia francesa»). El juicio tlti- ‘mo que hace el grupo sobre uno de sus miembros por medio de un portavoz de- bidamente acreditado (el elogio le in- cumbe a un camarada de promocién, y es tinicamente en caso de fuerza mayor que se lo conffa a otro, en general un alumno, pero siempre normalista, igual &L EUFEMISMO EN LA RETORICA UNIVERSITARIA La verdad del eufemismo se revela con el uso que él hace de ta retérica profesoral cada vez que se trata de emitir un juicio destavorable, dentro de los limites del decoro y/o de la prudencia académica. En las resefias de trabajos, las cartas de recomendacién, los informes de tesis, o los discursos de candidatos pronunciados con motivo de las operaciones de cooptacién, discursos destinados a pares capaces de leerlos entre lineas y de compren- derlos con medias palabras, el elogio puede negarse él mismo al ser llevado hacia cualidades “dominadas” y “minimas” (aqui: “seria y trabajadora’, “ho- nestidad intelectual", “discreta”) que evocan la ausencia de la clase comple- mentaria (‘brillante", etc.) 0 denunciéndose como convencional y forzada por signos convenidos ("alrededor del promedio’, “alentador para el porve- nir’, ‘después de un nuevo esfuerzo", “algo demasiado cerca de las fichas”). "Conozco a la sefforita X desde el inicio de sus estudios en la facultad: siempre me ha parecido una estudiante extremadamente seria y trabajado- ra; en varias ocasiones me ha entregado trabajos para un concurso de opo- sicién, cuyas calificaciones se situaban alrededor del promedio, Esto puede ser considerado como alentador para el porvenir. Espero, pues, que podra después de realizar un nuevo esfuerzo, presentarse al concurso exitosa- mente.” ‘La sefiorita X hizo su tesina de maestria bajo mi direccién en los afos 1970-1971; esta tesina trataba de la idea de la nobleza en la obra de Euripides, y obtuvo la calificacién 15/20 (mencién B). Se trataba de un tra bajo muy serio, bien documentado y de una gran honestidad intelectual, que solamente permanecia demasiado cerca de las fichas, por falta de haber tomado una perspectiva. Las cualidades de la sefiorita X, que he podido apreciar, mé hacen pensar que deberia, después de un primer intento des afortunado, ser una buena candidata para el examen. Espero que 5e en- cuentre en buenas condiciones de preparacién. Deseo afiadir que es a la vez trabajadora y discreta, lo cual puede tomarse en cuenta Expediente de recomendacién (candidatos reprobados), septiembre de 1972 Propuesta educativa 19

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