You are on page 1of 8

TRASTORNOS ESPECÍFICOS DEL LENGUAJE

Repetición de pseudopalabras en niños españoles con trastorno


específico del lenguaje: marcador psicolingüístico
G. Aguado a, F. Cuetos-Vega c, M. Domezáin b, B. Pascual a

REPETITION OF PSEUDO-WORDS IN SPANISH CHILDREN


WITH SPECIFIC LANGUAGE DISORDER: A PSYCHOLINGUISTIC MARKER
Summary. Aims. To analyze whether repetition of nonwords (NWR) is a good method to differentiate between Spanish-
speaking children with specific language impairment (SLI), children with normal language development (NL), and children
with articulation disorder (AD), and to study whether phonological and syllabical characteristics, which are present in
nonwords used in this task, are compatible with a SLI explanation on the basis of the temporal auditory limitation. Patients
and methods. Eighteen 5- and 6-year-old children with NL, 19 with SLI, and 19 with AD, performed verbal tasks (principally,
lexical and verbal memory tasks), and two NWR tasks: one is formed by four nonwords series with frequent syllables, in
accordance with the analysis of syllable frequency in Spanish, and the other task is formed by nonwords with infrequent
syllables. Results. Like in English, NWR is the best method to differentiate children with SLI and children with NL; yet children
with a minor impairment, like AD, show deficits in this task. Therefore, this disorder could be considered as an ‘intermediate
zone’ between NL and SLI. Then it seems that AD is not an unmixed impairment of production only, since in its origin there are
difficulties linked with the formation of the phonological representations of the words. Conclusions. With regard to syllable
frequency, results do not support the explanation on the basis of temporal auditory limitation in Spanish. Results are discussed
in relation to other explanations: general limitation of processing, with special incidence of the phonological working
memory, and connectionist perspectives. [REV NEUROL 2006; 43 (Supl 1): S201-8]
Key words. Articulation disorder. Nonword repetition. Phonological working memory. Psycholinguistic marker. Specific
language impairment. Syllable frequency.

INTRODUCCIÓN Aunque el TEL es una dificultad para adquirir el lenguaje


Actualmente existe un gran interés por encontrar algún marca- hablado que aún no tiene una explicación concluyente [10], el
dor conductual que diferencie a los niños con trastorno específi- hecho de que exista alguna tarea, como la RPP, que discrimine
co del lenguaje (TEL) de los que muestran un desarrollo normal aceptablemente a los niños que lo padecen respecto a los que
del lenguaje (DN). Un marcador remite a uno o varios procesos muestran un DN o algún otro trastorno de lenguaje, permite
que se pueden considerar responsables del trastorno, y, por tan- aventurar una aproximación explicativa de ese trastorno, aun-
to, a una explicación de dicho trastorno. que debe tener un carácter provisional. Hay dos niveles en esta
En los últimos años se han publicado trabajos que muestran aproximación explicativa: uno general que se podría describir
que la repetición de pseudopalabras (RPP) es la mejor candidata como ‘relevancia de los procesos frente a los conocimientos’, y
como marcador del TEL [1-6]. Sin embargo, otros estudios po- otro que es la relación de la RPP con la memoria de trabajo.
nen de manifiesto que la RPP no discrimina bien el TEL de otros Desde hace bastantes años, pero especialmente en la última
trastornos del lenguaje. Así, por ejemplo, Norbury et al [7] en- década, se han venido publicando abundantes trabajos que ponen
cuentran que la RPP no discrimina a los niños con TEL de los de manifiesto que en el origen del TEL no se encuentran déficit
que tienen una hipoacusia moderada. Sin embargo, la RPP dis- de conocimiento del lenguaje. No obstante, actualmente aún se
tingue bien a los niños con TEL de los que muestran un DN, mantiene activa la perspectiva basada en el déficit del conoci-
equiparados en edad cronológica y en edad lingüística [8], y de miento del lenguaje como explicación del TEL [11-14]. Incluso
los que muestran un retraso de lenguaje por experiencia limitada se ha llegado a plantear la existencia de un TEL específicamente
[2]. En Ellis Weismer et al [4], los niños con un bajo desarrollo gramatical [13,14]. No obstante, este TEL gramatical no se ve
cognitivo (CI no verbal entre 70 y 84, y puntuaciones normales confirmado en trabajos llevados a cabo para su comprobación
en los tests de lenguaje) también son bien discriminados con la [7,15], que concluyen más bien que el TEL es consecuencia de la
RPP respecto de los niños con TEL; sin embargo, la RPP no dife- limitación de procesamiento. Por tanto, parece adecuado evaluar
rencia entre los niños con un desarrollo cognitivo bajo y los que los procesos implicados en la actividad lingüística, más que eva-
cumplen los criterios lingüísticos para ser diagnosticados como luar los conocimientos (léxico, estado del desarrollo sintáctico,
TEL, pero muestran un CI no verbal entre 70 y 84, lo que no de- etc.) cuyo deterioro es consecuencia de una limitación de aqué-
be ser obstáculo para considerarlos como niños con TEL [9]. llos. Y la RPP parece ser una buena medida de los procesos de
bajo nivel que están en el origen del TEL [6,16,17].
Sin embargo, la RPP conlleva varios procesos cognitivos: dis-
Aceptado: 14.09.06
a
criminar la señal acústica, transformar la secuencia acusticofoné-
Departamento de Educación. Universidad de Navarra. b Centro Huarte de
San Juan. Pamplona, Navarra. c Departamento de Psicología. Facultad
tica en sus fonemas constituyentes, codificar la información acús-
de Psicología. Universidad de Oviedo. Oviedo, Asturias, España. tica en una representación fonológica, mantener ordenada esta
Correspondencia: Dr. Gerardo Aguado. Departamento de Educación. Uni- representación en la memoria de trabajo, y planificar y ejecutar la
versidad de Navarra. Apdo. Correos 177. E-31080 Pamplona (Navarra). respuesta [2,18]. Así que un déficit en la RPP puede deberse a
Fax: +34 948 425 636. E-mail: gaguado@unav.es limitaciones en uno o varios de estos procesos. De hecho, Tallal
© 2006, REVISTA DE NEUROLOGÍA et al [19-21], a partir de los trabajos iniciados en 1973, han man-

REV NEUROL 2006; 43 (Supl 1): S201-S208 S201


G. AGUADO, ET AL

tenido que el TEL es consecuencia de las dificultades en la discri- hispanohablantes (hay que exceptuar los trabajos que se están lle-
minación de los intervalos interestimulares (intervalos entre los vando a cabo en la universidad de Chile [44]; también en Gallego
fonemas dentro de una sílaba, en el caso del lenguaje, y entre dos et al [45], se emplean pseudopalabras de una sílaba, junto con
sonidos complejos de distinta frecuencia, en el caso del ART: palabras, frases y nombres de imágenes, para comparar la memo-
auditory repetition test), y de las procedentes de la longitud de la ria de trabajo de los niños con TEL con dos muestras normales).
secuencia de sonidos y de la duración de dichos sonidos. McAr- Hay evidencia de que el status de la sílaba en el procesa-
thur et al [10], por su parte, encuentran que los peores resultados miento del lenguaje es distinto en inglés (lengua sobre la que se
de los niños con TEL en un test similar al ART (ABRM: auditory han hecho casi todas las investigaciones sobre este tema) y en
backward recognition masking) están asociados a una menor español: la unidad de procesamiento en español sería la sílaba,
maduración neurológica (son más jóvenes) y, precisamente, a una mientras que los hablantes ingleses utilizarían, en principio, cla-
peor lectura de pseudopalabras. Así que se podría hablar de dos ves rítmicas (diferencia entre fuerte y débil, que no se corres-
tipos de TEL en función de la habilidad en tareas de discrimina- ponde exactamente con las sílabas tónicas y átonas del español),
ción de secuencias de tonos presentados rápidamente. e irían organizando más tarde la sílaba, que terminaría influyen-
Respecto a la relación de la RPP con la memoria de trabajo do también en el procesamiento del lenguaje [46-48].
(MT), se considera ya establecido que esta tarea es una buena En español, probablemente debido a ese ‘carácter’ silábico,
medida de la MT fonológica [2,22-28]. Sin embargo, cómo está existen sílabas muy frecuentes frente a otras con una frecuencia
constituida esta memoria y su papel en la explicación del TEL escasa. Por tanto, si la unidad de procesamiento en español es la
son cuestiones que se siguen discutiendo. sílaba, es posible que la frecuencia sea una variable importante
En general, se suele considerar la MT como un sistema que explique determinadas diferencias entre los niños con DN y
compuesto de varios subsistemas [29], uno de los cuales es el los niños con TEL. Se puede conjeturar que la limitada activi-
bucle fonológico [30-34]. Este bucle está a su vez compuesto dad de la memoria fonológica de trabajo de los niños con TEL,
por un almacén fonológico, con capacidad limitada, y un dispo- entendida desde un punto de vista conexionista, impide que se
sitivo para mantener activa la secuencia fonemática que deberá activen repetidamente algunas partes de la red (las conexiones
ser después retenida temporalmente en dicho almacén [35]. El entre los distintos nodos) que representan las sílabas menos fre-
término ‘almacén’ puede dar la idea de un ‘espacio’ mental con cuentes y bastantes de las frecuentes, y, por tanto, existen me-
límites precisos y con una cierta capacidad (‘volumen’). Sin nos probabilidades de que ante un estímulo se ‘enciendan’ esos
embargo, frente a esta idea simplista, este almacén fonológico conjuntos de conexiones. En los niños con desarrollo normal
(o memoria de secuencias) no se concibe como una estructura ocurriría lo mismo, pero en menos sílabas, sólo en las más in-
en la que se guardan los ítems, sino como un dispositivo de frecuentes. Se trataría de un problema de grado: habría un gra-
ordenamiento serial que establece asociaciones con una secuen- diente suave entre la o las sílabas más frecuentes (más repetida-
cia de activaciones en el sistema léxico [25]. mente percibidas) y las menos. Es posible, entonces, que los ni-
El papel de este bucle fonológico o, como es llamado en ños españoles con TEL no tengan un problema intrasilábico,
otros trabajos más recientes, ‘memoria fonológica de trabajo’ como insisten Tallal et al [19], sino intersilábico, lo que haría
(por la implicación de la atención en tareas como repetir palabras innecesario o menos útil el método de intervención propuesto
o pseudopalabras), parece fundamental en el aprendizaje de nue- por esta autora y sus colaboradores [20,21].
vas palabras [30,35-39], al menos en edades tempranas (5 años), Así pues, en este trabajo se plantean tres objetivos: en pri-
aunque no más tarde (8 años) [27]. Este mismo efecto se encuen- mer lugar, comprobar la eficacia de la tarea de RPP para dife-
tra en la simulación del aprendizaje de nuevas palabras por un renciar a los niños hispanohablantes con TEL de los que presen-
sistema conexionista [40]. En todos estos trabajos se toma la tan un desarrollo normal. En segundo lugar, comprobar si la fre-
RPP como la mejor medida de esta compleja actividad llevada a cuencia de las sílabas con que se forman las pseudopalabras
cabo por el dispositivo al que se denomina MT fonológica. representa una variable a tener en cuenta en esa diferenciación,
Por otra parte, el papel de la MT fonológica en la explica- o en la distinción entre diferentes grados de gravedad del TEL.
ción del TEL también ha sido objeto de abundantes trabajos Y, en tercer lugar, poner de manifiesto la existencia de una zona
[23,27,41]. En casi todos los casos se considera que el TEL se intermedia entre la RPP de los niños con DN y la de los niños
inicia con la dificultad para retener las secuencias fonológicas y con TEL mediante la evaluación de niños con trastorno de arti-
la construcción de representaciones limitadas de ellas. Las nue- culación (TA). Con frecuencia se ha considerado que la omi-
vas palabras que oye y que debe aprender un niño pequeño se- sión, distorsión o sustitución en el habla del niño de un fonema
rían esas secuencias fonológicas en las que se muestran las difi- no tiene relación con dificultades fonológicas, sino sólo con una
cultades. La RPP es simplemente una tarea que reproduce la incapacidad para producir una versión perceptivamente acepta-
situación en la que el niño oye palabras nuevas. Esta limitación ble de sonidos particulares [49]. Sin embargo, estos TA repre-
inicial de vocabulario plantearía después dificultades para la sentan probablemente esa zona intermedia que da cuenta de la
puesta en marcha de los mecanismos gramaticales [42]. Ade- continuidad entre la habilidad en la RPP de los niños con DN y
más, el gasto de recursos cognitivos en tareas relacionadas con los que muestran un TEL.
el léxico reduciría los que pueden dedicarse a la mejora de la
ejecución fonológica. En este sentido, actualmente la perspecti-
PACIENTES Y MÉTODOS
va explicativa del TEL más aceptada es la limitación general de Participantes
procesamiento [3,7,22,43].
En este estudio participaron 56 niños (40 niños y 16 niñas): 18 (11 niños y 7
A pesar de la importancia que parece tener la RPP como he- niñas) con DN, 19 (16 niños y 3 niñas) con TA y 19 (13 niños y 6 niñas) con
rramienta de identificación de los niños con TEL y de su diferen- TEL. Los niños con TA y TEL fueron seleccionados por los logopedas de sus
ciación respecto a otros grupos, no existen en español trabajos que colegios, en Pamplona, durante dos años. Los niños del grupo con DN fue-
traten de comprobar su eficacia también en los niños con TEL ron seleccionados al azar en los mismos colegios de los que proceden los

S202 REV NEUROL 2006; 43 (Supl 1): S201-S208


TRASTORNOS ESPECÍFICOS DEL LENGUAJE

otros. Eran todos hispanohablantes monolingües. No se incluyó en ningún serie de dos sílabas, después la de tres, etc., de una lista, y, tras unos minutos
grupo a niños que presentaran inteligencia límite, retraso mental, limitacio- de descanso, las series de la otra lista. A la mitad de los niños se les adminis-
nes auditivas o que padecieran una situación sociofamiliar problemática. tró primero la lista f y después la nf, y en la otra mitad se procedió de mane-
La edad media de los niños era de 5 años y 6 meses, y su desviación es- ra inversa. Si la pseudopalabra no era repetida exactamente se transcribía fiel-
tándar (DE), 4,56 meses, con un rango de 59-80 meses. Por grupos, el de mente la secuencia pronunciada por el niño. Estas transcripciones sirvieron
TEL es el de mayor edad (media: 5 años y 8 meses; DE: 6,2 meses), que es para identificar y contabilizar el tipo y el número de errores. Se contabiliza-
significativamente mayor que el de TA (media: 5 años y 4 meses; DE: 2,94 ron el número de aciertos, considerando acierto la repetición exacta de la
meses), p = 0,033. Los otros dos contrastes (DN-TA y DN-TEL) no mues- pseudopalabra; en los niños con TA y TEL no se tuvieron en cuenta los erro-
tran diferencias significativas. res en la articulación de un fonema cuando eran consecuencia de TA. Es
Cincuenta y dos niños mostraban un CI manipulativo superior a 85. De decir, la repetición de la pseudopalabra [irrolo] (i’rrolo) como [igolo] (i’go-
los cuatro que no llegaron a ese CI, dos (CI 82 y 83) pertenecen al grupo de lo), porque el niño en cuestión no podía pronunciar el fonema /rr/ y siempre
TEL, y otros dos (con CI 79) al de TA. Para evaluar el lenguaje se halló una lo sustituía por el fonema /g/, se consideraba como acierto. En cambio, la
puntuación compuesta a partir de algunos subtests de las MSCA [50]: voca- misma repetición realizada por un niño que en otras pseudopalabras pronun-
bulario, memoria verbal I y II, fluidez verbal, memoria numérica directa ciaba el fonema /rr/ se consideraba como errónea. Para ello, hubo antes que
y opuestos. El ANOVA mostró diferencias significativas (F(2,53) = 11,803, identificar el repertorio fonético de cada participante. En definitiva, se trataba
p = 0,000), corroboradas por las pruebas Welch y Brown-Forsythe para de conocer la habilidad para repetir pseudopalabras de todos los niños sin que
muestras con varianzas no homogéneas. Estas diferencias se dan entre los en los resultados repercutieran sus dificultades articulatorias.
grupos TA y DN, por una parte, y el TEL, por otra. No hay diferencias sig-
nificativas entre DN y TA. Diseño
Para comprobar que realmente estos niños podían considerarse como Se han empleado análisis de varianza de un solo factor y de medidas repeti-
afectados por un TEL, se exploró su lenguaje uno y dos años después de la das con un factor intersujetos (grupo) y dos factores intrasujetos (longitud
medición. Estos niños seguían recibiendo tratamiento logopédico y mostra- de pseudopalabras y frecuencia de las sílabas) para contrastar los resultados
ban dificultades en las dimensiones fonológica, distintas del TA, y sintácti- obtenidos por los participantes en el estudio. También se ha utilizado un
ca del lenguaje. Por ello, el TEL es un diagnóstico apropiado para ellos. Se análisis discriminante para comprobar la clasificación de los participantes
considera que la combinación de la información extraída de los tests de len- en los distintos grupos según su lenguaje y conocer las variables que mejor
guaje y el juicio clínico proporcionan evidencia convergente de la existencia los clasifican.
del TEL; de la misma manera que el criterio de un CI no verbal igual o
superior a 85 debe también revisarse a la baja conforme los niños son mayo-
res; según Plante [9], debería colocarse el límite en un CI de 70. RESULTADOS
Todos los niños completaron todas las pruebas en el número de sesiones
Material previstas. Su actitud ante las diversas tareas fue positiva, interesada.
Se confeccionaron dos listas de 40 pseudopalabras cada una. Las pseudopa- Las medias obtenidas en las escalas MSCA y en el TVIP, junto a los
labras de una lista estaban formadas con sílabas frecuentes (f), y las de la otra resultados del efecto principal del ANOVA y al tamaño del efecto se mues-
por sílabas poco frecuentes (nf), según las frecuencias proporcionadas por tran en la tabla I.
Alameda et al [51]. Cada lista contenía cuatro grupos de diez pseudopalabras Como puede observarse sólo las escalas de memoria y numérica diferen-
de dos, tres, cuatro y cinco sílabas. Cada pseudopalabra de una lista era igual cian bien a los grupos, explicando el 23,1 y 34,4% de la varianza, respectiva-
a otra pseudopalabra de la otra lista en número de sílabas, estructura de las mente. De la escala de memoria, no obstante, las tareas que exploran la
sílabas, patrón de acentuación y orden en que estaban colocadas las sílabas retención de material verbal presentado en forma de narración para ser recu-
con sus distintas estructuras. Se cuidó al máximo que la fonotaxis fuera la perado después en función sólo del contenido semántico (memoria verbal II:
propia del castellano, especialmente cuando se trataba del encuentro de dos F = 0,093, p = 0,911, η2 = 0,003) y la tarea que explora memoria visual de
consonantes de distintas sílabas, ya que se ha comprobado que la fonotaxis movimientos (secuencia de golpeo: F = 1,030, p = 0,364, η2 = 0,037) o de aso-
influye en la MT fonológica y en las tareas de RPP [52]. Además, se respetó ciaciones de nombres con imágenes de lo denominado (memoria pictórica:
en lo posible la posición que ocupaba cada sílaba en el registro de Alameda F = 0,548, p = 0,581, η2 = 0,020) tienen un efecto insignificante en la dife-
et al. Las pseudopalabras de cinco sílabas nf contenían, sin embargo, algunas renciación de los grupos. Sólo las tareas que exigen la retención de material
sílabas más frecuentes, ya que la estructura silábica de las sílabas poco fre- verbal en forma de secuencia y su recuperación en un corto plazo de tiempo
cuentes es compleja y no se encontraban sílabas con la misma estructura que son significativas en esa diferenciación (memoria verbal I, que consiste en la
las más frecuentes que formaban las pseudopalabras de la lista f. repetición de series de palabras cada vez menos relacionadas semánticamen-
También se utilizaron las escalas McCarthy [50] de aptitudes y psicomotri- te y con menos contenido semántico: F = 6,110, p = 0,004, η2 = 0,187; y las
cidad (MSCA), y el test de vocabulario en imágenes de Peabody (TVIP) [53]. dos tareas de retención de series de dígitos: memoria numérica I en orden
directo: F = 9,706, p = 0,000, η2 = 0,268; memoria numérica II en orden in-
Procedimiento verso: F = 8,271, p = 0,001, η2 = 0,238). En la escala de memoria el grupo
Todos los niños fueron examinados individualmente en un ambiente tranquilo con DN se diferencia significativamente de los grupos con TA y TEL.
dentro del colegio al que asistían. Se emplearon dos sesiones con cada niño. De la escala numérica, las dos tareas de memoria de secuencias de núme-
ros y la tarea de cálculo mental (cálculo: F = 12,000, p = 0,000, η2 = 0,312)
MSCA explican partes importantes de la varianza entre los grupos. Esta relación del
Estas escalas se utilizaron para conocer el desarrollo cognitivo verbal y no cálculo mental con la actividad de la memoria verbal de corto plazo ha sido
verbal, y para valorar el lenguaje de los participantes por medio de la pun- puesta de manifiesto por algunos autores [55,56]. En la escala numérica tam-
tuación compuesta señalada más arriba. bién se diferencia significativamente el grupo con DN de los otros dos.
Aunque la escala verbal no da cuenta globalmente de la diferencia entre
TVIP los grupos, algunas de las tareas que la constituyen sí contribuyen a esta
Ya que la dimensión del lenguaje que parece más afectada en el origen del explicación. Se hace referencia a la tarea de memoria ya señalada (memoria
TEL es el léxico, se evaluó, por medio de del TVIP, el vocabulario recepti- verbal I) y a la tarea de recuperación de palabras opuestas a una dada, muy
vo de los participantes. relacionada con las habilidades para formar categorías taxonómicas (opues-
tos: F = 13,564, p = 0,000, η2 = 0,339).
Pseudopalabras Para conocer el efecto de la frecuencia de las sílabas y de la longitud de las
Cada pseudopalabra era pronunciada dos veces por la examinadora y después secuencias en la RPP se ha realizado una ANOVA de medidas repetidas con
se pedía al niño que la repitiera. Se eligió esta modalidad de presentación de un factor intersujetos (los tres grupos DN, TA y TEL) y dos factores intrasu-
los estímulos, frente a la presentación en cinta grabada, por comodidad de la jetos (frecuencia con dos niveles: frecuente y no frecuente, y longitud con
examinadora y de los niños; la concordancia de ambas presentaciones era de cuatro niveles: dos, tres, cuatro y cinco sílabas). Como variable dependiente
un 97% en el trabajo de Gathercole et al [54]. Primero se administraba la se han tomado los resultados de los participantes en las tareas de RPP.

REV NEUROL 2006; 43 (Supl 1): S201-S208 S203


G. AGUADO, ET AL

Los efectos principales intrasujetos de la longitud (F(2,53) = 170,693, p =


0,000, η2 = 0,763) y de la frecuencia (F(2,53) = 105,976, p = 0,000, η2 =
0,667) son significativos. (Se ha empleado la prueba Greenhouse-Geisser
por no poderse asumir esfericidad en la matriz de covarianzas.) Todos los
grupos obtienen mejores resultados cuanto más cortas son las pseudopala-
bras y cuando éstas están formadas por sílabas frecuentes. El tamaño del
efecto es, además, alto en ambos factores. La interacción de grupo (DN, TA
y TEL) con la longitud también es significativa (F(2,53) = 3,597, p = 0,004),
aunque el tamaño del efecto es bajo (η2 = 0,120). Este resultado indica que,
a pesar de la significación de la interacción, los participantes de los tres gru-
pos realizan peor la tarea de RPP cuanto más largas son las pseudopalabras.
Sucede algo similar cuando se cuantifica la interacción de grupo con la fre-
cuencia; también es significativa (F(2,53) = 3,813, p = 0,028), pero su poten-
cia explicativa es baja (η2 = 0,126). Es decir, las diferencias en la RPP en
función de la frecuencia de las sílabas son similares en todos los grupos,
aunque hay una ligera tendencia a aumentar esta diferencia en el grupo con
TA y, quizás un poco más en el grupo con TEL, como muestra la figura.
Es interesante hacer notar que la diferencia entre la RPP con sílabas fre-
cuentes y la RPP con sílabas no frecuentes es menor en los tres grupos
cuando la secuencia es de cinco sílabas. Esta disminución de la diferencia Figura. Distribución de las diferencias de la RPP con sílabas frecuentes y
no frecuentes en los tres grupos. DN: grupo con desarrollo normal del
es más notoria en el grupo con TEL. Es decir, parece que la mayor cantidad
lenguaje; TA: grupo con trastorno de articulación; TEL: grupo con trastor-
de información a procesar repercute más que la familiaridad de esa informa- no específico del lenguaje.
ción en la calidad de la actividad en la MT fonológica.
En relación con la longitud, como se
muestra en la tabla II, el efecto principal Tabla I. M edias y desviaciones estándares, resultados del ANOVA de las escalas M SCA y del TVIP y tamaño
es siempre significativo. Y su poder ex- del efecto.
plicativo de la varianza es notable y va
aumentando conforme aumenta la lon- DN TA TEL F(2,53) η2
gitud de las pseudopalabras. Este au-
mento de capacidad explicativa no se da M edia (desviación estándar)
cuando las pseudopalabras se compo-
nen de sílabas no frecuentes. PT escala verbal 50,72 (5,99) 49,21 (8,73) 46,17 (7,57) 1,768 0,063
En relación con las diferencias entre PT escala perceptivo-manipulativa 61,78 (10,68) 54,79 (10,93) 54,58 (9,95) 2,776 0,095
los distintos grupos, tanto el grupo con
DN como el grupo con TA difieren sig- PT escala numérica 58,94 (7,03) 51,11 (7,79) 45,68 (8,13) 13,896 b 0,344
nificativamente del grupo con TEL en
todas las tareas de RPP. PT escala de memoria a 56,83 (6,23) 50,89 (6,35) 47,21 (9,16) 7,969 b 0,231
Es evidente que los niños con TA no
PT TVIP 108,61 (14,82) 105,53 (14,74) 98,26 (13,61) 2,54 0,087
se comportan de manera similar a los
que tienen un DN. Cuando las pseudo- a Se emplea la prueba de Welch, ya que la distribución de las puntuaciones de esta escala no cumple el criterio de igual-
palabras son largas hay diferencias sig- dad de varianzas; b p < 0,01. PT: puntuación típica; TVIP: test de vocabulario en imágenes Peabody. DN: grupo con desa-
nificativas entre estos dos grupos. rrollo normal del lenguaje; TA: grupo con trastorno de articulación; TEL: grupo con trastorno específico del lenguaje.
En efecto, las diferencias en la RPP
son significativas cuando la longitud de
las pseudopalabras es de tres y cinco sílabas frecuentes, y de cuatro y cinco La función 1 muestra un autovalor de 1,764, y la 2 un autovalor de 0,155. La
no frecuentes. También en la puntuación total de ambos tipos de pseudopa- mayor parte de esa varianza explicada se debe a resultados de tareas de RPP
labras se encuentra una diferencia significativa. De hecho, los niños con TA (62,9%).
forman un subconjunto homogéneo diferente de los otros dos grupos en la El resultado de la clasificación del análisis discriminante es que estas tres
RPP de cinco sílabas frecuentes, de cuatro y cinco sílabas no frecuentes y en tareas (el total de la RPP con sílabas frecuentes, la RPP de cinco sílabas no
el total de la RPP no frecuentes. En las demás tareas se agrupan con el gru- frecuentes y opuestos de las escalas MSCA) agrupan bien al 71,4% de los
po de DN. No parece, pues, que el TA sea sólo una dificultad articulatoria. casos, respecto a los agrupamientos realizados al seleccionar la muestra. El
En alguna medida, el grupo TA estaría en medio del DN y del TEL, y los grupo peor clasificado ha sido el de TA: el 42,1% no ha sido clasificado
datos obtenidos en este trabajo permiten suponer en estos niños alguna difi- como tal por este análisis; las tres cuartas partes han sido asignados al gru-
cultad en la formación de representaciones fonémicas, dificultad que estaría po DN. Evidentemente esta moderada falta de precisión en la clasificación
en el origen del trastorno de articulación, entendiéndolo como manifesta- de los participantes no supone que las muestras hayan sido mal selecciona-
ción de una simplificación de esas representaciones fonémicas. das, sino que en la ejecución de las tareas utilizadas, los niños se distribuyen
Identificadas las tareas que parecen diferenciar bien a los grupos, se ha de una manera continua. No obstante, los límites difusos entre las tres cate-
llevado a cabo un análisis discriminante por pasos para precisar qué tareas gorías que sugiere este análisis se dan sólo en la actividad mental relaciona-
son las que colaboran con un efecto significativo en la identificación del da con dichas tareas, especialmente la MT fonológica, no en las conductas
TEL respecto al DN y al TA, y si este último es también identificado como lingüísticas observadas.
diferente al DN. En este análisis se han empleado, no sólo los totales de la
tarea de RPP, sino también los resultados de cada RPP en función de la lon-
gitud y la familiaridad de las sílabas de que se componen. También se ha
introducido la tarea de opuestos por las razones señaladas más arriba, las DISCUSIÓN
dos tareas de memoria de dígitos y la memoria verbal I (secuencias de pala- Parece evidente que la RPP distingue bien, también en español, a
bras y frases), a causa de su significación en las diferencias entre los grupos. los niños con DN de los que presentan un TEL. Los resultados
El resultado de este análisis (Tabla III) es la selección de tres variables
obtenidos convergen en esa evidencia: diferencias significativas
(TOT-f, 5-nf y opuestos) con una λ de Wilks final de 0,313 (varianza ex-
plicada: 68,7%) que configuran dos funciones canónicas con autovalores
encontradas entre los niños con DN y los niños con TEL en la
muy diferentes (autovalor = diferencia entre grupo / diferencia intragrupo). propia tarea de RPP (Tabla II), por una parte, y por otra (Tabla

S204 REV NEUROL 2006; 43 (Supl 1): S201-S208


TRASTORNOS ESPECÍFICOS DEL LENGUAJE

Tabla II. Efecto principal del ANOVA y tamaño del efecto, diferencias a y cuanto más largas son las series a repetir, más diferencias hay
su significación entre los distintos grupos en la RPP. entre los grupos DN y TEL, señalaría un colapso en la forma-
ción y almacenamiento de las representaciones fonológicas
Pseudopalabras F η2 DN-TA DN-TEL TA-TEL
cuando el sistema se sobrecarga, lo que permite considerar estos
Sílabas frecuentes (f) procesos fonológicos como los característicos del TEL [18, 41].
b
Sin embargo, como también encontraron Gallego et al [45],
2-f 14,057 e 0,342 0,20 2,25 e 2,05 e
los niños con TEL ejecutan significativamente peor también tare-
3-f b
22,323 e 0,451 0,94 d 3,89 e 2,95 e as de repetición de palabras y frases (memoria verbal I de las
c
escalas MSCA). A ese material pueden acceder utilizando infor-
4-f 23,652 e 0,472 1,43 4,12 e 2,68 e
mación lexicosemántica que podría disminuir en buena medida
5-f c
24,132 e 0,477 2,10 d 4,89 e 2,79 e las diferencias con el grupo DN. Quizás, entonces, el déficit de
b
memoria no se produzca sólo con material puramente fonológico
TOT-f 30,821 e 0,533 4,67 e 15,14 e 10,47 e
(pseudopalabras). Pero, por otro lado, cuando los niños con TEL
Sílabas no frecuentes (nf) deben retener material verbal utilizando casi exclusivamente la
b
información semántica (memoria verbal II: memoria de un rela-
2-nf 15,695 e 0,366 0,92 3,71 e 2,79 e
to), no existe diferencia ninguna con el grupo con DN. Tampoco
3-nf b
16,719 e 0,382 1,41 4,62 e 3,21 e se diferencian los grupos de este trabajo en el recuerdo de pala-
c
bras cuando pueden acceder a su recuperación basándose en el re-
4-nf 21,804 e 0,452 2,53 e 4,74 e 2,21 d
cuerdo visual de los objetos denominados (memoria pictórica de
5-nf c
29,172 e 0,524 2,90 e 4,95 e 2,05 e MSCA). Por tanto, se podría mantener la explicación basada en un
c
déficit específico de la MT fonológica, que también sería esencial
TOT-nf 30,214 e 0,533 7,76 e 18,03 e 10,26 e
en la tarea de repetición exacta de palabras y frases, en la que la
a
Las diferencias de medias mostradas tienen un rango de 0 a 10, que son la utilización de información lexicosemántica sería secundaria.
mínima y la máxima puntuación respectivamente, en 2-f, 3-f, 4-f, 5-f, 2-nf, 3-nf, Ahora bien, parece evidente la relevancia de la RPP como
4-nf y 5-nf, y de 0 a 40 en total-f y total-nf; b F: estadístico de Brow n-Forsythe
por no poderse asumir que las varianzas poblacionales sean iguales (diferen- marcador no es tan claro frente a otros trastornos. Tanto el trastor-
cias: prueba de Games-Howell por la misma razón); c Diferencias: prueba de no de lenguaje asociado a hipoacusia moderada [7] como el aso-
Scheffé por poderse asumir que las varianzas poblacionales son iguales; d p < ciado a déficit cognitivo [4] se pueden considerar como limitado-
0,05; e p < 0,01. 2-f, 3-f, 4-f, y 5-f: pseudopalabras con sílabas frecuentes de
dos, tres, cuatro y cinco sílabas; TOT-f: total de pseudopalabras con sílabas fre- res de la especificidad del TEL: el primero se debe a una limita-
cuentes; 2-nf, 3-nf, 4-nf, y 5-nf: pseudopalabras con sílabas infrecuentes de ción perceptiva, y el segundo se puede deber al propio déficit cog-
dos, tres, cuatro y cinco sílabas; TOT-nf: total de pseudopalabras con sílabas
infrecuentes. DN: grupo con desarrollo normal del lenguaje; TA: grupo con tras-
nitivo. En este trabajo se ha puesto a prueba el carácter de marca-
torno de articulación; TEL: grupo con trastorno específico del lenguaje. dor psicolingüístico de la RPP respecto al TEL comparando éste
con el TA. Este trastorno sería también un limitador de la especifi-
cidad del TEL, pero en su grado más leve. El TA es el trastorno
Tabla III. Resumen de las variables introducidas para la formación de las más frecuente en la escuela y, a pesar de la facilidad y eficacia de
dos funciones canónicas que diferencian los tres grupos.
la intervención empleada para su corrección, cabe preguntarse so-
Paso Variables λ de Wilks Varianza Significación
bre las causas de su aparición en algunos niños, si no existen alte-
introducidas explicada raciones motrices en los órganos articuladores ni otras limitacio-
nes más serias. No parece haber razones para esgrimir explicacio-
1 TOT-f 0,467 53,3% 0,000
nes basadas en las praxias orolinguofaciales sin especificar cuáles
2 5-nf 0,371 62,9% 0,000 de ellas están alteradas y cuáles se relacionan con las omisiones,
distorsiones o sustituciones que afectan a sonidos concretos.
3 Opuestos 0,313 68,7% 0,000
Se ha encontrado que los niños que sufren un TA no se com-
TOT-f: total de pseudopalabras con sílabas frecuentes; nf: sílabas infrecuentes. portan en la RPP como los que presentan DN. La denominación
de TA no parecería por ello adecuada. No parece ser sólo una di-
ficultad de producción. Los niños con TA muestran claros signos
III), cantidad de varianza explicada en el análisis discriminante de tener dificultades para formar representaciones fonológicas, y
por esta tarea (62,9% frente al 68,7% final). Así pues, se constata esto es evidente en su rendimiento en la RPP. En efecto, las dife-
que la utilización de la RPP con las características fonotácticas y rencias encontradas en esta tarea, eliminando la influencia del
silábicas del español también es un buen marcador psicolingüís- propio TA en la producción de las pseudopalabras, son significa-
tico del TEL, al menos respecto al DN, como ya se había encon- tivas cuando las secuencias a repetir son largas, de cuatro y cinco
trado en inglés [1,5,6,8,23]. Dollaghan et al [2] y Ellis Weismer sílabas en la forma nf, y de tres y cinco sílabas en la forma f, ade-
et al [4] también obtuvieron resultados parecidos, aunque la pre- más de en los totales. Es decir, los niños con TA muestran unos
cisión de la repetición de las pseudopalabras se valoró en estos problemas parecidos a los encontrados en el TEL cuando la infor-
dos trabajos por medio del porcentaje de consonantes correctas. mación a procesar es larga, aunque en menor medida. Y no son
Y parecido resultado hallaron Bishop et al [3] con un test de RPP de articulación puesto que sus errores articulatorios persistentes
frente al test de repetición de tonos del grupo de Tallal. no se han tenido en cuenta en la contabilización de aciertos.
Según los resultados obtenidos en este trabajo la MT mues- Además, cuando se analizan las pruebas específicas que cons-
tra una actividad limitada en los niños con TEL. Esto también tituyen la escala de memoria (memoria verbal I y II, memoria
ha sido corroborado en otros trabajos ya citados en la introduc- numérica I y II, memoria pictórica, memoria de golpeo) no se
ción. Por tanto, esta limitación en la MT fonológica es carac- encuentran diferencias significativas entre los niños con DN y
terística de este trastorno [26,33,45]. Además, el hecho de que los niños con TA, aunque en la puntuación total de la escala sí

REV NEUROL 2006; 43 (Supl 1): S201-S208 S205


G. AGUADO, ET AL

que difieren significativamente. Es decir, los niños con TA se di- cia perceptiva (morfemas acentuados), gran número de morfe-
ferencian nítidamente de los que muestran un DN sólo en la mas, imposibilidad de producir un verbo sin morfemas, etc.
RPP. Sus dificultades parecen, pues, estar relacionadas específi- Un dato inesperado de este trabajo es el referido al léxico.
camente con la MT fonológica. Como ya se ha señalado, la limitación de la MT fonológica proba-
Por otra parte, las funciones resultantes del análisis discri- blemente está en el origen del TEL, y esta limitación tiene efectos
minante diferencian, si bien no con mucha precisión (57,9%), al directos sobre la adquisición del vocabulario: los niños con TEL
grupo TA del DN y del TEL. Además de la RPP, una tarea que necesitan dos o tres exposiciones a las palabras para aprenderlas
contribuye significativamente a estas funciones ha sido la de [17]. Esta limitación también se ha comprobado en sistemas
opuestos. No resulta fácil explicar el papel de esta prueba en la conexionistas [25]. Esta adquisición limitada, a su vez, repercuti-
diferenciación de los grupos TA y DN. Es necesario replicar ría negativamente en el desarrollo sintáctico y en la comprensión
este resultado, no sólo en lo que se refiere al TA, sino también a de oraciones [41]. Sin embargo, los resultados obtenidos en este
la importancia de esta tarea en la identificación del TEL, ya que trabajo ponen de manifiesto que los grupos estudiados no se dife-
ninguna otra prueba de vocabulario (fluidez verbal, TVIP y el rencian en algunas tareas que miden el volumen de vocabulario:
propio subtest vocabulario de las MSCA) ofrece resultados con cantidad de palabras pertenecientes a diversas categorías (fluidez
un nivel de significación aceptable en la identificación y dife- verbal de MSCA) y cantidad de palabras asociadas a una dada y
renciación de los distintos grupos. que sirven para definir ésta (vocabulario de MSCA). Además, la
Si se considera el tipo de errores que cometen los niños con influencia de la MT fonológica en la adquisición del vocabulario
TA en la RPP en relación con el grupo DN se observa que signi- parece relevante sólo en las primeras etapas [39,40], concreta-
ficativamente omiten, sustituyen y añaden más fonemas y produ- mente hasta los 5 años [27]. Después de esta edad el efecto se pro-
cen más inversiones y asimilaciones. Se puede aceptar que las duciría al revés: un mejor vocabulario implicaría mayor experien-
asimilaciones, adiciones y sustituciones tienen que ver con la cia en la formación de representaciones fonológicas y esto favore-
planificación y ejecución de la respuesta (formación de la planti- cería tareas como la RPP. Siendo todos los participantes en este
lla fonológica y ensamblaje de las piezas fonéticas); es decir, trabajo de 5 años, se esperaba que mostraran un rendimiento peor
estos errores explicarían los fallos de articulación. Sin embargo, en las pruebas que, de una u otra manera, medían el volumen de
las omisiones estarían más relacionadas con la formación de la vocabulario. Sin embargo, parece que estos niños han adquirido
representación fonológica, y las inversiones con el mantenimien- un vocabulario adecuado a las demandas del entorno familiar y
to de esta representación ordenada en la memoria de trabajo. escolar en el que han vivido en lo que se refiere a su representa-
Así pues, no parece que el TA sea sólo, como su denomina- ción semántica, aunque sea limitado o incompleto desde el punto
ción describe, un trastorno de articulación. En estos niños se dan de vista de su representación fonológica.
dificultades relacionadas con la actividad codificadora y la reten- Es posible que la comprobada dificultad en la adquisición de
ción de la representación fonológica en la MT. El TA sería por vocabulario afecte más a las palabras de clase cerrada, menos ne-
tanto consecuencia de una representación fonémica facilitada y cesarias para lograr la eficacia comunicativa en las interacciones
no al revés (fijación de una representación incorrecta por uso con- del niño pequeño; pero esto no se ha analizado en este trabajo.
tinuado de secuencias con omisiones, distorsiones, etc.). Si fuera No obstante, los abundantes estudios translingüísticos llevados a
antes el TA, al controlar esos trastornos en la RPP de esos niños cabo por Leonard y otros investigadores han puesto de relieve la
no se deberían encontrar diferencias con los de DN. Sin embargo, repercusión de las limitaciones del sistema psicolingüístico en
en este trabajo se han controlado, y se encuentran estas diferen- las palabras y sílabas con poca relevancia perceptiva [43,58].
cias. Y, de una manera general, las dificultades en la RPP no son El hecho de que los niños de este trabajo hayan obtenido pa-
debidas a trastornos de articulación sino a una MT fonológica recidas puntuaciones en los tests de vocabulario, independiente-
limitada [26]. Ésta es la razón por la que tradicionalmente este mente del grupo al que pertenecieran, cuestiona la dirección de la
trastorno, conocido como dislalia funcional, se ha considerado influencia ‘más vocabulario, mejor RPP’, al menos a los 5 años.
como consecuencia de ‘problemas de comprensión auditiva’ que No obstante, hay una prueba léxica en la que los niños con
hace que el niño ‘analice o integre mal los fonemas correctos que TEL obtienen resultados significativamente más bajos que los ni-
oye’ [57]. Con esta definición se hace referencia claramente a las ños con DN. Es la prueba de opuestos de MSCA, que, además,
dificultades que se acaban de señalar en la formación de la repre- integra las dos funciones canónicas que han servido para clasifi-
sentación fonológica. Así pues, a partir de los resultados obteni- car a los participantes en el análisis discriminante. Entre opuestos
dos y comentados aquí, no debe considerarse el TA como un défi- y las dos pruebas en las que los grupos no se han mostrado distin-
cit práxico sólo, sino como la evidencia de la continuidad del DN tos hay alguna diferencia notable. En la tarea de opuestos la rela-
a las formas leves del TEL (trastorno de programación fonológi- ción entre la palabra estímulo y las activadas a partir de ella es
ca), con la actividad de la MT fonológica significativamente com- mucho más restrictiva: de entre las palabras activadas, el niño de-
prometida, aunque en menor medida que en el TEL. be seleccionar sólo una y ésta debe adecuarse a la relación plante-
Por tanto, la RPP permite diferenciar al TEL del DN, y a ada en el enunciado del ítem. En cambio, en las otras dos pruebas
ambos del TA, aunque con menor precisión dando esa impre- todas las palabras activadas a partir de la palabra estímulo sirven,
sión de ‘trastorno intermedio’. Pero, según los datos obtenidos simplemente, como parte de la respuesta (fluidez de MSCA), o
en este trabajo, la RPP no puede ser considerada un marcador para describir la palabra estímulo (vocabulario de MSCA). Se
específico del TEL. Conti-Ramsden [6] encuentra que junto a la podría, por tanto, conjeturar que los niños con TEL muestran en
RPP son los morfemas del tiempo pasado en inglés los que dife- sus interacciones comunicativas habituales, respecto al léxico,
renciarían específicamente al TEL de otros trastornos. Sin em- mayor dificultad en la recuperación de palabras adecuadas al tó-
bargo, se puede conjeturar que en español no sería la presencia pico, adecuadas a las palabras dichas por el interlocutor. Esta difi-
limitada de morfemas verbales en el habla del niño una marca cultad constituiría una de las características del TEL.
del TEL, debido a las características de su morfología: relevan- Por último, los resultados apoyan sólo ligeramente la dife-

S206 REV NEUROL 2006; 43 (Supl 1): S201-S208


TRASTORNOS ESPECÍFICOS DEL LENGUAJE

rencia que se esperaba encontrar entre los grupos DN y TEL en tarea no parecen privativas de los niños con TEL. Se encuentra
función de la familiaridad de las sílabas que componían las también en trastornos leves como el TA, y en otros como la hipo-
pseudopalabras. Es cierto que hay una diferencia significativa acusia moderada y el trastorno de lenguaje asociado a déficit cog-
entre los resultados de la RPPf y RPPnf en función de los gru- nitivo. Los resultados obtenidos aquí serían relativamente compa-
pos. Pero el tamaño del efecto corrige esta significación. La tibles con la hipótesis del déficit de memoria procedimental [59].
explicación del TEL dada por Tallal et al [19-21] no encuentra La frecuencia de las sílabas que forman las pseudopalabras
una confirmación contundente, al menos para los niños con es importante en español; sin embargo, es importante en todos
TEL hispanohablantes. En efecto, si todos los niños tienen más los niños, aunque se da una diferencia significativa entre los
dificultades en las pseudopalabras con sílabas no frecuentes, el grupos en la interacción grupo-frecuencia, pero con un bajo ta-
problema no es intrasilábico, como propugna Tallal [19]. Si fue- maño del efecto. Es decir, los niños hispanohablantes ven facili-
ra así, los niños deberían presentar dificultades similares en tada la tarea de repetir pseudopalabras cuando éstas están cons-
ambos tipos de pseudopalabras. Que una sílaba haya sido oída tituidas por sílabas frecuentes. Por tanto, manejan representa-
más o menos veces por un niño no debería afectar a su capaci- ciones fonológicas basándose en sílabas más que en fonemas, lo
dad para reproducirla, ya que si logra identificar y discriminar que hace que las explicaciones del TEL basadas en la limitación
los fonemas de que consta una secuencia, sea o no frecuente, perceptiva (grupo de Tallal) no se puedan aplicar a los niños his-
podría repetir dicha secuencia. Y la dificultad en esa identifica- panohablantes con TEL.
ción de fonemas, no de sílabas, es la que estos investigadores Son asimismo necesarias investigaciones con niños hispa-
ponen en el origen del TEL. Y, si el niño tiene dificultades en nohablantes con TEL de edades diversas para aclarar el papel de
esa discriminación, los efectos serían similares en cualquier ti- la limitación de la MT fonológica, medida por medio de la RPP,
po de sílaba, independientemente de su frecuencia. en la adquisición del vocabulario. En este trabajo no se ha
encontrado una disminución del vocabulario, que sería espera-
En conclusión, la RPP es un buen marcador psicolingüístico del ble a partir de otras investigaciones. Se trataría de comprobar si
TEL en niños hispanohablantes frente a los que muestran un DN. el déficit en la adquisición temprana de palabras se supera a
No obstante, debe tenerse en cuenta que las dificultades en esta costa de una peor organización del léxico mental.

BIBLIOGRAFÍA
1. Bishop DVM, North T, Donlan C. Nonword repetition as a behaviour- 17. Gray S. Word-learning by preschoolers with specific language impair-
al marker for inherited language impairment: evidence from a twin ment: What predicts success? J Speech Lang Hear Res 2003; 46: 56-67.
study. J Child Psychol Psychiatry 1996; 33: 1-64. 18. Edwards J, Lahey M. Nonword repetitions of children with specific
2. Dollaghan C, Campbell TF. Nonword repetition and child language language impairment: Exploration of some explanations for their inac-
impairment. J Speech Lang Hear Res 1998; 41: 1136-46. curacies. Applied Psycholinguistics 1998; 19: 279-309.
3. Bishop DVM, Bishop SJ, Bright P, James C, Delaney T, Tallal P. Dif- 19. Tallal P. Experimental studies of language learning impairments: from
ferent origin of auditory and phonological processing problems in chil- research to remediation. In Bishop DVM, Leonard LB, eds. Speech
dren with language impairment: evidence from a twin study. J Speech and language impairments in children. Causes, characteristics, inter-
Lang Hear Res 1999; 42: 155-68. vention and outcome. Hove, UK: Psychology Press; 2000.
4. Ellis Weismer S, Tomblin JB, Zhang X, Buckwalter P, Chynoweth JG, 20. Merzenich MM, Jenkins WM, Johnston P, Schreiner C, Miller SL, Tal-
Jones M. Nonword repetition performance in school-age children with lal P. Temporal processing deficits of language-learning impaired chil-
and without language impairment. J Speech Lang Hear Res 2000; 43: dren ameliorated by training. Science 1996; 271: 77-84.
865-78. 21. Tallal P, Miller SL, Bedi G, Byma G, Wang X, Nagarajan SS, et al.
5. Gray S. Diagnostic accuracy and test-retest reliability of nonword rep- Language comprehension in language-learning impaired children im-
etition and digit span tasks administered to preschool children with proved with acoustically modified speech. Science 1996; 271: 81-4.
specific language impairment. J Commun Disord 2003; 36: 129-51. 22. Montgomery JW. Information processing and language comprehension
6. Conti-Ramsden G. Processing and linguistic markers in young children in children with specific language impairment. Topics in Language
with specific language impairment (SLI). J Speech Lang Hear Res Disorders 2002; 22: 62-84.
2003; 46: 1029-37. 23. Montgomery JW. Understanding the language difficulties of children
7. Norbury CF, Bishop DVM, Briscoe J. Does impaired grammatical com- with specific language impairments: does verbal working memory mat-
prehension provide evidence for an innate grammar module? Applied ter? Am J Speech Lang Pathol 2002; 11: 77-91.
Psycholinguistics 2002; 23: 247-68. 24. Gillam RB, Van Kleeck A. Phonological awareness training and short-
8. Horohov JE, Oetting JB. Effects of input manipulations on the word term memory: clinical implications. Topics in Language Disorders 1996;
learning abilities of children with and without specific language im- 17: 72-81.
pairment. Applied Psycholinguistics 2004; 25: 43-65. 25. Gupta P. Examining the relationship between word learning, nonword
9. Plante E. Criteria for SLI: the Stark and Tallal legacy and beyond. J repetition, and immediate serial recall in adults. Q J Exp Psychol 2003;
Speech Lang Hear Res 1998; 41: 951-7. 56A: 1213-36.
10. McArthur GM, Bishop DVM. Which people with specific language 26. Adams AM, Gathercole SE. Limitations in working memory: Implica-
impairment have auditory processing deficits? Cogn Neuropsychol tions for language development. Int J Lang Commun Disord 2000; 35:
2004; 21: 79-94. 95-116.
11. Gopnik M, Crago MB. Familial aggregation of a developmental lan- 27. Jarrold C, Baddeley AD, Hewes AK, Leeke TC, Phillips CE. What
guage disorder. Cognition 1991; 39: 1-50. links verbal short-term memory performance and vocabulary level?
12. Gopnik M. Language deficits and genetic factors. Trends Cogn Sci 1997; Evidence of changing relationships among individuals with learning
1: 5-9. disability. Journal of Memory and Language 2004; 50: 134-48.
13. Van der Lely HKJ. Narrative discourse in grammatical specific lan- 28. Viding E, Spinath FM, Price TS, Bishop DVM, Dale PS, Plomin R.
guage impaired children: a modular language deficit? J Child Lang Genetic and environmental influence on language impairment in 4-
1997; 24: 221-36. year-old same-sex and opposite-sex twins. J Child Psychol Psychiatry
14. Van der Lely HKJ, Stollwerck L. Binding theory and grammatical spe- 2004; 45: 315-25.
cific language impairment in children. Cognition 1997; 62: 245-90. 29. Kail R, Hall LK. Distinguishing short-term memory from working
15. Bishop DVM, Bright P, James C, Bishop SJ, Van der Lely HKJ. Gram- memory. Mem Cognit 2001; 29: 1-9.
matical SLI: A distinct subtype of developmental language impair- 30. Baddeley A, Gathercole S, Papagno C. The phonological loop as a lan-
ment? Applied Psycholinguistics 2000; 21: 159-81. guage learning device. Psychol Rev 1998; 105: 158-73.
16. Ellis Weismer S, Evans JL. The role of processing limitations in early 31. Fazio BB. The effect of presentation rate on serial memory in young
identification of specific language impairment. Topics in Language children with specific language impairment. J Speech Lang Hear Res
Disorders 2002; 22: 15-29. 1998; 41: 1375-83.

REV NEUROL 2006; 43 (Supl 1): S201-S208 S207


G. AGUADO, ET AL

32. Gupta P, MacWhinney B. Is the phonological loop articulatory or audi- 46. Sebastián N, Bosch L, Costa A. La percepción del habla. In De Vega
tory? Proceedings of the Fifteenth Annual Conference of the Cognitive M, Cuetos F, eds. Psicolingüística del español. Madrid: Trotta; 1999.
Science Society. Hillsdale, NJ: Lawrence Erlbaum; 1993. 47. Mattys SL, Jusczyk PW, Luce PA, Morgan JL. Phonotactic and pro-
33. Cocchini G, Logie RH, Della Sala S, MacPherson SE. Concurrent per- sodic effects on word segmentation in infants. Cogn Psychol 1999; 38:
formance of two memory tasks: Evidence for domain-specific working 465-94.
memory systems. Mem Cognit 2002; 30: 1086-95. 48. Pitt MA, Smith KL, Klein JM. Syllabic effects in word processing: evi-
34. Larsen JD, Baddeley A. Disruption of verbal STM by irrelevant speech, dence from the structural induction paradigm. J Exp Psychol Hum Per-
articulatory suppression, and manual tapping: Do they have a common cept Perform 1998; 24: 1596-1611.
source? Q J Exp Psychol 2003; 56A: 1249-68. 49. Dodd B. Procedures for classification of subgroups of speech disorder.
35. Montgomery JW. Examination of phonological working memory in In Dodd B, ed. Differential diagnosis and treatment of children with
specifically language-impaired children. Applied Psycholinguistics 1995; speech disorder. London: Whurr; 1995.
16: 355-78. 50. McCarthy D. Escalas McCarthy de aptitudes y psicomotricidad para
36. Gathercole SE, Baddeley AD. Evaluation of the role of phonological niños. Madrid: TEA; 1986.
STM in the development of vocabulary in children: a longitudinal 51. Alameda JR, Cuetos F. Diccionario de frecuencias de las unidades lin-
study. Journal of Memory and Language 1989; 28: 200-13. güísticas del castellano. Oviedo: Universidad de Oviedo; 1995.
37. Gathercole SE, Baddeley AD. The role of phonological memory in 52. Majerus S, Van der Linden M, Mulder L, Meulemans T, Peters F. Ver-
vocabulary acquisition: a study of young children learning new names. bal short-term memory reflects the sublexical organization of the
Br J Psychol 1990; 81: 439-54. phonological language network: evidence from an incidental phono-
38. Gathercole SE, Service E, Hitch GJ, Adams AM, Martin AJ. Phonologi- tactic learning paradigm. Journal of Memory and Language 2004; 51:
cal short-term memory and vocabulary development: Further evidence 297-306.
on the nature of the relationship. Appl Cogn Psychol 1999; 13: 65-77. 53. Dunn LM. Test de vocabulario imágenes Peabody. Adaptación españo-
39. Avons SE, Wragg CA, Cupples L, Lovegrove WJ. Measures of phono- la. Madrid: MEPSA; 1986.
logical short-term memory and their relationship to vocabulary deve- 54. Gathercole SE, Willis C, Baddeley A, Emslie H. The Children’s Test of
lopment. Applied Psycholinguistics 1998; 19: 583-601. Nonword Repetition: a test of phonological working memory. Memory
40. Gupta P. Word learning and verbal short-term memory: a computation- 1994; 2: 103-27.
al account. Proceedings of the 18th Annual Conference of the Cogni- 55. Fazio BB. Mathematical abilities of children with specific language
tive Science Society. Hillsdale, NJ: Lawrence Erlbaum; 1996. impairment: a 2-year follow-up. J Speech Hear Res 1996; 39: 839-49.
41. Montgomery JW. Sentence comprehension in children with specific 56. Conti-Ramsden G. What is the nature of specific language impair-
language impairment: the role of phonological working memory. J ment? Is SLI really specific? In Baker A, Beers M, Bol G, De Jong J,
Speech Hear Res 1995; 38: 187-99. Leemans G, eds. Child language disorders in a cross-linguistic per-
42. Locke J. Gradual emergence of developmental language disorders. J spective. Amsterdam Series in Child Language Development. Amster-
Speech Hear Disord 1994; 37: 608-16. dam: University of Amsterdam; 1997.
43. Leonard LB. Children with specific language impairment. Cambridge, 57. Perelló J, Ponces J, Tresserra L. Trastornos del habla. Barcelona: Edi-
MA: MIT Press; 1998. torial Científico-Médica; 1981.
44. Martínez L, Bruna A, Guzmán M, Herrera C, Valle J, Vásquez M. Al- 58. Leonard LB. Specific language impairment across languages. In Bishop
teraciones en las representaciones fonológicas de la memoria de traba- DVM, Leonard LB, eds. Speech and language impairments in children.
jo en niños preescolares con trastorno específico del lenguaje. Revista Causes, characteristics, intervention and outcome. Hove, UK: Psychol-
de Logopedia, Foniatría y Audiología 2002; 22: 181-9. ogy Press; 2000.
45. Gallego C, Revilla P, Schüller MT. Recuerdo de material verbal en ni- 59. Ullman MT, Pierpont EI. Specific language impairment is not specific
ños con disfasia funcional. Cognitiva 2002; 12: 37-61. to language: the procedural deficit hypothesis. Cortex 2005; 41: 399-433.

REPETICIÓN DE PSEUDOPALABRAS EN NIÑOS REPETIÇÃO DE PSEUDO-PALAVRAS EM CRIANÇAS


ESPAÑOLES CON TRASTORNO ESPECÍFICO ESPANHOLAS COM PERTURBAÇÕES ESPECÍFICAS
DEL LENGUAJE: MARCADOR PSICOLINGÜÍSTICO DA LINGUAGEM: MARCADOR PSICO-LINGUÍSTICO
Resumen. Objetivos. Saber si la repetición de pseudopalabras (RPP) Resumo. Objectivos. Saber se a repetição de pseudo-palavras (RPP)
es una tarea que diferencia bien a los niños hispanohablantes con é uma tarefa que diferencia bem as crianças hispano-falantes com
trastorno específico de lenguaje (TEL) respecto a los que muestran perturbações específicas da linguagem (PEL) em relação às que
un desarrollo normal del lenguaje (DN) y trastorno de articulación mostram um desenvolvimento normal da linguagem (DN) e pertur-
(TA), y comprobar si las características fonológicas y silábicas del bações de articulação (PA), e comprovar se as características fono-
español, presentes en las pseudopalabras utilizadas en esta tarea, lógicas e silábicas do espanhol, presentes nas pseudo-palavras utili-
son compatibles con una explicación del TEL basada en la limita- zadas nesta tarefa, são compatíveis com uma explicação das PEL
ción auditiva temporal. Pacientes y métodos. 18 niños con DN, 19 baseada na limitação auditiva temporal. Doentes e métodos. 18
con TEL y 19 con TA, todos de 5 y 6 años, han realizado tareas ver- crianças com DN, 19 com PEL e 19 com PA, todos de 5 e 6 anos,
bales (sobre todo léxicas y de memoria verbal) y dos tareas de realizaram tarefas verbais (sobretudo lexicais e de memória verbal)
RPP: una con sílabas frecuentes y otra con sílabas no frecuentes. e duas tarefas de RPP: uma com sílabas frequentes e outra com síla-
Resultados. Como en inglés, la RPP es la tarea que diferencia me- bas não frequentes. Resultados. Como em inglês, a RPP é a tarefa
jor a los niños con TEL respecto a los niños con DN; pero incluso que melhor diferencia as crianças com PEL em relação às crianças
los niños con un trastorno menor, como el TA, muestran déficit en com DN; mas mesmo aquelas com uma perturbação menor, como a
esta tarea; puede considerarse este trastorno como una ‘zona in- PA, mostram défice nesta tarefa; pode considerar-se esta perturba-
termedia’ entre le DN y el TEL. Parece, pues, que el TA no es sólo ção como uma 'zona intermédia' entre o DN e as PEL. Parece, pois,
un trastorno puro de producción, sino que en su origen hay dificul- que a PA não é apenas uma perturbação pura de produção, mas
tades relacionadas con la formación de las representaciones fono- antes que na sua origem há dificuldades relacionadas com a for-
lógicas de las palabras. Conclusiones. En cuanto a la frecuencia mação das representações fonológicas das palavras. Conclusões.
de las sílabas, los resultados no apoyan la explicación basada en la Quanto à frequência das sílabas, os resultados não apoiam a expli-
limitación auditiva temporal en español. Se discuten otras explica- cação baseada na limitação auditiva temporal em espanhol. São
ciones: limitación general de procesamiento, con especial inciden- discutidas outras explicações: limitação geral de processamento,
cia de la memoria fonológica de trabajo, y perspectivas conexio- com especial incidência da memória fonológica de trabalho, e pers-
nistas. [REV NEUROL 2006; 43 (Supl 1): S201-8] pectivas conexionistas. [REV NEUROL 2006; 43 (Supl 1): S201-8]
Palabras clave. Frecuencia de sílabas. Marcador psicolingüístico. Palavras chave. Frequência de sílabas. Marcador psico-linguístico.
Memoria fonológica de trabajo. Repetición de pseudopalabras. Memória fonológica de trabalho. Perturbações de articulação. Per-
Trastorno de articulación. Trastorno específico de lenguaje. turbações específicas da linguagem. Repetição de pseudo-palavras.

S208 REV NEUROL 2006; 43 (Supl 1): S201-S208

You might also like