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Bernard Williams VERDAD Y VERACIDAD Una aproximacién genealégica ‘Traducci6n de Alberto Enrique Alvarez y Rocio Orsi él Tus(QQuets r “Tul origina Tru Truss. A Esa in Genealogy 1 ec febrero de 2008, (© 2002 by Princeton University Prost “Todos los derechos reservados, Ninguna par de este bro puede ser repro ‘Rat o wanda cn conker forma o por cuniguer media ectroneo 0 ‘ecco, blued fxocopis,grabacion cual ssema de amacena. ‘meta de inormacin, sn pian or esrdo de edo 1 del raducio: Albeo Ensique Avarer» Roxio Ors Diseio del cube: Lins Coty Ramon Da Reservados todos ls derechos de ea edi pra ‘Tangcts Editores, SAL" Cena Canto 8 O03 Barcelona Arettusetetioes som Deposit lea 8.72008 Fotocompicon Pacter SA Alcoa, 106108 08014 Barcelona Inmprno Sobre papel Gosua de Papelera dl Inbar, SA.” Geipuscoa| Impresin: A&A Grae, SL. ‘Eneuaderacion: Reinbook Iimprso om Linaoe indice Agradecimientos ° 1, El problema . B \Veracdad y verdad, 13; Auloridad, 18, Nietache, 24 2, Genealogia 3 Realy fcticto, 3; Naturatismo, 33; El Estado de Naturaleza no ‘el Plelstoceno, 37; Como pueden tiles ls clones, 4 ‘Origenes vergomzosos, 45; La gencalozia de la veracidad. 47 3.1 Estado de Naturaleza: una gata aproximada La sisi del trabajo, 51; Vedas cbvia, $4; Espacio, empo « indeterminacin, 62; El valor hasta este punto del resto, 66 4. Verdad, asercién y creencia, La verdad misma, Tt; Aserclones y verdad, 74; Aserciones¥ nocimionto, 83: Creoncis y verdad, 5. Sinceridad: la mentira y otras lases de engato El valor: zuna conexién interna, 91; La confanza, 94 La con Mabiidad en el diseuso, 9; Disposiciones dela Sinceridad, 101 EL fetichismo de la asercidn, 108: Mercer la verdad, 114 6. Procision: cierto sentido de la realidad La elaboracion de la Precision, 127; Métedos y obsticuls, 130 Realism y fantasia, 13%; Veracdad y bert, 143 7. ¢Cual era el problema con Minos? Introduccion, 181; Tucidides, 155; «Tiempos legendarioss, 156 El pasado y la verdad, 162 St m on 127 1 El problema Veracdad y verdad En la cultura y el pensamiento modernes sobresalen dos tenden- cia. Por un lado existe un compromiso profundo com la veracdad 0, {cuando menos, una omnipresent sospecha, una prevencidn contra el fengano, una voluntad de descubrir mis allé de Ins apariencias las es ‘ructuras y los motos reales que moran tras ellas Esta sospech siempre presente en la politica, se etiende ala comprensign histri- a, a las Clenclas sociales e,Incuso, ala interpretaciones de los des Cubrimientos va la iavestigacin en siencias naturals. ‘No obstane, junto con esa exigencia de veracidad,o (por Formula To de una forma menos posiiva) ese reflejo contra el engato, se da una desconfianza asimismo omnipresente respect ala verdad misma 0 bres tal cosa exist; sobre sien case de exlstin, pied ser més que Fe latva, subjetivao algo pore estilo; sere wi debigramos, adem, peo cuparnos por ella acometer niestas actividades ai dar cuenta de tllas, Estas dos tendencas, el frvor por la veracidad y la desconfian za frente la idea de verdad, estan wlacionadas entre s. Elanhelo de ‘eracidad pone en marcha un proceso de erica que debits Ia con viecion de que aya alguna verdad sequra oexpresable en su totalidad. Ta sospecha se cere, por ejemplo, sabre la historia, Algunss expla clones propuestas que pretendian contr la verdad sobre et pasado 8 ‘menudo se han reveladotendencioss,dcoldgieasonteresadas. Pera los intentos de sustitir estas distorvones por sla verdad pueden parse tuna vez més con la misma clase de objecién y. entonces, se plan. tea la cuestin dest alguna explicacignhistries pucde separ sin ms 1 ser verdadera: sila verdad objetvao la verdad absolta puede con Siderarse honestament (o, como dec mos con toda naturalidad, since Famente) lt meta de nuesrasinvestignciones sobre el pasado, Disco. nes parecidas sno incluso las isms, se han abierto camino en otros ‘campos. Pero s la verdad no puede ser la meta de nuestra investiga ‘jones, entonces con seguridad seri mas hones too ms sncero aban ddonar toda pretension de que lo sa, §asumie que. aga wendfa en 3 “onces una descripién de nuestra situaclor que prescindira de a idea PEua com, por eemplo, que estamos enrascados en una lucha de “eoricas Sri 1 observar que la exigencin de veracidad y el reehazo de la verted pueden ir units. Sin embargo, ex0 no significa que puedan eect? fellamenteo que la stuacion sa estabe. Si de verdad no se sacs uistencia de la verdad, ccusl seria entonces el objeto de Ja ‘Asien porlaveracidad? © ~pordetrlo de cio modo~ al apirar ala ve rastad reapecto a qué se supone que seesta siendo veraz? Esto no Biins dffcaltad abstractao una simple paradoja. Tene consecuen- Shaan fa politica realy sefial el peligro de que muesiras actividades aS Slee, en especial en el campo de es humantdades, puedan ha- Ta Geonin entc la aspiracion a la veracidad y la duda de que pe, dda (ealmente) encontrarse verdad slgura da lugar a una difcultad fa Srante: que el ataque a cierta forma espectica de verdad, como metTcaso que acabo de mencionar, la verdad historic, depende asi Ghismo de sas tess u otras que, a su vez, deben ser consideradas Tedaderas! De hecho, en el caso de a historia, esas otra tesis ser Tee eTonismo tipo. Aquellos que dicen que todas las explicaciones Historieas son constructos ideologies (que es una versign de la idea Betis cn realidad no existe ninguna veréad histrica) se basan en al- iaMclato que debe, a su vez, Feelamar verdad histérea. Muestran Ae fintorindores en principio «objetvos» han coatado tendenctose AMSute sus telatos desde una perspective particular; deseriben, por TJemble Tor seagos que se han deslizado en la construcién de diver- ce itistoris de Estados Unidos. Una explicacion ast, como un frag. rime concreto de historia, puede muy bien ser verdadera, pero li edad Se una vitad que resulta lamentablemente inGtl a un cr {ogc prctenda, no tanto desenmascarcr los historiadores de Amé- Hale precedieron, sino decimos que al final del camino no hay ‘Mine verdad histrica, Es lamativo o complacientes que son al canes historias sdesconsirucelonistasyrespecto al estatus de a his- ale gue ellos tsmos emplean. Se puede encontrar oo caso mis weitesoen algunas explicaciones «deseamascaradorase de la cenci Sura, les cuales se proponen mostrar que las pretensiones de des ‘brs la verdad de dlcha clencin no tenen fundamento a causa de Te ntertas sociales que controlan sus asuvidades, A diferencia de lo tise ocure con la historia, estas explicciones no se valen de verda ES SEi mismo tipo: no aplican Ia eiensia ala ertica de la ciencia. ‘Aplican [as clenci sociales, y en general se fundan en el sorprenden- ‘fupucsto de que la sociologia del couocimiento est en mejor po Scion para pronunciarse respecto a la verdad sobre la ciencia de lo ‘Que puier esata la ciencia para pronunciarse respect ala verdad, Sobre el mundo? 4 La idea de que para socavar una narracén historica se necesita otra narracign histrca ex correcta y debe ners slempre presente, peo no posible eliminar por s! mismas las tensiones y poner punto final Sl problema, Tales argumentos slo pueden sumarse al problema y, omo ha ocurrido a menudo en los diimos aris, acelerar el vitice “eseonatraceonista, Desde luego, tods las discusiones de este género tienen au momento, y puede que ahora, hasta certo punto, estén re- titlendo las erlias de este estilo que se concentraron durante un {Hempo en cuestiones como la interpretatén Interaria y la posbilidad {Se una historia objtiva, Pero esto no significa que los verdadero pro blemas hayan desaparecido, De hecko, como comprendh Nictsche, los verdaderos problemas han estado ahi antes de que la etiqueta de tponmodernial ls convirtiers em tema de debate public, y abs crenata, Este, exist el poigr deel ieminuelén de los en frentamientos mas teribles no supenga Sino la manifestacion de un Cinlsmo incre, ese ipo de calma que en las relaciones personales ste fe seguir s una serie de peleas histérieas, St la pasién por Is veraci- dad simplemente se controls y se aalla sin satisfacerse, se acabaré ‘on las actividades que se suponia que respaldaba. Esta puede ser una ‘Sila rayones de por qué, en el momento presente, el estudio de las hhumanidades corre el riesgo de deiizarse desde Ia seriedad profe Sona, através de la profesionalizacign, aun e= un término que, por tradicin flosfie, viene cargado con laimplicacion de que los pro- blemas conciemen a nuestro conacimiont de la verdad, de modo que los esegpticos aceplarian que hay algo que podemos legar a conocer fo fracazar en el intento de conocerfo, mientras que los autores que ‘sai consideramos rechazan de plano Ia idea de I verdad como obje {ode todas nuestra indagaciones o sugleren que, i we supone qu Ia ‘erdad es el objeto de invertigacin, entonces esta no existe y que lo ‘aie se quiere hacer pasar por investignckn en realidad ex alguna otra ‘cosa, Podrian denominarse esubyertidores, ero esto tiene la desven- {aja de que es lo que a muchos de ellos les gustaria lamarse a st mis- ‘mos. Los denominaré simplemente «negedores, o.que significa que 6 oo) niegan algo sobre la verdad (por ejemplo, en el caso extrmo, su exis {enela) que en general se considers importante en nuestra vias. Ove es exaclamente lo que algunos de dos niegan sera un tema central en eae libra, Por otro lado, contra los negadores nos legan desde a flosofia del lenguaje, en especial en su modalidad anaities, voces que recuerdan {que estas temerariasaliemaciones sn sin dda falas y que ni sigue ‘a ereen en ellas las personas que lis realizan: saben muy bien, por templo, que es verdad que es mart por la noche y que se encuen- {ran en Estados Unidos. Es mis, lo que afirman los negadores no po- dria ser verdad, pues nadie es capaz de aprender o hablar un lens jes menos que t admita como verdadero un conjunto considerable do ‘nunciados de ee lenguae. Estas lincas de argumentacion son, hasta ‘lerto punto, aceprables,» descmpetaran un papel en el desarrollo de ‘mi planteamiento. Pero chasta donde nos llevan? Este segundo grupo Hlamémesloel grupo de! sentido comin habiendo reabilitado la ver dad en alguna de sus funclones cotlianas, asume normalmente que ‘no hay mucho més que decir respect al resto de la eftiea de los ne tzndores, Pero bien puede ser que la respuesta dee intacta buena pa {e de dicha critica: las sospechas sobre las narraciones hstdicas, las representaciones sociales, la autocomprension, las interpretaciones pscolieas y politica: todo eso puede seguir resultado tan nguie- {ante como sigiren los negadores. ‘Ta actitad del grupo del sent comin respect los negadores se basa en un malentendido. Esta actitud parte del convencimiento de {que dado que a nocion de verdad es fundamental el hecho de que los negadores se hagan un lo en eiertosusoselementales de dicha nocion menoscaba lo que afirmen sobre cualquier atra cosa. En electo, alg nos negadores e han adherido a formulaciones confusas en Hosoi el lenguaje,dervadas en parte de una mala lectura de Saussure: tas formulaciones, a grandes rasgos,sostendrian que el lenguaje con sisteen «signos abitrarios» que sauquieren su sentido» en sus rela Ciones con otros signos ¥,siendo as, no puede relacionarse con un ‘mundo no linguistico. Hay agut un edimulo de errores. St =perto» es tin signe warbitrario» que se aplica alos perros es en todo caso i sige ho que se aplica alos perros, esto tene que sgnficar que puede re- Ferise un pero: yun pervo es wn perro, no una palabra. No cont ruaré por este camino, Hay ideas ms Inferesantes que considerar fn el discuso de los nesadores. Elles no obiienen sus puntos de Vista ‘sélo de simples errres sobre ol lenguajey la verdad. Mas bien creen {que en dreas importantes de nuesto pensamiento y en las interpre laciones tradicional de dichos campos hay que preocuparse por de- terminados asuntos: advierten que esos asuntos tienen que ver con la verdad: y (sin duda levados por el consabido deseo de decir algo ‘que sea ala vez emendamente gineral, sumamente importante ¥ trangulizadoramente simple) extienden s1 preocupacion a la nocién, de verdad misma. Dela suma de estos diversos malentenddos resulta que el grupo del sentido comin y los negadores, con sus respectivosestilos oso hos, se desayen entre s° Hemos de tener caro que Ia nocin de verdad, mpl una funcidn central en nuestra comprension dl lengua de las ots personas. Tenemos que preguntamos como puede relacion se esta funcion con estructuras mas amplas de pensamiento que son ‘tenciles para la comprension personal, social y politica de nosotros ‘miamos. Hasta que punto las narraciones que respaldan nuestras n- {erpretacionas de nosotros mismos y de los demas, y de las sociedades ‘en ve vivimos, pueden aspirar ala verdad? 2Es la verdad lo que ne- estan? (0 pueden Ser Yeraces sin ser verdaderas? Al abordar estas {Geeslonts, er major que etemos ablertan la idea de qu estas o> tructuras mas ampliss pucden ser objeto de serias sospechas. ‘Me interesa sobremanera lo que sumaiamente podria denominar se wel valor dela verdad». En sentido estrlcto, hablar de svalor de la ‘erdads es sin dua un error categoria: I verdad, en cuanto propie- dad de proposiciones o enunciades, no pertenece al tipo de objetos ‘que pueden tener un valor. El grupo del sentido comin negard que Crista valor de verdad en este sentido estricto, ello s feilmente Sceptable, La expresion sel valor de la verdad. deberia ser tomada ‘como una abrevintura del valor de diversissituaciones y actividades {que estén relacionadas con la verdad. Buena parte de nuestro anal Sis se va'a ocupar dl valor de To que Hamaré las avirtudes dela ver= dads, cualidades de las personas que se ponen de manfiesto cada vex ‘gue quieren saber la verdad, descubrilay contsrsela a otras perso thas Por otra parte, los negadores afirman que en ese sentido mas proftindo no hay ningn valor de verdad creen que el valor de esas Stuaclones y actividades, sts que lo denen, no puede explicarse ape Tando a la verdad, y esto es To que yo rechazo, Por ejemplo, pueden decir que, sunque algunos consideren que descubrir Ia verdad com: porta en st mismo mucha Importanci, 1 realidad, poseer creencias Yerdaderas no tiene ningsn valor més alls del valor pragmatico de Poseer ereencias que conducen a alguien hacia lo il yo alejan de lo erjudicial. Quienesafrman slo esto pueden ser negadores muy mo- derados; en lo que atane al concepto cotidiano de verdad, pueden Incluso pertenecer al grupo del sentido comin. Pero voy a sostener {ue ellos, tanto como los negadores mas radicals, han de tomarse en Serio la idea de que, en la medida en que perdams el sentido del va lor dela verdad, sn dda perderemos algo y hasta puede que lo per ddamos todo 18 | Auoridad Las tensiones que surgen cuando se renuncia a concepetones srias de Ja verdad y la veracidad se manifiestan tambien en los conflictos sobre la autoridad en el mundo académico habitual en ls dos dé «adas pasadas. Estos confictos etn ie lstrades en Olea a obra de David Mamet" Dicha pieza en general se ha interpretado como una ‘obra sobre el acoso sexual y las relasiones de géner® y cuando se re- present por primera vez, produ gran conmociin por esas cuesto~ nes. Pero también trata sobre algo "ds, en clerto modo relacionado pero, en algn sentido diferente. Una qucjaconstante del personae fe ‘menino esque ella hizo sacrficios para llegar la universidad con el propdsito de aprender algo, de que le contaran cosas que no sabia, pero lo que se le ofece es una permsivdad poco interesante, Se que Jn de que su profesor (cuya asignatura parece ser algo asf como sso Ciologia de la educaciéns) no la controla nila orienta lo suficiente: no Te-dice qué creer, ni siquiera que preguntar. No elerce autoridad. Al ‘mismo tiempo, se queja de que ejerce poder sobre ella, Puede dala lmpresion de que el personaje o el dramaturgo se han confundido, pero no es asi. El personaje masculina tiene poder sobre ella (puede ‘decidir qué eallficacion le corresponde) pero, precsamente argue le ta autoridad, ese poder es mero poder en parte, poder de genero, Su decision de modifcar In caificadisn todavia no eonstituye c! aco. so sexual en que ella y sus nuevas ecmpafers Feministas la canverti- in después, pero l ha abierto un abito en que cast todo puede in- terpretarse asi iy algunas critics muy simplistas de la autoridad académica tra dlicional que parecen ponernos en esta situacién. Si se denuncian por ‘gual y deforma simultanea como imposicionesideolpcas el canon de as obras, los escritores o los sistemas flosficos que han de et arse, los métodos para interpretaresylasnarraciones hstoricas que los explican se nos deja, de hecho, € un espacio estructurado dnc ‘mente por el poder. Malas noticias, 1 varios sentidos. Uno es que pr. va de autoridad a los propos erticos puesto que tienen que contar un relat (unos cuantos relatos pormencrizados, de hecho} para justifear ‘se relato: lo mismo que, por ejemplo, la denuncia de a historia re ‘quiere historia. demas, necestan oi relto para dar cuenta de por ‘qué estin en condiciones de contaro Incluso st, de un modo mas bien Penoso,echaran mano de una pretension de autordad que estuviera {valada solo por un estatus minortaio, haa falta wn reato pars ex pllcar su relevancia Pero sino ay autoridad,sélo hay poder Y malas noticias en otro sentido~ este relato tan simplisa no aroporcionars alos props ei 0s poder sufcienteo no les proporsionaré poder en absoluto,Anali- ‘arle todo a fondo siempre es un error para una minoria‘6 para los 9 Jesfavoreidos pues, en el fondo, ellos no son més que una minora Siporlo menos asi ocue si se oma en seo su alan de analizarlo {edo a fondo cova qe rramente pasa ex el mundo academic. (Un Spurado drecior de un departamento de Literatra Ingless me conte ISren-cleria ocaion que. enfentado aun grapo de docentes gue lo Scasabun de ser un agent de a estrctrade poder hegemonic, fe hay tha rustado deci sTeneis rnin, y ets deapodidos) Incluso st le fan a reuni sufcente poder (ye curios apoyados por quienes n0 Efcen gue eta de un problema de poder pero se sinter culpables, ingutctos oantcuados) como para leeer gran influeneia en os de- poniamentos de humanldades, munca aleaszan el poder necesaio para frantaner esos depatamentox cuando el ancho mundo empleza ape Sibir los clenlas humanas como algo abuid,tedioso ein. Aun fc tengan pdr slconte para veneer acters escuela, no Dastara Are prserar est ip de escuela: El verdadero poder es poder pall Teo, conomico oscil y= Benes posible que algunas ides infayan deforma devia sobre 6 so sora en cas de que ests ideas ten- {ean alain grado de storia Malas noticias en un tercr sentido porque esta osicién del todo simplisao nist (ns Ben esta upuesta posicin, pues es dudo- So due alguien la mantenga) legs sun exremo que suprime el debate oslo area de cudntaautoridad intelectual haem las rites, ino {Embign sobre como podemos concebire autridad. Merece ln pena ‘encionar aga un recurso muy antguo dela reterica defaconista ‘ue se memonta sin dud alos sofas egos” forme pare del re pertorio habitual de este ipo de negadoe Conssteen tomar clertas {isnclonesconsagradas ene lo sds eevados lo vnasbajon por ‘emplo entre razdny persussidn, argumeniaeiony fuerza, veraciad ‘munipulacen,yrecharar el elemento més clevado a a vez que se 2irma el ms bajo: todo, incluso le argunentaci ylaveraciad, 8 {Gnrealdad) fuera, persuesiény manipslacion. Este topo tene sus Shlicaciones Quiz sta posible gue perstada als personas 2 adoptar tha sin mas realsia Ge los elementos mds clevadoss; pods sy Alcs a detectaridallzaciones engafions de los mismos, Per ade tis de que esto ensegida se voce tremendament sro, ene el ineonveninte de que no ayuda a entender ese Idslzaciones i, me- nos todavia, reubica la dlcotomia orignal en un new espacio, de ‘modo que pda slr al rls diferescias reales etre as ferzas Cue so srBumentcinesy lx que no Te son, como la diferencia cm tre escuchar y ser golpeado un contraste que puede desvanecerse en los seminaris de humana pero que reaparece bruscamente sal sien es glpeado “feds estar de acuerdo con e grupo del sentido comin en que hay muchas verdes cotdlanas (en een, todo el mundo realmente nds om sos en ext). Por el momenta esta e una nocion muy 20 ‘aga: ms adelante se ofrecer un andlisis més detallado de algunas ideas relacionadss con ella” Entre exas verdades no solo se cuenta ‘enunclados sabre conjuntos resringdos de lo que JL. Astin deno- ‘mind «bienes banaess." sino ambien muchos enunclados pslcologt- 08 por ejemplo, sobre lo que alguien esta haclendo~ y muchos entn- lados sobre el pasado. (Esto se relsciona con Ia importante nocién ‘de mininarracion, que por sf misma puede expresar cierto conoci- Imiento sobre lo que alguien hace.) Las verdades eotidianas contras- fan con narracioneshistércasinterpretativaseinterpretaciones pico. logcas compejas (luego veremos qu es importante ebm las propias formas de inerpretacion tienen s propia histori). ‘Cuando me refier a las -verdadesctidianas» no quiero dec (esta cuestin es central para la argumenicin flosfica que trata de cons- ‘rule en pastriovescapislun) qu we sling ya ne creat ie utiles! Cuando alguien afirma que una propesicion de este po es ‘erdadera, exist procedinientos bie conocides para refutar esa ai ‘maci, por ejemplo, expicando cémo ln persona podria haber llega. flo crecr la proposicion sin que fueseverdaders: en buena medi la ‘materia prima de estos recursos se eompone su ver de verdades co- tidianas. Lo que es indiscutible es que en muchisimas ocasiones las proposciones de este tipo son verdaderasy se puode saber que lo son. {Las vendades cotidianas pueden comsiderarse de manera inmediata ¥ rrzonable como hechos, cuando Nietzsche afirmo, en contradicelén ‘on muchas otras cosas que dijo, -Hechos es precisamente To que no hay: Slo hay interpretaciones, se ecivocaba {as verdad cotdianas son importantes y hay que hacer hincapié en su importancia por varias razones. Una de las principales proces: paciones de este libro se encuentra rire lls el papel de las verdad: otdianas en la expicacin de la verdad y de significado y en la cons- truccion de una antropologia Moses. En segundo lugar, todo el ‘mundo sabe que hay verdades cotiianasy ess son muchas de ells. Aqui ln Filosofia, siguiendo lineas tazadas de diversa manera por Hume, Witigenstcin 0 Stanley Cavell tiene que devolsernos alo cot dlano. No obstante, todos estos autores pretenden devolves slo co- tidiano partendo de ls intima allenacién de un esceptiisimo flow co descabellado que deca dud de Inenstencia de un mundo externo, ‘de un tiempo pasado o de laexstenca de tras mentes. En cuanto & lo que ahora nos ineresa, la vets alo cotiiano (a a clase de verda- des cotidianas que cualquiera reconoce), se reliza desde un estado po- ltizado de rechazo que no es tanto ana allenacién 0 un alelamiento = Mise dy oo, Se ata Se exes ada par lobe spn» Cri seas Rap cs apc oa Sind site de io ‘rn ont Ee a. a F . Las razones por Is que no querer ser engiados, fade a con- Vinwnion, sont prudeuctales ist tao esa lus, querer aprehender correctamente as cosas en nuestro ‘rabajo intelectual o en nuestra ‘ida pretiea sera una eneston de widad. Pero no es de ninguna may nera posible que estas consideraciones sustenten un valor ieondico ral de la verdad muchas veces results mass ererfalsedades, Nuss ira ereenciaen una voluntad incondiconal de verdad “debe habereoriginado a pesar de hecho de sere demostra cons fantemente la inutlidad ¥ a peligrosidad dela “voluntad de ver dad de la "verdad a toda costa.“ toda cost jh, que bien com- prendemos esto una ver que hemor ofecidoy sacrificado fe tas fo Sobre este altar! De modo que la “voluntad de verdad” no significa “no quiero de- Jarme engafiae, sino ~no queda o'ra altenativa~ "no quiero eng far mi aun a mi mismo": $ con eso wos eneoramos eel trea de a moral ‘= Se habré comprendido lo que me propongo decir, que sigue endo tna fe metafsica, la fe sabre ln que descansa nucsta fe en la cleneia; que también nosot~os, los cognoscentes de ahora, los ateos antimetaisicos tomanos nuestra llama del fuego que hha encendido una fe milenaria, esa fe cristiana, que Fue tambien la fede Platon, segin la cual Dios es la verdad y la verdad es di titulo de esta seccin es «De qué modo nesotrs, también, ‘auimos siendo piadososs. La idea se desaroll despues en et Libro I fe La genealoyta dela moral, donde se descubre que el sideal acd ‘or, que ha recibido una explicacion genealogiea poco favorecedo. "a, hunde sus rafces en la voluntad de verdad, la cual impulsd lane cesidad de descubrir esa misma explicacian, Peo esto no derroca la Voluntad de verdad: «Too mi respeto para e ideal asetico, ela me- dda en gue sea honest." 2s La svoluntad incondicional de ventade no significa que queremos creer todas y cada una de las verdades. Significa que queremos en tender quienes somos, corregir error, evitar engafamos a nosotros ‘mismos, superar la commode falsedad. El valor de la veraeidad, ast en tendo, no puede descansar slo en su consecuencas. Diversts cree cia pueden ser necesarias para nesta vida, pero esto no demuestra {que Sean verdaderas: nla vida no es un argumenton." Ya en Humana, demasiado husneno Nietzsche habia scnlado: «Perspicaca fundamen ‘af: no hay una armonta prestablecida entre la busqueda dela verdad Yel bienestar de la humanidads. Cusado subraya la importancia his ‘rica “continua, sin duda—deeiversasconcepcionesflsas que han re agulado los pensamientos de las personas y les han suministrado sep "dad intelectual, las opone ala verde se pregunta qué va a suri ‘dela lucha entre ellnay unm creciente concioncn dela verdad nln {ts que punto la verdad admit ser incoporada?s.” + “Aunque se alerra alos valores de la veracidad,tene muy claro que Ja verdad puede ser no sélo init, sin destruciva. En particular las verdades de la propia filosofia de Nietache, que custionan el mundo ‘etafsio, en caso de que legeran a admitirse podrian desembocar en ‘un nihilismo destructivo. En las Obvaspastumas aparece una nota re veladora que alude al modo en que la dea de veracidad se ha vuelto Contra la moralidad que Is habia promovido y que termina con la si Bulente observacion: «Este antagonismo ~no tener eslima por lo que fabemos y que no se nos permita estar las mentiras que nos guste Fa decimos~se traduce en tn proceso de disclucigns.” 2De que me ‘era sno se nos permite» estimar este mentras? Hasta cierto punto, Nictasche erela que ya en su época eso era una necesidad historia 0 social: que, al menos enire las personas reflexivas, estas creeniclas se eillamente no podrian mantenerse dursate demasiado tiempo o no les ‘quedaba mucha vida. Es una buena pregunta si levaba razén: en es pecial cuando penssmos en ls formas secularizadas, politica que, tl ‘como Nietzsche supuso, se dean engatar por las mismas ilusiones. La ‘que sin Iugar a dudas es certo es que Nieusche considers que no te ‘er en gran estima esas iusiones se rwtaba de una necesidad ea, para él mismo y para cualquiera que lestuvieradispuesto a respeta, Hace falta coraje: »{Cudnta verdad senort, cusnta verdad osa un es piitu? Esto se fue convirsendo cada vez més, para mien la atentica linda de medida. El error (coer en e deal) no es cegura, el error cscobardiae ‘Siguen existiendo complejos debates en torno a lo que Nietzsche ppensaba que erala verdad. Sin lugar dudas e no ere, com esprit Dragmatsta, que ls ereencias eran vevdaderas siren & nuestros in {ereses oa nuestro bienestar:acabames de ver alguna de sus repetidas rnegaciones de esta dea. El punto de vita de moda en los kimos ten pot esque fue el primero de los negaderes, puesto que pensaba que no 2% ee existia Ia verdad, que la verdad es lo que cada uno cree o que es una categoria aburrida de la que podemes prescindliz Esto tambien es in. correo, y de una forma todavia mas grave, Nietzsche no pensaba ue l ideal de veacidad se retirase una vez descubieros sus origenes me Lafisicos,y tampoco supuso que la veacidad pushers desvineularse de ‘reocupacién por ia verdad. La veracidad, cnsiderada como esl, eva su poder y, lejos de concebir la verdad coma prescingible © “+ maleable la principal preocupacion de Nietzsche es cémmo puede Ha. erse soportable la verdad. Nietzsche -

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