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el plano académico. En este sentido, profesores que tienen a su miento del tópico en la conversación o la consideración de as-
cargo niños con un trastorno pragmático los describen con un pectos no verbales implicados en la comunicación. Esta escala
estilo participativo inapropiado en el contexto del aula, con difi- ha demostrado poseer un alto nivel de fiabilidad entre observa-
cultades para expresar con claridad sus conocimientos escolares dores, al tiempo que capacidad para discriminar entre grupos
y, consecuentemente, pueden presentar un bajo rendimiento aca- clínicos con perfiles comunicativos diferenciados.
démico y dificultades en el aprendizaje. En la misma línea, en formato de entrevista a padres, desta-
Por este motivo, en este trabajo nos proponemos realizar una can las propuestas de Dewart y Summers [22] y Girolametto
síntesis de los distintos procedimientos más comúnmente em- [23], cuyos protocolos permiten obtener perfiles pragmáticos
pleados en la evaluación de las habilidades pragmáticas, ilustra- del niño en relación a distintos aspectos como el uso de actos de
da con ejemplos de nuestra experiencia y práctica clínica que habla, la conducta conversacional y la variación del estilo
proceden de niños pertenecientes a distintos grupos clínicos. comunicativo en función de cambios situacionales.
Todos ellos presentan dificultades del lenguaje que afectan de Por último, y desde el pasado año, disponemos de la versión
diverso modo a su dimensión pragmática. estandarizada del Children’s Communication Checklist (CCC-2),
la última revisión del cuestionario elaborado por Bishop [24],
fruto de la investigación llevada a cabo por este grupo de inves-
EVALUACIÓN DE LA PRAGMÁTICA tigación en estos últimos 10 años. El CCC-2 es un cuestionario
La evaluación de las habilidades pragmáticas constituye sin formado por 70 ítems divididos en 9 escalas:
duda una labor enormemente compleja y desafiante. Las dife- – Dos escalas evalúan aspectos relativos a la estructura lin-
rentes aproximaciones dominantes en la propia conceptualiza- güística (habla y sintaxis).
ción de este tipo de dificultades tienen, obviamente, repercusio- – Cinco escalas valoran aspectos pragmáticos de la comunica-
nes en la diversidad de los contenidos de los procedimientos de ción (inicios inapropiados, coherencia, uso de lenguaje este-
evaluación empleados en la práctica diaria. Aún más, la depen- reotipado, empleo del contexto y rapport).
dencia situacional que conlleva la valoración de las habilidades – Dos escalas evalúan aspectos no lingüísticos (relaciones so-
pragmáticas acarrea un mayor grado de variabilidad y subjetivi- ciales e intereses).
dad en el proceso evaluativo, en contraposición a lo que ocurre
cuando nos enfrentamos a la valoración de otros componentes El cuestionario, que ha sido aplicado a niños de 4 a 16 años de
del lenguaje de carácter más modular como la fonología, la habla inglesa, debe ser cumplimentado por un adulto que tenga
morfosintaxis o el léxico. un contacto regular con el niño (profesores y padres [25]). Cada
Por otro lado, disponemos de un menor número de investi- ítem contiene una afirmación que describe una conducta especí-
gaciones evolutivas de carácter normativo, que sirvan como fica (por ejemplo, ‘habla repetitivamente sobre cosas en las que
punto de referencia para la evaluación. Si bien es cierto que nadie está interesado’), que debe ser valorada en función de su
existen numerosos estudios sobre el desarrollo pragmático en la grado de aplicabilidad al estilo comunicativo del niño. Para
primera infancia [18-20], contamos con escasos trabajos en esta cada una de las escalas pueden obtenerse puntuaciones estándar
área que evalúen estas habilidades en edades más avanzadas (a y percentiles. El punto de corte (132) permite discriminar niños
partir de los 6-7 años). En este periodo evolutivo el tipo de difi- con un diagnóstico de trastorno pragmático de casos más típicos
cultades características de los trastornos pragmáticos se mani- con un trastorno específico del lenguaje [7]. Asimismo, propor-
fiesta con mayor evidencia, dado que es entonces cuando al ciona indicadores sobre la medida en que determinados rasgos
niño se le exige un mayor dominio de la competencia comuni- autistas aparecen asociados a las dificultades pragmáticas.
cativa y conversacional. En síntesis, las escalas revisadas presentan una serie de ven-
Desde las consideraciones anteriores, en el proceso de eva- tajas que las convierten en instrumentos valiosos en el proceso
luación de la pragmática resulta conveniente incluir múltiples de evaluación de las habilidades pragmáticas, puesto que permi-
valoraciones, fundamentadas tanto en el empleo de procedi- ten establecer objetivos y directrices de intervención específicos
mientos centrados en el niño (instrumentos estandarizados y en función del área de déficit. Sin embargo, estos instrumentos
otras tareas, análisis cualitativo del discurso y la conversación) también adolecen de una serie de limitaciones, como son su
como de cuestionarios y escalas observacionales que sean cum- carácter excesivamente genérico o la influencia de la subjetivi-
plimentadas por personas significativas en la vida del niño dad del informante que los debe cumplimentar. Además, algu-
(padres y profesores, por ejemplo). nos aspectos pragmáticos del lenguaje dependen en cierto grado
de variables específicamente culturales, por lo que resulta nece-
sario adaptar a nuestro contexto escalas diseñadas en función de
CUESTIONARIOS Y ESCALAS DE OBSERVACIÓN cualidades o rasgos determinados por la cultura de cada país o
Puesto que desde la pragmática, el análisis del lenguaje se sitúa incluso sociedad.
en el contexto de uso, lógicamente, cualquier valoración requie-
re de la observación y el análisis de la comunicación en contex-
tos naturales de interacción. Desde los años ochenta, se han EVALUACIÓN DESARROLLADA CON EL NIÑO
venido desarrollando diversos protocolos, cuestionarios y esca- Instrumentos estandarizados
las de observación de la conducta comunicativa infantil, que El objetivo general de este tipo de pruebas es la determinación
pueden cumplimentar tanto el evaluador como las personas sig- de las diversas funciones del lenguaje. Por consiguiente, requie-
nificativas con las que el niño interactúa a diario. Sin duda, uno ren de la elección de un determinado acto de habla de acuerdo
de los protocolos más comúnmente empleados hasta la fecha ha con un contexto comunicativo específico, a través de distintas
sido el de Prutting y Kirchner [21], que incluye ítems relativos situaciones estimulares, en las que el niño tiene que enfrentarse
al dominio de la toma de turnos, la introducción y el manteni- a distintos marcos comunicativos y ponerse en el lugar de los
personajes que están implicados en la interacción. En español cativas dificultades en la conversación y en el discurso espontá-
disponemos de algunas subpruebas como las que aparecen en la neo. En este sentido, McTear y Conti-Ramsden [4] apuntan a
PLON [26] y las que se incluyen en el módulo de pragmática las buenas habilidades de memoria y de lenguaje estereotipado
del BLOC [27] y BLOC-Screening [28], que estudia el uso del que presentan algunos niños con problemas pragmáticos, lo que
lenguaje en distintas situaciones comunicativas. El evaluador les llevaría en ocasiones a un rendimiento adecuado en este tipo
presenta diferentes láminas que le sirven para determinar diver- de tareas.
sas funciones del lenguaje (saludos y despedidas, demandar
información, protestar, requerir acción, etc.) en cuya valoración Otras tareas y técnicas de evaluación
se tiene en cuenta la adecuación y la precisión de la información Además de las pruebas incluidas en instrumentos estandariza-
suministrada, su relevancia con el tema que se esté tratando y la dos, algunos autores han diseñado otro tipo de situaciones, or-
claridad y la estructuración de la forma de expresión. ganizadas de tal modo que obliguen al niño a emplear el lengua-
Aunque estos instrumentos proporcionan medidas normati- je de acuerdo con una función pragmática esperada. En este
vas que permiten la comparación con grupos de referencia, se sentido, Creaghead [29] elaboró uno de los primeros protocolos
centran en un número restringido de conductas conversaciona- de determinación, conocido como ‘protocolo de la mantequilla
les, las cuales son valoradas en un contexto que no es totalmen- de cacahuete’ (peanut butter protocol) (Tabla I), en el que, en
te natural. De hecho, puede darse el caso de niños que ejecuten una interacción estructurada el evaluador intenta instigar un
bien esta clase de pruebas y que, sin embargo, presenten signifi- determinado acto comunicativo por parte del niño. Con ello se
trataría de identificar actos pragmáticos que no se encuentren en tenido correlaciones elevadas test-retest en periodos largos (9 me-
su repertorio, y que, en consecuencia, podrían modelarse a lo ses), lo que es indicativo de su estabilidad temporal.
largo del programa de intervención. Una vez seleccionados los enunciados inadecuados se clasi-
Se han realizado distintas adaptaciones de la tarea, con dife- fican en una serie de categorías. De entre las empleadas por Bis-
rentes modificaciones (por ejemplo construir una cometa en hop y Adams [31] para el análisis, algunas de ellas se ajustan
lugar de untar una galleta). Como puede deducirse, se trata de con mayor adecuación a la dinámica conversacional, mientras
una tarea diseñada para niños pequeños (de entre 4 y 6 años), en que otras variables o categorías son más susceptibles de ser
cuya aplicación se han detectado limitaciones como el hecho de valoradas en una tarea narrativa más dirigida, que permita con-
que el niño responda con otro acto de habla que no sea el espe- trolar el contenido del mensaje que el niño va a comunicar.
rado pero que es adecuado en el contexto de interacción.
Finalmente, algunos autores [30] proponen el empleo de si- Variables en el análisis de la conversación
tuaciones de role-playing (simular la visita al médico, al super- Estructura del intercambio
mercado, al restaurante...). No obstante, es cierto que algunos El análisis de la estructura del intercambio se corresponde con
niños con dificultades pragmáticas se ajustan con bastante ade- los distintos modos de inicio (afirmar, preguntar...) y de res-
cuación a este tipo de situaciones. Probablemente, el carácter puesta (mínimas, extensas), en el marco de una secuencia con-
rutinario y repetitivo de esta clase de experiencias induce al versacional.
niño a emitir enunciados en cierta medida estereotipados, aun- Algunos niños con dificultades pragmáticas, especialmente
que sin duda propios de la comunicación en estas situaciones. los que se sitúan más próximos al espectro autista, tienden con
De ahí que un complemento indispensable y ciertamente el frecuencia a realizar intervenciones cortas, que suelen reducirse
núcleo de la evaluación de las habilidades pragmáticas, lo cons- a afirmaciones y negaciones o expresiones de desconocimiento.
tituya el análisis cualitativo de la interacción espontánea en dis- Este tipo de enunciados impide el progreso de la conversación,
tintas situaciones comunicativas, en particular, durante la con- por lo que el oyente debe continuar asumiendo la mayor respon-
versación y la elaboración de un discurso. sabilidad en el avance del diálogo. Según indica Leinonen et al
[33], estas respuestas podrían interpretarse como estrategias
compensatorias ante las dificultades que pueda experimentar el
ANÁLISIS CUALITATIVO DEL LENGUAJE. niño en la comprensión del enunciado del adulto. Precisamente
CONVERSACIÓN Y NARRACIÓN estos niños que tienden a proporcionar respuestas mínimas, sue-
Análisis de la conversación len también dejar turnos vacíos, esto es, pausas largas ante las
Los investigadores están de acuerdo en que son las rupturas o iniciativas o cuestiones del adulto.
cortes (breakdowns) en la comunicación los elementos ‘clave’ Por el contrario, podemos hallar intervenciones o respuestas
en la determinación de un trastorno pragmático [4]. Es esencial, extensas, en las que el niño mantiene el turno de habla durante
por lo tanto, llevar a cabo un análisis descriptivo detallado que un periodo largo de tiempo, sobreelaborando un tópico o repi-
permita identificar el modo en que se producen estos fallos en la tiendo innecesariamente y proporcionando mayor información
conversación, así como el efecto comunicativo que producen. de la requerida en un intercambio. Este estilo comunicativo es
En un intento por caracterizar de forma objetiva los proble- común en niños que presentan cierta incontinencia verbal o ver-
mas lingüísticos y comunicativos de los niños con dificultades borrea. Son locuaces en exceso, lo que les lleva a perder a me-
pragmáticas, Bishop y Adams [31] y Adams y Bishop [32] pro- nudo la coherencia global y secuencial de su discurso, tal y
pusieron unas directrices de análisis cuantitativo y cualitativo de como se observa en la respuesta de K a la pregunta ‘¿Cómo se
la conversación, el ALICC (Analysis of Language Impaired Chil- juega al escondite?’:
dren’s Conversation). Con el fin de determinar la muestra con-
versacional el evaluador emplea una técnica semiestructurada, ‘Pero muchos son, pero que que ya que ya se escondan po...
en la que el diálogo surge en torno a un conjunto de fotografías pero yaa se ha esconden por allí y y para que para que les
que representan escenas o situaciones familiares para el niño, lo pille pero mm bueno pero ya se ponen pero ya para que ya
que permite establecer una interacción de unos 5 a 10 minutos de les pillen porque sus amigos pero yaa.. cresen... pero ya
duración y obtener una muestra representativa de entre 100 y pero ya se hacen pero tan grandes y y y y ya y ya y Amparo
150 turnos conversacionales. Una vez obtenida, se procede a su sabe que ya está ee pero pero pero en el cole que manda ella
transcripción y se segmenta en enunciados. Las emisiones del porque ella es la perepesora’.
niño se categorizan en función de su grado de adecuación o ajus- (K, 7 años, con trastorno del proceso central de tratamiento
te a las demandas del contexto comunicativo, a la estructura de la y de la formulación).
conversación, siempre a partir de la primera impresión que el
enunciado provoque en el interlocutor, esto es, sin tratar de ‘for- O en la siguiente narración de un fragmento de la película Ha-
zar’ un contexto donde el enunciado sea juzgado como relevante. rry Potter:
Desde este punto de vista, el concepto de ‘inadecuación’ resulta
sin duda problemático. Es lógico pensar que diferentes evalua- ‘Harry Potter es un niño abandonado (que, de) Eslícerin
dores e interlocutores tengan percepciones distintas sobre lo que mató a sus padres. Él estaba destinado a Eslícerin pero qui-
consideran como ‘adecuado’, puesto que cada hablante puede so, pero él mismo quiso ponerse en Grifindorf, en Grifindorf
aducir razones diversas que justifiquen el empleo de una deter- en la primera y en la segunda en la Cámara Secreta es cuan-
minada emisión. No obstante, a pesar de la subjetividad de la do...un mons- la cámara secreta es una cámara que ha (...)
noción de ‘adecuación’, que, como se observa, carece de una que ha hecho Eslícerin y sólo los que ha (adoptado) pueden
definición operativa precisa, se han hallado niveles aceptables de entrar en él. Por eso, Harry Potter (...) adentro, con uno dice
fiabilidad entre evaluadores para esta medida. Incluso se han ob- que es un, con un (...) y aventuras, y, una, porque hay una
serpiente gigante que es el monstruo de Eslícerin y es que el En el proceso de adquisición de la competencia conversacio-
monstruo se había llevado a una, a la hermana (...) Grifin- nal, el hablante debe aprender a prestar atención a lo que se deno-
dorf. Bueno, los cuatro equipos, las cuatro casas del colegio minan los puntos de transición pertinentes [39], es decir claves
son son los nombres de los cuatro grandes magos que funda- sintácticas (finalización de sintagma, de oración), semánticas
ron el colegio: Grifindorf y Eslicer Flager, los tres apellidos’. (finalización de una unidad de contenido) y sobre todo, prosódi-
(J,7 años, con dificultades pragmáticas). cas (entonación descendente) y visuales, que advierten al oyente
de que la intervención del hablante está a punto de finalizar, y
Precisamente, según el estudio de Adams y Bishop [32], esta úl- que por tanto se le está cediendo el turno. Parece ser que algunos
tima variable (proporción de excesiva información irrelevante) niños con dificultades pragmáticas son menos susceptibles a la
refleja una característica especialmente estable de los niños con hora de captar estas señales, por lo que interrumpen al hablante,
trastornos pragmáticos que los distingue, no sólo de otros niños provocando así solapamientos en el habla [33]. Esta conducta se
con dificultades del lenguaje y de los niños control de la misma ha advertido especialmente en niños con trastorno por déficit de
edad, sino también de niños con un desarrollo lingüístico nor- atención con hiperactividad (TDAH), aunque en este caso proba-
mal de edad inferior. blemente como resultado de su problemática en el control inhibi-
Finalmente, en la categorización propuesta por Adams y torio del impulso, lo que les lleva a interrumpir abruptamente al
Bishop [32] se consideran también los enunciados ininteligibles interlocutor, sin esperar a la finalización de su turno [40].
y los enunciados incompletos. Estos últimos se corresponden en Además de las interrupciones y solapamientos, otro aspecto
general con las rupturas del flujo informativo (disfluencias o destacable que altera la dinámica seguida en la alternancia de
mazes –pausas largas, falsos comienzos o reinicios, repeticio- turnos en la conversación, es la frecuencia con que se producen
nes, autocorrecciones, enunciados abandonados, etc.–). Este emisiones o enunciados irrelevantes con respecto a las interven-
tipo de fenómenos refleja la conciencia del hablante sobre las ciones precedentes. Así, por ejemplo, cuando a K se le preguntó
discrepancias entre sus intentos comunicativos y la producción acerca de sus preferencias sobre programas de televisión, la
real de los enunciados. Las causas potenciales de estas rupturas interacción transcurrió del siguiente modo:
son los errores en la planificación y formulación del mensaje,
las dificultades en el acceso al léxico o los fracasos a la hora de E: ¿Te gusta alguna serie de la tele?
proporcionar la información necesaria al oyente [34]. La inves- K: (la niña niega con la cabeza).
tigación sobre este tipo de fenómenos se ha centrado en su estu- E: Las Supernenas ooo... ¿nada? ¿no ves la tele?
dio en niños con dificultades del lenguaje (no específicamente K: Sí, peroo, bueno, eso, vale...
dificultades pragmáticas) y ha obtenido resultados contradicto- E: ¿El qué el qué?.
rios. Algunos estudios no han hallado diferencias entre grupos K: Que ya vale en euros eso todo.
[35,36], mientras que en otros trabajos se ha advertido que los (K, 7 años, con trastorno del proceso central de tratamiento
niños con dificultades lingüísticas presentan mayor número de y de la formulación).
disfluencias [37]. En un estudio en español sobre el desarrollo
lingüístico y cognitivo de los niños con trastorno específico del En este sentido, y como ya se ha señalado con anterioridad en
lenguaje (TEL), Serra [38] encontró que, aunque los resultados relación con la información en exceso irrelevante, se observan
globales no eran significativos, resultaba interesante constatar cambios de tópico inesperados en el interior del turno del niño,
la mayor frecuencia de disfluencias en los niños control que en digresiones que dificultan la comprensión del lenguaje. Por
los TEL, probablemente debido al mayor nivel de atención y ejemplo, cuando a S se le preguntó ‘por qué en las elecciones el
competencia lingüística del primer grupo. Esta discrepancia en voto es secreto’, su respuesta fue la siguiente:
los resultados hallados podría deberse al hecho de que no se han
realizado diferenciaciones en cuanto al tipo de disfluencias ana- ‘Porque es un secreto de ellos, los secretos, a lo mejor no
lizadas. Probablemente, algunas de ellas reflejen problemas en quiere la gente que lo sepa, igual que los piratas, que ellos,
la planificación y formulación del discurso (repeticiones de cogían ellos el botín, lo robaban, pedían ellos lo que ellos
palabras y de sílabas, reinicios y falsos comienzos, enunciados querían, cogían ellos en la arena, lo enterraban, y después de
abandonados y pausas largas y llenas –mmm, eee–), mientras enterrarlo no querían que nadie estuviera a su lado, porque
que otras manifiesten una buena capacidad de planificación y de así sabrían, que no querían ellos que nadie, que nadie le, que
conciencia metalingüística y metacomunicativa (autocorreccio- nadie supiera donde estaría el tesoro más que ellos’.
nes –gramaticales, léxicas–, reformulaciones y comentarios (S, 10 años, con trastorno pragmático)
metacomunicativos –sobre el propio proceso del habla–). Se
necesitarían investigaciones que aportaran resultados conclu- A pesar de reconocer la dificultad de la pregunta y la originali-
yentes en relación con estas cuestiones. dad de la respuesta, es evidente que aparecen cambios de tópico
inesperados. La niña dice algo que está de algún modo relacio-
Toma de turnos nado con el tema original, pero no resulta realmente relevante a
A lo largo de una conversación, la alternancia de turnos eficien- la pregunta. Un tema parece ‘disparar’ otro que solo tiene cohe-
te depende fundamentalmente de un ajuste temporal preciso rencia para el niño pero no resulta relevante a lo que se le pide.
entre las intervenciones, de tal modo que se eviten circunstan-
cias en las que dos interlocutores hablen simultáneamente o, por Reparaciones
el contrario, se produzcan pausas excesivamente largas entre los Las reparaciones remiten a un conjunto de conductas conversa-
turnos. De ahí que el análisis de la conversación se dirija en este cionales en las que se intenta superar una ruptura o fallo en la
caso a la identificación de huecos y violaciones del turno de comunicación, mediante demandas de clarificación y respuestas
habla. Centraremos nuestra atención en este último aspecto. a estas peticiones del interlocutor. En este sentido, Adams y Bi-
shop [32] hallaron una mayor tendencia en el empleo de peti- ej.: ‘Hay que ponerle sello porque solo así las puedes enviar
ciones de clarificación por parte del interlocutor adulto durante por correo’). No obstante, hemos de señalar también la con-
la interacción con niños con alteraciones pragmáticas, lo que ducta de perseveración en la pregunta por parte del evaluador
confirma las dificultades en la comprensión que entraña el (‘¿por qué?’), lo que por otro lado pone de manifiesto las difi-
seguimiento de una conversación con niños que presentan esta cultades que presentan estos niños con la comprensión de
problemática. Esta continua demanda de clarificación por parte cuestiones de tipo causal, ya que exigen un nivel de abstrac-
del adulto se ejemplifica en el siguiente diálogo en el que de ción en el razonamiento e incluso habilidades inferenciales
nuevo trata de narrarse una película: más complejas [41].
En este sentido, se ha señalado que los niños con dificultades un control sobre el contenido y estructura de la narración, lo que
pragmáticas tienen un estilo diferente de aprendizaje del lengua- a su vez posibilita una evaluación más objetiva de la ejecución
je, parecen aprender más de forma memorística, que mediante la del niño, permitiéndonos, por ejemplo, conocer las omisiones o
integración de la significación real de las palabras, de tal modo adiciones de información. Es importante además utilizar una
que el uso del lenguaje no se realiza con la misma flexibilidad película muda, puesto que si empleáramos una tarea de retelling
que la que se observa en el desarrollo normal del lenguaje [4]. auditivo, el niño estaría expuesto a un modelo textual previo, lo
que podría inducir a una situación de carácter ecolálico, esto es,
Fracaso en usar el contexto en la comprensión a la repetición memorística de lo escuchado con anterioridad.
y dificultad para comprender mensajes no literales Por otra parte, y dado que el niño debe contar la película a un
(comprensión de unidades fraseológicas idiomáticas, interlocutor supuestamente ingenuo, con el que no comparte el
metáforas y otras figuras del lenguaje –sarcasmo, ironía–) conocimiento de la historia, se asegura el valor comunicativo de
Se ha señalado comúnmente que los niños con dificultades prag- la tarea, lo que nos permite evaluar con mayor precisión las pre-
máticas presentan dificultades para captar los distintos sentidos suposiciones que realiza acerca de los conocimientos del oyen-
que puede tener una misma palabra, significado que en muchas te. En estos casos, los procedimientos lingüísticos empleados
ocasiones se deduce a partir del contexto [44-46]. Tienden a rea- –y especialmente, los de carácter referencial– resultan indispen-
lizar interpretaciones literales, son poco conscientes de los so- sables para regular el flujo de la información nueva y dada, en
breentendidos, y pueden fracasar en reconocer las intenciones definitiva, para el logro de la adecuación pragmática del discur-
humorísticas o sentirse confusos ante las bromas [47]. Ante este so. En cierto sentido, esta actividad trata de cumplir así con
tipo de situaciones, el oyente necesita ir más allá de lo visual o algunos de los requisitos que caracterizan las tareas de comuni-
verbalmente explícito para comprender el mensaje. Ello implica cación referencial, es decir, aquellas situaciones en las que un
tener en cuenta claves contextuales o situacionales y vincular lo hablante debe comunicar información a un receptor sobre un
manifiesto con el conocimiento del mundo que posee el hablan- referente común con elementos similares pero sin que puedan
te, esto es, ser capaz de elaborar inferencias pragmáticas. compartir realmente el contacto directo con este [58].
Por ejemplo, C, ante la pregunta ‘¿Qué dibujos ves?’ (en el Finalmente, en la historia escogida se presentan imágenes y
contexto conversacional de los programas de televisión), con- situaciones en las que el niño debe inferir pensamientos, creen-
testó ‘Veo estos’, refiriéndose a unos dibujos que había encima cias y reacciones emocionales de los personajes. Por ello, este
de la mesa, fallando por tanto en comprender el valor habitual instrumento resulta especialmente adecuado para la evaluación de
del tiempo presente. En otra ocasión, durante la ejecución de la la comprensión inferencial, otra de las áreas de déficit en la com-
subprueba de ordenación y relato de historia de la PLON, cuan- petencia lingüística de los niños con dificultades pragmáticas.
do se le solicitó que contara la historia, respondió ‘este, este y El análisis del discurso narrativo resultante permite evaluar
este’, señalando con el dedo las tres viñetas. En este caso, el especialmente variables relacionadas con:
niño capta el significado numérico de contar pero no el uso más – La coherencia secuencial y global del relato.
ajustado al contexto de relatar, narrar. En esta misma línea, se – La cohesión referencial, en concreto, los procedimientos de
advirtieron dificultades en la descripción e interpretación de introducción y mantenimiento de referentes.
situaciones complejas. Por ejemplo, cuando se le solicitó que – La comprensión inferencial de la historia.
interpretara lo que ocurría en una escena en la que un personaje
estaba expresando silencio de forma gestual (para no despertar Coherencia
a otro personaje), respondió ‘se pone el dedo en la boca’, fallan- La elaboración de una narración requiere establecer relaciones
do en atribuir un significado a ese tipo de comunicación gestual de significado entre los elementos que la componen, relaciones
de acuerdo con el contexto situacional. de coherencia. El logro de la coherencia textual implica, entre
otros factores, la organización temporocausal del contenido del
Variables en el análisis del discurso narrativo texto, disposición que han tratado de reflejar las aproximaciones
Según los hallazgos de distintas investigaciones [48,49], la eva- seguidas por las gramáticas de historia [59]. Desde este enfoque,
luación de las habilidades narrativas resulta especialmente sen- la unidad episodio resulta ser el componente central que articula
sible al tipo de déficit en la organización y secuenciación que se la organización estructural del relato, de ahí que con objeto de
encuentran en niños con dificultades pragmáticas. Para la eva- analizar la coherencia narrativa hayamos dividido los relatos en
luación del discurso narrativo, disponemos de instrumentos unidades episódicas, valorando su estructura interna en función
estandarizados en lengua inglesa [50-52] y de diversas propues- de los criterios propuestos por Stein y Glenn [59]. Así, conside-
tas metodológicas que se han adoptado en diferentes estudios ramos que los episodios presentan un grado adecuado de cohe-
sobre el tema. Estos procedimientos comprenden, a modo de rencia interna si contienen los componentes básicos de la estruc-
continuo, desde actividades realizadas en situaciones muy con- tura episódica (suceso desencadenante y consecuencia o resulta-
troladas, como la reproducción de historias [53], hasta situacio- do) o si a estos componentes básicos se añaden constituyentes
nes más libres, como la generación de narraciones a partir de opcionales como la codificación de obstáculos o la inclusión de
guiones (scripts) [54] o el análisis de los relatos surgidos de for- reacciones o respuestas internas. Esta estructura corresponde a
ma espontánea en las conversaciones adulto-niño [55]. un episodio completo. En la medida en que predomine esta or-
En nuestra práctica clínica solemos emplear una película ganización episódica, el grado de coherencia del texto será
corta (7 minutos de duración), en imágenes, ‘La rana va a cenar’ mayor. Por el contrario, si falta alguno de los componentes de la
(Frog goes to dinner, Phoenix Films), vídeo utilizado en otros estructura básica episódica, la coherencia puede verse afectada,
trabajos de análisis narrativo infantil [56,57]. Son varios los dado que si se omite información relevante, el oyente puede
motivos que justifican o fundamentan la elección de este proce- establecer relaciones de significación erróneas entre los enun-
dimiento. Por un lado, el uso de una película nos permite tener ciados. En este caso hablaríamos de episodio incompleto.
Tabla II. Análisis comparativo de la coherencia en un niño con dificultades pragmáticas y en un niño sin dificultades de la misma edad cronológica.
1. El niño se viste para salir Es un niño que tiene dos mascotas, (Es un) es un niño que se está vistiendo para ir
a cenar con sus padres. un perro y una rana (L) a un restaurante a cenar con sus padres (L)
y se va a un bar (L) tiene un perro y una rana (L)
(yyy) y el perro>
(y) y se trae a la rana al restaurante (L)
3. Episodio del acuario de langostas (entonces) entonces, se va la rana (L) y luego cuando el niño está en el restaurante
y forma un desastre (C) con sus padres con la rana en el bolsillo (L)
porque va a la piscina (L) se la ha metido en el bolsillo (L)
(eee) se le escapa (SD)
se va (C)
se va por ahí (C)
y se mete en (en un en un) como una pecera (L)
que tiene (no sé cómo se llama) pue es bichos como cangrejos (L)
yy se mete (C)
y entonces (los) los bichos como cangrejos casi (les le) le pinhan (I-C)
6. El chef intenta matar y cuando llega el cocinero jefe (L) y cuando viene el jefe de los cocineros (L)
la rana y el niño la salva. lo mira (RI) dice qué es esto? (RI)
y mira todo (que) que está todo y luego coge a la rana (I)
hecho un higo, toda la comida (RI) (y) y casi la mata (SD)
está una rana que se le acerca (SD) y el niño dice nooo! (RI-O)
y entonces va a cogerla para hacer y la coge (C)
una cosa con ella (I)
Y cuando el niño la ve grita aaaaaah! (RI-O)
7. Resolución. y cuando llegan a su casa (L) (yy) y luego se van a su casa (L)
Vuelta a casa se va a su habitación (L) y luego se ríen todos (RI)
sus padres se echan a reír (RI) y ya está (marca de finalización)
en su habitación, ya la rana con él (L)
y ya se acaba (marca de finalización)
Evaluación final
Unidades episódicas 5 6
Omisiones 2 1
Episodios completos 2 4
Episodios incompletos 1 0
L: localización; SD: suceso desencadenante; C: consecuencia; I: intento; O: obstáculo; RI: respuesta interna.
La conducta esperable en los niños con dificultades pragmáti- se despertaron había una rana (con) con agua, pero se cayó
cas implica la violación de dos de las máximas conversacionales encima, pero ∅ casi le cortó con el cuchillo el cuello’.
planteadas por Grice [60], en concreto, la máxima de la cantidad (P, 9 años, con trastorno pragmático)
y la de la relación, es decir, aquellas situaciones en las que el niño
omite información necesaria o añade información irrelevante. En consecuencia, las inadecuaciones en el establecimiento de
Así, tal y como se refleja en la tabla II, J, un niño de 7 años referentes pueden llevar a interpretaciones equivocadas. Así, en
con dificultades pragmáticas, omitió 2 de las 7 unidades temáti- el siguiente fragmento, el pronombre ‘le’, según se deduce del
cas que se desarrollan en la secuencia narrativa, por lo que no se texto, remite al referente rana, lo que no se corresponde con el
podían establecer las relaciones semánticas adecuadas entre desarrollo de la secuencia de la película empleada (en la pelícu-
episodios. Además, algunos de los episodios mencionados care- la el pastelero mancha a un camarero del restaurante):
cían de la totalidad de componentes básicos, con lo que se vio-
laba la coherencia secuencial del relato ‘Entonces, entonces, se va la rana y forma un desastre, porque
va a la piscina, porque va a la cocina, y el pastelero le (= la
Cohesión referencial rana) llena la cara de un pastel suyo porque ha caído encima’.
La cohesión referencial de un texto se logra mediante una serie (J, 7 años, con dificultades pragmáticas).
de procedimientos que permiten relacionar un elemento lingüís-
tico con un elemento conceptualmente pleno que le da sentido o No obstante, hemos de señalar que aunque en las investigacio-
contribuye a su interpretación en un contexto determinado (su nes de Bishop y Adams [31] se había hipotetizado que el uso
antecedente) [61]. anómalo de los mecanismos referenciales podría caracterizar a
En general, el empleo de los mecanismos referenciales res- los niños con problemas pragmáticos, lo cierto es que no se
ponde básicamente a dos consideraciones: obtuvieron resultados estadísticamente significativos, si bien
– El referente es desconocido o nuevo para el interlocutor. existía una tendencia clara hacia esa dirección.
– La identidad expresada por el marcador referencial puede En cuanto a las razones aducidas para el deficiente dominio
ser reconocida o recuperada por el oyente, porque ya se ha de este tipo de mecanismos referenciales, existe cierta controver-
establecido en el contexto físico o discursivo o porque per- sia al respecto. Por un lado, se argumentan dificultades en la cog-
tenece a su conocimiento del mundo. nición social, en particular, para evaluar el estado de conocimien-
tos del interlocutor y que podrían vincularse con un desarrollo
Además, a lo largo del discurso, el hablante que desea respetar deficiente de la teoría de la mente [63,64]. Desde otras perspecti-
estas condiciones de la comunicación, debe considerar los me- vas, sin embargo, estos datos se interpretan de modo distinto.
canismos lingüísticos que le ofrece su idioma para expresar esta Así, y de acuerdo con Kern [65], una sobrecarga cognitiva, es
función pragmática. Desde nuestra perspectiva de análisis, con- decir, el dominio de una multiplicidad de tareas que deben reali-
sideramos la introducción y el mantenimiento de un referente zarse de forma simultánea (planificar y formular el relato, adap-
como adecuado si la información referida es lo suficientemente tarse a la información compartida con el interlocutor y elegir el
clara para el oyente como para averiguar de quién se está mecanismo lingüístico adecuado), sería la responsable del em-
hablando. Para ello, siguiendo las directrices de los trabajos de pleo inapropiado de los mecanismos de cohesión referencial.
Liles [62] establecemos para cada mención referencial las si-
guientes categorías: Valoración de las inferencias: respuesta a cuestiones
– Marcador referencial adecuado. En este caso, se aporta la inferenciales y empleo de términos mentales
suficiente información para que el interlocutor pueda iden- El empleo de una tarea narrativa permite además valorar la
tificar el personaje indicado por la expresión referencial. comprensión de aquellos aspectos que no se manifiestan explí-
Es decir, el personaje se identifica con la especificidad citamente en la historia, sino que deben ser inferidos a partir de
apropiada en función del contexto: ‘era un niño una vez, claves visuales (gestos y expresiones faciales) y situacionales
que tenía una rana y ∅ se fue a un restaurante de lujo, y la que proporcionan las imágenes [49]. Por ello, una posibilidad
rana se le escapó del bolsillo’. de evaluación de estos aspectos es el planteamiento de cuestio-
– Marcador referencial inadecuado (ambiguo o erróneo). En nes que midan la comprensión inferencial de la historia. Y en
este caso, el hablante omite un elemento necesario, no recu- esta misma línea, otra área susceptible de análisis es la relativa
perable a partir del contexto físico o lingüístico, de tal forma al empleo de términos que expresan estados mentales de los
que es imposible para el oyente averiguar de quién se está personajes. En este sentido, seguimos las directrices propuestas
hablando. Esta categoría se corresponde con lo que Bishop por Charman y Shmueli-Goetz [66], quienes clasifican esta cla-
y Adams [31] denominan referente no establecido y presu- se de términos en las siguientes categorías:
posición inapropiada-pseudoelipsis. Así, en la tarea narrati- – Términos que describen emociones (‘sus padres se enfada-
va a la que se enfrentan los niños, sus presuposiciones acer- ban’, ‘la señora se asusta, la señora se quedó sorprendida’,
ca del estado de conocimientos de su oyente no permiten, ‘los padres se pusieron furiosos’).
desde un punto de vista pragmático, la omisión de ningún – Términos que indican intenciones (‘Quería cortarle la cabe-
referente que vaya a ser introducido por primera vez en el za’, ‘El cocinero intenta matar a la rana’).
discurso. Por ejemplo, en el fragmento siguiente se omite el – Términos que expresan conductas con una significación
sujeto de cortar (que en la historia se corresponde con el moral (‘Fue castigado el niño’, ‘Sus papás le riñeron’).
chef del restaurante), lo que provoca confusiones en su – Términos que expresan conductas de carácter fisiológico-emo-
interpretación, ya que podría deducirse que es el niño quien cional (‘La rana estaba gritando’, ‘Casi se desmayó la mujer’).
casi corta el cuello de la rana: ‘que estaba buscando el niño – Términos de carácter metacognitivo (‘La rana se le escapó
la rana, estaba buscando la rana, (pero) pero un día cuando sin darse cuenta’, ’La echaron creyendo que era una cosa‘).
Un análisis de este tipo estaría justificado por las dificultades En concreto, la conversación, es una situación propicia para
halladas en niños con síndrome de Asperger y autismo de alto captar el uso espontáneo del lenguaje del niño. Es evidente que,
funcionamiento, quienes presentan dificultades para adquirir y cuando se utilizan muestras conversacionales de un niño interac-
utilizar términos mentales. Si bien estos términos van incorpo- tuando con el interlocutor durante un período, es más fácil detec-
rándose a su lenguaje a lo largo del desarrollo, lo hacen con tar expresiones inadecuadas en el fluir de la conversación que en
cierto retraso y sin una comprensión total de su significado [47]. otro tipo de situaciones, como pueden ser el uso de instrumentos
estandarizados y otras tareas, donde la interacción con el niño se
caracteriza por ser muy estructurada o extremadamente rígida.
CONCLUSIONES De forma complementaria, un análisis de la capacidad dis-
Las últimas investigaciones dedicadas al estudio de las dificul- cursiva en el niño puede proporcionar indicadores precisos
tades pragmáticas coinciden en destacar la dificultad que entra- acerca del dominio que tiene el niño sobre la coherencia y la
ña su evaluación. Posiblemente, la justificación de esta situa- cohesión referencial. En efecto, el discurso narrativo requiere
ción es que aún no disponemos de criterios unánimes y valida- habilidades de planificación y formulación inmediata y sensibi-
dos en relación a la sintomatología que corresponde a un tras- lidad al espacio comunicativo que se comparte con el interlocu-
torno pragmático. A pesar de que esta situación constituye una tor. Además, metodológicamente, el estímulo que se presenta en
limitación para el profesional dedicado a la práctica clínica, no el discurso es más controlado, por lo que se pueden emplear
cabe duda de que es una razón de peso para continuar realizan- parámetros de evaluación establecidos con una mayor sistema-
do estudios experimentales que clarifiquen la conceptualización tización. En definitiva, es el conjunto de información que se
del trastorno pragmático. recaba en todos estos procedimientos lo que nos orienta a obte-
En definitiva, esto no puede minar nuestro interés al intentar ner un perfil de dificultades pragmáticas con las que, conse-
efectuar una evaluación que esté dirigida a identificar los déficit cuentemente, poder establecer unas directrices de intervención
pragmáticos que nos encontramos en cada caso en concreto. lo más ajustadas a cada caso.
Desde luego, en este proceso contamos con múltiples procedi- Aunque las dificultades pragmáticas continúan guardando
mientos que se han diseñado para guiar al profesional en esta enigmas, -sus mecanismos causales, curso evolutivo, respuesta
ardua tarea. Sin duda alguna, el procedimiento de evaluación al tratamiento y repercusiones en el ámbito académico y social-,
que ha demostrado ser de máxima ayuda para la detección de que seguramente se descifrarán pronto con el esfuerzo de los
dificultades pragmáticas es el análisis cualitativo de la conver- investigadores, el camino recorrido desde el abordaje pionero
sación y del discurso. de Rapin y Allen ha sido productivo.
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