You are on page 1of 14
POBREZA, DESIGUALDAD Y EXCLUSION SOCIAL EN LA CIUDAD DEL SIGLO XXI coordinadores ROLANDO CORDERA PATRICIA RAMIREZ KURI ALICIA ZICCARDI cola CARLOS MARTINEZ. ASSAD +E MARCELA MENESES REVES SARA MAKOWSKI PABLO YANES # HECTOR CASTILLO BERTHIER # CRISTINA SANCHEZ-MEJORADA F GUILLERMO BOILS MORALES % ALBERTO AZ1Z 4 JUAN ESTRELLA VERONICA MONTES DE OCA # MIRNA HEBRERO 4 JOSE LUIS URIONA acl x siglo xxi editores, s.a. de c.v. CERRO DEL AGUA 28 ROMERO DE TERHEROS, eta UEXCD. OF siglo xxi editores, s.a {TUCUMIAN #6217, C1OSOAAG, ENDS AIRES” ARGENTINA siglo xxi de espafia editores, s.a. MENENDEZ PIOAL a B15, 26036, MAORIO, ESPARA feo P63 2008 Para, desigualda yectusin sci nace de siglo XXI / ‘coordinalores Rolando Corder, Patricia Ramirey Kui, Alicia cca; colaboradores Leonardo Lomeli. eta]. — Méaico : Siglo XXI- UNAM, lastituto de Investigaciones Socials, 2008 488 p. 16 — (Sociologia y politica) ISBN: 978607:3.000137 1. Pobrera urbana — México — Siglo XXL 2. Pobrera — _Aspectos sociales. 8. Pobreza — América Latina 1 Gordera, Rolando, e It Ramirer Ki, Patrieia, eM, Zea Alicia, e4. TV: Lomeli, Leonardo, cola. V. Set st libro fue emetido a un proceso de dictaminacion por académicos exteroosal sito, de acuerdo «on las normasestablecias por el Consejo Editorial de las Coleciones de Libros del Istituto de ves: tigaclones Sociales dela Universidad Nacional Autonoma de Mexico {Los derechos exclusivos de la edicin quedan resertdos para todos los pases de abla hispans, Prohibida a reproduecion parca o total, por cualquier medio, sin el consentimiento por excrto des legitimo talar de devechos primera edcins noviembre de 2008 ir © 2008, universidad nacional autonoma de méxica tito de investigaciones sociales ciudad universtaria, 1510, mexico, a ©2008 siglo xxi edtores sa. de ex. por caracterisieasipogriica y de die editorial isbn 978-607-3.000137 proyecto pap in01700 “pobreza urbena exclusin socal y politics sociales” dereetos reservados conforme ala ey Impreso en liogrica taro sndrés molinaenriquez 4428 «ol saueto peda (8200 meso, Ala memoria Ala memoria de Gientificas latinoamericanas | DADANIA YEXCLUSION SOCIAL JUAN ESTRELLA® Wwrnopveci6x Vn las diltimas dos décadas un concepto que se ha venido explorando de mane~ 14 creciente es el de exclusién. Exclusién que por antonomasia se adjetiva como, social. Si se piensa en rewospectiva, la exclusién social siempre ha existido, pero. Jambién, con un poco de rigor, debe entenderse que esta exclusion social padecida por grandes njicleos de poblacion es de nuevo cuno. Desde la perspectiva que se trabaja en este ensayo, fa actual exclusién social co rresponde a un proceder de los estados contemporaneos, reconfigurados a partir de la segunda mitad de la década de los ochenta, respecto de la ciudadanta. Si hasta ‘es décacta la exclusi6n social resultaba de la incapacidad de los estadosnaci6n para idadania, via distintas estrategias de politica economica y social que acom- paiaban los procesos de produccién capitalista hasta entonces predominantes, la tal exclusién social resulta de un “exitoso” programa de reformas que, traduci- das en politicas piblicas, al tiempo de chocar completamente con la creacién de ciudadania, son necesarias en el pujante proceso de globalizacion economica. Pero antes de profundizar en esta hip6tesis debemos sefialar lo siguiente. El mar- eo de referencia que nos sirve como punto de partida para esta reflexi6n se encuen- ‘va en la distincién que establece Bauman entre modernidad sélida y modernidad, liquida. La centralidad del Estado en el ejercicio del poder y su presencia en la so- ciedad definirian la primera modernidad. La desterritorializaci6n de las entidades cefectivas de poder, mas alla del Estado y de la esfera de lo pablico, caracterizaria a la segunda modernidad, Respecto del binomio ciudadanfa-exclusién también cabe hacer un par de aco- taciones. Primero, es necesario precisar, esto por la laxitud del término “exclusién” y por la innumerable cantidad de ocasiones en que se utiliza, que en este trabajo se reflexiona sobre ella siempre en relacién con la ciudadanfa ~ejercicio y categoria construida hist6ricamente-, Desele nuestra perspectiva, el perfil que ha asumido Ja exelusién ha estado en funci6n de la configuracién que adopta la ciudadania, funcién que depende, a su vez, de las caracteristicas que ha terminado por asumir el Estado. * Profesor de ta Facultad dle Ciencias Politicasy Sociales. Alamno del Doctorado en Ciencias Potticas 1 Soviles dela Universidad Nacional Auténoma de México y ecari de la Direcciin General de Apoyon Ar Personal Acaémico de a csaveen el marco del Proyecto Especial "Pobreza urbana, excusin social ¥ politieas sociales 292 JUAN ESTRELLA Segundo, durante la modernidad s6tida se habrian materializado dos tipos Estado con su correspondiente ciudadania, uno catacterstco de lo que se enooch como Estado regulador hasta el periodo de entreguerras, y otro, entendide com Estado Benefactor, que habria operado hasta la década de los ochenta, Durante I ‘modernidad liquida, por su parte, se habria configurado un nuevo tipo de Estado Ge presupone un ejercicio de ciudadanfa, aunque quiza sea mas pertinente decir “fe no-ciudadania’.¥,segtin lo que afirmamos antes, habria exclusiones diferentes sobre la base de ciudadanias tam! cIUDADANiA De las distintas acepciones establecidas en relacién con la ciudadanta, resulta ii evcide ena detenernos en tres de ellas, a efecto de contar con un punto de Partida, un punto de legada y un elemento que permita profundizar en lareflenion Ciudadania, entendida ésta como la condicin juridica, predominantemente polit Ge due expresa los vinculos exitentes entre individuo y la comunidad polities relex ante, que desde los ofigenes ce la Modernidad cobra la forma de Estado nacional de derecho. or ews condicién jurdica, el ciudadano debe sumisén a la autoridad y a la ley, Pero también se asume como miembro de pleno derecho, disfrutando de las distin ily plenamente a {a tucha por el poder (Cortina, 1998: 39; Castro, 1999: 39; Espasa, 2000: 396, Grijak bo, 1986: 434; 1), 1987: 468-471; Larousse, 1909: 249; Serrano, 1977: 40), Esta definicin formal de ciucdadanfa, extendida en la mayor parte de Occidente durante la primera modernidad sida, excluta de las prerrogativa garantizadas por ia comunidad politica relevante a quienes no pertenecian al Estado nacign coven Pondiente, entendiéndose aqui la exclusion en su definiién mas simple, proxiena a ‘expulsion, apartamiento, segregacion (Espasa, op. cit: 697; Larousse, op. ets 147). At interior, por el contrario, el Estado-nacidn de Occidente, por su propia nati: raleza y através de la ciudadania, fue incluyente. En sf, la condicion de la ciudad, Ia habia sido la argamasa pretendida por el mismo Estado para susituir lo que el Parentesco y la tradicién fueron ala solidaridad social en la premodernidad, Cony. tituir ese referente ciudadano tom6 décadas, y en esa tarea las politicas pablicas y Pal Meularmente ls sociales tuvieron un lugar signficaivo (Offe, 1991: 7) y 84) Dentro de sus fronteras, el Estado-naci6n pretendié ciudadanizar a los habitan- {es del territorio en el cual se arrogaba el monopolio del uso de la violencia fen leaitima (Weber, 1991: 83). El medio para realizar tales fines fue principelmente la “scuela, como centro organizacional, generador de procesos de socializacién, de IUDADANIA VEXCLUSION SOCIAL 293 habilitacién para funcionar cotidianamente en la sociedad y de transmision y uso del conocimiento (Bruner, 1992: 11) No obstante, aun en esta logica homogeneizadora, el Estado excluy6 a indivi duos y comunidades del conjunto de prerrogativas que ésta habria de garantizar. En primer lugar, el Estado-naci6n excluy6, mediante una sustraccién completa dle Ja comunidad via la deportaci6n, el destierro y la matanza (Castel, 2004: 67). Los ‘casos representativos y extremos fueron los Konzlager en Oecidente y los Gulags en el Este. La construccién de espacios cerrados, ya fuese dentro o fuera de la comunidad, pero siempre separados de ella, fue la segunda forma de exclusi6n de la €poca: las prisiones, los manicomios, las leproserias e incluso los guetos son ejemplo de este tipo de exclusién, Finalmente, la dotacion de estatutos especiales que permitieron la coexistencia de ciertas comunidades también excluyé a éstas de ciertos derechos y de la participacién en determinadas actividades sociales (Castel, op. cit: 67). Aun con esto, con la clara excepcién de los genocidios, la exclusién practicada or los estados durante la modernidad no se concebia como una situacién perma- nente, se entendia que por medio de la ensefianza se podria reeducar, reencauzar, en este sentido, las privaciones de que eran objeto los individuos y las comunidades serfan pasajeras. Ahora bien, una segunda definicién de eiudadania nos permite identificar, por un lado, un referente a realizar, y, por otro, nuevas manifestaciones que ya asume la exclusién desde la primera modernidad sélida. Esta definicién se toma del texto clasico de Marshall, Ciudadania y clase social (1998), donde se establece que la ciu- dadania es lun slatus que se otorga.a los que son miembros de pleno derecho de una comunidad. Todos los que poscen ese situs son iguales en lo que se refiere a los derechos y deberes que im- plica. No hay principio universal que determine euiles cleben ser estos derechos y deberes, pero las sociedades donde la ciudadania es una institucién en desarrollo crean una imagen de Ia ciudadania ideal en relaci6n con la cual puede medirse el éxito y hacia la cual pueden Airigirse las aspiraciones. El avance en el camino asf trazado es un impulso hacia una medida ‘mas completa de la igualdad, un enriquecimiento del contenido del que esta hecho ese status yun aumento del nfimero de aquellos fos que se les otorga (Marshall, op. ct). ELprimer punto que aqui debe sefialarse es el claro interés en los planteamientos de Marshall por reconocer la aportacién que la construecién de la ciudadania en, los estadosnacién de Occidente hace a la disminucién de las desigualdades y de la exclusién social: dos efectos consustanciales al sistema capitalista y al correspon- diente sistema de clases (Opazo, 2000: 55). Este referente de ciudadania que aqui ubicamos como un fin en si mismo, en la interpretacién de Marshall, y en consideraci6n a las condiciones histéricas y parti- culares de Inglaterra, tendria tres elementos que habrian de asumirse por el con- junto de la comunidad, a saber: civil, consistente en los derechos necesarios para la 204 JOAN ESTRELLA libertad individual; politico, referido al derecho a participar en el ejercicio del po- der politico como miembro de un cuerpo investido de autoridad politica, © como lector de los miembros de tal cuerpo, y social, entendido como el derecho a un minimo de bienestar econdmico y de seguridad al derecho a participar del patrimo- ssio social y a vivir la vida de un ser civilizado conforme a los estindares corrientes ‘en la sociedad (Marshall, op. ci). ‘A cada uno de estos elementos estarian asociadas instituciones que en mayor ‘medida podrfan garantizar su realizacién. Los wibunales serfan las instituciones asociadas a los derechos civiles; el parlamento y los concejos del gobierno local co- rresponderian a los derechos politicos, y el sistema educativo y los servicios sociales alos derechos sociales. Sin negar las desigualdades sociales, Marshall estaria aportando un principio —la ‘membrecfa plena a la comunidad— por el cual se eliminaria la posibilidad de exclu- si6n al interior y entre los miembros pertenecientes al Estado-nacién. En este senti- do, en la postura de Marshall, no habria un rechazo a las desigualdacles materiales, econdmicas, cuantitativas —contradicciones estructurales caracteristicas del sistema de clases pero sia la separacion, exclusi6n, que resultan de las diferencias cualita- tivas entre los miembros de una misma sociedad y donde se gesta el resentimiento social, en general, y el resentimiento de clase en particular (Barbalet; 1993: 46). Bajo esta definicion, la ciudadanfa no es solamente un vineulo politico, ka sim- ple cualidad que se aclopta por los miembros de una comunidad frente a la or ganizaci6n social estructurada politicamente, la mera posibilidad de participacién politica, Con la propuesta de Marshall (op. cit) de fondo, la dimensién sustancial de la ciudaciania se asocia a la biisqueda por la afirmacién de los derechos de los miembros individuales de la colectividad, lo que implica garantizar una participa- i6n plena en los derechos politicos, civiles y, fundamentalmente, de los derechos sociales. Este seria nuestro punto de Hlegada. En este sentido, la ciudadania sustantiva hhace referencia a un determinado conjunto de derechos y formas de participacién en la Vida politica, econdmica y social que no se encuentran garantizados por la mera pertenencia formal a un Estado-nacion y cuyo ejercicio efectivo se encuentra sujeto a una serie de deter minaciones ancladas en mecanismos de distancia social, en particular en las diferencias de clase, tnicas yde género (Castro, op. cit: 39) EL acceso efectivo a la ciudadania se reconoce como un ejercicio diferenciado para los distintos miembros de una comunidad, sujeto a condiciones de clase, etni- ‘eidad y género. La igualdad juridica entre “individuos” queda acotada por las condi ciones reales en que se desenvuelven; los derechos y las formas de participacién que definen la ciudadanfa no son mas un atributo per sede los “individuos”. ‘GIUDADNiA YEXCLUSION socIAL, 295 ‘CIUDADANIA ¥ EXCLUSION ‘Como se puede observar, la diferencia entre la anterior definicién y la que se esta blecié al principio del texto resulta de la incorporacién de los derechos sociales en la constituci6n de la ciudadanta sustantiva que construye Marshall, base para garan- tiar la participacién en el patrimonio social heredado, para gozar de la membrecia plena ala comunidad. Esta diferenciacién conceptual también permite considerar dos tipos de exclu- sin particulares; por un lado, la exclusién politica, entendida como la carencia de derechos efectivos que permitan tomar parte en el ejercicio del poder politico y, por el otro lado, la exclusion social, entendida como la ausencia de derechos efec- tivos para alcanzar un minimo de bienestar econémico y de seguridad al derecho a participar del patrimonio soci Por supuesto, debe puntualizarse que al hacer referencia a la exclusion social se pueden tomar distintos ejemplos de estos procesos, locales o internacionales, recientes o de siglos anteriores; sin embargo, es pertinente hacer una observaciér la referencia a esta exclusi6n, con las connotaciones que actualmente asume, es mis reciente de Io que se supone, apenas data del segundo lustro de la década de los noventa.! Sin lugar a dudas, el antecedente que motiva la incorporacién y la reflexién so- bre estos conceptos esti en las transformaciones que desde entonces experiment el Estado-naci6n y en las secuelas que resultan de su redimensionamiento. En si, por un lado, la revisién de los trabajos sobre ciudadania sintetiza las preocupa- ciones sobre nacién, nacionalismo, etnicidad, sociedad civil y participaci6n, que si bien se producen paralelamente a la desintegracion de los estados nacionales de la Europa del Este y al retraimiento del Estado de actividades politicas y sociales antes realizadas por sus organismos, también corren a la par de las luchas interétnicas en Jos distintos continentes del planeta, de oleadas de migrantes internacionales y de Ja multiplicidad de organizaciones surgidas bajo la idea-fuerza de “sociedad civil”. Por supuesto, las nuevas aproximaciones a la ciudadania también pueden ex contrarse en la buisqueda de las sociedades “posindustriales” por generar entre sus ‘miembros un tipo de identidad en la que se reconozcan, por el deficit de adhesion ' Por lo menos asi se ifiere de una primera revision bibliogrtiea y hemerogréfica sobre el tema, donde de 156 libros registrados que aliden sla exclusion, menos de 10 aparecen antes de 1995. En reisuas de ciencias sociales, ambién de antes de 1995, slo se enewentran 8 aticnos de un total de 96 referencias. Es slo a partir de 1905 cuando aparecen a granel las menciones al término que tratamos. Algo muy parecdo resulta con el concepto de ciudadanis de las més de 200 referencias en la evista de ‘iencias sociales, no més de 10 de ellasaparecen antes del segundo lust de los novent,y en cuanto & los libros, de 196 ttlos si bien el nimero es un poco mayor a 10, la cifra de textos que aparecen luego ‘de 1905 6s signifcativamente mayor. Esta mencidn, por supueso, no es slo anecddtica, busca scalar la existencia de un conjunto de factorescompartidos que inducen la utlizacion de ambos eonceptos, {que si bien se remiten a procesos que incian desde la década de los setenta slo se aprehenden un par de décadas después. La referencia de los textos se localiza en lon sitios htp://132248.67.88001/F/~ 7a >0Rlocal_base=MX0O, en lo relacionado a ibs, yen huips/ /cld politcassnam.m,/,en To concerniente alas revise de ciencins sociales, 296 JUAN ESTRELLA, por parte de los ciudadanos al conjunto de la comunidad del que adolecen estas sociedades (Cortina, op. cit: 22). No obstante, y sin lugar a dudas, en este debate jjuegan un papel de mayor empuje las cuestiones sociales, que adoptaron una sig- nificacién especifica en los contextos antes citados. De este modo, el abordaje ala

You might also like