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Un modelo urbano para la integración social

Conference Paper · May 2003

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Luciana Néri Martins Lluís Ballester Brage


Universidade Feevale University of the Balearic Islands
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La investigación que se realiza en Cataluña - España y sus aportaciones a Latinoamérica
Actas del VIII Seminario de la APEC - Barcelona - España - 21 de mayo de 2003

Un modelo urbano para la integración social


Luciana Néri MARTINS
Arquitecta y Urbanista – UNISINOS – Brasil
MSc, Ingeniería Civil – UFSC – Brasil
Profesora del Curso de Arquitectura y Urbanismo – Centro Universitário Feevale – Brasil
Doctoranda en Ciencias de la Educación – UIB – España
lmartins@feevale.br

Lluís BALLESTER Brage


Phd, Filosofía – UIB – España
Suf.Invest. Sociologia - Universitat Autònoma de Barcelona – España
Profesor TU del Departamento de Ciencias de la Educación – UIB – España
Director de la Agencia de Calidad Universitaria de las Islas Baleares (AQUIB)
dcelbb0@uib.es

ABSTRACT

From a social and urban model based on the diversity of physical and social spaces (squares,
streets, equipment, commercial and cultural equipment, work centers, etc.), diverse but related
to each other, you can introduce the concept of social diversity as concept that will allow us to
understand the relationship between the urban complexity and the social complexity. The
article brings the vision observed in two experiences, one in Spain and other in Brazil, where
it was studied forms of how the public space is presented. This way through basic and
important concepts, works a synthesis: the quality of life.
Key-words: Urban Complexity and Social Complexity, Social Integration, Quality of Life,
Urban Planning.

1. Introducción

Uno de los principales retos para el desarrollo social y urbano de los barrios, desde una
perspectiva integral, es la elaboración de una concepción de los usos y actividades que podrán
desarrollarse en dichos barrios. No es necesario que todos los usos y actividades sean
coherentes entre sí, no se puede evitar que los barrios expresen necesidades y contradicciones
presentes en la estructura social de la población que los habita. Pero, en cualquier caso dicha
diversidad social, si se puede mantener el equilibrio adecuado, es un factor indisociable de la
dinámica social y urbana.

El concepto de diversidad social entendido como coexistencia de elementos y procesos


diferenciados en un mismo lugar remite al concepto de estructura social, de pluralidad social,
pero ésta desde la perspectiva de un ámbito territorial concreto precisa de una variedad de
usos, funciones y actividades para poder desarrollarse en el sentido constructivo de la calidad
de vida, y no del conflicto y del malestar urbano tan destructivo en los barrios degradados.

El análisis de dicha estructura, así como de los usos y conductas de los habitantes, puede
realizarse en dos niveles, un primer nivel de análisis social que es el desarrollado aquí; otro
nivel de análisis psicosocial, en el que las conductas de los individuos se analizan en el marco
de su propio desarrollo psicosocial como individuos. En este segundo nivel de análisis,
simplificando, se pueden identificar dos líneas que definen la estructura social, indicadas por

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La investigación que se realiza en Cataluña - España y sus aportaciones a Latinoamérica
Actas del VIII Seminario de la APEC - Barcelona - España - 21 de mayo de 2003

Del Rio (Del Rio, 1990), una sigue el modelo constructivista de “Piaget” que admite una
formación de memoria a través de los procesos cognitivos y de la experiencia ambiental; así,
cada nueva situación en que nos vemos seria mentalmente relacionada con otras del pasado,
informando para las actitudes y las acciones a tomar. En este primer enfoque es relevante la
consideración de la trayectoria de los habitantes de una determinada zona, en la medida en
que permite entender sus procesos afectivos, emotivos y cognitivos relacionados con su
entorno y la calidad de vida percibida. El otro gran modelo es el del análisis “del
comportamiento”, en esta tradición se defiende que la conducta del ser humano es el resultado
de la situación en que se encuentran, de los diversos condicionamientos operantes. Este
modelo, en sus reformulaciones contemporáneas fue establecido tempranamente por Bandura
(Bandura, 1965), buscando relaciones causa-efecto más directas de los comportamientos
ambientales. La complejidad de dichos enfoques y de sus implicaciones no será abordada en
el presente trabajo.

Para captar el desarrollo de los usos, funciones y actividades en contextos urbanos,


especialmente cuando se producen procesos de reforma, se han realizado observaciones
sistemáticas de los barrios a lo largo de períodos dilatados, como en la experiencia de la
Iniciativa Urban en Palma de Mallorca (España) (Ballester y otros, 2001), intentando captar
cómo se expresan en el espacio público.

Otra experiencia que relatamos en ese artículo es el Presupuesto Participativo1 (OP), un


proceso de participación popular que descentraliza las demandas presupuestarias y
proporciona una integración de las comunidades locales. Conforme Pozzobon (Pozzobon,
2002), o OP2 he efectivazo una “nueva práctica de gestión de la cosa pública”. Integrado a esa
dinámica del OP, la Secretaria Municipal de la Cultura (SMC)3 he descentralizado la cultura
de la ciudad, incentivando el desarrollo autónomo das comunidades envueltas, incentivando
las personas que permanezcan en sus barrios, pues tienen la cultura más cerca.

2. Usos y actividades normativas y no normativas

“… pode-se decir que el ambiente sugiere, facilita, inhibe o define


comportamientos, o sea, que el aje como catalizador (positivo o negativo)…” (Del
Rio, 1990).

Por una parte, aparece la mezcla de usos y actividades normativas como un aspecto de
dinamismo social, cultural y económico de la comunidad presente en un ámbito territorial. Es
decir, se consigue recrear la dinámica social y el espacio urbano si se produce el asentamiento
de actividades normativas: actividades sociales (participación, actividades solidarias, etc.),
culturales (tiempo libre, expresión artística, etc.), económicas (productivas y de servicios) y

1
“Presupuesto Participativo” es el termo utilizado en español, como la traducción del Orçamento Participativo -
OP, creado en portugués.
2
Proceso implantado pela ciudad de Porto Alegre, localizada en el estado del Rio Grande do Sul, Brasil. Empezó
en 1989 y tiene como principal objetivo promover a ciudadanía e a integración entre las diferentes comunidades.
Otras ciudades al rededor del mundo adoptaran la participación popular, como es el caso de Saint-Denis
(Francia), Rosario (Argentina), Motevidéu (Uruguay), Barcelona (España), Toronto (Canadá), Bruxelas (Bélgica);
e Belém (PA), Santo André (SP), Aracaju (Sergipe), Blumenau (SC), Belo Horizonte, no Brasil.
3
La Secretaria Municipal de la Cultura – SMC fue creada en 3 de febrero de 1988, por el Alcalde del
Ayuntamiento de Porto Alegre, en la ley 6099. Cinco años más adelante fue creado el Fondo Municipal de Apoyo
a Producción Artística y Cultural por la ley 7.328/93 y reglamentado por el Decreto 10.867/93, que tiene como
finalidad estimular la producción cultural en la ciudad de Porto Alegre, prestando apoyo financiero hasta 80% del
costo de los proyectos en la comunidad.

2
La investigación que se realiza en Cataluña - España y sus aportaciones a Latinoamérica
Actas del VIII Seminario de la APEC - Barcelona - España - 21 de mayo de 2003

de consumo que sean susceptibles de localizarse y que sean compatibles con el tejido
residencial en un proceso continuado que se retroalimenta a sí mismo.

Un ejemplo adonde se posibilito recrear la dinámica social y el espacio urbano es el


Presupuesto Participativo que hablamos anteriormente. Ese espacio publico de decisión, el
OP, establece una especie de “contrato social”, adonde derechos y ciudadanía son los
elementos centrales para llegar a un objetivo colectivo: la búsqueda constante del termino de
las exclusiones y desigualdades en la ciudad, con la inversión a través de la asistencia
preferencial para las demandas sociales de las clases sociales más pobres, hace con que las
personas comiencen a acreditar en su sitio, a tener placer de quedarse en el, produciendo el
dicho asentamiento de las actividades normativas.

Por otra parte, dichas actividades pueden ser entorpecidas por la elevada densidad de usos y
actividades no normativas, es decir, por aquellas actividades legales o no, que limitan las
relaciones sociales, la actividad cultural y económica. ¿Qué tipo de actividades generan esos
efectos? Básicamente las relacionadas con la prostitución, el consumo y venta de drogas, las
estafas y pequeños robos, los problemas de orden público (peleas, malos tratos, etc.).

Referente as actividades no normativas, la experiencia del OP se puede observar que tiene


mucho aún a ser hecho. Una de las iniciativas fue el Seminario “Se esa calle fuese mía…”4 –
2002 – adonde se discutió temas como: la prostitución y la urbanidad, la violencia y la
exclusión, el espacio urbano, llegando a conclusiones de propuestas viables. El principal
objetivo fue para articular las diferentes personas envueltas y buscar construir colectivamente
un pacto de convivencia entre moradores y esas personas, como el ejemplo de la prostitución
que hasta el momento aún no se puede sacarlas de la calle adonde están, es su sitio de trabajo,
pero tentar estar bien con sus confín (los moradores de allí).

Todavía, todas estas actividades, las normativas y las no normativas, se encuentran siempre
combinadas en diversas proporciones en todos los barrios, con situaciones específicas según
los mismos (barrios residenciales, barrios que contienen áreas comerciales, etc.). En el caso de
los barrios de los centros históricos, en muchas ocasiones, la densidad de los usos y
actividades no normativas imposibilitan el buen desarrollo de la convivencia ciudadana.

3. Accesibilidad y convivencia ciudadana en el barrio

La convivencia ciudadana en el barrio precisa de una accesibilidad peatonal y de corta


distancia a una serie de centros de interés, tales como los centros de enseñanza, compras y
gestiones, así como a los espacios libres colectivos (por ejemplo: plazas) y otros centros de
interés (bibliotecas o otros centros culturales); ya que la presencia de esas actividades refuerza
la permanencia en el barrio e impide los desplazamientos innecesarios y no deseados, y en
definitiva minimiza el tiempo de transporte, reduce el tráfico motorizado, limita la existencia
de zonas muertas del barrio en horas determinadas y anima la vida ciudadana.

En una entrevista con las personas que participan del OP (Lourenço, 2000) se puede detectar
como ellas fueran acreditando en ese proceso, adonde el mas importante de todo, quizá fue
que el OP he demostrado una gran capacidad de movilización. O que he hecho con que ellas
empezasen a tener una convivencia ciudadana en su barrio.

4
El Seminario es fruto del proceso de discusión de la Comisión Mixta de Gerencia de los barrios, envolviendo
diversas secretarias y organizaciones de la sociedad civil, así como otras instancias gubernamentales.

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La investigación que se realiza en Cataluña - España y sus aportaciones a Latinoamérica
Actas del VIII Seminario de la APEC - Barcelona - España - 21 de mayo de 2003

“Siempre fue una persona sociable y conocía algunas personas en mi barrio, pero
nunca había pensado en participar de nada sobre ese tema, en tentar mejorar mi
comunidad, facilitar las cosas y me quedar mas cerca de mi casa. Jamás había
tenido una oportunidad. Cuando empezó el OP, descubrí que mi familiaridad con
mi barrio y con mis confín podriría se tornar algo más. Ahora existe personas del
ayuntamiento que nos escuchan, acreditan en nosotros y hacen por nosotros.”5

Una contribución fuerte, hablando de la parte cultural, es lo hecho por la SMC – 2002 – que
está criando espacios alternativos6 en la periferia de Porto Alegre, principalmente en los
barrios más degradados, haciendo con que las personas permanezcan en sus barrios. La
alternativa encontrada fue a través de talleres, hacer con que las Asociaciones de los barrios,
escuelas, guarderías de niños, plazas, parques y distintos locales se tornaren referencia de
espacios culturales de varias áreas (artes plásticas, teatro, música, cine, foto y videos),
aprovechando el espacio ya existente, no teniendo que desprender de mucho costo para
implantar el proyecto.

Pero un punto muy importante, que aún no es llevado en consideración por el OP, es la
estructura del barrio (Ducci, 2001), que podriría ayudar en el desarrollo del OP, pues hecho el
análisis de la estructura se permite conocer parte de su problemática y así, plantear posibles
soluciones. Una zonificación más detallada de esta estructura facilita distinguir entre zonas
habitacionales en bueno estado, aquellas en mal estado que deben mejorarse y las que
necesitan introducción de servicios.

Infelizmente, la rápida y creciente deterioración de la cualidad de vida y de la infraestructura


en las ciudades, en el caso de Brasil, tiene decorrido de las dificultades institucionales
enfrentadas por los gobernantes municipales. E así, volviendo el caso OP, uno de los caminos
encontrados para reverter ese cuadro fue el de incorporar prácticas de participación popular en
el ejercicio de la gestión publica, suficientes para permitir a todos los ciudadanos también el
acceso a los servicios urbanos, generando oportunidades de ocupación y renta, garantiendo
mejoramientos en la salubridad ambiental.

Cuando se habla de la cercanía a los centros de trabajo, no pasa lo mismo en relación a


accesibilidad, desde hace tiempo. La diferenciación de lugares de residencia y de trabajo, se
ha desarrollado con mucha fuerza a partir de las reconversiones de los años ochenta. En los
últimos veinte años no ha dejado de aumentar la flexibilización territorial de los mercados
laborales. Ese fenómeno social tiene diversos efectos, pero en cualquier caso no son
exclusivos de los centros históricos. De hecho, según precisa S. Keller, las familias cuyos
miembros que representan las fuentes de ingresos principales trabajan fuera del área local,
tienden a utilizar menos las instalaciones locales que las familias que viven y trabajan en el
área" (Keller, 1971).

5
Entrevista hecha por Alberto Lourenço con una de las personas que participa del OP, la Srª Joana, como es
citada en su texto.
6
Eses espacios alternativos fueren la salida para alcanzar los objetivos que la SMC tenía como meta:
democratizar el acceso a la cultura, descentralizar las decisiones y valorar la case artística del local.

4
La investigación que se realiza en Cataluña - España y sus aportaciones a Latinoamérica
Actas del VIII Seminario de la APEC - Barcelona - España - 21 de mayo de 2003

4. Redes de actividades, equilibrio poblacional y urbano

La variedad de usos y actividades en escalas dimensionadas, la cercanía y accesibilidad,


atraerá a otros agentes del desarrollo que requieren de la coexistencia compleja e interactiva
de las iniciativas sociales y económicas, estableciendo además unas redes de actividades con
mayor capacidad de adaptación a los cambios del entorno del barrio. La oferta de
equipamientos comerciales, culturales y sociales; el desarrollo del espacio urbano (plazas,
aparcamientos, etc.); la creación de oportunidades económicas (orientación socioeconómica,
vivero de empresas, etc.), sólo representan una parte de la diversificación y revitalización de
los barrios, la parte de la oferta social y urbana.

Pero la mezcla de actividades diversas, la diversidad social dentro del mismo ámbito
territorial también se produce por la correspondiente cohabitación de distintas subpoblaciones
de condiciones sociales diferentes, la cohabitación de diversas minorías y sensibilidades
culturales. La interacción entre las diversas realidades de la población, interacción que define
la diversidad social, requiere que se creen las condiciones de accesibilidad igualitaria a los
servicios sociales y urbanos, así como a los equipamientos (vivienda, equipamientos, espacios
públicos). En este sentido es importante una correlación entre una estructura demográfica
equilibrada y una estructura social y urbana accesible, flexible y diversa.

Los procesos demográficos: fecundidad, mortalidad y migración (Ducci, 2001) que


determinan los hechos demográficos: tamaño de la población; estructura de la población por
edad y sexo; y la distribución espacial de la población, influyen uno sobre los otros. Por
ejemplo, al abatirse el índice de mortalidad, se incrementa el índice de natalidad, debido a que
aumentan las posibilidades de vida y de procreación. La migración influye en la natalidad y la
aumenta en las ciudades, porque, en general, los migrantes se trasladan hacia las ciudades en
edades fértiles. El problema de controlar la natalidad es latente en la mayoría de los países en
desarrollo.

"Consecuentemente, conviene reducir al mínimo los movimientos migratorios que


desequilibran la estructura por edades de la población local. Migraciones en
sentido único, no, intercambios migratorios, sí, al objeto de insuflar ese
dinamismo y esta renovación que genera el contacto entre patrimonios culturales
locales tan ricos y diferenciados. Por lo tanto, es necesaria una cierta movilidad
pero con la exigencia de mantener en cada lugar, dentro de cada comunidad, una
pirámide equilibrada o, al menos, de distanciarse lo menos posible del saldo cero
en cada edad" (Poulain, 1990).

Como consecuencia de todo lo anterior, parece que la apuesta por un barrio equilibrado,
precisa de actuaciones diversificadas que sean favorables a una estructura demográfica
sostenible. Ello implica la presencia de un parque inmobiliario accesible y diverso en cuanto a
la tenencia (propiedad, alquiler), cercanía relativa a medios de transporte y de consumo; así
como una oferta cultural y una calidad del medio ambiente urbano aceptable. La resolución en
positivo de esos factores contendrá la movilidad y el deterioro residencial dentro de límites
asumibles, principal causa de la segregación demográfica y de los desequilibrios
poblacionales y sociales.

Una estructura demográfica equilibrada permitiría una diversidad en los equipamientos y una
susceptible mejora constante en la calidad de viviendas y servicios. Así la combinación y

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La investigación que se realiza en Cataluña - España y sus aportaciones a Latinoamérica
Actas del VIII Seminario de la APEC - Barcelona - España - 21 de mayo de 2003

complementación de la estabilidad y el equilibrio con la diversidad y la mezcla de actividades,


nos viene a definir el concepto de sostenible.

5. Conclusiones y principales aportaciones

5.1 Un modelo social y urbano para la integración social y cultural

No se puede entender el espacio social y el espacio físico en un sentido abstracto, sino que la
persona necesita concretar cotidianamente su situación en el espacio y en el tiempo, el ser
humano. "...necesita sus referentes estables que le ayuden a orientarse, pero también a
preservar su identidad ante sí y ante los demás" (Pol, 1994).

Los referentes sociales o espaciales pueden ser más difusos o más precisos, cuanto más
precisos nos marcan. "...algún sentido de ser parte de una sociedad por pequeña que sea, y no
de estar en una sociedad, por grande que sea" (Alexander, 1980).

Recrear el reconocimiento que tienen los habitantes del barrio (la cognición), así como su
percepción del espacio físico y del entorno social es un primer paso fundamental para
recobrar el sentimiento de pertenencia. Así, la percepción diferenciada del espacio marca un
primer estadio de seguridad personal y social que se proyecta más allá del entorno familiar y
del espacio privado de la vivienda. Significa una extensión territorial de la intimidad y precisa
de un fácil reconocimiento del entorno urbano próximo que se abarca en un recorrido
peatonal, de tal manera que se pueda apreciar claramente entre el espacio realmente conocido
(privado-interior a la vivienda) y el resto del territorio urbanizado más inespecífico,
impersonal y abstracto (exterior-espacio social del barrio).

Paradójicamente la oposición no conflictiva entre área interior y área exterior permite una
síntesis: la calidad de vida urbana. En expresión de Michael-Jean Bertrand:

"...el barrio es también un espacio íntimo, sentirse dentro del mismo supone
descansar la atención sabiendo que, suceda lo que suceda, no tendrá consecuencias
respecto a presiones exteriores" (Bertrand, 1981).

Es difícil conocer el reconocimiento y percepción del barrio, por parte de la población, sin
realizar encuestas y entrevistas, pero dichas técnicas sólo se utilizaran en la fase final de la
evaluación. Por eso se ha optado por captar dichos aspectos de forma indirecta, a través del
uso del espacio público.

El espacio realmente vivido es el lugar donde se desarrolla la vida urbana, el conjunto de


actividades que definen la normalidad. Sólo desde la permanencia suficiente y estable en un
barrio, el tiempo de estancia dedicado a relacionarse, a pasear, a adquirir bienes o servicios o
a gestionar se hace posible la recreación del lugar de lo cotidiano y éste cobra todo su sentido
cuando la propia acción humana va determinando la vida cotidiana.

Otro punto a ser reconocido, es el sistema de caminos en lo cual las personas se mueven y del
cual ellas perciben el medio ambiente. Pues es allí, que los habitantes del barrio ven las
relaciones entre las partes urbanas, reconocen su organización, se tornan familiarizados con
los puntos de interés y desarrollan un sentido de comunicación. Una vez que la comunicación

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y la concentración son las funciones fundamentales de la ciudad moderna, es conveniente que


sus facilidades físicas ofrezcan los mejores medios de comprenderlas (Lynch, 1982).

Así, pensar en el barrio, nos hembra siempre movimiento y modificación en sus funciones,
aún más cuando a consideramos en el movimiento que acontece en el transcurso del día.
Coincidente con esa situación Castells (Castells, 1997) reconoce el barrio como el lugar de
intercambios por excelencia.

O sea, cuando el uso de la calle es intenso (se dedica tiempo a estar en la calle, a moverse por
la calle caminando), pero flexible y versátil (según edades y necesidades, según horas del día
y zonas del barrio), ese uso se puede interpretar como hecho social y socializador. Estamos
ante procesos dinámicos de interacción del individuo con su medio, y de los ciudadanos entre
sí a través de ese medio.

Mediante los usos y actividades en la calle, en el espacio público, se asientan las bases para el
acceso social a dicho espacio, en definitiva para la apropiación del barrio por parte de su
población. La apropiación es, por tanto, la culminación de un proceso en el que los habitantes
del barrio se reconocen a sí mismos como perteneciendo a un barrio a través de sus propias
acciones, y se encuentran en disposición de experimentar una práctica colectiva en el uso del
espacio que hace de éste un objeto a defender, o por el contrario, en determinados momentos
puede ser susceptible el desarrollo de procesos orientados a una transformación consciente del
mismo.

En todo caso, la apropiación del espacio ligada a la posesión colectiva del mismo permite
pensar en tener algo en común. Esto le da un cierto carácter que influye y refleja los
sentimientos de la gente sobre la vida en el barrio y los tipos de relaciones que establecen los
residentes (Keller, 197l), y por tanto, implica unos procesos de sociabilidad, de relaciones
diversas, de sistemas de comunicación, que tienen su correspondencia en la presencia de
diversas redes sociales entrecruzadas e interconectadas.

La cohesión social, amortiguadora de conflictos, y conveniente para la seguridad colectiva y


personal, es directamente proporcional a la apropiación del espacio por parte de la población,
al desarrollo de la comunidad. Es decir, aumenta la cohesión social si aumenta la cohesión
urbana y comunitaria (sociocultural).

Referencias bibliográficas

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Bandura, A. (1965). "Influence of models reinforcement contingences on the adquisition of


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Bertrand, M.J. (1981). La ciudad cotidiana. Madrid: IEAL. p. 41.

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Ducci, M. E. (2001). Introducción al urbanismo: conceptos básicos. México: Trillas.

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Silva, K. P. (1995). A cidade contemporânea: tendências e conceitos. Bauru: UNESP:
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__ORÇAMENTO PARTICIPATIVO.
http://www.portoalegre.rs.gov.br/Op/index.htm, extraído en 20 de setiembre de 2002.

__SECRETARIA MUNICIPAL DE LA CULTURA.


http://www.portoalegre.rs.gov.br/cultura/, extraído en 26 de setiembre de 2002.

__REVISTAS DE LAS CIUDADES BRASILEÑAS.


http://www.cidadesdobrasil.com.br/tecnologia/tecnologia06.htm, extraído en 30 de agosto
de 2002.

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