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q flueblos, hombres \, formas en él arte Inés del Rio rteromano 95 Arte romano Roma y el mundo mediterraneo EI arte romano constituye un privilegiado ejemplo de la espesa y cerrada trama que conecta a una sociedad con las producciones artisticas y culturales que en ella se originan. Basta pensar en ese periodo de florecimiento | que se denomind luego “el siglo de Augusto’ donde una legién de escultores, pintores, arquitectos y escritores se agruparon en torno de quien inicié brillantemente la historia de la Roma imperial, el sucesor y protegido de Julio César. Pero este acontecimiento no era totalmente nuevo en Italia: ya en los siglos II y | a. de C. la epublica romana habia aprendido a gozar de los esplendores del arte: las guerras piinicas, las de Grecia y Oriente, llevaron, junto con los miles de vencidos que desfilaron por las alles de Roma tras el carro del general victorioso, los tesoros del arte y la literatura helenisticas. A medida que la misera confederacion de ciudades del Lacio italiano se ampliaba, aumentaba su poder, a medida que ese pueblo de pastores algo belicosos extendia progresivamente sus dominios sobre el resto de Italia y luego sobre los pueblos mediterraneos, es decir, a medida que la republica romana adquirié (primero una dimensién itdlica y comenzé luego a disputar la hegemonia sobre el Mare Nostrum, derrotando a Cartago e Interviniendo como potencia decisiva en Grecia, la civilizacién que tuvo a Roma como cuna conocié los refinamientos del mundo griego y helenistico y se hizo verdad, en el plano de la ilosofia, de la literatura y del arte, la ya consagrada formula: la Grecia vencida se erigié, su vez, en vencedora de los romanos. Con raz6n afirma Pierre Grimal: "...los romanos sentian por Atenas una especie de predileccion sentimental. Los motivos pueden imaginarse facilmente [...] Atenas era la patria de todo lo que parecia mas noble y mas prestigioso en la cultura y la historia de Grecia. Las leyendas hacian del Atica el pais donde habian sido inventadas todas las artes, desde la agricultura hasta la escultura o la carpinteria [...] Pero habia mds. Los Padres mas cultos sabian que los atenienses habian mantenido los tltimos combates por la libertad y que nunca se habian declarado vencidos. La gran democracia de Pericles era como un modelo glorioso y aun sus desgracias no dejaban de encerrar una leccién para las otras republicas. Sensibles ellos también a la gloria, deseosos de inmortalizar sus triunfos, colectivos o personales, los romanos rendian a Atenas el homenaje que ellos esperaban de la posteridad para si mismos” ' Edificada sobre estas bases, abierta a multiples influencias, la historia de la cultura romana, que impondré por siglos su sello al mundo occidental y a buena parte de! Oriente Cercano, es, al mismo tiempo, la historia de una sociedad pastoril y agricola que, a partir del 65 siglo II a, de C., empez6 a perfilarse como potencia mediterranea, a enriquecerse Con [08 fespojos de la guerra, a gestar una pode oligarquia —refinada, escindida entre el tradicionalismo y la innovacion, sumamente | activa, practica, guerrera— y que, en los siglos res, se ensefiored del mundo entonces Conocido. El tronco de esta cultura, aunque puede reconocer lejanas fuentes en los primitivos pueblos del Lacio?, empalma bien pronto con lo més brillante del mundo izacion griega y el mediterrdneo: la cl helenismo. Este acontecimiento se condensa a mediados del siglo Il a. de C., precisamente en el afio 146 con la caida de Corinto y la destruccién de Cartago, verdaderas encrucijadas de la historia cultural de Occidente. La oligarquia romana (constituida por patricios y plebeyos enriquecidos) operé con uno de sus rasgos mas tipicos en lo intelectual e ideoldgico: el sincretismo. Pudo absorber, asi, los elementos fundamenteles de la cultura griega y helenistica; cred las condiciones materiales y sociales para que éstos se fundieran en una matriz tipicamente romana. Lejos estamos de una actitud meramente imitativa o de simple adopcién. En primer lugar, porque ese proceso no se desarrolld sin conflictos; por el contrario, el ala conservadora y tradicionalista de la oligarquia republicana, con Catén el Censor ‘como representante eminente, amonestd a los més entusiastas importadores de las nuevas ideas y las nuevas formas culturales. Roma Sus concepciones y sus principios, ‘sus estatuas de terracota frente a las esculturas , ¥ esta batalla sorda tuvo el efecto no de cerrar barreras ante el mundo griego, helenistico y oriental, sino de que esas influencias se asentaran y se romanizaran. En segundo lugar, es preciso considerar que est 08 culturales y estéticos se p mismo tlempo ue la repéblice 3 jetrépoli era Roma, se convertia rs afios que corren entre el 150 a. de C. y el 100 d. de C.— en el centro politico, cultural y econémico del mundo y no | mur neo: Grecik las Galias, n Bret , los pueblos a Europa, habian sucumbido a la : . formaban parte de sus territorios tributarios y, también, complejo atin el mosaico racial, ural de la civilizacion roman; remotos de las provincias. El poder del Estadg la dignidad senatorial y consular primero, e imperial desde Augusto en adelante, fundieron €1 molde de donde surgiria una concepcién artistica de nuevo tipo: mas secular que |g griega, mas monumental y severa que la Pelonistica, més vinculada a las celebraciones y los fastos de generales, consules, @mperadores, grandes patricios y plebeyos ennoblecidos. Asi como la republica y el imperio superaron, mediante un poderoso Estado organizador y un vasto aparato militar: administrativo, el atomismo de las ciudades griegas, también la concepcién del mundo que nace con tal Estado se refleja en las producciones artisticas: “El mundo habia dejado de ser un conjunto de fendmenos dispersos, cuya expresién politica eran las también dispersas ciudades-estados; se habia convertido en un cosmos coherente, expresado politicamente por un imperio. Su culminacién encuentra un simbolo apropiado en el Pantedn de Adriano que es, para Roma, lo que el Partenén suspendido en la Acrépolis ateniense para Grecia" Como se verd de inmediato, el poder romano marcé su impronta, su concepcién del mundo y de la sociedad, sobre las huellas, ricas y sugerentes, de las culturas anteriores o contempordneas, que sintetizé en una forma no siempre novedosa, pero invariablemente definida por su cardcter: la grandeza, la monumentalidad y el peso de su cultura Arte y vida privada Junto con la dimensién que la actividad estatal y el fasto del imperio imprimieron al gran arte romano, @s preciso sefialar otros rasgos que. si bien subordinados, son también caracteristicos del consumo de objetos de arte en Roma. Este consumo, ostentoso y singularmente avido. generé un trafico incesante de bienes preciosos y artisticos desde diversos puntos del mundo Mediterraneo (Grecia y Alejandria entre los principales) hacia la metrépoli. La oligarquia » republicana y los sectores cortesanos que rodearon el poder imperial fueron empedernidos Consumidores de arte. Asi como el Estado Celebraba su poder con arcos, columnas. estatuas, frisos, altares, sepulcros, foros y templos, los miembros conspicuos de la oligarquia romana frecuentaban con asiduided el taller de los escultores —el retrato esculpide €s una forma artistica tipicamente romana— empleaban a los pintores para decorar sus casas y villas de campaiia y adquirian —por la guerr@ Por el comercio o por el presente magnifico— objetos decorativos, utensilios de uso diario embellecidos por ei metal precioso y el trabal? artesanal refinado, Las clases dominantes romanas —de origen Gampesino no demasiado remoto, ya que U9 Pocos siglos separaban a los brillantes EI Panteén, segin un grabado de Piranesi piones de los rusticos descendientes del tolégico Eneas— vieron aumentar su poder y riqueza con inusual rapidez: primero, las guerras en el Lacio y el centro de Italia ios reconocieron vencedores, luego la Magna Grecia y, mas tarde, Cartago y Grecia, Las victorias entrafaban botines fabulosos, esclavos por decenas de miles, y pueblos tributarios. La esclavitud y la gran propiedad de la tierra fueron dos pilares fundamentales de la fortuna de la oligarquia; las guerras aseguraron no meros territorios para la conquista sino también riquezas para el sostenimierito del Estado y para mantener la calma relativa y:por momentos amenazante de la ansiosa y empobrecida plebe romana. Los “triunfos" que coronaban, ya en las calles y foros de Roma, las victorias de consules y generales en otras tierras mediterrneas, europeas u orientales, hacian desfilar, ante ios ojos de la plebe romana, para regocijo o invidia de_senadores y magistrados, el botin de! saqueo bélico. Una parte no desdefable de ese botin estaba conformada por objetos artisticos 0 de refinadisimo nivel artesanal. Esto permitio que el consumo de arte se extendiera desde la esfera publica y estatal a la privada. Escipion exhibio, en su desfile triunfal después de la caida de Cartago, nada menos que 2.000 kilos de plata cincelada en forma de vasijas, fuentes . La afluencia de estos tesoros hacia fue importante sdlo en los términos de jal incorporada al patrimonio aristocrético. Significd también, y eso nos importa aqui senaladament confo gusto estético y la aficion por objetos de uso privadc jeza bajo la fo tesoro en metales que, al r exhibia como tesoro artistico El coleccionista se convirtié en figura famil de la sociedad ar ati Qu como imperial: los platos, las pateras, | Clices de plata y oro, el vidrio trabajado en Grecia y Oriente, las estatuas y relieves griegos © copiados sobre ‘modelos despertarian una pasion que transformo er pocos ajios (los de la ultima mitad del sigle y primera del siglo | a. de C.) la culture estética de la oligarquia romana. Se acumul febrilmente, con un c de los botines bélicos y de la pro: talleres y centros art de la met y las provincias La alta sociedad romana, como en la mayo' de las cuestiones artisticas y culturales erto esnobi conmovida por dos posiciones muy al respecto. En el polo t que ubjcaban aquellos el proceso de ex Mediterraneo, Afri las consecuencias que el contacto con viejas y refinadas culturas podia concepcidn de austeridad y virili¢ por el patriciado romai defensor de la vi filosofia importadas encontro su mas decid Foro romano: Templo de Castor y Polux. coro y propagandista en Caton el Censor a oh circulo literario, filosético y rincipio Por OF eta a los Escipiones, terming por imponerse. Cuando no hacia muchos afog poe habian resonado las admonicionos de que snaigobre el fin de la republica, Cicerén se Ganivia por estatuas y relieves griegos, por muobles ricamente trabajados pare fincas de Tusculo, Pompeya y Arpino Sin embargo, todo este refinamiento del gusto es vivido con cierta dosis de mala concienci de las tradicionales y austeras virtudes sus respecto u | Tomanas: “Al sentimiento de traicién con respecto a la austera pobreza de los antiguos, de la dureza de la vida romana de otro tiempo, se afade un sentimiento de constante inferioridad, la conciencia de no haber captado, a pesar de todo, la verdadera raz6n de ser, el verdadero misterio de estas obras de arte, y de no haber nadie entre los propios conciudadanos capaz de crear obras semejantes sin copiarlas: Tendencias contradictorias, pues, son las que conformaron el gusto artistico romano, como no podia ser menos en una cultura consagrada a dar cima a un complejo proceso de sintesis artistica. La mania coleccionista recibié también criticas desde otros angulos. Agripa, en el siglo | a. de C., expresaré su opinién respecto de que las obras de arte traidas a Roma no debian permanecer encerradas en las mansiones privadas sino que su verdadera funcién se cumpliria al tornarse accesibles al puiblico y contribuir, socialmente, el embellecimiento de las ciudades. Por otra parte, como la cantidad de obras de arte y objetos artesanales que podian importarse era limitada, menudearon las copias y las imitaciones. Algunos investigadores insisten en que a esto se debe el marcado academicismo que se reitera a lo largo de la historia del arte romano. Las grandes expresiones del relieve y la estatuaria lucharén contra esta tendencia que, sin embargo, les es contemporanea y, estrictamente hablando, familiar Queda en pie, de todos modos, ia funcién docente de los objetos en metales preciosos tallados y cincelados, de los vidrios trabajados. de la estatuaria familiar y de la religion Privada; fueron capitales en la formacién del gusto de los grupos privilegiados. El refinamiento de la oligarquia romana fue una de as condiciones indispensables para la ubleacién que, en esa sociedad, tuvieron las artes y la literatura. Es muy dificil pensar & surgimiento y la evolucién del gran arte estadual y publico al margen de estas Sireunstancias concretas: el contacto militar ¥ Politico con Grecia y Oriente, la ‘importacién Ge arto, artistas, artesanos y las riquezas qu? yeron a la metrépoli— y, secundariament® a las capitales Provinciales—, merced a !a guerra y la expansi a imperial despues in republicana pri La arquitectura y las ciudades ao la Como sucede con Ia arquitectura grieg: paciales medieval, la historia de las formas es romanas ocupa un lugar de preeminencia en la exposicién de su arte, considerado globalmente La importancia estética, antes que funcional 0 utilitaria, es decisiva en la vision que hoy tenemos de sus edificios, de la planta y la configuracién de sus ciudades. El caracter ornamental de sus realizaciones, la celebracion Por medio del monumento arquitecténico, avalan también este tipo de consideracién. Se ha dicho que la arquitectura romana estaba ligada al Estado, al boato que rodeaba, en €pocas del imperio, a sus altos dignatarios. y al lujo con que celebraba sus fastos la oligarquia metropolitana. De igual modo, la evolucién de las ciudades italianas y de las ciudades fundadas por Roma en sus provincias, tiene que ver con estos rasgos. A Roma afluyeron, ‘como se vio anteriormente, las riquezas extraidas a causa de su expansin sobre el resto del mundo conocido, y esta abundanc una de las causas de su conversi6n, a parti de una ciudad retrasada y arceica, en una metrépoli impresionante. El siglo Il a. de C. fue el periodo de grandes cambios: se construyd su primer teatro, se “moderniz6” el templo de Jupiter Capitolino; se dio comienzo a la basilica Emilia, sobre el foro, y a la basilica Sempronia. ‘La ciudad comenzé a ser pensada y planeada racionalmente. El foro pas6 de ser un jo abierto més o menos irregular y de ario disefio a una amplia plaza, la principal de la ciudad, pensada casi escenograficamente: ambas basilicas, la Emilia y la Sempronia retenden imponerle dos ‘‘fachadas” laterales; aba en las dgoras griegas y del mo. Con la demolicion de varios privados se afirma la necesidad de zar y embellecer el espacio publico que ‘marco a la vida politica de la |. Surgen nuevos templos a partir del . de C. y Roma adopta el portico, de construyen en el 168 y el 147 70s de Octavio, el del Area los templos de Jupiter Stator los decorados con estatuas y artisticos. De alli en més, los de propiedad publica, situados al sur ) Marte, comienzan a ser jalonados arquitecténicos. El jento de ta ciudad supera limites de su antiquisima traza ‘aun tiempo, con el _ o de su poblacion y la gusto artistico de sus clases fue espacios circulares rodeados por columnas cular, las basilicas que « eatro semicircule Temataban el espacio ablerto del foro rematruido hacia el 200 d. de C., sus bafiog , ciudad norafricana una m hacen de esta ci nuestr; importante de la concepcion romana del periodo imperial. Si bien el planteo urbanistigg no fue novedoso respecto del griego, tanto |g magnitud como 1a cantided de fundaciones y refundaciones otorgan su perfil @ las ciudadeg de tradicion romana. Las ciudades antiguas se caracterizaban por jy importancia adjudicada a los lugares de uso social y comunitario: tanto el dgora griega coma el correspondiente foro romano cumplian funciones comerciales, judiciales y politicas Por ello, el foro evolucioné en Roma, desde un espacio abierto, en cuya conformacion el azar jugaba un papel preponderante, hasta el disefig mas regular caracteristico de los tiltimos tiempos de la repiblica y el periodo imperial A partir del siglo I a. de C. el foro fue concebido como una extensién amplia, rectangular limitada por hileras de columnas en tres de sus lados; sobre el cuarto solia emplazarse una basilica que, en tanto recinto cerrado de reuni6n, proiongaba al foro bajo un techo, generalmente abovedado y de dimensiones a menudo monumentales. La basilica, edificio con fines sociales y comerciales, si bien no totalmente extrafa al Agora griega, es tipicamente romana. Varias razones confiuyen para ello: en especial, el carécter predominantemente interior de la arquitectura romana, si se la compara con el modelado del espacio exterior, més tipico de la griega. Asi, la basilica, especie de foro Cubierto, cumple con esa necesidad de espacio interno que es uno de los rasgos de la concepcién edilicia romana. A partir de la planta oblonga, (en ocasiones también cuadrada) los arquitectos introdujeron algunas variaciones, que no afectaron su estructura basica, tanto en las basilicas de Roma como en las de las ciudades de provincias una 0 varias columnatas interiores 0 —en las realizaciones menos ambiciosas— paredes lisas, sin columnas, con o sin dbside, con columnas sobre la entrada, que comunicaban @ la basilica con el foro, etcétera. Muchas de las basilicas no sdlo influyeron en el disefio le las primitivas iglesias cristianas, sino We incluso, algunas fueron utilizadas para esos fines a partir del siglo V 6 VI. Ejemplo de las variaciones introducidas sobre @ planta simple de basilica se encuentran en muchas de las ciudades del imperio, como !2 44? femata el lateral noreste del foro de Lepcls Magna, caracterizada por sus tres alas y absid® que conformaban un triple espacio ordenado Por las filas de columnas. En Roma, atin hoy 8° Conservan los restos de su Basilica Nova, ferminada en el aio 313, bajo el imperio 4° trolantino; tres impresionantes bovedas: * 1,, einta y cinco metros de altura, remataban Templo de Baco, Baalbek. sracterizado, como tod Be eal at or el vigor de sy” | spacial rom desu forma y la : ta nitidez de ronumentatided de sus proper tas torma oportunidad d ara} ee lar y ¢ i pi era 3, lugares de contacto socia ee be rosidad de las or a gene cx poy las grandes masas que debian proporciones y las grandes mass ser organizadse Por. un rasgo caractertg Repitiendo aqui también un rasao caractoriet de esta arquite is bafon yl termag blicos no despliegan lo m tod 2 en el exterior foda su magnificencia en el exterior, Por el contrario, quien hay se en as de las term struidas at t-217), con sus fachadas algo inorg rdenadas desde el punto de vis deberé reconstruir imaginariament magnificencia de los lugares interiores de reunion, con sus parede $0 mol sus altos techos edados, las columnata interiores, las dimensiones enormes « caracterizaron a estos bafos romano: Del mismo modo, las termas de Adriano en Lepcis Magna, techadas por bovedas concreto, decoradas al estuco, con sus columnas revestidas de marmol, nos sugie no solo la exuberancia decorativa sino también uno de los rasgos definitorios del arte constructivo romano: el manejo masas, enormes pajios de ladr gigantescas de concreto cubiertas. Tipicas de esas cupulas abovedadas, ap! mortero a una estructura que s6lo habian trabajado en muy reducidas dimensiones y con ladrillos, tienen su prim exponente conocido en los bafios estabianos Pompeya, construidos en el siglo Il la otra gran especie de la arquit romana fue el teatro y el anfiteat tipologia y su estructura difieren Que se tendié a construir plateas Semicirculares y que el fondo de la escen decorado con mayor profusié: and alli las filas de Ccolumnas superpuestas Cuyos nichos solian ubicarse estatuas. EI primer teatro construido en Roma enteramente de Piedra ciudad lo debié a u iniciativa de Pon ta era imperial elevs teatros gigantescos. ent los que se destaca, por sus proporcio ¥ Por el grado de conservacién con hasta la actualidad, el Coliseo, obra de Smperadores de la dinastia Flavia, en el 80 & de C. Constituye, seqtin muchos autores erauetipo de la arquitectura imperial Shegctadores se ubicaban en sus graderié Pledra, en torno a su escenario circular exteriormente. tres filas de arcadas, con Planta de {a basilica de Cos. eolumnas jénicas, déricas y corintias, con sus respectivos nichos, eran coronadas por una hilera de res que remataban el conjunto. teatros de Nimes, Timgad y Lepcis Magna suellan también por sus proporciones, pero ‘afirmarse que en casi toda ciudad cién fundada u ocupada por romanos del imperio, el teatro, el anfiteatro y el circo ecupaban un lugar importante: era parte de la politica imperial respecto de la plebe dana. Y, junto con las termas y las ‘licas, integran la trilogia de la arquitectura ‘que dio su fisonomia a la ciudad .. tanto en la metrdpoli como en las més posesiones de Asia y Africa. ‘también construyé templos. Y a lo largo de los siglos republicanos Partiendo de la tradicion griega, respondia a una concepcion "Se elevaba sobre una nés 0 menos tres metros; sobre 0 con columnas, mismo tiempo; a iglesia cristiana. La expresa funcién del templo romano era la de presidir una asamblea, religiosa o secular, desde un podio elevado. A 61 se llegaba por una escalera central, que se desplegaba entre plataformas, o por escaleras laterales disimuladas, como en el templo de Roma y Augusto, en Lepcis Magna’ Ya se ha mencionado al Pantedn de Roma, como realizacion arquetipica de la concepcion y estilo imperiales, aunque muchas de sus partes sean anteriores. Data, tal como hoy lo eonocemos, del 126 d. de C., época del reinado de Adriano. Su exterior no es sdlo sencillo 0, incluso, no demasiado armonioso, a causa de la algo abrupta resolucién formal del enlace entre el portico y el cuerpo circular del edificio. Su interior, en cambio, es una de las obras maestras de la arquitectura romana: la cupula remata en una circunferencia abierta de ocho metros de diametro y toda la boveda esta ricamente trabajada en formas ortogonales regulares que acentian la sensacion de profundidad, regularidad y perspectiva Columnas y nichos, ocupados por estatuas, recibian luz cenital a través de la abertura central; ello contribuia a acentuar el cardcter simbélico de las formas constructivas: e! globo terrestro, la esfera estelar. el hueco circular que contiene y reine todo. También circular, como el Pantedn, es el templo de Vesta en Tivoli, Su estilo corintio, buen mplo del producido en el siglo | a. de C. tgra [08 frisos helenisticos: los fustes 15 Detalle del mosalco que ornamentaba ¢ piso de las termas de caracalla acanalados, la variacién decorativa de tos remates y capiteles aprovechan las posibilidades del marmol travertino y de la piedra, rica e imaginativamente labrada. Durante el imperio no fueron raros los templos de planta circular; en Perigueux se conserva uno y en Baalbek, Siria, un templete dedicado a Venus, de reducidas dimensiones, exhibe su forma circular, rodeada por columnas corintias y precedida por una ancha escalinata. De lineas refinadas y sumamente elegantes, el templete de Baalbek data de los siglos II 6 Ill d. de C. Templos de planta cuadrada, como la famosa, fria y perfecta Maison Carrée de Nimes, de la era de Augusto, fueron los primeros que se construyeron en Roma; el consagrado a Jipiter Capitolino, de grandes dimensiones y gruesos muros atin hoy en pie, data del siglo VI a. de Cc. Ortogonal es también el magnificamente conservado templo de Baco, en Baalb 150-200 d. de C.); su plataforma ci columnas de remates labrados, sus techos aterales también labrados en piedra, son una muestra acabada de! esplendor de la arquitectura imperial fuera de Roma La celebracién de fastos civicos también Greaba hitos en el paisaje urbano: rememorando Jas glorias y batallas de los emperadores we erigieron doe Famosos arcos de triunfo, testimonio de la maestria de los constr romanos en el manejo del arco de magn nctores co de medio Todo el imperio Ileg6 a conocerlos: Tian on rcundada por Argelia, Antalya Bretafia por supuesto Ror reo simple de Tito (81 d. de C Constan (312-45 d. de C ntre famosos. La cele |en ta persona del emp nite a otro deslumbrante de mana dé siglos I, lly Il: las aoe Los palacios de lo: el Palatino, construidos por ¢ JORGE el 90 d. de C., fuero sta | del imperio romano dimensiones, por le mc utilizacion del espa: empleo de la cuipul: trabajadas con form: Su culminacién el tipc habia asentado en el y que, s edas Nevaror ura que $ riodo de Nt vo un interre el siglo I ‘i | del Seguiria siendo la arq oficial de Il. Estos palacios, « Fecepci6n y la gran altura de sus techo J, Subiertas, evocaban el cardcter a !a,¥ fumano y divino de quien los habitaba:, "un 4 hvestido de poder terrestre”, como bien |0 define Bianchi Bandinolli. Desde la Dom 0 AY de Nerén hasta la villa de f@ majestad de la dignidad imp Porralato en las formas arquit dae fa Villa de Adriano, en particular, constr! 198 diez afios que transcurren entre 125 Y ! ®8 un Conjunto de edificios ot =e ee ica dl 7 Detalle de los relieves del Ara Pacis, y suntuoso. “El cardcter excepcional de este inmenso conjunto de edificios, muy diferentes unos de otros, en medio de valles y altura: —que en la Antigiiedad estarfan cubiertos de Arboles— muestra la satisfaccién que sentia [Adriano] al crear conjuntos nuevos: algunos intimos y que invitan al recogimiento; otros muchos de una amplitud y solemnidad extraordinarias; unos para la meditacién privada; otros para la recepcién masiva de huéspedes, para bibliotecas y bafios; otros, en fin, para la evocacién de imagenes mitolégicas de culto, y pretexto al mismo tiempo para copias de obras de arte célebres"”’ Puentes levadizos, elevaciones del terreno, lagos y cursos de agua aislaban o vinculaban los diferentes edificios. Por lo que hoy resta de la villa, podemos suponer que la decoracién era extremadamente suntuosa, en especial en lo que respecta a los pisos de mosaico en blanco y negro y los pavimentos de mosaicos policromados. Por otra parte, el virtuosismo arquitecténico de los espacios circulares. rodeados por columnatas, y los peristilos exteriores que organizaban las explanadas y jardines eran el marco casi escenografico para esculturas originales y decenas de. reproducciones artisticas. El cardcter decorativo y gratuito de muchos de los edificios. plazoletas y corredores, nos habla de esta hueva concepcidn estética que se vincula, muy estrechamente, al Estado imperial y la persona del emperador. En los albores del siglo IV, en el 305, el emperador Diocleciano se retiré a su palacio fortificado de Spoleto. Este es quizds el iltimo de los grandes edificios imperiales en Occidente. El cardcter amurallado de toda la Construccién nos advierte ya sobre el destino futuro del vasto dominio romano y sus dirigentes. La magnificencia, empero, se mantiene incélume, oculta tras los muros: tanto e! mausoleo del emperador, como el Pequefio templo vecino, probablemente dedicado a Jupiter, con sus trabajadas bovedas y sus columnas corintias, testimonian el esplendor formal que habian logrado las artes espaciales. Escultura: el retrato y la historia Dos son las especies fundamentales y distintivas de la escultura y el relieve romanos: el retrato y la figuracién ‘conmemorativa e histdrica. Unidos ambos a una -_tradicién fuertemente romana e incluso italica, escultura de una temética peculiar ie el genio politico, social y cultural Sblica y el Imperto Imprimirian files. la aparici6n del retrato es sumamente razones que tienen que ver con una concepcidn del individuo, de lo de la legitimidad en la un hombre. La época clasica El teatro de Lepeis Magna 73 Retrato de mujer. Museo Capitolino. 10 Y sélo i ero, 1 ptaria osteriorn rario, no concepcion oF ‘bre tos romar nam on realista ilumina | ituales fanet , lica, impulsaror ia. El culto de los antepasados fami ilicios dio origen a la imagineri mascarillag Ge cera reproducian, con la mayor fidelidad posible, los rasgos del difunto. Estas mascarillas constituian un elemento principal de las honras funebres y, al mismo tiempo, contribuian al desarrollo de artistas que fueran capaces de realizarlas y, luego, de trasladarlas a materiales mas nobles y menos perecederos; las imagenes asi reproducidas de los difuntos encontraban un lugar de privilegio en el patio de las casas romanas de patricios 0 plebeyos enriqueci und un principio este “derecho a las imagenes era de indole exclusivamente nobiliaria No es sorprendente entonces que hacia fines del siglo Ill a. de C. el arte del retrato hubies madurado totalmente en Rom: la mayoria de las piezas que han llegado hasta nosotros pertenecen a los dltimos afos de la repiblica y, en cantidad significativa, al period imperial. La famosa estatua Barberini que representa a un patricio que sostiene en sus manos las cabezas de dos antepasados suyos es un verdadero mosaico de épocas y, por ende, un documento decisiv is alteraciones estilisticas la cabeza de la figur republicano: mediados del siglo 1a. de C. y ‘omiso ain vigente entre las fo y el Auevo realismo, mient ‘0 sostenido por la mano izquierda algunas decenas de aos poste e fines del siglo 1a. de C. son algunos notables, como el de una dame niente de una familia campesina. Sabina, documento indudableme modelado firme y sereno, estruct. minente, cabellos lisos, expresior trada y seria, que nos sitdan en las antipocdas de toda tendencia decorativa y marcan la firmeza del realismo documental romano Algo anterior, del primer tercio del siglo | a. de C., es la escultura de un general romano, que pertenece a la tipologia del retrato Patriético de ese periodo y los afios posteriores: €n cuanto a su estilo, la tradicion helenistic on su modelado sensible y detallista, se combina con el rasgo algo ampuloso de! detalle: las vestiduras abundantes y sueltas y, sobre todo, el trabajo minucioso de la coraza que & Parte fundamental ee fun al de la composicion La era de Aug) imperial, no pu el Ara Pacis, 0 « mismo Augus: 19:3 a. de C. sus relieves frontal t la escultura retratis: Berode Profusamente decorado con relieves de guirnaldas, guardas y frisos, este altar de la paz poseia varios paneles esculpidos en marmol sobre los que esta representada una pro que avanza hacia su entrada: Augusto y su familia, los altos dignatarios estatales y militares han sido esculpidos en relieve, dirigiéndose hacia el templo. No constituyen un agrupamiento de figuras meramente decorativo. Por el contrario, cada uno de los funcionarios imperiales interesan por su fisonomia particular y se diferencian por sus posiciones, actitudes, expresiones y movimientos: sus rostros jévenes 0 maduros, reposados y calmos, indican la solemnidad del momento. Sin embargo, algunos detalles realistas caracterizan el conjunto: una mujer, probablemente la hermana de Augusto, impone silencio con un dedo sobre sus labios, un nifio se prende a la tunica de su padre, reclamando atencién. El realismo triunfa en estos pasajes y vincula los relieves del Ara Pacis a la gran tradicion romana del retrato mas que al estereotipo de cierta escultura celebratoria de periodos posteriores. Algunos relieves mitico-histéricos son parte de! conjunto que describimos: el pastor que descubre a los gemelos Romulo y Remo, fundadores de la ciudad, el sacrificio de Eneas héroe troyano que, como lo inmortalizara el poema de Virgilio, ennoblece con su estirpe los origenes humildes y algo inciertos de los romanos. Parece dificil imaginar hoy el conjunto de relieves de! Ara Pacis tal como fuera concebido por sus escultores y arquitectos, ya que la reconstruccién y el montaje de sus piezas sueltas y sus diferentes paneles es, hasta el momento, por lo menos azarosa. Sus relieves, en cambio, aunque fragmentarios, alcanzan para conocer un periodo importante de la escultura y el retrato romanos: el helenismo } de la repiblica, vestigios del neoaticismo de la era augustea se entrelazan en la majestad Serena, poco inclinada a a fantasia formal, mas \ barroca y recargada de la posterior imagineria imperial. Esta contrasta, sin duda, con la serenidad de la estatua de Augusto de la Prima Porta (afios 14-29). Quizds e! busto del emperador Comodo {esculpido alrededor del 180 d. de C.) sea uno de los exponentes mas significativos del arte escult6rico imperial: a la extrema maestria de las técnicas de! volumen y el modelado se tune una concepcion exaltatoria, casi timbombante, de la persona del emperador. Este es representado bajo los atributos de Hércules, cubierto con la piel del le6n _ ¥ esgrimiendo una maza; en su mano delicada, ién Busto de Comodo Hercules. 85 formal, el ¢ caracterizad realistas. Si emperadores obligaron a de empe base al realismo fuera sub: 1 req al arte. Se producen sitc oni epresentacion, torsiones de bu en alguna abordan el tema d fo su carro de guerra allos encabritados. Mencién aparte por | ; y conceptual de su co ta fatua ecuestre de M emperador fildsofo qu do consolidacin del exte nO (161-180). La escultura loves del mismo periodo qu: Palazzo dei Conservat mo los uiltimos testimonios de ri profundamente con Cc tuando de alli en mas el caric fo la Fepresentacion, rasgo qu conceptual y materialm jonistico Sobre el que el naturalisn 8e habia Ido edificando | Queda en pie. ‘1 lo empero, Continuldad, el desarrolto ¢ totus retrato. Una vocaciin de r« »tacién documentalista de la realidad del modelo Constituye esa especie de hilo conductor que Gtorga ese aire comin a varias etapas de la Pecultura romana, 1 documentalismo realista Iheluso naturalista, tendié a acentuar, cast desde su comionzo en los ultimos sigios de 1a Tepiiblica, el reflojo minucioso de. la Peculiaridades fisionémicas d Piel, sus arrugas. 8u8 cabellos. Al’ m Psleoldgica de alguns fetratistica roman tematica: anci modelo: su I» rlctua, ta dlaposicién de no tiempo, la verdad grande! ras do la miten a su profundidad fanas 0 comerciantes de provinclas #1 Arco de Tito, oma Templo de 1a Fortuna Viril, Roma, Vista exterior de! Coliseo, Roma fueron el motivo de excelentes representaciones de ciertos tipos sociales. EI imperio, y sobre todo los siglos Il y Ill, trajeron consigo otras exigencias: la persona del emperador se convirtié en depositario divino y ello no podia dejar de influir sobre las técnic de su representacién. Al mismo tiempo estilo helenistico se fue complicando, y » formas adquirieron el preciosismo que caracte los bustos de periodo, hasta que el amaneramiento formal triunfé sobre el realismo anterior y la verdad del retrato comenz6 a subordinarse al fasto de la celebracion. En el largo camino recorrido por la escultura romana, el dominio de las técnicas significo, a ‘apa de importancia decisiva Al respecto conviene no olvidar !as actividades que, aunque subordinadas, contribuyeron en este proceso. La reproduccién de estatuas Griegas, requeridas por el consumo metropolitano de arte, fue una escuela que entrahé dos efectos: el academicismo a qu aludimos en un principio y ta calidad pareja do los productos artisticos que salian, en cantidad impresionante, de talleres italianos 0 provinciales, Le otra gran vertiente de la escultura romana 06 el relieve de tema historico. Ello se debs a varias razones, de ‘as que mencionaremos aigunas: ef cardcter secular de gran parte del ate romano republicano © | 1, vinoulado, Come s¢ vio, a \a celebracion de triuntos politicos y militares inclinacién de! arte ror factica, lograda a t acentuacion del detalle precision repre Asi es como to: retrato fueron formacién de 0 a distorsion for siglo Na. do © La columna de Trajano, erig Roma en el afio 113, consstit perfecto de esta especie a constituye también, desde el punto de v su concepcion formal y espacial, una variante totalmente nueva. El relieve continuo era conocido, como se vio, en otras zonas del mundo antiguo. Sin embargo, es nueva la i de rodear totalmente el fuste de una columna persp de 27 m con una banda ininterrumpida que anécdot cundai se desenvuelve en espiral desde la base hasta _reconoce al ¢ 0 y la cima. La longitud total de los relieves ‘omano descripta sin at aleanza los 200m y el ancho de las bandas se columna de Trajano un m 1 Templo de las Vestales, Tivol Fuinas de un templo circular en te Villa ‘de Adriano. En of contro, una copla } tomana de la Venus de Gnido o Praxiteles. Retrato romano de Egipto. Fayum, siglo | d. de C. Nlente. jlador de plata cincelac tore *. a Mithraeum de Londres, Siglo ILIV 4. de C. tradicion de rep: tacion simplificando algunos di y elementos. EI conjunt c altamente expresivo y lo: i crueldad y muerte ‘ecursos la gran tradicién del Renacimient Durante el siglo Ill el impe om e acercarse crisis sociales y politi concepcién del mundo preconizada pi emperadores filsofos, como Marco Aurelio resquebraja y exhibe las contradiccion| que recorrian la sociedad romana crueldad de las guerras, el ca de la expansién, la exaccidn de riqueza pueblos sometidos, la pobreza en Italia y en ls provincias. Ello tiene dos efectos inmediatamente perceptibles sobre el arte: el abandono de los canones clasicos y el patetis” y la tragicidad de la representacion en pie la necesidad de representar la estatal pero, de manera inevitable, Roma S¢ acerca a su ocaso. En el 324 Constantino el @ Bizancio como capital y las extensioné europeas del imperio estan sacudida: eltas. Se cierra un periodo y con ¢ N aspectos importante f Manifestaciones artisticas. La column Constantino, erigida en el 315, evoca el art vendra: la severa y rigida disposicion 4 dignatarios imperiales en torno de! gob? la inmovilidad y el hieratismo cortesano "° Podian menns que traslucirse en lo estéticos ante La pintura: ilusién y verdad cada vez mas penosan: adquiridos, y esto hasta el siglo II tir del siglo Ill d. de C. hi La importancia del arte pictérico romano y sus Pértir punde ©. 5 logros técnicos y formales no siempre han sido eee cee mozamie repertorios nuevos y de u va civilizaci6r subrayados adecuadamente. El cardcter mas Pete pois osscon ae perecedero, desde el punto de vista material. de Poros aunque indinee pe tet . ea , Sahl eguros, aunque indirec los mosaicos la pintura y los murales, carcomidos por el rience re tiempo, cubiertos por las obras de otros artistas posteriores, descuidados durante siglos, tiene que ver con esta apreciacion. También, que sea mas fragmentario lo que ha llegado hasta nosotros de esta manifestacién artistica ¥ que su valorizacién definitiva date de los tiempos modernos, desde fines de! siglo XIX hasta la actualidad, cuya sensibilidad armoniza més firmemente con las formas, planteos Y resoluciones de la pintura romana que hoy conocemos Definidas asi las grandes etapas di ntur romana por el estudios Bianc Bandinelli, es precisc caso, dos de los factores que actu determinantes en su constit en primer lugar, la imitacion de modelos grie de la que se conservan te 08 ef Herculano y-Pompeya. Por ejemplo. el Te liberador de los niftos de Aten en la basilica de Herculano, y ¢ a c proveniente de la misma fuent En la pintura romana conviven y se entrelazan, casa de Gavius Rufus, ¢ 4 veces contradictoriamente, dos tradiciones —_copias difieren entre si notablement jar plasticas: la helenistica y la itdlica. Los frescos [as diferencias de maestr Tiere aver de Herculano y Pompeya son testimonio de los diversos talleres: una Her ambas tradiciones que incidian, sin duda, sobre responde con habilidad al seq las obras producidas en la metrépoli y de las. —_griego. tanto en el tratamiento de la form Sue se conservan pocos ejemplares tempranos. en el manejo del claroscuro y las act En Roma, en efecto, como en Pompeya, hay los personajes representadc una pintura helenistica pura, cuya tradicién en cambio, parece haber s Fontingan los pintores griegos; hay una pintura menos experta: los gestos romana, que sigue la tradicién mesoitalica, el dibujo y el modelado s },después se da una desaparicién progresiva de paisaje familiar y clud SPortacién helenistica directa. como fondo de escena. Dos trad | », la pintura romana repetiré, plésticas imprimieron su sello sobre jese Mosaico de la Villa de Adriano. Al mismo tiempo, la pintura atestigua el auge de las imitaciones a veces felices, academicistas otras, mas rusticas algunas, del arte plastico griego y sus temas El segundo factor que incidio sobre el desarrollo de la plastica romana fue el gusto por la decoracion interior de las mansiones, vinculado con el consumo de objetos artisticos al que nos hemos referido largamente. Tablas pintadas, tazones decorados y, especialmente, pinturas murales, eran avidamente requeridas por amateurs refinados y coleccionistas. Se conserva en Roma una muestra relativamente completa de la maestria alcanzada por sus pintores en los dltimos afios de la republica. Nos referimos a la casa de la Farnesina, construida entre los aios 30 y 25 a. de C. Se encuentra alli un buen ejemplo de lo que se denominara “‘arquitecturas falsas”, es decir, la representacién sobre un muro, por medio de la ilusién pictérica, de nichos, columnas, capiteles, vanos, frisos y arcadas, entre los que se intercalaban pequefias escenas mitolégicas. Es preciso aclarar que los romanos desconocian las leyes de la perspectiva tal como éstas estructuraron el espacio plastico a partir del Renacimiento. En lo que si se desempefaron como maestros fue en la creacién ilusionista de vanos, muretes arcadas y columnas sobre la pared lisa ‘regusto por la escenografia mural. que buia a ampliar o a iluminar un recinto, es caracteristico de decoracién interioi Cercana en el tiempo < es el Aula de Isis en el Pala totalmente los muros y el te por su trabajo en dorados Escenas mitolég hoy formaban parte segun la técnic temética, mucho mas pinturas ‘que en necesario una tematica his s6lo unos pocos e no pertenecen « sino a la griega. E privado de la plasti claves para la expli Quizés el ejemplo mas decoraciones murales ro: 8 proporciona Ia Domus Au Su decoracién fue re: nombre Fabulo, que tra afios 64 y 68. Sc Aurea se elevar: algunas de sus sala: descubiertos por los artisti han llegado has Cu corredores como a actualid el de la ventana simulada, er yrecian de comunicacién directa con el exterior, a través de la cual el ntenta crear 0 evocar un paisaje. El caracter lusionista de este tipo de realizacidn plé es propio del estilo que encon palacio de Nerén pintor stica mos en el Esas perspectivas de falsa arquitectura, de la decoracién escenografica, se amplian has ion del paisaje isamente, respecto de este tema de ia tica romana es necesario agregar casi ta crear la palabras: el paisaje constituyé una de las vertientes mas fecundas y ricamente creadoras de todo el periodo estudiado. Tanto por la sutil creacién de atmdsferas por medio del color, como por el manejo suelto de Ia linea y a sintesis de los motivos, el paisaje romano es Gnico durante siglos. Muy cercanos a la sensibilidad moderna, los ejemplares que hoy pueden examinarse en la villa de Livia, en la Prima Porta, constituyen momentos privilegiados del arte pictdrico de la antigiedad. Excelentes obras murales paisajisticas se encuentran también en Herculano y Pompeys En las ruinas de esta ultima ciudad, también se descubrieron murales que llevan hasta sus jltimos limites la libertad de cién arquitecturas casi irreales sostenidas por animales mitoldgicos, pacios aéreos, de profundidades infinitas logradas mediante la aplicacion extremadamente tenue del color, una represent percepcién casi impresionis' de la luz y asi romantica de la natu representada rculano y Pompeya proporcionan tambiér oportunidad de conocer otra vertiente tematic de la pintura romana, la que Se denominaria “naturaleza muerta’: pajaros langostas, huevos, frutos, algun utensilic Joméstico, suspendidos en la misma atmésfera trasiicida del paisaje evocan. través veinte siglo: » ciudad romana retratos pintados que hoy onocer abemos que en el siglo | d. de C. el retrato intado era una especie familiar en los tal ie los artistas romanos. Conocemos los de un nagistrado y su esposa, encontrados er Pompeya y, sobre todo, la excelente serie de etratos conservados er provincia: egipcias del imperio romano. Pertenecen seriodo contempordneo o posterior al reinado Je Adriano y siguen produciéndose hast s siglos Ill y IV d. de Ye contorn extremadamente precisos y formas casi plan los retratos romanos del Fayum (Egipto) sor depositarios parciales di rande corrientes artisticas que sucederan a cultura romana en Oriente: algo de Bizanci puede leerse en ellos El arte del mosaico es otro de los lazos con lo: que Roma se proyecta los mosaicos hacia Oriente: desde {a villa de Adriano, del 130 d. de C., hasta los deslumbrantes trabajos en marmol coloreado Yatallado del siglo IV, que pueden observarse on basitica de Junio Baso. Mencidn aparte Merecen los mosaicos del norte de Africa cludades de Tunez, Cartago, Timgad, Susa Poseen ejemplares formidables. Pertenecen, Como miles de obras creadas a lo largo y lo ancho de los dominios romanos, durante siglos Imperiales, a un capitulo complejo det arte de ese periodo: el de! entramado de las romanas con el sustrato cultural ico de las zonas conquistadas. Ese de la historia del arte demuestra, mis inguin otro, lo que se afirmé al comienzo sintesis: que el poder apretadi arcrice y militar que los romanos ‘todo el mundo entonces se vincula de manera muy directa con fusion y penetracion arte y cultura, ma, que en los siglos de la repiiblica t Influencias de Grecia y el mundo concluyé romanizando —con su s y el sello ecuménico que le imprimi6 el cristianismo— Nota La formaciin de 1 Pierre Grimal_ (compilador) romano; El mundo mediterraneo anos, han dejedo ctonicas en estilo gre on nas tumbas, vasijas motal etcetera, } Mortimer Wheeler, Roman Art and Architecture, pag, 13, 4 La ublcacién do estos tolleres os trazada por Wheeler Los artesanos Tlorectoron fn los reinos helontsticon, del Moditorréneo orionta Itoge se expendieron por ls Cemparie 9, fiaimerte ti Tos gow iy i or le Gali. Et taba, con vidios focales do cada una de estas grandos re mamenty debatde y ‘poca evdencia conor islas_ core ade habla de las Costas de nas de Rodes y Mitilene. Es sin duda grande la contribucion de Antioquia. Con mayor corteza puede alirmarse el papel protagdnico, Alojandria quo, al caer en manos romanas en 30 a. de C 8e erigiria en foco cultural del Mediterrénec Wheeler, ob. cit., pag. 22. $ Ranuccio Bianchi Bandinelli, Roma, centro del poder: £1 arte romano desde los origenes hasta el final del siglo I pag. 44, © Wheeler, 0b. cit. pig. 99, 7. Bianchi Bandinelli, 0b. clt., pag. 269. * R. Bianchi Bandinelli, 0b. cit, pag. 114 Presentarse al r Asia Menor y li Bibliogratia Bianchi Bandinelli, Ranuccio, Roma, centro del poder: El arte romano desde los origenes haste el final del siglo I Madrid, Aguilar, El Universo de las formas, 19) Bianchi Bandinelli, Ranuccio, Romo, el fin del antiguo; £1 arte del imperio romano de Severo hasta Teodosio I, Madrid, Agu las formas, 1971 Bianchi Bandinelli, Ranuccio; Becatti, Giovanni, Enciclopedia dell'arte antice classica e orientale, tomo Vi, Roma, Instituto della Enciclopedia Italiana, 1958-1968, Charbonnoaux. Jean, L’Art au sidcle d’Auguste, Lausana, Clairefontaine, 1948, ar, El Universo de Grimal, Pierre, La civilisation romaine, Paris, 1960. Grimal, Pierre (compllador), Le formaciin del imperio romano; EI mundo mediterrdneo en la Edad Antiqua, Madrid, Siglo XXI, Historia Universal de Siglo XXl. 1974 Hinks, R. P.. Greek and Roman Portrait Sculpture, 1935. Malurl, A. Le pelnture romaine, Ginebra, Skir, 1953. 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