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PERLA ZELMANOVICH YVIOLENCIA Y DESAMPARO Licence en Psicologle por la Universidad de Buenos ‘Aires, Canlidsta Dra. en Ciencias Sociales ce FLACSO. Psiconnalista, educedora investigadora pincipl det Area ‘de Pduesciin de FLACSO. Ditectom Académica del Pro grant “Pslcajailisis y prcticas soci ~educatias, Aportes parm abordar l mletar wdacadvo actual” (FLACSO) Pro- fesora acjuntaen la Cétecca de Psicologia del Aprendizaje y de a Adolescencia,sub-kea Pricologia de Ja Adolescencin (CEBLE.C/UBA), Autom de miimersos textos y coordina dora dé colecciones destzadas 2 docentesy nitos, ent los ‘qe firm: “Conia el desarpo”, en Enso hs. Una in- ttofuccién a Ie edacacin en tempos de cis. FCE (2003), Trahaja sobre i problemsca de fa fincién adult y de ta a- toridnd padagigies en el winculo educative y sobre los nuevos ‘orosintergenerncionals. Realiza areas de supervisin 9 ascsornreno en naitucies elucaivas.” 95 Buenas tardes 0 todas y todos tos co- legas aqui presentes y a quienes se en- cuentan en las. distintts provincias donde se esté viendo esta transmisién, uracits a la cual podemos acercamos tanto en las distancias materiales como on la conversacién, Agradezco a Mari- xa Lemer quien me convocd y a Mara Brawer, la responsable do este espacio que considero muy necssario. ES una ‘ran responsabilidad para mi estar hoy agul para cffecerles una perspecfiva que aporte elementos pars peasar y sbordar ‘mo de los'emas ungentes que atraviesan nuestias sociedades contemporinets y ‘uunbidn la genda cctidiana de nuestra fnstiruciones edacativas, como es el de has lamadss “violencias", no sélo por lo hie acontece efectivamente, sino tam. bidn por Ia circulacin socal que tiene el teina *Violencia en las.escuelas”, lo cual también coalleva sus consecueacias. En Jos ikimos aftos observamos de mine 1a ereciente en miestas préeticas en las escuelss, ciferentes modos en que se hace notori Ia agresividad manifesta ‘Mas alld de situsciones en gue se pre- senta de manera extrema, advertimos su ‘emergencia tanto en niios cada vez més Pequelios gue imumpen con exubmuptos, como on adolescentes, donde lo que pri- Ina €6 a respuesia comporal. Woy a compartir con usiedes algunas ideas sobre las que vengo trabajando, que reflejan solo una perspectiva, entre muchas otras quo ebordan el tema y al- sginas de ls cuales te oportunidad de leer en uma de las publieactones del Ob- 96 | SHER | sertorio. Me parece interesante y ae- cexaio habiltar wna poifonia de vooes para encarar una problemética tan com- lj, que camo ta requere de miples miradas, Comenzaré ton wna pregunta que vi a orienta in record argomental a pasir del enal huego padremos conversa. Para formalara me Hospi en e lo de un artculo que legda mis manos hace ape- nas dos aos: “ZEn qué media es posi- ble hace inexistirla violencia en ls ing. titucionds educatvas?* Veremos Iueyo si algun de Ins caves concepnues que desplegaré eontibuyer con la bisqueda de hipétesis explcatvas y de posbles ahordajes que shrine tas mismas. La Dregnt invita a pensar en qué medida, nun marco de profundasfagmentacioe nes, desigualiades socials yeducatvas, es posible hoy hacer exist las violen: ins en la irstniciones edcatvs, oa ‘menos elgunis, igo violencits en pha- ral porqi son mips tanto sus menos de presentacién como sus méviles, 1s aque requierex ser dterenciados pura que tengan slguna chance de convertrse en heramieatas para su abordse. Para co- menzar opts por poner en tlacin na dupa de ideas: “samara” y “violen- ci, poxue entendo que adverts ae tira relicin nos introshuce en una ma- nema de pensar al sujeto que se precipita en tales exabruptos, y tambien costo depend su desplige del ipo de vine Jos que esabiecemos. Es desir gue ligar desamparo y violencia es una manera de coveebis no slo la condicén del suje- to de quien estamos llamados a eduear, sino también el pepel que tenemos en nuestra condicién de aculins con ellos Voy arviesgar una sfirmacién: la violer cia puede ser pensada como efecto del esanjparo. ntroducir esta. emusafidad ‘nos permite des-sustancializar al sujcto ‘que deniificares eon su violencia: “es” violent, y nos leva a pensar en carabio Jas maones desu “estar” violento, ly cust bre a su ver postbilidades de intervene gen mquello que activa ls efectos egresi- ‘ose su modo de estar. Voy a presenta primero a qué me refiero cuando hablo de desamparo, En principio voy # dife- renciar dos agpectos que mochis veces estén solapados, superpuestos. Por un lade cl desemparo social que se presenta ‘con indicios que dan euenta de un aban- dono material verifcable; por ejemplo el chico que no es llevado ala consulta ‘médica © que no tiene sus necesidades bsicas mtinfechas. Este tipo de deaan- ‘aro denanca a inexistencia del Oto de los cuidsdos’ materiales, extamado ex diversas fizuras, que van deste el Estado Y sis tepreseatantes, hasta quienes cum plon funciones maternas y patemes, ci yas responsabilidades’es necesario dife- renciar, Pero hay oro tipo de desamparo queesenel que me voy adetener, que st bien tiene sus pantos de contacto con el anterior, 0 sewigot onl mismo trata del desarspare subjtivo. Este no se pre- seni tap evideute, y requiere seguir et hilo de to indicios qe llevan a idontif- cars inexistenca def Otro de ls cuide- dos sienbslieos, para lo cual tenemos que proveexnos de unas lentes que pesmitan enfocarlos, decedificarlos, teers. Propongo para es0 deslindar tl menos tues grandes aspectos que son estructu- rales gn cuanto a Ia consfituciin de ta suhjetividad. Un primer aspecto del des- amparo sukjetivo esti relactonado con Ia condicién de premoaturacién del eachorro lhumano aunque se hayan cumplide los reve meses de gestacién, en el sentida ‘que siempre somos prematuros para arre- flamos de manera auténoma con nnes- tras propias pulsiones, con as exigencias del imindo exterior y com las relaciones con nuestros semejantes. Esto n0s wuel- ve una vez mas sobre lo imprescindible que es para sabrevivir contar con el Otro Ge los cuidados no siio materiales, sino también simbélicos. Muchas experien- cias ast lo atestiquan, como los estudios de René Spitz sobre bebés abandonados en hospitales, que morfan de marasino ain contando con los cxidados mate- riales que les trindaban las enfermeras —queiban desde i higiene, léalimenta- in Ia afencicn sanitaria— yun con- * tando con esos cuidados algunos morian: rorian de marasmo y yo agregarfa de rarasmo simbético, Eee aspecto del des amparo estructural subjetivo refire a la recesidad del cachorro hnumano de con- tar con ese Otro que lo albje a partir de ‘un deseo gue no sea anénimo, Los cui- dado de las enfermerns bacia loa bebés ‘ran en este seniido andnimos, ya.que un ser) que no es anim supone un I far simbdlico singular para cada svjoto, hecho de reconoeimiento e insctipeién on deseo de exe Oto. (SIERRA! 97° ‘Lo que no estaba garantizado era ese Iu- 4r simbélico que va mas ald él rl, en este eto el ol do ser enfernere, Lo que szrantzs el lugersimbSlico para un chi- ©, esl ejercicio de una fancién sujet ‘ante, que es tal en tanto quien Ia ejrce lo regista como sujeto en su singulari- dad y To inseribe en una rslacioa que 0 Feconce como recesario, Ess dos operaciones son consitutivas dt ta fancién adulta, ya que el adalio Se hace necesurio a partir de exe ineca- bamiesto estructural euendo interpreta las demandis que el propio sujeto no puede signticar. Se hace de exe modo responsable, garante de abricle por esa Via la posibilidad de que pueda tecono- cerse parte de wna train simbdlica que lo trassiende, al reconocerlo necesario para ese Ou encamado en lt funeiin ue se ejerce: un slunmo necesario para 1m maestro, un hijo neceserio para na midre. Como vemos, la fimeiin que ampara simbdlicamente no es sinénimo de un rol deicrminado. Puede haber rol dde made, padre 0 maestro, y no haber ‘zeion adula subjetivante, ya sea por. ae no hay un deseo diigito hacia ese sto en particular, o porque ese deseo 8 vacilante, lo cual compromete is chances de que el chico o le chica pue- ddan reconocerse en una detenninada inseripcién simbéiica. Considerar por la via de la fii los roles que tenemos ‘8ignadoo, tiene el benefiio de abritlee! jiuego a muchos de los chicos y chieas que tenemos en muestra atlas, que no ueatan con alguien que peda sostener Ja Famcicn a parti del rol que tiene asi 98 [ATTRA ‘ado, Desabrochar el rl del fuciGn le dala posibitidad a todos de proveerse de quien campla esas funsiones de cecoro- Cimienta ¢ iascripcién imprescindibtes, Y éiseutir con quienes actin en finciin de suponer destinos inexorables basados encl orien. Sabemos que ain el vinculo bicldgico que nos asigaa el rol de pacre 0 madre, requiere de una adopcin deta funcién y por lo tanto de la insccipetin Simba y social de exe-syjeto, lo cual no siempre ocute; los hijos bialbgics, {odo sujeto, necesita deesa adopciin que ‘vapor lavia de un deseo singular que hi- bila a inscripeiin y el reconocimients ‘Un segundo aspect del destmpary sub: Jetivo que nos ayuda a enfocatlo, aude ids especinicamente a la necesiéad de 1 dejar librado al eachorro hurmano @ $s propias pulsiones agresivas, Alguncs indiios de esa agrosividad ques inher rente a Ie condiciéa humana los encoo- frames ex Ios juegos intanties, en los espedazimicatos de mafeces, en alew- nas crueldades clisicas con animales, as ‘mondeduras etre los mis pequeios, 0 en los elésicos de la literatura infantil que fos siguen atrapando, donde esa agresivie dad se pone en escena con lobos fagoci- adores de abuelitas, con perseguidores y Derseguidos 0 con ls literatura de teror Es una operacién importante para sumar- Je a funcién adult, que es tan neces ria como el alimento material, porque os 4a que sinpara al cachors hunano de la ropit agesividad. de las propiaspulsio- nes que buscan satisfacerse consigo mis- ‘mo oon los oes. Este sapeci del des- amparo simbélico abre-un debate acerca de sila violencia es endégenta o exigena De las investigaciones de Spitz también surge que los bebés que no contaban con quien cumpliera Ia funcién subjetivante, dirigia esa agresividad inbereate hacia si ‘mismo, Belge que se golpeaban la cabe= za contra los barrotes de sus cunas. Un tercar asjecto del desamparo sub jetivo es el que hace referencia a la nnecesidad de significar, metabolizar, simbolizar, tanto las propias impulsivi- dades, las violencias endégenas, como Jas exdgenas que irrumpen del exterior ¥y que muchas veces los inunda. A estas violencies exigenas a las que estin so- tmesido muchos de nuestros estudiantes, Silvia Bleichmar les nombraba “malestar sotrante”, porque son evitables a través de la existencia del Otro de los cuidados materiales. Estas se solve-agregan a ese lotro malestar del que venimés hidblando «que deviene del detamparo subjetivo que ¢ inevitable ¢ ineliminable por comple- to por ser estructural, pero que es abor- dable por viade laexistencia del Owro de los cuidados simbicos. Como ven, este anpara simbstico se suma alas dos ope- faciones inherentes a la furcién adulia, (que hace referencia:a esa otra que es la de mediar entre el sujeto y su realidad, tanto intema comp externa. Esta opera ccién es Ia herramients clave que tiene cl trahajo educative, decde In perspecti- ‘va que lo estamos pensado, porque esas mediaciones est iets de palabras, do colores, de sonidos, de formulas y de relatos, que son difesentes modos de pro vvece de significados eon Ids cuales tejer ‘una malla sinbélica ena que el sjeto se se ubicande. Se traia de un amparo simbélico, deuna red protectora que albergn signficados con los cuales poder significa la reali- dad, Ta eacuel entiendo yo, es un espa- cio con posbilidades potenciales de ejer esa mala, porque cuenta con os conteni- dos de a eltura que estén an el corazin yen la razin de ser de ofcio de educar, ero 4 condicia de que los adultos que ja babtan asuman esa fumeidn de reco- nocerse camo responsables de ese mis all de fa ensefaiza, que es institu ese éentramado cultural de protectin, que sonlleva reeonociminto ¢ insexipen, Cuano veniaen el subte hacia aqui, ob servaina a una chica de unos trece aos fon que creo sevla su hermanita en byazcs, rpartendo unas tareitas para obtener alguna moneda, esvens covidiae ta del malestar sobrante urbano, Miet- tras descansaba de su reparto puso una Imsisioa a todo volumen en st celular, escushaba un rap, una interupeida a sit talidad que Ia igunda y que pode ros leer camo una bisqueda de amparo simbslico, Recorriendo algunas escenas filsicas que weames para trabajar estas ideas con los docentes, recuerdo una es- Cendelaque me advirid unacoleg, en tuna pelicula que es muy dura, "EL amor y In fia", donde se puede ubiesr cémo ta lignan cultural je esa mala simbdtics con Ja que e seta puede hacer algo con suis violeucias enddgenag, que se desatan ante ia irmpeién de I vioencia exigena ‘que lo inunda, labo de una escena en Ia que un profesor transforma wn palo que ¢l chico usa pera romperlas ventana, en (SHER) 99 ‘a Herramienta loa! de i cura ma0- 1, internmpiendo primero esa impulsi- ‘ida, no dejéndoto libro a lamisma, y Inego cubridndolo de relatos con los qe buses ligado, inseibirlo simbdlicamen- te ea su cultura de origen, Los invito a ‘buscara, Hay oto film que tal vez hayan visto porque ha circulado mucho eo los spacios de formacién decente, me re- fiero & “Los corstas”, donde tambiéa es interesante ubieat esie movimiento que va de as volencas interns y externas & una produccn cultural que serena, que regula en ese caso esa través del trabajo pata que los chicos internados se liguen ‘uta misica, que se vean reconoeidos en ‘ra inscripsi6n: ya no son ado ls hiée- fanos o violent intemados, sino que se los reconoce con otra marea de identifi- acid abora son covistas. Hay alguien 1 sa insttucién tenebrosa, que se isti- tuye con su fimcién adults desbordando lo quese lereclama desde su rol, en tanto pone a jugar su propio deseo en relacién ‘la misica, y por esa via podriamos de- cir que lee las irupsiones de violeacia ‘como indicios del desamparo subjetivo de €805 sujetos. Vale una acotacion, yes se este desamparo subjetivo no refiere 2 una patologia, a un euadro psicopa- teldgico. Lo quiero colarer porque fay tna alarmante tendencia » paiologizar Y criminatizar smuchs manifestaiones ‘que se obseevan en lo chicos, como son Jas impulsividades que hoy nos ocupan, ‘evando no son lefdas como efectos del abandono material y éel desampaco sin- Dilico. Alrespecto,recoté un fragmento de una 00 {ER nota que eicul6 en los medios 86 dite sign masiva en el afio 2006, reerido a este tema que tiene alarmante y tiste- mente much vigeneia: “Francia seguir 4s niftos como si fueran criminales”, reza el titulo, Algunos destacados: “Si shij llora por eapricho, patales, no se queda quieto en el jardin e infantes y roka los jugustes de sus companers yie muerd la oreja al pero en un arrebeto deira, puede serun detincueate ex poten- cia”. Esa polémiea conclasién ala cual Tegé un estudio del Insttsto de Salad ¢ lnvesiigaciones Médicas en Francia, inspird nada menos que un anteproyecto de ley sobre prevencion de lt detinewen- cia, que present el actual presidente, en aque! momento ministo del interior, Ni- colls Serkozy. Ademés “el proyecto de ley recomienda que las escuelas se abran alos psiquaras iafuntiles que serin los responssbles de diagnostcar el eomper- famiento de los chicos y de los adoles- cemtes. FL bilingtamo se cuenta eatre hs causas que segin el informe, havan que ‘unnifo preseate eonductas “anormales" eneeste caso el alumno debers “similar” el francés. antes que eunlquier oo idio- ima’. ¥ esto n0 es una pelicula, algo que esté ocutiendo y que nos adviente Ae os rieagos de tomar slides eatiganati antes frente a siwaciones que tienen an trasfond social, como son las politcas ‘migratoria, y que. conviven con otras que son realmente difciles de abordst, come es el caso en el que iumpen ls impulsividades en las instituciones. Lo ane requieren es ser pensadas para ea- ‘contrar encazamientos educativos que ‘muchas veces boy no teueines 4 iano Aqui adveitinos sobre dos riesgns de {Uuga. uno hacie la patologizacién, ¥ otra hacia 1a criminalizacién y {a segrega ida, que como vemos se retroalimentan entre si. Con et equipo de investigacion y formaciia que coordina en FI.ACSO, venimes cbservando en tomo a las deri vaciones que las escuclas realizan a los sistemas de salud, que la tendencia de las derivaciones ha virado en los itimos aos, de los problemas de aprendizaje a ta mayor inciencia de los problemas de canducta, ¥ es més, los problemas de aprendizaje cobran oira forma que también se desiiza hacia ta patologiza- cidn, que es la desniencién (eatre otras ‘antas iaifestaciones) como categoria siquiitrica, EL ADHD, es una de las Siglas con las que se condce el llamado sindrome de desatencién con o sin hipe- ‘actividad, que no es inocio para quien #2 asi diagnosticado, Se viene verifean- do que los nifios son medicados desde cedades cade vez mds tempranas, lo enal tiene severes'consecuencias de diferen- te indole en sus trayectoras escolares y vitales en general. Hay investigaciones 4 partic de seguimientos transverseles, donde se verifies que quienes han sido Imedicados desde muy pesuetios, no lo fran por clo en In adolescencia estabili- 2ar su relacisn con el conoeimieato sino todo lo conirario, Desde ls perspectiva ‘que les estey ofteciend, babria una ce- aguera con respecto a leer la corelacién nite el desampara estrictural con el que Hegasnes los humenos 2 este muni y los efectos que produce e! desaraparo sim- olico, Hay frases que eseuchamios insis- tentemente como “con estos chieos no se puede” 0 “no fui preparado para esto", que deouncian ix impotercia de recur. s0s para altontar situacioues inédites Jas que no estdbamos acostubrados. ‘También hablan de un cambio de mirada sobre problemas histéricos, inherentes al trabajo educativo, come son las dis tracoiones, que antes eran leidas como parte del asunto, por eso tana insistencia desde siempre en “la motivaciéa”. Hoy: ‘es eneontremos con i tos que fugan hacia Jo que el mereade y Ciertas politicas racistas oftecen: ma so- lucién quimica “ripida” por ta via de la medicalizaciin, 0 la segregacién en sus iferentes variates, Virelvo s Ia idea del desamparo cxtructa- ral, porque eatender su Iégica nos lleva 4 producir herramientas educativas que alojen alos sujetos, porque sabemos que no atcanza para ello contar con una ya- carte. A los tres sepecios ya seitalads, que en si mismos nes offecen alguns pisias para el abordgje de situaciones Cotidianis, agregamos un cuarto aspecio, ue deriva de los tes anteriores, relacio- nado con la produccién eubjetivn de lo brobibido, Se trata de una operacién ne- ‘oseria que intervene sobre las implsi- vidades endégenas estructurales, que en fa exeuela se ponen en evidencia en las dificultades que presentan nochos chi ‘os para aceplar los limites; y de Is dif- ccultedes que manifiostan Tos adultos part conseguir que ellos los acepten, es deci, Para que acepten el “no”, Pata pensar Ccaminos educativos al respecte, que no ‘ayan por Ia vis de la medicalizncién nit de la segregaciéa, cabe adverts Ia légica gue subyace # le constiucign del ble del mismo, que esl produccién de un “sf”. No bay un “no” que tengs de ser eficaz si no hay um “sf” previo, Se trata dl sf un lugar simbStico para que el sujeto sea alojado en su singularidad, 6 decir, reconocido como tale inscxipto ‘como necesario para el celectivo al que Pertenace, opereciones que atten a la funciém adulta ala que ya hicimos rofe- rencia. Aunque no sea evitente, cugndo 1 no o$ acatado por un chico, esto da venta de que hubo un sf previo par él Como ven, el “si se produce a partir de las tres operaciones que atisndon el ‘desamparo subjetvo por parte de quien ‘cumple la funcién adata, ene medida ue oftece un lugar de reconocimiento « insripein. Estas corstituyen un punto de partca con el que hoy muchos chicos que Hegan a as escuelas, no cuentan, con ooualesténdesamparados conrespecion sus prepias impulsividades ~inelndibles- que irrampen, asf como con respecto la posiitided de metabolizar la reslidad exteras que muchas yeces viene tefida, de violzngine sobranig-: Cuando no da; ‘mos por seatado que'tales operaciones estén garantizadss, oftecerles recursos simbélicos que les permitar inetabolizar tanto ls endigenas como exégenas, 04 ‘un modo de abordar cl problema de ma ner estrctamente edcaivo (Oto aspeeto que staneg esa relacién cue vVincula el “na” camel 1". e8 que no tay consentimiento al “no” por parte del su- 102 [SERIA Jet si éste no encuentra una satistaccién ‘liemativa que sustituya el impulso a la satisfaccion inmediata de sus pulsiones, entre cllas las’ agresivas. Entre esas al- temativas esté l temor a perder el amor del adulto, el lugar simbélio que se le offece, o ta satisiiecin por conquisiae lun goes estéico. Vemnos de este modo la importancia central que tieae atender a este especto del amparo simbélico, Hay tuna relacién estrecha entre io prohibido ¥y lo permitido, aquello que el “no” habi- lita, como dos caras de una misma mno- neéa, porque no hay renuncia genuina sin satisfaccién simbélica a cambio, La satisfuccién alternative puede estar en el despliegue del trabajo con Ta cultura, ppeto esto sabernos que no es tan senci- Mo, ya que depende también ce cémo se relacions con la misma quien la offece, dde mane més o menos entusiast, y de su conviccién de que alga puede llegar f cacender cl enuusiasine det sujeto a Auien se dirig, Dos especificaciones con relacién al va lor estructurante que tiene para un sujeto el trabajo von ta cultura Porun lado, en 4a infancin el desamparo subjetivo re quiere ser tramitada fandamentalmente Por Vie ce la fccién. Hay una Bificultad estructural del sujeto infantil de encon- trarse con determinadss cuestiones de Ja realidad, tanto interna como extemns, de manera directa, EI recues0 a ln fice ion, el lugreso poresta via oblicua tos problemas, ve conformando un tejido simbdlico privilegiado. E] “éale que yo fra”, asi como Ia necesidad del cucn- to antes de ira dormir que serens, o Ia profusin de bandas musicales entre los adolescents, aslo stestiguan. Enel caso dle estos tikimes, ademas del recurso a a ficcidn, time un peso fenomeral el boro de que la misma se despiiegue de mane ra muy entramada ¢ otra opernciss que ¢$ estructurante en esta etapa de la vida Ja de producir identiicaciones por fuera dl riarco familiar, Sobre estas identifi caciones que van permitiéndole al ado lescente produ v variarsus personajes, escribi ya hace algunos aos wn aricule titulado justamente "Contra el desampa 10”, donde planteo esta necesidd vital Los personajes pueden adopter la forme del violent, el drown, e! ladrén y todos los califcativos que podamos escuchar, Contidereros somo personajes que es tn jugando sus dramas subjetivos a tra vvés de estas multiples identiticaciones, mods de ensayo para saliral mundo con, identidades propias, con una palabre pro- pia, a05 resguarda 2 los adultos de san- Gionar al perscnaje como una identidad ya ncabada, Esa consideracion atiende & ia eficacis simiélica que pueden legat a tener estas sanciones, porque como vie mos, el sujeto necesita que su lugar sim- bilico see habilitado por el Otro. Sobre este tema escribié el anteoptogo francés Lévi-Strauss, quien estudié en diferentes communis Is eficacia simblica de la palabra que se dirige a una persons y el lugar que tiene la mirada que le brinda su comunidad. Nos ofiece estdios que mvesran céme un integrante do Is €0- ‘munidad puede tlegar a morir cuando es imal visto por ser considerado embruja- do, por ejemplo, por lo cual se fe quta todos los lazos que Jo vineslaban. Los personajes que construyen para si los adolescentes por via deta identifica- ‘ines, nos evan nuevamente a ese otro dosamparo del que hablé al comienzo aque es el de Ia fama social, que hoy se ‘vemuy desprovista para offecerespacios onde puedan jugar extra fanilinaacate personajes que los liguen productiva- mente con ia comunidad a partir de sus propios deseos. Ubicar esta necesidad ‘ios da pistas para ir ala brisqued de al- ‘ernativas posibles desde la escuela, pero en una trama con otres insituciones por fuera de ella, como aquellas que Tos vin- calan con ef mundo de la cultura ¥ det trabajo Ficcidy ¢ identificaciones como dos cla- ves posibles de lectura nbs llevan a ob- servar a edatles cada vez mis tempranas, ccbmo la estructura psiquica desamparada se pone en juego anticipadamente. Pero esto os posible porque hey un mado auto que lo sancions de ese modo. Son fugas mticipadas, como lo demncia un Imuchachito de apenas 14 alls al refe- rirse a su propia vida: a nosotros no nos ‘esperacon, Tiempo de espera, de ficcién, de enstyo necesario. Comoyya seBalé, los adultos sors efecto de. las necesidades que surgen de ese desamparo subjetive yall donde renegamos del tnismo, esta- ins reaegaado también de muestra fan cién y de mvestro lugar adulto. Cou esto no estoy connotand que ese renegar sea definitivo, ya que todos en- teamos y salimos de le funcién ea distin- {es situiciones circunstancins. Com respecto a jos ensayos que permiten (] metabolizar simbéticamente los realida- es, tuve oportunidad de encontrarme con una compilaciéa de corios elebo- rados por adolescentes de las escuelas ZAP -las escuelas de ls llamadas Zonas fe Accidn Prioctaria ‘de la Ciudad de Buenos Aires-, Es muy ilstrativo poder ‘escuchar y ver qué guiones arman los chicos en esos cortos! cémo despliegan cn la pantalla sus desprotecciones. Alli s» puede apreciae la relacién de éstas con las violencias y el valor que puede tener Accionalizarlas Hasta aqui algunas notas sobre el desam- ‘paro en, gu doble vertente, social y sub- jetiva, iendo que éeta Gltima, In subje- tiva- supone’ entonces tres operaciones Prlquicas:iaseripcién, reconocimienio y como efecto de ambas Ia posibilidad de ‘que 8e procuzca un proceso de filiacién cultural. Sin inseripeién social y sin re conocimiento simbélico le Bliacién eul- tural se dificult, El filésofo Paul Ricoeur plantea al 1e5- ppecto algo muy interesante pars la edu- cacién y es que el reconacimiento er el ue le abre paso al conocimiento ‘oy a offecer ahora algunas nows sobre Ja violencia. Si bien ya fuimos asomén- ddonos busearemos pensar shora con ese telén de fondo que son lot desimparns estructarales y simbélicos, algunas delas violencias, porque no estoy sbarcando tolas. En las insttuciones se suele can- silerar la violencia como un acto aisleda y se lo piensa s6lo en relaeién al sujeto que lo produce. Fsto generalmente lleva 1 dos tipos de salidas: por un lado el re ‘curso ala evitacion del acto violento 0 a vo [SB wa 7 la segregacién del sujeto que 10 realiza, lo cual genera wna espiral de violencia ‘enn circuito de acciéa y reaceiéa coma, Considerar Ia violencia como ua acto, que lo pone en sccidn tin sujeto 0 dos sujelos, nos acerca a este circuilo corto de accidn y reaccién.-Abora, zpor dénde intentamos pensarlo desde nuesios ¢s- pacios de investigacide y de formacisn’? Ingresando al acto violento en un deter- ‘minado tipo de relaci6a. La violencia 20 es un acto aishado, se manifesta en un ‘acto pero se inscribe en un determinado tipo de discurso; cuante digo diseurso ime refiero a un tipo de luzo, es decir, ‘que estoy homologando discurso y laze social. Lo que se poné en gvidencia es como elacto violent tiene un trasfondo de desamparo que se produce en deter- rinado tipo de lazos, Lo Hamo diseurso porque n0s permite ir modelizands tipos de lazos segia tipos de discursos, lo cual fu vez da higar a transformar esa fo- tografia que es el acto violento, en una pelicula que puede ser rebobinads don- de wanscurren miltiples efrvunstancias, donde hay personajes que Jas protago- nizan, de la que s puede aprender qué activa el acto violento y qué es lo que lo aplaca, El discurso es ese lezo entre el "sujet y quien ocupa el lngory In Fanci de ese Otro indispensable para la const ‘weidn subjetiva, que requiere ser pense do demaera includibleen el marco de ‘una determined relacién, En la escuela, nese relacign en Ja ual el acto violento se produce, la voy a lamer relacién de wutoridad pedagdgics, que se despliga en un determinado tipo de disourso, de Iee0. No hay’ una autoridad por fuera de ma relacién, as lo plantea ei socidlogo Richard Sennet en su obra “La autoridad”, donde propone dlstintas figuras que responden a diferentes tipos dde rlaciones de autoridad, Las misons permiten ubicar Ia emergencia de! acto violzwso @ panir del lugar que esume quien ejerce le autoridad y por esa via cl Inger en el cual queda ubicado el sujeto al que sedirige Ura de Ins fignras eel ppaternalismo del falso amor, un mode de Tazo en et cual quien ta ejetic, to Ia bajo ciertos condicionantes que hacen ‘muy fragile lugar sinnbdlico para els jeto: “como tereconozcome debes fdeti- dad.” par eso lo llama “de! filso amor". Esto ferliza cl terreno para ln emergen- cia del acto violenio, como respussta & ia desligadura simbélica que deja sin nn Inger de inscripci6n y de reconocimient al sujeto cuando algo dela fidelidad, ine- itablemente, ao se puede sostenes, Tay ‘tra figura que propone que es Ix auton ‘miasin amor, que corresponds al “iéjalo ser”, dea ala cual ambi hee referen- ‘ia Hignnah Arendt annugue en otros te mminoé¢evando plantea el riesgo de dejar 8 Los nis librados a st propia suerte, 1 su propias pulsiones agresivas,y a Ia cmeldad de sus propios pares FE psicoendtiss también brinda algunas claves interesantes para penser diftiew tes tipos de lazo, a os cuales les atibuy Jjustamente tn estatito de discutso, por «que se dan en el marco de una relncidn de lenguaje, aunque no haya palabras, aque lambign permite ubicer ea que luger se deja al sujeto. Plantea por ejemplo el Iazo ¢e autoridad que podemos aseme- [pe a un tipo de lazo autoxitario, que no sinonimo de sutoridad, al que La- can llama Discurso del Amo, inspirado en Ia dialéstica hegeiana del amo y el siclavo, eb of cual a quien fo eferce lo aque le importa es que las cosas marchen, ins allé de lo que Te pase a cada sujeto al que se drige. Es wn tipo de discurso, os decir un tipo de relacién que cumdo = fija en esa modalidad, lo que genera os rebeldia, Hay otto tipo de vinculy de autotidad, instalado en lo que Hana uw Discurso Universitario, en el etal quien lp sustenta se sostieve en um tipo de sa- bor totalizante, que no deja near para el saber del sijeto al que se dirige, porque To que le importa a quien se ubica como figura de sutoridad es transmitir un sa- ber ya stablecid, y todo es ledo desde slexin saber. Fijco en este tipo de taza 4 antoridad, lo que se genera es pasivi- dad, sourrinieno, efecto que tambien es Inido desde este discurso a partir de un saber ya establecido, como por ejemplo Gesde los categsrins diagnéstcas a las ‘que me referi anteriormente, cue supo- nen un saber homegéaco sobre todos los shutrimientos, o sobre todas las manifes- taciones de desinterés Fijense que en Tos dos tipes de autoridad sostenidas de manera fij en esos discur- s0s, el estdianie queda en un Ig sin una palabra propia, donde quien ejerce la autoridad no se implica en los efectos ae pode, sino que-se los ndicicn al sujeto: es violent, es ADIL. Lee el acto violento, como une fotoxra- fia, no cf proceso que lo produce, que (aie) supone rebobina la pelicula de ta cual también forma parte. Otro tipo de lzzo de autoridad es aquel en el cual quien la sume busca auterier al sero, le dan lugar para sa propia palabra, Es tn tipo de autcridad que incite a aquel a quien se dirige a una bisqueda, al deseo de eonocer, no sélo de transmitir un saber cerrado y absoluto ques patrimanio so- lamente de quien ejeree la aaoridad. Son dlistintas figuras desde marcos tedricos dliversos, la sociclogfs, el psicoandlisis, que nos permiten leer el tipo de lazo en el que ese acto violenio se precipita, lo ‘em atre un abanico de intervenciones pesibles ya que nos advictts sobre la ne- sesidad de imterrumpir la fijeza y prodi- Cir otro tipo de lezo que le garaatice un lugar simbslico al sujeto en enestion, 10 cua! pesibilita a su vex la regulecién de sus impulsividedes, Vernos asi que estas claves para pensar la emergencia de Ia violencia en el mateo de un discurso, de un lazo, establecen tna relacién directa con la cuestin del desamparo, ‘Al hacer hiscapié en penser el laz0 20 cial para ubicar ls violencias, se enmar ea.en el contexto de esta epoca en que vivinnos, caracterizada precisamente por {a fragilidad de los lazos sociales, lo cual facilita que al sujeto quede répidamente desenganchedo, Bs necesario especificar bajo qué logicas se prodicen esos desen- sganches en cada contexto particular, set en América Latina, en la Argentina, on cela eseuels Los lazos sociales sostenides por ideaes, Per proyectos politicos, por proyectos colectivos fingiliados, evan & ejercer 100 [iE] 1 antoridad en contexios con complesi= dades diferentes a las de otros tiempos, dle alli In insistencia de pensar el acto violento en el marco de wn tipo de Inzo determinado, y de tlenter bisquedas que ppermitan revertir dicbas fagilklades, Disques que son de ead uno pero en el marco de proyectos eolectivos. Hiay al menos tres claves de Jecura a las que apelamos para pensar Ia emergencia del acto violeato en el marca de la fre~ gilizacion de los Inzos sociales, y que se vinculan con el problema del desamparo subjetivo Por un Indo una veriente qve tafe a 1a pérdida del lugar imaginario, He se tea 49 vos 0 y © cu lt confroniacion entre hhuy frases omy recurren: tes que se dejan escuchar, que apelan a la comparacién, por jemplo “wir# cémo se porta Juancita’.. Un comentario banal y Cotidiane que no es nuevo, pero que ante In fiagilidad de los lazcs que precipitan cl desamparo, dispara con mayor facili- dad al sujeto hacis el acto violento: ve- ‘mos recurrentemente un chico que frente ‘ra determinada mirada sale coriondo, ‘yante un “me miré mal”, eipidanente se /past al acto, Es el riesgo de le pérdida ce Ja propia imagen, de uns imagen amable, To que facilita que se precipite este acto ‘violento. Fs una vertiente imaginsria en el sentido que es especular hay un solo Inger o para uno o para ctro, o hay lugar para todes, 0 es un lugar degradado. Fay otra vertiente que stale a la pérdida de tun lngar simbslico, que refiere a no tener ‘un lugar para el Giro, sobre 1a cual ys hos hemos explayado, y que se usduce en el lez0 en lérminos de “+ ‘qué me- dda yo cuento para vos", Yen qué mo dida soy necesito para vos", Pensemos en ex lazo de eutoridad que se erige con tn saber totalizante, que no dja espacio para que el sujeto pueda ingresar con su Singulridhd, con su diferencia. El pro yecto zatkociano es extremo en este sen ‘ido, wo hay lugar para la cmergeucia de la singulaidad. Y wa tercere veriente como clave de lectura es la seuregacién en reac ala ogien dees erupos, qe parte de entender su funcionamiento fn- ‘imamente igado alos process de iden ticacién » un rasgo entre los miembros. Lo «ue es ieatilicado como lo bueno fora pare del grupo y lo malo es toque queda afuera; Io malo puede sr Henao de ditinus pariculmidades, ypasaa ser Uo exranjero, que puede ser el gordo el acgro, el traga 9 el inmigeante, Siempre hay uno que va a parar a ese lugar de In excepeiin, que también es una clave paca leer la emergeccia de Ia violeacin, asi como para poder opera produciendo un veciamiento de ese lugar, rocurando que quien va a parar alli na quede fifa- do, flado en su pérdida tanto de un lugar smaginario como slbsteo. sta trilogia permite pensar modos de ‘rama el desemparo que precipita vio- Jenciss, partir de pensar dspositivos insttacionnies que ayuden a ingresar a Jos cuetos en eto tipo We dizcutvos, en otros lazos. En tiempos en que quienes entarnan at Otro, os adultos, se halla también vul- rerados y por tanto desrégulados y con difiulades para cumplir fanciones sub- jetivantes y de amparo simbélico, es ne- ccoario volver la mirada sobre nosotios, Jo aditos para pensarmodos desosteni- rmiento mtio, que conteibuyan a soste- net Tos desamparos de los chicos hacien- do Iugar a un ingteso de lo que aparece como el acto violento en el marco de tt determinado laze discursivo pacificante Solemos. otscrvar en las insttuciones aque ante la emergencia de aquello gue no podemos porque nos sentimos faites de recursos, nos dejamos tevar por ta inercia de pedir que aparezza otto que lo ppucila hacer, Bs alll donde se produsen Jas derivaciones que vo atinan a resolver los problemas y, con ellas también las ddgputas “yolo derivé a equipo de orien- tacién escolar y 20 me dio respuesta”, a Jo cual éste responde “bueno, pero mira Jamaestra oimo lo trata”. Es decir, apa- seven las disputas al interior del universo de los adultos porque el mecanismo es que otto haga loque yo no puedo”, Dis- tinto esi por la veitieate de pensar como ingresar Ia situacién en otro ciscurso, ins alld de-quién Jo haga, lo cual nos instituye como autoridad ante los chicos. Es diferente. pedir que haya otro que se hhaga cargo de lo que yo ne puede, ya que et este movimiento lejos de insituirnos como antoridad nos desautcrizamos. Algunas hipstesis sobre las que estamos trabajando, surgen a partir de ira la bis- queda de nucvas formas de sostenimicato de Ia antoridad “entre varies”, producto deestarestudiando experiencias en nues- tropaisen diferentes cindades,yiambién cn otros palses. Richard Sennet plantea: hoy las personas no te teneanos miedo a Ia autoridad, sino que tenemos miedo = 107 108 ‘que no haya, Fi lo’ ensayes que reatizan muchos profesionales, muchos docen- tes, en sus isquedas de ruevas formas de autoridad, nos vamos encontrando sl ‘menos con dos modalidades. Una que es efecto de un proceso de investigeclon aque vengo levanto personilmente, yque acué bajo el nombre “entre bastidores”. Es una metéfora que hace referencia «1m riod de sostener Ia atritad, que es se- rejante a aguella que sostienes quienes estén ders de los bastidores en Ia cbra de teatro, para que los protagonists, os aetores (en auestro caso los estudiantes) puedan estar en escena. Es contra cultu- ral con reapecto al modo hegeménica de sosteter la autoridad en muestras socie- dades, y en particular en el émbito de la dcencia, et el marco de la logica en que se estructurt nuestra escuela. modema Cuando nos corremos de algune manera de la misms, cuando entra a tallar el su- puesto de que no tenemos todo el saber, Aue hay un saber que podemos suponerle 11108 chicos y a otros colegas, st requic: re de un ejervicto que no siempre es fi cil, que es producir un vacio de saber en nosotros, es decir, que hay que saber Jo aque no hay que saber, por ejemplo, sobre aqué necesita el estudiante, Hay una s90- dlidad entre bastidores. que ‘not ubica al castado 6e In escena, que no significa no estar em l‘escena ni que sea fa tni~ ca modalided. En mis investigaciones lo que vengo encontrando y que favorece el trabajo educativa con algunos chieos, Spor im latins aptitud de flesibilidad exlos moda de sosteter laud, de entrar y salir de diferentes mancras en el BIER sosteimiento de ese ta, de Vrar de un tipo de discuso a otro, Hay otros modos ‘que algunos antores Haman una préctisa “erire varios", que tive su origen en Ia experiencia desarollada en una institu cid edueativa en Belgie, yes un modo de sostener le antoridad que hace campo cen el sueto, donde cada adulto se ubisa con tina fineiin que favorece su rabsjo edueativo, Nos encontramosen este caso con un modo muy interesante de ates dderno silo al desemparo del sujeto sino también a desamparo de los adultos, al sostener ln antoridad “entre varios” PREGUNTAS DEL PUBLICO SEE CINADAUTONOMADE BUENOS AIRES! Cuando t referls al abajo “entre va ros", {Haces referencia a trabajar entze algunos varios o en red? ZELMANOVICHE: De cistinias maneras, en distintas confi guraciones, que ademas pueden ser ci- ceunsianciles. El punto esitco aqui ox tener en cuenta este horizonte de lazos fragitizados y de modos de enlazarse y desenlazarse. Se tra de tener en caente el peso que tienen hoy las desligaduras simbélicas como ls: plantea al soriélo- go Michel Autés (2004), quiet trabaje 1a dimensién simbélica de la exclusi6n, yy afcma que una de las formes contem- ppordneas del malestar en In cultura es fl “riesgo de desligadura Estas des- ligaduras simbélicas 0 Gesafiliaciones comio la llama Robert Castell, evan & que multislicar los puntos de referencie paral sujeto multipliquen Ia chances de enlazar aquelo que queda desenlazado y que se verifica en el acto violento, puc- da ingresar en algin tipo de discurso. No todos los adulos preemos arregléanos- Ias eon todos tas chicos, y eso también hay que legitimate. Hay ehieos con tos cuales no podemos entrar cn relacin y ese 10 poder entrar en relacida que aten- ta contra el reconocimiento, Ia inscrip- cidmy la fiiacién, nos leva al riesgo de tuna precipitacién del acto violento. De aj las varinciones de una prictice “ tee varios", que requiete por momentos sostener a un coleg, en una modalisad entre bastidores. Esta titimna os abse el juego a nosotros y tambisn a los sujetos, ‘partir de que pone en fancién cuatro principios que pade ir ubicando, ¥ a estarian como orientindo estas prict cas, estas formas de sostener Ia eutori- ad, entrando %¥ saliendo de distintes modaiddades dé discurso, Uno de ellos es hacer campo en el suieto, en lo que exoy adviriendo es de la masividad cen Ta que se buscan recursos externos ate 1a falia de Kerramientas de lectura sobre las situaciones que se presenta, y Ja desorientacin por tanto en el trabsjo, que muchas veces contribuye a fjar 0-8 screcentar el problema. Observamos tn to en escuelas piblicas como privadas, que cada vez mis aparece el pedido de tun muevo "recurso", que es por ejemplo tuna maestra de apoyo psicolégico, una imestra integradora, 0 un acompaante terapéutico, y que van muliplicando los personsjes on el aula, Fate fensmeno esté en intima relacién con el hecho de que el Aispostivo escolar, I incidencia del tipo de lazos, de diseurso axe all circula, no es tocado, no se interpela, queda intact, Se esté empezanio a ver cada vez mis Ja figura del acompafianteterapéutico 0 de una maestra integraiora pagados por laobra social, que tiene no sdlo un costo alto pata el sistema de salud, sino un cos- toparsel chico ya que sucle deivar en tun cerificado de invalidez (consentito por une familia que requiere de los be- neficios econdmicos que ello comport). Por eso ubico esta alerta, ex importante inclu en este “entre varios” la figura de ‘quien pacda escuchar, leer junto con los profesionalesdirectamenteiavolucrados, Ta situacin en su complejidad tant ind (sien) YVatual como social e institucional. Hay previas que se pueden tramiter al interior de as insttuciones. TARDE Hirco: Bs interesnnt la cuestisn de pensar ea aué contexto see el cto de violencia en elacin a gu tip de lao se dad, incluso en qué dscuso, bajo qué tars social. Pra si hay una focalizacion ea todas esis cuestones podria ocurie que el sujeto quedsdesesponsabilizao, Estoy pensando que actos de violencia como incendar un aula, romper te bar cos, pueden ser sstomus de situstiones dcumidasen ia escuela. Qué pasa entor- 08 nos cents mutho en el contex to, en el discurso 0 en el Iza en que se da el acto de violenela? Que pasa con Ja responsabilidad det sujoto en relacién see nets? ZASLMANOVICH: Es muy interesante incluir Ia cuestiéa de Ia responsabilidad. Cuando hablo de adulto, hablo de responsabilidad, wn adulto tiene otro modo de asumir la ree- lidad en sus propios tminos, de respor- der por $us propios actos. Todo el debate en tomo ala baja de edad de imputabili- dad roza Ja cusstign de la atibucién de responsabilidad, Pienso en le responsa- Dilidad det adulto que supore producie pprocesos de responsabilizacién en los chicos que de él dependen; quizés ésta sea la diferencia entre el adulia y el niio ocladolescente, y es que nuestra respon- sabilidad del lado de los adults, es gene- rar procesdg de responssbilizacion. Que stomps atendicad fe Kg del iazo nl cals insta oe produce unaclo Solento, no vapor ava cela vita ‘cidn, otra variante peligrosa, que implica cestesponsablizacon, porque ea ambos casos eet we ons do a coniclén Se fr Un sist gue se reeonoce slo vc= fm cuando juin su ast volem, y ¢sto también fo digo en react al adult bo sdlo al chico, eles es tna pi dade wu condison de exe en tno 0 te tye o ose le atiuyenreersos timbelios yn s eounnce com eter tala stoacion, Entonces, tender ibe taenla que seinserite el ato vielen no deja afvera ia responsbiizclin denn guna de las dos partes que intervienen en Taz, peo con na dsiacin: eres de eqipan Iavulneabitdad de ato, 1s del nfo @ del adolescent, en anlo que sxtamos en presencia desde el to fe vinta dey edtucturacin pique, de si ejeto gue eta eves de commie de surespousailizacién. Forua pate de ag esponabiiades que tenemos como funcionarins pablicos ea la docencia, trabaar pan contribir «que se pueda tacetrespousat clchce qve quer in aula o que produce cualquier acto vio Tent, Esctrabjofonna pate de exe a paroen racin # propioimpulz, yo omencé dicesdo que defo que se rata ce de aperarl fnubida con eapeto 0 sus propios impulsos y hacerse cargo de respansbilizaro de sus ttos, que 00 eS Jo mismo que criminalizarlo, ENTRERIOSS Neaotres. queriamos saber cémo se eoastruye un discurso en comin sobre cl modo y forma de actuar en eases de violencia. Porque nosotros hemos visto que esa relacion de autoridad a veces se ve afectadn porque @ una ¢ mis prypos sie un grupo directive les inerese mis la relacién de compaerisino que de auto ridad, ALE sa cambiando el discurso y fempiczan los problemas, ;e6mo pode~ ‘mos hacer para consensuar un discus0 ex comin? ZELMANOYICH: Br dificil contest eon na respuesta que sea vilida para todos los casos, en el sen- tido de eOmo hacer para consensuas: Una ‘uestidn previa es revisar cme pensar Ja cuestin del consenso. Yo decin y pro- ponia pensar que el consencuar supone no necesariemente que todos tengan que portar ef mismo discus, santo en rela- cin a tener el mismo punto de vista con respeciaa lasituacin de un chico, como al ipo de taza desde el enal enda una To podria abordar. Una vez. ms un chico protagoniza un episodio violento y de pronto Ia macstra de tercero y ladirecto- tienen puntos de vista diferentes, La directors asume sx funeién de con- ducci6n, para encarar Ia sitiacién de ese chica al que se le quiere reduc La jor nada, un mecanismo cada vez mis fre~ ‘eenie ante los “chicas con Jos que no fe puede” La ditgctora ¢s mueve y empieza a con- sultay 8 os docentes sobre el chico ex cvestién, y cuando le toce a Ia profesora de plistica, ella dice que en sus clases es fintéstico, que es impresionante c6mo se ddesenvaelve, que esté muy bien con ella, Pero results que la reduccién horaria afecta las horas de pléstica. Vemos en- tonces que es necesario revisar el meca- nismo de segregacidn de “acto violenta”, ‘ye que puede armastrar a ly segzegacién del sujeto que lo produce, st no entende~ ‘os qué esti en juego. En la escena que les cuento, lo quehizo la directora no fue consensuar con todos. Lo primero que hhizo fue abrir el juego a una polifonta de vyoces, dando lugar a que aparezcan mil- Uiples perspectivas, y apartirde alli armé ‘una estrategia con Ta profesora de pli ‘a porque se paso en evidencia un rasgo de ella, 0 de lo que le prepone, que le pertnite al sujeto ingresay en un laz0, Es0 ‘permitid revisar Is medida, porque justa- ‘mente se 1o estaba sustrayendo deaquello ue le permitia enlazarse. Ahora smo se Ihave eso en todos los casos, requiere de luna Lectura particular de cada situacién, ‘Nos podemes guiar para eso por algunos principios a los que yo hacia referencia. Siuuno de ellos es hacer campo en el su- jet, ese es un ejemplo de edmo disetiar ‘un campo de fuerzas que confluyan en «que el chico pueda enlszarse con algo de 1a cultura, Esto interpela las relaciones de autoridad entre los propios adultos y creo que Ia figura de Tos directivas es ima figura clave, muy importante. Es un tr bajo a zealizar al interior de los equipos; 1 es ficil pero hay algunas orientacio- pes que pademos empezar a producir ya incidir para que algo de las relaciones de -autoridad no se manejen ni en término de amiguismas, si en términos de autorided Jerrquica, sino en base a lo Logica que 3 pensar qué necesita los sujeos para ‘poder filiarse culturalmente. FREER GA. En los itunes aos ba surgido un nue- Yo proyecto de escucleinclasiva sobre todo en el EG33 y Polimodal, pas todos aquellos niflos que ya no tienen un Ie gardento dolos extablecimientos donde concurran, ya sea por rendimiem, por coniucte U otas problemétias. ;Como Ihacemos para que este alumna no cons- dere violent esta decisii de un equipo de gestién 0 de un Ministerio y ala vez zo genere endl vilencia y desampuro’? ZELMANOYVICH: ‘Tiene varias arisias muy snteresantes pars leer. Una de ellas tiene que ver can Ja tensiéa entre politics fosalizadas o uuniversales, Si entendemos que en el ‘marco de la complejidad social en la que vivimos es necesatio hacer més décil 8 fa escuela en relaciéu a los sujetos, uno podria pensar que una politica focalizada podria esigr dando una respuesta particn- larizada; sin embargo, el riesgo es pro Sundizar las desigusldades y abonar segregacién y las clasificaciones de las poblaciones. Parece una suti distinciéa 9 deslizamienio. Una patitica focatizada que pretende bacerse décil a las necesi- dades del sujeto, corre el riesgo, como dice el compaiiero, de que el sujeto se sienta violentuda porgue va a 1a escuela dic los raros, lentos, de los distancionales seciales,cte Soncuesiones part pensar. activarecreuito corto de i vioenci ‘pra investigat. Conozeo una experien- porlo tanto hay que mirarlas muy sents: Ein gue se viene Tlevando acabo en la mente yienercuidido del desizamienin Ciudad de Buenos Aires desde hace wios hac fa segregacién, hacia un lugar de juanlos alos, que sot las escucls dere excepcidn que se constituya en el lugar ingreso, sobre la cual se ban producido de bo malo. investigaciones que vale la pena leer Se Tl papel dt directivo es particular com- tena de una peltienfoealizada orienta- parado por ejemplo con el del docente, dia. a chicos que han ahandonado su es- porque tiene a texponsbilidad del cox- arin, para quienes se han disenado jun de su isttucin, Del sme modo trayectorias escolares con vataciones el papel del Estao es fundamental y ton respects a ls escuela estindar; por pariculr. Ein el caso que les actbo de ‘empl, elestudianieno septe todo el comentar, se trata de una inicintiva y una ‘ao si se queda con tres materis, sino responstbilidad del Estado, pero tambien qe Hene que recarsarsoloesas mitetias. de cada uno. Segia Is plaza que coupa y Son estratezias muy interesante sabre el lagar que le toca, puede asuniesupro- lasque hay que pensar desde laspolitens pia responsabilidad de una v ota rane prblicas para defini qu fetibilidad hay ra. Sin embargo hay una asimetra entre de cowvertilas en universeles, yeuindo la sesponsabilidad del Estado, que tiene se hace necesario una focalizacién, que, en sus nanos los reewsos piblicos, los pede ser tanstoria, estando advertdos recursos de todos, para poneros a dispo- Ge riesgo que supone estigmatzar alos sicidn; hoy un papel del Estado que es tajetos. Loque me perece que comeatan findamental. De alguna manera, e3 el Gstos ensayos, y habria que estudiarlos tnglada en que los adultos nos move- fr eala caso, es advert lenecesidad de mcs, con nuestra propias reoponsabii revisar diferentes aspectos del formato dades. escolar para poder alender a les nuevas . Greesitades, Con relaién a In confor. SERRGUURABAUTONOMA DE macién de los grupos, me vengo encon- f} Estado es una construccién de la s0- trando reeurentemeste en diferentes in~ _ciedad y me parece que en este momento vestigaciones, que es muy dificil, sobre en el rmunido y en nuestro pals estamos todo Ja escuela media el tabajo con Goastruyendo oir tipo de sociedad Ia al gripe completo; entonces aise impo- exeyela que ba sido formada, deforma- re‘uma ingenieria para pensar ea relacibn a, tasformada en el siglo XIX y modi- al abajo con Is grapatidadcs, ademés feada, emparchada en el siglo XX, sti del “entre varios” etre los adultos con igual que in sociedad; en tm tiempo nue- respecto aun chico en particulat. De voy vaa tener que constr otra formas, modo que este tipo de étatepis pusden oto tipo deredes, violentar © no, pueden alimeniar 0 des- SRY no 120 f Todos exemios en la omnipotencia y la exasperacion. Cada uno lee sein su vi- sién, su realidad, su rol dentro de la es- cela Fu diesiocho aos ectora de una ‘xcuell noctumma de Media, y cuando hay varios que quieren hacer aigo diferente se le tiene mucko miedo, Después esti Js cucston de fo urgente y lo imporan- te: enando algo pasa bay que resolverlo Y&, pero cuando uno lo resuelve ya pue- de liegara equivocarse; lo que me paece que nos falta a Ios adultos es acsptar que mn somos la sabiduria que eamina, que ‘no somos omnipotentea y tenemos mu- cho mis miedo del que demostrames y tne parece que al mundo adulto le cuesta asumir ser adulto; hay mucha adolescen- cia en el mundo de los adultos; entonces a veces les euesta decir “st” y “no” SERRGWURARAUTONOMA De Ea esta vertente det dessmparo, si lo pensabas en una dimeasién politica para sacarla de esta cuostién de que parece Que como esté hablando uns psicdlogs es, algo de los psicdlogos y me parece que hay una dimensicn politica y ess no im: porta si uno es psicdlogo, maestro zestds pensando algo de e20 én el planteo’? ZELMANOVICH: Pienso que ladimensién politica es cen- tel, por ejemplo haciendo reterencia al papel del Estado. Creo que el “entre va- rics" y la disribucign de ls responsabi- lida, requiere de condicionss que las hagan posibes, y esas condiciones son recursos ypolicas estataes, induda- blemente. Pew lo pienso coma in juego complejo, dese diferentes spacios, uno deelloseselque we produceen elterno ‘mismo de las pricticas, de las micropo- Utises, donde es necesario seguir ensa- yyando lo posible, En este sentido, boy en dia tas investigaciones que venimos lle- vando adelarte, asi como et las propia préctioas de intervencign en las escuelss, ‘nos ceniramnos en Jer las condiciones de aquello que de alguna manera finciora, enel sentido de un trabajo educativo que logra hacer inexistir algunas violencse, (al menos no incrementarlas, pera for” talizarlas ¥ socielizaras, Fl “ene vie rios" requiere mis recursos y politcas estatales, sin higar dudas, pero tambien require pensar el trabajo con Is propia posicién ante los obsticulos que se nos Dresenian, porque en el gesio de ln dt- Feclora cuando land a la pofesora de pildstica, también podemos leer un gesto politico, en el sentido de une poles de subjetividades eon las que liciames cot dlisnameate Muchas gracias a todos.

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