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SISTEMA, NORMA Y HABLA * 1 — Posibitidad de una distincién tripartita en la realidad unitaria del lenguaje. 2 — Incoherencias y contradicciones de los enunciados acerca de “lengua” y “habla”. 3 — Insuficiencia de la dicotomia saus- sureana, 4 — La idea de “norma” en la investigacién empirica y en la Lingiiistica estructural. § — Ejemplificacién. 6 — Esbozo de una teoria coherente del hablar y de su formalizacién. 7 — Importancia ¥ utilidad de la distincién tripartita. 1, En una “Conferencia de seméntica” realizada en marzo del afio pasado en Niza, por iniciativa de Emile Benveniste, y en la que Participaron nueve ilustres lingiiistas de varios paises europeos y de Estados Unidos, los profesores Hjelmslev, de Copenhague, y Lotz, de Nueva York, scmantistas “intrinsecos” y representantes, en la con- ferencia, de la “direceién integral de la gramatica general”, presen- taron su posicién resumida en un cuadro en el cual aparece la dis- tineién de tres aspectos en el lenguaje —esquema, norma establecida y parole (habla)—, en lugar de los dos ya tradicionales en Ia lingiiis- fica postsaussureana (aun en la que no acepta la doctrina del maestro ginebrino), es decir, la langue y la parole, la lengua y el habla (Spra- che-Rede, language-specch). A cada uno de los tres aspectos, deberian corresponder, en el propio campo absoluto del lenguaje e independientemente de una realidad exterior significada, designada o referida, disciplinas y uni- dades particulares: cenémica, fonémica y fonica (disciplinas) y ce- nema, fonema y fono (unidades}, en el plano de la expresién; pleré. mica, semémica y sémica, plerema, semema y sema, en el plano del contenido. Al informar brevemente acerca de la Conferencia, en el Archivio Clottologico Italiano (#), Giacomo Devoto observa: “Una... novita (complicatrice) @ la scissione della “lingua” saussuriana in ‘schema’ e ‘norma’. Quello che nello schema @ Tunita vuota o cenema, nella nor- ma diventa il fonema; e quello che nello schema & V’unith piena o plerema, nella norma diventa i] semema. Questo porta come conse- guenza che anche Ia opposizione relativa fondamentale, secondo il (*) Ampliacién de una comunicacién leida en el Centro Lingitistico de Mon- tevideo, en Ia sesién del 10 de mayo de 1952. Un resumen de este trabajo fué enviado al VII Congroso Internacional de Lingiiistas, realizado en Londres del 19 al 6 de setiombre de 1952, (1) AGI, XXXVI, I, pp. 84. Saussure, deve restringere il rapporto di signifiant e signifié allo sche ma e, per quanto riguarda la norma, deve intredurre la coppia paral- lela di ‘designante’ ¢ ‘designato’. Questo doppio sistema di distinzioni pud lasciarei perplessi e giustifica il dubbio se valga la pena di salire a queste astrazioni. La realta della lingua 2 movimento e anche quando & considerata sincronicamente si fonda sopra un equilibrio instabile. 31 vantaggio de una rappresentazione assolutamente geometrica si paga allo stesso prezzo della contemplazione della struttura anatomica in- terna di un uomo tanto reale ¢ comodo da deserivere, ma diverso da quello vivo” Pero, aun dudando de la utilidad de las excesivas abstracciones a que Tlega la escuela danesa, el mismo Devote esboza en seguida una concepeién no menos abstracta, por lo que concierne a la parole: *Tuttavia —eseribe— la mia vera obiezione sta nella posizione del problema della parole, scissa analogamente nelle due specialita di “fonica” e “semica”. La parole si distingue a mio avviso dalla langue non solo quantitativamente ma per struttura. La parole non pud aver legami con Jo schema né con la norma di una lingua perché non é ancora né suono né segno, non si sa ancora se si realizzeri in parole grammaticali piutiosto che in linee colori o note musicali”. A esta parole que es y no es, que —por no haberse todavia expresado— es s6lo intuicién ‘o pensamiento (y, por Jo tanto, no es un hecho lin- giiistico y ni siquiera estético, sino simplemente psicolégico, como proceso animico, o también légico, por lo que ataie a su intima co- herencia o a su relacién con una realidad), 0, de todos modos, es sélo una inteneién, wna virtualidad, a esta parole dedicaria Devoto st seméntica, entendida como lingiifstica del habla. Con esta ultima la seméntica se identifiearia, a pesar de que el habla implica sélo el esta- Mecimiento concreto de determinadas relaciones significativas indi- viduales que, de una manera general, preexisten en la lengua, en la medida en que ésta preexiste al habla, 0 que en ella se vuclcan, en Ja medida en que la lengua se constituye sobre la base de los actos concretos de habla. Dicha parole devotiana puede ser distinta cuantitativa y estruc- turalmente de la lengua (aumque esto no significa que lo sea también y necesariamente desde el punto de vista de su intima naturaleza, pucs, si su expresién es lingiifstica, aun la parole asi entendida ten- dria innegables vineulos con la langue), pero na es ésa la parole como nosotros a hemos hasta ahora entendido. No es la parole como iden- tidad de intuicién y expresién, es decir, como actividad creativa con- creta, como suma de actos lingiifsticos coneretos y, sin duda, inéditos € individuales, dado que son expresién de intuiciones inéditas e indi- viduales, pero al mismo tiempo convencionales y “hechos de lengua”, ejemplos y modelos de lengua, en cuanto se crean sobre la base de actos lingiifsticos precedentes y, a su vez, sirven como base para actos lingiiisticos ulteriores, puesto que la lengua no existe sino como sis- tema abstracto de actos lingiiisticos comunes, 0 concretamente resi trados 0 acumulados en la memoria de los individuos hablantes. Y no —4— es ésa la parole de de Saussure (y de Hjelmslev, ya que, en lo esen- cial, la escuela de Copenhague conserva acerea de este punto la doc- trina saussureana), empleo individual de la lengua (sistema social), netamente distinta de esta tiltima, que perteneceria a la sociedad y no al individuo, pero, al mismo tiempo, en continua e intima relacién con ella, dado que, si por un lado el habla es realizacién individual de Ja Jengua, por el otro “nada existe en la lengua que no haya exis- tido antes en el habla”. Por lo tanto, la objecién de Devoto, mas que una critien a las abstracciones o a la triparticién de Hjelmslev, es la propuesta de una concepeién netamente distinta acerea de la parole y que recuerda una posicién en cierta manera andloga, sostenida por Sechehaye. Pero no es nuestra intencidn criticar aqui y sobre la base de una tiniea frase aislada, que puede prestarse a varias interpretaciones, una concepcién lingiiistica como Ia de Devoto, que tiene indudablemente cus s6lidos fundamentos tedricos, y tampoco entendemos desarrollar por nuestra parte una teoria personal de la parole. Lo que nos pre- ocupa es averiguar si, desde el punto de vista metodolégico, una tri- particién como la de Hjelmslev, aunque hecha sobre otras bases y en términos algo distintos, puede resultar util, provechosa y hasta nece- saria en la lingiiistica tedrica y en la lingiiistica histériea, tanto sin- erénica como diacrénica. Es decir, si puede, por un lado, contribuir a una mayor comprension de la intima realidad y de la modalidad de ser de esa compleja actividad humana que es el Ienguaje y, por otro lado, hacernos comprender mejor la naturaleza de los sistemas his- t6rico-culturales que Ilamamos comtinmente lenguas y el factor in- trinseco de su evolucién: el cambio lingiiistico, el mecanismo de su produccién y difusién. Adelantamos que la triparticién que deseamos proponer podria también interpretarse como basada en una escisin de la “lengua” saussureana, pero que esto no seria ni necesario ni exacto, puesto que nuestro concepto de lengua de ninguna manera coincide con el enunciado por Ferdinand de Saussure y sus continua dores: para nosotros, el concepto de “lengua” es ulterior al anélisis del lenguaje como fenémeno concreto y pertenece més bien a la lin- silistica histériea que a la tedrica. Devoto tiene indudablemente razén al expresar sus dudas acerca de Ia oportunidad de las excesivas abstraceiones y el geometrismo a que Hegan los cultores de la lingiiistica estructural, y en particular Tijelmslev, y ya otros lingitistas, de tendencia muy distinta a la de Devoto, como A. Martinet (1), aun reconociendo la genialidad de las construcciones teéricas del maestro de Copenhague, han sefialado los riesgos que implican Ia reduccin de la lingiiistiea a una algebra de formas vacias y el desconocimiento de toda sustancia féniea, También es verdad que Ia realidad del lenguaje cs movimiento (es decir que el Ienguaje es actividad, es “perpetua ereacién”) y que, por lo tanto, @) Au sujer des “Fondements de la Théorie linguistique” de Louis Hjelmslev, en Bulletin de la Société de Linguistique de Paris, t. XLIT (1942. 1945), fase, 1 (n. 124), pp. 19-42. son Fae todo sistema sinerénico se basa en un equilibrio inestable, es necesa- riamente una abstraccién. Pero una cosa es tener clara conciencia de los riesgos que la abstraceién implica y otra cosa dudar de su inelue- tabilidad teérica como condicién necesaria de todo conocimiento cien- tifico. En efecto, aun coincidiendo plenamente en admitir que una consideracién puramente estructural nos Heva a menudo lejos de lo “vivo” del lengnaje, es decir, de su realidad conereta, no nos parece que pueda deducirse de ello, como corolario, la conveniencia de re- chazar sin mas la abstraccién, fuera de la cual no subsiste ninguna posibilidad de comprobar verdades generales y principio: constantes en la multiplicidad, fragmentariedad y heterogencidad de lo fenomé- nico; es decir, de comprobar en lo material del lenguaje aquellos aspectos ideales o formales que constituyen el verdadero objeto de Ja lingiiistica como ciencia de la cultura (1). Quizds sea verdad, como observa Devoto, que el examen de la estructura anatémica del hom- Ire nos aleja del conocimiento del hombre vivo, pero nos aleja sélo para acercarnos mas en un momento sucesivo. Sin ese momento de abstraceién, el conocimiento del mismo hombre vivo no seria cono- cimiento efectivo sino simple toma de contacto 0, por lo menos, no seria conocimiento comunicable, ni cientifico. El propio “movimiento” del Ienguaje no podria comprenderse sin la abstraceién de unos prin- cipios ideales sincrénicos (no en el sentido de “simultaneos”, sino mas hien en el de “fuera del tiempo”) que presiden el movimiento mismo, constituyendo su aspecto formal. A nuestro entender, la lingiiistica, més que otras ciencias, por la naturaleza misma de sn objeto, debe moverse constantemente entre los dos polos opuestos de lo concreto y de lo abstracto: subir de la comprobacién empirica de los fenéme- nos concretos a la abstraccién de formas ideales y sistematicas, y volver luego a los fenémenos coneretos, enriquecida por los conocimientos generales adquiridos en la operacién abstractiva. Lo importante es que no se conforme con Ia abstraccién y no se quede en ella, porque Ja intima comprensién de la realidad del lenguaje podra alcanzarse sélo en ese tercer momento de vuelta a lo concreto. El lingiiista, si se nos permite una imagen, debe ser al mismo tiempo botinico y jar- ©) Observemos, de paso, que no estamos de acuerdo con el empleo algo despectivo que se hace a veces en la lingiiistiea actual de los términos “abstrae- to” y “abstraccién”; empleo que se debe al error seméntico de considerar “abstracto” come sinénimo de “imaginado”, “arbitrario”, “no demostrado por Jos hechos”, “irreal”, “no verdadero”, “falso”, etc. Evidentemente, si se da a “abstracto” un inieo signifieado, oponiéndolo exclusivamente a “conereto”, el término no puede significar “no verdadero” 0 “menos verdadero que Jo con: creto” sino sélo “mds verdadero”: la frase “3 mas 3 igual 6” es més verdadera que la frase, relativamente menos abstracta, “3 caballos mas 3 caballos igual a 6 caballos”, porque indica una verdad mds general. Por lo tanto, en Ia lingiiis- tica (como en otros campos), los efectivos errores no los implica la abstraceién de por si, que es operacién cientifica indispensable, sino el considerar las abs tracciones como realidades concretas (como en el caso de Ia reconstruccién de las Namadas “Ursprachen”) 0 independientes y separadas de los hechos coneretos (como en el caso del concepto de “Tengua”), el tratar de aplicar al lenguaje mol- des exteriores no deducidos de su realidad concretamente comprobada (como geurre en muchas “filosofias del lenguaje” y en la gramética general de ten- dencia logicista) . =i dinero: debe Hegar a Ja constitucién de tipos abstractos ¢ ideales de flores, pero sélo para cuidar mejor la vida caprichosa, compleja y cada vez sorprendente y nueva de las flores vivas y concretas de su jardin; debe ser botanico, para ser mejor jardinero. ¥ otro punto fundamental es que el botanico comprenda que los tipos ideales a que ha Iegado no tienen existencia auténoma en un mundo aparte, no existen fuera de las flores concretas e independien- temente de ellas; que las formas abstractas resumen y generalizan lo concreto, pero no se le oponen. Queremos decir que es sumamente importante no considerar la abstraceién como otra realidad, sino sélo como un aspecto formal y sistematico comprobado, por necesidades cientificas, en los mismos fenémenos concretos, como una manera de encarar aquella realidad concreta tunica e indivisible que es el len- guaje humano. Coneretamente existen sélo actos lingiiisticos (Sprechakte), existe s6lo el hablar (das wirkliche Sprechen, das Gespriich), la actividad lin- siifstica (Sprechtiitigkeit); una actividad que es al mismo tiempo indi- vidual y social, que es de por si asistematica, puesto que es perpetua creacién de expresiones inéditas correspondientes a intuiciones inéditas, y dentro de la cual la distincién de un sistema mas o menos estable no significa comprobacién de otra realidad, distinta de los actos lingiiis- ticos, sino que constituye sélo una necesaria abstraccién cientifica, en vista de un estudio del lenguaje que vaya mas alla del registro y andlisis de los actos de hablar y pueda constituir historia. Todo esto lo vié muy bien Humboldt, al afirmar que el lenguaje es enérgeia (Tiitigkeit, actividad) y no érgon (Werk, producto) ; y lo vié también el viejo Hermann Paul, a pesar de que muchos lo con- sideren todavia como “tipico representante tedrico de la escuela neo- gramitica”, al distinguir entre “los procesos reales de la vida del lenguaje” y las abstracciones que Iamamos “lenguas” (+). Nuestro problema es, por consiguiente, tratar de averiguar si se puede llegar a una triparticién, teéricamente aclaradora y metodolé- gicamente util, partiendo de una concepcién monista del lenguaje y teniendo a ésta siempre presente. 2. La concepeién a que hemos Iegado tiene sus antecedentes, en primer lugar, en las dificultades que se encuentran en la definicién de Ios conceptos de “lengua” y “habla”, introducidos en la ciencia () Wir sind bisher immer daranf aus gewesen die realen Vorginge des Sprachlebens zu erfassen. Von Anfang an haben wir uns klargemacht, dass wir dabei mit dem, was die deskriptive Grammatik eine Sprache nennt, mit der Zasammenlassang des Usuellen, iiberhaupt gar nicht rechnen diirfen als eine Abstraktion, die keine reale Existenz hat. Die Gemeinsprache ist natiirlich erst recht eine Abstraktion, Sie ist nicht ein Komplex von realen Tatsachen, realen Kréaften, sondern nichts als eine ideale Norm, die angibt, wie gesprochen werden soll. Sie verhiilt sich zu der wirklichen Sprechtiitigkeit etwa wie ein Gesetzbuch zu der Gesamtheit des Rechtslebens in dem Gebiete, fiir welches das Rechts- buch gilt...” (Prinsipien der Sprachgeschichte, 5% ed, Halle, 1920, p. 404). Paul emplea aqui el término “lengua comin”, pero, evidentemente, lo enunciado- se aplica al concepto de Jengua en general, y no sélo en sentido normative. aes lingitistica por Ferdinand de Saussure (+) y aceptados o reelaborados Inego por toda una serie de lingiiistas, disefpulos 0 no del maestro ginebrino, La no coincidencia extensiva (connotativa) entre las mu- chas definiciones que se han dado de los dos conceptos ha sido sefia- lada por varios autores, entre otros por Q. Jespersen (2) y particular- mente por A. Gardiner (3), El mismo Jespersen, a pesar de su firme concepeién empirica y unitaria del lenguaje, al abordar Ia distincién antedicha (+), da de los dos conceptos definiciones, explicitas e implicitas, bastante diver- gentes, La “lengua” (language) seria ‘una especie de plural del habla’, “lenguaje colectivo”, ‘el concepto comtin que se extrae de los lengua- jes individuales’, y la lengua de una nacién seria “el conjunto de ha- hitos por los cuales los miembros de wna nacién acostumbran a co- municarse con los demés” (°). El “habla” (speech), por otro lado, “en el sentido mas propio y estricto”, seria el funcionamiento lingiifstico momentineo del individuo, en mayor 0 menor conformidad con el uso lingiiistico de las personas que lo rodean (*), pero, en un sentido quizas menos estricto, se indentificaria con el lenguaje individual. Con- testando a la comunicacién de Gardiner en el III Congreso Interna- cional de los Lingiiistas, Jespersen aclara que se trata de la distincién entre concreto y abstracto y que hay varios grados de abstraccién, correspondientes a las varias comunidades consideradas (pero empe- zando con los hébitos lingiiisticos particulares del individuo) (*). El sabio danés establece, pues, no una sino una serie de oposiciones, gue, aunque no contradictorias, de ninguna manera pueden conside- rarse idénticas: 1) funcionamiento lingiiistico momentaneo del indi duo — uso lingiifstico de la comunidad; 2) lenguaje individual — lenguaje colectivo (concepto comin que se extrae de los lenguajes individuales; ef., mas adelante, W. Porzig); 3) conjunto de habitos Hingiiisticos de un individuo — conjunto de habitos lingiiisticos de una comunidad; 4) lenguaje concreto — lenguaje abstracto (actos lin- giifsticos concretos — varios grados de abstraccién, que comprenden (2) Ya en las clases dietadas en Jos dltimos afios de su vida en la Univer- sidad de Ginebra, pero, para el piblico cientifico en general, sélo con la pu- Dlicacién péstuma de su Cours de linguistique générale, Lausana & Paris, 1916, tr, esp. Curso de Lingiifstica general, Buenos Aires, 1915 [CLG]. @) Humanidad, nacién, individuo desde el punto de vista lingiiistico, trad. esp., Buenos Aires, 1947, pp. 20 y sigs. (2) “T have not found it possible to determine how far de Saussure would have agreed with the developments which have arisen since his death from the impulse given by him, That the distinction as viewed by Mr. Bally and Mr, Harold Palmer differs in some respect from that entertained by de Saussure is apparent nor can I conscientiously attribute to de Saussure all the corollaries which I myself have drawn in my recent book on the Theory of Speech and Language”. (The distinction of “Speech” and “Language”, on Atti del IM Con- greso Internazionale dei Linguisti, Florencia, 1935, pp. 345-353). (9) Ob. cit, pp. 25 y sigs. (8) ibid, pp. 3435. Ch CLG, p. M4. () ibid, pp. 3132, Ch. CLC. p. 57. (7) Aui‘del IT Congreso Internazionale dei Linguisti, p. 384, —8 también cl lenguaje individual). Con esta altima distincién volve- mos a la que ya vimos en H. Paul, pero no se hace ninguna diferen- ciacién en la propia realidad conereta del lenguaje. La distincién entre habla y lengua aparece, pues, mis bien im- precisa. Pero la imprecisién aumenta si confrontamos las varias con- cepciones explicita o implicitamente dualistas, y eso a pesar del con que la distincién pueda establecerse en cada concepcidn particular. Para Harold Palmer (+), el “habla” (speech) es el ‘conjunto de actividades fisieas y mentales (2) implicadas en el acto por el cual una persona comunica a otra un determinado concepto (pen- samiento, nocién 0 emocién)’ — cf. Ja primera oposicién de Jesper sen; la “lengua” (language) es ‘el conjunto de convenciones adop- tadas y sistematizadas por una masa socializada de usuarios del habla a fin de asegurar la inteligibilidad para todos’ — ef, la tercera opo- sieién de Jespersen; el habla ‘es un juego de actividades personales’, mientras la lengua ‘es un conjunto de convenciones, una clave’ (°). Charles Bally (*) interpreta la distincién saussureana como opo- sicién entre acervo lingiiistico social (lengua) y funcionamiento lin- giifstico individual (habla) y la acepta formalmente como tal: la parole es “la Jengua en accidn, la lengua actualizada, la langue en équilibre et en plein fonctionnement”. Pero agrega a esa distincion wna nueva oposicién caracterizadora, de orden funcional (intelec- tual — afectivo o vital, objetivo — subjetivo): la lengua, el sistema organizado, contendria los elementos tendientes a la comunicacién y comprensién de los pensamientos; el habla, en cambio, seria ins- irumento de la vida afectiva, expresaria sentimiento y accién. Entre lengua y habla habria una oposicién activa, una verdadera lucha: mediante el lenguaje afectivo, penetrarian continuamente elementos nuevos en Ia lengua. Con esto Ch. Bally no devuelve al habla toda la importancia gue le habia quitado de Saussure como posible objeto de una lingiiis- tica-lingiiistica (dado que el mismo lenguaje afectivo se estudiaria, segtin su concepeién, en la lengua, por la cieneia Hamada estilistica, en oposicién con la gramatica, que estudiaria el aspecto normal o intelectual, de pura comunicacién), pero, por lo menos, ena en parte el abismo que el maestro habia excavado entre lengua y habla (pues to que entre ellas se tiende constantemente el puente del lenguaje afectivo). Y, lo que para nosotros es mas importante, traslada de al- guna manera Ia oposicién al hablar conereto, en el cual habria ele- mentos de lengua y, al mismo tiempo, elementos de habla. Otra idea muy importante de Bally, para la dilucidacién del ()_ HL Patter — Memorandum on Problems of English Teaching, Tokio, 1924 (citado segin JesreRsen, Ob. cit, pp. 23-64). @) Ch. CLG, p. 64, 65. (3) CE CLG, p. 58, 59. @)— Crrantes Batty — EL Lenguaje y Ia vida, trad. esp. 2.0 ed., Buenos Ai- res, 1947, pp. 124 y sigs. Cf. ademas: F. de Saussure et Vétat actuel des études Hinguistiques, Ginebra, 1913 y Linguistique générale et linguistique francaise, 3 ed., Berna, 1950. —9— asunto que nos preocupa, es la que encontramos implicita en dos pé trafos sucesivos de su Linguistique générale et linguistique francaise: Ja lengua seria una institucién social, pero también, y al mismo tiem- po, seria un sistema en cierto sentido auténomo: “Les changements qu’on observe dans un idiome au cours des temps résultent en partie d'une orientation nouvelle des esprits, mais le systéme linguistique, & Ini seul, laneé dans une certaine direction, pent se développer de fagon autonome, et, par contre-coup, modéler la pensée collective d’une fagon nouvelle” (1), Destacamos finalmente 1a manera cémo el sabio ginebrino ve la relacién temporal entre los dos aspectos del lenguaje: la lengua pre- existe al habla desde el punto de vista estatico y el habla precede a la Iengua desde el punto de vista genético (2). Segtin parece, Bally se refiere a la génesis primera del lenguaje, pero la misma concepeién se puede aplicar a todo acto lingiiistico conereto, dado que la “lengua” se engendra continuamente mediante el hablar: el acto lingiiistico es realizacién de una “lengua” prece- dente (sistema de los actos lingiiisticos anteriores tomados como mo- delo) y es, al mismo tiempo, elemento de una nueva “lengua”, de un nuevo sistema algo distinto, a cuya constitucién contribuye. Colocan- donos en el plano del acto lingiiistico, tenemos, por consiguiente, una doble perspectiva y podemos distinguir dos “lenguas”: una pertene- ciente al pasado (acervo lingiiistico, sistema anterior), la otra al por- venir (“producto”, sistema nuevo). Andloga es la interpretacién de Walter Porzig (*), que traduce el término langue con Sprachbesitz (acervo lingitistico) y parole con Gespriich (hablar), reservando el término Sprache para el lenguaje en general. El Gesprich es el hablar real, concreto (das wirkliche Sprechen); el Sprachbesitz, una serie de imagenes mneménicas y hi- hitos (eine Reihe von Erinnerungsbildern und eingeiibten Gewohn- heiten) acumulados en la conciencia del hablante, que es condicién del hablar. Pero Porzig tiene una visién mas precisa de la doble perspectiva posible desde el plano del hablar, pues indica claramente Ja posibilidad de constituir la “lengua” también sobre la base de los actos lingiiisticos coneretos (4). Para Porzig la “lengua” de una comunidad seria, por consi- guiente, por un lado, la suma de los actos lingiiisticos concretamente comprobados en Ia misma; por otro lado, la suma de los varios acervos lingiiisticos individuales, 0, mejor, aquella parte que es comin en @) Ling. gén. et ling. fr, p. 15. Ch. CLG, p. 61. (2) Ling. gén. et ling. fr, p. 83. Cf. CLG, Pp. 64, (©) Ware Ponzic — Das Wunder der Sprache, Berna, 1950, pp. 106 y sigs. CE. CLG, p. 57, 65, 144, (4) “Aber man muss bedenken, dass die Gesamtheit dieser Gewohnheiten ja erst die Voraussetzung ist fiir das wirkliche Sprechen, das heisst fiir das Ge- spriich. Das Gesprich ist als tatsichliches Verhalten zwischen wirklichen Menschen zweifellos eine Wirklichkeit; die Gesamtheit aller Gespriche in einer bestimme ten Sprache wiirde man also wohl als die Wirklichkeit dieser Sprache ansehen kénnen”. (Ob. cit. p. 108). —10— esos mismos acervos y que constituye el fundamento de la reeiproca comprensién entre Ios hablantes. Tenemos, por consiguiente, tres conceptos de “lengua” bien distintos: 1) suma de actos lingiifsticos concretos; 2) condicién de todo acto lingiifstico, Sprachbesitz indi- vidual: 3) sistema isoglésico que retine los aspectos comunes de los Sprachbesitze individuales de los hablantes de una comunidad (cf. Jespersen, 3). Observemos, sin embargo, que el primero de esos conceptos, por lo menos en Ia enunciacién que le da Porzig, corresponderia segiin otros autores (y se gin e] mismo F. de Saussure (1)) mis bien al habla, Asi, por ejemplo, Pent- tild (2) considera como habla (Rede) el conjunto asistematico de lo que él lama “palabras de ler. tipo”, es decir palabras concretamente pronunciadas © escritas, mientras la Tengua (Sprache) seria la clase sintécticamente ordenada de esas mismas palabras concretas, un sistema superindividual del cual queda rian automdticamente eliminados todos los aspectos puramente personales com- probables en el habla, La nocién de acervo idiomético se presenta también, aunque con caracteristicas algo distintas, en la concepeién de Alan H. Gardiner (3), que fué quien, después de Palmer, afirmé con mayor tenacidad en el mundo de habla inglesa la distincién entre habla (speech) y lengua (language). Segin Gardiner, la oposicién fundamental se establece entre la actividad lingitistiea y un saber que es al mismo tiempo condicién y producto de esa actividad (+), Mientras la lengua, evidentemente, tiene caracter general y abstracto, cl habla es par- ticular y ocasional; es la proyeccién en una realidad de los signos abstractos de la lengua (palabras) (*). El habla es la actividad de hablar, en general, pero también cada acto particular de hablar (°). El cardcter social o individual no es de por si determinante, pues el acto lingiifstico es al mismo tiempo social e individual (7), Ademés, Jo que se Hama “lenguaje individual” (cf. Jespersen) no es habla 1) Cf. CLG, p. 65. . (Se Pewtebs Einige Bemerkungen iiber die Unterscheidung von Sprache und Rede, en Actes du quatriéme Congrés International de Linguistes, Copenhague, 1938, pp. 157-163. (8) Ata Ganpmver — The Theory of Speech and Language, 2.0 ed., Ox- ford, 1951, particularmente: pp. 6893 y 106 y sigs. Ademas, la citada comuni- cacién The distinction of “Speech” and “Language”. ; (4) “Speech is thus a universally exerted activity, having at first definitely utilitarian aims, In deseribing this activity, we shall discover that it consists in the application of a universally possessed seience, namely the science which we call Ianguage” (Ob. cit., p. 62). “Language is a collective term, and embra- ces in its compass all those items of knowledge which enable a speaker to make effective use of wordsigns” (ibid., p. 88). ©) Ob, cit, p. 813 ef. también Bally, Ling gén. et ling fr. partic, Cap. IIT, pp. 77-100. (8) “Speech as I understand it, and as I can hardly doubt that de Saussure must have understood it, is the momentary, historically unique activity which employs words. Speech occurs when any speaker makes a remark or any author pens a sentence” (Com. cit, p. 347). (2) Ob. cit, pp. 64-65. —nu— sino lengua (*). La antitesis entre lengua y habla es, pues, absoluta, Sin embargo, lengua y habla son interdependientes y, aun mis, se hallan intimamente entremezcladas; por un lado, el habla es “the sole generator of language” (°); por el otro, en todo acto de habla interviene la lengua (°). En cada acto lingiiistico conereto, en cada eracién promunciada, participan “hechos de lengua”: palabras y es quemas gramaticales (‘), Pero con esto el aspecto de habla del hablar conereto queda reducido a la estructuracién de la frase y a la selec: cién de los signos proporcionados por la lengua (5). Henos aqui frente a un concepto mucho més limitado de “habla” (facts of speech), que ya no contiene todo el hablar sino sdlo el aspecto ori- ginal fasta sete 2) idea rechazada por Ch. Bally) (*). Esta neta separacién entre la morfologia (pala- bras y sus formas, categorias verbales) y la sintaxis (oraciones y su estructura, funciones sintacticas). Pero hasta las funciones sintac- ticas son “términos de lengua”, por lo menos como esquemas no- aplicados, como “estructuras” 0 modelos lingiiisticos todavia no vin- culados con palabras particulares: “inasmuch as they are terms of unapplied schemata, of linguistic patterns which might be expressed hy algebraic symbols, and which are in Ianguage not yet linked up with particular words” (4). " Ja “Ee Gtidente que, después de todo eso: después de ln comprobacién de que Ja “lengua” no se engendra sino por el “habla”; de que en el hablar coexisten hechos de lengua” y “hechos de habla”; de que la “lengua” puede conside- rarse abstractamente, como existente fuera del hablar e independientemente del habla (por Io menos desde el punto de vista estatico), mientras el habla no puede pensarse fuera de la lengua e independientemente de el lla, puesto que () “I must confess I feel considerable diffidence i i 0 si b it nee in affirmi exact what de Saussure did or did not thi ik, but of this at least I am ‘ein ae mely that be would have recognized as great a difference betwoen an indivi- dual’s “language” and his “speceh” as he did between the language of the coms may and ae speech of any of its individual members... all the varying collections of linguistic material are “languages”, not th sen: dp Sauseore must have intended the term-- A “language” the’ stckeietnnie of linguistic material which anyone Besse len ™ ch” of Unetiae iat Wyone possesses when he embarks upon “speech”. (2) Ob. ‘cit, p. 110, Cl. CLG, p. 64. it, p. 88 y sigs. , » Dp. 348. () “When I say that certain phenome in i “ _ ay ee enomena a given text belong 1 ‘peeeh” and not to “language”, I mean that if you subtract from the text all those traditional elements which must be called elements of language there aol: residuum for which the speaker bears the entire responsability, and this aaa is what I mean by “facts of speech” (Com. cit. pag. 349), (8) “A quite indisputable formulation of my thesis would be that the terms of language [aqui language significa evidentemente no ‘lengua’] and grammar which refer to facts of are concerned with permanent constitution of words, and that the terms thereo! ee zelee to nod are those which are concerned with ad hoc | oes of words imposed upon them by the caprice of a particular speaker Nic (7) EL leng. y la vida, p. 124, ” Sete (8) Com. cit, p. 349. Ch. CLG, pp. 209-211. m ‘lenguaje’ en general, language” are those which sp Gata constitaye su misma forma, su “esquema”, es evidente, deciamos, que ya fo puede mantenerse con coherencia la distincién inicialmente propuesta por el nator. Pero Gardiner, aun Ievando a sus extremas consecuencias la contradi tin implicita en la oposicién lenguachabla, no llega a deducir de ello las tini- tas conelusiones que nos parecen coherentes: 1) o la “lengua” ¢s pura abstrae- cién deducida a posteriori del hablar conereto, como sistema de los elementos constantes que ahi so comprueban, y la tinica realidad Tingiiistiea concreta es el hablar que, si se quiere, puede Iamarse “habla”; 2) o la “lengua” se iden tifiea con los “hechos de lengua” (facts of language, hechos Tingiiisti ‘cos y convencionales en una comunidad) y el “habla” con los “hechos de habla” (Jacts of speech, aspecto original e inédito comprobado en cada acto lingiiistico), y entonecs “lengua” y “habla” son dos aspectos que se distinguen en el hablar concreto; 3) 0, si se considera la “lengua” como algo exterior al hablar, tampoco el habla puede identificarse con todo el hablar (en el cual se comprueban también hechos de lengua) y habré que identificarla entonces con un solo aspecto del hablar, el aspecto eoncreto que se da por primera vez ‘en los actos lingiiisticos considerados (y el hablar seria entonces convergencia de un “virtual concretizado”, Ja lengua, y un “conereto primario”, el habla), ‘0, mejor, con algo exterior al hablar mismo, con aquel factor psiquico o im pulso expresive que se encuentra y se combina con la lengua para constituir el hablar. Deducimos, sin embargo, del anilisis tan agudo de Gardiner una serie de ideas y comprobaciones que consideramos sumamente clar' cadoras para el problema que nos interesa: 1) la lengua existe como “forma” en el hablar mismo; 2) los “hechos de lengua” se compruc- ban y se distinguen concretamente sélo en el hablar; 3) son “hechos de lengua” no sélo las palabras sino también las funciones y modelos sintacticos, como “esquemas no aplicados"; 4) el “lenguaje individual” (sistema de actos lingiiisticos de un individuo) tiene caracter de “len- gua”: 5) el hablar es una actividad que se funda en un saber; 6) es posible y justificado dar el nombre de “habla” a un aspecto particu- lar del hablar; 7) el “habla”, como “hablar”, es en alguna medida “lengua” 0, si no, no es ni siquiera hablar, no es actividad lingiiistien propiamente dicha, sino algo precedente a ella. En este ultimo sentido se orientan, con perfecto rigor Wégico, es- tudiosos como Sechehaye y Brondal. En efecto, segtin observa Sechehaye (*), si el habla concreta es realizacién de la “lengua”, es expresién con medios idiomaticos. en- tonces ya es de alguna manera “lengua”: de aqui Ia distincién entre cl “habla propiamente dicha”, mero impulso expresivo y, por con- siguiente, fenémeno “pre-lingiiistico” (cf. Devoto), y el “habla or- ganizada”, eslabén indispensable entre la lengua como sistema esta- tico y la lengua como evolucién (2). Viggo Brondal, en una obra publicada en 1932 (*), habla de los dos aspectos bajo los cuales se presenta el lenguaje (Sprogets dobbel- (1) A. Sromenave — Les trois linguistiques saussuriennes, en Vox Roma nica, V, (1940). (@)" v. el esquema corregido por W. von Wartburg, Problemas y métodos de la lingiitstica, trad. esp, Madrid, 1951, p. 343. (8) V. Buinpa, — Morfologi og Syntax. Nye Bidrag til Sprogets Theori, Copenhague, 1932. =18= fe Maade at fremtraede paa): “norma” (Norm) y “habla” (Tale), G7 Gon otras palabras, “sistema” y “ritmo”. La norma, o el sistema de la Tengua, seria de naturalera social e ideal 0 formal; el habla Pcitmo de la lengua, seria individual y real, es decir, funcional (2), Pero unos afios més tarde, en un estudio publicado por primera vor en 1937 (7), distingue cuatro conceptos en Iugar de lon tren sane suteanos (langage = langue — parole): 1) el “Lenguaje” (langage! © facultad general de crear signos; 2) el “hablar” /purole; NB, ho se trata de la parole =: habla), 0 sea la actividad de hablar, en Ja cual se distingnen: 3) Ja “lengua” langue), sistema de caine simblicos, ‘institucién que se impone a los individuos » que; coma ideal sistemitico, esté en la base de todo acto de parsley. 4) el habla” (discours), ‘totalidad ritmica ordenada en el. tiempo y, por Jo tanto, irreversible, un conjumto asimétrivo, caracterizado, por Ia Sinalidad a que tiende, por su sentido u orientacién, por en vokeatad constante de expresién’, es decir, fundamentalmente, una. intencton De esta manera, desarrollando conceptos implicitos en de Snow Brondal Mega a considerar la “lengua” como entidad puramente abstracta, “norme supérieure aux individus, ensemble de tspes nacre tiels que séalise 1a parole de facon infiniment variable” y euye on tructura sistematica es “un objet autonome et par conséquens non-dérivable des éléments dont elle n'est ni Pagrégat ni le semame (), es, como diria Hjelmslev, nada mas que “un réseau de fonetinn”. A coneeptos anélogos Megan, interpretando, desarrollando ». su. Perando a de Saussure, 0 también por otros caminos, toda una vecie dle estudiosos: psicdlogos del lenguaje, como Delacroix (ent a} cual Ia lengua es un “ensemble de conventions linguistiques qui. cor- respond un niveau d'esprit, & un moment du développement de FP esprit et de Ia civilisation”, “une forme idéale qui sinpore a tous les individus d’un méme groupe social”) (#) 0 Bithler Clee Tease fon “sistemas de formas lingilisticas” y éstas son especies, “objetos del tipo de las ideas platénicas”, “clases de clases, como los ime” (1), y lotslogos estructuralistas y funcionalistas, como los fondlosos de Ta eseuela de Praga y, en particular, Trubetskoy, para el eal le “lengua” es Sprachbesitz, caudal lingiiistico existente en la conten cia de los hablantes (“La langue existe dans la conscience de tons les membres de la communauté linguistique en cause et elle est to (1) “Medens Normen elle: rogets System er social rent eel eller fermet Natu oy ai “thr So inthe inviducl of ak took ee! lle aise, 19577 repeh Ear de Lingus goati Seog pe, Fran oe tesa erat lands, on. S858 inauist repebl nf Bile de Eins sem ine Wn Ch CLG, ype Oh TO 208” aaa ce Gy em — He langage et la pensée, Paris, 1930, pp. 2 y 3. Tene, 1884 ge en aor ar ori, Dic sae soe pp ic Sere. —~u— fondement d’innombrables actes de parole concrets”) y, al mismo tiempo, sistema ahstracto de funciones 0, mas bien, de normas y reglas (“Dans la langue par contre le “signifié” est représenté par des régles abstraites —-syntactiques, phraséologiques, morphologi- ques et lexicales. Car méme les significations des mots, telles qu’elles existent dans Ia langue, ne sont rien d’autre quo des régles abstraites ou des schémes de concepts...”, “La langue consistant en régles ou normes, elle est, par opposition & Vacte de parole, un systéme, ou, pour mieux dire, un ensemble de plusieurs systémes partiels” (+). Pero en todos subsiste, explicita o implicitamente, la identificacion entre “social” y “sistematico” (estructural, funcional Finalmente, W. von Wartburg —que es, segiin nosotros, uno de los mas saussureanos entre los lingiiistas contemporaneos, justamen- te por haber tratado de resolver, conciliar y superar las antinomias del maestro, sin desvirtuarlas, y en particular la antinomia sincro- nia-diacronia, para Iegar a un positivo “estructuralismo histérico” © diacrénico, y por haber tratado de reformar y hacer prouresar el saussureanismo, mediante la sintesis con las doctrinas revoluciona- jas de Gilliéron y Schuchardt (historia del sistema — historia de las palabras) y con los aspectos mas proficuos del idealismo lingiifstico tel lenguaje como institucién social — el lenguaje como creacién in- dividual) : todo esto con un éxito que no hay quien no reconozca — ha intentado resolver también la antinomia fundamental entre langue y parole (*), pero logrando s6lo acentuar la interdependencia entre los dos aspectos del lenguaje. Las caracterizaciones de v. Warthurg no se alejan mucho de las ya citadas. El habla es actividad individual, real, enérgeia, empleo ocasional que el individuo hace de la lengua, ‘aprovechamiento y uso individual del sistema’, y, al mismo tiempo, actividad psiquico-fisico-fisiolégica que permite ese aprovechamien- to (*). La lengua, en cambio, es social, comin y sistematica, es ‘len- guaje superindividual’, ‘suma de todas las imagenes de palabras y asociaciones almacenadas en todos los hablantes’; es un “sistema ex- presivo total y compacto que vive virtualmente en la totalidad de jos individuos”, es “érgon, una obra realizada, un bien espiritual que todo lo abarea, en el cual todos los miembros de una comunidad !in- giiistica viven espiritualmente”, “un objeto puramente animico-espi- ritual, independiente de las actividades fisico-fisiolégicas de los 6r- ganos idiomaticos”. La lengua “es todo cl sistema expresivo que den. tro de una comunidad humana sirve de medio de comprensién”, es “un patrimonio social 0, mejor dicho, una facultad peculiar de todos los miembros de una comunidad lingiiistica y comin a todos ellos”. El habla corresponderia al espiritu individual; Ja lengua, al espiritu colectivo, Las contradicciones imsitas en esta doctrina resultan eviden- (1) N. 8, Troserzkoy — Grundziige der Phonologie, Praga, 1939 - Tr. fr. Principes de Phonologie, Pacis, 1949, pp. 13. (2) W. von Wantaunc — Ob. cit., pp. 812 y partic. pp. 341-352. (8) Cf. CEG, pp. 57, 64, 65. — 15 tes, sobre todo en la identificacién de conceptos tan distintos como suma-sistema, patrimonio-facullad. Y no puede considerarse cien- Uficamente vélido el recurrir a oposiciones tan amhiguas y ar- bitrarias como “espiritu individual”-“espiritu. coleetivo”, no” muy Gistintas de la vieja y desechada oposicién entre “alma individual” y “alma colectiva” (1), Encontramos, sin embargo, en vy. Wartburg algunos enunciados que, segtin nosotros, tocan el punto fundamental del problema: 1) “El impulso hacia el habla [el habla de Devoto, la “parole propiamente dicha” de Sechehaye, el discours de Bron. dal] es algo extraidiomatico”; 2) “El habla se produce segtin Jas reglas de la lengua”, y 3) la lengua aparece, se comprueba concre- tamente en el habla (hablar) (2) —Cf. Gardiner, 1, 2. Rozan sélo tangencialmente con nuestro problema, porque presenta - dicciones de otra indole, las doctrinas que consideran ae a un snonisino tebrico debe necesariamente corresponder un monismo metodolégico y que la lingiis: tiea como ciencia (lingiiistica historica) debe necesariamente identificarse ‘con Ja Tingiiistiea como filosofia (teoria del lenguaje), es decir, las doctrinas de cuke idealista, como las de Croce y Vossler, que reconocen on el lenguaje exclusive mente el aspecto subjetivo, 0 sea el aspecto que, en términos saussureanos, se llamaria parole. Esa corriente idealista tiene sus raices mis profundas en Vieo y luego en Herder, y sus origenes tedricos mis recientes en la célebre caracte. rizacién humboldtiana del lenguaje como enérgeia 0 Tiitigkeit, es decir, como actividad creativa del espirita. Pero Humboldt no cays nunca en un subjetivioms absoluto y no huyé Ja exigencia de ver en el lenguaje una bipolaridad. un mo. vimiento dialéctico entre lo subjetive y lo objetivo, lo individual y lo. inter. individual 0 superindividual, entre enérgeia y érgon (3). Ahora, Croce (4) piensa poder superar esa y de la ¥_slingiiisticas. Los dos términos son empleados por el filésofo italiano en sem ido restrictive (Croce no Wama clenguajes sino chechos practicos» » epuro co nido» lo que no es expresién poética, y no Uama ¢lingiiistica> sino cacti idad Masasdlien Je que no es teoria gel lenguaje, de su lenguaje>, es decir, estética), ‘st como el término ¢expresién» indica en sus enunciados ue lariamo: i bien (ef. la Kundgabe de Biihler), 0 mS oe ie faneida de la expresin lingilistica. Son, éstas, convenciones seménticas que encientaen oq gplicabilidad on la interpretacién y comprensién del sistema de Croce, pero. no fuera de él. Ademés, Croce nos dice que Ia lingiiistiea general se identifica con (1) Cf, a este propésito, O. Jusrensex — Ob. cit, pp. 25.27. (2) “Sélo a través del habla podemos acercarnos a ella [a la lengual. Le Jengua aparece siempre sélo parcialmente. En cierto. modo ocurre cota ci in totalidad de la lengua estuviera constantemente envuclta en Ia oscuridad, pers se hiciera visible o conereta aquella parte de la misma iluminada por el hat de luz del habla, En este sentido es como puede resolverse la disparidad de oni niones sobre el cardcter conereto o abstracto de Ia lengua” /Ob. cit, ‘p. 312, nota) — . (8) G. Nencions — Idealismo e realismo nella scienza del linguaggio, Flo- reneia, 1946, pp, 109-110. ee Hoaenasio, (4) B. Croce — Estetica come scienza dell’espressione © linguistic rale, 18 ed., Palermo, 1902 - Tr. esp, 2% ed, Madrid, 1926, partic Cap XVIIL, PP. 176-186. También varias obras sucesivas. * partic, Cap, XVII ~16-— Ja estética con Jo que tiene de reducible a filosofiay y . Pero es una rueva convencién seméntica, que puede aceptarse o rechazarse. Finalmente, si se Hama ), 0, mejor, lo que Croce Hama , pero no necesariamente se identific: la misma . En efecto, esta ltima ciencia tiene aspectos que no son reducibles a filosofia. El problema mismo de la lin- giiistiea> sin adjetivos (zcémo se presenta, cémo se manifiesta el lenguaje?) es distinto del de la (Zqué es el lenguaje?). Y toda ciencia trabaja necesariamente con generalizaciones, cue son abstracciones, . Por esto, si Croce tiene perfecta razén al colocarse, como filésofo del lenguaje, en la realidad concreta de éste, que es el hablar, también tiene sus razones de Saussure al exigir que el lingiiista, como cientifico, se coloque en el plano de Ia abstraccién que Hamamos lengua (con lo Io cual no se quiere decir que el lingiiista debe ignorar o perder de vista el hablar conereto, sobre cuya base hace sus generalizaciones), del sistema lingiiistico que también Croce ve, de alguna manera, como opuesto a la expresién individual, pero que, segin él, seria ) pueden estar de acuerdo la mayoria de los lingitistas, pero ninguno de ellos piensa por ello quitar valor a su investigacién, dado que justamente csa abstraceién es objeto de gran parte de Ia lingiiistica, dado que abstracciones se- mejantes son todas Tas Hamadas ¢instituciones sociales, y que con abstracciones del mismo tipo trabaja toda una serie de ciencias, que son tales justamente porque no se limitan a registrar y clasificar el material conereto que se presenta de ma- nera inmediata a la consideracién. Es que Croce, oponiéndose, justamente, a la consideracién materialista de la lengua como realidad auténoma, como organismo independiente de los individuos hablantes, ha caido en la exageracién contraria, que es la de considerar el lenguaje como fenémeno exclusivamente subjetivo y de negar toda objetividad a la lengua como sistema, Pero objetivismo —como ya otros han observado— de ninguna manera quiere decir materialismo (la lengua» es un inmaterial, abstracto), y el idealismo filoséfieo puede perfecta- mente conciliarse, sin ningiin compromiso tedrico, con el objetivismo y hasta con el estructuralismo lingtifstico (1). Quedando en el terreno de la filosofia del lenguaje, Croce no tuve que mo: dificar su posicién, pero seguramente lo habria hecho si se hubiese ocupado de ingitistica histérica, como le tocé a su amigo y disefpulo alemén Vossler. En efecto, éste partié, en sus primeras obras (2), de un erocianismo intransigente, para Iegar, en varios ensayos sucesivos (8), a una concepeién mucho més con: ciliadora, requerida por su misma labor de lingiiiste (#). En el comienzo, Vossler considera como tinico objeto de la lingiiistiea la parole (y precisamente la parole poética) y propone esencialmente una convencién seméntica como las de Croce, idemtifieando la ciencia del lenguaje con Ia del estilo (lingitistica = estilistica) y eliminando de la lingiiistica (o de la “verdadera lingiiistiea” = estética) toda investigacién no-estética, que atribuye a la Kulturgeschichte, a la historia de Ja cultura. Pero en Jo sucesivo Hega a una serie de oposiciones como: aspecto estético 0 creative — aspecto histérieo 0 evolutivo, unificacién-diferenciacién, individuo-ambiente lingiiistico, ete. (que son, en parte, retornos a Humboldt y, en parte, concesiones inconfesadas al saussureanismo), y Mega hasta admitir la () ¥, G. Nenctont, Ob. cits p. 110. ©) K. Vosstrr — Positivismus und Idealismus in der Sprachwissenschaft, Heidelberg, 1904, y Sprache als Schépfung und Entwicklung, ibid., 1903 » Tr. exp. de ambas obras, Positivismo e idealismo en la lingiiistica, Madrid 1929. (8) Reunidos en su mayoria en Gesammelte Aujsiitze zur Sprachphiloso- phie, Munich, 1923 - Tr. esp. Filosofia del lenguaje, B. Aires, 2° ed., 1947. (4) Cf. G. Nencrons, Ob, cit,, passim y partic. Cap. IV, pp. 45-62, y Cap. V, pp. 65:79, -We- lengua como pensable “in abstracto como un sistema de conducciones” y repre. sentable como una mediacién o “medium entre el individuo y su comunidad Jingiifstiea” (+), No diriamos, parafraseando una expresién de Jaberg (2), que el mérito del idealismo esté mas bien en un aspecto negativo, en lo que ha eliminado de Ja Tingiiistica, que en el aspecto positive, en lo qué ha aportado a nuestra ciencia porque ahi estin para desmentirnos Ia revaloracién de la lengua literaria, el florecimiento de los estudios estilisticos, las historias de las lenguas concebidas en intima relacién con la historia de la cultura y del gusto, pero, indudable- mente, la lingiiistica idealista ha contribuide muy poco a la dilucidacién de las relaciones entre lengua y habla, que no es un pseudo-problema ni un problema sin importancia, sino el problema mismo de la constitucién de la lingiiistica como ciencia perfectamente consciente de su objeto, Tampoco puede considerarse como contribucién importante la doctrina — “idealistizante” mas bien que idealista — afirmada en varias obras por Giulio Bertoni (3) quien, a la dieotomia de F. de Saussure (langage = langue — parole), quisiera oponer una concepeién aparentemente monista de una inica realidad — la “expresién conereta” —+ que podria estudiarse en su totalidad, pero también en su momento subjetivo, de ereacién o estético, Hamado “len. guaje” (linguaggio), 9 en su momento objetivo, instrumental, Mamado “lengua” (lingua). El “Iengnaje” estaria en Ja actividad del pensamiento, seria “el mismo momento estético del pensamiento” y se manifestaria “en el acento, en el timbre, en Ja tonalidad y en el olor que asume en, eada hablante la lengua”. El mo- mento objetivo seria “pensamiento pensado”, “la lengua de la cultura, la lengua instrumental, la Iengua que esti a disposicién de tedos y que puede estudiarse de varias maneras, como hecho fisico, como hecho social o como medio de comunicacién ete.” (4). La “verdadera lengua” seria el “lenguaje individual”, y Ja abstraccién de wna “lengua” latina o italiana, ete. seria justificada y legitima desde un punto de vista didactico, de simple oportunidad practica 9 comodidad empirica, pero constituiria un error desde el punto de vista cientifico-especus lative. La concepcién de Bertoni ha sido criticada como contradictoria, por no-crociana (o no enteramente crociana), por B. Croce (5), y como incoherente desde el punto de vista lingiiistico, particularmente por G. Nencioni (8). En efecto, no se logra comprender bien hasta qué punto el “lenguaje” de Bertoni se identificaria con lo que, segiin Croce, seria todo el lenguaje, hasta qué punto se trataria del pensamiento mismo en actividad y hasta qué punto se identificaria con la parole de de Saussure o con aspectos de ella (tono, acento del hablante, etc.) Por otra parte, su justifieacién teérica de la “lengua” aparece insatisfac. toria: Ja lingitistica seria realmente una extrafia ciencia si su objeto fuera pro: ducto de un “error” cientifico. Ademés, esa “lengua” tan precariamente consti- tuida seria un objeto de cierta manera material 9 natural (“lingua naturale”) y podria estudiarse naturalisticamente, Sin embargo, nos parece que hay que mantener de Bertoni la idea que consideramos fundamental en su concepeiéa, ¢5 decir que Ia realidad primaria del lenguaje es la expresién concreta, sobre Ja cual la ciencia lingiiistica estructura sus indispensables abstracciones; pero esto_no significa para nosotros que las mismas abstraceiones no existen en la conciencia de los hablantes, como virtualidades prontas para ser actualizadas, Q) K, Vosstrr — Filosofia del leng., p. 223. ©) CEG, Nencron1, Ob. cit. p. 70 ©) G. Benton — Programma di filologia romanza come scienza idealistica, Ginebra, 1922; Breviario di neolinguistica, Modena, 1928, Parte 1, Principi ge- nerali, part. Cap. I y II, pp. 9-40; Introduzione alla filologia, Modena, 1941. Cf. también art, Linguaggio en la Enciclopedia italiana, XXI, pp. 199 y gs. (4) Introd. a la filol., pp. 10 y ©) La filosofia det linguaggio e le sue condizioni presenti in Italia, en La Critica, XXXIX, 1941. ©) Ob, cit, partic, Cap. II, pp. 17-26. — 18 — Las concepciones de Croce y de Bertoni han contribuido evidentemente a renovar y vivifiear los estudios lingiiisticos, sobre todo en Italia, y han dejado huellas mas 0 menos profundas en las actitudes tedricas de muchos lingiiistas italianos. Y, quizés, Ia doetrina de Bertoni haya satisfecho a los glotélogos mas que la de Croce (ya que las teorfas menos coberentes no son siempre las me- nos fructuosas). Pero, en general, ambas han sido superadas y en esta supera- cién no ha dejado de contribuir el parangén con Ja doctrina saussureana, Hoy. aun Ios que no se ocupan en particular de lingiiistica teériea y aceptan formal: mente el pensamiento de Bertoni (2) recurren también al auxilie de otros pen- sadores y Iegan a concebir las lenguas como “instituciones sociales”, como “sistemas de hechos”, como “determinaciones histéricas del lenguaje”, conside- rando el momento estético como “momento inicial” de la lengua y conformin- dose con subrayar “la necesidad de integrar la lingtiistiea eon una seccién que estudie el elemento estétieo” del lenguaje, como “factor determinante del des- arrollo lingiifstico” (2) El concepto de “lengua” como determinacién histérica del len- guaje ha sido desarrollado de manera admirable, a través de varias obras y varios cursos universitarios, por Antonino Pagliaro (*), quien parte, justamente, de la realidad concreta del individuo hablante y de la consideracién del lenguaje como actividad cognoscitiva, para Tegar a la lengua que es “proyeccién objetiva y, al mismo tiempo. condicién técnica” del lenguaje (actividad lingiiistica). La “lengua” pertenece al individuo y al mismo tiempo a su comunidad. y en el iismo individuo se presenta como alteridad, como algo que perte- nece también a otros; es “objetivacién conereta de la actividad lin- giiistica de un grupo humano en el espacio y en el tiempo” (#). Tam- bién en el tiempo, porque la unidad lingiiistiea no es s6lo sinerénica sino también diacrénica, es continuidad. La lengua es condiciones mds tipieas” de Ia solidaridad de los sistemas “en que se realiza la vida histéviea del género humano”. Como unidad, la “Iengua” es un sistema de elementos y relaciones, y, como tal, se opone a otras lenguas, pero dentro del sistema “queda amplia liber- tad a las manifestaciones del habla”, de la creatividad individual, dado que el sistema sélo limita el arbitrio. Finalmente, cada sistema presenta una fisonomia particular, por la diversidad del distinguir y la diversidad del conocer. que se manifiestan en las Jenguas en el sistema fonoldgico, en el signo lexical y morfolégico y, respecti- () vs por ej. Canto Barrisrr —- Alle fonti del latino, Florencia, 1943, Cap. I, pp. 5 y sigs. Cf. también G. Borticriont — IL problema gloutclogico nei suoi orientamenti, Bologna, 1946 (apart. del Rendiconto delle Sessioni della 4. cademia delle Scienze dell Instituto di Bologna — Classe di Scienze morali, Serie IV. vol. IX), pp. 33534. (2) C. Barristt — 06. cit Tug. cit. (3) A, Pactiano — Sommario di Linguistica arioeuropea, I, Roma, 1930; Liunita arioeuropea, Roma, 1942, y partic. Corso di Glottologia, Roma, 1950, 1+ Questioné teoriche, Cap. TV, pp. 57-103, de donde citamos. (5 “Infatti, nella sua formazione nella sua struttura, la lingua ® precise mente Vobiettivazione conereta delle forme in cui si & atteggiata T'attivita lin. guistica di un gruppo umano nello spazio o nel tempo. Essa @ un aspetto, forse il pitt tipico ed importante, di quell'uscire da sé e realizzarsi in forme durature, che @ appannaggio dell’uomo, per la sua stessa natura”. (Corso di Glowol., 1, P. 61). —~19— vamente, en el sistema semantico, en el cual s cs refleja una particu. lar clasificacién de lo real y un grado especifico de abstraceién en la clasificacién misma (1), _, Bs evidente que Pagliaro se acerca al estructuralismo en la con- tideracién de la “lengua” como sistema objetivo, sélo que proyecta ese sistema en la historia, como manifestacién de la unidad y solide. sdad de un grupo humano. Mas jes ese sistema un sistema conereto? 20 existe sélo en Ia conciencia de la solidaridad lingiifstica y espiri- tual que se comprueba en los hablantes? Pues es evidente que el sistema se conereta, para emplear la imagen de v. Wartburg, solo en el haz de luz” de los actos lingiiisticos, Creemos que Pagliaro no podria dejar de admitirlo, dado que para él el propio acto lingis. tico individual es wn acto no s6lo de habla sino también de lengua Porque el individuo ‘no se contrapone a la colectividad sino que es 41 mismo colectividad’ (*), y la “lengua representa con respecto al in. dividuo un universal concreto, historico, en que él se realiza como hablante” (3), Las concepeiones hasta aqui expuestas, que son todas post-saus- Sweanas y muchas de ellas declaradamente “saussureanas”, y que no son todas las que se han hasta hoy enunciado, presentan, como ae ha visto, evidentes y serias divergencias acerca de la definicion. de Jos dos conceptos fundamentales, lengua y habla: se estableeen en ellas toda una serie de oposiciones, casi munca en términos totalmen. te idénticos, 1a sess Seber esas divergeneias? En primer lugar, sin duda, le los puntos de vista, de los planos en que se esta, blecen las oposiciones, Algunos estudiosos consideran el lenguaje, en primer término en sus determinaciones externas, en su existencia en el individuo y en Ia comunidad, y establecen, por consiguiente, oposiciones comer aspecto individual — aspecto social; acervo lingitistico individual acervo lingiifstico socials actos lingiiisticos individuales —— use. lin. stico de la comunidad; actos individuales — patrimonio o institu, cin social; actos individuales — producto histérico . eolective, Otros consideran el lenguaje desde el punto de vista de su “confor, macién” y oponen, por lo tanto, el aspecto ocasional al aspecto ee. neral, la unicidad a la repeticién, lo asistematico a lo sistematico, Ly realizacién al sistema, el impulso expresivo al sistema funcional, Y otros interpretan Ia distincién saussureana como idéntica @ la de Humboldt (enérgeia-érgon, iitigheit-Werk) y oponen, por consi uiente, actividad lingitistica a producto lingiiistico: 0 como cl revés (2) Cf. CLG, pp. 191-206. Tena? itt di Glottoly Typ. OL A. istematia de Ia Fengua ce acerca, en lo esencial, la de E. Otto, quien independientemente de F. eh Sansone, Sistingue eal Jenguaie el acto lingitistico, al mismo tiempo indi. vidual y social, y la lengua, producto histérico-cultu istorisch ger Kulturprodukt), cf. Atti cit., p. 35: Smal SESorech gpivordanes (9 Lunita arioeuropea, cit. segin G. Nencioni, Ob. cit, p. 79, ~ 20 — de la oposicién de Humboldt: saber — actividad, acervo lingiiistico — hablar, acervo lingiiistico — funcionamiento lingiifstico. instrumento -— empleo; 0, mejor, ven el habla como un eslabén entre dos “len- guas” (condicién previa — actividad lingiiistica — producto), Ciertos estudiosos consideran que se trata de una oposicién enire concreto y abstracto (material — formal, real — ideal, efectivo — virtual o po- tencial) ; otres oponen lo psico-fisico a lo puramente psiquico (reali- dlad psico-fisica individual — realidad psiquica social), y otros lo sub- jetivo a lo objetivo, la libertad a las reglas, a la imposicion social, 0, haciendo hincapié en funciones particulares del lenguaje, la expresi- vidad a la convencionalidad, el aspecto afectivo y volitivo al aspecto de comunicacién. Otras discrepancias se deben a que los grados de abs traccién que se toman como base para definir la “lengua” no son idén- tieos (puesto que se va desde el sistema de palabras coneretas de Penttili a la “red de funciones” de Hjelmslev), 0 a que se define a veces la lengua con respecto al habla y otras veces el habla con respecto a la lengua (y no es ésta una futil cuestién de prioridad, puesto que, sobre todo el concepto de lengua, cambia necesariamente segiin la perspectiva en que nos coloquemos), 0 se deben a particu- lores _convenciones seménticas, como las de identificar “abstracto” con “irreal” (Croce, Bertoni) o “concreto” con “objetive” (Paglia- ro). Ademés, puede intervenir una consideracién histérica, como la de Pagliaro, opuesta a la concepeién generalmente sineréniea de la mayoria de los estudiosos, y los varios puntos de vista pueden com- hinarse, asocidndose en la caracterizacién de los conceptos « definir. u oponiéndase, planos no correlativos (actividad — sistema). Asi, por ej. el caracter social interviene en casi todas las definiciones, pero, mientras unos pocos estudiosos encuentran ese carécier social en el mismo individuo y en sus actos (Jespersen, Gardiner, Pagliaro, Otto), otros consideran un individuo abstracto, asocial, opuesto a la colec- ridad y no elemento de la misma y coordinado con ella. Se Ilega de esta mancra a atribuir distintas extensiones, a veces contradictorias, a los dos conceptos. El habla es para algunos el im- pulso hacia la expresién (Sechehaye, Brondal), para otros se iden- ifica con el acto lingiiistico (Jespersen, Gardiner) 0 con la produc- cién de ese acto (Palmer, Bertoni); © comprende todos los actos lingiiisticos individuales, sobre todo en cuanto vitales, afectivo-voli- tives (Bally) o en cuanto no sistemdticos (Penttilii): 0 es el aspecto material y psiquico de esos mismos actos: y para otros todavia es lo mismo que acervo o uso lingiiistico individual (Jespersen), 0 se iden- tifica con el aspecto cada vez nuevo e inédito de los actos lingiifsticos. La lengua, por otro lado, es la condicién que hace posible el hablar, es el “producto” del hablar como tal, 0 el mismo “producto” consi- derado sistematicamente; es para algunos el acervo lingiiistico indi- vidual y para otros el llamado acervo lingiiistico social; es el sistema abstracto que gobierna el hablar, o es lo espiritual del lenguaje opuesto a lo material, Jo virtual opuesto a lo conereto; es suma, 0 cualquier suma, de actos lingitisticos (ef. Porzig, o las ‘colecciones —21- de material’ de que habla Gardiner), 0 sistema de actos lingiifsticos, @ el sistema de normas y convenciones que gobierna el hablar, que $e Aplica en los actos lingitisticos eoneretos. Por lo tanto, lengua y habla aparecen como coneeptos de extensidn variable: lo que es Fengua en una concepcidn es habla 0, por lo menos, es en parte habla en olras concepciones, y viceversa; y en cada una de las coneepeio- nes particulares aparecen inevitables incoherencias més o menos graves, Mientras Ias discrepancias dependen fundamentalmente de la diversidad de los puntos de vista adoptados, las incoherencias se de. hen a una serie de razones més intimas y' que conciernen, por un lado, al planteamiento y, por otro, al fondo mismo del problema: 1) el hecho de que las distinciones se establecen en un lenguaje abs. tract, aprioristicamente concebido como entidad orgénica que se manifestaria en varios planos; 2) la tendencia a considerar la lengua 3 el habla como dos realidades auténomas, como dos componentes del Tenguaje; 3) la insuficiencia misma de la dicotomia, que, 0 no agota la compleja realidad del lenguaje, o debe necesariamente auney aspectos heterogéneos bajo un mismo rétulo: 4) la interferencia entre los varios puntos de vista, con consecuente oposicién establecida entre planos no-correlativos: 5) el hecho de considerarse equivalentes, des. de el punto de vista de la extensién, conceptos como “acervo lin. sitistico”, “aspecto social del lenguaje”, “sistema”, “sistema funcio. nal” (Jo cual, naturalmente, constituye corolario de 4). Ahora, del andlisis y de Ia critiea de las varias doctrinas expues- tas, hemos deducido que: 1) de una manera conereta el lenguaje existe s6lo y exclusivamente como hablar, como actividad lingiiistica: 2) lengua y habla no pueden ser realidades auténomas y netamente separables, dado que, por un lado, el habla es realizacién de la len. gua y, por otro lado, Ia lengua es condicién del habla, se constituye sobre la base del habla y se manifiesta conerctamente sélo en el habla; 3) los rétulos bajo los cuales se distribuye la realidad del lengnaje pueden multiplicarse, segiin los puntos de vista y los erite- rios adoptados; 4) la mayoria de las veces las oposiciones que se establecen s6lo constituyen caracterizaciones ¢ interpretaciones de tna oposicién fundamental entre virtual y real, abstracto y conereto (sistema — realizacién) ; 5) los varios conceptos a que se da el nombre dle Tengua (“acervo lingiiistico”, “uso Tingiiistico de una comunidad”, “sistema funcional”, ete.) no son equivalentes, porque representan distintos tipos y distintos grados de abstraccién. Consideramos, por lo tanto, que una doctrina coherente y rea lista acerea de las distineiones a hacerse en el lenguaje debera fun. darse en los siguientes principios: 1) _ las eventuales distinciones y oposiciones deben establecerse cu primer lugar en la realidad conereta del lenguaje, o sea en ol hablar; 2) al hablar como tal no se le puede oponer como realidad dis Ynta Ta lengua, dado que ésta esta presente en cl hablar mismo y ~ 22 se manifiesta coneretamente en los actos lingiiisticos; los términos como lengua y habla no designan seeciones auténomas y ni siguiera “maneras de presentarse de Ja lengua” sino més bien distintos pun- tos de vista, 0 sea maneras de encarar el fenémeno lingiiistico, dis- tintos grados de formalizacién de la misma realidad objetivas 3) adoptado el criterio de los distintos grados de abstraccién, habra que reconocer y nombrar las diferenciaciones que se destaca- ren, sin tratar de reducirlas a los moldes de la famosa dicotomia; 4) el plano en que hay que hacer las distinciones es el plano de la “conformacién” del lenguaje, el plano en que se considera cémo se manifiesta ese fenémeno, y no el plano de su esencia, de su reali- lad intrinseea, que es un plano de unificacién y sintesis, no de dife- renciacin y andlisis; el punto de vista de las determinaciones exter- nas del lenguaje se consideraré en segundo término, como caracteri- zacién ulterior de lo establecido en el plano antedicho: se conside- rar particularmente la determinaci6n individuo-colectividad (uno — muchos) ¥ no las determinaciones fisicas y psiquicas (en euyo campo no se establecen relaciones miltiples del tipo de las que nos intere- san, sino otras, estrictamente binarias, relaciones generales de forma y contenido: sonido — significado, material — inmaterial, articula- cién — impulso expresivo) ; pero el elemento social se comprobara en el mismo hablar individual, abandonandose toda ficticia oposicién entre un “individuo asocial” y una “sociedad extraindividual” 5) algunos de los concepios con que se identifica la “lengua quedan eliminados de nuestra consideracién por Je establecido en if); asi, el concepto de “acervo lingiiistico”, que es un concepto psi- coldgico y, por lo tanto, pertenece a la psicologia del lenguaje mas hien que a la Tingiiistica propiamente dicha; pero, aun entre con- ceptos efectivamente lingiiisticos, como “uso lingiiistico de una co- munidad” y “sistema funcional” hay una neta diferencia de plano abstractivo: justamente, la distincién que entendemos establecer entre norma y sistema, 3. Una segunda serie de sugerencias acerea de la posibilidad y uecesidad de distinguir entre norma y sistema, como acerca del lugar donde hay que establecer la distincién, nos ha Iegado de la fuente misma de la oposicién fundamental entre lengua y habla, es decir, del Curso de de Saussure. El extraordinario libro péstumo del mae tro ginebrino contiene, también bajo este aspecto, preciosas ideas ¢ intuiciones suseeptibles de desarrollo —en sentido positive 0 negati- vo-, asi como contiene el embrién y semilla de tantas doctrinas y actitudes de la lingiiistiea actual. En efecto, como se habra visto por Jas notas, casi todos los enunciados acerca de lengua y habla repre- sentan paréfrasis, desarrollos 0 interpretaciones, a menudo unilate- rales, de puntos de vista sanssureanos. Conviene, por lo tanto, volver a la obra de de Saussure, para encontrar el origen de las dificult des, contradicciones e incoherencias sefialadas en dichos enunciados, como también para hallar eventuales sugerencias en vista de una so- lucién més aceptable del problema. — 93 — Varios criticos, entre otros Schuchardt y Rogger, han sefialado contradiccio. ; imeoherencias, lagunas y puntos oscuros en la misma concepeion de. de sure (2). Ahora, que en el Curso haya una multitud de sugerencias suscep: les de desarrellos contradictorios nos parece evidente y demostrado, Pero no nos atreveriamos a inferir de ello una fundamental incoherencia de la doc. trina saussureana, puesto que, si es verdad que ‘a muchas tesis del maestro sinebrino pueden oponerse antitesis deducidas de su misma obra’, también es verdad que a las interpretaciones unilaterales y contradictorias pueden oponerse interpretaciones coherentes, mas orginicas y objetivamente mis justificadas, como lo ha mostrado recientemente Henri Frei, en su respuesta a ciertas critieas de E. Buyssens (2). Lo que, si, hay que admitir es que la concepeion de de Saussure ofrece difieultades de interpretacién; que —por las mismas condiciones de “apuntes de clase” en que se publieé su obra— muchos puntos quedan en ella oscuros, 0 insuficientemente elaborados, 0 no bien fundados; que. eiertas luciones se encuentran en su libro sélo eshozadas, 0 apenas aludidas, y ciertas dificultades aparecen todavia no perfectamente resueltas; que, bajo mu- chos aspectos, de Saussure, como pensador ligado en parte a la mentalidad de su época, se queda en la mitad del camino por él mismo abierto. Quizds justa- mente por esto se deseubra en su libro —como observa Biihler (3)— algo nuevo cada vez que se vuelve 2 consultarlo. Sa dCual es la oposicién fundamental de de Saussure? El habla (parole) se identifica evidentemente para él con la actividad lin- siifstiea conereta 0, por lo menos, con gran parte de ella: cs “fona- cién”, “ejecucién de Jas imagenes actisticas”, mds, toda la “actividad del sujeto hablante”; es “la parte individual del lenguaje”, “lo que es accesorio y mas o menos accidental”, una realidad psico-fisica que se opone a Ja realidad puramente psiquica de la lengua; es “la suma de todo lo que las gentes dicen” y comprende “combinaciones indi- \iduales, dependientes de la voluntad de los hablantes” y “actos de fonacién igualmente voluntarios, necesarios para ejecutar tales com- hinaciones”. No hay en ella “nada de colectivo”, “cus manifestacio- nes son individuales y momentneas” (+), Ya veremos pronto que ese concepto del hablar “no colectivo, individual, accidental y momentineo” resulta, a la Tuz de la misma doctrina de de Saussure, unilateral e insuficiente, Pero consideremos antes su concepto de lengua. En realidad, se pueden distinguir en de Saussure no uno sino tres conceptos de lengua: a) acervo lingiiistico; b) imstitucién social; c) sistema funcional. a) La lengua es una realidad psiquica que comprende signifi- cados € imagenes aciisticas (°), es “un sistema gramatical virtualmen- te existente en cada cerebro, 0, mas exactamente, en los cerebros de un conjunto de individuos” (°); es “una suma de acuiizciones depo- sitadas en cada cerebro, mas 0 menos como un diccionario cuyos (1) v, G. Nenetont — 08, cit, pp. 143 y sigs. Cf. también K. Bi Ob. cits pp. 17-20 y 62 y sigs. y A. Penrrak — Com, cit, p. 157, ©) Heyer Fret — Saussure contre Saussure?, Cahiers Ferdinand de Saux sure. 9, Ginebra, 1950, (@) K. Biner — 06, ei (4) CLE, pp. 52.59 y 63.65, ©) CLE, pp. 5859, ©) CLG, p. 51. pelt. =~ 4 — ejemplares, idénticos, fueran repartides entre los “individuos” (*). La Iengua “es el conjunto de habitos lingiiisticos que permiten a un sujeto comprender y hacerse comprender” (#) y “las asociaciones ra- tificadas por el consenso colectivo, y cnyo conjunto constituye la Ten- sua, son realidades que tienen su asiento en el cerebro” (*), " "h) Peto esa realidad psiquica es para de Saussure, al mismo tiempo, una realidad social, un “producto” 0 “institneién social”, como ya habia sostenido Whitney, porque la lengua no esté completa en ningtin individuo, “no existe perfectamente mas que en la masa’ (4); es “a la vez un produeto social de la facultad del lengnaje y an conjumto de convenciones necesarias adoptadas por el cucrpo social para permitir el ejercicio de esa facultad en los individuos” (°); es “producto social depositado en el cerebro de cada uno” (5), “la parte social del lenguaje, exterior al individuo, que por si solo no paede ni crearla ni modificarla; no existe mas que en virtud de una especie de contrat establecido entre los miembros de una comu- nidad” (7). c) Mas lo importante es, sobre todo, que esa realidad es una realidad sistematica y funcional. La lengua —y esto ya nos parece independiente de su realidad psiquica y de su determinacién social— es para de Saussure “un sistema de signos distintos que corresponden a ideas distintas” (8), es un “cédigo” (®), un sistema en el que “sélo es esencial la unién del sentido y de la imagen acistica” (1°), La lengua, como realidad psiquica, es para de Saussure “un objeto de naturaleza conereta” (1), pero ese ultimo concepto, eminentemente funcional, lo Heva muy lejos de todo lo que puede Iamarse con- creto. En efecto, asi concehida, la lengua “es una forma, no una sus- tancia” (2), es un “juego de oposiciones”; ‘lo tnico ezencial en ella es que un signo no se confunda con otros’ (18); “en la lengua no hay més que diferencias” (#4): “an sistema lingiiistico es una serie de di- ferencias de sonidos combinados con una serie de diferencias de ideas” (7) y “en un estado de lengua todo se basa en relaciones” (**). Esos tres conceptos, correspondientes a tres oposiciones (reali- dad psico-fisica — realidad psiquica, aspecto individual — aspecto so- (1) CLG, p. 65. «) CLG, p. M4. ©) ELG, p. 59. () CLG, p. 57. (5) CLG, p. 51. (8) CLG, p. 71. () CLG, (8) CLG, ©) CLE, (9) CLG, (1) CLG, p. 59. (12) CLG, p. 206, (13) CLG, p. 202. (14) CLG, p. 203. (3) CLG, p. 203. (16) CLG, p. 207. cial, conereto — abstracto 0 realizacién — sistema), coinciden, indu- dablemente, en gran parte, pero de ninguna manera son idénticos y, sobre todo, no se establecen en el mismo plano sino en tres planos di: tintos, es decir que manifiestan la interferencia de tres puntos de vista. En la doctrina de de Saussure, ellos aparecen entremezclados; sus contornos no aparecen definidos ni se establecen las necesarias di« ferencias entre ellos: sin embargo, no se trata, segtin nosotros, de verdadera incoherencia, sino més bien de insuficiente desarrollo; no se trata de verdaderas definiciones, sino més bien de tentativas de caracterizacién de una intuicién genial, pero todavia algo imprecisa. Ademés nos parece evidente que, si bien los tres conceptos aparecen simultdneos, la inclinacién de de Saussure va decididamente hacia el tereero que es el que se aplica en Ia distincién entre lingiiistica inter- na y externa (+) y, en general, en la discusién de los problemas de la lingiiistica sineréniea (2), La insuficiencia ¢ imprecisién de la dicotomia saussureana apa- recen mas evidentes si se le aplica el nuevo esquema propuesto por Biihler (*), Observa el estudioso alemin que, para que adquieran precisién y fundamento més sélido, las distinciones en el lenguaje deben hacerse desde dos puntos de vista: 1) desde el punto de vista de la relacién con el sujeto hablanie (I — fenémenos referidos al snjeto; II — fenémenos desligados del sujeto) ; y 2) desde el punto de vista del plano de abstraccién considerado (a — fenémenos consi: derados en un grado inferior de formalizacién, practicamente fené: menos concretos, y bh — fenémenos considerados en un grado superior de formalizacién, entidades abstractas). Combinando los dos puntos de vista (individual — extraindividual 0, mejor, interindividual 0 in- tersubjetivo; concreto — abstracto) se distinguen los siguientes cua- tro conceptos: 1) la accién verbal (Sprechhandlung), que es la accién misma de hablar, considerada en si y en su momento de produccién (indi vidual/conereto, Ia) ; 2) el acto verbal (Sprechakt), que es la atribucién de una sig- nificacién 2 un medio lingiiistico (individual/formal, Ib); 3) el producto lingiiistico (Sprachwerk), resultado de la accién verbal considerado fuera de su produccién y de su relacién con las vivencias del individuo productor (interindividual/concreto, Ia) ; 4) la forma lingiiistica (Sprachgebilde), el mismo producto con- siderado abstractamente, como species o “clase de clases”, es decir, en su valor funcional, separado de las circunstancias de la situacién verbal conereta (interindividual/formal, 1b). Tenemos, por consiguiente: —desde el punto de vista de la relacién con el hablante: 1) en el plano conereto: accién verbal, A (fenémeno subjetivo) y produe- to lingitistico, P (fenémeno intersubjetivo) ; 2) en el plano formal: (©) CLG, pp. 67 y sigs. (2) CLG, 2 Parte, pp. 175.230. (8) K. Bincen — 06, cit, pp. 62 y sigs. — 26 = acto verbal, A® (fenémeno subjetive) y forma lingiiistica, F (fenéme- no intersubjetivo) ; —desde el punto de vista del grado de formalizacién: 1) en el plano individual: accién verbal (fenémeno conereto) y acto verbal ‘entidad formal); 2) en el plano interindividual: producto lingiiis- tico (fenémeno concreto) y forma lingiiistica (entidad formal). O sea, el siguiente esquema: I Ir a A P F b Ae En realidad Biihler no supera aqui la dicotomia saussureana sino simplemente la combina -—y esto resulta sumamente provechoso— con la otra dicotomia famosa, la establecida por Humboldt: enérgeia (Tiitigheit) y érgon (Werk) (). En efecto, Ja distincién fundamental de de Saussure se establece, como vimos (3er. concepto de “lengua”), entre concreto y abstracto © formal (ideal, funcional), y esto a pesar de la afirmacién segin Ja cual también la lengua seria “conereta” (probablemente, tendria- mos que tradueir con “real”), Pues para de Saussure es habla (pa- role) tanto la accién individual momentanea (Sprechhandlung) , como el producto asistematico de una serie de tales acciones (cf. la formula saussureana del habla: 1 + 1? + 1” + 1... (2}), es decir, Jo que Biibler Hama Sprachwerk; es, en cambio, lengua (langue) el sistema de formas lingiiisticas (Sprachgebilde; cf. su formula: 1 + 14+14 1... =1(')), como deberia ser hecho de lengua, por su cardeter formal, lo que Bihler Hama Sprechakt. Es decir que la opo- sieién de de Saussure se establece fundamentalmente en el sentido de la seceién horizontal del esquema de Biihler. La distincién de Humboldt sc establece, en cambio, entre indi- vidual ¢ interindividual, entre actividad y producto. Para él seria enérgeia (hoy diriamos habla) lo que Biihler Mama Sprechhandlung y Sprechakt; seria érgon (lengua) lo que Biihler llama Sprachwerk y Sprachgebilde (4). Es decir que la oposicién humboldtiana se esta- (1) La utilidad y la notable agudeza de esta combinacién de puntos de vista nos convence una vez mas de que el camino para IMegar a una teoria coherente del lenguaje es el eseogide por Buhler, es decir, el que sale de la labor empiriea [y teérica] de los lingiistas (Ob. cit. Prefacio, p. 4), y que toda teoria defintiva acerca del lenguaje debera tomar como base la gran obra de Biihler, cuya doctrina necesita indudablemente multiples correcciones y pre- senta todavia muchas zonas oscuras, pero que ha tocado practicamente todos Jos puntos fundamentales y que representa el mayor esfuerzo de sistematizacién que se haya hecho hasta ahora en la materia. (®) CLG, p. 65. 3) Ibid. . El hecho de que Biihler emplee el prefijoide Sprech- (de sprechen, hablar) para los términos que se refieren al aspecto subjetivo y emplee, en cambio, Sprach- (Sprache, lengna) para los que se refieren al aspecto inter oT blece fundamentalmente en el sentido de la seccién vertical del es quema de Bihler. Las dos oposiciones se sittian, pues, de la siguiente manera: individual “extraindividual” subjetive intersubjetivo ; producto concreto | Pretistico PAROLE = —> de Saussure formal | some LANGUE v i lingiiistica etn 4 i ERGON Humboldt Biihler parece entender que segiin de Saussure la parole corres- ponderia sélo a la accién verbal (cf. la interpretacién de Jespersen) ; pero la férmula misma de la parole dada por el maestro ginebrino indica que ella contiene también el producto lingiifstico. El esquema de Ja oposicién saussureana deberia ser por consiguiente: PAROLE oo) accion verbal | producto lingiifstico acto verbal forma lingiiistiea LANGUE Pero de Saussure agrega a su oposicién fundamental (concreto — ubstracto) una distincién secundaria individual — social (es decir, in- dividual — interindividual), eliminando de la “lengua” todo lo que no es “forma lingiiistica” (entidad abstracta, funcional, intersubjeti- va), 0 sea tanto lo que es accién individual concreta y momenténea {accién verbal) y el respectivo resultado asistematico (producto lin- siifstico), como lo que es formal, pero al mismo tiempo subjetivo (acto verbal). Con eso, su esquema se vuelve: subjetive, parece indicar una aceptacién implicita de la oposicién de Humboldt, a pesar de que su concepto de “lengua” coincide con el de de Saussure (sistema de formas lingiiisticas). En términos canssureanos habria que decit més bien: Sprechakt (acto de habla) y Sprechwerk (producto de habla): Sprachakt (acto de lengua) y Sprachgebilde (forma lingiiistica). xs OB) PAROLE accion producto a verbal lingiiistico LANGUE Ademés, ignora casi constantemente lo que en la actividad lin- giiistica individual es formal (acto verbal), oponiendo por lo tanto aceién verbal - producto lingitistico (habla) a sistema de formas lin- gitisticas (lengua) : PAROLE accion : producto verbal lingitistico forma lingiiistica LANGUE Finalmente, después de dada la formula del habla, deja de lado la parole como producto lingiiistico y opone normalmente la forma lingiiistica tmicamente a Ja accién verbal. Su concepeién podria, por consiguiente, esquematizarse de esta manera: PAROLE c verbal forma lingiifstica D LANGUE Ahora, es evidente que, en este tiltimo esquema, la distincién puede establecerse tanto en el sentido de la linea fundamental A-B (conereto-abstracto), como en el sentido de la linea secundaria CD (individual — social, enérgeia — érgon). Exo explica por qué, en Ja concepcién saussureana, la “lengua” aparece tan desligada del “ha- my I) ws

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