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Jordi Nieva Fenoll Fundamentos de Derecho Procesal Penal Captruco 1 LOS SISTEMAS Y PRINCIPIOS DE LA JURISDICCION PENAL «, BIBLIOORSFIA: AA.VV.. “Apendices a Ia memoria histonica de tos trabajos 4 ta Comision de Codificacién’, RGLJ, 1871, t, XXXIX, pp.97 y 98.241 y ss, 369 y ss. AA.VV., "Memoria histérica de los trabajos de la Comision de Codif cacién’, (ponente: Francisco de Cardenas), RGLJ, 1870, t, XXXVI, pp. 129 $8, AouILERA Momates, Marier, “Proceso y cause general, La inguisitio generalis en el Derecho espadol", Cizur Menor, 2008. Arwenta Deu, Teresa, Priveipro acusaterio y Derecho penal, Bareeiona, 1095. Asewcio Meuiano, Jose Maria, Prineipto aot saiorto y dereeno de cefensa en el proceso penal, Madrid, 1991. Covs0, Giovannt. “Aceusa ¢ sistema accusatorie”. Enerciopedia det dirilte,¥. 1, 1958, pp. 369 y se, Ds ta Ouva Sstos, Andres, Jucces imparcvales, fiscales investigaciores v. nilevt reforma para ta vieja crisis de ta Justicia penai, Barcelona, 1989. 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Homenaje a la Ley de Enyuiciamiento Criminal tras sus clen anos Ae vigencia’, RJCat, 1984, pp. 373 y 35, 2 orp Nueva Fanon Alo largo de la historia de la bumanidad, el proceso penal ha bas- culado fundamentaimente entre dos modelos: el inqusstivo y ol aeu- satorio. Esos dos sistemas han recibido las referidas denominaciones como consecuencia del diferente papel y ubicacién que en ambos mo- delos tienen dos tinicos elementos esenciales: ei juez y la acusacion. Sin embargo, en esta materia ha existido mucha confusion en cuanto a las caractensticas de cada modelo, a consecuencia de! ma- niqueismo, probablemente necesario, que entre finales del sigio XVIII y el siglo XIX sirvi6, fundamentalmente en Francia, para superar el antiguo modelo inquisitivo y volver al quizas mas antiguo modelo acu- satorio. ¥ decimos quizas, porque lo cierto es que se desconoce com pletamente qué manera de yazgar surgi6 primero. Ciertamente, podran haber existido otros sistemas de clasificar los procesos penales. iste, en conereto, centra el objeto del andlisis, en el fondo, en tun unico dato: et juez, es decir, el principal protagonista de 1a surisdiccién. Si el juez no acusa, smo que precisa de un acusador para mantener su imparcialidad. e1 modelo es acusatono. Si, por el contra no, el juez acusa al mismo tiempo que juzga. el proceso es inquisitivo, El resto de las caracteristicas que se Je han atribuido a uno u otro sistema son simplemente falsas y, sobre todo, muy polémicas. No es cierto, por eremplo, que en el proceso inquisitive el provedimiento siem: pre fuera escrito, el juez parcial, el acusado siempre estuviera preso Provisionalmente y no se respetara el derecho de defensa. Y también €5 faiso que el modelo acusatorio sea siempre oral, cuente con un Juez perfectamente imparcial, el acusado siempre esié en liber Trespete en todo caso el derecho de defensa. Todas estas teristicas son simplemente ias que se prédicaron del “auev acusatono, a finales del siglo XVIII, durante los debates de la Asam- blea francesa que dio a iuz las primeras normas procesales penales que superaban por fin la Edad Media en esta matenta. La finalidad cra evidente; cambiar ¢1 modelo haciendo que et nuevo orden propuesto fuera mas atractvo. Sin embargo, los males que se achacaban al proceso inquisitxvo eran en su mayoria, en realidad y como tantas otras veces, males de tos érganos de la Justicia de aquella época y de su manera de trabajar De hecho, el posterior todelo acusatorierha segivido tastrado-por los antiguos usos durante largos afios, pese a cambiar jas leyes. Y, por otra parte, el modelo inquisitive, sobre el papel, no siempre era tan horrible como se lo describia, aunque en la realidad si se convertia, con frecuencia, en-una auténtica pesadilla. En todo caso, la conciusién €8 que modelo mquisitivo y modelo acusatorio, en cuanto a su esencia, solamente se distancian, como se sana a qT : i 4 + | J 4 i 1 . + J ] 1 LOS SISTENAS Y PRINCIFIOS DE LA JURISDICCION PENAL 3 ha dicho, en que en el primero et juez acusa y juzga, y en el segundo Solamente juga. Veamos ios detalles fundamentales de cada uno de Jos modelos, 1. Ex sistema muisirvo 3 sistema inquisitive consiste en un modo de instrint y juzgat hechos punibles en el que el juez y el acusador son la misma perso- Ra, aunque sin excluir necesarramente que existan ottos acusadores ademas del juez. La finalidad principal det sistema es conferr una mayor éficacia a Ja investigacién del delito previa a ta audiencia dei acusado, Reunien do en una misma persona al acusador y al juzgador se consigue, sin duda, esa eficacia, porque él juez-acusador trabaja en pos del unico fin que, en el fondo, le mteresa: la incriminacién. Pero a cambio de una perdida casi total de laimparcialidad del juzgador, lo que provoca que en este sisiema sea muy dificilmente util la audiencia del acuisa Go, contempordnea o posterior a la investigacién, pues dificiimente puede defenderse de alguien ~el juez— que cree haber localizado en él indicios de delito, 1. Ongen historico Fauston diversas hipdtesis acerca de dénde y como surgié este sis- tema, Las que se remontan al Derecho de raiz helenica estan basadas més en Ia literatura que en datos historicos concretos, que no existen con la necesania fiabilidad. Lo mismo puede decirse en cuanto ala bis. apenas habla de procesos penales, que en todo caso parece claro que demeron ser acusatonos, como veremos despues, Sin embargo, si es po- sible hallar precedentes claros de este sistema en las recopilaciones de Detecho germénico de la alta Edad Media, como el Liber nudiciorum, © incluso en la mquest inglesa, con precedentes altomedievates escandi. havos y francos, y cuya denomnacién es extraordinariamente sitnilar A 1a inqussitio, con la que comparte rauz etimolégica, No obstante, lo mas correcto y fiable es fijar el origen técnico-jurfdico de la historia del modelo inquisitive en 1215, afio en el que el Papade en _squel momento personalizado en Inocencio TN- veia amenazado su poder politico sobre todo por la herejia catara asentada en muchos ternitonos catalanes y oceitanos del conglomerado de posesiones que coriformaban ia Corona de Aragon en aquella época. Aunque tambien, en el plano mas social yen menor inedida, por los restos de las religio. 4 oRot Nieva Fenou. nes premedievales que ain quedaban y que fueron tachaylos de bruje~ ria o hechicenia, Ganada la batalla en ei terreno militar, se imponia una “extirpacién’ de la herejia de la sociedad, para lo cual se considero que no era suficiente con que los delitos en general ~aunque se pensaba cast exclusivamente en la herejia~ pudieran perseguirse mediante denun- cia o acusacién, que habian sido las formas tradicionales de micio del proceso provenientes del Derecho romano. Hacia falta una implicacién judicial directa en 1a acnsacion a traves de la creacion del tercer medio de iniciacién del proceso, al jado de la denuncia y de la acusacién: Ia inquisicion. Con ello, no habia que esperar a obtener delstores. Bastaba con que ¢l juez iniciara las actuaciones de oficio. Quizas en este concilio mfluyeron Jas legislaciones germanicas an- tes citadas, pero no est probado que fuera asi. Sea como fuere, 1215 fue también el afio en et que, en el mismo Concilio Lateranense IV que instituyé el sistema inquisitivo, se introdujo 1a forma escrita en los procedimientos y fueron pronibidas indirectamente las antiguas ordalias. Como se ve. este afto y este concilio fueron verdaderamente claves para la historia posterior del Derecho procesal penal ‘Aunque habia nacido con una finalidad muy concreta ~pese a que no fuera formuiada en el concilio con esa concrecién-, el sistema se extendié rapidamente a los ordenamientos y usos juridicos seoulares medievales, practicamente por la via ce hecho en muchos casos. Se dio por supuesto que el juez secular tenia, en su Ambito, los mismos poderes que et juez eclesiastico en el suyo. Y por ello se empez6 a ms- truur sistematicamente de oficio, pese a que esta posibilidad era mar- -~ginal-en-muchas-leyes.de la epoca que continuaron en vigor muchos sigios después. Seaaiioea aoe 2. Caractertsticas del sistema EJ sistema mquisitivo ha sido con frecuencia victirtia de generalize: caones. Insistimos en que lo unico que lo caracterizaba era que el juez se convertia, a 1a vez, en acusader. Pero el modelo fue acompafiado, como ya se dijo, de otras caracteristicas propias de la época. que s6lo buscaban dotarlo de mas eficacia, a la vez que de mas oscurantismo, precisamente para que fuera mas dificilmente controlable 1a actividad, judicial que en él se gercia. El proceso en aquella época fue cecreto, esciito, com un deficit 1m- portantisimo en materia de posibilidad de contradiccion del acusado, y con una evidente faita de igualdad entre las partes, mas que nada por que tna de dichas partes era el propio juez. Por otra parte, el actisailo cra con gran frecuencia hecho preso por tiempo indefinido, con enorme tncertidumbre porque no solia saber el motivo preciso de ta acusacién, se ban ae ania agora | | LOS SISTEMAS Y PRINCIFIOS DE LA JURISDICCION PENAL 5 ‘También era frecuente su tortura. Por tiltimo, aunque la presencia de normas de valoracién legal de la prueba era marginal en las iegislacio- nes, en Ja practica se hizo un uso extensivo de las mismas, de manera que ¢1 sistema inquisitivo también suele ser reconocido como aquel en el que la valoracién de Ia prucha era tasada, y no libre, Sin embargo, todo to anterior cran, fundamentalmente, vicios de la préctica con los que se ha acabado identificando topcamente al sis tema por las razones seflaladas anteriormente. Pero hay que pensar que un modelo acusatorio poaria haber padecido igualmente de todos ¥ cada uno de esos defectos. No es inconcebible un proceso acusatorio en el que las partes carezcan de una auténtica igualdad, sobre todo ssi se piensa con detenimento en a figura del “ministerio fiscal” Por otra parte, son multitud los procesos penales acusatorios en los que el acusado esta preso largo tiempo, a veces de forma irracional meluso. ‘Sin contar con el gran volumen de documentacién que generan, pese a ser te6ricamente orales. Por otra parte, el secreto de la instruccisn es una posibilidad presente en la mayorta de los ordenamientos que recogen el sistema acusatoric. Por ultimo, en todo proceso penal e! suez debe interpretar la insuficiencia de prueba como evidenciadora de 1a mocencia, lo que sélo con muchas dificultades no se confun- de con una norma de valoracién legal, como veremos mas adelante. Ademés, la mismisima presuncién de inocencia estaba expresamente prevista en el modelo inquisitivo. Con ello queremos expresar que no se puede caracterzar a un sistema a través de Jos vicios que sufre en ia practica, sino que es preciso acudir a si res es solamente que el modelo anquisitivo confundia las figuras dei juez y del acusador. Y pese a ello, podia haber sido un sistema oral ~muchas veces lo era~, ptiblico asi se prevcia en las leyes antiguas-, con libertad para el preso durante 1a sustanciacién del proceso ~también estaba prevista-y-en el que el reo conociera el motivo de la acusacién, como asi se preveia en tas leyes, aunque eran contradictonias en este punto. Por otra parte, el sistema preponderante de valoracién de la prueba, en la ley, sin duda era el libre. Y agemas hay que recordar que, al menos en Espafia, la practica ‘ortura fue prohibida desde 1814, en plena vigencia de! sistema inquisitivo, que continud su anaaduira posteriormente. Por consiguiente, si se prescinde de toda esa marafia de supues- tas caracteristicas del sistema mquisitivo, la Unica posibilidad de es- tudiarlo se concentra en el andlisis de su. procedimiento, Como ello obligaria a realizar un fatragoso examen pais por pais, describiremos. a continuacion las lineas generales de los prmexpales procedirnientos medievales vigentes en Europa. 6 Jonni Nisva Fewou a} Procedimiento de oficio Habia nacido este procedimiento como marginal en las leyes, al Jado de ta denuncia y de la acusacién, sistema este ditimo que era el preponderante para iniciar el proceso penal, y que gozaba cuan- titativamente de una més extensa regulacion. Sin embargo, como se indicé, dadas ta practicidad y eficacia de la “inquisicién’, fue el siste- ma que se impuso répidamente en todos los ambitos., De hecho, cons- tituye el precedente inmediato, no solamente de la actual existencia de “jueces de instruccién” en muchos Estados, sino del hecho ae que éstos puedan incoar de oficio, aunque esta posibilidad sea altamente discutible, como veremos mas adclante. FI procedimento podia empezar a través de una mquisicién ge- neral, 0 bien especial. La primera no tenia mi acusados ni delitos am- putados en sv inicio, smo que simplemente iniciaba actuaciones alli donde se sospechaba que pudieran naberse cometido delitos. En ia mquisicion especial existia un delito mputado, y se trataba de aver guar su culpable. A consecuencia de 10s l6gicos abusos y corrupeion que trao la inquisitio generalis, solié ser prohibida en los Hempos pos- tenores, reduciendo el proceso inquisitivo a esa inquisicién especial. FI sospechoso, en consecuencia, debia ser imputado por un delito, aunque no s¢ ie solian dar sus detalles hasta el momento del juicio oral y después de la ratificacion en el mismo de los testigos de la unstruccién, para no frustrar la eficacia de la declaracion del acusado y de los tes” +igos, con o sin tormento en ambos casos. Dicho sospechoso podia. ser detenido y hecho preso posteriormente, existiendo en este sentido evi- dentes.disenminaciones que favorecian a los nobles v.a los profesionales_ Iiberales, que no solfan ser apresados, asi como a las mujeres, que en ocasiones gozaban de un régamen penifenciano algo mas humano, dado que podian llegar a cumplir su prvacién de libertad en conventos, La mstruccién era, sin duda; el-periodo preponderante del proceso penal. De hecho, toda ta actividad probatonia se practicaba en la mis ma, quedando ei jmicio oral reducido a ta minima expresién -aunque pudiera durar bastante tiempo-, sxrviendo simplemente para que se ratificaran los testigos de la instruccién -mi siquiera para que deciara- rans, dar audiencia al act Incluso se intentaba evitar la celebracion de dicho jux6 tituciones mas terribles de este modelo: la confesion. A través de Ja misma se coac- Gionaba literalmente al acusado, al final de toda ia instruceién, para ‘que se declarara culpable, si no lo habia hecho ya con anterioridad. La sentencia era recurrible, eternamente recurrible, eabria decir Eastia una enorme mseguridad juridica en materia de medios de mn- pugnacién y, por ello, un proceso penal concluido podia estar indefi- LOS SISTEMAS ¥ PRINCIPIOS DE LA JURISDICCION PENAL Ridamente abierto con recursos pendientes contra ta sentencia ante los mas diversos érganos, 68 que éste cra otto de los signos externos que més aqueyaban al sistema, y del que no ha solido hablarse demasiado: la absolita indie, ¥ Por ello, los érganos superiores podian avocarse de mancra prac, ticamente diserecional las causas que les interesaban. Sia tode ello Se une una alarmante falta de formacion ~juridica y de cualqurer otro lipo~ de 10s jueces inferiores, que eran los mas numerosos, el cuadro gue se dibuya es poco menos que espeluznante. Pero asi fue la justicin @urante muchisimos siglos. Y no por culpa, propiamente, det proceso inquisitivo, sino de las estructuras que lo ponian en marcha, ») Procedimiento a instancia de parte Este procedimiento era excepcional, puesto que aunque se hubiera Jntciado el mismo mediante denuncia 0 acusacion, el juez podia llegar .20umer Un papel inquisidor, pese a que las leyes se lo solian profi. bir. No en vano se trataba dei mismo juez que mancjaba tambien les procedimientos de oficio, de modo que traspasaba sus nsos y costs, bres de un procedimiento al otro. 2} procedimiento era practicamente ¢l mismo que el civil. De hecho, Selaba basado en sus musmos trémnites y el esquema general muy gencral- cra el siguiente: querella, contestacion del acusado, perioco Probatonio, fase de conclusiones y sentencia. Todo este procedimento Saemés, éra my laxo en cuanto a la oportunidad de formular alega. Clones durante el mismo, por lo que era muy factible que se compli. Cara con peticiones extempordneas y respuestas a las mamas, que cn ecasiones favorecian la. formacién de incidentes que, aunque en principio no interrumpian el proceso, buscaban obstaculizarle y, de ‘hecho, solian consegurtlo. Por lo demas, solia insistirse en la necesidad de que el acusador Probara su acusacién a través de distintas coerciones, sancionandolo or ta falsedad de la acusacién, u obligandoto a prestar una flanea en garantia de la Veracidad dé sus mputaciones, No solia estar presente el ministeno fiscal, m en estos procedi- mientos ni en los anteriores. No obstante, la figura no era desconoch, da, aunque su presencia en el proceso era excepcional, debido a que, como veremos mas adclante que indica su nombre, originariamente Sélo defendia el patrimonio de la Corona cuando éste, excepeional ‘mente, era puesto cn cuestion en los procesos. No fue sino a partir det 8 Joo: Nieva Fenou, siglo XVII cuando fue ganando auténtico protagomismo, poco a poco, hasta el sigio XIX, cuando su figura ya fue tomada seriamente en con- sideraciOn, pese a que su desarrollo siguié siendo escaso. Finalmente, el procedimiento padecia de los mismos vicios estruc- turales que el anterior en cuanto a ta falta de transparencia, la farra- gosa escritura, 1a Vigencia practica abusiva de la prueba legal, etc. Lo cual confirma la conchisién que ya se ha expuesto con alguna reite- racién. Todas esas no son caracteristicas del procedimiento estricta- mente inquisitivo, smo de la Admimstracion de justicia de ta epoca Sin duda, este procedimiento a mstancia de parte era acusatorio y, sm embargo, suftia exactamente de los mismos males que el inquisitive. 3. La situacién procesal penal en el siglo XIX En el siglo XIX estaba plenamente vigente el sistema anquisitivo, en los términos explicados. Sin embargo, en el plano Jegal se habia ido humanizando el proceso penal en diversos Iugares come conse- cuencia de Ia impronta del Code d'instruction criminelle frances de 1808 que, por cierto, no era original, sino que estaba mnspirado en tas, orientaciones de la doctrina juridica ingiesa det sigio XVIII. De hecho. era el proceso inglés ¢l que habia conservadio su caracter acusatori0 de ongen romano. En realidad era de este proceso inglés dei que cabia predicar as peculiaridades antes citadas ~oralidad, libre apreciacin de ta prueba, etc. que después se han hecho indebidamente extensi- vas a unos supuestos rasgos caracteristicos del modelo acusater. Centrando la cuestion en los sistemas mas influyentes de cara “al exterior. ext Espaiia Ia Situacion inquisitiva empez © Cambiar cit 1835, cuando a través del Reglamento prousional para la Administra- cién de justicia se exigid la necesidad ce que existiera necesariamente actsacion en.l purcio oral. Sin embargo, cl cambio al nuevo, modelo siguié un lentisimo devenir hasta 1882, cuando se publica la Ley de Eryaiciamtento Cnminal, ley que no significo. por cierto, la desapa- nicién completa del sistema mquisitivo, dado que, en buena medida. ‘se mantuvo vigente en a fase de mstruccién durante mucho tiempo después, de manera que atin hoy en dia cabe encontrar restos evi- Gentes det aiitiguo sistema. De hecho, actualmente en Espatia et juez de instrucciOn, y no ei ministeno fiscal, sigue siendo el director de ta mstruccion. ¥ ademas es quien formula ta imputacion. En muchos estados alemanes regian todavia los restos de la anti- ‘gua Constitutio criminalis carotina de 1532, que habia reproducido en parte aunque en menor medida de Jo que se ha contado- el sistema inguisitivo castellano. Y ast fue hasta la unificacion alemana de 1871. Los sistemas v PRINCIFOS DE LA JURISDICCION PENAL, 9 Deecho, la Krimnatordnung prusiana de 1805 y 1a ProzeRordnung pavara de 1813 contenian sistemas también inquisitivos, El camine mas sustancial no se produjo hasta la Reichsgesetz betreffend die Seundrechte des deutschen Volkes de 27 de diciembre de 1848, cuyo § 46 introdwyo el proceso acusatorio, Pero esta ley nunca entro en vigor. Es por ello que el paso decisive 12 Gio e1§ 152 de 1a Strufprozefordnung de 1877, una vez conseguida Piunificacion alemana, que confiris el elereicio de la accién penal » la Fiscalia, Dicha ley ain esta hoy vigente con diversas modificaciones Gs gran calado, entre ellas la que confirié la instruccién a la Fiscalia, ‘que no lleg6 hasta la reforma de 1975, En Italia, el cambio mas relevante sobreviene con motivo de la Codi. ficacién de 1865, que entre los diversos cédigos que emané se eneven, tra el Codice di procedura penale de ese mismo afio, que en realidad ora ¢l Codice sardo di procedura crminale de 1847, que se extendia @ todos Jos territorios italianos, Sus articulos 2 y 270 instituian un presente en las audiencias del juicio oral. No obstante, la uniciacion Ge Ja instruccién podia realizarse de oficio, como recordaba e! art 81 de ese misino cédigo que, de hecho, a lo largo de sus disposiciones, conferia un papel preponderante en dicha instruccién al juez, Dieho ape! Preponderante persistié hasta la reforma de 1988, ano en quie fue otorgada 1a direccién de Ja instruccién a ta Fiscalia, TL, Bx sistema acusatorio bresencia aut6noma de ta acusacién seria garantizar la imparcialidad Gel jazgador, 10 que, ademas, dotaria a las partes enfrentadas de una igtialdad de armas en el proceso. FI sistema no cuenta con mas peculiaridades, al margen de que fiscal el que se hace cargo de la acusacion, quedando incluso vededs ¢sa posibitidad a la victima en algunos Estados. En todo caso, ac- {almente es el sistema que goza de mayor popularidad en el mundo, dado el descrédito em et que cay el modelo inquisitive por las raze. nes antes releridas. 1, Origen det sistema acusatorio Bl origen de este modelo es, si cabe, todavia mas desconocido y Gesconcertante, aunque existe Un consenso generalizado en que fue e1 10 Jorpt Nueva Fexou, sistema de juzgar més extendido en Roma. En todo cago, como antes indiqué, era et modelo vigente en la Inglaterra del siglo XVIII, época en la que el Derecho inglés mifiuye a los juristas franceses, y de ahi se ‘expande al resto de Buropa con las invasiones napoleénicas, No obstante, el sistema se remontaba mucho mas atrés en este pais, Blackstone io atribuye a los “fundadores del Derecho inglés” (lib. Il, p. 280 ed. 1840}, sin mas, y explica que en esos origenes se dis- puso que doce cridadanos formularan la acusaciGn, siendo que ot70s Goce juzgaban al acusado. Aunque no ofrece datos concretos de estas ‘afrmaciones, Blackstone se refiere probablemente a la orden que se hizo en et Assize of Clarendon de 1166, en cuyo punto |, efectivamente, se disponia que fueran doce hombres honestos (lawl men) tos que bajo juramento formularan la acusacion contra el infractor, y éste fue~ ra conducide postertormente ante los sueces. Era el sistema del Grand jury. Sin embargo, es en la Carta Magna Libertatum de 1215 donde fn su meiso 20 se digpuso que el castigo no lo impusieran los yueces, sino coneiudadanos honestos que juraran su cargo, dando origen for- mal a la institucién det jurado, pero en este caso no acusande, sino juzgando. Fl jurado habzia surgido como reacci6n.a los abusos de las jushcias feudales, pero de ello hablaremos mas adelante. En todo caso, parece evidente que el Concilio Lateranense IV no ‘two una auitentica mfluencia en Inglaterra, por To que el método in iquisitivo no se mpuso. Inocencio Il, de hecho, habia anulado 1a Carta Magna, que fue restaurada en 1216 a la muerte de Juan Sin Tierra. En estas condiciones, no es de extraviar que el sistema inquisitorial ja- Jas tuviera éxito en Inglaterra, ai menos en el ordenarmsento secular. Por ello Se mantuvo el sistema acusatorio;formatizadoen-ese-especial érgano de acusacién, que eliminaba toda posibilidad de nquisicion. No obstante, tampoco debe olvidarse que el sistema no dejaba de evocar la antigua accusatio romana. El Derecho romano del Corpus tunis cwilis prevé la cxssieficia de uit sistema excluswamente acu- Satorio, dado que los pocos trazos que existen de compulsion de! po~ Ger plblico a tina acusacién en los lamados publica wdicia, también parten de la base de la existencia de una acusacion, Bs obvio que con tsa compulsion podia estar encubriéndose, en ocasiones, una especie de sistema inquisitwo.en-el-que el.acnsador.no fuera realmente inde- pendiente del juez. Pero sea como fuere, por lo que sabemos, al menos formalmente, siempre se respet6 el modelo acusatono. ‘Al margen de estos origenes, el sistema acusatono parece intuitwa ‘mente el sistema mas antiguo de jugar, dado que reproduce, sin duda cl actus trium personarum, a diferencia de lo que sucede en et sistem= inquisitive. En resumen, parece mucho mas logico que todo empezar: con Ja queja de un agraviado formulada ante un yuez y dinigida contre ‘brado de LOS SISTEMAS ¥ PRINCIPOS DE LA JURISDICCION PENAL iL otra persona, y no que el juez decidiera mtervenr en asuntos acerca de Jos que, probablemente, no tenfa na el més minimo conocimento, Para concluir, debe decirse que esas caracteristicas que se predica- dan del sistema acusatorio inglés y que le dicron su buena fama, pero que no tenian nada que ver con lo “acusatorio” en si, fueron garantias que habian ido surgiendo sobre todo a través del Statute Lat, es decir, de las leyes det remo de Inglaterra desde el siglo XIII hasta el siglo XVIIL, asi como a través de la jumsprudencia. No obstante, tampoco hay que olvidar que algunas de esas garantias nacieron de las mentes ae los autores de la Tlustracion durante el siglo XVIII, y de ese modo pasaron a formar parte del Derecho francés. Y como ya se dijo, de ahi se expan- dieron al resto de Europa, aboliéndose asi los antiguos sistemas, 2. Caracteristicas del sistema acusatorio El sistema acusatorio, como ya se ha dicho, carece de por si de otra caracteristica que no sea la distincién de la acusacion con respecto de {a figura del juez. No obstante, sc le han atribuido otras caracteristi. cas que. de hecho, no son del sistema acusatorio sino de lo que moder. namente, por infiuencia de la Quinta Enmicnda de la Constitucion de fos Estados Unidos de Norteamérica ~aunque la expresion se remonta al lawful judgment de la. Carta Magna-, lamamos due process of lato, © debido proceso, o proceso con todas las garantias, cic. Es deci, cuando hablamos de estos datos caracteristicos y los adscribimos al sistema acusatono, en realidad lo que estamos haciendo es describir de qué manera consideramos actualmente que un proceso se ha cele- anerayusta, a En Ia consideraci6n de cuales sean esas garantias ha pesado, na- turalmente, todo el constitucionalismo de los siglos XIX y XX, ast como la jurisprudencia estadonnidense gobre ia Quinta y la Sexta En- mmendas. No existe, evidentemente, unanimidad’en cuanto a cudles sean esas garantias, mi siquiera en cuanto a su desarrollo concreto, Desde huego, actualmente es inconcebible que sea considerado justo lun proceso si no se garantiza, al menos, el derecho de defensa, la asistencia letrada, el juez imparcial y ordinano predetermnado por la ley, 1a publicidad del proceso, la ausencia de dilaciones indebidas y la Cosa juzgada. Y especificamente para el proceso penal, tampoco se concibe un proceso en,cl que no se respete el derecho a ser informado de la acusacién y a no dectarar contra uno mismo. Y por supnesto, én tado caso debe imperar la presuncion de inocencia, lo que 1mpide que se adopten medidas provisionales que la pongan én duda, salvo Cuando cxisten motivos mas que suficientes para ponerla en cuestion Juzgando al impntado, 12 Joe Nueva Psion Pero moluso esas garantias, analizadas con detallg, son polémm- cas. Siguiendo el orden ofrecido en el parrafo anterior, se suprime el derecho de defensa cuando s¢ adoptan medidas cautelares inaudita parte, 0 se excepeiona cl derecho a la asistencia letrada cuando, en ‘ecasiones. no se permite que el reo escaja Un letrado de su eleccién. Solo teéncamente cabe decir que un Juez es tmparcial despues de que ordene la prisién provisional de un imputaco. Si el yuez incoa de oficio se autoinviste de yuriedicci6n, por lo que no respeta el derecho al juez ordinario predeterminado por Ja ley. El proceso puede ser temporal mente secreto en ocasiones. como la instruccién en el proceso penal. Se observan constantes dilaciones indebidas contra las que parece imposible luchar. No se respeta por completo la cosa juzgada en to penal, ya que se suele decir ~a nuestro juicio erroneamente~ que no existe en este proceso el efecto positive de la cosa juzgada. Y desde luego. cuando se adoptan medidas cautelares, sélo con grandes es- fuerzos cabe decir que se esta respetando 1a presuncién de inocencia Lo cierta es que sélo se respetan, de forma inamovible y sin matices en el ordenamiento, el derecho a ser informado de la acusacion y et derecho a no deciarar contra uno mismo. Y aun asi, encontramos justificaciones para todas esas excepcio nes, aunque con frecuencia sean polémicas. En todo caso, io que un dia fucron las supuestas garantias cel sistema acusatorio, actualmen- te son las del Hamado “debido proceso”, es decir, del proceso ceiebrado en forma justa. Bllo no es mas que una razon adicional para que en @l futuro se dejen de atribuir muchas de estas garantias al sistema acusatorio, y.se-estudien en Ja.tinica sede en la que tienen sentido: el estudio det debido proceso, © del proceso con todas las garantias. no importa cual sea la terminologia. De ese modo, cl sistema acusatorio no.es mas que la forma de referirse a una de esas garantias sin las cuales el proceso tampoco nos parece justo: que acusador-yuez no scan 1a misma persona. Pero. en el fondo, tal garantia derwa del dere- cho al juez smparcial, ya citado anteniormente. Bn conclusion, “sistema inquisitive” y “sistema acusatorio” son s0- lamente clasificaciones antiguas de los procesos penales, como se dijo en.un.prinapio, y-que. actuaimente, despojadas cas ajenas a su esencia, quizas ya no tienen tanto sentido como fo tuvieron; La doctrina se ha referido con frecuencia a esas categorias para designar diferentes periodos histéricos del proceso penal. Pero actualmente parece impropio referirse a las “earactensticas” de am- bos sistemas, si no es con un &nimo simplemente historicista. Hoy en dia existe un basico consenso sobre las garantias que debe poseer un proceso, Y no es compatible con esas garantias ia existencia de un 4 Los SiSTEMAS Y PRINCIFOS DE LA JURISDICCION PENAL 13 modelo inquisitive, Por tanto, el tinico proceso con todas las garan- fas, finalmente, es e1 modelo acusatorio, aunque sin olvidar que ese =| ‘supuesto “modeio” no es mas que una derivacién de una sola de esas gerantias: la del derecho al juez imparcial. Y el “modelo” inquisitivo no es mas que la negaci6n, precisamente, de esa misma garantia, IIL. EL Luamapo sistema muxcto. Cabria decir que ha costado mucho superar et modelo inquisitive, porque lo cierto es que todavia existe en algunos iugares, ent todo 0 en g parte, o bien ha existido hasta entrado el siglo XXI, como sucedis en 3 Colombra (2004) o en Chile (de 2000 a 2005}. De hecho, en Esparta el modelo inquusitivo se utiliza todavia en la instruccion penal. Alo largo ¥ ancho de dicha instruccién no se requiere la presencia, en absole to, de un acusador, sino que es el propio juez de instruecién el que realiza una pscudoacusacién verdaceramente inquisitiva: la impute: cién, conocida con el nombre de “procesamiento” en el procedimiento ordinano. ¥ de hecho es una de Jas pocas garantias de este periodo, porque con dicha imputacién se respeta el derecho a ser informado de Ja smputacion, Jo que garantiza el derecho de defensa det amputedo, aunque normalmente no se perciba que, como veremos mas adelante, Ja “imputacién” no es mas que une acusaciéa judicial, amprescindibie en un esquema mquisitivo que respete el derecho de defensa, Bl sistema es similar, aunque con diferencias relevantes, en Fran- ia, porque de hecho se origmé histéricamente alli de una forma muy 1 curiosa. Teoricamente se le atribuia la acusacién y la instrnccin al —tumisterio fiscal y.a la policia judicial como.6rgano colaborador (arts, 22, y By 8s., Code dinstruction cnmmelle de 1808}, pero seguicamen. te se afirmaba que los jueces de mstruecién podian asumir las fun. clones instructoras de Tos fiscales, aunque dandoles inmediata cuenta farts:-59 y 61),y siempre bajo su eupervision (art 57), ‘Sea como fuere, también en Francia se conece actuaimente la figura diel uez de instruceién, y tiene asimisino ta funcion de realizar las ac ‘imaciones investigadoras de las instrucciones penales art. 49 del Code de Provedure Pénale). Sin embargo, dicho juez solamente puede porter fen marche la unstruceién a mstancia de parte fart, 51 CPP), con tin par Pel preponderante ~aunque no estrictamente exclusivo~ en este inicio e Ja instruccién por parte del ministerio fiscal ~arts. 80 y 88. CPP_ Esos son los dos modelos principalmente existentes de sistema muxio: aquellos en los que el juez tiene un papel bastante auténomo de ia Fiscalia, aquellos en ios que dicho Juez tiene que esperar su misiancia para poner cn marcha fas actuaciones, momento = partir el cual vuelve a recuperar su autonomia y dirige la instruccion, 14 Jornr Nieva PeNou, En todo caso, el modelo muxto se define simplemente por Io siguien- te: durante la instrucci6n se sigue, al menos cn parte, un modelo con raggos del antigue sistema mquisitivo. Sin embargo, en el juicio oral se sigue practicamente por completo el sistema acusatorio, 1. Naturaleza juridica Uniendo el modelo algo de ambos sistemas, puede afirmarse que se trata de un sistema hibrido de ambos modelos. Bn realidad, es un sis tema de transicién del modelo mquisitivo al acusatorio, que alli donde esta presente arrastra menos o mas de! sistema inquisitive, en fan- ion de las concretas decisiones legislativas de cada pais al respecto. La pregunta que cabe formularse es si resulta posible proclamar Ja naturaleza inquisitiva de la instruccién en este modelo, o basta que sea un juez el que dirija las actuaciones de la istruccién para situar- nos en el modelo mixto, sin entrar a valorar Ja naturaleza nquisitiva =o no=de la instruccion en este sistema. Si nos atenemos a {a definicion inicialmente ofrecida, en torno a que cl sistema inquisitwvo se define porque juez y acusador som la mn mma persona, ciertamente no cabe decir que la instruccion sea mquiss- tivaen ningtin modelo muxto en el que ese jucz no ejerza de acusador a la vez, aunque solamente sea durante ia metruccién. Es por ello por lo que sc ha afirmado anteniormente que la mnstrucciGn en estos odelos no tiene que ser estrictamente inguusitiva, sino simplemente conservar trazos de esa antigua acusacion de oficio. Si tos conserva, él sistema es mixto. Si no conserva, en absoluto, ninguna actuacién “judicial que suponga, ev el fondo, una acusacion;-e}sistema-sera-acu~ Satorio pese a que sea el juez de instrucci6n quien ejecute las actua- ciones de la instruccion. En este sentido, todos los sistemas mrxtos conservan algo dé inqui sitivo en la instruceién, puesto que es muy dificil eliminiar cualquier rastro de la antigua acusacién de oficio si se sigue confiando en el juez para realizar Ja instruccién. Y, a la vez, es muy poco practico un sis~ tema en el que el juez de instruccién sélo se puede poner en marcha a instancia de una parte acusadora, sin autonomia en su actuacién. Enel sistema francés,-como-ya se-ha-dicho, el juez.de_instruccién empieza su labor normalmente a instancia de! ministerio fiscal, pero mmanca de oficio. Sin embargo, a partir de ahi conserva.su autonomia fen decisiones que suponen, en el fondo, una imputacién. Por ejem- plo, decide por si mismo la entrada y el registro en tugar cerrado, 0 la intervencién de comunicaciones (arts. 94 y ss. CPP), o Ta libertad provisional (arts, 138 y ss} 0 la prisién provisional farts. 143 y ss. CPP). ¥ todas ellas son resohictones en las que, de un modo u otro, ~“sigue’siendo, er alguna medida, inquisitiv Los SiSTEMAS Y PRINCIPIOS DE LA JURISDICCION PENAL. 15 se estd manteniendo una imputacién, lo que recuerda demasiado a la acusacisn de oficio. Aunque ciertamente no se trate de tina acusacion formal, una persona objeto de medidas cautclares 0 de investigacion taa graves sin duda esta siendo objeto de una acusacion que slo cu. femisticamente cabe denommnar “imputacion’. En la medida en que allo ¢s asi y no hay instancia alguna de ninguna parte acusadora, es evidente que ct sistema conserva rasgos inquisitivos. Lo anterior se hace todavia més evidente en Espafia, pues pese a que una medida tan relevante como la prisién provisional solo puede ser adoptada a instancia de parte, el resto lo son de officio. ¥ ade- més, como ya vimos, existe una resolucién en la que, en garantia del sospechoso, se concreta la imputaciéa: el “procesamiento”, existente también aunque solapadamente y bayo el nombre ce “imputacion" en el resto de procedimientos penales espaiioles. Todo ello son arrasties del sistema mquusitive. En realidad se esta realizando una actaacion instructora de ofico, con la fuerza motriz de tina acusacion que tam. bién se formuta de oficio, cuando se concreta en el procesamento ¢ incluso antes de concretarse. Bn estas condiciones, en modelos semejantes a los dos anteriores, smn duda en la instruccién se observan demasiadas caracteristicas in, quisitivas como para decir que esa fase es netamente acusaloria, De hecho, no es netamente inquisitiva, pero ni siquiera con grandes es. fuerzos cabria mantener su naturaleza acusatonia, por fo que el modelo 8€ acerca mucho mas alo inquusitivo que a lo acusatorio, a consecuen. ‘Ga de las actuaciones imputadoras que son competencia del jtez, En conclusién, estos sistemas son mixtos, porque su instruccién Y én cambio sus juicios orales son predominantemente acusatorios. 2. Historia y futuro del sistema: gyueces o fiseales como directores de la nstruceién? Este sistema no es fruto de Ia casualidad, sino de circunstancias muy coneretas. La intencién primigenia de los legisladores que quisie ron introduc el sistema acusatorio pretendieron que el mismo tham:- ara ambas fases del proceso penal, la mnstruccién y el juicio oral. Sin embargo, en su mayoria tuvieron que conformarse con ver cumplido el principto acusatono solamente en el juicio oral. Para implementar ¢luusmno sistema en Ja mstruccién era imprescindible el desarrollo de 1un 6rgano que pudiera plantear la acusacin de forma autonome al Juez: el mimsterio fiscal. | problema fue que el ministerio fiscal, en el siglo XIX, 0 era una figura muy discutida y desprestigiada por diferentes razones, como 16 SJorpt Nieva Fsnou sucedié en los estados alemanes, 0 simplemente no habia dinero para crear plazas de fiscal en todos los territories, como: sucedié en Fran- cia o en Espana, Ambos factores, alternatiwamente, vinieron a smpe- dir que la instruccién se hiciera acusatoria, To que aconsej6, por el momento, dejar las cosas como esiaban, Es decir, las mnstrucciones en manos de los jueces ae cada pueblo, Pese a su manifiesta faita de formacion y medios en muchos lugares ~como sucedia con tos “alcal- des" en Espafia-, esos jueces eran los tinicos que podian garantizar 1a continuidad dei sistema de persecucion criminal en tanto en cuanto no hubiera margen bien ecanomico, bien yuridico 0 bien politico ~0 tos ites a la vez-, para impulsar el nuevo modelo en Ja instruccién. Por tanto, parece cvidente que el sistema mixto es un modelo brido de cireunstancias. que na tenido -y esté tentendo~ un recorrido bastante mas largo que el que qui2as cupo aventurar en un prinespio. No obsiante, durante todo este tiempo lo curioso es que se han olv dado casi por completo jas razones de 1a existencia de este sistema, ¥ parte de la doctrina jurfdica lo ve actualmente mcluso positwo, en la medida en que quien dinige 1a instruccién no es tun organo jerarquica- mente dependiente del poder eyecutivo, sino una figura independiente € umparcial como el juez, que provocaria que las instrucciones no pu- dieran ser mediatizadas por poderes ajenos ai Judicial El debate entre fiscalistas y jurisdiccionalistas persiste, aunque no tiene ya la virulcticia que tuvo en el pasado. No obstante, para pro- nunciarse definitwamente sobre qué sistema habnia de ser el mejor, pero sin caer en el debate sobre Ias funciones de jueces y fiscales. 10 TieybT es ho perder de Viste qué'se pretende-con-el-eambio-del-sistema: lo que se itenta en todo caso es implantar en la mstruccién un mo: delo acusatorio. Siello cs cierto, y recordamos ademas que ¢l sistema mquisitive se caracterza por hacer de! juez un acusador, debe desaparecer de fa instruccion todo rastro de “acusacién judicial’, aunque sea ta mas teve imputacién, porque ello hace que el sistema acabe siendo, come decimos, inquisitiv, ‘Siendo ello asi, el juez no podria obrar mas que a instancia de par (CY a la ver, srfucra cierto que ¢l-mimsterio fiscal no puede cecil por si mismo la prdctiea de actuaciones que conlleven la restricci6r Ge derechos fundamentales, dado que no es tn jez, no quedaria ot remedio que constituir un sistema en el que el juez adoptara toda: css decisiones, pero solamente a instaneia del smunistero fiscal, 0 2 menos de alguna parte acusadora, ‘Un sistema ast parece que seria, realmente, muy poco Agi. El direc tor ae la instrucci6n, sea quien fuere, tiene que contar con un ampli Los SISTEMAS ¥ PRINCIPIOS DE LA JURISDICCION PENAL V7 margen de manobra para no tener que detener su labor a cada paso, dado que de to contrario Ja eficacia de la labor mnstructora se pondria seriamente en entredicho, Si el juez dirige la instruceién, pero debe contar con que una parte acusadora -que no dirige ia instruccion~ le vaya mstando las actuaciones que acarreen imputacion -que son cast todas fas que van referidas al sospechoso-. realmente la instruccion seria una actividad sumnamente farragosa Pero es que si la instruccion es dirigida por el fiscal, ocurre exac- tamente lo mismo: tiene que esperar el conctrs0 del juuez. Al menos de ese modo el sistema deja definitivamente de ser inquisitive, la que supone un valor anadido a todos los efectos, dado que con ello se logra que 1a particrpacién que tenga el juez sea completamente im. parcial. Pero como decia, el mecamismo es algo farragoso. Bn este sistema, en fo tinico que hay que pensar es cn las actuaciones que, verdaderamente, provocan una restriccién relevante de derechos fun. Gamentales, deyando al fiscal, provisionaimente, margen de manobra en el resto. Con respecto a esas actuaciones, debe existir una perfecta coordinacion con el yuez y rapidez de este Ultimo, a fin de que no se opstacullicen Jas mvestigaciones, lo que no resulta nada facil. O bien permutir la actuacién det fiscal en casos de urgencia, sometiendo su actuacién 4 revision judicial a posteriort. Pero ésta ya es otra cuestion sobre 1a que reflemonaremos mas adelante. Por otra parte, el ministerio fiscal tiene una ulterior ventaja con Tespecto al uez, aunque hasta el momento ha sido vista como un inconveniente. Pero cuidadosamente considerada y cjecutada a buen seguro se transforma err unia ventaje: Nos estatias Tefirierido a la de- pendencia Jerérquica del fiscal. Hasta ahora, como ya se ha dicho, se Je ha acusado de que su labor no es independiente y que, por ello. €1 poder cjecutive mediatizaria su labor. Sin embargo, teniendo en cuenta que en la mayoria de los asuntos Penaies el pocer politico ejecutivo ni mediatiza m desea mediatizar absonitamente nada, es positivo el hecho de que cl fiscal esté sometido @ dependiencia jerarquica, porque de esa forma su actuacion esta so. metida a un dobie control: el de sus superiores, y el de los jucces que ~ Tevisan sti labor. En esis condiciones, es de esperar una mejor labor que st la instruccién esta dinigida por un érgano con un poder que Puede resultar practicamente absoluto. Y es que parece que siempre Cesempefian una mejor tarea aquellos érganos que estan vigilados en-sus actuaciones, y mas st pertenecen al escalén mas inferior, que aquellos que situados en ese mismo escalén, no conocen controtes ‘immediatos a su actuacién, como sucede con frecuencia con respecto 18 Joro1 Nueva FENOL. a los jueces de instruccién, meluso existiendo la recuntibilidad de sus decisiones, que muchas veces llega tarde. Quedarian, no obstante, los asuntos en los que el poder politico st podria desear tener influencia. Al margen de que en estos casos la ac- tuacién ae los fiscales también es revisada por los jueces, quizés una buena solucion para no deyar tod en manos de la Fiscalia habria de ser romper el monopolio del minssterwo fiscal en el mpulso de la ins- trucci6n, permitiendo que tanto la vietima ~si la hay- como cualquier cmdadano a través de la “acusacién popular”, pudieran presentar 1a acusacién, De esa manera se cerraria el circulo y el sistema deyaria de estar bajo la sospecha de la mediatyzacion det ministerio fiscal. Para concluir, hay que reconocer un hecho evidente: mngin siste- ma es perfecto, No obstante, parece existir consenso en que el sistema inquisitive es rechazable, y desde luego intolerable por la falta de m- parcialidad que supone, Pues bien, siendo ello asi, hay que arbitrar un sistema que no tenga nada que ver con él, e6 decir, el sistema acu- satorio. Y es perféctamenite concebible un sistema acusatorio en el que un juez sea el director de la instruccidn. Sin embargo, dicho sistema es lento y trabajoso dado que el juez no puede realizar labor alguna, de oficio, que suponga smputacion, y ello obstaculiza su tarea. Por consiguiente, no hay otro remedio que hacer que el impulso Ge la instruccién dependa de un “sujeto” que si pueda ser acusadot. Y si se desea institucionalizar esa labor, hasta que no se invente quizés otro érgano, el encargado de ello habra de ser el sninisteno fiscal. ‘A partir de aqui puede discutirse si, verdaderamente, el hecho de sque_el fiscal end Ventaja 0 un inconvemiente. A efectos del control de la actividad instructora parece que es una ven. taya, como ya se ha dicho, Pero las consideraciones sobre este teme sobrepasan los limites de este apartado y, por ello, nos remitimos a lo: epigrafes dedicados a la figura del munisterio publico. IV, Los PRINCIFIOS DE LA JURISDICCION PENAL Toda sunsdiccién sigue una especie de principios de actuacién. Ne es cierto que los mismos sean inamovibles, puesto que los mterese: de que se ocupa cada-rama.del ordenamiento juridico.a veces ocupar con intensidad al poder piblico, pero otras veces se deja todo en ma nos de los particulares. En todo caso, los prineipios que vamos a exponer son los que s consideran mas caracteristicos de la jurisdiccién penal, aunque cor matices dependienda de la fase del proceso en la que nos encontre mos, 0 especialmente del objeto del juicio de que se trate, como vere mos mAs adelante.

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