Professional Documents
Culture Documents
Resumen Corrientes Unidad3
Resumen Corrientes Unidad3
Las editoriales y las revistas permitieron esbozar un proyecto intelectual que poco
tiempo después lograrían plasmar en el ámbito universitario. Para el peronismo, la
universidad en general había representado un problema político o policial más que un
reto intelectual o cultural.
Bernstein era inmigrante judío, estudio pedagogía, también formo parte del
Instituto de Sigmund Freud, fundado por Bela Székely, un psicólogo. Bernstein fue
subjefe de la sección de pedagogía.
En 1945 fundaron Paidós, acababa de recibir una pequeña herencia, lo cual
facilitó el emprendimiento. Era auxiliar en el “Seminario de psicología aplicada a la
educación”.
Estaba la revista Sur que fundó Victoria Ocampo en 1931, publicación muy
respetada, aristócrata, letrada, y fervientemente anti peronista, destinada a marcar el
camino a las elites literarias, funcionando como instancia suprema de consagración
intelectual.
Por otro lado estaba la revista Contorno, eran autores más jóvenes, menos
conformes con el orden social y cultural previo al peronismo, y más críticos de los
cánones establecidos. Esta revista estaba a punto de tomar la posta de la universidad
peronista, constituida por estudiantes y jóvenes graduados de la Facultad de Filosofía
y Letras de la UBA incluyendo a Oscar Masotta, Ismael Viñas, etc. Buscaba romper
con los valores de sus mayores. Iba mucho más allá del peronismo.
Sin ser peronista, la revista iba a ser racional y popular, sin ser ortodoxa, se
identificaba con el marxismo, y sin poder perteneces a la tradición liberal de los
consagrados, buscaba establecer nuevos criterios de legitimación.
A fines del mes de diciembre la situación se hizo más tensa, cuando el gobierno
naciones a instancias de su ministro de Educación, aprobó una ley que establecía
condiciones para la organización de las universidades nacionales, enunciando la
necesidad de excluir de los claustros a todos aquellos que hubieran colaborado con el
peronismo.
Entre los nuevos estaba Jaime Bernstein, que fue nombrado jede del
Departamento de Psicología Educacional de la Dirección de Psicología de la Provincia
de Buenos Aires. Fue designado profesor de Psicología Educacional en la Facultad de
Filosofía de Rosario, Bernstein fue convocado a participar de una comisión encargada
de elabora un nuevo plan de estudio, y se propuso un plan de 28 materias, distribuidas
en cuatro años, que sería adoptado a partir de 1956. También Butelman estuvo a
cargo de la materia Historia de la Psicología, no poseía ningún diploma universitario.
Dafgal señala que él hace una periodización imperfecta -de la historia del campo
psi en Argentina- puesto que se afirma sobre una suma de criterio disciplinares,
culturales, políticos, sociales y epistemológicos. Trata, además, de mostrar que en
cada etapa la psicología junto al objeto y al método, se orientaban de acuerdo a las
cosmovisiones del momento.
Ésta psicología tenía dos características: por un lado la definición como ciencia
natural de la concepción positivista, y por el otro su filiación privilegiada con el
pensamiento francés. El positivismo es una forma de ver el mundo con su fe ilimitada
en la ciencia y el progreso y una confianza extrema en los métodos naturales en
especial la observación y la experimentación.
Hay otros personajes importantes José María Ramos Mejía, Rodolfo Rivarola,
Octavio Bunge, quienes incentivaron las obras de Spencer, Comte, Darwin, etc.
El horror de las millones de muerte que provocó la Primer Guerra Mundial también
ayudo a que se desconfiara del progreso y la ciencia.
Bergson fue uno de los más importantes en este periodo, fue quien le dio un duro
golpe a los fundamentos de la psicología experimental, afirmando que la medición y
las matemáticas que eran pilares de la experimentación, no podían ser aplicados a los
hechos psicológicos en cuanto no se los despojara de su característica principal que
era la de ser cualidad no cantidad. Por otro lado también señaló que los datos
inmediatos son los que proporcionaba la conciencia, no la experiencia subjetiva; una
vez más la subjetividad y lo personal golpeaba a la objetividad de la ciencia. Además
de Bergson, había otras figuras importantes: Korn (filósofo, psiquiatra y político),
Mouchet (psiquiatra) y Alberini (Profesor de Filosofía).
Por primera vez en Argentina los docentes de las escuelas se formaron para
administrar cuestionarios psicológicos y pruebas psicométricas.
En la década del ’60, con la recepción del estructuralismo francés se produce una
disyunción excluyente entre psicología y psicoanálisis y con la llegada del lacanismo,
la adquisición de sus enseñanzas por parte de los psicólogos, y en vez de adoptarla
como una referencia teórica privilegiada, la tomaron como una matriz identitaria por lo
que en menor o mayor medida se fueron apartando de su esencia de psicólogos para
ser psicoanalista.
Llega a buenos aires, sigue siendo parte del partido comunista y empieza a trabajar
en una clínica que es emblemática de esa época, ahí estaban varios psiquiatras,
incluido Pichon-Riviére. Todos los que trabajaban la trayectoria Bleger en general
comienzan acá, en el libro psicoanálisis y dialéctica materialista. Este libro intenta
poner en discusión, en dialogo, el psicoanálisis y el marxismo. La reflexología
pávloviana, esa era la teoría que al marxismo le parecía científica, correcta,
revolucionaria, que podía colaborar a promover y consolidar un hombre nuevo. No el
psicoanálisis, en ese momento la cosa estaba de esa manera. Además había ido
cambiando la APA, de ser una institución que se había postulado como de
investigación a ser una institución que formaba psicoanalistas con ciertas condiciones
para una práctica privada de consultorio.
En el momento en que se fundan las carreras de psicología desde el año ‘56, para
ingresar a la APA, a que te analizara un analista de la APA había que esperar 6/8
años. Simultáneamente Bleger critica las instituciones en las que participa pero no se
va de ellas. El decía que el debate había que darlo adentro de la institución. En el ’56
se abre la primera carrera de psicología en Rosario. En el ’75 la de Buenos Aires. En
el ’58 surge este libro, psicoanálisis y dialéctica materialista, donde Bleger trata de
conciliar lo inconciliable de ese momento: psicoanálisis y marxismo. Para explicarle a
los miembros del partido comunista que el psicoanálisis era revolucionario y para
explicarle a los psicoanalistas que se podía hacer algún tipo de práctica que no tuviese
que ver con esa ortodoxia que ellos estaban realizando.
A los psicólogos que habían ingresada hacia 2 o 3 años a la facultad. Los ayudaba
a pensar esta pregunta que es qué hacia un psicólogo, a que se iba a dedicar.
Intentemos ponernos en la situación de ese momento que no tiene nada que ver con la
actual. Por un lado, los psicoanalistas tenían que ser médicos. Por otro lado, los
psicólogos no podían ejercer prácticas terapéuticas. Es algo que en la actualidad
parece demencial. Entonces, ¿Qué hacia un psicólogo? No podían tener un
consultorio y tampoco ser psicoanalistas, porque para eso tenían que ser médicos.
Bleger estaba ahí en ese borde tratando de inventar qué hacían los psicólogos, siendo
él psicoanalista.
En los años ’60, él abre un instituto para atender pacientes en forma gratuita, abrió
como un servicio de la APA, cosa con la que muchísimos no estaban de acuerdo.
Entonces en esa época negociaron abrir ese instituto para atender gratuitamente
desde el psicoanálisis a la comunidad, pero la atención era solamente por un año.
Entonces vos ibas un año y llegabas hasta donde llegabas con tu análisis. Pero vamos
más atrás. Bleger empieza a ser profesor. Primero, en el ’58, es profesor de
introducción a la psicología en la UBA.
Desde el año ’62 al ’65 Bleger qué hace, volvamos a esto de qué pueden hacer los
psicólogos que no sea hacer el paramédico, el ayudante del médico. Bleger de alguna
manera empieza a explorar estos ámbitos y dice que el psicólogo tiene que salir del
ámbito privado para dedicarse a lo comunitario. Este muy influenciado por Pichon-
Riviére y el trabajo con los grupos. La idea es que salga a la calle, entonces empieza a
hablar de psicohigiene, de higiene mental, como le decían en esa época. Ahora se
llama salud mental y también empieza a hablar de psicología institucional, ese es el
libro que el publica en el año ’66: psicohigiene y psicología institucional. Que el
psicólogo pueda desplazarse del campo de la enfermedad individual al campo de la
salud comunitaria.
Muchos lo criticaban por esto, que en lugar de presionar para que los psicólogos
hiciesen terapia, los mandaba a trabajar al barrio. Bleger decía: es una pena que el
psicólogo solo se dedique al consultorio cuando tiene toda la riqueza de ser agente de
cambio social. En el ’66 muchos docentes se van de la universidad, y entre ellos
Bleger, de alguna forma como que se retrotrae al consultorio. En el año ’67 se edita un
libro titulado Simbiosis y Ambigüedad. Empiezan a formarse grupos dentro de la APA
que presionan fuertemente para que cambien las condiciones y que los psicoanalistas
pueden hacer otras cosas, entonces estos grupos que fueron dos: plataforma y
documento. Hicieron una presentación y toda una serie de reuniones hasta que
rompieron con la APA.