You are on page 1of 10
LA NOCION DE SUJETO Edgar Morin I. La nocidn de sujeto es una nocién extremadamente contco- vertida. Desde el principio, se manifiesta en forma paradajal: es, alavez,evidentey no evidente. Por un lado es una evidencia obvia, dado que en casi todas las lenguas existe una primera persona del _ singular; pero también es una evidencia a ta reflexion, tal comalo ha indicada Descartes: si dudo, no puedo dudar de que dud, por lo tanto pienso, es decir que so¥ yo quien piensa. Es en ese nivel donde aparece el sujeto. Sin embarga, la nocion de sujato no es evidente: gdénde se encuentraesasujeto? ;Quées? ¢Enquésebasa?{Esunaapariencia ilugoria o bien una realidad fundamental? Por supuesto, puede aparecer bajo la forma de la realidad suprema. Asi, cuanda el Eterno se aparece ante Moisés, que se encuentra en la casa de su suegro Jetro, ala preguntade Moisés:*jQuién eres TU?”, ef Eterna. responde: “Yo soy quien soy” o, én otra traduccién: “Yo soy el que soy”. Dicho de otra manera, Dios aparece como la subjetividad absoluta. En muchas filosofias y metafisicas, el sujeto se confundeconel alma, con la parte divina o, al menos, con lo que en nosotros €3 superior, ya que en él radica al juicio, la libertad, la voluntad moral, eteétera. No obstante, si lo consideramos desde atro lade, por ejemplo desde la ciencia, sdlo observamos determinismos fisicos, bioldgicos, soctoldgicos o culturales y, en asa dptica, el sujeto se disuelve. En el seno de nuestra cultura occidental, desde el siglo XVT vivimosunaextratiadisyuncién essuicofrénica:enlavidacotidi aie nossentimos sujetos y vemos alos atros come sujetes. Decimas, por ejemplo: “es un buen hombre, es una excelente persona”; o“es un sinverguenza, un canalla”, porque, efectivamente, en su subjeti- widad se encuentran esos rasgos. Pero si examinamos a esas personas y a nosotros mismos desde el punto de vista del deterministno, el sujeto, nuevamente, se disuelve, desaparece. Vivimos esa disyuncidn, en funcién de un paradigma profunda- mente enraizado en nuestra cultura. Paradigma que formulé muy bien Descartes quien, par otra parte, no lo invents, sino que solo lo expresdasu manera. Deseartes vio que habia dos mundos: uno que era relevante al conocimiento objetivo, cientifico: el mundo de los objetos; y otra, un mundo que competea otra formadeconocimienta, un mundo intuitive, reflexivo: el mundo de los sujetos. Por un lado el alma, el espiritu, la sensibilidad, la filosofia, la literatura; por otro lado las ciencias, las técnicas, la matematica. Vivimos dentro de esa oposicién. Es decir que no podemos encontrar el menor sostén para la nocidn de sujeto en laciencia cldsica. Encambia, en cuanto abandonamos el terreno cientifico y reflexionamos coma lo hizo Descartes en su famoso Cogito, el sujeto se vuelve fundante, fundante dela verdad, de toda verdad posible. ¥ reencontramos el ego trascendental, trascendentalizado en la filosofia de Kant. En la ciencia clasica la subjetividad aparece como contingen- cia, fuente de erroras (el “noise” del lenguaje de la informatica, el ruido que es absolutamente necesarioeliminar). Por esalaciencia clasica excluyd siempre al observador de su observacidn y al pensador, el que construye canceptos, de su concepcién, como si fuera practicamente inexistente o se enconcrara en la sede de la verdad suprema y absoluta, Mas tarde, en el siglo XX, hemos asistido a la invasioa de la cientificidad clasica en las ciencias humanas y sociales. Se ha expulsado al sujeto de la psicologia y se lo ha reemplazado por estimulos, respuestas, comportamientos. Se haexpulsado al sujeto de la historia, se han eliminadg las decisiones, las personalidades, para sdlo ver determinismos sociales. Se haexpulsado al sujeto de la antropologia, para ver solo estructuras, y también se lo ha expulsadao de la sociologia. Se puede incluso decir que, en deter- minadg momento y cada unoa su manera, Lévi-Strauss, Althusser, 63 Lacan liquidaronala vez la nacton de hombre y la nocidn de sujeto, adoptando la inversa dela famosa maxima de Freud. Freud decia: Ant donde estd el ello (das £s) debe advenir el yo" Segtin la visién estructuralista y cientificista, ahi donde esta el yo, hay que liquidarlo, debe advenir el ello. No obstante, ha habido algunos retormos de los sujetos, retornos a veces tardios, como en Foucault oen Barthes, coincidiendo con un retorno del Eros y un ratorno de a literatura. Pero he alli que ea [a filosofia el sujeto se encuentra nuevamente problematizado, iQuién es el sujeto? {Se trata realmente de alga que sea necesarioconecer oreconocer? {0 es un epifendmeno, una ilusién? flaré la siguiente proposicidn: creoenla posibilidadde fundamentar cientifica, y no metafisicamente, la nocidn de sujeto y de proponer una definicidn que llamo “bioldgica”, pero no en el sentido de las disciplinas bioldgicas actuales. Yodiria bio-légica, que correspande a la Idgica misma del ser vivo. {Por qué podemos empezar a concebir ahora la nocién de sujeto de manera cientifica? En primer lugar, porque es posible concebir la autonomia, lo que era impo- sible en una vision mecanicista y determinista. Esta nocidn de autonomfa nose relaciona con la antigua necién de libertad, que era de algtin modo inmatertal y desligada de las constricciones y contingencias fisicas. Porel contrario, ésta esuna nocién estrechamente ligada a la de dependencia, y la de depen- dancia es inseparable dela nocidn de auto-organizacién. Heinz von Foerster,enun brave y magistralt publicadoen 1968, On Seif Organizing Systems and their Organization, habia senialadadesde el principio la paradoja de la anto-organizacidn. Alli decta que “la auto-organizacidn significa obviamente autonomia, pero un siste- ma que debe trabajar para cons- a y que, por fo tanta, dilapida io de l2 termodindmica, es ma auto-organizador es un sis truir y raconstruir su autona: enersia”. En virtud del segundo prin necesario que ese sistema extraiga energia del exterior; es decir que, para sera oma, hay que depender del mundo extern. ¥ sabemos, parla que pedemas observar, que esta dependencia noes sdlo energatica sina también informadiva, pues el ser vive extrac informacién del mundo exterior a fin de orgamizar su comporta- [as atin, toma la organizacién del mundo exterior, como miento. } 69 bien lo habia sefialado Schrodinger. Nosotros, por ejemplo, [levamos inscripta en nuestro organismo la organizacién cronolégica de la Tierra, la rotacién de la Tierra alrededer del Sol. Come muchos animales y plantas, también nosotros tenemos un ritmoinnato de aproximadamente 24 horas; es lo que llamamos ritmo circadiano. Es decir que tenemos un reloj interno que registra el proceso de alternancia del dia y la noche. Por otra parte, nuestras sociedades se rigen por un calendario establecido en funcidn de la Luna y el Sol, de manera deorganizar nuestra vidacolectiva. Enlaautonomia, pues, hay una: profunda dependencia energética, informativa ¥ : organizativa con respecto al mundo exterior. ©” oe ¢ Es por eso que, sistematicamente, yo. no hablo de auto-orga-. nizacién sino de auto-eco-organizacién, en funcién del principio de von Foerster sezun el cual la auto-organizacidnes dependiente. MS. claro esta, sabemos que depende de nuestro medio ambiente, ya sea biolégico, meteoroldgico, sociolégico o cultural. Es posible concebircierta autonomiaenlas maquinas artificiales. Unaparato . decalefaceiéncentral, porejemplo, produce, mediante su dispositiva de retroaccidn, autonomia térmica; &s0 permite que un ambiente permanezca a la misma temperatura, ya sea que en el exterior haga frio o calor. El organismo tiene un sistema de regulactén mucho mds complejo y rica que le permite la homeostasis, es decir valores constantes de temperatura, de pH, de todos los elementos que constituyen el medio interno. Sin embargo, hay una gran diferencia entre el organismo vivo y esas madquinas qué poseen cierta autonomia reguladora, ya que esa autonomia depende, evidentemente, no solo de la energia, del combustible que se le suministra deade el exteriar, sino también del ingeniero humano que repara la maquina cuando falla. En cambio, las maquinas vivas tienen la capacidad de autorrepararse y autorregenerarse gin cesar, segun ua proceso qué llamo de organizacién recursiva, es decir, una organizacién en la que los efectos y los productos sen necesarios por su propia causacién ¥ su propia preduccisn, una organizacién en forma de bucle, He aqui, pues, algunas bases conceptuales para la nocién de autonomia, que deviene muy importante cuando se trata de una organizacién viviente. [I. Debemos ahora considerar una segunda nocidn, que ya existia, pero que ha cobrado nuevo relieve: la nocién de individuo. El pensamiento bioldgico ha comprendida hace ya varias siglos que existe una relacién entre la especie y el individuo. Habia una manera de concebir esa relacién en la que la especie era conside- rada como un patrén, un modelo general, del que salfanejemplares particulares, los individuos.* Habia otra manera de ver la cosas, que consistia en decir: “Pero jla especie no existe! Nunca vemos una especie. Vernos individuos, pero jamds vemos una especie”. Segun las perspectivas desde las cuales se nutre, o bien la especie desaparece y el individuo ocupa todo nuestro campo conceptual o, _por el contrario, es el individuo el que desapareece;, se vuelve contingente, mortal, effmero yes la especie que atraviesael tiempo la que tiene verdadera realidad. Aveces ha prevalecido'und visién, a veces la otra, mientras que, en el fondo, de lo que se trata es de registrar la paradoja, que de hecho también se encuentra en un terreno totalmente diferente: el de la microfisica. -* °-5'+ Niels Bohr detecté una paradoja del mismo orden a propdsita de la contradiccién entre el corpusculo y la onda. La misma particula podia aparecer, seguin las condiciones de la observacidn, tanto como un corpusculo, es decir coma un cuerpo material discreto, particular, limitado, o come una onda;es decir algo inmaterial y continuo. Hay una cantradiccidn logica entre esos dos tarminos, pero de hecho, empiricamente, uno y otto se jponen seguin las condiciones dela observacién. Y el mismo Bohr dij “hay complementaridad entre esas dos nociones que no obstante se excluyen légicamente entre si”. Del mismo modo, hay comple- mentaridad entre especies e individuo, pero complementaridaden un sentido menos paraddjica. {Por qué? Pues porque podemos concebir la relacién especie-individuo segun ese praceso recursiva del que he hablado. El individua es evidentemente un producto; es el producto, como ecurre con tadas los seres sexuados, del encuen- tro entre un espermatozoide y un dvula, es decir, de um praceso de reproduccién. Pero ese producto es él misma productor en el proceso que conciemea su progenitura; somos productos y produc- tores en el cicla rotativo de la vida. Asimismo, la sociedad es sin duda el praducta de interacciones entre individuos Esas Ta interacciones, a su vez, crean una organizacidn que tiene cualida- des propias, en pacticular el lenguaje ¥ la cultuca. ¥ esas mismas cualidades retroactuan sobre los individuos desde que nacen al mundo, dandoles lenguaje, cultura, etcétera. Esto significa que los individuas producen la sociedad, la que produce a los individuos. Debemos pensarde esta manera paraconcebir larelacin paradojal. El individuo es, pues, un objeto incierta. Desde un punta de vista, es todo, sin él no hay nada. Pero, desde otro, no es nada, se eclipsa. De productor se convierte en producto, de producto en productor, de causa deviene efecto, y viceversa. Podemos asi comprender la autonomia del individuo, pero de una manera extremadamente relativa y compleja, TH. Nos falta ahora la nocida de sujeto. Debemos llegar ala nocidn de individuo-sujeto y, por supuesta, esa nocién implica a la vez autonomia y dependencia. Dicho de otra manera, la definicion del sujeto supone la autonomia-dependencia del individue, aun- que no se reduce a eso. Siznifica algo mds. Y para comprender ese algo mas se hace necesario comprender qué es fundamentalmente la organizacidn viva. La biologia molecular, la genética, nos han dado todos los elementos para cormprender esa organizacién, sin darnos la comprensidn de esa organizacién. Es una de las caren- cias fundamentales de la ciencia biolégica, pero es0 no tiene nada de sorprendente. Sabemos, por ejemplo, que la ciencia fisica, que hizo descubrimientos notables en el siglo pasado, vividcon la idea limitada (hoy increible) de que el universo era una maquina totalmente determinista, totalmente mecanicista. Y,sinembargo, desde comienzos del sigio XIX habia aparecido el segunda principio de la termodinamica que introducia el desorden en ese universo. Pues bien, el bidlogo molecular, muy ocugado en identificar las moléculas, los genes, las macromoléculas, los fracesos particula- res, olvida por completa el problema de la auto-eaco-organizacién del ser vive, aun cuando ha descubierto todos los elementos para comprenderla. Efectivamente, se ha detectado en los genes, en el ARN, algo equivalente a informacidn, a programa, a memoria; es decir, algo cognitiva. ¥ ese algo cognitive juega un papel perma- nente en todos los procesos de la organizacién viva; son los nexos TE entre proteinas ADN y ARN que controlan la produccidn de las moléculas a el bloqueo de esa produccidn, es decir la regeneracion de las moléculas que se degradan. Son-esos pracesos los que controlan el camportamiento de la bacteria, son esos procesos las que ordenan la autorreproduccidn de los organismos unicelulares, Es el proceso que permite la reorganizacida, la reparacidn, la accidn. pe Si tomamas no diria el caso mas simple pero si el menas com- plejo de la organizacidn viviente —la organizacién bacteriana—, vemos que la bacteria es a la vez un ser, una maquina yuna camputadora, confundidos, indisociados; mientras que en nugs- tras maquinas artificiales tenemos por un lado la camputadora que controla, y por otro la maquina.a la que estd conectada. Alli, encambio, no tenemos nicomputadora separada ni maquina, sino que son lo mismo. Tenemos un ser, un Ser-maquina que es un ser computante. Empleo el término “computante" para no utilizar “cdlculo”, que tiene un sentido demasiado aritmético. (Aun cuando se lo emplee con sentidos no aritméticos, como en el cdleulo ldgico de proposiciones.) Digo que es un ser computante, un ser que se ocupa de signos, de indices, de datos: algo que podemos llamar “iaformacisn”, si es que queremos usar ese técmino, sino podemos eliminarla. A través de los signos, indices y datos, trata con su mundo interno asi como con el exterior. Aqui vemos, ala vez, una analogia, pero sobre tedo una gran diferencia con la operacién de las computadoras artificiales. No sélo porque ya no se trata unicamente de un proceso binarie sina que se produce un proceso mucho mds misterioso, mas compleja, mas analégico, en el que todavia no se ha penetrado. Pero la difarencia reside también en que la bacteria computa por cuenta propia, par si misma y para si misma, es decir que esta animada por la autofinalidad: se hace ella misma para si misma, es el fur sich del que hablaba Hegel. Eso es el computa, El cagito cartesiano aparece mucho mds tarde; para al cogtéo sé requiere un cerebro muy desarrollado, un lenguajey una cultura, Del computo podemos decir que es necesaria para la existencia del ser y del sujeto. La bacteria podria decir “computa ergo sum”; computo, luego exista, ¢¥ por qué? Porque si deja de computar muere, ya no puede producir los elementos que la 73 constituyen. Asi, sin cesar, la bacteria que observamos en el outo ergo sum”. Cuestion de microscopio nos esta repitiendo “cony gaber escuchar. Pero ,qué significa entonces “compute para mi misma”? Significa: me pange en el centro del mundo, en el centro de mi mundo, del mundo que conozco, para tratarlo, para conside- rarlo, para realizar todas las acciones de salvaguarda, de prates- cidn, de defensa, etcétera. Aqui es donde aparece el sujeto con el compute y con el egacentrismo, donde la nocién de sujeto esta indisolublemente unida a ese acto en el que no sdlo se es la propia finalidad de si mismo, sino que también se es autaconstitutive de la propia identidad.” IV. Consideremas la base de ese principio de identidad que a primera vista parece bastante com plejo porque noes asimilable al principio de identidad aristotélico. Ese principio necesario parael funcionamiento de la computacion, sin el cual no seria posible la computacida, no habria computa, 25 un principio de diferencia yde equivalencia que formularé asi: “Yo soy mi mismo”. {Qué es “yo"? Yo es el acto de ocupacidn del sitio egocéntrico. Yo es slo esto: “yo ocupo un sitio egacéntrico, yo hablo”. “Mi” es especificamente ta objetivacién del yo. “Yo soy mi mismo” quiere decir entonces que porque en la operacion en que el el “mi” no es exactamente el yo, én en ¢ mi se forma ese mi aparece como diferente, esta objetivado, todel sujate. Es un acta que mientras que el yoes el pura surgimient I Q plantea la diferencia entre el yo ¥ el mt, y asimisma su identidad, Jo que permite que el computa pueda tratar objetivamente alser sujeto. Ast, la bacteria puede tratar a sus moléculas de manera objetiva, ala vez que sigue siendo un ser animado per su subjeti- vidad auto-organizadora. Y agregaria que el mi, que es la ob- jetivacién del individuo sujeta, remite al si, que es la entidad corporal. En el si estan incluidos el yo y el mi. Ea efecto, hay un juego complejo entre esos rérminos que son a la vez idénticos y diferentes: yo, mi, si mismo. Por supuesto, lo estoy axpresando en nuestro lenguaje humano, que la bacteria ignora tatalmente, pera esa especie de principio informatico (logiciel), “yo soy mt misma”, esta grabado enella, de lo contrarigella no podria existir,no padria tratarse a si misma. = Hay, pues, un principio de identidad complaja que posibilita todas las operaciones de tratamiento objetivo de las moléculas, de las células, de un organismo policelular, de las acciones; un tratamiento objetivo perocon finalidad subjetiva. ¥ asi es como ese principio permite la autorreferencia: puede tratarme a mimismo, referirme a mi mismo, porque necesita un minimo de objetivact da mi mismo ala vez que permanezco como yo-sujeto. Silo que, ast como la auto-erganizacidn es de hecho auto-eco-organizacion, de igual modo la autorreferencia es auto-exo-referencia, es decir que para referirse asimismo hay que refericse al mundo externo. Debo hacer una distinciéa fundamental entre el si y el no-si. ¥ esta distincidn fundamental no es sdlo cognitiva sino que, al mismo empo, es distributiva de valor: se atribuye valor al si, y no valor no-st. Ese proceso de auta-exo-referencia es el que es constitu- vode la identidad subjetiva. Y asi se opera la distincidn entre si no-si, mi/no-mi, entre el yo y los otras yo. A fines de los afios sesenta, los estudios cientificos reconocieron la distincidn entre el si yel no-sien un terreno particular de la biologia: la inmunologia. El sistema inmunoldgico, que nos protege de las agresiones ex- ternas, 2s un sistema que permite reconocer todo lo que es un si mismo mediante una especie de tarjeta de identidad molecular propia del organismo particular. Lo quecorrespondealatarjeta de identidad es aceptado, lo que no corresponde, rechazado, al menos en tanto el sistema tenga suficiente fuerza. Por supuesto, e iste el riesgo de errores, ya que desde que entramos en el mundo de la informacion y de la cognicién entramos al mismo tiempa en el mundo dal error. El error ocurre cuando apareten virus con los mismes signos de identidad molecular; es como sisoldadasenentigos 32 vistieran con nuestro propio uniforme para entrar en la forta- leza y conquistarla desde el interior. Tenemos, pues, un sistema basado en la diferencia entre elsi y el no-si y, evidentemente, en la distribucida del valor de salva- guarda del si y de rechazo del no-si. Pera aun antes de que exista sistema inmunoldgico muy difarenciada, como en los animales superiores, el sercelulac disct el sidel ma-si y cuando absorbe alimentos del exterior real: n eracking, tomanda lo que es asimilable y que se convertird en parte de si y rechazanda lo que a no es asimilable y que se volverd desechos, desperdicios y, en los seres evolucionados, orina, excrementos, etcétera. Laidea del sujeto empieza pues, lentamente,aaparecer. Noha sido facil, puesto que tuvimos que elaborar el principio decamputo y el principio informatico de identidad. Hay un segundo principio de identidad, muy interesante, pues mantiene la invariancia del yo sujeto a pesar de extraordinarias modificaciones corporales, celulares, molectlares, de transfor- maciones del “si”. No se trata solamente de que cada cuatro afios la mayor parte de las células que. comstituyen mi organismo desaparecen y son reemplazadas por otras, es decir que, _ biolégicamente, ya no soy el mismo que era hace cuatro afios. Hay también enarmes modificaciones que hacen que un nifioseconvierta en adalescente, luego en adulto, luego em anciano. ¥ no obstante, cuando miro una fotografia de mi infancia digo: “jSoy yo!”. Sin embargo, ya.no soy ese nifio, ya no tengo ese cuerpo y ese rastro. Pero la ocupacién de ese sitio central del yo que se mantiene permanente a través de todas las modificaciones establece la continuidad ‘de la identidad. Tenemos inclusive la ilusién de poseer unaidentidad estable, sin darnos cuenta de qite somos muy diferentes seguin las humores y pasiones, segun que amemos 9 que odiemos y seguin el hecho (pera esto es otro capitulo) de que todos tenemos una doble, una triple, una multiple personalidad. El yo realizalaunidad; aqui tenemes un segundo principio de identidad. V. Todavia hay algo mds en lanocidneleméntal del sujeto, pues aun no he llegado al sujeto humano. ¥ evidentemente todo esto de lo que hablo concierne también a los sujetos humanas. Hay dos principios subjetives asociados:el principiodeexclusion y el de inclusion. ;Qué es el principio de exclusion? Los linguistas han sefialado que cualquiera puede decir “yo", pero que nadie puede decirlo por mi. Es dacir que “yo” es la cosa mds corriente, pero al mismo tiempo 2s una cosa absolutamente lnica. ¥ esto se comprueba incluso cuando no hay ninguna diferencia de stngu- laridad, como por ejemplo entre gemelos hamocigéticos, es decir que tienen exactamente el mismo patrimonio genético, que son idénticos. Es cierto que en estos gemelos existe una camplicidad 76 particulac, poco ninguan dy elles puede decie "yo" en lugardeleren, vel Zooldgico de San Diego. en California, se puede ver algo hi rire tunaque no excepeional: serpientes del nusmodesierta californiane que. debide a alga Lipo de aecidente genético, tienen doa cubezas en un solo erganisme. Este es un caso bustante complicado porque tienen, per supuesto, un mismo sistema in- munoldgico, una misma subjetividad al menos orwdnica, hasta el rmumento en que sus dos cabezaz s¢ separan. Pero, sin duda, hay dos sujetos desde el punto de vista cerebral. ¥, ademas, precisa- mente mueren por éso:debido a que cada cabeza busca el alimento de su lado, cuando una lo encuentra, fa otra la desvia en direccién contraria y asiesas pobres serpientes de dos cabezas muy dificil- mente consiguen alimentarse y na pueden sobrevivir sino en zoolégicos, donde sedé de comer a cada una de las cabezas. Vemos pues que el principio de excluzidn funciona inclusive entre dos cabezas de serpiente que tienen un mismocuerpo. — __ Pero ese principio de exclusion es inseparable de un principio deinclusidn que hace que podamosintegraren nuestra subjetividad a otros diferentes de nosotros, a otros sujetos. Podemos integrar nuestra subjetividad personal en una subjetividad mas colectiva: “nosotros”, Nuestra progenie, por ejemplo, nuestros padres, forman parte de ese circulo de inclusién. Forman parte de nosotros y nosotros formamos parte de ellos, subjetivamente. A menudo se producen conflictas entre el principio de exclusisn y el principio de inclusion. Es posible verese antagonismoen los animales; sorprende a veces ver a leonas que devoran a 5u prole. Esto ocurre en el mundo animal, pese a que los padres tuiden tante a sucria;obien se sacrifican por defenderla, por protegerla contra el agresor, 0 bien la devoran si ascasaa el alimento. Hay pues una ambivalencia entre el principio de inclusién y el de exclusidn; una ambivalencia que nosotros mismos experimentamos, segtin las condiciones, con respecte a nuastros prdjimas, a nuestros panentes, ala gente con la que estamos ligados subjetivamente. Lo mismo ocutre con respecto ala patria en los momentos de peligro. De pronto esta sociedad en la que vivimos de manera egocéntrica, guidndonos por el interés, se ve en peligro y entances, da.repente, nos gentimos penetrados por una oleada comunitaria, TT. somes “nosotros”, somos hermanos, somos los hijos dela patria, la patria es nuestra madre, el Estado nuestra padre. Hay que obedecerle: jadelante!... Pera algunos huyen. Dicen: “yo quiero, salvar mi vida”. Desertan. Aqui también hay una lucha entre al principio de inclusién y el principio de exclusiéa. Asi pues, el sujeto, ¥ en particular el sujeto humano, puede oscilar entre el egocentrismo absoluta, es decir el predeminio del principio de exclusién, y la abnegacidn, el sacrificio personal, da inclusidn, También encontramos casos bastante confusos, complejos, interesantes, Hay un librade Jaynes, The Origin of Consciousness - in the Breakdown, of the Bicameral Mind. No sé si su tasis es ve- ridica, pero me parece bastante ilustrativa de algo que puede ser veridico. Jaynes supone que en los imperios antiguas, como al egipcio o el asirio, en los que el poder del rey ¥ de sus sacerdates ocupaba la cima, en la mente de los sujetos habia das cdmaras; y digo sujetos no sdlo como sujstos individuas sino también como sujetos bajo sujeciin, es decir individuos que no son ciudadanos. Hay entonces dos cémaras; en una de esas cdmaras reinan los imperativos del Estado, del poder, que ordena: “{Haz esta! |Obe- decel”. Y¥ el individuo obedece, como un autémata, la orden supe- rior. Hay otra camara que esta consagrada a la vida doméstica, a los nifios, a los afectos cotidianos. He aqui dos cimaras que no se comunican entre si. Mds tarde, en Atenas yenlasislasgriegas,con lairrupeién del ciudadano y de la democracia, las dos edmaras van a comunicarse, lo que permitird al sujeto echar una mirada sobre el poder, sobre el Estado, sobre Dies. Nosotros mismoa, en cierto sentido, tenemos esas dos cimaras, entre las que a menudo se producen corrientes de aire. Esto ilustra edmo pueden combinarse los dos principios de inclusién y de exclusiin. Hay un tercar principio que es necesario agregar: al de intercomunicacidn con el semajante, el congénere, ¥ que de alain modo deriva del principio ds inclusidn. Lo vemos ya en las bacterias. Se ha observado un fendmena que én un primer momento se consideré como una manifestacidn dela sexualidad de las bacterias, porque una de ellas se acercaba a otra y emitfa una especie de canal, de pedunculo a través del cual penetraba en la bacteria hermanay leinyectaba un pecode ADN, un gen, Podriames pensar 78 % cambién que ese regalo de un gen tiene, ademas, un sentido ucilitario. Una de las hipotesis que se han formulado es que cuando las bacterias son agredidas por los antibidticos algunas logran resistir porque otras bacterias hermanas les inyectan ° defensas. En fin, es un problema que va mds alla de mi propésito, pero queria manifestar mi admiracidn ante ese acto que es alavez anterior y posterior a lo sexual, que es menos y mas que lo sexual, ese regalo maravilloso que una bacteria hace a otra de una parte de su sustancia. jNosotros mismos quisiéramos ser bacterias y hacer un regalo asi cuando amamos! Hace poco se descubrié que hay una comunicacidn entre los arboles de una misma especie. En una experiencia realizada por cientificos sddicos (como conviene que sea un cientifico experi- mentador, ino es cierto?}, se quitaron todas las hojas de un drbol para ver cOmo s@ comportaba, E! arbol reacciond de un modo previsible, es decir que empezé.asegregarsavia mds intensamente para reemplazar lo mds rapide posible las hojas que le habian sacado. Y también segrego una sustancia que lo protege contra los parasitos. El arbol habia comprendida muy bien que un pardsito lo habia atacado, sélo quecreia, pobre, que se trataba de uningecto. No sabia que era el mayor de los pardsitos, el ser humano. Pero lo que es interesante es que los drooles vecinos de la misma especie empezaron a segregar la misma sustancia antiparasitaria que el arbol agredido. AST la intereomunicacién existe, entonces, en el mundo unicelular, en el mundo vegetal y, por supuesto, no necesito dar ejemplos, en el mundo animal. Entre los humanos se plantea ja paradoja, ligada por lo demas al juego dialéctico de los principios de inclusion y de exclusidn, de tener mucha comunicacidn y mucha incomunicabilidad. Pero al menos tenemos la posibilidad de co- municarnos nuestra incomunicabilidad, lo que efectivamente permite complejizar el problema de la comunicac: VIL Ya podemas definiral sujeto como una cualidad fundamen- tal propia del ser vivo, quenose reducealasingularidad morfolégica o psicolégica puesto que, como hemos dicho, dos gemelas idénticas psicoldgica y morfolégicamente son dos sujetos diferentes, Es una 79 cualidad que comprende un entrelazamiento de multiples compo- nentes. [nteresa serialar que, comoel individuo vive enununiverso donde existen el azar, la incertidumbre, e! peligro y la muerte, el Sujeto tiene inevitablemente un cardcter existencial. Llevaensila fragilidad y la incertidumbre de la existencia entre el nacimienta y la muecte. -Todo lo que es humano obedece a las caracteristicas que acabo de enunciar, pero en modo alguno se reduce aellas. Hay algo mas. Hay mucho mds. En primer lugar, nuestro aparato neurocerebral. No somos los tinicos que lo tienen, pues se ha desarrollado en los vertebrados y, entre dstos, en las mamiferos, los primates, los hominidos, etc. El aparato neurocecebral gobierna a la vez el conocimiento y el comportamiento, enlazando ambos. Se manifiesta en él un nivel de subjetividad diferente dal nivel inmunoldgico, aunque ambos niveles, por supuesto, se comunican. Es decir que tenemos un sujeto cerebral que es un sujete enel acto mismo de la percepcién,delarepresentaciénde ladecisidn, delcomportamiento ¥ natamos que en el mundo animal y, en particular, en el de los mamiferos, la afectividad se ha desarrollado al mismo tiempo que ese aparato cerebral; la afectividad, si, que para muchos de nosotros aparece comoel unico rasgoconstitutive del sujeta(porque, corrientemente, cuando decimos que algo “es subjetivo” aludimos a que esta ligado a la emocidn, a los sentimientos, y se refiere siempre a algo que tiene un aspecto contingente y arbitrario). El desarrollo de la afectividad esta ligado al desarrollo superior del sujeto. Agreguemos que en el mundo animal, en el mundo de los mamiferos, de los primates, el desarrallo de la afectividad no contraria ni inhibe el desarrollo de !a inteligencia. Ambos estan estrechamente unidos, el uno al otro. Esto significa que para nosotros, setes Hhumanos, la caracteristica afectiva de la subjeti- vidad serd algo permanenta, pera noes la inica que esta unida a las caracteristicas egacéntricas y altruistas de las que hablé antes Hay un segundo aspecto propio del sujeto humano, realmente propio, puesto que esta ligade al lenguaje y a la cultura. El individuo-sujeto puede tomar canciencia de si mismo a través del instrumento de objetivacién que esel lenguaje. Vemos aparsces EN conciencia da ser consciente y la conciencia de si en forma clara- 80 mente inseparable de la autorreferencia y de la reflexividad. Es en. la conciencia donde nos objetivamos nosotros mismos Para resubjetivarnas en un bucle recursiva incesante. Hemos sobre- pasado eltra bajo dela bacteria en su objetivacién y resubjetivacién. En todala humanidad arcaica, y de esto traté en milibroL homme ut fa mort (1979), la prese del doble constituye la misma energia de la objetivacién subjetiva, propiamente humana. El “doble”, espectra corporal idéntico a uno, es a la vezalterega yego alter. Se manifiesta en la sombra, en el reflejo y el suefo, puesta que durante el suefio uno esta acostada y al mismo tiempo se pasea otiene diferentes aventuras. Al llegar la muerte, el deblesesepara del cuerpo para vivirsu vida. Esta experiencia del doble es la forma arcaica de la experiencia del sujeto que se objetiva. Hasta que logramos interiorizar ese doblz y¥ llamarlo “alma”, “mente”, “es- pirit : i Tenemos, pues, ese nivel desersubjetiva; y tenemos la libertad. La libertad... Otra necida que podemos sacar del cielo metafisico donde se autojustificaba para inscribirla no solamente con sus dependencias y constricciones, sino también en la organizacida propiamente viva y propiamente humana. {Qué es [a libertad? Es la-posibilidad de eleccidn entre diversas alternativas. Ahora bien, la libertad supone dos condiciones. En primer lugar, unacondiciéa interna, la capacidad cerebral, mental, intelectual necesaria para considerar una situacién y poder establecer sus élecciones, sus apuestas. En segundo lugar, las condiciones externas en las cuales estas elecciones son posibles. Por supuesto que si uno estd en la carcel puede conservar bastante libertad interior, mental, pero no puede elegir ddnde pasar las vacaciones, él lugar donde ejercer su profesidn, etcétera. ¥ podemas asi observar diferentes tipos, di- ferentes grados de libertad segun tengamos pasibilidades de eleccin mdso menos amplias y mas 0 menos basicas qua germitan gozar de mayor grado de libertad. Finalmente, existe en nuastra subjetividad humana ese lugar habitado por las nociones de alma, da es: animus, anima, y emosel sentir to profunde de suficlenciadel alma que solo puede llenar el otro sujeta. ¥, en el fondo, con la relacidn de amor, en el sentimiento de amor, esta la idea de que el otro nos restituye a nosotros mismnas la plenitud de nuestra propia alma, permaneciendo totalmente diferente de nosotros mismos. Es noso- tros aun siendo otro. He aqui, entonces, dos niveles de subjetivi- dad, Muchas veces se ha creido encontrar el fundamento del concepto de sujeto en esos niveles humanos que sélo pueden aparecer porque hay un nivel previo, bio-ldgico, del cancepto de sujeto, Y cometemnas el error de reducit lasubjetividad, yaseaala afectividad y a la contingencia, ya sea a la conciencia. Dicho de atro modo, cuando Deseartes dice: “cogtta ergo sum", "piensoluegasay", enrealidad hace laoperaciunimplicita siguiente: “yo pienso” es una asercidn reflexiva que quiere decir “yo pienso que yo pienso”. En esa “yo pienso que yo pienso” el yo se objetiva enun méimplicito, “yo me pienso”, “yo me pienso a mi pensando”. Por eso Descartes ha hecho incanscientemente la operacidm de computacidn elemental “yo soy mi mismo" Dicho de otra manera, haciendo la operacién “yo soy mi mismo” descubre que ese mi pensante es un sujets. Yo soy. Si el cogtta dijera: “jAh, entonces existo!” seria una verdad un poco sosa; uno podria decirle; “basta con que te pellizques para saber que ex tes”. Hay mil maneras de poder probarse que uno existe. Lo interesante es el ergo: “yo no puedo dudar de que soy un sujeto”. Peroloque Descartes ha hecho implicaba el computo. Su cogtto necesita de un computo. Yen cuanto a nosatros mismos, nuestro cogifo, es decirnuestra contiencia de sujeto, necesita del computo fundamental que los millones de células de nuestro cerebro hacen emerger sin cesarde sus interacciones organizadorasycreadoras. Dicho de otra manera, no hay cogitacion (es decir, pensamiento) sin moputacidn. Osea, no hay cogito sin comput, Es justamente el conocimiento el que nos pone frente ala tragediade la subjetividad, dela quecrea que la bacteria no tiene conciencia (que nosotros al menas sepamos, pues a menudo hemos descanocida la capacidad inteligente dal mundo vivo), Hasta tener mayor rmacidn, pensamos que la bacteria no tiene conciencia, en el sentido humane, pues la con- ciencia requiere a la vez un cerebro sumamente desarrollade y un lenguaje, es decir, una cultura. VII. Descubrimos ahora la tragedia de la existencia del sujeto, 82 que esta ligada al principio de incertidumbre. Mejor dicho, a dos principios de incertidumbre. El primero es el siguiente: el yo noes ni primero ni puro. El compufo no existe fuera de todas las ope- raciones fisico-quimico-biolégicas que constituyen la auto-eco- organizacion de la bacteria. El computo no llegé desde el cielo hasta la bacteria, ni vino un ingeniero a instalarlo. Todas las dimensiones del ser son inseparables; elcomputo es necesario para la existencia de la bacteria, la cual es necesaria para la existencia del computo. Dicho de otra manera, el computo surge de algo que noes computante, asi como la vida, en tanta vida, surge de algo que no es viviente, sino fisico-quimico. Pero, en un momento deter- ~ minado, la organizacién fisico-quimica adquiere caracteres pra- piamente vivientes y, adquiriendo estos caracteres, obtiene la posibilidad de la computacidn en primera persona. Esto significa también que, cuando hablo, al mismo tiempo que yo hablamos “nosotros”; nosotros, la comunidad cdlida de la que formamos parte. Pera no hay solamente el “nosotros”; en el “yo hablo” también esta el “se habla”, Se habla, algo andnimo algo que es la colectividad fria. En cada “vo” humano hay algo del “nosotros” y del “se", Pues el yo no es puro y no esta solo nies unico. Sino existiera el se, el yo no podria hablar. Y¥ luego, por supuesto, esta el ello que habla, Das £s. (Qué es ese ello? Es una maquina bioldgica, algo organizacional, a la manera de una maquina, atin mds andnimo que el “se”. Cada vez que “¥o” hablo, “se” habla y “allo” habla, lo que lleva a algunas 2 nensar que el “yo” no existe. El pensamiento unidimensional sdlo ve el “se” y anula el “yo”. Por el contrario, los que no ven més que al “yo” anulan el “se” y el “ello”, mientras que la concepcién compleja del sujeta nos permite enlazar indisolublemente el “yo” al “nosotros”, al “se” y al “ello”. Pero aqui se presenta el principio de incertidumbre, porque nunca sé exactamente en qué momento soy yo quien habla, si no soy yo hablado, si no hay algo que habla por mi, mas fuerte que yo, en el momento en que yo crea hablar. j¥ quizas en este momenta es lo que esta ocurriendo? Entonces siempre tenemos incertidumbres: gen qué medida el que habla soy yo? Es por eso que la frase de Freud debe ser retomada en su plenitud y su inspiracién fundamental: “Donde esta el ello, el yo 83

You might also like