You are on page 1of 1

Aplazado y/o Desplazado

Muchas cosas son aplazadas por nosotros, sobre todo, postergadas para más adelante, o desplazadas hacia otros.

Lo que desplazamos, no por ello acaba. Tarde o temprano nos da alcance y, por regla general, se hace más en vez de
menos. Así, una tarea aplazada para más adelante nos cuesta más trabajo que si hubiéramos realizado en el instante, y una
responsabilidad postergada en el futuro también exigirá más que ahora. Sobre todo, las consecuencias de una culpa
desplazada hacia otras personas tarde o temprano nos darán alcance, porque la culpa quiere llegar a nosotros. Sólo a
nosotros nos libera.

A menudo nos tocan las consecuencias de una culpa que ha sido desplazada por otro. Nos hacen responsables de ellas.
Nosotros tenemos que cargar con ellas. ¿ Hacia quién suelen desplazarse esas consecuencias? Se desplazan de padres a
hijos. La frase interna detrás de ello es: "Tú por mí". Y ¿ cómo responde una criatura a esa frase? Diciendo: "Yo por ti".

Estas frases se dicen de forma oculta. No obstante,nuestro cuerpo, nuestra sensación reacciona así. Se disfraza de
múltiples formas. Por ejemplo, como una preocupación o con la apariencia del amor.

¿ Cómo podemos sustraernos a estas frases? Cómo pueden sustraerse los padres a una preocupación semejante respecto a
los hijos? El desplazamiento regresa a ellos mismos.

¿Cómo pueden sustraerse los hijos a este tipo de amor? Lo desplazan hacia a sus padres con otro tipo de amor, con un
amor que conoce sus límites.

Todos, los padres y los hijos, crecen en este desplazamiento revocado. Ambos dejan libre al otro para lo propio.

¿Cómo se logra este desplazamiento? A través de una comprensión, a menudo tardía y a veces demasiado tardía. Sobre
todo cuando pone en peligro nuestra vida y la de otros - o incluso nos cuesta la vida. Estos desplazamientos son asuntos de
vida o muerte.

Muchas veces un desplazamiento así se disfraza. En lugar de asumir nuestras responsabilidad y nuestras culpa, nos
sentimos y comportamos como víctimas. Disfrazamos nuestro deseo oculto de desplazar hacia alguien más algo que sólo
nos pertenece a nosotros. Lo disfrazamos como miedo y como sufrimiento propio, en lugar de apretar los puños y mostrar
nuestras otra cara.

Gran parte de lo que nos pertenece,¿ hacia quién solemos desplazarlo también? Se lo desplazamos a Dios o a nuestro
destino. Por un lado, hacemos responsable a Dios cuando decimos: " Fue la voluntad de Dios". O más grave aún,
esperamos que Dios haga justicia en el sentido de que responsabilice a otros por nuestros actos y los castigue. ¡ Vaya
desplazamiento, con el que convertimos a Dios o al destino en nuestros verdugos!

¿Cómo nos liberamos de estos desplazamientos? Con humildad. A través de una mirada abierta a nuestros pensamientos, a
nuestros deseos ocultos, a nuestras acciones y sus consecuencias para nosotros y otros.

Absolvemos a otros de la responsabilidad de las consecuencias de nuestras acciones y de una preocupación que,
ocultamente, les dese la muerte, más que estar al servicio de su vida.

¿ Cómo? Regresando a nuestra propia fuerza. Asintiendo a nuestra sombra y, con ello, asintiendo a nuestra luz.

You might also like