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Capitulo 6 La luna y las mareas EI estudio de las mareas y corrientes ocednicas es de gran im- portancia para el gedgrafo, especialmente cuando éste fija su aten- cin en cuestiones relacionadas con la geografia de las costas, el relieve litoral, el comercio maritimo, los puertos, desecacién de marismas, desembarco de fuerzas armadas, y todos aquellos fe- némenos en que la actividad humana se desarrolla en las costas © cerca de ellas. Aunque la marea no significa nada para los habitantes del interior de los continentes, su influencia es con- tinua y fundamental para los habitantes de las costas. Una comprensién adecuada de las mareas ocednicas y sus variaciones, en apariencia tan complejas, requiere un estudio pre- vio de la luna y sus movimientos, Tanto la luna como el sol ejercen fuerzas sobre el globo terrestre que dan lugar a mareas, pero es la luna, por razén de su proximidad, la que controla los perfodos de ascenso y descenso del nivel ocednico. Por tanto, dedicamos el principio de este capitulo al estudio de los movi- mientos de la luna, su érbita y sus fases. La érbita lunar La luna, satélite de la tierra, tiene un didmetro de unos 3480 km y una masa aproximada de 1/81 de la de nuestro pla- neta? Recorre una drbita eliptica, siendo su distancia media a la tierra de unos 385000 km. El sentido de traslacién de la luna alrededor de la tierra es el mismo que el de la tierra alrededor del sol, Desde una posicién imaginaria situada sobre el sistema solar, de forma que el polo norte de la tierra quedara bajo nues. ‘ros pies, veriamos la luna moverse alrededor de la tierra en sentido contrario al de las agujas del reloj (fig. 6.1). También €s importante hacer notar que el eje de rotacién de la luna es aproximadamente paralelo al de ta tierra y que ambos cuerpos Bian en sentido contratio al de las agujas del reloj, vistos nox lun observador situado sobre el polo norte terrestre. Este elevide Onda de crecida mar mel Talen-Tang:Kiang. (G. H. Darwin, The Tides, 1806.) Escaneado con CamScanne Figura 6.1. El sentido de roteclén y traslacién de la tierra y ia luna es el mismo. Figura 62, La 6rbita lunar es eliptica. Las distancias indicadas son desde el centro de la tierra al de Ia luna, grado de uniformidad en la direccién de tras- lacién y rotacién se halla en todo el sistema solar y es una fuerte prueba de que los planetas y sus satélites se formaron al condensarse en Ciertos puntos una nube gaseosa que posefa un Tento movimiento de rotacién sobre si misma. Esta formacién de los planetas a partir de una nebulosa solar tinica explicarfa la uniformidad en el sentido de su movimiento de traslacién alrededor del sol. La Orbita lunar es una elipse de excentricidad mucho mayor que la de la drbita terrestre, ‘ocupando la tierra uno de sus focos (fig. 6.2). Cuando la luna se encuentra en. su_posicién més proxima a la tierra, se dice que esté en su perigeo; cuando se encuentra en la més le- jana, en su apogeo. La distancia entre Ia tierra y la luna en el perigeo es de unos 356 000 km ¥ en el apogeo 407 000 km. Segiin la ley de las reas de Kepler, de la que ya hemos hablado en el capitulo anteriar, la velocidad de trasla- Cio de la luna en su érbita es algo mayor cerea del perigeo y menor cerca del apogeo. 106 | El globo terréqueo Periodo de traslacién de ta luna Si tomamos como referencia una estrella que se encuentra muy préxima a la luna en el fir. mamento para determinar su posicién y volve. mos a observarla exactamente 24 horas des. pués, veremos que la luna se encuentra unos 13° al este de esa estrella, En su movimiento hacia el Este a razén de 13,2° cada 24 horas, la luna invierte 27'/, das en recorrer una ér. ita completa. Este perfodo de tiempo, que es de 27,32166, 0 bien 27* 7 43" 11,5%, se lama mes sidéreo. Es el tiempo necesario para que la luna recorra una érbita completa alrededor de la tierra. Si tomamos al sol como referencia, el perfo. do de traslacién de la luna es algo mayor, de unos 29%/, dias. La explicacién de esta diferen- cia es muy parecida a la dada para justificar la discrepancia entre hora sidérea y hora solar Mientras la tierra recorre su érbita alrededor del sol, 1a posicién de éste con respecto a las estrellas varia ligeramente. Para completar su Srbita tomando el sol como referencia, 1a luna debe recorrer una pequefia distancia angular adicional por encima de 360°. El perfodo de traslacién de la luna se ve as{ incrementado hasta valer 29,53 dias, lapso de tiempo que recibe el nombre de mes sinddico. El mes st déreo tiene siempre la misma duracién; en cambio, el mes sinédico puede variar en algu~ gunas horas por encima o por debajo de 29.53 dias, cifra que expresa s6lo el valor medio. La variacién méxima que puede experimentar la duracién del mes sinédico es de unas 13 horas. EI mes sinédico es el de mayor importancia para el geégrafo, dado que la aparicién de luna en el firmamento y los perfodos de 3s- censo y descenso de las mareas se regulan acuerdo con este intervalo de tiempo. Incinacién de la Srbita lunar El plano que contiene 1a érbita lunar y ¢ plano de la ecliptica forman un dngulo de 5° (fig, 6.3). Asf, al recorrer su drbita, 1a luna encontrard sobre el plano de la ecliptica 13° sélo en dos puntos, conocides como nodos. Ea la mayoria de los cdlculos que no requiera tuna precisién excesiva puede considerarse @¥® la luna se mueve en el plano de la ecliptic: ¥ que sigue, por lo tanto, una trayectoria en ¢ espacio coplanaria con la del sol. Declinacién. lunar ‘AI igual que 1a declinacién solar experiment® tuna variacién total de 47° desde el solstici® de verano al solsticio de invierno, la dech- nacién lunar experimenta una variacién Escaneado con CamScanne ae ‘ade “yacentete K tm tea (declaacte Plano w/e ta cliptica Figura 63. En esta figura so representa la érblta lunar on ol soleticio de Invlerno, lar, aunque con Ia posibilidad de 5° 9 adicio- ales, tanto al Norte como al Sur, lo que da una variacin total de 57° 18’. Esta declina- cin méxima tiene lugar una vez cada 181/, afios. EI ciclo completo de variacién de la decli- nacién lunar, desde su méximo valor Sur hasta su méximo valor Norte, comprende 27,2 dias, perfodo de tiempo conocido con el nombre de mes tropical. Esto es lo mismo que decir que la luna pasa por dos “equinoccios” y dos “sols- ticios” en el plazo de un mes, ciclo que en el caso del sol dura un afio entero. Si observéra- mos la trayectoria aparente de la luna en el cielo en noches sucesivas durante un mes, ve- rlamos que tiene una posicién muy baja en el firmamento durante una parte del mismo, po- sicién que va subiendo hasta ser relativamente alta, dos semanas mds tarde. Conjuncién, oposicién, cuadratura y sizigia Cuando Ja luna y el sol se encuentran al mismo lado de la tierra, de forma que los tres astros estén aproximadamente en I{nea recta, se dice que la luna esté en conjuncién con el sol (fig. 6.4). En esta época existe la posibi- lidad de un eclipse de sol o eclipse solar, aun- que es muy raro que éste tenga lugar, dado que la luna es muy pequefia y el plano de su 6rbita forma un Angulo de 5° con el plano de la ecliptica. Cuando la luna y el sol se encuen- tran en lados opuestos de la tierra, se dice que estén en oposicién, Los tres astros estén de nuevo en Iinea recta. Existe entonces la posi- bilidad de eclipse de luna o eclipse lunar, du- ante el cual la sombra de Ia tierra se proyecta sobre la luna, cubriéndola en parte o por com: pleto por un corto lapso de tiempo. Las posi- bilidades de ver un eclipse lunar desde un de- terminado punto de la tierra son mucho ma- yores que las de ver un eclipse solar. La palabra sizigia abarea la conjuncién y la oposicién. Asf, cuando decimos que la luna se encuentra en sizigia queremos significar que los ‘tres astros estén aproximadamente en linea rec- ta, sin especificar si la luna y el sol se encuen- tran al mismo lado de la tierra o.en lados opuestos. Figura 6.4. Le 0 las mareas, poslelén relative de la luna, el sol y Ia tlerra Influyen sobre la magnitud La Tusa y las mareas | 107 Escaneado con Vamscanne Lom crcene Lona te ede Cats Laan Lane eet corte recente gana ena igura 65. Fases de Ia luna, tal como se ve en ta ‘cles La palabra cuadratura significa que a posi- cin del sol y la luna es tal que los rayos de estos astros forman un dngulo de 90° (fig. 6.4) Resulta claro que la luna se encontrar en eua- dratura dos veces cada mes sinddico. Fases de ta tuna La iluminacién de la luna y de ta tierra y los sucesivos cambios, o fases, que experimenta el aspecto de la luna a lo largo del mes sind- dico se ilustran en la figura 6.5. Es importan- te recalear desde ahora que la mitad de la su perficie de la luna esta siempre iluminada por os rayos del sol, al igual que la mitad de la superficie de la tierra. Para el observador si tuado sobre la superficie terrestre, la porcidn de la mitad iluminada de la luna que resulta vi sible cambia a Jo largo del mes, variando des- 108 | EI globo t (un Cuan bo menguate recente ‘esquemas de abajo muestran el contoro de la luna de ta invisibilidad total a la visibilidad de cara iluminada completa. EI mes sinddico empieza con Ia fase Hamad? luna nueva, en la que el sol y la luna estin & conjuncién (véase fig. 6.5). Dado que la cat Huminada de ta luna no resulta visible desde 2 tierra, aquélla se verd desde éste en complet oscuridad, exceptuando un débil resplandor fe flejado por la tierra sobre su satélite. Sin ¢* bargo, existe otra razén por la que la luna 1° resulta visible en esta época. Tal como se des Prende del diagrama, la luna y el sol se & cuentran aproximadamente en la misma pos iin en el firmamento, de forma que los FaY° del sol impiden ver ta luna. En esta fasts luna y el sol salen aproximadamente a 18 rent gy even juntos sobre el firme mento, 4 afirmacion es, desde luego, ai ximada, dado que 1a tuna’se-mueve mis 4° Escaneado con CamScanne cio en su trayectoria aparente y se retras: Faron de unos 11" eada 24 horas. SS" 8 Unos 34, dias después de la conjuncisn, la luna ha recorrido un octavo de su érbita (fig. ra 6.5). Resulta entonces visible en el ciclo en forma de arco delgado, con la concavidad ‘puesta al sol. Recibe el nombre de luna nueva reciente, Durante los 3%/, dias que preceden a esta fase, la luna se ha retrasado con respecto al sol 45° en el firmamento. Por lo tanto, la luna nueva creciente sale por cl horizonte oriental cuando el sol se encuentra a la mitad de su recorrido entre el amanecer y el med dia, La Tuna creciente sigue la misma trayee- toria que el sol y todavia brilla en el firma. mento occidental mucho después de que el sol se ha puesto. Unos 7% dias después se alcanza la cua- dratura (fig. 6.5). La luna se encuentra en la fase denominada cuarto creciente y tiene as- pecto de semicirculo luminoso, De una ma- nera aproximada, podemos decir que, en esta fase, Ia Tuna sale cuando el sol se encuentra ‘en su posicién de mediodia y alcanza su punto més alto en el firmamento en el momento en que el sol se pone. Suponemos que el sol sale a las 6,00 de la mafiana y se pone a las 6,00 de la tarde, tal como sucede en los equinoecios en zonas préximas al ecuador. Cuando 1a luna ha recortido ya tres octavos de su érbita y han transcurrido 111, dias del mes sinédico, tres cuartas partes del disco lu- nar aparecen iluminadas. Esta fase se conoce con el nombre de luna gibosa. Cuando han transcurrido 14%/, dias del mes sinddico, la luna se encuentra en'oposicién con el sol yen Ja fase conocida como luna Hena, siendo toda la cara iluminada visible desde la tierra. Al estar la luna y el sol en lados opues- tos de la tierra, la Tuna Ilena alcanzard su posi- cién més alta en el firmamento hacia Ia me- dianoche. Si el dia y la noche tienen Ia misma duracién aproximada, Ia luna saldré cuando el sol se esté poniendo y se pondré al amanecer. Observemos ahora de nuevo Ia figura 6.3, que representa las condiciones reinantes en las proximidades del solsticio de invierno, 2 finales de diciembre. En la fase de luna lena, su declinacién Norte es mdxima y sus rayos in- ciden perpendicularmente sobre la superficie terrestre a la altura del Tropico de Céncer. La trayectoria de la luna en el firmamento es re~ lativamente alta para los observadores situa dos en el hemisferio norte, 10 que explica el dicho popular inglés de que la luna lena en invierno “cabalga muy alto”, En el solsticio de verano, por el contrario, la trayectoria de la tuna Mena es baja y su brillo escaso com- parado con la luna Hena invernal. Las restantes fases de 1a luna son similares a las ya descritas, pero se suceden en orden werso. Una diferencia importante es que el aspecto de la luna coincide con la imagen es- pecular de la correspondiente fase en la pri- mera mitad del mes sinddico. Asf, por ejemplo, los cuernos de la luna vieja creciente apuntan en sentido contrario al sol, al revés de los de Ja luna nueva ereciente. Cuando se alcanza la fase de la luna vieja reciente, han trascurrido 26 dias del mes si- nédico y'la luna se ha atrasado tanto respecto del sol en el firmamento que parece moverse 45° por delante de él. Aproximadamente el dia 29 del mes sinddico, la luna ha vuelto a una posicién casi coincidente con la del sol y cierra asf su ciclo. Rotacién de la luna Si fotografiésemos 1a luna en épocas muy distintas y comparasemos cuidadosamente las fotografias, nos darfamos cuenta de que el 41% de la superficie lunar nunca es visible desde Ia tierra y que un mapa de la luna tra- zado a partir de dichas fotograffas nunca mos- traria mds del 59% de su superficie. Resulta evidente por tanto, que la cara de la luna vi- sible desde la tierra siempre es la misma, Esto significa que la luna invierte exactamente 27,32166 dias, es decir, un mes sidéreo, en realizar una revolucién completa alrededor de su eje. Se cree que la causa por la que la velo- cidad de rotacién de la luna ha ido disminu- yendo hasta ofrecer siempre la misma cara a tun observador terrestre, se encuentra en el ro- zamiento debido a las mareas. La gravitacién y las mareas El hecho de que el ascenso y descenso pe- riddico del nivel de los océanos 0 mareas es controlado en alguna forma por el sol y la luna se conoce desde el siglo 1 a. C., pero hasta que sir Isaac Newton public su ley de gra- vitacién en 1686 no pudo Mevarse a cabo una explicacién correcta. Dado que las mareas dependen de la gravita- cidn, que es la atraccién mutua entre dos ma- sas, es conveniente enunciar aquf la ley de gra- vitacién: dos cuerpos se atraen en razén di- recta del producto de sus masas y en razén inversa del cuadrado de la distancia que los separa, Segin la primera parte de esta ley, si un cuerpo tiene una masa doble que otro, el de més masa ejercerd una atraccién doble sobre el de menos masa. De acuerdo con la segunda La tu ¥ las mareas | 109) Escaneado con Vamscanne parte, si la distancia entre dos cuerpos se mul- tiplica por dos, 1a fuerza gravitatoria entre am- bos queda dividida por cuatro. Mareas lunares ‘ijémonos ahora en la figura 6.6, en la que se representa la tierra cubierta por una capa ‘ocednica de profundidad constante, La parte del globo indicada por Ia letra A experimenta més fuertemente la atraccién de la luna por estar mds proxima a ésta, En C, centro de la tierra, la atraceién lunar es menor que en T, y en A es mfnima, Dado que la atraccién gra- vitatoria disminuye de T a A, el resultado es tuna tendencia de la tierra a alejarse de 1a luna. Podemos imaginar que el agua ocednica situada en C trata de alejarse de la masa principal de la tierra, centrada en C, mientras que la masa terrestre tiende a alejarse del agua ocednica en A. El efecto es parecido al que sufre una cadena de patinadores cuando hacen el litigo. La tierra tiende a alargarse segun 1a Iinea que a une con la luna y se deforma, transtormén- dose en un clipsoide, representado por una If- nea de trazos en la figura 6.6. En lo que se refiere a las mareas ocednicas, la parte sdlida de la tierra no resulta afectada por esta fuerza deformadora, aunque pueden medirse pequetias respuestas, denominadas mareas terrestres. Los ‘océanos, fluidos, responden apreciablemente a fuerzas pequefias y se desplazan hacia A y C. Quedan fuera del mbito de este libro ex- plicar en detalle las fuerzas causantes de las, mareas. Aqui bastaré decir que esas fuerzas productoras resultantes de la disminucién en atraccién gravitatoria de los puntos Ta A (ig. 6.6), pueden reducirse a una fuerza de traccidén que actia paralelamente a la superfi cie de la tierra. La distribucién de esta fuerza esté indicada con flechas en la figura 6.7. La fuerza de atraccién es cero a lo largo del cireu- Jo méximo que pasa por los puntos N y S, pero que aumenta hasta un mAximo en los cfrculos Figura 66. La fuerza de gravitaclén pal de las mareas. 110 | EI globo terréqueo, situados en 45° y 135° desde el punto menores singer animo, 1a fuerza de traccén disminuye hasta ser cero en los puntos Ty A, La tierra queda ast dividida en dos hemiste. rios en Io que a las mareas se refiere. El agua de los océanos tiende a moverse hacia los cen. tros Ty A, donde el nivel del agua ascenderd, y a alejarse del cfrculo maximo de fuerza de traccién nula, donde el nivel del agua descen- derd. Periodo de las mareas lunares Dado que la tierra gira en sentido Este alre- dedor de su eje, los dos centros de las mareas se moverin hacia el Oeste con respecto a la superficie terrestre. En un punto determinado del globo en las proximidades del ecuador, ef paso de uno de estos centros determina un aumento del nivel del agua hasta alcanzar un maximo, conocido como pleamar 0 marea alta, mientras que en una posicién equidistante en- tre afibos centros, el nivel ocednico desciende hasta un minimo’ conocido como bajamar o marea baja, Entre estos dos extremos se en- cuentra el nivel de marea medio, que es el pro- medio de las mareas altas y bajas tomado du- rante un largo perfodo. La tierra invierte 24 horas y 50 minutos ea en dar una vuelta completa, tomando la luna como referencia y, por lo tanto, tendrén lugar dos mareas altas y dos mareas bajas en este lapso de tiempo. Dos mareas altas sucesivas es- tarén separadas por 12'/, horas, y el intervalo entre una marea alta y la proxima marea baja es de unas 6%), horas. Dado que las 24 horas del dia del calendario son determinadas por él sol medio, mientras que la marea viene deter- minada por la luna, las mareas altas y_bajas ocurrirén 50 minutos mds tarde cada dia. Si compardramos la hora de la marea alta con ta del paso meridiano de la luna por ua determinado punto de la costa, veriamos qué a pleamar puede ocurtir varias horas después del paso del meridiano de Ia luna, Este retraso de la marea respecto de la luna se conoce cot €l nombre de intervalo marea-luna. Este inter valo varia considerablemente con 1a pasicién de la costa y varia en las distintas épocas del ao para el mismo puerto. En Fort Hamilton. en el puerto de Nueva York, el intervalo mares luna es de unas 7", horas, Curva caracteristica de las mareas 1eniQbservamos cada, media hora 1a posicia del nivel del agua mediante un poste gradual? retreat Pig de wn embarcadero oa un dique: pogtfamos conocer la variacion del nivel Pot e tiempo y trazar un gréfico de Escaneado con CamScanne Tee ona Figura 6.7. Las mareas son causadas por fuerzas de traccién dirigidas a lo largo de la superficie terrestre hacia dos centros. marea. La figura 6.8 es un gréfico de este tipo, obtenido en el puerto de Boston durante un periodo de 24 horas. Tal como se ha dicho anteriormente, puede verse en el grafico que entre dos mateas altas 0 dos mareas bajas su- cesivas transcurre un periodo de 12%, horas. El intervalo entre la marea alta y la marea baja siguiente es de unas 61/, horas. Si se calculara la media de este intervalo para un gran niimero de observaciones, se obtendria el resultado de 6 horas y 12 minutos. La oscilacién de la marea es en el grafico de unos 2,75 m. Aunque la marea alta alcanza en las dos ocasiones representadas la misma al- tura, las dos mareas bajas difieren en unos 15 em. Un gran ntimero de observaciones, to- madas en el puerto de Boston, dan un prome- dio de oscilacién de unos 3 m, pero alcanza Morea bot —] altura del nivel Figura 6.2. Este gréfico muestra ‘ecesnico en el puerto de Boston medi de media hore para un perlodo de 24 he do 1922, (Segin H. A, Marmer.) valores medios superiores a 4m y puede diferit grandemente de un dia al siguiente. Obsérvese que las variaciones que sufre el nivel cada media hora no son en absoluto uni- formes. En los puntos intermedios entre la marea alta y la baja, et nivel sube 0 desciende uunos 60 em cada media hora, mientras que en puntos préximos a Ia marea alta o baja la va- riacién es de 10 a 20 em cada media hora. Un matemético nos dirfa que la curva representada es sinusoidal. Un observador situado en la cos- ta nota claramente las caracteristicas de esta curva por el hecho de ver que la amarea alta parece durar mucho tiempo y a continuacién ve descender el agua répidamente hasta alcan- zar la marea baja, que a su vez parece durar un considerable lapso de tiempo. Desigualdad diurna de la mar Ya se ha explicado en este capitulo que la luna experimenta una declinacién al Norte y al Sur del ecuador, aproximadamente igual a la declinacién anual del sol, pero realizada du- rante un perfodo de 17,2 dias conocido como ‘mes tropical. Cuando la declinacién lunar al- canza su méximo valor Norte, el centro de las mareas, que se encuentra en el punto donde los rayos lunares inciden sobre la tierra verti- calmente, se desplaza hacia el Oeste, hasta si tuarse aproximadamente a la altura del Tropi co de Céncer (23%), lat, N), mientras el centro opuesto se desplaza hasta situarse en las. pro- ximidades del Trépico de Capricornio (23'/,° lat. S) (fig, 6.9). Este hecho tiene como conse- cuencia que, en un lugar determinado al Norte © al Sur del ecuador, las sucesivas mareas, al- tas 0 bajas, no son iguales, pero s{ son las al- ternas, Este fendmeno se conoce con el nom- bre de desigualdad diurna de la marea. La des- igualdad diurna alcanza su méximo dos veces al mes, coincidiendo con el valor extremo de la declinacién lunar, denominindose las corres- pondientes mareas mareas del trépico y des aparece dos veces al mes, cuando los rayos lu nares inciden verticalmente sobre el ecuador, denominéndose entonces las mareas mareas ecuatoriales. La figura 6.10 reproduce dos cur~ vas de marea en la localidad de Portland, Mai- ne, En A se representa la forma ecuatorial en Ja que la marea alta y la baja repiten los mis- mos niveles, En B se representa la forma tro- pical, en la que las sucesivas mareas altas y bajas presentan una diferencia de unos 60 em. ‘Mareas dlarias, semidiarias y mixtas Del estudio precedente se infiere que cuando existe desigualdad diurna en las mareas, la co- rrespondiente curva resulta de combinar dos La luna y las mareas | 111 Escaneado con CamScanne doclinacién lunar tnfluye varlacién A, ras estore Sotenne 2 Sete 24 a R "6 ‘ | 3 2 a ay 1 0 4 3 2 1 ° enw 27 “ina 28 2B, Moras del nce la declinacién lunar se re- (Segin Rude.) 0. La variacién importantes fuerzas, 0 constituyentes: 1) una constituyente semidiaria y 2) una constituyente diaria. La semidiaria resulta de la presencia de los dos centros de marea, y en estado puro da lugar a una curva en la que las sucesivas ma- reas altas y bajas tienen el mismo nivel. Esto se ilustra en la figura 6.11 A. La constituyente diaria resulta de la declinacién lunar y da lu- gar a una curva con una marea alta y una ma- rea baja cada dia lunar. Esto se ilustra en la figura 6.11 D. La mayor parte de las curvas de fea resultan de combinar los dos tipos des- critos y se denominan tipos mixtos. Si domina l constituyente semidiario, la curva mostrard dos mareas altas y dos mareas bajas, pero am- bas con fuerte desigualdad diurna. Este tipo estd representado en la figura 6.11 B. Cuando domina la constituyente diaria de tal forma que ésta es doble que la semidiaria, resulta la curiosa curva que aparece en la fic gura 6.11C. Tiene lugar una marea alta y una marea baja, separadas por un perfodo de varias horas en que el nivel del mar permanece cons- tante, Este periodo intermedi en que no varia el nivel del mar se conoce con el nombre de marea mula. 112 | EI globo terréqueo La figura 6.11 D muestra un tipo diario de curva de marea y corresponde a la ciudad de Manila, en Ia que la constituyente semidiaria ‘es tan pequefia que sélo causa una leve gularidad en Ia forma de la curva, Curvas de marea en Ia costa de los EE.UU, Se pueden hacer ciertas afirmaciones de tipo general sobre las curvas de marea de las tres costas estadounidenses. En la costa atléntica, la curva tipica es de tipo semidiario, con es. casa desigualdad diurna, tal como ilustra la curva correspondiente a Portland, Maine (figu. ra 6.11 A). Las costas septentrionales del Pa. cffico son caracterfsticamente de tipo mixto, con fuerte desigualdad diurna, tal como ilus- tra la curva correspondiente a Seattle, Was. hington (fig. 6.11 B). En el golfo de México, la constituyente diaria es muy marcada, de for ma que las curvas alternan entre la forma ecuatorial A), con dos mareas altas y dos ma- reas bajas (fig. 6.12), y la forma tropical C), con tuna sola marea alta y baja diarias. De fas tres curvas correspondientes a Galveston, Texas, la superior A) tiene lugar el 25% del tiempo, la central B) el 50% y la inferior, C) el 25%, dependiendo las tres directamente de la decli- nacién lunar. Mareas vivas y mareas muertas Hasta ahora no se ha tenido en cuenta la in- fiuencia de Ia fuerza gravitatoria solar en la produccién de mareas, aunque dicha influen- cia no es en absoluto despreciable y actia en forma similar a la fuerza gravitatoria lunar. Aunque es mucho mayor que la luna, se em cuentra mucho més lejos de la tierra que ell. por lo que la fuerza productora de mareas, de origen solar es tan sélo cinco onceavos de It lunar. La luna controla siempre la hora de la marea alta y de la marea baja, mientras que ¢ ol modifica el grado de ascenso 0 descens? del nivel del agua considerablemente en dife- Fentes épocas del mes. sinédico. Si observamos la posicién relativa del sol ¥ la luna (fig. 6.4), resulta evidente que en Iss Sizigias las fuerzas productoras de mareas d& origen solar y lunar se ejercen de tal manera Que sus efectos se suman, Esto produce mareas muy considerables, denominadas mareas vita’. que tienen lugar dos veces al mes (cada 14% dias), en la luna nueva y en ta luna lena, cult do el sol y la luna se encuentran en conju Cidn ¥y en oposicidn, respectivamente (fig. 6.13) Cuando el sol y la luna estén en cuadratur® en las fases de cuarto ereciente y cuarto met" fuante, la fuerza productora de mareas de of fen solar tiende a contrarrestar Ia de orige? Escaneado con Vamscanne M6 Caan Se tem A. Yon era Port Woe 192s 18 Hoe UU dengue arm 1 feflen ea maven Cte 1a “nea aa Anges. ash on wa 2028 jn 18 EY Figura 6.11. Las curvas de marea vi pasando por tipos mixtos. (Segun Rude y Marmer.) lunar, dando lugar a mareas de pequeiia osci- lacién, denominadas mareas muertas, Las ma- reas vivas superan en un 20 % a la marea me- dia; las mareas muertas son inferiores a la ‘marea media en este mismo porcentaje, Mareas de perigeo y apogeo Debemos considerar todavia otra importante variacin en la magnitud de las mareas. Cuando la luna se encuentra en el perigeo de su drbita, fen su posicién mds proxima a la tierra, la fuer- za productora de mareas es muy superior a la fuerza media y da lugar a las Hamadas mareas de perigeo, que superan a la media en un 15 © un 20%. El intervalo de tiempo que separa lan entre el tipo semidiarlo puro y el tipo diario, dos perigeos sucesivos es 27,5 dias. Cuando la luna se encuentra en su apogeo, en su posicion mis alejada de la tierra, las correspondientes mareas son inferiores a la media en un 20 : y se denominan mareas de apogeo. En las ocasiones en que coinciden una marea viva con una marea de perigeo, se produce una marea muy acusada; por el contrario, cuando coinciden una marea muerta con una marea de apogeo, la oscilacién del nivel oceanico es muy pequefia, ‘Mareas fluviales Muchos de los grandes ros del globo poseen mareas en su curso inferior y se conocen con La tuna y las mareas | 113 Escaneado con Vamscanne atone Tate 6 O24 6 824 HA. Marmer.) el nombre de rios de marea. Este fenémeno tiene lugar a menudo cuando el hundimiento de la franja costera es todavia reciente o bien cuando el nivel ocednico ha ascendido, dando lugar, en ambos casos, a que el curso inferior del rio quede cubierto por las aguas del océano. En sentido estricto, no se puede hablar de rios, sino de brazos de mar o estuarios. ‘A medida que se aproxima la marea alta en la parte externa del estuario, se genera una ola que penetra hacia el interior. La velocidad con que se mueve esta ola de marea depende de la profundidad del agua, siendo tanto mayor cuanto mas profundo es el rfo. La formula ma- temética que expresa este hecho ¢s la siguiente v= 184d donde v =a velocidad de la ola en nudos y d=la profundidad del agua en metros, Ast, para una profundidad de 50 pies ten. dremos que Ia ola se desplaza con una vel dad de 9,2 nudos. En puntos situados a 25 mi. llas marinas de distancia (unos 46 km), la ma. rea alta tendrd lugar con una hora de dife. rencia. Una caracteristica de las mareas fluviales, por la que pueden distinguirse de las mareas en mar abierto, es que el intervalo entre la marea baja y la marea alta siguiente es claramen. te mas corto que el intervato entre la marea alta y la marea baja. Este fenémeno se ve cla- ramente en la curva de marea correspondiente a Albany (Nueva York) (fig. 6.14), que se en- cuentra en el extremo superior de la porcién del rio Hudson sujeta a mareas. Esta desigual- dad puede explicarse mediante la f6rmula an- teriormente establecida. La cresta de Ia ola de marea se desplaza mds de prisa que la depre- sidn que la precede y que la sigue, dado que la profundidad del agua es mayor. Por lo tanto, existe una tendencia en la marea alta a alean- zar ala marea baja, y esta tendencia se incre- menta a medida que nos desplazamos rio arriba En general, la magnitud de las mareas fu viales disminuye rfo arriba, como consecuencit de la pérdida de energia debida al rozamiento con el fondo y los bordes del cauce y debido a que la corriente del rfo se mueve en sentido 2 10| Figua 114 1 EL globo terréqueo Escaneado con CamScanne te pn 8121620 0 4 8 20 6 ona 1216 20 24 Fiowa 6.14, Esto artico representa une mares tu {ile onl esters dl tadson, en Alby, Nera Vo lca stds snos 0m tr edema Goan 8 contrario a la marea procedente del mar. Asf, por ejemplo, el rfo Hudson, cuya anchura y profundidad son bastante constantes en su por- cidn sujeta a mareas, tiene una marea media de unos 1,3 m en su desembocadura, pero unos 211 km mds arriba, en la localidad de Troy, zona donde empiezan a ser perceptibles los efectos de la marea, la oscilacién ha que- dado reducida a unos 90 cm. Existen excepcio- nes cuando el estuario se va haciendo mis es- trecho a medida que penetramos hacia el in- terior. La magnitud de la marea fluvial puede aumentar rio arriba debido a que 1a energia se ‘concentra en menor cantidad de agua. Olas de marea Cuando Ia corriente del rfo en las proximi- dades de su desembocadura es bastante fuerte y el estuario muy estrecho, la marea alta avan- za répidamente corriente arriba en forma de una pared vertical quida de varios pies de altura, conocida con el nombre de ola de marea (fig, 6.15), Estas olas de mareas son caracte- risticas de ciertas desembocaduras _fluviales, tales como las de los rfos Amazonas, Colorado, Yang-Tsé, Tsientang, Hooghly, Severn, Elba y Weser. Aquellos rfos que poscen olas de marea excepcionalmente desarrolladas, tales como las de la desembocadura del rfo Tsientang, en Hangchow, China, pueden producir efectos ca- tastroficos, aleanzando la pared Viquida alturas de casi 5m. Teorias sobre las mareas en alta mar De todo Io dicho en este capitulo sobre las fuerzas productoras de mareas, el lector puede haber deducido que existen dos regiones de marea alta constantemente presentes en ¢l glo- bo y que éstas pueden compararse a dos gran- des olas que se desplazan sobre el globo en sentido Oeste y dando una vuelta al mismo en Figura 6.15. Una onda de marea de pequefa magnitud remontando el estuario del rio Colorado. 24 horas 50 minutos. Estas ondas de marea serfan de una amplitud tan grande y de una altura tan pequefia que no podrian ser obser- vadas por los tripulantes de las embarcaciones en pleno océano. Dado que el globo consta de cuencas ocednicas separadas por continentes muy vastos, este modelo simplificado no tiene sentido, aunque dio lugar hace mucho tiempo fa la teoria de las mareas Mamadas de onda progresiva, En el hemisferio sur, en las latitu- des comprendidas entre 40° y 65° S, una am- plia franja ocednica envuelve el globo, sin verse interrumpida casi por masas de tierra, Esta~ leciendo una analogia con los vientos del Oeste que predominan en esta zona y que no encuentran obstéculo para soplar sobre el mar fen forma de fuertes vendavales, se supuso que as fuerzas productoras de mareas podian o ginar libremente dos ondas de marea que des- plazaban en sentido Oeste alrededor de! globo. Se supuso, ademds, que estas ondas progresivas generaban otras ondas de marea que se despla- zaban hacia el Norte por el Océano Pacifico y por el Océano Atlintico. La velocidad de estas fondas secundarias estaria determinada por la profundidad del océano mas que por el periodo lunar y alcanzaria puntos septentrionales cada vyex mas lejanos a lo largo de las costas en ins- tantes sucesivos. Aunque esta teoria explicaba ciertas caracteristicas de la marea, tuvo que ser rechazada a la vista de datos mas recientes y més numerosos. La teoria de la onda progre- siva goz6 de gran popularidad debido a su sim- La tuna y las mareas 1 115, Escaneado con CamScanne plicidad, pero debe consi moda ¢ inexacta. La teoria oscitatoria es Ta actualmente acep- tada para explicar las mareas en alta mar. Se basa en el principio de que una masa de agua puede adquirir un movimiento arménico, u o cilacidn debido a las fuerzas productoras de marea, pero que experimentard ascensos _y descensos perisdicos de nivel determinados por sui masa y su forma, Esta teorfa puede ilustrarse de una manera sencilla mediante el movimiento hacia atras y hacia delante del agua de una ban- deja poco profunda eausado por una ligera in- clinacién de la bandeja, Cuando una masa ocednica es de un tamafio y forma tal que su periodo natural de oscilacién se aproxima al propio de la fuerza productora de la marea, la respuesta ser un movimiento oscilatorio de dicho perfodo; de 10 contrario, no habria ma- reas observables. La teorfa oscilatoria, perfec- cionada teniendo en cuenta la fuerza deflectora que sobre el agua ejerce la rotacién terrestre, proporciona una explicacién satisfactoria a mu chos fenémenos anémalos relacionados con las mareas. Por ejemplo, si una curva de marea po- see tan s6lo una marea alta y una marea baja diarias, 1a causa puede radicar en que esta por- ccidn de océano tenga un perfodo natural de os- cilacién que responda tan sélo a la constitu: yente diaria de la fuerza productora de las areas, pero no a la constituyente semidiaria, Las modernas teorias sobre las mareas estén en pleno desarrollo y constituyen un campo altamente especializado de la geofisica, lerarse pasada de Corrientes de marea Hasta ahora, hemos hablado en este capftulo exclusivamente del ascenso y descenso del ni- vel del agua, Otro fendmeno a considerar son las corrientes de marea, movimientos del agua en forma de corrientes, que penetran y salen de las desembocaduras de los rios, causadas por Jos cambios que las mareas producen en el ni- vel del océano. En los rfos sujetos a mareas, el ascenso del nivel del agua va acompafado de una corriente rio arriba que se denomina flujo, y el descenso del nivel ocednico da lugar a una corriente rio abajo conocida con el nombre de reflujo (figu- ra 6.16). La velocidad de la corriente de flujo aumenta uniformemente a medida que la ma- rea se aproxima a su nivel més alto y sigue flu- yendo, aunque con una velocidad cada vez me- nor, durante un perfodo de tiempo posterior a a marea alta, que oscila entre una y tres horas. La corriente de reflujo tiene un comportamien- to similar. El instante en que la corriente cesa 116 1 EL globo terréqueo Figur Las corrlentes do flujo y reflujo a ta entrada del puerto do Nueva York siouen flelmente la curva de mares. (Segin H. A. Marmer.) antes de cambiar de sentido se denomina agua mansa. Dado que Ia mayor parte de los rfos de ma- rea llevan al mar el agua procedente de una zona muy amplia, la corriente de reflujo se ve aumentada por el caudal propio del rio, mien- tras que la corriente de flujo se ve disminuida en esta misma proporcién. Asi, en la parte i ferior del cauce del Hudson, la velocidad de reflujo en un punto determinado puede ser de 2,4 nudos (1,2 m/seg) y la velocidad de flujo de unos 1,6 nudos (0,6 m/seg) es decir, unas dos terceras partes de la del reflujo. Estas co- rrientes son de gran importancia en la nave- gacién portuaria. Se requiere una considerable pericia para maniobrar grandes embarcaciones hasta amarrarlas en el muelle y Mevar los fe- mys hasta sus embarcaderos cuando las co rrientes de marea pasan por los extremos de los muelles. Se producen corrientes de marea extraordi- nariamente fuertes en aquellos puntos donde una bahia se une con el mar abierto mediante pasos estrechos. Dado que el nivel del agua ea la bahfa no puede ascender lo bastante répid: mente para mantenerse a la par con el nivel ocednico, se producird una acusada diferencia entre ambos niveles. Se origina asf una fuerte corriente hidrdutica que penetra en la bahia @ través del paso estrecho. Cuando, por el con trario, el nivel ocednico desciende y la marea baja, el agua de la bahia estard a mayor altura ¥ se produciré una fuerte corriente hidréulica de la bahia al mar. Las corrientes de este tipo pueden aleanzar velocidades que oscilan entre cinco y diez nudos (2,5 a 5 m/seg), ¢ incluso aleanzar los doce nudos (6 m/seg) si las con diciones son especialmente favorables. Estas Corrientes, cuando son muy intensas, pueden dificultar la navegacién hasta el punto de ave las embarcaciones deben aguardar a que cese® para entrar o salir de una bahia, Escaneado con CamScanne

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