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Los dibujos como modelos 3D a ! Fic. 15.—Contornos unicos que se extienden para abarcar diversas partes del cuerpo. No obstante, una intima relacién entre las lineas de contorno y la edad cronoldgica no parece ser el dato mas importante a considerar. Sabemos, a partir de los dibujos de formas sencillas, que la relaci6n con la edad no se mantiene de un modo constante: en las formas sencillas, el trazado de un contorno a modo de la extensién continuada de un hilo (threading), mues- tra una elevacién y luego un descenso, con arreglo a la edad, al menos en Estados Unidos. Esto mismo. puede darse también en cuanto a los dibujos, mds com- plejos, de figuras humanas. Sabemos igualmente que nifios de la misma edad dibujan con frecuencia figuras humanas de modos muy variados: un mismo nifio pue- de hacer uso de toda una serie de técnicas dentro de un mismo dia, de una misma semana o un mismo mes. 60 El dibujo infantil Por tal motivo sefiala Rhoda KELLOGG, de pasada, lo arriesgado que es utilizar los dibujos infantiles, y sobre todo un dibujo unico, como medida de Ia inteligencia®. Podemos también sospechar, por ultimo, que las uni- dades y las ordenaciones variarén con arreglo al pro- pésito del artista. Fi. 16.—Figuras dibujadas en el transcurso de dos meses por un nifio de cinco afios de edad: las figuras humanas de la parte superior han sido objeto de un tratamiento mds complejo que las de las escenas de accién de la parte inferior, en las que los personajes @parecen como «extras» con respecto a las «estrellas» de la parte superior. La figura 16 muestra dibujos realizados por un nifio de cinco aiios y recogidos durante dos meses. Este nifio dibujaba personajes relativamente complejos cuando los representaba solos o eran las «estrellas» en la escena (figuras a, b y c: «mi hermana»; «yo, en una fiesta de cumpleafios»; «yo, encima de una roca»). Di- bujaba figuras mucho mas sencillas cuando formaban parte de una accion, y ésta y el correspondiente esce- nario eran los rasgos principales (figuras d, e y f: 9 Ketioce, R., Analyzing Children’s Art. Los dibujos como modelos 61 «nosotros paseando por la ciudad»; «subimos a un monte»; «bailamos en la arena»). La asociacién que parece mas demostrativa es la que establece una relacién entre el uso de la linea de contorno y los resultados finales, en los dibujos, y en especial con aquellos resultados finales que se nos apa- recen como «errores» o como diferencias mds impor- portantes entre los dibujos realizados por adultos y los efectuados por nifios. Tal relacién aparece en al figura 17, Cuando es uti- lizada una linea de contorno unica para una figura Fic. 17.—Una linea de contorno total que, combinada con represen- tacién de los dedos de la mano, puede dar lugar a resultados origi- nales y extrafios. 64 El dibujo infantil tir de unas manos de tamajio excesivo, que esto posee una especial significacién emocional. Sin embargo, una explicacion mas sencilla y facil estaria represen- tada por la dificultad para prever los problemas que cada nuevo uso de la linea va a crear. PARA CADA COSA, SU ESPACIO PROPIO Hasta ahora hemos visto que las separaciones y los limites resultan utiles a fin de describir cambios y sefialar consecuencias. Pero no hemos cumplido atin nuestra finalidad adicional de utilizar estos conceptos de una manera experimental adecuada. Si se ha de com- probar plenamente un modo de describir dibujos, debemos ser capaces de establecer una situacién expe- rimental en la que podamos demostrar que el determi- nado principio que implica resulta de importancia para los nifios. La demostracién no ha de ser post hoc, es decir: hemos de poder decir, antes de que se realicen los dibujos, que éstos seran de un determinado tipo. Nos hemos ocupado de este criterio experimental mediante dos estudios, que parten de la hipétesis de que los nifios de corta edad evitan espacios superpues- tos. En los dos, se enfrenta a los nifios con una situa- cidn en la que los espacios superpuestos proporcionan una solucién a un problema, y prevén que seran inten- tadas diversas soluciones antes que apelar a la super- posicién. Primer estudio: figuras humanas con brazos y cabello __Frecuentemente, al dibujar figuras humanas, los nifios encuentran que los brazos, el cabello y las orejas que desean representar compiten por un mismo espa- Los dibujos como modelos 65 cio —todas estas partes han de ser dibujadas a partir de un circulo unico—. Si las lineas no deben cruzarse ni los espacios superponerse, gcémo se resolvera el problema? Una solucién consiste en omitir una parte. Como sefala Rhoda KELLocG, «los nifios rara vez dibujan ambos brazos y el cabello sobre una cabeza» ". La parte omitida puede diferir, segtin los nifios o de una vez a otra. En un clasico caso de omisién e interpretaci6én errénea, por ejemplo, yo interpreté las lineas trazadas a partir de un circulo unico como «pelo» y el nifio me dijo: «No, son los brazos». Una semana mas tarde mi confiada interpretacién de las mismas lineas fue corre- gida de nuevo: «No, es el pelo». Asi pues, en dos oca- siones consecutivas «pelo» y «brazos» aparecen alter- nandose, partiendo cada uno del mismo centro de donde salia el otro. Si descartamos la omisién como una solucién, ¢qué hardan los nifios? gAbandonar4n el principio de no cru- zar lineas o hallaran alguna solucién distinta? Supon- gamos, por ejemplo, que les presentamos una figura humana dibujada a medias, consistiendo en un circulo y dos lineas rectas verticales y que les pedimos que dibujen los brazos y el pelo. Los nifios dibujaran ambos, prefiriendo abandonar la proporcién que cru- zar lineas o bien desviarse del modelo usual consistente en agregar los brazos y el pelo al circulo anico. Otras veces pueden mostrarse dispuestos a situar los brazos de modo que emerjan de las rectas verticales y no del circulo. En estos casos hemos de afirmar que el princi- pio de no cruzar lineas fue mds importante para ellos que el modelo usual. Podemos, pues, comenzar a sos- pechar que en los dibujos espontaneos pueden surgir estructuras nuevas con deseo de incluir mds partes 10 Ketioce, R., Analyzing Children’s Art, pag. 160. 66 EL dibujo infantil y, al mismo tiempo, de mantener el principio de no cruzar lineas. En conjunto utilizamos tres modos de provocar tales problemas: a) solicitando que dibujen los brazos y el pelo en una figura compuesta por un circulo y dos ecto verticales; ) pidiendo a los nifios que dibujen el pelo en una fied en la que los brazos estaban ya dibujados, y ¢) invitandoles a que dibujen los brazos Fic. 19.—¢Cdmo agregan los niftos pelo y luego brazos (0 bien brazos y luego pelo) a una determinada figura (circulo con rectas vertica- les)? Las soltuciones dadas en la columna de fa izquierda, en las que el pelo cruza las lineas que representan a los brazos, son mucho mds raras que las otras, a una figura en la que el pelo estaba ya representado. Los dibujos originales, junto con diversos tipos de solucion, estén presentes en las figuras 19, 20, 21 y 22. Cuando han de ser afiadidos tanto los brazos como el pelo, lo primero que elige el nifio es, o bien colocar ambos como lineas dibujadas a partir del circulo, o EDICIONES MORATA, S. L. Mejia Lequerica, 12. 28004 Madrid. Tno. 91 448 09 26 En el comportamiento diario del nifio, actos aparen- temente tan sencillos como garabatear, escribir el propio nombre, dibujar una persona o una carrete- ra, plantean interesantes cuestiones acerca de la naturaleza infantil, la indole de la correspondiente habilidad y la esencia de su significado. En este volumen, octavo de la serie EL DESARRO- LLO EN EL NINO, J. GOODNOW demuestra que los rasgos que exhibe la obra grafica infantil: econo- mia, conservadurismo, principio de organizacién y de secuencia, constituyen cualidades de toda solu- cién de problemas y se pueden registrar en el pro- pio pensamiento. La obra grafica infantil ha de ser considerada no s6lo como «pensamiento visible», sino incluso como «trozo palpitante de vida». 90000 @) = ate? La Asociacién UNICEF-Espafia ha 9°788471"121226 reconocido esta Serie de especial interés para la mejor comprensién ISBN 84-7112-122-0 del nifio y su mundo, Psicologia/ Pedagogia/Cuidado del nifio ie Bruner Serie Bruner Serie Bruner Serie Bru

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