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Psicologia social comunitaria: intervenciones preventivas y promocionales de salud Huco Lente La praxis preventivista y promocional de salud esta ganan- do creciente importancia en todos los espacios de! campo de la salud; en el campo del trabajo, de la educacién, recrea- cién, arte, vivienda y otros; tomando problemas psicosocia- les complejos ~violencias, drogas, situaciones de desampa- 10-; abordando las dificultades que acaecen en emergencias, © en las post-emergencias; entre otras praxis posibles. Ya sea que se trabaje con grupos, instituciones, organizaciones, colectivos sociales 0 incluso en abordajes individuales. Las textos de las leyes que conciernen a nuestra prcti- ca profesional y Ia enmarcan reflejan esta presencia. La Ley de Bjercicio Profesional n°23.277 sefala ("Ja recuperaci6n, conservacién y prevencién de la salud mental de las perso- nas") y la resolucién n."2,477 del Ministerio de Educacién de la Nacién -de Incumbencias del titulo de Psicélogo y de Licenciado en Psicologia puntualiza entre otras: "Rea- lizar acciones de orientacién y asesoramiento psicolégico tendientes a la promocién de la salud y a la prevencién de sus alteraciones’, "Estudiar, orientar y asesorar sobre motivaciones y actitudes en el Ambito social y comunitario’, “"Realizar estudios y acciones de promocién y prevencién tendientes a crear condiciones mas favorables para la ade- ‘cuacién reciproca hombre-trabajo’,"Detectar causas y efec~ tos psicolgicos de accidentes de trabajo, asesorar y realizar actividades tendientes a la prevencin de los mismos’, "Par- ticipar en la planificacién, ejecucién y evaluacién de planes, y programas de salud y accién social” 369 370 * Intervenciones en psicologfa social comunitaria En el mismo sentido, los conceptos de prevencién y de promocién de salud han sido objeto de recomendaciones y de advertencias de organismos internacionales y acrecieron, su importancia en la agenda ptblica, al tiempo que las nue- vas leyes que enmarcan nuestra actividad profesional (Ley 448 del GCBA, Ley Nacional de Derecho a la Proteccién de la Salud Mental 26,657) les dan un lugar de relevancia al subrayar la necesidad del “enfoque de redes de promocién y prevencién’, y enfatizan la necesidad de prover acciones preventivas y recursos facilitadores y movilizadores de par- ticipacién comunitaria, ‘Sin embargo, es preciso considerar un hecho que con- diciona y obstaculiza esta praxis. Bl desarrollo de la pro- fesién psicolégica en nuestro pais estuvo estrechamente referenciado en el ejercicio profesional de la medicina; esa relaci6n de especularidad delimité ~delimita atin~ un hori- zonte imaginario de existencia, dentro del cual -y sdlo dentro del cual-, los psicélogos podriamos creernos tales. Escribi “estuvo" y veremos cuanto sigue aun estando refe- renciada en ella. La Ley 17.132 (de Ejercicio Legal de la Medicina, dictada en 1967 por un gobierno dictatorial) incluia las actividades de los psicblogos como “auxiliares de a medicina’ lo que planteaba un doble impedimento: en primer lugar limitaba el campo de los psicélogos al émbito clinico e individual, y en segundo lugar nos negaba autono- mia al subordinarnos a la labor de “un médico psiquiatra’, Un modelo médico hegeménico, que habia creado “la enfer- medad” como un objeto ficticio ~y lo habia separado de la cexistencia global de las personas y del tejido de relaciones sociales en que esa existencia transcurre— imponfa ese mis- mo paradigma al campo profesional de Ia psicologia. Y la Psicologia lo aceptaba, en gran medida, acriticamente. Una prictica médica que impuso transitar todas las instancias de la vida -desde el nacimiento hasta la muerte~ entre las paredes de los hospitales o de los consultorios ha operado como matriz.identificatoria para una psicologia que desa- rroll6, de modo también simétrico, un modelo hegeménico, Intervenciones en psicologfa social comunitaria © 371 La pertinencia del trabajo de la psicologia en todos los espa- cios en los que la vida transcurre seré el “hilo rojo” que pretende ordenar el presente articulo y seré un modo de encuadrar qué denominamos “intervencién’. Contexto Hace mis de 30 aftos comenzaba otro periodo de expropia- cién/concentracién del capital: a nivel mundial las politicas neoliberales impusieron reformas (privatizacién de empre- sas puiblicas, reformas tributarias regresivas, reduccién del "gasto publico’,flexibilizacién/precarizacién de las relacio- nes laborales, apertura a la inversi6n extranjera, etc). Estas politicas generaron la exclusién social de un enorme sector de Ia poblacién, y aumentaron el nimero de quienes viven en condiciones de pobreza e indigencia y deterioraron las, condiciones de vida de la inmensa mayoria por el colapso de las instituciones que se encargaban de la salud, la educa- cién, la seguridad social, etc. En este contexto de profundas y violentas modificaciones sociohist6ricas, hacen su apari- cién nuevas politicas sociales que tienen como propésito Ja intervencién en lo social desde una perspectiva enun- ciada de derechos y con un objetivo central: “resolver la necesidad de gobernabilidad en sociedades estructuralmen- te desiguales en el acceso a la riqueza y a las oportunidades sociales” (Zaldtia, 2007). La complejidad de una cuestién exige considerar los elementos contradictorios que participan en ella, en este caso que esta intervencién del Estado capitalista se implementa con elfin de regular o propiciar las condiciones de manutencién © reproducciéa de un sector poblacional y se constituye en fancién intrinseca para la configuracién de los patrones de ios de cada nacion (Fleury, 1997: 89). 372 « Intervenciones en psicologia social comunitaria Desde hace varios afios, por via de la “transformacién del Estado” que llevan adelante las politicas neoconserva- doras, vivimos un proceso constante de abandono de las funciones de garante de la solidaridad social, con una ten- dencia a retirarse tanto de Ia atencién piiblica en salud como de la proteccién social. En el sector de la atencién publica, ésta se limita a una cobertura de lo imprescindible, dirigida a los sectores mis empobrecidos de la poblacién Galende, 1997: 132). Encontramos, por un lado una estructura agrietada © colapsada del Estado benefactor ~montada a través de décadas, en otra etapa del sistema capitalista-, y por otro ado nuevos o agravados problemas psicosociales complejos que emergen en una tensién entre necesidades y derechos ~con grandes dificultades para alcanzarlos-, Estos proble- ‘mas psicosociales complejos “estallan” en este, momento histérico en el cual el mercado aparece como Unico Dios Verdadero, en el que la desocupacién y la exclusién son las grandes disciplinadoras, y la desafiliacién una posibilidad; en el que el orden simbélico y real de la vida cotidiana se presenta como efimero y sin sentido, A su vez, la idea de futuro como incertidumbre, la incidencia de nuevas formas de la pobreza, Ia pérdida de espacios de socializacién y los renovados movimientos migratorios configuran un esce- nario complejo, en el que los procesos de identificacion y subjetivacién se dificultan, demandando a la intervencién psicosocial comunitaria nuevas miradas y propuestas. Los dispositivos institucionales clisicos (desfinancia- dos, pauperizados, precarizada una parte de su fuerza labo- ral) estin en serias dificultades sea que no pueden/no saben/(o se nieguen)- para atender estos problemas que atraviesan toda Ja estructura social. Bs asi que los usos probleméticos de sustancias psicoactivas, las modalidades de vulneracién del 1azo social, las consecuencias a veces tragicas, siempre dramaticas de las violencias ~de género, sobre la nifiez, sexuales, la trata de personas-, las situa- ciones urgentes que deben enfrentar los inmigrantes y los Intervenciones en psicologia social comunitaria + 373, migrantes internos, las cuestiones de emergencias y post- emergencias (socio-ambientales, socio-econémicas), como las mis significativas, interpelan al trabajo en salud. En algunos casos legardn a expresarse como demanda mani- fiesta; en otros se tratara de una demanda latente, no for- mulada, en cuya construccién podremos participar. 2A qué llamamos “intervenir"? ‘Tomaremos la etimologia de la palabra, que surge del latin “intervenio": “venir entre’, “meterse’, también es “venir u cocurrir entre’: entre dos momentos ~entretanto- o entre dos lugares -intersticio-; es “mediar 0 tomar parte en algu- na cuestién’, “interponerse"; también “interceder por algu- nna persona” o "una disposicién administrativa en la cual una autoridad ejerce su poder accionando sobre una instancia inferior en el organigrama institucional’; en este «iltimo sentido, se liga directamente con el tema de las politicas piiblicas estatales, En el lenguaje corriente es sinénimo de mediacién, intercesién, apoyo, ayuda, cooperacién, También, y segtin el contexto, puede ser sindnimo de intromisién, mecanismo regulador, intrusién con intenciones violentas 0 correcti- vas. Por ejemplo: hablamos de “intervencién quinirgica’, “intervenci6n de las fuerzas de seguridad’, “abstenerse de intervenir’, “un profesor interviene en su préctica educati- va’, “un lider de la oposicidn interviene en el Congreso” En todos los casos y en todos los sentidos, la inter- vencidn aparece como el acto de un tercero que sobreviene en relacién con un estado preexistente. Si tomaramos la relacién entre un paciente y su analista, a intervencién se daria en relacién con los fenémenos transferenciales: alli un tercero (el analista) se entromete entre ese paciente y su historia, es decir, en relacién con un estado preexistente. En particular para la psico-sociologia, “es un procedimiento 374 « Intervenciones en psicologfa social comunitaria clinico aplicado a las ‘comunidades pricticas, diferencia das en grupos, organizaciones ¢ instituciones, que permi tira el conocimiento de las situaciones, de la dinémica de la evolucién y del cambio que podrin derivarse de ella” (Lourau, 2001: 38) Intervenir psico-socialmente con un objetivo de pre- vencién/promocién de salud sera tomar aquellas cuestiones que generen sufrimiento psfquico (con afectacién indivi- dual 0 colectiva) en las condiciones de proximidad tem- poral y espacial que resulten més favorables, para trabajar sobre ellos con las personas concernidas. ¢Quién intervie- ne? “aquellos que toman parte gracias a su capacidad para poder intermediar” (Ida Butelman). Aludimos a situaciones conflictivas, en donde se le reconoce al profesional un lugar de poder o de capacidad para mediar entre los elementos ‘que participan del conflicto, como por ejemplo entre los diferentes integrantes de una institucién educativa o entre Jos afectados por una emergencia y el recuerdo traumé- tico de aquella. El trabajo en los problemas de la psicologia social comunitaria requiere de personas -profesionales 0 no- con actitudes expresadas en el compromiso de la accién, en la construccién de lo comtin, en la capacidad de establecer y sostener relaciones. Esas relaciones se convierten en la “base de las consideraciones éticas al interior del campo de la psicologia social comunitaria, ya que las personas se construyen en relaciones, las que, al mismo tiempo, son creadas por ellos” (Sopransi, 2011: 114). En esta relacién que establecemos, nuestro lugar estaré definido por una posicién de interviniente més que de interventor; de ser un co-constructor que de quién “baja” un lineamiento pensado enalguna oficina lejos del territorio. Desde una perspectiva critica y de metodologie par- ticipativa, las intervenciones les darn un lugar central a Ia voz. de los sujetos y a las construcciones narrativas que otorgan sentido a sus pricticas, a las creencias que deter- ‘minan y fundamentan su percepcién del mundo fisico y Intervenciones en psicologia social comunitaria © 375 social, tanto como a las précticas cotidianas. Sera necesario ligarse a la realidad cotidiana y conocer las expectativas de las personas. ‘Nos apartamos del paradigma dominante en la disci- plina, al ampliar la mirada individvalista, la fragmentacién de los problemas y la falta de sensibilidad social, y también de modelos asistencialistas, as{ como de las investigaciones académicas que no intentan resolver las situaciones de la comunidad. Esto implica trabajar con procesos disefiados junto con los grupos y los actores sociales, los cuales se iran reevaluando y sobre los que se ira reflexionando, enfatizan- do la participacién activa de los sujetos (Montero, 2006) ‘Operamos con una concepcin de los sujetos como actores sociales capaces de transformar la realidad social, incorpo- rando los saberes de Ia comunidad, escuchando y respetan- do sus voces (Freire, 1998, 2006; Martin-Baré, 1986). Una intervencién puede definirse también como una prictica que responde a un proyecto explicito e intencional de cambio o transformacién que tiende a explorar las cons- trucciones simbélicas colectivas elaboradas por los sujetos, y en esa exploracién, a destacar las que obstruyen 0 faci- litan las practicas deseadas para corregirlas o reforzarlas. La intervencién entonces se orienta hacia los planos de la resignificacién de la experiencia de los sujetos, hacia la con- cientizacién de los actores y hacia el cuestionamiento de los sistemas de pensamientos hegem6nicos (Jodelet, 2007). El acto fundador de una intervencién ¢s la expresién de una demanda de un grupo o de una conduccién, que deberd ser identificado; esto es saber quién tiene el poder de originar la intervencién y permitir su desarrollo; 0 bien quign encarga (0 paga) y a quiénes se deberé rendir cuentas. R. Lourau (2007) distingue entre “demanda” y “encargo”. La demanda es una expresién que est relacionada con las expectativas o las necesidades de quien peticiona. Seria lo cexpuesto, lo manifiesto. El encargo es la formulacién con- tractual, por lo tanto mas juridica y administrativa. Para ello es preciso elaborar un “contrato” 0 encuadre metodolégico 976 » Intervenciones en psicologia social comunitaria entre las partes, formalizando la demanda inicial, preci- sando la estrategia, la metodologfa, las reglas pricticas que regirén las relaciones entre quienes intervienen y quie- nes participarin, Sern reglas explicitas, que eviten asi las proyecciones fantasmaticas. Ese “contrato” tendré que ser cuestionado periédicamente y modificado 0 renegociado ‘cuando asi se crea necesario y conveniente. En estos puntos Lourau también coincide con Bleger en lo concerniente a pautar el contrato metodolégico. La intervencién como dispositivo Pensamos las tareas del intervenir en esos escenarios com- plejos desde la idea de dispositivo; alli donde lo macro social se entrecruza inexorablemente con lo micro. El disposit vo plantea para la accién el sentido de instrumento “para’, orientado por objetivos, finalidades, Es un artificio com- plejo, combinado, que se inventa poniendo en combinato- ria una serie de componentes con una intencionalidad. Es multifacético, tiene un armado previo general que plantea diversas alternativas que se van decidiendo y modifican- do, hay elementos que se disponen en el inicio como un tiempo, un horario, las personas, el encuadre de trabajo, entre otros; y sobre esa base se deja desplegar el juego dindmico de las interacciones, la construccién del espacio intersubjetivo, grupal. Dispositivo, de naturaleza esencialmente estratégica, lo que supone que se trata de cierta manipulacién de relaciones de fuerza, bien para desarrollarlas en una direcciOn conereta, bien para blo- quearlas, 0 para estabilizarlas, utilizarlas, etc. [.] El dispo- sitivo se halla pues siempre inscripto en un juego de poder, y también siempre ligado a uno de los bornes de! saber, ‘que nacen de 61 pero, asimismo lo condicionan [..) en pi ‘mer lugar, es un conjunto resueltamente heterogénco que Intervenciones en psicologia social comunitaria * 37, incluye discursos, instituciones, instalaciones arquitect6ni- as, decisiones reglamentarias, leyes, medidas administrati- vas, enunciados cientificos, proposiciones filos6ficas, mora- les; brevemente, lo dicho y también lo no dicho, éstos son los. elementos del dispositivo. El dispositivo mismo es la red que se establece entre estos elementos. (Foucault, 1991: 121). Dispositivo mévil que potencia un encuentro de sabe- tes; los de la comunidad y los de los intervinientes, quienes, con alguna capacidad diferencial (de organizacién, tiempo, recursos, conocimientos cientificos), buscan tomar los pro- blemas en stu contexto. La tarea de abordar los problemas en el territorio es lo que les confiere el caracter de mévil, con lo que los dispositivos adoptan una particularidad de “patrulla” como son definidos en el Ambito sanitario. La palabra “patrulla” proviene de un verbo francés “caminar sobre el barro’, lo que sigue siendo una ajustada definicion también hoy dia, Existen pocas recomendaciones que se puedan exportar de un lugar a otro; es por esto que los dis- positivos han de ser locales y centrarse en las capacidades, las posibilidades y las prioridades locales. Desde una perspectiva académica cabe también pre- guntarse por el “lugar” de la intervencidn social como epi teme, es decir, por cémo se construye conocimiento en Ia linea temporal del a priori y el a posterior, También en el “mientras tanto” (Ulloa, 2012). Los saberes provie- nen de la prictica cotidiana, la intervencién se funda en el hacer y es desde alli de donde debe abrevar el conoci- miento y especialmente las preguntas a otros campos de saber. En esa construccién de conocimiento estara implica- dalla de-construccién de procesos de estigmatizacién, desde tun abordaje del padecimiento objetivo y subjetivo, Estara implicada también la recuperacién de la condicién socio- histérica del sujeto, de la capacidad de decidir y hacer, de apropiarse o de re-apropiarse. En tanto construccién social, Ja memoria sostiene la configuracién de identidades, de alli 378 » Intervenciones en psicologfa social comunitaria que en Ia recuperacién colectiva de la memoria y de los saberes de la comunidad se propicie un proceso de cons- truccién de otras subjetividades. Cuando decimos “comunidad” nos referimos a lo “en- comin” que tenemos. Un “en-comtin” que muchas veces tenemos que elucidar, ayudar a restablecer, ayudar a esta~ blecer. En este sentido la construccién de ciudadania, dispositivos de intervencién y los procesos de apropiacién re-apropiacién caminan juntos, superponiendo sus espa- cios. Es que al trabajar aspectos relacionados con la tensién entre sometimiento y emancipacién, la perspectiva critica ena intervencién abre posibilidades de resistencia y cons- truccién de libertad. De los Ambitos, momentos y modelos de intervencion CCualquierlugaresptoparahacerteato,inclusounteatro. Deciamos pérrafos arriba que “el acto fundador de una intervencién es la expresién de una demanda de un grupo, 1 de una conduccién, que debers ser identificado; esto es saber quién tiene el poder de originar la intervencién y permitir su desarrollo” (Lourau, 2001: 40). Demanda que se produce basicamente cuando una situacién ha devenido gravemente conflictiva en instituciones u organizaciones (publicas, sociales 0 privadas). Esto sucede cuando el gasto de energia psiquica necesario para sostener con éxito los ‘mecanismos de represidn o supresién, operando sobre el malestar generado, pone en insoportable tensién a toda la estructura, O cuando una autoridad, una agencia del estado, un equipo de trabajo, una organizacién deciden abordar lo que ellos identifican como problema-en-un-territorio, por cjemplo en relacién con una crisis o emergencia socio- ambiental, desastre o catéstrofe (inundaciones, terremotos, accidentes de todo tipo, incendios, etc.) en que los recursos Intervenciones en psicologia social comunitarla * 979 habituales resultan insuficientes para asistir a los afecta- dos. Decimos “en relacién con’ ya que estas situaciones tienen claramente un antes, un durante y un después, y en los tres momentos las intervenciones tienen especificidades ‘que seftalaremos mis adelante. En todos los casos se buscard establecer algiin tipo de acuerdo con algiin grupo u organizacién de la propia ins- titucién o del territorio que pueda sensibilizarse alrededor del problema identificado y decida asociarse para co-operar (Leale, 2005). Con estos actores sociales, que habitan el territorio material y simbélico en el que se desarrollaran las, acciones, se diseiiardn en forma conjunta los planes. Esa situacién/ problema que motiva el pedido de ayuda tendré que ser objeto de un proceso de elaboracién conjun- ta, que algunos denominan “construccién de la demands’. Demanda que se construye sosteniendo un lugar de respeto ante los solicitantes, reconociéndoles que son ellos quie- nes saben acerca de lo que sucede en su territorio. Tam- bién sostener un lugar de interrogacién para elucidar las creencias que determinan su percepcién de la realidad y que fundamentan sus pricticas. Bs habitual que los equipos que intervienen centren su actividad en la transmision de informacién con a ‘creencia propia’ que se cumple la activi- dad preventiva de esa manera, Cualquier conocimiento que se construya tendra que interactuar con comportamientos, emociones y prejuicios, y esa construccién requiere de una clara “actitud ética relacional’, ‘Un objetivo sera entonces transformar la realidad de cada uno de los grupos con un sentido emancipador, es decir, un espacio de construccién de experiencia trascen- dental (Agamben, 1978). Asi de una intervencién en escue- las o colegios pueden surgir interrogantes, inconvenien- tes y urgencias que trascienden la esfera institucional del campo de la educacién. Lo mismo ocurre con un hospital, donde el espectro de la intervencién pasa por Ia salud, Ia violencia urbana, institucional, las adicciones o la discrimi- nacién. Estas cuestiones muestran la necesidad de pensar 380 + Intervenciones en psicologia social comunitaria en escenarios complejos atravesados por multiples légicas, con la preeminencia de una u otra desde planos muchas ‘veces azarosos. ‘Como deciamos en la introduccién, los “lugares” en los que se puede intervenir son miltiples ~de hecho, casi todos aquellos en los que el sufrimiento aparezca-: en el campo de la educacién, de la salud, en Ta justicia, en movimientos sociales; en los problemas de los trabajadores, de la vejez, de los jévenes, en la niftez; en cuestiones de migracién, de discriminacién, la animacidn sociocultural, la enumeracién, podria extenderse atin mas. Desde hace unos afios, organis- mos internacionales y agencias del Estado (nacional, pro- vincial, municipal) han comenzado a incorporar programas y acciones para atender los danos psicolégicos produci- dos por la aparicién recurrente de desastres y emergencias socio-ambientales, Las experiencias y el saber construido al respecto recomiendan trabajar en los dos sectores de poblacién directamente concernidos: por un lado con afec- tados/damnificados directos e indirectos (familiares), y por otro con aquellos integrantes de equipos de asistencia y/o rescate que atravesaron experiencias de intensa carga emo- cional por la confrontacién con diferentes grados de dafios y lesiones o directamente con la muerte, Médicos, enferme- ros, bomberos que acudieron a asistir incendios, choques y accidentes viales, derrumbes, etc; 0 aquellos que, por estar en el momento de los sucesos prestaron colaboracién soli- daria, se pueden beneficiar de la posibilidad de elaborar esas cexperiencias traumiticas. En todas las circunstancias deberemos reflexionar y conseguir Ia mayor claridad posible sobre nuestras propias asunciones culturales y personales respecto a lo que vamos a encontrar y hacer. Uno de los objetivos —en todo tra- bajo, en particular en post-emergencias~ debe ser poner- nos tan cerca como podamos de las ideas de los afectados para maximizar nuestra capacidad de empatia y enriquecer nuestras formas de ver. Queremos que el mayor mimero posible de las preguntas que hagamos sean correctas, en Intervenciones en psicologia social comunitaria © 381 1 sentido de que detecten lo que aquéllos que respondan consideren importante o urgente, Las personas efectian siempre intentos de preservar lo que puedan de su for- ma de vida, por ello, es fundamental que las intervenciones se orienten potenciar dichos esfuerzos. Auto-organizacién, afirmacién (empowerment) trabajo y capacitacién, apoyo a las formas tradicionales de resolucidn de problemas y de sanacién...son, términos casi t6picos en el Iéxico del desarrollo social, y nos recuerdan que las personas no pueden recuperar comple tamente el control de sus vidas como meros receptores de caridad y cuidado (Summerfield, 1999: 59), El anilisis institucional fue una de las modalidades intervinientes precursoras en la historia de la psicologia y avanz6 en la construccién de modelos conceptuales, meto- dologicos y de herramientas de enorme importancia para el trabajo con instituciones, organizaciones, movimientos, empresas incluso privadas-. Lourau ha sido uno de los pensadores de referencia en este campo; ha planteado la tarea como una combinatoria de investigacién y accién en la que el interviniente-investigador no debe ni puede mantenerse al margen de su campo de investigacién sino que esté implicado en eso que investiga, y donde su mera presencia representa ya una intervenciGn implicada. Par- timos sabiendo que tenemos supuestos, ideas previas més ‘© menos fundadas sobre Ia escena a intervenir, y por lo tanto la implicancia deberd ser tenida en cuenta ala hora de trabajar, Lourau sostiene que en ver. de hacer esfuerzos para sofocar la subjetividad, la propia implicancia seré toma- da en cuenta también como objeto de estudio y se deberd considerar su fuerza relativizadora en el conocimiento. La implicancia sostiene un concepto ético de neutralidad. El profesional no est fuera de la escena, es parte de ella. Las palabras clave para Lourau son implicancia por un lado y autogestién por otro: 382 * Intervenciones en psicologia social comunitaria cl andlisis institucional esta ligado desde un principio a las, cexperiencias de la autogestién (..) lo instituido no es una ‘masa inmévil o petrificada, un blogue de poder y de alie~ nacién, Es (..) un movimiento dialéctico, un proceso; no es sélo reproduccién mecénica y fatal. En mi prictica profesio- nal existe un principio de esperanza, por eso me ocupo de Ia autogestiOn, que es un intento por cambiar las relaciones sociales. (Lourau, 2001: 125). El andlisis institucional le confiere al desorden otro estatuto. Hay un orden social, cuando no hay orden, algo falla en el sistema y la intervencién parece que debe seguir el camino para volver a encausar todo hacia el orden pri- mero, "Para los objetivos de la intervencién institucional en esta perspectiva, es menos interesante la rehabilitacién de los organismos sociales o el tratamiento de las disfun- ciones que poder interrogar acerca del sentido, la puesta en evidencia y elucidacién de lo que estaba oculto en los fenémenos intitucionalizados debico al juego de los intere- ses" (Lourau, 2001: 139), Desde esta perspectiva se hard mis hhincapié en el carfcter deliberado y des-ordenante de la intervencién que en el cumplimiento de funciones de adap- taci6n, regulacién y reduccién de tensiones. Abordar estos Ambitos de trabajo hace referencia a una visin del profesional diferente de la actualmente existen- te, con una propuesta de una psicologia que extienda su horizonte, del hospital/consultorio a la comunidad donde transcurre la vida con sus problemas. Para que esto suce- da se requiere: ~ Una nueva visién de la formacién y del reciclaje © capacitacién en servicio de los profesionales hacia una perspectiva comunitaria y preventiva; y ademas ~ Que aparte del conocimiento del campo especifico de intervencién, por la complejidad de los objetivos, conozcan y Sepan poner en prictica el trabajo en equipo, la colabo- racién y coordinacién, la comunicacién interdisciplinar e intersectorial. Intervenciones en psicologia social comunitaria + 983, En algunos paises (Espatia entre otros) se ha desarrolla- do como especialidad la psicologia de la intervencién social; alli, el Consejo Oficial de Psicélogos ha definido funciones, {nstrumentos y Ambitos de la intervenci6n psico-social que, atin con cierto sesgo tecnocritico, sefialan la importancia otorgada a este campo profesional Consideraciones ditimas, no finales La singularidad de cada situacién dispone que no haya dos intervenciones comparables. Las experiencias permitirin establecer algunas regularidades, sin embargo los proce- sos siempre serén diferentes. Tampoco nosotros seremos Jos mismos, En relacién con este “nosotros” es importante encarar las tareas en equipo de intervinientes para evitar el riesgo de ser fagocitados de alguna manera por la organi- zacion; por ejemplo, que el accionar sea neutralizado por los “establecidos o instituidos” existentes. Alain Badiou dijo que un hecho podfa ser considerado politico cuando creaba tiempo y espacio; cuando transformaba esas dos dimensio- nes de nuestra sensibilidad “que le otorgan estructura a las cosas que conocemos". Es decir, un hecho puede ser consi- derado politico cuando transforma el mundo. Una intervencién preventivista y promocional. de salud podria ser considerada en la misma linea? Un obje- tivo de propiciar subjetividades més auténomas, creativas y solidarias o de propiciar transformaciones en los colec- tivos con los que intervenimos zadmite aquella definicién? asta d6nde tendrfa que llegar una praxis interviniente? O tal cual lo hemos formulado, considerando objetivos de ta psicologta preventiva, zcules son los alcances y limites de tuna tarea en este terreno? Otra pregunta no menor zcuindo termina una intervencién?, ;cwindo cumplimos el tiempo acordado o pactado entre ambas partes? ,O cuando los pro- cesos de cambio han podido emerger del encuentro? Por 384 » Intervenciones en psicologia social comunitaria Lltimo, y a modo de un indicador del proceso, en esa inter- vencién se pudo producir un encuentro?; que tal vez sea una de las pocas cosas que nos permita decir que el trabajo realizado ha sido profundamente humano. Referencias bibliogréficas Butelman, I. (1991). “El andlisis institucional’, En El espacio institucional, Buenos Aires: Lugar. Carballeda, A. (2006). El trabajo social desde una mirada histé- rica centrada en la intervencién, Buenos Aires: Espaci Castoriadis, C. (1983). La Institucién Imaginaria de la Sociedad. Vol. I. Barcelona: Tusquets. = (2004), Elavancede ainsignificancia, Buenos Aires: Budeba, Fleury Teixeira, S. (1997). Bstado sin ciudadanos. Buenos Aires: Lugar. Foucault, M. (1991) La Voluntad de saber. Madrid: La Piqueta. = (1980). Microfisica del Poder. Madrid: La Piqueta. Galende, E. (2008) Psicoférmacos y salud mental. La ilusién de no ser. Buenos Aires: Lugar. 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