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LA VUELEA AL MUNDO SIN MAILETA Titulo ori LA VUELTA AL MUNDO SIN MALETA Emiliano Tardif, MSC José H. Prado Flores Séptima Edicién Agosto 2006 Dos Mil Ejemplares Puede imprimirse Raymundo Savard, mse Superior Provincial Imprimatur +Nicolds de Jesiis Cardenal Lopez Rodriguez Arzobispo Metropolitano de Santo Domingo Todos los Derechos Reservados Prohibida su reproduccién total o parcial sin la autorizacién de los autores Portada: The Image Bank / México Fotografia: Steven Hunt © 2006 Ediciones MSC AMIGO DEL HOGAR Calle Manuel Maria Valencia esq Max Henriquez Utena Apartado Postal 1104, Los Prados, Santo Domingo Teléfono: 809-548-7594 « Fax: 809-548-6252 E-mail: amigo hogar@amigodelhogar com IMPRESO EN LA REPUBLICA DOMINICANA PRINTED IN THE DOMINICAN REPUBLIC Contenido Primera Parte TOUR POR EL MUNDO 1 LA VUELTA AL MUNDO SIN MALETA 2.» AMERICA LATINA A- Brasil B- México C- Chile D-Reptiblica Dominicana Casa de la Anunciacién E- Paraguay F- Nicaragua 3- AFRICA A- Burkina Fasso 8B - Benin Ke D- Costa de Marfil 4- EUROPA... A-Holands B- Italia C- Francia D- Yugoslavia 5.- AUSTRALIA... 18, » B 30 33 36 44 48, 62 65 0 72 6.- LAS ISLAS REMOTAS .... wee ates Sennen 1B A-Isla Mauricio 8 B- Isla Reunién 81 C- Fidji 81 D- Ellice y Kiribati 82 Te GANADA ooo or oe . ene 8F Segunda Parte SEMINARIO DE VIDA EN EL ESPIRITU 1- EL AMOR DE DIOS on B 2. BL PECADO ee 110 3,~ LASAIACION EN CRISTO JESUS soon wenn 122 4 FEY CONVERSION... nn 136 A-laFe 12 B La Conversion 144 5 - DON DEL ESPIRITU ORACION cons oo 162 6 -LA COMUNIDAD co ae . owe TB 7. BNSENANOS AORAR 00s ons 173 A Enséianos a ore 173 B- Actitudes para fa oracion Ii 180 182 i quieres, puedes kimpianmes . 182 La oracién del ciego de Jer esti, hijo de David, ten compasion de mir 182 c- La oracién de las hermunas de Lizaro: Maestro, el que ti amas, est enfermo: 185 E- Renovacién de la oracién .. coco secre seen, 186 INTRODUCCION La Palabra de Dios no esta encadenada (2Tm 2, veloz por el mundo entero (Sal 147,15). Esta es la experiencia que hemos vivido en estos 20 afios de ministerio por 62 paises del mundo: la fuerza intrinseca que tiene la Palabra para convocar, convertir y trasformar al hombre y la so- ciedad. Palabra que, cuando se proclama con el poder del Espiritu, va acompaiiada de los signos, prodigios y milagros que el Sefior Jestis prometié. Sobre el corazén de cada discipulo resuena la gran comisién con- fiada por Jestis a los suyos: «Vayan por todo el mundo y praclamen Ja Buena Nueva a toda la creacién. Y estas sefiales acompafiarin a Jos que crean: en mi Nombre expulsarén demonios, hablaran en lenguas nuevas, tomaran serpientes en sus manos y aunque beban veneno, no les hard dafio; impondran las manos sobre los enfermos y se pondran bien (Mt 28,19; Mc 16,17-18) La Iglesia fue creada para proclamar las maravillas de Dios Pero esto no significa que sdlo debe recordar lo que ha sucedido en los capitulos anteriores de la Historia de la Salvacién, sino que esta llamada a escribir una pagina gloriosa el dia de hoy, manifestando todo el poder redentor de la muerte y resurreccion de Cristo Jestis La Renovacién Carismitica, que ya ha cumplido 25 afios de existencia en la Iglesia Catélica, comparte la misma misién: anun- ciar la muerte y proclamar la resusreccién de Jestis, hasta que él vuelva otra vez a este mundo ) ¥ corte Yo soy testigo del amor de Dios, que ha sido derramado en nuestros corazones por el Espiritu Santo que nos ha sido dado. A su impulso, tenemos la responsabilidad de ser testigos de Jo que hemos visto y oido, tanto para edificar la fe de los herma- nos como para impulsar ef ministerio de los que han recibido el encargo de proclamar la Palabra de Dios en la Iglesia. Estas paginas ofrecen una visién panordmica de lo que es y hace la Renovacién Carismatica primero viajaremos en las alas del Espiritu por algunos Continentes y paises, para después descubrir al catalizador donde radican la fuerza y la vitalidad de esta Renovacién: El Seminario de Vida en el Espiritu, que culmina con el Bautismo en el Espiritu Santo. Para que no sea sélo letra 0 teoria, cada capitulo va acompa- jiado con milagros y curaciones, realizados por el poder de Dios. No se trata tnicamente de admirarse y hasta detener una cierta envidia de lo que se describe; sino ante todo, convencernos por la fe, que eso mismo nos puede suceder a nosotros, Alin mds, que nosotros estamos lamados a ser canales del poder del Espiritu para instaurar el Reino de Dios, que es un Reino de justicia, gozo y paz en el Espiritu Santo. Que Dios haga brillar su Rostro en nosotros a través de estos testimonios, que muestran el amor y la misericordia de Jestis por todos los hombres, especialmente por los pecadores. Emiliano Tardif MSC Santo Domingo, Republica Dominicana 25 de marzo de 1994 PRIMERA PARTE TOUR POR EL MUNDO 1. LAVUELTA AL MUNDO SIN MALETA sacerdotal en Francia, sali para Bogota, via San Juan de Puerto Rico. Iniciaba asi un largo viaje de cuarenta dias, predicando la Palabra. Siguiendo la ruta del sol, dariamos la vuelta al mundo, Ievando la Luz del Sol de Justicia, que es Cristo Jesis, el Sefior. Llegando a esta hermosa isla caribefia, tuve la desagradable sorpresa de que mi equipaje no habia legado conmigo. Lo peor era que mi Biblia y mis notas para los retiros programados, estaban en la maleta extraviada. Me informaron que, por equivecacién, habian enviado mi maleta a Johannesburgo. Los pobres habian confundido San Juan de Puerto Rico con Johannesburgo, en Su- dafrica. Me pedian excusas, asegurandome que me fa remitirian enseguida a Bogota. Asi comencé el Retiro a 400 sacerdoies en La Ceja, Colombia, organizado por Mons. Alfonso Uribe Jaramillo. Confiando en que de un momento a otro apareceria mi equipaje, no compré nada, Alterminar el Retiro fui a investigar. {No habia Hegado! Enton- ces puse otro cable aclarando: «Urge enviar maleta Japém». Los empleados, muy seguros, me prometieron: «Su maleta fo estara esperando en Tokio cuando usted Ilegue. No se preocupen. Confié ingenuamente y volé a Guadalajara, México, donde mis amigos Pepe y Beatriz Urrea, me regalaron una pijama y al- gunas cositas. Alli me reuni con mi compajiero con el que juntos habriamos de evangelizar alrededor del mundo. De Guadalajara volamos a Los Angeles, donde por poco perdemos el avion. Lo E: agosto de 1985, después de haber predicado un Retiro 9 mas divertido fue que durante el largo viaje de once horas a To- kio, exhibieron una pelicula que trataba de una maleta extraviada. Para colmo, al cruzar la linea del tiempo, ademas de mi equipaje, habiamos perdido también un dia En cuanto [legamos al aetopuerto de Narita, pregunté por mi maleta. Tampoco habia Hegado. Entonces envié otro cable: «Estoy Japén. Necesito urgentemente maletan. ‘Nos esperaba un buen Misionero Redentorista, que después de los fiaternos saludos, y con la caracteristica delicadeza orien- tal, nos dijo: «No queremos abusar de ustedes, pero les vamos a pedir un favor. Un numeroso grupo de carismaticos esta reunido en el aula de la Universidad Sofia y espera una conferencia esta misma tarde. Si ustedes pueden, se lo agradeceriamos mucho», Yo hubiera preferido una habitacién para descansat, pero acep- tamos con gusto su invitacion. En la Universidad habia una gran asamblea, con delicados cantos y oraciones muy ungidas. Se dio un mensaje en lenguas, el cual fue interpretado en japonés. Nunca supimos la diferencia, ya que no entendimos ninguno. Vino entonces el momento de mi participacién, Mas que una conferencia, ofreci una vision panoramica de como e! Espiritu Santo esta renovando la faz de {a tierra Luego salimos para Osaka en el famoso tren bala, para im- partir un Retiro sacerdotal. Llegando, pedi prestada una Biblia y comencé mi charla, basindome exclusivamente en ta Palabra de Dios y no en mis apuntes extraviados. Escogt el texto del envio de los discipulos: «id proclamando que el Reino de los Cielos esta cerca. Curad enfermos... expulsad demonios... No os procuréis oro, ni plata, ni alforja para el camino, ni dos tdnicas, ni sandalias, ni bastén...». Nunca habia predicado con tanta seguridad este pasaje, ya que era lo que estaba viviendo. Los misioneros reaccionaron muy favorablemente a la pro- clamacién del Evangelio. Nosoiros no expusimos grandes temas doctrinales, sino que presentamos a Jestis vivo, y que la evan- gelizacién del mundo sdlo es posible con el poder del Espiritu Santo. Al final, el Obispo emérito de Fukoka exclamé: «Esta es 10 la solucion para la evangelizacién en estas tierras: presentar la persona misma de Jesus. Los misioneros intentan entrar al pueblo japonés por la cabeza y se olvidan de que el Espiritu Santo entra por el corazon. Lo que importa es ‘hacer presente la maravillosa persona de uno que fue capaz de morir por nosotros, pero que al tercer dia resuciton. Por las noches ibamos a una iglesia para la celebracion eu- caristica, dentro de la cual teniamos oracién por los enfermos. Sin embargo, cuando solicitébamos que se identificaran quienes habian sido bendecidos por una gracia o curacién fisica, nadie lo hacia. El Padre Jean Pancrech nos advirtié: «Los japoneses no responden al instante, ni hay que forzarlos, porque no lo haran. Es mejor esperam. Efectivamente, unos meses después recibimos un pequeiio folleto publicado por el Padre Jean, donde habia recogido nombre, direccién y teléfono de 38 personas curadas, que correspondian a 39 palabras de ciencia. «Solamente la curada de lepra va lenta en su recuperacién», terminaba. Regresamos a Tokio y, por supuesto, fai a buscar mi maleta, La habian remitido a Madrid, para enviarla a Tokio al dia si- guiente. Molesto, escribi otro mensaje: «Enviar inmediatamente maleta Taipei. De Japon volamos a Taiwan, donde pasamos ocho dias muy interesantes en este pais que tiene una gran sed de Dios. A pesar de ser uno de los centros més importantes de la economia asiatica, ha caido en un materialismo esclavizante. En este desarrollado pais de Taiwan la vida espiritual no progresa al mismo ritmo que la industria. Aqui se trabaja siete dias a la semana, pero se siente la ausencia de Dios, a pesar de los cientos de templos paganos. Sin embargo, alli Jestis daba prueba de que no hay otro Nom- bre dado a los hombres por el cual podamos ser salvados, tanto en la catedral de Taipei como en Shin Shu y otro pueblomds al sur, de cuyo nombre no puedo acordarme. Varios recobraron la vista. Una sefiora dejé su bastén y comenzé a caminar. Otras dos personas se quitaron sus aparatos auditivos, pues ya escu- chaban perfectamente. En Taiwan también Jestis es el Mesias y se manifesté como tal. I Es triste que la Iglesia Catdlica no signifique mucho en este ambiente Pero cuando les presentamos el Evangelio con el pader del Espiritu, ellos vienen y se quedan, pues han encontrado a un Jestis que esta vivo y esto si es significante para cualquiera Yo habia pensado que estos signos carismaticos eran mas necesarios en los paises pobres y subdesarrollados. Ahora me convenzo que son igualmente indispensables en los paises materi lizados por el progreso, pues se vive en el ateismo prictico, de quien cree no precisar de Dios, porque tiene industria y progreso. Sin embar- go, el problema no es de ellos, sino de quienes les anuncian el Evangelio. La pregunta para todo misionero debe ser: ,Estamos presentando un Evangelio completo, donde se manifieste el poder de Dios, 0 solamente un mensaje que se reduce a un recuerdo hist6rico de lo que pasé hace dos mil afios en Galilea y Jerusalén? {Qué razén tenia San Pablo cuando decia a los Tesalonicenses, que les habia anunciado el Evangelio no sdlo con Palabras, sino también con Espiritu Santo y con poder! (1 Tes 1,5). Hasta el diitimo dia que permanecimos en Taipei, estuve espe- rando mi maleta, que cada dia se hacia mas famosa en los faxes y teletipos. Por fin, en el momento de muestra salida, volvimos a poner el iltimo mensaje, para que me la enviaran directamente a Santo Domingo. Ya no me interesaba seguir preocupado por ella. Preferi que la regresaran a mi casa, a donde habria de Hegar dos semanas después. Tomamos el avién y volamos a Hong Kong y de alli a la China comunista. Teniamos seis dias libres y queriamos apro- vecharlos. En Hong Kong todo estaba tan barato, que compré las cosas mas necesarias, ya que mi maleta no lavolveria a ver durante el resto del viaje. China conumista nos parecié misteriosa y pobre. El paraiso comunista no ha sido instaurado todavia en esos lugares. En verdad que si el Espiritu Santo no renueva la faz de la tierra, no hay modo alguno de instaurar la justicia y la paz en este mundo. Con raz6n afirma el salmista: Si el Sefior no construye la casa, en vano se cansan los constructores: Sal 127,1. Nuestra oraci6n en esos lugares, era: «Ven, Sefior Jestis, con el poder de Pentecostés. Maranatha». 12 Desgraciadamente, hicimos mal los calculos econémicos y al tercer dia nos quedamos sin dinero. Ya no teniamos para comer ni para pagar los tres tiltimos dias de hotel. Entonces recurrimos al directorio telef6nico y encontramos a los Misioneros de Gua- dalupe, una Congregacién mexicana que tiene trabajo pastoral en Africa y ef Oriente Ellos nos acogieron muy amablemente, Una vez mas vimos cumplida fa promesa del Sefior, de responder a todas nuestras necesidades De Hong Kong seguimos a la India. Pasamos ocho dias en Bombay, donde predicamos a distintos grupos catélicos de la Renovacién Carismatica una semana recorriendo esta inmensa ciudad de ocho millones de habitantes, de los cuales mas de un millon duerme en la calle o en las plazas piiblicas. (Qué po- breza en la India! Por otro lado, qué riqueza de fe entre los 18 millones de catélicos del pais. A pesar de los muchos problemas econdmicos, el desarrollo de la fe es evidente. La Iglesia tiene una visién misionera y, habiendo tantas necesidades locales, est enviando misioneros a otros Continentes. Alli esta el secreto de su progreso espiritual, Comparten su pobreza y su riqueza con otros. No piensan solamente en los pocos convertidos, sino en los millones que todavia no escuchan el mensaje de salvacion y sacrifican sus sacerdotes y laicos comprometidos para enviarlos a predicar en otros jugares de misién. Tan sélo las Hermanas de la Caridad de la Madre Teresa de Calcuta, tienen mas de mil quinientas religiosas en el pais y otras mil fuera, Comparativa- mente con el niimero de catélicos, hay muchas vocaciones en Jos seminarios. Esa semana fue suficiente para hacemos ver algo de la vitalidad de la [glesia en la India Durante el ultimo ministerio de sanacién en la iglesia de Nuestra Sefiora, el Sefior sané a un sefior que caminaba difi- cilmente con dos muletas. Yo pedia que se identificara, pero tenia miedo, porque era musulman, Durante la oracién, dejé sus muletas y comenzé a andar por el pasillo central de la iglesia. Subié hasta el presbiterio y, con la voz entrecortada de emocién, se excusaba: «Pero, yo soy musulman...», como si se sintiera 13 culpable de recibir una sanacién en un culto catélico. Le contes- té: «No te preocupes. Dios es Padre y te sana por la intercesién de Jesucristo. Dios te ayuda a descubrir que Jesiis es el Hijo de Dios y ef Salvador del mundo». Luego fuimos a predicar a la Isla Mauricio. Estabamos exactamente del otro lado del mundo. A pesar de encontramos en las antipodas, nos sentiamos en casa, debido a la extraordi- naria amabilidad de los hermanos, especialmente de su Obispo. Predicamos tres dias de Retiro espiritual para los catélicas que celebraban el décimo aniversario de la Renovacién Carismatica, Al final, la asistencia pasaba de 10,000 personas. Alli fue donde palpamos més sanaciones fisicas y mas fervor en la asamblea. Durante la Misa de clausura, presidida por el Obispo, anun- ciamos que un cojo estaba siendo curado Timidamente y con paso tambaleante, aparecié un hombre que levantaba su baston y arrastraba lentamente sus pies. Cuando Hegé al estrado, le quisimos ayudar a subir los siete escalones, pero él se negé y lo hizo solo, ante la admiracion de todos, Era un hombre de 68 afios, que tenia mucho tiempo sin poder caminar sin bastn, Alabé a Dios con gran emocién y bajé sin ayuda de nadie. En cuanto descendié la escalera, tird su baston al suelo y comenzé a correr;, si, a correr por el pasillo central, ante los aplausos y lagrimas de los asistentes. Literalmente se repitio lo que San Lucas nos cuenta de aquel paralitico sanado frente a la Puerta Hermosa: que comenzé a andar, brincar y alabar a Dios (Hech 3,8). Después se levant6 otro cojo, luego otro y otro més. Al final teniamos ia impresién de asistir a una carrera de cojos Era Jestis que volvia a decir a su pueblo: «Para que los hombres sepan que el Hijo del hombre tiene poder en la tierra para perdonar los pecados, levantate, toma tu camilla y vete a tu casa : Mc 2, 10-12 Terminamos el Retiro y nos llevaron al aeropuerto, pasando. antes a orar por unos enfermos. Después de documentar nues- tro equipaje, entramos a la sala de espera, pensando que por fin descansariamos un poco, pero alli nos descubrieron otros 14 pasajeros, e inmediatamente hicieron fila para que oréramos por ellos. La gente se extrafiaba al ver las dos filas de personas que nos persegufan, Tomamos el avidn, que hizo una breve escala en la Isla Reunion, en donde jamas habiamos estado. Bajamos y nos sor- prendié escuchar nuestros nombres por el sonido del aeropuerto. Sin explicarnos de qué se trataba, pidieron nuestios pasaportes y un policia nos escolté hacia afuera del aeropuerto. Sabiendo que nuestro vuelo hacia escala en esta isla perdida en el Océano Indico, una familia se las habia ingeniado para «raptarnos,» con la intencién de que oréramos por su hijito que estaba en silla de muedas. Llegamos a Paris al dia siguiente, después de un vuelo de 16 horas. Nuestro viaje mas largo, hasta la fecha, A pesar de tanta fatiga, me animaba pensar que San Pablo sufrié muchas mas incomodidades y problemas para llevar el Evangelio de Jesis. En Paris teniamos un encuentro con mas de 4,000 personas en la iglesia San Francisco Javier. Hubo también ministerio de sa- nacién con muchas bendiciones del Seftor. Pero qué diferencia con lo que habiamos visto en Isla Mauricio y en la India! ‘Todo estaba tan controlado, que las sefiales que nos da el Sefior para acompafiar la evangelizacidn, se apagan por cierta mentalidad cartesiana que no favorece en nada la renovacién de la fe. Allino se ve la espontaneidad del pueblo de Israel que grita: «;Hosanna al Hijo de David!», cuando el Sefior manifiesta su gloria con signos y prodigios. Mas bien se siente cierto espiritu critico, que no pertnite al pueblo sencillo dar testimonio de las maravillas del Sefior Por algo nos decia un dia e] Cardenal Renard: «La Iglesia es un Pentecostés permanente y no una racionalizacién permanente». En Paris me separé de mi compafiere. Yo segui para Santo Domingo y él a Roma. Llegué a la Republica Dominicana 40 dias después de haber salido. Habia dado la vuelta al mundo en la mitad del tiempo que Julio Verne. En las alas de! Espiritu se viaja mucho mas répido. Al llegar a casa me encontré con 15 mi vieja amiga, la maleta perdida, A la puerta de mi habitacién me esperaba sonriente, mientras que parecia presumirme: «yo anduve por muchos paises que tt no conoces» Yo soy testigo que hoy se puede cumplir el mandato de Cristo Jestis, dé ir por el mundo sin maleta. Los discipulos de Jestis podemos recorrer la tierra entera solo confiando en ja Palabra de Dios. Curiosamente, nos sucedié otro incidente unos meses des- pués, con mi mismo compaiiero mexicano. Después de un Retiro sacerdotal en Los Teques, Venezuela, el Sr. Arzobispo nos trajo en su automévil directamente al Estadio de Caracas. Dejamos nuestras maletas en el auto, suponiendo que seria un lugar seguro y ademas bendito En el Estadio se reunian 12,000 personas para escuchar la Palabra del Sefior. Fue una jornada gloriosa e inolvidable. E} Se- fior hizo sanaciones desde el momento de proclamar su Palabra, antes de hacer la oracion por los enfermos. Alli entendi que los signos son acompafiantes de la Proclamacién de la Palabra y no consecuencia de nuestra oracién. SY Pero al salir, cul va siendo nuéstra sorpresa. Los ladrones habjan seleccionado el auto episcopal para obtener santos recuer- dos, llevandose todo nuestro equipaje. Mi maleta, que sobrevivi6 una vuelta al mundo, desaparecié con mi maquina de escribir y todo cuanto habia comprado en Hong Kong, Lo mas valioso que perdimos no fue ninguna cosa material. Ni siquiera mi pasaporte o mi cartilla de identidad, sino una carpeta donde se encontra- ban 50 testimonios para nuestro préximo libro. Yo los habia seleccionado cuidadosamente y los trafa para entregarlos a mi amigo con quien escribo los libros. Entonces le dije al Sefior: «Si tu quieres que escribamos ese libro, tendrs que hacer mas milagros y curaciones. Los testimonios se pueden perder, pero ti no te puedes perder». Otra vez el Sefior nos desprendia de todo, para no depender sino de El, Dios nos quiere libres de todo apego y seguridad humana o teligiosa. En verdad que cuando el Sefior es nuestro 16 f Pastor, nada nos falta. Las cosas no son tan necesarias como lo crefamos. Los planes del Sefior son maravillosos, pues nos en- sefia a caminar sobre las aguas, dependiendo sélo de su Palabra que nos dice: Vayan por todo el mundo y proclamen la Buena ‘Nueva a toda la creacion: Me 16,15 iQué razén tenia el Sefior al enviarnos sin tunica, sandalias ni dinero! Se vive en la confianza de su amor y la dependencia de su fidelidad. Se puede dar la vuelta al mundo sin maleta, y hasta sin visa ni pasaporte. Cuando tenga que hacer el viaje definitivo a la Jerusalén celestial, no cargaré maleta ni pasaporte La Palabra de Dios es Espiritu y es vida (Jn 6,63) que nos sefiala no sdlo lo que debemos hacer, sino también como rea- lizarlo: La mies es mucha y los obreros son pocos. Rueguen, pues al Duefio de la mies que envie obreros a la mies Vayan y miren gue los envio como ovejas en medio de labos. No lleven bolsa, ni alforja, ni sandalias. Curen tos enfermos que haya en las casas y diganles: El Reino de Dios estdé cerca: Le 10,3 9-10 7 ( 2.- AMERICA LATINA £1 Continente latinoamericano es grande y contrastante. Junto a las grandes riquezas, existe la penuria, Los corazones més generosos los he encontrado en estas tierras, donde la miseria y la generosi- dad se dan la mano. En estos pafses pobres econémicamente pero ricos en su fe, constato el amor sin medida de Dios, que ama a sus hijos y trabaja en ellos para instaurar en este mundo un Reino de justicia, gozo y paz. ‘América Latina ha sido Hamada con razén, el Continente de la esperanza. Lo que Dios esta realizando en estas latitudes, es signo y esperanza del plan de salvacién para toda la humanidad Evangelizada hace 500 afios, tiene el reto de vivir y proclamar una nueva evangelizacién, nueva en ardor, nueva en métodos y nueva en expresiOn. Pueblos que han tejido juntos su historia, sus culturas y sus an- helos con el hilo de la Palabra de Dios, pata construir el Reino de Dios, mediante la Predicacién, que lleva a la conversi6n personal, comunitaria y social, La transformacién de nuestro mundo es obra del Espiritu Santo, que renueva la faz de la tierra. Muchos, por variadas vias y sistemas, prometen la liberaci6n y la instauracion de Ia paz y la justicia en este mundo, A otros les parece que la simple predicacin del Evangelio no cambia las cosas, Sin embargo, nosotros repetimos con San Pablo: Yo no me avergiienzo del Evangelio, que es fuerza de Dios para la salvacién de todo el que cree Rin 1,16. Aunque podriamos referimos a cada pais del Continente, hemos tenido que seleccionar slo unos cuantos, pata offecer una vision sin- tética de lo que acontece en estas tierras tan bendecidas por Dios. 18 \ A- Brasil EI Sefior nos envid de dos en dos. Por eso, siempre procuro ir con otro hermano evangelizador. Asi nuestros carismas se complementan y podemos manifestar que la obra evangelizadora no es de una persona, sino del Cuerpo de Cristo. Mi compafiero de predicacién hizo el siguiente reportaje: Comenzamos nuestro trabajo en la ciudad de Campinas, Sao Paulo, con dos predicaciones en la Parroquia de Maria Auxilia- dora, La grande iglesia, siendo dias laborables, estaba comple- tamente llena. jQué sed tiene la gente de escuchar el Evangelio! En muchas partes, el pueblo no va a Misa ni los domingos; sin embargo, cuando presentamos a Jestis vivo, el problema es que las personas no caben ni en los grandes locales ni en los estadios. Era impresionante ver las calles Ilenas de autobuses que traian mantas, sefialando los lugares y ciudades de donde venian. ;Mu- cha gente habia recorrido mas de 500 kilémetros! El fin de semana estuvimos en la capital del Estado, Sao Paulo, donde se organizé un Congreso para 15,000 perso- nas. El sabado predicamos el amor de Jestis y el proceso de curacion de Maria Magdalena. En el momento en que el animador daba los avisos para comenzar el almuerzo, una sefiora que habia entrado con mu- letas, las levantaba bien alto y daba gloria a Dios paseandose por el pasillo central. Todo el estadio exploté en aplausos y alabanzas al Sefior. La sefiora subié por su propio pie los escalones del estrado y dio su testimonio. Tenia varios afios sin poder caminar. Bajo llena de alegria, mientras cantabamos repitiendo las palabras del paralitico de la Puerta Hermosa: «EL fue andando, brincando y alabando a Dios». Entonces se puso a bailar con todo mundo. A pesar de que tenia unos 68 afios, parecja una quinceafiera con la que todos querian bailar. En la Misa por los enfermos, el Sefior le abrié los oidos a la hermana Geralda, del Colegio Sin, donde habiamos predi- cado el viernes por la noche. Ella misma nos habia atendido 19 y el Sefior la bendijo. {Qué razon tenia Jestis cuando afirmd que ni un vaso de agua dado en su Nombre se quedaria sin recompensa! Por la noche del domingo, regresamos a Itaici, donde estaban reunidos mas de 200 sacerdotes para un Retiro. Ha sido una de las experiencias mas hermosas de toda mi vida. En un fértil valte, con una belleza natural impresionante, se encuentra esta casa de retiros, Se respira un ambiente de sencillez, reflejo de lanaturaleza que nos rodeaba. Todos los sacerdotes estaban abiertos y deseo- sos de ver la gloria de Dios. No hubo discusiones ni barreras. Al alabar a Dios, todos lo hacian sin respetos humanos. Los cantos en lenguas se extendian por varios minutos, la profecia era normal y las curaciones abundantes. Todo culminé con una noche de adoracién eucaristica donde hubo tantos bellos testimonios que no podria contarlos. Solamente repetité el viltimo de ellos: Habiamos presentado el tema del perdén incondicional de Jestis para con la mujer adtiltera (In 8,1-11). Entonces, un sacerdote se levanté, se puso ai lado del altar donde estaba expuesto el Santisimo y dijo: Yo no queria hablar, pero la culpa la tiene él -dijo, sefialando la custodia sobre el altar-. Desde muy pequefio he suftido un terrible y constante miedo a no ser perdonado por Dios, y pasar la eternidad en el infierno, Esto siempre me ha angustiado y me ha hecho una persona triste. Tengo 27 afios de ordenado y me ha perseguido esta terrible pesadilla. He vivido tan atormentado por la obsesi6n de no ser perdonado, que no sé lo que es la fe- licidad. Sin embargo, hoy entendi que de nada me serviria ir al cielo, si yo no amara a Dios con toda mi alma y con todas mis fuerzas; que lo mas importante era amarlo con todo el corazén, donde fuera. Hoy, el Sefior me ha seducido y yo me he dejado seducir, Lo amo tanto, que no podré dejarlo de amar por toda 1a eternidad. No les digo que estoy seguro de su perdon. Estoy seguro de su amor y del mio, y tengo una paz maravillosa. El amor que Dios me tiene y el amor que ahora experimento por él, han expulsado las sombras del miedo, 20 Luego, dirigiéndose a Jestis en la custodia, le afiadié: «Ahora te lo digo, y ti sabes que lo hago sinceramente: aunque no me perdones, te amo. Y si me condeno, te segui- ré amando. Es mas, si hoy ti me envias al infierno, ni alla podria dejarte de amar Gracias por tu amor que me hace experimentar la paz profunda y la alegria de mi coraz6n, por primera vez en mi vida». Al terminar, la mitad de los sacerdotes estaban tlorando, mientras el ministerio de musica entonaba un canto brasilefio que dice: «Estoy loco de amor por ti». Habia sido curado de su miedo de ir al infierno. El amor habia expulsado todo temor, Al dia siguiente se me acercé un sacerdote, que me comen- t6: «Durante el testimonio de ayer, me senti muy incémodo, pues me puse a analizar lo que el padre estaba expresando y encontré varios errores teolégicos. Sin embargo, la noche entera estuve pensando en aquel canto: «Estoy loco de amor por ti», y comprendi que el padre estaba embriagado del amor de Dios, y que cuando Dios se manifiesta, las palabras no aleanzan a expresar lo que sucede.»» En la oracién de curacién interior percibi cuanto amor, comprension y oracién necesita el sacerdote, pues como todo ser humano, Hleva grandes heridas que le incapacitan para ser lo que quiere y lo que Dios le pide. Parafraseando a San Pablo, afirmaria que donde abundan las gracias de Dios, sobreabundan carencias y limitaciones. , Sera para hacernos recordar el Sefior que Ja obra es suya, y que su poder se ma- nifiesta perfecto en nuestras limitaciones? Lo cierto es que el Sefior sigue depositando grandes tesoros en vasos de barro. Entre mayor es la misién de una persona, se le presentan mas obstaculos en el camino. Por eso no se puede juzgar ni condenar a un sacerdote cuando cae, porque nadie sabe lo que ha tenido qué ltchar para no sucumbir antes, Lo que necesita es la mano del amigo que lo ayude a levantarse, pero sobre todo la fuerza de Dios que lo sane. 2h Luego estuvimos en Rio de Janeiro, donde por primera vez se abrian las puertas de la Catedral a la Renovacién. Estaba completamente Hlena con 14,000 personas aquella calurosa tarde con 42 grados centigrados. Mientras predicaba el Padre Emiliano, entraron por el pasillo central cargando a una sefiora que no podia mover sus pies. De tal manera era !lamativo el espectaculo que hasta suspendid el tema unos segundos, pues todo mundo se distrafa. Luego tuvimos la Eucaristia, y a la hora de la Comunién, antes de la oracién por los enfermos, esta misma sefiora se levanté por su propio pie y subié al presbiterio para dar su testimonio. Se llamaba Maria Oliveira y tenia 47 afios. Desde hacia cinco afios no habia podido dar un paso por si misma. El Sefor la habia curado completamente, jantes de la o1acidn por los enfermos! La actistica de la Catedral era pésima. La gente a veces ni nos entendia. Pero a la hora de Ja oracién por los enfermos, el Sefior sf escuché nuestras peticiones. Era algo exagerado. Habia mas de cien testimonios Una persona que no podia hablar, ley la Biblia delante de todos. Un nifio que no podia caminar, daba sus primeros pasos delante de las cmaras de la televisién nacional. Fue algo tan impresionante que al dia siguiente los periédicos mas importantes de la ciudad, algunos en primera plana, hablaban extensamente de los milagros y las curaciones en, fa Catedral. Los medios de comunicacién fueron a entrevistarnos, pero nosotros ya habiamos volado a Belo Horizonte, donde en el momento de la Eucaristia presidida por el Obispo, cuando él decia: «Derrama, Sefior, tu Espiritu Santo sobre estos dones», una sefiora que estaba hemipiéjica fue sanada, El Sefior no se esperd a la oracién por los enfermos despues de la Comunién, sino que al invocar su Santo Espiritu sobre los dones que nos representan en la Eucaristia, sand a esta mujer. Hoy vimos cumplido lo prometido pot el Sefior: Antes de que llamen, yo responderé, aiin estardn hablando y yo les responders: Is 64,24 22 B.- México Mons. Catlos Talavera, Obispo de Coatzacoalcos, México, fue quien primero me invité a predicar a sacerdotes. En aquel momento. para mi fue muy extraiio salir de mi regién tropical, la cual muchas veces recorri a caballo, para viajar por todo el mundo. Por eso, le guardo un carifio especial a México, tierra de volcanes. Aqui se aparecié la Virgen Maria de Guadalupe dejando un maravilloso mensaje evangelizador. Fue ella la que nos dio a Jestis y quien, desde su casita del Tepeyac sigue evangelizando centrindonos siempre en la persona de su Hijo. Después de un Encuentro Carismatico en la ciudad de To- rredn, el Padre Victor Manuel Frias escribia en «El Sol de La Laguna»: Hambre de Dios: Como un instrumento evangelizador que no pretende otra cosa que proclamar la Buena Nueva de Jestis, la Reno- vacién Carismatica atrae multitudes, no por los milagros y sanaciones, sino porque la gente tiene hambre de Jestis. En estas reuniones no s6lo se habla de Jestis, sino que él mismo se muestra con poder y misericordia, 15,000 personas se han reunido para escuchar la Palabra de Dios, proclamada con el poder del Espiritu por el Padre Emiliano. Por su parte «Vanguardia», de Monclova, titulaba: «Cerca de veinticinco mil almas abarrotaron el Estadio Monclava y vivieron un encuentro personal con Cristo» Mas de veinticinco mil catdlicos del norte y centro de México se unieron en la comunién con Cristo. «Vivimos un tiempo maravilloso, El Espiritu Santo esta renovando la Iglesia. Hemos visto con nuestros propios ojos, ciegos que recuperaron su vista, mudos que hablaron y miles de muertos del alma que resucitaron a la Vida Nueva. Esta es la gran resurteccién que Jestis da a su pueblo», expresd en su mensaje el Padre Tardif, durante la Misa del domingo al mediodia Ante miles de catélicos, el Padre Tardif expuso que «no necesitamos de un nuevo Evangelio, sino de una nueva evange- lizacién; nueva en su ardor, nueva en su expresin y nueva en sus métodos». «Este tercer encuentro ha resultado una gran experiencia. La participacién de la gente crece cada vez més, y espera- mos que el fortalecimiento de la fe en la Iglesia traiga como consecuencia la sanacion en las relaciones», dijo el Padre José Luis Ortiz. «Podemos decir que toda la gente ha tenido, en esta reunion, un encuentro personal con Jestis vivo. «El Sefior ha hecho grandes cosas con nosotros y nos sentimos alegres», finaliz6. Dos dias después, el mismo periédico afirmaba: «Ante losaténi- tos ojos de més de veinticinco mil catdlicos asistentes, enfermos de pardlisis cargaron susilla de ruedas y subieron caminandoalestrado, sordos recuperaron el ofdo, mediante la enorme fuerza de la fe» Maria Magdalena Castaiieda Pérez, reportera de «El Occidental» de Guadalajara, titulaba su relato: «Evocando las curaciones que Jess, realizara hace dos mil afios, el Padre Tardif or por los enfermos desahuciados que, al instante, se vieron curados de sus males» Y los milagros sucedieron otra vez... Los paraliticos ca- minaron y abandonaron sus sillas de ruedas, para sorpresa de los presentes. Los ciegos vieron, los sordos oyeron, y muchas personas mas se levantaron emocionadas de sus asientos, para anunciar que en esa reunién de oracién, Dios los habia sanado. ‘Un viento suave y fresco paseaba inquietamente por entre los arboles, mientras la voz firme y pausada del Padre Emilia~ no Tardif, mencionaba una a una las curaciones que el Sefior Jesis realizaba en esos momentos entre los presentes. En tanto voces entrecortadas por la emocidn aseguraban «jveo, veo!» Otros més afirmaban: jyo camino!». Todo aquelio nos internaba en los pasajes de la Escritura, pero no como lectores, sino como actores y testigos. 24 De mirada serena y ojos azules, vistiendo un traje obscuro y una camisa azul cielo con su caracteristico alzacuello ro- mano, el Padre Tardif explica; «Hoy acontecen los mismos milagros que hace 2000 afios, porque jJestis esta vivo! .. Y ain no hemos visto nada, porque la etapa de evangelizacion apenas comienza. Nos esperan grandes maravillas». En una reunién para celebrar el vigésimo aniversario del surgimiento de la Renovacién Cristiana en el Espiritu Santo, el Padre Tardif, ademas de ofrecer una vision panoramica de la evolucién que ha tenido este Movimiento, ord por los enfer- mos que alli se encontraban ¢ invité a los presentes a alabar y confiar en Dios, «pues E en estos dias est4 haciendo grandes maravillas y renovando los dones y carismas en su Iglesia», Algo que llamaba la atencién, era cuando el Padre Tardif, ‘con sus ojos cerrados, anunciaba las sanaciones y la ubicacion de las personas a las que se referia. En una de estas ocasiones dijo: «En estos momentos, el Sefior Jesiis esta curando a tres personas de su vista; dos estan al frente y otra detras de mi Parense por favor». Acto seguido, estas personas se pusieron de pic y gustosas sefialaron que se trataba de ellas. «Y ahora, el Sefior esté curando a muchas personas enfermas de sus rodillas, que no las podian mover bien». Al Jocalizarlas, los enfermos no s6lo recuperaban su flexibilidad, sino que hasta se hincaban alabando a Dios. La tarde se fue y el sol dejé un resplandor de luz en el cielo. Aparentemente nada habia cambiado, pero todo era diferente, porque algunas personas se iban caminando por su propig pie, otras volvian a descubrir los colores o la musica, y muchos mas simplemente sentian paz. Aunque hay quienes afirman que estos acontecimientos «son char- lataneria, o producto de la imaginacién», los hechos ahi estan... Como muestras quedan las sillas de ruedas vacias, ojos que ya ven y el sinfin de testimonios que sostienen muchas personas. Si el Evangelio se repite hoy, no es culpa del Padre Tardif. La unica explicacién es porque Jestis esta vivo en medio de nosotros wD & Todos estos dones son para edificar y evangelizar, «por- que estamos en una etapa en la que Dios esta reforzando la evangelizacién. El nos hace un llamado muy fuerte a la conversién, porque existe mucha corrupcién, ateismo y perdicién», Prueba de que «estamos viviendo una primavera de la evangelizacion, es observar con qué hambre y sed la gente busca a Dios», coments el entrevistado al referir el interés suscitado por estos encuentros. Esto es bueno, advirtié el Padre Tardif, porque aunque es cierto que atin esta lejano el fin del mundo, también es verdad que ya estamos al final de Jos tiempos de la misericordia de Dios en los que El purificara a la humanidad. Para estar bien repatados y enderezar nuestras vidas, nos manda su Espiritu «E1 Sol de La Laguna» publicé un articulo especial, titulado: «La Renovacién Carismatica fortalece al Catolicismon: «La oracién es la fuerza del hombre y la debilidad de Dios», repitié varias veces cl Padre Emiliano. Al ser entre- vistado en el marco del Quinto Encuentro de la Renovacién Cristiana, que se lleva a cabo, sefiald que esta corriente avanza y se fortalece. El Padre Tardif describe la Renovacién Carismatica como «una renovacién de la fe, que nacié dentro de la Iglesia Catélica después del Concilio Vaticano II y fue reconocida por Pablo VI. No tiene fundador, porque el mismo Espiritu Santo ia ha suscitado. Actualmente esta presente en 140 paises del mundos Recordando las palabras de Juan Pablo II, el entrevistado advirtié que entre las ventajas que ofrece esta Renovacién Carismatica, se encuentra que enseiia a los creyentes a orar y ofrece un remedio excelente contra la invasion de sectas extrafias, Incluso hay quienes, desde que participan en este Movimiento, han vuelto a la Iglesia Catélica. 26 Por su parte, el Padre Xavier Escalada, en el periddico mas prestigioso del pais, «Excelsior, escribié el 7 de diciembre de 1986: «Regalos en la fiesta de Cristo Rey»: En la mafiana tibia y clara del domingo 23 de noviembre, fiesta de Cristo Rey, llegué a la plaza de toros. Todo estaba en calma, hasta el punto de que pensé que me hubieran dado mal los datos. Los pasilios exteriores estaban vacios y todo en desconcertante silencio. Adentro, en un admirable clima de paz, el predicador hablaba de manera sencilla, sin grandes ademanes ni voces que atruenan. Se refiere a un tal Jestis, de quien dice que «esta vivé», actuante, cerca de los que sufren y oftece sus manos lienas de gracias y sanaciones para los que creen. Después de animar la fe con algunos testimonios de curaciones recientes, asegura que la oracién sanara a muchos «de cualquier enfer- medad que los aqueje», como en los dias del Evangelio. El predicador habla perfectamente el espafiol, con un sabroso sabor francés; que agrada a los oyentes. Convencido «en carne propia» del poder de la fe y la plegaria, ha recorrido largos caminos evangelizando y dejando a su paso una estela de curaciones constantes y dificiles de explicar. Pero de ellas hay siempre miles de testigos: los que asisten a asambleas como ésta en la mafiana de la fiesta de Cristo Rey. Tardif insiste en que es Jestis quien sana. El tiene el don carismatico del «conocimiento»; ofrece datos coneretos de personas que en ese momento estan siendo curadas. ( Anuncié a dos sordos que no ofan absolutamente nada y entonces si le estaban escuchando. Les pidié que se pusieran en pie y dieron testimonio de lo que experimentaban, ante la emocién y el gusto de los que presenciamos todo con ojos de asombro. Hasta la plataforma en el centro del redondel fueron subiendo, primero una sefiora, que testificé haber recobrado el ofdo en otra reunién como éstas. Lleva en sus manos el expediente médico que certifica su antigua enfer- medad. Un joven como de 30 aiios emociond intensamente 27 al dar testimonio de que tenia ciego un ojo, y ahora ya estaba viendo perfectamente con él. Ante el micréfono se veia, por su acento, que no estaba mintiendo cuando nos queria con- vencer de que era cierto: «Ya veo, se los juro; estoy viendo bien con el ojo que tenia perdido» Una joven de 18 afios, subié también sin que nadie le ayudara, a pesar de que tenia desde su nacimiento impe- didas las dos piernas. Personas que habian Ilegado en sillas de ruedas con muletas, se acercaron hasta la plataforma y se arrodillaron para dar gracias ante el Santisimo, sin poder terminar su testimonio en el micréfono, ahogadas por la emocién y la alegria Los que no creen facilmente en lo sobrenatural, pensaran que nada hay de milagroso en todo ello, que han de ser fe- némenos normales de parasicologia, sicosis colectiva que se contagia entre la crédula multitud. Emiliano Tardif lo explicd bastante mejor: «Esto es como un sorteo de bondades de Cristo Rey, en su fiesta». Tantos eran los brazos levantados en alto, que querian testificar algtin beneficio que acababan de recibir, que no hubo tiempo para todos. Pero era el momento de admirarse y gozar, de agradecer y Henatse de temnura. El poder del Sefior estaba en medio de su pueblo, creyente y sencillo, confiado y gozoso; porque estaba haciendo en ellos «cosas grandes El que todo to puede». El gozo ¥ la alabanza coronaron esta fiesta de Cristo Rey, «La Opinién», de Torreén, publicé un articulo que se liamaba: «Jesiis es el Salvador. Quince minutos después de la una de la tarde, el sacerdote Emiliano Tardif pidié silencio absoluto a las aproximada- mente 16 mil personas que abarrotaron ayer el Estadio de la Revolucién. Las alegres guitarras que todo el dia animaron la oracién, de pronto enmudecieron de respeto. Se presentia 28 que algo grande estaba a la puerta. Era el momento de orar por la salud de los enfermos Sélo su voz se escuchaba, trémula, orando, Aunque los ojos estaban fijos en aque! sacerdote revestido de blanco, la fe estaba centrada tinicamente en Jestis, que al resucitar de entre los muertos, ha ganado Ia victoria sobre el pecado y la enfermedad. Si se toma en consideracién los miles de asistentes al Esta~ dio, el silencio puede calificarse de increible. Fra el momento de constatar si todos aquellos rumores que precedieron eran verdad o simple exageracién. Pero lo mas importante era que habia Ilegado Ia hora en que Jestis repitiera los milagros que narra el Evangelio. Tardif oraba con fe y sencillez, seguro de que Dios estaba en medio de su pueblo. Luego pidié que se identificaran quienes habian recibido alguna sanacién. En las gradas se produjeron rumores. Después, en algunos sectores sé noté mucho movimiento, Por Ultimo, la gente protrumpia en aplausos y se daba a conocer que alguna persona habia recuperado el oido, otra el movimiento en algin miembro, otra empezaba a ver. Hasta que el jubilo se generalizo. De entre los enfermos que por su condicién de invalidez se ha- biancologado en el campo de juego del Estadio de la Revolucién, empezaron a encaminarse al centro del lugar. Un joven con sus mutetas al hombro, sefioras mayores abandonaron sus aparatos que les servian para movilizarse, un nifio paralitico al que dos jévenes ayudaban a dar unos pasos, sefiores artriticos que dieron testimonio de su curacién arrodillandose y muchos otros. En la homilia el sacerdote Emiliano Tardif aseguré que «s6lo el Espiritu Santo es capaz de hacer lo que estamos viendo», refirigndose a la multitud que, por segundo dia consecutivo llend graderias, pasillos y parte del campo del _£stadio. En la misma homilia expuso que no hemas de esperar pitto Mesias, pues Jestis es e] Salvador y no es necesario un _Buevo Evangelio sino una nueva evangelizacién. 29

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