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as socutes () trénomos que observaron centenares de astros, registraron su espec- La experimentacién en ciencias sociales tro ¥ su luminosidad, realizaron las tabulaciones y los diagramas co- La primera objecién al uso de los métodos de las ciencias nature: rrespondientes, y extrajeron conclusiones. Por tanto, debe decirse tes a tiencias sociales concierne al tipo de intervencién que tiene que el método centfico no exige que debamos provocar Ia observa- lp experiencia en estas disciplinas y, en particular, a Ia. po ci6n, sino que basta con que las observaciones, en sus contextos "a experiencia en ee métodos experimentaes. La objecién se cen “naturales” o espontineos, sean lo sufcientemente numerosas y di convenience eice dietar y realizar experimentos en el campo [4 versas como para permitir ser sistemicamente consignadas y proce- de to social. Bn tanto que en las ciencias fcticas ortodoxas la expe sadas. De modo que lo importante es disponer de una cantidad sufi i ftuye el terreno mas propicio para la formulacién y " cientemente grande y variada de observaciones, y ello es imentaciin, consti fas leneas cocaes tal cosa no siempre seria tanto por los cdnones del méiodo inductivo y de a cates como, posible facticamente 0 admisible en a re de vista ético y, en bd ak aed las catrategize del método hipotético deductivo. "Tos métodos usuales no podrian aplicarse. 3 fa bien, respecto de las ciencias sociales surgen dos pregun- vomeete argumento suele contestarse desde distintos éngulos. Ante to. 7 tas: 1) gPodemos hacer lo mismo que los astrénomos? Es ee do, no es verdad que en las ciencias “duras” no haya nada més que mente posible reunir datos aptos para ser consignados y tabulados sRrodo experimental: ciencias como Ja astronomia se han desarrols, de manera de sugerir generaliaciones empiricas y aun hipdtesis teo- mmetod cwpeTtagor cientiico sin posibilidad alguna de experiments [498 ricas, No cabe duda de que, si bien no se dispone de observaciones cidn, y en el caso de la geologia podria decirse que experimentar es = de todo tipo y estado ~y no se pueden provocar revoluciones politi- Sigo excepsional. En segundo término, es totalmente eauivocado Py cas para observar si evoluciona 0 no la economia, es tan grande la 2g ioe es la experimentaci6n, ¥ n0 la investigacién controlada y sis | cantidad de datos acerca de comunidades y de la accién humana en fumitica, la que dicta el canon del método cientifico. En realidad, ciudades, zonas de emergencia, rurales, efc., que reunir informacién ‘Soneias naturales giran alrededor del concepto central de observa mediante observacién sistemdtica es tan factible como en cualquier Glencas nara Sorimentacin, siedo esta tia naia més que 42 cena empiica ordinaria. 2) ds tan claro y evidente que no pueden Gna de las formas en que la observacion puede obtenerse. realizarse experimentos respecto de lo social? El primer problema ‘un embargo, es preciso entrar en el detalle de por qué no es o- que se plantea es el de si los experimentos abarcan todas las varia- ‘recta afirmar que, si no hubiera experimentacion, ciertos valores de bles que entran en juego en las situaciones naturales 0 esponténeas, las variables no podrian ser conocidos y, por consiguiente, ciertas big © sélo un conjunto determinado de ellas. Aunque esta dificultad se potesis acerca de esos valores no podrian contrastarse- | _ Bresenta en todas las diciplinas cientifcas, 2 torma crucial en las ess aoe deems de muchos varindos datos, puede hacerse cl discpinas sociales. Cuando fo fsicos hablan de objtos en repos, mismo estudio de correlaciéa, el mismo tipo de tabulacion de varia (= deben recurrir a ciertas analogias que permitan pasar del experimen- mismo ese 0 ft experimentacién, De este modo, en astronomia [fo mocinico en la superficie terrestre al verdadero modelo que se ies ae wilde contrastar una enorme cantidad de leyes en distintas | f/aplica en el espacio vacio, Pero las analogias que permiten pasar de Sircunstancias, simplemente porque se ha dispuesto de cicntos & = fn experimento social a conclusiones sobre sociedades 0 culturas Salles de datos, Es engafoso confundir los métodos usados por completas encierran un peligro: qué derecho hay de pasar de una Tencias maduras con el método experimental, cuando la obser vacion encuesta a la poblacién? 2Es posible hacer una inferencia analégica sevolada es 1o més bisico y seguido por todas ellas. La recolecciéa de un experimento sobre un pequefo grupo o muestra a lo que su ona €5 0 ye tabulan y permiten diferencia caracterist: [7 cede en ln eociedad en su conjunto? Muchos creen que sl, De esta Ges'y factores, autoriza razonasnientos tan rigurosos como los due forma, por ejemplo, hay muchas investigacones sobre pres re Surgen del control experimental. De esta forma, lo que se conoce so ciales disefiadas experimentalmente y centradas en el estudio de pe pre ia evolucién de las estrellas se debe al paciente trabajo de tos ax J /quefios grupos. En el campo de las ciencias de la educacién este tt 167 [La EXPLICABLE sOCiEDAD po de disefio experimental es muy comtin, Nagel refiere incluso un experiment de sociologfa laboral: en una fabrica que tenfa dos plan- tas, se permitié en una de ellas la autogestién y en la otra no, pues imperaba el autoritarismo. Segin una creencia habitual, la hipstesis. de trabajo suponia tuna mayor productividad de la ultima respecto de la primera, pero en la préctica ello no sucedié. Por suerte, una vez mis triunfé la democracia: 'No obstante, aunque estrictamente no se necesita el experimento para afladir conocimiento a lo que se esié tratando, una cierta dosis de éste nunca esta de mas. En el caso de las ciencias sociales, sin embargo, se presenta una dificultad adicional: las variables no pue- den aislarse facilmente, sino que se presentan como conjuntos de va- riables, De al que sean tan comunes y estén tan desarrollados los métodos multivariables empleados también por los meteorélogos, ‘quienes tampoco pueden hacer experimentos (Salvo mediante la in- yeccién de yoduro de plata en las nubes), ai aislar las variables que jhan de controlar. Por ejemplo, existen casos de la “psicologia del ru- mor”, tematica donde pueden hacerse experimentos de transmision de rumores; un tipo de ejercicio accesible donde lo que debe inten- tarse es formar una cadena inevitable por la que el rumor se trans- mitiré, para comprobar cémo circula en cierto medio. En algunos ex: perimentos se ha llegado a la conclusion de que, si una cadena de transmisin de rumores es suficientemente extensa, el rumor legaré a un punto desde donde iniciara su retorno. Por lo menos, algunos Socidlogos autores de modelos mateméticos han sostenido que es probable que ello ocurra, Pero también puede ser que ef rumor ink cie el retorno intencionalmente, lo que no es lo mismo. De todos modos, puede admitirse que, a veces, el hacer un expe- rimento limitado a tna pequefia comunidad o grupo humano, al que se considera andlogo 0 representativo de una unidad social mayor, permite la contrastacién de hipétesis 0, al menos, incita a la formu- lacién de hipdtesis. No cabe duda de que lo que se observa en el modelo puede autorizadamente permitir que se formulen hipétesis para tina gran comunidad y, en todo caso, habra que comprobar des- pués, en la contrastacién, si el resultado es positive o no. De este modo, Nagel sefiala algunas experiencias provocadas artificialmente en chubes, con el fin de estimar la influencia del origen étnico del apellido en las elecciones de las autoridades. A partir de esto se in- tenté extrapolar cual era la influencia de los prejuicios raciales sobre PRoBLEMAS METODOLSGICDS DE LAS CHNCIAS SOCIALES () las elecciones de las autoridades nacionales de un pais. En iabras, en clenca, fandamentalmente de acuerdo con el metodo hive tético deductivo, lo que interesa es cémo pueden formularse y con- trastarse las hipétesis. Esto es algo que la observacién, no provoca- da sino ‘naturalista” del comportamiento social, permite realizar. Ello puede suponer dificultades de indole metodolégica, pero de ningin modo concierne a la cientificidad de las investigaciones sociales. Los métodos de Mill Es oportuno mencionar que, en el si fo ingle John Start Mil sotcmatsd los Uaratos Seaman Zl one todo inductivo”, que tienen por fin establecer cuando acontece tna relacion de causa y efecto entre distintas variables; estos “cénones” constitayen una formulacion clisica de varios procedimientos induct vvos empleados por las ciencias experimentales, a los que en la actua lidad suele reformularse en términos estadisticos. Veamos, por ejem- plo, aué propone el denominado método de la concordancia segin el cual, si dos o mas casos del fendmeno que se investiga tienen sola- mente un aspecto en comtin, la circunstancia en la que todos los ca, s08 concuerdan es la causa del fendmeno en cuestién. Asi, cuando se desea observar si efectivamente la variable A es Ta causa de la varia: ble B, lo que debe hacerse es lo siguiente: se toma un estado en el que, al modificar todas las demés variables, tnicamente A y B perma- necen presentes. En esta situacién puede deducirse To siguiente: cuando basta que ocurra A para que ocurra B, y puesto que todo lo demas ha cambiado, esa condicién suficiente A es la causa de B. Su- ongamos que estamos investigando si cierto alimento es el origen de una intoxicacién; entonces, si todos los demas factores relevantes Glimentos ingeridos, exposicién e sustancias téxicas, etc) varian y lo ‘nico que se mantiene es la ingesta de dicho alimento y la intoxica- cién de ciertas personas, mal podriamos atribuir la influencia causal a algin otro factor. Por lo tanto, la condieién suficiente para que se haga presente el efecto, la tinica disponible que no ha variado en am- bos casos, es la ingesta de ese alimento, Por su parte, el llamado método de la diferencia afirma que, si en un caso en el cual el fendmeno que se investiga se presenta y en otro caso en el cual no se presenta, todas las circunstancias son co- ‘munes excepto una, que se presenta sélo en uno de los casos, enton- 169 La inpePUcALE ces esa circunstancia tinica en la cual differen ambos casos es la cau Sa, o una parte indispensable de la causa, de dicho fenémeno. Si- ‘guiendo con el ejemplo anterior: si en el primer caso se tiene A y B, Fen ef segundo caso se extrae A, todo lo demas queda igual, y no tourre B, entonces puede afirmarse que A es la nica circunstancia en la que ambos casos diferfan y, por ende, Ta tinica causa posible de B. Evidentemente, si cualquier otro factor fuera condicién suficiente, por ejemplo C (estado neurdtico de Ia poblacién) para que se produc fora efectivamente B, como en cl primer y segundo experimento se Supone que no ha variado nada salvo A, C tendria que haber provo- cado B en el segundo caso, donde A no se encuentra presente. Si lo {que se necesita es que acontezcan A y C para que acontezca B, el evento A no seré condicién suficiente para que suceda B. En realidad, aim las variables mds simples tienen estructura inter~ na y no debe presuponerse que, cuando miramos el mundo, todas Jas caracteristicas que se advierten sean independientes entre sf, de modo que no debe asombrar que las condiciones suficientes posean Catructura interna; a saber, estén constituidas por condiciones, cada tina de ellas necesaria, Entonces, para sostener que A y C son, en Conjunto, condicion suficiente del evento B, debe llevarse a cabo et Siguiente experimento: al variar todo menos A y C, si se produce B Cuando todo lo demas se ha mantenido constante, en ese caso, efec- tivamente, Ay C son, en conjuncién, la condicién suficiente de B. De todos modos, para saber si A es condicién necesaria del evento B, deberé efectuarse otro experimento: zqué sucede si dejamos A y ex tracmos C? Qué sucede si dejamos C y extraemos A? Si B no se produce en ninguno de los dos casos, entonces ni A ni C, por si so as, son condicion suficiente. Veamos un ejemplo. Para producir Mu. via se necesila un cierto grado de humedad y de ionizacién de la at- Jnosfera: Ja conjuncién de humedad con ionizaciOn es causa de Tuvia. Para convencernos de esto, debe utilizarse el método de la diferen- Gia, fjando en dos observaciones Ja ionizacién y la humedad, y vax Gando todo el resto. Si procediendo asi, Ia Huvia se produce, de Eeuerdo con los canones de Mill esa variable compleja que es “ioni- zacién-humedad” es Ja causa de la tuvia. ‘Se ha criticado el canon de la concordancia porgue no se puede asegurar que, ante la consigna de dejar A fija y alterar el resto de las variables, se pueda efectivamente modificar todo, sino s6lo algu- nas cosas. Siempre se encontrarén cosas que no cambien -por ¢jen x. Prosumias weTopoLdcicas DE LAS CENCS SOCALES plo, Ia existencia del universo no varia— y persist te persistira la duda Geterminacin ge ha producdo poraue univers sizve riseade. fay quien se ha burlado del método de! la concordancia, como 10 iuestra el siguiente caso extraido del libro Intraduccién ola lgica de Irving Copie. Alguien, extratiado de comprobar que se emborra- cha cuando toma determinadas mezclas de bebidas, quiere aver col de ellas es la responsable y razona del siguiente modo! el hanes tomé gin con soda y me emborrachés el martes tomé whisky con soda y me emborraché; el miércoles tomé cofiac con soda y me emborraché; or consiguiente, la soda es la que me emborracha. Bi lector advertiré que esto es una falacia que nos na a ea Se ae verdes que permanecen ecnsanes, como el alcohol, ls que e eae et eae eer 2s importante adver que tanto el modo dela concordancia co mo el de la diferencia son, en un sentido estrito, totalmente imprac senses, Paes, gosto hay‘ proce para manne dos varies “hacer que todas las demés varien? gCufntas vari exsien? Cuéntns bjcios hay en el univers? ¢Culntos tpes de fe némencs tienen lugar constantement? Si bien 9 om fins, por menos son numerosos. Con el metodo dela dilerencia ecure a 0 atin peor, pues exige variar A de modo que cuando acontezca A, se encuentre presente B, y cuando ocurra zo A, se encuentre pre- senie no, manteniendo constant is dem variables. eomo ha cer ara mantener constants ls demis variables del univers? Se inert una orden «os planeas? Se marten érdenes a las nes? Es imposible; Forzsamente; junto con 4 y B cambiar la mayora {as variables de estado de los eventos del unverso gui ait sede es que hay que entender correctanente el sentido de Ia posiciin de Mil y no tomar en consideracion tas tas varia. universo, porque algunas de ellas no son pertinentes. Por 2 hiving M. Cop, Iuvoducibe Je 3 ig Mon lpr, Buenos Aires, Budobs, Manuals de Flowo, 1962 ——— m jemplo, si hubiera que investigar si ¢s Ja humedad junto con la io fzacion Ja que provoca Tluvia, seria indistinto hacer el experimento tn aia viernes 0 sabado, pues nadie creerfa que el dia de la semana ‘cs una variable pertinente respecto del origen de la luvia. Lo que se xige es dejar fas algunas variables (as pertinentes), cambiando sé- To las que se sospecha que tienen relacién causal Cabe entonces preguntarse: gquién sabe qué variables son las per- tinentes, ya que Variables existen en cantidad infinita en el universo? ‘Afrmar que una variable es pertinente siempre es una hipétesis: es- fe genero de hipétesis forma parte de las denominadas “hip6tesis aur Siitres" y, cuando se construye una teoria, no se las incluye en ella, fino que se las toma como hipétesis sobre el material de trabajo que se emplea en la investigacién. En el ejemplo anterior, la hipétesis aw Siliar de que el dia de la semana en que se realiza el experimento wo influye en el resullado de la investigacion es correcta, pues lo ‘que provoca la Iluvia es la humedad junto con la ionizacién. Pero, co” tho las hipétesis pueden fallar, tal vez se compruebe que ciertas var Hables que se han desdefiado después de todo eran pertinentes. ‘Cuando @ estos métodos se los interpreta estadisticamente, lo que se investiga es sila correlacién de las variables es alta, tanto posite SS como negativamente. En estadistica, las correlaciones se miden Phasta 1, Lo que indica que existe independencia entre las va- bles es que la correlacién sea aproximadamente 0 (cero). Pero si vat es aproximadamente 1 quiere decir que hay correlacién causal, J si es aproximadamente -1 significa que la correlacién causal vale para la ausencia de una de las variables y la presencia de la otra. Ba Pare sentido, los métodos habituales de investigacion causal son simi fares a los cdnones de Mill y estén indicando que, a igualdad de ve, sr he las demas variables pertinentes, si la correlacién de A con B ita 7 la de no A con no B también lo es, entonces, hay correla én causal. ‘Cuando Nagel (paladin de la biisqueda de relaciones causales en las ciencias sociales) habla de causalidad y de cadenas causales, cu Hosamente se refiere a este tipo de investigacién estadistica, que, planteada como diseio ejemplar, resulta un tanto sospechosa ¥ fim’ Pam ye que las cadenas causdles probabilisticamente se iran disok vmita, Si pasamos de A a B, luego de B a Cy de C 2 D, induda Slemente la correlacién de Aa D se ira debilitando, pues empiezan ‘2 acumularse pasos probabilisticos que disminuyen la certeza. Promuenas weroooussicos De LAS cuncus sociales De tocios modos, muchas veces se hi ; , an provocado experiencias humans par extra conlsiones de earcter socio o eutural acerca de las cuales podia suponerse que jno se manifestarian espon- tineamente sin a intervencin aca de Ios invesigndores, Tenemos €l caso de ana investigacin reaizada por una empresa cue favice bradactos onmeco, acerca del consumo de cits eremas para e sn la que se provocé una situzeién que practicamente obi aoe consunidores de agus ¢ evel informacion thacente se Bid al pic consid que devoliera los potesvacios 2 cambio de un premio, De esta frm, a empresa inc una Investigacion so bre el nde de consumo de las ferentes mares, obteniendo at in formacién imposible de lograr por observacién directa o mediante cuestionarios, ya que muchas personas nunca hubieran confesado 1 sect de lis cremas que resents uilizaban Como vemos, ‘empieé una observaci6 i afta mpl una oberracion control sino qu ce provoo um its Pero, aun asi, puede considerarse : | Pero, ; i ue lo tipico de las ciencias s Giles noes manipula, provoer, introduc oeiminar variables 2 a Tana sino recoletr, acpi ¢ interoretar datos primario,obtei Jos directa y contempordneamente por el investigador, o secunda- rios, tal como surgen de los documentos y registros histéricos. La relatividad cultural y el condicionami historico de los fendmenos sociales La amplia variabilidad soci serio desfo a la este centfos Je produc cxplcadones a Ux és de a formuacin de lees soile generale. Tals Ives ue: den sponerseen gran medida wansculiraesy transits, es ec, vids sin importar la cuturao ef momento isco de “que fe, aun reconociendo que ninguna comunidad es exa andloga a otra, ya sea por el habitat, la historia, la formacion de los clases sociales, etc. Pero si esto no fuera asi, les dimensiones de and lisis (, si se predere, las variables sociales) que se investigan, se ex: presarén no s6lo de manera distinta en cada comunidad, sino que las 3 Pa — xa argumentacisn més complet, vine Coca Hi Bonde dire, Coo itor do Aeriee Sins dene Gena del nsf “inrie Lina, Caeeiin Fundamntve de ae Clenci del. 13 [La meexeucasis SocreoxD correlaciones 0 los vinculos causales diferirin de una sociedad 2 otra, Llegar a leyes vidas para cualquier disposiivo parece mis Sencilo face en dispinas como le fea, donde es leyes de caida de los cuerpos, de gravitacién, 90 cae a capeciesad gue puede presenta cada cls cals ada comunidad, permite pensar qu, si existe remularid sain neers a ung estructura particule. De esa mara, ran Ieyes en un sentido restringido, pues no serén ni ‘ranshistéricas. ; ae fin efecto, sila correlacones de variables furan distnts de eo. runidad a comunidad, en certo modo no habrit leyes de carter versal y Ine ttias y estrategas de invesigacion en las ciencas sociales siempre incumbirian a un problema de aleance sélo Toca Bwidentemente, silos factores y las condiciones analizados son tan Giversos 7 variables, no es tan infltivo pensar que exisen fvasian tes o rules generals que pen express, por men. de tuniversales, Las tesis del relativismo cu ia Som ee a tn valor ¥ que los rasgos caracteristicos de cada uno tenen que ser tvaluados y explicados dentro del contexto del sistema en ¢l que Gparecen, sin apelar a leyes generales. Una tesis semejante, pero facia a fos distintos momentos histricos en lugar de a los sistemas Cults, es conocida como “relavismo histric”. Este argumento encierra dos planteos, Por un lao, se sostiene rue no hay una teria social aplicable a toda sociedad humana sin xcepcida, pues los enunciados universes que Tleguen @formulrse dependerén del tipo de persona, de ee sociedad que se esl estudiendo. Por lo cual puede pensarse eed satis hvaniantes para toda la especie, como los aue pre ree Jos mie todos habitual en fisica, quimica y'bilogia (gaué sentido tendia ue la teorla celular varia segin las especies). Pero, zhay ak cee deriante para todas Tas comunidades? Tal vez no. For cons Guiente, cada comunidad plantearé un tipo de investigacion con oe aaaaeeas cs interesante, si bien no es del todo convincente Lo eurioso es que no todos sus detractores reaponen de In sna forma, En La Tigica de la inetigacon social, Quentin Gibson lo aeep ia en principio, pero se pregunta cbmo seria entonces Ia investigacion social, y responde con el siguiente planteo: a cada conmunidad su ci Paonia seToD0uScic0S DE LAS CINCAS SocuES () cia, s6lo que, cuando se selecciona una comunidad, se aplicarin los métodos cientificos esténdar para enunciar las leyes de esa comunidad, Gibson supone que cada sociedad, cada comunidad, tendré pautas de conducta constantes y tipicas dentro de un lapso histérico deter. minado, ya que no es lo mismo estudiar la Argentina de hoy que la de hace cien aftos. Por consiguiente, segiin Gibson, existe lo que po- demos llamar leyes estrictas o restringidas, que corresponden a la co. munidad que se esta estudiando en un momento histérico dado, Un jemplo de ley resiringida valida para la sociedad argentina en este momento, 1998, es la que afirma la estabilidad econémica, expresan- do un aspecto legal general de sus caracteristicas actuales. Asi, de acuerdo con Gibson, si bien no hay leyes sociales generales, existen leyes restringidas, y para formularlas el método cientifico es igual- mente valido, aunque no leve a encontrar teorias de valor general, si no teories sicmpre restringidas: a una comunidad. De acuerdo con es. to, los cientificos sociales podrin construir “la teoria restringida de la Argentina contemporénea’, “la teoria de la poblacién negra de los Es- tados Unidos en la segunde mitad del siglo XIX" 0 “la teoria de las comunidades inmigrantes en la Francia y la Inglaterra de la época de Jos movimientos de liberacién nacional en Africa y Asia". Para cada sociedad y momento histérico se formulardn teorias mediante Ta aplt cacién del método hipotético deductivo, la reuniéa de datos, su inter. pretacién y generalizacién, la generacidn de las primeras hipdtesis, la ereacion de modelos explicativos sobre esa comunidad, y a continua cién, mediante nuevas observaciones, su contrastacién y puesta a prueba. Entonces, siguiendo a Gibson, no existe otro método que el usual, slo que aplicado de manera restringida a cada unidad social histéricamente contextualizada. Pero, ghasta dénde restringir el dominio en el que se buscardn le yes? ¢Por qué hablar de Jas leyes validas para la Argentina y no de las validas para Buenos Aires, o para las mujeres jévenes que siguen carreras universitarias? Algo semejante ocurre en matemitica con la teoria de conjuntos. ¢Qué es un conjunto? Para normalizar, los mate- maticos han establecide que puede haber conjuntos de 10, 6, 2 6 1 elementos, o de ninguno, ya que, para ellos, un conjunto proviene de clasificar los elementos de la realidad segiin tengan o no ciertas pro. Piedades. Podria hablarse, por ejemplo, del conjunto de “joyas precio- 828 propiedad de la familia Klimovsky”, lo que resultaria un conjunto vacio. me 15 La mexrucane {Qué hemos de considerar “una comunidad” 0, en general, un gripe humano pasible de investigacion social? Seguramente, para artear la estadistica, una comunidad aunque pequefia” deberia te ner un minimo de un centes Beads no serian confables. Si se toma una comunidad de 25 6 30 sniembros, 0 existe seguridad de que puedan aplicarse las técnicas Tetatisticas comunes, aunque aun en estos casos haya excepciones. quuaistest stgaciones sobre la formecién de ideologias surge un jemplo muy interesante, ya que aquéllas deben Hevarse a cabo a cnpridades pequenas. Del mismo modo, durante varios afios, el pst cormdlisis fue obra de 8 6 9 personas y quien quisiera estudiar el SRegimiento y desarrollo del movimiento psicoanalitico tendria como Sujsto de analisis a un grupo particularmente pequefio, Con ¢} move siento surrealista y con el socialista sucedié lo mismo. Fin todos es" {oe casos se trataba de comunidades pequefias. Los estadisticos y 10 Ge cientificos sociales aducen que este problema no es muy ink Fortante, ya que al utlizar estadsticas 0 téenicas modelisticas, 1 Ne Poeaates proponer hipétesis 0 teorias que deben ser contrastadas. Si fenemos una comunidad muy pequeiia y deseamos, a partir de su es fedio, formular alguna hipotesis acerca de su funcionamiento, ro Existe ninguna razén cientifia que nos limite artifcialmente @ neger le significaciin a tal empresa. Teimpoco cs cuestion de dividir las ineumbencias profesionales ¥ afirman’ como surgié de wn congreso internacional de terapia de gru: fos, que s6lo al peicdlogo le compete el tratamiento de los peavef’s grupos. Y asi mismo, no hay por qué presuponer diferencias esac” Jes entre un grupo social pequefio y otro mayor, o entre una persons veSiadn'y an grupo. Bxiste una continuidad entre To que estudia el pst Shion y el peiedlogo socal, centrados muchas veces ambos en, 'a 35° cCoevindividual; el antropélogo, tradicionalmente interesado por las co” Snunidades pequefias: y el socidlogo, politicdlogo o comunicdlogo, ve ompre han tenido como centro de su interés las wnidades sociales aererseas, La fluidez de los campos de iavestigacion que exhiben las niltidas sociales en Ia actualidad es una prueba en favor de ello. Pre" qetler gue cada disciplina cientifica pose un sujeto de estudio exchr ener a no se superponga con el de otra disciplina, es equivocado ¥. Sve, Ne, préctica efectiva de las diversas ciencias sociales, en 188 {ue existen espectros confinuos entre los distintos enfoques.¥ unt in 3 ‘eeambio y complementariedad constante de objeto de estudio. 176 — nar de miembros; de lo contrario, los re eee Prosunss uzrovout BLEMAS METODOLSCICOS DE LAS CIBICUS socIALES () Perc otra i ‘cultural etait a Sean detras del planteo del relativismo hi oe a grupo familiar no puede abarcarse con teoria mg ee Sores Sines ‘Supongarhos que en lugar de i a wae de eae itimos problemas de ingenieria: fenemos mi. quis dex por un ad y Betis por a to en soe igiast er bene ista, ‘sugetimos que una maquina de escribir pai omtara amiento a una teoria mecanica muy distinta a la de Mas) ete tige por leyes diversas ya que ésta wltima tiene s eee pe artasae cadenas, etc., debe mantenerse el equil brio ev acacien ti ella yen su disefio se aplican las leyes del ‘ee ee fan te cambio, una méquina de escribir tiene teclas, teas ari harap yse aplican las leyes de transmisién es muy dna dela de uns bickllay dele so ee oe Je ello se concluye prejuci. oe casos de aplicacién de leyes oe aes Cone pinged hay Jeyes generales en fisica, sino disciplinas los péndulos, de las Nee de te ceo satan Sepsis Cau fe = od de los aitomevles, ete). Por lo bint teatiaaeatt on a “maqui inadeescribirlogia”, “bie oS ee ed » todas disciplinas con tipos distintos de le- Pero esto es incorrect, poraue se tbe ae ai é “ort jue se sabe ai bie sf bara isd de escribir estan formadas por dr rsscteterearaae : aes rte diferente, estos componentes obedecen a te ves eee te a peated ley de Ja palanca, la ley de transmisin de eee ae mn y reaccién, y otras. Entonces, las leyes dlti- nea componentes son las mismas para todas las mé- o per hiernsa ee akd fon tales leyes mas la informacién de pitynd hae s los componentes, es sdlo un ejercicic ogi dst ns eyes resins parc, Puede deiucrse as cues son ls lees de una bidet, sempre qus ge coozea as kes ge linea, de ia Uansnsin del ecersy eae, At emo ne lnc, : ete, Al saber omo esti Suse se ir i Sem sibinia cnet erin, in aewtaana "wet oti Siaeeeene i dispusiéramos de una teoria general acerca del rane valipes oa Jos componentes elementales de toda sociedad ht , tal vez podriamos establecer una analogia con el caso de la bi. a La INBPUCABLE SOCEDAD ina ¥ mo amos una sociedad como Ta argentina y sabemos “ne eit componentes elementals, que tino de diswibacc Engen ie, cub He 6 esas ee ee na eo, ; ella. Pero, para eso, necesitamos de Ta te er qué sucede en ee Feros plantea eo si las cencias soci proveen 2a ore semen ‘el marxismo como el psicoan: alar cierto tipo de componentes ‘aunque pueden considerarse Co mo “prototeoras”, genera jel funcio- i tales Teyes generales ma aoe ame, 10 confianza sufi eel soviedad humana, es porque no hub i iado un tanto ingenwame! » como cine 0 nba Tab a ern even que han ted Ser vlldez 1a iy transhistorica, y qué infor er validez transcuTtural y transhis chan ba teneigu concerniente a todos Tos seres bumanos (por oe cicleta. Si funcionan rian figurar en todas res). Tas leyes instint psiquica, las leyes de la ener Ge la probibicién ut Ja agresion, 0 ia sexual y las leyes de 3 general ia bay oe ae oo. Tnstintivos de la accion : Chine rumince Noch eae se aes Fre oma te compre con a vivid, de modo que eran leyes = ee een 6 ae oe én libido: 1a libido C1 o . Suestra produccion ‘constante de ee ieee a toe ecternoss .atos, también tiende “ a se relaciona con = ti de vide acum y la violent ‘thumanas, La pulsién erotica 0 ;esividad y la violencia : +e apulson ‘tandtica 0 de muerte realzan el cardcter iniversal ncepcién freudians cnn Ee nce nélisis deberian sumarse 2 la informe ate ina sociedad, para deducir, por a a ‘Gones sociales entre los ea goa cane no 8 eo ote a seer ‘él fildsofo francés Mict 1el Foucault, que de cémo esté estructurada toe ourre cuando las tel x8 ingidas. Pero las 7 las leyes energéticas del psicos: sm canon juridico soci PROALENAS METODOUSGICOS DE LAS CIENCIAS soctALES (D sividad y la pulsién destructiva continuamente se expresan en la po- blacién y, si no lo hacen mediante violencia fisica explicta, segura. mente se canalizarén en algin tipo de acciin destructive psicolégica © social. En un pais donde no hay violencia expresa, huelgas destruc- tivas o insultos péblicos entre los partidarios de distintas opciones ideolégicas, habré de todos modos continua agresién y violencia su- blimada y canalizda de una manera en que la sociedad lo permita; y si el terreno de lo publico no es propicio, tenderé 2 manifestarse fn el terreno privado. La idea de este ejemplo es que si se dispone de una teoria del comportamiento humano como el psicoanilisis, y de informacién s0- bre la articulacion de una sociedad por sus cédigos, pautas 0 modos de relacién, posiblemente muchas de las cosas que suceden puedan deducirse de teorias generales y de teorias restringidas. En efecto, deede un punto de vista cientifice, para contrastar una teoria general, para hacer una deduccin explicativa, habria que tes tear también las hipdtesis acerca de Ia estructura local de la coma dad que brindan informacion restringida, como la que proporcionan estudios al estilo de los de Claude LéviStrauss sobre el eédigo 0 las rohibiciones y premisas que rigen las relaciones de parentesco. Al jigual que en el caso de las ciencias sociales, en fisica, en quimica 0 en biologia, al aplicar una teoria general, debemos contar con las hi- pétesis generales sobre el tema, pero ademis, con hipétesis auxilie. res sobre e] material de trabajo. Un buen ejemplo es la teoria mar- xista de la formacién de clases en correlacién con el aparato produc- tivo y las formas de produccién, que nos permite acceder a conch siones sobre lo que ocurre en las distintas sociedades. Pero para co- da sociedad, nevesitaremos ademés la hipdtesis auxiliar de cudl es el modo de produccién vigente en ella, tema que, entre paréntesis, ha incitado siempre muchas controversias entre especialistas. Entonces, si deseamos aplicar la teoria marxista a Nigeria, desde luego que no odremos hacerlo sin conocer la situacién de Nigeria, sin construir luna teorfa acerca de cual es la forma en que alli se articulan los mo- dos de producciéa, las fuerzas productivas, las disposiciones juridi- sas, ete. Recién entonces podriamos hacer, desde el marxismo o el Dsicoandlisis, Jas deducciones explicativas de por qué Nigeria es ast 9 por qué seri de otra manera. Con esto apuntamos 2 que las famo- sas leyes restringidas de Gibson, en realidad, corresponden a lo que Puede denominarse “informacién local” sobré el tipo de material de ‘La nvexpuicante socie0a> trabajo, al que aplicaremos luego la teoria general, siempre que dis. pongamos de ella. Nagel admite que los cientificos sociales no han Hecho una rigurosa formulacién de leyes generales basicas del conic portamiento humano en sociedad y de sus componentes principales, J que, si esto se hiciera, el problema de la contrastacién se asemet jaria al de las ciencias empiricas ortodoxas. z ‘Las ciencias sociales pueden y hasta tienen la obligacién moral (desde un punto de vista cientifico) de investigar la posibilidad de 1 formular una teoria unificadora, con leyes generales sobre los com 3 ponentes sociales bésicos y sus patrones de comportamiento y fun: Gionamiento peculiares. Pero debe reconocerse que las teorias unit) ‘cadoras, en ciencias, demandan mucho esfuerzo. Sabemos que en es: te momento del conocimiento humano no existe ninguna teoria uni ficadora, ni siquiera en fisica. Trato de buscarse_impacientemente; con el nombre de “teoria del campo unificado”, y Einstein dedicé las lilimas décadas de su vida a tratar de encontraria, pero fracas6. este momento parece que s¢ esté legando a un punto final Pero el hecho de que atin no exista una teorfa unificadora en cien cias sociales no indica nada... salvo que todavia no se la ha encontra: do. Sin embargo, es probable que, dada Ia naturaleza psicofisica del se arribe finalmente a una teoria general acerea de figurar en las explicaciones, una ver: ies correspondientes. Por ejemplo, ser human puede suceder que, : Imiento de la psiquis humana que nos provee la psicologia, y tambien las leyes generales de las interrelaciones entre los seres humanos! que nos brindan entre otras disciplinas, 1a antropologia y la socio ‘gia ¥ que, ademds, contemos con informacién sobre cémo esta es: ‘ructurada Ta sociedad que nos proponemos estudiar, podemos 1 2 deducir las eyes restringidas de las comunidades particulares. ‘En la actualidad, Ios obsticulos para la generacion de una teorit ‘general unificadora son epistemolégicos, y no especificamente logh cos 0 metodologicos. ‘Quizs, asi como hoy el sociélogo inglés Anthony Giddens sigue interesado en el problema de cémo vineular enfoques sociales alter nativos, a los fines de integrarlos y construir una teoria social consis; tente y unificada, muchos otros cientificos sociales vuelvan @ intenta ima convergencia de los resultados que sea ecléctica, como ya lo hi ieron LéviStrauss y tantos otros. Sobre este particular, es important | pero nada impide que, en el futuro, pendilarmente, se vuelva a an: hhelar e intentar la unificacién. Y quiz4, por aftadidura, la alternancia | de movimientos pendulares fragmentaristas y unificadores favorezca 1 la larga el desarrollo del pensamiento social enfocado cientifica- mente. No sabemos qué sorpresas pueden surgir con el tiempo y tampoco es del todo previsible el contenido de lo que se intentara ‘unficar. Si leemos el andlisis de las ideologias que propone el céle- bre socidlogo estadounidense C. Wright Mills, es muy interesante yer su esfuerzo extraordinatio por tratar de compatibilizar las catego- rias capitalistas con las tesis marxistas. Del mismo modo, hay perso- Jogren que las teorias confluyan y permitan formar “un todo homo- : de alto poder explicativo y predictive. Reiteramos que la compatiblidad y capacidad de unificacién puede ser muy sorprenden te: en el afio 1910 ningiin psicoanalista se hubiera imaginado que el psicoandlisis se tornaria consistente con el marxismo. Freud, en - aquel_entonces, se habria escandalizado y hoy mismo, si se enterase de cosa semejante daria vueltas en su tuba. En la ex Unién Sovié ‘ica, los libros de Freud no estaban al alcance del gran publico, pues, _ se los consideraba reaccionarios, y sélo los podia conseguir aquél ue los solictara expresamente o estuviera realizando una investiga- cién avalada por algsin director de universidad o por la Academia de Giencias. Esto muestra que no hay que prejuzgar acerca de las po: Dllades de convergencsy unificaién tetrica no elie wien crea que la teoria de Newton ~paradigma del conocimien Aurante mis de 200 afos- penetré ticiente en la sea est taal = mente equivocado: durante medio siglo a partir del momento en que "fuera formulada abundaron los no convencidos ¥ los detractores, que {se sentian impotentes ante aquello que Newton consideraba intutivo. | Hoy la parte de la poblacién que esti convenientemente informada posee intuiciones newtonianas: si alguien va en un tren, abre una | ventanilla y por ella arroja una moneda o una piedra, intuiré que la = Piedra acompafiaré al tren hasta que Hegue al suelo y recién, en ese | Momento, quedaré atrés. An ahora, si se hace una encuesta sobi dl asunto, mucha gente dird con intuicién aristotlica: “Si se fia una _ piedra fuera del tren en movimiento, en cuanto ésta sale por la ven- “tnilla... queda atrés, en el lugar donde fue arrojada”. Moraleja: las 130 - ss 181 Ta NGXPLICABLE SOCIEDAD teorias nuevas y las teorias unificadoras no tienen él camino tan orias nueva: abjerto como puede suponerse. EI problema de la significacién de los objetos sociales : : Formularemos ahora una objecién, _ foie ey aime jue inos llaman el “argumento de la tae td y 7 cue slgun0® Joe objctoe sociales con hecos tictcos més signifies Gin. Los ‘objetos humanos 0 soctales extn are as rae irs nirinsecos a ellos, ¥ para entender el significadc > de 1s Secale ‘se necesita cierto tipo de ley, eprint eda se, ine ps eg ean a dn significado y las entidades ©. ie c ee a una, Tata de duraznos no es. solamente dur Zn08 Gadel Vise eaten, sino algo que cumple funciones alimenticias, meta cat mis icas: por ejemplo, vacia y colocada en el techo de un ae tes, atea "se vende”, ete, Y, si bien deste un punto de visa df eines preferible una lata de duraznos a una lata de caviar, nirnces, equ Te con fs pregantamos au a do nes Preis del argumento de la transcuturacion contestan €ve Je Ie Piuaje, en tanto conjunto axticulado de reglas sramstiats honey semintieas, Io que confere significado a cada une dee! Stementos, de acuerdo @ cémo ex ecu 9 ea 2 Gecir que 10s significados no se asignan : at ara comprender sierrcado de las palabras, debemo tenet gue, Pare de construccién y generacion del Fenguaie como, wn 960. Farle, rn coment an de ec sa. ‘perdn conocerse las reglas implicit srucura ssa ces eto 8 ax, cuando se pasa de una comunidad @ ota, ‘es que cambien las leyes ~como decia Gibson i it otra vale para congrega tuna sociedad vale para partidos rollins 20 ale para coneree donee religioas. Bnoontramos este po de aTEU nt ane Sofo e historiador de la ciencia estadow de un ci do ce pasa de ws Farogue se encuentran en un paradigma no coins 192 sino que un mist90 Se dinto de leyes se aplica a distintos abjetos: por clemploy Jo que en “gma a otro (de un estado social a otro estar Prosisnys METoDoLSaIcos DE LAS CIENCUS SOLES () den con los que se encuentran en el otro, aunque parezcan ser los mismos. El mismo objeto puede tener significaciones distintas en 6r- denes sociales diferentes y no hay que presuponer identidad de sig nificados y funciones. No sea cosa que nos suceda como a ese explo- rador britinico que cae prisionero de una tribu africana y, como ad- vierte que lo miran con desconfianza, para congraciarse con el caci- que indigena saca un encendedor y le muestra cémo se enciende. El cacique lo mira sumamente fascinado, toma el encendedor y comen- ta en vor alta y en perfecto inglés: “Es el primer encendedor que veo que prende al primer chispazo. Mire usted, tengo este canasto eno de encendedores que no sirven". Segiin la objecién, no pode- mos encontrar leyes generales que sean validas para todas las comu- nidades, simplemente porque no hay objetos comunes a todas ellas que podamos observar y comparar a fin de extraer conclusions ge- nerales sobre sus propiedades, Las universidades de los Estados Unidos, en los cursos de socio- logia, ademés de incitar en los alumnos la lectura de textos de histo- tia y de antropologia (que, por cierto, nos sacan del dogmatismo y Ja ceguera de considerar natural lo que nos es familiar en nuestra propia sociedad) proponen la lectura de literatura de ciencia ficcién, Tales lecturas son muy estimulantes, pues permiten que nos sorpren- dan cosas que habitualmente no advertimos por estar inmersos en tuna estructura social dada. Nos parece natural y obvio lo que se acepta en nuestra sociedad, por lo que Kuhn denomind fa “invisibil- dad de un paradigma’. El paradigma en que esté inserta la estructa- aes la lente con Ja cual observamos el mundo y, como sabemos, las, lentes no estin hechas para ser vistas, sino para ver a través de ellas. De este modo, los cuentos de ciencia ficcién, al presentarnos una sociedad radicalmente diferente, destacan por contraste aquello de lo que no nos habjamos percatado. Asi, en un relato de este g& nero, un sacerdote y un jugador terricolas realizan uno de los habi- tuales viajes interplanetarios. Durante el periplo deben detenerse por bastante tiempo en un planeta lejano, y deciden ir a pasear. De pron- to ven a un grupo de nativos de ese planeta sentados haciendo girar lun trompo con forma de mufiequito. El trompo representa para ellos un objeto curioso, una especie de Dios en miniatura, en cuyo centro se encuentra una aguja que sefiala en una direccién. Al hacerlo girar, quien resulta sefialado por la aguja gana, y se queda con unos mu: flequitos de los otros. Cuando el jugador ocioso ve esto, hace girar 188 La meexrLscaate SOCIEDAD annaa el trompo... y gana. Sigue jugando, y como siempre gana, empieza a ‘acumular mufiecos. El sacerdote, que esti a su lado, le advierte: “Nunca debe jugar en una comunidad donde existen costumbres que desconoce, porque en verdad ignora el significado de lo que esté ha- ciendo”. No obstante, nuestro jugador sigue con su racha de buena suerte, pero luego empieza a perder, hasta un momento en que otro de los jugadores logra quedarse con la totalidad de los mufecos. Cuando esto ocurre, todos se levantan ceremoniosamente y hacen tuna reverencia, Se dirigen Inego hacia una especie de hangar que es- té cerrado. Lo abren y extraen un mufieco de tamafio natural del ‘que sale una aguia gigante, una especie de espada, toman al jugador afortunado y Io insertan en la espada. Este cuento es muy ilustrative, porque algo desconocido se malin- terpreta por analogia. Entre dos culturas diferentes, no hay por qué presuponer que las instituciones, o los objetos sociales en general, se torresponderdn analdgicamente. Claro que, a veces, ese tipo de argu- mento conduce a un peligroso misticismo del sentido peculiar que adquieren los objetos dentro de cada cultura. Pero no es necesario ir tan lejos porque, al fin de cuentas, los lenguajes son diferentes y es cierto que el sentido de cada palabra es relativo al lenguaje al que pertenece. De esta forma, no valen las analogias cuando se utiliza Ta palabra extranjera ingenuity y se procede por semejanza (como ha- cen muchos malos traductores), interpretindola como ingenuidad cuando significa en realidad “perspicacia’, y esto nos recuerda el re- lato de ciencia ficcién que recién narramos. ‘Pero, aun cuando no se proceda analdgicamente, ges posible rea- lizar traducciones adecuadas de un lenguaje a otro? O mejor, gpuede aprenderse un lenguaje desde otro lengusje? Aparentemente se pac de y hay muchas maneras de hacerlo, por 1o cual siempre es posible representarse isomérficamente, desde una estructura, otra estruct ta En matematica hay una rama que se llama “geometria descripti ya" que nos ensefia como describir una estructura diferente a partir de una estructura dada, Si algo semejante fuera posible en el terre- tno de lo social, el hecho de que cada objeto tome un sentido dife- rente en culturas distintas no impediria que, finalmente, puedan rea Tizarse traducciones adecuadas y formular las leyes constantes que Tk igen a los objetos equivalentes. De modo que este argumento no pe- sa demasiado al oponerse a la aplicacién del método cientifico orto- doxo en ciencias sociales. 184 —— PROBLEWAS METODOLAGICDS DE LAS CENCUS SOCIALES () Cuando el pitblico toma imi de las hipétesis dentifeas } El punto conflicivo que trataremos es nocimiente, cuando sel formula y diana, la societal canbe, ya hacerlo cambian las condiciones de testeo y de eontrastaion al cor nocimiento que, paradéjicamente, produjo el cambio. Es sabido que, sey cs ice ce ah social més, altera las condiciones de contrastabiidad de las teorias, Si en astronoméa formulamos una hipétesis sobre el desarrollo de la estrellas y la publicamos, el haberia divulgado no influird sobre el comportamiento de las estrella Salvo en algtin otro cuento de cien cia fiocién, el comportamiento de las estrellas es totalmente indepes diente de'os articulos que publiquen los astrdnomos: hasta ahors ninguna estrella ha afirmado: “Asi que ustedes tienen una teorla acerea de mis pues me comportaré a la inversa con el tinico fin de descolocarios dejarlos perpleos". Esto no puede ocurtir ni en Tes sienis exacts ni en as cencias‘ataraen i __ Pero, en el caso de que sea un cientiico social qui ideas hipotesi la custon ya'o\es tan Sha eagle Soeeso toos que wn polticlogo llega aun pais cualquiera y dic “ein al ex 0 cosas ¢s muy probable que los militares rompan el orden insttucional’, Indudablemeate, sel Genin tone senting en la comunidad poles, tal airmacién de seguro seré tenia cond gn teri ey te tentarin impedir el golpe de estado predicho, por ejemplo poner en prisién a los militares presuntamente rebeldes. Si se logra detener el spolpe, se habré dado lo que se conoce como projec suicida, pu tna hipétesis que predecia un hecho que hubiera aeontecido sf le hi pétesis no tomaba estado piblco, al ser ésta formulada y con desencadene nuevas circunstancias que impiden testearla y juzger su validez, pues no lega a producirse la sitiacidn predicha que harla posible la contrastacion mee iiecil aa ie BAY predianes que al omar eto ibn ternan ocurriendo, que tienen la suerte inversa, y se acpi acne somes nas, oe vag ta hipess, se cumplen a pesar de que lo ie predicen no ja ocurrido de no mediar tal formulacién y divulgacion. Nagel ci ta el caso del famoso banco de la ciudad de Nueva York que termi. 185 Ta wexrucanie soca no quebrando tan elo porque un peli de prestigio eseiié: “EL estado aciero de este banco etal que my probablepente aye vars", As fue que se prodvjo wha corrida y todos 1 Je Dance etiraron sus depostos a cinero, com oa! bane io figado a presentarse en quiebra como lo 1 m coed et dart. SucediS que la hipdtesis formulada por el pero Gismo tuo el efecto socal de cambiar el estado de stain Ia ae tid de is comunidad y produo un nuevo estado de cos fipétesis antes infunda zt verdalere ie ecirse que la hipotesis results corroborada va el hecho se cumplis tal como lo anuncid el periédico? Eat ob un co fo interesante, porque para que la comunidad cientifice ponga @ sucha Ins hipétesis es necesario que ésias sean formulas, & fin fe cuentas, a cencia es un fenémeno social y para que Tas hipéte Si cumple el requisto de ser clentices,deben ser conan x tesubjevamente. Pero, spor el mero echo de, er formuladas Yo, cuando toman estado piblic serie de fechos ue terminan ivadandos, eco esimaremos s son vl tas 0 no! Por eempo, se ha dicho muchas veces auc el ronéstoe ue hace el marxismo acer de la inexorabiidad de una revolucis Soria en Ja sociedad capitalist, después del fenémeno de la miseria Greciente y la acumulacion de cepitale, ha yea refs pores i le sociedad i norteamericana aoe eae eee 1927 Tots, en el Horo Adonde oa Inglate ra, sostenia que la revolucién social legaria en muy pocos afios, em ri iria considerar- 35, pero no se produjo. Por lo tanto, podr iy rege at ely rn Tas conclusiones metodolégicas, oo ae eek heepeert ra como Jos economistas, lejos m piss martes, irom mayen cmt ts prontneos YB tesis marxistas, : ena sus pronat mon medidas que impidieron la inexorab i en ‘mune ida, Asi, el plan Marshall, las inversiones de eee bierno, la infacién, fueron medidas para evita, de alguna forma, fniseria creciente. De hecho, este iltimo enémeno no se rogue ser mise ente liciones qué yer miseria creciente (inexorable), las conc ic a aoe ae ee iaee ue tuviora Tuga ia revlucdn socal 10 # le 4 Para un tratuienty ampio del tema, wave Blss M. Abert y Felix G, Schuster, URSS: rit dele rosin mover, Bue Aires, Edsel Tekaé, 1955, PROBLENAS METODOLSGICOS DE 1AS CIENCIAS SOCIALES () cumplieron. Por otra parte, la estructura de la policia y del ejército ‘en estos paises fueron cambiadas bruscamente. Por ello, lo que se aduce es que lo ocurrido no conlleva la refute: in del marxismo, ya que las leyes que utiliza una teoria para hacer pronéstices o predicciones no afirman simplemente: “Si pasa esto, pa- serd aquello”. Toda ley que se respete afirmard algo mas complejo. “Si pasa esto y, ademas, se dan tales y cuales condiciones en el en- torno y no surgen perturbaciones de tal y tal tipo, entonces se produ. cird tal hecho”. No existe ninguna ley que afirme: “Si usted acerca un fBsforo encendido 2 un combustible, éste arderé", sino antes bien: “Si usted acerca un fésforo encendido a un combustible y no hay un ta bique que separe el fésforo del combustible, ni hay demasiada hume. dad, ni demasiado tio, etc., entonces el combustible ardera’, Por consiguiente, para que haya refutacién del marxismo, debe- mos reparar eu lo que afirman las leyes marxistas. Posiblemente, Popper tenga razén cuando afirma que los sociélogos y el propio Marx nunca se preocuparon por realizar una enumeracién completa de las condiciones positivas del entorno y de las perturbaciones ne- agativas que deberian haber acontecido para que determinada ley tia ¥ ejerza su efecto, Seguramente, Marx diria que esta situacién es to- talmente andloga a la del fésforo y el combustible. Porque, en real dad, la ley que dice que existe miseria creciente y revolucién social se expresaria: “Si actian esponténeamente las fuerzas econémicas del capitalismo y provocan Ia competencia de los duefios de los me dios de produccién, el abaratamiento de las mereancias y la compe. tencia comercial; si se produce acumulacién de capital y los sucldos no aumentan; si la policia no toma medidas contra los obreros; si no hay un efército de avanzada con armas electronicas que puedan ser empleadas contra los proletarios, etc., entonces se producira la revo- Jucién social”. De este modo, Ta ley seria valida pues se cumpliria ampliamente. aCémo proceder, entonces, luego de formuler explicitamente las condiciones que deben darse para que la conclusién pueda ser con. trastada, si la mera formulacién de la teoria -inevitable para que la comunidad de los investigadores la tome como ley cientifica~ consti- __ tuye una fuente de perturbacién potencial para las hipdtesis que inclu. ¥e? zCudl es la solucién que puede aducirse en estas circunstancias? La respuesta es: incluir el conocimiento publico y las reacciones inter- subjetivas entre las condiciones antecedentes de las hipotesis, 135 ast a ponpucasts SOCEDAD _ ciencias sociales es que la Otro escollo que se le presenta a las tan grande, que Ia enume cantidad de perturhaciones a anticipar es cation exhatistiva se convierte en imposible. Por este motivo, todo raclon. ip legal acerca de To social muy probablemente tenga Svty caeveata, lo que indica que existe la posibilidad de que s« aatceten Te ae’ gondiciones de perturbacién. Si esto es asi, debe feners® uevfa que una ley econdmica nunca diré: “Si ocurre {al cost, ce seat esta otra”, sino: “Si las circunstancias econémicas generales si meal estado de la hacienda piblica, de la inflacién, wren ctl de emisiin de moneda, ett~ y si el estado ne intervie ‘un crédito inesperado, o un banco extranjero Direc un préstamo para socorrerlo, efc., enlonces S€ producira la iuiebra de esa institucién”. Los hipotético deduetivistas dirén que es ‘iiy freevente que se formulen hipétesis euicidas ¥ autocumplidas acerca de lo social, y que se invalide asi la posibilidad de contrastar- seer co, curiosamente, aun en estos casos, seré posible ‘contrastar vreuna hipdtesis que incluya como condicién antecedent® adicional el seems miento publico de las hipétesis y su influencta causal. Por jemplo, se conoce una ley sobre Ia difusion de rumor segun la ual, si en clertas circunstancias se lanza un rumor, $ producen de: cual los efectos; precisamente, ésta es una ley que los periodistas 2 | xe Mteneionados usan con frecuencia. Por consiguiente, 2 quicbra, aerpanco es tna corroboracion legitima de la hipétess de ave sise teem derto rumor, en ciertas circunstancias, se produce 17 colapso. | va Gmipresa, Por eso quienes defienden la utlizacion del método hiipotético deductivo en sociologia, muestran que 608 las hipdtesis sieidas y autocumplidas tienen efectos corroboratives respecto de ” ciertas leyes sociales. 5 ‘Antes de seguir adel que confundir el contexto de des lante, es preciso poner énfasis en que no hay ‘cubrimiento con el de justificacion. Fee comer periédico de nuestro ejemplo anterior profesab ine ideo Tein eopusia y, por esa razin, hizo tal amuncio, Quiz profesaba una Hoologia centificista, y su deseo fue adclantarse a ofa publicacio: ideologi Gemostrar ia agudeza de sus aalists econémicos, €. Ess nee. Par puido haber publicado el anuncio por muchas rasones, deci ave problema mo es por qué formulé tales, conjeturas ¥ 2 aaa qué valor tiene sa bipétesis como conocimiento, 1 cues Gee dol origen de las hipétesis es muy interesante y, entre parénte: we ena dicho muchas veces que hay personas 2 las que S& tes 188, car la ley de correccién pertinente. FPROSLEBIAS METODOLIGICDS DE LAS CIENCIAS SOCIALES (I) ccurren hipétesis de maneras mut ras muy poco ortodoxas. Ast, : i estructura hexagonal del domo benctico ce le cour al qui co lenin Ffedich Kelulé mientras vseba en un vehiewo: a tn adormesito, wo una serie de dlomos como sementes au Feline ian otras y, entonces, se le ocurri eoula debia se lta no encase crea hain toe momenta i ery al eet demos se cidadon ye en ‘ouchos son casen personas aue bien profesan una ideologia inaceptable Dueden, sin embarg, formula hips acertdss. No ce tata de ; los propos hints y las hipsteis mismas, tino que en price son cous des tns. Tanenos el cao de esr amigo Newton, En si moment, fi Je la Royal Society, pero ou actuacion fue muy discs. Ware daa senate fwvorecer «suv anges? us enemigos. Si bie ica, 10 eo Be dada de ques muy humana, pero vo coneterda con Is msg ca imagen que se tene de alguien tn prominent tien Newton er gene am etic, aca de oo rt Se tabe ave ersemuia Ta fama y In gloria y qu, ademés, como politico cien io favorecs su amigo Bamund Hilly ¥ a muchos otro, quc a Robert Hooke, que era su gran competidos, poco so que destryé, Pro las teoris de Newton eran extvacrdinaras, muy comin que alguien que sosti fe sac’: comin que alguien que sosine valores 0 profes ura ieolaia puede simpatizar desde el vista fico, teorice sobre I reais en una forma muy ceria S60 cen que ello no es posible los que enienden a la idesogia une itha'condenda que disortona en eto modo sreonson del reldad Pero para nosotros el problema principal permanece: csimar a a hiptesis qe el pein las por rates delogiss © malaa~ era una hipstesis correcta? No cabe duda: debe __ser contrastada, Es decir, no existe algo a priori que nos permita de- clarar que una hipétesi ¢ una hipétesis es correcta 0 incorrecta i determinado o cierto medio periodico la fa lormulado. Por Sl: ot por razoes idelilesinernos qu, cunndo ert de is de caricter politico i meat seré fsa, nuestro modo de fazonar es como tn baromctr, uti i til al fin, pero que marca siempre lo contrario: cuando hace buen tiempo indica mal tiempo. Por lo tanto, estaremos atentos para apli- intonces, si leemos el diario, 189 La INENPUCARLE socEDAD pensaremos: “jCaramba, parece que mejoraremos industriaimente! pues en el mismo se afirma que habré recesién, De cualquier modo, antes de legar a semejante opinién sobre el diario, debe existir una etapa previa que permita llegar a esa ley (la “ley de la ideologta del diario"), etapa que consiste en contrastar las hipétesis econdmicas que ese periddico formula. Habré que haber puesto a prueba y refi tado sisteméticamente sus hipétesis. Debemos destacar algo que afirmé Nagel y es que, algunas veces, formular una hipdtesis no tiene ninguna influencia en la sociedad, ‘Todos sabemos que la historia y Ia cultura nos ofrecen una inmensa_ cantidad de conocimientos, que en ningtin caso se han asimilado ¢ incorporado a nuestra accién social. De modo que muchas veces se exagera en demasia el supuesto papel perturbador del conocimiento como variable social. Por otro lado, que el conocimiento social influye y reflexivamente entre a formar parte de Ta accién social deberia interpretarse, antes bien, como algo positivo mis que per turbador, pues ello es precisamente lo que contribuye a Ja transfor macidn social o a la “emancipacién” de la que nos hablan autores criticos como Jiirgen Habermas. La incidencia del observador sobre lo que est investigando En esta oportunidad no son las hipétesis las que causan proble | mas, sino el proceso de investigacién mismo. El antropélogo Franz Boas se preguntaba cual era, en realidad, el sujeto de investigacién pico de un antropélogo, y como es fécil constatar que las comunida- des pequefias se alteran por la presencia de un observador, respon- dia: los miembros de la comunidad més un antropdlogo en su sen Asi, la comunidad que se termina describiendo no es Ia originaria sin antropélogo incluido, sino otra compuesta por los miembros propia mente dichos y el antropélogo que tleva a cabo la investigacién. Pero es evidente que la presencia del antropélogo supone una gran dife- rencia, pues éste puede alterar el comportamiento habitual de la co- munidad, Y lo mismo ocurre cuando una familia hace terapia familiar: ante la presencia del terapeuta es comin que se intenten ocultar he- chos relevantes para el tratamiento. Esto constituye en realidad un ar gumento formidable, que expresa que tal vez no leguemos nunca @ saber cuéles son las leyes de comportamiento de una comunidad 0 PRORLENAS METODOLSGICOS DE LAS CENCUS SOCALES () ée una unidad familiar, porque la sola presencia del observador pro- duce una situacién anémala que perturba su funcionamiento habitual. Como responderian los adalides del método cientifico tradicional aplicado a cuestiones sociales? Destacando que se trata del mismo problema que se plantea en la fisica cuando se hacen mediciones. Su- pongamos que deseamos medir la temperatura del agua contenida en tna olla, Cémo lo hacemos? Sumergimos un termémetro en el liqui- do. Pero es evidente que, por la ley de transmisién del calor, el par iquido-termémetro establece una dindmica de temperaturas y la tem- peratura del liquido cambia. Asi, cuando extraemos el termémetro y leemos en a escala, no estamos midiendo la temperatura del agua cuando no estaba el termémetro, sino la que se registraba al formar- se el sistema liquide-termémetro. Esta situacién se parece mucho a le de la comunidad con el antropélogo. ¥ entonces, gcémo puede cl fisico afirmar que sabe cual es la temperatura del agua? Aqui ocurre algo muy interesante: el fisico co- noce las leyes de la termodindmica y sabe cémo hacer la correccién. Cémo hizo para conocer tales leyes? Llevd a cabo mediciones, en las que aparece nuevamente el problema: gde dénde sacé estos da tos? gNo sufrieron perturbaciones por los instrumentos de medicién? 2Qué leyes de correccién utiliz6? El proceso, complicado, configura tuna especie de cadena de refinamiento que funciona mas © menos asi: sin tener ninguna ley realizamos las primeras-mediciones y con tales datos obtenemos las primeras leyes que al igual que los datos deberdn ser refinadas; ya con éstas, aplicamos los primeros proved mientos de correccién y, a continuacién, corregimos las leyes mis- ‘mas; luego tomamos nuevas mediciones con los que damos mayor precisién a las leyes, y asi indefinidamente. De este modo, dispone- mos cada vez de leyes y de datos més exactos. Probablemente llegue un momento en el que observaremos que las medidas, las leyes y las correcciones son cada vez més estéticas y, como dicen los mate- miticos, tienden a un limite, al que lamaremos la “auténtica medida” y la “auténtica ley”. El punto de estabilidad nos dard la certeza de que hemos llegado a las hipétesis que debemos tomar como informa cién acerca de cémo es el mundo. Pero si no legamos a ese punto, debemos recomenzar el ciclo tantas veces como sca necesari Qué ocurtiria si hiciéramos lo mismo en las ciencias sociales? El problema es que, tal vez, los factores de correccién sean tan extremos ‘ue, si comenzamos hacer una marcha autocorrectiva como la des. 190 S

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