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MARTIN BERNAL ATENEA NEGRA \s raices afroasiaticas| de la civilizacién cldsica, Volumen I LA INVENCION DE LA ANTIGUA GRECIA, 1785-1985 ‘Traducci TEOFILO DE LOZOYA CRITICA GRUPO GRIALUO-MONDADORI BARCELONA INTRODUCCION Casi siempre, los hombres que reaizan un favento ta funda mental como el de un nuevo paradigma, son o bien muy jévenes ‘bien muy noveles en el terreno cuyo paradigma pretenden cambiae, Thos Te ef Sete etn 90 Alrecuriea esta de‘Thomas Kuhn pretendojusicar el ateviniento aue supone que una persona acostumbrada al esta defa historia de China esrb sobre un tema fan ditante del que seria su campo propio. Puss oque intento argumentar es que, por mucho que los cambios de visién que yo pro- aaae pongo no sean pradigndicosen endo cic, noporeliodgandescrfon. damentales. = 8 (Qilibrouata de dos modelos de historia de Greva: no considera que Gre- |X “£ & W stinentecropen oar mientras que ote fa vecomo una cies |g «= Erect et oestaee oe pee (9-4 F9 secre mapa imc corti 2 respectivamente, El «modelo antiguo» era el habitual entre los griegos de los | $57 periodos clasico y helenfstico. Seguin él, la cultura griega surgié como resulta- = x to def colonizacion de egipcos y fencios, que hacia 1500 a.C,cviaron [0 <3. ios naturale del pa, Y fo queens fn prigascontaunron depts oand do prestados numeronoecementan dias earns dl Onene Peal eto Li pases Ges ta oem ee ona cn enya vraidal nos ha hecho rer ala mayors nase denen A Iapeuiamiad dello ni En for prima senna ae {Elo neqata I tent 0G Ue tos asentamenton egies y pone ede Jui fos de os tenon El que yo denomine mode aro sears cue fe tei en fos momentos lgidos al ntacmiism, et cr doaneta dt de Cada del pasado silo y durant os aon veltey ela det actual eat ne luso a existencia de un influjo cultural fenicio, Segin el modelo ari, se habria ‘roducido una invasién procedente del norte dela cual no da ninguna notic Gia la vnleiGnanlgia que habia domino ala cule oesrecrne 0 sprehelénicay. La evilizacion gritea se considera resultado de la mezcla en- toe Ios heleoas.ablantes de-un lengua indoeuropea, yTos indlgenss.a Jos ‘que habian sometido. La creacién de ese modelo ario es To que me ha llevar 30 ATENEA NEGRA doa iularel presente volumen La invencin dle antigua Grecia, 17851985 tn opin se deberia volver al modelo anigu aunque revséndolo unf9co; pores elamo el «modelo antiguo resadon ue defied ene v0. lumen I de Atenea negro. Admito end la ba real dels leendas latinas ala colonizacién de Grecia por pate de egpcosyTeiion lal como petendia «modelo aniguo. Pero lx nuevaversin presapone que dio fendmeno o- ‘mena_un poco anes, a saber, durante la primer lad del sepande sale JAcepia asinismo que la civic picgn es resultado dela mezea decultasorginad por eas clonizaciones y de ovespéstamosposteroves procedentcs del Medierrneo oriental, Por eta part amie provitonaines tela hipétesis dels tnvasiones 0 lnfltraconts-~ de pueblos hablantes de tuna lengua indocuropeaprocedentes del norte sconiesilas Juste dl ares Ye tree milesos 2, tal como postulaba cl medcle ara, No aban yet en al ci iinet ae gua relacionada con wl indohitita, de la que han quedado muy pocos rastros ‘en griego. En cualquier caso, no pueden emplearse para explicar los milliples elementos no europeos de la lengua griega posterigh: estuviera en lo cierto al reclamar la necesidad de desechar el modelo ario Ly de sustituirto por el modelo antiguo revisade, significarta que es preciso no sélo volver a reflexionar sobre las bases fundamentales de la acvilizacién occ- { dental», sino también admitir la penetracién que el racismo y el «chovinismo continental» han tenido en toda nuestra historiografia, o en ta flosofia inke- | rente@ los libros de historia, El modelo antiguo no se caracleriea por unas defi- ciencias «internasn demasiado importantes, ni tanpoco por una escasa capaci ddod aclaratoria, Si fue desechada, ello se debié a razones externas Para [os ‘roménticos y (os racists de los sglos x¥1 y X1X resullabasencilldiente into {erable que Grecia, a ta que se consideraba no sélo compendio de Europa ente- 1, sino tambidn su cuna, fuera producto de una mezcla de europeos nativas »¥ de unos colonizadores africanos y semitas. Por eso es por lo que debia dese. ‘harse ef modelo antiguo y ser sistituido por oiro mds aceptable. Qué es lo que entendemos aqui por «modelo» y «paradigman? Intentar defini estos teminos no significa mucho, debido por una parte ala vaguedad con Ia que suelen ser utlizados, y por otra al hecho de que las palabras s6lo pueden definirse mediante otras palabras, lo cual no proporciona un suelo de- 'masiado firme sobre el que construir nada. A pesar de todo, se hace imprescin- dible dar alguna indicacin respecto al significado que aqut les damos. Por «mo. ddelo» entiendo en general un esquema reducide y simplificado de una realidad compleja. Semejante transposicién supone siempre una distorsin, como indi- 8 el proverbio italiano sradutfore traditore. A pesar de todo, al igual que las Palabras, los modelos son necesarios para casi todas las ideas y manifestacio- * Dela edicién original de esta obra, Black Athena. The Afroasatic Roots of Classica Cv. ‘ization, shan eta hasta hoy dos volimenes: . The Fabrication of Ancient Greece [785-1985 (Fe Association Books, Londres, 1987) 2. The Archaeological and Documentary Evidence (ee ‘Astocation Hooks, Londres, 1991). (del ed) IvTRoDUCCION ‘es linglisticas. Deberiase tener presente siempre, sin embargo, que los modes Jos son algo artificial y en mayor o menor medida arbitrario. ¥ lo que es mane del mismo modo que la mejor manera de explicar los distintos aspectos de In Juz ¢s hablar de ondas o de particulas, también puede resultar fructifeo para ‘otros ferémenos contemplarlos desde varios enfoques mis o menos distin ¢s decir, convendré utilizar varios modelos diferentes. Por lo gencral, sin con, bargo, siempre hay un modelo mejor © peor que otto por lo que sc relieve a su capacidad de explicar los rasgos de la «realidad en cuesliGn. Por eso resul- ‘a ttl pensar en una competencia de los modelos. Por «paradigman entiendo simplemente unos modelos o esquemas de pensamiento generaBzados, que se aptican a varios o a todos los aspectos de la «realidad, tal como la ven un individuo © una comunidad. Los retos fundamentales suelen venirle a una disciplina desie fuera de su ‘campo. Lo corriente es que los estudiantes sean introducidos poco a poco en Jas materias que se disponen a trabajar, como si fuera un misterio que se les va desvelando gradualmente, de suerte que, cuando llega el montento en cl que estén en condiciones de ver su campo de estudio en su integridad, se hallan tan imbuidos de prejuicios y esquemas de pensamiento convencionales, que les resulta précticamente imposible poner en cuestién las premisas més clement. Jes. Tal incapacidad resulta evidente sobre todo en las disciplinas relacionadas con Ia historia antigua. Las razones de ello son, segiin parece, ante todo el he ccho de que su estudio se encuentra dominado por el aprendizaje de unas len. ‘guas particularmente dificles, proceso que es irremediablemente autoritacio: ‘no cabe cuestionar la ldgica de un verbo irregular o la funcién de una determi- nada particula, Sin embargo, al mismo tiempo que los profesores exponei las reglas de la lengua, proporcionan otras informaciones de indole social o histé- que tienden a darse y a ser recibidas con un mismo talante. La pasividad intelectual del estudiante se ve actecentada por cuanto esas lenguas suelen scr ensefladas durante la infancia. Por mas que ello facilite el aprendizaje y pro- orcione al escolar familiarizado con ellas una sensibilidad incomparable para el griego o el hebreo, posteriormente esos mismos hombres y esas mismas mu- eres tenderén a admitir que un concepto, una palabra o una forma son tipicas ‘mente griegos 0 hebreos, sin exigir més explicaciones respecto a su funcién o € su origen concretos. El segundo motivo de su inhibicién es el temor casi religioso, cuando no Puramente religioso, que se siente al acercarse a las culturas clisieas 0 a la he brea, consideradas fuentes de la civilizacién «occidental», De abi el rechazo 8 utilizar analogias «profanasn a la hora de oftecer modelos para su estudio. En este sentido, la gran excepcidn se encuentra en el folklore y la mitologia, {errenos en los que, desde la época de James Frazer y Jane Harrison, a caballo de los siglos x1x y Xx, se ha realizado una labor de comparacién tastante con. siderable, No obstante, casi odo ello se ha mantenido dentro de los limites tra. zados durante la segunda década de! siglo pasado por Karl Otfried Miler, res. Ponsable de la destruccién del modelo antiguo. Miillerinstaba a los eruditos @ estudiar la mitologia griega en relacién con la cultura humana globalmente 32 ATENEA NEQRA considerada, pero se opona de modo inflexible a admitir ningin préstamo es- pecifico que procediera de Oriente! Si de lo que se trataba era de alta cultu- ra, el rechazo a admitir cualquier paralelo especifico era an mayor. La situacién Hlega, sin embargo, al punto de mxima intolerancia en el te- reno de los nombres y la lengua. Desde mediados del pasado siglo, el centro ‘nuclear del modelo ario lo hia ocupado Ia lingifstica indoeuropea o estudio de las relaciones existentes entre las lenguas. Tanto entonces como ahora; fos in- doeuropeistas y los helenistas se han mostrado extraordinariamente reacios a admitir la menor relacién entre el griego, por una part, y el egipcio y el semiti- co, las dos principales lenguas no indoewropeas del Mediterrineo oriental en la Antigiiedad, por otra, No cabe duda alguna de que sil egipcio, el semitico occidental y el griego hubieran sido las lenguas de tres tribus cercanas ¢ impor tantes del moderno Tercer Mundo, se habrian realizado numerosos estudios com- parativos, a partir de los cuales 1a mayorla de los lingiistas habria Hegado a la conclusién de que quizis estuvieran emparentadas de alguna forma y de que, con toda seguridad, se habrian producido una gran cantidad de préstamos lin- allsticos y presumiblemente culturales entre los tres pueblos. Por el contrario, €l profundo respeto que inspiran el griego y ef hebreo hace que se considere de todo, punto improcedente semejante labor meramente comparaliva. Un extrafto nunea podré tenet ef control de fos detalles, que tanto ti y esfuerzo han costado aleanzar a los expertos. Al no posecr un conocimiento pileno de las eomplejidades de fondo del campo en el que se inmiscuye, mostra- 4 una teudencia a ver que existen unas correspondencias excesivamente si pies entre unos elementos euya semejanza es s6lo superficial. Ello no significa, sin embargo, que ef entrometido esté necesariamente equivocaido, Heincich Schliemann, el magnate alemén que relizé las primeras excavaciones de Troya FMcenas alla por los aftos setenta del siglo 1X, logrs compaginar una serie de leyendas, documentos hist6ricos y datos topogréficos, de un modo no por ingenuo menos rao,» demeatat avs nuevos aut aloe sei £95, lo evidente no siempre resulta falso ieudeuia que podemos observar en muchos profesior to sion Srfa que solo cl experte que ve ha pasado Ta vida Tntenlando domi aru eu suneta mi sobre que ui Novato eon pstensions, [a eero-s ‘gue no sicmnre.cs asi. A veces, para éste Ta perspectiva supone’una ventaja, ‘pues es capa de contemplar globalmente el asunto y de aportar analogias ex- paradgiicas, pues, i bien por una parte {aficionado es por fo general incapaz cde hacer prbazesat los conocimientos eriditos dentro de un determinado mo- 5 dos avances ms decisivos que se han producido en ios estudios helénicos desde 1850 —el descubrimiento arqueol6gico de Micenas y el d de su escritura, el lineal B— fueron obra de dos aficionados: Schliemann, al cual acabo de mencionar, y Michael Ventris, que era un arquitecto anglogriego. iNTRODUCCION 33 de todo, el hecho de que a menudo los nuevos enfogues procedan furidamentalmente de fuera no significa, ni mu uestas de ese estilo vayan a ser correctas o tiles. La mayorla no To son, y lo ‘ids acerlado es Fechazarlas y considerarlas pura aberracién. Pero la distincién Quit debra centre unas roblemas de difici so leberia huacerla? 2¥_at se? Naturalmente, a fos primeros que habria ‘que consulta seria. alos especialisias. Son ellos quienes poreen los eonocimientos [ECGATOG pa aloTa las nuevas ideas ton'0 Wo pausbles oe) paste sullar de uilidad. Si, como ocureié con el desciframento del lineal B por Ven. tris, a mayor'a admite alguna de esas ideas, esultara absurd desafiar su vo- nin negativa por su parte, en cambio, no deberia merecer si sion 8 newesarios pura 0. Son los guar- anes del state qua-académico-y par ende se hallanimplicados intelectual y ‘ainenudo también emocionalmente en él, Se da incluso el caso de que algunos especalstas Teguen a defender sus prelensiones aduciendo que la paca herol- cade lox aticonadoy, au sha conclu. do ya. De modo que, aunque Ia ereacién de su dsciplina fuera obra de no pro- fesionales, este tipo de personas no son capaces ya de contribuir a ella, Por plausibles que puedan parecer las ideas aportadas por un extrafio, resulla in- {rinsecamente imposible que sean verdad. ‘Semieiante actitud es la que hace que, del mismo mado que sla guerra es. Late Te opinion de los legos como la.de os niofesionales para determinar Ia validez de Tos nuevos desafios que topan con la oposicién de fos especialistas. Aunque por lo general estos iltimos saben més que los profanos, ha habido asos que déaesiran To conirario. Tomemos, a modo de ejemplo, ia idea de Ja deriva de los continentes, que fue propuesta por vez primera por el profesor ‘A. L, Wegener a finales del siglo xix. A comienzos del siglo Xx la mayoria de los gedlogos segula negando el significado de los eevidentes puntos de en- anche» existentes entre Africa y América del Sur, entre las ds orilas del mar Rojo y otras muchas eostas. Hoy dia, por el contrario, todo ol mundo admite que los continentes «se separaron. Del mismo modo, la propuesta populista, norteaniericana realizada durante las iltimas décadas del silo pasado de aben- donar el patrén oro fue declarada totalmente impracticable por los economis- {as académicos de la época. En estos casos daria la sensacién de que los profa- ‘nos tenfan razén y los académicos estaban equivocados, Asi pues, aunque la inion de ke i perla ser estudiada sie Sma we Sieatada con enorme respeto, no en todas las ocasiones habria que considerar= {a Ja Gitima palabra, oan peal ual diferenciar un profano bien informado a un innovador radi- cal, ajeno a la diseiplina en cuestién, pero que hace aportaciones valiosas, de ‘un simple loco? {Cémo distinguir a un Ventris, que descifté el silabario creten- se, de un Velikowski, autor de obras y obras sobre los acontecimientos y catis- trofes mis diversas, en las que mostraba siempre una perspectiva diferente a

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