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Capitulo IIL
LA MENTALIDAD BUROCRATICA
‘Todos los logros materiales de los estados de la antigtiodad —las pirdimi-
des, las riquezas ostentosas, los palacios, los templos, las conquistas— de-
pendfan de una habilidad concreta: Ia administracién de los recursos. Aun-
{que su objetivo principal era manipular el entorno cconémico en favor de Ia
elite, mientras [o cumplia los beneficios se difundfan de paso sobre un sector
considerable de la poblacién, Fundamentalmente, ello se logrnba mediante
tun sistema tributario por el cual se concentraban uios recursos que. luepe. se
redistribuian a modo de raciones entre una parte, probablemente bast
grande, de la poblacién que trabajaba temporalmeate o con cardcterfijo para
el Estado, En Egipto, el material que ilustra mejor la primera parte de este
elésico ciclo de los recursos en las primeros estades —el sistema tributario—
es ef del Imperio Nuevo, que veremos en los capitulos V y VI. Et presoate
capitulo trata més acerca de la burocracia como fuerza determinante dentro
de la sociedad y de las consecuencias de la distribucién a gran escala de los,
recursos sobre las relaciones entre el Estado y la poblacién
Sn sistema burocrético avanzado saca a ia lu2 y fomenta enérgieamente
tuna faceta concreta de los humanos: la profunda satisfaccidn que se siente al
programar pautas de trabajo para calcular, inspeecionar, comproliar y.cn de
Finitiva, controlar al maximo las actividades de los demés. Es una manera par
siva y ordenada de ejercer el poder en contraste con In coercién directa. Se
sirve de una habilidad conereta, tan peculiar ¢ importante para una socieda’t
como el genio de sus artistas y arquitectos 0 el arrojo de sus soldados. A un
miembro de este grupo le denominamos «escribar, Es una traduccitn vo:
rrecta de la palabra egipcia que, sencillamente. quicre decir «ua homize «te
scribe». En las sociedades modernas, con un alto indice de alfebetizac
tiende a denigrar los empleos de funcionario suxalterno w a. Pere144 EL ANTIGUO EGIFTO
esto es tn lujo que no se pueden permitir las sociedades menos desarrolla-
das, En un mundo de analfabetos, el hombre que escribe tiene la llave del
poder que le otorge In administracién. En Egipto, los escribas no solo esta-
ban entre Ia elite; Jo sabfan y lo declaraban con toda franqueza. «Sé un es-
criba —reza el consejo-; te libra del trabajo agotador, te protege de cual-
quier tipo de tarea ingrata» «Sé un escriba. Tus miembros tendrén una
apariencia impecable, tus manos serdn suaves. Irés ataviado con ropas blan-
cas, se te honraré y los cortesanos te saludardn.»' Y muchos de los altos per-
sonajes de la corte inelufan el titulo de eescriba» entre los otros muchos de
su curriculum vitae, Bl lector de este capitulo habr de refrenar cualquier
senlimiento do desdén ante las palabras «burocracia» 0 «escriba». En cl mun-
do egipcio, ambas correspondian a un conjunto de valores muy distintos.
UNA MENTALIDAD METODICA
Se ha conservado un gran nmimero de documentos administrativos del an-
tiguo Egipto, que remontan la historia de la burocracia al tercer milenio a.C.
‘Comenzaremos con un grupo de textos antiguos que ponen de manifiesto,
coon gran intensidad, el interés burocrético del escriba por el sistema y los de~
talles. Se trata del archivo de papiros procedentes del templo de la pirtmide
del faraén Neferiskare, de la dinastfa V, en Abusir? La mayoria pertenecen
al reinado del faraén Izezi; por tanto, al menos unos cincuenta afios después
del fallecimiento del primero (en ¢. 2427 a.C.).
‘A comienzos de la dinastia IV, se habfa perfeccionado el trazado estindar
de las tumbas reales, El sepulero estaba en el interior o debajo de la pirsi
de, El culto que se le ofrendaba al fara6n para su bienestar eterno se Ilevaba
2 cabo en un templo funerario situado en Ia cara este de la pirémide. Una
calzada le tnfa con otco templo aparte, situado en el terreno del valle: el term-
plo del valle, Una parte importante del culto era la presentacién de ofrendas
de comida y bebida, Para esta y otras ceremonias acfan falta sacerdotes y
también se necesitaba personal que custodiase el templo y lo que contenta,
‘A todos se les pagaba en especie, con productos, que inclufan una racién bé-
sica de pan, cerveza y grano, ademds de articulos adicionales tales como car~
ne y ropas. La recepcién de los ingresos y Ia distribucién de las raciones pu-
sieron en marcha tn pequeso ciclo administrativo. Aunque el palacio del
faraén reinante podria suministrar aquellos ingresos, se obtuvo una fuente de
aprovisionamiento mucho més segura con el establecimiento de una funda-
cin piadosa a perpetuidad. Fundamentalmente, ésta estaba compuesta por
propiedades agricolas, cuyos productos iban destinados a costear el personal
que mantenia el eulto y Ja organizacién en las pirdmides.
La hoja de papiro que aparece en Ia figura 39 (p. 143) es una lista de los,
ingresos diatios, escrita en un estilo antiguo de hierdtico que todavia conser-
LA MENTALIDAD BUROCRATICA 145
‘aba muchos de los trazos de los signos jeroglificos originales. Podemos re-
conocer instanténeamente una clara ordenacién en forma de tabla, con les
rayas trazadas en finta roja y negra. Cada linea horizontal esté reservada a
‘uno de ds treinta dias del mes y contiene principalmente entradas numeéricas
dispuestas en columnas verticales. Cada columna lleva un epigrafe conciso,
escrito en dos o tres lineas, que informa de las instituciones proveedoras,
el tipo de alimentos y, en las tres columnas de In derecha, el estado de la
partida,
Frouna 40, Fragnento de una rcacién de ls propedads arcs que proporconabn ie
seis abtemplo ea primide el aan Sora !V, en Datsun. Cada Fc et por
Fontes or una mujer que leva une Dade on efendas en aliens. El nombre de eada
‘opidad aparece exer encia y enfentedcade in de Isis sn apropaes po ne
‘os (dsttos admires). Delant de septa igre, comenzando pole sire,
tec el lode namo de ryt, el sre de Bent Haan fomadn de A. Fakhny. The Now
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