Renfrew, C., «Monuments, Mobilisation and Social Organisation in Neolithic
Wessex», en C. Renfrew (ed.), The Explanation of Culture Change, Londres,
Duckworth, 1973, pp. 539-558 (reimpreso en C. Renfrew, Approaches io So-
cial Archaeology, Edimburgo, Edinburgh University Press, 1984, pp. 225-257.
_, «Beyond a Subsistence Economy: The Evolution of Social Organisation
in Prehistoric Europe», en C. B. Moore (ed.), Reconstructing Complex
Societies: An Archaological Colloquium, 1974, pp. 69-96.
Sanderson, S. K., The evolution of Human Sociality: A Darwinian Conflict
Perspective, Lanham, Rowman and Littlefield, 2001.
Shennan, S. J., «The Development of Rank Societies», en G. Barker (ed.),
Companion Encyclopaedia of Archaeology, vol. 2, Londres, Routledge,
1999, pp. 870-907.
STEPHEN SHENNAN
evolucién de la complejidad social y el Estado
Desde hace miles de afios, los fildsofos han estado haciéndose pre-
guntas acerca de la naturaleza del gobierno y de la politica. ;Por qué
las sociedades terminaron teniendo gobiernos? ¢Cuél es la forma ideal
de gobierno? ;Apoyé la gente a los gobiernos porque éstos resultarfan
beneficiosos para todos 0 se impusieron contra la voluntad de la gen-
te? El trabajo desarrollado por los arquedlogos contempordneos acer-
ca de los orfgenes y la evolucién de los gobiernos es un derivado de
este tipo de preguntas. En lugar de implicarse en el debate filosdfico,
lo que los arqueélogos hacen es estudiar los lugares y las Epocas en
los que se produj yjeron estas transformaciones.
El estudio del origen y la evolucién de los gobiernos forma parte
de una cuestin més amplia a la que los arquedlogos se refieren como,
la evoluci6n de la complejidad social y el Estado. La expresién «com-
plejidad social» hace referencia a la variedad de experiencias vitales
y actividades que se produce dentro de las sociedades o de los distin-
tos grupos que las componen. En la actualidad, la mayor parte de los
seres humanos constituyen sociedades complejas, en las que las per-
sonas realizan una actividad altamente especializada, incluyendo a los
Kideres politicos y a los empleados administrativos de Estados-nacién
en los que una simple entidad politica rige a millones, e incluso a mi-
les de millones de personas. Las diferencias en e] grado de privilegio
econémico («diferenciacién social») también se encuentran muy mar-
cadas. La gente se agrupa en distintos tipos de comunidad, desde pe-
quefias aldeas a ciudades con millones de habitantes.
Pero la complejidad social es un avance relativamente reciente.
Nuestra especie aparecié hace unos 400,000 afios, mientras que el giro
207que condujo a la complejidad social no se producirfa hasta hace aproxi-
madamente | 0.000 afios. En esa época, la poblacién total de la tierra s6lo
seria de unos 10 millones (comparados con los 6.300 millones de la ac-
tualidad). Hace 10.000 afios la mayor parte de los seres humanos vivia
en pequefios asentamientos no permanentes, las familias eran funda-
mentalmente autosuficientes econémicamente y tendfan a Ja igualdad
social y econédmica. Ademas, Jas sociedades eran «igualitarias politica-
mente», lo que significa que la mayor parte de los miembros adultos po-
dian participar en el gobierno de la sociedad. Los arquedlogos quieren
saber cuando, dénde, cémo y por qué se desarrollaron las sociedades
complejas en este periodo comparativamente corto de 10.000 afios.
Gracias a la investigacion arqueolégica y a las analogias etnogré-
ficas (véase p. 50) es posible identificar una secuencia en el desarro-
Ilo de las formas de gobierno que va desde las mas tempranas y sim-
ples hasta las formas mas complejas de periados més tardios. En las
formas de gobierno més tempranas y simples, cada comunidad 0 te-
rritorio local cuenta con un Lider, pero es independiente de los lideres
de otras comunidades. Si un cierto ntimero de lideres reconocen su
subordinacién a la autoridad de un solo jefe destacado, se forma una
entidad politica que conocemos como «jefatura». En lo que nosotros
denominamos un «Estado», numerosos lideres locales reconocen, en
una gran entidad territorial, una autoridad superior que forma una es-
tructura en varios niveles de liderazgo culminados por un rey 0 por
cualquier otro tipo de autoridad destacada, como puede ser un conse-
jo de gobierno. La mayor parte de los Estados emergentes cuentan con
una autoridad monarquica, pero la polis griega (ca. 500 a.C.) 0 la for-
ma estatal republicana del Periodo Védico de la regién del Ganges, en
Ja India (también ca. 500 a.C.), entre otros, son ejemplos de este ulti-
mo tipo.
Un problema clave para los arquedlogos del siglo xx ha sido de-
terminar cémo se formaron los Estados, dénde y cémo se produjo esta
cireunstancia por primera vez. La investigacién arqueologica ha de-
mostrado que la formacién de Estados es una circunstancia poco fre-
cuente. Los primeros se formaron de manera independiente en s6lo
seis lugares. En el norte de China con certeza existen Estados desde
1700 a.C., pero sus origenes son posiblemente anteriores, remontén-
dose hasta poco después del 3000 a.C. En el valle del Indo, en lo que
es actualmente Pakistan y el noroesie de Ja India, se produjo una fase
temprana de desarrollo estatal entre 2600 y 1900 a.C., seguida por una
segunda fase, de mayor magnitud, iniciada hacia el 500 a.C. en la re~
gidn del cfo Ganges, de la que se originaron los estados indios poste-
Tiores. Los Estados més antiguos se desartollarfan en Mesopotamia
(actuales Iraq e Iran), aproximadamente en el 3500 a.C., mientras que
en el valle del Nilo, en Egipto, el Estado estaba formado en el 3100
208aC. La América indfgena desarrollé sus primeros Estados en Mesoa-
mérica (actual México) en 500 a.C. y en el actual Peri en 200 aC.
Més adelante, la forma estatal de gobierno se extendi6 desde estas seis
freas hacia el Africa subsahariana, el Mediterraneo, Europa, Asia cen-
tral y el Sudeste asidtico.
Con su formacién, los Estados ejercerfan una enorme influencia so-
bre la vida de los individuos; de hecho, el prominente antropdlogo El-
man Service se refiere al desarrollo de los Estados como la «gran trans-
formacién» de las sociedades humanas. A medida que los gobiemnos se
iban haciendo mas complejos, otro tanto sucedia con otros aspectos de
la sociedad. El crecimiento estatal tiene relacién con el crecimiento de-
mografico general, aunque no estamos seguros de si el crecimiento
demogrifico provoca la evoluci6n politica o si es una consecuencia de
la misma. E] aumento poblacional a menudo se hace patente en las ciu-
dades, con pocas excepciones (por ejemplo, la mayor parte de los pe-
riodos del antiguo Egipto). Los individuos emigrarfan a los centros ur-
banos emergentes para servir como funcionarios, soldados, artesanos 0
asalariados. La produccién y el comercio se intensificarian porque los
Estados requieren excedentes de produccién y porque las autoridades
estatales pueden garantizar la seguridad en el lugar de mercado. La
aparicién de Estados esta aparejada al surgimiento de nuevas catego-
rias ocupacionales. Por ejemplo, los arquedlogos sostienen que el pas-
toreo némada especializado en la regién de Mesopotamia fue una res-
puesta al incremento en la demanda de productos de origen animal por
el crecimiento de la poblacién urbana y de los campesinos especiali-
zados en el cultivo de cereales de regadfo. De esta forma, y siguiendo
el mismo modelo, se producirfa una intensa interaccién entre las pri-
meras sociedades complejas y sus poblaciones circundantes, algunas
de las cuales acabarfan desarrollando sus propios Estados.
Las ideas, las tecnologfas y las formas de organizacién social de
estos primeros Estados serian de algiin modo heredadas por los pos-
teriores. Algunos de estos Estados —podrian mencionarse cientos de
ejemplos— en cuyo crecimiento sé refleja alguna forma de combina-
cién, interaccién y continuidad con aquellos primerfsimos Estados
son las entidades politicas de la Edad del Bronce en Creta y los Esta-
dos mediterréneos posteriores, Srivijaya y Melaka en el Sudeste asia-
tico, asf como los aztecas del centro de México. Las transformaciones
sociales iniciadas en los primeros seis Estados se reflejan en distinto
grado en todos los sistemas politicos posteriores, hasta alcanzar el
mundo modemo y su sistema de Estados-nacién.
El conocimiento acumulado por los arquedlogos acerca de la evo-
lucién de la complejidad social y el Estado ha ido influenciando los
métodos de trabajo arqueolégico de campo. La complejidad social im-
plica unas crecientes diferencias entre los distintos sectores de pobla-
209cién. Mientras que hace cien afios los arque6logos frecuentemente se
aplicaban en la excavacién de las tumbas y los palacios de la elite go-
bernante, en la actualidad los arqueélogos interesados en la evolucién
de la complejidad social quieren saber mas acerca de las causas y las
consecuencias de la transformacién y el cambio en todos los sectores
que componen una sociedad. Una forma de llevar esto a cabo es me-
diante el estudio completo de las ciudades («arqueologfa urbana»), en
lugar de centrarse en las 4reas dominadas por las elites. Esto acarrea
problemas metodoldgicos, porque algunas de estas primeras urbes
eran de gran tamafio, con poblaciones que alcanzaban las decenas e
incluso los centenares de miles de habitantes. Los métodos de investi-
gacidn también se han transformado con el reconocimiento de que las
fases de desarrollo, por asf decir, de las primeras sociedades comple-
jas y los primeros Estados se producfan a gran escala, Asf, las prime-
ras ciudades y palacios se desarrollaban en relacion a sus hinterlands
agricolas, formados por centenares 0 incluso miles de pueblos y aldeas.
La guerra, el comercio y 1a diplomacia entre grupos de similar enti-
dad politica pueden ser una fuerza social que empuje hacia la forma-
cidn estatal («entidades politicas iguales»; véase p. 184) y su estudio
arqueolgico precisa de la consideracién de una amplia escala geo-
grafica, Para responder a estas preguntas, desde mediados del siglo xx
los arquedlogos han desarrollado métodos de registro sistematico y
estudio de la distribucién de gran cantidad de yacimientos arqueolé-
gicos extendidos por regiones enteras, método que recibe la denomi-
nacién de patrén arqueoldgico de asentamiento.
Sin embargo, la comprensién plena de los primeros Estados requie-
re una perspectiva geogréfica que trascienda los hinterlands urbanos
y las entidades politicas iguales. Los pastores némadas y los produc-
tores de otros tipos de materia prima, cruciales para las economfas de
los Estados emergentes, pueden encontrarse a gran distancia de las
principales ciudades o de otras grandes concentraciones de poblacién.
Por ejemplo, durante el 1v milenio a.C. (Periodo de Uruk), en que se
produjo el desarrollo de los primeros Estados mesopotdmicos, las ciu-
dades importaban materias primas como el cobre desde lugares tan le-
janos como Turqufa o la peninsula de Arabia. Allf, como en cualquier
lugar en el que se desarrollasen Estados emergentes, el cambio social
hacia un aumento de la complejidad se produjo en el contexto de una
amplia regién en Ia que los distintos grupos culturales se encontraban
relacionados a través del comercio, la migracién y otras formas de in-
teraccién social.
El estudio del cambio social a escala de ciudades, hinterlands e in-
cluso Ambitos de interaccién atin mayores leva al agotamiento de los
recursos arqueolégicos disponibles, obligando al desarrollo de nuevos
métodos de investigacién. No obstante, es este enfoque del estudio de
210las sociedades complejas el que nos permite comprender la contribu-
cin de los distintos sectores sociales y grupos culturales ala evolucién
de la complejidad social y el Estado,
Lecturas recomendadas
Adams, R. McC., Heartlands of Cities: Surveys of Ancient Settlements and
Land Use on the Central Floodplain of the Euphrates, Chicago, M1., Uni-
versity of Chicago Press, 1981.
Esta obra recoge algunas de las primeras aplicaciones del patrén ar-
‘queolégico de asentamiento al estudio de la formacién estatal.
Blanton, R. E.; Kowalewski, S. A.; Feinman G. M. y L. M. Finsten., Ancient
Mesoamerica: A Comparison of Change in Three Regions, Cambridge,
Cambridge University Press, 1993.
Comparacién de las distintas secuéncias arqueolégicas de la forma-
cidn de Estados en la Mesoamerica prehispénica, subrayando la crecien-
te importancia del patrén de asentamiento para el estudio de la arqueolo-
gia mesoamericana.
Chang, K. C., Art, Myth and Ritual: The Path to Political Authority in Ancient
China, Cambridge, Mass., Harvard University Press, 1983,
Un sumario, un poco desfasado, pero atin util, de la base cultural de
Ja formacién estatal en China, escrito por una de Jas autoridades destaca-
das de la arqueologfa de la regidn
Hoffman, M., Egypt before the Pharaohs. The Prehistoric Foundations of
Egyptian Civilization, Nueva York, Knopf, *1991.
Hace un legible repaso a los antecedentes de Ia formacién del estado
en Egipto.
Millon, R., Urbanization at Teotihuacdn, Mexico, Volume One, The Teo-
tihuacdn Map, Part One, Austin, Tx, University of Texas Press, 1973.
Bsta es la primera gran publicacién de la arqueologfa urbana. En ella
Millon hace un informe de la elaboracién de un mapa de Teotihuacdn, en
el valle de México, una de las primeras ciudades de Jos nativos americanos,
que ademas era una de las ciudades més grandes del mundo en su época.
Possehl, G. L., The Indus Civilization: A Contemporary Perspective, Walnut
Creek, Cal., AltaMira Press, 2002.
Una sintesis actualizada de la investigacién arqueoldgica acerca de la
formacién estatal en la regién del valle del Indo.
Postgate, J. N., Early Mesopotamia: Society and Economy at the Dawn of
History, Londres, Routledge, 1992 [ed. cast.: La Mesopotamia arcaica:
sociedad y economia en el amanecer de la historia, trad. Carlos Pérez
Sudrez, Madrid, Akal, 1999].
Un ttil sumario de los primeros Estados en Mesopotamia, que hace una
sfntesis entre las fuentes arqueoldgicas y las primeras fuentes escritas.
211Service, E, R., Origins of State and Civilization: The Process of Cultural
Evolution, Nueva York, W. W. Norton, 1975 [ed. cast.: Los origenes del
Estado y de la civilizacién: el progreso de la evolucién cultural, trad.
Mari-Carmen Ruiz de Elvira Hidalgo, Madrid, Alianza, 1984].
Service ha sido uno de los mAs influyentes arqueslogos interesados en
Ia evolucién de la complejidad social y el Estado. Su método comparati-
yo combina la informacién etnogréfica sobre jefaturas actuales con los
primeros Estados, gracias a la investigacién arqueolégica de las areas en
las que se formaron estos primeros Estados.
Lecturas adicionales #
Algaze, G., The Uruk World System: The Dynamics of Expansion of Early
Mesopotamian Civilization, Chicago, Ull., University of Chicago Press,
1993 [ed. cast.: El sistema mundo de Uruk: la expansi6n de la primera ci-
vilizacién mesopotémica, wad. Marfa José Aubet, Barcelona, Bellaterra,
2004}.
Chatvat, P,, Mesopotamia Before History, Londres, Routledge, 2002.
Cribb, R., Nomads in Archaeology, Cambridge, Cambridge University Press,
1991.
Earle, T., Bronze Age Economics: The Beginnings of Political Economies,
Boulder, Col., Westview Press, 2002.
Feinman, G. y Marcus, J. (eds.), Archaic States, Santa Fe, School of Ameri-
can Research Press, 1998,
Nichols, D. L. y Chariton, T. H. (eds.), The Archaeology of City-States: Cross-
Cultural Approaches, Washington, Smithsonian Institution Press, 1997
Price, T. D. y Feinman, G. M. (eds.), Foundations of Social Inequality, Nue-
va York, Plenum Press, 1995.
RICHARD BLANTON
evolucién multirregional
La teoria de la evolucién multirregional se describe a menudo
como una teoria de los orfgenes del hombre que explica al ser huma-
no modemo en funcién de los numerosos atributos y modelos de com-
portamiento que aparecen repartidos por todo el espectro humano, en
distintos lugares y en diferentes épocas, en ocasiones de forma con-
junta y en otras de manera independiente. Sin embargo, la evolucién
multirregional es mucho m4s que una explicacién del ser humano ac-
tual: pretende afrontar las pautas evolutivas de una especie diversa y
ampliamente distribuida por numerosos medio ambientes. Si ésta es 0
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