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bruce g.

trigger

la arqueología
como ciencia histórica*
En este trabajo examinaré algunos aspectos genera- mientos exclusivamente sobre los modelos de la
les sobre la naturaleza y orientación de la arqueo- etnología o de la antropología social (véase, por
logía prehistórica** poniendo particular atención a ejemplo, Meltzer 1979:654). Esto sugiere que los
sus relaciones con las disciplinas de la historia y la arqueólogos prehistoriadores de los Estados Unidos
antropología. No intento simplemente criticar opi- tal vez sean ahora más receptivos de lo que han
niones que hoy día son sostenidas por muchos de sido durante algún tiempo para considerar el valor
los arqueólogos más claros e influyentes en los Es- de orientaciones arqueológicas desarrolladas en
tados Unidos (y cada vez más en otros países), sino otros países, o de enfoques alternativos a la ar-
que trataré de ofrecer lo que espero serán alterna- queología que ellos practican.
tivas convincentes a estas concepciones. Por razo-
nes históricas, que serán clarificadas adelante, la ar- Definiciones de arqueología.
queología prehistórica ha sido considerada en los
Estados Unidos casi exclusivamente como una ra- Todos los arqueólogos probablemente estarán de
ma de la antropología. acuerdo en que la arqueología comprende un juego
Esta concepción ha adquirido cada vez mayor de técnicas para la recuperación y procesamiento
prominencia como resultado del deseo de la Nue- de la información sobre el pasado humano que es
va Arqueología de demostrar que la información útil a varias disciplinas académicas (Rouse 1973).
arqueológica es tan útil como la etnográfica para la Algunos, sin embargo, argumentarían en forma más
elaboración de generalizaciones sobre la conducta estrecha que la arqueología no es una disciplina por
humana. derecho propio, sino simplemente el mecanismo para
obtener datos para una variedad de otras disciplinas.
Solo recientemente algunos arqueólogos esta-
La arqueología del mundo clásico, Egipto, Meso-
dounidenses han empezado a cuestionarse si es que
la arqueología no se podría desarrollar más satisfac- potamia o China, es vista como fuente importante
de datos para estudios variados sobre la civilización.
toriamente si no tratara de amoldar sus procedi-
Sin embargo, cada una de estas disciplinas de-
* Ponencia presentadaal PrimerEncuentrode Antropo-
pende cuando menos igualmente de la información
logía Americana.El autor es actualmenteInvestigadorde epigráfica, y en consecuencia existe una fuerte
la McGillUniversityde Montreal,Canadá.
** Triggerutilizad término"Arqueología prehistórica"o tendencia a tratar a los hallazgos arqueológicos
"prehistoria" para distinguir a la arqueología de orien- simplemente como ilustraciones de lo que se sabe
tación científica de aquella que en algunos países es a través de fuentes escritas. En forma similar, la
llamada "arqueología clásica", y que está ligada a la arqueología medieval es una fuente importante
historia del arte y de las Humanidades (N. del T.)
de datos para el estudio de la historia medieval, y

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56 BOLETÍN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA • 4 JULIO 1981

la arqueología colonial o industrial una fuente más Arqueología, historia y antropología


modesta para la historia moderna.
Aún así, cuando estudiamos culturas que no En años recientes, se ha insistido considerablemen-
produjeron sus propios testimonios escritos, o una te en las diferencias marcadas entre la arqueología
escritura que los arqueólogos puedan entender, la europea, la que, a partir al menos desde la década
arqueología proporciona tal cantidad de informa- de 1880, se ha visto a si misma como una discipli-
ción que, en relación a esas culturas, comunmente na histórica, y la arqueología moderna de los Esta-
se considera que constituye una disciplina acadé- dos Unidos, que se ve a si misma como una rama
mica por derecho propio. En los Estados Unidos, de la antropología, y que comparte la meta última
esta disciplina es generalmente llamada arqueolo- de esta disciplina de generalizar sobre la conducta
gía prehistórica. En Inglaterra y Europa, en donde humana. En gran medida, la nueva arqueología ha
se da mayor énfasis a otras disciplinas que contri- imitado a la antropología social tradicional al ig-
buyen menos al estudio del pasado, tales como la norar los marcos temporales y al tratar a sus datos
linguística histórica, el folklore y la tradición oral, como si éstos pertenecieran a un "presente etno-
la arqueología ha sido llamada "prehistoria". Otros gráfico" atemporal. Esto es así aún cuando las
arqueólogos prehistoriadores, especialmente en generalizaciones que se ofrecen están basadas en
los Estados Unidos, enfatizan que el estudio de los secuencias de cambio, y que el contexto histórico
tiempos prehistóricos es una parte integral de la más amplio es tratado frecuentemente como algo
antropología, y le llaman entonces "paleoantropo- de poco importancia (ver, por ejemplo, Plog 1974;
logia". Sin embargo, no existe razón obvia por la Sterud 1976:85; Trigger 1978:21). Esta concep-
cual la prehistoria o arqueología prehistórica no ción no empezó con la nueva arqueología, si no
pueda ser considerada como una disciplina distin- que ha sido expresada claramente en los escritos
ta, al menos en el grado limitado en que otras dis- de W.W. Taylor (1948: 156-167) y de Willey y
ciplinas en la ciencia social son independientes una Phillips (1958:5-6), así como, esporádicamente,
de otra. en los trabajos de A. V. Kidder (1935:114). Sin
Es claro también que, ya que estamos tratando embargo, bajo la influencia de la nueva arqueolo-
con segmentos de un continuo desarrollo, las fron- gía, se ha dado cada vez más la impresión de que el
teras entre la arqueología prehistórica y disciplinas término "historia" implica poco más que un inte-
tales como la egiptología o la sinología no pueden rés en la cronología o en el reportaje narrativo de
ser demarcadas en forma cortante. El Egipto del eventos del pasado. Esta concepción refleja la falta
Dinástico Temprano e inclusive en el Viejo Impe- de un contacto significativo entre los arqueólogos
rio, con su escasez de documentos escritos, no pue- y los historiadores profesionales modernos, así co-
de ser considerado determinantemente como una mo quizá también la poca estima con que los enfo-
cultura histórica; mientras que, como resultado de ques históricos han sido vistos en años recientes
nuestro cada vez mayor conocimiento de los textos por la mayoría de los estudiosos americanos (Bro-
mayas, el estudio de esa cultura se parece cada vez nowski 1971: 195). En épocas más tempranas en
menos a la arqueología prehistórica y cada vez más la arqueología estadounidense, la arqueología fue
al estudio de otras civilizaciones (Willey 1980). Por llamada "historia cultural". Se suponía que la ar-
lo tanto, no existe una demarcación clara entre la queología involucraba solo trabajar con las secuen-
arqueología como una técnica y la arqueología cias de las culturas locales y trataba de explicar la
como una disciplina, o entre los diferentes objetos distribución de culturas y tipos de artefactos en
de estudio de la arqueología. Esto permite a los tiempo y espacio, empleando los conceptos de di-
arqueólogos prehistoriadores y a los clasicistas fusión y migración. David Clarke (1968:12) ha cri-
compartir muchos problemas metodológicos e in- ticado en forma similar a la arqueología británica
terpretativos comunes, y beneficiarse de las expe- por tratar de producir el substituto prehistórico pa-
riencias de cada uno en cuanto a su solución, in- ra un tipo popular de narrativa histórica, en el que
dependientemente de qué tan radicalmente puedan se analizaba la evidencia arqueológica solo en for-
divergir sus intereses sustantivos. Por razones ente- ma muy superficial. Sin embargo, la mayoría de
ramente pragmáticas, el resto de este estudio se los arqueólogos europeos y británicos ya sea que
** hayan o no manejado bien sus datos, estaban lo
ocupará de la arqueología prehistórica.
suficientemente familiarizados con la historiogra-
fía contemporánea europea, como para considerar
** O
arqueología sin más (N. del T.) implícitamente a cualquier disciplina histórica co-

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GENERALENTRETEORIAY METODO.. . 57
RELACIÓN

y determinan el papel que ésta jugará en el contex-


to más amplio de la ciencia social. La toma de las
mejores decisiones en torno al desarrollo de la ar-
queología requiere de una conciencia explícita de
las muchas implicaciones de estas diferencias.
Generalmente se reconoce que las actuales di-
visiones disciplinarias entre las ciencias sociales son
arbitrarias. En parte, las divisiones pueden ser atri-
buidas a los prominentes padres fundadores,
quienes en el siglo XIX fueron capaces de establecer
un sujeto de estudio particular que les interesaba
como el foco de una nueva disciplina académica.
Por ejemplo, la antropología como hoy la conoce-
mos fue definida en gran medida por E.B. Tylor, y
la sociología por Emile Durkheim. El resultado es
un conjunto de divisiones disciplinarias que no son,
de ninguna manera, racionalmente justificables,
aun cuando nuestra familiaridad con estas discipli-
nas le da a cada una la apariencia superficial de
estar bien concebida. Otras disciplinas han sido
creadas mediante la subdivisión de disciplinas más
viejas, simplemente por razones de convivencia
profesional.
La manera en que las varias disciplinas de la
El espía
ciencia social han sido definidas también refleja los
mo comprendiendo: a) un corpus de datos, b) la ex- valores del ambiente social en que ellas han evolu-
plicación de eventos específicos, y finalmente, c) cionado. Por ejemplo, la subdivisión de la economía
un cuerpo de teorías y supuestos ya sea implícitas política entre ciencia política y economía en los
o explícitas sobre la naturaleza humana que hicie- países occidentales no habría ocurrido de no haber
ran creíble la explicación de eventos específicos. llegado a creer los académicos de la clase media, en
Mientras que los historiadores positivistas del el contexto de una economía capitalista que había
siglo XIX como Leopold von Ranke, habían enfa- pasado desde hacía tiempo su periodo formativo,
tizado el establecimiento de hechos como el fin que los fenómenos políticos y económicos pueden
primario de la investigación histórica, y veían a la ser estudiados con provecho independientemente
interpretación de esos hechos como poco más que uno del otro. Este tipo de significación social debe
una expresión efímera de la opinión personal, no ser cuidadosamente considerado en cualquier eva-
es cierto hoy día que, como A.C. Spaulding (1968) luación de la relación entre arqueología e historia
ha pretendido en su influyente artículo sobre la y antropología. Tradicionalmente, la historia se ha
"Explicación en la Arqueología", que la interpre- ocupado del estudio del desarrollo y expansión de
tación histórica moderna se funde solo en opiniones la civilización occidental. Ha intentado propor-
personales. En particular, la historia económica y cionar una crónica y un recuento de lo que es visto
social tienen ligas estrechas con el resto de las cien- como un record de avance y creatividad cultural
cias sociales. Emplean las proposiciones teóricas de inigualable. Las raíces de la civilización occidental
la sociología, la economía, y otras disciplinas para se rastrean tradicionalmente no sólo hacia las so-
interpretar eventos específicos, y al mismo tiempo ciedades bárbaras de la prehistoria europea, sino
usan sus datos sobre esos eventos para poder some- también a las civilizaciones antiguas del cercano
ter a prueba la adecuación de tales generalizaciones. Oriente.
Sin embargo, aunque las diferenciasen las concep- Se considera entonces que la asiriología, la egip-
ciones europea y estadounidense sobre la arqueolo- tología, y los estudios bíblicos se ocupan de la co-
gía puedan parecer básicamente semánticas, rriente central de la historial de Occidente. Las téc-
generan divergencias en la orientación y la práctica nicas, enfoques y actitudes de la historiografía han
que son altamente significativas en cuanto a que sido también considerados como aplicables a las
configuran el futuro desarrollo de la arqueología culturas que poseyeron escritura, tales como la cui-

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tura china, aunque no hayan jugado un papel direc- ricanos. En breve, tanto la estructura como las
to en el desarrollo de la civilización occidental. interpretaciones de la antropología americana
En cambio, la antropología se desarrolló duran- del siglo XIX reflejaban la convicción popular
te el siglo XIX como el estudio de pueblos "primi- de que ni antes ni después del contacto europeo
tivos'1 que se pensaba carecían de la habilidad o los nativos norteamericanos tuvieron una histo-
la inclinación hacia el progreso. Se pensaba fre- ria que fuera digna de ser estudiada (Trigger
cuentemente que su destino era su inevitable ex- n.d.b.) La historia se ocupaba del estudio de los
tinción como resultado de su incapacidad para cambios y el progreso, y por tanto tenía como
responder a los retos del rápido desarrollo y ex- objeto de estudio las actividades de los americanos
pansión de la civilización europea. de origen europeo.
Aunque pretendía ser el estudio del rango Así pues, los antropólogos confrontaron una
completo de variación física y cultural, la antropo- herencia académica que había evolucionado del
logía tendió a desarrollarse como una disciplina estudio de las sociedades tecnológicamente más
dedicada al estudio de aquellos pueblos cuyas cul- simples, y que estaban desapareciendo rápidamen-
turas se pensaba podían ser caracterizadas por te del mundo, mientras que la historia, junto con
pocos -si es que algunos- cambios. Muchos an- la economía, la ciencia política, la sociología y
tropólogos, y especialmente aquellos dedicados al otras varías disciplinas especializadas de la cien-
trabajo etnográfico de campo, tenían una disposi- cia social fueron creadas para estudiar el desarro-
ción favorable hacia grupos particulares de nativos, llo y conducta de las sociedades occidentales con-
y hacia las poblaciones nativas en general. También temporáneas. Aunque esto no implica que la an-
trabajaron cada vez más fuerte y efectivamente tropología fuera un producto consciente del co-
para alentar una actitud más tolerable hacia tales lonialismo, es necesario que los arqueólogos se
pueblos, y aliviar el severo tratamiento que les da- pregunten sobre las diferentes formas en que su
ban los grupos colonialistas. A medida que la disciplina ha sido influenciada por las ligas cer-
influencia del pensamiento evolucionista se desva- canas que ha desarrollado en algunos países con
necía en las ciencias sociales, muchos antropólogos la antropología y en otros con la historia. En
abrazaron el relativismo cultural. Esta concepción particular, los arqueólogos estadounidenses deben
explícitamente rechazaba no solo la noción de una examinar cuidadosamente los efectos prejuiciales
jerarquía evolutiva que pudiera ser usada para de- que los vínculos cercanos con la antropología y
clarar a una cultura como superior a otra, sino su ideología colonialista pueden haber tenido
también la idea de que pudiera haber alguna base sobre la disciplina (Trigger 1980b).
científica sobre la que pudieran hacerse juicios de
valor de este tipo. Sin embargo, al tratar de explicar
Objetivos de la arqueología.
la ausencia de desarrollo de algunos pueblos, los
antropólogos, frecuentemente sin darse cuenta, Suponemos, como la mayoría de los arqueólogos,
racionalizaron la subyugación de los pueblos na- que la meta principal de la disciplina es la com-
tivos y el despojo de sus tierras. prensión del pasado humano. En ese sentido, la
En ningún lado esta dicotomía fue más evi- arqueología prehistórica se asemeja a otras discipli-
dente que en los Estados Unidos. Allí la antro- nas y técnicas históricas, tales como la historia
pología se desarrolló primariamente como el es- convencional, la etnohistoria, el folklore, la tradi-
tudio de los nativos norteamericanos por parte ción oral, la lingüística histórica, la paleontología
de estudiosos blancos. Los tradicionales cuatro humana, y la etnología comparativa de orientación
campos de la antropología fueron dedicados al histórica. Sin embargo, los tipos específicos de da-
estudio de los patrones culturales nativos, la pre- tos y de técnicas analíticas empleadas por cada una
historia, los lenguajes y los tipos físicos indígenas. de esas disciplinas difiere considerablemente, así
Sin embargo, la mayoría de las interpretaciones como difieren la naturaleza y amplitud de la in-
sobre la prehistoria elaboradas durante el siglo formación que proporciona cada una de ellas. El
XIX suponían que las culturas nativas de Norte- estudio del pasado proporciona los resultados más
américa habían permanecido básicamente estáti- satisfactorios y completos cuando se aplican varios
cas antes de su desintegración por parte de los de estos enfoques en forma conjunta. Esto no solo
europeos. Había también poco interés en el es- amplifica el rango de información sobre el pasado
tudio de la historia del cambio cultural que si- mucho más allá de lo que puede proporcionar una
guió al contacto europeo entre los nativos ame- disciplina aislada, sino que, en donde existe infor-

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LA ARQUEOLOGIA COMO CIENCIA HISTÓRICA 59

mación común, su uso combinado puede permitir arqueología hacia la investigación etnográfica.
que los resultados sean doblemente verificados Mientras que los arqueólogos están sin duda mejor
para ver si se confirman o se contradicen entre sí equipados que los etnólogos para estudiar algunos
(Murdock 1959a; McCall 1964). Sin embargo, un aspectos de la cultural material, existen otros
número menor de estos métodos son aplicables aspectos del trabajo de campo para los que su en-
cuando el arqueólogo estudia los periodos prehis- trenamiento profesional no los ha equipado sufi-
tóricos más tempranos. cientemente. Algunos arqueólogos están perfec-
La mayoría de los arqueólogos también estaría tamente conscientes de esto y han intentado
de acuerdo en que la arqueología como disciplina capitalizar sus habilidades especiales y minimizar
se ocupa de la teoría y técnicas requeridas para in- la desviación de esfuerzos mediante el estudio de
ferir la conducta humana del pasado a partir de problemas altamente específicos, tales como la
restos materiales. En años recientes un número de manufactura de cerámica, en comunidades que
arqueólogos han sugerido que la arqueología pre- son, de partida, bien conocidas etnográficamente
histórica puede expandir o reorientar su marco de (W.A. Longacre, Comunicación Personal). Muchos
referencia para convertirse en el núcleo de una de los arqueólogos que se ocupan de estudios etno-
ciencia de la cultura material que trataría su cam- arqueológicos y están interesados primeramente
po de manera similar a la forma en que la antropo- en ofrecer generalizaciones sobre la conducta hu-
logía social trata la organización social. (Clarke mana parecen estar descubriendo que la etnografía
1968). Aunque el estudio de la cultura material ha les proporciona datos abundantes, ricamente con-
sido injustificadamente descuidado por los etnólo- textuados, con mucho menos esfuerzo del que se
gos y antropólogos sociales, y aunque una com- requiere para recuperar materiales arqueológicos.
prensión mejorada del mismo sería de una gran Parece así que estos arqueólogos pueden empezar
ayuda en la interpretación de la evidencia arqueo- una vez más a atribuir a los materiales arqueoló-
lógica, es posible argumentar con fuerza en contra gicos muchas de las limtiaciones que, en compara-
de que la arqueología se desarrolle en esa dirección. ción con la información etnográfica. La nueva ar-
En primer lugar, mientras que los arqueólogos queología intentó originalmente demostrar que no
se ven compelidos a estudiar la prehistoria princi- existían (Binford 1962).
palmente através de la cultura material, sus inte- Se ha sugerido, como he señalado antes, que la
reses no están confinados en forma estrecha a la meta fundamental de la arqueología no debería
explicación de la cultura material. Desde los tiem- ser la comprensión de secuencias de desarrollo
pos más tempranos, han buscado reconstruir todos humano en el pasado, sino la generalización sobre
los aspectos posibles de la cultura y discutir los la conducta humana (Binford 1967). Esta meta no
aspectos sociales, políticos, económicos e ideoló- restringeel rango tradicional de intereses temáticos
gicos así como los aspectos materiales del cambio. de la arqueología. Tampoco proporciona a la dis-
Convertir a la arqueología primariamente en una ciplina una orientación teórica específica. La bús-
ciencia de la cultura material limitaría tanto su al- queda de explicaciones sobre la conducta humana
cance como su valor potencial hacia las ciencias so- no distingue a la arqueología prehistórica del resto
ciales. de las ciencias sociales, ya que todas ellas intentan
Se reconoce frecuentemente que un estudio ge- en su propia forma lograr lo mismo. Esta carencia
neral de la cultura material requiere una base de de metas distintivas puede reflejar simplemente las
datos que es mucho más amplia que la que provee divisiones arbitrarias entre las ciencias sociales,
la arqueología. Sin duda, los arqueólogos interesa- pero puede también indicar una carencia de preci-
dos en tales problemas han vertido generalmente sión en la definición de los objetivos de la disciplina.
su atención al estudio de datos etnográficos para Unicamente la arqueología prehistórica puede
poder encontrar respuesta a muchas preguntas proporcionar evidencia sobre lo que realmente
(Joachim 1976; Yellen 1977; Binford 1978). Aun- sucedió en el pasado remoto. Este conocimiento es
que ellos expresan la esperanza de que las generali- esencial para entender en detalle los procesos exac-
zaciones que resulten de esos estudios serán de tos que han conformado el registro arqueológico y
utilidad en la interpretación de los materiales ar- que dan cuenta de la condición actual de la huma-
queológicos, el llamar a tales estudios "etnoarqueo- nidad. La arqueología puede también sin duda
logía" no puede alterar el hecho de que, dentro del proporcionar evidencia que permita la elaboración
marco general de la antropología, representan una de generalizaciones sobre la conducta humana que
desviación y considerable gasto de esfuerzos de la no podrían lograrse fácilmente a partir de otras

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60 BOLETÍN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA • 4 JULIO 1981

material. Tales clasificaciones no pueden ser trata-


das con fines en si mismas, sino que deben ser for-
muladas, adaptadas y algunas veces abandonadas
a medida que los intereses de la investigación
cambian y se adquieren nuevas ¡deas (Gardin 1 980).
Hoy día existe mucho debate sobre los méritos re-
lativos de las clasificaciones funcionales y forma-
les. Cada vez se da mayor énfasis a las primeras, y
a las metodologías, tales como el análisis de huellas
de uso, requeridas para su operacionalización for-
mal (Dunnel 1978;Tringham 1978). Los esquemas
formales para la clasificación de diferentes tipos de
culturas no has sido racionalizados mediante el des-
arrollo de teorías de alto nivel generalmente acep-
tadas. Mientras que estas últimas permanezcan en
un estado pre-darwiniano, la clasificación cultural
parece condenada a retener un estatus pre-linneano.

Marxismo

Algunas de las ideas que serán discutidas en este


trabajo pueden ser rastreadas en sus orígenes hasta
los escritos de Karl Marx. Estas ideas tienen una

Los últimos píeles rojas larga tradición en su aplicación a la arqueología,


no sólo en la Unión Soviética sino también en Eu-
fuentes. Su registro del cambio a lo largo de gran- ropa occidental, en los escritos de Childe (1942,
des periodos de tiempo y para sociedades sobre las 1946, 1947). Más recientemente, estos conceptos
están siendo examinados por un número creciente
que existe poca documentación etnográfica, puede
ser finalmente de una originalidad y valor particular de arqueólogos jóvenes (Spriggs 1977). Su uso no
en este sentido. Sin embargo, pretender como lo indica necesariamente un compromiso total hacia
han hecho Walter Taylor y otros arqueólogos, que la teoría marxista, la que de cualquier manera
la reconstrucción y explicación histórica debería tiene muchas vanantes incluso, a veces, contradic-
ser vista únicamente como un paso hacia la meta torias. Ni implica tampoco que se adquiere un
última de producir leyes universalmente válidas compromiso individual hacia los programas políti-
cos marxistas, los que no siempre fluyen en forma
sobre la conducta humana, implica que la arqueo-
no-ambigua a partir de la teoría Marxista. Sin em-
logía debería usar sus datos relativamente huraños
bargo, ya que el marxismo es la más desarrollada
para formular y someter a prueba teorías que en
de las variantes de la filosofía materialista, el no
su mayoría podrían ser más fácilmente probadas
nutrirse de sus reflexiones -como se haría en el
usando datos etnográficos o sociológicos. Gordon
caso de otras escuelas de pensamiento en las cien-
Childe (1958b), después de considerar este proble-
cias sociales- meramente por razones políticas,
ma cuidadosamente, sugirió que la explicación del
es injustificable intelectualmente empobrecedor.
pasado debería ser considerada como la meta últi-
El pensamiento marxista, especialmente como éste
ma de la prehistoria, mientras que la formulación
fue aplicado a la arqueología por Childe, es de
de leyes sobre conducta humana debería ser vista
interés particular en este momento, ya que retiene
como una meta subordinada y contribuyente a
mucho de la actitud positiva y racional de la con-
ésta.
ducta humana que era parte de la filosofía de la
La Clasificación Ilustración. Esta orientación, con su énfasis sobre
proyectos y conducta orientada a fines, ha sido
La clasificación es crucial a cualquier ciencia social gradualmente repudiada o perdida de vista como
pero es particularmente importante para una disci- resultado del pesimismo creciente sobre la capaci-
plina que busca obtener inferencias significativas dad creativa de los seres humanos y de la significa-
sobre la conducta humana a partir de la cultura ción del cambio tecnológico que ha dominado la

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LA CUESTIÓN NACIONAL EN AMERICA LATINA 61

ciencia social occidental a partirde la década de rápidamenteen ese momento,y para la cual resul-
1880 (Sartre 1963). taba placentero igualar sus propias ambiciones de
clase con el bien generalde la sociedad. Es signifi-
La subjetividad en la interpretaciónarqueológica. cativo que la arqueología prehistórica,como otras
ciencias sociales, tuvieracomo pioneros primaria-
La arqueología en Europa se desarrolló parcial- mente a miembrosde la clase media. Las cambian-
mente a partirde una búsqueda de tesoros ente- tes preguntasque ha investigadoy las respuestas
rrados,aunque desde el siglo XV se incluyó entre que sus practicantes han estado inclinados a fa-
estos tesoros a la estatuariay monumentosinscri- vorecerhan reflejado las fortunascambiantesy las
tos de la Roma y Grecia antiguas,coleccionados preocupaciones de esta clase desde principiosdel
por los principes durante el Renacimiento. Las siglo XIX a la fecha (Triggern.d.a.).
puntas de proyectil siguieron siendo las flechas En otras partes del mundo, la investigación
de los duendes y las hachas de mano consideradas arqueológica parecería confirmarlos estereotipos
como piedras del rayo, hasta que el descubrimien- populares que justificaronlas políticas de coloni-
to del Nuevo Mundo reveló que objetos similares zación de los europeos desde el siglo XIX. En
constituían la tecnología de pueblos primitivos los Estados Unidos, las investigacionesarqueoló-
contemporáneos. Parecía entonces posible que gicas reforzaronla creencia de que las gentes na-
esos objetos hubieransido manufacturadospor eu- tivas eran incapaces de evolucionar hacia una
ropeos antes de la invenciónde la metalurgia.Du- cultura avanzada, o incluso de adoptar la cultura
ranteel siglo XVIII, los filósofosde la ILustración que se les estaba ofreciendo. Se suponía general-
forjaron una nueva doctrina que proclamaban al mente que la ocupación india del Nuevo Mundo
progresocomo la consecuencia naturaly casi cier- debía teneruna duración relativamentebreve.Las
tamente inevitable del uso de la razón humana culturas prehistóricasque eran obviamente dife-
para incrementarel control del hombre sobre la rentesa aquellas conocidas en tiemposhistóricosy
naturaleza. La tecnología cada vez más efectiva parecían ser más avanzadas, eran consideradasco-
proporcionabael tiempo libre para permitirlograr mo producto de grupos hipotéticosdistintosa los
el progreso social y el perfeccionamientode la nativos norteamericanos,tales como los "cons-
naturaleza humana a travésde la eliminaciónde las tructoresde túmulos" (Silverberg1968). Ya que
pasiones y supersticionesmás burdas. La mayoría se había sotenido desde el siglo XIX que la incapa-
de estos filósofosmoldeó sus especulaciones en la cidad de los nativosamericanospara hacer uso ade-
forma de esquemas hipotéticos de desarrollocul- cuado de sus tierrasjustificabaa los Europeos a
tural,produciendo lo que Dugald Smith ha llama- pretenderla propiedadde las mismas,los hallazgos
do "historiateóricao conjetural". de los arqueólogos implícitamentesirvieronpara
Al inicio del siglo XIX, tres arqueólogos escan- justificarla expansión masivade los asentamientos
dinavos, Christian Thomsen, J. J. A. Worsaae, y blancos, y el despojo de las tierrasa los indios,que
Sven Nilsson, demostraron cómo el registroar- ocurrieronen el siglo XIX (Trigger1980b).
queológico podía ser interpretadoen forma tal La hipótesis hamítica,formuladapara explicar
que para proporcionarevidencia sobre el pasado la prehistoriade Africaal finaldel siglo XIX, soste-
sin tener que depender de documentos escritos nía que la formaciónde estados primitivosal sur
para lograr una cronología o identificarlos perio- del Sahara fue el resultadode la conquista de los
dos étnicos involucrados. Sus hallazgos parecían horticultoresbantú de piel negra para los pastores
probar que desde los tiempos más tempranosla hamíticos de piel café que venían de la partenor-
prehistoriaeuropea se ha caracterizados por un orientaldel continente.Esto no era sino el intento
continuo y acelerado progreso cultural, confir- obvio de proporcionar un precedente histórico
mando así las especulaciones de los filósofos de que justificarala colonización europea del conti-
la Ilustración. También sugería que el progreso nente africano (MacGaffey1966). La especulación
tecnológico que ocurrió en la primeramitad del sobre la colonización semíticaantiguaque rodeaba
siglo XIX no era sino más o menos la continuación a Zimbabwe y otras ruinasde piedra en el sur de
de lo que había sucedido a lo largo de la historia. Africano fue sino un ejemplo aún más burdo de la
La sugerencia de que esto había resultado en la fabricación de mitos coloniales. Desafortunada-
mejora de todos los aspectos de la vida humana era mente,tambiéntuvo una aceptación popular y una
alentadora para la burguesía de la Europa occi- durabilidadaún más grande(Garlake 1973).
dental, cuyo poder económico y político crecía En las décadas finalesdel siglo XIX, la arqueo-

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62 BOLETÍN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA • 4 JULIO 1981

logia fue profundamente afectada por el creciente adoptaron una nueva y cada vez más pesimista ver-
reto que surgía contra el poder y prosperidad de sión de la evolución cultural (Harris 1977). Las
la burguesía de Europa occidental, y por la cada sociedades cazadoras-recolectoras de baja densi-
vez mayor conciencia y militancia política entre la dad demográfica vinieron a ser vistas como relati-
clase trabajadora. También fue influenciada por el vamente prósperas, al tiempo que se enfatizaba
resurgimiento del nacionalismo a lo largo de Euro- que las sociedades más grandes y complejas reque-
pa. En Europa occidental, los sentimientos nacio- rían de cantidades cada vez mayores de duro
nalistas fueron promovidos por las clases media y trabajo y el desarrollo de sistemas sociales jerár-
alta como parte del esfuerzo para externar los con- quicos y explotadores. Ya que parecía poco fac-
flictos sociales que amenazaban sus propias posi- tible que alguna población concientemente eligiera
ciones dentro de las varias naciones-Estado. En desarrollarse sobre tales líneas, se sugería que
Alemania, Dinamarca, Checoeslovaquia y otros algún factor más allá de su control directo, como
países, los arqueólogos empezaron a buscar un por ejemplo un incremento en la presión demográ-
registro del desarrollo prehistórico de sus respecti- fica, los debía haber compelido a tal elección.
vos grupos nacionales que pudiera demostrar su También se sostenía que la mayoría de los cambios
antigua grandeza y que justificara sus pretensiones culturales resultan de consideraciones a corto pla-
territoriales del momento. Esto los animó a tratar zo, que las innovaciones son usualmente adoptadas
de identificar a las culturas arqueológicas equiva- ya que se cree que preservarán más que alterarán
lentes a las culturas etnográficas, en la creencia de el sistema social existente, y que las consecuencias
que podían usar estas últimas para rastrear la his- reales de la aceptación de estas innovaciones son
toria de grupos étnicos específicos hacia remotos rara vez las previstas. Estas teorías reflejan la preo-
tiempos prehistóricos. Por ejemplo, Gustaf Kossina cupación hoy tan de moda entre el público de los
trató de demostrar que el origen de los pueblos Estados Unidos en torno a un conjunto de proble-
germánicos y de todos los indo-europeos podía mas contemporáneos que incluyen el agotamiento
rastrearse hacia la cultura mahlemsiense del norte de los recursos naturales, el crecimiento incontro-
de Alemania (Trigger 1978a: 75-95). lado de la población, y los efectos de la contami-
Los problemas económicos y los crecientes con- nación industrial sobre el ambiente. Sin necesidad
flictos de clase también erosionaron el compromiso de poner en duda la validez fáctica de tales preo-
de la clase media hacia los ideales de la Ilustración. cupaciones, ellas pueden ser funcionalmente inter-
Serias dudas empezaron a surgir sobre la inevita- pretadas como el foco del desplazamiento de cier-
bilidad o deseabilidad del progreso tecnológico y tas ansiedades irresolubles de la clase media. Han
la evolución cultural. Muchos científicos sociales sido producidas por un sistema económico incapaz
sugirieron que los seres humanos eran natural- de satisfacer las aspiraciones tradicionales de esta
mente poco inventivos e instintivamente resistían clase (Trigger 1978:54-74; n.d.a.).
el cambio de sus formas tradicionales de vida. Estos ejemplos, que podrían ser multiplicados
Se sostenía también que entre las gentes primi- analizando otras tradiciones nacionales o ideoló-
tivas los innovadores eran odiados y suprimidos. gicas, indican que los arqueólogos a menudo tien-
Las diferencias culturales se atribuían a variaciones den a ver el pasado en términos de los problemas
raciales o biológicas de distintos tipos. En arqueo- del presente. Estos problemas determinan muchas
logía esto animó un énfasis creciente sobre la difu- de las preguntas que los arqueólogos se hacen y las
sión y la migración como explicaciones del cambio soluciones que están predispuestos a encontrar. La
en el registro arqueológico. Se sostenía que la crea- prehistoria es estudiada y sus hallazgos son consi-
tividad cultural era mínima, y si bien no se negaba derados como valiosos en parte al menos porque
que hubiese ocurrido el cambio tecnológico, mu- se cree que pueden proporcionar respuestas a pro-
chos arqueólogos tendían a atribuir este cambio a blemas actuales, o sanciones adicionales para las
causas accidentales, y a verlo como algo que no soluciones que han sido ya adoptadas. Por esta
era inevitable y que incluso era contrario en algún última razón, muchos gobiernos totalitarios le
grado a la naturaleza humana. dan una gran importancia a la interpretación de
Después del resurgimiento de una concepción los datos arqueológicos y controlan cuidadosa-
optimista sobre la evolución cultural que tuvo mente este proceso. En sociedades altamente na-
lugar en los Estados Unidos durante el breve perio- cionalistas, sin embargo, los arqueólogos parecen
do de prosperidad después de la segunda guerra no estar concientes de las implicaciones sociales
mundial, los arqueólogos y otros antropólogos de su trabajo. Las similitudes entre sus supuestos

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LA ARQUEOLOGIA COMO CIENCIA HISTÓRICA 63

y los prejuicios ampliamente compartidos de la número de sitios, frecuentemente en detrimento


sociedad en la que viven son simplemente inter- de importantes secuencias de desarrollo. Como
pretados como evidencia de que sus interpretacio- resultado de todos estos factores, algunas regiones
nes son naturales, razonables, y no prejuiciadas. son mucho mejor conocidas arqueológicamente
Tal como sucede con la historia documental, úni- que otras, y algunas tal vez munca serán adecuada-
camente el paso del tiempo y el desarrollo de nue- mente comprendidas (Clark 1975:74-106). Por lo
vas opiniones revelará el grado en que las interpre- mismo, nuestra comprensión actual de la prehisto-
taciones previas reflejaban las actitudes de una ria a escala mundial puede estar prejuiciada y dar
clase particular durante un periodo particular. Es una impresión errónea. En particular, el grado del
po/lo tanto únicamente hasta que estas interpre- desarrollo cultural y de inventividad asociado con
taciones hayan sido severamente cuestionadas y se los bosques tropicales puede estar seriamente
hagan obsoletas que sus rafees sociales serán am- sub-estimado, mientras que el asociado con las re-
pliamente reconocidas. Más tarde, nosotros refuta- giones áridas puede estar correspondientemente
remos el argumento de que una vez que se han sobre-estimado.
establecido procedimientos científicamente válidos Existen también limitaciones culturales en la
para someter a prueba proposiciones sobre la con- información que sólo recientemente hemos empe-
ducta humana, los orígenes de preguntas particu- zado a tratar sistemáticamente. El registro arqueo-
lares e hipótesis no son ya de interés para la dis- lógico, como John Myers (1923:2) observará hace
ciplina. Es esta ambigüedad la que hace que el ya tiempo, documenta principalmente lo que cada
estudio no sólo de la historia sino de los cimientos generación de la humanidad ha desechado. La ma-
sociales de la teoría arqueológica sea de vital
importancia para el desarrollo de una arqueología
rigurosamente científica.

Las limitaciones de la evidencia arqueológica

Las interpretaciones arqueológicas se complican


también como resultado de los sesgos significativos
en la preservación y recuperación de los materiales
arqueológicos. Los arqueólogos están normalmente
limitados a estudiar no solamente la cultura mate-
rial, sino el variable y frecuentemente limitado ran-
go de esta cultura material que ha logrado sobrevi-
vir en el registro arqueológico. Algunas regiones
son mucho más favorables que otras para la pre-
servación y recuperación de tales datos. Unicamen-
te un rango muy restringido de cultura material se
preserva normalmente en ambientes de bosque
tropical. Muchas dificultades se encuentran también
al intentar la localización y excavación de sitios en
tales áreas; de ahí que éstas tiendan a no ser bien
conocidas arqueológicamente. En contraste, los
desiertos preservan prácticamente el rango total de
la cultura material, mientras que la localización y
excavación de sitios es relativamente fácil. La
preservación de artefactos en las zonas templadas
de Europa y Norteamérica es altamente variable,
pero se ha llevado a cabo mucha investigación ar-
queológica en ellas debido a la alta densidad de
instituciones de investigación en estas áreas. En
algunas regiones, especialmente aquellas con altas
densidades demográficas, la re-utilización intensiva
de la tierra ha incidido en la destrucción de un alto

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64 BOLETÍN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA • 4 JULIO 1981

yoría de los artefactos son encontrados no con los la incapacidad de los científicos sociales para po-
contextos en los que fueron usados, sino en aque- nerse de acuerdo sobre la relativa importancia de
llos en los que fueron abandonados o desechados esos distintos factores, y el alto número de pro-
intencionalmente. Mientras más sistemática y com- blemas metodológicos y conceptuales que tienen
pletamente una sociedad haya dispuesto de su ba- que ver en el aislamiento y control de las fuentes
sura, más difícil será para el arqueólogo determinar de variación hacen que la contrastación de hipóte-
el contexto social en que esos artefactos fueron sis individuales sobre la conducta humana sea no
usados. De esta forma, la arqueología puede menos subjetiva y susceptible a los prejuicios so-
convertirse o permanecer como el estudio de la ciales que lo que es la explicación de eventos
disposición de basura prehistórica más que el de históricos específicos. Por ejemplo, la popular
un rango más amplio de actividades sociales y creencia en la importancia de las variaciones racia-
económicas (Rathje 1974). Una comprensión de les en la explicación de diferencias conductuales
los patrones de disposición de basura es obviamen- inspiró un amplio número de hipótesis de rango
te un pre-requisito necesario para inferir los pa- medio entre 1850 y 1945. En la opinión de sus
trones de uso, en la medida en que pueden lograrse proposi tores, muchas de estas hipótesis fueron
tales inferencias (Schiffer 1976). confirmadas por la evidencia disponible. Es obvio
No todos los sitios son afectados por igual por también que tanto la aceptación como el posterior
el desecho de artefactos. En gneeral, la basura es abandono de esta teoría general fueron el resulta-
manejada en forma más completa en las comuni- do de un clima de opinión prevaleciente en la so-
dades sedentarias que en las no-sedentarias, y en ciedad mas que de la prueba científica de las teorías
las comunidades grandes más que en las pequeñas de rango medio que dependían lógicamente de
(Murray 1980). La escasez de sitios como Pompe- ella.
ya, que fueron súbitamente abandonados y en
donde los patrones de uso de los artefactos son El proceso en arqueología
usualmente bien preservados, los hace de especial
interés. Los problemas con el desecho no afectan Es claro también que, a pesar de estas limitaciones,
tampoco a artefactos en tumbas no disturbadas o a se ha logrado progreso en la interpretación de los
los restos de estructuras habitacionales. Estas últi- datos arqueológicos. El trabajo realizado hasta an-
mas, en particular, proporcionan directmante tes de 1870 había convencido a todos, salvo a los
mucha información valiosa sobre la vida social. más recalcitrantes oponentes de la teoría de la evQ-
Esto hace que los datos sobre el patrón de asenta- lución, de que todas las culturas han evolucionado a
miento sean de importancia fundamental para el partir de los inicios más simples. Esta irreversibili-
estudio de las dimensiones social y política de las dad confirmó que, en un sentido amplio, es más
sociedades prehistóricas. correcta una concepción evolucionista que una
Muchos arqueólogos han interpretado las defi- concepción cíclica o degenerativa de la historia de
ciencias del registro arqueológico y de la subjetivi- la cultura. Quedó así eliminado un gran número
dad de cualquier explicación de eventos históri- de teorías de la historia que hasta ese momento
cos específicos como razones para dudar de la va- habían parecido plausibles y algunas de las cuales
lidez científica o de la utilidad de tales inter- habían sido altamente influyentes. Al correr de
pretaciones. Se acepta que la "reconstrucción y ca- los años, vastas cantidades de datos se han colec-
racterización del pasado" puede tener un papel a tado. Estos datos documentan muchas secuencias
cumplir en la educación del público en general regionales y proporcionan una base para la discu-
(Binford 1967:235). pero se insinúa que tales ac- sión más detallada de la naturaleza del cambio
tividades carecen de valor académico intrínseco. Se cultural. El desarrollo de sofisticadas técnicas geo-
sostiene, sin embargo, que la evidencia arqueoló- físicas para el fechamiento de materiales arqueoló-
gica (y presumiblemente la histórica) puede ser gicos, sobre todo los métodos del radio-carbón y
usada para evaluar los mismos tipos de hipótesis el argón-potasio, han confirmado las secuencias
concernientes a la conducta humana que pueden relativas previamente establecidas mediante estra-
ser sometidas a prueba usando materiales etnográ- tigrafía y seriación, y han permitido que tales se-
ficos o sociológicos. El fin de este ejercicio es cuencias sean calibradas sobre una base mundial de
producir varias leyes que sean universalmente apli- forma tal que las tasas de cambio y los patrones
cables. En la práctica, sin embargo, la red compleja Ínter-hemisféricos de desarrollo pueden ser ahora
de factores que influyen sobre la conducta humana, estudiados científicamente por primera vez. Esto

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LA ARQUEOLOGIA COMO CIENCIA HISTÓRICA 65

ha revelado, por ejemplo, que la producción de estudiar los aspectos más importantes de la cultura
alimentos se convirtió en el medio predominante directamente y pueden esperar reconstruir y expli-
de subsistencia tanto en el hemisferio occidental car más de lo que existió y sucedió en el pasado.
como en el oriental en forma mucho más lenta que Es también posible que haya aspectos de la cultura
la que antes se había creído. A este respecto, el que dejen pocas, si es que algunas, huellas directas
desarrollo de la producción de alimentos no fue la en el registro arqueológico, tales como las leyes o
"revolución neolítica*' que antes se pensaba había las creencias religiosas, que pueden ser inferidas in-
sido. Se han desarrollado nuevas técnicas para la directamente si puede mostrarse en realidad que
colección de información sobre la conducta econó- son epifenómenos conformados por factores sus-
mica, social y política a partir de materiales ar- ceptibles de investigación arqueológica. Pocos ar-
queológicos. El análisis de elementos-traza propor- queólogos pueden resistir la tentación de esperar
ciona nuevos datos concernientes a la distribución que esto sea así.
de materias primas y bienes manufacturados, Sin embargo, la mayoría de los arqueólogos
mientras que nuevas técnicas de análisis espacial probablemente preferirían describirse a si mismos
permiten que regularidades antes insospechadas en como materialistas agnósticos. Muchos preveen
la distribución de artefactos sean ahora identifica- que existen beneficios para la arqueología si la
das e interpretadas. orientación materialista resulta ser correcta, y por
Estos desarrollos retan al arqueólogo a colectar lo tanto están preparados, en forma experimental,
más tipos de datos en una forma meticulosa y para dirigir la interpretación de sus datos sobre
crean la necesidad de información de un número esas líneas. No obstante, se niegan a comprometer-
más amplio de sitios relacionados que nunca antes. se a tratar este enfoque como algo más que una
Pocas cuestiones se consideran hoy día como so- hipótesis de trabajo.
lucionables mediante la excavación de un sitio Algunos arqueólogos están comprometidos con
aislado. El establecimiento de una muestra de si- una posición idealista. Ven a su disciplina como
tios que pueda ser designada como meritoria de más limitada en términos de lo que puede revelar
estudio intensivo requiere de estudios detallados y que sea significativo en cuanto al pasado hu-
y comprehensivos a escala regional. Se ha hecho mano (Sanders 1979). En la frase memorable de
también evidente que habría que excavar por- Christopher Hawke (1954), la arqueología puede
ciones más grandes de los sitios para poder asegu- decirnos mucho m-as sobte lo que es genéricamen-
rar muestras representativas de ellos (Sanders te animal en la condición humana que sobre lo que
et. al. 1979:491-532; Bellhouse and Finlayson es específicamente humano. Hablando en términos
1979). Todo esto aumenta la presión sobre los generales, los idealistas tienden a ser pesimistas so-
recursos financieros y humanos requeridos para bre lo que puede lograr la arqueología, mientras que
recuperar y analizar la información arqueológica los materialistas tienden a ser optimistas.
en forma satisfactoria. Esto, combinado a las
exigencias del rescate de un número cada vez más Determinismo e Interpretación Arqueológica.
amplio de sitios amenazados por la expansión in-
dustrial y urbana, plantea una presión cada vez Muchos, aunque no todos, los Nuevos Arqueólogos
mayor sobre la disciplina, que requiere que sus ob- han aceptado la posición de que el único tipo váli-
jetivos sean definidos en forma cada vez más do de explicación debe tomar la forma de una ley
precisa y explícita. cobertora absoluta o estadísticamente válida (Wat-
son et. al. 1971:3-19). Esta posición también
Materialismo asume que la explicación y la predicción son equi-
valentes la una a la otra. Tales explicaciones toman
La mayoría de los arqueólogos profesan ser mate- el modelo de las ofrecidas por las ciencias físicas.
rialistas en algún grado. Todas las variantes de tales Aún en éstas, sin embargo, las leyes cobertoras son
teorías implican que los sistemas socioculturales normalmente estadísticas más que absolutas en
están conformados por factores que son relativa- cuanto a su carácter, aunque las frecuencias que
mente inaccesibles a la investigación arqueológica. involucran son normalmente bastante altas. Dado
Se postulan varios factores, incluyendo los que numerosos factores parecen influir la conduc-
patrones de subsistencia, adaptación al ambiente, ta humana, la mayoría de las generalizaciones es-
y la economía. En la medida que la posición mate- tadísticas en las ciencias sociales tienen frecuencias
rialista sea correcta, los arqueólogos podrán que son apenas moderadamente más altas de lo

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66 BOLETÍN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA • 4
JULIO 1981

que serían sí las correlaciones fueran el resultado culturas de cazadores-recolectores se idealizaban


simplemente del azar. Los científicos sociales aún como existiendo en armonía con la naturaleza hu-
están en un desacuerdo bastante agudo en cuanto a mana, mientras que las civilizaciones eran conce-
la complejidad de las reglas significativas que go- bidas como inherentemente inestables ya que
biernan la conducta humana. Algunos creen que representaban un estilo de vida que estaba en
éstas serán pocas en número y comprehensivas en desacuerdo con la naturaleza humana. Esta última
su influencia; otros las ven como numerosas y elu- concepción claramente reflejaba la desilusión cre-
sivas en su operación. No obstante, después de un ciente con las consecuendias sociales de la revolu-
siglo de debates, se pueden atribuir límites algo ción industrial. La obra de Smith y Perry estaba
más amplios al rango de este desacuerdo. basada en un idealismo que interpretaba el cambio
Parece ser claro ahora que la noción de que la cultural en tiempos prehistóricos como un produc-
conducta humana es libre, en el sentido de que to lateral de la conducta religiosa. Mas específica-
mucho de ella no puede ser explicado en términos mente, la difusión de la civilización temprana fue
de generalizaciones o reglas, no es válida. Este atribuida a la búsqueda a escala mundial de subs-
concepto jugó un importante papel en la ciencia tancias mágicas que se suponía conferían salud y
social durante el periodo de reacción violenta en longevidad a sus poseedores. Mientras que la posi-
contra del evolucionismo unilinear que empezara ción hiperdifusionista era extremada y pronto fue
alrededor de 1880. Antropólogos como Franz abandonada, involucraba una variedad de concep-
Boas, quienes a su vez se inspiraron en el trabajo tos que fueron ampliamente aceptados en su mo-
del especialista en geografía humana Friedrich mento.
Ratzel, enfatizaron la importancia del indetermi- Por más que estas concepciones buscaran com-
nismo e impredicibilidad de la conducta humana. pensar los excesos teóricos y las limitaciones me-
En vez de una secuencia unilinear de tipos cultura- dotológicas del evolucionismo unilinear del perío-
les, él intentó demostrar que en sociedades dife- do Victoriano remprano, aún al concebir a la
rentes prácticamente cualquier tipo de institución historia de la cultura como un colosal accidente
social puede hallarse correlacionada con cualquier histórico, ninguna de ellas podía ignorar ciertas
otra; de ahí, por ejemplo, el deseo de mostrar que regularidades sorprendentes en la conducta huma-
la institución de la propiedad privada era una ca- na. No intentaron, por ejemplo, negar que para po-
racterística de al menos algunas sociedades primi- der sobrevivir todas las sociedades tenían que sa-
tivas. tisfacer un número irreductible de pre-requísitos
La difusión vino a ser vista como un factor im- funcionales que están basados en la fisiología hu-
portante en la "construcción de culturas". Se pen- mana. Cada cultura tenía que proporcionar comi-
saba que ésta involucraba elecciones idiosincráti- da, abrigo y protección para sus miembros. Tenía
cas y por lo tanto era impredecible en gran medida. también que establecer patrones de relación social
Boas y sus discípulos enfatizaron la importancia de que promovieran la cooperación económica, la re-
los factores subjetivos y las elecciones arbitrarias producción sexual, y la crianza de los niños para
en el moldeamiento de las culturas. El registro pre- permitir que la sociedad sobreviviera y se repro-
histórico era interpretado entonces como com- dujera a sí misma. Finalmente, tenía que proveer
puesto por eventos que el arqueólogo puede de individuos con motivación y confianza en si
documentar pero que no puede esperar explicar, mismos suficientes como para hacerlos miembros
excepto como una serie de accidentes históricos. funcionales de la sociedad. Cualquier sociedad que
El difusionismo fue llevado a su extremo por los no logre las tres metas antes mencionadas, cuando
etnólogos Grafton Elliot Smith (que era anatomis- menos en un grado mínimo, no puede esperar so-
ta de profesión) y por William J. Perry. Ellos ad- brevivir. Más aún, cualquier cultura que no logre
mitían que la evolución había tenido lugar, pero esas metas cuando menos tan adecuadamente como
sostenían que cada tipo sucesivo de cultura había sus vecinos, a la larga tendrá menos probabilidades
evolucionado solo una vez y que la gran variedad que éstos para sobrevivir. Esto no significa olvidar
de culturas que se encuentran en el mundo resulta- que además de los prerequ ¡sitos mencionados, que
ron de la ¡diosincrática adquisición y pérdida pueden ser cubiertos de maneras diversas, existan
selectiva de rasgos a medida que esos tipos cultu- necesidades que, dependiendo de las circunstan-
rales se difundieron por el mundo. También veían cias, pueden ser casi infinitamente vanadas y
al desarrollo de cada tipo cultural como un acci- abiertas en cuanto a su solución.
dente histórico cuya repetición era difícil. Las En segundo lugar, es obvio a partir de la eviden-

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LA ARQUEOLOGIA COMO CIENCIA HISTÓRICA 67

eia etnográfica y arqueológica que existen paralelos tudes marcadas no sólo en la estructura social
sociales y culturales notables entre sociedades sino también en las trayectorias evolutivas de todas
que tienen patrones similares de subsistencia. Se las civilizaciones que se desarrollaron en ambientes
ha encontrado que sociedades cazadoras recolecto- áridos; civilizaciones que, sobre la base de la
ras que existen en diferentes partes del mundo y, evidencia de que él disponía, interpretaba como
que no tienen coneexiones históricamente demos- civilizaciones tempranas. Sin embargo, las com-
trables entre sí durante muchos milenios comparten paraciones que Childe (1936, 1942) y Henri
instituciones sociales y políticas así como sistemas Frankfort (1956) hicieran de la estructura y pa-
de creencias variadas y estructuralmente similares, trones de desarrollo de las antiguas civilizaciones
aunque en sus detalles culturales puedan diferir egipcia y mesopotámica revelaron importantes
considerablemente. Lo mismo es cierto para gru- diferencias entre ellas. A pesar de la proposición
pos tribales productores de alimentos y para las de Steward (1955:12) de que Childe era un evo-
civilizaciones tempranas. La mayoría de los neo- lucionista unilinear, la concepción de Childe sobre
evolucionistas sostienen que existe un número el desarrollo de la civilización era por mucho más
relativamente pequeño de tipos socioculturales unilineal que la de Steward. Childe era multilineal
amplios -bandas, tribus, cacicazgos y Estados- hasta el punto de ser un particularista histórico. El
Ios cuales comparten características estructurales y Frankfort documentaron cómo las civilizaciones
similares. Cualquier sociedad puede ser asignada tempranas diferían una de otra en su estructura
a algunos de esos tipos. Las secuencias que con- política, énfasis en el urbanismo, operación y con-
ducen al desarrollo de la civilización en los hemis- trol de la economía, relaciones entre las institu-
ferios oriental y occidental también revelan para- ciones religiosas y estatales, y en sus ideologías
lelismos numerosos en ausencia de contactos religiosas. Lo que compartían como miembros de
culturales significativos. Estas similitudes han un tipo común era una estructura social jerárquica
conducido a muchos antropólogos a proponer la y no-igualitaria basada en la producción agrícola
existencia de regularidades en los fenómenos socio- intensiva y regulada por medio del control estatal.
culturales que son apenas menos amplias que las Aunque puede mostrarse que los detalles de las
que proponían los evolucionistas unolineales del si civilizaciones tempranas tienen una relación fun-
glo diecinueve (Sahlins 1968; Service 1962, 1975). cional estrecha con estas características básicas,
Aún si estos paralelos fueran exagerados, sugieren son altamente variables de una civilización a otra.
que la conducta humana y los fenómenos socio- Al mismo tiempo, pueden encontrarse regularida-
culturales son generalmente todo menos aleatorios. des en varias culturas dentro del tipo que no se
La pregunta importante no es si la conducta huma- relacionan al total de éste. Las similitudes estruc-
na muestra regularidades, sino más bien cuantos turales compartidas por las civilizaciones autócto-
factores involucran y qué tan predecibles son nas de Mesopotamia y Mesoamérica o por aquellas
estos factores. de Egipto y Perú (Adams 1966; Trigger 1979) no
Los neoevolucionistas tienden a atribuir una sig- son menos merecedoras de estudio y explicación
nificación causal a aquellos elementos compartidos científica que aquellas compartidas por las cuatro
por sociedades que han sido asignadas a un grupo civilizaciones. Como tampoco hay razón para creer
evolutivo particular, al tiempo que restan atención que generalizaciones importantes no pueden surgir
a características que no sean compartidas conside- de un detallado estudio contextual (del tipo hecho
rándolas como "particularidades únicas, exóticas y por los antropólogos sociales) de la significación
no-recurrentes". Estas últimas han sido vistas poco estructural y funcional de los detalles idiosincráti-
menos que como accidentes históricos (Steward cos de civilizaciones antiguas específicas.
1955:182). Sin embargo, las características com- Mientras que los científicos sociales encuentran
partidas por tales sociedades son frecuentemente que es relativamente fácil colectar grandes cantida-
de una naturaleza muy general. Un examen más des de datos cuantitativos, encuentra difícil defi-
cercano revela frecuentemente diferencias especí- nir los términos de manera que sea significati-
ficas que son, sin embargo, de una importancia es- vamente diferente al uso común o el establecer
tructural crucial para las respectivas sociedades. relaciones cuantitativas abstractas entre ellos. En
Esto pone en duda la sugerencia de que las carac- ambos sentidos, la pretensión de que la "ley de
terísticas comunes tengan una significación estruc- la evolución cultural" e x t -> c (energía x tecno-
tural o evolutiva particularmente importante. Por logía -* cultura) es el equivalente cultural de la ley
ejemplo, Julian Steward (1955) encontró simili- de Einstein e=mc2 (White 1949; Meggers 1960),

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68 BOLETÍN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA • 4 JULIO 1981

no logra soportar ni siquiera un escrutinio mode- vez que éstos no han podido funcionar adecuada-
rado. Somos incapaces de definir con precisión la mente en situaciones de cada vez mayor compleji-
significación de la mayoría de las similitudes y di- dad. Aunque este enfoque es extremadamente va-
ferencias culturales exhibidas por las sociedades lioso por promover nuestra comprensión desde un
humanas como para determinar qué tan importan- punto de vista estructural, en términos de lo que
te o aún genuinamente comparables pueden ser Flannery llama condiciones, esto sólo sirve para
las regularidades particulares. Esto impide una describir más que para explicar los cambios.
comprensión más precisa de la causalidad. Es En el libro de Sanders, Parsons y Santley, The
también uno de los factores que obstaculizan una Basin of Mexico, en que se nos proporciona el más
clasificación razonada de diferentes tipos de so- sofisticado y cuidadosamente refinado análisis de
ciedades o la determinación de qué tan similares un gran corpus de datos hasta ahora intentado por
son entre sí las sociedades asignadas a grupos par- arqueólogos del continente americano, se sugiere
ticulares. que en última instancia cuatro o cinco variables
Existe hoy día, y en mi opinión justificadamen- pueden explicar tanto como el 80% de la variabi-
te, una tendencia general a rechazar como simplis- lidad documentada en el registro arqueológico
tas e inadecuadas las explicaciones comprehensivas (Sanders et al. 1979:360-. Ellos proponen, sin em-
de fenómenos sociales que involucren a factores bargo, como ejemplos de tres generalizaciones de
aislados como primeros motores. La irrigación, la tipo ley que gobiernan el cambio cultural, la ley
tecnología, el ambiente, la guerra, la religión, y, del potencial biòtico, la ley del menor esfuerzo, y
más recientemente, el aumento en la densidad la ley de la minimización del riesgo. Sin embargo,
de población, han sido cada una rechazadas como a pesar de la gran cantidad de investigación perspi-
insuficientes como para dar cuenta de las caracte- caz y eficientemente dirigida que se ha invertido
rísticas más importantes del cambio cultural. Por en este proyecto, los autores no han desarrollado
otro lado, el análisis sistemático, que intenta dar un método objetivo para seleccionar estas varia-
cuenta de la naturaleza, dirección y fuerza respec- bles o para demostrar que sus roles son en efecto
tiva de las relaciones simultáneamente existentes los que se proponen. Tal como Paul Tolstov
entre un gran número de factores, han sido acusa-
das de ser inecesariamente inductivas y de tratar
de dejar de lado, al estilo boasiano, el problema
de la causalidad (Leone 1975). En aquellos casos
en que regularidades en varias culturas, esta ob-
jeción tal vez no puede ser sostenida (Redman
1978). Sin embargo, parecería ser que, en la
mayoría de los casos, mientras más detallado es
un modelo, menor es el número de instancias a las
que será aplicable.
Kent Flannery (1972) ha propuesto que mu-
chos factores diferentes pueden ser reconocidos
como promotores del cambio, aunque los mismos
factores pueden tener efectos diferentes o diferen-
tes factores los mismos efectos, dependiendo de
circunstancias individuales. El propone que las
explicaciones del cambio cultural debería concen-
trarse menos en tales condiciones que en la defi-
nición de los tipos de cambios sistemáticos que
en realidad tienen lugar. Ejemplos de tales meca-
nismos evolutivos incluyen la obtención del poder
de algunas instituciones a través de la promoción,
lo que significa la elevación dentro de una jerar-
quía de control desarrollándose de forma tal
que se aunen nuevos y frecuentemente diferentes
roles, o mediante la linearización, esto es, el
pasar por encima de controles de nivel inferior una Examen de medicina entre los pieles rojas

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LA ARQUEOLOGIA COMO CIENCIA HISTÓRICA 69

(1980) nos recordara en su reseña de la mono- sucedido frecuentemente. La eliminación de la


grafía, los arqueólogos siguen siendo incapaces degeneración o de los cambios cíclicos como
de establecer mediante algún procedimiento ob- posibles leit motifs de la evolución cultural es
jetivo aquellos factores que expliquen la variabi- uno de los logros más importantes de este tipo
lidad registrada en los materiales arqueológicos en la disciplina hasta la fecha.
y parece no haber atajos fáciles para lograr esta Los avances también toman la forma de la de-
meta. Tampoco es claro si las variables importantes mostración de que un número de generalizaciones
son en realidad 5 o 50. de nivel bajo pueden ser subsumidas bajo una
Hemos sugerido antes que, en parte, esto es el generalización de orden más general. Un ejem-
resultado de dificultades técnicas inherentes a los plo reciente es la conciencia de que muchas de
intentos de cuantificar variables conductuales. las transformaciones en el registro arqueológico
Esto se relaciona también con el hecho de que los pueden ser explicadas en términos de un conjun-
científicos sociales seguimos siendo incapaces de to normal de variables, cada uno de los cuales se
ponernos de acuerdo en relación a un cuerpo uni- comporta en forma regular. La teoría de catástro-
versalmente aceptable de teoría de nivel alto a fes, ya sea que pueda o no ser aplicada en detalle
partir del que un corpus consistente de teoría de a los datos arqueológicos dada la naturaleza frag-
rango medio pueda derivarse. Tampoco, dada la mentaria de la naturaleza de estos últimos, ayuda
compêjidad de los fenómenos sociales, es frecuente a los arqueólogos a alejarse de la idea de que el
que un análisis de datos no admita explicaciones cambio que es inninterrumpido por intervenciones
alternativas. De ahí que las posibilidades de cons- desde fuera del sistema, normalmente tiene lugar
trucción inductivas de teoría de rango medio sean gradualmente y en forma sutil (Renfrew 1978b).
aún restringidas e inciertas. Por esta razón, muchos Este tipo de generalizaciones es particularmente
científicos sociales continúan encontrando las res- satisfactorio dado que no sólo proporciona nuevas
puestas que estaban predispuestos a buscar. Este reflexiones sobre la naturaleza de la conducta hu-
argumento, que revive algunas de las viejas distin- mana sino que también sirve para incrementar
ciones de Dilthey sobre Geisteswissenchaften y nuestra confianza en la corrección de las ideas más
Naturw/ssenchaften, refuta las presiones de que específicas sobre las que están basadas.
en las ciencias sociales las preguntas pueden ser Muchas de las interpretaciones de los datos de
contestadas objetivamente y que factores sociales las ciencias sociales debe tomar la forma de múlti-
subjetivos determinen únicamente qué preguntas ples hipótesis de trabajo. Ante la ausencia de
se pueden hacer. El papel del científico como evidencia crucial, un número de explicaciones
miembro de la sociedad condiciona tanto las alternativas, tanto de eventos particulares como de
preguntas que él o ella intenta responder como ciertas clases de eventos, deben ser consideradas
las respuestas que está predispuesto a considerar como posibles. La meta del investigador es reducir
como satisfactorias. el número de alternativas mediante el desarrollo de
pruebas cruciales o mediante el descubrimiento
Hipótesis de trabajo múltiples. de nuevos datos que invaliden algunas de ellas
(Chamberlain 1944). Este ha sido desde siempre
Esta conclusión no debe entenderse como el un método favorito de los arqueólogos, aunque
abandono o la relegación de la importancia que ha sido poco discutido en los últimos años. Es
tienen los esfuerzoas por explicar la conducta particularmente efectivo para una disciplina que
humana. Tampoco implica que se equipara la está constantemente recuperando evidencia nueva
explicación con los intentos de dar cuenta de y con frecuencia no esperada.
eventos específicos en una forma idiosincrática
e indisciplinada. A estos problemas será nece- Teoría de sistemas
sario regresar más tarde. Vale la pena mencionar
aquí, sin embargo, que muchos de los más im- Recientemente, la teoría general de sistemas ha
portantes avances científicos han derivado de hecho que los científicos sociales sean conscientes
conclusiones negativas. Tales conclusiones propor- de una fuente nueva y hasta este momento insos-
cionan evidencia convincente de que las ideas pechada de reducción de la varibilidad de sistemas
sobre la conducta humana que alguna vez se socioculturales (Flannery 1957). Este es un campo
pensaron como posibles, o aún probables, son de creciente de teoría que intenta dar cuenta de las
hecho insostenibles. En arqueología, esto ha propiedades comunes a todos los sistemas, inde-

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70 BOLETÍN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA • 4 JULIO 1981

pendientementede que sean naturales,biológicos, asegurar que las decisiones son ejecutadas. Estas
sociales o artificiales.Los más familiaresde estos observacionesestán de acuerdo con aquellos aspec-
conceptos para los arqueólogos son aquellos de tos de las teorías de sistemas que tienen que ver
retroalimentaciónpositiva y negativa (Watson et. con el procesamientode la información.Sin em-
al. 1971:61-87). Estos han sido utilizados para bargo, al aplicarlos a las sociedades humanas,pa-
conceptualizarmuchos aspectos de la estabilidady recería que los límites de población en los que los
el cambio cultural,aún cuando la cuantificación cambios deben (o pueden) ocurrirno pueden ser
precisa no es posible. Otros conceptos intentan predichosdesde una base teórica. Deben investigar
dar cuenta de cómo es procesada la informacióna medianteun estudio comparativode las sociedades
medida que los sistemas se hacen más complejos. humanas,en una operación que conecta a la teoría
En particular,los arqueólogos han hecho uso del de sistemascon los análisis tradicionalesestructural-
concepto de que el procesamientode información funcionales de los antropólogos sociales (Trigger
debe nacerse cada vez más diferenciadoy jerárqui- 1978:194-215). La teoría de sistemasproporciona
camente estructuradoa medida que las sociedades alguna informaciónsobre las consecuenciasestruc-
aumentan en su escala. Se ha interpretadoque los turales de ciertos cambios sociales, tales como el
principiosde crecimientono proporcionalsugieren incrementoen el tamaño de la comunidad. Esto no
que los sistemasde procesamientode información explica por qué es que estos cambios suceden o no
intentanmanejarcargascada vez mayoresde infor- suceden. En este sentido,la teoría generalde siste-
mación primero mediante un incrementoen el mas juega un papel similaral del concepto de pre-
número de personal, y luego mediante el forzar requisitosfuncionales,o al concepto de Flannery
una estandarizaciónmayor, y finalmentepromo- de mecanismos evolutivos. Cada uno proporciona
viendo la descentralización(Boulding 1956; Rathje ciertas reflexiones útiles sobre los factores que
1975). Aunque los matemáticosdudan de que los limitanla variación en los sistemassocioculturales
materiales arqueológicos sean suficientemente y que por lo tanto conformanvarios aspectos de
comprehensivoscomo para permitirla aplicación los mismos, sin proporcionaruna explicación de
de la teoría de sistemasen formarigurosa(Steiger porqué cualquiera de estos cambios ocurre.
1971), parece hacer un acuerdo generalde que su
empleo simplementecomo enfoque generala pro- Ecología cultural
blemas proporcionaideas sobre aspectos importan-
tes del cambio cultural. Una orientación más amplia, materialistapara la
Una área en la que la teoría de sistemaspuede interpretaciónarqueológica, ha sido provista por
ser de valor considerablepara la arqueología es en los conceptos de la ecología cultural.Toda la cul-
la interpretaciónde la organización social prehis- tura es vista como los medios extrasomáticosde
tórica. Los arqueólogos pueden determinarel ta- adaptación al ambiente de la humanidad. Los
maño de la población de la mayoría de las comu- arqueólogos han tendido a interpretar este enfoque
nidades prehistóricasdentrode un margende error en formamás bien estrechacomo implicandoque
razonable. Investigacionesetnográficasen Nueva los medios por los que una población obtiene su
Guinea sugieren que en comunidades con pobla- subsistencia del ambiente fueran el factor más
ción de menos de 350 personasla gentepuede rela- importanteen la conformaciónde un sistema cul-
cionarse una con otra como individuos (Forge tural (por ejemplo, Struever 19(58:134-5). Esto
1972). Tales comunidades pueden tenerun lídero implica una concepción de la conducta humana
dirigentepero no requierende estructuraspolíticas que no logra dar cuenta de los factoressociales y
formalespara poder funcionarexitosamente. Las psicológicos que hacen que los patroneshumanos
comunidades de tamaño mayor requierenprinci- de adaptación sean significantemente diferentesa
pios organizativosmás complejos, que involucran cualquier otro tipo de ecología. Esto no significa
la segmentaciónpara facilitarla toma efectivade que los humanos no deben ser consideradoscomo
decisiones. Esto requiere el desarrollode subdivi- organismos biológicos o que la mayoría de los
siones políticas, frecuentementea lo largo de las principios de la ecología general no sean válidos
líneas del clan o del linaje dentro de cada aldea, y también para la conducta humana. Se sugiere,sin
un consejo de jefes en el que cada una de esas uni- embargo, que la conducta humana no puede ser
dades está representada.A medida que las comu- adecuadamente entendida si se le trata simple-
nidades crecen aún más, estos consejos deben de mente como a la de otras poblaciones animales. En
estar provistoscon poder cohercitivopara poder particular,los arqueólogoshan tendidoa subestimar

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LA ARQUEOLOGIA COMO CIENCIA HISTÓRICA 71

la capacidad de los seres humanos para analizar las lógicas asociadas a la nueva, pesimista versión de la
situaciones racionalmente y alterar su ambiente en evolución cultural retratan al cambio cultural
forma intencional, si bien no siempre sabia. como reacciones dolorosas, involuntarias y acorto
La interacción entre un grupo humano y su plazo ante factores tales como el incremento en
ambiente natural es únicamente uno de los tres la densidad de población (por ejemplo, Cohen
conjuntos de relaciones más importantes que los 1977). Esta perspectiva ignora algunas de las más
ecólogos culturales tienen que estudiar. El segundo importantes características de la evolución cultu-
consiste en las relaciones sociales por medio de las ral que eran evidentes a la generación anterior de
cuales se realizan las tareas para asegurar la supervi- arqueólogos y etnólogos. Las sociedades cada vez
vencia del grupo a corto y largo plazo. El tercero más complejas han hecho posible la creación de un
consiste en las relaciones sociales y psicológicas conocimiento cada vez más extenso y preciso
que aseguran la aculturación de las generaciones sobre el ambiente natural y social del hombre. De
sucesivas y proporcionan los incentivos y compro- acuerdo a Childe, este tipo de conocimiento pue-
misos ideológicos que hacen que los individuos de distinguirse operacionalmente de la falsa con-
funcionen como miembros de un grupo. El total ciencia, porque permite a la gente manipular su
de esta compleja y variable red de relaciones es ambiente de una manera que realmente permite
esencial para la adaptación de una sociedad a su lograr los cambios que se intentaban (aunque
ambiente. Ya que abarca cada uno de los aspectos puede también producir efectos laterales no
de la cultura esto cuestiona la idea de que un as- buscados). Aún si los individuos o los grupos fue-
ran incapaces, por diversas razones, de distinguir la
pecto sea más o menos significativo que otro en
términos adaptativos. conciencia verdadera de la falsa conciencia, que-
Para poder mantener al sistema funcionando, mar la basura sigue siendo un medio más efectivo
los tres conjuntos de relaciones deben generar de controlar el cólera que el quemar brujas. De
grandes cantidades de lo que los Marxistas llaman aquí que la sociedad que adopte el primer méto-
"falsa conciencia" (Childe 1956). Las sociedades do de combatir la enfermedad puede esperarse
primitivas, que son incapaces de habérselas tecno- tendrá un mayor éxito evolutivo que aquella que
lógicamente con muchos aspectos de su ambiente, adopta el segundo (Childe 1956:59-60, 106).
deben desarrollar rituales elaborados que se cree Childe vio como este tipo de conocimiento era,
a la larga, fácilmente comprendido y transmitido
logran los mismos fines sobrenaturalmente. Me-
diante la reducción de la tensión en tiempos de de una sociedad a otra, siempre y cuando estas
crisis, tales rituales pueden materialmente incre- sociedades estuvieran más o menos al mismo ni-
mentar las probabilidades de una sociedad de en- vel de desarrollo. Tal conocimiento era por lo
frentar exitosamente los problemas que la con- tanto más bien de carácter intencional que cul-
frontan. En forma similar, las sociedades de clase turalmente específico en el sentido en que lo son
generan ideologías elaboradas, diseñadas para ex- los detalles particulares de mitos o creencias reli-
plicar y justificar un orden social no equitativo y giosas. Dada su naturaleza práctica, los productos
de explotación. En ambos casos, la falsa conciencia de la conciencia verdadera pueden ser también
sirve para reducir una variedad de tensiones psico- entendidos por los arqueólogos: -aunque pueden
lógicas dentro del sistema sociocultural y de esta encontrarse algunas dificultades en la determina-
manera neutralizar varios ipos de desintegración. ción del significado utilitario de artefactos o pro-
Vista desde esta perspectiva, ina interpretación que cesos tecnológicos que han sido ya desde hace
relacione al canibalismo azteca con las creencias tiempo superados y abandonados. Por contraste,
dado que la falsa conciencia no logra fines prác-
cosmológicas sobre el sustento del universo, que a
su vez estaban relacionadas a un patrón de impe- ticos (aunque aspire a lograrlos), sus formas pue-
rialismo que era de una importancia económica y den ser extremadamente variables. Por esta razón,
social mayor a los aztecas como grupo, no es me- es generalmente imposible para un arqueólogo de-
nos ecológico que otro enfoque que lo ve como terminar específicamente lo que se pretendía o
intentaba mediante alguna acción ritual a partir de
proveyendo de proteína extra a las clases superio-
res (Harris 1 977:97-1 1 0). un examen de sus restos materiales. El estudio del
conocimiento prehistórico debe por lo tanto ser,
La evolución del conocimiento. en gran medida, una investigación del conocimien-
to técnico. Debe también estar enmarcado en tér-
Tal como hemos visto antes, las explicaciones eco- minos de los resultados prácticos, más que en las

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72 BOLETÍN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA • 4 JULIO 1981

metas y propósitos subjetivos, de aquellos que lo yentes y por lo tanto han sido un tanto desacre-
poseyeron (Childe 1950). ditados. Este tipo de an-alisis no permite a los
Childe argumentaba que la comprensión del antropólogos especificar las variables claves en la
mundo real se ha expandido en forma continua operación de los sistemas culturales o construir
a partir de una magra conciencia poseída por las teorías incontrovertibles sobre el cambio cultu-
sociedades más tempranas. Estas tenían sólo un ral. La ecología cultural no proporciona una base
conocimiento impreciso y vago del pasado y rara para suponer que algún conjunto particular de
vez sabían lo que estaba sucediendo a algunos variables juegue un papel crucial en la operación
cientos de kilómetros más allá de sus territorios de los sistemas culturales.
tribales. Desde entonces, el conocimiento ha sido
transmitido de una sociedad a otra y se ha hecho Modos de Producción
cada vez más complejo, especializado, altamente
diferenciado, y preciso. Esto ha permitido a los Tal vez una mediación más útil del problema de
seres humanos no sólo explotar su ambiente más la determinación o indeterminación de la con-
efectivamente, sino que ha expandido también ducta social la provea el concepto Marxista de
la comprensión humana del mundo y de su propia modo de producción. Usamos aquí el término
naturaleza (Childe 1949). La arqueología y la an- tal como éste se define en la teoría Marxista
tropología son ellas mismas producto de este últi- tradicional. No es clara para sí la proposición de
mo proceso. Mentras que este conocimiento ha Maurice Godelier (1977) de que cualquier aspec-
sido usado para hacer daño lo mismo que para to de un sistema social puede funcionar como una
beneficiar al genero humano y mientras que el uso infraestructura pueda calificar como una propo-
inapropiado de la razón científica hoy día amena- sición materialista, y mucho menos marxista. Más
za como nunca el futuro de la humanidad, esto bien parece sociología Durkheimiana, provista de
no es razón para que los científicos sociales igno- un vocabulario nuevo. Finalmente, no aceptamos
ren, distorsionen o devalúen lo que, inclusive desde que la secuencia unilinear marxista convencional
un punto de vista materialista, es uno de los más de modos de producción (incluyendo su más
distintivos y extraordinarios logros humanos. Aún reciente versión que reconoce a las sociedades
si la conciencia de sí misma y del ambiente que es Orientales de Clase como un estadio precediendo a
la herencia colectiva de la civilización moderna la sociedad Esclavista) sea algo más que una apro-
acabara en la destrucción total de la humanidad, ximación cruda de lo que una clasificación cientí-
este conocimiento contaría aún como el logro su- fica de los modos de producción será a final de
premo de la humanidad. En el peor de los casos, es cuentas.
un logro que ninguna teoría de la evolución cultu- En la teoría marxista tradicional, es el modo de
ral puede permitirse ignorar y al estudio del cual producción el que determina o conforma, en últi-
la investigación arqueológica puede hacer impor- ma instancia los valores personales y públicos, las
tantes contribuciones. Sin embargo, entre los Nue- creencias religiosas, los sistemas legales, estéticos,
vos arqueólogos, solo David Clarke (1868:88-101) y otros aspectos de la cultura que son colectiva-
ha puesto una atención, si bien limitada, a este mente cracterizados como superestructura. El mo-
problema bajo el rubro general de la teoría de la do de producción consiste en los medios de pro-
información. Sin embargo, este aspecto de la con- ducción, o tecnología, junto con las relaciones de
ducta humana es uno que debe recibir una aten- producción. Estas últimas son las actividades
ción considerable como parte de cualquier teoría cooperativas que los miembros de una sociedad
general. deben establecer para poder producir y distribuir
bienes. Se asume que la tecnología puede funcio-
La Ecología Cultural: Observaciones Adicionales. nar únicamente en un contexto económico y
social concreto que invariablemente contiene ele-
Es posible analizar todos los aspectos de la con- mentos que anteceden y condicionan las innova-
ducta humana en términos de adaptación cultu- ciones tecnológicas. La producción y la distri-
ral. Esto, sin embargo, sólo transforma a la ecología bución de bienes están determinadas no sólo por
cultural en el ejercicio tradicional del análisis la tecnología sino también por las relaciones so-
funcional característico de la antropología social. ciales y políticas que influyen en cómo se reúnen
Por un tiempo considerable, tales ejercicios han los materiales, se asegura la cooperación entre los
sido reconocidos como teóricamente no conclu- especialistas, y proporcionan a la sociedad su di-

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LA ARQUEOLOGIA COMO CIENCIA HISTÓRICA 73

importancia central en la configuración de la his-


toria.
Childe (1936:110) sostenía también que nin-
gún conjunto complejo de creencias o prácticas
podía ser inferido en detalle a partir del sistema
económico con el que estaba asociado. Si bien
ciertas creencias pueden facilitar o impedir la
operación de un tipo particular de economía, su
expresión concreta disfruta de una gran elasticidad
y está conformada por muchos factores altamente
específicos de orden histórico y ambiental. La for-
ma precisa de la Constitución Británica o de los
postulados del Protentantismo del siglo diecinueve
no podría ser deducida a partir sólo del sistema
capitalista.
Entre otras cosas, este enfoque tiene considera-
ble sentido filogenètico. Los primates a partir de
los que el género humano se desarrolló eran cierta-
mente animales sociales. Los individuos no se rela-
cionaban con su ambiente natural en forma aislada
sino como miembros de grupos sociales. En tanto
el desarrollo incluso de las más tempranas socieda-
des homínidas requirió de una interdependencia
económica y diferenciación de roles cada vez ma-

Los últimos pieles rojas


yor, esto sugiere que en ningún momento en la
evolución humana la producción de comida y
rección central. Los patrones sociales que deter- la reproducción humana suelen desligarse de una
minan la pertenencia de propiedades o bajo qué cambiante pero ininterrumpida red de relaciones
manera será aplicado el conocimiento científico sociales. Los patrones de relación social son una
son no menos importantes que los factores am- realidad tan concreta como la tecnología. Han ju-
bientales en su influencia sobre el cambio histó- gado un papel central en la determinación de la
rico. Se sostiene que este último es resultado de evolución de la tecnología, tanto como las inno-
la evolución de los medios de producción o de las vaciones tecnológicas han jugado un demostrable
relaciones de producción que gradualmente vienen papel central en la transformación de las relaciones
a contradecir las instituciones sociales y culturales sociales. Al operar juntos, estos dos conjuntos de
existentes. factores primordiales pueden ser suficientes para
La interpretación de Childe (1942, 1947) del dar cuenta del desarrollo, cuando menos, de las
Marxismo también enfatizaba que, si bien los fac- características generales de otros aspectos de la
tores económicos incorporados en las relaciones de conducta humana que no tienen análogos claros en
producción puedan ser claves en la producción del las sociedades prehomínidas. Estos últimos aspec-
cambio, el papel que juegan los valores sociales y tos pueden ser tal vez equiparados con el concepto
creencias religiosas en la conformación de la histo- marxista de superestructura.
ria de una sociedad no deben ser subestimados. En
particular, el creía que esos factores jugaban un Generalizaciones: Universales y de otro tipo.
papel poderoso como obstáculos del cambio social,
en ocasiones por periodos muy largos, aunque La nueva antropología ha propuesto como meta
siempre a expensas de reducir la capacidad de la central de la arqueología el descubrimiento de le-
sociedad en aquellos casos en que había competen- yes de la conducta humana que sean universalmente
cia con otras sociedades que no tenían que soportar aplicables y por lo tanto potencialmente relevantes
tales restricciones. Si bien Childe veía al cambio en la solución de los problemas de la vida moderna.
tecnológico como la única fuente de progreso so- Tal como Aristóteles consideraba a las verdades
cial saludable, él veía también a la religión y las temporales de la poesía como superiores a las preo-
instituciones políticas como fuerzas negativas de cupaciones temporales de la historia, así los cien-

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74 BOLETÍN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA • 4 JULIO 1981

tíficos sociales de los Estados Unidos generalmente paradigmas distintivos para reestructurar el pensa-
consideran la búsqueda de leyes generales como miento. Por lo mismo, los pensamientos de nues-
prioritarias a la explicación de eventos específicos tros ancestros remotos respondían a patrones que
(Trigger 1978a:4). Así, ellos toman como modelos eran marcadamente diferentes a los nuestros y
de la explicación en las ciencias sociales enfoques que es falaz tratar de explicar sus acciones en tér-
que han sido exitosos en la física teórica y en la minos de los valores y motivaciones modernas. Es-
química. Esto, sin embargo, involucra el supuesto to ha sugerido a los Marxistas que la vasta mayoría
erróneo de que la explicación de un evento especí- de las generalizaciones sobre la conducta humana
fico tiene la misma relación con las generalizaciones no son de aplicabilidad universal sino que son apli-
sobre la conducta humana que observaciones es- cables a clases más restringidas de sociedades. Es-
pecíficas sobre los pesos atómicos de diferentes tas clases están compuestas por sociedades que son
elementos tienen en relación a las teorías genera- estructuralmente similares unas a otras pero que
les relacionadas a la tabla periódica. La idea de no necesariamente están relacionadas históricamen-
que la conducta humana y sus productos puedan te. Las leyes de la historia proporcionan el contex-
ser explicadas en términos de leyes que sean uni- to que explica dentro de qué marco o límites otras
versalmente válidas implica que estas leyes estén leyes son ciertas.
correlacionadas ya sea con una naturaleza humana La validez de las leyes marxistas de la historia es
fija o con principios fijos de organización social. ampliamente puesta en duda. Más aún, todos salvo
Los marxistas creen también en ciertas regula- los conceptos de la primacía de las relaciones so-
ridades universales que son generalmente llamadas ciales de producción y de la clase como un vehícu-
"las leyes de la historia". Estas incluyen la primacía lo para la conciencia de grupos me parece a mí son
causal de las 1 elaciones sociales de producción, el demasiado generales como para ser de gran ayuda
concepto de clase como una unidad de conciencia práctica en la interpretación de datos en las cien-
política de grupo y de acción política, el concepto cias sociales (Harris 1979:141-164). Sin embargo,
del desarrollo periódico de contradicciones entre la concepción marxista de las generalizaciones me-
las fuerzas y las relaciones de producción, y la rece ser considerada como seriedad, especialmente
creencia en la resolución revolucionaria de estos porque también está de acuerdo con las experien-
conflictos. Sin embargo, estas leyes constituyen cias a nivel de sentido común de muchos cientí-
unicamente un número pequeño de generalizacio- ficos sociales no-marxistas. Esto, sin embargo, le-
nes de alto nivel a veces vagas. Los Marxistas, vanta una serie de problemas relativos a la forma
como muchos otros científicos sociales, creen que en que uno puede determinar los tipos de generali-
la naturaleza humana no es estática sino que tiende zaciones que pudieran ser de aplicabilidad univer-
a cambiar a medida que la sociedad misma es trans- sal y cuáles están restringidas a sociedades que
formada. Por esto, la mayoría de las explicaciones comparten un modo de producción particular o
sobre la conducta humana son consideradas como que de alguna otra manera constituyen un tipo
válidas sólo para aquellas sociedades que compar- social común.
ten el mismo modo general de producción y que Por su propia naturaleza, las generalizaciones
por lo tanto están al mismo nivel de desarrollo de la teoría de sistemas pertenecen a la primera
(Childe 1947:43:59). Por ejemplo, se sostiene que categoría. Esto sería también cierto para los patro-
las leyes de la economía política que son útiles en nes conductuales que se fundamental en una fi-
la explicación de la conducta en sociedades indus- siología humana comunmente compartida. De
triales no pueden ser usadas para explicar la econo- acuerdo a los sociobiólogos, estos últimos patro-
mía de las civilizaciones tempranas o de las so- nes son extensos y se ramifican profundamente en
ciedades tribales. Esta concepción, que ha sido todos los aspectos de la conducta humana. Sin
adoptada también por los economistas llamados embargo, por su propia naturaleza, tales explica-
sustantivistas, es extendida por los Marxistas para ciones pueden aplicarse únicamente a factores
cubrir todos los aspectos de los sistemas culturales. constantes de la conducta humana, no a las dife-
Childe (1938) citó, dando su aprobación, la pro- rencias en ésta (Harris 1979:119-140). Muchos
posición del físico C. G. Darwin de que incluso la científicos sociales creen que la naturaleza es mu-
lógica formal estaba compelida a cambiar a medida cho menos rígida y que no puede ser utilizada para
que las condiciones sociales se alterasen. El argu- explicar las diferencias en los patrones culturales.
mentaba que cada tipo de sociedad tiene sus pa- Algunos van tan lejos como para proponer que no
trones propios amplios de lógica que proporcionan existe una naturaleza humana significativa que no

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LA ARQUEOLOGIA COMO CIENCIA HISTÓRICA 75

sea transformada a medida que la sociedad misma Las aplicaciones científicas de la teoría Marxis-
cambia. ta a la interpretación de los materiales arqueológi-
El enfoque marxista ofrece entonces un numero cos enfatizan la importancia de un enfoque fuerte-
de conceptos a partirde los cuales el análisis arqueo- mente empírico. Dada la complejidad de los
lógico puede beneficiarse. El primero es el de que factores causales y de la posibilidad de que el cam-
ciertos aspectos de la organización social, tanto bio cultural se mueva en cualesquiera de un núme-
como la tecnología, deben de ser considerados co- ro de direcciones diferentes, es imposible predecir
mo parte de la base económica o infraestructura, precisamente cómo una sociedad se desarrollará a
la cual influencia al resto del patrón cultural. Esto lo largo de un período considerable de tiempo. De
implica que los arqueólogos no deberían intentar aquí que la reconstrucción y explicación de una
inferir la organización social a partir de evidencia secuencia larga de desarrollo requiere la referencia
tecnológica como algunos deterministas tecnoló- frecuente a los datos arqueológicos, si es que ha
gicos, ignorando las advertencias de Lislie White, de ser explicada una trayectoria real y no consi-
han intentado hacer anteriormente (Meggers 1960). deradas simplemente las varias alternativas posi-
En cambio, deben tratar de inferir independiente- bles (Friedman and Rowlands 1978).
mente tanto los medios con las relaciones de produc- Defender este tipo de enfoque inductivo, que
ción (las que en términos no Marxistas pueden ser busca inferior cada aspecto diferente de las cultu-
equiparadas a grandes rasgos con la tecnología y la ras prehistóricas a partir de los datos arqueológicos
organización social) a partir del registro arqueoló- no constituye una confesión de incapacidad teóri-
gico. Univamente cuando esto se haya hecho, será ca. Por el contrarío, refuerza el potencial teórico
posible intentar una reconstrucción de la infraestruc- de la arqueología. Los evolucionistas unilineales
tura de una sociedad particular que sea útil tanto del siglo diecinueve concluyeron que las diferen-
para un análisis funcional como para uno histórico. cias entre las culturas podían atribuirse primaria-
Mientras que la base económica de una sociedad' mente a la posición que ocupaban en una trayec-
está funcionalmente restringida hasta cierto grado, toria única de desarrollo evolutivo. Aparte de
y por lo tanto puede ser interpretada con relativa variaciones menores causadas por las diferencias en
facilidad a partir del registro arqueológico, otros sus ambientes naturales, se pensaba que las cultu-
aspectos de la organización social y de la ideología ras de un mismo nivel de desarrollo probablemen-
están menos restringidos y por lo tanto son más di- te serían esencialmente semilares. Irónicamente,
veros y menos predecibles en sus detalles específi- esto significaba que si el grado de desarrollo de
cos. Mientras que es probable que un marxista sos- una cultura prehistórica pudiera ser identificado
tenga que es posible predecir los tipos generales de utilizando los artefactos diagnósticos apropiados,
creencias que están asociadas a un modo de pro- los paralelismos etnográficos revelarían como era
ducción particular, se reconocerá generalmente que el resto de la cultura y que su naturaleza básica
es más difícil predecir los detalles específicos de la sería entendida entonces. Así, los datos etnográ-
organización social que los patrones económicos y ficos serían suficientes como para dilucidar todas,
los de la ideología más difíciles, a su vez, que los salvo tal vez las más tempranas, fases del desarro-
de la organización social (Hawkes 1954; Friedman llo cultural, mientras que los datos arqueológicos
and Rowlands 1978:203-204). Así, mientras que meramente ilustrarían la cultura material sobre-
muchos aspectos de la superestructura pueden no viviente de las sociedades prehistóricas. En ningún
ser susceptibles de investigación arqueológica, los momento dentro de su desarrollo ha estado la
arqueólogos se enfrentan con el reto de reconstruir arqueología más en banca rota en cuanto a la teo-
aún estos aspectos de la cultura empíricamente a ría, ni ha sido menos capaz de contribuir en algo a
partir de datos arqueológicos. Las limitaciones úl- la ciencia social. La adopción de un enfoque histó-
timas que encuentren definirán los parámetros de rico cultural en la década de 1880 fue producto no
la arqueología como ciencia social. Las contri- sólo del nacionalismo y el romanticismo sino tam-
buciones principales de la arqueología prehistórica, bién de una rebelión en contra de este impasse (tri-
cuando menos en el futuro cercano, probablemen- gger 1978a: 64-70-. En forma similar, el uso de
te tendrán que ver con la forma en que las varia- proposiciones teóricas para inferir la organización
bles económicas, sociales y demográficas especí- social a partir de un conocimiento de la economía
ficas interactúan unas con otras en determinadas o de la ideología a partir de la organización social
situaciones ambientales a través de grandes perío- no refuerza los poderes interpretativos de la ar-
dos de tiempo. queología. Eso sólo se lograría a través del des-

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76 BOLETÍN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA • 4 JULIO 1981

arrollo de una teoría que permita inferencias sobre (Aberle et. al. 1950), o con la teoría de B. Mali-
la economía, la organización social o la ideología nowski (1939) de las necesidades biológicas como
de las sociedad prehistóricas a partir de datos ar- generadoras de sistemas culturales através de un
queológicos. conjunto de instituciones mediadoras.
Otros arqueólogos, especialmente aquellos in-
Cultura y sociedad teresados en patrones de asentamiento, han bus-
cado reconstruir los patrones de organización so-
Ha habido mucha discusión sobre los papeles res- cial. En vez de ver a la organización social y
pectivos que deben jugar los conceptos de cultura política como rasgos o subsistemas de la cultura,
y sociedad en el análisis de materiales arqueo- ellos intentan reconstruir los patrones de interac-
lógicos (Trigger 1968:61-90); Renfrew 1978a; ción que existieron en tiempos prehistóricos, e
Redman et al., 1978). Los dos conceptos no son interpretar los rasgos culturales en términos de
complementarios en términos de los objetos a los sus relaciones funcionales con estos patrones. Se
que se refieren; por el contrario ambos son enfo- considera que este enfoque es más apropiado que
ques sistémicos que buscan dar cuenta del total de el concepto tradicional de cultura arqueológica
los sistemas socioculturales. El concepto de cultura para el análisis de sociedades complejas, en las
ha sido usado primariamente por los arqueólogos que existe frecuentemente mucha heterogenei-
interesados en el estudio de los sistemas socio- dad tanto dentro como entre comunidades, y en
culturales prehistóricos desde un punto de vista las que los límites lingüísticos, culturales y políti-
ecológico, esto es, como adaptaciones al ambien- cos frecuentemente no coinciden. También se
te. Las culturas son vistas como constituidas por piensa que el rango de variación en cuanto a tipos
conjuntos de subsistemas interconectados, que de sistemas sociales, patrones de parentesco, y
son enumerados o definidos de formas distintas, organización política es mucho menor que la
pero que en general cubren la conducta económica, aparentemente ilimitada variación asociada con
social e ideológica (Binford 1962; Clarke 1968). culturas individuales (Childe 1951, 1958a; Mur-
Esta conceptualización tiene mucho en común con dock 1959b:134). Mientras que muchos de los
la noción sociológica de prerequisitos funcionales detalles de cada cultura pueden ser explicados
como accidentes históricos resultantes de los an-
tecedentes particulares de tales culturas o de los
contactos que hayan tenido con otros grupos,
los sistemas sociales parecen restringirseaun rango
de tipos bastante limitado.
La interpretación social de los datos arqueoló-
gicos ha sido fuertemente influenciada por la
antropología social convencional, que intenta ex-
plicar todos los aspectos de la conducta humana
(incluyendo la cultura material) mediante la de-
finición de sus relaciones funcionales con los
patrones de conducta social y política de cada
sociedad. Se supone generalmente que éstos últi-
mos constituyen el punto de referencia o matriz
en términos de la cual todas las formas de cambio
cultural y social pueden ser explicados. Este en-
foque ha sido empleado con mayor efectividad en
la arqueología en la obra de Robert Mac Adams,
notablemente, por ejemplo, en sus argumentacio-
nes en el sentido de que el origen de la civilización
mesopotámica se caracterizó primariamente por el
cambio social más que tecnológico y que la cons-
trucción y colapso de sistemas de irrigación cada
vez a escala mayor siguió más que determinó el
nacimiento y caída de los sistemas políticos
Los últimos pieles rojas (Adams 1965, 1966). Mientras que este enfoque

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LA ARQUEOLOGIA COMO CIENCIA HISTÓRICA 77

atribuye menor influencia causal a la tecnología de sedentarias, y que la competencia entre grupos se
la que la que le atribuirían las explicaciones mar- intensificara, en tiempos post-paleolíticos. James
xistas del tipo referido antes, ambas enfatizan a la Tuck (1978) ha sugerido que los montículos fu-
organización social como una variable clave en nerarios esporádicamente asociados con las culturas
la explicación del cambio cultural. Esta semejanza marítimas arcaicas a lo largo de la costa noroeste
no es sorpresiva, ya que la obra de Durkheim fue de Norteamérica pueden no indicar la prosperidad
básicamente una reconstrucción idealista del mar- local, sino ser evidencia de un creciente sentimien-
xismo. to de territorialidad resultante del deterioro climá-
El estudio de la organización social prehistórica tico. Bradley y Hodder (179) han argumentado en
ha sido asociado con un énfasis creciente en la de- forma similar que la construcción de montículos
lineación de comunidades en el registro arqueológi- funerarios en la Bretaña neolítica pueden reflejar
co. Chang (1962:190-191) equiparó el enfoque so- una presión demográfica y una territorialidad cre-
cial con el "estudio de los contextos funcionales cientes. Estos estudios sugieren nuevas técnicas por
de la secuencia de desarrollo". Y contrastó esto medio de las que pueden discernirse la organiza-
con el rastreo del "origen e historia del desarrollo ción política prehistórica y las unidades étnicas en
de vanados y diversos objetos". También argumen- el registro arqueológico, y que puede inferirse
tó que, desde el punto de vista de la estructura so- evidencias de tensiones políticas que en algunos
cial, el origen de varios rasgos culturales es de poca casos pueden ser correlacionadas con tensiones
importancia, ya que elementos culturales alterna- ecológicas. Las tensiones sociales son de particular
tivos pueden incidir en desarrollos institucionales interés a los arqueólogos marxistas, quienes las
similares, mientras que la adquisición de cualquier consideran como cruciales para la comprensión
rasgo particular de otra cultura depende en gran de cambios culturales como procesos dialécticos.
medida en la naturaleza de la sociedad en cualquier Dentro del contexto de la teoría Marxista, el con-
punto dado del tiempo. Esta concepción, que con- flicto social constituye el medio a través del que se
sidera que la sociedad proporciona la matriz crucial produce el cambio en la organización social.
para el estudio de la conducta humana y el cam-
bio cultural, es esencialmente similar a la de la La difusión y la evolución cultural
antropología social clásica, tal como la representan
las obras de Durkheim y Radei iffe-Brown. En años recientes, el estudio formal de la tecnolo-
gía prehistórica ha recibido una atención cada vez
El análisis espacial menor por parte de los arqueólogos. La preocupa-
ción por la reconstrucción de los patrones ecológi-
Inentos recientes, especialmente por parte de lan cos y de organización social ha distraído a los
Hodder, de aplicar técnicas sistemáticas de análisis investigadores del estudio tipológico de las dagas,
espacial al estudio de los datos arqueológicos han vehículos con ruedas, y hachas de piedra lleván-
querido encontrar nueva significación social en la doles a la investigación de varios aspectos de los
distribución de muchas clases de artefactos (Hod- patrones de asentamiento, tales como casas, forti-
der and Orton 1976; Hodder 1978). Esto ha ayu- ficaciones, y sistemas de irrigación. Se ha puesto
dado a avanzar el estudio de la cultura material mayor énfasis en el análisis funcional, que en el
más allá de su objetivo tradicional de definir cul- formal de los artefactos. Al estimular el análisis
turas arqueológicas. Por ejemplo, las distribuciones más intensivo de los patrones de uso y las técnicas
de bienes de comercio puede ser analizada cuanti- de manufactura, especialmente mediante la arqueo-
tativamente en relación a lo que se sabe sobre los logía experimental, este enfoque ha ampliado gran-
patrones sociales y políticos para clarificar los me- demente la apreciación de aspectos del material
canismos económicos operativos a escala regional. arqueológico que habían sido descuiddos durante
Se han hecho esfuerzos para distinguir de manera mucho tiempo (Trigham 1978; Dunnel 1978).
convincente aquellos elementos culturales que Sin embargo el enfoque social también ha creado
sirvieron como indicadores de identidad étnica, ya una situación que hace que el análisis formal de
sea que éstos sean elementos decorativos parti- los materiales arqueológicos adquiera una vez más
culares o monumentos que funcionaron como cen- una gran significación.
tros de culto tribal. Elementos de ambos tipos Como hemos notado antes, el mayor énfasis
parecen haber proliferado a medida que las pobla- sobre los sistemas sociales prehistóricos y en el
ciones aumentaron en densidad y se hicieron más análisis funcional de los datos arqueológicos ha

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llevado a que se ponga más interés en las continui- esto puede frecuentemente determinarse empíri-
dades locales del registro arqueológico. El concep- camente a partir del registro arqueológico. Cuando
to de difusión, que durante el periodo de la escuela se rastrean las formas más tempranas de las pirámi-
histórico-cultural vino a jugar un papel predomi- des egipcias y los zigurats mesopotámicos, la na-
nante en la explicación de similitudes entre cultu- turaleza superficial y accidental de sus similitudes
ras arqueológicas variadas, gradualmente cayó en es puesta claramente en evidencia. Si los elemen-
el descrédito. Se ha propuesto que las invenciones tos en cuestión son de un tipo que probablemente
múltiples de técnicas de trabajo en piedra, manu- no sea preservado arqueológicamente, la posibilidad
factura cerámica, y metalurgia se dieron indepen- de una conexión histórica puede ser estudiada
dientemente aún en diferentes partes de Europa através de otros artefactos menos perecederos
que están próximas unas de otras (Renfrew 1979). (Trigger 1968:26-47). Si este tipo de investigacio-
La mayoría de los arqueólogos parecen estar más nes es aplicado en forma suficientemente amplia y
preparados ahora para proponer tantas invenciones sistemática, arrojará un cuerpo substancial de
diferentes del mismo tipo de artefactos como lo datos relacionados en la importancia relativa de la
estuvieron antes los más optimistas evolucionistas difusión y la invención independiente como fuentes
unilineales de mediados del siglo diecinueve. de cambio cultural. Esto, a su vez, puede arrojar
Medotológicamente, ambas posiciones son in- luz sobre las cuestiones sicológicas relativas a la in-
genuas. Mientras que el difusionismo extremo ten- ventividad humana y a la disposición de aceptar el
día a ignorar diferencias técnicas y estilísticas vita- cambio cultural. Estas son cuestiones en las que los
les al momento de proclamar orígenes comunes arqueólogos están guiados hoy día poco menos
para muchas clases generales de artefactos, los que por sus opiniones personales. Puede también
"invencionistas" múltiples tienden ahora a ignorar revelar qué tanta o qué tan poca inventividad ca-
las similitudes precisamente en esas mismas ca- racteriza al pensamiento humano. Por ejemplo, ¿es
racterísticas. Ningún científico social ha logrado natural para los seres humanos que viven en socie-
desarrollar una metodología adecuada para distin- dades jerárquicas el equiparar la elevación física
guir las homologías de las analogías en el registro con los estatus "elevados", o a considerar al sol
arqueológico. Son incapaces de distinguir artefac- como símbolo de la realeza? Estas tendencias pue-
tos que son similares por que estuvieron histórica- den investigarse mejor utilizando datos estilísticos
mente relacionados de aquellos que son similares y conductuales que no estén afectados por restric-
porque fueron inventados independientemente ciones o limitaciones funcionales.
para servir a propósitos similares o idénticos. (Bin- Para poder manejar cuestiones de este tipo, los
ford 1968:8-10). En este sentido, la clasificación arqueólogos deben estar preparados para estudiar
de artefactos es completamente diferente a la cla- a los artefactos intensivamente desde un punto de
sificación biológica de especies, o de la distinción vista tanto formal como funcional. Mediante la
hecha por los lingüistas históricos entre elementos comparación, a escala mundial, de una clase fun-
léxicos cognatos y aquellos tomados en préstamo. cional de artefactos determinada, tal como las
Otros problemas aún no resueltos, relacionados a carrozas, los buques o los cuchillos de bronce, los
éste, tienen que ver con la relativa inventividad o arqueólogos pueden identificar el rango total de
no-inventividad de los seres humanos, así como tipos que han sido desarrollados para servir a pro-
con el grado al que una herencia cultural común pósitos particulares. Esto permite que las diferen-
desde tiempos paleolíticos o la tendencia de la cias estilísticas y funcionales sean distinguidas
mente humana a desarrollar soluciones similares a sobre una base científica, lo que a su vez permitirá
problemas similares han incidido en que se hayan que se hagan decisiones razonadas sobre si los ar-
hecho invenciones paralelas en diferentes partes tefactos hechos en regiones vecinas están o no
del mundo. históricamente relacionados. Con los elementos
Mientras que estos problemas pueden ser inves- decorativos más obvios es factible que estas de-
tigados desde muchos puntos de vista, la arqueolo- cisiones sean todavía más claras y fáciles de tomar.
gía prehistórica tiene un papel importante que ju- El estudio de la difusión es de interés no sólo
gar en la solución, si es que elige tomarlo. Aunque por las generalizaciones sobre la naturaleza huma-
no se ha desarrollado ningún cuerpo de teoría que na, y por lo tanto por las cuestiones que han sido
permita a los arqueólogos determinar a priori si propuestas por la sociobiologia. Es también vital
una clase de artefactos que aparece en dos culturas para una comprensión del desarrollo cultural. Esto
diferentes esta o no histórocamente relacionada, fue negado por Julian Steward (1955:182), quien

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LA ARQUEOLOGIA COMO CIENCIA HISTÓRICA 79

propuso que cada caso de préstamo cultural podía rico y el procesual, están indisolublemente ligados,
ser visto igualmente como "un caso recurrente, in- pero en la evolución biológica y, presumiblemente
dependiente, de causa y efecto". Marvin Harris más aún en la explicación del cambio cultural, el
(1968:377-378) igualmente descartó a la difusión argumento positivista de que la explicación y la
como un "no principio", concepción compartida predicción son lo mismo resulta insostenible. La
por los arqueólogos estadounidenses de orientacio- teoría sintética la evolución biológica es general-
nes tan diversas como Binford (1968) y Chang mente reconocida para dar cuenta de los aspectos
(1962:190-191). Sin embargo la comparación más importantes del cambio biológico. Sin embar-
estadística de H.E. Driver y W. C. Massey (1957) go, no es posible usar esta teoría para predecir o
de culturas nativas americanas, supuestamente retrodecir el curso de la evolución biológica a par-
demuestran que las correlaciones funcionales tir únicamente del conocimiento empírico de la
pueden dar cuenta de las distribuciones reales de vida vegetal y animal moderna. Esto es así prin-
rasgos sólo en forma limitada. Driver (1974) con- principalmente por el vasto número de factores
cluye que, cuando las culturas están listas para el que influyen el cambio pero no pueden, en si mis-
cambio, las soluciones ya trabajadas en sociedades mos, ser predichos con precisión y cuya existencia
vecinas son frecuentemente de crucial importancia en algunos casos no se sospecha siquiera. Pero
para decidir cuáles de un número de soluciones al- nadie interpreta que esto implique que la teoría
ternativas son en efecto adoptadas. Es también sintética de la evolución está en el error o que las
claro que, cuando las condiciones son favorables, explicaciones de datos paleontológicos en base a
no sólo rasgos sino instituciones enteras, tales ella no sean explicaciones reales.
como un sistema religioso, pueden difundirse de Lo mismo es cierto en un grado aún mayor para
un país a otro. Esto influencia el desarrollo de la los estudios sobre la conducta humana. Los cientí-
sociedad receptora en formas que nunca podrían ficos sociales han sido capaces de formular nume-
ser duplicadas en detalle en su interior (Trigger rosas generalizaciones sobre la conducta humana y
1978a:21 6-228). Mientras que es cierto que la di- el cambio cultural que varían en su significación
fusión es una expresión que abarca muchas cosas y y en el rango de su aplicabilidad. Sin embargo, las
que pudiera ser mejor abandonar a favor de una secuencias reales de cambio involucran un conjun-
serie de términos que denoten los modos especí- to tan vasto de variables y son influenciados por
ficos de contacto cultural (Renfrew 1975:21), tantos parámetros incontrolables que, por esta ra-
ningún ejercicio semántico hará posible negar la zón nada más, es imposible predecir el curso pre-
importancia del contacto cultural como un factor ciso de cualquier secuencia de desarrollo cultural
importante que influye sobre el cambio cultural. utilizando leyes generales. Aún más fundamental es
Debe también reconocerse como un factor que que resulta altamente dudoso que las culturas
hace que el desarrollo de las culturas sea más di- estén integradas funcionalmente en forma tan es-
verso y menos predecible de lo que sería de otra trecha como para que la predicción de este tipo
manera. Podemos ahora intentar tratar dos cuestio- sea posible. Mientras que cualquier cultura debe sa-
nes relacionadas: 1) ¿cuál es la naturaleza de las tisfacer un gran número de pre-requisitos funciona-
explicaciones arqueológicas?; y 2) ¿qué es lo que les si ésta ha de sobrevivir, tales prerequ ¡sitos pue-
debería intentar explicar la arqueología para hacer den ser satisfechos en muchas formas distintas.
una contribución importante a la ciencia social? Esto permite que la difusión y lo que puede ser
mejor descrito como los accidentes históricos jue-
La explicación arqueológica guen papeles significativos en el proceso de la evo-
lución cultural.
Hace algunos años, G. P. Murdock (1959:129) Esto indica que un enfoque nomológico-deduc-
equiparó la evolución con lo que había sucedido tivo no es suficiente para entender el pasado. Aun
realmente en el pasado y por lo tanto con el regis- si tuviéramos una teoría del cambio cultural equi-
tro histórico y prehistórico en su sentido más li- valente en robustez intelectual a la teoría sintética
teral. Sin embargo, también se ha considerado a de la evolución biológica, ésta no sería capaz de
la evolución, ya sea geológica, biológica o cultu- retrodecir el pasado en mayor medida en que po-
ral, como un cuerpo de reglas que explican lo que dría predecir el futuro. Si tal teoría pudiera
sucedió en el pasado, en el sentido de que dan predecir (postdecir) el pasado sobre la base de lo
cuenta de los procesos o mecanismos por los cuales que se sabe sobre el presente, la investigación ar-
se realiza el cambio. Estos dos conceptos, el empí- queológica sería reducida al papel relativamente

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80 BOLETÍN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA • 4 JULIO 1981

trivial de confirmar la precisión de tales retrodic- conocimiento teórico (nomotético) es apreciado


ciones. Esto sería reminiscente del papel de ilustrar por los científicos sociales por dos razones. Prime-
el pasado al que la arqueología fue condenada por ro, se cree que es de valor práctico ya que puede
los evolucionistas unilineales del siglo diecinueve. ayudar a la gente a entender y enfrentar con ma-
En cambio, la explicación del pasado se vuelve un yor información los aspectos de sus propias vidas o
ejercicio histórico en el que el conocimiento de lo los problemas contemporáneos de sus sociedades.
que ha sucedido realmente en el pasado es explica- Puede también ser utilizado por los científicos o
do tanto como sea posible en términos de lo que sus patrones para manipular y controlar a otros.
sabemos sobre las regularidades de la conducta hu- Sin embargo, si aceptamos la proposición de que
mana y de los sistemas socioculturales, y sin em- muchas generalizaciones son aplicables sólo a las
bargo al mismo tiempo la evidencia fáctica es sociedades que compartan un modo de producción
usada a priori para determinar cuál de las varias específico, tal vez sólo una cantidad limitada del
alternativas de desarrollo realmente ocurrió. Mien- conocimiento sobre cómo operaban las sociedades
tras que tales explicaciones intentan dar cuenta de preindustriales sea directamente aplicable a nues-
lo que sucedió, son incapaces de descartar la posi- tra propia sociedad. De ahí que este argumento
bilidad de que hayan tenido lugar eventos alterna- pueda aplicarse con mucho menos fuerza a la
tivos. En tales explicaciones, se asume también investigación arqueológica o etnológica que a
que circunstancias particulares históricas que no disciplinas tales como la sociología, que estudian
puedan ser explicadas en términos teóricos más a las sociedades complejas modernas.
amplios pueden haber jugado papeles decisivos en En segundo lugar, tal conocimiento es valo-
los procesos reales de cambio cultural. Un ejemplo rado porque a medida que sepamos que es ade-
de esto sería la interrupción de los desarrollos cul- cuado para el tipo de sociedades prehistóricas que
turales nativos que siguió al descubrimiento del estudiamos, más completas y precisas podrán ser
Nuevo Mundo por los europeos a finales del siglo nuestras interpretaciones de los datos sobre estas
quince. El sentido común y la especulación deben sociedades.
inevitablemente ayudarnos a tender un puente En la medida en que los arqueólogos sean cons-
entre los huecos de nuestro entendimiento teórico, cientes de más generalizaciones o posibles genera-
aunque se busca siempre reducir su influencia a un
mínimo (Dray 1957).
Aunque puede ser metodológicamente menos
pulcro, este modo de explicación de eventos espe-
cíficos es inevitable, dadas las limitaciones del
conocimiento tanto fáctico como teórico disponi-
ble hoy día a los arqueólogos o con el que pueda
disponerse algún día. El proceso entero se con-
vierte en aún menos pulcro o más desordenado
cuando recordamos que la comprensión teórica de
cualquier periodo particular no depende sólo del
grado al que se haya desarrollado alguna ciencia
social particular, de acuerdo a los términos de
algún estándar absoluto. Qué se cree o qué no se
cree está también determinado en parte por los
papeles específicos que los científicos sociales jue-
gan en sus sociedades. Uno de los objetivos de la
investigación científica es el minimizar los errores
resultantes de estas concepciones subjetivas a tra-
vés de descubrir cuándo y cómo es que tales con-
cepciones no logran explicar los datos.
El reconocimiento del desorden o impulcritud
teórica de la explicación de casos reales de cambio
no va en detrimento de los estándares en la bús-
queda de generalizaciones científicas sobre la con-
ducta humana o los procesos socioculturales. Tal

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LA ARQUEOLOGIA COMO CIENCIA HISTÓRICA 81

lizaciones sobre la conducta humana, más sensibles tendrán base para oponerse a las técnicas cuantita-
serán a las posibles implicaciones de los datos que tivas o de otro tipo que puedan permitir la prueba
recuperan y analizan. más precisa de la relevancia de generalizaciones es-
Esto, en efecto, ofrece la esperanza de una com- pecíficas para la interpretación de datos arqueoló-
prensión más completa del pasado. Un enfoque pu- gicos.
ramente inductivo del pasado es imposible, ya que, Finalmente, si aceptamos que las generalizacio-
tal como han señalado los historiadores, las nocio- nes tienen grados diversos de aplicabilidad, debe-
nes de relevancia, sean o no explícitas, inevitable- mos también aceptar que su relevancia puede ser
mente influencian la selección e interpretación de determinada sólo dentro de un marco histórico
los datos (Carr 1962:2-24). Un conocimiento in- amplio. Todas las generalizaciones universales so-
ductivo es en consecuencia de hecho uno que está bre la conducta humana o los fenómenos socio-
canalizado por el conocimiento implícito, el pre- culturales que no se relacionen a la teoría de
juicio, y frecuentemente un deficiente común, sistemas (y que sean por lo tanto parte de la "ma-
cuyas precisas implicaciones no han sido cuidado- temática0 de las explicaciones científicas), se
samente examinadas. Por lo tanto mientras menos apoyan en la naturaleza humana. Su estudio es
se guíen los arqueólogos por proposiciones forma- una parte integral de la disciplina de la psicología.
les sobre la naturaleza de la conducta humana, más Tal como hemos notado antes, se debate acalora-
factible será que pasen por alto evidencias rele- damente, si bien en forma ¡nconcluyente que tanto
vantes a partir de las cuales podrían obtenerse con- o tan poco puede explicarse la conducta humana
clusiones significativas. en esta forma.
La arqueología también contribuye a una me- Cualesquiera generalización que no sea de uno
jor comprensión teórica sobre la conducta humana de estos dos tipos es una generalización histórica;
y los fenómenos socioculturales, especialmente de en el doble sentido de que se ocupa primordial-
aquellos relativos a las sociedades preindustriales. mente de la variación y el cambio y es poco pro-
Cada uso que se hace de una generalización cientí- bable que sea de aplicación universal. En ese sen-
fica para explicar un cuerpo específico de datos tido, podemos ver a todas las disciplinas de la
arqueológicos representa una prueba para esa ge- ciencia social como partes de una ciencia histórica
neralización y ofrece la posibilidad de corregirla y amplia que tiene como propósito explicar lo que
refinaria (Trigger 1978a:37-52). Estas pruebas no ha sucedido realmente en el pasado, tal y como és-
siempre son concluyentes, ya que los fenómenos to se ha registrado en el material arqueológico, los
que son explicados pueden estar influidos por tan- documentos históricos, y otras fuentes, y al hacerlo
tos factores, que otras explicaciones alternativas, así, intentar dar cuenta del presente. En esta pers-
muchas veces inesperadas, pueden a fin de cuentas pectiva, aún las explicaciones estrictamente fun-
resultar más plausibles. En tales casos, los prejui- cionales pueden ser clasificadas como un subtipo
cios o conocimiento personal del investigador pue- de explicaciones históricas; cuestión hoy día
den determinar cuál teoría es preferible. Sin tácitamente aceptada, aunque fue negada en su
embargo, a la larga, las pruebas repetidas de la mis- momento por la mayoría de los antropólogos so-
ma hipótesis deben tener algún valor en la determi- ciales.
nación de su validez o utilidad. Así pues, las generalizaciones sobre la conducta
Los hallazgos arqueológicos son también de humana y los procesos socioculturales se convier-
valor teórico en la medida en que revelen simili- ten en generalizaciones históricas. La distinción
tudes y diferencias a largo plazo en las secuencias norteamericana entre la historia y la arqueología
desarrollo que ameriten explicación. Si resulta ser prehistórica, que puede argumentarse fue el resul-
que muchas generalizaciones sólo son aplicables a tado básicamente del etnocentrismo, no tiene
ciertos tipos de sociedades, la arqueología será entonces particular relevancia científica. Por el
capaz de proporcionar muchos más datos sobre mismo tenor, la cuestión de si la arqueología pre-
algunos tipos de estas sociedades que la etnología histórica está más estrechamente relacionada a
aún cuando tales datos serán necesariamente y en la historia o a la antropología deja de ser una
gran medida de diferente carácter. Ya que el des- pregunta significativa. Cualesquiera generalización
cubrimiento de regularidades ayuda a la explica- que no se refiera a las propiedades fijas de la con-
ción de eventos específicos, aún los arqueólogos ducta humana es parte del dominio de la historia,
que apoyan las concepciones más humanísticas (o la cual trata con propiedades cambiantes y las re-
ideográficas) sobre las metas de la disciplina no laciones entre tales propiedades. El problema que

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permanece sin solución es el de si existen aspectos enfoque. Mientras que la postulación simplista de
de la conducta humana que sean inmutables y analogías que se practicaba en el siglo diecinueve
que puedan ser, en consecuencia, parte del campo es ahora denunciada como anticientífica, se acepta
de la psicología, que yace fuera del dominio de ampliamente que podemos exponer que las regu-
lo histórico. laridades características de las sociedades moder-
Hemos intentado hasta aquí definir las relacio- nas en un nivel particular de desarrollo son aplica-
nes entre la historia, en el sentido de lo que real- bles también a sociedades prehistóricas, y que son
mente sucedió en el pasado y sucede hoy día, y el útiles para la interpretación de la evidencia arqueo-
cuerpo de teoría por medio del cual esta realidad lógica sobre ellas. Este tipo de enfoque es empleado
es comprehendida y entendida. Childe (1949:69) en la obra de muchos arqueólogos estadounidenses
creía que no existen fórmulas generales que puedan (por ejemplo, Binford 1980) y en Inglaterra parti-
revelar el orden total de la historia: "esto puede cularmente en la obra de Colin Renfrew (1973).
ser reproducido únicamente en la unidad concreta También ha estimulado una cantidad considerable
de la historia misma, que ningún libro ni ninguna de investigación etnoarqueológica, sobre la creen-
biblioteca entera . . . podría contener". El pro- cia de que las regularidades reveladas por el estudio
puesto que las leyes son meras descripciones ge- de las culturas vivas pueden ser aplicadas a la in-
neralizadas de lo que se observa y por lo tanto terpretación de la evidencia arqueológica (Gould
enunciados de probabilidad que tienen varios gra- 1978). Esta idea está de acuerdo también, a un ni-
dos de aplicabilidad. vel relativamente simple, con la noción marxista de
Sin embargo, él creía que algunos de los facto- que las sociedades que comparten el mismo modo
res básicos que configuraron el proceso histórico de producción exhibirán similitudes estructurales
eran más evidentes que otros y estaba dispuesto a marcadas en su superestructura. En la práctica, la
aceptar que Karl Marx había señalado los más de- arqueología soviética ha dependido tan fuertemen-
cisivos de estos factores. El propuso que, aún si los te como la antropología unilineal del siglo dieci-
científicos sociales no pueden predecir el futuro en nueve en los paralelismos etnográficos para inter-
detalle, su comprensión de los cambios en el pasa- pretar los datos arqueológicos. Este enfoque na-
do y presente puede de cualquier forma propor- turalmente implica que, excepto por los sistemas
cionarnos guías útiles sobre las cuales planificarei socioculturales más tempranos y simples, de los
futuro. cuáles no han sobrevivido ejemplos hasta hoy no
es probable que encontremos regularidades que no
La teoría evolucionista estén presentes también en un contexto cultural
mucho más rico en el registro etnográfico. Esto
Los evolucionistas unilineales del siglo diecinueve haría del modo etnográfico de investigación un
asumieron que las sociedades en el mismo nivel modo mucho más práctico que el arqueológico, y
de desarrollo eran fundamentalmente similares ya proporcionaría un incentivo para que los arqueólo-
sea que hubieran existido en tiempos prehistóricos gos se conviertan en etnólogos. Queda por verse si
o en el presente. Por lo tanto se sentían confiados la etnoarqueología es parte de un proceso de este
sobre el empleo de analogías etnográficas para tipo o representa algo diferente.
reconstruir culturas prehistóricas que no estaban Sin embargo, incluso los evolucionistas unili-
relacionadas históricamente. Este uso de la analo- neales del siglo diecinueve experimentaron grandes
gía etnográfica es diferente al que se hace cuando dificultades para emplear amplias analogías etno-
las culturas históricas o prehistóricas en cuestión gráficas para interpretar los datos arqueológicos.
están conectadas mediante un lazo histórico di- Era obvio que las sociedades prehistóricas exhiben
recto demostrable. Este último uso de la analogía variaciones que no pueden ser explicadas simple-
etnográfica asume que la continuidad histórica en mente como grados diferentes de desarrollo en una
la cultura material indica la continuidad en otros secuencia unilineal. Se admitió de inmediato que
aspectos de la cultura; el primer uso postula que las adaptaciones a distintos ambientes eran también
una tecnología similar o una cultura material simi- una fuente de variaciones. Con el rechazo gradual
lar indican similitudes en el resto dçl sistema cul- a la evolución unilineal, se reconoció también que
tural aún entre casos no relacionados históricamen- diferentes sociedades pueden desarrollar soluciones
te (Ascher 1961). igualmente efectivas pero diferentes a un mismo
El renacimiento de la teoría "neoevolucionista" problema.
ha estimulado un interés renovado en este último Al inicio del siglo veinte, muchos arqueólogos

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LA ARQUEOLOGIA COMO CIENCIA HISTÓRICA 83

dudaban que los grupos modernos tecnológicamen- prehistóricas no eran en ninguna medida apreciable
te menos desarrollados pudieran servir como ejem- las mismas que habían registrado los etnógrafos o
plos útiles de la forma en que las sociedades habían los primeros viajeros blancos. Moorehead usó esta
sido en tiempos prehistóricos. Se argumentaba con observación para justificar su argumento de que
frecuencia que los cazadores recolectores sobre- los artefactos deberían ser clasificados por formas
vivientes habían perdido muchos de sus rasgos más y materiales más que por su supuesto uso (Moore-
elaborados y progresivos como resultado del ser head 1919, l:3). Hoy día, cada vez se reconoce
empujados hacia ambientes marginales o de que mas que muy pocas, si es que alguna, sociedades no
las sociedades complejas sólo les permitieran sobre- occidentales han sido estudiadas en detalle por
vivir en tales ambientes. antropólogos sociales antes de ser significativamen-
En un punto de su carrera, Childe intentó pro- te alteradas por el contacto ya sea directo o indi-
porcionar una justificación marxista para este pun- recto con sociedades occidentales. Incluso los da-
to de vista. El argumentaba que las sociedades que tos etnohistóricos describen a sociedades ya
no estaban dispuestas a dar la bienvenida al cambio marcadamente alteradas por tal contacto (Trig-
tecnológico, ya fuera por limitaciones ambientales ger 1976). Mi trabajo como editor del volumen de-
o por adaptaciones exitosas a ambientes particula- dicado al Noroeste en el Handbook of North Ame-
res, tendieron a desarrollar sistemas sociales cada rican Indians me ha convencido de que no existe
vez más rígidos y conservadores, que a su vez fue- una sola cultura nativa en la región que haya sido
ron racionalizados por una red aún más compleja documentada antes de que hubieran sido introdu-
de sanciones mágico-religiosas. Por lo tanto, cidos cambios importantes como resultado del
aunque la tecnología de piedra de grupos tales co- contacto europeo (Trigger 1978c, n. d. b.). Estos
mo los aborígenes australianos pudieran no haber cambios afectaron no sólo la cultura material sino
sido alteradas significantemente durante milenios, también la organización social y política, así
era erróneo pensar que sus culturas no habían cam- como las creencias y prácticas religiosas. Esto
biado. En vez de desarrollarse tecnológicamente, sugiere que la mayoría de las generalizaciones
habían evolucionado a lo largo de "callejones sin basadas en varios tipos de etnografías continentales
salida" de superstición. Así, los "dolorosos" ritos o mundiales están compuestas no de sociedades
y las creencias "desconcertantes, incoherentes" en estado prístino de equilibrio y resultado final
que se encuentran entre tales grupos eran posible- de una línea completamente distinta de desarrollo,
mente desarrollos recientes que reflejaban el sino más bien por sociedades en variados y fre-
estancamiento tecnológico más que las característi- cuentemente no determinados estadios de acul-
cas de las sociedades cazadoras recolectoras tem- turación occidental. El resultado probable de esto,
pranas a partir de las cuáles nuestra civilización y tal como Fred Eggan (1966:15-144) ha demostra-
otras civilizaciones se desarrollaron. En su termi- do en forma tan elegante de su estudio de los sis-
nología, las sociedades complejas eran los produc- temas Crow de parentesco en el suroeste de los
tos finales de sociedades más simples que habían Estados Unidos, es el incremento del grado de
enfatizado la "conciencia real", mientras que las variación y por lo tanto la aparente aleatoriedad
sociedades primitivas sobrevivientes eran aquellas de los sistemas socioculturales. Puede ser, por
cuya evolución se había concentrado en la elabora- ejemplo, que Driver y Massey hubieran encontrado
ción de "falsa conciencia". Por esta razón, Childe correlaciones funcionales más altas para las distri-
dudaba que la información sobre la organización buciones de rasgos de las culturas norteamericanas,
social o el sistema de creencias de los cazadores de haber sido ellos capaces de usar datos que
recolectores modernos o los agricultores tribales indicaran con precisión el estado de dichas cultu-
fuera de gran utilidad para la comprensión de ras antes de la influencia y desintegración euro-
sociedades prehistóricas (Childe 1936, 1942). peas. Sin duda, la influencia occidental ha tenido
En años recientes, otra objeción tal vez más consecuencias más profundas y fue la última en
seria a que se considere a los ejemplos arqueoló- afectar a los grupos étnicos antes de su estudio
gicos y etnográficos de sociedades más sencillas antropológico.
como esencialmente similares ha empezado a reci- Martin Wobst (1978) ha argumentado que la
bir más atención. Tan temprano como 1910, en mayoría de las sociedades cazadoras-recolectoras,
The Stone Age in Norte América, W.K. Moorehead tales como las de los bosquimanos, cree, o inuit
propuso que el contacto europeo había afectado (esquimal), son "sociedades -parte" ("part-socie-
en forma tal la vida nativa que las artes y artesanías ties"), en el sentido de que han llegado a depender

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84 BOLETÍN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA • 4 JULIO 1981

de gruposvecinos tecnológicamentemás avanzados más importante que el de la etnoarqueología. Sin


para la obtenciónde un rangovariado de alimentos, duda, la etnoarqueología puede encontrar su papel
ayuda módica, e incluso prácticas religiosas. En más valioso como ayuda a la arqueología experi-
este sentido, estos grupos se parecen a los bedui- mental(Tringham1978). Sería doco juicioso negar
nos de Arabia, los que han dependido siemprede el valor que tienen los datos arqueológicos para
grupos sedentariospara su supervivencia.Durante hacer que los arqueólogos sean cada vez más cons-
muchas generaciones, la vida de los Cree se ha cientes del rango completo de variación en la
centrado sobre los puestos de intercambiode la conducta humana. Tales datos pueden revelar
Compañía Hudson Bay. Los inuit, aunque han también ciertas características generales de las
entrado más recientementeen contacto con los sociedades que comparten modos de producción
euroamericanos,no por ello dependen menos de particulares, aunque qué tan válidas o útiles
éstos. Lo mismo es cierto que todos los cultivado- puedan ser tales conclusiones sólo podrá deter-
res tribales.Cualquier intentode usar datos recien- minarse mediante la investigaciónarqueológica.
tes sobre tales sociedades para interpretara las No obstante, las limitacionesfácticas y metodo-
sociedades prehistóricasque no tome en cuenta lógicas de este método son tales como para indi-
estas relacionesde dependencia se arriesgaa obte- car que la tarea central de los arqueólogos es
ner conclusiones muy equivocadas (por ejemplo, aprender sobre el pasado mediante el estudio de
Binford 1980). Dado el presenteestado de nues- los materialesarqueológicos.
tro conocimiento,ni los arqueólogos ni los etnólo- Estas observaciones no son menos importantes
gos pueden asumir que los cazadores-recolectores para los etnólogos y los antropólogossociales que
prehistóricoso las sociedades tribaleseransimilares, lo que son para los arqueólogos. Hemos sugerido
y sea en general o en algún sentidoen particular,a que las etnografíase incluso los datos etnohistóri-
las sociedades modernascon las que supuestamen- cos no pueden proporcionarinformaciónconfiable
te comparten los mismos modos de producción. sobre la forma que tenían las culturasparticulares
Sin duda, en la medida en que las sociedades etno- antes de ser alteradas por las influenciaseuropeas
gráficas son sociedades-parte,es dudoso que, en más tempranas. Las descripcionesde las llamadas
sentido estricto,compartan los mismos modos de culturastradicionales,que constituyenel "presen-
producción. te etnográfico"usado para estudios comparativos,
son en gran medida el producto especulativo del
El valorde la arqueología. etnólogo y sus informantes.Por ello, tales culturas
no pueden proporcionarnosincluso una línea base
La observaciónde que no puede asumirseque los a partirde la cual se pueda procederen un estudio
datos arqueológicos meramenteduplican los datos de la aculturación. Unicamente la arqueología
etnográficosayuda a contestarla cuestión de cuál puede lograresto. Por lo tanto,los datos arqueoló-
puede ser la contribuciónespecífica de la arqueo- gicos adquieren vital importanciapara el estableci-
logía prehistórica dentro del contexto de las miento del rango de variaciónculturalen socieda-
ciencias sociales. No puede derivarseinformación des anterioresa la gran transformaciónque trajo
válida de gencralizacioesetnográficaso etnoarqueo- consigo la expansión a escala mundial de los asen-
lógicas sobre la forma como eran las sociedades tamientosy la dominacióneuropeas.
prehistóricas.Por el contrario, esta información En el pasado, la antropología social ignoró los
debe obtenerse de un detallado estudio de cada marcos temporales y trató a sus datos como si
una de las característicasde las sociedades pre- pertenecierana un presenteetnográficoatemporal.
históricas para las que exista material arqueoló- En años recientes,sin embargo,tanto la antropolo-
gico. Sobre tópicos para los que no existan datos gía social como la etnología parecen cada vez más
arqueológicos relevantes,no puede haber conclu- dispuestas a adoptar una perspectivahistórica.En
siones firmes.Esto no descarta la posibilidad,sin Gran Bretaña, la antropología social ha tendido a
embargo,de que una teoría sólida pueda eventual- fusionarsecon la historia social, mientrasque en
mente revelardatos para problemas hoy insospe- los Estados Unidos la etnohistoriase ha desarrolla-
chados. do como el estudio del cambio y estabilidad cul-
En este trabajo, la arqueología experimental, tural entre las gentes nativas, especialmente a
que intenta mediante la prueba y el error deter- partirdel contacto europeo. Por lo tanto, propor-
minar cómo fueron hechos y usados, diferentes ciona la dimensión históricaque se había negado
tipos de artefactos, puede tener un papel aún a los estudios nativosen la constituciónoriginalde

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LA ARQUEOLOGIA COMO CIENCIA HISTÓRICA 85

la antropología americana. Los antropólogos han de la mayoría, si no de todas, las ciencias sociales,
llegado así a apreciar la importancia de entender a y es además indispensable para el establecimien-
los datos etnográficos en su contexto histórico. to de la relevancia de todas y cada una de las ex-
Esto es visto como una operación que, lejos de ser plicaciones. Unicamente aquellas partes de la
irrelevante, aumenta sorprendentemente el poder psicología que tratan los aspectos de la conducta
de la disciplina para explicar sus datos. Como re- humana que son culturalmente inmutables, si es
sultado, la antropología social y la etnología se que hay alguno, permanecen aparte de la historia.
están fusionando con el estudio de la historia tanto La arqueología prehistórica tiene un papel im-
en la teoría como en la práctica. Se concibe a la portante que jugar como fuente de información
historia no sólo como una fuente de datos útiles sobre el desarrollo cultural y la variación en la
sino también como un contexto para la compren- conducta humana. Es únicamente por la recons-
sión de dichos datos. trucción de todos los aspectos económicos, socia-
Ya que la Arqueología prehistórica tiene un les, e ideológicos posibles que lleva a cabo el ar-
control sobre datos que se extienden en forma vas- queólogo con sus datos, y el rastrear las transfor-
ta sobre el tiempo y el espacio, así como hacia tipos maciones de esos aspectos a través del tiempo,
culturales que no están documentados de otra for- que puede crearse un marco en el cual la signifi-
ma, la arqueología prehistórica tiene un papel vi- cación de los datos etnográficos puede ser com-
tal y único que jugar dentro del contexto de prendida. Esto se logrará mediante la ubicación
la investigación histórica. Tiene un papel similar que de los datos etnográficos en un contexto históri-
jugar, si bien más específico, proporcionando al co, cuyo bosquejo será definido por el uso com-
etnólogo información de otra manera no accesible binado de los datos arqueológicos e históricos.
sobre las diferencias culturales y conductuales. Es En este sentido, a pesar de las limitaciones de sus
solamente dentro de un contexto histórico que la datos, la arqueología tiene un papel que jugar en
arqueología puede efectivamente definir su rela- el contexto total de las ciencias sociales que es de
ción con la etnología y a la antropología en su importancia fundamental, aún mayor que la de
conjunto. Así definida, la investigación arqueoló- una antropología social basada en la etnografía,
gica asume una importancia mucho mayor en su y rica en contexto. Esto es inevitable, ya que la
relación con la antropología y las ciencias sociales arqueología prehistórica está por naturaleza más
que el papel que le ha asignado la nueva arqueolo- comprometida a una perspectiva histórica que la
gía, que es el de competir con la etnología tratan-
do de generalizar sobre la naturaleza de la conducta
y cultura humanas.

Conclusión

Dada la complejidad de la conducta humana, pare-


ce poco probable que todos sus aspectos puedan
ser explicados en términos de generalizaciones uni-
versales. Muchas de las teorías de rango medio
mejor desarrolladas parecen ser aplicables sólo a
sociedades que comparten un mismo modo de pro-
ducción u otras características estructurales signifi-
cativas.
Así, la historia proporciona el contexto dentro
del que todas las explicaciones sobre la conducta
humana, pasada y presente, adquieren su significa-
ción. En vez de ser una mera crónica, la historia
científica se ocupa de las tareas indisolublemente
ligadas de explicar los eventos específicos que han
ocurrido en el pasado o que están sucediendo aho-
ra, y la de formular las generalizaciones que tales
explicaciones requieren. Una perspectiva histórica
entonces abarca tanto a los datos-como a la teoría

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etnología. A medida que los científicos sociales critos, especialmente del volumen de ensayos pu-
reconozcan la significación de una perspectiva blicado como Trigger 1978a, y de mi biografía
histórica,se reconocerá cada vez más la importan- de Childe (1980). Como resultado de esto, no
cia de la arqueología prehistóricapara el estable- he referidoeste texto tan fuertementecomo lo
cimiento de un marco amplio de referenciapara hubiera hecho en otros casos. Los lectores que
los hallazgos de todas las disciplinas.23.viii.80 quieran un detalle bibliográfico más amplio
pueden remitirsea mis trabajos arriba mencio-
ReferenciasCitadas nados.
[N. del Traductor: El traductor agradece el apoyo del Ins-
Dado que este trabajo es una reseña amplia de titute of International Education y de la E.N.A.H. para
mis ideas sobre la naturaleza de la arqueología, poder llevar a cabo esta traducción.]
Traducción de M. Gándara (ENAH - U. of Michigan).
se ha nutrido, en varias partes, de mis otros es-

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Cacería de bisontes

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