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cae la ensenanza Cristian Guinez y Tou Sanchez No hay nada mds basico en una disciptina que su modo de pensar. No hay nada mas importante en su ensehan. 2a que proporcionar al joven una temprana oportunidad de aprender ese modo de pensar. Es mas facil aprender Historia comportandose como un historiador que haciendo cualquier otra cosa, (Bruner, 1969) 1. Introduccion Las investigaciones en el campo de la ensefianza de la Historia de los lultimos afios indican que hay un divorcio entre lo que plantean las teo- tias y lo que efectivamente sucede en el aula de Historia de las escuelas secundarias. Se vislumbra que atin esta presente una concepcion de la Historia que consiste en seleccionar y ordenar los hechos del pasado a fin de organizar una secuencia que justifique la configuracién del pre- Sente; una ensehanza que promueve el encadenamiento ordenado de acontecimientos hasta dar como resultado “natural” la realidad social En estas investigaciones se puede detectar la ausencia de la construc- Cion del saber como un movimiento dialéctico, es decir, como praxis entre teoria y practica Yaen el siglo XIX, el psicdlogo Stanley Hall decia acerca de la ense- de la Historia en los colegios secundarios: “El alto valor educa- de la Historia es demasiado grande para dejarselo a maestros que mMeramente escuchan Tecitaciones de memoria, mientras siguen con el iil en el texto escolar, y solamente hacen las Pregans Be del tbree nite impresas para ellos en el margen o en la parte poste 0” (Hall, citado por Bain, 2005, p. 2) tivo 51 a asignatura Historia en los colegios estudiantes vinculan al Proceso dee pe itiva, donde “pensar” no siempre es importante se. oie “aaah nites Es asi que la Historia se convierte en ung | los Be ee icivacion del pensamiento critico y del desarrollo Be alejada es muy diferente de lo que promueven las y Jog pe ael a apcde la disciplina, En términos generales, atin esta presente : sa . Rn la idea de que mas sabe una o un estudiante de Historia mientras mas capaz sea de recordar fechas, acontecimientos, datos y hechos que, con la mayor de las suertes, pueden llegar a tener alguna conexi6n entre si, sin que signifique un dominio de los procesos pro- pios de la investigacion historica Aesto se suma toda pérdida de vinculos entre las historias regionales y los contextos mundiales que influyen en ellas, lo que produce tam- bién que la Historia quede encasillada como una materia estatica, con un cuerpo de datos que las y los historiadores recuperan e incluyen en Ios textos escolares y en sus clases para que las y los estudiantes memo- Ticen. De este modo, el resultado es el aprendizaje de la Historia como un proceso lineal, que se propone “no repetir los errores del pasado”. Los hechos politicos o de cualquier indole pierden todo tipo de vinculo con los procesos econémicos, sociales, religiosos e incluso culturales. Es decir, cada tema es un Compartimento de actuacion individual para nada sujeto a intercausalidades Como dice Robert Bain, si “saber” Historia tiene que ver solamente con almacenar informacion en la Memoria de manera que pueda ser Tecuperada eficazmente, habr4 que hac Be conepey faa Props es abordar la Historia a través ©mo cambio y permanencia, entonces Cuencia de acontecimientos que les que las y los Tia implica entonces ensenar a las oe donde se tas explicaciones y de este modo el conocimiento hi: posi lidad de construir herramientas insertarse en el presente y proyectarse hacia el futuro. Es necesario. tonces, para el desarrollo del pensamiento hist: oe centes promuevan habilidades que permitan Mejorar la: i de las y los estudiantes para “ I 's Capacidades ‘usar evidencia, evaluar i ji y analizar el cambio a lo largo del tiempo”. De este neds ea tesponsables de la enserianza de la Historia deberian estar dispuestos a optar por metodologias que impliquen la investigacién historica en las aulas del secundario. Para ello, es ineludible la formacion de las y los profesores en inves- tigacion, porque no solo les brindara herramientas sobre los modos de pensar propios de la disciplina historica, sino también la habilidad de poder plantear problemas historicos a partir de los cuales sera posible pensar las sociedades Para que se logre el desarrollo del pensamiento histérico, para que el sujeto pueda conocer los modos propios de pensar de la disciplina y activar los procesos cognitivos que requiere la investigacion, es necesa- tio revisar las practicas en la formacion de las y los futuros profesores, haciendo hincapié en la formacién de profesores-investigadores y no de profesores-repetidores de saberes acabados. 2. La investigacion historica en el aula {Cual es la propuesta de enserianza? ;Por qué es necesario el vinculo entre la docencia y la investigacion? En primera instancia, como plan- tea Brunner (1969) y citamos en la introduccién, “no hay modo més sencillo de aprender Historia que comporténdose como un historia- dor”. Y lo reafirma Bain (2005, p. 3) al sostener: “La investigacion en Historia deberia ser parte de la ensefianza de esta”. Pero squeé implica esta afirmacién? Como primera medida, dejar la ensenanza memoris- tica de lado y situar a la investigacion en el corazon de la ensenanza. Asf lo plantean Anijovich y Mora (2010) cuando expresan que no basta con proponer actividades de investigacién en el aula. La 0 el docente debe estar dispuesto a guiar, sugerir el uso de recursos, ayudar en la 33 Que permitan a las y los jovenes rico, que las y los do- fuentes que se utilizan, pe ge icq efinitiva, debe estar dispuesto a P a ee Deneck Ja investigacion con sus estudii te Bao; sip ‘plematizacion debe tener un vinculo con el sujeto ee iein ala ensefianza, poder realizar esta conexion posiciong — ae oe aie: como “profesionales de la ensefianza”, 0, como dice Eee Niand (2017), como “artesanos de la ensenanza’ a Preginia sin resolver, una duda que moviliza al historiador, y también a las y los estudiantes. Para llevar a delante esta metodologia de ensenanza, €s preciso tener el dominio de las habilidades propias de la investigaciOn; presentar un i ede resolverse automaticamente ni problema, una situaci6n que no pu ie de inten eee mediante los mecanismos conocidos, proyectar una ser 4 ca tes, enigmas, que despierten curiosidad y motivacion. Deeste a lo, los problemas historicos planteados en el aula colaboraran con el proceso de planificacion. A partir de ellos sera posible seleccionar los temas, pensar posibles respuestas a los interrogantes, organizar y estructura la clase, todo lo cual vincula a la tarea del o la investigadora con la del o la profesora en historia. En relacion con el planteamiento de problemas, podran ser esbo- zados a partir de selecciones realizadas por las y los docentes, por las y los mismos estudiantes a partir de sus propios intereses, o bien estar telacionados con temas abordados con anterioridad y con interrogantes surgidos de otras tareas de investigacion escolar; es decir, nuevas pre- guntas que daran lugar a nuevas indagaciones. Es importante no perder de vista que para que el problema sea asumido como tal, debe estar telacionado con los intereses de la clase y de la sociedad en su conjunto. Que las y los estudiantes se comporten como historiadores implica no solo el planteamiento de problemas, sino también que desarrollen Posibles respuestas, hipotesis para resol esos problemas historicos que el profeso’ talar. Para obtener estas habil conozcan la formulacién de la docente guiata el proceso ver ese problema histérico 0 0 la profesora ha sabido ins- lidades, es necesario formar profesores que problemas en el campo de la Historia. El 0 de busqueda de informacion, pondra a dis- i tifice a tiempos, el acceso a las fuentes, entre otras cuestio, diferenciacion entre una y otra. La investigacion ef sobre todo, la activacién de procesos cognitivos como la lo andlisis, la seleccion y jerarquizacion de informacion, el ca b ; de relaciones, de comparaciones, de producciones y de comeeeneae que posibilitarén el desarrollo del pensamiento histori distintos procesos histricos que se aborden. “ee saen 3. La formacion docente y la investigacion ° Vincular ensefianza e investigacion permite interactuar con el objeto de estudio y los modos de pensar de la ciencia, para, de este modo, dejar de lado la ensenanza verbalista centrada en la repeticion de textos, aisla- da de la realidad y lejos de los modos de produccién de conocimientos propios de la Historia. Se evita asi el uso de la memoria mecénica de los sujetos, que los ubica en un lugar de pasividad que disocia el sentir y el hacer. En este sentido, la ensefianza, siguiendo los pasos del proceso de produccién de conocimiento cientifico, les proporcionara a las y los estudiantes oportunidades diversas de investigar a partir de un proble- ma y asi podré activar los modos de pensar de la disciplina y transferir ese nuevo conocimiento a otras realidades. Al mismo tiempo, permi- tira a las y los alumnos asumir responsabilidades de trabajo que los involucren, entre otras cuestiones, en el anélisis y evaluacion de los diversos proyectos y la viabilidad de posibles cambios, promoviendo de esta manera la auténtica participacién, con el fin de lograr un juicio exitico que les permita desempenarse en una sociedad mas democratica Y participativa. Si el aprendizaje es -como lo plantea Pichon Riviere (1982)- una apropiacion instrumental de la realidad para transformar- Ja, es necesario que las y los estudiantes, y también las y los profesores de Historia, se apropien de los modos propios de pensar de le a Como ciencia, para, de este modo, intervenir en la realidad eon Su vez, la ensenanza a partir de problemas que comprometan 2 {0° Puede lograr el grado mas completo de elaboracion y funcionamiento 5 " lenguaje propio de la disciplina y sus conceptos. _ ; Investigar en las aulas implica que laoel estudiante podra apropia “se tanto de los aspectos procedimentales de la disciplina historica oma de los conceptuales. EI vinculo entre la docencia y la investigacion vital para el desarrollo de la tarea docente ya que, Si ha incorpor estas practicas en su formacién de grado y en su actividad cotidi entonces sera mayor su capacidad para instalar metodologias de ese. hanza basadas en la investigacion. a | Por todo esto, no pueden ser dos aspectos de la formacion que fun- cionen de manera autonoma. Es necesaria la praxis continua, tener pre- sentes los modos en los cuales se desarrolla la disciplina historica y en los cuales se construye el saber, apostar a que la cocina de la Historia deba ser también aprendida por los sujetos. Docencia e investigacién son dos caras de la misma moneda, y la formacién de sujetos criticos sera més fructifera mientras mds vinculos se establezcan entre lo que hace un historiador y lo que hace un estudiante de la escuela secun- daria. Claro esté que, como plantea Robert Bain (2005), para construir problemas o preguntas, las y los docentes deben disenar problemas his- tOricos que sean transportables entre escalas de tiempo de instruccién a la vez que se captan los procesos cognitivos para la generacion del entendimiento de la Historia y para el cuestionamiento de los supues- tos de las y los estudiantes. Es necesario establecer de manera clara él vinculo entre docencia e investigacién desde los primeros pasos en la formacion docente. La “mecanizacion” de pensar continuamente pro- blemas para investigar les permitira hacer uso de habilidades para con- cebir la ensehanza a partir de la indagacion; pero también les permitira 56 ‘oficio. Buenos Aires: Paidés. ch, R. y Mora, S. (2010). Estrategias de ensenanza: otra mirada sobre el en el aula. Buenos Aires: Aique. ‘ R. B. (2005). “jEllos pensaban que la tierra era plana? Aplicacion de los principios de Como aprende la gente, en la ensefianza de la Historia en la _ Educacion Secundaria”. En M. S. Donovan & J. D. Bransford (eds.) How Students Learn: History, Mathematics, and Science in the Classroom (pp. 2-24). Washington D.C.: The National Academies Press. Version en espaiiol recu- perada de www.eduteka.org Bruner, J. (1969). Hacia una teoria de la Instruccién. México: Uthea. Pichén Riviere, E. (1982). El Proceso Grupal. Buenos Aires: Nueva Vision.

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