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Encargo 5
Encargo 5
Encargo 5: La revista Positive Psychology quiere publicar la traducción del siguiente artículo
para incluirla en su página web. Os ha encargado su traducción, y os ha pedido que
intentéis ajustaros al formato y al lenguaje de sus artículos.
For most people these days, the answer you get to that question is “yes.”
Yoga is one of the most popular physical activities and group classes in the United States,
although it wasn’t always that way.
Yoga’s reputation started out in the West as something that hippies did for spiritual enlightenment
after consuming one of several mind-altering drugs; however, today it is a much more mainstream
and respected practice that centers on the physical and mental well-being of practitioners.
If you’ve given yoga a try, you know that it has the potential to be very effective in treating and
soothing a wide range of illnesses, issues, diagnoses, and stressful situations. You also probably
know that it’s much, much more than a simple exercise or stretching routine; it requires your brain
as well as your body.
In fact, it’s one of the few physical activities that do a pretty thorough job of connecting your
brain to your body.
Although you may be familiar with the physical practice we call yoga, yoga is actually much
more than stretching and holding poses; yoga is a more comprehensive practice—indeed, a
lifestyle—that encompasses several life principles, like:
You’ll notice that only asanas and savasana are focused on physical experiences. The rest concern
mental, emotional, and spiritual experiences.
This is because yoga is much more focused on the practitioner’s “inner” experience than their
“outer” experience (i.e., worrying about the body). An authentic yoga practice
demands introspection, reflection, and earnest consideration of the self. It is a way to connect with
our own thoughts, feelings, beliefs, and core values, opening the window into our deeper and truer
selves.
What Does the Research Say About Yoga and Mental Health?
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Tania Baldoví Vidal, 2º TMI
Tons of work has been conducted on the impacts of yoga on mental health. The overall consensus
is that yoga has many positive effects on mental health that go beyond the effects of other low-
to-medium-impact physical activity and these effects are likely due to chemical changes in the
brain. It turns out that practicing yoga actually facilitates a greater release of gamma-
Aminobutyric acid (GABA) from the thalamus; GABA acts as a sort of “grand inhibitor” of the
brain, suppressing neural activity. This can mimic the effects of anti-anxiety drugs and alcohol—
yep, doing yoga can make you feel like you just had a nice, relaxing cocktail! This finding
indicates that yoga can actually work to help to “reset” your brain to a calmer, more collected
state, giving you the baseline mood you need to deal with the stress you encounter every day.
Yoga makes an excellent alternative or complementary treatment for issues that require
medication and/or therapy, as it is natural, accessible for all, and relatively easy to engage in. In
addition, it is a good choice because it is one of the few treatment activities that connect the mind
to the body.
The most important pieces of equipment you need for doing yoga are your body and your mind.
Rodney Yee
Practicing yoga emphasizes the connection between our minds and our bodies, and encourages
you to use both at the same time. A yoga session requires precise and mindful movement, but it
also calls for mindful thought and enhanced awareness.
Unlike when you go for a run or life weights, yoga is only in “full effect” when both mind and
body are completely engaged. This marriage of your mental state and your physical state offers a
unique opportunity to make a powerful impact on your mental health.
How strong is the potential impact of a “yoga treatment?” So strong that some therapists and
doctors have begun to prescribe it as a complementary treatment on top of medication, talk
therapy, or both; sometimes, it is even pursued as the only method of treatment, although that is
generally not advised for more severe diagnoses.
Actividades adicionales:
1. Aplicad al texto el esquema de análisis sobre sus características pragmáticas,
semióticas y comunicativas.
El autor es un autor objetivo y especializado en el tema que le concierne, y el lector es un
lector con conocimiento bajo o estándar sobre el tema que busca informarse. Podemos
encontrar este texto como un artículo de la revista Positive Psichology , y la intención del
autor es informar al lector y llamar su atención sobre los beneficios de practicar yoga. Se
trata de un texto expositivo porque está hecho para brindar al lector una información
objetiva, y el tema son los numerosos beneficios del yoga para la salud tanto mental como
física. No encontramos referencias extralingüísticas culturales. El tono es informal y
encontramos un uso de frases cortas con vocabulario sencillo y claridad expositiva, que
lo dotan de un estilo claro y conciso. No es necesario ningún conocimiento previo para
entenderlo bien porque no está escrito para un lector especializado.
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Tania Baldoví Vidal, 2º TMI
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Tania Baldoví Vidal, 2º TMI
yep, doing yoga can (sí, ¡hacer yoga puede He sustituido “yep” por “sí”
make you feel like you hacerte sentir como si y he mantenido las
just had a nice, relaxing acabaras de tomar un exclamaciones y la segunda
cocktail! buen cóctel!) persona para conservar el
tono cercano al lector
El yoga es una de las actividades físicas y de grupo más populares en EE. UU., aunque no
siempre ha sido así.
La fama del yoga empezó en Occidente como algo que los hippies hacían para su revelación
espiritual después de consumir alguna droga estimulante. Sin embargo, hoy en día es una
práctica mucho más popular y respetada que se centra en el bienestar físico y mental de los que
lo practican.
Si le has dado una oportunidad, sabrás que puede ser muy eficaz para tratar y aliviar una gran
cantidad de enfermedades, problemas, diagnósticos y situaciones estresantes. Probablemente
también sepas que es muchísimo más que una simple rutina de ejercicios o estiramientos, que
requiere tanto de tu cerebro como de tu cuerpo. De hecho, es una de las pocas actividades físicas
que consiguen conectar el cerebro con el cuerpo.
Aunque puede que estés familiarizado con esta disciplina, en realidad el yoga supone algo más
que estirar y mantener posturas; el yoga es una práctica más completa (de hecho, es un estilo de
vida) que abarca varios principios vitales, como:
- Yama (código moral)
- Niyama (autodisciplina)
- Asanas (posturas)
- Pranayama (atención a la respiración)
- Pratyahara (desapego de los sentidos)
- Dharana (concentración)
- Dhyanna (meditación o enfoque positivo y consciente del presente)
- Savasana (estado de reposo)
- Samadhi (éxtasis)
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Tania Baldoví Vidal, 2º TMI
Como verás, sólo los asanas y la savasana se centran en las experiencias físicas; el resto hacen
referencia a experiencias mentales, emocionales y espirituales. Esto se debe a que el yoga se
centra más en la experiencia “interior” del que lo practica (es decir, en la atención al cuerpo).
Una auténtica práctica de yoga exige introspección, reflexión y una profunda observación de
uno mismo. Es una forma de conectar con nuestros propios pensamientos, sentimientos,
creencias y valores esenciales, abriendo la ventana a nuestro yo más profundo y verdadero.
Se han realizado multitud de estudios sobre el impacto del yoga en la salud mental. El consenso
general es que el yoga tiene muchos efectos positivos en ésta que van más allá de los efectos de
otras actividades físicas de bajo a mediano impacto y estos efectos se deben probablemente a
cambios químicos en el cerebro. Resulta que la práctica del yoga facilita una mayor liberación
de ácido gamma-aminobutírico (GABA) del tálamo; el GABA actúa como una especie de "gran
inhibidor" del cerebro y suprime la actividad neuronal. Esto puede imitar los efectos de los
medicamentos contra la ansiedad y el alcohol (sí, ¡hacer yoga puede hacerte sentir como si
acabaras de tomar un buen cóctel!). Este hallazgo indica que el yoga puede ayudar a devolver el
cerebro a un estado más tranquilo y sosegado, lo que proporciona el estado de ánimo de base
que se necesita para hacer frente al estrés que se encuentra cada día.
El yoga es una excelente alternativa o tratamiento complementario para los problemas que
requieren medicación y/o terapia, ya que es natural, accesible para todos y relativamente fácil
de practicar. Además, es una buena opción porque es una de las pocas técnicas de curación que
conectan la mente con el cuerpo.
“Las dos piezas más importantes de equipamiento que necesitas para hacer yoga son tu cuerpo
y tu mente.”
-Rodney Yee
La práctica del yoga hace hincapié en la conexión entre nuestra mente y nuestro cuerpo, y te
anima a utilizar ambos al mismo tiempo. Una sesión de yoga requiere un movimiento preciso y
consciente, pero también exige pensamiento atento y una concienciación elevada. A diferencia
de lo que ocurre cuando se sale a correr o se hacen pesas, el yoga sólo tiene "pleno efecto"
cuando la mente y el cuerpo están completamente comprometidos. Esta unión de tu estado
mental y tu estado físico ofrece una oportunidad única para lograr un poderoso impacto en tu
salud mental.
¿Cómo de fuerte es el impacto potencial de un "tratamiento de yoga"? Es tan fuerte que algunos
terapeutas y médicos han empezado a prescribirlo como tratamiento complementario además de
la medicación, la terapia conversacional o ambos; a veces, incluso se persigue como único
método de tratamiento, aunque generalmente no se aconseja para los diagnósticos más graves.