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carfruto IV LA ECONOMIA MARXISTA El capitalismo, esta formacién econémico-social ‘en cuyo senolvivid Marx y en la cual nosotros vivi- ‘mos todavia, revela al andlisis su prodigiosa com- plejidad. Se trata de una complejidad que no se muestra por si misma al conocimiento racional, ‘Muy por el contrario. Presenta de entrada una apa- riencia hecha de simplicidad, de claridad, de fami- liaridad engafiosas. Para ef hombre a quien su vida, sa experiencia 0 tus estudios no To llevan a analiza y develar el misterio dél capitalismo, nada més claro Y natural: hay dinero, riqueza, bienes, miquinas, ‘gente que trabaja, otros que no trabajan, etc. Todo ‘e parece simple y claro 2 causa de su carécter fae ilar. En cuanto a los economistas proferionales no marxisat, logran deseribir ciertos fendmenos del capitaliemos perciben bastante bien su amplitud 7 gamplejded, pro en general permanecen en el um bral del eonocimiento racional. La ertica de si obra exigiria un largo desarrollo, Diremos, en sin- tesis, que sus tratados presentan brillante fr - tos de geograffe humana (descripcign te (eden trias, de las fuentes de matert sara a ie indus- Jogia (deceripciin de lor eng Pama) 5 de. psico- teas de matric, alt de alma del cep poco de economia politics» g4), pero muy Y de cisncis econtmica. 76 : tudan entre dos concepeiones, Unis dzé- fib canimicas desvinculades, separados antre ch eamletanuts actividades Wornanas, 7 pt lo Y tto inertes y sin vida. Otros (escuela Wiberal 0 tential), por el contrarin, buscan obstinadamen- sans armonia 7 wna ley de armonia entre eis Kechen ‘Todos, por otra parte, tienden a describir a capitaliamo deide adentro, tin. duminarlay como Sn hecho dado, inevitable e insuperable; wdos tien- den a atribuir una importancia determinants 2 Jos fenbmenos “econbmicas” subjetivos: Jas iniciativas de los individuos (particularmente Ja de Sos ca~ pitalistas), las intenciones de los compradores 0 ‘rendedores, las necesidades y los desens de los indi- ‘viduos, los sacrificios que hacen para satisfacer sut deseos, etc. ‘Se ve claramente, sin embargo, que si un objewo econémico, un bien, euscits iniciativas, deseos, pre- Ferencias, ewos estados pricnlgicns no han creado el objeto. Ademis, Ja necesidad y el deseo mismos de~ Ben eplcare yo expliean por Ja tora eid odo ideslismo se origina en el hecho de que el pensariento no dialéctica aisla 7 separa el sujet del ‘objeto, el pensamiento de Ja naturaleza, la rarhn del devenir, 2 conciencia de sus condiciones obj tivas, Los economistas de Ia escuela idealita ajslan Ia economia y la ciencia econdmies; la desvineulan no wlo de toda metodologia genera}, sing también del resto de lo humano, y de Ia historia humana, ‘es precisamente porque aitlan “hechus econdrnicon", mediante una deseripciin 0 un and} . aque wu labor tiene t2n poco que ver con Ja econcania lirica fet fi a. El marxismo afirma, por el contratio, que no hay ” Oxilan, Escaneado con CamScanner hechos econémicos aislables, defini y por lo tanto psicologia ered arn (y aunque ello sea muy distinto de les le atribuyen generalmente), la economia pctivs no tiene ningin derecho al titulo de Gene oe? noma, independiente, que se ocuparia de pretenai, dos hechos econémicos. gQué es la economig wate tica? Es una ciencia histdrica, que descubre heyea histéricas (e5 decir, leyes del devenit), y estele una formacién econémicosocial determinada, el capitalismo, en su estructura y su devenit. Si el capitalismo no es mas que un fragmento de una trayectoria mis amplia recorrida por los hom. bres, si es un proceso histérico, social, objetivo, s= comprende por qué la descripcién psicolégica de - Tos individuos no pasa de la superficie y de la apa- tiencia. No es falsa, sino s6lo superficial. Llega a ser falsa cuando pretende y cree tener valor expli- cativo Se comprende también por qué esta formacién econémico-social particular s6lo puede ser conocida _racionalmente por quienes la vuelyen a situar en el devenir, en la historia; es decir, por quienes es- tudian su nacimiento su crecimiento, su apogeo, 54 decadenci, ou desparicién, y por lo tanto ls de- {erminan en el conjunto (Ia totalidad) de su pro- pie gtrucass dilécica (contradctoria) del e3- Pitalsmo se descubre desde el momento en que de- ratte lar iertos hechos, bautizindolor eon aeckiniee rg an econémicos,. factores ‘Tomemos un ejemplo simple y eek capitalista industrial que mejora 1a eco Sea un su f4brica; compra maquinas, invigntinaria de acumulados mediante sus ganancias w obese? ; nidos en les Segin Mary ideas que se réstamo, La economia politica no marxista apro- Pitharia Ja ocaston para describit Ja 2 $5mniea de este individuo, su libre iniciasiva, ferosa abstinencia que revela al no consumir Ia to- Ktded de sus ganancias, la armonia de incereses fue le permite hallar prestamistas en el momento seeno en que desea obtener dinero en préstamo, excétera. z ‘Dejemos de separar este hecho y' de describir sus modalidades psicolégicas superficiales. Comprobs~ yemos con Marx que el capitalista que mejora la maquinaria de su empresa s6lo muy raramente lo hace por libre iniciativa individual. En general Ia libre iniciativa del capitalista se reduce al hecho de aque, en la medida en que puede hacerlo, aumenta el fendimiento de la maquinaria e intensifica el tca~ bajo y la explotacién de sus obreros. Si renueva y- moderniza su maquinaria es porque se ve obligado a ello, Por qué? Por la resistencia de sus obreros 2 tuna intensificacin del trabajo, por la competen- cia de otros capitalistas (al menos en la época de hh libre competencia, es decir, mientras no se trate del capitalismo monopolista) *. En otros términos, Ia libre iniciativa del capitalista no es mas que él aspecto subjetivo, superficial y aparente de un pro- ces0 més amplio, objetivo y contradictorio (con tradicciones entre clases, ¥, petencia, contradicciones internas en el seno de la clase capitalista). Consideremos ah cesidad, que toma forma ilusoria de “lit maquinaria, lo que $i ora las consecuencias de esta ne- ‘para el capitalista individual la ignifica que va. a producir Io 1 Bl cual condvce al extancamiento o al “malchusanismo ico" Een i Escaneado con CamScanner puesto que existe com-— “libre” iniciativa. Moderniza su 10 con menos mano de obra, © mis con igual cantidad de mano de obra. Va a arruinar a sus competidores o bien éstos se verin obligados a mo- dernizar también su maquinaria. En este caso ha- bri “‘progreso” econémico, desarrollo de las fuer- zas productivas, pero a través de los dezcalabros, Jas quiebras, el paro forzoso que son sus consecuen- cias, es decir, a través de miltiples contradicciones. Esto no es todo. El o los capitalistas que perfec cionan los medios de produccién detentados por ellos tienden a saturar cl mercado. Tienden a este resultado tanto mis cuanto que producen (sus obreros producen) lo mismo 0 mis empleando me- nos trabajo viviente, menos personal. Por Jo tanto el poder de compra y de consumo del personal tiende a no aumentar proporcionalmente al crecimiento de la produccién, o inclusive a disminuir. Es cierto que el capitalista que ha perfeccionado vu maqui- naria y obtenido un sobrebensficio momentinco puede, a veces, aumentar los salariot. Pero el capi- tal invertido aumenta, y por lo tanto Ia imperiosa necesidad de rendimiento. Ademis, cuando rus com- petidores lo alcanzan el capitalista en cuestién pier- ‘de el sobrebeneficio momentineo. En este momene to, si consideramos el conjunto de los capitaliseas, el capital global invertido ha aumentado conside. tablemente, y por lo tanto han desaparecido lo sobrebeneficios; para mantener al mismo nivel sus beneficios medios los capitalistas se hallarin frente als misma neceidad que a Princ) tensificar el trabajo o perfeccionar de nuevo la maquinasi Y ail, aucesiramente, Es este un tapeers oe dadero “ciclo infernal” (infernal debido ricter contradictorio) del capitalismo, ciclo infernal de los salarios y de los inexistencia fue probada por Marx, 10 del ver- ame. que no es ef Precios, cuya sino fl ciclo cera por la obtencién de ganancias. infernal de Ie et de a ln investigaciga que, aban- dorado punto de vista del hecho o ds indvidvo re eonsiers el conju, et devenit ol proceso ao, No se revels, puss —repitamaslo— més ee lis algerie, que penetra bajo 14s 3p2- ae aubjetivas ¥ las ilusiones ideoldgicas arte os primeramente, al paste, que nunca s° gets mis que de fendencit, 6 dest, de proses Se desarrollos particulares en el conjunto del pro- ds gestil, Esta nocién de tendencia, de devenit Give lleva en si mismo su orientacion y su ley, es wee wion esencial y completamente extrafia 2 los no dialécticos. 5 . ‘Notemos también _que el ejemplo anterior co- tresponde a un anilsis del eapitalismo normal, cli- sico: el del periodo ascendente o del capitalismo en ta apogee. El capitalismo monopolista presenta fe- _ némenos originales; los marxistas muestran cémo surgié ncceuriament: del capitalismo de la libre Competencia, y por qué ¢8 un capitalismo en decli- pacion, o, mis exactamente, [a declinacién nece: ria del capitalismo. ‘ho esto, abordemos el problema mis general, al que ya nos hemos referido en la parte metodé- gica de esta exposicidn. Tl aniliss del todo complejo considerado (el ca- pitaliomo) descubre en al una forma celular, a Forma mercancia del producto del trabajo, o Ia forma valor de la mereancia. Esta forma cone oe see poe se can, pero que, sin embargo, fees Ts implican. El capital trata de Beceem tomo una entidad absolutamente inde~ cionit faando el dinero produce directamente Rendieny gh capital produce capital: en el capital Escaneado con CamScanner financiero y la especulacién. Sin de sus esfuerzos (de los esfuerzos tas) el capital no puede Iegar a se camente a funcionar en si, en esta; la produccién de objetos y el valor I abetas de consumo anilisis llega, por lo tanto, al val elemental; esta forma no es, por otra parte wean te y simple, como los elementos que’ prevende st, canzar el anélisis cartesiano. Muestra, por el cq trario, dice Marx, una complejidad y una suvhes seolégicas. El elemento no se muestra ni simple aislable del proceso histérico y social, también ca Plejo. Del mismo modo Ia célula biolégica no se aisla del organismo ni del proceso evolutivo; y sin embargo tiene, para el anilisis, una existencis ele mental real. » La forma valor muestra en seguida un movimien- to dialéctico. Es doble: valor de uso y valor de “cambio. Un solo y mismo objeto presenta estos dos aspectos, cada uno de los cuales excluye al. otro, embargo a de los capitan PArIESE metafige, do puro. Implic, comercial de ts. sap uso el objeto es deseado, preferido a otros, utiliza consumido, Como valor de cambio, so ee deci mis que por el dinero que contiene virtualmentes X sesvincula tanto del trabajo productive como de estates psicolégicos que suscita en su condicién de valor de uso; adquiere otra existencia, una exis- ~_ Rencia social: Ia de la mercancia en el mercado. Su | Talos de uso pasa-a segundo plano, si no es olvide, sin dejar de implicarse mutuamente. Como valor de “a y ser, debido a ello, comparable, con- de nn trabajo Y SO productos de ese trabajo. Por- ensue dad. del abjoto es una cantidad. EL aque «s3 Prviderado no ya en su aspecto estFicta- ceil idad del productor, inicia ‘individual (habil 0 sen a aes en tu aspecto social cs UA Tiempo de trabajo. El objeto represents un tempo femilt sjo pero no un tiempo de trabajo indivi~ deal, pues las caracteristicas individuales pasan 2 SGgundo plano y son dejadas de lado en el proceso Sl del cambio. El objeto representa un tiempo de trabajo social medio *, Dada la productividad del trabajo en un momento dado (histérico), cada ob- jeto representa, encarna o incorpora una-cierta parte Gs esta productividad media, una cierta porcién del trabajo total suministrado por Ia sociedad. Y es pre~ cisamente esta parcela del trabajo total lo que se halla representado en el ralor, es decir, en la valo- racién del producto en dinero.” ‘Hagamos notar ante todo que quienes describen los estados psicoldgicos del produetor, del eonsumi- dor o del comerciante se quedan en Ia superficie del fenémeno. Lo que describen es real, pero Mega a ser falso en la medida en que pretenden captar el conjunto del fenémeno, pues Jo esencial, 0 sea el proceso social, se les escapa. En segundo lugar, el valor no representa un tiempo de trabajo individual, sino un promedio so- ial, global y estadistico, en un momento dado, en tuna sociedad dada, con cierto grado de desarrollo de Ins fusrzas productivas, es decir, con una produe- tividad media del trabajo, determinada por el con- Ge Bes ean ee ale Shien lepindS ss 'y no de objetos de arte o de Iuio, cuyo va- Escaneado con CamScanner | func de las cznias empleadas lel trabajo, etc. Quienes ati Semiunoa dal woe peers “ier dee dividual del arcesano o del obrero reslisgy nee in= femente 0 mo) una falsificacién de en (conssien= caricaturizan con el objeto de refutaris, feo evesta poco, ya que comienzan por converte una teoria absurda, a Se diré entonces: “Pero este tiempo de traba; social medio no es mis que una abessoage cantidad pura!” Precisamente: Marx ha mocerade en detalle cémo la mercancia, en su condicién de tal, se despoja de sus cualidades para adquirir uss existencia abstracta y cuantitativa; eémo el trabajo social medio no es més que una abstracelin cuance tativa; pero cémo estas abstracciones cuantitativas se forman necesariamente y adquieren una existen. cia independiente en el curso del proceso social de cambio. Esta especie de existencia independiente no » Por Ia organizacign ¢s mds incomprensible que los promedios estadisti. }- cos globales que la ciencia descubrié e % ; in todas par~ “tes después de Marx; se trata de cantidades, y exis- Seca rea medida independientemente de los pro- 0 ales elementales, si - sep ie les, sin poder, por supues. farx, finalmente, ha mostrado cém a mente, 10 esta abs- dracon cuantitativa se iealiza, se materializa en el Ta and grands). Desde entonces el producto de te mano del pombe (a mercancia) y el producto 0 a 6 i : forma decidida una caaceegee ie”), adauieren en Pendiente. Volvemos a hallar Vista del andl ‘del feticbismo. Sin embargo Ja produccién cambio) no puede aislarse. Sup 04 is “de spariencia inde- (296i, desde el punto econdmico, la teoria peneak: : ~ objetivamente, como un proceso natural; y se tr: sarrollo social, y por lo tanto sélo aparece en de desarrone fromento. de la historia. Implica més frecisamente una divisén del trabajo; para que faya cambio s= requiere que los productores estén ya expecializados en el empleo de técnicas diferen- yey necesitan entonces intercambiar los productos de su trabajo. Por el cambio, el trabajo social divi- dido en el interior de un grupo dado, de un pais, de una sociedad, se restablece como totalidad bajo la forma de un trabajo social medio. Por el cambio, por la competencia entre los productores, (que arruina a los menos hibiles y a los peor equipados), Ja sociedad fundada sobre el cambio y el comercio distribuye la productividad de-que dispone, la re- parte entre las diferentes ramas de la produccién, sein el conjunto de necesidades existentes y las _ posibilidades del mercado. Este proceso escapa-al control y a la voluntad de los hombres; se cumple en un ciei duce objetivamente, brutalmente, mediante la rui- na econdmica, eliminaciones y quiebras. : Quien dice divisién del trabajo dice también pro- _ piedad (propiedad de los medios de produccién). Desde este punto de vista, gqué implica y qué sig. nifica el valor mercantil? Saas ‘Los productores ya no forman parte de una co- munidad social; se hallan aislados, separados de la comunidad, en primer lugar por un trabajo frag- mentatio (dividido), y después porque los instru- jnentos (medios de produccién) pertenecen a indi ‘viduos en propiedad privada (el hecho de que esos” Jndividuos sean los productores mismos, como ocu- ye con Jos artesanos, 0 ‘no, es aqui. secundario). Fatonces el conjunto social se restablece a través del _ Nalor, la mercancia, el dinero, el mercado. El tra- pajo no pierde nunca el carieter social; es siempre Escaneado con CamScanner el conjunto del trabajo, de Ia de una sociedad dada lo que productos. Pero en el seno de t sabe el cambio, el productor mente aislado y en relacién con los otros pov‘ medio del mercado. El trabajo es “vocial hale, al mismo tiempo, separado de la sociedad (pri . fe y fundado sobre la propiedad privada), Ef mace? ter social que el trabajo no puede perder se reste blece de un modo que escapa al control y 2 la vas luntad; se restablece como promedio, de una ma nera indirecea, global, estadistica, y’ por lo tana brutalmente objetiva y destructora de los individuos Par deci con palabras de Marx, el conjunto del trabajo social se establece io privado de los productos del trabajo, on” Cane Prado de Por consiguiente: 1) La forma que reviste el valor (mercanci dinero) implica relaciones sociales cameras son en si mismas hechos histéricos, momentos del Proceso histérico y del desarrollo humano. Sin em- bargo este conjunto de relaciones implicadas como Gontenido hisrico y social de la forma del valor smo tiempo enmascarada, disimulada por la forma misma. En el diner je pea mim, Enel dinero, por ejemplo, queda com- Productividad medi se manifesta enact ‘oda sociedad fundad, se halla simuleineas tal, adquieren la forma'y by --gutindo en realidad re tat ‘Ga 2 Tas relaciones humanas ton pac’ umanas profundamente contradictoria, 1 P,OT8 parte uundamental, raiz de las restantey; eq ot tdiccién cidn entre el cardcter necesariamenes 7 COntradic~ ‘bajo humano y Ia propiedad privady geal del tra- produccién. Debido a que eas of 1°: medi , : contradicciéy hs liccion manera inconsciente y objetiva, las rela fer adquieren una forma en si, misma soe ia conciencia y brutalmente objetiva; Seca been del hombre, aun siendo la obra Gel hombre activo y creador. 5 3) Ds este modo se determinan positivamente, en el plano de la ciencia econémica, el fetichismo y Ia alienacién del hombre. : Es el proceso social en su totalidad lo que con- serva una realidad natural, objetiva, exterior 2 conciencia y a la voluntad, y eso en el momento fnismo en que el poder acrecentado del hombre so- bre la naturaleza, en que el progreso en Ia técnica y Ia organizacién del trabajo permiten el progreso del conocimiento y de la conciencia. Es este un pro- ceso inevitable, histéricamente necesario: una ley ‘interna del devenir humano- : La existencia independiente adquirida por las abs- tracciones prolonga y continta el dominio de Ia naturaleza exterior sobre el hombre, en el momen- to en que se afirma el poder del hombre sobre la naturaleza. : Dicho esto, gcudles son las consecuencias espe- clficamente capitalistas del valor, consecuencias que se desarrollan con un caricter objetivo, determi- nado, fuera de la conciencia y de la voluntad de los hombres, incluidos los capitalistas? La forma del valor aparecié con el cambio (con la economi jnercantil); zqué modificaciones y transformacio~ hes trajo 2 ella la economia capitalista? ‘Marx ha mostrado en el tomo I de El Capital (vol. 1 24 de la traduccién Molitor) cémo los pre- cios de 1as diferentes mercancias oscilan alrededor Ge sus valores (determinados por el tiempo de tra- bajo social medio necesario. para su produccién’ fegin las fluctuaciones de Ia oferta y de la deman- existe, d= 5 iones social Escaneado con CamScanner fa. El valor de un producto representa pues el pro. Sao socal (cstadistico) de los diferentes precion y el producto no es vendido jamis en su valor, aunque el valor determina el precio, salvo end] ‘caso excepcional en que la oferta y la demanda se equilibran. Marx muestra igualmente en el tomo I que el capitalists compra en su valor en el mereado —y por Jo tanto honesta y normalmente en Ia estructura capitalista— una mercancia particular: Is fucysa de trabajo del asalariado, El asalariado (la elise de los asalariados) se halla privado de los medics de produccién y sparado de ellos aunque jucgs un papel importante en el proceso del trabajo social, ¥ no tiene mis recurso que vender al capitalints su fuerza de trabajo. El capitalisea (la clase de lon capitalistas) compra esta mercancia en ix valor (al precio del mercado, que oxcila alrededor del vslor), el que estd determinado, como ocurre con todas las mercancias, por el tiempo de trabajo necesario para su produccién. En lo que se refiere al atalariado y a su fuerza de trabajo, la produccién y la reproduc- cién de esta fuerza representan los costos de fa mane fenimiento y del mantenimiento de su familia, en condiciones histéricas y sociales determinadas (di- ferentes segin el pais, pero que tienden a reducit 1h competencia entre los asalariados y Ia presion capitalsta), El salario representa por lo tnto el : interés alguno en empleatlo, La diferen- a tent ‘cNiempo de trabajo. (social mes a entre Sario para cl mantenimiento del obrero Jie} giempo. (social medio) ofrecido por él, perte- eee el régimen capitalista, al capitalista que Teemples: Es el sobretrabajo ofrceido por el obrero, finies fucate de la ganansia capitalista, y Gnica ex- plicaciin posible de esta ganancia, Al comprar fuer- Pa de trabajo, el capital adquier? plusvalia. En el tomo Il de El Capital (vol. § 2 8 de la era- duceién Molitor) Marx muestra cémo la produc- tividad general de Ia sociedad se disteibuye entre lav diferentes ramas y sectores de la produccién (sector I, produccién de medios de produceién; see- tor I, producciin de bienss de consumo). Demues 12 de los productos y la acumulacién el mantenimiento de ciertas pro- 8 entre los sectores, las que son constantemente violadas debido a la’ falea de un plan econdmico racional. De alli las crisis de super- Producciin (relative), inevitables, por una parte, a causa de la permanente falta de proporcién entre las ramas de la produccidn, y por otra, debido al hecho de que los asalariados no. pueden consumie sis que una parte relativamente pobre de mus pro: pios productos. La ley interna del eapitalismo no et por lo tanto una ley de armonta y de orden, sino una fatalidad de contradicciones y dz desorden, aunque la tendencia del capital hacia la concentra ciin haya logrado hacer ereer Jo contrario En ef tomo IIf (vol 9 2 14 de la traduccién i . liciones pricticas variables sean ef momento, a encase isis sm Ses eunatres de dieminuir sa nivel de vide. 4A fon eabcicos del “sopetioperilinme”, etedeers, Escaneado con CamScanner Molitor) Marx analiza la distribucién de la renta nacional segin las clases; muestra también que ef sistema no ha podido mantenerse més que por Iz formacién, en su caos interno, de ciertos promedios sociales globales, estadisticos, que aparecen espon- taneamente. Tal es la tase media del beneficio que cada capitalista agrega normalmente a sus costos de produecién para calcular el precio de venta al que desea ceder la mercaderia producida por su empre- sa, Marx analiza minuciosamente las relaciones en- alor de los productos, los costos de pro- duccidn y la tasa media del beneficio, Establece que él “precio de produccién” capitalista no es mis que una consecuencia del valor, pero traducida en el enguaje de las apariencias capitalistas, que disimu- lan el origen real de la ganancia, es decir, la plus- valia. Establece también que Ia carrera por la ob- tencidn de-ganancias, el aumento de la maquinaria, de la productividad y del total de ganancias, pro- vocan, y simulténeamente disimulan, la fendencia hacia la disminucién del beneficio medio. Esta tl- tima contradiccién, que esvuna de las mis profun- das, condena al capitalismo, no a un hundimiento automitico, sino a una agravacién de sus contradic- ciones internas, a una crisis general inevitable. De modo que en Ia sociedad capitalista la tenden- cia hacia el equilibrio se halla en perpetuo conflic~ to con la tendencia opuesta, que busca su ruptura. Esta dltima tendencia predomina momentineamen- tg france ls crt ciciaselsce, y después dei- amente en la crisis general. La crisis general sa- Baca gree La cs pelo concentra 5m del ‘apital (los monopolios) produ cid interna Ue capeainmo, Se M8 OTE La sociedad burguesa se formé, pues, en un mo- histori, sobre Ia base de un cierto. ilo de las fuerzas productivas. La burguesia ee des A storicas desarrollar las fucrzas cnductivas quebrando las trabas del modo de pro- Aaecin anterior. Luego el modo de produccién ca- italia se convirtio a su vez en una eraba para el Meearrollo de las fuerzas productivas; entra con ellas Sn un conflicto permanente que debe resolverse. La fmisign histérica de la burguesia ha terminado ya; Clase en decadencia, s6lo se defiende mediante la Violencia y la astucia; las condiciones que permitie- Ton su dominacién desaparecen y son superadas. Le corresponde al proletariado activo la misién, histé- fica de resolver el conflicto: poner el modo de pro- Uuecién de acuerdo con el desarrollo prodigioso de las fuerzas productivas. : 5 ‘Desde este punto de vista, el comunismo resti- tuye el caricter social del trabajo, el cual aunque hno puede perderse, entra en contradiccién con Ia propiedad privada de los medios de produccién. Supera la divisién parcelaria del trabajo; 0, més bien, esta divisién parcelaria que condiciona la pro- piedad privada de los medios de produccién se halla Ya superada por ef maquinismo moderno y Ja gran jndustria; tiende hacia nuevas formas, que sdlo la accién liberadora del proletariado puede descubrir realizar. q YF asi cémo las leyes internas del capitalismo son leyes histéricas y_dialécica, las leyes del devenis que conducen a la sociedad moderna, 2 través. miiltiples con hacia una superacion decisiva. mento dado de la 08, Escaneado con CamScanner

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