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REPERTORIO AMERICANO QUINCENARIO DE LOS INTERESES CONTINENTALES Editor: J. Garcia Mover. ‘San Jost De Cosra Ruck, Mantis 1° Dx FannnRo De 1921 CARL SANDBURG “Un poeta socialista norteamericano % 10 las procelarias, entre las aves, hay entre los Thombres almas de tempestad; las quie se solazan en ‘ited de las tormentas o sobre los v6rtices, y las que se iernen en la traidora tranquilidad del seno donde se fncuban. Son estas ltimas, aves de augurio, nacidas Accolia, patria de las procelas, segin el’ verso de , aguellas que adelantindose a sus propios dias, ‘1 canto entre los hombres para no ser compren- sino a medias. La historia de Rusia durante los filtimos afios es quizés el mejor comentario que Puidiera acerse a las narraciones de Maximo Gorki, ‘scritas en los cinco fitimos lustros. Crefamos compren- derlas, nos parecian a ratos banales, en ocasiones liricas; es, pedstinn Te ves ste ol Cone [Petrel era demasiado expresivo como sfmbolo- para iconsiderarle un vaticinio. Kl gran oso parecfa dormir ernal y no escuchaba el grito del petrel. Barts pasited el vertigo revelotcanro, cl eve ic td silencioss, escuchando el rebramar del je pronéstico la vor de Carl Sandburg? iQuién Jo sabe! Por ahora nadie se atreveria a afirmarlo, como fué osado a decirlo de Gorki dos décadas hace. _ Elibro'de este poeta, Poemas de Chicago, insinéa y y , pero stis acentos no son de clamor. Hay en él fiierza contenida. Es un revolucionarfo estitico; effido con invisibles ateduras al presente, hacia el 5 * ‘tial mira con la fria altivez de quien sabe que pasard, "Bite presente en los Estados Unidos es demasiado formi ‘para que no se sientan los mas de los hombres ‘Aconsiderarle como definitivo y eterno. Y sin in idealismo incontrastable est trabajando. 1 idealismo tiene la divina impotencia del éguil to piiede mirar hacia tierra, a la vez, con sus dos ojos; —tiientras el tno hinea sti Iuzen el suelo abarca el otro tn vasto lienzo azul. . Wilson, en esta hora que fluye hacia el esplendor dela gloria, es el ojo prendido del azul. Culminacién, | Peto no excepcion, es Wilson, porque otros eximios " entendimientos le comprenden y le siguen. ¥ él, que ast __Tosiente, afirma, cuando ha pronunciado sus més fervo- Foss alocticiones en defensa de un alto idea! humano, i en nombre de la nacién que representa. Es 3 violenta Ia palpitacin del idealismo norte- | usicna pra 'no escacac gu disc en el pecho de 33 igantescas empresas de los momentos actuales. BiePiterayenes hacia ing Sovtcras de ure tramtor: opiisa wcll» ¥y politica de las més graves consecuencias. La ia norteamericana esté a punto de dar un Paso hacia adelante, la estatizacion de los servicios pabli- In soeializacion del estado, el reconacimiento de la ‘como servicio orgabizado en pro de todos los Sa 3 an Nc intereses del pueblo, asf los de orden superior como los de cardcter material. No hay tna obra esencialmente humana, desligada de todo interés individual, a que no preste su concurso de accién y de caudales'Ia nacion horteamericana. Kn ninguna parte de la tierra los homie bres se desprenden mis facilmente de su oro, en grandes sumas, para mejorar servicios piblicos 0 fomentar empre- sas de humanitario auxilio 0 promover la iavestigacion cientifica 0 consolidar Ia paz del mundo, que en los Estados Unidos de nuestra época. Un interno fuego de idealismo esti fundiendo los més puros metales de este pueblo para los més altos fines de la historia que va Gesenvolviendo en estos dias Ia secreta sabiduria del destino, Porque comienza un mundo nuevo. Hay mucho que se ha consumido para siempre en el incendio de Europa, no extinto afin, La resurrecci6n de todo cuanto se hundié fen 1914 es tn cabal imposible, Se ha intensificada Ia inguietud social. No por un esfuerzo concordante dela filosofia, sino por el contacto comburente de Tos hechos, de las necesidades. Asi, pues, tun poeta socialista en esta niacin no es necesariamente un fruto dela flosofia social de Europa, sino del conflicto de la vidal que ha creado la organizaciOn presente, fuerte y rica, en lucha con un ideal superior de felicidad nacional, ya que la fuerza y la Fiqueza por si mismas no constituyen Ia esencia de la dicha de tin pueblo. La vida de Carl Sandburg ha sido de fatiga y de combate, con luchas incretbles para quie- nes no se hayan familiarizado con las violencias y las, oportunidades venturosas de las grandes ciudades. De Origen sueco, nacid en el pueblo de Galesburgh, de Mlinois, en 1878. Por muy poco tiempo concurrié ala escuela y a los trece afios, urgido de la miseria, principia su peregrinacion a través de las humildes actividades de la ciudad. Comienza por correr como ayudante en un vagén de lechero durante las madrugadas. De alli pasa a moztelo de barberia y Iuego de teatro para cambiar I titulos de las esceuas y finalmente eutra en una ladi liera, En todas estas experiencias han trascurrido cuatro aflos de su vida y'al cumplir los diez y siete es todo un Java platos en Denver y a contintiacién en Omaha. Aqu{ Je encuentra la guerra de Cuba. Se alista; experimenta las fatigas dela breve campaiie yregresa con cien délares cn el bolsillo a Galesburgh en donde se apresura a inseri- birse en el Colegio Lombard con el propésito de rarse’para ingresar en West Poiat. Aqut sele recha matemiticas son eseuciales y Sandburg no las posee en la extensién que allf se exige. Retorna al Colegio Lom- bard como portero de la institucién. Pero un portero que se interesa por los problemas econédmicos y sociales, El socialista esté en incubacién y sts caracteres de tal se ponen en evidencia cuando en 1907 y 1908 se encarga de la organizaci6n del partido demécrata socialista en el estado de Wisconsin, De entonces a a fecha ha trabajado en esas actividades de fndole politica y ha escrito narra~ ciones. Tn 1914 la revista Poetry public6 su poema Chicago, al cual se discerni6 ef premio que anualmente se confiere a Ia mejor poesfa del aflo, En 1916 se publicé su libro Chicago Poems: Este es el libro que le asegura una nombradia en las 162 Repertorio Americano 7 i Jetras norteamericanas. Hay en él las lejaas resonan de Whalt Whitman. Los motives de sus poemas se han elegido, en los mis de los casos, siguiendo la manera del gran pocta. Esto quizds resalta en el poema premiado. Chicago es 1a vasta ciudad de hombros amplios, la gran construictora de herramientas, el colosal matadero del mundo, la que juega con los ferrocarriles y maneja todos los fletes de la. naci6n, Se dird de ella que es perversa, malhechora y brutal; pero cualesquiera que sean las ‘tempestades que se agitan en sti seno, bajo el humo y el nto y el polvo, Chicago sabe reir y rfe siewpre. Desde Jos primeros acordes se siente la méisica de Whitman, Ja armonfa mental, porque el ritmo de 1a palabra dentro de la cléusula es mucho menos evidente. Y hasta en esa forma de trascribir sus versos Sandburg no se aparta del autor de Briznas de césped (Leaves of Grass). S6lo que ‘Whitman, por su intenso poder de simpatia, por su ‘vision de'lo universal a través de las cosas, fué gigan- Esa es st, sy se asombra; ‘ye el mar y calla; las estrellas, desde la pradera, y se Hiena de pensamiento; ve grandes hombres, soldados, obreros, madres, niffos, y advierte una solemne vibracién ‘en todos ellos. Otro dia ve alos pobres y les halla mas pacientes que las montafas, que las estrellas, que las ‘tareas, les ve innumerables y pacientes como la oscu- Tidad de la noche, todos rotos; son los despojos, las ruinas humildes de las naciones. Las escenas de la ciudad se sienten a trasluz de sus poemas: los rostros sofiolientos en los trenes, las mejillas flcidas del cansancio, la precipitacion en las estaciones y las calles a la hora de las comidas, los ruidos innume- Tables de las esquinas. El carretonero que se llevan preso piensa con melancolfa, no en el hogar, no en la amante, zo en los hijos, sino en el tumulto de las calles, el reso- nar de las ruedas y de los cascos de los caballos y de los arneses y en el silbar del pito del policfa que rige el trdfico; a todo eso es a lo que debe decir adiés. ‘Su socialismo aparece por donde quiera; pero con una acentuacién sugestiva mas bien que provocativa. Algu- mas veces con terrible o con profunda ironfa. En Ana Inroth hay més bien sarcasmo: Crizae las manos sobre el pecho. Enderézale las plervas un poco—ast ‘V'llama el carro para que In lieve a su casa Liorard un poco st madre, y sus hermanas y sus “Todos los demas bajaron y estan en salvo, y ésta es 1s Gnica muchacha de Ia {dbriea se so tayo sterte al saltar cuando estall eli Ia mano de Dios, y 1a ausencia de escapes Led Clavos de plata Ua hombre fué cruciscado. Vino a la cindad como extr Jie acusaron, le crucificron y €l refa ante la multitud;, ‘Sols miserables. In mi patria se crucifica con clavos de plata, tos son de bierros, ¥ seguia molaudose, Al principio no le comsprendieron. Lavego lablaron de €1 fn Cantioas, iglesias y vestibulos, Les vino 1a idea ide que cada hombre es crucifcado slo una ver en su vida y que la ley de la humanidad obliga a cmplear para ello clayos Tae pinta. Rrigiéronte wna cen una plaza pblica, Y'como ceva ros bastantes para cruci ficar a los demés? Se hace més manifiesto su descontento cuando delante de Ia estatua de bronce de un general expresa su anhelo de romperlo todo y arrojarlo al solar de los desperdicios, porque mientras los agricul- tores, los mineros, los tenderos, los fabricantes, los bom- “em docunrt oe prope totes oocrones Seperum eceeaiee: eros y conductores de carros, todos los cuales tr en Ia alimentacién del pueblo, no tengan estatuas mismo parque no deben tenerlas los que conduc pueblo a los campos de la matanza, Esperanzas de revolucionari soy el pueblo: “Yo soy el pueblo, la machedumbre... ‘Yo soy ol sudtario que preseacia te historia, De an surgen los Napoleones y los Lincolas: Yimueren. Pero yo day ms Napoleones y més Lincolas, Yo soy Ia sementera Terribles tempestades pasan por encima de mi y ‘lvido, Me sacan To mejor de mi y lo desperdician. Yovaledo. Toda, menos i muerte, viene ai rience teabaary entregarle canto tengo, Yo avid ‘eces ie axito,rijo'y esparzo algunas gotas dea para que la blatora recuerde, Vo olvido, = ‘Pero cuando yo, el pueblo, aprenda a recordar; ‘cuando yo, ef pueblo, apreada a apticar las lecciones ‘ch ayer y no olvide mas a quien me rob6 el allo anterior, ‘que ayer se mo{6 de mi, joh! entonces hnadie pronunciard con escarnio la palabra pueblo, ‘La masa, 1a muchedueabre habra Hegado, dog Nill el contraste leno de gracia como en Hijo de los romanos; XI broncead palero, sentado al borde de Ia ines fren, onic so Gambre de medio dia, Un teen pasa y hombres y midjeres, sentados alas mess, ornadas de rojn roses y de juncos, comen ous astdos frbiertos de salsas, sus frets 5 erenaa, Sus pasteles y cafe, Condluye el palero su Sambre de seco pan, Se sirve un trazo de agua que le brindy ol muchacho aguador. Sivuelve'a Ia segunda mitad de sus diex horas de trabajo diario ara mantener dl lecho de la via terres : En forma que las tos Joa juncos spent fe mucan fo aon de Ge ae alsam altivosy frgtles, Sohire as mesas de Tos carros comedores. ‘Nila nota amenazante y sombria como en La: ‘Se ha coneluido ta casa de pied, ato al Iago, los obreros comiensan laverjae Son tos barotes de hero, cou puntas de cero ‘ue pueden rasgar los cuerpos de los hombres Fi oot te ‘rian muchedumbres, 210s vagabundesy tos ambrientoe, {Jos nfs ociosos que buscan un es ‘Por entre lon barrotcs de erro #0 ‘bale podrd pasa Salve fa'Muerte, ta Laavia,y el Mada La visién puramente poética, desprendida intenciones tendenciosas no es frecuente en Ia p Smmbdurg; pero en las ocasiones en que aparece d comprender Ia existencia de un sentimiento prof Hay delicadeza en esta aparicin del barco perdido: ‘Desolado y solitario,—toda la noche sobre el Ingo— ‘one la niebla se arrasteay repta la neblina-con la sirens el ‘hema grit aterminablemente ‘grins anguatia — ‘may de fos joe de Me pla, ‘como wa nie perdido—en ‘en busea del reyazo dela Ein la poesia que titula Los rascacieios el tono ge es de Whitman: durante el dia los rascacielos ti €l_perpetuo movimiento de los. elevadore cartas a través de los tubos, los alambres por y_ bajan los secretos, las palabras de olde ganancias, por donde llega ta luz. Allt se Repertorio Americano AI? 163 Jimpian Tas galerias, paredes y muros. Luego los vigi- Tantes recorren aquellos mismos sitios ‘tanteando las | puertas y las eajas y asoméndose porJas ventanas amirar Tas estrellas. Durante las noches tienén una alma vigilante los rascacieios. Aqutf la forma de Ia eldusula y el tono general de la possia trae de cuerpo enteroa Whitman, La diferenci se halla en Ia mayor trascen- je Camden. Yen la Zsfinge vibra dencia mistica del poet su mismo diapas6n: micron procesiones Tscdadoe pregunta a due respon siempre fon labios que nada dijeron. Sop uno de'esom que saben todo canto ta te'reservas ‘nc aro mis presuntas: Jo's cuales seri tas respucsts, Y véase esta extraiia simpatfa: Paraittico Vina ver un paralitico {Fastando Tos pontreros dias de su vida on In plage blanca, . ‘Noes del caso, ni lo ser nunca para mf, discutir mi ‘buena o mala, segtiro estoy de que fué bella. Y ‘minuto de siete dfas compensa en mi dnimo esta de siete meses... e Jun esfuerzo para pagar a Ud. en la Gnica forma en las paginas de su revista—muy chic— Paris, aversos mfos. Le van algunos de los que he hecho siti mente y de los que he podido recordar; pues, entre otra cosas de menos valor para mi, como la libertad, be per- dido—en la ocupaci6n militar'de Ia casa en que vivia— todos mis originales inéditos de los dltimos siete afios ‘A propésito, quiero deber a Ud. un gran favor. A la casa Garnier escribi en tal sentido, sip que haya respon- dido afi. Cuando C. Santos Gonzalez tenia a st cargo el departamento espafil de esa casa, envié a ella originales para la publicacién de algunos voifimenes en verso. In cacién mfa primeramente y la Guerra después, suspen- dieron la edici6n concertada. Quiero yo ahora que no se hhaga nada, y que mis originales queden como es natural a mi orden. No desisto de entenderme con Garnier, per me urge el gue el volumen denominado «Arte Vida pueda, en un momento dado, volver a mi, porque pienso efundirlo en ottos que estoy planeando. Suplicole y autorizole para que, en mi nombre, indique a Garnier que'no edite uada mio hasta mi indicacién expresa y que Ponga el original en verso que tiene en stt poder (Alina Américas (Corregido) y eArte Vida») @ mi orden, con i fin de seguir un nuevo plan editorial que consulte ot10s originales ios con que deberé refundir todo aquel. &Y Francisco? Salidelo con cl afecto de siempre de Josit Santos CuocaNo Entiendo que su co-redactor el Dr. Barrios no esté en Paris: mis buenos deseos para todos sus colaboradores, ‘ue con Ud. han obligado mi gratitud de por vida, LA ORGULLOSA PIEDAD Hermann mia, hermana: rue en tuyoracions ‘mds que por tit, por todos los que sufrir me han hecho... Al fia yoide mis horas de angustia, hago canciones. El lausel de Ia frente me ha brotaio del peeho Conio Dios esté en mi alma—ipiensa en Ia Santa Tral — no s€ qué estrago hiciese cou mis exaltaciones., TMfejor es que distraiga las manos en Ta ira, ‘como Daniel al verse cercado de leone! Ruegs en tus oracioues a Dios, hermana mia, porta lengua que mente y el dedo que seBaia, por el dolor de Judas, por Ia huraes sombri ‘be Cain, por Ia noche que va a espaldas del dia, ‘por el Pulfo que en vauo se erispa contra el Ala Rutega en tus oraciones por Ia Calum fia, ‘por la Tralci6n enferma sicmpre de cobardia ¥ por la Ravidia triste de rost¥o aunarillento, ‘Rutega por los malvados. Tal ver, ermana ta, 4 ‘eso que nos parece maldad... slo es tormento. Pobres los que sumsiéronmie en su I pobres los que jusultéronme ante I ‘Con que fos vi el orgullo de mi melancoltay Pobres ios que temblaron a mi sola presencia; ‘Pobres los que arrastraron hasta wi Poesia; : ‘Pobres cuastos se callan tai nombre y su sccreto Bénenlo, en Ia conclencia sonando como an rete; ‘Pobres cuantos pretencten violar mil coraz6u:-- Yystcrae los os arn oir mi cancion.» fermana, hermana buena; yo tengo el alma Tena e algo qie empieza en ira j acaba al a en pena 0 ‘Yo que he sentido e1 mundo rodando, tal como es ‘orgie incesantemente rors bajo mis pies, Yo que heredé el caballo de aletin Conquistador, alguna movil tienda de ua indio carador; 30 que debi cu un tempo le ser monic 0 sldado, ‘Porque soy melancslice y fuerte como el Ande, ‘lenso que ya la infamia de los deme me ha dado, on tanta pequefieces, el derecho « ser grande. Como estoy satisfecho de las persecuciones ¥ el laurel de Ta frente me ia brotado del pecho, ihermana m‘a, hermana, dale en tus oraciones sracias a Dios’por tod fesufrir ie has hecho! José: Santos Crocaxo (América Latina, Paris. Novienibre 1920), ie Repertorio Americano EN UN RATO DE OCIO NDOLENCIA? Sf, que no le duele a swno—indolentia,=y por eso no tr: baja, porque el trabajo es pena. Pero qué es trabajar y quién es el ocios ya que no cl indolente? Se trabaja pa ho tener luego que trabajar, buscando el descanso; se corre para’ poder pa rarse. Hay quien va muy de prisa por ganas de acabar pronto y descansar, Por ociosidad. El trago amargo del trabajo pasarle cuanto antes. oceto es, dicen, fruto de cierta ‘eciosidad; su aitor uo quiso acabarlo redondearlo. Y un boceto es, sin en argo, en los mas de los casos, algo mis intenso, mis concentrado, mas denso que Ia obra acabada o perfecta. Es como una semilla. (No es acaso tuna bellota que contiene en s{-a una encina, més intensa que ésta? V mas simple, De las bellotas sale Ia encina, pero de la encina sale también Ia be: Hota. ¥ hay una simplicidad inicial, denacimiento, y otra final, de muerte, Que acaso es tina misma. “Hfe escrito esto en ratos de oc... leis, y al. punto se os tiene que oct: rir: de ocio?; pues si en esbs ratos _estaba escribiendo, no estaba ocioso, ni eran, por lo tanto, de ocio los ratos, Como tio sea que escribiese sin pensar fen lo que escribia, cosa que cabe. V fn los eruditos es frecuente. Otras ve- ces el trabajo {atimo del pensamiento f tan intens6, que estorba al de la expresion. Y éta es atropellada y {queda cn incipiente. Es como esas no. tas que tno escribe para sf mismo, en faquilogfa, casien cifra, y en una fen- gua interior, informe; enuna lengua Protoplasmiética, que ni ef prosa ni es Yers0, con na’ sintaxis de lenguaje Interior. Sintaxis dindmica, no mecé- nica, Las expresiones no concluyen, pero es porque empiezan. ¥ todo va Ileno de posibilidades y de promesas. cio? La palabra escucla—schola— significé primeramente ocio. ¥ muchos afin no piensan sino en ocio. Lo que vale decir que no piensa. Son i paces de ocio. Pues qué, des tan facil Ser ocioso, vacar? «iGémo trabaja Juan's, Te dijo José, admirado de to Rue aquél trabajaba, a Pedro, y Pedro Te replicé: #iClaro!, no tiene otra co: aque hacer!...» V Pedro, que pasaba or wn vago, trabajaba, dentro de sf, més, mucho més que Juan. Vago? Vago es uno que vaga, que anda de tn ado a otro, un vagabundo. ¥ el vago trabaja, ivaya si trab: ‘Trabaja en vagar. Pues poco trabajo gue es vagar de una parte a otra! Tal ver en busca de trabajo. V el més pe- oso trabajo es vagar en busca de él. 'Y hay Inego la extravagancia y Ia in- “con soar o ropedae a toaceaecrance Saige Unhariad Nesorl, Cota Rea” travagancia. A esto le llaman medita~ cién, «iMeditacién!», exclama con voz gangosa’ desde el péilpito el lector; apaga la vela y se quedan todos en silencio un rato. {Qué hacen? Intrava- gam, alguno extravaga, y hay quien se duerme, Y el dormir, éno puede ser también trabajo? Sobre todo si se Una arafia en acecho, en el centro de su tela, parece dormir, acaso sofiar; itan inmovil esta! Pero apenas cae una mosea, ya estd sobre ella. Es que es- taba més activa que una ardilla dando vueltas en una jaula. Que esto sf que es ociosidad de la mala, {Activos?: iContemplativos? Y eso, qué es? Que la contemplacién es uaa accién, no cabe duda; lo que no es tan claro, es que Ia accién sea contempla- cién. No cabe peusar el movimiento sin moverse en algéin modo, sin que ano se le mueva algo dentro; pero cabe moverse sin peusar en ello. El pensamiento es movimiento, aunque Ta idea no Jo sea. La idea es’ 1a curva que expresa Ja forma de un movimien- to. Y Ia parabola no es un cafionazo, Pensar de prisa. Si el arado corre, no ahonda 0 ara en arena. i pero no todo pensar es arar. Ser disparar, acometer con bala. Wen casos, mejor que proyectil pesadoe | boca velocidad, proyectil igero a gran | Velocidad. El trabajo se mide por el producto de la masa, por Ia velocidad, Un pensamiento de pequetia masa pero muy ripido, puede atravesareni nas o problemas en que se embota ua peusamiento maciz0, pero lento. Algo de esto es el ingenio. Una fraseatiem= a, rapida, atraviesa una doce trina mejor que veinte argumentos pesados armados de todas armas silo- Efsticas. Y luego hay lo de no acabar, fo de sugerir, lo de dejarle al lector ut oyente aque acabe él, o que cambie. No quiero los que me io dicen todo, ni los que concluyen. Prefiero los que pasan por obscures, porque me dejan queiliamine o que dejaron en sombra, Pensamientos se Mama a tos de Pas: cal. ¥ lo son porque no acabam, por que quedaron en semillas. Si hubiese podido acabarlos, redondearlos y sige tematizarlos, serian ideas. Vlo dine 4) rico es el pensamiento, no la idea, ‘Lo que se piensa en fatos de ocio, Ni hay tiempo de hacer ideas! = Micuet pe UNAMUNo, (Wuevo Mundo, Maaeid). {CONFUCIO EN NUESTRA CASA ‘GO una gran devocién por Ia sabidurfa china. ¥-King, Libro Sagrado de las Per- mutaciones; Chow King, Libro Ssgrado por Excelencia; Chi King, Librode los Versos; Li.Ki, Libro delos Ritos; y los. ‘Sse.Chou, Cuatro Libros Clasicos, son montimentos mas firmes y mas amplios que todas las pirdmides y todas las ceatedrales; ipan de Ia eternidad esencial del espfritu. Khoung-Fou-Tseu (Contucio) y sus disefpulos consideraban el gran objeto de la sabiduria, acaso su objeto nico, €l mejoramiento constante de sf mis: mo y de los demas; ante todo el pro pio, porque sélo podemos exigir que os otros mejoren cuando hayamos mejorado nosotros misinos Hace més de veinticinco siglos predi- ‘aban y practicaban la verdadera demo. cracia. «Lo que el Cielo ve y entiende es lo que el pucblo ve y entiende, Lo que el pueblo juzga digno de recom- pensa o de castigo es lo que el Cielo Quiere recompensar o castigar. Hay ‘una comunicacién fntimg entre el Cielo y el pueblo, Que los que gobiernan estén atentoss, cObtén la afecci6n det pueblo y obtendris el imperio; piés | dela y lo perderis Pero dentro del ids exigente espie rit democritico no se confundia su | verdadero significado como se le cons | funde y equivoca hoy. Para Khoung-Tot, las leyes moras Jes y politicas que deben regir al hom bre'en su triple calidad de ser moral perfectible, miembro de familia y ele- Iento social, son leyes eternas, expre= sign de la verdadera natur ta, en harmonfa con Ias leyes naturan Hes Yaw, por To tant, slo puedes Comiprendidas, aplicadas_y ense- adas por los hombres que son la mds alta expresién de esa naturaleza hunt nna, aquéllos que por Ja cultura / de’ su alta inteligencia-se ham hecho dignos de-ser los gufas de sus semes | jantes me «Gobernar es cum ne un mandato celeste en beneficio de | todos; una grande y noble misién con- fiada al mds virtuoso y al més My y que le serd retirada desde el: en que el mandatario falte a st’ datos. «Goberdar es realizae las eternas de la felicidad Repertorio Americano Jas mds altas inteligenci incesautemente todos los instantes de su vida, son capaces de conocer y de enseflar, es decir, de gobernar». Hoy, gobernar es explotar las pasio- nes y los esfuerzos del mayor néimero ‘en beneficio exclusive de unos cuantos politiqueros; gobernar es una stcesién de actos al alcance de todo el mundo, fen los que cualquiera puede tomar parte como 1a cosa mas trivial y mas vulgar, para los cuales no hay nece dad dé ninguna preparacién intelec- tual y moral, ¥ como el Oriente va coccident lizdndose», cuando menos de vesti- menta, legué a creer que los chinos hhabfan perdido también el maravilloso ‘equilibrio moral fruto de aquellas ‘ensefianzas. De ese error vino a sacarme Ja prensa mundial publicando el Mandato el Presidente Feng-Kwo.Chang, 6 de febrero de 1913. «Me he examinado y me encuentro tmiichas faltas, He nombrado funcio- narios sin examinar euidadosamente sti conducta: soy culpable de falta de imiento de los hombres. Ofrect condiciones féciles para complacer los eseos populares: carezco de previsidn. esfuerzos para salvar de la mise ria han trafdo mayor miseria; mis esperanzas de aclarar la situaci6n han lo mayores confusiones. La tole- rancia produce los resultados que ‘menos se desean, por lo que no puedo Thacer que los otros crean en mi since- Fidad. Soy demasiado débil para la carga y no puedo escapar de la vin- dicta pfblica por ser culpable en muchos sentidos». @&o 0s parece que tan elevada mo- ay tal respeto al bien general "fan para llenar de admiracién, sobre _ todo en aquellos dias en que los gran- ‘des estadistas occidentales sélo se pre- ‘ocupaban de exhibir sus propias habi- lidades y méritos personalisimos? ~_Putes esa aduiracién no se compara ‘con la pasmosa sorpresa que me ba ‘eauisado uma nota reporteril de ‘lti- "tas fechas. (Suprimo nombres, atin- | aque de sobra merecieran ser impreso: ‘para evitar Ia més remota apa de itonia). ‘=tiLa Jefatura de Operaciones que- “dard establecida en C...2—pregunta- jos al general T'.. ; s6lo tendré en lo sucesivo el wr de esa entidad. Pedi al “selior Ministro de la Guerra que me Televe del mando en los otros Estados, 3 aplicandos dar de que se le obedezca; al mene Ja primera vez que haya legado a mi ‘conocimiento. Y si el ejemplo cundiera, quien emplease en el descubri desusdeficiencias siquiera el cincuenta por ciento del empefio que de ordina- rio ponemos en la valorizacién de nuestros merecimientos, este pals es- tarfa salvado! iCémo queréis que no me haya pas. ima_sorpresa de este suceso extraordinario! Aqui tenéis a un general que se por el camino ‘modestia; como conoce ha de procurar me- jorarse constantemente y pronto podrd A ORILLAS DEL, ESCALDA procurar el mejoramiento ajeno; es un demécrata verdadero, que comienza a arse cuenta exacta de loque se nece- sita para gobernar; y acaso llegard el dia en que Ia cultura moral de su i Jo haga digno de guiar a 4El noble y vigoroso espfritu de Khoung-Fou-Tseu, tras un vuelo de dos mil quinientos afios, estaré ba. tiendo sus alas cabe el azul inmacu- jo de nuestro cielo? iDios quiera que asf sea y que aquf se detenga y que forme st nido entre nosotros! José Castiiio, Jr. (Revista de Revistas, México) Oficina de Estudios contra el alcoholismo Al Dr. ‘A.a ser medio afio de haber venido a este reino, y afin no hemos visto, ni en Bruselas, ni en Amberes, tun s6lo ebrio en Ia calle. ‘Ademis, puede decirse que en Bél- gica impera el estado seco. En ningfin café, restaurant, hotel, se sirven lico- res fuertes, A lo mds, vermd. La gente s6lo toma cerveza durea y barata, mientras lee los diarios, espera tranvias, oye mfisica o ve pasar el jcansable desfile de los que van y vienen pardndose frente a las vitrinas tentadoras, La costumbre es ir a un café con orquesta, pedir un bock pequetto, sentarse 'y tomar la cerveza a sorbos aleados, poniendo entre sorbo y sorbo un cuarto de hora de suave charla, Sin embargo, las supremas autor ddades del pais uo se hallan satisfechas y no descansan en su campafia antial- coholica. * Bajo la dependencia de tres Mini terios se ha establecido en la capital, una Oficina Central de Estudios contra €l Alcoholismo. Es una comisi6n con- sultiva del Gobierno. ‘La Oficina tiene por objeto: 10—Investigar los medios que ase- guren la estricta aplicaci6n de las leyes sobre el régimen del alcohol. 20—Estudiar Ias medidas comple- FRaNcisco TowAs Min6w. Sin Salvador. mentarias que se deben tomar para combatir mis eficazmente el alcoho. lismo. 3°—Estudiar todas lascuestiones que se relacionen con el alcohol para faci- litar st empleo en cosas iitiles 0 indus- triales, y prohibir el uso del alcohol en todo lo que pueda perjudicar Ia salud fisica y moral de los hombres, Dicha Oficina Central belga esta compuesta de quince miembros como méximum, de los cuales uno es presi dente y otro secretario por eleccién oficial por persoualidades cientificas y entu- siastas Iuthadores contra el alcoho- lismo, podria resolver en gran parte €l problema de ese peligro nacional. Porque para nosotros la cuestién 10 den deeretar el estado seco, Las eyes no tienen poder magico. Serfa bueno que se diera una ley de tal natu. raleza, Pero mejor, creemos, seria que se industrializara ‘el alcohol de tal manera que su empleo como bebida ‘embriagante fuese casi menos que im- posible. ¥ esto es lo que se debe pedir y_ esperar de nuestros hombres de ciens Juan RanGx URIARTE Primeros dias de diciembre de 1920. Poraue carezco de capacidad para des. ar tan importante cometido...¥ fo serfa una ilusién © una ‘ciente generosidad del repérter? Si la noticia es cierta, habrd sido la vex que en México alguien se yya tomado el trabajo de medir sus ‘cuando se trata de man: §Propledas oo . LA GRAN VIA Abarrotes finos ~ - Especialidades culinarias Utensilios de uso doméstico - Vinos y licores. Blotistoca electronica Scrptofium dale Univarsited Naconal, Costa RIG Te iin 4 3 § 3 3 a ; a r - a 4 ! t } “ia oh vor J. GARCIA MONGE SAN JOSE DE CUSTA RICA, ¢. A. Ediciones Sarmiento Uys aatie Darton ee iia ware, El Convivio Voce dat Ames untre Serones Le Parisd @ De la Clore Etna neala: Sueteosaartfer ites popes (in epi, wasn) lstauds de Santana’ Srraniacs Contorer Locctlow: Rewaselna etait a Ediciones de autores ‘centroamericanos tog: tay cian del ea “Pont. oNDURAS ‘ato Htiodoro Valle: FZ rosa eerie Nicaragua! Jonk obvaren: Pins. EL SALVADOR ters nannies 3 Prat OLINDA (Cera, vieia ciudad a quien vi en ‘un atardecer de julio, toda ves- tida de tristeza. Sofié, mirdndote casi envuelta en la noche, con tus conven- tos solitarios cubiertos de pardsitas, ‘con tis casas caducas exornadas de las antiguas cosas que guarda tu recinto. En un tiempo muy vago, muy leja- no, fuiste una florida capital, alegre residencia de nobles damas y valientes hiidalgos. Muchos frescos retofios del jardin Tusitano crecieron vigorosa- mente bajo tu sombra: Y junto al mar sonoro, bajo el Ifmpido cielo, brillante ‘en remotas épocas. Hoy apenas exis- tes y te asemejas a es: ias octo- genarias inmovilizadas sobre los sillo- nes destefiidos. Todo dentro de, ti parece muerto, Por tuscalles, ala hora del angelus, apenas se ve un tran- seunte claudicante, y tus conventos, Menos en el dulce antafio de lindas monjas, semejan enormes mausoleos. Yacen en los cementerios, bajo las bévedas de las iglesias, convertidas en polvo, las jévenes monjas de blondas cabelleras y de ojos castafios... Las monjas de talles ligeros, que cantaban con voz de cristal, los graves psalmos litirgicos; y que tenfan las manos muy jos muy rojos.. jos, pasaron los siglos... Olinda, vieja ciudad, a quien wien un atardecer de julio toda vestida de tristeza... Pernambuco. 1 RUA DO OUVIDOR RUA do Ouvidor, calle de las sed: de los terciopelos y de las pedrerfas deslumbradoras... Rua de ilusién, espejeante y majestuosa, llena de fri giles cristales y de telas que son tela. rafias de fabula... Rua do Ouvidor, centro de las ele- gancias, poblada de levitas negras y de ligeros corpifios... Lugar de cit de amor ode negocio, en donde las ‘manos se estrechan répidamente y las Rumorosa col- ion brillante de banalidades, de objetos de Iujo y de Placer... Calle de ta mod: Pasa, taconeando nerviosamente so- bre la acera, una esbelta dama de as pecto imperial. En su alto souibrero bajos tornasoles cen vivas rosas. Cruje Ia “eli paso, que es un pausado ritmo, Con su breve monéculo examiva mente los escal sigue luego su marcha, sonriendo aite los saludos, segura de su belleza. Cae Me do Ouvidor... Calle do Ovidoria Un Shylock anquilético, metido en tun chaquet6n de pao, dialoga con sit avaricia frente a un complicado mos trador de inveros{miles. bagatelasy y ua mozalbete de extrafia Sgura tun enorme erisanthemo ea el ladiestra un bastoncin de eat con soberano desdén, sin tn reis en-el chaleco, el muestrario de un gran bax zar, en donde cada objeto effmerovale tun saco de oro... Pasa la jovencita que viene de la) ‘escuela, Viste un traje de claro Ae gracono core, de tee ecg yy lleva sobre Ia vivaz cabeza de pijaro, — Como una concha de gasa, un sombre ito que es un primor... Pega In cata de rosa a los didfanos cristales de las joyérfas. V en sus ojos fulgen las Ite = ces del deseo ante Ins gruiesas gotas de rocio de los diamantes y los granios de granada de los rubies. Se-estremece mirando las amatistes, que som A lizaciones de violetas, y quédase i vil ante los celestes zafiros, ae Spalos dureos y_ las: perl ate Tos, dinmantes negros que cen pupilas africanas, y ante: ae raldas que son ojos Tos brazaletes ex6ticos, Ios anillos rarosy sus miradas, que se clavan sobre piedras de colores, yacentes en los €5=_ tuches carmesfes. ‘La chicuela se aleja inspirando, trémulo sui cuerpecillo de doce: El desfile continéa en Ia calles tumbrante... ¥ los pilidos siguen atrayendo alas mujeres, ciosas y banales criaturas, a ‘enloquecen las féitiles cosas que bri- Han... Como pupilas de pegad gemas tentadoras siguen tt Jas jévenes que pasan.,. ‘Una morena suefa con un rubia con un zafiro: y quizis impelidas por su effmero dan el caliente rubf de zaliro de sus ojos, por una or un m{sero eristal. Rio de Janciro. Repertorio Americano EL PROBLEMA DEL CARIBE E. fa 4 de los corrientes se efectué, fenel Hotel Commodore, de Nueva York, una importante reunion bajo os auspicios de la eLeague of Free Nations Association», con el fin de dis- ccutir ampliamente In cuestion del Caribe. Presidi6 la reunién el Doctor Wi “Miami R. Shepherd, de la Universidad de Columbia. A’ su derecha tom6 asiento, por invitacion especial, el Dostor Francisco Henriquer y Catva- I, Presidente de derecho de la Reps. ica Dominicana. El Doctor Shepherd abrié la discu- ‘ign con tn discurso ameno en el cual Dresent6 el tema que se ibaa exami- ‘nar en todos sus aspectos, Definié las condiciones politieas de todos los pai- "ses del Caribe, habl6 de las distintas interpretaciones que se le ha ‘Hos Estados Unidos a la Doct Monroe y terminé declaraido que todo Podiareducitse a esta sola frase #Muich Dissappointment» (Mucho de- ‘sengaiio). ~ Siguié ‘al Doctor Shepherd en la palabra, el sefior D. Lathrop, quien hizo un cuadro sintético del’ estado “sombrio de " Lusego hablé el Doctor Gray, Secret "tio para la América Latina de la Iglesia _ Protestante Episcopal. El evangelista ~ dijo.que la ocupacién norteamericana en Santo Domingo y Haiti if _ eaban Ia falta de faros y de estaciones | carentenarias en Ias costas de ambos Una sonrisa irdnica provocs el dis- “curso del Reverendo. Haai6 enseguida Mr. James Jobn- “son, Seeretario dela eAssociation Na- > para cl adelanto de la gente ‘color. Con légica contundente desbarat6 os argumentos de tos partidarios de in. Demostr6 que todos viciados de ligereza y de par- | probé que los crimenes de la cién eran més salientes y abo- que se imputaban al de barbarie de las del Caribe, Dijo que la inter- Y LA “LEAGUE OF FREE NATIONS” James Weldon Johnson barre con argumentos contundentes todas las teorias intervencionistas El Doctor Henriquez y Carvajal improvisa en francés un elocuente discurso vencién norteamericana no habfa hecho sino exagerar los vicios y las violencias de que se acusaban a los nativos; des- cribi6 los atropellos y las erueldades cometidas bajo la egida de la bander norteamericana, se refirié al sufi miento callado’de los nativos, a sus esfuerzos por escapar del régimen de oprobio, y afirmé que tanto los hai- tianos como los dominicanos que ha- fan protestado de esas infamias con lag armas en la mano, y que por lo mismo se les habia denominado «ba jos», ‘habrian sido calificados por los hombres del 76, en los Estados Unidos, de patriots ‘Una ‘salva estupenda de aplausos ahog6 las dltimas palabras del orador. ‘Tocé entonces el turno al Doctor Hentiquez_y Carvajal, a quien pre- sent6é el Doctor Shepherd como tel hombre a quien el pueblo dominicano consideraba su Presidente legitimos. A peticién de una gran parte de los foyentes, el Doctor hablé en francés, con soltura y elegancia. Expusd a ‘grandes trazos la historia de Ia Reps. Dlica Dominicana, sus persistentes ideas, sus pasajeras desgracias, sus nobles tradiciones cultural fuerzos y conquistas penosas en las sendas del progreso, inspirado siempre sti pueblo en los principios de las LA NOTA BIBLIOGRAFICA EL ROSAL DEL ERMITANO “Ravan Heliodoro Valle, autor de este opdsculo interesante, pleno de Giligranas de estilo, es en la act: Jidad ‘uno de los primeros escritores ccentroamericanos. Este librito primo- roso y fragante lo demuestra de muy cumplida manera. Escrito hace nueve aflos, en plena edad juvenil, revela ya Ja posesién de un estilo muy personal apto por entero para interpretar y expresar cosas muy fatimas y variadas dela seusibilidad y de la mente. No een ningfin caso inclinado a dar robusta expresiOn pictural a sus ima senes; los colores fuertes no le sedi revoluciones francesa y norteamerica- ‘a, cuyas instituciones habia tratado de'imitar. Recabé con energia el dere- inalianable dela Repiiblica Domi- nicana a la independencia que habia conquistado en dos guerras sangrien- tas, e interpuso su asombro doloroso al ver esa independencia atacada hoy por el, pueblo amigo cuyas tradiciones haba mirado con respeto. El Doctor termin6 su discurso ex- presando la confianza que el pueblo dominicano tenia en el espfritu de justicia y rectitud del pueblo norte- americano de cuya virtud esperaba Ia restitucién completa de su legitima soberania El pfiblico, francamente ganado por a sencilla y austera personalidad del Doctor Henrfquez y Carvajal, le tri but6 una cordial ovacién, Luego hizo una brillante traducci6n del discurso, al idioma inglés, el joven dominicano René Fiallo, ¢ El acto termin6 con sendos discur- sos de Mr. Harry Frank, conocido inte, y de Otto Schoenrich, muy conocido en Ia Repf- blica Dominicana por su libro intitu- Jado «Santo Domingo» que se publicé ‘en Nueva York hace poco, Mr. Schoenrich, abogado notable, censuré duramente Ia intervencién de Jos norteamericanos en el Caribe y Ia manera cémo la realizan. Protest de las violencias cometidas tanto en Haiti como en Santo Doiningo y estableci6 Ja diferencia que existia entre uno y otro pueblo. La reunién termind con algunas citas hecbas por personas del pablico que tomaron Ix palabra por breves minutos, encaminadas a demostrar la falta de sinceridad de las teorfas impe- . CRst AROS H. Fronus Canneea cen; huye de ciertos desbordamientos determinados generalmente por impe- tuosas rebeldias del sentimiento. estas piigin: sndencia a diluir su poten ginativa en_tonalidades pilida: ves, en algo que parece no romper nunca cierta armoniosa combinacién de colores y matices propios en un todo a la expresidn serenamente artfs- tica de muy acentuados estreme mientos subjetivos. Em Rafael Helio doro Valle se advierte el temperamento de un escritor de raza muy capaz de elevarse a ciertas alturas por muchos ambicionadas y s6lo una que otra vez con esfuerzo muy penoso conseguidas, tPF 174 Repertorio Americano Estas cortas narraciones son cua. Gritos descriptivos de verdadero mé- ito. Son positivamente amenos. Pero, para si, su principal valer no est en Jos astintos a que se contraen sino en Ya forma de expresarlos ctajada de Fefinamientos y matices. Eu ella pare- cen irradiar gemas preciosas. Las imigenes, parecen deslumbramientos. En este escritor hondurefo hay que admirar por encima de todoal estilista. Feperico Garcia Gopoy (la Vegs. Rep. Dominicana), Lama (Carmen): Los Cuentos de mi Ha Panchita, (Cuentos populares recopidos en Costa Rica).—Garcia Monge y Cfa. Editores. San José, ©. R., 1920.1 vol. in 16? de 118X75, 159 ps.-runa de indice. # sido favorecido por el Editor con un ejemplar de este precioso ibrito, una de las més apreciables contribuciones al folklore hispanoame- ricano publicadas hasta ahora en el importante capitulo de Tos cuentos po- pulares. Carmen Lira (ital ver un seudé mo?) que ha escrito estos cuentos mindolos, segin todo lo demuest de Ia tradicién oral, ha adoptado en iciones el lenguaje popu- Tar, con lo cual suministra un docu- mento de gran valor al fildlogo que ‘uiera estudiar la pintoresca evolucién que en el transcurso de los afios ha experimentado el castellano en una de las diez y ocho reptiblicas del co: tinente americano nacidas en las re- giones en que los espafioles implanta- ron su idiom: La coleccién consta de 16 cuentos Tindamente referidos en el estilo sen- cillo y lano con que el pueblo los re- Tata; y, como es natural, casi todos son de procedencia espafiola, que es como decir que pertenecen al folklore universal. Al recrearme leyéndolos, hhe tropezado con mas de un conocido, aunque adornado de diferente ropaje ¥y algo disfrazado por las va Jas costumbres, dist tras, Ia influencia del indigena y el rackita Mandinga, pigs. 24, que co- fresponde a nuestra Hormiguita Ralonptres; Salir con un Domingo siete, p. 33; La Flor del Olivar, p. 40, aue tiene partes de £1 Lirio blanco'y de La Flor del Livilé; La Mica, p. 46, que es miso menos La Sapita enca fada, El Tonto de las Adivinanzas, P. 63, es La Reina Adivinadora; El Castillo de las Torrejas, p. 82, que viene a ser Los Niios Abandonados; “eae donentoa ope ca tees nace Safponum dela Urarca Nacona Coe ia” La Negra y la Rubia, p. 100, igual a Marta Cenicienta; El Péjaro Dulee En- canto, p. 140, que es El Péjaro Mal- verde, etc., ete. Voy a permitirme ahora hacer una corta observaci6n ala obrita de que doy cuenta, observacién que por cierto en nada aminora su mérito. dis dtil a ta mayorfa de tos lecto- res, inclusos los folkloristas, que una coleccién fntegra de cuentos, como la que nos ocupa,. se transcriba en el Tenguaje en que los cuentos se refie- ren? {No bastarfa que esto se hiciera con uno solo, para dar una muestra dela lengua del pueblo, como se ve ‘en los Contes populaires de Lorraine de Cosquin, y en otras obras? El sistem: de fa transcripcién dialectal eu toda la colecci6n tiene el inconveniente de que €l lector a cada paso tropieza con la difccultad de interpretar debidamente Jo que lee, pues el texto suele encon- trarse, como ocurre en el caso actual, literalmente empedrado de voces, ex: presiones y frases que no siempre le serdu conocidas, aunque el significado de la mayor parte—no de todas—pue- da deducirlo del contexto de la narra: cidn, sobre todo si es medianamente FRAGMENTO dice Ud. que se enmonta la huerta.que en otros dias cultivi. ramos juntos. Veo desde aca 1a mala yerba. Pero es irremediable que crezca. ‘As{ sucede con todos los terrenos incul- tos, s6lo que allf los ignorantes enten- didos diseminan la mala yerba y la rotegen, porque eso es protegerse a si mismos. No entienden la, abnegacién de las ideas. Etlos se imaginan que si Ua. defiende una més alta tendencia que ellos aman nuevas ideas es por espfritu de novelerfa 0 porque tal es sit filtima lectura. No podrfan compren- der, por ejemplo, 1a lucha de um ideal contra un amor propio que se libraba en mf—probable es que en Ud. tam- bién—cuando al dar forma a los nue- vos programas me venia el recuerdo vivo de aquellos esfuerzos de 1907 realizado en comfn y deaquellos otros de 1903. Para halagar mi amor propio habria podido dar cuerpo a las ideas que en diferentes ocasiones habia ex- presado, diez y quince aflos atrés, Habria parecido entonces un hombre consecuente consigo mismo, construido deuna sola pieza. Prefer, sin embargo, osponer tales halagos a un ideal edu- cacional construido en sus Ifneas de detalle para Costa Rica, en sus lineas fundamentales para cualquier pi izado del mundo. Hs esencialmente humano. Y me hace sonreir esa ino- conocedor de fos vocabularios de ame. ricanismos. Este inconveniente tiene ue ser mayor atin para el lector etro- peo que no haya vivido algdn tiempo en Costa Rica aunque posea el Diecio- nario de Barbarismos y Provincialise mos de Costa Rica de Gngini, 1893, ues siempre se encontraré con nume= Tosos vocablos, expresiones y frases que no registra aquel libro, sin contar con las formas verbales, aumentativas jinutivas peculiares de aquella TepSblica, que dificilmente puedea aa arse en un Diccionario. 'Y terminamos agradeciendo muy sinceramente al seflor Monge el ejem- plar con que se ha servido obsequiar- nos; y deseando que al hacer tna lore agregando al fin, ‘un vocabulario que ensefle al que no lo sepa, el significado de las voces y expresiones que figuran en los Cuentos de mi ta Panchita y-no aparecen en Jos léxicos castellanos. Y_esté seguro de que muchos se lo-agradecerdn. Ram6x A. Lavan De la Revista Chilena de Historia y rografia, Santiago de Chile). cente idea dé que los programas res: pouden a las ideas nuevas acerca de Ia educacién. Como si las Hamadas ideas nuevas no fueran otra cosa qlte mis proximas aplicaciones de fos mis antiguos y més sélides princi Ja filosoffa humana, No hay un home jos de_ bredeentendimiento roo deinteasa > cultura que no se sienta en ta culde &'s bane ins wee Jas mis frescas inspiraciones en los antiguos escritores de viejas civilizn: ciones. La misin de 1a Raza Blanca ces la de desenvolver todos los poderes fnsitos en la’ naturaleza interna de st ser, en particular las de su mente. Los principios por seguit hace siglos y siglos que existemy pero stielen olvidarse o aplicarse errémea= q mente, Los mejores intérpretes de In Raza son los que mejor expresam un aspecto cualquiera de esos principios existentes desde antafio. ‘ get dea neva cs usa reciente AGF = lel inismo Arbol en perpetua priggas vera que 9 J sntgtedad, Has gramas nada mfo tienen: todo es antic gto, todo es esencialmente humano, * Ya ha podido ver usted que de las riticas hechas a es08 ha conmovido, ni siquiera el fondo. Todas se han quedado brocal det pozo, sin arrojar el alas aguas pects Repertorio Americano A015 ‘autores con enumerar los musgos 0 las Tamas asomados entre Jas grietas de fas piedras del brocal. 'Déjelos usted gue se vayan a la reaccién. Usted y yo hemos amado mucho a ese pais para no dolernos de todo paso atris. Mas ahora la diferencia entre usted y yoes ‘que usted contintia stifriendo de cerca ‘esa infantil incomprensin de ciertos © hombres, Ia mal contenida malevolen- cia de aquellos otros, 1a indocumenta: : Ex opinion det doctor Jorge Kers- chenstein, el problema fandamen- tal de Ia escuela debe ser la educacién del pueblo, como lo.afirma en un © estudio publicado en el Znfernationale nuaciones civilizadas han comprendido ya que la conservacion de los derechos adquiridos, de voto, _reui6n y prensa, depende de una : bien entendida cultura popular. Brecisamente, a causa de la falta de Preparacién del pueblo, estos derechos ‘manifiestan tina influencia contraria a Ja aglomeracién popular, una influen- cia disolvente del Hstad que ocurre pensar, 3 Ta unidad del organismo popular y, por consiguiente, del Hstado, no sea ‘preferible renunciar a aquellos dere. chos. Ahora bidn; el remedio a esta ten- dencia disgregadora de la civilizacién moderna, Kerschenstein, lo encuentra en Ia civilizacién del pueblo. ‘EI fin ideal de toda cultura,—dice es una sociedad compuesta de per- ‘sonas en lo posible independientes, ~arménicamente desarrolladas y moral mente libres. Ocurre, pies, ana edu- ~_cacién nueva y libre, desvinculada de "toda secta 0 fraccién, que produzca ‘esponténeamente un nuevo y potente _ espiritu de.cohesién popular». Con dos medios—segtin él, — "Puede obtener ese fin: uno prep: ‘atorio, la escuela, y precisamente la escuela verdaderamente popular; el complementario, la organizacién la vida pablica. ‘En uno y otro medio se trata de una aplicacién cua: en proporcio- Bes vastisimas, de esa forma de edu- " cacibn que se manifiesta en el espfritu dela familia, es decir, en Ia cohesion _ espontanea yen la grata y voluntari participacién al trabajo coman. La bbasada en el individual ais- sino en el trabajo en beneficio os demas y en comfin con los ‘Como ha dicho el fl6sofo ame- John Dewey, cada escuela debe ‘ciéu de sedicientes amigos, y yo les miro desde lejos, movido a piedad, seguro de que si comprendiesen el ideal huwano, el ideal nacional y 10s pro- pésitos inmediatos de esa obra, aun Mevando mi nombre, Ia acogerian R, Barnes Musi (De una carta del Haitor del Rursnron10) ' LA EDUCACION DEL PUEBLO con tales ocupaciones que se refleje la vida de la sociedad grande; una comu- nidad saturada de espiritu de mutua ayuda, que prepare una vida social digna, honorable y armoniosa. En la actualidad, el principal deber de la escuela, parece ser el desarrollo de la persona en particular, Ia instrac- ci6n intelectual y la capacidad técnica del alumno. Y, por esto mismo, poco © ningtuno es el valor social de De aqui, las tendencias egofstas en los mas. Faltan el sentido moral, 1a con- ciencia de la responsabilidad y 1a sim- patia hacia los demés, que se llama altrufsmo. Ahora, la educacién debiera guiar y organizar a la gran masa para sentir en comin, sin prejuicios, la gran ale- gria del trabajo, para hacernos dtiles a los demis como a nosotros mismos, y vivir asf en correspondencia de leales sentimientos con nuestro préjimo, fi ‘camente semejante a nosotros, y, mo- ralmente susceptible, como nosotros, de perfeccién. Se trata de encontrar la forma, con oportunas medidas practicas, de trans- fgrmar Ia satisfacion de io que se face, de personal y egofsta en colec- tiva ¥ social. El més bello ejemplo nos lo dala familia: Cuando no existfan escuelas, el crecimiento de los en las. mismas ocupaciones de los pa- “ dres, fué el principal factor de saber y de la moral. ¥ de ahi salieron aquellos hombres honestos, leales, rectos y fuertes que en el medioevo fueron el nervio de las libres ciudadanfas. La felicidad comin del trabajo era el ele- mento fundamental de la educacion popular. En conclusién, se trata de aplicar al actual sistema escolar tn organismo ‘que cree este placer coman del trabajo, y lo vivifique con el afecto que es bondad, con el pensamiento que es calor de fe y de labor por el progreso social, por la armonia y Ia cultura de Ios pueblos. B. Connurra MANzont * (EL Monitor de ta Buenos Aires). Edtucacion Combo, EL ARABE PALIDO E- rabe palido de los ojos de eter- nidad extrajo de tina mesa de séndalos un pergamino amarillento, ¥ me dijo con vor Krave: Ea recuerdo de la hora en que ta y yo nos encontramos en el rodar de Jos tiempos, podria darte algtin objeto migico, un amuleto simbélico, un per- fume milenario... Pero veo’ que th alma revucla.serenamente sobre Jas cosas inmortales y espera de mi sebi- duria un supremo milagro. Ofreceré a twespiritu, amargado por el tedio, y conocedor sutil de fos secretos del Arte, del Dolor y del Amor, la area Leyenda del Orvide, que Omar Khay- fam de Naishaptir escribi6 con 3 Sangre en una noche de tragico horror, hace ochocientos.aftos. Fucra de st discfpulo Khvajeh Nizaim de Sams canda, sélo yo conozco, por un azar extrafio, este poema estupendo de s0- brehumana armonfa y de dolor inca- ccebible, ante el cual palidecen las pro- fundas estrofas de los Rubayaita. Pero oye ioh amigo de la remota América, fue has venido a visitarme ene momento crepuscular en que Ia inmor= tal Toledo parece resplandecer con relancélicas luces de st pasado tag nifico! Después de que conozeas esta pagina dnica sentirds una tristeza des- conocida que ni la muerte logrard ex- tinguir. % 'Y me ley6, marcando intensamente las sflabas melédicas, su traduccién a del asombroso canto en que solloza la 9 angustia en la lejanfa de los siglos. 1Oh drabe pélido, descifrador deng- | meros divinos! Desde aquella tarde © imponderable del final de septiembre, todas las ideas y nuevas formas de expresién de los grandes maestros del Estilo me parecen inarménicas y vac nas... Fantasmas de pensa sombras de palabras. ‘Toledo, Repatia, ocbre,, 1920. FroviAn ToRcios Oh! Alegria, En bendiciones y sus quejas clernas en cantos, iOht Ales ‘Aue derramas sobre la tierra triste y doiente Nae de un sol claco de abel, Thaces que las praderas lang ae adornen de felpa fina y de focillas menudas Pde fragancias. Oh! Alegri (Que vagas fartiva en las noches 'y derramas sobre las selas de las enamoradas ‘a‘vino de tus cnatefios y de te goces Y sobre sus eabelleras {i polve de safc de le tun Oh! Alegria, ‘madre propicia de besos afortunadox, de misteriosas palabras mégicas, 4e gollozos y de risas y de quejea amantes, Ob! Alegria de tos grandes hombres que sufren, Alegria de Miguel Angel; e los gloriosos conquistadores de Ia mente ¥ de Tos bijos eternos del ex jOb! Alegria cucaristica del Rvangelio ¥ de los poemas de amor indio, ‘Aegria de fos viejos ingenuos ‘que dicen en palabras sollozantes ‘sus antiguos reeuerdes. Alegria inocente de los nifos, faudar alegria de los ado nl Alegria del mar que salmodia 1 poema del wiverso. ‘Alegria de la montain que florece, ‘Alegria de los jardies abandonados, Alegefa infiita de que reflejan ex nuestro corar6n de hombres In Alegria de Dios, Himno a la Alegria ‘gue porees ei don de trasformar los dolores del hombre ROuvio Tovar Ja armonia entre cuerda y metal, 1a ballente emoci6n, Ja embriaguer musical J de'una augusta y solemue canci6n. ‘ ¥ Menage , ta el halo de je va encims del hombro gentit secmetes a cre ak Seon nant sedation de mar ¥ Grand ce la poma rosada Que, por mano de nfeve arrancada SI viejo arbol del bien y del mal, ‘ya ofreciendo, cual miel el panal, fn bandeja de fino cristal, su color, su sabor, y su olor or tal. ¥ Masaya os la orgia de flores, ‘gue una virgen indigena esa Fecogiendo en st azul delantal fcuantas piedras preciosas de vivos colores ‘errama la rama cimbréndose a modo de un arco Nicaragua es la lira de oro, ‘a cuyo celeste gobierno sotioro, diez lindas ciudades, en Idnguido eoro van, de uno a otro lag, danzando al redor.. ‘Hs'um are suave de pausados giros...® Canta Rubén. ¥ entre besos y saepiros, SES At sah oc or ner Jost Sazt0s Cr (21 Flgnya Manages, vox120). PENSAMIENTOS Y FORMAS.—NOTAS DE. Por ALBERTO MASFERRER fen a Libreria de Torso, Precio: ¢ 1-25. 128 plginas de el saludable A. Vargas, (aereado: Guevara y'Cia. eka Buena ‘Sotabeay y' sha Perla ventajosamente con los extranjeros. inustrat, LL LABERINTO SAN JOSE.—José BM Calvo y Cia. ta, Gloriay.—Tsmael Vargas ©, (Mercado),—Jaime Vargas C., (Mererdo). que Vatyad C., (Mereado) —E, Jka Conrasin FeoustarAt, El, LABERINTO coin todon au prouctos al cambio de di, y en exdad y precio Apartado No. 105 | —~=— _‘Teléfono No. 254 SAN JOSE DE COSTA RI re (tein ota tery oe “est re ese Seforitas Ete, le, sai ints ole oa

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