tes para lograrlo. Otros, que podrian sentirse motivados para
desarrollar las téenicas del pensamiento creativo, se apartan
debido a la orientacién “frivola” con que habitualmente se aborda
la movilizacién mental. La idea de que de un indicio de reflexién
podria surgir una idea util tiene cierto valor en el campo de la
publicidad (donde se originé la movilizacién mental), pero su va-
lor decrece en otros campos donde la novedad noes, por si misma,
un valor suficiente.
Resulta dificil condenar la movilizacién mental porque tiene
cierto valor y a veces produce buenos resultados; pero, segnin mi
experiencia, es anticuada e ineficaz. Podemos lograr mucho mas
con técnicas voluntarias y sistematicas. No es necesario que la
creatividad sea un proceso de grupo, como en la movilizacién
mental. Aplicando las técnicas adecuadas, un individuo aislado
puede llegar a ser mas creativo.
En vez de “tormenta de ideas” 0 “movilizacién mental”, suge-
riria la expresion “navegacién mental”, para denotar un proceso
deliberado y controlado, en el que cambiamos de rumbo cuando lo
deseamos, en vez de ser zarandeados por la “tormenta”.
El concepto “tormenta de ideas” 0 “movilizacién mental” se
asocia frecuentemente con la mentalidad de que, para ser eficaz,
el pensamiento creativo tiene que ser “loco” o “raro”. La locura
nada tiene que ver con la naturaleza de la creatividad, y sélo la
fomentan los que no entienden realmente en qué consiste la
provocacién. Como la provocacién difiere de la experiencia nor-
mal, y como todo lo que es “loco” también es diferente’ de la
experiencia normal, se deduce que ambas cosas son iguales.
Es necesario aclarar que la causa de este problema es, en gran
medida, la mala calidad de la ensefianza impartida por algunas
personas que se dedican a difundir el pensamiento creativo.
Como el pensamiento creativo no parece exigir ni légica ni
experiencia, se supone que cualquiera puede introducirse en este
campo. Se recogen téenicas y procesos de aqui y de alld, sin una
comprensién cabal del uso que debe darseles. El resultado: se crea
instanténeamente un “experto” en pensamiento creativo, Algu-
nos clientes creen que el enfoque es correcto, pero muchos otros
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se apartan. As{ se desacredita el pensamiento creativo y se con-
tribuye a que no se tome en serio, a que se lo considere una moda
pasajera que sdlo esta teniendo éxito fortuito.
Por todas estas razones la creatividad no ocupa todavia el des-
tacado lugar que merece. En resumen: algunos creen que la légica
sola es suficiente. Otros piensan que la creatividad es cuestién de
talento y que en ese terreno no se puede hacer nada. ¥ por ultimo,
muchos se sienten desalentados por los “alocados” recursos que
les proponen para desarrollar su creatividad y se apartan.
Deliberadamente en este libro pongo énfasis en alejarme dela
idea de que la creatividad es algo “alocado”. En estas paginas
pretendo exponer técnicas sistematicas y deliberadas que pueden
usarse formalmente, tanto por individuos como por grupos de
personas. Estas técnicas se basan en el comportamiento de la
petcepcién humana como un sistema autoorganizado y genera-
dor de pautas, No incluyen destreza mistica alguna. Fue precisa-
mente para apartarme de la idea mistica y vaga de creatividad
que inventé la expresién “pensamiento lateral”, hace ya 25 afios.
El pensamiento lateral se ocupa especificamente de los conceptos
y las percepciones.
No faltard, sin duda, quien se horrorice por la idea de una
“creatividad seria” y piense que ambas palabras son contradicto-
rias, Para estas personas, “creatividad’ significa sentirse autori-
zado para crear desorden, con la esperanza de que, de algin
modo, surgiré una idea nueva. Es cierto que para ser ereativos
tenemos que estar libres de condicionamientos, de tradicién y de
historia, Pero esa libertad se obtiene mejor usando ciertas téeni-
cas deliberadas que anhelando ser libre, Para huir de una prisién
es mejor tener una buena lima que escuchar exhortaciones de
libertad,
También hay quienes creen que los métodos sistemiticos y
deliberados no pueden conducir a la creatividad porque toda
estructura limita inmediatamente la libertad. Esto es una tonte-
ria, Existen, efectivamente, estructuras restrictivas, como las
vias férreas o las eerraduras y los cerrojos; pero muchas estrue-
turas son liberadoras. Una escaleraes una estructura liberadora,
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